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EL DÍA, sábado, 21 de enero de 2017 p1

EL SANTO SEPULCRO y
otras tumbas de Jesús, una revisión a
propósito del reciente reportaje de
del sábado National Geographic 6/7

revista semanal de EL DÍA

SESENTA AÑOS DE LA TRAGEDIA


DEL LLANITO (LA PALMA)

Texto: Jose Guillermo Rodríguez
“El 16 de enero de 1957 ocurrió la mayor catástrofe sas, por lo tanto, las aguas de escorrentía.
Con todo, estos aguaceros tan inten-
Escudero natural del siglo en Breña Alta, el tremendo aluvión de sos han hecho correr considerablemente
agua, barro, piedras y troncos“ (Pérez Hernández, 2002) los barrancos e incluso se han llegado
a producir grandes avenidas que han
“La triste Breña aquel día acabado en catástrofe.
verla pena daba ya. Entre otros grandes desbordamien-
Era una calamidad tos y riadas, se recuerda la imponente
de tristeza y agonía. avenida del barranco de Las Nieves que
Por donde quiera se veía puso en peligro la primera ermita de
el conducir un herido, Santa Catalina –advocación que dio nom-
tantos ayes y gemidos, bre al Castillo Real– y que se hallaba
tanto dolor, tanto asombro, construida en las cercanías del cauce.
buscando entre los escombros Le hizo grandes destrozos, como tam-
a varios seres queridos” bién a todo el barrio. Ocurrió el 25 de
(Nicolás Gómez Hernández) noviembre de 1611. Por ello se recuerda
como temporal de Santa Catalina.

L
os aluviones de los cauces El 23 de noviembre de 1649 una fuerte
canarios reproducen rasgos crecida del barranco del Socorro se llevó
propios habituales en zonas la antigua ermita de la Virgen de
áridas y abruptas, caracteri- dicha advocación construida en Breña
zados por lo repentino de su Alta y también el primer castillo del fuerte
presentación y el ímpetu de sus aguas. de Bajamar. La siguiente edificación
Adquieren éstas toda la velocidad y fue bendecida en 1695 y, a causa de otra
potencia de arrastre que les confieren riada en 1700, sus paredes amenaza-
las fuertes pendientes de laderas y ban ruina. La imagen mariana fue res-

barrancos. Así pues, en la isla, el catada milagrosamente. El oratorio pasó
mayor problema de las crecidas de cau- La destrucción que a fabricarse en 1706 al otro lado del
ces no radica tanto en los peligros de causó la fuerza del barranco, en el término municipal de
agua fue inaudita.
anegamiento como en la capacidad des- Breña Baja, donde hoy aún se halla. Una
tructiva de los frentes de avenida (en cruz y una lápida recuerdan el suceso.
Canarias, la mayoría de las víctimas de El pueblo de Tazacorte sufrió gran-
las riadas perecen al ser destruidas y des destrozos por la gran avenida el ba-
arrastradas las casas en que se acogen). rranco de Tenisque, así como los
Las características de la red hidro- ingenios azucareros y su ermita, el día
gráfica de La Palma –la isla más alta del 12 de diciembre de 1744.
