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Características[editar]

Si bien el capitalismo no encuentra su fundador en un pensador sino en las relaciones productivas


de la sociedad, la obra La riqueza de las naciones concedió a Adam Smith el título de fundador
intelectual del capitalismo.

John Locke, con su obra Dos tratados sobre el gobierno civil, establece los principios que
posteriormente servirán para identificar el capitalismo como sistema productivo y el liberalismo como
sistema de pensamiento que lo respalda.

El capitalismo, o más concretamente los sistemas económicos capitalistas, se caracterizan


por la presencia de unos ciertos elementos de tipo socioeconómico, si un número
importante de ellos está ausente el sistema no puede ser considerado como propiamente
capitalista. Entre los factores que acaban haciendo que un sistema sea considerado
capitalista están:

 El tipo de propiedad de los medios de producción y el tipo de acceso a los factores


de producción.
 La presencia de dinero, capital y acumulación capitalista.
 La presencia de mercados de capital y mercados financieros así como el papel
asignado a los mismos.
 La existencia de salarios monetarios y una estructura de clases ligada a las
diferentes funciones dentro de la actividad económica.
 Factores macroeconómicos varios.
La Internet Encyclopedia of Philosophy define el capitalismo como un sistema económico
que tiene las siguientes características:28

1. El tipo de propiedad de los medios de producción son en su mayor parte privada;


2. Las personas son legalmente poseedores de su fuerza de trabajo y libres de
venderla (o retenerla) a otros;
3. La producción está generalmente orientada hacia la obtención de beneficio que
para satisfacer las necesidades humanas;
4. Los mercados desempeñan un papel importante en la asignación de insumos a la
producción de productos básicos y en la determinación de la cantidad y la
dirección de la inversión.
En términos más descriptivos, los sistemas capitalistas son sistemas socio económicos
donde los activos de capital están básicamente en manos privadas y son controlados por
agentes o personas privadas. El trabajo es proporcionado mediante el ofrecimiento de
salarios monetarios y la aceptación libre por parte de los empleados. La actividad
económica frecuentemente está organizada para obtener un beneficio neto que permita a
las personas propietarias que controlan los medios de producción incrementar su capital.
Los bienes y servicios producidos son además distribuidos mediante mecanismos de
mercado. Si bien todos los sistemas capitalistas existentes presentan un mayor o menor
grado de intervención estatal y se alejan por diversas razones del modelo de mercado
idealmente competitivo, razón por la cual se definen conceptos como la competitividad o el
índice de libertad económica, para caracterizar hasta qué punto difieren unos sistemas
capitalistas de otros.29

Capital, trabajo y régimen de propiedad[editar]


En los sistemas capitalistas la titularidad de la mayor parte de medios de producción es
privada, entendiéndose por esto su construcción sobre un régimen de bienes de
capital industrial y de tenencia y uso de la tierra basado en la propiedad privada.
Los medios de producción operan principalmente en función del beneficio y en la de los
intereses directivos. Se acepta que en un sistema capitalista, la mayor parte de las
decisiones de inversión de capital están determinadas por las expectativas de beneficio,
por lo que la rentabilidad del capital invertido tiene un papel muy destacado en la vida
económica. Junto con el capital, el trabajo se refiere al otro gran conjunto de elementos de
producción (algunos autores añaden un factor tradicionalmente llamado «tierra» que en
términos generales puede representar cualquier tipo de «recurso natural»). El papel
decisivo del trabajo, junto el capital, hacen que uno de los aspectos importantes del
capitalismo sea la competencia en el llamado mercado de trabajo asalariado.
Sobre la propiedad privada, los sistemas capitalistas tienden a que los recursos invertidos
por los prestadores de capital para la producción económica, estén en manos de las
empresas y personas particulares (accionistas). De esta forma a los particulares se les
facilita el uso, empleo y control de los recursos que se utilizan la producción de bienes y
servicios. En los sistemas capitalistas se busca que no existan demasiadas restricciones
para las empresas sobre como usar mejor sus factores de producción (capital, trabajo,
recursos disponibles).
Entre las características generales del capitalismo se encuentra la motivación basada en el
cálculo costo-beneficio dentro de una economía de intercambio basada en el mercado, el
énfasis legislativo en la protección de un tipo específico de apropiación privada (en el caso
del capitalismo particularmente lockeano), o el predominio de las herramientas de
producción en la determinación de las formas socioeconómicas.

