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INTRODUCCIÓN

En México como en muchos países la recaudación de impuestos es esencial para la economía del país, de
esto depende el financiamiento del gasto público. En nuestro país la Constitución Política de los Estados
Unidos Mexicanos establece como obligación el contribuir a los gastos, de la Federación, del Estado y
Municipios, lo cual debe ser de manera proporcional y equitativa que dispongan las leyes (Art. 31 F. IV).
En este sentido los impuestos son contribuciones que deben hacer las personas y las empresas obligados por
la ley, para que el estado tenga los recursos suficientes para brindar los bienes y servicios públicos que
necesita la ciudadanía. Los impuestos son importantes porque el estado puede obtener los recursos para
brindar, educación, salud seguridad, justicia, obras públicas, combate a la pobreza y el impulso a los sectores
económicos que son fundamentales para el crecimiento de la economía del país, el estado debe de buscar la
igualdad de oportunidades contribuir con el bienestar de los demás que es una forma de participar en los
asuntos de la comunidad, en este sentido es notorio que prácticamente toda la población, utiliza en alguna
medida las obras y acciones que hace el estado con la recaudación de impuestos de la misma forma que a
nadie le gusta pagar la contribución.
El no pagar impuestos impide que el gobierno destinar los recursos suficientes para cubrir las necesidades de
la sociedad, por lo que es fundamental que cumplamos con esta obligación. Escuchamos con frecuencia que
no nos gusta pagar impuestos por supuesto pensamos que es un acto desagradable desprenderse de parte
de nuestros ingresos para cumplir con una obligación tributaria, pero es fundamental e indispensable para
sostener en el tiempo a una sociedad que pide la protección del estado en los cuatro derechos fundamentales
que son; libertad, vida, propiedad y seguridad.
Sin embargo, considero que los impuestos en México necesitan realizar algunos ajustes para que sean
mejores:

 Mejorar la competitividad de las tasas comparándolas con nuestros socios comerciales.


 Revisión de las tarifas para las personas físicas.
 Ampliar la base de contribuyentes.
 Mejorar la eficacia de los impuestos especiales.
 Quitar las facultades discrecionales.
 Ampliar la recaudación de los impuestos indirectos IVA.

Debido a la poca recaudación de impuestos del Estado tiene que repartir lo recibido en forma circunstancial y
no siempre es la mejor. Es muy importante que en México los impuestos sean utilizados para que exista
igualdad de oportunidades para la población con lo cual se puede realizar una real lucha contra la pobreza.
Definición de impuesto.
Los impuestos son una parte sustancial (o más bien la más importante) de los ingresos públicos. Sin
embargo, antes de dar una definición sobre los impuestos hay que aclarar la diferencia entre los conceptos de
ingreso público, contribución e impuesto. Cuando nos referimos a ingresos públicos estamos haciendo
referencia a todas las percepciones del Estado, pudiendo ser éstas tanto en efectivo como en especie o
servicios. En segundo lugar, una contribución es una parte integrante de los ingresos públicos e incluye
aportaciones de particulares como, por ejemplo, pagos por servicios públicos, de donaciones, multas, etc. En
tercer lugar, los impuestos forman parte de las contribuciones y éstas a su vez forman parte de los ingresos
públicos.
Principales impuestos en México:

1. Impuesto sobre la renta, incluye un impuesto mínimo basado en los bienes detentados;
2. Impuesto al valor agregado;
3. Impuesto sobre importaciones y exportaciones; y
4. Impuesto sobre nómina, primas de seguro social, ahorro obligatorio para el retiro y contribuciones
para el Fondo Nacional de Vivienda para los trabajadores.

Son numerosos los impuestos que pagamos a lo largo de nuestra vida y mientras algunos de ellos solo los
abonamos de forma ocasional, otro está tan integrados en nuestro día a día que incluso podemos pasarlos
por alto, a menos que su cuantía sea lo suficientemente elevada como para llamar nuestra atención.
Los impuestos pueden ser directos o indirectos. Los directos se denominan así porque se aplican de forma
directa, teniendo en cuenta la capacidad económica del ciudadano contribuyente, es decir, su patrimonio y su
renta. Estos impuestos son los que buscan la equidad y la redistribución de la riqueza, ya que se pretende
conseguir que cada cual contribuya tributando de forma proporcionada a lo que posee., El más emblemático
de los impuestos directos que te afectan es el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas.

