estudiantiles, involucrandoa Francia, España, México, China, son un marco muy adecuado para recuperar las enseñanzas de la importante movilización de estudiantes (universitarios en general), que se desarrolló en los primeros años de los setentas en la Universidad de Sonora. A pesar de la importancia que los acontecimientos revistieron para la Universidad, los intentos por recuperarlos críticamente y por escrito han brillado por su ausencia; los más acabados esfuerzos, limitados sin embargo, los hizo en su momento la revista Prefacio. Lo que sigue a continuación es un resumen de trabajo más amplio que estamos preparando sobre el tema, las fuentes son: Los Periódicos El Imparcial, El Sonorense e Información, de agosto de 1973 en adelante; también volantes, manifiestos y revistas editados por el movimiento o su contraparte y que se pueden encontrar en el archivo que próximamente estará público en el Museo y Biblioteca de la Uni-Son. En consideración de¡ tiempo que tenemos, nuestro intento va encaminado más que a teorizar, a reproducir los acontecimientos y a apuntar algunas hiip~óteis. Hechas las debidas aclaraciones, vamos al grano:
EL CONTEXTO
Entre marzo de 1970 y febrero de 1974, durante casi
cuatro años, se desarrolla un movimiento inicialmente estudiantil universitario, después de dejar una buena cantidad de enseñanzas. El contexto en que éste se desenvuelve se caracteriza por el inicio de la actual crisis económica mundial y un acreditamiento de la lucha de clases. Los síntomas de la crisis económica se habían sentido desde los finales de los setentas (la recesión del 68, la devaluación de¡ franco y revaluación del marco en el mismo año, por citar algunos ejemplos, y en agosto de 1971 se hace irreversible con la quiebra de los acuerdos monetarios de Breton Woods; seguirá después la crisis alimentarla del 72, el aumento de los precios del petróleo del 73, la recesión del 74 y así, cada vez más importante la crisis económica, derivada de¡ agotamiento de¡ patrón de acumulación Pos- bélico. Al mismo tiempo se incremento la lucha de clases a nivel mundial, el epicentro de aquélla época es, sin duda, Vietnam; otras manifestaciones serían la movilización pacifista (sobre todo en Estados Unidos) que trajo el consejo la guerra de Vietnam, la lucha pacífica y violenta de los negros estadounidenses por los derechos civiles, la experiencia del frente popular en Chile con Allende, la lucha guerrillera en América Latina y México, el movimiento estudiantil mundial cuya movilización cúspide se dio en 1986. LOS OBJETIVOS DE LOS ACTIVISTAS El viernes 13 de marzo de 1970, se llevarían a cabo elecciones para nombrar nuevo Comité Ejecutivo de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Sonora (FEUS). Los candidatos a presidentes de la Federación que presidían las planillas fueron: Armando Cárdenas y Héctor Loya Martínez de la Escuela de Derecho y Ciencias Sociales; Juan Salas Zazueta de la Escuela de Contabilidad y Administración y Patricio Estévez Nenninger de la Escuela de Ciencias Químicas. Con la participación de la planilla que encabezaba Patricio Estévez en esas elecciones, se iniciaba un movimiento que con auges y reflejos se prolongaría durante cuatro años, involucrando a universitarios, abriéndose con ello la etapa más negra de la historia de la Universidad, El Castellanato. El núcleo central de¡ equipo que llegaba junto con Patricio a la dirección ejecutiva de la Federación lo conformaban además, Carlos Martínez de la Torre, Armando Tejeda Mansir, Ramón Murillo y Martín Valenzuela Ba~idenegro. A excepción de Martín, que era estudiante de Matemáticas en Altos Estudios, el resto eran de Ciencias Químicas. Para entonces el grupo había asimilado una rica experiencia política estudiantil, todos habían actuado como dirigentes medios en el movimiento de 1967; Patricio Estévez y Ramón Murillo estuvieron en 1968 en el Distrito Federal al comenzar el movimiento estudiantil de aquel año en la capital del país; habían participado en distintos puestos dentro de la FEUS durante los períodos presidenciales de Ismael Mercado Andrews (1 968) y Leonel Argüeiles (1969). Incluso, cuando a principios de 1970, ~Leonel pretendió permitir la entrada a la Universidad de Sonora al entonces candidato a la presidencia de la república, Luis Echeverría Alvarez, se lo impidió el grupo que comandaba el secretario de la FEUS, Patricio Est~évez. Por la experiencia asimilada directamente, o, a partir de la observación de los acontecimientos que sucedían en aquéllos años a nivel mundial y nacional, quienes tomaban la dirección ejecutiva de la FEUS representaban un cambio en la tradición de la organización estudiantil, eran los primeros activistas sonorenses. La propia campaña que realizaron para llegar al Comité Ejecutivo de la FEUS se salía de los cánones: rechazo a los "regalitos" para manipular el voto de secundarianos y prepos, el saloneo, las asambleas, el mitin, el debate público como herramientas en la labor de base, la crítica al rol y la forma organizativa de la FEUS y una nueva propuesta; una crítica sería el papel social desarrollado hasta entonces por la Universidad y un proyecto alternativo. En lo que respecta a la FEUS, fundada en 1953 criticaban el hecho de haberse convertido en trampolín político para los jóvenes universitarios pri~ístas, la concentración en pocas manos de¡ quehacer político y proponían cambiar la organización de un sistema presidencial al Consejo General de Representantes (C. G. R.). De la Universidad se criticaba el estar totalmente en manos de la burguesa (específicamente a través de patronato) y servir tan sólo a la reproducción del sistema a través de la ideología y la formación de profesionistas acríticos. Además, censuraban la centralización del poder, el autoritarismo y la antidemocracia que privaba internamente problema derivados de quien tenía el poder y la Ley Orgánica de 1953 como instrumento. Según ésta, el patronato formado por hombres de negocio donde resonaban apellidos como: Mazón, Valenzuela, Zaragoza, administraban el patrimonio universitario; el Consejo Universitario, formado por los directores, un maestro y un estudiante por unidad