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EL LEÓN Y EL RATÓN

Adaptación de la fábula de Esopo por Cristina Rodríguez Lomba

1 Narrador: Érase una vez un león que vivía en Ratón: (Suplicando e intentando zafarse del 45 Ratón: (Susurrando) ¡Vengo a ayudarle,
la sabana. Un día como otro cualquiera león) ¡No, por favor! Déjeme ir. Le prometo amigo!
estaba el majestuoso animal tumbado 25 que no volverá a suceder. Permita que me León: Ya te dije que alguien como tú,
plácidamente junto a un arbusto. Un vaya a mi casa y quizá algún día pueda pequeño y débil, jamás podrá hacer algo por
5 ratoncillo de campo que pasaba por allí, se agradecérselo. mí.
le subió encima y empezó a dar saltitos
sobre su cabeza. El león, que sintió el León: ¿Tú? ¿Un insignificante ratón? No veo Ratón: ¡No esté tan seguro! No se mueva
cosquilleo de las patitas del roedor, se qué puedes hacer por mí. que yo me encargo de todo.
despertó. Pilló al ratón desprevenido y de un
10 zarpazo, le aprisionó sin que el animalillo Ratón: (Llorando desesperado) ¡Por favor, 50 Narrador: El ratón afiló sus dientecillos con
pudiera ni moverse. perdóneme! un palo y muy decidido, comenzó a roer la
cuerda que le tenía inmovilizado. Tras un
León: ¿Cómo te atreves a molestarme? Soy 30 Narrador: Al ver sus lágrimas, el león se buen rato, la cuerda se rompió y león quedó
el rey de los animales y a mí nadie me conmovió y liberó al roedor, no sin antes libre.
fastidia mientras descanso. advertirle que no volviera por allí.
Pocos días después, paseaba el león por sus 55 León: (Sonriendo agradecido) ¡Muchas
Ratón: (Con voz temblorosa u casi inaudible) 35 dominios cuando cayó preso de una trampa gracias, ratón! Me has salvado la vida. Ahora
15 ¡Lo siento, señor! No era mi intención que habían escondido unos cazadores. El entiendo que nadie es menos que nadie y
importunarle. Sólo estaba divirtiéndome un pobre se quedó enredado en una maraña de que cuando uno se porta bien con los
rato. cuerdas de la que no podía escapar. demás, tiene su recompensa.
Atemorizado, empezó a pedir ayuda. Sus
León: (Indignado) ¿Y te parece que esas son 40 rugidos llegaron a oídos del ratoncillo, que 60 Narrador: La moraleja de esta historia es
formas de divertirse? ¡Voy a darte tu reconoció la voz del león. Sin dudarlo salió que nunca hagas menos a nadie porque
20 merecido! corriendo en su auxilio. Cuando llegó se parezca más débil o menos inteligente que
encontró al león atrapado. tú. Sé bueno con todo el mundo y los demás
serán buenos contigo.
RUMPELSTILTSKIN

1 Narrador: Había una vez un pequeño reino donde Rumpelstiltskin: No llores muchacha, yo puedo
vivían un molinero y su hija. Un día vieron pasearse 30 ayudarte… si me entregas alguna cosa de valor. Narrador: A la reina se le había ocurrido una idea y
cerca de su casa al rey que se acercó cautivado por la llamando al mensajero del reino le dio las
belleza de la joven. El molinero, pensando que el rey Muchacha: Pero yo soy solo una pobre molinera que instrucciones para salvar la vida de su hijo.
5 podría casarse con su hija intentó engañarlo para no tiene ninguna riqueza ¿Cómo podrías favorecerme
conseguir su cometido. si soy tan pobre? 60 Muchacha: Quiero que vayas por todo el reino y
preguntes a todos los que encuentres su nombre.
Molinero: ¡Oh gran majestad! Me siento honrado por Rumpelstiltskin: En ese caso me entregarás a tu Anótalos y tráeme la lista lo más rápido que puedas.
su visita. 35 primer hijo.