Contrato libre, ganancias y movilidad social[editar]


El capitalismo se considera un sistema económico en el cual el dominio de la propiedad
privada sobre los medios de producción desempeña un papel fundamental. Es importante
comprender lo que se entiende por propiedad privada en el capitalismo ya que existen
múltiples opiniones, a pesar de que este es uno de los principios básicos del capitalismo:
otorga influencia económica a quienes detentan la propiedad de los medios de producción
(o en este caso el capital), dando lugar a una relación voluntaria de funciones y de mando
entre el empleador y el empleado. Esto crea a su vez una sociedad de clases móviles en
relación con el éxito o fracaso económico en el mercado de consumo, lo que influye en el
resto de la estructura social según la variable de capital acumulada; por tal razón en el
capitalismo la pertenencia a una clase social es movible y no estática.
Las relaciones económicas de producción y el origen de la cadena de mando —incluyendo
la empresaria por delegación— es establecida desde la titularidad privada y exclusiva de
los propietarios de una empresa en función de la participación en su creación en tanto
primeros propietarios del capital. La propiedad y el usufructo queda así en manos de
quienes adquirieron o crearon el capital volviendo interés su óptima utilización, cuidado y
acumulación, con independencia de que la aplicación productiva del capital se genere
mediante la compra del trabajo, esto es, el sueldo, realizado por los asalariados de la
empresa.
Una de las interpretaciones más difundidas señala que en el capitalismo, como sistema
económico, predomina el capital —actividad empresarial, mental— sobre el trabajo —
actividad corporal— como elemento de producción y creador de riqueza. El control privado
de los bienes de capital sobre otros factores económicos tiene la característica de hacer
posible negociar con las propiedades y sus intereses a través de rentas, inversiones, etc.
Eso crea el otro distintivo del capitalismo que es el beneficio o ganancia como prioridad en
la acción económica en función de la acumulación de capital que por vía de la compra del
trabajo puede separarse del trabajo asalariado.

Libre mercado, empresas, competencia y trabajo[editar]