académica, con función, sobre todo la legislativa, servía casi siempre fielmente los dictados del rector, en quien de hecho recaía la más alta autoridad, reproduciéndose al interior de la Universidad en forma y fondo los vicios políticos de nuestra sociedad. En las unidades, además de¡ director, existían los consejos técnicos de carácter consultativo. En el terreno estrictamente académico los dirigentes estudiantiles criticaban, en cuanto al contenido de la enseñanza, el atraso y lo acrítico de los planes y programas de estudio y en cuanto a los métodos de enseñanza, el fomento de un proceso que llevaba a un. estudiante "recipiente" pasivo a convertirse en un maestro repetitivo sabelotodo. De toda esta crítica se derivaba que el movimiento no hubiera sobrevivido si no pasa a la parte constructiva de un proyecto alternativo, una propuesta de parte de la Federación de estudiantes. Los lineamientos generales de ese proyecto se retomaron de la experiencia estudiantil nacional, del proyecto de Universidad democrática, crítica, científica y popular, impulsado en ese momento en Nuevo León y Sinaloa, y con anterioridad, en otras universidades. Pero, vayamos paso a paso dos aclaraciones. De ninguna manera el núcleo de cinco están solos al llegar al comité ejecutivo de la Federación, tenían una base de apoyo en expansión e iban incorporando nuevos cuadros. En la campaña misma se sumaron al equipo unas cinco o seis personas mas. Por otra parte, desde el principio se perfila cómo el adversario más importante del grupo activista, los que serían conocidos desde entonces como "los micos", un grupo ultraderechista, nazi, con vínculos con los tecos de la Universidad Autónoma de Guadalajara (UAG) y fracciones de la oligarquía local. La primera aparición pública de los micos se remontaba al receso dinámico de 1968 donde fueron conocidos como "gallardistas" o "cadeneros". A principio de 1970, además de golpear al estudiante Jaime Medina Corona (por traidor según ellos) ponen una bomba en el carro de¡ padre Miguel Angel Montaño. A partir de entonces, se conoce la existencia del Movimiento Mexicanista de Integración Cristiana (MMIC), organización cerrada, clandestina, con ritual y toda la cosa, que en nombre de cristo se aprestaba a combatir con todos los medios la infiltración comunista.
LUCHA POR LOS RECHAZADOS
Después de la movilización que trajera las elecciones, el
trabajo decreció hasta agosto-septiembre de 1970. Casi al salir de vaciones de verano se supo que las autoridades pretendían imponer un examen de admisión (25 de julio) para entrar a las carreras profesionales. Ante ellos la federación se moviliza exigiendo el pase automático, la derogación del examen de admisión, logrando que la mayoría de estudiantes no asistieran el 25 de julio a presentar los exámenes en Hermosillo. Las autoridades pusieron un nuevo examen el 28 de agosto en cada una de las preparatorias, por lo que la FEUS se vio imposibilitada para impedirlo; sin embargo, en Hermosillo las dificultades persistieron no logrando las autoridades una victoria contundente. Mientras esto ocurría, el rector, Dr. Federico Sotelo Ortiz, realizaba una limpia en la administración de gentes que participaban, en mayor o menor medida, en el movimiento que iba comenzando. En Navojoa despide al director, Héctor "chino" Araiza, que se estaba empeñado en una reforma académica y en traer mejores maestros a aquel plantel; renuncian también (el lunes 21 de septiembre) el Secretario General, Lic. Oscar Tellez Ulloa, el Director de Servicios Escolares C.P. Jorge Saenz Félix y el Lic. Luis Ruiz Vásquez, Director de Extensión Universitaria; Francisco Acuña Griego entra a la Secretaría General.
CAMBIA LA ORGANIZACION DE LA FEDERACION
La siguiente oleada de movilización de estudiantes se dio en
los primeros meses de 1971, mientras tanto, el trabajo hormiga en el cine club, conferencias, intentos de crear un nuevo plan de estudios en la preparatoria central, formar consejos estudiantiles en Ciencias Químicas, Altos Estudios y preparatoria de Navojoa, incorporar y organizar nuevos cuadros. Al llegar 1971, los activistas tenían casi un año de haber llegado al comité ejecutivo de la FEUS y, sin embargo, no se había realizado la promesa-propuesta de cambio en la organización de la FEUS. Por ello se hace un nuevo llamado a trabajar en torno a impulsar la implantación de los consejos estudiantiles. Los estatutos de la FEUS reconocían como autoridades de abajo para arriba a: los jefes de grupo, la asamblea de jefes de grupo, el comité ejecutivo de la unidad académica electo cada año por voto universal, secreto y directo, la asamblea plenaria de la Federación compuesta por los presidentes de la sociedad de alumnos de cada escuela y el Comité Ejecutivo con su presidente, secretario, secretario de actas, tesorero, etc., electos cada año por voto universal, directo y secreto. Los activistas pretendían cambiar esta estructura por la de Consejos Generales de Representantes, que en cada unidad académica los representantes de grupo formaron con sus diversas comisiones, entre ellas, una coordinadora; de cada unidad académica salieron 3 representantes de grupo, que, al unirse con los de las otras unidades formaron el Consejo General de Representantes de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Sonora, con sus diversas comisiones, la más importante, la Comisión Coordinadora (Co.Co.) de 3 miembros. Con el cambio se pretendía romper con los vicios de presidencialismo, ampliando la participación. Pronto los activistas Feusianos y de las diversas escuelas, pues el grupo había crecido en número e influencia, se vieron de nuevo en los salones explicando su propuesta. Los micos, bajo membrete de Comité Pro-defensa de¡ Orden Universitario, fueron los más importantes defensores de¡ sistema ~presidencialista. La votación, el 25 de marzo, fue abrumadoramente a favor de¡ cambio. Vino un período de reorganización entregando Patricio la estafeta a los consejeros hasta el primero de junio. Mientras la lucha por los consejeros se realizaba, una célula de¡ Movimiento Armado Revolucionario (MAR) asaltaba la sucursal de Banco de Comercio de Empalme en Sonora.
