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UNIVERSIDAD PEDAGÓGICA DE EL SALVADOR

FACULTAD DE EDUCACIÓN
SEMINARIO DE EDUCACIÓN AMBIENTAL Y CAMBIO CLIMÁTICO
MAESTRO JOAQUÍN ERNESTO APARICIO PACHECO MPE

La emergencia climática destapará otras crisis sociales


https://www.elperiodico.com/es/medio-ambiente/20210808/crisis-climatica-destapara-problemas-sociales-
11973070

"No es lo mismo la capacidad que tiene un país rico que un país pobre de recuperarse de
unas inundaciones extremas. Tampoco afectará igual una ola de calor extremo a un
trabajador de oficina que a otro que trabaje a la intemperie".

Hablar de crisis climática no solo es hablar de calentamiento


global, deshielo y pérdida de la biodiversidad. También es hablar de un problema con
muchísimas implicaciones sociales. "La crisis climática podría alimentar las
desigualdades sociales y aumentar todavía más la brecha entre ricos y pobres",
explican Maddalen Iza y Antonio Castaño, miembros de la plataforma 'Contra el
diluvio'. Esta iniciativa, formada por científicos y activistas, nació en 2017 como un
proyecto para concienciar sobre el impacto de la crisis climática. Cuatro años más
tarde, sus impulsores reclaman abordar la emergencia climática en perspectiva pa ra
ver qué colectivos serán más vulnerables ante un mundo de extremos climáticos.

"Sabemos que la crisis climática acabará afectando a todo el planeta, pero eso no
significa que todos la sufran por igual. No es lo mismo la capacidad que tiene un país
rico que un país pobre de recuperarse de unas inundaciones extremas. Tampoco
afectará igual una ola de calor extremo a un trabajador de oficina que a otro que
trabaje a la intemperie", explican Iza y Castaño en una entrevista con EL PERIÓDICO.
Desde 'Contra el diluvio', ambos científicos reflexionan sobre el cambio climático como
"amplificador de desigualdades sociales".

"Sabemos que la crisis climática acabará afectando a todo el planeta, pero eso no significa
que todos la sufran por igual"

La crisis climática podría agravar, todavía más, la crisis de la vivienda. En países como
España, donde el acceso a una vivienda digna sigue siendo un problema, ¿qué ocurrirá
cuando los hogares más humildes no puedan hacer frente a los extremos climáticos?
Iza y Castaño hablan, por ejemplo, del derecho a una climatización adecuada tanto
en invierno como en verano, y de cómo esto será clave ante un futuro en el que los
extremos climáticos irán a más. Sobre todo, en el Mediterráneo, uno de los puntos del
planeta más afectados por el calentamiento global.
"¿Qué pasará en los hogares humildes, de peor calidad y peor aislados, cuando
haya una ola de calor extremo y no tengan con qué refrigerarse? ¿Y en los colegios de
barrios pobres? Los golpes de calor afectarán, sobre todo, a los lugares no
aclimatados para las nuevas temperaturas", comentan. Actualmente, se estima que
más del 10% de los hogares españoles no consigue mantener una temperatura
adecuada ni en invierno ni en verano. Esta carencia no solo destapa una desigualdad
estructural entre los hogares, también expone a los colectivos más vulnerables a
nuevos problemas sanitarios, alimenticios e incluso higiénicos.

"¿Qué pasará en los hogares humildes, de peor calidad y peor aislados, cuando haya una
ola de calor extremo y no tengan con qué refrigerarse?"

Víctimas colaterales

El avance de la crisis climática afectará a todo el mundo, pero no todos lo sufrirán de


la misma manera. "Igual que con la pandemia hablábamos de los sanitarios y los
cajeros como los más expuestos al virus, con la crisis climática pasará lo mismo.
Las personas que trabajan a la intemperie serán las más expuestas a la climatología
extrema", explican Iza y Castaño. Estos científicos y activistas hablan, por ejemplo, de
los temporeros como uno de los colectivos más afectados por los extremos climáticos.
"Los temporeros quedarán expuestos a todavía más desigualdades. Hablamos de
personas migrantes, pobres, sin papeles que, además, acabarán trabajando
con condiciones climatológicas extremas", explican.

El ejemplo es extrapolable a otros colectivos como, por ejemplo, obreros, agricultores,


pescadores, ganaderos y hasta camareros. Es decir, a todos aquellos que desarrollen
su actividad laboral al aire libre. En estos momentos, la legislación española ya prohíbe
trabajar en exteriores con sensación térmica por encima de los 32 grados y en
interiores con temperaturas por encima de los 27. ¿Pero qué pasará en un mundo que
poco a poco irá aumentando su temperatura? ¿Se frenará el trabajo de estos colectivos
o se expondrá a estas personas a temperaturas extremas?

"Las personas que trabajan a la intemperie serán las más expuestas a la climatología
extrema"

Un estudio de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), publicado en julio del


2019, estimó que si la temperatura global sigue aumentando hasta los 1,5 grados para
final de siglo, en 2030 ya se habrán perdido 2,2% de las horas de trabajo del
mundo por el estrés térmico. La entidad también calcula que en menos de diez años
se podrían perder alrededor de 80 millones de empleos a tiempo completo como
consecuencia de la crisis climática. Las pérdidas podrían ascender hasta los 2.400
millones de dólares. Y, una vez más, los más afectados por este fenómeno serían los
países pobres y los colectivos en riesgo de exclusión social.
En busca de soluciones

Antes o después, el avance de la crisis climática pondrá sobre la mesa debates


espinosos. Sobre todo, en una sociedad cuyo estilo de vida es insostenible para el
planeta. "Hemos estado viviendo con un consumo que va mucho más allá de lo que el
planeta puede proporcionarnos. Los países industrializados no solo hemos agotado los
recursos de los países pobres, sino que, además, hemos hipotecado el futuro de las
generaciones que vendrán, aquí y en otros lugares", esgrimen Iz a y Castaño. Por eso
mismo, ambos científicos reclaman empezar "una transición ecológica justa que no
deje a nadie atrás".

"Hay que facilitar formas de vida más sostenibles, justas y asequibles para la mayoría"

¿Pero cómo se construye una solución colectiva frente a la crisis climática? Desde
'Contra el diluvio' defienden poner a las necesidades del ciudadano en el centro. "No
puedes luchar contra los vehículos contaminantes solamente aumentando el precio
de la gasolina porque, al final, los perjudicados son los más pobres, los que no pueden
pagar el incremento, mientras que los ricos pueden seguir permitiéndose
contaminar. Una posible solución pasaría, por un lado, por garantizar que el
transporte público funcione correctamente y, por otro, que los ciudadanos tengan
todo lo que necesiten a diez minutos andando desde su hogar", comentan Iza y
Castaño. "Hay que facilitar formas de vida más sostenibles, justas y asequibles para
la mayoría", zanjan. La discusión sobre cómo frenar la crisis climática empieza ya.

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