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108 geológica 24 (1-2):

Acta M. M. Collantes
108–122, 108
y L. M. González: Mecanismos del proceso de desertificación...
2012

Mecanismos del proceso de desertificación en el valle


de Santa María, provincia de Tucumán (Argentina)

Collantes, Mirian M.; Leila M. González


Instituto de Geociencias y Medio Ambiente (INGEMA), Facultad de Ciencias Naturales e Inst. M. Lillo, Uni-
versidad Nacional de Tucumán (UNT). mcollantes@arnet.com.ar, leilamarina2003@yahoo.com.ar

Resumen — La desertificación constituye el mayor desafío ambiental que enfrentan las


regiones secas, principalmente con relación a su potencial productivo. Se define como “la
degradación de las tierras en zonas áridas, semiáridas y subhúmedas secas, como resultado
de diversos factores, incluyendo las variaciones climáticas y las actividades humanas” (UNC-
CD, 1994). En tal sentido, el valle de Santa María, ubicado en los cuadrantes suroccidental
de la provincia de Salta, noroccidental de la provincia de Tucumán y nororiental de la provincia
de Catamarca, presenta un severo cuadro de deterioro de las tierras, con un sistema antró-
pico-ambiental altamente degradado, destacándose entre los factores causales, la heteroge-
neidad del relieve, un clima árido-semiárido estacionalmente contrastado (con déficit hídrico
permanente y un régimen de precipitaciones estacional), materiales superficiales altamente
susceptibles a la remoción por el viento y el agua, pérdida o acentuada disminución de la
cobertura vegetal (representada por dos ecosistemas de características áridas, correspon-
dientes a las provincias fitogeográficas del Monte y la Prepuna), a causa del desmonte o
actividades extractivas diversas, sobrepastoreo y manejo incorrecto del suelo y el agua a lo
largo de varias centurias.
Teniendo en cuenta este contexto geoambiental y antropogénico, en este artículo se ana-
liza la influencia de la variabilidad climática actual y pasada y de la cobertura vegetal, como
factores de desertificación. Se estudian los procesos geomorfológicos vinculados al mecanismo
de la desertificación, tales como erosión hídrica, salinización de suelos, erosión y sedimenta-
ción eólica, pedregosidad (pavimento), etc. y su influencia en la heterogeneidad espacial de la
vegetación y los suelos.
Palabras clave: Desertificación, procesos geomorfológicos, vulnerabilidad ambiental, varia-
bilidad climática.

Abstract — “Mechanisms of the Desertification Process in the Santa María Valley, Tu-
cumán Province (Argentina)”. Desertification is the greatest environmental challenge facing dry
regions, mainly in relation to their productive potential. It is defined as “land degradation in
arid, semiarid and dry sub-humid zones as a result of various factors, including climatic vari-
ations and human activities” (UNCCD, 1994).
In this regard, the Santa Maria valley, located in the north-western quadrant of the prov-
ince of Tucumán and north-eastern of Catamarca, presents a severe picture of land deterio-
ration, with a highly degraded antropic-environmental system, the main causal factors being
the heterogeneity of the relief, an arid-semiarid seasonal contrast (with permanent hidric def-
icit and seasonal rainfall), surface materials highly susceptible to removal by wind and water,
loss or marked decrease in vegetation cover (represented by two ecosystems of arid charac-
teristics, Monte and Prepuna), because of cutting or diverse extractive activities, overgrazing
and improper management of soil and water, throughout several centuries.
Considering this geoenvironmental and anthropogenic context, this article analyzes the in-
fluence of current and past climate variability and cover of vegetation, as factors of deserti-
fication. We study the processes linked to the geomorphological mechanism of desertification,
such as water erosion, salinization of soils, wind erosion and sedimentation, stoniness (pave-
ment), etc. and its influence in the spatial heterogeneity of vegetation and soil.
Keywords: Desertification, geomorphological processes, environmental vulnerability, climatic
variability.

Recibido: 23/03/12 – Aceptado: 04/05/12


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INTRODUCCIÓN está afectando por arriba del 25% del área


