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PSICOLOGÍA

La premisa mayor de la psicología aplicada es el uso de las teo-


rías y principios psicológicos para resolver problemas de relevancia social
e individual. Cada campo de actuación da lugar a un perfil diferenciado

J. Olivares • D. Macià • P. J. Olivares • A. I. Rosa


José Olivares Rodríguez es doctor en Psicología, catedrático
en el ejercicio de la profesión. El conjunto de tales perfiles integra áreas
de universidad, psicólogo clínico, profesor especialista en peda-
de actividad tan antiguas como la del psicólogo clínico, la del psicólogo
gogía terapéutica, director de la Unidad de Terapia de Conducta
de la educación y la del psicólogo del trabajo y las organizaciones, junto
del Servicio de Psicología Aplicada de la Universidad de Murcia
a otras más nuevas como las del psicólogo del tráfico y la seguridad
e investigador principal del grupo de investigación E-069-02
vial, el psicólogo jurídico, el psicólogo del deporte, el psicólogo del
Psicología Clínica y de la Salud. Cuenta con amplia y variada
envejecimiento, otras de reciente desarrollo como la del psicólogo de la
experiencia en el ámbito de la psicología aplicada, en cuyo
intervención en catástrofes y situaciones de emergencia, u otras de vieja
campo posee numerosas publicaciones.
raigambre pero de recentísimo reconocimiento oficial como la del psicó-
logo general sanitario. Diego Macià Antón es doctor en Psicología, profesor titular
En la actualidad el desarrollo del ejercicio de la psicolo-
gía está adquiriendo tal relevancia que ya es posible hallar especializacio- El ejercicio de la de universidad en la Universidad Miguel Hernández de Elche,
psicólogo clínico, criminólogo, profesor invitado del máster
universitario en Psicología Clínica y de la Salud de la Universi-

psicología
nes dentro de las grandes áreas de trabajo que le son propias, así como de
otras en las que el comportamiento humano desempeña un papel crucial. dad de Murcia, miembro del equipo de investigación E-069-02
Tal es el caso de los psicólogos que trabajan en el contexto de equipos Psicología Clínica y de la Salud y de la Unidad de Terapia de
multiprofesionales en el ámbito de la reproducción humana o en el de la Conducta del Servicio de Psicología Aplicada de esta última

aplicada
neurología, lo que ha dado lugar a la psicología de la reproducción y la universidad. Editor, autor y coautor de un elevado número de
neuropsicología clínica. En otros casos, la intensidad del quehacer psi- publicaciones en el ámbito aplicado.
cológico reclama el reconocimiento de nuevos perfiles, como es el caso Pablo J. Olivares-Olivares es doctor en Psicología y licencia-
del psicólogo de familia, una cuestión cotidiana para los psicólogos que do en Biología. Es miembro del equipo de investigación E-069-

EL EJERCICIO DE LA PSICOLOGÍA APLICADA


trabajan en el ámbito infanto-juvenil. 02 Psicología Clínica y de la Salud y de la Unidad de Terapia de
El fin de esta obra es poner en manos de los Conducta del Servicio de Psicología Aplicada de la Universidad
lectores un trabajo en el que se proporciona una visión general de las fun- de Murcia en calidad de investigador. Es profesor invitado del
ciones que desempeñan los psicólogos y los campos en los que se aplican, La profesión de psicólogo máster universitario en Psicología Clínica y de la Salud de la
Universidad de Murcia, y editor y coautor de varios libros, capí-
los requisitos que requiere su formación y el proceso de actuación profe-
sional. Se trata de una aproximación a la profesión del psicólogo útil tanto tulos y artículos de investigación sobre materias psicológicas.
para quienes están formándose como para los que, llevando ya tiempo
en ella, deseen administrarse una dosis de recuerdo y actualización para José Olivares Rodríguez Ana Isabel Rosa Alcázar es doctora en Psicología, profesora
titular de universidad, coordinadora del máster universitario en
tener una visión de conjunto de la misma. Así mismo, este trabajo puede
resultar de utilidad a quienes desde otras disciplinas deseen tener infor- Diego Macià Antón Psicología Clínica y de la Salud, miembro del equipo de investi-
gación E-069-02 Psicología Clínica y de la Salud y subdirectora
mación sobre la labor de estos profesionales; tal puede ser el caso de los
profesionales del resto de ciencias de la salud (especialidades biomédicas Pablo J. Olivares-Olivares de la Unidad de Terapia de Conducta del Servicio de Psicología
Aplicada de la Universidad de Murcia. Cuenta con amplia expe-
—medicina de familia, psiquiatría, oncología, pediatría, rehabilitación/ riencia como investigadora y psicóloga clínica, siendo además
fisioterapia, enfermería, biología, etc.—), profesionales de las ciencias de
la educación (pedagogos, maestros de Enseñanza Primaria, profesores de
Ana Isabel Rosa Alcázar editora, autora y coautora de un amplio elenco de publicaciones
en el campo de la psicología aplicada.
Enseñanza Secundaria Obligatoria, psicopedagogos, etc.), cargos ejecu-
tivos de servicios públicos y privados relativos a la seguridad vial, de las
fuerzas armadas y cuerpos de seguridad públicos y privados, del poder
judicial, del ámbito deportivo o del estamento económico (recuérdese que
el psicólogo Daniel Kahneman fue Premio Nobel de Economía en el año
2002). Todas estas y muchas más conforman las áreas de intervención de
los profesionales de la psicología.

ISBN 978-84-368-2676-0

PIRÁMIDE
PIRÁMIDE
9 788436 826760
www.edicionespiramide.es 0203225 PSICOLOGÍA

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El ejercicio de la
psicología
aplicada
La profesión de psicólogo
JOSÉ OLIVARES RODRÍGUEZ DIEGO MACIÀ ANTÓN
CATEDRÁTICO DE UNIVERSIDAD. PROFESOR TITULAR DE UNIVERSIDAD.
UNIVERSIDAD DE MURCIA UNIVERSIDAD MIGUEL HERNÁNDEZ DE ELCHE

PABLO J. OLIVARES-OLIVARES ANA ISABEL ROSA ALCÁZAR


PROFESOR INVITADO. PROFESORA TITULAR.
UNIVERSIDAD DE MURCIA UNIVERSIDAD DE MURCIA

El ejercicio de la
psicología
aplicada
La profesión de psicólogo

EDICIONES PIRÁMIDE
COLECCIÓN «PSICOLOGÍA»

Director:
Francisco J. Labrador
Catedrático de Modificación de Conducta
de la Universidad Complutense de Madrid

Edición en versión digital

Está prohibida la reproducción total o parcial


de este libro electrónico, su transmisión, su
descarga, su descompilación, su tratamiento
informático, su almacenamiento o introduc-
ción en cualquier sistema de repositorio y
recuperación, en cualquier forma o por cual-
quier medio, ya sea electrónico, mecánico,
conocido o por inventar, sin el permiso expre-
so escrito de los titulares del copyright.

© José Olivares Rodríguez, Diego Macià Antón, Pablo J. Olivares-Olivares y Ana Isabel Rosa Alcázar, 2012
© Primera edición electrónica publicada por Ediciones Pirámide (Grupo Anaya, S. A.), 2012
Para cualquier información pueden dirigirse a piramide_legal@anaya.es
Juan Ignacio Luca de Tena, 15. 28027 Madrid
Teléfono: 91 393 89 89
www.edicionespiramide.es
ISBN: 978-84-368-2676-0
A don Enrique Pozón Lobato,
profesor de Ciencias Naturales
en la Universidad Laboral de Córdoba.

A don Ángel Rodríguez González,


profesor de Psicología Social.

A don Enrique Fernández Bonillo,


maestro y profesor de Enseñanza
Secundaria Obligatoria

A todos nuestros alumnos

JOSÉ OLIVARES RODRÍGUEZ

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Índice

Prefacio ............................................................................................................................ 13

Prólogo............................................................................................................................. 15

1. Consideraciones preliminares. La psicología aplicada ............................ 19

1.1. Funciones y perfiles profesionales del psicólogo....................................... 19


1.1.1. Funciones..................................................................................... 20
1.1.2. Perfiles profesionales .................................................................... 23
1.2. Habilidades y destrezas implicadas en la intervención psicológica ........... 44
1.3. El método científico como salvaguarda de los derechos de las personas y
del buen quehacer profesional .................................................................. 54
1.4. El código deontológico del psicólogo y el buen quehacer profesional ...... 59

2. Concepto de problemas y trastorno psicológico ...................................... 61


2.1. Antecedentes históricos ............................................................................ 61
2.2. Inicios de su delimitación actual: hacia un modelo psicológico................ 69
2.2.1. Construcción de la alternativa psicológica en el contexto cien-
tífico ............................................................................................. 72
2.2.2. Características del modelo conductual-cognitivo: modelo psico-
lógico............................................................................................ 79
2.2.3. Enfoques que conforman el modelo conductual-cognitivo........... 87
2.3. Evolución de las aportaciones al desarrollo de la Psicología desde España. 101
2.3.1. Precursores o antecedentes históricos .......................................... 101
2.3.2. Fase de restauración/implantación de la psicología científica ...... 107
2.3.3. Fase de consolidación y expansión............................................... 109
2.4. La importancia de la teoría ...................................................................... 111
2.5. Problema y trastorno: delimitación actual................................................ 114

3. El proceso de constatación de la existencia de un problema/trastorno


psicológico...................................................................................................... 119

3.1. Algunas consideraciones preliminares ...................................................... 119


3.2. El concepto de intervención psicológica................................................... 126

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10 / Índice

3.3. Evaluación psicológica: síntesis de sus fases y pasos................................. 128


3.4. La comunicación de resultados: el informe psicológico............................. 132
3.5. El contrato terapéutico y la implicación del cliente/paciente..................... 136

4. El tratamiento psicológico............................................................................. 139


4.1. Definición de tratamiento psicológico....................................................... 139
4.1.1. Algunas consideraciones preliminares........................................... 139
4.1.2. La psicoterapia y la definición de tratamiento psicológico............ 141
4.2. Proceso de construcción, valoración y depuración/afinamiento de un tra-
tamiento psicológico.................................................................................. 144
4.2.1. Fase de creación/construcción del programa de entrenamiento/
tratamiento.................................................................................... 146
4.2.2. Fase de valoración de los resultados.............................................. 147
4.2.3. Fase de depuración del programa de entrenamiento/tratamiento.... 151
4.3. Eficacia, eficiencia y efectividad de los tratamientos psicológicos.............. 152
4.4. Diferencias entre el ejercicio de la profesión «a demanda» y en el ámbito
de la investigación..................................................................................... 155
4.5. Estrategias/modos para/de aplicar el tratamiento...................................... 158
4.6. Estrategias para aplicar el tratamiento con niños y adolescentes............... 164
4.6.1. El papel del desarrollo en la oportunidad/necesidad de trata-
miento........................................................................................... 166
4.6.2. El ambiente, la especificidad de las respuestas y el comportamien-
to manifiesto................................................................................. 168
4.6.3. Los paraprofesionales................................................................... 170
4.6.4. Habilidades y destrezas del psicólogo infanto-juvenil................... 171
4.6.5. Selección de estrategias para la intervención................................. 172
4.7. Estrategias para terminar el tratamiento y prevenir recaídas.................... 172
4.7.1. Estrategias para terminar el tratamiento....................................... 172
4.7.2. Estrategias para prevenir recaídas................................................. 174

Glosario................................................................................................................... 177
Bibliografía............................................................................................................. 193
Índice de autores................................................................................................... 207

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Índice de figuras, tablas y cuadros

Figuras

1.1. Diagrama de las principales funciones del psicólogo................................ 21


1.2. Funciones desempeñadas por el psicólogo clínico.................................... 28
1.3. Representación de la distribución del trabajo del psicólogo clínico en el
ámbito anglófono ..................................................................................... 29
1.4. Distribución de los psicólogos clínicos por cada 100.000 habitantes y
comunidad autónoma............................................................................... 30
1.5. Diagrama de las habilidades y destrezas en la intervención psicológica ... 55
2.1. Origen y tipos de enfermedades en el marco de la medicina psicoso-
mática....................................................................................................... 63
2.2. Representación esquemática del modelo cognitivo-conductual. ............... 77
2.3. Mapa conceptual del modelo cognitivo-conductual ................................. 80
2.4. Interaccionismo recíproco ........................................................................ 93
2.5. Concepto de trastorno mental desde la perspectiva cognitivo-semántica .... 98
2.6. Esquema de la concepción cognitivista..................................................... 100
2.7. Secuencia del proceso de detección y diagnóstico del trastorno psico-
lógico........................................................................................................ 116
3.1. Detección de desviaciones significativas ................................................... 125
3.2. Detección de alteraciones de orden cuantitativo....................................... 125
3.3. Fases y pasos del proceso de la intervención psicológica.......................... 131
4.1. Diagrama de la construcción, valoración y depuración de un tratamiento
psicológico................................................................................................ 145
4.2. Implicaciones de la autonomía para solicitar ayuda................................. 165
4.3. La familia a la luz del aprendizaje social.................................................. 165

Tablas

1.1. Decálogo de las reglas para facilitar el éxito profesional.......................... 46


1.2. Habilidades implícitas en el ejercicio de la profesión................................ 47
2.1. Elementos significativos de las psicoterapias contextualizadas en las tra-
diciones históricas .................................................................................... 62
2.2. Características del concepto tradicional de enfermedad........................... 64
2.3. Características de la terapia psicodinámica hoy ....................................... 67

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12 / Índice de figuras, tablas y cuadros

2.4. Gestación, inicio, desarrollo, consolidación y expansión de la terapia/


modificación de conducta ...................................................................... 76
2.5. Funciones de los modelos teóricos ........................................................ 78
2.6. Características del modelo conductual-cognitivo................................... 79
2.7. Dimensiones de la intervención psicológica ........................................... 86
3.1. Algunos criterios propuestos para identificar problemas/trastornos psi-
cológicos ................................................................................................ 127
3.2. Breve descripción de las recomendaciones a seguir para elaborar un
informe psicológico................................................................................ 133
4.1. Criterios para la valoración de los tratamientos psicológicos ................ 150
4.2. Algunos ejemplos de tratamientos psicológicos que requieren pocas se-
siones ..................................................................................................... 154
4.3. Distribución de los psicólogos españoles por especialidad y orientación
teórica.................................................................................................... 156
4.4. Etapas o fases en el proceso de cambio de Prochaska y DiClemente..... 159
4.5. Algunas variables que pueden dificultar la evaluación........................... 169

Cuadros

1.1. Algunas de las especialidades del campo científico número 61............... 25


1.2. Funciones y porcentaje de psicólogos clínicos que las realizan .............. 29
1.3. Actividades de los psicólogos clínicos.................................................... 29
1.4. Tasa de profesionales de la salud mental por cada 100.000 habitantes
en España y Europa............................................................................... 31
1.5. Cuantificación de los ámbitos de intervención de los psicólogos jurí-
dicos........................................................................................................... 35
1.6. Cuantificación de tareas y problemas en los que actúan los psicólogos
de la educación ...................................................................................... 37
1.7. Distribución de los psicólogos especialistas en intervención social por
áreas/temáticas laborales........................................................................ 38
1.8. La psicología del trabajo y las organizaciones por áreas/temáticas labo-
rales ....................................................................................................... 40
1.9. Actividad de los psicólogos expertos en la psicología del tráfico y la se-
guridad vial............................................................................................ 41
1.10. Distribución de los psicólogos del deporte y la actividad física por te-
máticas laborales.................................................................................... 43
1.11. Distribución por especialidades o perfiles profesionales ........................ 44

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Prefacio

Tengo que reconocer que sentí una gran satis- españolas la que ha demostrado un interés más
facción cuando el doctor José Olivares se puso en genuino en que sus alumnos vinculen la acade-
contacto conmigo a fin de realizar el prefacio del mia a la profesión y salgan, así, con una forma-
presente libro. El hecho de que desde la universi- ción holística, global, teórica y práctica de lo que
dad se realicen intentos satisfactorios de vincular significa ser psicólogo.
lo académico con lo profesional es siempre una El interés del Consejo se mostró así mismo en
buena noticia, sobre todo si, como en este caso, los estudios posteriormente realizados en 1995 y
el trabajo que se presenta con formato de libro publicados en la revista del consejo, Papeles del
viene a describir cómo está la psicología españo- psicólogo. Pero, ¿por qué son tan importantes los
la, en sus distintas áreas y especialmente en el perfiles profesionales? La respuesta es compleja,
ámbito de clínica. pero de un modo sucinto se puede contestar di-
Desde el Consejo General de Colegios Ofi- ciendo que su importancia radica en que en ellos
ciales de Psicólogos siempre ha existido un ge- confluyen varios elementos de vital importancia
nuino interés en definir las funciones, tareas y para el desarrollo armónico de la profesión. Así
actividades vinculadas al desarrollo aplicado de pues, ayudan a combatir el intrusismo profesio-
la psicología en los distintos ámbitos de inter- nal, ayudan a que los psicólogos no seamos una
vención profesional. Este verdadero interés ya se especie de todoterreno, permiten mejorar la cali-
plasmó en un momento, en 1998, en la edición dad de la intervención profesional, delimitan el
de un primer libro por parte del entonces Cole- tipo de servicio que se ofrece a los pacientes-clien-
gio Oficial de Psicólogos, que llevaba por nom- tes según el área de especialización, y orientan el
bre Perfiles profesionales del psicólogo, en el que tipo de formación específica que es más adecuada
se revisaban los distintos perfiles profesionales para desarrollar las funciones, procedimientos y
que en su momento constituían el ámbito apli- técnicas de intervención dependiendo del área en
cado de la psicología en España. Este interés del que desarrollamos nuestra actividad.
Consejo se ha manifestado también en el ámbito Pienso que la aparición y lectura del presente
de los colegios autonómicos y, cómo no, de las libro, en estos momentos, representa un hecho
universidades. En este sentido hay que reconocer esencial en la vida de los alumnos y profesionales
el interés que a lo largo del tiempo y de modo en activo, dados los imperativos legales, los cam-
continuado ha mantenido el Colegio de Psicólo- bios de la normativa y los reglamentos vigentes,
gos de la Región de Murcia, y sobre todo la Uni- que en los próximos meses van a afectar a la pro-
versidad de Murcia. Creo que en este sentido es fesión. Me refiero a la aparición del futuro título
esta universidad entre todas las universidades de Psicólogo Generalista Sanitario, que apareció

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14 / Prefacio

a finales del pasado año como solución, al menos tica, empezando por conceptualizar el término
parcial, de las múltiples consecuencias de índole «problema» (cap. 2), mientras que en el siguiente
negativo que se han desprendido de diversas nor- capítulo enfatiza las funciones básicas del psicó-
mativas gubernamentales que en los últimos años logo: la evaluación y comunicación de los resul-
han afectado a la profesión. Me refiero a la Ley tados, el informe psicológico y el contrato terapéu-
44/2003, de 21 de noviembre, de Ordenación de tico, siendo de interés la señalización que hace a
las Profesiones Sanitarias (LOPS), y al Real De- lo largo del libro de la importancia del marco de
creto de la Especialidad en Psicología Clínica, que referencia científico de lo psicológico y de la vincu-
se publicó en 1998, y que han hecho que en los lación entre el psicólogo y el paciente o cliente, así
últimos años el Consejo General de Colegios Ofi- como la importancia de la implicación de este úl-
ciales de Psicólogos haya mantenido una serie de timo en el tratamiento (cap. 3). El encuadre del
«negociaciones» con el Ministerio de Sanidad, y tratamiento psicológico resaltando las variables
también con el de Educación, a fin de que tanto de eficacia, eficiencia y efectividad de los mismos,
los profesionales como los estudiantes de psicolo- así como la prevención de recaídas (cap. 4), sin
gía como futuros psicólogos, puedan seguir ejer- olvidar una referencia en el primer capítulo a la
ciendo sus funciones en el ámbito de la salud tras importancia del código deontológico y el buen
la aplicación de la LOPS en el año 2003. quehacer profesional (cap. 1), hacen que este libro
Se puede decir que la estructura del presente sea de obligada lectura para todas aquellas per-
libro actualiza, renueva, orienta e informa sobre sonas interesadas en el amplio ámbito que abar-
lo que hacemos los psicólogos aportando impor- can las intervenciones psicológicas.
tante datos justificativos sobre las funciones y per- Sin duda alguna, es mi opinión, el presente
files profesionales de éstos; pero además profun- texto es de importancia capital para saber, qué
diza en los conceptos y modelos de desarrollo de hacemos los psicólogos, de dónde venimos y a
la psicología española, haciendo énfasis sobre todo dónde nos dirigimos.
en el ámbito de la psicología clínica. Así, tras ha-
cer una breve revisión histórica a lo largo de sus FRANCISCO JOSÉ SANTOLAYA OCHANDO
capítulos iniciales, analiza y profundiza en los ele- Presidente del Consejo General
mentos más importantes de la dialéctica terapéu- de Colegios Oficiales de España.

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Prólogo

«En resumen, toda obra grande es el fruto de la paciencia y de la


perseverancia.»

RAMÓN y CAJAL, 1920, p. 62.

La cita de Santiago Ramón y Cajal puede terminada, una vocación principal hacia un lado
orientarse tanto al quehacer científico, su referen- y fin particular de la vida (...) El ejercicio habitual
cia en aquel tiempo, como al de la propia forma- de este fin en sus productos objetivos forma su
ción (contexto en el que la hizo), porque proba- profesión. Tampoco nuestra educación para ésta
blemente la obra más grande y de mayor dificultad acaba, en rigor, en un momento dado (...) semper
que puede realizar cualquier ser humano es la de discentes, nunquam pervenientes. La vida entera es
su propia formación como tal. Ésta es la síntesis un continuo aprendizaje» (pp. 17-18).
que mejor da cuenta de dicha obra, siempre sus- Este es el contexto en el que quiere situarse el
ceptible de mejora. Giner de los Ríos (1905) lo presente libro: el del aprendizaje y la formación
expresaba como sigue: continua en el desarrollo profesional.
«Dos momentos parece que desde luego se Tanto en la construcción del conocimiento
distinguen en la educación, como se distinguen en científico como en la de uno mismo, la paciencia
la vida, por lo que respecta a sus fines y al ejerci- y la perseverancia son dos elementos cruciales.
cio de nuestra actividad en ellos. En el primero se Éstas deberían ser las características principales
forma el hombre, como hombre, en la integridad del universitario que, habiendo probado ya ser
de sus varias fuerzas (...) Esta obra no tiene lími- inteligente, se enfrenta con la inconmensurable
te definido alguno, no se reduce a un período de- tarea de intentar construirse como científico y
terminado de la vida, sino que comienza con ésta como ser humano.
y dura tanto como ella dura (...) El hombre está En relación con la actitud que debería man-
siempre recibiendo nuevas impresiones, que exci- tener quien se forma, o actualiza sus conocimien-
tan en él nuevas representaciones, sentimientos, tos, Ramón y Cajal también señalaba que: «Aun
reacciones de todas clases, y que a la vez educan en las ciencias más perfectas nunca deja de encon-
su energía y aumentan sin cesar, así el contenido trarse alguna doctrina exclusivamente mantenida
actual de su conciencia como la forma en que este por el principio de autoridad. Demostrar la false-
contenido se entreteje con sus antecedentes (...) dad de esta concepción y, a ser posible, refutarla
Pero sobre esta evolución, se desenvuelve y va con con nuevas investigaciones, constituirá siempre un
ella en mutua solidaridad (...) una orientación de- excelente modo de inaugurar la propia obra cien-

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16 / Prólogo

tífica» (p. 20). Esta afirmación, relativa a la cons- lisis y los criterios consensuados por la Task
trucción del conocimiento científico, también pue- Force; el primero de carácter descriptivo (revisión
de tener una excelente lectura en la construcción cuantitativa de la eficacia de los tratamientos) y
personal; ambas son consustanciales al ser huma- los segundos de orden experimental tanto en lo
no que quiere dedicarse a una profesión cuyo re- referido al tratamiento en grupo como al indivi-
ferente son los demás y contribuir al desarrollo de dual. En ambos casos el objetivo es el mismo:
una disciplina como la Psicología. Revisarse a sí aportar indicadores cuantitativos y razonable-
mismo, poner a prueba nuestras atribuciones, so- mente fiables que permitan a los profesionales de
meter a contraste nuestras creencias, enfrentarse la psicología guiarse en la (s)elección de los tra-
al conocimiento establecido con actitud crítica, tamientos que ya han probado al menos su efica-
etcétera, es y será un modo excelente de progresar cia en situaciones controladas, así como respecto
en la propia construcción, con carácter general, y de las variables que han resultado más relevantes
en el ámbito profesional con carácter particular. para la consecución de tal logro.
Veintinueve años después de que Santiago Ra- Gracias al esfuerzo realizado por quienes nos
món y Cajal publicase su libro «Reglas y consejos han precedido (véase la excelente síntesis de Yela,
sobre la investigación científica. Los tónicos de 1994), hoy la psicología figura como materia bá-
la voluntad», del que hemos extraído la cita que sica de las ciencias de la salud y de las ciencias
encabeza esta introducción, se celebraba en 1949 sociales y jurídicas, dentro de las ramas de cono-
en  Boulder, la capital del Estado de Colorado cimiento del árbol de la ciencia: artes y humani-
(EE.UU.), una conferencia para tratar la forma- dades; ciencias; ciencias de la salud; ciencias  so-
ción del psicólogo. De tal conferencia surgió lo ciales y jurídicas, e ingeniería y arquitectura.
que luego vino a conocerse como «El Modelo de En el contexto internacional, dos de los pre-
Boulder», que considera al psicólogo como al- cursores de la psicología aplicada fueron el psicó-
guien capaz de contribuir al desarrollo de los tra- logo alemán Hugo Münsterberg (Danzig, 1863;
tamientos/entrenamientos psicológicos a través de Cambridge, 1916) y el estadounidense. Lightner
las pautas del método científico, permitiendo la Witmer. El primero discípulo de W. Wundt y el
réplica de cualquier intervención psicológica, su segundo discípulo de Cattell, pero también doc-
validación experimental y la validación empírica torado en Psicología con W. Wundt en la Univer-
de la teoría, así como de los tratamientos y de la sidad de Leipzig. Münsterberg se trasladó a
propia intervención. Dicho modelo asume que EE.UU., donde inició en 1892 su trabajo como
esta forma de proceder es la mejor para proteger docente e investigador en la Universidad de Har-
al cliente/paciente de intervenciones perjudiciales, vard, dedicando una parte de su actividad al de-
para emplear la experiencia como guía de la toma sarrollo de la psicología aplicada. Entre sus apor-
de decisiones y orientar las actuaciones, así como taciones destacan las relativas a la psicología
el modo más adecuado para validar un tratamien- Jurídica y el problema de la fiabilidad de los tes-
to psicológico. timonios, así como en el campo de la psicología
La conferencia celebrada en Boulder se halla Industrial, donde elaboró una prueba de capaci-
entre los acontecimientos que han dado origen a dad profesional. Lightner Witmer también orien-
los distintos intentos de dotar al quehacer psico- tó su trabajo hacia el campo aplicado y montó en
lógico cotidiano de soporte empírico y experi- 1896 la primera clínica psicológica para el trata-
mental; es decir, de garantías para los clientes/ miento de problemas de niños y adolescentes en
pacientes y de credibilidad científica para la Psi- la Universidad de Pensilvania. Este hecho es con-
cología. Dos de estos intentos han fructificado, siderado el nacimiento formal de la psicología
produciendo marcos de referencia para la valida- Clínica, porque el trabajo de Witmer constituye
ción de los tratamientos psicológicos (la psicolo- el primer intento serio y sistemático de compren-
gía basada en la evidencia empírica): el metaaná- der, evaluar y tratar los trastornos de conducta de