Narrador: El mensajero, para quien no había
Rey: Tu hija es hermosa, no hay duda, pero ¿tendrá Muchacha: ¿Mi primer hijo? recóndito lugar que no conociese del reino se fue a
10 virtudes que igualen su belleza? 65 conseguir los nombres de quien encontraba a su
Narrador: La muchacha, pensando que el duende no paso. Al tercer día llegó a palacio con el trabajo
Molinero: ¡Claro su majestad! Además de hermosa, podría realizar tal transformación y estando bajo cumplido.
ella es capaz de convertir la paja en oro hilándola con amenaza de muerte accedió al pedido. Por la noche, envuelto en tinieblas llegó el duende
una rueca. pensando que podría llevarse al bebé.
40 Muchacha: ¡Sí, haré lo que me pidas! Pero ayúdame
Rey: (Asombrado) ¡Pero qué virtud tan grande! o si no el rey me echará del reino. 65 Rumpelstiltskin: Bien, joven reina Si hoy no adivinas
15 Llévenla ahora mismo a palacio para poder ver esa mi nombre, me llevaré a tu hijo.
maravillosa habilidad. Narrador: Luego de convertir toda la paja en oro, el
duende desapareció. Cuando el rey llegó por la Narrador: Uno a uno la reina recitaba los nombres
Narrador: Así, el rey ordenó que llevasen a la hija del mañana, y vio todo el oro que habría deseado, se desde los más comunes hasta los más extravagantes.
molinero y la encerraran en una habitación llena de 45 casó con ella y la preciosa hija del molinero se Pero, a todos, el duende decía “así no me llamo”.
paja, donde también habían instalado una rueca. convirtió en reina. Un año después, trajo un precioso 70 Hasta que la reina leyó el último de los más raros
niño al mundo y en ningún momento se acordó del nombres.
20 Rey: Tienes hasta el amanecer para demostrarme duende. Pero un día apareció en su cuarto y le dijo:
que tu padre decía la verdad y convertir esta paja en Muchacha: ¿Quizá tu nombre es Rumpelstiltskin?
oro. De lo contrario, te arrojaré a la jaula de los Rumpelstiltskin: Dame lo que me prometiste.
leones. Rumpelstiltskin: (Gritando) ¿Cómo lo has adivinado?
(Sale) 50 Muchacha: (Desesperada) ¡Toma mis joyas, todos mis ¡Es imposible! ¡Te lo ha dicho el demonio!
vestidos y hasta mi oro te lo doy, pero déjame a mi
25 Muchacha: (Desesperada y llorosa) ¿Qué haré ahora hijo! 75 Narrador: En su enfado, el duende, hundió el pie
con toda esta paja?, ¡Oh! Y ahora ¿quién podrá derecho en la tierra tan fuerte que entró toda la
ayudarme? Rumpelstiltskin: Tus lágrimas me conmueven. Te pierna. Y cuando tiró con rabia de la pierna con las
daré tres días de plazo para adivinar mi nombre. Si lo dos manos se partió en dos. La reina nunca más tuvo
(Aparece un duende) 55 consigues, conservarás a tu hijo. que preocuparse y vivió muy feliz junto a su familia.
(Sale)
LA ASAMBLEA DE LOS RATONES
Personajes: Titino: La semana pasada se llevó a dos primos Ratón Pérez (nervioso): Pues... este... yo... com...
Titino nuestros y los guisó en aceite de oliva. pañeros... se me hace... este...
Ramona
Ratón Pérez Doña Ramona: Tenemos que pasarnos la vida Varios ratones:
Ratón Ramón encerrados y con hambre. Ya no me atrevo a salir ni ¡Que se siente!
Ratona Cola Flaca de día ni de noche. ¡Que se calle!
Otros ratones ¡No tiene nada que decir!
Gato Ratón Pérez: Bueno, bueno, basta de quejumbres. ¡Qué lata!
Tenemos que hacer algo y pronto. Ratón Ramón: Orden y respeto, señores ratones.
(Aparece doña Ramona y husmea por todas partes. Titino tiene la palabra.
Entra Titino.) Titino (entusiasmado): ¡Ya sé! Hagamos una junta de
todos los ratones del barrio. Entre todos podremos Titino: Me parece que sería una buena idea amarrar
Titino: Buenos días, doña Ramona. Hace rato que la pensar mejor cómo defendernos del gato. (gritando): al gato.
veo muy preocupada. ¡Compañeros ratones! ¡Vengan! ¡Tenemos asamblea!