mundo en comparación con su super- El cronista y alcalde constitucional
ficie– son los propios de su juventud de su capital, Lorenzo Rodríguez, na-
geomorfológica: laderas muy escarpadas rraba cómo el día 9 de octubre de 1783
y cauces de fuertes pendientes ocu- “hubo un terrible huracán de viento y
pando el fondo de barrancos profun- agua en esta ciudad que los barrancos
dos y encajados. Casi nunca forman ram- salieron de madre, especialmente el de
blas amplias, incluso en los tramos de el 16 de enero de 1957, cuando un tem- barrancos de Aduares y Aguacencio con Las Nieves, que habiendo desbordado
su desembocadura, con lo que sus már- poral, que la afectó en casi su totali- nuevas construcciones. La tentación de en la Cueva de La Virgen, entró por el
genes no ofrecen por lo común dad (en Los Sauces llegaron a recogerse ocupar los espacios es grande, pero los Llano de la Cruz y corrió por las calles
demasiados atractivos para el asen- más de 500 l/m2 en 48 horas), “dio oca- peligros son también grandes. Hemos refe-
tamiento de la población. Tampoco sión al desbordamiento de varios cau- renciado cuatro grandes riadas histó-
alcanza ésta, por otro lado, una den- ces y, en especial, al de los barrancos ricas con funestas consecuencias. Si hay
sidad tal como para que exista una de Aguacencio y Amargavinos, en Las más viviendas en los cauces, una quinta
fuerte propensión a colonizar terre- Breñas, cuya riada, de más de 100 metros riada traerá más víctimas. ¡No desafiemos
nos bajo la amenaza de las riadas. de ancho, arrasó varias viviendas y se a la Naturaleza, cuyas fuerzas son supe-
De modo que, en principio, no cabe cobró la vida de 32 personas” (Boletín riores a las nuestras!” (Alfredo Mede-
pensar que las inundaciones representen Oficial de Canarias). ros, Universidad de La Laguna, 2005).
la mayor amenaza que se cierne sobre Puede considerarse lo insólito de este
la isla y la seguridad de sus habitan- aluvión (de cuyas circunstancias hidro- Aluviones históricos en La Palma
tes. Pese a cual, no dejan de constituir lógicas no hay, que se sepa, estudios) El hecho de poseer un suelo joven
un riesgo que, de tarde en tarde, se hace por lo mucho que pesa la cifra de sus y permeable en la zona de la Cumbre
realidad con caracteres catastróficos. víctimas en el total del medio cente- Vieja –lugar de las erupciones más recien-
Así lo dejan ver los datos disponibles nar corto de muertes que a lo largo del tes en la historia palmera– hace que los
con respecto a pasados desastres. Por siglo XX han ocasionado las riadas en barrancos existentes en la comarca Este
lo que se sabe, el mayor del siglo XX el conjunto de las cuatro islas occi- no destaquen por su profundidad, to- 
–el único con tanta cantidad de vícti- dentales del Archipiélago. “Quiero do lo contrario que ocurre hacia el Norte
Cuenca del
mas mortales en la isla–, y probable- manifestar mi preocupación por que se de La Palma. El nivel de infiltración de barranco de
mente de toda su historia, se produjo siguen ocupando los cauces de los las aguas de lluvia es alto y son esca- Aduares
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del Tanque y Molinos”. En esa ocasión decirse que muchas propiedades rura- Pérez Hernán-
murió, entre otros, un vecino que desde les de las mejores cultivadas de la Villa dez, en su artí-
un muro sobre el que se hallaba fue arras- han desaparecido por completo y otras culo publicado en
trado hasta el mar y fue identificado han sufrido daños considerables”. la revista de la
más tarde por un botón de oro de su Toda la virulencia propia de esta agua UNED, nos infor-
camisa. En otra crónica sobre la torrencial se vio a menudo agravada maba de que “el 16
misma catástrofe se lee: “Entre once por los taponamientos y desvíos que de enero de 1957
y una del día, corre impetuosamente sufrían los cauces naturales por los que ocurrió la mayor