Junto a ellos, existen unos impuestos directos, municipales o provinciales, que también habrás de tener en
cuenta, como el Impuesto sobre Bienes Inmuebles, conocido popularmente como «la contribución», que grava
el valor catastral de ese tipo de bienes, y el Impuesto sobre Vehículos de Tracción Mecánica (IVTM) o
Impuesto de Circulación, al que es común referirse como «el rodaje». El IVTM lo deben pagar todos los
titulares de un vehículo de tracción mecánica que pueda circular por la vía pública, aunque existen algunas
exenciones de este impuesto en el caso de ambulancias, vehículos para personas de movilidad reducida, etc.

Los impuestos indirectos, al contrario que los directos, gravan el uso de los bienes y servicios en sí, sin tener
en cuenta ni quién los adquiere ni la capacidad económica de quien los adquiere, así que los pagamos todos
por igual.
El impuesto indirecto, presente de forma constante en nuestro día a día, desde el momento en que
compramos el pan hasta el instante en que reservamos un billete de autobús o vamos a la peluquería, es
el Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA). Todos los consumidores asumimos la carga de este impuesto, que
puede ser de tipo superreducido al 4 %, de tipo reducido al 10 % y de tipo general al 21 %. El tipo
superreducido recae sobre productos de alimentación de primera necesidad como el pan, la leche y los
huevos, así como sobre los medicamentos. El tipo reducido al 10 % se aplica a los alimentos en general y las
gafas y lentillas, al igual que al transporte de viajeros, hostelería y vivienda. El 21 % del tipo general se aplica
al resto de productos y servicios. Además de ello, hay que tener en cuenta que algunos servicios como la
asistencia sanitaria están exentos de IVA.
Otros de los impuestos indirectos que te pueden afectar son los Impuestos Especiales que recaen sobre
alcohol y bebidas derivadas, el vino y las bebidas fermentadas, la cerveza el carbón, la electricidad, los
hidrocarburos, el tabaco y la matriculación de bienes de transporte.
Para modernizar los sistemas tributarios se necesita un adecuado balance entre la imposición directa e
indirecta, que permita dar forma a un sistema tributario sustentado en pocos tributos, que tengan bases
imponibles amplias y generales y tasas moderadas. Hay que realizar significativos esfuerzos, dirigidos a
ampliar no sólo la base imponible del IVA sino también la del impuesto sobre la renta de las personas y el
impuesto sobre la renta de las sociedades, eliminando exenciones y desgravaciones que se traducen en un
trato desigual a los distintos contribuyentes. Muchos de los cambios que podrían introducirse, y que se han
denominado de segunda generación en reconocimiento a las dificultades existentes para llevarlos a cabo,
forman parte de un proceso cuyos resultados solo se observarán con el tiempo. Es por ello que el programa
de reformas deberá arbitrar entre las necesidades inmediatas de recursos y las reformas de tipo estructural de
mediano y largo plazo. Es de suma importancia comenzar a cuantificar la pérdida que cada uno de los
regímenes de incentivos implica para el fisco y, por lo tanto, el costo de oportunidad que ellos tienen. Esto
implica realizar estudios de gasto tributario.
Habrá que redoblar los esfuerzos por mejorar sustancialmente la eficacia y eficiencia de la administración
tributaria. De no hacerlo, ninguna reforma tributaria tendrá éxito. Se debe comenzar con la rápida sanción de
códigos tributarios modernos que establezcan claramente los derechos y obligaciones de las partes
involucradas, con el propósito de darle certeza, objetividad y transparencia a la relación fisco contribuyente.
Asimismo, por el alto grado de concentración de las economías de las administraciones tributarias, es preciso
establecer criterios de diferenciación en materia impositiva según el tamaño y características de los
contribuyentes. No es conveniente sujetar a los mismos criterios y normas administrativas a los
contribuyentes grandes y a los pequeños. Las normas relativas a estos últimos deberán adecuarse tomando
en cuenta su importante significación numérica y su bajo impacto recaudatorio. Por lo tanto, convendría
instrumentar un sistema de declaración y pago simplificado para la microempresa y la pequeña empresa que
incluya el IVA, el impuesto sobre la renta y, de ser el caso, aportes a la seguridad social, facilitando la
administración y reduciendo los costos de cumplimiento y la informalidad. Igualmente, debería acentuarse la
tendencia a eliminar pequeños impuestos, tasas, derechos, contribuciones y patentes. Estos pequeños
tributos tienen poco rendimiento, y obligan a movilizar gran cantidad de personas y de papeles que distraen al
fisco de sus objetivos centrales.
¿Por qué debo pagar impuestos?