Es muy urgente. Varios ratones al mismo tiempo:
Doña Ramona: ¡Cómo no lo voy a estar, Titino! Hace ¡Eso no sirve!
muchísimo rato que se fue el ratón Pérez y ésta es la (Van apareciendo varios ratones en escena) ¡Es muy complicado!
hora que no vuelve. ¡Somos muy chiquitos!
Titino (toca una campana): ¡Cállense ya, por favor! ¡No tenemos fuerza!
Titino (preocupado): ¡Qué barbaridad! ¡Ojalá no se
haya topado con el gato! (Paran los chillidos). Ratón Ramón: ¡Por favor, señores! Si hablan todos al
mismo tiempo... nunca nos podremos entender. ¡Qué
(Entra corriendo el ratón Pérez. La ratona Ramona lo Ratón Ramón: se sube a la mesa y grita: En este ratones tan indisciplinados!
abraza). momento me nombro presidente de esta honorable
asamblea. Estamos aquí reunidos para decidir qué Ratona Cola Flaca: Pido la palabra...
Ratón Pérez (sofocado): ¡Por fin estoy en casa! ¡Vaya hacer con ese gato güero, bigotudo, macanudo y
susto que me llevé! ¡El gato me dio una corretiza que corajudo. ¿Quién puede darnos una buena idea? Ratón Ramón (un poquito chistoso): Tómela,
por poco me deja sin la cola! señorita. ¿Cuál de todas quiere?
(Murmullos por parte de toda la asamblea).
Doña Ramona (quejumbrosa): El gato de antes era Ratona Cola Flaca: Yo opino que sería bueno echarle
flojo y dormilón y vivíamos más o menos tranquilos. Ratón Pérez: ¡Yo!... Pido la palabra. pintura en las patas al gato y así nos daremos cuenta
Pero ese gato güero es una verdadera desgracia. si ya pasó.
(Varios ratones): Que hable... que hable...
Varios ratones:
¡Es una buena idea! (Todos levantan la mano) (Los ratones se quedan paralizados y se acercan
¡No está del todo mal! lentamente haciendo circuló a su alrededor).
¡A mí me late esa idea! Ratón Ramón: ¡Aprobado!
Doña Ramona: (Se acerca al gato y le revisa el pie;
(Campanazos para hacer orden.) (Aplausos, murmullos, campanillazos). decididamente le coge el pie y le quita la tachuela
que le hacía doler) Ya está, esta tachuela es la
Titino: No estoy de acuerdo, compañeros. Porque si Ratón Pérez: Pido la palabra, me la tomo y pregunto: culpable.
el gato se pasea por todas partes con las patas ¿quién le pondrá el cascabel al gato?
pintadas, no sabremos nunca dónde está. Tintino: (Alcanzándole un pañuelo a Doña Ramona)
Ratón Pérez: Entonces nombraremos guardias para (Murmullos de preocupación). Toma véndale su pié y se calmará.
que nos avisen si viene.
Varios ratones: Gato Güero: (Suspirando) ¡Uff… qué sufrimiento!
Varios ratones: ¡He ahí el gran problema! Gracias, gracias a todos.
¡El gato se comerá a los guardias! ¡El enorme problema!
¡Vaya ocurrencia! ¡Yo tengo muchísimo catarro! (Estornuda) Ratón Pérez: (Dirigiéndose a todos) Vamos, huyamos
¡Sigamos pensando! ¡Yo estoy tan gordo que no puedo correr! antes de que el gato se reponga.
Yo no puedo ver de lejos.
(Campanillazos). Gato güero: No es necesario huir. Como
(Campanillazos). agradecimiento a partir de hoy ya no los perseguiré,
Titino: La ratoncita Cola Flaca tiene la palabra en adelante serán mis amigos ¿Qué les parece?
Ratón Ramón: ¡Orden! ¡Por caridad! ¡Orden!
Ratona Cola Flaca: Si me lo permite la asamblea, Ratón Ramón: No lo puedo creer, pero sí, vamos a ser
humildemente propongo otra idea: vamos a colgarle (Aparece el gato y todos los ratones corren de un amigos.
un cascabel al gato. lado a otro).
Gato güero: No se preocupen en adelante yo cuidaré
Varios ratones: Ratón Pérez (grita): ¡El gato, compañeros! ¡Sálvese de los ratones de este pueblo.