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Prólogo / 17

los niños y adolescentes, lo que llevó a Garfield rar la adecuación de sus respuestas en los contex-
(1974) a señalar que «si alguien merece el título tos en los que actúan cotidianamente o en los que
de fundador de la psicología clínica, ciertamente se hallan circunstancialmente (clínico, educativo,
este hombre es Witmer» (p. 3). Witmer también laboral, jurídico, deportivo, sanitario, militar, cir-
impartió docencia de esta materia en dicha uni- culación vial, etc). A su vez, este fin se concreta
versidad, fundando en 1907 la revista The Psycho- en un objetivo general: promover el cambio y/o
logical Clinic, primera en su género. ayudar a cambiar, para que las personas puedan
En España, el inicio de la psicología aplicada desarrollar, hasta donde les sea posible, sus po-
se sitúa en 1914, año en el que se creó en Barce- tencialidades y funcionar de un modo autónomo
lona la Secretaría de Aprendizaje, que se conver- y competente, es decir, capitalizando las oportu-
tiría en 1919 en el Instituto de Orientación Pro- nidades que se le presentan en su medio social y
fesional. En 1924 se crea en Madrid el Instituto ajustándose de modo eficiente a éste.
de Orientación Profesional y de Selección de Per- El medio que utiliza el psicólogo para la con-
sonal. Otras dos fechas relevantes son los años secución del fin que persigue es la intervención
1921 y 1930, en los que se celebraron en Barcelo- psicológica, la cual se presenta como un proceso
na el segundo y el sexto Congreso Internacional a lo largo del cual el profesional evalúa, entrena/
de Psicología Aplicada. trata y cuantifica tanto los efectos del entrena-
La actuación del psicólogo aplicado, en cual- miento/tratamiento como su estabilidad o persis-
quiera de los ámbitos que le son propios (véase el tencia temporal, la validez social de tales efectos,
epígrafe 1.1 de este libro), se fundamenta tanto en su generalización a través de situaciones distintas
su componente de formación y quehacer cotidia- a aquella en la que se realizó el tratamiento/en-
no como en el relativo al desarrollo de una nor- trenamiento, etc.
mativa legal y reglamentaria que recoge sus dere- El fin del presente libro es poner en manos de
chos y obligaciones; la unión de ambos configura nuestros lectores un trabajo en el que hemos pre-
su perfil profesional. Este perfil se caracteriza por tendido proporcionar una visión general de las
la investigación, el conocimiento y el dominio de funciones que desempeñamos, los requisitos que
la aplicación de los procesos de evaluación, pre- requiere nuestra formación y el proceso que segui-
vención y tratamiento de los problemas y trastor- mos en nuestra actuación profesional. Se trata de
nos del comportamiento humano, en los ámbitos una aproximación a nuestra profesión que preten-
individual, grupal, organizacional y comunitario. de ser útil tanto a quienes están formándose para
Tal conocimiento y dominio de las destrezas ejercerla como a los que, llevando ya tiempo en
son el resultado de un proceso de aprendizaje que ella, deseen o crean necesario «administrarse una
se inicia en las facultades de Psicología, donde, dosis» de recuerdo y/o actualización. Asimismo,
por ejemplo, el futuro psicólogo clínico puede ad- este trabajo puede resultar útil a quienes desde
quirir las denominadas «habilidades terapéuti- otras disciplinas deseen tener información de pri-
cas» e iniciarse en las «habilidades del terapeuta». mera mano sobre lo que hacemos o deberíamos
Durante este proceso de aprendizaje, que conti- hacer los psicólogos y cómo actuamos o debería-
núa a lo largo de toda la vida profesional, el psi- mos actuar para lograrlo; tal puede ser el caso de
cólogo irá integrando en sus repertorios básicos los profesionales del resto de ciencias de la salud
de conducta los resultados de su aprendizaje, fru- (especialidades biomédicas, medicina de familia,
to tanto de su experiencia como de la asistencia psiquiatría, oncología, pediatría, rehabilitación/
a cursos de actualización, lecturas, participación fisioterapia, enfermería, biología, etc.), profesio-
en congresos y reuniones científicas, etc. nales de las ciencias de la educación (pedagogos,
El fin de toda esta actividad no es otro que maestros de Enseñanza Primaria, profesores de
promover e incrementar el bienestar de las perso- Enseñanza Secundaria Obligatoria, psicopedago-
nas, ayudándoles mediante el aprendizaje a mejo- gos, etc.), cargos ejecutivos de servicios públicos

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18 / Prólogo

y privados relativos a la seguridad vial, de las fuer- trolado como es el experimental, o cuando lo
zas armadas y cuerpos de seguridad públicos y haga a demanda (en el ámbito asistencial). Aca-
privados, del poder judicial, del ámbito deportivo, bamos centrándonos en cómo se debe de terminar
del estamento económico (recuérdese que el psi- el proceso de aplicación de un tratamiento, los
cólogo Daniel Kahneman fue Premio Nobel de efectos secundarios de los tratamientos psicológi-
Economía del año 2002, véase León y Botella, cos y qué es conveniente hacer para reducir/im-
2002, y Quintanilla, 2003), etc. En síntesis, con pedir la aparición de «recaídas».
carácter general esta aproximación puede resultar Por último, además de esperar que esta lectu-
de interés para todo aquel que esté interesado en ra resulte provechosa, parafraseando nuestra cita
el comportamiento humano, porque éste es nues- de don Santiago Ramón y Cajal queremos desear
tro objeto de estudio, y en particular o de manera tanto a nuestros futuros colegas como a los que
especial a quienes se interesen por el comporta- ya lo son toda la paciencia y perseverancia que
miento humano alterado, trastornado o desadap- precisen para lograr la obra más grande que pue-
tado, porque es ahí donde más énfasis hace el pre- de realizar un psicólogo: el ejercicio honesto y
sente libro. riguroso de su profesión.
En este contexto hemos abordado las funcio-
nes y los perfiles profesionales del psicólogo, el JOSÉ OLIVARES
papel del método científico como salvaguarda de DIEGO MACIÀ ANTÓN
los intereses de nuestros clientes/pacientes, pasan- PABLO J. OLIVARES-OLIVARES
do por las cuestiones éticas, el código deontoló- ANA I. ROSA ALCÁZAR
gico y las habilidades y destrezas implicadas en el
quehacer profesional. Asimismo, en el ámbito de Referencias que se citan
la actuación nos hemos adentrado en su proceso
tanto respecto de la construcción histórica como Garfield, S. L. (1974). Clinical Psychology: The Study
of Personality and Behavior. Aldine (traducción al
en el presente de nuestra disciplina. En este último
español: El Manual Moderno, 1979).
sentido hemos tratado el concepto de problema/ Giner de los Ríos, F. (1905). Pedagogía universitaria.
trastorno psicológico, el proceso de la constata- Barcelona: Imprenta Moderna de Guinart y Pujo-
ción de su existencia y los requisitos que ello lleva lar.
implícito, tanto respecto a las estrategias de eva- León, O. F. y Botella, J. (2002). Daniel Kahneman. Un
luación como en lo relativo a la comunicación de psicólogo Premio Nobel 2002. Psicothema, 15(3),
sus resultados y la ordenación, a través de un con- 341-344.
trato, de la relación entre quien presta el servi- Quintanilla, I. (2003). Un premio Nobel para nuevas
cio (psicólogo) y quien lo recibe (cliente/paciente). perspectivas en la investigación económica y psi-
Por último, realizamos una aproximación al cológica. Papeles del Psicólogo, 84, 83-92.
Ramón y Cajal, S. (1920). Reglas y consejos sobre la
tratamiento psicológico desde su delimitación
investigación científica (los tónicos de la voluntad,
conceptual (¿qué es y qué no es tratamiento psi- 5.ª ed.). Madrid: Imprenta y librería de Nicolás
cológico?), pasando por la descripción de su cons- Moya.
trucción y depuración (incluida la valoración de Yela, M. (1994). La enseñanza de la psicología en Es-
su eficacia, efectividad y eficiencia), las diferencias paña. Breve apunte histórico y situación actual.
con las que se encontrará el futuro profesional de Papeles del Psicólogo, 60 (www.papelesdelpsicolo-
la psicología cuando trabaje en un contexto con- go.es/vernumero.asp?id=644).

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Consideraciones preliminares.
La psicología aplicada 1
1.1. FUNCIONES Y PERFILES otro, estos principios básicos son aplicados pos-
PROFESIONALES DEL PSICÓLOGO teriormente a situaciones de la vida real fuera del
laboratorio, para conseguir los cambios deseados
A finales del siglo XIX y principios del XX, de en el comportamiento humano; la psicología
forma casi simultánea a la constitución de la Psi- como ciencia, profesión y como medio de promo-
cología como disciplina científica, se producen los ver el bienestar humano.
primeros intentos de aplicar los hallazgos psico- Tradicionalmente se ha venido considerando
lógicos que se iban alcanzando en los laboratorios que la psicología centraba su aplicación en tres
de investigación a los distintos ámbitos de la rea- grandes ámbitos: el escolar, el industrial —orga-
lidad social: Lightner Witmer pone en marcha la nizacional— y el clínico. En la actualidad, esta
primera clínica psicológica en 1896; autores como clasificación queda ampliamente desbordada; así,
J. McKeen Cattell o Alfred Binet desarrollan las desde la perspectiva en la que se desarrolla el que-
primeras pruebas de evaluación psicológica; en hacer profesional podríamos agrupar la aplica-
1903 Thorndike publica Educational Psychology, ción de las funciones del psicólogo en torno a las
una primera aplicación de la psicología a la edu- siguientes áreas o ámbitos laborales (COP, 1998):
cación, y ese mismo año Walter Dill Scott publi- psicología clínica y de la salud, psicología jurídi-
ca The Theory of Advertising, aplicando la psico- ca, psicología de la educación, de las drogodepen-
logía a la publicidad. Si definimos la psicología dencias, de la intervención social, del trabajo y las
como la ciencia dedicada al estudio de la conduc- organizaciones, del tráfico y la seguridad vial, y
ta —o el comportamiento humano— a través de psicología de la actividad física y del deporte. No
las distintas manifestaciones en que éste pueda obstante, esta relación no agota todas las posibi-
tener lugar: cognitivas, emocionales, motoras y lidades ni muestra todas las actividades que rea-
psicofisiológicas—, es también psicología —apli- lizan los psicólogos. De hecho, cada vez aparecen
cada— la utilización práctica y positiva de este con más frecuencia delimitaciones de nuevos per-
conocimiento en los distintos ámbitos o contextos files de actividad.
en que las personas pueden desenvolverse. En este contexto, en la actualidad los profe-
El término «psicología aplicada» implica dos sionales de la psicología realizamos nuestro queha-
elementos de interés (Goldstein y Krasner, 1987), cer en un gran número de ámbitos, y el número
pero siempre integrados: por un lado, la existen- de psicólogos que vivimos de esta profesión es
cia de una ciencia básica de psicología que con- cada vez mayor (véase Infocoop, 2009d). Ello es
lleva la investigación rigurosa de laboratorio, a debido a que nuestra profesión ha experimentado
partir de la cual se desarrollan los modelos teóri- en los últimos años un gran crecimiento en lo que
cos y los principios de la conducta humana; por respecta a las áreas o problemas sobre los que

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20 / El ejercicio de la psicología aplicada

actuamos: se ha incrementado de forma muy no- administrar instituciones o servicios (véase figu-
table nuestra presencia en las instituciones y en ra 1.1).
los medios de comunicación social, mejorando La investigación. Su objeto es desarrollar for-
nuestra imagen social (Buela-Casal, Bretón-López, mulaciones teóricas en las que se sustenten las
Agudelo, Bermúdez, Sierra, Teva y Roales-Nieto, intervenciones, el desarrollo de los tratamientos,
2005, o Gutiérrez y Quintanilla, 1993). métodos de evaluación y estrategias para la me-
Con el fin de aportar claridad, desde una pers- dida de los resultados.
pectiva estrictamente didáctica vamos a diferen- En 1920, Ramón y Cajal, analizando las ra-
ciar las que entendemos como funciones del psi- zones del retraso de España respecto de Europa,
cólogo, es decir, las actividades de carácter general indicaba que «otro de los vicios de pensamiento
que podrían aplicarse a cualquier problema den- que importa combatir a todo trance es la falsa
tro de lo que son sus ámbitos de aplicación/ac- distinción entre ciencia teórica y ciencia práctica»
tuación o perfiles profesionales. Entendemos que (p. 30), subrayando que quienes realizan tal dis-
ésta puede ser una buena manera de comenzar tinción cometen un gran cúmulo de inepcias
nuestra andadura en el conocimiento de la pro- cuando «ven, por un espejismo extraño, el pro-
fesión. greso en los efectos y no en las causas», dejando
de advertir «esos hilos conductores que enlazan
la fábrica con el laboratorio, como el arroyo a su
1.1.1. Funciones manantial» (p. 31).
En este sentido, conviene recordar que los es-
Podemos considerar que cada ámbito de apli- fuerzos realizados por sistematizar la formación
cación de los conocimientos psicológicos delimita de los psicólogos tienen un referente importan-
una especialidad profesional de la psicología; sin te  en la conferencia celebrada en 1949 en Boul-
embargo, no queremos apartarnos de la conside- der (Colorado, EE.UU.). El denominado Modelo
ración realizada por Matarrazzo (1989) en el con- Boulder, que surgió de allí, considera al psicólogo
texto de la formación del psicólogo, cuando afir- como alguien capaz de contribuir al desarrollo de
ma que no existen en la psicología distintas los métodos y las técnicas de su profesión a través
especialidades, sino la aplicación del cuerpo co- de la investigación. El modelo, basado en nuestra
mún de conocimientos de la psicología a distintas propia herencia científica, aconsejaba que los psi-
áreas de aplicación, que dan lugar a los perfiles cólogos se preparasen como profesionales y como
profesionales. científicos.
El trabajo del psicólogo aplicado consiste en La orientación científico-profesional que sur-
la aplicación de su conocimiento a los problemas ge en Boulder pretende reducir, hasta donde re-
de las personas y de los grupos humanos, con el sulte posible, la separación entre las actividades
fin de promover soluciones satisfactorias tanto del profesional y las del investigador, porque se
para unos como para los otros. Tal actividad es entiende que: a) la experiencia laboral plantea fre-
resultado de la aplicación de los procesos impli- cuentemente problemas para cuya solución («re-
cados en la investigación de los principios del plicable») es necesaria la formulación de hipótesis
comportamiento humano para comprender, ex- que han de ser confirmadas, y b) la investigación,
plicar, evaluar, prevenir y tratar los trastornos del además de permitir al profesional contribuir al
comportamiento y los problemas de adaptación. desarrollo de nuestra ciencia, es también la base
En general, podemos decir que son activida- sobre la que debe desarrollarse una práctica labo-
des generales o funciones propias del psicólogo la ral saludable (véanse, por ejemplo, buena parte de
investigación, la evaluación, la prevención, el tra- sus posibilidades para el N = 1 en Barlow y Her-
tamiento, la enseñanza/entrenamiento, el consejo, sen, 1988). De hecho, cada vez que el psicólogo
la asesoría y las peritaciones, pudiendo también se enfrenta a un problema interviene formulando

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Consideraciones preliminares. La psicología aplicada / 21

Consejo/Asesoría/
Peritaciones
Evaluación
Aconsejar a instituciones u
Describir, clasificar, predecir Investigación organizaciones en la solución
y, en su caso, explicar la de problemas. Peritar o emitir
respuesta humana. informes de acuerdo a los
resultados de la evaluación.

Intervención para el Administración y gestión


cambio Dirigir el funcionamiento
Intervención secundaria Funciones de instituciones o
(temprana) y terciaria del psicólogo servicios como centros de
(tardía o de salud, hospitales,
rehabilitación). recursos humanos, etc.

Intervención preventiva
Intervención primaria.
Prevención de Enseñanza/entrenamiento
problemas/trastornos Instruir y entrenar a futuros
psicológicos o biológicos en profesionales y a para-
los que participa el profesionales.
comportamiento humano.

Figura 1.1.—Diagrama de las principales funciones del psicólogo.

una hipótesis sobre éste y, coherentemente con físico y social, con el fin de descubrir, clasificar,
ella, diseña o elige y aplica un modo de resolver- predecir y, en su caso, explicar dicha(s) respuesta(s).
lo (intervención para el cambio), de forma que los Desde este punto de vista, la labor del psicólogo
resultados obtenidos validen o refuten la hipótesis puede dedicarse tanto al análisis del medio social
que previamente se planteó. Asimismo, el modo como a la evaluación de las respuestas de la per-
o método empleado ha de permitir que cualquier sona o del grupo, o a ambas cosas.
otro profesional o investigador pueda replicar su Desde el punto de vista histórico, esta activi-
intervención y llegar a conclusiones similares. Las dad es propia del quehacer psicológico desde el
hipótesis requieren establecer, en cada caso, una mismo momento en el que se inicia la psicología
relación entre el problema o trastorno y las varia- científica. Ejemplos en este sentido son el de Hugo
bles implicadas en su mantenimiento, así como Münsterberg o Binet. El primero elaboró en 1891
respecto del modo de resolverlo (actuación sobre una batería, compuesta por 14 pruebas, con la
las segundas para resolver el primero). pretensión de llegar a evaluar la capacidad mental
La evaluación. Esta función supone estudiar de los niños a través de funciones complejas como
científicamente la(s) respuesta(s) de una persona la lectura, clasificación de objetos o la realización
o un grupo, en sus interacciones con el ambiente de operaciones matemáticas (Münsterberg, 1911

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22 / El ejercicio de la psicología aplicada

y 1915); el segundo, Alfred Binet, interesado por Hasta la década de los setenta del siglo pasa-
las posibilidades de reeducación y rehabilitación do, el psicólogo centraba su actividad en la eva-
de los discapacitados intelectuales, confeccionó luación y el tratamiento en contextos clínicos,
una batería de pruebas para la evaluación de las educativos o laborales. Sin embargo, los hallazgos
funciones mentales complejas tanto en niños con psicológicos han permitido establecer relaciones
discapacidad como sin ella. Aún más, el trabajo funcionales entre ciertos comportamientos y cier-
del primer psicólogo clínico reconocido como tal, tos eventos ambientales que posibilitan intervenir
Lightner Witmer (1867-1956), estaba precedido de forma preventiva sobre el comportamiento
generalmente por algún tipo de evaluación ten- futuro. Así, cuando se dispone de estrategias e ins-
dente a precisar la naturaleza del problema. trumentos, y además se puede elegir, parece una
Con el devenir del tiempo, la actividad eva- obviedad considerar que la prevención de enfer-
luadora ha terminado siendo una necesidad y un medades, de problemas o trastornos de conducta,
requisito previo a la aplicación de cualquier for- del deterioro medio ambiental, etc., es más desea-
ma de intervención para resolver cualquier tipo ble que el tratamiento de dichos trastornos perso-
de problema, así como una vía para contrastar su nales o sociales.
eficacia (Fernández-Ballesteros, 1994). La enseñanza/entrenamiento. Esta función es
La intervención para el cambio. Consiste en la consustancial con el inicio mismo de las aplica-
aplicación de una o más técnicas psicológicas a fin ciones de la psicología. Así, en 1897 la clínica que
de provocar un cambio beneficioso para la perso- Witmer había fundado organizó, por primera vez,
na o el grupo. Puede realizarse con carácter pre- un curso de verano sobre psicología infantil. En
ventivo o terapéutico, de forma individual o gru- estos cursos se formaba a los estudiantes en lo que
pal, para propiciar los cambios necesarios en el Witmer llamó «método clínico», que era muy si-
manejo de un instrumento, de instituciones o as- milar a lo que actualmente se realiza en el marco
pectos particulares del ambiente o de una situa- de la terapia de conducta.
ción social concreta. De hecho, el profesional lo En la actualidad esta función se realiza en tres
que hace es aplicar sus conocimientos a las distin- frentes distintos: la formación de futuros profe-
tos problemas para los que se solicita su interven- sionales, la actualización de los conocimientos de
ción; variará el modo de proyectar la intervención los profesionales y el entrenamiento de parapro-
en función del problema de que se trate, pero no fesionales. En el trabajo con niños y adolescentes,
el arsenal de técnicas y estrategias de las que dis- el papel de los paraprofesionales ha llegado a al-
pone para confeccionar sus intervenciones; la in- canzar tanta relevancia que ya en 1983 Kazdin lo
tensificación en la aplicación de sus conocimientos incluía entre los tres grandes problemas a los que
a un ámbito concreto dará lugar a su especializa- se tendría que enfrentar la psicología.
ción en la evaluación y tratamiento de las circuns- Hemos incluido la doble entrada «enseñanza/
tancias y el tipo de problemas que se presenten o entrenamiento» porque queremos que el lector
puedan presentarse, lo que determinará social y recuerde que la tarea educativa del psicólogo di-
laboralmente un perfil, su perfil profesional. fiere de la que puedan realizar otros expertos en
La intervención preventiva. Esta actividad su- el hecho de que la transmisión de información es
pone la elaboración de programas de intervención sólo un componente de la enseñanza, no «el com-
que puedan influir bien en los aspectos del am- ponente»; en el ámbito psicológico, la transmi-
biente que se suponen o son causa de problemas sión de información es una condición necesaria,
de adaptación, bien en las personas, proporcionán- pero insuficiente si no va acompañada del entre-
doles información, habilidades y destrezas (com- namiento en habilidades y destrezas necesario
petencias) para prevenir los potenciales desajustes para poder actuar de acuerdo con los requeri-
del medio o, en última instancia, saber cómo ha mientos de la información suministrada (véase el
de resolverlos si llegaran a presentarse. capítulo 4).

