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El presente artículo tiene como finalidad mostrar cómo

pueden ser aplicados los conceptos teóricos, que caracterizan


a la sociología como ciencia, en el análisis de una realidad
social concreta.

Personas en situación de calle

Una persona sin hogar, indigente, sin techo o sintecho (o, en términos que se consideran menos
discriminadores y más políticamente correctos: persona sin techo, persona en situación de
calle, persona sin domicilio fijo, persona sin domicilio bien establecido, persona sin domicilio
permanente) es aquella persona, menor o adulto y de cualquiera de ambos sexos, que carece de
un lugar permanente para residir y se ve obligada a vivir a la intemperie, ya sea en la calle, en los
portales de viviendas o temporalmente en albergues, a causa de una ruptura encadenada, brusca
y traumática de sus lazos familiares, sociales y laborales. Este problema es más acentuado en las
grandes ciudades y suburbios, siendo menos visible en los pueblos o en el campo.
Estudios nacionales e internacionales sobre la situación de calle muestran la necesidad de
comprenderla como el resultado de un proceso: quienes llegan a las hospederías, y los que
duermen a la intemperie, antes han transitado un camino marcado por experiencias de maltrato,
dolor, rupturas, pobrezas y pérdidas.
La situación de calle, y en general todas las formas de exclusión social, se producen por al menos
dos tipos de causas: están por un lado las historias personales y familiares en las que se producen
quiebres y al mismo tiempo las fallas de las estructuras y políticas sociales a la hora de anticiparse
o hacer frente a esos quiebres.
La situación de calle se puede entender como un síntoma. Nos muestra las grietas de aquello que
hemos construido y aparece como el resultado de múltiples mecanismos de segregación y
exclusión. Si los problemas familiares aparecen como la principal causa de la situación de calle
probablemente debamos revisar el funcionamiento de nuestras instituciones, ya que fallan a la
hora de prevenir rupturas y contener los efectos de diversos traumas.
Lo anterior quiere decir que el límite entre las causas biográficas (historias personales y
familiares) y las causas estructurales (los problemas y vacíos institucionales) no es claro y de esto
implica que un elemento pueda ser al mismo tiempo causa de llegada a la situación de calle,
explicación de la permanencia en ella y/o un efecto de la misma.
El desconocimiento y la invisibilización de la situación de calle dan origen a una serie de prejuicios
y desconfianzas que dificultan la superación y repercuten en el bienestar, la calidad y la esperanza
de vida de toda la población. En este contexto, la situación de calle representa un desafío, tanto
para las políticas de Estado como para las acciones de la Sociedad civil y de la ciudadanía en su
conjunto.

