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All content following this page was uploaded by Renzo Espinoza Bonifaz on 20 January 2017.
1. Introducción.-
Todo ello con la finalidad de brindar a los operadores del Sistema de Justicia Penal, mecanismos
procesales que les permita una rápida y oportuna respuesta frente al delito, dotando eficacia a los
procesos penales ordinarios y sumarios, tramitados bajo el Código de Procedimientos Penales de
1940 y Decreto Legislativo N° 124, respectivamente, optimizando a la vez los recursos del Estado.
Resulta importante la precisión de esta función del Juez Penal, pues resulta evidente que el
cumplimiento de los plazos procesales durante la investigación preliminar y la instrucción constituye
un problema constante que aqueja al sistema de justicia penal, generándose procesos penales que
demoran excesivamente en resolverse, lo cual vulnera la garantía procesal al plazo razonable que
constituye un pilar fundamental dentro de un proceso penal que apunte a respetar los derechos
fundamentales de los sujetos procesales involucrados en el mismo.
Por otro lado, respecto a las diligencias a ser actuadas durante la instrucción, la modificación
precisa que el Juez sólo ordenará aquellas que resulten pertinentes, conducentes y útiles, dentro de
los límites de la Ley. Además, se establece que las diligencias actuadas en la etapa policial con la
intervención del Ministerio Público y las practicadas por el propio Fiscal Provincial Penal, con
asistencia del defensor, no podrán repetirse una vez emitido el auto de apertura de instrucción,
salvo que su ampliación resultare indispensable, debido a un grave defecto en su actuación o que
ineludiblemente deba completarse como consecuencia de la incorporación de nuevos elementos
probatorios.
*
Abogado por la Universidad de San Martín de Porres. Premio a la Excelencia Académica en Derecho “José
León Barandiarán Hart” otorgado por el Ministerio de Justicia. Maestro en Derecho con mención en Ciencias
Penales por la Universidad de San Martín de Porres. Miembro del Instituto Panamericano de Derecho
Procesal, del Instituto Vasco de Derecho Procesal, y del Instituto Peruano de Criminología y Ciencias Penales.
Profesor de la Facultad de Derecho de la Universidad de San Martín de Porres, y Coordinador del Instituto de
Investigación Jurídica de la Facultad de Derecho de la Universidad de San Martín de Porres.
Por otro lado, una importante innovación de la norma en comentario es la creación de la audiencia
de presentación de cargos. Así, emitida la formalización de la denuncia penal, el Fiscal Provincial
deberá notificar dicha resolución a las partes; y solicitará por escrito al Juez Penal que fije fecha y
hora para la audiencia de presentación de cargos, indicando el delito imputado y los datos de
identificación de las partes con fines de notificación.
Instalada la audiencia, el Juez concederá el uso de la palabra al Fiscal Provincial Penal con la
finalidad de que sustente su formalización de denuncia, para ello deberá explicar los hechos, la
calificación legal y los actos de investigación actuados que justifiquen la apertura de instrucción.
Luego, se escuchará al defensor del imputado quien podrá ejercer contradicción a lo alegado
por el Fiscal y solicitar auto de no ha lugar a apertura de instrucción.
Si está presente el defensor del agraviado, podrá solicitar su constitución en parte civil. Si
hubiera tercero civil se le concederá la pablara. Finalmente, se escuchará al imputado.
Durante el desarrollo el Juez podrá formular las preguntas o aclaraciones que estime
pertinentes a las partes.
2) Fase decisoria:
Si procede la emisión del auto de apertura de instrucción, acto seguido, el Juez instará a los
sujetos procesales a que: a) acuerden los hechos que aceptan y que dará por acreditados,
obviando su investigación, y b) propongan acuerdos acerca de los medios de prueba que serán
necesarios para que determinados hechos se estimen probados. Los acuerdos de los sujetos
procesales vincularán al Juez.
A continuación, el Juez solicitará al Fiscal Provincial Penal, así como al defensor del imputado y
del agraviado, postulen los actos de investigación que acrediten su pretensión, debiendo indicar
la necesidad de los mismos. Sólo se ordenarán los actos pertinentes, conducentes y útiles
conforme al objeto del proceso.
Atendiendo a los actos de investigación ordenados en la instrucción, el Juez Penal fijará el plazo
de la misma, aplicando el principio de razonabilidad. En un plazo no mayor a tres (3) días hábiles
de realizada la audiencia, el Juez notificará a los sujetos procesales inasistentes de las diligencias
programadas.
En los casos que el Fiscal Provincial Penal requiera la prisión preventiva del imputado, dicho
requerimiento se discutirá en la misma audiencia, una vez fijados los actos de investigación y el
plazo de la instrucción. En los casos de investigaciones complejas el Juez a fin de emitir la resolución,
podrá suspender la audiencia hasta por 48 horas.
