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Andaracua Valtierra Alba Valeria

Bibliografía

Colomer, J. (1990). Capítulo 2 Una transición transitiva. En El arte de la


manipulación política. Votaciones y teoría de juegos en la política española.
Barcelona: ANAGRAMA

Planteamiento del problema

‘’Una elección, por ejemplo entre dos opciones políticas, a y b, puede variar según
cual sea la preferencia de quienes toman la decisión de elegir con respecto a una
tercer opción c’’ (Colomer, 1990, p. 20)

‘’Una elección colectiva a favor de una opción puede no depender, pues del
número de personas que la desean como primera preferencia ya que cambios en
la tercera preferencia de algunos de quienes participan pueden cambiar lo que
parezca como preferencia del colectivo al final del proceso de elección’’ (Colomer,
1990, p. 20)

‘’La decisión colectiva puede modificarse también si la opción que se ha


introducido o ha desaparecido no es sometida expresamente a la elección pero
influye en la elección entre los demás’’ (Colomer, 1990, p. 20)

Resumen

‘’La existencia de un número relativamente alto pero minoritario los individuos que
rehacen una opción como la democracia representativa, en nombre bien de la
revolución social, bien el fascismo puede impedir una decisión colectiva favorable
a la democracia, aunque la mayoría prefiera ésta a las demás opciones, si los
revolucionarios o los fascistas influyen en suficiente medida en las opiniones de
los demócratas’’ (Colomer, 1990, p. 20)

‘’ Cabe afirmar, por tanto, que el éxito o el fracaso del proyecto de establecimiento
de una democracia representativa, el mantenimiento o la quiebra de la misma,
pueden depender -como cualquier elección entre distintas opciones políticas
tomada mediante una decisión colectiva- de la distribución entre la población de

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las diversas ordenaciones de preferencias con respecto a la democracia, la
revolución y el fascismo, más que de la existencia o no de una mayoría favorable
a aquella forma de gobierno. Puede haber, así, democracias estables que cuenten
con menos apoyo social que ciertas democracias inestables que terminan en
enfrentamientos entre fracciones y en guerra civil’’ (Colomer, 1990, p. 21)

‘’ La primera de ellas era la continuidad de las leyes fundamentales del


franquismo, para cuya consecución el dictador había intentado dejarlo todo -como
él decía— «atado y bien atado». En adelante simbolizaremos esta opción de
continuidad con una C. La segunda opción consistía en la reforma de las leyes
fundamentales franquistas, basándose en sus mismas previsiones legales, para
establecer un régimen de democracia representativa limitada. En adelante
simbolizaremos esta opción de reforma con una r. La tercera opción era la ruptura
con el franquismo, verosímilmente mediante la formación de un Gobierno
provisional que convocase elecciones a una Asamblea constituyente, para
establecer un nuevo marco legal de democracia y libertades.’’ (Colomer, 1990, p.
22)

‘’ Algunas personas, como ya hemos insinuado, pueden cambiar su adscripción a


un grupo o a otro en el curso del proceso de transición. Además, aunque a efectos
de análisis consideraremos en muchos casos que un grupo definido tiene una
única voluntad y un solo criterio de elección política, algunas organizaciones
colectivas, como los partidos o incluso los gobiernos, pueden incluir entre sus
miembros a personas con diferentes ordenaciones de preferencias (en el caso de
un partido, por ejemplo, suele ser posible encontrar militantes con preferencias
correspondientes a grupos más próximos a los extremos que las de los políticos
profesionales con motivaciones de carrera política).’’ (Colomer, 1990, p. 24)

‘’ De acuerdo con algunas proposiciones de la teoría de la votación, antes


esbozadas, sólo entre los individuos y grupos con ordenaciones de preferencias
cuyas representaciones gráficas son lineales o cóncavas hacia abajo (curvas con
una sola cumbre o un solo máximo) hay posibilidad de encontrar una alternativa
preferida por todos, mientras que los que se identifican con ordenaciones cuyas

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representaciones gráficas son convexas hacia abajo (curvas con varias cumbres o
máximos o en forma de U) no pueden llegar a una convergencia con la opinión
mayoritaria.’’ (Colomer, 1990, p. 26)

‘’ La consecución de un equilibrio estable o de la inestabilidad depende en menor


medida del número de partidarios de los grupos situados en los extremos que de
lo simpatizantes, comprensivos, reactivos o irritados con ellos que se muestren los
demás. ‘’ (Colomer, 1990, p. 26)

‘’ Esto significa, entre otras cosas más bien sorprendentes, que en una sociedad
en la que son amplia mayoría las personas que tienen preferencias gradualistas y
sólo una minoría es maximalista (es decir, en la que una amplia mayoría se
identifica con las columnas II a V frente a la minoría de las columnas I y VI), se
producen continuas alteraciones de la decisión colectiva, cambios de rumbo y una
inestabilidad general que imposibilita la consolidación de cualquiera de las
opciones y puede conducir a un general enfrentamiento civil. ‘’ (Colomer, 1990, p.
29)

‘’ Como hemos dicho antes, los cambios no se deben, pues, a las primeras
preferencias sino a diferentes grados de impacto de las posiciones maximalistas
sobre personas con preferencias gradualistas o, dicho con otras palabras, a
diferentes capacidades de provocación de los grupos situados en los extremos. ‘’
(Colomer, 1990, p. 30)

‘’ Podemos decir, así, que en la transición española iniciada en 1976 miembros de


varios grupos de opinión adaptan sus ordenaciones de preferencias sin renunciar
a las que sitúan en primer lugar, pero cediendo en las segundas y terceras de
modo que la interacción mutua eluda la producción de un ciclo y dé lugar a un
equilibrio estable. ‘’ (Colomer, 1990, p. 33)

Conclusiones

‘’La victoria del sí en el referéndum significó claramente un triunfo de la reforma


frente a la continuidad en esta fase de la elección. Finalmente, en una tercera fase
se planteó una elección entre ruptura y continuidad. Ello se debe a que la misma

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aprobación y aplicación de la Ley para la reforma política como resultado de la
elección en la fase anterior volvió irrelevantes los planteamientos basados en la
consecución de la reforma. Y, aunque en las elecciones generales de junio de
1977 el sistema electoral deformó los resultados en favor de los reformistas, como
veremos, el posterior acuerdo parlamentario entre éstos y la oposición
democrática, a costa de los continuistas, permitió llevar a cabo el objetivo de la
ruptura: un proceso constituyente y la aprobación mayoritaria en referéndum de
una nueva Constitución. ‘’ (Colomer, 1990, p. 33)

¿Qué aprendí de la lectura y como lo relaciono con otras asignaturas?

La teoría de juegos permite identificar actores dentro de la política que tan lejanos
o cercanos están unos del otro y que tanto pueden negociar sus preferencias de
tal modo que en un escenario en el que se conozcan los actores a través de un
estudio del modelo se podrá prever lo que se espera.

Dentro de la sociedad en la que vivimos es difícil ponernos de acuerdo, muchas


veces discrepamos con lo que cada uno desea, a consecuencia de esto muchas
veces podemos vernos envueltos en serios conflictos. Ordenar nuestras
preferencias puede ser una tarea sencilla, sin embargo, se complica al momento
de generar acuerdos, por ello, esta lectura pude relacionarla con economía pero
sobre todo con ciencia política y el tema del bien colectivo, qué se necesita para
conseguirlo. A pesar de poder relacionarlo con otras asignaturas pude relacionarlo
particularmente con el particularismo y el universalismo, tema abordado por el
Doctor Abud.

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