1- Se presenta como una realidad social, conformada por sujetos que interactúan con otros
que comparten su misma situación y con otros que no.
2- Esta realidad tiene una dimensión objetiva: no puede negarse que se presenta en distintos
países del mundo occidental, por eso se la puede reconocer en su aspecto histórico, tanto
que la denominación “persona en situación de calle” es una conceptualización
contemporánea.
Pero a su vez tiene una dimensión subjetiva ya que en muchos casos es producto de las
historias de vida y además cada sujeto la vive de una manera personal.
3- Esta realidad se da dentro de un marco socio cultural, es más visible en las sociedades
urbanizadas. A su vez se pueden reconocer ciertas características culturales en su modo de
vestir, apropiarse de espacios para pasar el día o la noche, forma de agruparse, de procurar
sus alimentos y abrigos. Así como normas y valores propios.
4- También se presenta en agrupaciones particulares, como las “ranchadas” término de
origen "tumbero", ligado a la jerga carcelaria: ranchadas son los grupos que forman los
presos para defenderse de los demás.
Entre la pobreza extrema y la necesidad de vivir cerca de donde se generan los residuos, en
la Ciudad son comunes las ranchadas en el espacio público.
5- En ellas pueden identificarse distintas formas de interacción: cooperación cuando se
protegen entre ellos, conflicto cuando se disputan los espacios a ocupar o se enfrentan con
otros grupos y competencia cuando alguno de sus miembros pretende disputar el
liderazgo.
6- Podría analizarse a nivel Macrosociológico intentando conocer cómo se presenta esta
realidad en todo el país o a nivel Microsociológico estudiando a los grupos de algún barrio
en una ciudad específica.
7- Teniendo en cuenta los distintos enfoques teóricos se las puede estudiar desde una
perspectiva positivista. Es una realidad dada, se la puede describir teniendo en cuenta la
cantidad de personas, la diferenciación por sexo y edad, la ubicación física en la ciudad. De
hecho, en algunas ciudades, se han realizado censos que han permitido establecer cuantos
son, donde están.
Desde una perspectiva interpretacionista se trata de comprender el significado que las
personas otorgan a esa realidad. Para ello se vale de entrevistas a los propios actores
Ariel dice que en su casa, en Villegas, son "como 100" y que tiene siete hermanos
"Yo viví en varias ranchadas, como en una de San Telmo y otra en Caballito; está lleno de
ranchadas, por todos lados, debajo de los puentes, por todos lados. Una vez vino un puto y
se quiso llevar a uno de los más chiquitos. Terrible violín, le metí un fierrazo en la cabeza. Es
que le ofrecen un plato de comida caliente, ropa, son muy zarpados algunos”. (Marcelo)
"Tengo que ir a la escuela para ayudar a mi abuela", dice, e intenta no atragantarse con
unas medialunas "de ayer" que les regalaron. Pero Pablo tiene bronca acumulada, o
tristeza, quién sabe. Chicos de otra ranchada le sacaron la gorrita: "Me tuve que agarrar a
trompadas" (Pablo)
8- Teniendo en cuenta el interrogante básico ¿Cómo es la relación individuo – sociedad?
Desde una perspectiva estructural:
Desde la década del 90, y acentuado por la crisis de 2001, con la pauperización de la
sociedad argentina que desarticuló muchas redes sociales, la formación de ranchadas fue
ganando espacio. Con la crisis de 2001 se generó una nueva pobreza: gente de clase media
que perdió todo y terminó viviendo en la calle. Muchos lograron salir adelante, otros no.
Podría explicarse como distintas situaciones externas de la sociedad en general o de
algunas instituciones condicionan la situación de los individuos.
Si los problemas familiares aparecen como la principal causa de la situación de calle
probablemente debamos revisar el funcionamiento de nuestras instituciones, ya que fallan a
la hora de prevenir rupturas y contener los efectos de diversos traumas “Nadie elige vivir en
la calle, distintas circunstancias van arrastrando a cada persona, el mismo sistema te
expulsa en un momento y se llega a esa situación que nadie querría para su vida”
Desde una perspectiva de acción podría analizarse como partiendo de acciones
individuales que van teniendo significado y son compartidas por otros se estructuran
situaciones como las “ranchadas”
"La calle de Buenos Aires es jodida", asegura Nicolás, y sin embargo a él no le quedó más
opción que vivir allí por 8 meses. Este tiempo corto, pero intenso, lo marcó a fuego. Aprendí
por dónde hay que caminar y por dónde es mejor no meterse, con quién es conveniente
juntarse y con quién no, dónde están los comedores que te ayudan con comida y los lugares
donde podés bañarte".
En referencia al interrogante ¿Qué mantiene unida a la sociedad?
Desde una perspectiva de poder
Puede explicarse desde el financiamiento o la creación de condiciones que desde el Estado
se destinan para dar respuesta a esta realidad que es un problema social. Si la respuesta es
represiva o de contención. "La policía nos molesta, anoche vino la brigada y nos sacó los
colchones.”
A nivel grupo puedo explicarse desde las posiciones de liderazgo intragrupo o entre grupos.
Desde una perspectiva funcional puede verse como ante la realidad descripta desde
numerosas ONG o grupos de Iglesias se trata de cooperar uniendo esfuerzos para tratar de
paliar la situación de las personas.
A nivel intragrupo con la distribución de tareas entre los miembros del grupo para
“cuidarse” Hacen la calle juntos, duermen juntos, se protegen entre ellos de los peligros de
vivir a la intemperie social, de otras ranchadas, de "la gorra", como llaman a la policía”

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