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Consideraciones preliminares. La psicología aplicada / 23

La administración. La administración de ins- destacar muy especialmente el trabajo realizado


tituciones o servicios es una función que desem- por y desde el Colegio Oficial de Psicólogos de
peñan cada vez más a menudo los profesionales España, ahora federado y agrupado bajo la de-
de la psicología. Esta tarea supone la dirección de nominación de Consejo General de Colegios de
una institución o servicio. En la actualidad pode- Psicólogos y los trabajos realizados en los proyec-
mos encontrar un psicólogo al frente de un centro tos «Europsy-T» y «Europsych-EDP» bajo la su-
de salud de la red sanitaria pública o privada, de pervisión de la European Federation of Psycho-
un departamento de recursos humanos, de un de- logists Association (EFPA) y de la Unión Europea.
partamento de servicios sociales, de un centro De estos trabajos ha surgido la clasificación de los
para personas mayores, etc. La formación del psi- perfiles profesionales, a cuya presentación dedi-
cólogo le confiere una alta capacitación para ejer- camos las páginas que siguen.
cer eficazmente el liderazgo en distintos contextos
y grupos humanos.
Consejo, asesoría y peritaciones. Esta función 1.1.2. Perfiles profesionales
consiste en proporcionar ayuda o consejo a per-
sonas, organizaciones, instituciones y departa- Como hemos comentado, desde la perspectiva
mentos administrativos en la solución de distintos del quehacer profesional podríamos agrupar la
tipos de problemas. Por ejemplo, la actuación aplicación de las funciones del psicólogo en torno
como psicólogo forense en el sistema judicial en a las siguientes áreas o ámbitos laborales: psico-
problemas relacionados con el comportamiento logía clínica y de la salud, jurídica, de la educa-
antisocial, custodia de hijos, peritajes psicológi- ción, de la intervención social, del trabajo y las
cos, etc., o en colectivos de deportistas como los organizaciones, del tráfico y la seguridad vial, del
clubes de fútbol, de atletismo, natación, etc., para envejecimiento, del deporte y de la intervención
orientar tanto a los propios deportistas como a en catástrofes y situaciones de emergencia. No
sus entrenadores respecto a sus respuestas ade- obstante, esta relación no agota todas las posibi-
cuadas e inadecuadas para la mejora del rendi- lidades ni muestra todas las actividades que rea-
miento o de su motivación, etc. lizan los psicólogos. De hecho, cada vez aparecen
En el ámbito del tratamiento individual, la con más frecuencia delimitaciones de nuevos per-
tarea de aconsejar (counseling) es la que ejerce un files de actividad; es lo que ha ocurrido, por ejem-
psicólogo cuando la persona le solicita asesoría plo, con la neuropsicología clínica, respecto de la
respecto a cómo puede hacer frente a un proble- que Echeburúa y Quemada (2008) reflexionaban
ma de orden personal o relacional (no a un tras- sobre sus funciones y el contenido formativo
torno). Estas funciones se realizan tanto indi- como subespecialidad clínica, detallando particu-
vidualmente como con parejas en cuestiones laridades relativas al contexto de la evaluación,
que  afectan a la convivencia, como la relación del tratamiento, del apoyo familiar y de la gestión
sexual, el reparto de las tareas del hogar, la admi- o la psicología de la reproducción (Moreno-Ros-
nistración de los recursos, etc., o respecto de su set, 2008), por citar sólo dos casos.
quehacer con los hijos en la aplicación del régi- Esta misma realidad era ya reconocida por
men de premios y castigos, la formulación de Santolaya (1995) cuando, en la editorial/presenta-
acuerdos por escrito y redacción de contratos, etc. ción de la sección monográfica «Perfiles del psicó-
(véase por ejemplo Mearns y Thorne, 2009). logo» de Papeles del Psicólogo, publicado por la
Tomando como referencia este marco general Junta de Gobierno Estatal del Colegio Oficial de
de las funciones y sus variados ámbitos de apli- Psicólogos (www.papelesdelpsicologo.es), indicaba
cación, se ha realizado una notable cantidad de que «nuestra profesión ha experimentado un rápi-
trabajos para tratar de delimitar los perfiles pro- do desarrollo y que las actividades del psicólogo
fesionales del psicólogo. En este esfuerzo hay que se han expandido y desarrollado no sólo en áreas

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24 / El ejercicio de la psicología aplicada

tradicionales como la psicología clínica, donde conoce que los factores psicológicos influyen en
nuestras funciones, ya sea como evaluadores o psi- todas las ramas de la medicina y que, por tanto,
coterapeutas, están consolidadas, sino en cualquier la psicología invade todas las partes de ésta; b) se
otra área en la cual interaccione un ser humano». admite que el psicólogo clínico no tiene que redu-
Además de servir para combatir el intrusismo cir su actividad necesariamente a los problemas
profesional y cumplir con el imperativo legal, la psicopatológicos, y c) se acepta que la psicología
delimitación de los perfiles profesionales del psi- puede suministrar concepciones propias sobre la
cólogo permite que se oriente tanto a los psicólo- salud y sus problemas.
gos en el ejercicio de la profesión como a nuestros A la hora de delimitar la psicología clínica y la
estudiantes sobre cuáles son sus funciones, proce- psicología de la salud existen distintos posiciona-
dimientos y técnicas de intervención según el área mientos con implicaciones en el ámbito de la acti-
en la que se desarrolle nuestra actividad (Santo- vidad profesional. Como hemos dicho, la psicolo-
laya, 1995), dado que nuestros ámbitos de actua- gía de la salud es inicialmente la psicología (clínica)
ción precisan de una adecuada formación que aplicada a problemas de salud física, y en este sen-
debe orientarse y guiarse por la delimitación de tido sería una única disciplina que amplía su cam-
los perfiles respectivos (puede consultarse a este po de actuación. Pero muchos autores han consi-
respecto la documentación del COP disponible en derado desde el surgimiento de la psicología de la
www.cop.es/perfiles/). Vamos a repasar brevemen- salud que los objetivos son claramente distintos
te el estado de los principales perfiles profesiona- (aunque comparten aspectos en común) y que son
les en la actualidad. por tanto dos campos claramente separados de
especialización, dos áreas independientes dentro
Psicología clínica y de la salud de la psicología. La psicología clínica se preocupa-
ría de la evaluación y tratamiento de los trastornos
Como ya hemos adelantado, desde una pers- de la salud mental, y la psicología de la salud de
pectiva histórica el inicio de la psicología clínica los aspectos relacionados con la salud/enfermedad
se sitúa en 1896, año en el que Lightner Witmer física. Otros autores destacan además el importan-
fundó en la Universidad de Pensilvania la prime- te desarrollo de la psicología de la salud en los
ra clínica psicológica. La fecha constituye un hito últimos años (Buela-Casal y Castro, 2008), para
porque es la primera vez, al menos que tengamos defender que en la actualidad son dos áreas inde-
conocimiento, en la que el psicólogo deja de ser pendientes dentro de la psicología, dos campos
sólo un científico que investiga para pasar a ser separados de especialización. Sin embargo, ese
un científico que practica una profesión, es decir, mismo argumento es utilizado para considerar que
con un perfil profesional. Hay que recordar que de una psicología clínica de la salud podemos, en
Lightner Witmer había hecho su tesis doctoral en plano de igualdad, utilizar la denominación psico-
Alemania con Wundt. logía clínica y de la salud, considerándola un área
La psicología clínica, si bien surgió por el in- común producto de la suma de las dos.
terés en el estudio de la conducta anormal, en su El Colegio Oficial de Psicólogos (1998) esta-
desarrollo no sólo ha planteado su propia alter- blece un perfil profesional, el de psicólogo clínico
nativa con conceptualizaciones y procedimientos y de la salud, al considerarla una sola área de in-
terapéuticos propios en esta área, sino que su tervención profesional. El COP considera que la
campo de aplicaciones se ha extendido a los as- psicología clínica y de la salud integra dos campos
pectos conductuales de los trastornos orgánicos de especialización. La delimita como la disciplina
(Macià y Méndez, 1999). Rachman (1980) indica o el campo de especialización de la psicología que
que a partir de la década de los sesenta se va pro- aplica los principios, las técnicas y los conoci-
duciendo, lentamente, un triple reconocimiento mientos científicos desarrollados por ésta para
de gran importancia para la psicología: a) se re- evaluar, diagnosticar, explicar, tratar, modificar y

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Consideraciones preliminares. La psicología aplicada / 25

prevenir las anomalías o los trastornos mentales tigan y estudian los procesos mentales y del com-
o cualquier otro comportamiento relevante para portamiento de los seres humanos, individual-
los procesos de la salud y enfermedad, en los dis- mente o como miembros de grupos o sociedades,
tintos y variados contextos en que éstos puedan y asesoran sobre estos conocimientos o los apli-
tener lugar. can a fin de promover la adaptación y desarrollo
Desde un punto de vista institucional, pode- tanto individual como social, educativo o profe-
mos señalar que tanto la Organización de las Na- sional de las personas» (Organización Internacio-
ciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la nal del Trabajo, 1991, p. 88), señalando que, entre
Cultura (UNESCO) como la Organización Inter- otras, son actividades del psicólogo «Estudiar los
nacional del Trabajo sitúan la psicología clínica y factores psicológicos en el diagnóstico, tratamien-
de la salud en el marco de la formación científica to y prevención de enfermedades mentales y tras-
básica y de la actuación profesional. La nomen- tornos emocionales o de la personalidad».
clatura internacional de la UNESCO para los Así pues, la psicología clínica y de la salud es
campos de la ciencia y la tecnología (Comisión la disciplina o el campo de especialización de la
Interministerial de Ciencia y Tecnología, 1990) psicología que aplica los principios, las técnicas y
sitúa a la psicología en el campo científico 61, los conocimientos científicos desarrollados por
subdividiéndolo en especialidades (algunas de las ésta y las ciencias afines para evaluar, explicar,
cuales se recogen en el cuadro 1.1). tratar, modificar y prevenir las alteraciones, los
problemas o los trastornos psicológicos que son
relevantes para los procesos de la salud y enfer-
CUADRO 1.1
medad, en los contextos en los que éstos pueden
Algunas de las especialidades del campo científico presentarse.
número 61 En el ámbito de este binomio, «clínica y sa-
lud», el componente clínico se centra más en los
Categoría Subdivisiones/Especialidades
problemas/alteraciones/trastornos que pueden te-
01 Trastornos del com- ner o tienen significado relativo al padecimiento
portamiento y la interferencia en el desarrollo de la actividad
02 Comportamiento cotidiana, mientras que el componente «salud» se
Patología (6101) desviado refiere a los problemas/alteraciones asociados(as)
a enfermedades o problemas relativos a la salud
03 Deficiencia mental
física, así como a la adquisición, desarrollo y man-
04 Psicopatología tenimiento de habilidades y destrezas que fortalez-
Psicología del niño y del can (prevengan) a la persona frente a la ocurren-
— cia de éstos (sedentarismo, consumo de sustancias
adolescente (6102)
tóxicas, excesos y defectos en la alimentación, etc.)
01 Terapia de conducta
e incrementen o mantengan su estado de bienes-
Asesoramiento y orienta- 04 Terapia de grupo tar, es decir, que le permitan adquirir, desarrollar
ción (subdivisiones clíni- y mantener pautas de conducta propias de un fun-
cas) (6103) 06 Psicoanálisis
cionamiento saludable en todas las áreas y etapas
07 Psicoterapia de la vida. En consecuencia, la psicología clínica
Evaluación y diagnóstico y de la salud no se aplica o toma en consideración

en psicología (6105) únicamente los fenómenos o procesos anormales
o psicopatológicos, sino que también estudia y se
aplica a los procesos y estados de salud y bienes-
En la Clasificación Internacional Uniforme de tar, tanto de los individuos como de los grupos
Ocupaciones se indica que «Los psicólogos inves- humanos, para instaurarlos, mantenerlos o, en su

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26 / El ejercicio de la psicología aplicada

caso, reinstaurarlos, así como a la prevención, la con un bagaje lo suficientemente extenso y rico
promoción y la educación para la salud. como para que empiecen a publicarse guías espe-
El tratamiento psicológico bien aplicado es cíficas de psicología de la salud sobre la interven-
beneficioso, tanto por medio de la solución del ción en el ámbito hospitalario. Este último es el
problema/trastorno como a través de la ayuda a caso del excelente trabajo coordinado por Mon-
la persona, para que ésta consiga una vida más salve, Soriano, Carbajo y Santolaya (2009) en el
satisfactoria, pese a las dificultades e interferen- que los autores incluyen propuestas prácticas de
cias que conlleve su estado. intervención que ya han sido aplicadas con éxito
Actualmente, junto a las consultas/gabinetes en diferentes hospitales públicos españoles, desde
privados, el marco principal de trabajo de los psi- un enfoque multidisciplinar y sobre cuestiones
cólogos clínicos que han realizado el PIR (forma- tan variadas como el rol del psicólogo en el ám-
ción como psicólogos internos residentes en el bito hospitalario, el estrés y la salud en enfermos
Sistema Nacional de Salud de España) son los hospitalizados,  el  dolor crónico, la intervención
hospitales y las unidades de salud mental en los psicológica en el paciente oncológico crónico, la
centros públicos de salud. rehabilitación cardíaca, la intervención multidis-
Por lo que respecta a la presencia del psicólo- ciplinar en pacientes diagnosticados de enferme-
go en nuestro ámbito hospitalario, hay que indi- dad inflamatoria intestinal, la intervención psico-
car que ésta es cada vez más frecuente y genera- lógica en el paciente amputado, en pacientes con
lizada, aunque todavía escasa si se compara con infección por VIH/SIDA, en la Unidad de Cuida-
el promedio europeo (véase en este mismo apar- dos Intensivos o en la atención domiciliaria.
tado el cuadro 1.4 relativo a la tasa por cada El ámbito de aplicación de la psicología clíni-
100.000 habitantes en España y Europa). Este he- ca  y de la salud abarca un rango tan amplio de
cho refleja que los responsables de las administra- problemas/trastornos psicológicos como las po-
ciones públicas, los gestores de salud y los pro- sibilidades que tienen éstos de presentarse cum-
fesionales sanitarios no pueden ya dejar de pliendo los requisitos exigidos para poder ser con-
reconocer la relevancia de los efectos de los tra- siderados como tales (véanse los conceptos de
tamientos psicológicos —psicología clínica—, así trastorno y de problema psicológico), a lo que hay
como la importancia de los aspectos psicológicos que añadir todo el campo de trabajo relativo a la
en los procesos de salud y enfermedad —psicolo- prevención o instauración, desarrollo y manteni-
gía de la salud— (véase, por ejemplo, Joseph, miento de pautas de conducta saludables. Entre
Gierlach, Housley y Beutler, 2005). De hecho, la estos problemas podemos recordar algunos como
psicología como profesión sanitaria también los de la respuesta sexual, del estado de ánimo, de
cuenta con una excelente imagen en España (véa- ansiedad, psicóticos, de la personalidad, adaptati-
se Buela-Casal, Teva, Sierra, Bretón-López, Agu- vos, del control de los impulsos, de alimentación
delo, Bermúdez y Gil Roales-Nieto, 2005 y Sierra (obesidad, anorexia o bulimia), del sueño, de la
et al., 2005), y ello pese a los problemas creados adicción (alcoholismo, ludopatía o toxicomanías),
con la Ley 44/2003 de Ordenación de las Profe- de la pareja, propios del envejecimiento (problemas
siones Sanitarias (LOPS), resueltos con la crea- asociados al deterioro neuronal, como las demen-
ción de la profesión denominada psicólogo gene- cias y otros trastornos cognitivos), de inicio y desa-
ralista sanitario, que se une a la de los psicólogos rrollo en la infancia y la adolescencia (mutismo
especialistas en psicología clínica. Estas son las selectivo, trastorno obsesivo-compulsivo infantil,
razones por la que la intervención psicológica em- trastorno de ansiedad social o fobia social...), etc.;
pieza a ocupar un lugar relevante en la estructura también participa en el cotratamiento de problemas
y en la organización de la asistencia en centros de de salud como el cáncer, la diabetes, el asma o de
salud y hospitales públicos y privados (véase Re- otras afecciones de orden inicialmente físico, tanto
mor, Arranz y Ulla, 2007), además de contar ya para mejorar la calidad de vida como para acom-

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Consideraciones preliminares. La psicología aplicada / 27

pañar en el proceso de la enfermedad, facilitando Habida cuenta del ámbito tan extenso de la
la adherencia y el cumplimiento de los tratamientos psicología clínica y de la salud, cada vez es más
biomédicos, reestructurando las creencias, distor- frecuente hallar en su seno nuevas aplicaciones
siones y errores cognitivos, entrenando en el mane- que, a su vez, orientan nuevos perfiles profesiona-
jo de la ansiedad y el estrés, etc., y todo ello tanto les, en áreas donde hasta ese momento la única
con los pacientes como con sus familiares. intervención era la biomédica. Tal fue el caso en
En este sentido, por ejemplo, el NICE (Natio- su día, por ejemplo, del psicólogo que comenzó a
nal Institute for Health and Clinical Excellence) formar parte de los equipos multiprofesionales
—organización independiente que, entre otras ac- que trataban las toxicomanías (psicólogo especia-
tividades, asesora al sistema de salud público del lizado en drogodependencias —véase, por ejemplo,
Reino Unido sobre las estrategias de prevención y Graña, 1994 y Carcas, 1995—) o lo que es hoy la
promoción de la salud pública, los avances en pro- psicología de la reproducción (área de trabajo en
cedimientos de intervención (diagnóstico, trata- el ámbito de la psicología de la salud).
miento, seguimiento), así como respecto de los La psicología de la reproducción tiene por ob-
tratamientos más adecuados, basándose en las evi- jeto tanto la prevención como el tratamiento de
dencias clínicas—, recomienda el empleo del tra- los problemas psicológicos relacionados con el
tamiento psicológico para personas con un amplio ciclo reproductivo. Es un campo que abarca des-
rango de problemas de salud física, que van desde de la pubertad hasta la vejez, desde la adrenar-
la diabetes hasta la esclerosis múltiple, pasando quia a la menopausia. En este tramo evolutivo
por las enfermedades cardíacas o las derivadas de son muchos los momentos en los que pueden apa-
las complicaciones médicas crónicas producidas recer problemas psicológicos asociados a varia-
por derrame cerebral, ya que entre otros beneficios bles relacionadas con el ciclo reproductivo (así,
el tratamiento psicológico previene la ocurrencia por ejemplo, el síndrome premenstrual, la depre-
de depresión, ya que en estos pacientes hay un alto sión posparto, la menopausia o la infertilidad y
riesgo de que aparezca. El tratamiento psicológico la esterilidad). En relación con la penúltima, es
puede mejorar notablemente la disposición del pa- decir, con la infertilidad, en España se estima una
ciente para seguir las prescripciones biomédicas, tasa del 17 por 100 en población en edad fértil,
así como mantener o incrementar su implicación habiendo aumentado en dos puntos desde el año
tanto en la práctica de los ejercicios de rehabilita- 1999 (Moreno-Rosset, 2008), dato que por sí solo
ción como respecto de su autocuidado (promo- pone de manifiesto la relevancia de este ámbito
ción de la salud). El NICE concluye que el trata- aplicado; pero si además se tiene en cuenta el es-
miento psicológico también se muestra muy eficaz trés que este acontecimiento vital supone para la
para mejorar la calidad de vida e incrementar la pareja, sus repercusiones en el ámbito emocional,
autonomía e independencia del paciente, y con así como respecto de las implicaciones que ello
ello también reduce la sobrecarga para la familia. conlleva a la hora de la toma de decisiones, es
En consecuencia, como habíamos adelantado, fácil explicar/comprender la necesidad de la ac-
el psicólogo clínico y de la salud aplica el conoci- tuación del psicólogo.
miento teórico, las habilidades y destrezas, las es- La profesora Carmen Moreno-Rosset (Mo-
trategias, las técnicas y los instrumentos propor- reno-Rosset, 2008) ha realizado una excelente
cionados por la psicología (y ciencias afines) a los aproximación al estado del campo y la actividad
problemas y los trastornos psicológicos, así como profesional del psicólogo en esta parcela de la psi-
a cualquier(a) otro(a) comportamiento/respues- cología de la salud.
ta relevante para la salud y la enfermedad, con el A lo largo del tiempo se han publicado distin-
fin de evaluar, explicar, tratar, modificar o preve- tos trabajos en lo que se ha intentado dar una
nir éstos en los distintos contextos en que puedan visión cuantitativa de la distribución de la activi-
presentarse. dad del psicólogo clínico y de la salud. Así, en

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28 / El ejercicio de la psicología aplicada

1985 Ferrezuelo publicó un trabajo sobre una oscilaron entre un 20 y un 30 por 100; en tercer
muestra de psicólogos madrileños en el que éstos lugar se situaron las funciones relativas a orien-
informaban sobre las que ellos entendían que tación y consejo, psicología experimental, estimu-
eran entonces las funciones principales del psicó- lación precoz, psicomotricidad e investigación,
logo clínico. Las más señaladas fueron el trata- con porcentajes que oscilaron entre un 10 y un 20
miento de los problemas psicológicos (terapias y por 100; en último lugar aparecía la terapia ocu-
psicoterapias) y el diagnóstico clínico; en segundo pacional, que sólo fue considerada función del
lugar aparecían las funciones relativas al trata- psicólogo clínico por un 6,4 por 100 de los psicó-
miento de problemas psicosomáticos, evaluación, logos consultados (véase figura 1.2).
tratamiento o rehabilitación de minusvalías psí- Dos años más tarde, Goldstein y Krasner
quicas, tratamiento de problemas sexuales, psico- (1987) daban a conocer su estimación en términos
logía comunitaria, psicoprofilaxis y reeducación porcentuales de la actividad del psicólogo clínico
de problemas de aprendizaje con porcentajes que en el contexto anglófono (véase figura 1.3). Según

80 %
75 %
70 %
65 %
60 %
55 %
50 %
45 %
40 %
35 %
30 %
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Figura 1.2.—Funciones desempeñadas por el psicólogo clínico. [Ferrezuelo (1985).]

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Consideraciones preliminares. La psicología aplicada / 29

estos autores, el psicólogo clínico proporcionaba CUADRO 1.2


tratamiento a una gran variedad de clientes, lo que Funciones y porcentaje de psicólogos clínicos
le suponía ocupar el 40 por 100 del tiempo que que las realizan1
dedicaba a trabajar; asimismo, utilizaba un 15 por
100 de su actividad profesional a aplicar tests psi- Funciones Porcentaje
cológicos, y otro 15 por 100 a tareas docentes; la
Evaluación 96,5
planificación y realización de investigaciones clí-
nicas le ocupaba el 10 por 100 de su tiempo labo- Tratamiento 96,3
ral, ocurriendo otro tanto con el tiempo dedicado Diagnóstico 94,8
a realizar tareas de asesoramiento (10 por 100) o
trabajar como administrador (10 por 100). Formación 60,6
1
Tomado de Santolaya, Berdullas y Fernández-Hermida
(2002).
FUENTE: Fernández-Hermida, Berdullas-Temes, Santolaya-
40 Ochando y Muñiz (2000).
30
20 CUADRO 1.3
10 Actividades de los psicólogos clínicos
0 Porcentaje de las actividades
T D E I As Ad
desempeñadas
T: Aplicación del tratamiento I: Investigación Actividad por los psicólogos
D: Tareas de diagnóstico As: Asesoría
19951 19862 19812 19732
E: Enseñanza Ad: Administración
Tratamiento 84 35 35 31
Diagnóstico y evaluación 74 16 13 10
Figura 1.3.—Representación de la distribución del trabajo
del psicólogo clínico en el ámbito anglófono. [Construido a Enseñanza 50 14 12 14
partir de la estimación de Goldstein y Krasner (1987).]
Supervisión clínica 62 11 8 8
Investigación y autoría 47 15 8 7
En 1995, Carbonero y Fernández-Hermida
informaban del estado del trabajo realizado en el Consulta 52 16 13 13
marco del Colegio Oficial de Psicólogos de Espa- Administración 52 16 13 13
ña sobre el perfil profesional del psicólogo clínico
1
y de la salud y, cinco años más tarde, en el año Dato sin promediar.
2
Promedios entre el año referenciado y el anterior o de los
2000, Fernández-Hermida, Berdullas, Santolaya datos disponibles hasta ese momento (1973).
y Muñiz informaban de las actividades realizadas
por los psicólogos clínicos españoles miembros
del Colegio Oficial de Psicólogos de España y el En un terreno próximo al de Goldstein y
porcentaje de ellos por actividad concreta (veáse Krasner (1987), nuestros colegas chilenos Makri-
cuadro 1.2). nov, Scharager y Molina (2005) informaban de los
En este mismo contexto, Trull y Fhares resultados de una encuesta realizada siguiendo un
(2003) presentaron las variaciones experimenta- muestreo por conveniencia, dependiente de la
das por las actividades desempeñadas por los factibilidad de localizar a los psicólogos titulados
psicólogos clínicos desde 1973 hasta 1995 (véase entre los años 1983 y 1999 de la Pontificia Uni-
cuadro 1.3). versidad Católica de Chile. La muestra resultó

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30 / El ejercicio de la psicología aplicada

integrada por 237 personas a partir de la base de a través de la SEPCyS, con el fin de realizar en
datos de egresados, lo que corresponde a un 23,84 España una primera estimación relativa al núme-
por 100 del total. La edad de los encuestados fluc- ro de profesionales que trabajan en los  diversos
tuaba entre los 24 y 54 años, con un promedio de ámbitos de actuación de la psicología clínica y de
32,3 años y una desviación estándar de 5,6 años. la salud, entendidos como «todos aquellos psicó-
La muestra estaba constituida por un 76,5 por logos que realizan funciones profesionales de diag-
100 de mujeres y un 23,5 por 100 de hombres. nóstico, evaluación, y/o tratamiento de pacientes,
Respecto a la actividad desempeñada, el 58,3 por tanto en el ámbito público como privado, inde-
100 de los encuestados trabajaba en la especiali- pendientemente de si están o no reconocidos como
dad clínica, el 22,9 por 100 en la especialidad la- psicólogos clínicos, su localización geográfica o
boral/organizacional y el 9,4 por 100 en educacio- tipo de actividad que desempeñan», los resultados
nal. Dieciocho encuestados señalaron ejercer en sobre la situación a 2007 de los psicólogos clínicos
dos especialidades; diez de ellos clínica/laboral en España (véase Infocop, 2009d) permiten con-
(4,5 por 100) y ocho clínica/educacional (3,6 por cluir que la mayor parte de los profesionales de la
100). Hay una asociación estadística entre el sexo psicología trabajan en el ámbito de la psicología
de los psicólogos y su especialidad ( c2 = 9,74; clínica y de la salud, a pesar de no estar reconoci-
p < 0,01), siendo mayor el porcentaje de hombres dos como especialistas. En muchas comunidades
en la especialidad laboral (39,2 por 100) que en autónomas, como por ejemplo La Rioja, Catalu-
educativa (19 por 100) y en clínica (17,7 por 100). ña, Asturias, Murcia, Valencia, País Vasco, Extre-
Ya en un trabajo más reciente, realizado por el madura, Canarias, Galicia o Madrid, este porcen-
Consejo General de Colegios de Psicólogos (COP), taje supera el 50 por 100 (véase figura 1.4).

50

40

30

20

10

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Psicólogos / 100.000 habitantes Psicólogos / 100.000 habitantes,


excluidos los gabinetes privados

Figura 1.4.—Distribución de los psicólogos clínicos por cada 100.000 habitantes y comunidad autónoma. [Modificado de In-
focoponline (2009d).]

