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MODERNIZAR Y DEMOCRATIZAR

LA ADMINISTRACIÓN PÚBLICA
Una mirada desde la realidad latinoamericana*

Guillermo Fuentes,
Ma. Cecilia Güemes, Carolina Isaza1

El artículo se propone debatir la pertinencia, en el escenario latinoamericano, de los actuales


modelos de reforma de la Administración Pública.
En la primera parte se revisan tres enfoques de modernización de la administración pública y se
hacen explícitos no sólo sus planteamientos sino también sus raíces teóricas y sus limitaciones
teórico-empíricas. La segunda parte del trabajo se enfoca en los desafíos y realidades propias de
América Latina. Sin desconocer la heterogeneidad de la región, se señalan debilidades comunes de
las burocracias latinoamericanas y se propone recuperar la dimensión política de la reforma adminis-
trativa y su necesaria inserción en el debate sobre el Estado y la ciudadanía. Se concluye convocan-
do a una reflexión que evite la copia acrítica de herramientas de modernización desarrolladas en
latitudes diferentes y que antes bien subordine las técnicas en función de los fines y demandas de las
realidades más acuciantes de las Administraciones Públicas latinoamericanas.

Introducción las preguntas sobre los modelos más


Este texto se propone analizar algu- convenientes para América Latina.
nas de las más recientes tendencias en la Para empezar, se debe recordar que
discusión sobre la reforma de la Admi- en los ochenta, y aun más en los noventa,
nistración Pública. Se busca hacer explí- América Latina fue testigo de cómo, tras
citos los planteamientos y valoraciones una lectura de la crisis fiscal que culpa-
de cada una, así como las consecuencias bilizaba al Estado, se consolidaba una
de elegir una opción sobre las demás o de propuesta política y económica que po-
intentar mezclarlas todas (como ha sido sicionaba al mercado en el centro de la
a veces el caso). Esto proporcionará ele- escena, a la par que demandaba la reduc-
mentos de juicio para poder responder a ción de las intervenciones y estructuras

*
Este artículo corresponde a una versión corregida del artículo publicado en la Revista Enfo-
ques (2009) Vol. VII N° 1 1, pp. 57/86, Facultad de Ciencias Políticas y Administración Pública Universi-
dad Central de Chile.
1
Guillermo Fuentes Doctorando en Gobierno y Administración Pública, Instituto Universitario
Ortega y Gasset (Universidad Complutense de Madrid, España), Docente e investigador del Instituto de
Ciencia Política, Facultad de Ciencias Sociales, Universidad de la República (Uruguay). Uruguay. Mail:
guifuen@gmail.com
Ma. Cecilia Güemes Doctoranda en Gobierno y Administración Pública, Instituto Universitario
Ortega y Gasset (Universidad Complutense de Madrid, España), Magíster en Ciencias Sociales orien-
tación Sociología y Ciencias Políticas en FLACSO (Argentina). Investigadora del Instituto de Investiga-
ción, Estado, Territorio y Economía (www.giete.org.ar), Docente de Introducción a la Sociología en la
Universidad Nacional del Litoral (Argentina). Argentina Mail: cecilia.guemes@gmail.com
Carolina Isaza Doctoranda en Gobierno y Administración Pública, Instituto Universitario Ortega y
Gasset (Universidad Complutense de Madrid, España), Máster en Política comparada y relaciones
internacionales del Instituto de Estudios Políticos de Bordeaux (Francia), Politóloga de la Universidad de
los Andes de Bogotá (Colombia), Consultora, docente e investigadora. Colombia caroisaza@gmail.com

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públicas. En el marco de esta retirada del Como se verá a continuación, cada


Estado en pro del mercado se sostenía la una de las propuestas o senderos de mo-
necesidad de modernizar y recortar las dernización que se postulan comporta,
Administraciones Públicas con el objeti- no sólo una idea específica de lo que sería
vo explícito de hacerlas más eficientes. una “buena” Administración Pública,
A fines del siglo XX las debilidades y sino una valoración del papel del Estado
fallas del paradigma neoliberal obliga- y una particular lectura y definición de
ron a una revisión del diagnóstico origi- los problemas y cuestiones que urge
nal, y tímidamente se comenzó a sugerir resolver.
que la clave ya no pasaba entonces por Para dar cuenta de lo anterior, en el
reducir el Estado, sino por mejorar la ac- siguiente punto se resumen las princi-
ción del mismo. A tono con esta relegiti- pales directrices del enfoque de la Nueva
mación estatal se reiteraba la necesidad Gestión Pública, las críticas y contrapro-
de adecuar las Administraciones Públi- puestas que hace el Neoweberianismo y
cas a los nuevos tiempos. las actuales ideas de democratizar la
La crisis mundial iniciada en 2008 Administración Pública, a la par que se
apuntaló estas últimas ideas y en nume- resaltan las teorías de las que se nutren y
rosos foros y espacios de debate se vol- las dificultades con las que se enfrentan.
vió a posicionar al Estado como actor cla- Posteriormente se señalará la relevancia
ve en la reformulación del caótico y anó- y pertinencia de esas teorías y propues-
mico sistema económico financiero. Le- tas, gestadas en escenarios de países de-
jos de reclamarse un retorno a modelos sarrollados con burocracias profesiona-
de decisión e intervención estatal verti- les, para realidades diferentes como la
cales y blindados que suplanten al mer- latinoamericana.
cado, se apuesta por esquemas de regu- Se concluye el trabajo haciendo un lla-
lación y gestión que articulen al sector mado a repolitizar el debate sobre la re-
público con la sociedad civil y creen si- forma administrativa, buscando vincu-
nergias entre los dos. lar el mismo a un debate más amplio que
En el contexto de esta recuperación del tienen pendiente nuestras sociedades la-
Estado en el debate, un capítulo princi- tinoamericanas y que pasa por consen-
pal en la agenda política es ocupado por suar democráticamente el tipo de socie-
la construcción, fortalecimiento y mo- dad y ciudadanía que se desea construir,
dernización de la Administración Públi- y por tanto, los objetivos y prioridades
ca. El interrogante por responder es: de Estado que se ajustan a dicha elección.
¿Cuáles son las opciones de moderniza-
ción para las Administraciones Públicas
Parte I: Modernización de la Administra-
latinoamericanas, y cómo elegir entre
ción pública de cara a los nuevos desafíos. ¿En-
éstas?
foques en disputa o abordajes con capacidad
La modernización de la Administra-
de superponerse?
ción Pública no es un proceso que avance
por sí solo o que se derive naturalmente
del acontecer histórico, antes bien, es Nueva Gestión Pública
parte de un proceso más amplio que es la Como ya se ha visto abundantemen-
reforma del Estado. El desafío de moder- te en la literatura referida a la Adminis-
nizar la Administración Pública es por tración Pública, la Nueva Gestión Públi-
tanto un reto que precisa una previa se- ca (NGP) nació en la década de los ochen-
lección de opciones técnicas pero también ta en los países anglosajones, esencial-
normativas y valorativas por parte de mente para ofrecer una alternativa al
actores políticos, funcionarios y modo, paradigmático hasta entonces, de
ciudadanos. gestionar la cosa pública: el modelo Je-