LA FORMACION DE LA COMISION MIXTA
El siguiente avance de¡ movimiento se dio en noviembre
de ese mismo año, 1971. Se anunciaba para el día ocho la llegada del Secretario de Educación Pública, Víctor Bravo Ahuja, quien daría a conocer a las autoridades universitarias el nuevo presupuesto de la UNI-SON. Cuando el Secretario, en compañía del rector, se dirigía a la sala de consejo fue interceptado por una muchedumbre estudiantil. En nombre de los estudiantes, Patricio Estévez se dirigió a Bravo Ahuja y el rector, exigiendo una reunión abierta de Consejo Universitario donde se tratara la problemática universitaria, entre ello, la asignación del presupuesto. Ante los acontecimientos, Bravo Ahuja se retira y el Consejo Universitario se traslada al auditorio del Museo y Biblioteca, donde ~sesiona. En esa ocasión, el Consejo Universitario acuerda formar una comisión mixta, ~paritariá, mitad maestros y mitad alumnos, que tendría como objetivo el elaborar una nueva ley para la Universidad. Con tres alumnos y tres maestros por unidad académica, la Comisión Mixta sesíonó por primera vez el 23 de octubre, formándose entonces una comisión coordinadora, otra para elaborar un reglamento interno y una más para elaborar un temario. La agenda se dividió en un período para la reglamentación interna, otro de información (sobre la función de la Universidad, su evolución histórica y situación actual) y uno legislativo.
Poco antes de formarse la comisión mixta ocurrió que:
En septiembre de 1971 estallaba una huelga estudiantil
en Altos Estudios; sus demandas eran: la salida de unos profesores, que se cubrieran todas las plazas de maestros de tiempo completo, exámenes de oposición, que se permita la elección del representante alumno ante el Consejo Técnico y la salida del director Ricardo Valenzuela. El 5 de octubre, los estudiantes de agricultura y ganadería estallaban contra el anuncio de que se abriera una escuela de medicina. Desde el 23 de octubre de 1971 hasta marzo de 1973, la Comisión Mixta funcionó con altibajos. Mientras lo anterior ocurría, otros sucesos llamaban la atención de la comunidad universitaria.
LA CAMPAÑA ANTI-DROGAS
Es de especial atención lo que se llamó la campana
antidrogas. El día 1 1 de enero de 1972, la policía municipal al mando de Benito Sesma, irrumpe en una casa ubicada entre Nuevo León y General Piña, en donde se festejaba la boda de Blanca Patricio Estévez y Ricardo "hippie" ~Olvera, director del periodiquito "Germen", órgano oficial de los "azules", un grupo de hippies autóctonos. Según la policía se encontraron 3 bolsas de plástico y un veliz con marihuana en greña. Fueron detenidos 15 personas, de las cuales 12 eran estudiantes. A partir de entonces se desata una enorme campaña orquestada, sobre todo por "El Sonorense", de desprestigio contra la ~FEUS, valiéndose de¡ caso de la droga. Cabe señalar que en efecto, desde finales de 1970 se había extendido una ola de drogadicción entre sectores clasemedieros y especialmente entre los estudiantes. El hecho se debía, por una parte, al efecto imitación de la cultura rock-drogas que se desarrollaba en Estados Unidos (cuyo mejor ejemplo eran los hipples) al impacto de la guerra de Vietnam, y por la otra, a que Sonora se convirtió, en los primeros años de la década de los setentas, en el paso obligado de la droga (marihuana y opio, sobre todo) que iba de Sinaloa a los EE UU. Es criticable el avance de la drogadicción entre la juventud estudiosa, pero de ninguna manera se les podía responsabilizar de¡ tráfico de drogas y de¡ aumento en el consumo de estupefacientes; los que estaban haciendo negocio eran otros, algunos bastante cercanos a los instigadores de la campaña anti-drogas de Enguerrando Tapia y sus "activistas mafufos"; precisamente la FEUS era un buen chivo expiatorio. El tiempo ha venido a poner bien claro que los narcotraficantes deben contar con la complicidad de altos funcionarios, inclusive de miembros de¡ ejército. Un ejemplo muy bien documentado es de Francisco Sahagún Baca, quien en aquellos tiempos era comandante de la Policía Judicial Federal de Sonora, un enlace clave, y de quien decía Enguerrando Tapia, el 1 2 de febrero, en lo más denso de la campaña anti-drogas: "y los bonos de¡ comandante Francisco Sahagún Baca andan tan altos aquí (México, D.F.) que es posible que lo llamen para ocupar un alto cargo dentro de la Policía Judicial Federal". Para los universitarios, además de la lección de no permitir que se les engañe, se les utilice por los que pueden tener dos caras, es importante que se recoja la experiencia de no permitir que el campus universitario sea utilizado como territorio de excepción. Al calor de la campaña anti- drogas, atraídos por el amarillismo de "El Sonorense", llegaron a la universidad jóvenes lumpen de todos los barrios que se apoderaron de ella, alentados indirectamente por la policía y "El Sonorense", y la negligencia de las autoridades y los universitarios le permitió hacer del campus universitario, durante 1972, un territorio sin ley. Eso no debe volver a ocurrir.