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Consideraciones preliminares. La psicología aplicada / 31

El estudio ha permitido contabilizar un total Comencemos recordando que tanto la psico-


de 12.641 psicólogos, que realizan actividades re- logía clínica y de la salud como la psiquiatría
lacionadas con la Psicología Clínica en toda Es- comparten, además de un segmento del campo
paña, de los cuales 4.663 trabajan en el ámbito relativo a los trastornos de la conducta, una doble
público (36,89 por 100) y 7.978 en el ámbito pri- vocación: construir un cuerpo de conocimientos
vado (63,11 por 100). básicos, de carácter empírico y experimental, y
Estos datos sitúan a España muy por debajo disponer de un conocimiento aplicado que sirva
de la media europea, porque en España es de 4,3 para la mejora práctica de los asuntos que son
por cada 100.000 habitantes, mientras que los propios de la parte del objeto de estudio que com-
europeos cuentan en sus sistemas públicos de salud parten. En el plano conceptual, el campo de la
con una media de 18 psicólogos por cada 100.000 psicología clínica y de la Salud es el propio del
habitantes, como podemos ver en el cuadro 1.4. comportamiento humano, en todas las manifes-
taciones y contextos en los que éste puede presen-
CUADRO 1.4 tarse alterado; el de la psiquiatría es la parcela de
ese campo en la que la alteración puede explicarse
Tasa de profesionales de la salud mental por cada mejor por variables de orden somático (genéticas,
100.000 habitantes en España y Europa1 estructurales, propias de la alteración del funcio-
Media Desviación
namiento de órganos y sistemas) que por varia-
Profesionales España* bles relativas al aprendizaje. En el primer caso
europea** (%)
serán las estrategias de aprendizaje las que com-
Psiquiatras 6,5 11,1 −41,4 pondrán el tratamiento de primera elección; en el
Enfermeros espe- segundo los psicofármacos y las estrategias físicas
cializados en salud 9,9 37,8 −73,8 (cirugía, electroshock, etc.). Ahora bien, habrá
mental muchas alteraciones del comportamiento huma-
no en las que no esté clara la relación causa-efec-
Psicólogos 4,3 18 −76,1
to y ninguna de las dos disciplinas haya logrado
Trabajadores so- aportar evidencia de su eficacia y eficiencia frente
1,9 44,7 −95,7
ciales a la otra; recuérdese que el estado de nuestro co-
nocimiento no ha alcanzado todavía la excelencia
* «El observatorio de salud mental: análisis de los recursos
de salud mental en España», Asociación Española de Neuropsi-
que deseamos y por la que trabajamos día a día.
quiatría (2005), con datos referentes al año 2003. En estos casos, es claramente necesaria la cola-
** Proyecto Atlas-2005, OMS. La media europea se ha cal- boración entre profesionales, con el fin de dar
culado con los datos de 40 países: Albania, Armenia, Austria, sentido a lo que en último término es el objetivo
Azerbaiján, Bielorrusia, Bélgica, Bosnia-Herzegovina, Bulgaria, de ambas especialidades: servir mejor al ser hu-
Croacia, República Checa, Dinamarca, Estonia, Finlandia, Fran-
cia, Georgia, Alemania, Grecia, Hungría, Islandia, Irlanda, Ita-
mano y reducir/eliminar su padecimiento lo antes
lia, Letonia, Lituania, Luxemburgo, Países Bajos, Noruega, Po- posible. No hemos de olvidar que ambas especia-
lonia, Portugal, República de Moldavia, Rumania, Federación lidades también comparten el modelo bio-psico-
Rusa, Serbia y Montenegro, Eslovaquia, Eslovenia, España, Sue- social como referencia, así como hechos históri-
cia, Suiza, República de Macedonia, Ucrania y Reino Unido.
1
Tomado de Infocoponline (25/09/2008).
cos relevantes (Emil Kraepelin —el padre de la
psiquiatría— y Lightner Witmer —el padre de la
psicología clínica— trabajaron con Wundt).
Por último, vamos a abordar un asunto que Ahora bien, pese a participar del modelo bio-
suele generar confusión en este ámbito: el de las ac- psico-social y compartir referencias históricas en
tividades que son competencia del psicólogo clínico la formación de los fundadores de ambas discipli-
y de la salud y las que corresponden al licenciado nas, existen diferencias muy notables de las que
en medicina que se ha especializado en psiquiatría. derivan implicaciones sobresalientes tanto en el

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32 / El ejercicio de la psicología aplicada

orden básico como en el aplicado, que un psicó- 1. Las investigaciones muestran que, en com-
logo tiene que conocer. Así, siguiendo las conclu- paración con los antidepresivos, la terapia cog-
siones de la Federación Europea de Asociaciones nitivo-conductual es eficaz a corto plazo y más
de Psicólogos (2003), subrayamos que: eficaz a largo plazo en el tratamiento de la de-
presión (leve y moderada) y de los trastornos de
ansiedad. Reduce las alteraciones de las respues-
«El objeto de la Psicología Clínica y de la tas desadaptadas y previene recaídas.
Psiquiatría es el trastorno mental. Las clasifica- 2. En la depresión severa, la terapia cognitivo-
ciones internacionales de las alteraciones psico- conductual puede potenciar los efectos de los
patológicas que son objeto tanto de la Psicología antidepresivos, y la combinación de ambas es-
Clínica como de la Psiquiatría se organizan en trategias es más barata (a igualdad de benefi-
torno al concepto de trastorno mental y no en cios) que cualquier otra aproximación. Los tra-
términos de enfermedad. El concepto de trastor-
tamientos psicológicos son recomendables
no mental se define en términos disfuncionales
cuando el problema/trastorno psicológico que
o de alteración psicológica o comportamental,
presenta el paciente está complicado por el abu-
de tal forma que su evaluación y diagnóstico se
so en el consumo de sustancias tóxicas legales o
apoya en criterios únicamente psicológicos y
ilegales (alcohol u otras drogas) o problemas de
comportamentales. La utilización en este campo
salud física crónicos.
de la noción de “enfermedad” presenta una am-
3. En las personas que presentan esquizofrenia
bigüedad que no está exenta de intereses corpo-
existe evidencia de que las terapias familiares, la
rativos y que, desde luego, no obedece a la na-
psicoterapia interpersonal y el tratamiento cog-
turaleza de las cosas.
nitivo-conductual reducen el tiempo de hospita-
Las funciones profesionales de los psicólogos
lización y la probabilidad de recaídas, mejoran
clínicos y de los psiquiatras convergen en gran
su bienestar y el estado cognitivo del paciente, e
medida en cuanto que tienen el mismo objeto:
los trastornos psicológicos o mentales. Es eviden- incrementan el grado de conciencia del paciente
te que el psiquiatra no está suficientemente for- y su adherencia sobre el cumplimiento de las
mado para utilizar con destreza los tratamientos prescripciones biomédicas respecto del trata-
psicológicos ni los instrumentos diagnósticos de- miento farmacológico.
sarrollados por la investigación psicológica, ni el 4. Respecto a la infancia, existe evidencia de
psicólogo posee la habilitación legal ni por ello que el tratamiento cognitivo-conductual aplica-
la formación necesaria, en la misma proporción, do a los niños puede ayudarles a manejar el do-
para hacer uso de terapéuticas farmacológicas. lor y los problemas de ansiedad, entre otros.
Por ello, y en beneficio de la persona afectada, se Otro tanto ocurre con: a) la terapia familiar para
impone la cooperación de ambos profesionales problemas de conducta, abuso en el consumo de
en un plano de igualdad (...) desde el reconoci- sustancias tóxicas y enfermedades físicas cróni-
miento de las distintas competencias, tal y como cas, y b) la terapia de grupo, que también se ha
se recomienda en las guías de consenso de exper- mostrado eficaz para tratar los problemas de an-
tos internacionalmente aceptadas. Sólo el deber siedad infantil y las autolesiones.
deontológico, y el responsable ejercicio profesio- 5. En personas con problemas crónicos de salud
nal en cada caso, deberán aconsejar la búsqueda física el tratamiento psicológico puede ser muy
de cooperación o la remisión del paciente al ex- eficaz para disminuir la interferencia que termi-
perto más adecuado, en función de la naturaleza nan produciendo estos problemas en el desarrollo
del trastorno». de la actividad cotidiana, mejorar la calidad de
vida de estos pacientes y la de sus familias, y re-
ducir la sobrecarga que los problemas crónicos
De igual modo, es preciso tener en cuenta lo de salud suponen para las familias. Tal es el caso,
que indica el The National Institute for Health por ejemplo, de la diabetes insulinodependiente,
and Clinical Excellence (NICE) respecto de los la esclerosis múltiple, las enfermedades cardíacas
tratamiento psicológicos y farmacológicos (véase o las causadas por derrame cerebral. Además, en
Infocop, 2008c): estos casos también es recomendable el trata-

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Consideraciones preliminares. La psicología aplicada / 33

miento psicológico porque, por una parte, estos garty y Ulrich, 1977). Esta circunstancia propició
pacientes presentan un alto riesgo de sufrir de- la exploración de nuevas líneas de intervención
presión y, por otra, de no recibir esta ayuda pro- comunitaria en salud mental, centradas en la eva-
bablemente aparecerán muchas dificultades para luación de la influencia de los factores sociales y
seguir las prescripciones biomédicas, pudiendo
familiares en el desarrollo y curso de la enferme-
disminuir progresivamente su participación en los
ejercicios de rehabilitación y en su propio cuida- dad mental grave (Vaughn y Leff, 1976), que han
do (promoción de la salud). dado lugar a un cambio en el manejo del TMG
6. No existe una única terapia psicológica efi- (Anderson y Adams, 1996). Este cambio se centra
caz para todos los problemas de salud y para en la modificación de las relaciones que existen
todas las personas, pero el tratamiento psicoló- entre la vulnerabilidad y el estrés a través de la
gico puede tener un efecto importante y benefi- intervención psicológica con los familiares, man-
cioso como alternativa o complemento al trata- teniendo siempre el tratamiento biomédico. La
miento farmacológico, por lo que debe ser intervención psicológica es fundamentalmente
accesible para todos los pacientes. cognitivo-conductual y se centra en la solución de
7. Dado que los tratamientos psicológicos su-
los problemas de la vida diaria, el aprendizaje de
ponen menos riesgo para la salud y tienen menos
efectos secundarios que los fármacos, son prefe- habilidades y destrezas de afrontamiento y la me-
ribles, especialmente para niños, adolescentes, jora de las habilidades de comunicación (la emo-
mujeres embarazadas con depresión (los antide- ción expresada juega un papel crítico: actitudes,
presivos tienen mayor riesgo para su salud) o emociones y conductas relacionadas tanto con
personas con otros problemas de salud asocia- juicios y comentarios críticos como con la hosti-
dos de orden crónico, porque los fármacos que lidad y la implicación excesiva, expresadas por los
habitualmente reciben pueden tener interaccio- familiares entre sí y hacia la persona con TMG),
nes perjudiciales (tal sería el caso de los antide- todo ello con el objetivo de incrementar los pa-
presivos o de los antipsicóticos). trones positivos de interacción entre la persona
8. Los tratamientos psicológicos suponen una
con TMG y los familiares con los que convive.
aproximación que implica activamente al pa-
ciente en su propio tratamiento y lo dota de re- Los resultados de los estudios en los que se com-
cursos teóricos y prácticos que lo fortalecen fren- para la intervención psicosocial con el tratamien-
te a potenciales «recaídas». Ello supone para las to biomédico estándar concluyen que la primera
clases sociales menos favorecidas la posibilidad reduce significativamente las hospitalizaciones y
de que, mediante la autogestión de sus aprendi- las recaídas, incrementa la adherencia al cumpli-
zajes, mejoren sus condiciones de vida intervi- miento del plan diseñado para el tratamiento psi-
niendo activamente en su proceso de recupera- cofarmacológico, mejora notablemente el desem-
ción, con las implicaciones que de ello se derivan peño social y laboral y propicia una reducción
respecto del sentimiento de inutilidad y sus im- significativa del gasto sanitario (The National Insti-
plicaciones psicológicas (www.nice.org.uk/).
tute for Health and Clinical Excellence —NICE—,
2009), por lo que se entiende que resulta un com-
Como ejemplo de colaboración podemos uti- ponente esencial de cualquier tratamiento dirigi-
lizar el tratamiento del trastorno mental grave do a las personas con TMG (American Psychia-
(TMG). La introducción de los neurolépticos y tric Association, 2004).
de las nuevas políticas de desinstitucionalización, Tanto en el NICE (www.nice.org.uk) como en
en la década de los sesenta y setenta del pasado el Ministerio de Sanidad (www.guiasalud.es/egpc/)
siglo, no trajeron consigo la esperada mejora en el lector puede hallar guías sobre la eficacia de los
los resultados del tratamiento de los trastornos tratamientos psicológicos en los contextos clínicos
psicóticos; y pronto se comprobó que, a pesar de y de la salud, basadas en la evidencia científica,
los cambios, las frecuencias de recaída continua- en las que se recogen recomendaciones de exper-
ban siendo muy elevadas en esta población (Ho- tos sobre cómo proceder para su aplicación.

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34 / El ejercicio de la psicología aplicada

Para delimitar con claridad las funciones y el refiere el apartado 3 del anexo I del Real Decre-
perfil del psicólogo clínico y de la salud, el lector to 183/2008, de 8 de febrero, por el que se deter-
puede acceder al documento que a tal fin ha ela- minan y clasifican las especialidades en Ciencias
borado el COP (disponible en www.cop.es/perfi- de la Salud y se desarrollan determinados aspec-
tos del sistema de formación sanitaria especiali-
les/contenido/clinica.htm).
zada» (BOE núm. 240; Sec. I., p. 104.623).
Por último, hemos de indicar al lector que con
fecha 5 de octubre de 2011 se ha publicado en el
Boletín Oficial del Estado la Ley 33/2011 General Psicología jurídica
de Salud Pública, de 4 de octubre, que en su Dis-
posición adicional séptima incluye la regulación Esta especialidad tiene por objeto de estudio
de la psicología en el ámbito sanitario (véase Dis- el campo que surge de la intersección entre los
posición adicional séptima de la Ley 33/2011 Ge- aspectos que atañen a la Psicología y al Derecho,
neral de Salud Pública). Ello supone, tras la crea- tanto en lo relativo a la explicación como a la
ción de las facultades de psicología, el segundo investigación de hechos.
hito más trascendente para esta profesión. En 1959 se reconoce al psicólogo en los EE.UU.
El nuevo perfil, psicólogo general sanitario, de Norteamérica la potestad para la actuación
tiene ya la consideración de profesión sanitaria forense, para dictaminar en relación y sobre la
titulada, adscrita al nivel de licenciado/graduado, «enfermedad mental». En el sistema judicial es-
de acuerdo con lo recogido por el artículo 2 de la pañol, el psicólogo de juzgados cumple también
Ley 44/2003 de Ordenación de las Profesiones Sa- funciones de este tipo.
nitarias, de 21 de noviembre. La Ley requiere que Los psicólogos que se dedican a esta parcela
además del título de grado/licenciado se esté en asesoran y tratan respuestas, conductas y com-
posesión del título oficial de Máster en Psicología portamientos que afectan a la legalidad, delin-
General Sanitaria. En este contexto, son funcio- cuencia o mediación, interviniendo en los tribu-
nes del psicólogo general sanitario: nales, centros penitenciarios, etc.
El psicólogo se ocupa de la evaluación del es-
«la realización de investigaciones, evaluaciones tado psicológico, realizando peritaciones tanto de
e intervenciones psicológicas sobre aquellos as- los inculpados como de las víctimas, con el obje-
pectos del comportamiento y la actividad de las tivo de orientar y asesorar a los profesionales del
personas que influyen en la promoción y mejora derecho (jueces, abogados, fiscales, etc.) para que
del estado general de su salud, siempre que di- puedan tomar sus decisiones disponiendo de la
chas actividades no requieran una atención es- información más objetiva posible. Asimismo,
pecializada por parte de otros profesionales sa-
también forman parte de sus tareas la prevención,
nitarios» (BOE núm. 240; Sec. I., p. 104.622).
tratamiento y reinserción de personas que hayan
estado institucionalizadas en centros penitencia-
Pero el ejercicio de estas funciones no es ge- rios; la formación y selección de profesionales
neralizable, por ahora, al ámbito público, dado vinculados a ámbitos penitenciarios; el diseño de
que, como también recoge la Ley: programas de prevención de la delincuencia; el
estudio e investigación de los problemas que ata-
«Los psicólogos que desarrollen su actividad en ñen a la psicología jurídica; la mejora de la situa-
centros, establecimientos y servicios del Sistema
ción de las víctimas, tratando los problemas o
Nacional de Salud o concertados con él, para
hacer efectivas las prestaciones sanitarias deriva- trastornos que se derivan de la victimización, así
das de la cartera de servicios comunes del mismo como facilitando su relación con los sistemas le-
que correspondan a dichos profesionales, debe- gales y judiciales; la mediación entre las personas
rán estar en posesión del título oficial de psicó- implicadas en conflictos jurídicos para facilitar el
logo especialista en psicología clínica al que se proceso y paliar, en la medida de lo posible, los

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Consideraciones preliminares. La psicología aplicada / 35

daños sociales y emocionales de las personas in- Asimismo, para una aproximación a los pro-
volucradas (muy especialmente los menores de blemas que plantea la evaluación en el contexto
edad), etc. del peritaje psicológico respecto de la credibilidad
Un estudio de la distribución de la actividad del testimonio, puede consultarse en los trabajos
de los psicólogos, con perfil profesional en el ám- de Arce y Fariña (2005), Inda, Lemos, López y
bito de la psicología jurídica, lo encontramos en Alonso (2005), Lemos (2005) y Masip (2005), to-
el trabajo de Fernández Hermida, Berdullas, San- dos de la sección monográfica del volumen 26,
tolaya y Muñiz (2000). número 92, de Papeles del Psicólogo (www.pape-
Para una visión general de la evolución y el lesdelpsicologo.es).
estado de la Psicología Jurídica en España pueden Para una aproximación a la práctica pueden
consultarse las secciones monográficas corres- consultarse los excelentes trabajos de Chacón,
pondientes al número 48 de Papeles del Psicólogo García-Gumiel, García-Moreno y Vázquez (2009)
(www.papelesdelpsicologo.es) y el 26 de Infocop respecto de la custodia y el régimen de visitas de
(www.cop.es/infocop), publicados en febrero de menores, Ibáñez (1999) acerca de la mediación
1991 y en enero-febrero de 2006, respectivamente, intrajudicial, y Vázquez y Catalán (2008) sobre la
por el Consejo General de Colegios Oficiales de intervención en casos en el contexto forense.
Psicólogos. Para delimitar con claridad las funciones y el
perfil del psicólogo forense o experto en psicolo-
gía jurídica, el lector puede acceder al documento
CUADRO 1.5 que a tal fin ha elaborado el COP (disponible en
Cuantificación de los ámbitos de intervención www.cop.es/perfiles/contenido/juridica.htm).
de los psicólogos jurídicos1
Ámbito de intervención Porcentaje
Psicología de la educación
Psicología jurídica y del menor 19,51 Los psicólogos que trabajan en el campo edu-
cativo intervienen en los procesos propios del
Psicología forense 17,07
desarrollo social y del aprendizaje del alumnado,
Mediación 7,32 tanto directamente con éstos (problemas de apren-
Victimología 5,85 dizaje, métodos de estudio, orientación vocacio-
nal y profesional, prevención de problemas/tras-
Conducta antisocial 4,39 tornos psicológicos, etc.) como con el resto de los
Criminología 3,90 estamentos de la comunidad educativa (personal
docente y familias).
Psicología penitenciaria 3,41
El psicólogo de la educación centra su queha-
Trastornos de la personalidad 2,93 cer en la reflexión e intervención sobre el compor-
Adicción a drogas 2,93 tamiento humano en situaciones educativas, me-
diante el desarrollo de las capacidades de las
Peritación 2,40 personas, los grupos y las instituciones.
Servicios sociales, familia e infancia 2,44 Aunque el principal ámbito de intervención es
el escolar, su tarea también se desarrolla en el con-
Trastornos familiares 2,44
texto privado (consultas/gabinetes), donde llevan
Problemas de pareja 2,44 a cabo tareas de entrenamiento en habilidades
1
de autocontrol, habilidades sociales, problemas de
Tomado de Santolaya, Berdullas y Fernández-Hermida
(2002). aprendizaje (discalculias, dislexias, etc.), entrena-
FUENTE: Fernández-Hermida, Berdullas-Temes, Santolaya- miento en el control de la atención, técnicas y mé-
Ochando y Muñiz (2000). todos de estudio, ansiedad ante los exámenes, etc.

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36 / El ejercicio de la psicología aplicada

En el marco educativo, realiza tareas de apoyo otros profesionales (médicos, asistentes sociales,
y asesoría al docente en la adaptación de los ob- profesores, jueces, etc.). Para una aproximación
jetivos, contenidos y actividades incluidas en los más extensa sobre las funciones, procedimientos y
programas de las materias, según el estadio evo- técnicas de intervención pueden verse los trabajos
lutivo y el ritmo de aprendizaje esperado para los de Beltrán y Pérez (2011), Campos (1995), Fernán-
alumnos de acuerdo con sus conocimientos de la dez (2011), Núñez (2011), Pérez (2010) y Pérez
psicología evolutiva. A estas adaptaciones de ca- (2011).
rácter general se unen otras muy específicas, que Un estudio de la distribución de la actividad
se adaptan de modo concreto a las necesidades y del psicólogo de la educación lo encontramos en
posibilidades de cada alumno con necesidades el trabajo de Fernández-Hermida, Berdullas, San-
educativas especiales; son las conocidas como tolaya y Muñiz (2000), que recogemos en el cua-
adaptaciones curriculares o programas individua- dro 1.6.
lizados de enseñanza. En relación con la psicología de la educación
En el ámbito familiar, las tareas son de aseso- el lector puede consultar el trabajo de la sección
ría y atención a las familias que, bien de manera monográfica de Papeles del psicólogo, editada en
voluntaria o bien como consecuencia de la mar- 2006, volumen 27, número 3, por el Consejo Ge-
cha del hijo, dentro del marco educativo precisan neral de Colegios de Psicólogos de España, y den-
ayuda para afrontar los problemas concretos que tro de éste el de Gotzens (2006), así como el do-
pudiera presentar éste tanto en su rendimiento cumento del COP sobre el perfil y las funciones
intelectual como en su desarrollo personal. Asimis- del psicólogo educativo, disponible en www.cop.
mo, como ya adelantábamos, también se realizan es/perfiles/contenido/educativa.htm.
actuaciones preventivas a través de las «escuelas
de padres» (Olivares-Olivares, Rosa, Olivares y Psicología de la intervención social
Macià, en prensa).
Además del rendimiento académico, dentro La psicología de la intervención social se cen-
de la concepción de la educación como un hecho tra en el estudio, evaluación, prevención y trata-
integral el psicólogo educativo participa en la co- miento de los problemas de carácter social que
munidad educativa aportando su quehacer espe- surgen en el seno de los grupos o comunidades
cífico, diseñando y aplicando programas de edu- (situaciones de riesgo social y personal), con el fin
cación para la salud, relativos a la sexualidad de promover la calidad de vida tanto con carácter
(conocimiento de la respuesta sexual, prevención general como en aquellos miembros de la comu-
de embarazos no deseados, entrenamiento en nidad que presentan carencias o tengan que hacer
asertividad en el contexto de la relación de pare- frente a dificultades concretas.
ja, etc.), para la promoción de los derechos y los Surge como respuesta a la necesidad de estu-
valores humanos, en la prevención del inicio y diar y actuar sobre los problemas que se generan
consumo de sustancias tóxicas, prevención de la en las interacciones personales en sus diversos
violencia en el ámbito escolar, etc. contextos sociales. Por ello, sus objetivos son redu-
En síntesis, el psicólogo de la educación desa- cir o prevenir situaciones de riesgo social y perso-
rrolla su actividad profesional sobre todo en el nal mediante la intervención en la resolución de
marco de los sistemas sociales dedicados a la edu- problemas concretos que afectan a individuos,
cación en todos sus niveles y modalidades (regla- grupos o comunidades, aportando recursos mate-
dos, no reglados, formales e informales), durante riales o profesionales o a través de la promoción
todo el ciclo vital de la persona, pero también in- de la calidad de vida. Las situaciones de riesgo
terviene en los procesos psicológicos que afectan están referidas a la falta de cobertura de necesida-
al aprendizaje o que se derivan de éste sólo o me- des humanas básicas directamente condicionadas
diante la coordinación de su actividad con la de por el entorno social, tales como las necesidades

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Consideraciones preliminares. La psicología aplicada / 37

CUADRO 1.6
Cuantificación de tareas y problemas en los que actúan los psicólogos de la educación1

Tareas Porcentaje Problemas Porcentaje

Intervención 91,4 Trastornos del aprendizaje escolar 15,57

Evaluación 91 Orientación escolar y vocacional 14

Detección y prevención 83,5 Fracaso escolar 7,9

Asesoría a padres 82,8 Técnicas de estudio 7,71

Asesoría a profesores 74,6 Trastornos del lenguaje 6,81

Orientación psicopedagógica 67,7 Trastornos del comportamiento infantil 6,25

Colaboración con profesores tutores y


56,6 Problemas de comportamiento en el aula 4,87
de Educación Especial

Asesoría a equipos directivos de centros


55,6 Discapacidad intelectual 4,79
docentes

— Formación 2,58

— Orientación profesional 2,10


1
Modificado de Santolaya, Berdullas y Fernández-Hermida (2002).
FUENTE: Fernández-Hermida, Berdullas-Temes, Santolaya-Ochando y Muñiz (2000).

de subsistencia (alimento, abrigo, sanidad, educa- riesgo, para incrementar las conductas prosociales
ción...), las relativas a la convivencia e integración y disminuir/eliminar las desadaptadas propias de
social, el acceso a la información y a los recursos las relaciones conflictivas, pasando por la preven-
sociales, la igualdad de oportunidades, etc. ción, evaluación y tratamiento de las respuestas
Su quehacer se desarrolla generalmente en las violentas en el ámbito familiar ejercida normal-
organizaciones sociales y en las áreas o departa- mente sobre sus elementos más débiles y vulnera-
mentos de servicios sociales de las administra- bles (niños, mujeres y ancianos), la intervención
ciones públicas del estado, municipales, de las en procesos de adopción (evaluando la idoneidad
comunidades autónomas y de organizaciones e ins- de los candidatos y asesorando en tareas y pautas
tituciones privadas. Este quehacer se produce educativas y de cuidado físico), la atención a los
muy frecuentemente en un marco interdisciplinar colectivos desfavorecidos (por ejemplo, mediante
en el que se abordan los problemas, junto a otros programas de inserción sociolaboral para perso-
profesionales como los educadores sociales, abo- nas con dificultad para encontrar/mantener un
gados o trabajadores sociales. Para una aproxima- empleo), promocionando y favoreciendo la inte-
ción histórica sobre las funciones, procedimientos gración social de los colectivos más vulnerables a
y técnicas de intervención, véase el trabajo de Ru- la marginación o marginados socialmente (per-
bio y Plumed (1995) (véase cuadro 1.7). sonas con discapacidad intelectual o síndromes
Los problemas a los que hace frente son muy como el autismo, familias en situación de pobre-
variados, abarcando desde la asesoría y la inter- za, personas sin techo, minorías étnicas, inmi-
vención psicológica en familias en situación de grantes, toxicómanos, prostitutas, etc.) mediante

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38 / El ejercicio de la psicología aplicada

CUADRO 1.7 con discapacidad, también se presta una atención


Distribución de los psicólogos especialistas en especial a la orientación y, si hubiera necesidad,
intervención social por áreas/temáticas laborales1 al entrenamiento de la familia en habilidades y
destrezas tanto de carácter general (programas
Ámbito de intervención Porcentaje inespecíficos) como concretas (por ejemplo, cómo
se ha de aplicar un encadenamiento hacia atrás
Servicios sociales, familia e infancia 11,73 para el logro de la autonomía en la alimentación).
Servicios sociales generales o comuni- 10,40 Para una aproximación más extensa y concreta
tarios sobre las funciones, procedimientos y técnicas de
intervención, véase el trabajo de Garau (1995).
Servicios sociales, minusvalías, deficien- 6,80 En el cuadro 1.7 podemos ver la distribución
cias y discapacidades
de los ámbitos de intervención de los psicólogos
Formación 4,13 especialistas en intervención social y cuantifica-
ción porcentual en el trabajo de Fernández-Her-
Trastornos familiares 4,13 mida, Berdullas, Santolaya y Muñiz (2000).
Servicios sociales y mujer 3,60 En relación con la intervención psicosocial en
la infancia el lector puede consultar el monográfico
Orientación profesional 3,07 de Papeles del Psicólogo «Intervención psicosocial
Adicción a drogas 3,07 en protección a la infancia», editado en 2009, núme-
ro 1, por el Consejo General de Colegios de Psicó-
Psicología jurídica del menor 2,93 logos de España (www.papelesdelpsicologo.es).
Conducta antisocial 2,80 También puede encontrar una aproximación para
el contexto clínico en el trabajo de Navarro (2005).
Investigación y docencia en psicología 2,67 El perfil y las funciones del psicólogo experto
social en intervención psicosocial puede ser consultado
Trastornos del comportamiento infantil 2,67 en el documento disponible en www.cop.es/perfi-
les/contenido/is.htm.
Selección de personal 2,40
Servicios sociales y drogodependencias 2,40 Psicología del trabajo y de las organizaciones
Servicios sociales y vejez 2,40 El fin de esta disciplina es que todos los ele-
Servicios sociales y juventud 2,27
mentos implicados en las organizaciones y en las
empresas, que tengan como objetivo la produc-
Discapacidad intelectual 2,27 ción y/o comercialización de bienes o estén de-
1
dicadas a prestar servicios privados o públicos
Tomado de Santolaya, Berdullas y Fernández-Hermida
(2002).
como, por ejemplo, la policía y el ejército, logren
FUENTE: Fernández-Hermida, Berdullas-Temes, Santolaya- el máximo rendimiento y eficacia en su funciona-
Ochando y Muñiz (2000). miento en un contexto en el que los trabajadores
cuenten con las mejores condiciones para el man-
tenimiento de su salud física y de su estado psi-
la implementación de programas ocupacionales y cológico.
para la búsqueda de empleo, programas para de- La psicología del trabajo, de las organizacio-
sarrollar o mejorar las habilidades y destrezas nes y de los recursos humanos incluye un cuerpo
personales que lleven a una vida lo más autóno- profesional muy extenso y variado que compren-
ma posible en los pisos tutelados o centros asis- de un número importante de puestos de trabajo
tenciales, etc. En el caso específico de las personas con denominaciones muy concretas.