de la tierra y a un índice acelerado, a nivel
El valle de Santa María presenta un severo global. Se asocia asimismo, a la pérdida
cuadro de deterioro de las tierras, con un sis- general de productividad de los ecosistemas
tema antrópico-ambiental altamente degra- afectados, impactando en las actividades
dado, destacándose entre los factores causa- humanas, limitando la capacidad de susten-
les, un clima árido-semiárido estacionalmen- tación, reduciendo la rentabilidad y deterio-
te contrastado, materiales superficiales alta- rando la calidad de vida de la población.
mente susceptibles a la remoción por el viento Por otra parte, si bien existe consenso en
y el agua, pérdida o acentuada disminución que las causas de la desertificación se deben
de la cobertura vegetal autóctona a causa del a variaciones climáticas y a las actividades
desmonte o actividades extractivas diversas, humanas, independientemente de ello, ésta
sobrepastoreo y manejo incorrecto del suelo y es considerada como un riesgo geomorfoló-
el agua a lo largo de varias centurias (Collan- gico distinto, debido a su impacto en el re-
tes et al. 2007; Sayago, 1992). Además de la lieve y en los procesos geomorfológicos (Al-
ocupación en épocas prehispánicas, con el cantara Ayala y Goudie, 2010).
arribo de la colonización, el valle fue someti- Desde el punto de vista de los factores
do a una mayor presión, a partir de la imple- antropogénicos, los mecanismos adjudicados
mentación de nuevos modelos de explotación a la mala gestión por parte del hombre en el
del ambiente y de innovaciones tecnológicas, uso de los recursos naturales, que conducen
a lo que se sumó el desconocimiento del fun- a la desertificación, incluyen: a) la sobre
cionamiento de las variables ambientales de explotación, en la que el suelo se agota por
dicho ecosistema y una explotación perma- pérdida de nutrientes, reduciendo o elimi-
nente y continua de los recursos (Maggi y nando la cobertura vegetal, lo que favorece
Navone, 2011). la erosión, b) la tala excesiva de la vegeta-
Cabe destacar que las crónicas de los pri- ción autóctona, c) la aplicación de técnicas
meros españoles que ocuparon los valles ári- agrícolas o de labranza rudimentarias o
dos del noroeste, demuestran cómo fue el poco adecuadas, d) el sobrepastoreo de ani-
proceso de explotación y degradación de los males domésticos, e) el mal manejo del
recursos en la región (Niz, 2003). agua, principalmente para irrigación, lo
Así, el valle se encuentra sometido a un cual induce la salinización de los suelos,
acelerado proceso de desertificación, que en proceso que a su vez influye negativamente
este trabajo se define como “la degradación en su rendimiento e inhibe el desarrollo de
de las tierras en zonas áridas, semiáridas y la vegetación.
sub-húmedas secas, como resultado de diver- De acuerdo con Reynolds et al. (2007),
sos factores, incluyendo las variaciones cli- los ecosistemas de las áreas secas (zonas
máticas y las actividades humanas”, de áridas, semiáridas y subhúmedas) poseen un
acuerdo a la Convención de las Naciones frágil equilibrio y son muy sensibles a la
Unidas para la Lucha contra la Desertifica- degradación; sus diversas variables ecológi-
ción. Este proceso ha sido descripto por las cas y sociales determinan la existencia de
Naciones Unidas como uno de los aspectos múltiples umbrales y un cambio en uno de
del cambio climático global más importan- ellos puede disparar cambios en los otros.
tes a los que se enfrentan estas regiones, Por lo tanto, es imprescindible el conoci-
principalmente con relación a su potencial miento de estas variables ambientales y sus
productivo, incluyendo condicionantes hu- respectivos umbrales a nivel local o regio-
manos y ambientales (UNCCD, 1994). Na- nal, aspecto que normalmente no es tenido
ciones Unidas expresa además, que la degra- en cuenta; su conocimiento e interrelación
dación de las áreas secas amenaza las condi- permite definir “síndromes de degradación”,
ciones de vida de más de 900 millones de que resultan de la combinación de variables
personas en más de 100 países; el proceso específicas para cada región.
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En regiones como el área de estudio, la sobre cuál será la respuesta del paisaje a di-
variabilidad climática estacional y multi- chos cambios, los cuales ya comenzaron a
anual actual y las oscilaciones ocurridas manifestarse. Así, la identificación de indica-
durante el Holoceno, sumadas a la presión dores de procesos biofísicos es de gran im-
antrópica durante varias centurias (vincula- portancia como paso previo para determinar
da fundamentalmente al uso excesivo de la umbrales de degradación y posibilidades de
tierra), ha generado una larga cadena de recuperación de las áreas desertificadas.
procesos de desertificación, que condujeron a Reynolds et al. (2005) expresan que las con-
la destrucción de la capacidad de regenera- secuencias biofísicas de la desertificación
ción de la cubierta vegetal necesaria o sufi- difieren en las diferentes regiones en función
ciente para proteger la superficie del suelo de: a) intensidad y número de factores cau-
de la erosión, produciendo una “metamorfo- sales involucrados, b) extensión del área
sis” en el primitivo paisaje, restringido en la afectada, c) dimensión temporal de la de-
actualidad a un estrato arbustivo esparcido y gradación. Expresan asimismo, que su estu-
monótono, rodeado por suelos altamente dio debe ser realizado desde una perspectiva
degradados, con escasos árboles en áreas espacio-temporal e interdisciplinaria, inclu-
con alguna disponibilidad de humedad (Co- yendo aspectos climáticos, ecológicos, socia-
llantes et al. 2007; Collantes y Niz, 2009; les y económicos, es decir, estudios que per-
Collantes et al. 2011). mitan establecer la relación entre sistemas
En este contexto geoambiental y antropo- biofísicos y socioeconómicos.
génico, se desarrollan procesos geomorfoló- Se impone entonces el análisis dinámico e
gicos tales como erosión hídrica (laminar, integrado de los factores causales y mecanis-
surcos y cárcavas), erosión y sedimentación mos generadores de los cambios ambientales
eólica, pedregosidad (pavimento), forma- producidos en el área propuesta para su estu-
ción de badlands, formación o reactivación dio. A partir del concepto de que clima y relie-
de dunas, salinización y encostramiento de ve constituyen los factores independientes del
suelos, remoción y transporte de sedimentos paisaje del cual dependen los restantes facto-
hacia los cauces. Su alta susceptibilidad a la res, como escurrimiento superficial y subsu-
erosión eólica (deflación) y el acelerado pro- perficial, evolución del suelo, cobertura vege-
ceso de acumulación, principalmente duran- tal, etc. (Sayago, 1982), el presente estudio,
te la estación seca, permitieron el desarrollo tiene como objetivo analizar los mecanismos
de campos dunarios, en parte estabilizados de la desertificación en el valle de Santa Ma-
y en parte activos, claramente visibles en ría (sector tucumano), ya sea que deriven de
ambas márgenes de la llanura de inunda- ésta o que contribuyan a su acentuación. Des-
ción del río Santa María. Por otra parte, la de esta perspectiva, se tienen en cuenta aspec-
retroalimentación entre erosión hídrica y tos vinculados a las características climáti-
eólica ha potenciado el impacto de las preci- cas, el dinamismo de la cobertura vegetal y
pitaciones sobre el paisaje, contribuyendo las consecuencias geomorfológicas del proce-
prácticamente a la desaparición del primiti- so de degradación del paisaje.
vo suelo, el cual sólo se conserva como un
suelo enterrado remanente, en los pedestales C ARACTERÍSTICAS
que soportan la vegetación actual, espacial- DEL ÁREA DE ESTUDIO
mente heterogénea. El valle de Santa María se extiende desde
Como un factor adicional aparece la el cuadrante suroccidental de la provincia
perspectiva de los cambios climáticos globa- de Salta, hasta el cuadrante nororiental de la
les, cuyos efectos sobre la dinámica hidroló- provincia de Catamarca (Argentina) y forma
gica, edáfica y de la vegetación de los eco- parte del denominado “Valle Calchaquí”. En
sistemas productivos regionales y la pobla- este estudio, se pone énfasis en el sector del
ción, no pueden dejar de ser considerados. valle localizado en la provincia de Tucumán
En tal sentido, surge entonces el interrogante (Figura 1). Constituye una depresión tectóni-
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ca ubicada en sentido norte-sur, limitado al La vegetación está representada por la