Por otro lado, si el proceso ha sido declarado complejo, el plazo de instrucción es de ocho (8) meses,
pudiendo ser prorrogada, por única vez, hasta por cuatro (4) meses más, siempre y cuando la Sala
Superior Penal la apruebe La complejidad podrá ser declarada de oficio por el Juez penal en la
audiencia de presentación de cargos de imputación o mediante auto hasta antes de vencerse el
plazo ordinario de la instrucción. La resolución que declara complejo el proceso penal es susceptible
de apelación, sin efecto suspensivo. La Sala resolverá dentro del quinto día hábil de recibido el
cuaderno respectivo.
Corresponde al juez emitir la resolución que declara complejo el proceso, cuando: a) requiera de la
actuación de una cantidad significativa de actos de investigación; b) comprenda la investigación de
numerosos delitos; c) involucra una cantidad importante de imputados y agraviados; d) demandan
la realización de pericias que comportan la revisión de una nutrida documentación o de complicados
análisis técnicos; e) necesita realizar gestiones de carácter procesal fuera del país; f) involucra llevar
a cabo diligencias en varios distritos judiciales; g) revisa la gestión de personas jurídicas o entidades
del Estado.
Otra innovación legislativa del Decreto Legislativo en análisis, es la obligación del Juez Penal de instar
a las partes a que arriben a un acuerdo de terminación anticipada, antes de que se proceda a
discutir el plazo de duración de la medida coercitiva de prisión preventiva en la audiencia respectiva.
Asimismo, el Decreto Legislativo establece reglas para la declaración de contumacia y ausencia del
imputado, así tenemos que se establece como obligación del Fiscal Provincial Penal identificar el
domicilio real del imputado durante la investigación preliminar, pues el Juez sólo podrá abrir
instrucción, cuando en la formalización de la denuncia se haya cumplido con constatar el domicilio
real del imputado.
La norma establece que, durante la instrucción, el Juez declara contumaz al imputado cuando: a) de
lo actuado se evidencie que, no obstante tener conocimiento de que es requerido, no se presenta
voluntariamente a las actuaciones procesales; b) fugue del establecimiento o lugar en donde está
detenido o preso; c) no obedezca, pese a tener conocimiento de su emisión, una orden de detención
o prisión; y, d) se ausente, sin autorización, del lugar de su residencia o del asignado para residir.
De igual manera se establece que el Juez declara ausente al imputado cuando se ignora su paradero
y no aparezca de autos evidencia que estuviera conociendo del proceso.
El auto que declara la contumacia o ausencia ordenará la conducción compulsiva del imputado y
dispondrá se le nombre defensor público o al propuesto por un familiar suyo. El abogado
intervendrá en todas las diligencias y podrá hacer uso de todos los medios de defensa que la Ley
reconoce. Con la presentación del contumaz o ausente, cesa dicha condición, debiendo dejarse sin
efecto el mandato de conducción compulsiva, así como todas las comunicaciones que se hubieran
cursado con tal objeto.
Finalmente, el Decreto Legislativo en estudio, establece reglas para la lectura de sentencia; así
prescribe que la citación para la lectura de sentencia condenatoria deberá consignar en forma
expresa, clara y precisa que el acto es público e inaplazable y que se llevará a cabo con los que
concurran al mismo, así como el apercibimiento de designarse defensor público en caso de
inasistencia del abogado defensor elegido por el acusado. La sentencia será leída ante quienes
comparezcan.
Respecto a los procesos sumarios, la citación se realizará en el último domicilio procesal señalado
por las partes en el proceso. Asimismo, al acusado se le citará en su domicilio real señalado en el
proceso. Por otro lado, en los procesos ordinarios, la citación se realizará a los sujetos procesales
concurrentes a la última sesión de audiencia en que se declaró cerrado el debate.
En los procesos sumarios, la sentencia absolutoria solamente se notificará a las partes en sus
respectivos domicilios procesales, en el caso del imputado también se le notificará en el domicilio
real. En el caso de los procesos ordinarios la sentencia será leída en acto público con quienes
concurran.
Con el pronunciamiento del Fiscal Provincial, los autos se pondrán de manifiesto en la Secretaría del
Juzgado ahora por el término de cinco (5) días hábiles, plazo para que los abogados defensores
presenten los informes escritos que correspondan. Vencido el plazo señalado, el Juez, sin más
trámite, deberá pronunciar la resolución que corresponda ahora en el término de diez (10) días
hábiles.
Asimismo, se establece que quien se considere afectado por una excesiva duración de las diligencias
preliminares, solicitará al Fiscal Provincial Penal le dé término y dicte la disposición que corresponda.
Si el Fiscal Provincial Penal no acepta la solicitud del afectado o fija un plazo irrazonable, este último
podrá acudir al Juez Penal en el plazo de cinco días instando su pronunciamiento. El Juez Penal
resolverá previa audiencia, con la participación del Fiscal Provincial Penal y del solicitante.