LA ELABORACION DE UNA LEY ORGANICA
Mientras la Comisión Mixta funcionaba y la campaña
anti-drogas proseguía, en la madrugada del domingo 21 de mayo de 1972, el estudiante de preparatoria, Jaime Nápoles Galindo, es atacado al llegar a su case en Bavispe No. 1 7~, en el Cerro de la Campana, por tres "desconocidos"; un golpe destruye los lentes y los vidrios penetran en su ojo derecho vaciándoselo. Tres días después, una manifestación pedía castigo a los culpables en la Procuraduría. a pesar de la promesa del comandante de la judicial, Francisco Luken Aguilar, con todo y lo evidente de la responsabilidad de los micos, los culpables nunca fueron encontrados. Dos meses atrás (el 7 de marzo), también los micos habían agredido a Rafael Alvarado; "El Sonorense~" acusaba mentirosamente a "tres melenudos patricistas'. A principios de mayo se da a conocer un nuevo intento de las autoridades por imponer el examen de admisión en junio. Con la pasada experiencia, los activistas de la Preparatoria Central, que de tiempo atrás dominan la mesa directiva, se desligan por todo el Estado organizando a los preparatorianos en el rechazo al examen de admisión. El movimiento triunfa totalmente y las autoridades tienen que aceptar el pase automático. Desde mayo también, la Asociación de Profesores de la Universidad de Sonora (APUS) presentaba un pliego petitorio a las autoridades: 70% de aumento salarial para los maestros de horas sueltas, 30% para los de tiempo completo, asistencia médica, seguro de vida, jubilación, etc. Entre estira y afloja pasan los meses. Las autoridades, sin tener el incremento en el subsidio proponen en agosto un plan para eficientar los recursos entre ellos, limplantar en 1973 los departamentos escolares. La respuesta de maestros es negativa, previo paro el 8 de septiembre. El martes 1 2 estalló la primera huelga de maestros en la Universidad de Sonora; el paro duró 10 días, levantándose al conquistar el APUS las demandas. El APUS se escindió en octubre al cambiar la mesa directiva. Al igual que los académicos, los trabajadores manuales y en menor medida los administrativos forman una Asociación germen de lo que será con el tiempo el S.T. E. U. S. El primer trabajo legislativo de la Comisión Mixta apareció en mayo de 1972, a siete meses de formada. Era un anteproyecto de ley de 53 artículos sin transitorios, un verdadero chorizo que fue presentado en el No. 2 de "Organo". vocero oficial de la Comisión Mixta. Aparecían en él, por primera vez, los coordinadores y los consejos directivos sustituyendo a directores y consejos técnicos. Proponía un Consejo Universitario paritario, maestros y alumnos, donde los coordinadores sólo tenían voz, el rector estaba muy disminuido en sus funciones, entre lo más importante. Las críticas se centraron cómo la Comisión Mixta lo reconocía, en lo limitado del concepto, autonomía y la amplitud que incluía artículos propios de un reglamento general. Ante esta situación, antes de entrar en receso en el verano del 72, la Comisión Mixta formó una comisión permanente con Oscar Tellez Ulloa y Carlos Martínez de la Torre, teniendo por base un proyecto presentado por la asamblea de maestros de Derecho, que presentó el suyo a finales de agosto. Era de 14 artículos de carácter general y cinco transitorios, reconocía una única autoridad en un Consejo Universitario paritario, en el tercero transitorio decía que se nombraría un presidente provisional, un secretario y una comisión de asuntos ~hacendarios. El nuevo proyecto pasó a ser discutido en asambleas de maestros y estudiantes, mientras el APUS preparaba su movimiento. A partir de noviembre de 1972, la Comisión Mixta empieza a retomar la discusión artículo por artículo, vendrían el receso de navidad y año nuevo, y por fin, en febrero de 1973 la Comisión Mixta entrega al Consejo Universitario el definitivo. Mientras tanto las cosas habían cambiado al interior del grupo activista: era mucho más numeroso, con cuadros incluso en escuelas tradicionalmente conservadoras como Contabilidad y Administración, las lecturas de Marx, Lenin, Mao, Adolfo Gilly, Herbert, Marcuse, Jean Paul Sartre, Wilheim Reich, la literatura feminista, los miembros del boom literario latinoamericano, la propia práctica transformadora~, habían ampliado y ~radicalizado la concepción de estos jóvenes estudiantes. Después de la partida de Patricio Estévez a la cd. de México, los activistas se fueron aglutinando en torno a Carlos Ferrá Martínez, otra forma de trabajo, más por debajo que a la luz pública, más un dirigente que un líder y que tenía experiencia partidaria en la corriente troskista. Con el tiempo, poco a poco, se van formando varios grupos en la corriente única original: los de la FEUS que dirige Ferrá y los tres miembros de la Comisión Coordinadora (Claudio Ayala Encinas, Jorge Ibarra y Hugo López Ochoa) y que son hegemónicos hasta después de la entrada de Castellanos ~ldiáquez a la rectoría; el grupo más numeroso de activistas de la preparatoria central, muy ligados con el de la FEUS, comienza también a operar, a partir de Raúl Sainz, un núcleo de¡ partido comunista. La oposición de¡ movimiento de reforma que involucro ya a todos los sectores universitarios también crece. La alianza que desde la campaña ~antidrogas se había dado entre "El Sonorense" y los micos se había estrechado al paso de¡ tiempo y los acontecimientos. El 6 de diciembre habían intentado secuestrar a Oscar Tellez Ulloa cuando se dirigía a una reunión de la Comisión Mixta. Aprovechando que la Comisión Mixta no reconocía representación ante el Consejo Universitario de la Secundaria de la Universidad, los micos y el director de esa escuela (Rubén "Giostora" Gutiérrez Carranza), organizan a los padres de familia de secundaria. Durante el período previo al envío al Consejo Universitario de¡ proyecto de la Comisión Mixta, la reacción utiliza el pretexto de la secundaria para desprestigiar el movimiento. Un elemento muy importante de aquel tiempo fue el "destape" en los primeros días de 1973, Carlos Armando Biebrich para gobernador del Estado. Para que el joven subsecretario de gobernación pudiera ser candidato, hubo de modificar la Constitución del Estado. Muy cercano en aquel tiempo al presidente Luis Echeverría Alvarez, el joven Biebrich fue muy bien recibido por la oligarquía local. Encambio,el 6 de enero, al ser recibido con un gran mitin en Hermosillo, una estudiante del 5to. semestre de leyes, Alma Delia Reyna, logró subirse al templete y antes de ser apagado el micrófono, se oyó decir : "Pueblo de borregos, cómo se pueden creer las palabras de un candidato cuando vemos que se rodea de gente corrupta como el profesor Jorge Piña Castro y de..." Previo a la entrega de¡ proyecto de la comisión mixta al Consejo Universitario, se realizaron los siguientes actos: los alumnos y maestros de la preparatoria de Navojoa tomaron el 11 de enero la rectoría, exigiendo la construcción de aulas; dos días después desalojaron logrando la satisfacción de sus demandas. Los estudiantes de Contabilidad y Administración se movilizan a finales de¡ mismo mes exigiendo un mejor presupuesto. En la academia de escultura los estudiantes exigen y logran, a principios de febrero, la salida de¡ escultor José Baiderrama Luque.