este por las sierras de Aconquija y Cumbres estepa arbustiva de las provincias fitogeográ-
Calchaquíes y al oeste por la Sierra Quilmes ficas del Monte (fondo de valle y piedemon-
o del Cajón, con una altitud promedio de tes) y de la Prepuna (laderas) (Perea, 1995,
1800 msnm. Posee un clima árido-semiári- 1997). Así, pueden encontrarse: especies ar-
do, con déficit hídrico permanente y un régi- bóreas, como algarrobos (Prosopis alba y
men de precipitaciones altamente estacio- Prosopis nigra), churquis, (Acacia caven) ar-
nal, con aproximadamente entre 200 y 300 cas (Acacia visco), chañares (Geoffroea de-
mm anuales. Las precipitaciones decrecen corticans); breas (Cercidium praecox). Arbus-
hacia el oeste (ladera oriental de la Sierra tos como Bulnesia sp.; Monthea aphylla, ja-
de Quilmes), hasta alcanzar 150 mm, regis- rillales de Larrea cuneifolia y Larrea divari-
trándose el mayor porcentaje de lluvias entre cata. Cactáceas como los cardones (Trichoce-
octubre y abril, con un déficit hídrico eleva- reus atacamensis); Opuntia sulphuria. Espe-
do, de aproximadamente 500 mm anuales cies de zonas inundadas o ribereñas, como
(Tineo, 2005). pajonales formados por totoras (Typha lati-
Este régimen de precipitaciones altamen- folia) y juncales (Juncus sp.).
te influidas por el anticiclón del atlántico, es
uno de los determinantes de las característi- METODOLOGÍA
cas de la vegetación y el escurrimiento su-
perficial y tiene un gran impacto en la ero- El estudio está basado en diferentes tipos
sión de suelos. de información colectada en el terreno y en

Figura 1. Ubicación del área de estudio.


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laboratorio. Para la evaluación de la varia- paciales, con el propósito de establecer pre-


bilidad climática ocurrida durante el Holo- liminarmente si su distribución refleja osci-
ceno, se tuvieron en cuenta estudios preexis- laciones climáticas, degradación provocada
tentes efectuados sobre el “barniz de las ro- por la actividad humana o la influencia de
cas”, más conocido como “barniz del desier- procesos geomorfológicos. Cabe tener en
to”, realizados en el ámbito del valle de San- cuenta lo expresado por Tongway et al.
ta María, dada su importancia como indica- (2004), con relación a que la heterogenei-
dor de la variabilidad climática ocurrida en dad espacial de la vegetación y de las condi-
la región, principalmente durante el mencio- ciones ambientales, es una de las principales
nado periodo (Collantes y Somonte, 2007; características de regiones áridas y semiári-
Somonte y Collantes, 2007; Somonte, 2009). das. Se tiene en cuenta además, una data-
Con respecto a la variabilidad climática ción cronológica de los depósitos asociados a
actual, se analizó la información aportada un pedestal, con el propósito de determinar
por Labraga y Villalba (2009) y Maggi y Na- la edad aproximada de éstos, como un indi-
vone (2011), ya que posee estrecha relación cador de los inicios del proceso de degrada-
temática con este estudio. Es decir, se toma en ción de los suelos en el valle.
consideración la información climática rele- Las características edáficas también se
vante para estudios geomorfológicos específi- reflejan a partir de datos de salinidad-sodici-
cos, como es el proceso de desertificación. Por dad determinados en los perfiles (descripcio-
otra parte, como es sabido, es altamente difi- nes de suelos), estudiadas en las menciona-
cultoso contar con registros meteorológicos das unidades geomorfológicas (González et
continuos y actualizados de la región, razón al. 2011).
por la cual se tuvo en cuenta además, la in-
formación climática del área de estudio apor- RESULTADOS Y DISCUSIÓN
tada por Bianchi y Yañes (1992), Tineo et al.
(1998) y Tineo (2005). L A VARIABILIDAD CLIMÁTICA
Por otra parte, las observaciones de cam- COMO FACTOR DE DESERTIFICACIÓN
po efectuadas en diferentes periodos del año, En regiones como el área de estudio, en
permitieron identificar y analizar la dinámi- donde los procesos ambientales tienen un
ca de los procesos geomorfológicos predomi- alto dinamismo, tanto desde el punto de vis-
nantes, causantes y/o resultantes del proceso ta espacial como temporal, interpretar la
de desertificación. interrelación entre variabilidad climática
Se obtuvieron datos de cobertura vegetal actual y pasada y la evolución de la deserti-
durante la estación húmeda y durante la es- ficación, permite entender con cierta aproxi-
tación seca (durante dos años consecutivos), mación, no solo su efecto sobre la dinámica
a través de una toposecuencia que incluye las de los procesos geomorfológicos, sino tam-
principales unidades de relieve: Ladera (alta bién sobre aquellos ecológicos e hidrológi-
y baja), Piedemonte superior, Piedemonte cos y además el impacto que podría tener el
inferior y Valle fluvial (incluyendo Terrazas y cambio climático, que ya ha comenzado a
Llanura de inundación). Para tales medicio- manifestarse.
nes, se siguieron los criterios establecidos La precipitación media anual para esta
para el cálculo del factor “C” de la USLE región es menor que 400 mm, altamente es-
(Ecuación Universal de Pérdida de Suelo, tacional; solo un 20 % ocurre durante el in-
Wischemeir y Smith, 1978). vierno. El ecosistema está adaptado a estas
Se efectuó el estudio de los pedestales, condiciones, principalmente la vegetación,
que soportan la vegetación arbustiva, tenien- la cual presenta en algunos sectores, cam-
do en cuenta su importancia como indica- bios significativos entre una estación y otra,
dores de desertificación, tanto desde el punto reflejándose esto no solo en las mediciones
de vista de su composición edáfica como de realizadas a campo, sino también en la fiso-
su distribución, patrones y/o relaciones es- nomía paisajística del lugar.
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A pesar de la importancia de la vegeta- condiciones áridas y semiáridas;


