Está en la página 1de 2

ENSAYO SOBRE JOSE MARIA ARGUEDAS

Durante generaciones la literatura ha pasado por muchas etapas y cambios, en ellas vamos
construyendo nuevas costumbres y valorando tradiciones que nos ayudan comprender y apreciar
la gran cultura de la que todos somos parte, que dicho sea de paso es tan rica y deslumbrante, en
los cuales grandes poetas y escritores dejaron su huella marcando así una nueva etapa en
nuestro país.
Entre ellos hay uno en específico, del cual se quiere hablar en este ensayo:
Nadie menos que de José María Arguedas, un escritor, poeta, traductor, profesor, antropólogo y
etnólogo que reflejaba en sus obras el indigenismo peruano.
Fue tan influente para la literatura que se convirtió en uno de los mayores representantes de la
narrativa indigenista.
La visión de este gran escritor era el captar la esencia de los dos mundos y que ambos debían
unirse armónicamente.
Además de esto Arguedas realizo estudios sobre el folklore peruano, y fue un gran contribuyente
a la revalorización de este arte.
Fue difusor de la lengua quechua por eso empleo “el lenguaje inventado” que es el haber
agregado el quechua en el léxico español.
Al conocer la historia de José María Arguedas podemos darnos cuenta del valor que tenía para él
la cultura peruana, el aprecio que tenía por lo nuestro ¡y cómo no! El amor que llego a sentir por
esta.
En cada obra nos mostraba una historia de un mundo que es tan nuestro y a la vez ajeno, porque
lo desconocemos y por ello, se pierden costumbres y tradiciones que pueden ser clave para
darnos cuenta del gran valor que tiene nuestro país, y que al hacerlo nos lleva a ignorar tantas
cosas. Es por esto que el admirable ingenio que dicho escritor plasmaba en sus obras nos lleva a
entender el multiculturismo que existe en el Perú.
También se sabe que José María Arguedas era una persona mestiza que vivió en mundos
diferentes, pero debido a la mala relación que llevaba con su madrastra, a los constantes
maltratos de su hermanastro y el ser obligado a convivir con los indios despertó en él un gran
cariño por el mundo indígena y el enorme sentimiento que tenía hacia los recuerdo de su
infancia, le sirvió de inspiración al escribir.
Nuestro llamado “Escritor Etnólogo” tuvo una vida muy dura, desde pequeño sufrió la gran
tragedia de perder a su madre y debido al trabajo de abogado litigante y viajero de su padre se
quedaba a cargo de su nueva esposa, que tenía un evidente odio y desprecio hacia José María
tratándolo así como un indio en la ausencia de su padre.
Después de haber huido de la casa de su madrastra, su adolescencia y primera juventud se basó
en acompañar a su padre en sus viajes, tomo esta experiencia para su libro “Los Ríos Profundos”
que fue su obra maestra, en la que narra la historia de Ernesto un joven de catorce años que se
encuentra en el límite que separa el mundo de los blancos con el mundo de los indígenas, en el
que tiene decidir entre los valores de la liberación o la seguridad económica.
Empezó sus estudios secundarios en el colegio “San Luis Gonzaga de Ica”, lo que hizo que se
alejara del ambiente serrano que había moldeado desde su infancia, durante estos años sufrió el
desprecio y abuso de los costeños hacia el por el hecho de ser considerado “indio”. Así mismo al
enamorarse de una jovencita iqueña que lo rechazo por el mismo motivo.
Sus estudios universitarios los curso en la universidad Mayor de San Marcos donde fue recibido
con cordialidad y respeto.
Su primer cuento Warma Kuyay que en español significa “Amor de Niño” trata sobre Ernesto, un
mestizo perteneciente a una familia de hacendados, relata en retrospectiva un romance de su
niñez: el amor por una india, un amor frustrado, imposible, de triste final.
Años después fue apresado por participar de una protesta estudiantil contra la visita del general
italiano Camarotta. Fue trasladado al penal “El sexto”, evoco tiempo después aquella anécdota en
su libro con el mismo nombre en el que narra la denuncia del horror carcelario, las experiencias
del estudiante universitario Gabriel. En este lugar será testigo de las injusticias y demás
aberraciones que se cometen dentro de una prisión, como el dolor, la angustia, el sufrimiento y la
muerte.
Luego de años, fue agregado al ministerio de educación y ponía en evidencia su interés por
preservar y promover la cultura peruana entre los jóvenes.
Y así como las obras ya mencionadas, su trabajo como escritor se caracteriza por contar la
experiencia de su vida en el mundo andino y la realidad que reflejaba el ser indio.
Agua, Yawar Fiesta, Los Ríos Profundos, Diamantes y Pedernales, El Sexto, La Agonía del Rasu
Ñiti, Todas la Sangres, El Sueño del Pongo son el máximo ejemplo de la ideología admirable de
Arguedas.
El escritor empezó a sufrir de depresión pese a los traumas que tuvo en su infancia y que marco
en su memoria, renuncio a su cargo en la universidad y se suicidó el 28 de noviembre de 1969, se
encerró en uno de los baños de la universidad y se disparó un tiro en la cabeza. Pasó cinco días
de agonía y falleció el 2 de Diciembre de 1969.
Así acabo la vida de un hombre que vivió en dos mundos y los amo como a uno, pero apestar de
todo siempre se consideró un hombre civilizado que no dejo de ser un indígena del Perú. Y
tendremos siempre presente que en sus obras, que seguirán trascendiendo a lo largo de los
años, está la inmortalidad del Perú.
Para finalizar, el mensaje que quisiera dar con este ensayo es que:
¡Jóvenes! Sintamos el mismo amor que Arguedas por nuestra cultura, nuestras costumbres,
aprendamos aquello que desconocemos e ignoramos, revaloricemos nuestra cultura, no nos
dejemos llevar por la opiniones de los demás, luchemos por la igualdad y nuestros derechos, no
nos avergoncemos de lo que somos, sintámonos orgullosos de este país que es el de todas las
sangres, y sobre todo plasmemos nuestra alma en lo que hagamos.

También podría gustarte