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Nombre: Diego Zeledón Flores

Carné: B59033

Ensayo 2: “La complejidad: Un instrumento para comprender el universo,


desde un conjunto de termitas hasta la guerra fría”

Resumen

Se hará un breve recorrido por la vida y aportes de Ilya Prigogine, el ganador del premio
nobel de química en 1977. Específicamente se hará énfasis en su planteamiento de la
complejidad para analizar diversos sistemas presentes en la vida real en áreas como biología,
sociología, fisiología e incluso en temas de índole más filosóficos. Se mencionarán y
explicarán los conceptos fundamentales para la existencia de la complejidad como la retro
alimentación positiva y negativa.

Se describirán ejemplos de la vida cotidiana para representar conceptos de la complejidad


que de otra forma darían la impresión de ser ideas complicadas. También se hablará de como
los sistemas luchan por mantener una estabilidad casi que revirtiendo el sentido natural en el
que fluye el universo y otros que por su parte son sumamente caóticos.

Se planteará una relación entre los sistemas estables y los caóticos. Con una serie de ejemplos
se aclararán estas ideas, pues como se verá más adelante, el orden puede provenir del caos y
viceversa.

1. Introducción

El ser humano por naturaleza es curioso y durante su historia siempre ha intentado


comprender el mundo que lo rodea haciendo uso de la lógica, haciendo observaciones de su
entorno, utilizando la experimentación y haciendo uso de herramientas como la matemática,
la física, la química y la biología.
Una de las ramas más importantes de la física es la termodinámica. Se enfoca en estudiar los
efectos que tiene sobre un sistema el cambio de condiciones como la temperatura, volumen
y presión. Se estudia con una visión macroscópica, pues no considera la descripción
individual de cada partícula (Michael, 2004).

Inicialmente la termodinámica nació con el estudio de sistemas termodinámicos en equilibro


o cuasiestáticos, lo que significa que las descripciones matemáticas que se hacen consideran
un sistema que ha llegado a cierta estabilidad donde sus parámetros están bien definidos.
Generalmente ese análisis es una simple aproximación al mundo real, pues en el universo es
rara la existencia de sistemas cuasiestáticos ya que siempre hay intercambios de energía con
el entorno. Es aquí cuando entra la importancia del estudio de sistemas en constante cambio,
pues son sistemas reales y no ideales (Michael, 2004).

Es sumamente importante mencionar a Ilya Prigogine, pues es un pionero en el estudio de la


termodinámica en sistemas que no se encuentren en equilibrio, ya que planteó las bases para
el entendimiento de estos sistemas tan comunes en el mundo real y logro ampliar la teoría
termodinámica. Para ello plantea unas estructuras denominadas “estructuras disipativas”. Se
entrará en detalle más adelante.

2. Desarrollo

2.1 El padre de la complejidad: Ilya Prigogine

Para hablar de complejidad es de suma importancia mencionar a Ilya Prigogine, un


científico belga nacido en Rusia en Moscú el año de 1917. Su padre ejercía la profesión de
ingeniería química. Al iniciar la revolución rusa la familia migró hacia Alemania y
posteriormente a Bélgica, donde Prigogine asistiría a la secundaria y la universidad. Optó
por las carreras de química y física en la universidad libre de Bruselas (Ruiza, Fernandez,
& Tamaro, 2020).

En el año 1977 ganó el premio nobel por hacer contribuciones en la termodinámica,


específicamente en sistemas que no se encuentran en equilibrio. La teoría propuesta por
Prigogine era una extensión de la termodinámica donde los sistemas estudiados no eran
necesariamente cuasiestáticos. Demostró que en condiciones de no equilibrio son también
estructuras ordenadas y las llamó estructuras disipativas haciendo énfasis es que la
existencia de estos sistemas se da en conjunto con la interacción de su entorno. La
importancia del desarrollo de esta teoría es que estudia a los sistemas como son en el
mundo real, pues siempre hay una interacción con el entorno y prácticamente los sistemas
aislados solo son un desarrollo teórico (Ruiza, Fernandez, & Tamaro, 2020).

Es interesante pensar en este planteamiento, pues naturalmente se creería que es sumamente


improbable la existencia de un sistema ordenado a partir del desorden. Según la teoría de
Prigogine así es como funciona el mundo y la descripción y estudio de las estructuras
disipativas han permitido descubrimientos asombrosos y sumamente importantes en áreas
como la biología, la sociología y la economía (Ruiza, Fernandez, & Tamaro, 2020).

2.2 La complejidad

Como se ha mencionado anteriormente Ilya Prigogine desarrolló una serie de ideas


relacionadas con el azar, el caos, el orden y sus relaciones. En términos generales plantea las
bases de la complejidad. Prigogine se vio intrigado por problemas relacionados al tiempo,
pues por un lado existe la postura de la entropía propuesta por la física que describe un
universo más desordenado a medida que transcurre el tiempo y que eventualmente los
patrones de orden terminarán desapareciendo. Por otra parte, existe la postura biológica que
plantea que la vida como tal es producto de la organización, donde se pasa de un organismo
unicelular a otros más complejos. Por lo tanto, la entropía y la biología apuntan en
direcciones opuestas (Toffer, 1980).

Hay varios conceptos que son fundamentales para hablar de complejidad, como la
retroalimentación. Para entender esta idea generalmente se utiliza el ejemplo del termostato
de uso doméstico que funciona para mantener un domicilio con temperatura constante, en
dicho sistema hay una fuente de calor que se enciende y empieza a aumentar la temperatura
de recinto, al llegar a la temperatura deseada un sensor se encarga de apagar la fuente térmica.
Posteriormente, como es natural, la temperatura volverá a descender, pues en la vida real no
existen paredes totalmente adiabáticas. Al ocurrir este descenso de temperatura el sensor se
encarga de encender de nuevo el calefactor para estabilizar la temperatura (Toffer, 1980).
Justamente en el proceso descrito anteriormente se habla de retroalimentación que tiene como
finalidad mantener la estabilidad e intentar reprimir la posibilidad de un cambio de
condiciones. En el sentido de mantener a un sistema estable se conoce como
retroalimentación negativa.

En los años 1940 y 1950 con el auge del concepto de retroalimentación negativa, los
pensadores y teóricos empezaron a indagar en gran diversidad de temas aplicando esta idea.
Se hallaron muchas analogías y ejemplos similares de sistemas que protegen la estabilidad
enfocados en áreas como la fisiología, por ejemplo, se puede mencionar la regulación de
temperatura del cuerpo humano o en la política por el hecho de que las instituciones o más
bien el “aparato” reprime las diferencias o discrepancias cuando estas rebasan los niveles
aceptables. La retroalimentación negativa parece estar en todas partes haciendo que se
conserve la estabilidad. Pero ¿será esta la forma más adecuada de estudiar el universo y los
diversos sistemas que lo componen? A mi parecer no, pues generalmente no son procesos
que ocurren espontáneamente y esa no es la dirección en la que trabaja el universo, por leyes
de la termodinámica (Toffer, 1980).

A inicios de los sesentas Maruyama se dio cuenta de que se le daba mucha atención a la
retroalimentación negativa y se estaba dejando de lado los sistemas que están en constante
cambio. Decía que se necesitaba estudiar más la retroalimentación positiva, este tipo de
sistemas no solo son inestables, sino que también tienen efectos amplificadores, pues
magnifican el cambio hasta un punto en el que se puede poner en riesgo toda una estructura
(Toffer, 1980).

En este caso se puede recurrir de nuevo al ejemplo de la calefacción en una habitación, pero
estaría el funcionamiento del sensor invertido. Inicialmente se encendería la calefacción, al
llegar a cierta temperatura el sensor enviaría una señal que, en vez de apagar la fuente de
calor, la encendería y aumentaría aún más la temperatura y así sucesivamente. En un sistema
así se elevaría la temperatura cada vez a niveles más altos.

Un ejemplo sumamente interesante de analizar, más que todo a nivel social es lo ocurrido
durante la guerra fría, precisamente en la carrera armamentista donde se aprecia un ciclo de
“autoexcitación” por ejemplo, cada vez que la Unión Soviética construía una nueva arma los
Estados Unidos se empeñaban en construir una mejor lo que directamente hacia que la Unión
Soviética se enfocara en superarla. En dicha situación es totalmente clara la
retroalimentación positiva y para nadie es un misterio que dicho suceso puso en riesgo a toda
la humanidad por la peligrosidad de estas armas (Toffer, 1980).

Prigogine plantearía que los sistemas complejos, desde moléculas, el cerebro, el flujo
vehicular o un recipiente con agua, todos ellos están cambiando constantemente, pues las
partes que los componen también están cambiando. Por lo tanto, todos los sistemas se ven
afectados por fluctuaciones (Toffer, 1980).

Es importante mencionar que hay diferentes aspectos que pueden hacer cambiar estas
fluctuaciones, como los amortiguadores, que generan una retroalimentación negativa y
permiten al sistema mantenerse estable. También existen retroalimentaciones positivas que
más bien puede hacer que el sistema llegue perder su equilibrio. La retroalimentación
positiva no necesariamente lleva a un sistema a su destrucción o al caos, también puede hacer
que este evolucione a un sistema nuevo y probablemente más complejo (Toffer, 1980).

Con estas ideas ahora sí es posible plantear que la biología y la entropía apuntan en la misma
dirección, pues se puede ver la evolución como un proceso que en sí misma conduce a
organismos biológicos más complejos y crecientes, debido la aparición de estructuras de
orden superior. En estos términos es posible estudiar infinidad de campos como la filosofía,
la política, la biología, la química, la física, etc. (Toffer, 1980).

Un claro ejemplo de un sistema complejo serían los termiteros, pues inicialmente se puede
observar que las termitas se mueven de forma desorganizada y van depositando secreciones
en lugares aparentemente aleatorios, pero estas secreciones contienen un componente que
impele a las otras termitas. De esta forma se empiezan a acumular secreciones, formando
poco a poco una columna o en algunos casos un arco. Por tanto, es un sistema que está
tendiendo a una forma coherente que inicialmente provenía del caos (Toffer, 1980).

Es interesante pensar en qué debe de ocurrir para llegar a ese punto de inflexión donde el
sistema da el salto hacia uno superior. Esto es imposible de determinar, pero una vez que se
da el salto se vuelve un sistema determinista. Este salto se conoce como “Hiper-catálisis” el
cual es un elemento indispensable para que exista un sistema que pueda ser denominado
complejo. También se debe cumplir el “efecto mariposa” que hace referencia a la
sensibilidad de las condiciones iniciales (Toffer, 1980).

En general, se requieren varias condiciones a cumplir y son: efecto mariposa, estructura


disipativa (inestabilidad), híper-catálisis, fractalidad, atractividad (reorganización entorno a
un atractor) y autopoesis (se reproduce a sí mismo). En el ejemplo del termitero se puede
ver la realidad fractal y la autopoesis como que los pequeños termiteros dan origen a uno
superior, por lo tanto se están reproduciendo termiteros a base de otros más pequeños
(Castillo, 2020).

Desde un punto de vista social y filosófico, es interesante pensar en la complejidad, pues se


puede aplicar en infinidad de campos y situaciones, por ejemplo, en la educación. No se
puede educar a un ser humano como se hacía hace 100 años, pues ese mundo ya no existe y
muy probablemente ese sea el origen de los problemas y dificultades que nacen a raíz de la
educación contemporánea. Otro ejemplo puede ser la sociedad y la economía antes del siglo
XVIII que era muy distinta a la que surgió en la revolución industria. De hecho, se puede
analizar la revolución industrial como ese punto de inflexión de un sistema complejo al dar
el salto a otro superior e incluso actualmente puede ser que vivamos en otro punto de
inflexión, pues es evidente que estamos en una revolución tecnológica.

3. Conclusiones

Como se ha mencionado la complejidad es una herramienta sumamente poderosa para


estudiar el mundo que nos rodea, ya que está presente en cualquier sistema o estructura que
deseemos estudiar, está presente en la física, la biología, la química, la neurología, la
sociedad, en los conflictos armados, en insectos tan específicos como las termitas…
Básicamente se encuentra presente en todo el universo. Incluso parece ser que el universo
fluye en la dirección de la complejidad.

También sabemos de las aplicaciones de una herramienta opuesta, que sería la


retroalimentación negativa, que más bien impide a que un sistema evolucione por su camino
natural y se le es forzado a mantenerse estable, pero para ello se necesita una inversión de
energía. Los amortiguadores son de gran utilidad en la vida cotidiana, pues se utilizan en
sistemas para estabilizar grúas, como se mencionó anteriormente se aplica a calefacciones,
sensores estabilizadores en vehículos… En fin, has sido impulsores de grandes mejoras en
el desarrollo de tecnología para beneficiar a la humanidad.

En aplicaciones sociales la complejidad se visible en todas las áreas, como se ha mencionado,


la sociedad es un sistema complejo, por lo tanto, va a tener puntos de híper-catálisis, donde
van a ocurrir revoluciones sociales, tecnológicas o incluso el fin mismo de la humanidad, ya
que es algo que está pasando constantemente el mundo complejo, como es sabido, ya hemos
pasado por estos puntos de inflexión como en la revolución industrial, es simplemente el
ciclo por donde fluye el universo.

Dicho todo esto, es clara la importancia de analizar a los sistemas como complejos, para
entenderlos en su totalidad y es una forma muy interesante de pensar en el universo, e incluso
parece ser la forma adecuada para encontrar relaciones entre sistemas que a simple vista
parecerían totalmente diferente. E ahí su importancia.

Bibliografía
Castillo, R. (20 de 10 de 2020). Mediación Virtual. Obtenido de
https://mv2.mediacionvirtual.ucr.ac.cr/pluginfile.php/1088125/mod_resource/conte
nt/2/ComplejidadRodrigoCR.pdf
Michael, J. (2004). Fundamentos de termodinámica técnica. Barcelona: Reverté.
Ruiza, M., Fernandez, T., & Tamaro, E. (28 de 10 de 2020). Biografías y Vidas. Obtenido
de https://www.biografiasyvidas.com/biografia/p/prigogine.htm
Toffer, A. (1980). La Tercera Ola. Bogotá: Plaza y Janes S.A.

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