ción y de las propiedades de los suelos, las – puede ser de diferentes tipos desde el
precipitaciones tienen una influencia domi- punto de vista geoquímico;
nante en la generación de procesos erosivos, – es el resultado de procesos físico-quí-
principalmente durante la estación húmeda. micos acrecionales y de diferentes tipos de
Si ocurre un aumento inusual de lluvias, la meteorización;
actividad de estos procesos es mayor aún, – su composición química no guarda re-
que frente a condiciones normales. Es decir, lación alguna con el sustrato rocoso o mate-
por ejemplo, el aumento de precipitaciones rial sobre el cual se desarrolla;
ocurridas en estos últimos años (Labraga y – su desarrollo requiere condiciones de
Villalba 2009), si bien puede favorecer en estabilidad morfogenética y morfotectónica.
parte el desarrollo de la vegetación, produce Teniendo en cuenta el resultado de data-
un incremento de los procesos erosivos. Se- ciones por VML (varnish microlamination)
gún Schlesinger et al. (1990), en ambientes efectuadas sobre muestras de clastos barni-
desertificados es mayor el impacto sobre los zados de la localidad de Amaicha del Valle,
procesos del ecosistema de los eventos episó- Somonte (2009) determina que la formación
dicos, como lluvias o tormentas torrenciales de la microestratigrafía de esta pátina (al-
y tormentas de polvo. Por ejemplo, aumentan ternancia de capas oscuras ricas en Mn y Ba
los mecanismos de meteorización, el escurri- y capas anaranjadas y amarillas ricas en Si
miento y el transporte de materiales en sus- y Al), está fuertemente influenciada por va-
pensión hacia los cauces de los ríos. riaciones climáticas regionales. En este con-
Es decir, el impacto de la variabilidad texto, el estudio del barniz permitió determi-
climática en el área estudiada está muy lejos nar con cierta precisión la variabilidad cli-
de ser simple, porque éste no sólo depende mática ocurrida en el área de estudio duran-
de parámetros tales como precipitaciones y te el Holoceno y principalmente en tiempos
temperaturas, sino también de factores ex- históricos, con miras a tratar de interpretar
trínsecos al clima, como son el tipo de ma- su influencia (o no) en los procesos de deser-
nejo de las tierras, propiedades edáficas y tificación y por lo tanto, su impacto sobre el
variación espacial de los suelos, característi- ecosistema. Tal como se observa en la Tabla
cas topográficas, dinámica geomorfológica e 1, a través de esta técnica se detectaron
historia ocupacional del valle. ocho eventos húmedos durante el Holoceno,
Una herramienta que se ha utilizando en entre 7300 AP y 300 AP.
el área de estudio, para determinar las va- Teniendo en cuenta esta información, el
riaciones climáticas pasadas, es el barniz de último evento húmedo que habría dado lu-
las rocas (Collantes y Somonte, 2007; So- gar a la formación de microláminas de bar-
monte y Collantes, 2007; Somonte, 2009).
Éste, también conocido como “barniz del de-
sierto”, es una película fina (pátina) de tonos Tabla 1. Dataciones de los eventos húmedos
de la microlaminación del barniz de las rocas
oscuros que recubre las rocas/clastos ex-
de Amaicha del Valle (tomado de Somonte,
puestos en la superficie como resultado de
2009).
procesos sedimentarios y geomorfológicos.
Sus características químicas y morfológicas Eventos húmedos Datación años AP
han permitido su utilización como indicador
de eventos paleoclimáticos, paleoambienta- WH7+ 6500-7300
WH6+ 5900-6500
les y arqueológicos (Oberlander, 1994). Te-
WH6 5900
niendo en cuenta las diferentes hipótesis WH5 4100
existentes acerca de su génesis, Somonte y WH4 2800
Collantes (2007), expresan que: WH3 1400
– se forma en diferentes ambientes mor- WH2 1100-900
foclimáticos, si bien es más frecuente bajo WH1 650-300
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niz, se produjo entre 650 AP y 300 AP. Dicho ria orgánica, a través de la descomposición
evento cobra gran importancia con relación de hojas, raíces, etc.; por otra parte, al mo-
a la variabilidad climática en el valle de dificarse el espesor del suelo (principalmen-
Santa María, debido a que se corresponde te del horizonte superficial), cambia la po-
con el desarrollo de un paleosuelo (A-C o A/ rosidad y consecuentemente los procesos hi-
AC-C), detectado en los estudios de suelos drológicos que favorecen el desarrollo de la
efectuados en “pedestales”, que arrojó una vegetación (Mulligan 1998).
edad de 435 ± 15 AP, obtenida mediante Entre los pedestales que contienen princi-
AMS (Acelerador de Partículas) (Collantes et palmente a la vegetación arbustiva, el hori-
al. 2011). Este paleosuelo constituye un indi- zonte “A” ha sido erosionado, mayormente
cador de un evento húmedo, que habría por erosión hídrica (una combinación del
dado lugar a la formación de un suelo de impacto de la gota de lluvia y erosión lami-
moderado desarrollo que cubría gran parte nar o mantiforme) y erosión eólica, origi-
del valle y que fue removido por procesos nando en algunos casos vías de escurrimien-
erosivos, quedando en la actualidad solo to (surcos o cauces efímeros) y en otros una
conservado en los pedestales. cobertura pedregosa de clastos o pavimento.
Debido a que la infiltración es mayor en los
E L FACTOR COBERTURA VEGETAL pedestales que entre ellos, los flujos manti-
Y LOS PROCESOS DE DESERTIFICACIÓN formes (overland flow) son generados prefe-
La génesis y dinamismo de la heteroge- rentemente entre éstos, concentrándose aguas
neidad espacial de la cubierta vegetal en abajo (siguiendo las pendientes) en surcos
áreas desertificadas es aún motivo de con- de escurrimiento bien definidos.
troversia. Tongway et al. (2004) expresan De acuerdo a las mediciones que se rea-
que dicha heterogeneidad puede deberse a lizaron (cálculo del factor “C” y controles en
diferentes causas: fragmentación de una cu- el terreno), la superficie de los glacis, por
bierta vegetal continua preexistente debido a ejemplo, presenta aproximadamente un 50%
actividades humanas, el resultado de oscila- de cobertura vegetal, caracterizada por ar-
ciones climáticas ocurridas en el pasado bustos en pedestales (principalmente Larrea
(Holoceno principalmente), impacto de las sp.). Éstos poseen un ancho promedio que
precipitaciones o la acción de procesos puede variar entre 1,20 y 2,10 mts, con una
geomorfológicos. separación entre ellos de entre 1,65 y 2,55
Como se dijo anteriormente, la vegeta- mts., aproximadamente. El suelo desnudo,
ción en el valle de Santa María es una mez- ya sea entre los pedestales o no, presenta
cla de parches de especies leñosas, arbóreas entre un 90-95% de cobertura de clastos.
y arbustivas (más abundantes), con estratos Siguiendo los criterios para determinar el
herbáceos (predominando especies anuales Factor “C” de la USLE (Ecuación Universal
especialmente en la estación húmeda). Con de Pérdida de Suelo), se efectuaron medicio-
relación a este factor, Collantes et al. (2007) nes de cobertura de mantillo (mulch) y cano-
determinaron los siguientes indicadores bió- pia en las unidades de relieve. Su estudio es
ticos de desertificación en el área de estudio: importante, ya que la canopia y la cobertura
disminución de la cobertura vegetal, cam- vegetal en general, son responsables de la
bios en la composición de las especies, pér- interceptación y el decrecimiento de la ener-
dida de biodiversidad, cambios en el patrón gía de impacto de la gota de la lluvia; mien-
de distribución de los recursos vegetales, ve- tras que el mantillo promueve la infiltración
getación en pedestal, reducción de la capaci- en el suelo y reduce la velocidad de los flujos
dad de recuperación del ecosistema y stress laminares y su presión hidráulica, disminu-
fisiológico. Estos cambios en la vegetación yendo la erosión potencial.
no solo potencian la erosión de los suelos, Analizando la comparación entre el com-
sino que impactan en las propiedades edáfi- portamiento de la vegetación, para ambas
cas necesarias para la producción de mate- estaciones (Figura 2), seca y húmeda, la co-
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bertura promedio de mantillo muestra dife- el desarrollo de procesos erosivos, principal-