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rárquico-Burocrático. Si bien es cierto rios pretende justamente eliminar las ri-


que algunos analistas ponen en duda la gideces del modelo de gestión de recur-
existencia efectiva de un conjunto de prin- sos humanos tradicional, basado en la
cipios y reformas que se agrupen en tor- permanencia en el empleo.
no a esta etiqueta, lo cierto es que, aun El inmenso éxito, sobre todo a nivel
existiendo tal paradigma, la implemen- político, que esta corriente de reforma ha
tación de las reformas de corte gerencial tenido alrededor del mundo, se puede
ha variado en intensidad de acuerdo al deber básicamente a tres cuestiones: pri-
contexto en que se han insertado; en ge- mero, al descrédito que existía, tanto a
neral, las experiencias que pueden ser nivel político como de opinión pública,
catalogadas como “gerencialistas” mues- de la actuación de las burocracias nacio-
tran una serie de principios comunes nales y locales. Este descrédito se enmar-
(Christensen, 2001) que ahora examina- ca en la fase más crítica de cuestiona-
remos. Estos principios no son neutros miento del rol del Estado tanto como re-
políticamente, sino que van en consonan- gulador de la economía, como en su pa-
cia con los postulados del paradigma pel de proveedor de bienes y servicios.
neoliberal de disminución del tamaño y De esto se podría deducir que las críticas
rol del Estado en la economía. al funcionamiento del sector público
Brevemente, podemos decir que estos constituirían parte del cuestionamiento
principios o características comunes, que administrativo al Estado de Bienestar
pretendían conformar una Administra- occidental.
ción Pública más eficaz y eficiente, son, En segundo lugar, este éxito se debió a
de acuerdo a Pollitt (2009): la enorme presión ideológica y financie-
1- Énfasis en el desempeño y en los ra que llevaron adelante la mayoría de
resultados; las instituciones transnacionales como el
Banco Mundial o el Fondo Monetario In-
2- Preferencia por lo pequeño, des-
ternacional, para implementar este tipo
centralizado, especializado;
de cambios, sobre todo en regiones en
3- Sustitución de las relaciones je- desarrollo como América Latina y los
rárquicas por relaciones contractuales; países bálticos (Drechsler, 2003). La ra-
4- Introducción de mecanismos de zón de esta presión radicaba esencial-
mercado; mente en que dichos cambios se encuen-
5- Énfasis en el ciudadano (usuario) tran en total sintonía con el resto de re-
desde una perspectiva de “cliente”; formas estructurales, orientadas al Es-
tado mínimo en lo social y en lo econó-
6- Separación entre formulación de
mico que promovían estos organismos.
políticas y su ejecución.
Por último, sin duda una de las prin-
cipales fortalezas de la NGP es la habili-
En líneas generales, la aplicación de dad que ha tenido para presentarse a sí
estas medidas implica un quiebre con el misma como una corriente puramente
modo weberiano de gestión, así, por ejem- técnica y eminentemente neutral
plo, un importante conjunto de sus pro- (Narbondo y Ramos, 2003; Pierre, 2009).
puestas se podrían agrupar alrededor de Esta asociación que se consolidó entre
la idea de dotar de una gran discreciona- NGP y modernización, en contraposición
lidad al gerente, frente al tradicional es- a la idea de burocracia tradicional como
quema de control jerárquico vertical de sinónimo de retraso y conservadurismo,
la burocracia; al tiempo que, en lo que impactó de tal manera que ayudó a que
respecta a la carrera administrativa, la gobiernos que en teoría presentan valo-
aplicación del contrato como relación res distintos a los de la NGP, hayan adop-
principal entre el Estado y sus funciona- tado medidas en esta línea casi sin cues-

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tionarla (Ramió, 2005, Pollit y Bouckaert, nado a una única agencia u oficina, lo que
2000). pone por tierra el éxito de todo el sistema
Para resumir, la NGP propone la in- de evaluación por resultados, debido a
troducción de la lógica de gestión priva- que las responsabilidades se diluyen fá-
da dentro del sector público, ignorando, cilmente (Narbondo y Ramos, 2003).
eso sí, las particularidades de este últi- Es debido a estos inconvenientes, en-
mo (Pierre, 2009). Desde este punto de tre otras cosas –a las que habría que su-
vista, se podría decir que las ventajas o marles por ejemplo un retraimiento de
fortalezas que presenta este modelo ra- las corrientes más anti estatales–, que
dican, entre otras cosas, en una mayor ciertos discursos y prácticas concretas
cercanía del servidor público a las nece- se han ido orientando hacia la necesidad
sidades del ciudadano (cuya concepción de recuperar algunos rasgos del modelo
es asimilada en este caso al concepto de jerárquico burocrático. Presentaremos a
“cliente”); una administración pública continuación algunas de las ideas más
más eficaz y eficiente a través de organi- sugerentes que han surgido como res-
zaciones y, sobre todo, de gerentes que puesta a los excesos de la NGP.
responden directamente por sus actos; a
la vez que al separar nítidamente “la de-
Neoweberianismo
cisión” de “la ejecución”, se estaría evi-
tando la intromisión de la política den-
Observando los problemas derivados
tro del espacio más técnico y especiali-
de la implementación poco crítica de la
zado. La consecuencia lógica de este últi-
NGP como herramienta de moderniza-
mo punto sería la supuesta protección
ción y readaptación de la Administra-
del administrador ante presiones
ción Pública, especialmente en espacios
externas.
territoriales donde la burocracia profe-
Pero este modelo no está exento de sional nunca logró desarrollarse, a me-
debilidades ni de problemas, y justamen- diados de los noventa surge un cuerpo
te la mayoría de ellas provienen de los de estudios teórico-empíricos que vienen
postulados que sus defensores asumen a revalorizar algunas enseñanzas ya
como fortalezas. Quizás el primer pro- contenidas en los escritos de Weber.
blema sea que, pasados al menos veinte Estos autores se cuidan mucho de no
años desde el inicio de estas experiencias, caer presos de la retórica que contrapo-
no existen evidencias empíricas claras de ne la “vieja y tradicional burocracia” a
que las promesas de sus defensores se los “nuevos modelos de organización”,
hayan logrado alcanzar (Olías de Lima, presuponiendo que lo viejo está perimi-
2005). Por otra parte, el ámbito público do y resulta obsoleto y en cambio lo nue-
ha demostrado tener particularidades vo es bueno y necesario. No obstante, no
tan específicas, que las medidas aplica- por ello dejan de reconocer la existencia
das por igual en el sector privado obtie- de rasgos negativos, ineficacias o desidia
nen generalmente resultados e incenti- en el funcionamiento de ciertas burocra-
vos totalmente distintos (Ramió, 2005). cias públicas y privadas (Evans, 1996;
El problema es que, en general, la aplica- Pollit & Bouckaert, 2000; Olsen 2005).
ción de este tipo de reformas no ha teni-
do en cuenta las particularidades histó-
ricas, culturales e institucionales de los Los neoweberianos son plenamente
países receptores. conscientes de dos cuestiones: a) la de-
mocracia representativa requiere del uso
Asociada a esta complejidad del sec- de la jerarquía y del ethos burocrático y
tor público, aparece también la dificul- b) la construcción de estructuras estata-
tad de adjudicar un resultado determi- les profesionales es prerrequisito inelu-