LA CAIDA DEL DR. SOTELO
El día 6 de marzo se entregó a rectoría el proyecto de la
comisión mixta. El 1 7 se reúne el Consejo Universitario, mientras abajo se realiza un mitin de la FEUS, En la sesión, el rector forma varias comisiones. Entre ellas una de reglamento (el director Fernando ~Orozco y el Dr. Alberto Monteverde, consejero maestro) a donde manda el proyecto para que presenten un dictamen final hasta el 1 2 de abril. El rector pretendía dar más largas al asunto y mutilar el proyecto. El nuevo cariz de los acontecimientos de ninguna manera podían ser aceptados por la FEUS que inicia un proceso de movilización en torno al desconocimiento del Dr. Federico Sotelo como rector, rechazo a la comisión de reglamentos, aprobación inmediata del proyecto de ley de la Comisión Mixta y la facilitación de los medios masivos de comunicación (imprenta y radio) al movimiento. El 20 de nuevo la ~FEUS toma la Universidad. El 23 de marzo, de nuevo el Consejo Universitario sesionaba en la sala de edificio principal, abajo se realizaba un mitin estudiantil; y en las escalinatas del museo otra concentración citada por los padres de familia de la secundaria y el comité prodefensa de orden universitario. En dicha reunión el Dr. Sotelo fue destituido por 33 votos y 1 abstención. SUBE CASTELLANOS IDIAGUEZ
Tres días después, el lunes 26, el Consejo Universitario a
propuesta de la FEUS elige como rector provisional (hasta noviembre) al Lic. Alfonso Castellanos ldiáquez. La responsabilidad de la entrada de Castellanos fue de Oscar Tellez Ulloa, Luis Ruiz Vásquez, Alan Sotelo y de Carlos Ferrá, quien fue encargado de convencer a los activistas. El argumento era que un rector nuestro nos llevaría a un enfrentamiento con el estado, que era necesario un rector de transición, liberal y honesto, cualidades que supuestamente tenía Castellanos. No sin oposición, Castellanos fue electo. La misma reacción mostraba sorpresas, Enguerrando Tapia Quijada decía en su columna del 27 de marzo: "O los activistas se volvieron locos o se regeneraron. 0 lealmente quieren a la Universidad y todos sus antecedentes fueron pura pantomima y bloff o ayer no hubo de la buena y obraron concientemente... de otro modo, no puedo explicarme que la FEUS haya propuesto para rector de la Universidad de Sonora..." y más adelante, ulsi los activistas lo apoyaron sin conocerlo cabalmente, o si nosotros somos quienes no lo conocemos en su totalidad... Eso nos lo dirán los acontecimientos inmediatos. A esperar pues, con ~fé en Sonora y en su futuro". A pesar de la promesa expresa de pasar por el Consejo Universitario el proyecto sin revisión, éste fue de nuevo analizado y ligeramente modificado entre el 28 de marzo y el 11 de abril. El proyecto presentado por el Consejo Universitario al Congreso de¡ Estado, el 18 de mayo, constaba de 30 artículos y 11 transitorios. En el contenido suplía al patronato por una comisión de asuntos ~hacendarios formada por el Consejo Universitario que reconocía como autoridades al Consejo Universitario, al rector, a los coordinadores y a los consejos directivos de las unidades académicas, sosteniendo el sistema paritario en los consejos directivos pero el C.U. está formado por los coordinadores, un maestro y un estudiante por unidad académica; el rector y los coordinadores estaban bastante disminuidos en su totalidad. Durante ese período las fuerzas conservadoras, de dentro y fuera de la Universidad, centran sus ataques en el co-gobierno, aun a nivel de unidad académica, argumentando inmadurez e incapacidad de los estudiantes para dirigir esa maestría. Los activistas, por su parte, después de enviado el proyecto al Congreso, inician una campaña para imponer de facto los consejeros directivos paritarios. En la preparatoria central ello provoca la renuncia del director, Ernesto L~ópez Riesgo, el 28 de mayo, quien a partir de entonces se dedica a atacar el proceso en "El Imparcial". Lo sustituye Fernando Cota Madero. Por los días en que el presupuesto de ley era enviado del Consejo Universitario al Congreso, la FEUS participa en una invasión en la colonia Amapolas.