El capitalismo se basa ideológicamente en una economía en la cual
el mercado predomina, esto usualmente se da, aunque existen importantes excepciones
además de las polémicas sobre qué debe ser denominado libre mercado o libre empresa.
En este se llevan a cabo las transacciones económicas entre personas, empresas y
organizaciones que ofrecen productos y las que los demandan. El mercado, por medio de
las leyes de la oferta y la demanda, regula los precios según los cuales se intercambian las
mercancías (bienes y servicios), permite la asignación de recursos y la distribución de la
riqueza entre los individuos.
La libertad de empresa propone que todas las empresas sean libres de conseguir recursos
económicos y transformarlos en una nueva mercancía o servicio que será ofrecido en el
mercado que estas dispongan. A su vez, son libres de escoger el negocio que deseen
desarrollar y el momento para entrar o salir de este. La libertad de elección se aplica a las
empresas, los trabajadores y los consumidores, pues la empresa puede manejar sus
recursos como crea conveniente, los trabajadores pueden realizar un trabajo cualquiera
que esté dentro de sus capacidades y los consumidores son libres de escoger lo que
desean consumir, buscando que el producto escogido cumpla con sus necesidades y se
encuentre dentro de los límites de su ingreso. Esto en un contexto teórico capitalista es
denominado cálculo económico.
Competencia se refiere a la existencia de un gran número de empresas o personas que
ofrecen y venden un producto (oferentes) en un mercado determinado. En dicho mercado
también existe un gran número de personas o empresas (demandantes), las cuales, según
sus preferencias y necesidades, compran o demandan esos productos o mercancías. A
través de la competencia se establece una «rivalidad» o antagonismo entre productores.
Los productores buscan acaparar la mayor cantidad de consumidores/compradores para
sí. Para conseguir esto, utilizan estrategias de reducción de precios, mejoramiento de la
calidad, etc.
Al hacer referencia a una fuerza de trabajo libre, se entiende a una mano de obra con la
libertad de vender su capacidad de trabajo a cambio de un salario a cualquier patrono
potencial.30
La empresa por sociedad de capitales[editar]
El tipo de empresa actual suele resultar de una asociación. A principios del siglo XIX, las
empresas eran generalmente de un individuo que invertía en ellas capitales, fueran estos
propios o procedentes de préstamos, y los ponía al servicio de una capacidad técnica, que
generalmente él mismo tenía. Sin embargo, el posterior desarrollo o auge del capitalismo
demostraron claramente la superioridad de la empresa, que supera los límites de la
personalidad individual o de la continuidad familiar. 31 Este sistema permite al mismo tiempo
agrupar capacidades que se completan y disociar las aportaciones de capital de las
aptitudes puramente técnicas, antes confundidas. Hay que distinguir dos grandes
categorías de sociedades:
1. Las de personas, constituidas por un pequeño número de individuos que aportan al
fondo social capitales, llamados (partes) o capacidades técnicas (caso del socio industrial
opuesto al capitalista), que, como son en realidad fracciones casi materiales de la empresa
no pueden ser cedidas sin el acuerdo de los copartícipes.
2. Las de capitales, en las que las partes llamadas (acciones),se consideran como simples
pruebas materiales de la aportación de cierto capital por los asociados, en general
numerosos y tienen por tanto la posibilidad de transmitirse o negociarse libremente en la
bolsa de valores.

Crecimiento económico[editar]
Teóricos y políticos han enfatizado la habilidad del capitalismo para promover
el crecimiento económico buscando aumentar los beneficios, tal como se mide por
el Producto Interno Bruto (PIB), utilización de la capacidad instalada o calidad de vida. Sin
embargo, debe notarse el análisis de la tasa de crecimiento ha revelado que el progreso
técnico y causas no asignables a la intensividad del capital o la asignación de trabajo,
parecen ser responsables de gran parte de la productividad (ver productividad total de los
factores). Igualmente los sistemas de economía planificada lograron entre 1945-1970
tasas muy superiores a la mayor parte de países capitalistas. Aun dejando a un lado el
peso de los diferentes factores en el crecimiento económico, la posible benéfica influencia
de la organización capitalista de la producción ha sido históricamente el argumento central,
por ejemplo, en la propuesta de Adam Smith de dejar que el libre mercado controle los
niveles de producción y de precio, y distribuya los recursos.
Diversos autores han sostenido que el rápido y consistente crecimiento de los indicadores
económicos mundiales desde la revolución industrial se debe al surgimiento del
capitalismo moderno.3233 Aun cuando parece que parte del crecimiento recogida dentro de
la productividad total de los factores no necesariamente está ligada al modo de
organización capitalista, sino podría deberse simplemente a factores técnicos cuyo
desarrollo obedece a causas más complicas. 34 Los defensores de que la organización
capitalista es el factor principal en el crecimiento argumentan que incrementar el PIB (per
cápita) ha demostrado empíricamente una mejora en la calidad de vida de las personas, tal
como mejor disponibilidad de alimentos, vivienda, vestimenta, atención médica, reducción
de horas de trabajo, y libertad de trabajo para niños y ancianos. 35
Sí parece ampliamente demostrado, que la especialización tanto en la agricultura como en
otras áreas, produce un aumento de la producción existente, y la actividad comercial de
materias primas aumenta. La consecuencia de este hecho, es el incremento de la
circulación de capital, que fue un estímulo a la banca, y por tanto de la riqueza de la
sociedad, aumentando el ahorro y con ello la inversión. Este fue fundamentalmente el
origen de la banca actual, la cual tenía dos funciones: prestar el dinero que custodiaban a
cambio de un interés y la emisión de "promesas de pago al contado al portador" que
circulaban como dinero.
Argumentos favorables al capitalismo también afirman que una economía capitalista brinda
más oportunidades a los individuos de incrementar sus ingresos a través de nuevas
profesiones o negocios que otras formas de economía. Según esta manera de pensar,
este potencial es mucho mayor que en las sociedades feudales o tribales o en las
sociedades socialistas.[cita  requerida] Igualmente, diversos trabajos modernos han enfatizado
las dificultades de los sistemas capitalistas no sometidos a regulación, los efectos de
la información asimétrica, y la ocurrencia de crisis económicas cíclicas.36