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dible para que el Estado pueda llevar dad (Rauch & Evans, 1999; Lapuente,
adelante eficazmente sus funciones, cua- 2009).
lesquiera que estas sean (ya sean funcio- Mientras reivindica un estatus dife-
nes “mínimas” o de bienestar) (Evans, rencial para el servicio público y resguar-
1996; Geddes, 1994). La clave en este caso da principios básicos de ciudadanía
es fortalecer y reformar la Administra- (como igualdad ante la ley, seguridad ju-
ción Pública, no liquidarla o privatizarla. rídica y control sobre las acciones esta-
Dicho lo cual, esta vertiente se pre- tales), este enfoque también busca inno-
senta como un saludable antídoto a la var respecto al modelo tradicional de ins-
promoción acrítica y radical de recomen- piración weberiana (Evans, 2003;
daciones “gerencialistas”, “eficientistas” Dreschler, 2005; Dunn, 2007; Lynn, 2008).
y “privatistas” en lo que respecta a la Los principales puntos que merecen aten-
organización y funcionamiento de las ción son:
Administraciones Públicas (especial- a) Orientación externa, más que in-
mente para aquellos casos donde las bu- terna, de la Administración Pública. En
rocracias no llegaron a institucionalizar- este punto ganan espacio conceptos ta-
se sino parcial y excepcionalmente) les como enraizamiento, coproducción o
(Prats, 1998; Rauch & Evans, 1999; coordinación público-privada. Luego, si
Arellano, 2002; Evans, 2003; Pollit & bien las sinergias entre el Estado y la So-
Bouckaer, 2004; Olsen, 2005; Dreschler, ciedad Civil son deseables desde muchos
2005 y 2007; Dunn, 2007). puntos de vista (democratización, efica-
cia, eficiencia, calidad del servicio, etc.)
Reafirmando la centralidad del Esta- la participación ciudadana no debe caer
do en contextos globalizados, el valor de en la equiparación de actores privados
la democracia representativa y el desa- con funcionarios públicos o en la delega-
fío del desarrollo económico y social, el ción de funciones de interés público en
neoweberianismo reivindica la impor- manos privadas, sino que la cooperación
tancia del Servicio Público y la vigencia debe buscarse desde el reconocimiento
de ciertas máximas weberianas como de la especificidad y relevancia de la fun-
presupuestos de una burocracia eficaz y ción y la cultura públicas.
efectiva (más que eficiente). Ni el térmi- b) Complemento de la democracia re-
no “burocracia” ni las ideas teóricas y presentativa con procedimientos de de-
observaciones empíricas que se le aso- mocracia directa y deliberativa. Lo que
cian a Weber resultan irrelevantes, ob- en resumidas cuentas el neoweberianis-
soletas o incompatibles con los nuevos mo viene a destacar es que la democracia
tiempos, cuando se trata de entender o representativa debe ser reactualizada
explicar la administración pública y el pero no reemplazada, pues se continúan
gobierno en las democracias contempo- necesitando los mecanismos de represen-
ráneas (Olsen, 2005). tación a través de partidos y parlamen-
Estudios comparados demuestran tos, el respeto a la ley, la regulación de los
estadísticamente cómo ciertas caracte- mercados, la preservación de la equidad,
rísticas institucionales típicas del mode- la competencia y control de las burocra-
lo burocrático de inspiración weberiana cias, etc. Este particular ítem que el enfo-
(tales como el reclutamiento por mérito que promueve junto veremos detallada-
o cierta centralización del poder) influ- mente a continuación, será el eje nodal
yen positivamente cuando se evalúa la del debate sobre la democratización. En
eficacia del Estado, la performance burocrá- cierto sentido, son varios los autores que
tica, la calidad de la democracia, la auto- entienden a las corrientes democratiza-
nomía de la burocracia y su predictibili- doras como un aporte de la teoría políti-

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ca democrática que viene a complemen- organización de las estructuras estata-


tar al neoweberianismo y a presentarse les, revalorizándose a tal fin el contexto
como una alternativa a las propuestas histórico-cultural en el marco de cada
“apolíticas” de la NGP. Administración Pública (Olsen, 2004;
c) Modernización del manejo de re- Lynn, 2008).
cursos dentro del Estado. Se promueven Por el momento no se conocen impor-
a tal fin mecanismos de evaluación tanto tantes críticas a dicho enfoque, el cual ha
ex–ante como ex–post, dándose de este trascendido más como un movimiento
modo cierta cabida a las evaluaciones de corte crítico-académico que político-
orientadas por resultados. práctico. No obstante, varias de las ideas
d) Profesionalización y capacitación debatidas por estos autores pueden ver-
del funcionariado no sólo en materias se contenidas en lo que se conoce como
jurídicas o de una esfera específica de “Perspectiva Europea para la organiza-
actividad sino en habilidades sociales ción burocrática del Espacio Administra-
que lo capaciten para desempeñarse en tivo Europeo” (OCDE, 1999).
áreas multidisciplinares así como para
interactuar cooperativamente con la Democratización de la Administra-
ciudadanía. ción Pública
Sintetizando, los neoweberianos se
oponen a la asimilación de la Adminis-
Paralelamente a esas dos vertientes
tración Pública con la empresa privada
de propuestas para modernizar y mejo-
y en su lugar revalorizan el espíritu de lo
rar la Administración Pública, existen
público frente a lo privado, enfatizan la
crecientes voces que defienden la necesi-
importancia de la profesionalidad y el
dad de democratizar la Administración
acceso por mérito, sin perder por ello de
Pública. Esta postura surge de autores
vista la necesidad de generar una admi-
que no pertenecen a una sola corriente o
nistración pública más abierta y
posición teórica, y que incluye a algunos
transparente.
de las dos corrientes anteriores, e inclu-
Mas no se trata simplemente de vol- so se encuentra en un punto con el dis-
ver sobre los postulados “técnicos” o pro- curso de la gobernanza2. Por esto, no se
cedimentales, que ya Weber señalara puede considerar que la idea de demo-
como prototípicos de buenas burocracias, cratizar la Administración Pública sea
o de aceptar y promover los nuevos ca- una corriente en sí misma, lo cual la dife-
minos de participación y sinergia de la rencia de las dos anteriores. No obstan-
sociedad civil y el Estado, se trata de la te, se agrupan aquí una serie de propues-
adopción de nuevos marcos valorativos. tas muy influyentes en la actualidad y
Así, en el marco de este movimiento des- que es necesario considerar por separa-
tacan, más allá de las recomendaciones do, pues se encuentran hasta cierto pun-
concretas, propuestas como: a) un plan- to por fuera de las grandes teorías de la
teamiento normativo en pos de la racio- administración.
nalidad no meramente económica y b)
un llamamiento a consideraciones no Por otra parte, es preciso puntuali-
sólo teóricas sino políticas en materia de zar que el afán y preocupación por la de-

2
Se entiende por gobernanza la dirección de la sociedad llevada a cabo tanto por el gobierno como
por la sociedad y el mercado, trabajando en redes. El término fue aplicado a la actividad del Estado por
los organismos transnacionales, quienes lo tomaron de la literatura de administración de empresas, y se
ha popularizado enormemente a pesar de su imprecisión conceptual y su uso ambiguo y poco riguroso.
Ver Olias de Lima, 2005; Kooiman, 2003 y Pierre, 2009b.