LA LEY ORGANICA 103
Al llegar al congreso el proyecto es turnado a una
comisión especial que comienza a dar audiencias públicas; primero lunes y jueves y después lunes, jueves y viernes. Para entonces se ha formado una santa alianza entre la iniciativa privada, la burocracia política, la prensa, la barra sonorense de abogados, el Colegio de Contadores, maestros fundadores de la Un¡-Son, representantes de la Unión Ganadera Regional de Sonora, los padres de familia de alumnos de la secundaria, los exalumnos, los industriales, la CTM, CNC, la CTS, CROC, expresidentes de la FEUS, Asociación Médica de Hermosil~lo, la Confederación de Organismos Agrícolas de Sonora, la Federación de Cámaras de Comercio, el Club de Leones, el Colegio de Notarios, el Centro Patronal de¡ Valle de¡ ~Yaqui y algunos contingentes universitarios, El 4 de agosto terminan las audiencias y el 21 el congreso sanciona la nueva ley, siendo publicada el sábado 25 de agosto. La Ley Orgánica 103 tiene por base, sin duda, el proyecto enviado por el consejo universitario. La principales modificaciones fueron: el reconocimiento de la Comisión de Asuntos Hacendarios como autoridad; la incorporación de un representante de los alumnos, otro de la asociación de profesores y otra de la FEUS al Consejo Universitario. incorpora los requisitos de regularidad y tener arriba del promedio de la unidad académica para los representantes estudiantiles ante el Consejo Universitario, y título y dos años de docencia e investigación para los consejeros maestros; en el artículo 17 define obligaciones y facultades del rector; para ser consejero maestro y alumnos se piden los mismos requisitos que para consejeros universitarios. Se definen requisitos y atribuciones de los coordinadores ejecutivos; se legalizan elecciones indirectas, antidemocráticas para rector y coordinadores; se define el carácter y atribuciones de la Comisión de Asuntos Hacendarios; se incorpora un capítulo de sanciones y en los transitorios se dice que en septiembre se constituirán los nuevos consejeros directivos y en octubre el Consejo Universitario. Rápidamente el rector "legalista", se declara listo para cumplir con el nuevo ordenamiento legal. El movimiento estudiantil sonorense de principios de los setentas, a partir de la promulgación de la Ley 103, alcanzó el más alto grado de movilización, y, sin embargo, desde el principio, como se fueron desarrollando los acontecimientos su derrota era evidente. Por un principio toda posible coyuntura electoral o vacío de poder por cambio de administración se había desvanecido. Desde el lo. de septiembre había nuevo gobernador, joven y con gran experiencia política y represiva; con una ley orgánica emitida por el Congreso del 1 Estado, con nuevo gobernador ejerciendo poder y un rector "legalista", "dispuesto a que las leyes se cumplan" y con una vieja amistad, de profesor-estudiante, con el joven gobernador. La correlación misma al interior de la universidad comienza desde septiembre a cambiar. ¡NO A LA LEY 103! ¡FUERA CASTELLANOS¡
Como era predecible el rector, recién iniciadas las clases,
nombre (el 5 de septiembre) las comisiones electorales para consejeros directivos y posteriormente Consejo Universitario. Para entonces las consignas de paredes y volantes estudiantiles eran: ¡No a la imposición de la Ley Orgánica! ¡Fuera Castellanos! En consecuencia con los lineamientos establecidos, los estudiantes y maestros del movimiento se aprestaron a boicotear la implantación de la ley, el movimiento había cometido un segundo grave error. Su no implantación sólo era posible por una derogación del Congreso para lo cual se necesitaba una fuerza movilizada, dentro y fuera de la Universidad, que la FEUS y los activistas no estaban en posibilidad de lograr; era más correcto entrarle a los consejeros directivos y universitarios, y con la fuerza que se tenía seguir trabajando a más largo plazo. El grupo prefacio advertía de¡ peligro mal planteado, su propuesta de un paso atrás, pero como además la elección de Castellanos los había desprestigiado, no fueron escuchados. La línea dominante era de los prepos, donde, además se van a dar los más importantes enfrentamientos.
En la preparatoria central, al presentarse la comisión
electoral el sábado 8 en la mañana se desatan los golpes entre micos y activistas, también hay peleas en Leyes. Al día siguiente, domingo, 41 de 118 profesores de la prepa nombran sus representantes al Consejo Directivo. El lunes 10 a 11 de la mañana los estudiantes de la prepa y otras escuelas toman la rectoría; ese mismo día es renunciado de la Secretaría General, Alan Sotelo. Un día antes habían secuestrado a Lorenzo Ramos. Las movilizaciones, asambleas, volanteos, mítines en la población se comienzan a desarrollar con gran intensidad. Mientras tanto, Castellanos se retira a despachar en su casa, moviendo las piezas de poder por debajo de la mesa, buscando el apoyo público. El sábado 22 exige que le entreguen a mediodía siguiente las instalaciones o habrá cierre de la Universidad. El lunes declara el receso y los estudiantes abandonan la rectoría. Los activistas intentan regularizar la vida académica y rectoría, micos, profesores que se han unido de tiempo atrás "Grupo Castellanista-biebrichista". El Consejo reunido el viernes 28, con la correlación interna ratifica la suspensión de clases y sanciona a 5 maestros de Derecho, mientras los micos realizaban su labor continua de provocadores. Si septiembre del 73 transcurrió en un ambiente de movilización, enfrentamientos y represión, casi todo octubre estuvo por el mismo tenor. El maestro Víctor Alvarez es secuestrado, tres días después es liberado. El sábado 6, el ConsejoUniversitario acuerda sacar la preparatoria hacia las escuela Leona Vicario, Rosalío Moreno y Colegio Sonora.
