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UNIVERSIDAD NACIONAL DE

TRUJILLO
ESCUELA
FACULTADDE INGENIERÍA
DE INGENIERÍA
DE MINAS

MINERÍA DEL
FUTURO
Docente: Morales Rodríguez Francisco
Gustavo
Tema:
Desafíos de la Minería para la
Automatización.
Ciclo: X
Integrantes:
 Castrejón Gutiérrez Alan Jeison
 Chávez pacheco Euler Daniel
 Machuca Chacón Claudia Naomi
 Pastor Rubio Julio Cesar

2020
Automatización Minera
El futuro de la minería es la automatización. Tal afirmación va de la mano con
el conjunto de acciones y adecuaciones que realizan las empresas mineras y
las compañías proveedoras para hacer más productiva y segura los trabajos en
mina. Y es que, con la llegada de la industria 4.0 existe hoy la tendencia es
unificar sistemas aislados en pro de un buen desempeño.
Tal como vienen ocurriendo en las diferentes industrias que operan en el país,
el sector minero está adecuándose aceleradamente a los constantes avances
tecnológicos que están generándose en el mundo. En un entorno dominado por
la volatilidad de los precios, la retracción de capital para inversiones y la
elevación de los costos de los recursos, los procesos de automatización se han
convertido en la respuesta para mejorar su productividad, optimizar sus
procesos y, por ende, reducir sus costos.
Con el paso del tiempo, el sector minero va teniendo una diversidad de
cambios tecnológicos, los cuales están llamados a convertir esta actividad en
una industria más eficiente, respetuosa con el medio ambiente, segura con el
trabajador, previsora y con capacidad de reacción ante los posibles bajones en
las inversiones y cambios en los precios.
Es un proceso que la está llevando a mutar y convertirse en una industria que
apela a la tecnología para lograr que los diferentes lenguajes, dispositivos y
plataformas puedan converger y comunicarse entre sí mediante sistemas
unificados y automatizados aplicados a un creciente número de procesos.
Desafíos de la Minería para la Automatización.
La industria minera tiene varios desafíos conocidos por todos que debe
superar, entre los que se encuentran: la necesidad de aumentar la
productividad de sus operaciones, reducir los costos, utilizar fuentes renovables
de energía, controlar el impacto que tiene en el medio ambiente y, sobre todo,
identificar y controlar los peligros inherentes y emergentes a los que miles de
trabajadores están expuestos.

Parece evidente que todos estos desafíos se pueden superar implementando


tecnología de última generación para alcanzar procesos automatizados, e
incluso aplicando inteligencia artificial (IA) dadas las amplias ventajas que esto
implicaría, comparándola por supuesto con una operación menos tecnológica o
donde, aparentemente, es el factor humano el elemento que resta eficiencia al
sistema (explicado por los comportamientos subestándar, el manejo limitado de
información, desconcentración, fatiga, estrés, otros).