Porque los impuestos son uno de los medios principales por los que el gobierno obtiene ingresos; tienen gran
importancia para la economía de nuestro país, ya que gracias a ellos se  puede invertir en
aspectos prioritarios como la educación, la salud, la impartición de justicia y la seguridad, el combate a la
pobreza y el impulso de sectores económicos que son fundamentales para el país.
El no pagar impuestos impide al gobierno destinar recursos suficientes para cubrir las necesidades de nuestra
sociedad, por lo que es fundamental que cumplamos con esta obligación.

Parte del gasto público se contempla donde hay mayor exigencia de necesidad de la población, por ejemplo,
si en un estado el número de accidentes es superado por número a otros estados, el presupuesto es inclinado
de manera directa hacia donde se encuentra esa problemática, de esta manera se tienen que implementar
programas que prevengan accidentes del tipo que sea siempre que esté afectando los recursos financieros
del gasto público.

Si nos ponemos analizar estos factores, ¿Qué hacemos para contribuir a este gasto?, tenemos claro que
dichos egresos son parte de nuestras aportaciones viéndolo desde este punto nosotros mismos realizamos
nuestra aportación, pero igualmente generamos el gasto, ahora bien, sí nos diéramos a la tarea de que en
lugar de ser una carga para el estado fuéramos autosustentables probablemente el estado se ocuparía de
otras exigencias.

El punto es aportar de forma que sea productivo lo que hagamos, sea del sector público o privado, nadie
llagará a solucionarnos la vida sino empezamos por hacer reflexión nosotros mismos, estamos en polémica
de que si el gobierno realiza bien su trabajo o no, la realidad es que tampoco vemos más allá y nos
enfrascamos en una realidad en que el gobierno tiene la obligación de crear empleos, dar apoyos y encima de
todo crear leyes que cada vez forman un camino estrecho.

CONCLUSIONES
La forma en que el Estado se allega de ingresos, es un aspecto muy importante y resulta una base
imprescindible para el desarrollo de sus funciones y en general para su quehacer de gobierno, ya que de esto
depende que puedan lograse las metas y proyectos en materia de bienestar social, de desarrollo económico,
el mantenimiento de finanzas públicas sanas, etc. Una adecuada política fiscal, apegada a los preceptos
constitucionales, donde todos y cada uno de los contribuyentes tenga la certeza y claridad plena de que
impuestos debe pagar, así como la cultura y conciencia de lo importante que resulta cumplir adecuadamente
con las obligaciones fiscales que les corresponda, donde exista la absoluta seguridad que el destino del pago
de sus impuesto, va a ser empleado en el mejoramiento de los servicios públicos (salud, educación, seguridad
pública, cultural, esparcimiento), en una adecuada impartición de justicia, sin dispendios en campañas
electorales, en fin en una adecuada y honesta administración de estos recursos. Lográndose estos dos
objetivos primordiales en la política fiscal (cumplimiento correcto y oportuno en obligaciones fiscales por parte
delos contribuyentes y n adecuado manejo de los recursos obtenidos por el gobierno ) se tendrá un equilibrio
socioeconómico, que permitirá que el Estado en su conjunto se más autosuficiente, logrando una fortaleza
interna que no permita que se vea en la vergonzosa necesidad de ceder parte de su soberanía a cambio de
apoyo económicos delos países ricos, ni tampoco estas supeditados a los desajustes económicos que llegan
del exterior a través de la bolsa de valores, como parte de los efectos de la globalización en la que como país
estamos inmersos. En la medida en que los ingresos que el gobierno obtiene vía impuestos
proporcionalmente sean más significativos en la Ley de Ingresos de la Federación, en ese momento se estará
logrando una meta importante en la administración tributaria, porque se traducirá en mayores recursos, que
el gobierno podrá disponer para el logro de sus objetivos ya citados.

REFERENCIA BIBLIOGRAFICAS

1. http://contaduriapublica.org.mx/2014/07/16/etica-y-las-contribuciones/.
2. Delgadillo Gutiérrez, Luis Humberto, Principios de Derecho Tributario, Limusa Noriega, cuarta
edición, México, 2003.
3. Garza, Servando J. Las Garantías Constitucionales en el Derecho Tributario Mexicano, Tribunal
Federal de Justicia Fiscal y Administrativa, Colección de Obras Clásicas, Tomo II, México, 2002.
4. Jiménez González, Antonio, Lecciones de Derecho Tributario, Thomson, novena edición,
México, 2004.
5. Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos vigente al 5 de septiembre de 2012.
6. Contenido de diversas sentencias del Tribunal Constitucional Alemán.
7. http://www.gerencie.com/derecho-fundamental-al-minimo-vital.htm.

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