el barranco de Las Nieves, entrándose debían discurrir las mismas y que rea- catástrofe natural
por las calles del Tanque y Molinos, lizaban algunos vecinos atendiendo sólo del siglo en Breña
derriba siete casas, arrastra dos hom- a sus propios intereses, perjudicando Alta, que dejó en un
bres y una niña y se lleva la Cruz del los ajenos y públicos. segundo plano los
Tercero en la Alameda, que había sido Se recuerda también otro temporal importantes daños
colocada allí por el Conquistador D. en 1902, que también causó pérdidas causados por los
Alonzo Fernández de Lugo”. humanas, año en el que tuvo lugar un vientos huracana-
El mencionado cronista también na- episodio fuera de lo común, como es dos de 1956. Un
rraba otra riada. Ésta ocurrió el 8 de el encallamiento de una ballena en las ñados de sus novias y de numeroso séquito, frente de bajas presiones, que recorrió

diciembre de 1841: “Al obscurecer, prin- costas de Tigalate. emprenden la marcha … Por el quebrado el Archipiélago de noroeste a sureste, des-
cipió un fuerte temporal de truenos, viento Existen ciertos elementos de la Margen derecha territorio ascienden con destreza admi- cargó una fuerte tromba de agua sobre
y aguas muy continuado, y no cesó hasta geografía palmera que fueron deter- del barranco de rable. Por algo saben manejar las lan- la Cumbre Vieja durante varias horas,
Aduares
las 3 de la mañana. En aquella noche minantes en la magnitud de la trage- zas con el ímpetu de los años mozos. Reina origen del tremendo aluvión de agua,
corrieron mucho los barrancos…, tanto dia que nos ocupa. Son, por ejemplo, una calma magnífica, pero observan en barro, piedras y troncos que discurrió
que hallándose reunidos en una casa inme- la particular configuración de la cuen- el sur aterradora oscuridad. De pronto en la madrugada de aquel día por los
diata acogidas del temporal 14 perso- ca del barranco de Aduares, y la con- sienten el retumbar de un trueno al que barrancos desbordados de Amargavi-
nas, de las que perecieron diez, que lo junción de los bruscos cambios de pen- suceden otros y los rayos de la tempes- nos, Aduares y Aguasencio”.
fueron Josefa Martín Santos y tres hijos”. diente en el cauce de barrancos poco tad que se aproxima. Intentan huir hacia El periódico palmero Diario de Avi-
Corrieron mucho sus guaridas, y en el descenso de la cum- sos continuaba informando de que, a
los barrancos de bre son sorprendidos por un agua to- mediados del día 15 de ese mes y año,
Aduares, Melchora rrencial que se precipita por el cauce del se habían iniciado fuertes lluvias en toda
y Aguasencio. Era barranco que les servía de ruta, arro- la Isla, principalmente sobre las cum-
la tercera gran llándoles en su empuje hacia su litoral. bres de las Breñas. En la madrugada
riada de conse- Solamente se salva Bentacaise, por haber del día 16 arreció el temporal pero ya
cuencias trágicas logrado alcanzar un árbol, pero queda las aguas se salían de los barrancos. En
citada por los his- con una pierna fracturada… Desde enton- el barrio de Los Llanitos, Breña Alta,
toriadores. ces dicho barranco recibe el nombre de continuando por Breña Baja, se llevaba
Siete años más Agacencie, que era el menor de los tres cuanto encontraba a su paso. Entre
tarde, concreta- hermanos”. ambas Breñas ya se contabilizaban 12
mente el 18 de En el Diario de Avisos del 17 de enero muertos (entre ellos, la madre del poeta
noviembre de  de 1957, se lee: “El temporal. Se desborda palmero Félix Duarte), 14 desapareci-
1848, “otro hura- Casa de don el barranco de Aduares de Breña Alta. dos, varios heridos, 240 evacuados, 49
cán de viento y Eladio destrozada Hay 5 personas muertas, 23 desapare- casas derruidas y los cultivos, huertas,
agua hace correr cidos y más de 19 casas derruidas. Y el ganados, arboleda son arrasados.