La automatización y la inteligencia artificial poseen ventajas asombrosas y poco


discutibles. Incluso cuando estas ventajas suponen sacar al ser humano de la
ecuación, ya que entorpece el proceso o simplemente porque se encuentra
realizando tareas monótonas en las cuales su presencia no agrega valor. Y
esta automatización ya empieza a ser una preocupación real, no solo en el
sector minero.
La industria, y es que la industria no tiene aun completamente integrados todos
sus procesos, por lo que tiene como tarea avanzar hacia esa integración con
estándares comunes para sus objetivos; es decir, que los lenguajes,
transmisiones de datos y diversas plataformas ‘conversen’ entre sí.
Es así que, hoy, se ha comenzado ya a hablar en el sector minero peruano de
la necesidad urgente de tener una ‘visión completa’ de la gestión de las
operaciones mineras. Esto es, gestionar todas las operaciones, desde la mina
hasta el puerto, y de cada fase de los distintos procesos, lo que incluye los
inventarios, las calidades y los volúmenes; además, claro, de identificar cuál es
la mejor forma de alimentar la planta, y cuáles son el producto final, los
balances y la producción reales. Es aquí es donde radica la diferencia entre
una operación minera eficiente y una tradicional.
Es la industria la que debe lograr la inclusión y aprobación social, la utilización
de energía y agua eficientemente, además de afrontar una gran escala de
producción, y rentabilizar yacimientos profundos de baja ley. En este contexto,
está claro que las tecnologías de automatización han sido un medio muy
importante para que las diferentes áreas sean más competitivas y sustentables.
Pero, ¿cuáles son las condiciones que hacen que esta necesidad, o desafío
casi inevitable de automatizar, pueda seguir avanzando sin ser visto sólo como
una tendencia de moda? Bajo “el paragua” de la minería autónoma, la mina
inteligente, la minería digitalizada, tecnificada, interoperable, la del futuro, la
4.0; muchas veces se utilizan fuera de contexto, de manera frívola, generalista
y banal, demostrando desconocimiento de cómo opera una empresa minera y
sus procesos claves.
Como condición importante, las tecnologías de automatización deben generar
“productividad tecnológica” para las empresas. Son herramientas para hacer
más eficientes los procesos de producción con ahorro de costos, mejoras en
seguridad, confiabilidad y en la calidad de los productos al solucionar
“amenazas” que puedan afectar negativamente la competitividad.
Por lo tanto, es muy relevante motivar a personas claves de las organizaciones.
Aunar ideas y recursos en nuevas formas de conseguir que los altos ejecutivos
den soporte a la idea de tecnificar los procesos y vencer las resistencias
internas. Si la revolución 4.0 no es percibida como un valor por el beneficiario,
o si dicho cambio no es positivo e importante, va a fracasar
El paso hacia la mina autónoma requiere de cambios significativos. Ante eso,
las compañías deben comenzar a trabajar en su ruta de implementación, y así
mantenerse competitivas en la nueva era digital, pues, independiente de la
digitalización, muchas tecnologías estratégicas ya están operativas y además
se deben integrar.
En el futuro las operaciones autónomas irán mucho más allá del equipamiento,
abarcando procesos completos, lo que les permitirá autogestionarse y hacer
cambios en condiciones cambiantes con muy baja o nula intervención humana.
La clave para llevar la autonomía a este siguiente nivel, será el uso creciente
de inteligencia en los sistemas, como la inteligencia artificial (IA), machine
learning, automatización de procesos robóticos, análisis descriptivo,
diagnóstico predictivo y prescriptivo, y modelización de escenarios.
Estas tecnologías permiten que los sistemas comprendan los datos que fluyen
a través de los procesos, el conocimiento de la situación, una visión en tiempo
real de las operaciones y determinar acciones, ya que las máquinas se
comunicarán a través de sensores inteligentes proveedores de datos, tanto
entre sí, como directamente con ethernet o en la nube. En muchas labores
mineras, la robótica reemplazará al ser humano, pero no totalmente, y será un
proceso colaborativo “híbrido” entre lo automatizado y las personas.
Uso de Sistemas
Estos sistemas, debidamente implementados, concluirán en una serie de
beneficios para los sectores que las utilicen. Así, a pesar de que las
operaciones mineras se enfrentan a muchos retos decisivos, las tareas que se
encuentran automatizadas lograrán mantener una producción económica ante
la continua presión de los precios.
Es este hecho el que ha determinado, por ejemplo, que en los últimos meses,
pese a que se observó una contracción en la inversión en el sector minero, se
haya mantenido en el sector la demanda por tecnología de empresas como
Siemens.
“Eso se debe, básicamente, a que los titulares mineros se han percatado que
invertir en tecnologías de automatización les resulta rentable, al reducirle sus
costos y aumentarles su nivel de productividad y eficiencia”, explica Morales.
“Es decir, si el sector afronta una importante caída en el nivel de precios y debe
buscar reducir sus costos de producción con la finalidad de mantener su
margen de rentabilidad, esta reducción se logra a través de la automatización,
rubro en el cual Siemens ha tomado una posición de liderazgo”, agrega.
Pero hay otras ventajas, como el incremento de la producción con la máxima
disponibilidad y confiabilidad en todas las operaciones mineras, así como el
aumento de la calidad del producto. Y a todo eso se suma la protección del
personal y la reducción del consumo de agua y energía, lo que para el titular
minero representa una reducción en sus costos y ver un retorno de sus
inversiones con mayor prontitud.
“Si la automatización no logra demostrar a los titulares mineros rentabilidad,
estas tecnologías no están cumpliendo sus objetivos ya que han sido
diseñadas para conseguir eficiencia, productividad, protección y retorno de la
inversión”, sostiene el ejecutivo.