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mocratización no está ausente en los liberal (representativa) permanece como


planteamientos de la NGP y del Neowe- modelo de referencia, pero se da impor-
berianismo. Probablemente es más com- tancia a nuevas formas de participación,
patible con el neoweberianismo que con así como a la transparencia y la rendi-
la NGP, en función de la manera como se ción de cuentas (Villoria, 2009).
entiende la democratización en cada en- La idea de extender la democracia a
foque y qué modelo ideal de democracia ámbitos diferentes del electoral y parla-
utilizan como referencia. mentario fue desarrollada originalmen-
En el caso de la NGP, como se ha deja- te por la teoría política. La democratiza-
do entrever, serias dudas nos quedan de ción de la administración pública es una
que democratizar sea sinónimo de des- consecuencia del auge de las teorías de la
politizar las decisiones, empoderar ge- democracia sustantiva, que pretenden ir
rentes o incorporar la “voz” del cliente. más allá de la concepción formal y elec-
“Cuando los ciudadanos son redefinidos toral de la misma (Arendt, 1997). Tam-
como consumidores, operan dentro de bién se alimenta de las ideas de demo-
una forma atenuada de democracia”3 cracia deliberativa y participativa, ins-
(Box et al., 2001: 613). Así, al hablar de piradas en la escuela de Frankfurt y la
democracia en este contexto, se está to- teoría del discurso (Habermas, 1987), que
mando como punto de referencia una vi- propenden por una democracia que afec-
sión negativa y procedimental de la mis- te todos los espacios sociales (la esfera
ma y se está limitando de forma drástica pública en sentido amplio) y un involu-
el concepto de ciudadanía. cramiento de los ciudadanos en la toma
de decisiones públicas donde quiera que
éstas tengan lugar (concepto de comuni-
Por su parte, como ya se indicó, el
dad cívica) (Pierre, 2009b). Los postula-
Neoweberianismo también usa como
dos de estas ramas de la teoría política
uno de los principales puntos innovado-
han sido recogidos por las teorías neo-
res con respecto al modelo weberiano la
rrepublicanas, entre otras, y aplicados a
preocupación por los mecanismos de
diversos temas, incluido el de la Admi-
control y de participación propios de la
nistración Pública (Maíz, 2006; Cunill
democracia representativa, complemen-
Grau, 2004; Villoria 2009)4.
tados con herramientas de los modelos
de democracia deliberativa y directa Estos planteamientos quieren superar
(Evans, 2003; Dreschler, 2005). En esa la visión tradicional de las Ciencias de la
medida, se podría reclamar la democra- Administración y las Ciencias Sociales,
tización como patrimonio del neowebe- en las que la democracia y la burocracia
rianismo, pero también se la puede ver son conceptos antitéticos (Weber, 1966).
como un complemento adecuado pero En la medida en que la burocracia es
externo a esa corriente de pensamiento. democrática, en ese modelo, lo es debido
al hecho de que la dirigen cargos electos
En este último enfoque, aunque mati-
y a la voluntad consiguiente de los buró-
zado y cumplimentado, la democracia

3
El original es en inglés: “when citizens are recast as consumers, they operate within an attenuated
form of democracy”. Traducción de los autores.
4
Se debe anotar que, en cualquier caso, la democracia y la democratización en la ciencia política son
conceptos mucho más amplios y complejos que la noción de democratización aplicada exclusivamente
a la administración pública. Como esta última es la abordada en el artículo, se omitirá la discusión más
general sobre qué es la democracia, y se dirá únicamente que no se comparte la visión puramente
procedimental o electoral de la misma.

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cratas de seguir sus instrucciones alternativa diferente tanto a la adminis-


(Peters, 2007). Sin embargo, los cambios tración tradicional como a la NGP, y por
que se han producido en las sociedades ello la sitúan como una nueva corriente.
contemporáneas, tanto en el ejercicio de Se coincida o no con esta postura (y en
la ciudadanía política como en los siste- esta discusión se van muchas energías
mas de Administración Pública, parecen en el área de la AP contemporánea), es
estar orientándose hacia la necesidad de importante señalar al menos una dife-
adoptar una concepción más activa de la rencia entre ésta y la perspectiva neoge-
democracia dentro de la burocracia, rencialista de la NGP. En efecto, para los
como la aquí discutida (Peters, 2007). defensores del neogerencialismo, la de-
Sin embargo, la recuperación que han mocratización implica pérdida de efi-
hecho diversos autores de estas ideas ciencia, y por esta razón no se la defien-
democratizadoras para aplicarlas a la de. Pero otros autores consideran que es
administración pública tiene diferentes posible tener a la vez una administra-
matices. El camino hacia la democrati- ción pública democrática y eficiente, su-
zación interna puede provenir del inte- jeta a mecanismos de control político.
rior de la organización, por ejemplo a tra- La democracia como participación de
vés de una mayor apertura a la partici- los ciudadanos se puede manifestar de
pación de los escalafones más bajos a la diferentes formas en este contexto. La
hora de tomar las decisiones. Para Quim primera es la representación social; lo que
Brugué (2006), democratizar quiere de- se suele entender principalmente cuan-
cir introducir una lógica cooperativa, fa- do se habla de democratización, y se re-
cilitar el diálogo y el intercambio de pers- fiere a la participación de ciudadanos en
pectivas y recursos entre las distintas la toma de decisiones de la administra-
partes de la administración. Se busca ción. Usualmente sólo es factible a nivel
evitar que las partes se dispersen para local, en donde se han dado algunos bue-
integrarlas en un proyecto común, y co- nos resultados (Goldfrank, 2006;
ordinar los esfuerzos en la persecución Lissidini, 2007). Sin embargo, esta alter-
de un resultado colectivo, y fomentar la nativa conlleva ciertos problemas que
deliberación. Esta perspectiva se preocu- han llevado una gran polémica en torno
pa especialmente por las relaciones den- a la conveniencia de democratizar.
tro de las administraciones públicas y
entre sus distintos niveles, y propone Por una parte, la representación so-
reducir la tradicional jerarquía dentro de cial puede crear más asimetrías en la re-
las mismas. presentatividad democrática, porque no
Por otra parte, democratizar se refie- todos pueden o quieren participar
re en el mayor número de casos a la par- (Pierre, 2009b)5. Usualmente participan
ticipación de los ciudadanos en la ges- quienes tienen los recursos (tiempo), o
tión de asuntos que se solían dejar a los quienes tienen una motivación especial-
expertos o técnicos, y dar a los ciudada- mente fuerte o quieren defender un inte-
nos la información y el espacio para deli- rés particular, de forma que la toma de
berar y contribuir a la toma de decisio- decisiones puede perjudicar a los demás,
nes (Box et al. 2001). Cunill (2004) y usualmente la mayoría. Esto se podría
Villoria (2009) consideran que la admi- evitar usando el sorteo para elegir a quie-
nistración pública democrática es una nes participan y dándoles incentivos

5
Por otra parte, según Pierre, la participación de organizaciones tipo ONG tampoco está siempre
asegurada, pues resulta que muchas ONG prefieren no mezclarse con el Estado pues eso las
deslegitimaría.