En este orden de ideas, el derecho fundamental al plazo razonable tiene una finalidad específica,
precisa y clara: evitar que las personas sometidas a proceso penal sean efectivamente perseguidas
más allá de un plazo cierto. Esto quiere decir que todo el proceso, como conjunto máximo de la
actividad procesal, debe ser realizado dentro del tiempo fijado como razonable. Dicho de otra
manera, el plazo razonable es aquel período únicamente dentro del cual puede ser llevado a cabo
un proceso penal adecuado al Estado de derecho. Ese lapso es determinado de acuerdo a la
normativización de la medición del tiempo que rige todos los aspectos de la vida cotidiana; así pues,
normalmente, los plazos son establecidos en horas, días, semanas, meses y años.
Nuestro Tribunal Constitucional, luego de algunos fallos en relación a la actuación de los Fiscales del
Ministerio Público, en relación al plazo razonable de la investigación preliminar ha establecido en el
Caso Gleiser Katz, los motivos por los cuales debe efectuarse un control de constitucionalidad en
este aspecto, los que considero son apropiados según la doctrina constitucional. Así ha establecido,
reiterando los fundamentos del Caso Chávez Sibina, que la facultad discrecional otorgada al
Ministerio Público en el artículo 159 inciso 5 de la Constitución, no puede ser ejercida
irrazonablemente, con desconocimiento de los Principios y valores constitucionales y al margen del
respeto de los derechos fundamentales. También que el principio de la interdicción de la
arbitrariedad, es una garantía frente a la facultad discrecional que la ley reconoce al Ministerio
Público, al no disponer un plazo máximo de la investigación preliminar; y que el contenido principal
de la presunción de inocencia, comprende la interdicción constitucional de la sospecha permanente.
En esta sentencia el Tribunal Constitucional estableció los criterios para determinar la razonabilidad
del plazo en la investigación fiscal: actuación del Fiscal, actuación del investigado y naturaleza de los
hechos objeto de investigación. Pautas que también se recogen de la jurisprudencia internacional;
y que ya habían sido aplicadas por el Tribunal Constitucional en relación al procedimiento
administrativo sancionador - con sus peculiaridades propias-, y que pueden ser trasladadas a sede
fiscal, pues en las investigaciones deben observarse las garantías del debido proceso y las decisiones
de los Fiscales del Ministerio Público, también tienen la calidad de cosa decidida.
Por ello, a juicio del Supremo intérprete de la Constitución, los criterios a considerar para determinar
la razonabilidad del plazo de la investigación fiscal son de dos tipos: subjetivo y objetivo. En el
primero quedan comprendidos 1) la actuación del fiscal y 2) la actuación del investigado; en el
segundo, la naturaleza de los hechos objeto de investigación.
Los criterios subjetivos, como ya se adelantó, están referidos a la actuación tanto del investigado
como del fiscal a cargo de la investigación pre jurisdiccional.
Ahora bien, para la determinación de si en una investigación pre jurisdiccional hubo o no diligencia
por parte del fiscal a cargo de la investigación deberá considerarse, de un lado, la realización o no
de aquellos actos que sean conducentes o idóneos para la formalización de la denuncia respectiva.
En ese sentido, habrá inactividad fiscal aún cuando se lleven a cabo actos de investigación que no
tengan relación directa o indirecta con el objeto de investigación. Más aún, la falta de diligencia
fiscal no puede ser soslayado por aseveraciones o infundios acerca de la conducta del investigado o
de terceros; por cuanto, de realizarse una conducta ilícita de personas vinculadas al proceso, sólo
cabe realizar una denuncia a fin de no incurrir en el posible delito de omisión de denuncia, previsto
en el artículo 407º del Código Penal.
Dentro del criterio objetivo, a juicio del Tribunal Constitucional, cabe comprender la naturaleza de
los hechos objeto de investigación; es decir, la complejidad del objeto a investigar. Al respecto, es
del caso señalar que la complejidad puede venir determinada no sólo por los hechos mismos objeto
de esclarecimiento, sino también por el número de investigados más aún si se trata de organización
criminales internacionales, la particular dificultad de realizar determinadas pericias o exámenes
especiales que se requieran, así como los tipos de delitos que se imputan al investigado, como por
ejemplo, los delitos de lesa humanidad. También debe considerarse el grado de colaboración de las
demás entidades estatales cuando así lo requiera el Ministerio Público.
Por otro lado, también se establece que si el denunciante o el agraviado no estuviese conforme con
la disposición de archivar las actuaciones o de reservar provisionalmente la investigación, puede
requerir al Fiscal Provincial Penal, en el plazo de cinco (5) días, eleve las actuaciones al Fiscal Superior
Penal, el cual se pronunciará dentro del quinto día: a) ordenando al Fiscal Provincial Penal que
formalice la denuncia, o b) confirmando lo resuelto por el Fiscal Provincial Penal respecto al
archivamiento de la denuncia.