rencias significativas para el periodo consi- mente por acción de la escorrentía. También,
derado (dos años consecutivos). Aumenta las mediciones reflejan un aumento de la co-
considerablemente durante la estación húme- bertura de mantillo (mulch), siempre durante
da (Figura 3b), prácticamente en todas las la estación húmeda, en las terrazas fluviales.
unidades de relieve, excepto en las áreas de Opuestamente, la cobertura de mantillo dis-
piedemonte (apical y distal), lo cual favorece minuye en la llanura de inundación, unidad

Figura 2: Relaciones de cobertura (mantillo y canopia), determinados para ambas estaciones,


húmeda y seca: 1-2-3, Ladera alta; 4-5, Ladera baja; 6-7-8, Piedemonte apical; 9-10-11,
Piedemonte distal; 12-13-14: terrazas (alta y baja); 15: llanura de inundación.
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que es completamente cubierta por pastizales les), su distribución irregular genera superfi-
y vegetación típica de áreas anegadas. En la cies desprovistas de cobertura, siendo estas
estación seca, en tanto, los procesos de evapo- áreas más susceptibles al impacto de la gota
transpiración y, consecuentemente, la sequía de lluvia, con un aumento de la erosión o
de estos pastizales, unido a la depositación de remoción del suelo y el consecuente transpor-
sales en superficie, generan una cobertura de te de sedimentos.
residuos compuesta por raíces y hojarasca en Por otra parte, cuando hay dominancia
diferentes grados de descomposición. Como de arbustos, se incrementa la heterogenei-
dato adicional, la presencia de residuos (man- dad en las propiedades de los suelos, debido
tillo) durante la estación seca, puede ser un a que la infiltración efectiva de la lluvia está
indicador de la disponibilidad de materia or- confinada a las áreas debajo de la canopia
gánica superficial para la descomposición y de éstos, mientras que en los espacios entre
reciclaje de nutrientes (Tongway et al. 2004). ellos, se generan flujos mantiformes, que
El estudio de la canopia adquiere relevan- contribuyen a la pérdida de suelos y de nu-
cia en regiones secas y principalmente en trientes.
aquellas con algún grado de desertificación,
por cuanto juega un rol importante en la regu- D ESERTIFICACIÓNY PROCESOS
lación de los procesos hidrológicos y en los GEOMORFOLÓGICOS
cambios en las propiedades de los suelos, dis-
minuyendo la energía de la lluvia y por lo tan- Erosión hídrica. — Como ya se expresara, las
to su poder erosivo, los procesos de compacta- precipitaciones son uno de los determinantes
ción y encostramiento del suelo. Vásquez de las características de la vegetación y el es-
Méndez et al. (2010), a través de estudios currimiento superficial y tienen un gran im-
efectuados en regiones semiáridas, han de- pacto, principalmente en la erosión de suelos.
mostrado que existe una relación inversa en- Sabemos que la erosión es una función de la
tre el aumento del escurrimiento y el área cu- erosividad de la lluvia (expresada por la in-
bierta o protegida por canopia. Este resultado tensidad y la energía de cada tormenta; Wis-
es indicativo de la importancia de la cobertu- chmeier y Smith, 1978) y de la erodabilidad
ra de canopia en la regulación de procesos de de los suelos. En tal sentido, Reynolds et al
escurrimiento y en consecuencia, en la dismi- (2005) expresan que muchas zonas secas tie-
nución de pérdida de suelo. Asimismo, Schle- nen bajos contenidos de materia orgánica y
singer et al. (1990) expresan que la canopia una baja estabilidad estructural; tanto la la-
de los arbustos genera islas de fertilidad de- branza como el pastoreo de animales domés-
bajo de ella, las cuales se transforman en si- ticos tienen impactos significativos en el cor-
tios favorables para su regeneración, prolife- to plazo, de modo que estas regiones son
ración y persistencia, limitando la posibili- muy sensibles a la degradación, con profun-
dad de recuperación de la vegetación primiti- das implicaciones sociales y económicas.
va (generalmente pastizales), que fuera su- En el área de estudio, los flujos hídricos
plantada por los arbustos. tienen un patrón temporal restringido a la
En el área de estudio, los valores de ca- estación húmeda. Cuando la vegetación no se
nopia dentro de cada unidad de relieve (Fi- repone, durante la estación húmeda se desa-
gura 2) no presentan en general variaciones rrolla la erosión laminar o mantiforme (over-
considerables entre una estación y otra. Solo land flow). Este proceso de escorrentía super-
se observa algún aumento, en las áreas pe- ficial transporta restos orgánicos, nutrientes
demontanas y en las terrazas. No obstante, disueltos y sedimentos, que van deteriorando