impetuosamente diario La Tarde de 31 de enero de 1957 “Juan Jerónimo, Pancha y su hijo Julio
los barrancos, el de decía: “La noche del 15 al 16 de enero contemplaban desde las ventanas de su
Dolores se llevó el fue más oscura que nunca. ¿Presenti- antigua casa que el barranco corría con
puente de la calle miento o realidad? Es sintomática la obser- un caudal muy superior a otras veces,
Tracera y se entró vación que hicieron algunos de que aque- cada vez más alarmante, y en eso ob-
pr. dicha calle”. lla noche los gallos no cantaron con el servaron cómo la casa se desplomaba
La noche del 3 ímpetu vanidoso que frecuentaban. Al encima de ellos abatida por las aguas
de noviembre de  contrario, enmudecieron totalmente. Esta- y los dejaba entullados. Eran como las
1874 se desató un ban tristes. ¿Será que los animales pene- siete de la mañana cuando los grandes
Viviendas
temporal de lluvia afectadas por la tran y escrutan mejor que nosotros en árboles que las aguas arrastraban
y viento que se riada los secretos y designios de la naturaleza? habían taponado el puente de El Lla-
mantuvo hasta el Nadie lo sabe; pero es evidente que algo nito, reventando el agua por encima, y
siguiente día y supuso una amenaza profundos, con zonas habitadas. Gus- presentían. Y por desgracia nada parte de las aguas siguió la dirección de
seria, “por la abundancia e impetuosidad tavo Pestana Pérez, en un análisis de bueno, según manifestaban en sus la carretera embistiendo primero la casa
de las aguas”, para parte de los veci- la influencia de los factores geográfi- actos. Más lo cierto es que aquella noche de Urbano García. Las aguas del barranco
nos de Villa de Mazo. Cinco años des- cos en ese temporal, también nos in- no cesó de llover; cada vez más fuerte. alcanzaron tan alto nivel que atravesaron
pués, otra tormenta, desarrollada dica que, además de estas circunstancias, Y cuando el día aclaró, una espesísima también el segundo piso de la casa, lle-
entre el 23 y el 26 de noviembre de 1879, “están aún poco estudiadas, lo que hace neblina gris–negruzca impedía ver más vándose muebles y pertenencias (el piano
vuelve a causar cuantiosos daños, espe- de la isla de La Palma un campo del allá de diez metros. El agua caía, no en apareció mucho más abajo en la represa
cialmente en los sembrados, y en enero máximo interés en el estudio de los ries- gotas, ni chorros, sino como si la vacia- de Rebato)” (Alfredo Mederos, 2005).
de 1884, el alcalde Alonso Pérez Díaz gos naturales en Canarias”. sen en baldes. Las consecuencias de esto Tristes cifras –fueron peores, puesto
se dirige a la corporación que presidía –claro está– no pasaron desapercibidas que las definitivas arrojaron un balance
en los siguientes términos: “Que el día Leyenda del príncipe Aguacencio para algunos de los que observaban”. total de 22 fallecidos en Breña Alta, 2
nueve del corriente por la noche descargó En la leyenda del príncipe ahuarita en Villa de Mazo (aunque también en
en esta población recorriendo gran Aguacencio o Agasencio –que vivió en la prensa se dijo que fueron 3 las víc-
parte de este término municipal una vio- aquella zona y le dio nombre por ha- timas) y 2 en Breña Baja– que nos dan
lenta tempestad, cuyas extraordinarias ber perecido en una terrible avenida una aproximada idea de la terrible tor-
lluvias torrenciales y copiosas como no del barranco muy poco anterior a la con- menta que azotó esta zona. Un enorme
hay noticia entre estos habitantes se quista de La Palma– se leen los siguien- volumen de agua recogido por la can-
hubiese sufrido en tiempo alguno inva- tes párrafos que fueron recopilados por tidad de afluentes que desembocaban
dieron impetuosamente heredades y cami- el magistral palmero Félix Duarte: “En en el citado barranco de Aduares lle-
nos, destruyendo los torrentes y barran- una espléndida tarde de la estación inver- gó a desbordar al mismo. Influyeron,
cos desbordados… Afortunadamente no nal, los príncipes de Tedote (Santa Cruz  con independencia de la gran cantidad