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Consideraciones preliminares. La psicología aplicada / 39

Los ámbitos de aplicación de las funciones condiciones laborales, etc. En el segundo, la ac-
propias del psicólogo son tanto el público como tividad del psicólogo está referida a la realización
el privado, dirigiendo o formando parte de los de encuestas y sondeos, así como al estudio de
departamentos de recursos humanos y actuando las actitudes y motivaciones de los compradores
como consultores y asesores en el contexto de la y al desarrollo de estrategias publicitarias y co-
profesión libre. merciales, a través de estudios sobre el compor-
Pese a la variedad y extensión de las activida- tamiento del consumidor y de marketing. En el
des a desarrollar, es posible formular un conjunto tercero, el de la selección, formación y orienta-
de objetivos generales que deben orientar la ac- ción, se realizan análisis de los puestos de traba-
tuación del psicólogo en este campo. Así, por jo, se delimitan los aspectos más relevantes que
ejemplo, son objetivos generales propios de esta debe cumplir la persona que aspire a desempe-
disciplina: ñarlo, se realizan entrevistas de selección, y se
aplican pruebas estandarizadas de evaluación y
a) Conseguir los objetivos del plan de ges- tests para estimar las habilidades y aptitudes de
tión en su apartado de adecuación cuali- los candidatos. En el cuarto, la prevención es ele-
tativa de los recursos humanos. mento de primer orden; todos los conocimientos
b) Estudiar los mecanismos y las variables sobre detección temprana, cuando no es posible
propias de la organización y del medio la prevención de los problemas/trastornos psico-
físico que regulan la respuesta de los tra- lógicos que puedan surgir en el desarrollo de la
bajadores y su satisfacción en el marco actividad laboral, se unen a los de ergonomía y
laboral. seguridad para fomentar la higiene, la salud y la
c) Investigar la mejora del factor humano. prevención de accidentes en el marco laboral. Por
d) Diseñar estrategias para mejorar las con- último, en el quinto se abordan las cuestiones re-
diciones laborales, incrementar la seguri- lativas a los puestos de trabajo (descripción, aná-
dad laboral y prevenir la ocurrencia de lisis, requisitos y clasificación), la satisfacción de
accidentes. los trabajadores, la comunicación personal e in-
e) Estudiar el mercado de consumidores y terpersonal en el contexto de la organización, el
las variables de éste directamente relacio- clima social y la implicación de los trabajadores
nadas con la satisfacción del comprador. en la mejora o el mantenimiento de la calidad del
f) Desarrollar estrategias y planes de actua- clima social alcanzado, con independencia de su
ción para que la organización logre el ob- rango o puesto.
jetivo marcado: servicio eficaz, implan- Para una aproximación más extensa y concre-
tación del producto, incremento del sector ta sobre las funciones, procedimientos y técnicas
de mercado, etc. de intervención, puede consultarse el trabajo de
Catalá (1995).
En un contexto más específico, esta disciplina Veamos la distribución de los ámbitos de in-
se ocupa de la organización y desarrollo de los re- tervención de los psicólogos especialistas en la
cursos humanos y de la dirección y management, psicología del trabajo y las organizaciones y su
de realizar estudios de marketing y relativos a la cuantificación porcentual en el trabajo de Fernán-
respuesta de los clientes/compradores, de la selec- dez-Hermida, Berdullas, Santolaya y Muñiz (2000)
ción, evaluación, formación y orientación del per- (véase cuadro 1.8).
sonal, del estudio de las condiciones laborales, etc. En relación con la psicología del trabajo y las
En el primer ámbito, la actividad en relación organizaciones, el lector puede consultar la sec-
con la dirección y management supone realizar ción monográfica de Papeles del Psicólogo sobre
tareas de asesoría a los órganos directivos respec- la psicología del trabajo, las organizaciones y los
to a la dirección de equipos, políticas sociales, recursos humanos, editado en 2008, número 1,

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40 / El ejercicio de la psicología aplicada

CUADRO 1.8 produción, Psicología de las fuerzas armadas,


La psicología del trabajo y las organizaciones etcétera. Veamos brevemente algunos de estos
por áreas/temáticas laborales1 perfiles profesionales.

Ámbito de intervención Porcentaje Psicología del tráfico y de la seguridad vial


Selección de personal 28,58 Tenemos que empezar recordando que esta
actividad ha sido hasta hace muy poco tiempo la
Formación 20,11
única actividad profesional de los psicólogos que
Orientación profesional 6,57 ha estado regulada por ley, desde los años veinte
del pasado siglo hasta la actualidad, de forma
Comunicación 5,63 ininterrumpida.
Salud laboral 5,03
El trabajo en este ámbito está consistiendo fun-
damentalmente en realizar la evaluación psicotéc-
Gestión de calidad 4,36 nica de las personas que posean o quieran poseer
un permiso de armas, de los conductores o de quie-
Investigación y docencia en psicología nes practiquen actividades de riesgo propias o re-
3,49
de las organizaciones lacionadas con este ámbito. Es decir, su labor es la
Ergonomía 3,15 detección preventiva de personas que, por variables
de orden psicológico o por mermas en las aptitudes
Gestión del cambio 2,82 físicas, no cumplan los requisitos mínimos que re-
quiere la licencia para el ejercicio de la actividad
Atención al cliente 2,41
de que se trate. Pero su ámbito de actuación puede
1
Tomado de Santolaya, Berdullas y Fernández-Hermida y debe ser mucho más amplio, como indicaba
(2002). Montoro (1992). Así, entre otras áreas propias de
FUENTE: Fernández-Hermida, Berdullas-Temes, Santolaya- este ámbito, la asesoría en aspectos relativos a la
Ochando y Muñiz (2000). legislación y la ergonomía de los vehículos, el di-
seño de las vías y sus elementos complementarios,
como por ejemplo la señalización (localización,
por el Consejo General de Colegios de Psicólogos tamaño, colorido, luminosidad, etc.), para que la
de España (www.papelesdelpsicologo.es). captación e integración de la información sea lo
La delimitación del perfil y las funciones del más adecuada posible y se asegure la correcta toma
psicólogo experto en psicología del trabajo y las de decisiones por parte de los conductores), la edu-
organizaciones las puede hallar el lector en el do- cación vial infantil, la investigación en relación con
cumento del COP disponible en /www.cop.es/per- las normas reguladores del tráfico, la participación
files/contenido/trabajo.ht. en la formación de los agentes de tráfico, el diseño
Pese a que los cinco ámbitos con mayor rele- y la aplicación de intervenciones de carácter pre-
vancia laboral para los psicólogos son los ya des- ventivo y rehabilitador para el cambio de actitudes
critos, hay otros que día a día van alcanzando en peatones y conductores, prevención de los acci-
cotas más importantes tanto en el mercado labo- dentes de tráfico, mejoras en la atención psicológi-
ral como en el de la imagen social de la profe- ca a las personas siniestradas, etc.
sión de psicólogo. Éstos son los de la psicología Para una aproximación más extensa y concre-
del tráfico y de la seguridad vial, la psicología del ta sobre el perfil, las funciones, procedimientos y
envejecimiento, la psicología del deporte, la psi- técnicas de intervención del psicólogo en este ám-
cología de la intervención en catástrofes y en si- bito puede consultarse el documento disponible
tuaciones de emergencia, la psicología de la re- en www.cop.es/perfiles/contenido/trafico.htm.

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Consideraciones preliminares. La psicología aplicada / 41

En el cuadro 1.9 recogemos la distribución disciplinar, que en el caso extremo de las personas
porcentual de la dedicación de los psicólogos con mayores con deterioro cognitivo incluye también
este perfil. la intervención biomédica, la legal y la asistencial.
Nuestra actividad incluye desde las tareas de
evaluación psicológica hasta las neuropsicológi-
CUADRO 1.9 cas, para valorar tanto las variables intelectuales
Actividad de los psicólogos expertos en la como las funcionales a fin de detectar problemas
psicología del tráfico y la seguridad vial1 de orden psicológico o biomédico que puedan
requerir intervención. De los resultados de esta
Ámbito de intervención Porcentaje evaluación se derivarán programas preventivos e
Sólo seguridad vial 42,6 integrales denominados de «psicoestimulación»
para el mantenimiento de las capacidades que ga-
Trastornos del com- ranticen la autonomía de la persona (estrategias,
4,92
portamiento infantil
habilidades, destrezas y funciones), persistencia
Trastornos del apren- de su red social y su adaptación al medio próximo
3,81
dizaje escolar (Fernández-Ballesteros, Izal, Montorio, Díaz y
Seguridad vial más
Orientación escolar y
González, 1992). Todo ello supone implementar
otra especialidad 2,71 estrategias que conlleven asesoría, entrenamiento
vocacional
en solución de problemas, técnicas de reestructu-
Problemas de pareja 2,19 ración cognitiva, programas de estimulación de la
Trastornos del len- interacción social o tratamiento de alteraciones
2,19 psicológicas (tristeza, ansiedad, etc.), junto con la
guaje
atención y orientación de la familia y, en su caso,
1
Modificado de Santolaya, Berdullas y Fernández-Hermida la(s) persona(s) que lo cuidan (véase Fernández
(2002).
FUENTE: Fernández-Hermida, Berdullas-Temes, Santolaya-
de Tróncoli, Montorio y Díaz, 1997a y b). Todo
Ochando y Muñiz (2000). ello sin olvidar que si se trata de ancianos que
viven en instituciones resulta imprescindible el
control de ambiente institucional para estimu-
Una excelente revisión desde la perspectiva lar su participación activa en todas las tareas en
histórica de la evolución de la psicología del trá- las que resulte posible (véase, por ejemplo, Díaz,
fico y la seguridad vial se puede encontrar en So- Mielgo, Ramos y Ortiz, 2000).
ler y Tortosa (1985). Hay que recordar que aunque, en general, con
la edad se produce una merma en el rendimiento
Psicología del envejecimiento intelectual, ello no afecta ni a todas las personas
ni en la misma medida. La mayoría de los seres
Este es el ámbito de los psicólogos expertos humanos solemos constatar entre los 50 y los 60
en gerontología. Su trabajo consiste en estudiar, años un incremento de nuestra lentitud a la hora
explicar y describir los cambios que se producen de resolver problemas y de ejecutar soluciones,
en esta fase de la vida, para poder intervenir con alteraciones leves de la memoria episódica, de la
mayor eficacia y eficiencia en los problemas con- atención y del acceso al léxico, dificultades para
cretos que puedan surgir. Su objetivo principal es el recuerdo de nombres, etc. Pero todo esto, en sí
incrementar y en su caso mantener el bienestar y mismo, no supone deterioro funcional, y con el
la calidad de vida de la personas en esta etapa devenir del tiempo tampoco se observan cambios
(Bayés, 2009; Fernández-Ballesteros, 2008). significativos para la mayoría de la población.
Se trata generalmente de un trabajo que se Ahora bien, el incremento de la longevidad ha
desarrolla en un marco interdisciplinar o multi- hecho que crezca significativamente el número de

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42 / El ejercicio de la psicología aplicada

personas que presentan algún tipo de deterioro des al margen de lo recomendado por el entrena-
cognitivo que conlleva interferencia significativa dor, control de la alimentación, etc.). Para una
en su autonomía para el desempeño de las activi- aproximación más extensa sobre las funciones,
dades cotidianas. Ello ha hecho que tanto la Or- procedimientos y técnicas de intervención, véanse
ganización Mundial de la Salud (OMS) como los trabajos de Martínez (1995), Dosil (2004) o
diversos organismos internacionales hayan toma- Weinberg y Gould (2010).
do cartas en el asunto, dando la voz de alarma En el contexto español hay dos publicaciones
sobre la necesidad urgente de considerar las de- periódicas que es preciso referenciar, porque en
mencias (incluida la de Alzheimer) como una ellas encontrará el lector una excelente puesta al
prioridad en las políticas sanitarias de los países, día de la psicología del deporte en España. La
por lo que cada vez es mayor el número de psicó- primera es la Revista de Psicología del Deporte,
logos que se especializan en el campo del enveje- la decana, que viene editándose ininterrumpida-
cimiento en general, y en el de la prevención y mente desde 1992 a razón de dos números por
deterioro cognitivo en particular. años y que está dirigida por el profesor Jaume
La ocurrencia de problemas reiterados de Cruz Feliu, de la Universidad Autónoma de Bar-
orientación espacial, unida a dificultades en las celona. La otra publicación es la que dirige el pro-
tareas que requieren el recuerdo inmediato, a ol- fesor Enrique Garcés de los Fayos-Ruiz, de la
vidos frecuentes y a respuestas que por exceso o Universidad de Murcia, publicada conjuntamen-
defecto constituyen variables relevantes a la hora te por la Comunidad Autónoma de la Región y
de comprender el deterioro funcional de la per- la Universidad de Murcia: Cuadernos de Psicolo-
sona, son indicadores que nos pueden poner en gía del Deporte. Esta segunda revista inició su
alerta respecto del inicio de una demencia. La va- publicación en el año 2001; a partir de esa fecha
loración neuropsicológica es vital para el diag- ha publicado dos números al año de forma inin-
nóstico diferencial (Fernández-Ballesteros, Izal, terrumpida hasta la actualidad.
Montorio, Díaz y González, 1992; Muñoz y Ti- Para una delimitación concreta de los ámbitos
rapu, 2001). de actuación, los procedimientos y las técnicas uti-
lizadas por el psicólogo del deporte y la actividad
Psicología del deporte física, puede consultarse el documento disponible
en www.cop.es/perfiles/contenido/deporte.htm.
La aplicación de las funciones del psicólogo a En el cuadro 1.10 podemos ver la distribución
este contexto tiene como objetivo el logro del de los ámbitos de intervención de los psicólogos
máximo rendimiento en las condiciones persona- especialistas en la psicología del deporte y su cuan-
les más propicias tanto desde el punto de vista tificación porcentual en el trabajo de Fernández-
físico como psicológico. Para ello, los profesiona- Hermida, Berdullas, Santolaya y Muñiz (2000).
les que se dedican a este menester evalúan a los
deportistas y los orientan respecto del manejo y Psicología de la intervención en catástrofes
control de las variables que participan en el desa- y situaciones de emergencia
rrollo y mantenimiento del máximo rendimiento
deportivo, tanto individual como colectivamente. Es un ámbito de aplicación de la psicología
Ello supone también hacer frente, es decir, preve- muy reciente, pero que ha alcanzado rápidamente
nir y tratar los problemas/trastornos psicológicos una gran relevancia (Caballo y Salazar, 2007; In-
que conlleva tanto la competición en sí misma focop, 2009a), planteándose en la actualidad la
como el elevado grado de autocontrol que se ha necesidad de un protocolo común y de que los
de tener para mantener el estado de forma física profesionales que intervienen en este tipo de situa-
y psicológica que la competición requiere (cum- ciones tengan una formación específica y especia-
plir el plan de entrenamiento, control de activida- lizada (Infocop, 2008a). Su razón de ser está en el

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Consideraciones preliminares. La psicología aplicada / 43

CUADRO 1.10 las repercusiones psicosociales a que da lugar la


Distribución de los psicólogos del deporte emergencia; desde la social, nuestro saber sobre
y la actividad física por temáticas laborales1 la dinámica de los grupos aplicada al comporta-
miento colectivo en situaciones de emergencia y
Ámbito de intervención Porcentaje catástrofes también resulta crucial; por último,
nuestro conocimiento sobre las respuestas de los
Intervención directa en alto rendimiento 20,63 seres humanos bajo condiciones extremas de es-
deportivo trés y miedo y el relativo al desarrollo de interven-
Intervención en escuelas de formación 20,63
ciones psicológicas en este tipo de situaciones
deportiva también nos hace imprescindibles si se quiere dar
una respuesta adecuada a las demandas de la si-
Docencia y formación de especialistas y 19,05 tuación surgidas de modo abrupto.
técnicos deportivos ¿Qué tareas desempeña el psicólogo en este
ámbito? Su labor es fundamentalmente de orden
Investigación y/o docencia en psicología 14,29
del deporte
preventivo. Así, puede acompañar a los afectados
y sus familiares para reducir/eliminar las conse-
1
Modificado de Santolaya, Berdullas y Fernández-Hermida cuencias psicológicas del suceso, ayudándoles a
(2002). afrontar adecuadamente la incertidumbre, el des-
FUENTE: Fernández Hermida, Berdullas Temes, Santolaya concierto, la incredulidad, la espera, los trámites
Ochando y Muñiz (2000). legales, el inicio del duelo, etc. Es importante su-
brayar que la actuación del psicólogo no va diri-
gida a reducir/eliminar el dolor y el sufrimiento,
hecho de que cuando ocurre un desastre o se pre- ni ayudar a llorar. Su trabajo en estas situaciones
senta una situación de emergencia, la preparación (Vera y Puertas, 2009) se ha de centrar en lograr
de los profesionales que hasta ese momento par- que las víctimas aprendan a:
ticipaban en la ayuda y atención a las personas
atrapadas por/en esta circunstancia abrupta, muy a) Manejar adecuadamente la elevada inten-
intensa y adversa (personal sanitario, bomberos, sidad de sus respuestas de ansiedad o los
policía, ejército, etc.), resultaba insuficiente para intensos sentimientos de desesperanza e
dar una respuesta adecuada al conjunto de las ne- indefensión que suelen presentarse en es-
cesidades que esta situación imprevista planteaba. tas situaciones.
Ello es debido a que, en general, las respuestas de b) Enfocar y afrontar adecuadamente el ini-
las personas que viven una situación de emergen- cio del duelo, cuando hubiera lugar a ello,
cia o presencian una catástrofe se desajustan res- para prevenir que éste no se convierta en
pecto de sus patrones normales de respuesta: apa- psicopatológico.
recen intensidades de las respuestas de ansiedad c) Utilizar pautas de conducta y estrategias
muy elevadas, que pueden incluso cursar como de afrontamiento para seguir aplicándo-
ataques de pánico o crisis de angustia provocados las cuanto estén solos (a medio y largo
por el desconcierto y la incertidumbre, o desenca- plazo).
denarse estados de tristeza e intentos de suicidio, d) Asesorar a los gestores de la emergencia
ataques de cólera o ira, etc. Todo ello hace que la sobre aspectos que pudieran producir una
aportación de la psicología para la actuación en victimización secundaria en los afectados
este contexto tenga una triple vertiente: la organi- si no se tratan de forma adecuada (así, la
zacional, la social y la clínica. comunicación directa entre instituciones
Desde la perspectiva organizacional, el psicó- y afectados o la transmisión pública de
logo aporta información básica para la gestión de malas noticias, según las variables concre-

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44 / El ejercicio de la psicología aplicada

tas que rodean a la emergencia), así como Para concluir este apartado destinado a los
sobre las variables que, cuando exista la ámbitos de actuación, en un ámbito general, San-
necesidad, pueden reducir el impacto de tolaya, Berdullas y Fernández-Hermida (2002)
identificar personalmente un cadáver, la dieron a conocer los datos de una investigación
organización de los sepelios y capillas ar- relativa al desarrollo de la psicología profesional
dientes, la búsqueda y recogida de objetos en España durante la década 1989-1998, en el que
personales, etc. podemos encontrar las distribución de los perfiles
profesionales que presentaban los psicólogos es-
La labor del psicólogo comienza con la prepa- pañoles durante ese período, entre otros muchos
ración de sí mismo y de los demás profesionales datos de interés (véase cuadro 1.11).
que van a intervenir y termina de la misma forma,
con la autointervención. La fase inicial o previa
CUADRO 1.11
pretende enseñar/aprender a afrontar la interven-
ción, a que se conozca la magnitud que puede al- Distribución por especialidades o perfiles
canzar la intensidad de las situaciones estresantes profesionales1
que se pueden presentar en este ámbito, para
aprender/recordar a/cómo afrontarlas y manejar- Especialidad/perfil profesional Porcentaje
las adecuadamente. El término de la intervención Clínica y de la salud 68,36
no se produce hasta que los profesionales que han
participado aplicando las estrategias y ayudas psi- Educativa 15,29
cológicas no se aplican a sí mismos, en aquellos Trabajo y organizaciones 8,05
casos que lo requieran, el apoyo psicológico nece-
sario, y con carácter general una puesta en común Social y comunitaria 4,40
de cada interviniente, en el contexto de grupo, de
Seguridad vial 1,63
los distintos aspectos o variables de la intervención
que, por una u otra razón, merecen ser comenta- Jurídica 1,15
dos ante los demás, siguiendo una pauta semi-es-
A académica 0,51
tructurada (técnicas de desactivación —defusing—
y de reunión/información en la que se expone o Deporte 0,35
escucha a otros —debriefing—); el propósito es re-
ducir la probabilidad de daño psicológico, infor- Militar 0,25
mándose entre sí los intervinientes acerca de su 1
Modificado de Santolaya, Berdullas y Fernández-Hermida
experiencia o recibiendo información de otros (2002).
compañeros al respecto. Tanto la inoculación de es- FUENTE: Fernández-Hermida, Berdullas-Temes, Santolaya-
trés de Meichembaun (1987) como el entrenamien- Ochando y Muñiz (2000).
to en el manejo de la ansiedad de Suinn y Richar-
son (1971) y Suinn (1993), pueden ser excelentes
complementos tanto para la fase de preparación 1.2. HABILIDADES Y DESTREZAS
como para el afrontamiento de la experiencia. Un IMPLICADAS EN LA INTERVENCIÓN
ejemplo de estas aplicaciones lo podemos encon- PSICOLÓGICA
trar tanto en el trabajo de Armayones (2010) sobre
el desarrollo de habilidades y destrezas ante situa- Como recordaba Barraca (2009), el análi-
ciones de emergencia, como en la puesta al día sis más certero, la técnica más poderosa y el tra-
sobre algunas cuestiones clave que podemos hallar tamiento más eficaz pueden resultar insuficien-
en el monográfico dirigido por Caballo y Salazar tes si el psicólogo no ha adquirido un repertorio
(2007) al respecto. de conocimientos, habilidades y destrezas relati-