¡Claro! quien pueda!
¡Es una idea genial! (Sale y así termina la historia).
¡Un verdadero descubrimiento! (Todos corren en una gran confusión y no se dejan
¡Viva la Ratona Cola Flaca! agarrar por el gato. El gato en el centro del escenario
pisa una tachuela y comienza a gritar de dolor).
(Aplausos entusiasmados de la asamblea.
Campanillazos para reestablecer el orden) Gato güero: ¡Ay! ¡Ayy! ¡Ayayay! Que dolor, pobre mi
pie, mi piecito (llora y se tira al piso agarrándose la
Ratón Ramón: Se somete a votación. pata).
EL SAMURAI DE LOS GATOS
PRIMER ACTO Narrador: De pronto, el gato comienza a corretear al
(Se abre el telón) ratón, quien lo hace tropezar y roba otro trozo de TERCER ACTO
Narrador: Un samurái se encontraba durmiendo en queso antes de marcharse muy campante.
su casa, mientras tanto un ratón, muy sigiloso, se Narrador: Al día siguiente el samurái, sale a buscar un
acerca hasta la mesa y empieza a comer queso, Samurái: Un gato bello pero muy tonto, esto no es lo tercer gato. Vuelve a su casa, esta vez llevando a un
riendo maliciosamente. Luego, sin querer, hace un que estaba buscando. Mañana mismo me consigo a gato gordo y que se la pasa bostezando. El hombre se
ruido y el samurái se despierta. otro. lamenta.

Samurái: ¡¿Otra vez?! (Agarra una escoba para CUARTO ACTO Samurái: ¡Qué mala suerte la mía! Solo a mí se me
perseguir al ratón, quien rápidamente se escabulle Narrador: Al otro día, el samurái llega a casa ocurre buscar un nuevo gato en aquel templo zen.
fuera de escena). acompañado de otro gato, menos atractivo que el Animal más flojo no puede haber, este de seguro ni
anterior, pero con una astuta mirada. El felino siquiera va a hacer el intento.
Samurái: Esto no puede seguir así, mañana mismo me observa la habitación entera con sospecha.
consigo un gato. Narrador: El samurái se retira en dirección opuesta a
Samurái: Tú seguramente no me vas a fallar, dijeron donde ha entrado, siempre lamentándose y
SEGUNDO ACTO que eres el gato más listo de todo el pueblo. quejándose. Poco después el ratón vuelve a asomarse
Narrador: El samurái sale de su casa a buscar un gato y mira al gato, que se ha acostado a dormir en el
para deshacerse del ratón que se come su queso. Gato2: Así es, nadie es tan astuto como yo. En cuanto suelo.
Llega a su casa llevando consigo a un gato, el cual no ese torpe ratón asome la cabeza, será mi cena.
deja de acicalarse y camina vanidosamente. Ratón: ¿Y con eso se piensa que va a atraparme? Que
Samurái: ¡Pues bien! A esperar. samurái tan más tonto, si está claro que este gato es
Samurái: Un gato tan bello y magnífico como tú, un inútil. (Se acerca al felino). ¡Ni siquiera está
seguro que es buen cazador. Narrador: Los dos se sientan a aguardar la llegada del despierto! Que gato tan más tonto, ahora sí voy a
ratón, que se asoma muy tímidamente, sin atrever a poder comer a mis anchas, jajaja…
Gato1: Sí, sí, lo que digas. salir de su rincón.
Narrador: De repente, el gato lo atrapa de un zarpazo
Samurái: Venga, ¡deshazte de ese ratón en cuanto lo Samurái: ¿Qué le pasa? y lo tumba en el suelo, de donde el ratón no se vuelve
veas! a levantar.
Gato2: Sospecha de mí, al parecer no es un ratón tan
(El ratón se asoma curioso a escena). tonto. Gato: Seré gordo y dormilón, pero hasta yo tengo mis
mañas.
Samurái: ¡Mira, allí está! ¡Ve tras él! Samurái: Un gato inteligente pero demasiado
intimidante, esto no es lo que estaba buscando. Narrador: esta historia nos enseña que “las
Mañana mismo me consigo a otro. apariencias engañan”

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