ha habido que lamentar desgracias per- de La Palma) Tinisuaga, Agacencie y Ben- Multitud de de agua caída (temporales del Sur– Este
sonales, pero sí considerables prejuicios tacaise, quieren hacer una gira a la fuente vecinos que van rielando al Sur–Oeste de las
que todavía no pueden exactamente apre- de los Aduares, que yace en unos de los contemplan los borrascas del Atlántico), el estar los terre-
ciarse en toda su importancia, pues puede sitios más altos del cantón y, acompa- efectos de la riada nos aún afectados por la semiimper-
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meabilización impuesta por las ceni- Llanos de Aridane, finca, lo puse en la carretera y grité para
zas del volcán de San Juan, por los mon- El Paso y Fuenca- que lo auxiliaran. Después, volví para
tes que por tal motivo se habían per- liente se vieron mi casa. Cogí a una hermana, que tenía
dido, y por una fuerte presión de talas profundamente nueve años, y le dije a mi madre que nos
que se habían prodigado por esos años. afectados por la fuéramos, que aquello era el fin del mundo,
Fue un auténtico aluvión de trági- magnitud del salimos todos corriendo, pero después
cas consecuencias cuya acción fue real- desastre. de 500 ó 600 metros nos cayó todo
mente devastadora y el panorama que Más de una encima. La riada me partió la clavícula,
quedó tras la catástrofe fue de verda- veintena de muer- el brazo me quedó sin fuerzas y perdí
dera desolación. Los barrancos se tos, más de un a mi hermana. Nunca más la pude ver.
desbordaron como nunca y fueron arras- centenar de per- Después del golpe, me desperté en el hos-
tradas grandes cantidades de tierra. Otro sonas sin hogar e pital. Perdí a mi madre”. El articulista
barranco afectado fue el de San Blas innumerables des- Víctor Martín nos informaba de que
en Villa de Mazo, que modificaría su trozos en las ca- Antonio, como otros muchos, lo había
cauce, y cuya nueva dirección llegó a rreteras y campos perdido casi todo, y cómo de aquella

constituir una grave amenaza para el de cultivo fue el familia humilde, del pueblo, sólo
casco urbano. El barrio de San Simón, Destrucción por triste balance de lograron salvarse cuatro hermanos.
del mismo término municipal, tam- todos lados. un acontecimiento “Zacarías y Juana comprendieron que
bién fue uno de los más dañados. Otra que, a pesar del nada podían salvar. Intentaron huir. Mira-
zona castigada duramente por el tiempo transcu- ron atrás con pavor; un escalofrío los

temporal de 1957 fue el municipio de rrido, se mantiene cubrió de arriba abajo y los dejó medio
Breña Baja, principalmente a lo largo 1955. Bautizo de en la memoria de petrificados: una oleada –de las primeras
del cauce del barranco de Amargavi- María Teresa De muchos palmeros que bajaron– de varios metros de
negro, doña Josefa
nos, y más en concreto a su paso por Lorenzo, fallecida en que, o bien lo altura, negra, informe, retumbando agu-
San José y San Antonio. También el la riada vivieron directa- dos bramidos y se deslizaba hacia ellos
aluvión provocó destrozos en Jedey, mente, o bien lo arrastrando todo lo que se le interpo-
el Charco y Las Manchas, en la vertiente a levantar nuevos muros de piedra recuerdan a través de las historias con- nía sin encontrar resistencia. Pasaron
oeste de la Cumbre Vieja. y rellenar las zanjas socavadas en el tadas y décimas recitadas por sus ante- a formar parte de la riada furiosa, que
El mismo periódico publicaba un artí- terreno. pasados o vecinos. los albergó en su seno. Primero notaron
culo el 2 de febrero de 1957, firmado Juan Hernández Morera, uno de los Un sencillo monumento en El Lla- que un frío manto los envolvía; obje-
por Esteban Pérez González, presidente damnificados de la tragedia, escribía nito –el pago de las Breñas más casti- tos fuertes y duros los azotaron sin que