Organizaciones por interés individual[editar]


De acuerdo con los argumentos de los defensores del capitalismo, cada uno de los actores
del mercado actuaría según su propio interés; por ejemplo, el empleador, quien posee
recursos productivos y capital, buscaría maximizar el beneficio económico por medio de la
acumulación y producción de mercancías. Por otra parte, los empleados, quienes estarían
vendiendo su trabajo a su empleador a cambio de un salario; y, por último, los
consumidores, que estarían buscando obtener la mayor satisfacción o utilidad adquiriendo
lo que desean o necesitan en función a la calidad del producto y de su precio.
De acuerdo con numerosos economistas, el capitalismo podría organizarse a sí mismo
como un sistema complejo sin necesidad de un mecanismo de planeamiento o guía
externa.37 A este fenómeno se lo llama laissez faire.38 Otros economistas modernos han
señalado la conveniencia de las regulaciones, especialmente si se tienen en cuenta que
las economías están insertas en sistemas sociopolíticos y medioambientales que también
es necesario preservar. A este respecto el propio presidente Franklin D. Roosevelt, en un
mensaje al Congreso del 29 de abril de 1938 llegó a afirmar:
La libertad de una democracia no está a salvo si la gente tolera el crecimiento del poder en manos
privadas hasta el punto de que se convierte en algo más fuerte que el propio estado democrático. 39

En cualquier caso es innegable, que para unos y otros el proceso de búsqueda de


beneficios tiene un rol importante (ya se prefiera una economía con cierta regulación o una
totalmente desregulada). Se admite que a partir de las transacciones entre compradores y
vendedores emerge un sistema de precios, y los precios frecuentemente surgen como una
señal de cuáles son las urgencias y necesidades insatisfechas de las personas, si bien
algunos autores señalan que pueden existir fallos de mercado bajo circunstancias
específicas. La promesa de beneficios les da a los emprendedores el incentivo para usar
su conocimiento y recursos para satisfacer esas necesidades. De tal manera, las
actividades de millones de personas, cada una buscando su propio interés, se coordinan y
complementan entre sí.40

Liberalismo y papel del Estado[editar]