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Consideraciones preliminares. La psicología aplicada / 45

vos a su actuación que le permitan implicar al técnicas (modos específicos de operar para gene-
cliente/paciente, enfrentarse a los problemas que rar un efecto concreto).
surgen a lo largo de la intervención y resolver Las habilidades y destrezas del profesional
dudas relacionadas con la aplicación de los tra- también incluyen la parte del conocimiento y la
tamientos. actuación que se refieren al terapeuta, las que le
Para un psicólogo es preciso el domino del han de permitir guiarse y autorregularse.
mejor conocimiento posible del fenómeno que En síntesis, podríamos decir que un dominio
constituye nuestro objeto de estudio (el compor- suficiente de las habilidades y destrezas debería
tamiento), así como de un extenso conjunto de permitir al profesional evaluar, detectar, conocer,
destrezas que, unidas a ese conocimiento (teorías, controlar y manejar las distintas circunstancias
modelos, principios, leyes, conceptos y habilida- que puedan presentarse durante el proceso de tra-
des), permitan diseñar y aplicar la mejor de las tamiento en la persona tratada (incluidas las emo-
intervenciones posibles para prevenir, reducir/eli- ciones). Ello debería abarcar tanto al propio te-
minar el problema/trastorno psicológico que pre- rapeuta como a todos los que participan en la
sente la persona. Este conjunto de conocimientos intervención, para hacer más probable el logro de
teóricos, metodológicos y técnicos son los que de- los efectos benéficos deseados.
terminan el campo de las habilidades y las destre- Kanfer y Schefft (1988) enunciaban las «21
zas; las primeras (las habilidades) están determi- reglas de oro» para prevenir fracasos y hacer más
nadas por los conocimientos que están al alcance probable el éxito profesional. Las reglas más sig-
de todos los profesionales, es decir, adquiridos o nificativas de esta propuesta fueron excelentemen-
que se puedan adquirir a través de otros (modela- te resumidas por Ruiz y Villalobos (1994; pp. 144-
do, transmisión de la información) o mediante 145). Nosotros presentamos en la tabla 1.1 un
aprendizaje directo; las segundas (las destrezas) se decálogo construido a partir de este resumen.
operacionalizan como «el modo de aplicar los Todo lo dicho pone de manifiesto la necesidad
productos de la formación más los aprendizajes de conocer y aplicar las actitudes, habilidades y
derivados de la propia experiencia»; las primeras destrezas que nos permitan realizar nuestro traba-
hacen referencia a los contenidos, mientras que jo con dignidad para con nosotros y respecto a
las segundas a la actuación. quienes buscan nuestra ayuda. Pero, ¿cuáles son
Las habilidades para el desarrollo de una in- estas actitudes, habilidades y destrezas? En los pá-
tervención psicológica están directamente relacio- rrafos que siguen intentaremos una aproximación
nadas con el conocimiento científico que se posea más concreta a estas cuestiones a partir de nuestra
respecto del enfoque teórico al que se adscribe el propia reflexión y las contenidas en los trabajos
psicólogo, así como los hallazgos y desarrollos de realizados al respecto por autores españoles como
la psicología científica en sus distintas vertientes Buela-Casal, Sierra, López-Polo y Rodríguez-To-
o disciplinas, especialmente en aquellas cuyos ledo (2001); Gavino (1997, 2010) o Ruiz y Villalo-
avances pueden afectar a la intervención psicoló- bos (1994), o extranjeros como Kanfer y Schefft
gica: psicopatología, psiconeurología, psicología (1988), Linehan (1980), Lloyd y Whitehead (1976)
experimental, psicología social, psicología evolu- o Sulzer-Axaroff, Thaw y Thomas (1975), que
tiva, psicología del aprendizaje, etc.) y disciplinas también se ocuparon en su día de las siguientes
afines (biología —sistema nervioso, genética y cuestiones.
bioquímica—, química —psicofarmacología—, ¿Qué habilidades requiere el ejercicio de nuestra
física —desarrollo de artefactos eléctricos y elec- profesión? Pese a que resulta bastante artificial se-
trónicos—, informática o los productos del traba- parar lo que se sabe de lo que se hace, porque real-
jo conjunto de varias de ellas —v.gr. la realidad mente conocemos lo que alguien sabe por lo que
virtual, etc.—), así como el conocimiento del mé- nos dice o vemos que hace, por motivos didácticos
todo (los procedimientos y estrategias) y de las nosotros vamos a presentar las habilidades y des-

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46 / El ejercicio de la psicología aplicada

TABLA 1.1
Decálogo de las reglas para facilitar el éxito profesional
Regla Descripción

1.ª Un objetivo específico de cada sesión de entrenamiento/tratamiento es mantener la motivación/implicación


del cliente/paciente. Sin esta implicación no tiene sentido el proceso.
2.ª Antes de preguntar hay que saber para qué y por qué se pregunta. Si una pregunta no tiene un objetivo
claro, es mejor no hacerla.
3.ª Para prevenir las respuestas monosilábicas («Sí», «No», «Bueno», «Quizá», etc.) que dejan de nuevo «la
pelota en el tejado» del profesional, es necesario realizar preguntas que requieran respuestas largas («abier-
tas»), que abarquen mucho contenido (por ejemplo, ¿Podrías describirme pormenorizadamente qué te ocurre
cuando ...? vs ¿Cómo te sientes cuando te ocurre ...?).
4.ª El recuerdo que el cliente/paciente tiene de los hechos vividos puede estar distorsionado. De ser así no nos
permitiría diferenciarlo de otro que refleje más adecuadamente la realidad. Por ello es necesario obtener
más información que la que proviene de éste. Ello nos permite reducir la subjetividad, bien sea a través de
observadores-colaboradores como de los familiares, los amigos o utilizando test situacionales ad hoc. La
recreación y la representación de lo acontecido (role-playing) pueden ser estrategias complementarias que
ayuden a «revivir» la situación y facilitarle la tarea de recordar integrando aspectos verbales, pensamientos
y sentimientos de modo más fidedigno. El recuerdo tiene su valor fundamental en el hecho de que mientras
que forme parte de los contenidos de la memoria estará actuando como si fuese fidedigno, con indepen-
dencia de en qué medida lo sea.
5.ª El cliente/paciente debe hablar más que el profesional. Este último ha de intentar ser claro, concreto y
conciso en sus intervenciones.
6.ª El mayor peso de la actividad en el tratamiento psicológico recae sobre el cliente/paciente; es él quien tiene
que aprender a responder de otro modo, dando nuevas respuestas o incrementando/reduciendo la frecuen-
cia, la duración o la intensidad de sus respuestas para mejorar su ejecución. Por tanto, es él quien tiene que
invertir más tiempo y esfuerzo; mala señal sería que en la proporción del tiempo invertido el profesional
resultara «vencedor» porque, en este caso, más que de tratamiento habría que hablar de pseudotratamien-
to o de perversiones del tratamiento, al sustituir la iniciativa e implicación en el aprendizaje del cliente por
la persuasión, el exceso de control o la coacción del profesional.
7.ª Hay que comprometerse y comprometer al cliente/paciente sólo con lo que se pueda cumplir. Se ha de huir
de los objetivos y metas que no sean realistas.
8.ª Los objetivos, contenidos y actividades del proceso de entrenamiento/tratamiento deberían ocupar la casi
totalidad del contenido de nuestras conversaciones con el paciente/cliente. Hacer comentarios en un deter-
minado momento del proceso, al margen de la actividad profesional, puede llevar a tener que admitir rec-
tificaciones, alusiones poco pertinentes u observaciones inadecuadas que pueden dificultar sobremanera
una saludable relación asimétrica entre profesional y cliente/paciente.
9.ª El objetivo de un tratamiento/entrenamiento psicológico es promover cambios en las respuestas del cliente/
paciente que mejoren su adaptación al medio y la percepción que tiene de sí. Es un grave error confundir
esta meta con la de establecer una buena amistad, excederse en cortesías y detalles amables que no estén
relacionados con el cumplimiento de las prescripciones derivadas del tratamiento y sus resultados; el pro-
fesional no es un amigo de su cliente/paciente. Como hemos dicho, la relación saludable para ambos es la
asimétrica, no la de igualdad. Caso de querer establecer una amistad, ello se pospondría hasta que haya
terminado el tratamiento/entrenamiento, es decir, cuando, cumpliendo los criterios de «alta», el cliente ya
no precise de la figura del profesional.

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Consideraciones preliminares. La psicología aplicada / 47

TABLA 1.1 (continuación)


Regla Descripción

10.ª Entrenar/tratar a una persona no equivale a instruir/(con)formar con el modo de ver la realidad del profe-
sional. La ayuda psicológica no es tal si no se dirige y sirve al fomento de la individualidad e identidad del
otro; el profesional pone sus conocimientos y experiencia al servicio de la persona que la demanda o para
la que se solicita ayuda.

trezas propias de nuestra profesión desglosándolas Ellas nos permitirán la intensificación de nuestro
en dos grandes grupos: el propio del conocimiento conocimiento, respecto de la disciplina específica
necesario y el relativo a la práctica o actuación en la que se es o se será experto, y posibilitarán
manifiesta. Así, hablaremos, por un lado, de la for- que podamos concretar lo general en cada caso
mación relativa a nuestro conocimiento teórico de particular.
las técnicas y de las estrategias o maniobras nece- Las destrezas necesarias para que las habili-
sarias para el desarrollo de una intervención, al que dades (conocimiento del camino) se concreten en
añadiremos el de la práctica: saber qué hay que acciones manifiestas y adecuadas (ejecución) pue-
hacer, conocer por qué hay que hacerlo, saber den adquirirse mediante: a) la transmisión de in-
cómo y cuándo se hace —fases y pasos que inte- formación (lecturas, clases, conferencias, congre-
gran el proceso de intervención—, etc. sos, documentales científicos, etc.); b) la exposición
Entre estas habilidades hallamos las relativas a modelos de actuación (observando el modo
al conocimiento extenso y comprehensivo de la como un experto aplica cada una de las fases y
psicología y las disciplinas afines (véase tabla 1.2). pasos que integran el proceso de intervención),

TABLA 1.2
Habilidades implícitas en el ejercicio de la profesión
Habilidades Descripción

Conocimiento extenso y com- Conocer los desarrollos teóricos, la metodología, los principios y avances de las
prehensivo de la psicología y materias que han ido integrando y construyendo la psicología científica a lo largo
las disciplinas afines de su historia, así como de las disciplinas afines (biología, farmacología, informá-
tica, etc.). Ello nos debería permitir una formación extensa que nos habría de pro-
veer, por una parte, de una visión comprehensiva del conjunto de la psicología, de
la que más tarde iríamos derivando las guías que nos permitan orientarnos en el
fenómeno que es nuestro objeto de estudio (el comportamiento) y, por otra, ir in-
tegrando los productos de nuestra experiencia con los hallazgos informados por
otros colegas.

Intensificación del conocimien- Conocer los fundamentos teóricos, los requisitos metodológicos, los principios,
to de la disciplina específica en las estrategias y las técnicas/tratamientos que gozan de refrendo experimental
la que será experto y/o empírico. En el ámbito clínico y de la salud, la formación específica en mo-
dificación de conducta y cualquier otro avance que cumpla las exigencias de la
Task Force para los tratamientos psicológicos y, en todo caso, con el rigor me-
todológico propio de la ciencia aplicado a los problemas psicológicos. Ello es
condición necesaria para ser eficaces, efectivos y eficientes en el desempeño de
la profesión.

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48 / El ejercicio de la psicología aplicada

TABLA 1.2 (continuación)

Habilidades Descripción

Habilidades para concretar lo Saber ir de lo general a lo particular, del principio y la ley a su aplicación concre-
general en cada caso particular ta en la reducción/eliminación del problema/trastorno específico. Pese a que reco-
nozcamos que existen algunas diferencias notables entre la aplicación de nuestros
conocimientos en condiciones controladas (en la investigación) y las de la prácti-
ca cotidiana, el ejercicio de la profesión exige la capacidad de integrar y aplicar,
en cada caso, las estrategias más adecuadas a las circunstancias en las que tenga-
mos que abordar el problema/trastorno psicológico. La experiencia será una bue-
na aliada, un excelente complemento de nuestra formación, si mantenemos una
actitud crítica y aplicamos cotidianamente el método científico, con todo el rigor
que las circunstancias permitan. Las dificultades no pueden llevarnos al eclecti-
cismo; ante ellas deberíamos agudizar más el ingenio para desarrollar nuestro
quehacer bajo las condiciones más controladas y eficientes que podamos.
Específicas de la intervención Conocer las fases, pasos, estrategias, instrumentos..., para diseñar, seleccionar,
planificar y aplicar tratamientos eficaces, efectivos y eficientes (véase por ejemplo
Brinkmeyer y Eyberg, 2003 o Pérez-Álvarez, Fernández, Fernández y Amigo, 2003).
Es decir, el dominio de los conocimientos implícitos en los procesos de evaluación,
selección o confección del tratamiento en base a los resultados del análisis funcio-
nal (o del modelo teórico de referencia), los criterios para el inicio del desvaneci-
miento del tratamiento y su terminación o «alta», con la que se inicia la fase de
seguimiento de los efectos del entrenamiento/tratamiento.
Referidas a la evaluación Incluye lo que hay que hacer para evaluar la eficacia del tratamiento/entrenamien-
to, tanto antes como durante su aplicación y respecto del mantenimiento de sus
efectos a corto, medio y largo plazo, así como su generalización a otras situaciones
no trabajadas durante la intervención.

bien en vivo (actuación en directo) o por medio cretas, cuya operacionalización garantice con una
de grabaciones audiovisuales (en diferido), así elevada probabilidad el éxito del cliente/paciente.
como, y c) a partir de la propia experiencia. Este gran control inicial, por parte del profesional,
Las habilidades y las destrezas afectan no sólo se irá desvaneciendo progresivamente para llegar
a la cantidad y calidad del aprendizaje propio, ne- a las fases últimas de la aplicación del tratamiento/
cesario para ejercer eficazmente la profesión, sino entrenamiento con situaciones muy poco estruc-
también al proceso de entrenamiento/tratamiento turadas, metas propuestas fundamentalmente por
que se ha de diseñar, es decir, a la manera de dis- el paciente/cliente y un proceso de trabajo centra-
poner la situación y los elementos que la integran, do en el fomento de la independencia respecto del
incluido el cliente/paciente, el psicólogo y los me- psicólogo, que pasará a ser un elemento de apoyo
dios materiales y humanos de los que intentará éste y orientación, no de guía —salvo excepciones—.
valerse para que la persona o el grupo aprenda(n) Recuérdese que el objetivo último de toda inter-
lo que necesita(n) saber para resolver (reducir/eli- vención psicológica es el aprendizaje del autocon-
minar) su problema/trastorno; esto es lo que me- trol y la independencia del cliente/paciente.
todológicamente conocemos como diseño. Entre las habilidades y destrezas implicadas
Este proceso requiere inicialmente situaciones en el desarrollo de la intervención hay que desta-
muy estructuradas, con metas muy realistas y con- car las relativas a:
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Consideraciones preliminares. La psicología aplicada / 49

— La disposición del contexto. control de su repercusión (como potencial fuente


— La descripción operativa de la modali- de resistencias). El cuidado del lugar o lugares
dad de tratamiento y las funciones, dere- donde se desarrollará la intervención requiere/
chos y obligaciones del psicólogo y el(los) constituye el otro elemento relevante que precisa
paciente(s)/cliente(s). control y cuidado de sus características físicas;
— Implicar al cliente/paciente en el entrena- esto incluye el tipo de habitáculo y su ubicación,
miento/tratamiento. así como su decoración (la disposición de sus ele-
— Escribir y firmar los compromisos con- mentos para que resulte acogedor, cantidad y tipo
traídos. de luz para que resulte suficiente y armoniosa con
— Mostrarse activo y directivo. el resto de componentes, etc.). Los espacios redu-
— Controlar los pensamientos, sentimientos cidos, sin regulación térmica o mal situados, como
y emociones. puede ocurrir con los lugares muy altos, con nu-
— Actuar asertivamente (comunicarse ade- merosas escaleras o ascensores muy estrechos, con
cuada y eficazmente). problemas para el desplazamiento —lejanía de los
— Usar las estrategias e instrumentos de eva- medios de transporte público, dificultades para el
luación de manera pertinente. aparcamiento, etc.—, próximos a fuentes de ruido
— Formular hipótesis correlacionales y rea- intenso como las calles con mucho tráfico o que
lizar los análisis topográfico y funcional. están mal aislados del ruido, etc., se constituyen
— Derivar hipótesis explicativas de los resul- en variables que pueden resultar muy relevantes
tados de la evaluación pretest o inicial. para facilitar/impedir un curso adecuado de la
— Seleccionar y aplicar los diseños que cuen- intervención.
ten con más fortalezas y menos debilida- b) Describir clara y concretamente la moda-
des en relación a las variables responsables lidad de tratamiento, las funciones, derechos y obli-
del mantenimiento del caso o trastorno gaciones del psicólogo y del(los) paciente(s)/
específico de que se trate. cliente(s). Una vez concretada la existencia del
— Elegir/confeccionar y aplicar adecuada- problema/trastorno y exploradas las expectativas
mente el tratamiento/entrenamiento. y la motivación del cliente/paciente respecto del
— Elaborar informes con datos objetivos (re- tratamiento psicológico, es preciso, en primer lu-
plicables). gar, clarificar en qué consiste un tratamiento psi-
— Mantener una formación continua. cológico de la naturaleza del que se va a aplicar
y, en segundo, enumerar cuáles son los derechos y
Veámoslas con algo de detalle: obligaciones que conllevan los roles de paciente
y psicólogo en esa modalidad de intervención, es
a) Disponer adecuadamente el contexto de la decir, cuáles son nuestras obligaciones, y a qué
intervención. Esta destreza conlleva tanto el con- tenemos que comprometernos cada una de las
trol del aspecto personal como el del espacio físi- partes si queremos que la intervención pueda ser
co donde se desarrollará la intervención, atendien- fructífera.
do a la disponibilidad de los recursos materiales c) Implicar al cliente/paciente en el entrena-
y humanos, que se tienen que haber previsto y miento/tratamiento: desarrollar un compromiso
comprometido para cuando se precisen, pues de para el cambio y fomentar la alianza entre ambos.
no ser así se dificultaría seriamente el buen desa- La adhesión del paciente/cliente al tratamiento/
rrollo de la intervención. entrenamiento es clave para el éxito de la inter-
El aspecto personal es muy importante, sobre vención; en el tratamiento psicológico el cliente
todo en los primeros encuentros, porque de él de- tiene un papel activo, y el profesional le ayudará
pende al menos parcialmente el efecto de primacía a conseguir los recursos teóricos, las habilidades
formulado por Solomon Asch (1907-1996) y el y destrezas necesarias para prevenir, resolver/re-

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50 / El ejercicio de la psicología aplicada

ducir/eliminar su problema/trastorno. Esto ha de Es conveniente que, en este contexto, tenga-


quedar siempre meridianamente claro tanto si se mos en cuenta los resultados de algunas investiga-
trata de personas concretas como de grupos. ciones, como la realizada por Ackerman y Hilsen-
Ya recordábamos líneas atrás que sin cliente/ roth (2003), respecto de las características del
paciente no hay intervención; puede parecer una profesional que más favorecen la adherencia del
obviedad, pero hay que recordarlo. Hacerlo par- cliente/paciente al entrenamiento/tratamiento:
tícipe de todo lo que resulte posible, explicar por- abierto (comprensivo con el punto de vista del
menorizadamente lo que se quiere hacer (por qué otro u otros), cálido (afectivo, próximo, cariñoso),
y cómo), administrar adecuadamente los refuer- amigable (afable y cercano), atento (pendiente
zos, seleccionar metas realistas, exponerlo a mo- tanto de lo que el otro dice como de lo que hace),
delos que le resulten significativos, etc., será nece- seguro (se percibe que sabe lo que hace y por qué
sario para este fin. Ello supone generalmente tener lo hace), fiable (resulta creíble y digno de confian-
que motivarle para el cambio, para enfrentarse a za), respetuoso (con los valores y la manera de
sus temores y resistencias. Temores tanto a la hora comunicarse del otro u otros), honesto (se le per-
de afrontar los retos del tratamiento como cuando cibe sincero y honrado), experimentado (se mane-
se han de adquirir/desarrollar y aplicar habilida- ja con soltura en el trato del problema/trastorno
des/destrezas o mejorar las que ya se tienen, en psicológico de que se trate) y flexible (es decir, que
situaciones donde tuvo que dejar de hacerlo; se adapta tanto a las características del otro como
resistencias que pueden provenir del propio clien- a las posibles modificaciones del curso previsto
te/paciente y/o del medio en el que se tenga que para el tratamiento/entrenamiento si los resulta-
desarrollar la aplicación del entrenamiento. Entre dos no se presentan en la línea de lo esperado por
las resistencias más notables se hallan la depen- las hipótesis formuladas).
dencia (control a través del refuerzo negativo o Si tenemos en cuento lo indicado, la colabo-
miedo a cambiar y perder las ganancias secunda- ración e implicación mutua terminarán consoli-
rias), la pasividad (respuesta de evitación), la exis- dando el compromiso contraído y dando forma
tencia de personas significativas que no entienden concreta al concepto de alianza o pacto que no-
necesaria o conveniente la ayuda psicológica («red sotros operacionalizamos con el formato de con-
contraterapéutica») o las rutinas ambientales trato terapéutico.
como, por ejemplo, volver del trabajo por el mis- d) Acordar, redactar y firmar los compromi-
mo sitio (en vez ir cambiando la ruta), quedar con sos. En este contrato se recogerán los acuerdos
las mismas personas (en vez de intentar relacio- concretos a los que llegan las partes, así como los
narse con otras), visitar los mismos lugares —ba- criterios de exclusión/interrupción de la interven-
res, lugares de juego, etc.—, salir los domingos o ción y los derechos/obligaciones que se reconocen.
festivos a los mismos sitios, consumir los mismos El conocimiento de cómo hay que redactarlo
productos en los mismos lugares, etc. (habilidad) y la destreza en la presentación y ex-
Atajar/reducir/eliminar los temores y resisten- plicación de su necesidad, así como la elaboración
cias supone incrementar las expectativas (realis- con la participación activa del(los) cliente(s) son
tas) respecto de las posibilidades del tratamiento cuestiones muy importantes. El compromiso es-
psicológico y, en consecuencia, disminuir la pro- crito (contrato terapéutico en el ámbito clínico)
babilidad, y de desmoralización que resulta de la recapitula y da forma a los dos grupos de habili-
soledad, y la frustración generada por los fraca- dades y destrezas previos.
sos en los intentos previos de tratamiento y/o por e) Mostrarse activo y directivo. Esta relación
las creencias («Soy así» vs «Estoy así»). no es entre iguales, sino que se trata de una rela-
Hay que dejar claro al cliente/paciente que ción asimétrica en la que hay alguien que sabe lo
todo logro requiere un trabajo previo en el que el que hay que hacer y cómo ha de hacerse y otro
psicólogo es su aliado, pero no su sustituto. que quiere aprender a hacerlo; nadie va a la con-

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Consideraciones preliminares. La psicología aplicada / 51

sulta del psicólogo cuando ha podido resolver su cólogo tendrá que saber planificar adecuadamen-
problema/trastorno por sí mismo; en general, se te su tiempo de trabajo/ocio y, llegado el momento,
llega a la solicitud de ayuda tras bastantes inten- aplicarse la técnica o el tratamiento más adecuado
tos previos y fallidos para solucionarlo por cuen- al caso, por ejemplo, habilidades y destrezas para
ta propia. No obstante, recuérdese que estas ac- el enfrentamiento a situaciones estresantes y an-
titudes han de ir unidas a otras que pongan de siosas —relajación, inoculación de estrés de Mei-
manifiesto nuestro interés y respeto por el otro, la chenbaum, entrenamiento en el manejo de la an-
relevancia que tiene su participación e implicación siedad de Suinn y Richarson, etc.—. También
en el resultado del entrenamiento/tratamiento, podría discutir consigo los beneficios y perjuicios
etc., por lo que nada se hará sin su consentimien- de pensar cómo lo está haciendo (por ejemplo,
to e implicación, pero siempre bajo la dirección y utilizando la estrategia para la discusión incluida
orientación del psicólogo. Insistimos en que ge- en la terapia racional emotivo-conductual de Ellis),
neralmente el paciente, si se trata de un adulto, ya o analizar los esquemas que pueden estar partici-
ha intentado controlar por sí mismo innumera- pando en el mantenimiento de tales emociones si
bles veces el problema/trastorno antes de acudir fuese necesario (terapia cognitiva de Beck), etc.
al profesional y no lo ha logrado. Recuérdese que tanto la euforia como la disforia
f ) Controlar los pensamientos, sentimientos y son malas compañeras de viaje para el profesional
emociones. Lo que pensamos y sentimos puede en general, y para el psicólogo en particular.
constituir una fuente de «resistencias» que «tor- g) Actuar asertivamente. Ello implica expre-
pedeen» las posibilidades de cambio del otro. sar lo que se piensa y siente del modo más respe-
Nuestras creencias, nuestros miedos y pensamien- tuoso, adecuado y oportuno que nos resulte po-
tos irracionales pueden dar lugar a sentimientos, sible. No tiene sentido «guardar» lo que se piensa
emociones y actuaciones claramente contrapro- y siente, esperando que el otro «se dé cuenta». Esa
ducentes respecto a la pauta de conducta que se actitud es fuente de frustración y resentimiento,
requiere de un profesional. Los profesionales tie- por lo que no se debe confundir con un compor-
nen que aprender a conocer y controlar sus reac- tamiento adecuado ni válido para que el cliente
ciones emocionales, tanto frente a sus propios pen- nos perciba sinceros y auténticos; es «auténtico»
samientos y sentimientos como ante las respuestas quien dice lo que piensa/siente, no quien se lo ca-
inadecuadas del cliente/paciente. Sus respuestas lla; es asertivo quien dice lo que siente del modo
deberían girar fundamentalmente en torno al plan «menos malo» para el receptor.
de trabajo, adoptando una posición objetiva, es- h) Comunicarse adecuada y eficazmente.
timulando la implicación del cliente, ayudándole Cuando hablamos de comunicación generalmen-
a analizar, buscar y comprender las causas de sus te tendemos a pensar en la comunicación oral,
dificultades en la realización de las tareas para pero no hemos de olvidar que se estima que en
casa, en el logro de sus objetivos, retirando su los seres humanos al menos el 50 por 100 de la
atención a las respuestas o reacciones inadecua- comunicación es gestual. Por ello, la forma de
das del paciente, fueren del tipo que fueren, etc. nuestra postura corporal, en general, o en par-
Hablando de las emociones propias, recorde- ticular los gestos de nuestras manos, el modo
mos que entre las que pueden presentarse en el como miramos, la distancia física que nos separa
curso de una intervención (clínica o no), cuando del otro, el movimiento de nuestra cabeza, la ex-
se inicia el ejercicio profesional, está el miedo a no presión facial, el tipo y la cuantía de nuestra risa,
ser valorado por el paciente o a que éste abando- etcétera, deben cumplir con la función de mostrar
ne el entrenamiento/tratamiento (ansiedad de al paciente/cliente que está siendo oído y escucha-
competencia). De no controlarse adecuadamente, do, entendido y comprendido. Pero recuerde el
el efecto de cualquiera de estos miedos puede ser lector que el código gestual debe ser complemen-
determinante para el resultado del proceso. El psi- to del verbal, pues si no están acompasados pue-

