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Música y Política
El capítulo relata cómo el poder se ha servido de músicas o compositores para obtener réditos
políticos, independientemente del pensamiento y concepción originales de la obra, o la ideología del
autor.
Así, se dan paradojas como el uso de la Oda a la alegría de Beethoven como himno de la unión
europea, que no fue pensado para tal fin.
O la relación entre nazismo y jazz, cuando el aparato nazi hubo de admitir que tal música hecha por
personas de color, sonara en las radios, ya que levantaba la moral de los soldados y del pueblo,
además de beneficiarse la industria de la construcción de instrumentos, de la que alemania era
prácticamente el único emporio. Esto da idea de la hipocresía del régimen nazi.
También se aborda el caso del tema Born in the Usa, de Bruce Springsteen, crítico con la guerra de
Vietnam, y utilizado por Ronald Reagan para su campaña electoral, tergiversando el mensaje original
de la canción, como si fuera una defensa a ultranza de la condición americana y sus valores.
Otro tanto ocurre con la canción, o disco completo The Wall, de Pink Floyd, cuyos postulados
estéticos originales poco o nada tienen que ver con el uso que se le dio a esa música aprovechando
la coyuntura de la caída del muro de Berlín, usando esa metáfora de El Muro, como si aquella música
hubiese sido pensada para tal fin.
Resumen 2: Feminismo y teorías de género.
En este capítulo se aborda el amplio tema del feminismo aplicándolo al papel que juega la mujer en
el aspecto musical, en el que aún debe tener mayor igualdad con respecto al rol masculino.
Compositoras del XIX como Clara Wieck, tuvieron que vivir en una época que directamente no
contemplaba que una mujer pudiera realizar tal función.
Incluso en la actualidad, se sigue viendo a la mujer más como intérprete que como autora.
Se contrasta esta realidad desgraciadamente aún palpable, con extremos delirantes, como la
atribución al género sonata como machista, falacias que según el autor “no están en el feminismo,
sino en el postmodernismo”.
Así, se expone la teoría de elección racional (ter), la cual propugna que independientemente de
cuales sean los fines a la hora de obtener un resultado, se utilizan los medios más eficaces y menos
costosos para conseguirlos.
El economista Becker conceptualiza la música como un “bien adictivo”, que cuanto más se consume,
en un espacio de tiempo prolongado, más se necesita, de forma que el consumo de dicha música
crecerá con el tiempo: “cuanto más se escucha buena música, más se quiere escuchar”.
Vaubel, analiza la diferencia entre el ambiente musical desde el barroco hasta el siglo XIX, según
estuviera localizado en territorios fragmentados (condados, principados, ducados) o en estados
unificados. Así, la estancia de un músico profesionalizado al amparo de un mecenas en un territorio
unificado duraba mucho más que el mismo caso en un territorio fragmentado, si bien, en este último
caso, la actividad musical era más intensa, provocando desplazamientos, etc.
Wagner corrobora este análisis al afirmar que Alemania (antes de estar unificada) es un crisol de
todos los folklores alrededor de ella, si bien tal hecho esconde su personalidad original germana.
Por último, Higgins realiza un análisis del fenómeno global de la piratería musical, y por qué tiene
más auge en unos territorios que en otros, según las variables conceptuales de moralidad de los
consumidores, economía, o el grado de vigilancia legal ante tales hechos, a la hora de sancionarlos.
Resumen 4: ¿Tres tenores o tres terrores? La popularización de la música culta.
El capítulo realiza un repaso del fenómeno conocido como “Los tres tenores”, protagonizado por
Carreras, Domingo y Pavarotti, quienes en los años 90 realizaron una serie de macroconciertos
multitudinarios con motivo de los mundiales de fútbol, dejando a un lado el elitismo tradicional de la
ópera, para acercarla al gran público, y la peripecia y críticas tanto positivas como negativas ante
tales sucesos.
Comienza relatando la rivalidad entre Domingo, tenor apuesto, con un repertorio muy amplio,
además de ser director de orquesta y compositor, y Pavarotti, de mejores cualidades vocales si se
quiere, pero limitado en repertorio y con un físico cada vez más descuidado que le impedía realizar
ciertos roles operísticos.
Junto con Carreras, el más joven, que mantiene amistad con ambos, forman el trío “Los Tres
Tenores” (TT) con la finalidad comercial de sacar la ópera del ámbito elitista y acercarla al gran
público a través de macroconciertos, con gran éxito durante más de una década, hasta que la
fórmula decae y desaparece.
Evidentemente, en lo económico, supuso una auténtica “gallina de los huevos de oro”, con miles de
copias vendidas y el cartel de “no hay billetes” colgado durante años.
Conviene reseñar que los TT simultaneaban sus carreras individuales por separado, sin renunciar a la
tradición operística más ortodoxa.
Resumen 5: