La gramática musical

La música no es solo un conjunto de notas organizadas que al unísono y con otros instrumentos
suena bien, es mucho más, es medio para encontrarle armonía a la vida.
Mi primer acercamiento con la música fue a la edad de 12 años, mi interés nació después de
escuchar cómo una prima cantaba y tocaba “de música ligera” en su guitarra eléctrica; realmente
me gustó, sin embargo, al no tener una guitarra propia, me desanimé y perdí las ganas que en un
principio había adquirido. Teniendo entonces 15 años, pedí prestada la guitarra de la parroquia y
empíricamente empecé a tocar, busqué tutoriales, punteos y demás; sin duda alguna, la primera
crisis con ella fue darme cuenta que debía hacer cejilla, me estresaba y la abandonaba semanas
enteras, aun así, tocar “de música ligera” era razón suficiente para volver a intentarlo. Aprendí
entonces algunos rasgueos, pero venía ahora la idea de cantar.
Cantar ha sido y será para mí un verdadero reto, el primer dilema vino al no poder sincronizar mi
voz con las manos, me era imposible encontrar la relación. Por obra Divina, fue enviado a la
Parroquia un sacerdote con talentos en guitarra y canto, no es el mejor en el área, pero dedicó de
su tiempo y esfuerzo para que entendiéramos junto con un amigo que la música se siente, y para
interpretarla, hay que dejarla salir, no se debe tener pena al cantar; cada voz es diferente y única
en esencia, cada una puede transmitir de forma muy distinta, aun si se cantara la misma canción.
Esto sin duda me motivó y con practica ya podía hacer los rasgueos con la mano derecha, ubicar
los dedos para las notas con la izquierda y cantar. Al día de hoy admito que conozco solo lo
básico en la interpretación, pero también es de reconocer que la música activó la creatividad en
mi cerebro, ayudó a encontrar un poco de coordinación en mi cuerpo, descifrar las notas
musicales en lenguaje inglés y, además, hacer las figuras con la mano izquierda también mejoró
mi capacidad de memorización, cantar fue un paso que mejoró mi seguridad al hablar en público
y expresarme con un tono de voz adecuado, por último, me hizo querer dar mis conocimientos
adquiridos y trabajarlos en la parroquia, no solo en el canto dominical, sino en la formación de
nuevos guitarristas que impulsan la música en la vereda.
Por lo visto, la música tiene un lenguaje autónomo y casi que universal, pues las similitudes no
dejan de provocarme curiosidad. El hecho pues de que en cada país suene la misma canción solo
que diferentes bandas o artistas; implica: un ritmo definido, instrumentos, voces y sonidos que
hacen de ésta, una verdadera composición. Algunos conceptos a tener en cuenta y con los que se
debe dar inicio al aprendizaje de la música son: Teoría, técnica y expresividad.
Respecto a la teoría son pocos los conceptos que al día de hoy conozco y domino, si hablara del
color de la voz, me referiría al timbre, si hablase de la fuerza con la que emito el sonido,
afirmaría que es la intensidad que le doy, que da como resultado diversos matices que enriquecen
mi interpretación; el tiempo que tardo entre cada sonido o la duración de este, se mide con el
compás (pulsos o golpes consecutivos a una misma distancia temporal entre cada uno) y se lee
mediante signos que ejemplifican con más claridad el tiempo que tarda cada sonido o sus
silencios (redonda 4, blanca 2, negra 1, corchea ½ y los puntillos, medio sonido más al valor total
del sonido), se debe tener en cuenta que no es único, sino que varía según como vaya avanzando
en la canción (2/4, 3/4, 4/4 y más) y por ultimo concepto, la tesitura, que hace referencia al
rango de sonidos que un instrumento o una persona puede realizar; en los hombres hablamos de
tenor (bajo), barítono (medio) y tenor-contratenor (agudos), yo me encuentro en barítono y en el
caso de las mujeres, contralto, mesosoprano y soprano.
Hablando de la técnica es indispensable destacar la función de una buena respiración
diafragmática, en la que se tenga un buen control al inhalar y al exhalar dividiéndolo en 4 partes,
tomar aire, sostenerlo, exhalarlo y sostener. Este ejercicio me ayuda a relajar mi cuerpo y a la
hora de cantar poder mantener por más tiempo aquellas notas que la canción me exige, sin entrar
en fatiga o pasar vergüenzas frente al público. Es importante un calentamiento previo a ejercicios
de dictados rítmicos, dictados rítmico-melódicos, solfeos y canto, pues de esta manera evito
producir un nódulo vocal que me impida dar todo mi potencial, ya sea en una presentación o
incluso bajo la ducha. Se debe diferenciar muy bien entre cantar y gritar, pues en la primera,
proyecto por mi voz una entonación específica, y en la segunda, solo hago un esfuerzo
innecesario de la laringe que seguramente rasgará la voz y dañará por completo el momento.
En la expresividad ya se han apropiado por completo todos los conceptos anteriores y estoy en la
capacidad precisamente de expresar por mi canto y la interpretación de un instrumento
sentimientos, emociones y sensaciones que seguramente, van muy ligadas a la personalidad del
oyente. Por este motivo, es importante que la técnica se haga notar no por su aplicación perfecta,
sino por el buen uso de esta, en la que el principal objetivo sea generar en el oyente todas las
reacciones posibles, que le genere gusto y satisfacción escuchar, que le traiga a su mente
recuerdos de experiencias marcantes en la vida y ante todo ganas de vivir y ser feliz.
En conclusión, la música no se trata de hacer sonidos, darles orden y sentido, no es algo del todo
exclusivo para personas innatas en esta área, la música es para el que la quiere vivir, para el que
la quiera expresar y para el que la desee entender, su estudio y buena aplicación de los conceptos
no deja solo una habilidad, sino que apropia en la vida del artista su vocación y le llena de pasión
y ganas de continuar. La armonía de una canción es parecida a los intentos del hombre que busca
constantemente darle orden a su vida, solo que, en esta, la música también puede ayudar a
encontrarle sentido. Que agradable es ponerse los audífonos y perderse por unos minutos, salir de
esta realidad y entrar en un estado de paz y bienestar, mejor es entonces que por mi habilidad en
ella, pueda yo transmitirle al resto todo esto que he dicho.