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52 / El ejercicio de la psicología aplicada

den crear confusión y malos entendidos. Tal sería el logro que el otro nos narra, etc.), ser coherente
el caso, por ejemplo, de alguien que da el pésame con el contenido de lo que se dice (mensajes con-
a un conocido acompañando la expresión de su sistentes), intentar emplear hasta donde sea posi-
sentimiento con una sonrisa o quien felicita por ble el código de nuestro interlocutor, dar instruc-
el nacimiento de un hijo con expresión triste. ciones muy precisas, concretas y operacionalizadas
La comunicación puede facilitarse o dificul- (instruir)... Por último, no olvidar que todos, pero
tarse hasta imposibilitarse en función de las va- especialmente los profesionales, debemos expli-
riables que participen en el proceso. Así, podemos carnos lo mejor posible para que el otro u otros
decir que entre las variables que la dificultan o nos pueda(n) entender, etc. Para comunicarse efi-
imposibilitan se hallan: cazmente (claridad, concreción) y adecuadamen-
te (pertinencia y modo) es preciso conocer y apli-
— La existencia de objetivos contradictorios car diestramente las habilidades sociales.
para el desarrollo de la intervención. i) Usar adecuadamente las estrategias e ins-
— Monopolizar la conversación con el pa- trumentos de evaluación. Ello supone aplicar de
ciente porque el psicólogo «siempre» tiene modo pertinente y ágil las estrategias e instrumen-
respuestas para «todo». tos que hayamos elegido para la evaluación del
— Opinar sobre el interlocutor en vez de so- cliente/paciente, de la eficacia del tratamiento o
bre sus respuestas. de la estabilidad y generalización de sus efectos.
— Estar alterado (irritado, tener miedo, es- j) Colaborar/solicitar información de otros pro-
tresado, contrariado, etc.) durante la inter- fesionales. La intervención psicológica puede ser el
vención, dar respuestas confusas o incon- resultado de la demanda de otros profesionales
cretas. (jueces, abogados, profesores, médicos de familia,
— Emitir mensajes inconsistentes. pediatras, psiquiatras, empresarios, etc.) o de una
— No responder a lo que se pregunta sino a persona o grupo de personas. En el primer caso es
lo que se piensa o cree. necesario conocer y saber dar respuesta adecuada
— Demorar en exceso la respuesta a las pre- a las demandas formuladas por quienes requieren
guntas del otro. nuestra participación; en el segundo, generalmente
— Utilizar un tono de voz muy bajo o muy en los inicios o como paso previo al comienzo de
alto. una intervención, seremos nosotros quienes en
— Dar consejo sin que se lo soliciten, etc. ocasiones tengamos que solicitar información a los
otros profesionales (pruebas médicas, revisión de
En cambio, facilita o incrementa la comuni- la medicación, informes del comportamiento en el
cación un estado emocional equilibrado, la escu- contexto educativo, etc.). En todo caso, el dominio
cha activa de lo que dice el otro, emplear frases de la expresión escrita va a resultar fundamental:
que resuman o clarifiquen lo dicho para evitar saber expresar por escrito lo que deseamos, o dar
malas interpretaciones («¿Me está usted querien- respuesta escrita a las demandas, requiere el cono-
do decir que...?»), intentar comprender al otro cimiento adecuado del marco conceptual de nues-
imaginándose que uno pudiera estar en su lugar tra disciplina y sus afines, así como de la sintaxis y
(«empatizar»), hacer preguntas que requieran res- de la ortografía en la escritura. En este sentido,
puestas extensas (abiertas), reforzar las respuestas constituyen dos excelentes herramientas para faci-
adecuadas con expresiones verbales («¡Muy litar la comunicación entre profesionales algunos
bien!», «¡Estupendo!», «¡Perfecto!»...) o con ges- manuales diagnósticos y estadísticos como los
tos apropiados (mover la cabeza afirmativamente, DSM de la Asociación Americana de Psiquiatría
expresar con gestos y el movimiento de cabeza o las CIE de la Organización Mundial de la Salud.
que se comprende la dificultad a la que está alu- k) Formular las hipótesis o supuestos corre-
diendo el otro, sonreír para expresar la alegría por lacionales. Terminada la evaluación inicial para

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Consideraciones preliminares. La psicología aplicada / 53

concretar o rechazar la existencia de un problema/ m) Formular hipótesis explicativas. Las hipó-


trastorno psicológico, el profesional contrastará tesis explicativas son una consecuencia directa del
con los resultados obtenidos sus hipótesis de orden análisis funcional. Las relaciones puestas de ma-
cuantitativo (inadecuación por el exceso o el de- nifiesto por éste son formuladas como hipótesis
fecto con que se presenta una respuesta o patrón que se someten experimentalmente a contraste
de respuestas), de semejanza (dan cuenta de hasta empírico con el fin de validarlas. Estas hipótesis
qué punto el problema/trastorno es semejante al conllevan siempre una dirección que arranca en
de otros clientes/pacientes previamente clasifica- los antecedentes y concluye en los consecuentes.
dos) y de asociación predictiva (permiten estable- n) Seleccionar y aplicar diseños que cuenten
cer predicciones sustentadas en asociaciones con- con más fortalezas y menos debilidades. El objeti-
trastadas empíricamente, en relación con una vo es intentar controlar las variables implicadas
serie de respuestas concretas). en la aplicación del entrenamiento/tratamiento,
l) Realizar los análisis topográfico y funcio- dadas las condiciones de cada caso concreto. El
nal. El primero, directamente relacionado con las diseño elegido nos guiará para disponer la situa-
hipótesis de orden cuantitativo a las que hemos ción y controlar las variables que intervienen de
aludido, permite conocer la frecuencia, la dura- modo tal que se garantice, en la medida de lo
ción y la intensidad, en su caso, de la respuesta o posible, que los cambios que se produzcan en
respuestas que se estudia(n). El segundo consiste la(s) respuesta(s) de la(s) persona(s) se deben al
en identificar las variables antecedentes y conse- entrenamiento/tratamiento antes que a otras va-
cuentes (internas o externas a la persona) que riables.
controlan las respuestas, así como el descubri- ñ) Seleccionar y aplicar el tratamiento/entre-
miento de las relaciones que se dan entre esas va- namiento elegido o diseñado «ad hoc». La selec-
riables y la(s) respuesta(s) inadecuada(s) que es/ ción o confección ad hoc del tratamiento o de la
son objeto de evaluación; se trata de un proceso estrategia de entrenamiento es una implicación
común en la ciencia con el que se pretende esta- directa de la(s) hipótesis explicativa(s) que haya-
blecer predicciones sobre potenciales relaciones mos formulado. El entrenamiento/tratamiento, si
causales basadas en principios científicos. Esta es eficaz, debe permitirnos deshacer/romper la
modalidad de análisis supone un proceso induc- asociación descubierta entre los antecedentes y
tivo-hipotético-deductivo a través del cual el pro- los consecuentes y sustituirla por otra nueva que
fesional, basándose en su conocimiento científico, resulte más adaptativa.
deduce predicciones que trata de verificar en el Hay que recordar que la aplicación de un tra-
caso de una persona concreta. Es pues una estra- tamiento/entrenamiento psicológico conlleva tres
tegia de resolución de problemas que está presen- fases claramente diferenciadas aunque, a su vez,
te en cualquier campo científico (Fernández-Ba- estén presentes en cada una de las sesiones de
llesteros, 2004). entrenamiento/tratamiento. La primera, psico-
Recuérdese que en el entrenamiento/trata- educativa, explicativa o de transmisión de infor-
miento en grupo estos análisis no constituyen la mación; la segunda destinada al entrenamiento
estrategia de primera elección; en este caso son de las habilidades y destrezas que, una vez adqui-
los datos pretest, postest y de seguimiento, así ridas o desarrolladas, se pondrán a prueba en el
como el modelo teórico de referencia, los que medio natural del cliente/paciente en la tercera
conforman las referencias tanto cuantitativas fase, conocida como «tareas para casa». En la se-
como cualitativas o explicativas. Sólo si optamos gunda fase entrenamos y practicamos bajo la ins-
por complementar el proceso de evaluación gru- trucción, guía y orientación del profesional en un
pal con el individual tendría sentido emplear en contexto seguro; en la tercera el cliente/paciente
el formato de grupo estas estrategias de aplicación pone a prueba la bondad del entrenamiento en-
individual. frentándose a su ejecución, consolidación y gene-

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54 / El ejercicio de la psicología aplicada

ralización en el contexto cotidiano donde se re- Todo ello ha de permitirnos dar la mejor res-
quieren esas habilidades y destrezas. puesta posible a las demandas de nuestros clien-
o) Elaborar informes. Una parte fundamental tes/pacientes (véase figura 1.5).
del trabajo del psicólogo consiste en la redacción Recuérdese que hay ya países de la Unión
de informes relativos a los resultados de una eva- Europea en los que está regulada la formación
luación o a la evolución del proceso de entrena- continua como un requisito para seguir ejercien-
miento/tratamiento. En Jiménez (1997) puede en- do las funciones propias del psicólogo. En Espa-
contrar el lector una excelente guía al respecto. En ña, el Consejo General del Colegios Oficiales de
todo caso, recuérdese también lo indicado por el Psicólogos tiene un Programa de Formación Per-
Colegio Oficial de Psicólogos de España en el Ca- manente a Distancia (FOCAD —disponible en
pítulo IV, relativo a la obtención y uso de la infor- www.cop.es/focad/—) cuyo objetivo es la actua-
mación en su Código Deontológico (COP, 2004). lización científico-profesional de los psicólogos
p) Mantener una formación continua. En la colegiados en los diferentes campos de inter-
profesión de psicólogo, como en cualquier otra, se vención psicológica (psicología clínica y de la
requiere una actualización constante a través de: salud, psicología educativa, psicología del tra-
bajo, de las organizaciones y los recursos huma-
— Lecturas de informes de investigación. nos, psicología de la intervención social, etc.).
— El estudio de las nuevas modalidades de El  programa consiste en el estudio de diversos
tratamiento psicológico y psicofarmacoló- materiales elaborados por prestigiosos psicólo-
gico (aunque no nos competa su aplicación gos y psicólogas del mundo académico y profe-
debemos conocer sus efectos, especialmen- sional, así como la posterior evaluación de di-
te los denominados secundarios, porque chos conocimientos. Los psicólogos que superan
podrían alterar la respuesta de nuestros pa- la evaluación obtienen la acreditación correspon-
cientes al tratamiento psicológico). diente.
— La lectura de las publicaciones relativas a
las nuevas estrategias e instrumentos de
evaluación psicológicos, como los tests de 1.3. EL MÉTODO CIENTÍFICO COMO
lápiz y papel, con buenas propiedades psi- SALVAGUARDA DE LOS DERECHOS
cométricas, o los tests situacionales, con DE LAS PERSONAS Y DEL BUEN
excelente validez interjueces. QUEHACER PROFESIONAL
— Los hallazgos que permiten la aplicación
psicológica de medios electrónicos e infor- La buena imagen social de la que goza actual-
máticos a nuestro campo de trabajo, como mente la psicología se debe sobre todo al buen
las grabaciones audiovisuales, el empleo hacer de los psicólogos, y éste, a su vez, descansa
de las redes sociales o los desarrollos de la tanto en su formación como en el método que
realidad virtual. utilizamos para canalizar nuestra acción.
— El conocimiento de las aplicaciones de los La relevancia del método es doble. Por un
desarrollos tecnológicos relativos a nuevos lado garantiza el desarrollo de la disciplina en el
instrumentos para el registro de variables marco de la ciencia, y por otro actúa como salva-
biológicas como la tasa cardíaca o la res- guarda de los derechos de las personas que reci-
piratoria in situ, la resonancia magnética ben tratamiento psicológico.
funcional u otras modalidades de detec- Ahora bien, ¿de dónde surge la relación entre
ción y medida de sustancias tóxicas en el método científico y el desarrollo de la psicolo-
sangre u orina, por ejemplo. gía? Esta relación surge como respuesta a la pre-
— Asistencia a congresos y reuniones cientí- gunta: ¿qué clase de ciencia puede estudiar adecua-
ficas, etc. damente la realidad humana?

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Consideraciones preliminares. La psicología aplicada / 55

Disponer adecuadamente
el contexto de la intervención

Describir clara y concretamente la modalidad


Mantener de tratamiento, las funciones, derechos y obligaciones
una formación continua del psicólogo y del(los) paciente(s)/cliente(s)

Elaborar informes Implicar al cliente/paciente


en el tratamiento: desarrollar un compromiso
Seleccionar y aplicar y fomentar la alianza entre ambos
el tratamiento/entrenamiento elegido
o diseñado «ad hoc». Acordar, realizar
y firmar un compromiso escrito
Seleccionar y aplicar el diseño
que cuente con más fortalezas Habilidades
y menos debilidades y destrezas implicadas
Mostrarse activo
en el desarrollo
y directivo
Formular hipótesis explicativas de la intervención
psicológica
Realizar los análisis Autorregular pensamientos,
topográfico y funcional sentimientos y emociones

Formular las hipótesis


Actuar asertivamente
o supuestos correlacionales

Usar adecuadamente las estrategias Comunicarse adecuada


e instrumentos de evaluación y eficazmente

Colaborar/solicitar información
de otros profesionales

Figura 1.5.—Diagrama de las habilidades y destrezas en la intervención psicológica

William James Wilhelm Wundt Francis Galton Théodule Ribot

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56 / El ejercicio de la psicología aplicada

Tanto Wilhelm Wundt, fundador en la Uni- ne probablemente el principal reto epistemológico


versidad de Leipzig del primer laboratorio de psi- con que se enfrenta la psicología actual.
cología, como William James, autor del primer Las tendencias integradoras proponen que,
tratado de psicología, publicado en 1890 con el sin renunciar a una estructura teórica y metodo-
título Principios de Psicología, pasando por Fran- lógica, sin perder el referente de la objetividad que
cis Galton en Inglaterra, quien funda en 1885 su caracteriza la metodología de la ciencia, sí hay
centro para la medida psicológica de las diferen- que flexibilizar ésta lo suficiente como para que
cias individuales, o Théodule Ribot, quien orga- permita el estudio y tratamiento de los problemas
niza en Francia el primer Congreso de Psicología que se derivan de la complejidad de la naturaleza
Experimental en 1889, todos tenían claro el por- humana.
qué la metodología científica, con sus componen- Así pues, de la tensión entre el rigor del mé-
tes experimental y correlacional, era la opción a todo hipotético-deductivo y los esfuerzos por
elegir para adentrarse en el estudio del compor- acercarse a lo más específicamente psicológico,
tamiento humano: garantizaba la posibilidad de surge la necesidad de adaptar el método, para que
construir un cuerpo de conocimientos coherente pueda abordarse lo que se considera más especí-
con la realidad, robusto en sus fundamentos y fico del hombre. Ahora bien, hoy todavía no dis-
replicable (objetivable). ponemos de una nueva concepción metodológica
Pero dado que la pregunta no admitía ni ad- que, en su intento de lograr el nuevo objetivo,
mite una sola respuesta, y ni siquiera excluye que goce de una aceptación parecida a la lograda por
las respuestas sean conformes con el planteamien- el método científico-positivo.
to de la pregunta, es por lo que con este interro- Una opción pudiera ser aceptar las distintas
gante comienzan las polémicas que han puesto y aportaciones, siempre que no atenten contra los
asombrosamente todavía ponen en cuestión la requisitos del método científico: objetividad, con-
posibilidad de tratar científicamente el objeto de trol, articulación empírico-teórica, comprobación
estudio de nuestra disciplina: el comportamiento con/en la realidad (contrastación: verificación y
humano. falsación), capacidad predictiva, etc., lo que de
Esta pregunta ha constituido una constante a hecho supone asumir el objeto (el comportamien-
lo largo de más de un siglo de existencia de la to) y el método (la comprobación empírica y ex-
psicología en cada uno de los intentos de superar perimental en la conducta). De ser así, ello per-
su diversidad disciplinar (c.f. Bühler, 1927; Finkel- mitiría integrar los resultados de la investigación
man, 1978; Kendler, 1981; Staats, 1983 o West- procedentes tanto de la experiencia consciente
land, 1978). Las distintas escuelas discrepan o se como de la conducta objetiva. Una propuesta en
oponen en sus modos de concebir nuestro objeto este sentido es la que formulaba el profesor Maria-
de estudio, el tipo de preguntas que se formulan, no Yela ya en 1989 (Yela, 1989). Para este autor,
los fenómenos a los que se atiende, la manera de considerado uno de los padres de la psicología
intervenir en el estudio y de dar solución a los española, las razones de la diversidad están en la
problemas prácticos que se nos plantean cotidia- incomprensión del dualismo esencial de los datos
namente. con que opera la psicología. Así, al considerar
En este orden de cosas, los enfoques integra- que la conducta humana es acción significativa en
dores (que no eclécticos) han planteado distintas el mundo, el problema consiste en cómo los enun-
fórmulas de convergencia. Su objetivo es subrayar ciados sobre la subjetividad pueden ser sometidos
la importancia de los procesos cognitivos y el pa- a comprobación empírica y experimental en la
pel de la persona en la determinación de sus res- conducta pública, pues de no resolverse este pro-
puestas, la recuperación e incorporación de la blema se niega la posibilidad de una ciencia psi-
introspección y la consideración de la conciencia cológica, ya que, o bien se niega el carácter cientí-
como tema de estudio e investigación. Ello supo- fico de la psicología, que exige la comprobación

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Consideraciones preliminares. La psicología aplicada / 57

empírica y experimental, o se niega el carácter nes a la hora de abordar la conducta humana


psicológico de la investigación científica de la con- como objeto de estudio, lo cierto es que, pese al
ducta, que es una realidad subjetivamente signi- tiempo transcurrido, todavía no se ha articulado
ficativa. Yela planteaba como solución la posibi- una concepción científica alternativa que supere
lidad de considerar la descripción rigurosa de la la posición actual de la psicología científica en lo
experiencia subjetiva, la cual puede ser utilizada relativo al rigor y la eficacia metodológica. Es de-
como una técnica para dilucidar el sentido de la cir, treinta años después todavía sigue siendo cier-
acción significativa, como una fuente de expecta- ta la afirmación de otro de los padres de la psi-
tivas de regularidades y, sobre todo, como una cología española, el profesor José Luis Pinillos
base para elaborar hipótesis cuyas implicaciones (Pinillos, 1980), cuando reconocía que, pese a asu-
puedan ser sometidas a comprobación empírica mir la reconversión epistemológica de la psicolo-
y experimental en la conducta públicamente ob- gía, no hay una respuesta clara en relación a
servable. Otros enfoques, como el denominado cómo debe hacerse y dónde se encuentran los mé-
conductismo paradigmático, también han apun- todos y las teorías de recambio.
tado en esta dirección, al entender la conducta En cualquier caso, hay que recordar que «el
como acción significativa y físicamente real. reduccionismo», por la imposibilidad actual de
El factor común a la crítica del método cien- operacionalizar determinadas conceptualizacio-
tífico ha sido la sospecha de que la adopción del nes sobre todo o parte de nuestro objeto de estu-
modelo epistemológico propio de las ciencias dio, no es una exigencia teórica sino metodológica.
naturales ha impuesto a la psicología unas restric- En consecuencia, la exclusión de la investigación
ciones metodológicas y teóricas que no le permi- de determinados procesos o partes del fenóme-
ten abordar realmente su objeto de estudio. Es no objeto de estudio de la psicología, a la hora de
decir, las críticas cuestionan la idoneidad del mé- explicar la conducta, no es un axioma, sino la
todo tanto para la psicología como para las cien- consecuencia temporal de una limitación meto-
cias sociales en general. En este sentido, cabe re- dológica.
cordar que, cuando se presentan dificultades para En consecuencia, las alternativas no pasan
que un método pueda ser aplicado para abordar tanto por renunciar a una estructura teórica y me-
la totalidad de un fenómeno, ello no significa que todológica como por flexibilizarla, si realmente se
el método resulte inadecuado, sino insuficiente concluyese que resultara necesario para abordar
para abordar determinados modos de conceptua- algunos problemas concretos que se derivan de
lizar parcelas de ese fenómeno objeto de estudio, la complejidad de la naturaleza humana, sin que
en nuestro caso el comportamiento humano. En ello supusiera en ningún caso perder el referente
situaciones como ésta es necesario preguntarse: de la objetividad que caracteriza la metodología de
¿es realmente insuficiente el método, o, por el con- la ciencia natural.
trario, lo inadecuado es la manera en la que se No hemos de olvidar que cada rama del saber
conceptualiza esa parcela del objeto del estudio?; científico se caracteriza por poseer un área de es-
es decir, ¿en qué medida la insuficiencia del mé- tudio, enunciados relativos a sí misma y métodos
todo la produce una conceptualización que resul- que permitan verificar tales enunciados. Si falta
ta imposible de operacionalizar y por tanto de alguna de las condiciones expuestas no se puede
falsar, de contrastar? De ser este el caso, tal como hablar de ciencia. De hecho, como señalaba Kaz-
nosotros pensamos, estaríamos ante un falso pro- din (1978), en el ámbito de la psicología clínica,
blema, y no habría otra convergencia posible que pese a que la característica más llamativa de la
la que se pueda producir a través de los requisitos psicología científica se halle en su diversidad, tan-
propios del método científico. to de enfoques conceptuales como de tratamien-
No obstante, tengamos nosotros razón o sea tos, su compromiso fundamental es con el rigor
cierto que el método científico presenta limitacio- metodológico, dado que lo que unifica esa diver-

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58 / El ejercicio de la psicología aplicada

sidad es que la validación empírica es el criterio b) Validar empíricamente tanto las formula-
básico en la evaluación de los tratamientos. ciones teóricas (falsación), las estrategias
Ahora bien, nuestro compromiso con el rigor e instrumentos de evaluación y los trata-
metodológico no debe hacernos olvidar que el mientos que se aplican.
psicólogo necesita mantener un equilibrio entre c) Tener presente que existe un compromiso
la especulación teórica, la intuición y la empiria especial con la valoración experimental
si desea ser innovador. Es decir, no hemos de ol- de la propia intervención.
vidar que:
Ello presupone que, a sabiendas de que repre-
«el método manejado por la psicología natura- senta una aproximación a su campo de estudio
lista no agota las posibilidades de la racionalidad no exenta de problemas, se asume que es la mejor
científica, no es la estación término de la ciencia, opción entre las existentes.
ni se acompasa del todo con la condición histó- La psicología científica es en sí misma un con-
rica de la conducta que pretende investigar» (...) tinuo proceso de elaboración y verificación de hi-
Por ello, «Esta metodología es y continuará sien-
pótesis. Así, la recogida de la información rele-
do necesaria durante mucho tiempo; sólo que,
eso sí, será cada vez menos suficiente. Si algo po- vante y el empleo de un diseño de investigación
nen de relieve las críticas (...) (es) la necesidad, ad hoc nos permitirán verificar lo acertado de la
en definitiva, de que la psicología no se limite a relación que suponíamos existía entre los hechos.
recortar su campo de acuerdo con un método Tal concepción y forma de actuar es la única a
importado de otras ciencias, sino que procure partir de la cual el psicólogo puede juzgar de for-
ampliar su metodología conforme a lo que re- ma crítica la calidad de sus actuaciones, de ma-
quiera la peculiar condición subjetiva de su ob- nera que llegue a merecer la confianza y el respe-
jeto» (Pinillos, 1980; pp. 583 y 584). to tanto de la sociedad como del resto de la
comunidad científica.
En consecuencia, uno de los problemas más re- En la actualidad el perfil de la actividad social
levantes de la psicología es precisamente encontrar del psicólogo no procede tanto de una teoría muy
tales procedimientos. De momento no puede decir- elaborada como de su eficacia y el rigor de su
se que contemos con contrapartidas metodológicas quehacer, tal como hemos indicado. El empleo del
acabadas. La simulación, cierto tipo de modelos ma- método científico es la mejor manera de proteger
temáticos o la vuelta al interés por los datos intros- a las personas con las que trabajamos de inter-
pectivos, en conjunción todo ello con los nuevos venciones erróneas o perjudiciales. En otras pala-
enfoques cognitivos de la psicología, es posible que bras, éste es el mejor de los métodos desarrollados
ofrezca frutos concretos en el futuro, pero de mo- por el ser humano para emplear la experiencia
mento el grueso del trabajo psicológico continúa como guía de la toma de decisiones y para orien-
haciéndose bajo los cánones del método científico. tar sus actuaciones futuras, pese a sus limitacio-
Antes de pronunciarnos respecto de la dico- nes. Asimismo, es el mejor procedimiento con el
tomía planteada, recordemos lo que supone la que contamos para validar empíricamente una
asunción del método científico desde el punto de intervención psicológica, porque exige que los
vista práctico: efectos generados por ésta también puedan ser
obtenidos cuando profesionales distintos, en dis-
a) Considerar cualquier intervención como tintos contextos y con distintas muestras de per-
un experimento, lo que requiere que tan- sonas con el mismo problema, la apliquen en con-
to el proceso de intervención como las diciones similares (réplica). Además, a todo ello
estrategias utilizadas hayan de especifi- hay que añadir otros dos requisitos: la validación
carse con precisión, de forma que sea po- experimental de la propia intervención y la vali-
sible su réplica. dación empírica de la teoría, las estrategias e ins-