a pesar de que la canopia puede ser más la estabilidad estructural de los suelos y acre-
alta durante la estación húmeda en algunos centando su heterogeneidad espacial.
sectores (principalmente en las áreas con La presencia de un suelo remanente en los
cobertura de arbustos, más que en aquellas pedestales (paleosuelo), demuestra que la
con otro tipo de cobertura, como ser pastiza- conversión de áreas cubiertas por árboles o
Acta geológica 24 (1-2): 108–122, 2012 117

pastizales, en áreas con arbustos ha sido ción de tierras secas, “el estado último del
acompañada por desarrollo de surcos y cár- cual es difícil volver”. Este proceso es espe-
cavas de erosión, formación de pavimento o cialmente serio en regiones áridas y semiári-
pedregosidad y por lo tanto, por pérdida del das, en donde la evaporación potencial exce-
horizonte productivo. Los materiales finos de la cantidad de agua infiltrada, aportada
acumulados debajo de los arbustos podrían por las lluvias, produciendo en consecuencia
comportarse como islas de fertilidad caracte- la acumulación de sales cerca de la superfi-
rizadas por una mayor infiltración, concen- cie del suelo (Mainguet, 1999, citado por Al-
tración de materia orgánica (restos de plan- cantara Ayala y Goudie, 2010). En general,
tas y excrementos) y alto nivel de nutrientes. pueden haber dos clases de sales afectando
Los arbustos son de fácil regeneración en los los suelos de regiones secas:
pedestales, pero es difícil el crecimiento de – sales neutras, mayormente clorídicas y
plantas entre ellos. En consecuencia hay un sulfatos (de sodio, magnesio o calcio), que
aumento de la heterogeneidad espacial en la inhiben el crecimiento de las plantas;
provisión de humedad y en el recurso suelo lo – sales alcalinas (de sodio y carbonato),
cual es considerado como característico del que producen un deterioro de la estructura
proceso de desertificación en regiones áridas- del suelo, debido a la dispersión de partícu-
semiáridas (Figura 3). las de arcilla, cuyo efecto es la alcaliniza-
Abrahams et al. (1995) atribuyen los pro- ción o sodificación. Los suelos sódicos tienen
cesos de erosión de las áreas con vegetación una baja permeabilidad al agua y el aire, un
arbustiva, en ambientes desertificados, a tres pH alto, consecuentemente reducen la dispo-
factores: nibilidad de nutrientes para las plantas (Al-
– aumento de flujos mantiformes y más cantara Ayala y Goudie, 2010).
rápidos que en áreas cubiertas por otros ti- De acuerdo con González et al. (2011), la
pos de vegetación, como pastizales; unidad de relieve correspondiente al valle flu-
– escasa protección al impacto de la gota vial del río Santa María (terraza alta, terraza
de lluvia en el suelo desnudo, entre los pe- baja y llanura de inundación estacional), pre-
destales; senta graves problemas de salinidad-sodici-
– los suelos de los arbustos son más sus- dad que limitan su aptitud para la agricultu-
ceptibles a la acción de heladas en la época ra, especialmente en las terrazas alta y baja.
invernal. La Terraza alta está caracterizada, desde el
Como resultado de ello, el desarrollo de punto de vista edáfico, por un Torrifluvent,
pedestales está siempre acompañado por la con baja salinidad en superficie 1.61dS/m que
decapitación del horizonte “A”, desarrollo de se eleva a 10.4dS/m a los 50 cm, mientras el
surcos y cárcavas de erosión y formación de pH baja de 8.96 en superficie a 7.75 en pro-
pavimento, situación presente en el área de fundidad, el RAS (Relación de Absorción de
estudio. Sodio) baja de 15.7 a 7.3, siempre con una
Por otra parte, en aquellas áreas bajas en fuerte presencia de Na.
las cuales se produce la concentración de flu- En la Terraza baja no cultivada, que ge-
jos hídricos durante la estación seca, al ser neralmente presenta anegamiento durante la
sometidas a una intensa evapotranspiración, estación húmeda, por sus características to-
se desarrollan encostramientos y grietas de pográficas o por los desbordes de la llanura
desecación, principalmente en materiales de de inundación en años muy húmedos, la sa-
grano fino. Su formación aumenta la dispo- linidad refleja la dinámica hidrogeomorfo-
nibilidad de material para la erosión hídri- lógica estacional. Ésta fluctúa entre 7.66 dS/
ca y eólica. m en superficie, pasando a 37.5 dS/ms a los
50 cm y 14,4 en profundidad. El RAS es de
Salinización.— La salinización o acumula- 14.8 en superficie, 37,5 en los horizontes
ción de sales en el suelo, ha sido descripta subsuperficiales y 14.4 en profundidad, refle-
como el aspecto más crítico de la degrada- jando condiciones salino-sódicas. Se trata de
118 M. M. Collantes y L. M. González: Mecanismos del proceso de desertificación...

