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EL ENCUENTRO DE DOS MUNDOS EN TIEMPOS DE PANDEMIA

La muerte no diferencia al pobre, ni al rico, cuando llega la hora de partir a ese


mundo desconocido, todos mueren por igual, nadie lleva nada material, sin embargo
el dolor por la partida para todos es igual; a pesar de esta realidad constante y
eterna, vivimos sin pensar que somos pasajeros, que nadie está libre de la muerte
y esto se evidencia en su cuento La muerte de los Arango de José maría Arguedas
Altamirano, donde recrea la llegada de la epidemia del tifus, haciendo alusión a los
acaudalados “Muchos vecinos principales del pueblo murieron. Los hermanos
Arango eran ganaderos y dueños de los mejores campos de trigo.” y sigue narrando
refiriéndose a la población en general “El pueblo fue aniquilado. Llegaron a cargar
hasta tres cadáveres en un féretro. Adornaban a los muertos con flores de retama,
pero en los días postreros las propias mujeres ya no podían llorar ni cantar bien;
estaban roncas e inermes”, expresado en el párrafo siete del cuento. La lucha de
Arguedas por lograr el respeto y consideración a los indígenas, lograr una
comunicación intercultural entre el mundo de origen hispano-criollo y el de origen
indígena, frente a la desgracia que causa la epidemia del tifus aniquilando a la
población indígena, la voluntad humana no puede hacer nada para evitar la muerte.
Frente a estos hechos surge la siguiente interrogante: ¿Cómo se produce el
encuentro de dos mundos en tiempos de Pandemia?

Las obras de Arguedas se expresan en una misma temática, recreada en su infancia


en el mundo campesino, una sociedad marcada por la discriminación, maltratos,
torturas y desprecio, su lucha por lograr el “El encuentro entre dos mundos”, esto
podemos evidenciar y reflexionar en sus diversas obras de José María Arguedas
Altamirano como “El sueño del pongo” cuando al sirviente indefenso le dice “alza
las orejas ahora, ¡Vizcacha! ¡Vizcacha eres!”, siendo tratado como un animal,
asimismo, en su obra “Agua” donde relata el abuso y el autoritarismo de los más
poderosos, cuando distribuyen el agua para el riego de las tierras favoreciendo solo
a los blancos y mestizos dejando de lado a los indios; en el “Sexto” las aberraciones
sexuales, negligencias en la seguridad de los presos, atentando contra los derechos
humanos; “Warma Kuyay” cuando Justina es violentada por el patrón y ella sin
poder hacer nada para defenderse; Yawar Fiesta, Los ríos profundos, y otros.
También se puede evidenciar la falta de humanismo, de consideración por el
prójimo, no pensar que todo es pasajero y algún día termina todo ciclo de vida, como
ocurrió con los personajes de los diversos relatos de Arguedas.

En pleno siglo XXI, se ha avanzado en este puente intercultural, esta fusión ha ido
cobrando notoriedad, tradicionales ancestrales se trasladaban a la ciudad a exponer
su arte culinario, sus productos agrícolas en grandes ferias propiciadas por las
mismas autoridades, a Arguedas le hubiera llenado de alegría ver este proceso que
todavía no se ha consolidado, también se han emito leyes para proteger a los
sectores marginados, como la LEY N° 27270 CONTRA ACTOS DE
DISCRIMINACIÓN 2000, que en su artículo 1, considera como delito “El que
discrimina a otra persona o grupo de personas, por su diferencia racial, étnica,
religiosa o sexual, será reprimido con prestación de servicios a la comunidad de
treinta a sesenta jornadas o limitación de días libres de veinte a sesenta jornadas.”;
asimismo el proyecto de Ley presentado el 15 de enero del 2019 para prevenir,
eliminar y sancionar el racismo y la discriminación racial en cualquiera de sus
manifestaciones, garantizando a toda persona y grupo de persona, el
reconocimiento, goce y ejercicio de sus derechos humanos, con especial énfasis en
aquellos grupos históricamente discriminados por motivo étnico racial, tales como
pueblos indígenas u originarios andinos y amazónicos, comunidades nativas
campesinas, poblaciones afroperuanas y personas de origen o ascendencia andina,
amazónica o afrodescendiente. Muy claro, ¿verdad? Sin embargo todavía seguimos
siendo testigos de titulares de noticias como el publicado el 18 de febrero del 2019,
Ingeniera margina, golpea e insulta a vigía de carretera: “tú no eres nadie, chola de
m…”, otra noticia del 31 de marzo del 2020, Mujer se niega poner mascarilla y
agrede a policía: “Suéltame serrana, yo no he hecho nada”; el 30 de agosto del 2020
sale otra noticia “Magdalena: joven insulta y discrimina a serenos que le reclamaban
por no llevar puesta su mascarilla”, evidenciándose que la discriminación y
marginación aún persiste en algunos grupos de nuestra sociedad a pesar de la
lucha de Arguedas y de muchos peruanos que le sucedieron en esta tarea, por otra
parte, en su novela “Todas las sangres” (1964) José María Arguedas, retrata
escenarios geográficos y sociales de todo el país, nuestra realidad multicultural y
pluricultural y mencionar “Todas las sangres”, expresa nuestra diversidad que nos
une y mezcla, expresa todos los colores de nuestra hermosa cultura.

Con la llegada de la crisis sanitaria al Perú, se desnuda muchas diferencias y


carencias en diversos sectores de la sociedad, las grandes divisiones sociales y
económicas se hace visible, el abandono del gobierno a sectores importantes como
salud y educación. La pandemia empieza a flagelar a la población por el aislamiento
obligatorio y el forzado abandono de sus puestos de trabajo, no hay diferencias “El
zorro de arriba y zorro de abajo”, “todas las sangres”, “los dos mundos” como
denomina Arguedas, se encuentran a merced del terrible virus. Se inicia el éxodo
de retorno de los pueblos andinos de la costa, sierra y selva, residentes en la ciudad
hacia el campo, caminan en procesión interminable rumbo a la tierra que los vio
nacer para refugiarse del virus y buscar un sustento que por ahora es difícil
conseguir en la ciudad, caminan por las carreteras a falta de movilidad en marchas
sacrificada bajo e indolente sol y frío. “Los indios son buenos. Se ayudan entre ellos
y se quieren.” (Los escoleros), expresa Arguedas, efectivamente todos compartían
los pocos alimentos que tenían, se apoyaban mutuamente cargando sus niños y
maletas de viaje, ahora todos son solidarios, de las casas salen a alcanzarles agua
o un poco de alimentos.

El encuentro de dos mundo en tiempos de pandemia tiene mucho más valor, porque
brota el espíritu solidario, de pronto la vida tiene más valor, tenemos que cuidarnos,
la protección de uno es la protección de todos, los que están bien piensan en los
que menos tienen, las oraciones se extienden por las redes a nivel mundial: por los
enfermos, por los médicos, por los militares, por los que menos tienes, ya no es el
encuentro de dos mundo, es el encuentro de todo el mundo en un abrazo fraterno
e inmenso de intenciones solidarias, el dolor nos ha unido, ha vencido muchas
barreras que Arguedas en sus tiempos no había logrado, vivimos un momento en la
hermandad debe ser más fuerte que la pandemia y si todavía hay sectores que no
han entendido las lecciones de esta pandemia, es momento de reflexionar, es
momento de cambiar, la vida no es eterna.

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