El 9, expulsa 5 alumnos de la ECA por calificar de
inepto al director. Tres maestros de la misma escuela son puestos fuera de nómina. El día 13 expulsan a tres dirigentes de preparatorias. El 16 con clases en la ~prepa central y en las ~"escuelitas". Estallaban broncas en el Colegio Sonora. En los 2 días siguientes los enfrentamientos a golpes, pedradas y varillazos se extendían a las tres "escuelitas" y en otros edificios universitarios. A partir de entonces, bajo denuncia pena¡ de micos y autoridades universitarias, la represión oficial comienza a funcionar. El jueves de¡ mismo, había 8 consignados y los micos recibían impunemente el apoyo policiaco. Al día siguiente 9 consignados más. El sábado 13 expulsados más. Y el Consejo autoriza a entrar a la policía al campo universitario. El lunes 22 el rector entraba a la Universidad inaugurando una época negra de la Universidad. Mientras la dirección estudiantil se desbanda, durante noviembre y diciembre de 1973 y enero de 1974, Castellanos, los micos y la reacción universitaria se fortalecen; el ambiente de terror y de represión invade a Hermosillo y Navojoa, siempre con el apoyo del Estado y, en menor medida, a Cd. Obregón; siguen las expulsiones, la creación de consejos directivos, los enfrentamientos micos contra activistas. No sin dificultad, ante un movimiento estudiantil y universitario que cada vez más desesperado se niega a morir, las autoridades universitarias se van imponiendo. La puntilla la recibe el movimiento cuando estudiantes exageradamente radicalizados, adscritos a la liga 23 de septiembre realizan actos que caen dentro de la categoría de provocaciones. El viernes 18 de enero, después de un mitin en Ciencias Químicas, estudiantes de la llamada corriente "enferma" dirigió una columna que secuestró camiones y se enfrentó en el Coloso con la policía, cayendo el preventivo José de Jesús Córdoba ~Benítez, quien moría 4 días después. Un mes después, hechos violentas sucedían en Navojoa, el lunes 18 de febrero en la noche era herido por 3 desconocidos, el Tte. Enrique Morales "Moralitos"; al día siguiente mueren los estudiantes José Sheppard y Andrés Peña Dessens en enfrentamientos con la policía. Moralitos después de recuperarse murió el miércoles 27 de febrero de 1974. El movimiento estudiantil Sonorense terminaba una fase.
CONCLUSIONES A MANERA DE HIPOTESIS
A) Para verdaderamente entender el movimiento estudiantil universitario de 1970-1973, en la Universidad de Sonora, es necesario ubicarlo en el contexto histórico. Lo que ocurría en el plano económico, social y político a finales de los setentas que, en la primera mitad de los setentas, fue siempre determinante (y por lo tanto estuvo siempre mal que bien presente en la conciencia de los principios protagonistas) en los sucesos de aquéllos años en la Universidad. En cuanto al contexto, antes que nada, cabe mencionar la crisis económica capitalista que estaba irreversible en agosto de 1971 al destruirse los acuerdos monetarios de Breton Woods; desde los finales de los setentas existían síntomas inquietantes de inestabilidad y no sólo en el plano económico, varios son los ejemplos. La decisión de Richard Nixon de devaluar el dólar y comenzar la guerra comercial proteccionista en 1971 es el punto de inflexión entre una época de auge y otra de crisis económica. A partir de entonces, de los primeros síntomas se pasó a la evidencia de¡ agotamiento de¡ patrón de acumulación de capital importado a nivel mundial, después de la segunda guerra mundial. En América Latina y México lo anterior se expresa como la crisis del módulo de sustitución de importaciones. La crisis económica, aunque no automática ni mecánicamente, trae consigo la crisis social, política, ideológica e incluso familiar. Ello es fácil constatar al observar el desarrollo histórico de¡ capitalismo. La actual crisis es general porque incluye a todos los países capitalistas y porque afecta a todos los niveles de la sociedad. Después de agosto de 1971 vendría la crisis alimentarla del 72, el aumento de¡ precio del petróleo en 1973, la recesión del 74. Al mismo tiempo se increment~o la lucha de clases a nivel internacional tomando por epicentro la guerra de Vietnam. Debemos anotar también, los movimientos pacifistas, la lucha por los derechos civiles de los negros en Estados Unidos, la guerrilla latinoamericana, el movimiento estudiantil mundial, la experiencia de¡ frente popular con Allende en Chile. Afirmamos entonces que, la oleada mundial de movilizaciones estudiantiles que tuvo por cúspide el año de 1968 (y donde el 70.73 Sonorense es un ejemplo tardío ) es un elemento más de carácter político-social y en algún grado premonitorio de la crisis general de la formación social capitalista que comenzaba a manifestarse desde finales de la década de los setentas y que estalló irreversiblemente después de agosto del 71. Un fenómeno más jugó en favor de la intensa movilización estudiantil mundial de aquellos años, en donde el 70-73 se inscribe. La transformación que se operó en la función social de la universidad al llegar el capitalismo al imperialismo y, sobre todo, en la fase de expansión en la Segunda Guerra Mundial.
En forma breve y en general nos referimos a lo
siguiente: En la Universidad ~"Napoleónica" de¡ capitalismo de libre competencia los que inspiraban a la Universidad era sobre todo los hijos de los burgueses, de la aristocracia, de altos funcionarios o profesionistas acomodados, estudiaban mayoritariamente carreras "humanísticas", "liberales" (Medicina, Derecho, contradicciones) su papel en la reproducción de¡ capital y en las expectativas de¡ bloque social dominante. Comenzaba a ser imitado el lado obscuro de la manera: los recursos no alcanzaban para satisfacer la creciente demanda de educación superior menos (sobre todo en los países subdesarrollados) para realizar investigación, también la falta de recursos afectaba la calidad de la enseñanza; el contenido y los métodos de enseñanza fueron pronto cuestionados, lo que había servido perfectamente en un momento no satisfacía en otro, la modernización se imponía como una necesidad ante la crisis de la sociedad y la universidad; por esta parte, la crisis también trajo como consecuencia un deterioro la capacidad del título profesional como palanca de ascenso social, problemas de empleo y de caída del poder adquisitivo (por cierto cada vez más agudos) acompañan desde entonces a los ~egresados de los centros de educación superior de carácter público. En Sonora los setentas trajeron los primeros síntomas de crisis capitalista mundial, específicamente del patrón 'agrícola" que se había impuesto en el Estado. Desde finales de los sesentas, sobre todo a partir de los setentas, el crecimiento económico y la urbanización sustentada en el sector agrícola mostraba claramente sus cimientos, una nueva alternativa se comenzaba a perfilar en el horizonte histórico: la industria de la exportación (la maquila~, de forma muy importante). La crisis económica