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MEFISTÓFELE

(Arrigo Boito)

Ópera de Prólogo, 4 Actos y un Epílogo. Única ópera con música y libreto de Boito, que había escrito libretos para oras óperas
conocidas como Otello de Verdi. Estrenada en su primera versión y dirigida por su propio autor en 1868, Mefistófele fue un
fracaso. Boito redujo y reescribió algunas partes y la reestrenó con éxito en 1875.

SINOPSIS:

Prólogo:
Un coro celestial de ángeles alaba a Dios el Creador. Mefistófele declara burlonamente que él puede conquistar el alma de
Fausto. Su apuesta es aceptada por las Fuerzas del Bien.

Acto 1:

Escena 1. Domingo de Pascua.


El anciano Dr. Fausto y su alumno Wagner observan las celebraciones de la Pascua en la plaza principal de Frankfurt. Fausto
siente que los está siguiendo un monje misterioso, en quien siente que hay algo maligno. Wagner desestima las sensaciones de
inquietud de su maestro. Con el caer de la noche, regresan a casa de Fausto.

Escena 2. El Pacto.
Fausto está en su estudio en profunda contemplación. Sus pensamientos son perturbados de manera dramática por la súbita
aparición del monje siniestro, a quien ahora reconoce como una manifestación del Demonio (Mefistófele). Lejos de ser presa del
terror, Fausto se muestra intrigado y entra en discusión con Mefistófele para eventualmente llegar al acuerdo por el que Fausto
le entregará su alma al demonio al morir en retribución por toda la dicha mundana que experimentará por el resto de sus días.

Acto 2:

Escena 1. En el Jardín.
Restaurada ya su juventud, Fausto ha enamorado a Margarita, una joven aldeana poco sofisticada. Ella no puede resistirse a sus
encantos seductores y accede a adormecer a su madre con un somnífero y encontrarse con él para tener una noche de pasión.
Mientras tanto, Mefistófele se divierte con Marta, otra joven aldeana.

Escena 2. Las Brujas del Sabbath.


Mefistófele ha llevado a Fausto al Monte Brocken, para presenciar la celebración del Sabbath por parte de unas brujas. Alcanzan
la cima y oyen el ruido que hacen las brujas acercándose desde abajo. Se acercan y Mefistófele se declara rey y demanda que
éstas se inclinen ante él. El demonio se sienta en su trono y proclama su desprecio por el mundo y sus inútiles habitantes. A
medida que la orgía alcanza su climax Fausto tiene una visión de Margarita, aparentemente en cadenas y con su garganta
cercenada. Mefistófele le asegura que era una falsa ilusión. El disfrute continúa.

Acto 3:
La visión de Fausto era verdadera. Margarita yace en una celda lúgubre en un estado de confusión mental y desesperación. Ha
sido encarcelada y condenada a muerte por envenenar a su madre con el somnífero proporcionado por Fausto y por ahogar a
su bebé al dar a luz. Fausto ruega a Mefistófele que los ayude a escapar juntos. Ingresan a la celda y al principio Margarita no
reconoce a sus salvadores. Su alegría al reunirse nuevamente con Fausto se transforma en horror cuando ve a Mefistófele y lo
reconoce como el Demonio. Rehusándose a sucumbir a más maldad Margarita ruega el perdón divino. Se desploma sobre el piso
de la celda mientras se oye un coro de voces celestiales que proclama su redención.

Acto 4:
Mefistófele ahora lleva a Fausto atrás en el tiempo, a la antigua Grecia. Helena de Troya y su séquito disfrutan del entorno lujoso
y exótico en las orillas de un magnífico río. Fausto, vestidos con las ropas más espléndidas, gana con facilidad el corazón de la
bella princesa. Con apasionada efusividad se declaran su amor y devoción eternos.

Epílogo:
De regreso en su estudio, Fausto, convertido nuevamente en anciano, reflexiona que ni en el mundo real ni en el imaginario
pudo encontrar la experiencia perfecta que él anhelaba. Siente que el final de su vida está cerca. Desesperado por su victoria
final, Mefistófele lo insta a embarcarse en aún más aventuras exóticas. Fausto duda por un instante, pero de pronto toma su
Biblia y clama por el perdón de Dios. Mefistófele ha sido engañado; frustrado desaparece en las profundidades de la tierra
mientras Fausto muere y un coro celestial canta, una vez más, bellas melodías de redención eterna.

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