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para hacerlo (Maíz, 2006). También se gobernanza, y al igual que las anterio-
debe señalar que la participación de base res, se ha implementado en diversos lu-
individual es mejor que la asociativa, que gares, con algunas experiencias exitosas.
puede resultar en un nuevo corporati- También existen críticas para esta pro-
vismo y en la exclusión de los no organi- puesta: de forma muy destacada, la ad-
zados (Cunill, 2004). vertencia sobre la necesidad de tener cla-
La segunda forma de democratizar es ro que es el Estado quien tiene la respon-
la introducción de mecanismos para que sabilidad mayor sobre los servicios y
los ciudadanos elijan entre servicios o sobre las decisiones acerca de los objeti-
entre alternativas predefinidas por la vos finales de los mismos, y la contra-
administración. Esto puede equivaler a parte privada no puede llegar a tomar
la utilización de votaciones o plebiscitos ese lugar porque no comparte los valo-
para temas muy específicos, o puede ser res ni las lógicas de lo público, ni tiene la
interpretado como la versión de la NGP capacidad para asumir las consecuencias
de la democratización, en la cual en rea- de las decisiones y sus resultados.
lidad no es el ciudadano sino el “cliente” Además de esas tres formas de parti-
o “consumidor” quien decide acerca de cipación de los ciudadanos, las corrien-
la calidad de los servicios que recibe, y tes democratizadoras incluyen otros
en esa medida elige entre varias opcio- mecanismos de ejercicio de la ciudada-
nes, incluyendo las del sector privado. nía, como la rendición de cuentas
Se debe notar que si bien a esto se le lla- (accountability) y la transparencia (Villoria
ma democratización, puede referirse a 2009). Estos son responsabilidades de las
veces a fenómenos más cercanos al mer- autoridades con respecto a los ciudada-
cado que a la democracia, y propiciar una nos, que les permiten a estos ejercer sus
desaparición del ciudadano político con derechos de participación de manera in-
derechos y con participación efectiva en formada y controlar efectivamente a
la toma de decisiones realmente quienes toman las decisiones en su
importantes. nombre.
En realidad, según señalan autores
como Peters (2007), hay una contradic- Sin embargo, la implementación de
ción de fondo entre la NGP y la idea de los anteriores postulados exige la exis-
democratizar la administración. Otorgar tencia de una ciudadanía involucrada en
cotas de poder a funcionarios o incluso a la participación, activa y comprometi-
sectores de la sociedad civil significa re- da, que contrasta con la constatación de
ducir el poder y la discrecionalidad del niveles cada vez mayores de desafección
gerente, quien es el actor central en la en las democracias contemporáneas
vertiente neogerencialista de la NGP (Arendt, 1998). Por lo tanto, este meca-
(Peters, 2007). En efecto, hay una “idea nismo se antoja interesante para resol-
equivocada que la administración legal ver cuestiones específicas, pero al mis-
racional es menos democrática que la que mo tiempo puede ser necesario que con-
se basa en resultados” (Arenilla, 2003), tinúe funcionando un esquema de buro-
cuando en realidad puede ocurrir más cracia más tradicional que se ocupe de
bien lo contrario. los problemas rutinarios (Peters, 2007).
Esto deja planteada la pregunta de en qué
Finalmente, el tercer mecanismo de áreas es deseable una mayor y mejor
democratización (Cunill, 2004) es la co- participación, y hasta qué punto los ciu-
producción público-privada de servicios dadanos están preparados y dispuestos
que tradicionalmente proveía la admi- a participar, así como el papel de la ad-
nistración pública por sí sola. Esta es la ministración en la activación de esa
democratización asociada a la idea de disposición.

Transformación, Estado y Democracia 44 101


Modernizar y democratizar la Administración Pública - Fuentes, Güemes e Isaza

Así, es posible identificar al menos En los experimentos con la democratiza-


cuatro riesgos o problemas para demo- ción de la administración que han sido
cratizar la Administración Pública: liderados por ésta, el principal obstácu-
- la (in)capacidad de los ciudadanos, lo ha sido éste, lograr movilizar a las per-
sonas, que no tienen tiempo ni interés y
- la escasa disposición a participar,
están acostumbradas a delegar la toma
- la no representatividad de la parti- de decisiones en los políticos y funciona-
cipación, y rios (O’Donnell, 1992; Maíz, 2006;
- la cooptación por parte de la admi- Goldfrank, 2006).
nistración. Por lo anterior, el tercer riesgo es la
El primero surge de la constatación baja legitimidad o representatividad en
de que no todos los miembros de la socie- la participación. Los ciudadanos que par-
dad tienen la misma capacidad para ticipan pueden ser los que tienen más
aprovechar las oportunidades que ofre- tiempo libre (plutocracia) pero que no
ce la participación (Dahl, 1998). En espe- representan a muchos otros, o pueden
cial, los grupos y colectivos excluidos, en ser los que tienen la capacidad de orga-
los que es mayor la desconfianza hacia el nizarse porque defienden intereses par-
resto de la sociedad y hacia el Estado, y ticulares que pueden permitirse finan-
en los que, además, no existen muchas de ciarlos, o los que están especialmente
las capacidades que requiere una parti- motivados porque son más radicales que
cipación fructífera; como resultado de la los demás. Esto remite al debate entre
desigualdad de oportunidades, de pode- democracia representativa y participa-
res y de recursos. tiva, donde algunos consideran que la
Este primer problema plantea el vie- segunda desvirtúa la primera y rompe
jo debate entre los expertos o los técni- con el principio de igualdad y con la re-
cos, y los ciudadanos no expertos pero presentatividad que ha resultado del di-
que conocen sus propias necesidades. Es seño de las instituciones políticas demo-
fácil subvalorar a las personas comunes cráticas.
y descalificar sus opiniones por no estar Sin embargo, los grupos privilegia-
lo suficientemente informadas, pero es dos, aquellos que no tienen dificultades
una lógica que conduce a la tiranía (Roiz, para acceder al proceso de toma de las
2003), y que desconoce que la democra- decisiones públicas, independientemen-
cia se funda sobre el supuesto liberal de te de los procedimientos democráticos
que cada cual sabe lo que quiere, o al me- estándares, tienen poco que ganar con la
nos cree saberlo y de acuerdo con ello tie- institucionalización de una robusta e in-
ne la autonomía de tomar decisiones so- cluyente democracia deliberativa. Por el
bre los asuntos que le afectan a él y a su contrario, es altamente probable que esos
comunidad (Dahl, 1998). grupos se opongan a los procedimientos
deliberativos, porque éstos podrían de-
El segundo riesgo es que no exista su- fender intereses contrarios a los suyos
ficiente interés y disposición de los ciu- (Evans, 2003).
dadanos para participar (Stokes, Por último, el riesgo que preocupa
Przeworski, & Manin, 1999). Se puede más a los defensores de la democratiza-
constatar que en la actualidad, el indivi- ción y a los ciudadanos activos es que los
dualismo y la lógica del mercado han mecanismos de participación sean obje-
llevado a una gran apatía política, y ya to de manipulación por parte de la ad-
no resulta fácil sacar a los ciudadanos ministración. En muchos casos se ha
del rol de consumir, pagar impuestos y adoptado con entusiasmo el discurso de
trabajar para devolverlos a una mítica la democratización pero se lo ha dejado
polis donde desarrollen virtudes cívicas. vacío, para darle un uso legitimador de