traería en el espacio estatal una intensificación del enfriamiento social. Contabilidad, etc.) y; al egresar los que no se dedicaban a sus negocios, creaban prominentes funcionarios públicos o profesionistas libres, independientes. A partir de 1970 (en los países desarrollados) y, sobre todo, después de la Segunda Guerra Mundial (incluyendo por lo menos a los países dependientes de América Latina se dieron los siguientes cambios en el rol social jugado por la universidad: al mismo tiempo que la educación superior se ~masificaba cambiar la composición social de¡ que ingresaba a la Universidad siendo mayor teóricamente de los sectores medios. A las carreras liberales tradicionales se sumaban otras tradicionales se sumaban técnico y, los egresados, además de profesionistas independientes y uno que otro alto funcionario o burgués, se incorporaban a la vida laboral como trabajadores asalariados al servicio de¡ Estado o la empresa privada, e incluso, muchas veces desarrollado una actividad productiva, constituyéndose así el llamado fenómeno de la proletarizaci~ón del trabajo intelectual. De esta manera la universidad suma a la producción y reproducción de cultura en el sentido más estrecho, la labor que se vuelve dominante de calificar fuerza de trabajo en un futuro asalariado. Se deriva de ello una creciente importancia de la educación superior (la universidad en particular) para la reproducción material (económica) de la sociedad. El papel central de las universidades públicas es el de calificar la fuerza de trabajo, esa es tarea fundamental en una sociedad como la nuestra. La producción de conocimiento científico y tecnológico y la creación y recreación de¡ acervo artístico, se han visto siempre como actividades secundarias, especialmente en los países dependientes. Los procesos de clasificación de la enseñanza superior y de proletarizaci~ón de un trabajo intelectual (correlativo al cambio que se daba en el papel social de la Universidad), se combinaron con otro elemento central, la crisis de las universidades, poniendo las bases objetivas para la movilización masiva de estudiantes y su radicalización. La crisis de las universidades públicas que tienen por fondo la crisis general capitalista, se expresa: como falta de recursos financieros con respecto alas necesidades de educación superior; atraso en el contenido y en los métodos de enseñanza; dificultades crecientes de los egresados en el mercado de trabajo y pauperización del trabajo intelectual. Un deterioro en la capacidad de¡ título profesional como planes de ascenso social, problemas de empleo y de caída de¡ poder adquisitivo (por cierto cada vez más agudos) acompañan desde entonces a los ~egresados de los centros de educación superior de carácter público. Al entrar en crisis el patrón pos-bélico de acumulación (sustitutivo de importaciones en México y en A.L. en general) la universidad pública quedó imposibilitada para seguir sirviendo como trampolín social, quedó atrás la "bella época" cuándo la institución era un recurso de paz y cumplía bien (sin excesivas En este contexto, la Universidad de Sonora dejó a finales de los sesentas y a principios de los setentas, una época y abrió otra, Atrás quedaba la "época dorada", su me or momento en lo académico, con tranquilidad política y con una relación muy entrada cubre la comunidad universitaria, el gobierno a la iniciativa privada. Al igual que en otras instituciones la crisis en la Universidad de Sonora se expresaba y se expresa en recursos imitados y necesidades cada vez mayores,, atraso y activismo en el contenido, atraso y activismo en el método de enseñanza, movilizaciones de estudiantes primero, y de trabajadores después, relaciones conflictivas en muchos movimientos sobre la comunidad universitaria, el gobierno y la iniciativa privada, problemas en la colocación y cada de los ingresos de los profesionistas. Entre 1970 y 1973 se desarrolla en la Universidad de Sonora un movimiento estudiantil cuyo objetivo es transformar académica, organizativa y políticamente la institución. El premio de la partida fueron las propias y sentidas demandas de los estudiantes, así como crítica a la situación de la institución. Pero la movilización emprendida por la FEUS no se quedó en la solución coyuntural de una demanda particular, en una posición contestataria o niega lo todo, inscribieron las movilizaciones particulares a la consecución de un proyecto general para la Universidad, Dicho proyecto era una versión de¡ que manejaba el movimiento estudiantil a nivel nacional llamado "democratización de la enseñanza" cuyo lema era: Por una Universidad Democrática, Científica y Popular, en concreto, la FEUS se planteaba: reforma a la estructura interna y reforma académica. Lo primero, a través de una nueva ley orgánica que democratizara la vida política, le quitara a la iniciativa privada el control sobre las finanzas y desconcentrara el poder. Lo segundo implicaba nuevos y mejores planes y programas de estudios, así como cambio y modernización de los métodos de enseñanza. Los trabajadores (académicos, manuales y administrativos) se incorporan con sus propias demandas ~gerenciales y empujando a favor de¡ proyecto ~democratizador. Los protagonistas centrales de este movimiento de reforma universitaria son un grupo o corriente de estudiantes (a los cuales se suman maestros) llamados activistas. Ellos, controlando la FEUS impulsan la construcción de¡ proyecto en todo momento. La clave de su éxito se encuentra en la relación que establecen con sus representados, es decir en la relación base-dirección. El contacto permanente entre los activistas y la masa de estudiantes permite la legitimación del movimiento, la ampliación constante del número de activista y la concentración de los estudiantes de la problemática universitaria y social y su solución. "Los activistas se definen dirigentes como trabajadores constantes y empecinados en la solución de la problemática estudiantil y estudiantes socialistas'. El movimiento estudiantil universitario de 1970~-73 dejó consecuencias significativas. La principal sería la polit~ización, incluso ~radicalización, de importantes contingentes que movieron positivamente organizaciones de izquierda. Dicho movimiento popularizó en la Uni-Son la concepción marxista de mando. Con la derrota, la reforma universitaria quedó en cenizas que al tiempo ha emitido inquietudes de otros universitarios. El movimiento abrazó también las puertas a la organización gerencia¡ de los trabajadores. Las causas de la derrota tiene también sus lecciones. La organización representativa de los estudiantes quedó destruida. Entre las causas de la derrota podemos apuntar: el aislamiento de¡ movimiento con respecto al sector popular en el estado y al movimiento estudiantil nacional en esos momentos en crisis; los errores del movimiento como son el nombramiento de Castellanos, la táctica para enfrentar la imposición de la Ley Orgánica y las actividades provocadoras de los enfermos.