Beneficios de la Automatización Minera.


Uno de los principales beneficios de la minería automatizada es la eficiencia
que lleva a las operaciones.
La Industria 4.0 y la Internet de las Cosas (IoT) hacen posible que la
automatización en procesos antes impensados pueda tener efecto en las
operaciones de hoy.
A través de su uso, se puede optimizar el trabajo, para dar mayor
productividad, disminuir costos, reducir o eliminar riesgos, y mejorar la
seguridad en las labores mineras.
Claro está, el éxito de su uso depende de cómo se da el equipamiento digital.
Si se hace de forma correcta, será posible ejecutar diversos programas en
simultáneo. Además de controlar sistemas y maquinarias de forma remota
mediante un dispositivo fácil de usar.
Gustavo Jaramillo, gerente general de Schneider Electric, sostiene que el
beneficio de la minería automatizada se refleja en el trabajo eficiente en las
plantas de producción.
Por lo tanto, si se unifica toda la información con el buen uso de los equipos y,
además se otorga un buen cuidado al personal, el éxito está garantizado.
Las tecnologías autónomas tienen ciertos beneficios que simplemente no se
pueden pasar por alto. Las empresas que implementan tecnologías de
automatización minera se darán cuenta rápidamente de un aumento
significativo de la productividad y una disminución de los gastos. Algunas
empresas han visto aumentar la productividad entre un 15 y un 20% al adoptar
nuevas tecnologías.
La industria también se beneficiará de un aumento considerable de la
seguridad. Mediante el uso de equipos automatizados que pueden ser
maniobrados hacia áreas inseguras y lugares difíciles, las compañías mineras
pueden enviar menos mineros bajo tierra mientras extraen una mayor
producción con menor riesgo para sus empleados
La automatización acarrea varios beneficios para aquellos sectores que
acceden a dichas tecnologías. Así, la exactitud, repetitividad y confiabilidad,
sumado a que es mucho más fácil derivar datos y estadísticas de procesos,
son de gran atractivo para los diversos sectores. Y en especial el minero, el
cual hoy en día pasa por una etapa de altos precios y menores inversiones, lo
cual genera que se busquen medidas para ahorrar en sus costos.
En ese aspecto, otro de los beneficios está relacionado al tiempo que se
invierte en cada labor y, por ende, la reducción sustancial de los costos ya
mencionados anteriormente.
“La precisión de dichos sistemas reduce la probabilidad de errores, cuya
subsanación casi siempre estará ligada a grandes inversiones económicas”,
precisa el ejecutivo.
Además, a lo expresado es importante añadir que, debido a que el mercado
peruano está creciendo a pesar de la desaceleración, en Bosch son optimistas
y proyectan que en el futuro cercano se reflotarán varios proyectos mineros, lo
cual conllevará a una mayor demanda por sus equipos y tecnología.
“Tendremos una mayor demanda de las empresas debido a la constante
búsqueda de soluciones, y a que con nuestros productos serán mucho más
eficientes y, por consiguiente, mucho más rentables”, proyecta Thorsten
Körner.
Entre las compañías a las cuales la empresa le provee de componentes y
servicios figuran Cerro Verde, Barrick, Yanacocha, entre otras más.

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