102 Transformación, Estado y Democracia 44


Modernizar y democratizar la Administración Pública - Fuentes, Güemes e Isaza

las decisiones previamente tomadas por Estado, mejorar la trasparencia en la ges-


parte de la administración. En otras oca- tión de lo Público y apostar por una Ad-
siones se abre a la participación sólo una ministración Pública más abierta.
parte mínima y poco importante de las Más allá de las fortalezas o debilida-
decisiones públicas, dejando los grandes des técnicas que se puedan encontrar en
debates sobre objetivos y prioridades a las recomendaciones que cada enfoque
los decisores tradicionales, pero el pro- propone, lo cierto es que estas lecturas se
ceso también da un manto de legitimi- sustentan en un particular diagnóstico
dad a todo el conjunto. de la realidad y de los problemas que
Puede ser que este tipo de manipula- aquejan a la administración pública y no
ción sirva a los objetivos de políticos y son ajenas a valoraciones y teorías. Di-
funcionarios en el corto plazo, pero a la cho lo cual, su combinación resulta no
larga los ciudadanos perciben el engaño siempre posible ni deseable.
y esto genera mucha frustración, que ali- Sobre estos asuntos y sobre la mayor
menta la apatía arriba mencionada, y o menor pertinencia que tienen estas re-
crea una brecha entre los ciudadanos y flexiones y diagnósticos en escenarios
la administración que daña la democra- como el latinoamericano, es sobre lo que
cia y la gobernabilidad de esa nos proponemos tratar en el siguiente
comunidad. punto.
A pesar de los riesgos señalados, que
por supuesto deben ser tenidos en cuen-
Parte II - Los retos comunes a la región
ta, la experiencia de democratizar la ad-
latinoamericana y el papel de la Adminis-
ministración puede ser muy exitosa, pues
tración Pública.
tiene una gran fortaleza, y es que puede
asegurar que las metas administrativas
reflejen las reales necesidades y los de- Desafíos y retos de las Administra-
seos del ciudadano común, y que los pro- ciones Públicas latinoamericanas
cesos administrativos sean transparen-
tes y responsables (Evans, 2003). América Latina tiene características
particulares, sobre todo en lo relaciona-
do con las reformas de las Administra-
Recapitulación
ciones Públicas de dichos países. La im-
Hasta el momento intentamos dar portancia de considerar en primer tér-
cuenta de los dos modelos o enfoques dis- mino estos puntos radica básicamente en
cutidos desde la academia (con diferente que su omisión complicaría bastante el
grado de aceptación y atención por par- entendimiento de las consecuencias de la
te del mundo político) como vías de mo- aplicación de cambios de funcionamien-
dernización de la gestión pública, con el to y conformación de los distintos secto-
complemento de las ideas democratiza- res públicos de la región en los últimos
doras, que si bien no son un enfoque en treinta años.
sí, son de gran relevancia en los debates Considerar por tanto esta contextua-
contemporáneos. Bajo el rótulo democra- lización de la región, va a permitir al
tizador, tal como se ha explicado, se re- menos comenzar a pensar tanto desde
únen propuestas provenientes de dife- ámbitos académicos como políticos, en
rentes ámbitos que, lejos de presentarse estrategias más locales y originales, ya
como alternativas a los modelos de or- que la experiencia hasta ahora ha demos-
ganización Burocrática Tradicional o de trado que el trasplante de experiencias
la Nueva Gestión Pública, buscan incre- de forma acrítica ya no es viable.
mentar y fortalecer las herramientas de Si bien es claro que América Latina
interacción entre la sociedad civil y el no puede ser considerada como un todo

Transformación, Estado y Democracia 44 103


Modernizar y democratizar la Administración Pública - Fuentes, Güemes e Isaza

coherente y homogéneo, lo cierto es que En lo que se refiere estrictamente a las


pueden señalarse al menos tres retos o Administraciones Públicas latinoameri-
desafíos que son comunes a toda la re- canas, también es posible identificar al-
gión: la consolidación de un modelo de gunas características propias de la re-
desarrollo económico sostenible; la con- gión: en líneas generales, América Lati-
solidación y ampliación de las estructu- na es una región asociada a Estados
ras democráticas; y asociado a estos dos “…con poca capacidad de respuesta a las
puntos, una búsqueda activa y priorita- necesidades de los ciudadanos. Buena
ria de la equidad social (CLAD , 1998). parte de esta debilidad se ha asociado
No existe en el mundo una región más históricamente a la falta de una burocra-
rica en recursos naturales y humanos cia de profesionales estables. La burocra-
que América Latina. Sin embargo, la his- cia ha sido percibida como un sistema de
toria de la región ha mostrado, sobre todo empleo, recurso en manos del poder po-
en el último siglo, cómo los diversos in- lítico y de los intereses corporativos, muy
tentos en los distintos países por esta- alejado de los rasgos institucionales del
blecer estrategias de desarrollo han fra- modelo weberiano.” (Echebarría, 2006).
casado, muchas veces por incapacidades Es aquí donde aparece una primera
internas, y otras tantas por presiones diferencia importante entre las Adminis-
externas. Esta falta de autonomía a la traciones Públicas de América Latina
hora de ejecutar un modelo de crecimien- respecto al mundo desarrollado: en el
to económico con desarrollo social no sólo primer caso nunca se llegó a implemen-
no ha sido revertida a lo largo de los años, tar efectivamente un modelo jerárquico-
sino que ha aumentado con la profundi- burocrático. Esta puntualización cobra
zación de la mundialización del comer- trascendencia en el momento en que el
cio y las finanzas. surgimiento de las distintas corrientes
Pero a la par de esta “deriva” de mo- de reforma administrativa mencionadas
delo productivo en la que parece estar la en este trabajo se refirió en mayor o me-
región, no menos importante es el hecho nor medida a las críticas realizadas a un
de que la consolidación democrática de ideal de Estado y al funcionamiento de
mediados de los ochenta –principalmen- un modo de gestionar el mismo, que en el
te en los países del cono sur– parece ha- caso de América Latina nunca llegaron a
ber quedado en muchos casos en una existir del todo.
mera cuestión formal de elecciones me- Las redes informales y la fuerte pre-
dianamente competitivas cada ciertos sencia política en lo que se refiere a la ges-
años, pero poco se ha avanzado en cues- tión de recursos humanos operantes en
tiones de “calidad democrática” (PNUD, la realidad contrastan con el sistema de
2004) que hacen a la conformación de un gestión pública meritocrático, legal y
régimen mucho más sustantivo. transparente que impera en términos
Los dos desafíos recién mencionados formales.
están íntimamente relacionados, ya que De esta manera, podemos caracteri-
ambos se complementan para generar zar a la región por una sobreburocrati-
una situación de gran debilidad estruc- zación formal a la par de una infraburo-
tural de estos países, que redunda en la cratización real (Echebarría, 2006). Pro-
incapacidad de construir estrategias de blemas como el patrimonialismo, el cli-
desarrollo a mediano y largo plazo. Es entelismo y otras formas de corrupción
aquí donde se entronca el tercer desafío, política han permeado a lo largo del si-
que muy probablemente sea el más dra- glo XX los distintos intentos de imple-
mático en el corto plazo: el de la equidad. mentar reformas de signo jerárquico-
América Latina es hoy en día la región burocrático, sobre todo en el nivel de los
más desigual del mundo. gobiernos locales y/o regionales, ya que

104 Transformación, Estado y Democracia 44


Modernizar y democratizar la Administración Pública - Fuentes, Güemes e Isaza

en muchos países ciertas regiones se han que ponen en cuestión elementos claves
constituido históricamente como “feu- como el ingreso por mérito, lo que puede
dos” de determinadas familias o parti- traer como consecuencia grandes dificul-
dos políticos. Esta realidad, que aún no tades a la hora de movilizar de forma efec-
se ha desterrado, presenta un grave pro- tiva el conjunto de capacidades de la bu-
blema a la hora de enfrentar los fuertes rocracia en pos de la ejecución de las dis-
intentos de descentralizar las adminis- tintas políticas.
traciones nacionales. De cualquier manera, esta adopción
Además, en líneas generales se puede acrítica no es únicamente patrimonio de
advertir que los distintos intentos de re- las corrientes gerencialistas, sino que
forma se han concentrado en pocas uni- puede hablarse de una conducta genera-
dades organizativas. Si bien parece sen- lizada en la región. Sobre este punto se
sato avanzar poco a poco en la imple- centrará el siguiente punto del trabajo.
mentación de cambios muy radicales,
para poder ir traspasando las experien-
Más allá del isomorfismo o el “co-
cias acumuladas, lo cierto es que en mu-
piar y pegar”. Volver la mirada sobre la
chas oportunidades el impulso inicial no
realidad latinoamericana
fue continuado, lo que redundó en la con-
formación de “islas de excelencia”, con
Como afirma el CLAD, a pesar de que
más y mejores recursos y capacidades
se implantaron núcleos de excelencia y
organizativas (en general en áreas estra-
reglas de mérito en el servicio público de
tégicas como las relacionadas con la eco-
varios países latinoamericanos, ningún
nomía), mientras que el resto de la Ad-
país de la región completó la construc-
ministración permanecía con los mismos
ción del modelo burocrático weberiano
males y sin la atención política.
en los niveles de las naciones desarrolla-
De acuerdo al estudio IPES (2006), los
das (CLAD, 1998:10; Arellano, 2002). Di-
países latinoamericanos han afrontado
cho lo cual, la reforma de las burocracias
estas dificultades de diferentes maneras.
no puede limitarse a imitar modelos de
Al respecto pueden ser clasificados de
modernización desarrollados e imple-
acuerdo al grado de autonomía de sus
mentados en países como Nueva
burocracias en tres grupos: las burocra-
Zelanda o Estados Unidos, y ni siquiera
cias con desarrollo mínimo, que inclui-
en países europeos.
ría a la mayoría de países de Centroamé-
rica, Bolivia, Ecuador, y Paraguay; los sis- Más allá de la pertinencia, bondad o
temas de Servicio Civil medianamente maldad de ciertos instrumentos concep-
conformados como Argentina, Colom- tuales es preciso atender a las necesida-
bia, Costa Rica, México, Venezuela y Uru- des, tradiciones y recursos con que cuen-
guay; y por último los sistemas más ins- ta cada sistema político, pues reformas
titucionalizados que únicamente son inspiradas en instrumentos conceptua-
Brasil y Chile (IPES, 2006). les idénticos tienen diferentes efectos
cuando se aplican en otros países (inclu-
En el primer grupo de países, existen
so en regiones y sectores de un mismo
grandes dificultades para poder retener
país) (Pollit & Bouckaert, 2000; Ramió,
al personal mejor capacitado debido a que
2001; Arellano, 2002; Olsen, 2005).
no existe una carrera que ofrezca incen-
tivos reales al buen desempeño; mientras Asimismo, es bueno recordar que las
que en el segundo grupo, si bien la carre- políticas de reorganización y reforma de
ra administrativa ha sido implementa- la administración no se reducen a reco-
da con mayores garantías, lo cierto es que mendaciones técnicas o deliberaciones en
las estructuras más formales conviven torno a formas organizacionales, sino
diariamente con mecanismos paralelos también implican luchas en torno a sím-

Transformación, Estado y Democracia 44 105


Modernizar y democratizar la Administración Pública - Fuentes, Güemes e Isaza

bolos, legitimidad, ethos e identidad de la rizar la faceta política de la reforma ad-


administración pública (Pollit & ministrativa.
Bouckaert, 2000; Olsen, 2005; Brugué,
2006). Dicho lo cual, la reforma de la Ad- El debate político y el tipo de
ministración Pública no puede reducir- administración
se a una simplificada, acrítica y despoli-
tizada selección y combinación de herra- La cuestión de los modelos de gestión
mientas modernizadoras, que no deja de para el sector público en América Latina
contener elementos prescriptivos y que se discute mejor en un marco de referen-
se inserta en estructuras con una cultu- cia que contemple los objetivos que pre-
ra pública muy débil. tende conseguir el Estado. Es decir, no
Las situaciones de decoupling (enten- resulta muy útil discutir el cómo, si an-
didas como desajustes entre institucio- tes no se ha mirado detenidamente el qué
nes formales y el funcionamiento efecti- (Ramió, 2001). ¿Se prioriza la equidad, la
vo de la organización), sumadas a la in- democracia o la eficiencia? ¿El desarrollo
capacidad de copiar los aspectos ocultos es más importante que los objetivos so-
o más finos de las estrategias de moder- ciales? Sólo cuando se ha jerarquizado
nización son factores que (Ramió, 2001; entre diferentes fines, y se ha generado
Pollitt, 2009): un acuerdo político sobre el rumbo a se-
guir, es pertinente detenerse en los me-
- explican el fracaso del isomorfismo dios administrativos y los modelos de
mimético y/o coercitivo, gestión que son útiles para el mismo.
- aumentan las posibilidades de co-
rrupción y captura de intereses públi- Atentos a lo anterior, es preciso que
cos, y al hacer a la administración más los países de la región recuperen la olvi-
permeable a las presiones del entorno, dada finalidad de la administración pú-
socavan directamente la legitimidad del blica: resolver conflictos y generar bien-
sistema democrático, estar colectivo; y para ello se interroguen
- incrementan el peligro de cesión de sobre las formas deseables de adminis-
la agenda a actores privados, tración y gobierno, las competencias de-
seadas en el servicio público, el tamaño,
- arriesgan la pérdida de memoria
los recursos y los resultados que espera-
institucional y limitan su utilización
mos del Estado (Brugué, 2006; Ramió,
como insumo de trabajo.
2001). Quizás uno de los principales pro-
blemas para encarar la reforma sea jus-
En resumidas cuentas, un paradigma tamente la dificultad de tener un debate
organizacional y reformista que guíe a de este tipo, ante la inexistencia de una
todas las naciones no sólo no existe, sino fuerza política con el peso suficiente y un
que tampoco es deseable. interés real en invertir su capital políti-
En el próximo punto retomamos es- co en convocar dicho debate (Geddes,
tas cuestiones con el objetivo de revalo- 1994, Ramió, 2001)6.

6
En este punto cabe recordar el popular trabajo de Geddes (1994) quien sugiere que uno de los
mayores problemas con las reformas administrativas es empezarlas y sostenerlas. Resulta que asumir
las reformas es tanto como asumir la creación de un bien público, lo cual nos conduce a los dilemas de
acción colectiva y cooperación. En contextos de incertidumbre ningún actor político está dispuesto a
arriesgar e invertir su capital político en reformas que solo darán beneficios a largo plazo y sobre las
cuales no existe seguridad de que todos los beneficiarios estén dispuestos a colaborar e invertir sus
recursos (típico dilema del prisionero). Mientras los políticos necesitan “algo que mostrar”, la reforma
administrativa reclama tiempo y continuidad (Pollit & Bouckaert, 2000).