un Natrustol fuertemente degradado por de- la estación húmeda y seca (Abril) el suelo
forestación y sobrepastoreo (Figura 4a). presentó tenores de salinidad de 150dS/m en
En la Terraza baja cultivada, es evidente superficie, 90 dS/m a 40 cm y 29dS/m a 60
la influencia de la irrigación en sus caracte- cm, siempre con valores de pH superiores a
rísticas químicas ya que cuanto más cercano 9.5. Es decir, esta unidad refleja en su diná-
al periodo de regadío menores son la salini- mica hidrogeomorfológica y edáfica la in-
dad y la sodicidad, siempre con un pH de 9 fluencia de un clima árido estacionalmente
o mayor. A pesar de sus limitaciones edáfi- contrastado (Figura 4b).
cas, ha sido regularmente cultivada bajo rie-
go, siempre con resultados negativos. Pedregosidad (pavimento).— La pedregosi-
La Llanura de inundación, durante la es- dad es el resultado del impacto de la gota de
tación húmeda se anega lo cual determina lluvia y del movimiento de partículas por el
una disminución de la salinidad aunque a agua (erosión areolar o mantiforme), debido
medida que progresa la estación seca, esta a que los suelos son cada vez más someros y
aumenta por el ascenso capilar de las sales. frágiles y a un intenso proceso de deflación.
Por caso, en un periodo de transición entre La deflación es el proceso geomorfológico

Figura 3. a) Arbusto con raíces expuestas en superficie debido a la intensa erosión hídrica
(erosión laminar) y erosión eólica (deflación); b) Arbustos halófitos en pedestales y vegetación
efímera indicando concentración de escorrentía durante la estación húmeda.

Figura 4. a) Suelos salinos de la Terraza alta con vegetación adaptada a estas condiciones;
b) Concentración de sales en superficie en la llanura de inundación, al inicio de la estación
seca.
Acta geológica 24 (1-2): 108–122, 2012 119

por el cual el viento remueve partículas finas Por otra parte, debido a la susceptibili-
(arcillas, limos y arenas) de la superficie, dad a la erosión eólica que presenta el valle,
produciendo pérdida de suelo, pérdida de el proceso de deflación en el área estudiada
nutrientes y materia orgánica, lo cual a su conlleva la movilidad de arenas y limos,
vez influye en el desarrollo de las comunida- principalmente durante la estación seca, los
des vegetales. La efectividad de la erosión cuales se acumulan en algunos casos a ex-
eólica por deflación depende de la escasez o pensas de la vegetación, generando “ne-
espaciamiento de la vegetación, por lo tanto bkhas” (también llamadas “dunas fitogenéti-
la destrucción de la cobertura vegetal y la cas” o “dunas de arbustos”). Estas dunas son
presencia de materiales sueltos y secos en la producto del entrampamiento o estabiliza-
superficie, inciden negativamente cuando ción de la arena y/o limos eólicos alrededor
aumenta la velocidad del viento, intensifi- de las plantas y de la erosión de las superfi-
cando el proceso de deterioro. Como los sue- cies carentes de cobertura vegetal. Además,
los son cada vez más someros, hay cada vez estos tipos de dunas están asociadas a las
más clastos en superficie por el movimiento condiciones climáticas y de cobertura vege-
de partículas finas. tal actual y su tamaño puede variar en fun-
El transporte de polvo ocurre cuando el ción de la altura de los arbustos que sirven
viento excede un umbral crítico, producien- de obstáculo y pueden cambiar de forma y
do deflación de suelos y hay evidencias de tamaño estacionalmente.
que las tormentas de polvo son más frecuen- También se ha observado, en algunos ca-
tes como resultado de las actividades huma- sos, acumulaciones eólicas de bajo espesor o
nas en regiones semiáridas (Alcantara Ayala sobre depositación de arenas y limos, por
y Goudie, 2010). En general, en el área de arriba del paleosuelo detectado en los pedes-
estudio el pavimento conforma superficies tales.
con baja infiltración entre los parches de Cabe aclarar que si bien pueden obser-
vegetación, si bien no tiene igual comporta- varse campos dunarios, en general estabili-
miento en todas las áreas, dependiendo de la zados, en ambas márgenes del río Santa
densidad espacial de los clastos y morfolo- María, los mismos no responden a las con-
gía, textura y condiciones de humedad de diciones climáticas y/o la acción de procesos
los suelos asociados. El comportamiento y morfodinámicos actuales. De acuerdo con
distribución de la vegetación en los pavi- Sayago et al. (2005) y Sayago et al. (2010),
mentos también depende de los factores durante el último milenio la región árida de
mencionados (Figura 5). Catamarca y Tucumán fue afectada por la