La doctrina política que históricamente ha encabezado la defensa e implantación de
este sistema económico y político ha sido el liberalismo económico y clásico del cual se
considera sus padres fundadores a John Locke, Juan de Mariana y Adam Smith. El
pensamiento liberal clásico sostiene en economía que la intervención del gobierno debe
reducirse a su mínima expresión. Solo debe encargarse del ordenamiento jurídico que
garantice el respeto de la propiedad privada, la defensa de las llamadas libertades
negativas: los derechos civiles y políticos, el control de la seguridad interna y externa
(justicia y protección), y eventualmente la implantación de políticas para garantizar el libre
funcionamiento de los mercados, ya que la presencia del Estado en la economía
perturbaría su funcionamiento. Sus representantes contemporáneos más prominentes
son Ludwig von Mises y Friedrich Hayek por parte de la llamada Escuela austríaca de
economía; George Stigler y Milton Friedman por parte de la llamada Escuela de Chicago,
existiendo profundas diferencias entre ambas.
Existen otras tendencias dentro del pensamiento económico que asignan al Estado
funciones diferentes. Por ejemplo los que se adscriben a lo sostenido por John Maynard
Keynes, según el cual el Estado puede intervenir para incrementar la demanda efectiva en
época de crisis. También se puede mencionar a los politólogos que dan al Estado y a otras
instituciones un papel importante en controlar las deficiencias del mercado (una línea de
pensamiento en este sentido es el neoinstitucionalismo).
El economista de la Escuela Kennedy de Harvard, Dani Rodrik, distingue entre tres
variantes históricas del capitalismo: 41
1.    El capitalismo 1.0 durante el siglo XIX implicó mercados en gran parte no
regulados con un papel mínimo para el estado (además de la defensa nacional y
la protección de los derechos de propiedad).
2.    El capitalismo 2.0 durante los años posteriores a la Segunda Guerra
Mundial implicó el keynesianismo, un papel sustancial para el estado en la
regulación de los mercados y fuertes estados de bienestar.
3.    El capitalismo 2.1 implica una combinación de mercados no regulados,
globalización y diversas obligaciones nacionales de los estados.

Relación con la democracia[editar]


La relación entre democracia y capitalismo es un área polémica en la teoría y en los
movimientos políticos populares. La extensión del sufragio masculino adulto en Gran
Bretaña en el siglo XIX ocurrió junto con el desarrollo del capitalismo industrial y la
democracia representativa se generalizó al mismo tiempo que el capitalismo, lo que llevó a
los capitalistas a postular una relación causal o mutua entre ellos. 42 Sin embargo, según
algunos autores del siglo XX, el capitalismo también acompañó a una variedad de
formaciones políticas bastante distintas de las democracias liberales, incluidos los
regímenes fascistas, las monarquías absolutas y los estados de partido único. 43 La teoría
de la paz democrática afirma que las democracias rara vez luchan contra otras
democracias. Los críticos moderados argumentan que aunque el crecimiento económico
bajo el capitalismo ha llevado a la democracia en el pasado, es posible que no lo haga en
el futuro, ya que los regímenes autoritarios han sido capaces de gestionar el crecimiento
económico utilizando algunos de los principios competitivos del capitalismo 44 sin hacer
concesiones. a una mayor libertad política. 45 Los politólogos Torben Iversen y David
Soskice consideran que la democracia y el capitalismo se apoyan mutuamente. 46

En su libro The Road to Serfdom (1944), Friedrich Hayek (1899-1992) afirmó que la


comprensión del libre mercado de la libertad económica como presente en el capitalismo
es un requisito de la libertad política. El mecanismo es la única forma de decidir qué
producir y cómo distribuir los artículos sin utilizar la coacción. Milton Friedman, Andrew
Brennan y Ronald Reagan también promovieron este punto de vista. Friedman afirmó que
las operaciones económicas centralizadas siempre van acompañadas de represión
política. En su opinión, las transacciones en una economía de mercado son voluntarias y la
amplia diversidad que permite la actividad voluntaria es una amenaza fundamental para
los líderes políticos represivos y disminuye en gran medida su poder de coacción. Algunas
de las opiniones de Friedman fueron compartidas por John Maynard Keynes, quien creía
que el capitalismo era vital para que la libertad sobreviviera y prosperara. 47 Freedom
House, un grupo de expertos estadounidense que realiza investigaciones internacionales y
defiende la democracia, la libertad política y los derechos humanos, ha argumentado que
"existe una correlación alta y estadísticamente significativa entre el nivel de libertad política
medido por Freedom House y libertad económica medida por la encuesta del Wall Street
Journal / Heritage Foundation ".48

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