del Hogar Canario de Madrid y hermano un extenso poema, en el cual se refe- gado y donde vivían casi todas las víc- lo sintiesen mucho; algún recuerdo con-
de Blas Pérez, entonces ministro de ría a la hacienda de la siguiente timas mortales– recuerda a los fallecidos fuso; un breve sentimiento de esperanza;
la Gobernación. Este hijo de Villa de manera: “El pueblo palmero reaccionó en dos lápidas de blanco mármol otros choques, quizá más violentos pero
Mazo decía que la terrible tragedia posi- con intensidad ante la magnitud de la colocadas a ambos lados de una gran que sintieron más lejanos aún; y ya las
blemente había hecho más daño que tragedia, no sólo con incontables gestos cruz de piedra que se alza en el ondas del pensamiento se fueron dilu-
el mencionado volcán. Se leía: “La tra- de anónimo heroísmo salvando in puente sobre el barranco que mira al yendo más y más hasta penetrar en las
gedia de ruina y de muerte, está ahí, a extremis a muchos de los que estaban monte. Bajo ella, en una losa central oscuras puertas sin límites del infinito”
la vista, en carne viva, con lágrimas y a punto de ser arrastrados por las aguas, hay una inscripción que reza: “A los que (Diario La Tarde, 1957).
sangre”; y refiriéndose a las causas y sino ayudando a los damnificados y murieron en la trágica mañana del 16 Muchos otros murieron más tarde a
medidas hacia el futuro añadía que, con poniéndose manos a la obra para repa- de enero del año 1957”. consecuencia de las heridas recibidas
motivo de las incorrecciones de los lin- rar los terribles daños causados”. Del más pequeño, de tan sólo tres años y sus nombres no se incluyen en las lápi-
deros de los montes, “el pequeño des- El suceso afectó a La Palma entera, de edad, a la mayor, de setenta y siete, das. La prensa de la época, por ejem-
barajuste, semillero de pleitos, contri- pero fue en los márgenes del barranco todos tienen cabida en el epitafio. No plo, se hacía eco de la desaparición de
buye a que la riqueza forestal prácti- de Aduares, de Breña Alta, donde a la es extraño contemplar cómo vecinos Pedro Hernández Hernández.
camente haya desaparecido o poco intensidad de la lluvia se unieron otra y forasteros informados de la catástrofe En Villa de Mazo, el temporal causó
menos… donde falta un árbol, la ero- serie de desgraciadas coincidencias que se persignan y, en silencio, hacen un las muertes de Nieves Paz Ríos (lla-
sión y las inundaciones son fatales”. hicieron que el temporal desembocara alto en el camino para recordarlos. He mada Nieves Toledo) en Tirimaga , y
Agustín Fariña también añadía, en su en una de las mayores tragedias que visto verter más de una lágrima. de Cándida Rodríguez Alonso, en Mon-
obra sobre los senderos y caminos pal- ha sufrido la isla en toda su historia. Después de que, prácticamente, tes de Luna. En Breña Baja, las de Juana
meros, que Esteban Pérez insistía en También Breña Baja, Villa de Mazo, Los casi no se apreciaran bien los caracteres Pérez Crespo y Vicente Castillo Gon-
la insularización de los montes (ya lo de los nombres de las lápidas conme- zález, madres respectivas del poeta y
había intentado siendo presidente del morativas por la erosión del viento y escritor Félix Duarte y el alcalde
Cabildo de La Palma), con lo cual el la lluvia, con motivo del cincuentenario accidental de Breña Baja en aquel enton-
lucro sería para la isla, que quedaría se volvieron a pintar en enero de 2007. ces, Antonio Lorenzo Cantillo. Es
en la obligación de cuidar y repoblar En el cauce del Barranco de Adua- muy emotivo el poema que escribió
con una explotación racional, pero al res, el 16 de enero de 2007, un grupo Jesús Duarte, hermano de aquél,
servicio de tal patrimonio forestal. de vecinos se congregó en un solemne cuya madre, doña Juana, murió al día
No deja de ser paradójico cómo esta acto religioso para recordar aquella tra- siguiente del temporal tras ser arras-
tragedia se convirtió en un acicate para gedia y a sus amigos y familiares falle- trada por las aguas junto a su hijo Félix.
