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PROTECCION JURIDICA DE LA REMUNERACION

Hemos señalado que el TC ha interpretado cual es el contenido esencial y accidental del


derecho constitucional a la remuneración, conforme se encuentra previsto en el artículo 24
de la constitución. De ahí que el régimen de protección jurídica de este derecho se
estructure sobre la base de los dos elementos indispensables que configuran su marco
protector: la intangibilidad y la prioridad del pago de la remuneración.

La intangibilidad

La remuneración tiene un carácter esencialmente alimentario, al ser esta la principal fuente


de ingresos del trabajador. Por tanto, privar del pago de aquella, o reducirla indebidamente,
podría poner en peligro no solo la subsistencia del propio trabajador, sino también la de su
familia.
Atendiendo a dicho carácter alimentario, nuestro ordenamiento ha dotado a la remuneración
de un carácter de intangibilidad, la cual supone la garantía particular de que no será objeto
de reducciones inmotivadas o arbitrarias o de cualquier otra índole por parte del empleador
o de terceros.
En relación con este carácter, el TC ha sostenido que no se afectará la intangibilidad cuando
en el marco de una reestructuración remunerativa se observe que, por un lado, se trate de
una medida excepcional, y, de otro que, de producirse una reducción, esta sea proporcional
y no suponga una disminución significativa de la remuneración (F.J. 35 STC 000202012-
AI/TC).
De este modo, en el caso de reducciones de remuneraciones, el TC admite su validez, ya
sea de manera consensuada o no consensuada. En el primer caso, conforme a lo previsto en
el artículo único de la ley 9463 del 17 de diciembre de 1941, se admite que, de común
acuerdo con el trabajador, se acuerde la reducción de la remuneración, así como la
posibilidad de que el trabajador acepte un descuento efectuado por el empleador o disponga
de manera anticipada de su remuneración (por ejemplo, descuentos por planilla destinados
amortizar créditos contraídos por el trabajador).

En el segundo caso, esto es, los supuestos de reducciones no consensuadas, se admitirán


siempre que estos cuenten con una causa objetiva que los justifique, pues, de lo contrario se
configuraría un acto de hostilidad equiparable al despido, tal y como prevé el inciso b) del
artículo 30 de la LPCL. LEY DE PRODUCTIVIDAD Y COMPETITIVIDAD
LABORAL ( (reducción de la remuneración). No obstante, el TC ha enfatizado que la
reducción no consensuada es un supuesto de particular excepcionalidad, por lo que tendría
que justificarse en la necesidad de cumplir objetivos económicos y financieros para
garantizar la estabilidad y equilibrio económico del Estado o de una empresa o la necesidad
de reorganizar el personal en función a los servicios que brinda el empleador (F.J. 44, STC
00020-2012-AI/TC).
Relacionado con el carácter intangible de las remuneraciones, se encuentra su
inembargabilidad, siempre y cuando no excedan de cinco unidades de referencia procesal.
De este modo, el exceso solo podrá ser embargado hasta una tercera parte y, de tratarse de
obligaciones alimentarias de cargo del trabajador, el embargo resultará factible hasta el
60% del total de sus remuneraciones (inc. 6, art. 648, Código Procesal Civil).
La prioridad del pago del crédito laboral

Como ha señalado el profesor Bronstein (1987), el carácter prioritario o el privilegio del


pago de los créditos laborales en los casos de quiebra del empleador es una institución que
precede al derecho del trabajo, dado que sus orígenes se remontan, incluso, al Código
Napoleón. Así, una eventual quiebra o concurso del empleador pondría en riesgo el pago de
sus créditos laborales.

De ahí que diversos ordenamientos e instrumentos internacionales (como el Convenio 95 de


la OIT) acogen variados mecanismos destinados a garantizar el pago de los créditos
laborales e incluso se les otorga carácter prioritario y sin restricción alguna sobre otros
créditos del empleador. A esta última modalidad el referido autor la denomina el súper
privilegio del crédito laboral. Es este régimen el que recoge el artículo 24 de la
Constitución y que regula el decreto legislativo 856, que establece tanto dicho carácter
como el principio de persecutoriedad de los bienes del empleador.

Así, por el primero se ha previsto que los créditos laborales tienen prioridad sobre cualquier
otra obligación del empleador, incluso respecto de créditos anteriores que cuenten con fe
registral. Por ende, todos los bienes del empleador se encuentran afectos al pago del integro
de los créditos laborales. Más aún, esta situación se extiende a quien sustituya total o
parcialmente al empleador (art. 2 decreto legislativo 856).

Ahora bien, si el empleador optase por transferir sus bienes a terceros, y de esa forma tratar
de eludir el pago del crédito laboral, nuestro ordenamiento ha establecido que tales bienes
quedan afectos al pago de dichas obligaciones con carácter persecutorio. En otras palabras,
si una tercera persona, natural o jurídica, adquiere algún bien del empleador deudor, el
trabajador podrá requerir al juez que se cumpla con el pago de la deuda con cargo a dicho
bien.
Sin embargo, para que opere el carácter persecutorio de los bienes del empleador debe
configurarse alguno de los tres siguientes supuestos:

1. El empleador ha sido declarado insolvente y como consecuencia se ha procedido a


la disolución y liquidación de la empresa. En este caso, la persecutoriedad alcanza a
las transferencias de activos fijos que se hayan producido dentro de los seis meses
anteriores a la declaración de insolvencia del acreedor

2. Se ha producido disminución o distorsión injustificada de las actividades de la


empresa con la finalidad de extinguir las relaciones laborales del personal, se
transfieren los activos fijos para la constitución de nuevas empresas o se abandona
el centro de trabajo

3. El empleado no cumple en un proceso judicial con designar bienes libres de


gravámenes para el pago de los créditos laborales materia del proceso (arts.3y4,
decreto legislativo 856).
PROTECCION JURIDICA DE LA REMUNERACION Y BENEFICIOS SOCIALES

 Sí, la Constitución Política indica que el pago de la remuneración y


beneficios sociales tiene prioridad sobre cualquier otra obligación del
empleador, lo cual se sustenta en el carácter alimentario que ostente
la remuneración.

¿En qué consiste la protección jurídica de la remuneración y los beneficios sociales?

En nuestro sistema jurídico se prevén diversas disposiciones que buscan proteger al trabajador de
las retenciones o compensaciones unilaterales del empleador o de terceros. Al respecto, la
Constitución establece que el trabajador tiene derecho a una remuneración equitativa y suficiente
que procure, para él y su familia, el bienestar material y espiritual.

En esta línea, se extiende este dispositivo a todos los supuestos de pago de beneficios sociales del
empleador de tal suerte que este no puede, en forma unilateral, efectuar descuentos o
compensaciones. Ciertamente, las excepciones se presentan cuando se trate de descuentos de
origen legal, descuentos por deudas de alimentos (pues cuando se trata de garantizar obligaciones
alimentarias, el embargo procederá hasta el sesenta por ciento del total de sus ingresos, con la
sola deducción de los descuentos establecidos por ley) y las retenciones judiciales por razones
distintas a la de alimentos (en este caso la remuneración será embargable hasta la tercera parte
por el exceso de cinco Unidades de Referencia Procesal –c/URP = 10% UIT vigente- y cuotas
sindicales).

Anecdóticamente , el TC, a través de la sentencia recaída en el Expediente N° 00020-2012-PI/TC,


ha establecido la posibilidad de que la remuneración sea reducida de forma unilateral siempre que
el empleador exprese  los motivos por los que se procede de esa forma; estos que podrían
sustentarse, inclusive, en la finalidad de garantizar  la estabilidad  y el equilibrio económico del
Estado o la empresa, siendo indispensable que exista relación directa entre la medida y la política
o planificación económica perseguida. Una interpretación como la desarrollada, excluye la
posibilidad de incurrir en la causal de hostilidad prevista en el literal b) del artículo 30 del Decreto
Supremo N° 003-97-TR, relativa a la reducción inmotivada de la remuneración. Su sustento se
forma en base al criterio del Tribunal de que la remuneración, como cualquier otro derecho, es
pasible de limitaciones razonables. Esta aún no es una posición extendida judicialmente.

BASE LEGAL

Artículo 24 de la Constitución y artículo 648 inciso 6 del Código Procesal Civil

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