106 Transformación, Estado y Democracia 44


Modernizar y democratizar la Administración Pública - Fuentes, Güemes e Isaza

La necesidad de repolitizar el debate Sin embargo, es preciso decidir qué


se refiere justamente a la ausencia cons- instancias se quieren democratizar, y
tatada de un proceso político de defini- hasta qué punto debe llegar la participa-
ción de objetivos, en el que participen los ción. Este no es un tema fácil, como lo
ciudadanos, sus representantes y todas haría creer su explosión de popularidad.
las instituciones políticas. Los países de No es conveniente introducir la partici-
América Latina han preferido, en gene- pación en todas las instancias del servi-
ral, adoptar el postulado de la NGP, se- cio público, pues en algunas no hay ma-
gún el cual existe una caja de herramien- yor cosa por decidir y lo importante es
tas administrativas, de la cual se pueden respetar las reglas y procedimientos. En
escoger aquellas que se consideren úti- otras, en cambio, eso sería lo indicado,
les, pero han olvidado preguntarse úti- cuando se trata de acercar los servicios
les para qué, o en muchos casos han dado al ciudadano de forma real y responder
la respuesta automática de la eficiencia a sus preferencias y necesidades más
como principal fin, dadas las restriccio- importantes. Pero a veces lo que convie-
nes de presupuesto y la baja capacidad ne a un ciudadano afecta a otros, de ma-
impositiva comunes a toda la región7. nera que en muchos casos las instancias
Si acordamos que la democracia, el representativas pueden cumplir mejor
desarrollo y la igualdad son los desafíos con la articulación de esos intereses en-
más urgentes de América Latina, proba- contrados que un estilo más directo de
blemente concluyamos que la eficacia democracia.
social no debe secundar a la eficiencia
económica, sino al revés. En ese sentido, Como se ve, quedan muchas pregun-
la NGP y los supuestos teóricos que aca- tas por responder con respecto a la de-
rrea no deberían ser la mejor opción para mocratización. Cabe reiterar que esta
la región. Por el contrario, hay impor- implica más que las diferentes formas de
tantes indicios de la utilidad de un mar- participación, pues se refiere también a
co neoweberiano que recupere, por ejem- la rendición de cuentas y a la transpa-
plo, el valor de la igualdad de trato, la rencia de las actuaciones públicas. Pero
imparcialidad y universalidad de los en lo que se refiere más específicamente a
servicios públicos en tanto derechos ciu- la participación, algunos de los princi-
dadanos, y una carrera administrativa pales interrogantes que debería respon-
con criterios de mérito, que no llegó a exis- der cada comunidad política son: a) si es
tir en todos los niveles en ningún país. posible la participación en todos los ni-
Por otra parte, en materia de demo- veles territoriales o es algo que sólo cabe
cracia y participación, la historia de ex- en instancias micro-locales, b) en qué
clusiones de Latinoamérica hace también áreas estatales o ministeriales se debe
una prioridad el dar espacios y voz a los fomentar la participación, c) en qué mo-
ciudadanos, no solamente en las urnas mentos del proceso de política pública
cada período electoral, sino en las ins- (¿sólo en su evaluación ex post? ¿En su
tancias locales que afectan su vida coti- ejecución o implementación? ¿O también
diana, y en la administración pública, en cabe la participación en el diseño de una
la medida en que sea posible. política pública?).

7
Con este comentario no estamos afirmando que la eficiencia no sea deseable, sino simplemente
llamamos la atención de los riesgos que acarrea priorizar la misma frente a otros valores como la
igualdad o considerarla el único objetivo de la modernización.

Transformación, Estado y Democracia 44 107


Modernizar y democratizar la Administración Pública - Fuentes, Güemes e Isaza

En última instancia, la academia no ción y organización, mas cada país debe


puede resolver esta discusión. Por el con- por su cuenta reflexionar, no sólo a nivel
trario, la misma debe formar parte del general sino también en sus diferentes
debate político y ser decidida democrá- niveles de organización y administra-
ticamente en cada país. ción, así como en las distintas unidades
ministeriales y operativas, cuáles son sus
Conclusiones necesidades más urgentes.

Al principio del trabajo nos pregun- Entre las pautas comunes identifica-
tábamos ¿Cómo es posible modernizar y das, coincidimos en la necesidad de:
reestructurar estructuras burocráticas
-Profesionalizar el cuerpo funciona-
como las latinoamericanas?
rial, esto es: edificar estructuras burocrá-
A lo largo del texto hemos podido pun-
ticas estables y reclutadas en base al
tualizar que no existen recetas universa-
mérito como paso lógico de una burocra-
les de modernización que, amparadas en
cia eficaz, y condición sine qua non para
un tecnicismo neutral, conduzcan mági-
que el Estado logre concretar en la reali-
camente a hacer las administraciones
dad las decisiones tomadas a nivel
públicas más eficaces y efectivas.
político.
Tampoco son recomendables las es-
trategias que agrupan herramientas ba-
- En consonancia con el punto ante-
sadas en diferentes marcos teóricos y las
rior, revitalizar y reconstruir una ética y
yuxtaponen sin un debate político pre-
una cultura de lo público, integrando a
vio, que ponga en claro el modelo de Es-
los funcionarios públicos en un proyecto
tado y Administración que se persigue,
común y colectivo (Schick, 2004, Brugué,
y por tanto enfatice un núcleo central y
2006).
coherente de reforma.
- Favorecer la transparencia y la res-
Como hemos querido mostrar, este
ponsabilización democrática de la admi-
estilo “ecléctico” de reforma, que se apo-
nistración ante la sociedad.
ya en la concepción de las distintas es-
trategias de reforma como “cajas de he- - Integrar y activar al ciudadano, ya
rramientas, o que se produce involunta- sea a través de democratizar la adminis-
riamente debido a la acumulación “por tración o hacerla más abierta; lo impor-
capas” de elementos de diferentes mode- tante es integrar nuevas herramientas
los introducidos por administraciones que promuevan el diálogo y comunica-
sucesivas, tiene dos grandes problemas: ción entre partes y que vaya más allá de
a) al no existir un análisis de la incompa- la simple “receptividad” (Vigoda Gadot,
tibilidad teórica y práctica entre estas 2004).
vertientes cargadas de ideologías diferen- - Derivado de lo anterior, favorecer la
tes, se termina imponiendo por la fuerza cooperación público-privada en la bús-
de los hechos siempre alguna de estas queda de soluciones a los problemas
corrientes y se elude el debate consciente sociales.
sobre la preferida, y b) sigue pendiente En definitiva, no se trata de que Amé-
de definición el fondo del asunto (qué so- rica Latina se encierre en sí misma o re-
ciedad queremos, qué Estado queremos niegue de los aportes de teorías foráneas,
y por tanto qué administración necesi- sino que, tomando en cuenta experien-
tamos). cias comparadas, cada país se piense a sí
Pese a las heterogeneidades de la re- mismo desde sus particularidades y rea-
gión, probablemente se puedan acordar vive una reflexión que es intrínsecamen-
algunas pautas comunes de moderniza- te política.

108 Transformación, Estado y Democracia 44


Modernizar y democratizar la Administración Pública - Fuentes, Güemes e Isaza

Agradecimiento Villoria, Pedro Narbondo y Blanca Olías


de Lima Gete. Las insuficiencias y omi-
Agradecemos los comentarios y la siones que hayan subsistido son de ex-
lectura previa de este artículo a Manuel clusiva responsabilidad de los autores.

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