Figura 5. a) Formación de pavimento (pedregosidad), en la superficie del glacis superior (pie-


demonte apical), con desarrollo de barniz en los clastos; b) formación de pavimento con
desarrollo de gramíneas durante la estación húmeda, en el glacis inferior (piedemonte distal).
120 M. M. Collantes y L. M. González: Mecanismos del proceso de desertificación...

alternancia de periodos de intensa sequía y gran parte del valle, demuestra también la
otros definidamente húmedos. Así, los cam- intensidad del proceso erosivo, iniciado con
pos dunarios existentes en los valles preandi- el arribo de los españoles a la región. En tal
nos de Catamarca y Tucumán se habrían sentido, la edad del paleosuelo (435 ± 15
desarrollado entre 1000 y 1300 AP, coinci- AP) permitió confirmar que su remoción se
dente con el llamado Periodo Medieval Cáli- produjo con posterioridad a la llegada de
do Europeo, periodo durante el cual la re- Diego de Almagro en 1546.
gión sufrió una extremada sequía, de acuer- Con relación al dinamismo de la vegeta-
do a los autores mencionados. ción, los valores en el porcentaje de la co-
bertura de mantillo y canopia en los perio-
CONCLUSIONES dos de mayor y menor precipitación anual,
demuestran que las unidades correspondien-
La desertificación o degradación de las tes a las laderas alta y baja, presentan una
tierras en el área estudiada es un riesgo buena recuperación de la cobertura de man-
geomorfológico que tiene un severo impacto tillo en la estación húmeda, especialmente
en el ambiente a nivel regional. Está moti- en la ladera baja. En otras unidades de la
vada principalmente por la variabilidad cli- toposecuencia, como el piedemonte apical,
mática (alta estacionalidad) y las activida- la terraza alta y la llanura de inundación, la
des humanas. Estos factores influyen en la información obtenida denota situaciones in-
distribución y características de la cobertura termedias, observándose en la primera una
vegetal y en el desarrollo de varias formas buena recuperación de cobertura de mantillo
de desastres geomorfológicos: erosión hídri- y canopia en la estación húmeda, mientras
ca, acumulación eólica, deflación, saliniza- que en las terrazas (alta y baja) y la llanura
ción, etc. de inundación, ésta es menor. En el piede-
Durante los pasados 100 años, el bosque monte distal, en tanto, la vegetación ha per-
ha sido reemplazado por arbustos en el área dido su capacidad de recuperación, regis-
de estudio y en muchos sectores del noroeste trándose aproximadamente la misma cober-
argentino. Esta transformación ha producido tura de mantillo y canopia en ambas esta-
una intensa erosión hídrica, por disminución ciones, seca y húmeda.
de la resistencia del suelo y de la capacidad No obstante, cabe tener en cuenta que
de infiltración, aumentando la heterogenei- las fluctuaciones multianuales del clima po-
dad espacial de la cobertura vegetal y de la drían modificar algunos valores de recupera-
susceptibilidad del suelo a las heladas. El ción de cobertura vegetal, aunque la pérdida
desarrollo de la vegetación arbustiva, princi- de suelo por erosión no lograría atenuarse
palmente en pedestales, produjo un incre- en el corto tiempo.
mento del escurrimiento y de la erosión, re- Como ya se expresara, la desertificación
sultando en la desaparición del horizonte es un proceso lento y acumulativo de degra-
“A”, formación de pavimento en áreas entre dación de las tierras en respuesta a influen-
arbustos y pedestales, encostramientos y de- cias climáticas y antropogénicas. En tal sen-
sarrollo de surcos de erosión y cauces efíme- tido, cabe tener en cuenta el llamado de
ros. Estos cambios en el paisaje (o en la su- atención efectuado por Stafford Smith y Rey-
perficie del terreno) han influido además, en nolds (2002), quienes sostienen que debido a
la heterogeneidad espacial del recurso suelo, que este proceso sigue siendo un concepto
lo cual es considerado como una caracterís- mal entendido, no ha sido asimilado en la
tica de los procesos de desertificación de re- imaginación del público occidental al mis-
giones áridas-semiáridas. mo nivel de importancia que tiene el cambio
La presencia de un paleosuelo asociado a climático o la tala de los árboles tropicales,
los “pedestales”, además de ser una eviden- por lo cual su estudio y comprensión consti-
cia de un evento húmedo que habría dado tuyen un enorme desafío.
lugar a la formación de un suelo que cubría Finalmente, como lo expresan Reynolds
Acta geológica 24 (1-2): 108–122, 2012 121

et al. (2007), las zonas secas (áridas, semiá- sicos de la desertificación en el valle de Santa
ridas y subhúmedas secas) son más vulnera- María, provincias de Tucumán y Catamarca.
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