el desarrollo de las Breñas. La calami- cidos. Uno de los vecinos presentes fue Sirva este humilde trabajo como
dad sufrida facilitó una importante inyec- Antonio Mendoza. La prensa local un pequeño homenaje hacia ellos y
ción de dinero procedente de numerosas narraba cómo ese superviviente tuvo ellas, que siempre estarán en nues-
subvenciones estatales para construir que hacer un verdadero esfuerzo por tro recuerdo, en la memoria del pue-

viviendas protegidas para los damni- relatar cómo aquel día perdió, en blo que no olvida a los suyos jamás.
ficados, creación de grupos escolares, Una de las lápidas medio de la riada, a siete de sus fami- Algunos de los cadáveres pertene-
viviendas para los maestros, electrifi- que recuerda a las liares: “Primero agarré a mi hermano cientes a aquellos nombres nunca apa-
víctimas
cación de Botazo y otros pagos, apertu- pequeño, que tenía 6 años. Corrí por la recieron.
ra y mejora de carreteras, etc.
La vivienda de Miguel Leal de Paz
BIBLIOGRAFÍA – LORENZO RODRÍGUEZ, Juan Bautista. Noticias para la Historia
(1885–1964), propietario de la hacienda de La Palma, La Laguna- Santa Cruz de La Palma, t. I y II, 1975 y 1997
–Actas de Plenos. Ayuntamiento de Villa de Mazo. Sesiones: del – MARTÍN SÁNCHEZ, Miguel Angel. Miguel, el Arcángel de Dios en
y ermita de San Miguel del Llanito, había 7.11.1874; del 30.11.1879 y del 13.01.1884 Canarias. Aspectos socioculturales y artísticos, Aula de Cultura del
servido de improvisado refugio a los –MARTÍN, Víctor. «Riada de dolor», en El Día, Santa Cruz de Tene- Cabildo Insular de Tenerife, Santa Cruz de Tenerife, 1991.
rife (17 de enero de 2007) – PÉREZ CRUZ, Justo (coordinador). Las Décimas del Temporal de
damnificados de aquella zona del – MEDEROS, Alfredo. «¡Huid, que viene el barranco!», Diario La 1957, La Palma Punto y Aparte, Santa Cruz de Tenerife, 2005
Tarde, (31 de enero de 1957)
barranco, muchos de ellos ya sin hogar. – Decreto 166/2001, de 30 de julio, por el que se aprueba el Plan – PÉREZ HERNÁNDEZ, José Eduardo. «Cien años de la Villa de Breña
Hidrológico Insular de La Palma, Conserjería de Obras Públicas, Vivienda Alta», Zoras, Revista del centro Asociado UNED La Palma, septiem-
Su hacienda no fue ajena a los incal- bre 2002
y Aguas, Boletín Oficial de Canarias
culables estragos causados por el tem- – DUARTE, Félix. Leyendas canarias, Edirca, Las Palmas, 1981 –RODRÍGUEZ FARIÑA, Agustín. Los caminos de La Palma, Excmo.
– LORENZO TENA, Antonio; RODRÍGUEZ LEAL, Nieves R. La ermita Cabildo de La Palma, Ediciones La Palma, Madrid, 1993
poral, y el propio don Miguel, con gran y la hacienda de San Miguel en Breña Alta. Apuntes de una vincula- – VELÁZQUEZ RAMOS, Cirilo. Historia General de Villa de Mazo,
sacrificio personal, se vio obligado ción histórica, Taravilla, Madrid, 1997. C.C.P.C, Santa Cruz de Tenerife, 1999

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