¿Qué es un problema?

Desde el año 2016, todos los programas de asignaturas matemáticas niveladoras

incluyeron como estrategia didáctica el Aprendizaje Centrado en la Resolución
de Problemas en el Aula (ACERPA). Esta estrategia busca desarrollar en el
estudiante el conocimiento de las ciencias (Matemática, Física, Química y Biología),
enfrentándose a problemas no rutinarios y de diversa complejidad, que requieren
de conocimientos y estrategias para su resolución. Su didáctica, mediada por
el docente, se desarrolla a través de estrategias específicas que favorecen la
construcción o reconstrucción del conocimiento, que permiten al estudiante
profundizar y flexibilizar su conocimiento científico.

Para poner en práctica dicha estrategia, es necesario precisar algunas nociones

que se detallan a continuación:

La noción de problema es las más importante para el ACERPA, dado que explicita
la postura de lo que INACAP considera como problema. En efecto, considerando
lo expresado por Isoda & Olfos (2009):

El verdadero problema es aquel que pone al alumno en una situación nueva, ante
la cual no dispone de procedimiento inmediato para su resolución. Por ende, un
problema se define en cuanto a su relación con el sujeto que lo enfrenta y no en
cuanto a sus propiedades intrínsecas. Un problema puede ser un ejercicio para un
alumno de un curso superior y de hecho un enunciado que fue un problema para
un alumno deja de serlo una vez que lo resuelve.

Bajo esta postura, y considerando que nuestro modelo de enseñanza y aprendizaje

de las matemáticas esta inmerso en la Educación Técnica Profesional, dichos
problemas pueden estar en un contexto disciplinar o de especialidad. Por
consiguiente, todos los ajustes curriculares de las asignaturas matemáticas que
han sido realizados desde 2016 a la fecha, específicamente en los aprendizajes
esperados, amplían el margen de acción de la resolución de problemas, declarando
explícitamente “resuelve problemas de la disciplina y/o especialidad, que
involucren el uso de alguna noción matemática en particular”.

Con relación a la naturaleza del problema, en esencia es abierto, entendiendo como

tal, la posibilidad de trazar diferentes caminos en su resolución. Haciendo una
analogía a lo expresado por Isoda & Olfos (2009), plantear actividades centradas en
la resolución de problemas abiertos, permite que los estudiantes desarrollen una
conducta de investigación y su pensamiento heurístico. Además, estas actividades
tienen un valor formativo, más que informativo en la construcción del conocimiento
matemático de los estudiantes, permitiendo que emerjan diferentes estrategias
propias de la acción de resolver problemas.

Referencia Bibliográfica

Isoda, M. y Olfos R. (2009). El enfoque de resolución de problemas. En la enseñanza de

la matemática a partir del estudio de clases. Valparaiso, Chile: Ediciones Universitarias
de Valparaíso