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Consideraciones preliminares. La psicología aplicada / 59

trumentos de evaluación y el tratamiento psico- indicaba Amigo (2000), incluso los procedimien-
lógico. tos que se consideran inocuos también tienen su
Queda claro que no debe excluirse a priori nin- efecto sobre la persona a la que se aplican; tratar
gún tipo de tratamiento, sino que deben valorar- con desgana es tratar mal. Respecto del segundo,
se siempre sus resultados y sus posibilidades de el culto al éxito económico/profesional, no debe
réplica. La última prueba de la validez de las in- olvidarse que la profesionalidad debe prevalecer
tervenciones psicológicas es el estudio de sus lo- sobre el éxito económico; si se actúa adecuada-
gros. Los distintos puntos de vista teóricos sobre mente, con una alta probabilidad la primera nos
una intervención psicológica no son nada sin el permitirá el acceso al segundo, pero si este últi-
refrendo de una evaluación sistemática y rigurosa. mo  se impone entonces es muy probable que al
Por todo ello, podemos concluir que, por mu- marginar el buen hacer terminemos perdiendo
cha coherencia interna que posea un plantea- ambos a medio o largo plazo. Por último, el in-
miento teórico o por el gran valor de verdad que cumplimiento profesional no puede ampararse ni
intuitivamente se le asigne, si no utiliza datos, es verse facilitado por el corporativismo, porque éste
decir, hechos cuantificados con corrección meto- no beneficia ni a la imagen de la profesión ni al
dológica, podemos preguntarnos si goza realmen- cumplimiento de nuestras obligaciones éticas y
te de garantías para su aplicación en la solución legales, que marcan tanto la relevancia como los
de problemas humanos. límites de nuestro quehacer, de nuestra profesio-
nalidad.
Como se recoge en su artículo 1º, nuestro có-
1.4. EL CÓDIGO DEONTOLÓGICO digo deontológico «está destinado a servir como
DEL PSICÓLOGO Y EL BUEN regla de conducta profesional, en el ejercicio de la
QUEHACER PROFESIONAL Psicología en cualquiera de sus modalidades» (Co-
legio Oficial de Psicólogos, 1987 —www.cop.es—).
Como indicaba Amigo (2000), toda reflexión El Código Deontológico (CoDe, en adelante) se
sobre la ética profesional en el quehacer cotidiano articula en torno a un Título preliminar (artículos
del psicólogo y el papel del código deontológico 1º-4º) y ocho apartados destinados a los principios
como indicador del límite de lo que sí/no se pue- generales (artículos 5º-15º), la competencia profe-
de llegar a hacer en el ejercicio de la profesión, se sional y la relación con otros profesionales (artícu-
apoyan en la responsabilidad profesional o en la los 16º-23º), la intervención (artículos 24º-32º), la
profesionalidad, es decir, en la actitud para reali- investigación y docencia (artículos 33º-38º), la ob-
zar todas y cada una de las actividades laborales tención y uso de la información (artículos 39º-49º),
del mejor modo que resulte posible. Entre las la publicidad (artículos 50º-54º), los honorarios y
amenazas a este objetivo, implícito en la asunción remuneración (artículos 55º-60º) y las garantías
de la profesionalidad, destacan principalmente la procesales (artículos 61º-65º). Es por ello que todo
rutina/desinterés, el culto al éxito económico/pro- psicólogo en ejercicio debe conocer pormenoriza-
fesional y el corporativismo. En relación con la damente los contenidos del CoDe, porque son los
primera, hemos de recordar que nunca dos trata- que deben orientar y guíar su acción.
mientos psicológicos se aplican en las mismas Es de destacar, en el contexto en el que esta-
condiciones, pero que pese a ello, podemos caer mos, la relevancia del artículo 21º, que refiere que
en la falta de implicación o en la reducción de ésta «El ejercicio de la psicología no debe ser mezcla-
a mínimos, convirtiendo lo que debería ser una do, ni en la práctica ni en su presentación pública,
actuación dinámica en algo monótono, «sin inte- con otros procedimientos y prácticas ajenos al
rés», actuando porque hay que hacerlo, porque fundamento científico de la psicología». En este
no queda otro remedio. Recuérdese que no da lo mismo sentido, por lo que se refiere a la emisión
mismo no tratar que tratar mal, porque, como de informes, sean éstos del tipo que fueren (resul-

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60 / El ejercicio de la psicología aplicada

tados de una valoración diagnóstica, pericial judi- crucial: la necesaria relación entre la práctica psi-
cial, selección de personal, etc.), los artículos 17, cológica, la investigación y, en la medida de lo
20 y 48 indican que se ha de explicitar con claridad posible, la docencia. Así, en su artículo 33º, si-
la metodología empleada en el estudio, los infor- guiendo las directrices de los acuerdos a los que
mantes, el contenido de la información, las prue- se llegó en la ciudad de Boulder (Colorado, EE.
bas y estrategias utilizadas para la obtención y UU., 1949), indica que todo psicólogo en el ejer-
cuantificación de resultados, la presentación y dis- cicio de su profesión «procurará contribuir al pro-
cusión de los resultados, las conclusiones y, por greso de la ciencia y de la profesión psicológica,
último, el alcance y las limitaciones del estudio. investigando en su disciplina, ateniéndose a las
Tanto el capítulo destinado a «supuestos y ca- reglas y exigencia del trabajo científico y comuni-
sos prácticos ilustrativos de la posible vulneración cando su saber a estudiantes y otros profesionales
de la deontología para psicólogos», de la Comi- según los usos científicos y/o a través de la docen-
sión Deontológica Estatal (2003), como el relativo cia». Esta disposición permite contrarrestar el
a la «vulneración y no vulneración en informes efecto de la rutina en el ejercicio profesional, hace
psicológicos sobre abusos sexuales» (Bermejo, posible el desarrollo de la ciencia psicológica a
2004), recogidos en el monográfico «Ética y Deon- partir de la práctica cotidiana «a demanda», y
tología para Psicólogos (Comisión Deontológico permite que los resultados de los estudios con alta
Estatal, 2004; pp. 17-67 y 68-79, respectivamen- validez externa puedan ser confrontados con los
te)», del Consejo General de Colegios Oficiales de realizados en el contexto experimental del labo-
Psicólogos de España, constituyen dos excelentes ratorio.
trabajos que permiten constatar la relevancia del Para una actualización recomendamos la lec-
CoDe para guiar nuestra actuación como profe- tura del monográfico sobre Ética profesional y
sionales y prevenir los perjuicios derivados de un deontología [Papeles del Psicólogo, número 3, de
malquehacer profesional. 2009 (disponible en www.papelesdelpsicologo.es)],
Por último, queremos señalar que el CoDe se editado por el Consejo General de Colegios Ofi-
ocupa también de una cuestión que nos parece ciales de Psicólogos de España.

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Concepto de problemas y trastorno
psicológico 2
«La Psicología es un campo de investigación apasionante, en el que se
trata de conocer y mejorar la vida de las personas (...).
Hace falta que siga viniendo gente a estudiar y a investigar estos problemas,
con voluntad de hacerlo desde el rigor más absoluto (...) para que luego ten-
gamos unos profesionales que verdaderamente ayuden a cuantos hoy padecen
situaciones angustiosas, estresantes, de inseguridad, de temor (...), que devuel-
van la seguridad y la eficacia que toda vida necesita.»

HELIO CARPINTERO
«La psicología científica española en primera línea». Infocop (2009d).

2.1. ANTECEDENTES HISTÓRICOS psicológicos es, sin duda, una lectura apasionan-
te que permite apreciar en su debida perspectiva
La psicología clínica es una subdisciplina de los avances realizados y la situación actual. La
la psicología científica, que investiga y aplica los aproximación a este objetivo es una de las metas
principios del comportamiento humano con el fin del presente capítulo.
de comprender, prevenir y/o modificar, con técni- Hoy nos pueden parecer anacrónicas muchas
cas de evaluación e intervención apropiadas, los formulaciones del pasado, como la atención pres-
trastornos de conducta o problemas de adapta- tada a los malos espíritus (demonología) por su-
ción (Macià, Méndez y Olivares, 1993a). ponerlos causa de las alteraciones de las respues-
Desde sus orígenes, el ser humano ha tenido tas y, por ende, de los trastornos de conducta y
que enfrentarse con el problema que supone la de la personalidad; pero estas interpretaciones no
respuesta inadecuada, extraña, causante de infeli- han existido sólo en el campo de la teoría, sino
cidad, aparentemente perturbada, ilógica o irra- que también han tenido importantes repercusio-
cional. Como consecuencia, a lo largo de toda la nes en el mundo real, especialmente en relación
historia de la humanidad se han ido elaborando con el trato que ha recibido el ser humano que
una gran cantidad de teorías para explicar la na- presentaba un comportamiento raro, extraño o
turaleza del ser humano y su conducta (frecuente distinto al del grupo en el que se hallaba. Tal ocu-
y rara; normal y extraña). Este hecho ha posibili- rría, por ejemplo, cuando tanto Lutero como Cal-
tado que muchos autores e investigadores relevan- vino interpretaban y denunciaban a los discapaci-
tes sostengan que las posibilidades explicativas en tados intelectuales como «habitados por Satanás»
este sentido estén prácticamente agotadas. (Ollendick y Hersen, 1986). Asimismo, estas inter-
El análisis histórico de estas explicaciones y pretaciones permitían generar sus propios y sin-
actitudes respecto de los problemas y trastornos gulares «tratamientos», entre los que se encontra-

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62 / El ejercicio de la psicología aplicada

ban la tortura y maltrato del cuerpo, pasando por una con el objeto de tratar las enfermedades ex-
quemarlo vivo o, lo que para algunos autores no plicables (traumatismos, heridas, procesos infec-
es más que un mito (Maher y Maher, 2011), prac- ciosos, alteración en el funcionamiento de órga-
ticar en el cráneo un orificio —trépano— con el nos y sistemas, etc.), la otra intentando ofrecer
fin de permitir salir al mal espíritu del cuerpo del tratamientos para lo inexplicable (respuestas ex-
que había tomado posesión y, como consecuen- trañas e inapropiadas), para lo que la medicina
cia, al que había «enfermado». natural todavía no ofrece solución.
Los tratamientos psicológicos actuales tienen La primera propuesta de tratamientos psico-
sus raíces en dos tradiciones históricas sobre la lógicos alternativos a los derivados de los mode-
cura de las respuestas problemáticas y extrañas: los biomédico y demonológico hay que buscarla
la tradición mágico-religiosa y la tradición na- en Sigmund Freud (1856-1939), un médico aus-
turalista (origen del método científico —véase ta- triaco. Sus formulaciones aparecen cuando ha-
bla 2.1—). La primera sitúa la causa de la res- bían transcurrido ya algunos años desde que Wil-
puesta anormal/desadaptada/extraña en agentes helm Wundt (1832-1920) organizara y fundara en
sobrenaturales: posesión divina o demoníaca, 1879 el primer laboratorio de psicología experi-
siendo el tratamiento algún tipo de exorcismo o mental, en la Universidad de Leipzig, sin que to-
ritual mágico para alejar a los espíritus; el trata- davía se hubiesen derivado aplicaciones al ámbito
miento corre a cargo de los sanadores, curanderos, clínico de los estudios realizados. La interpreta-
brujos o sacerdotes. La segunda considera que las ción propuesta por Freud de los problemas psi-
«enfermedades mentales» tienen una causa natu- cológicos y psicopatológicos, para fundamentar
ral, como el resto de las enfermedades. De hecho, sus tratamientos, se enfrenta directamente con las
una constante histórica de la mayoría de las civi- dos tradiciones previas, demonológica y natura-
lizaciones es la coexistencia de una medicina na- lista, logrando desplazar la relevancia de éstas a
tural y otra mágica en la misma colectividad; la un segundo plano durante más de medio siglo.

TABLA 2.1
Elementos significativos de las psicoterapias contextualizadas en las tradiciones históricas*
Mágico-religiosa Naturalista

Objetivo Ofrecer tratamiento para lo inexplicable. Tratar enfermedades explicables.


Causa(s) Agentes sobrenaturales: posesión divina y de- Causas naturales: patologías somáticas en ge-
de la respuesta moníaca. neral y orgánico-cerebrales en particular.
desadaptada

Exorcismo o rituales mágicos para expulsar a Aplicación de procedimientos físicos y quí-


Tratamiento
los espíritus. micos.
Curanderos, sacerdotes, brujos, «sanadores», etc., Médicos. Su capacidad terapéutica deviene di-
personas con poder supuestamente derivado di- rectamente del aprendizaje y la herencia cultu-
rectamente de las instancias espirituales superio- ral (los conocimientos acumulados y trans-
Terapeutas
res, las cuales les confieren cualidades excepcio- mitidos mediante enseñanza sistemática).
nales («tener luz», comunicarse con «el más
allá», realizar milagros, etc.).
Modelo demonológico Modelo biomédico

* Modificado de Olivares, Méndez y Macià (2005).

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Concepto de problemas y trastorno psicológico / 63

Freud aceptó la estructura del modelo biomé- de comprender el papel de los factores psicoló-
dico, pero no su contenido. Si este modelo estable- gicos en el inicio, desarrollo y mantenimiento de
ce que los síntomas se deben a desórdenes físicos los problemas y trastornos psicológicos. Fue en
subyacentes, en la nueva propuesta teórica éstos 1893 cuando Freud y Breuer colaboraron en la
serán considerados el resultado de los desórdenes redacción de una comunicación titulada Sobre
psicológicos. En consecuencia, se entiende que la los mecanismos psíquicos de los fenómenos histé-
respuesta inadecuada o extraña refleja un proceso ricos; dos años más tarde también publican jun-
de disfunción o «enfermedad» en la personalidad, tos los Estudios sobre la histeria, donde se pro-
calificándose tal respuesta como una manifestación pone la primera versión sobre su teoría. En esta
simbólica (síntoma) del conflicto intrapsíquico sub- obra, los desórdenes del comportamiento, como
yacente, el cual se supone que permanece reprimido la histeria, no son vistos como el resultado de
en el inconsciente. Estos conflictos entre entidades una patología cerebral concreta, sino como la
psicológicas (Ello, Yo y Super-Yo) serían específi- lucha dinámica que se desarrollaría en la mente
cos de cada paciente y se originarían en la infancia humana para satisfacer, por una parte, los de-
a causa de la insatisfacción de las necesidades e seos instintivos que comienzan en la infancia
impulsos básicos de las personas (frustración), in- (fundamentalmente sexuales) y, por otra, para
terfiriendo luego el desarrollo del curso normal o adaptarse a las reglas sociales y a las restriccio-
esperable de la construcción de la personalidad. nes impuestas por el mundo exterior. Es decir,
Sigmund Freud fue sin duda quien más con- frente a causas de orden biológico, explicaciones
tribuyó a que se produjesen los primeros intentos de naturaleza psicológica.

Enfermedades
mentales y psicosomáticas

Represión
(de)

Conflictos
Conflictos
cotidianos
inconscientes
conscientes1

Enfermedades Enfermedades
mentales psicosomáticas

Ejemplo Ejemplo
r1TJDPTJT
Represión Represión
Desórdenes r'PCJBT Problemas
de la agresividad de la ira
de la conducta r/FVSPTJT físicos
= =
r 

Úlcera Asma
de estómago

1
"MPTRVFOPTFTBCFDÓNPIBDFSGSFOUF

Figura 2.1.—Origen y tipos de enfermedades en el marco de la medicina psicosomática.

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64 / El ejercicio de la psicología aplicada

Como acabamos de indicar, las teorías de d) El tratamiento para la cura de la «enfer-


Freud supusieron un curso completamente nuevo medad mental» ha de ir dirigido a la mo-
en la interpretación de los problemas/trastornos dificación (eliminación) de uno o más as-
psicológicos para la rama de la medicina dedicada pectos de la persona.
a la psicopatología, porque hasta ese momento ésta e) La sociedad debe defenderse de estos en-
se centraba exclusivamente en el modelo biológi- fermos, porque sin ser la responsable del
co de enfermedad. Este giro copernicano en la origen de «la enfermedad», puede verse
interpretación de las alteraciones de las respuestas afectada negativamente por sus conduc-
de las personas también interesó a los psicólogos, tas anormales.
pero algo más tarde. En aquel entonces el interés
de los psicólogos se centraba en el hecho de que ¿Se pueden sostener estos supuestos a la luz
la propuesta de Freud suponía el reconocimiento de los datos disponibles? No. Salvo en la psicosis,
del papel desempeñado por las variables psicoló- los datos disponibles no apoyan la aceptación del
gicas en la génesis de muchos problemas y tras- modelo biomédico y la mayoría de los problemas/
tornos del comportamiento humano. trastornos tratados por psiquiatras y psicólogos
El hecho de poner el énfasis en los factores difieren claramente en uno o más aspectos del
psicológicos, para la mejor comprensión de las concepto tradicional de enfermedad.
alteraciones en la respuesta y el tratamiento de
los trastornos del comportamiento, hizo que un TABLA 2.2
número elevado de psicólogos interesados por la
psicopatología encontraran en las formulaciones Características del concepto tradicional
psicoanalíticas una teoría general de los proble- de enfermedad
mas (ahora) psicológicos que hasta ese momento
habían sido considerados de orden biomédico; a) Los síntomas están fuera del control de la per-
ello abría la posibilidad de que el psicólogo pu- sona que padece la enfermedad.
diera desarrollar su actividad en el área de la psi- b) La enfermedad incapacita a la persona o le pro-
coterapia. Así, el psicoanálisis ocupó un lugar duce sufrimiento.
preeminente en el quehacer de los psicólogos en c) Los síntomas se deben o implican cambios en los
la primera mitad del pasado siglo XX. tejidos o en el funcionamiento de los sistemas
Tanto los modelos teóricos provenientes de biológicos del cuerpo.
las tradiciones históricas (demonológico y biomé- d) La enfermedad hace referencia a un conjunto de
dico) como la nueva propuesta de Freud para síntomas relativamente específicos y estables.
explicar la anormalidad psicológica comparten
un conjunto de supuestos cuando conceptualizan
como problemática una respuesta inapropiada, En este sentido, Avia (1989) explicaba ya la
inadecuada o extraña (Labrador, 1986). Estos su- escasa relación hallada entre diagnóstico, pronós-
puestos son: tico y tratamiento en el modelo biomédico tradi-
cional. Este modelo trata de encontrar diferencias
a) La existencia de la «enfermedad mental» entre lo normal y lo anormal, así como entre los
como una realidad objetiva y opuesta a diferentes tipos de anormalidad y normalidad,
la normalidad mental. subrayando especialmente las diferencias entre
b) Las conductas extrañas, inapropiadas o personas y prestándose poca atención a las varia-
anormales son interpretadas como sínto- ciones intrapersona, en función de los distintos
mas de esa «enfermedad mental». momentos y situaciones por las que pasa, olvi-
c) La «enfermedad mental» tiene su origen dando el peso de las variables que desencadenan
en una causa interna a la propia persona. y/o mantienen los problemas/trastornos psicoló-

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Concepto de problemas y trastorno psicológico / 65

gicos. Algunos años antes, Szasz (1961) había ido que para cada categoría existe una etiología co-
más allá afirmando que «la enfermedad mental» mún, un tratamiento específico y un pronóstico.
es un mito que surge de un conjunto de errores y Paradójicamente, los médicos no suelen sentir ru-
confusiones. Este mito subsiste porque consigue bor cuando tienen que afirmar que no existen en-
hacernos olvidar que, para la mayoría de las per- fermedades sino enfermos, lo cual refleja una cla-
sonas, la vida es un esfuerzo constante durante el ra contradicción entre la posición teórica y el
que no siempre se acierta o se dispone de la res- desarrollo de la práctica médica en el ámbito es-
puesta adecuada con la que responder a las de- pecífico de los trastornos psicológicos.
mandas de la situación. Para Szasz, lo que mues- Para comprender mejor este estado de cosas
tran los trastornos psicológicos es la incapacidad hay que recordar que, desde una perspectiva his-
de la persona para manejarse en su medio y tomar tórica, es a finales del siglo XIX, especialmente en
decisiones razonables. Alemania, cuando resurge el interés por la clasi-
En cualquier caso, la explicación del modelo ficación de los «enfermos mentales» en numerosas
biomédico en este contexto es circular, tautológi- categorías nosológicas que poco a poco se van
ca, porque las respuestas catalogadas como anor- elaborando, mereciendo especial atención los tra-
males se toman como una consecuencia de «la bajos de Emil Kraepelin (1856-1926). Su sistema,
enfermedad mental» y la persona es «un enfermo basado casi exclusivamente en la observación de
mental» porque presenta dichas respuestas anor- pacientes hospitalizados, refleja el supuesto geno-
males. típico, es decir, que la psicopatología se encuentra
Asimismo, el modelo biomédico parece con- relacionada con la patología cerebral y que, en
fundir la parte con el todo. Es decir, se considera consecuencia, los síndromes de «anormalidad
inadecuado generalizar el concepto de enferme- mental» se pueden agrupar con la suficiente regu-
dad física al de «enfermedad mental», ya que en laridad como para que puedan considerarse pa-
la mayoría de los problemas y trastornos psicoló- ralelos a entidades nosológicas específicas.
gicos no se conoce ninguna causa de orden so- Siguiendo la nosología kraepeliana, se han de-
mático (véanse a este respecto, por ejemplo, los sarrollado diferentes sistemas clasificatorios en el
manuales DSM de la Asociación Americana de ámbito biomédico, siendo los más representativos
Psiquiatría, a excepción del borrador actual del los elaborados por la Asociación Americana de
DSM-5 en el que parece observarse un cierto re- Psiquiatría (Diagnostic and Statistical Manual,
troceso). Es más, las causas biológicas parecen ser DSM) y los desarrollados por la Organización
condición suficiente para comprender sólo una Mundial de la Salud (Sección de trastornos men-
pequeña proporción del total de los trastornos tales en las diversas ediciones de la International
psicopatológicos inventariados. Tal es el caso, por Classification of Diseases, ICD).
ejemplo, del síndrome amnésico o de los síndro- Si bien es importante matizar que el DSM-III,
mes cerebrales orgánicos dentro de los trastornos el DSM-III-R, el DSM-IV y el DSM-IV-TR (APA,
neurológicos. 1980; 1987; 1994 y 2000) han supuesto una rup-
Este estado de cosas tiene su razón de ser en tura con los sistemas anteriores, al enfatizar la
el hecho de que el modelo biomédico haya reali- observación y la descripción sin adscripción teó-
zado un notable esfuerzo por hallar similitudes rica como elementos básicos para la clasificación,
entre los trastornos que le permitan generar cla- los primeros sistemas de clasificación de la APA
sificaciones nosológicas. Este afán clasificatorio (DSM-I y DSM-II) y el ICD-6 de la OMS recibie-
ha sido generalizado indebidamente a la psicopa- ron severas críticas porque confundían la descrip-
tología, trasvasando y generalizando el concepto ción y las causas de inicio (etiología), no seguían
de entidad nosológica tomado de la medicina al criterios objetivos para cuantificar las respuestas
campo de los trastornos del comportamiento. La y no definían ni los síntomas ni los síndromes con
nosología de las «enfermedades mentales» supone los que trabajaban.

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66 / El ejercicio de la psicología aplicada

Son muchas las objeciones que se han formu- biomédicos, y para tratar a nuestros pacientes o
lado contra este tipo de sistemas de clasificación, resolver los problemas de nuestros clientes, ope-
fundamentalmente las que se refieren a su fiabili- remos sin contar para nada con tales referencias
dad y validez. El sistema de clasificación del diag- nosológicas.
nóstico psiquiátrico se ha considerado poco útil Ya hemos expuesto al lector nuestra posición
para alcanzar sus objetivos, esto es, descubrir la respecto del modelo biomédico. Ahora vamos a
etiología, planificar el tratamiento y formular un hacer lo mismo en relación con las teorías psico-
pronóstico de la enfermedad mental. Esto llevó a dinámicas.
Eysenck, Wakefield y Friedman (1983), en una Hace ya mucho tiempo que, desde nuestro
revisión crítica del Tercer Manual Diagnóstico y punto de vista, esta problemática quedó resuelta.
Estadístico de la Asociación Americana de Psi- Así, para Nagel (1959) se puede reflexionar sobre
quiatría (DSM-III; APA, 1980), a preguntarse: si hay o no en la teoría de Freud afirmaciones co-
rrectas, o si esta teoría cumple con el requisito de
«¿Tiene sentido, en realidad, trabajar con que una afirmación puede ser demostrable como
pruebas dirigidas a asignar individuos a catego- teorema sólo si se la acepta antes como postulado.
rías psiquiátricas, cuando esas categorías son en Para Nagel, existen razones suficientes para supo-
gran parte arbitrarias, no tienen estatus científi- ner que la teoría freudiana puede manipularse tan-
co, no se pueden evaluar fiablemente y contra- to que, por más que los hechos estén bien estable-
dicen, en el modo en que han sido concebidas, cidos, escapa a cualquier refutación.
toda la evidencia que apunta hacia un sistema De forma semejante opinaba el filósofo de la
de medida dimensional y no categórico? ¿No de- ciencia Karl Popper (1963) cuando decía que las
beríamos elaborar, como científicos indepen-
observaciones clínicas que los psicoanalistas creen
dientes, un sistema de clasificación basado en la
evidencia empírica, en la teoría psicológica y en ingenuamente que confirman su teoría, realmente
el apoyo experimental, más que aceptar más o no las respaldan más de lo que lo hacen las corro-
menos ciegamente un sistema médico cuya úni- boraciones diarias que los astrólogos encuentran
ca virtud es la de parecer estar basado en cierta en su práctica. Según este autor, a la épica de
forma de consenso? ¿No indicará, quizá, la falta Freud entre el Yo, el Superyó y el Ello no se le
de fiabilidad del diagnóstico psiquiátrico, no puede atribuir una posición científica superior a
tanto un fallo en los métodos de evaluación, sino la de las historias de Homero sobre el Olimpo,
más bien un error fundamental en toda la con- porque, pese a contener sugerencias psicológicas
cepción de la enfermedad mental?» (p. 168). muy interesantes, éstas no pueden verificarse.
Para Wyss (1975), pese a que el objetivo de
A día de hoy no sólo siguen plenamente vi- Freud fue construir un sistema científico, su tra-
gentes los interrogantes de Eysenck et al. (1983), bajo no representa ni siquiera un sistema axio-
sino que hay que responder a la última pregunta mático que se fundamente en hipótesis y teorías
indicando que efectivamente la falta de fiabilidad verificadas que le permitan reclamar para sí el ca-
del diagnóstico psiquiátrico se debe a un error rácter de ciencia natural. Para este autor, el psi-
fundamental en la conceptualización misma de la coanálisis es un intento que registra observacio-
mal llamada «enfermedad mental». Además, no- nes, pero incluyéndolas en un sistema teleológico
sotros seguimos pensando que los psicólogos de- de todas las condiciones comprensibles y posibles
beríamos elaborar nuestro sistema de clasificación de los fenómenos.
basándonos tanto en nuestros desarrollos teóricos Hoy las cosas parecen estar cambiando con-
como en nuestra evidencia empírica y experimen- siderablemente para las denominadas «psicote-
tal. Es un contrasentido que para comunicarnos rapias psicodinámicas», las cuales, en muchos ca-
con otros profesionales (médicos, jueces...) e ins- sos se alejan considerablemente de los supuestos
tituciones utilicemos los sistemas de clasificación y la metodología inicial. Así, en un trabajo recien-

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Concepto de problemas y trastorno psicológico / 67

te sobre la eficacia de la psicoterapia psicodiná- Son intervenciones generalmente acotadas en el


mica, Shedler (2010) define la psicoterapia psicoa- tiempo, que incluyen una o dos sesiones de trata-
nalítica como un amplio rango de técnicas y miento por semana, aunque también pueden ser
tratamientos que se fundamentan en conceptos y temporalmente indefinidas. Este autor hace una
métodos psicoanalíticos, cuyo objetivo es explo- propuesta actual de las características que, a su
rar los aspectos del self que no se conocen en pro- juicio, presentan esta modalidad de tratamiento
fundidad, especialmente los que se presentan du- psicológico cuando se toma como referencia tan-
rante la terapia y pueden influir en la relación to la conceptualización actual como la práctica
terapéutica y en la vida cotidiana de la persona. clínica (véase tabla 2.3).

TABLA 2.3
Características de la terapia psicodinámica hoy1
Características Delimitación de la función del terapeuta psicodinámico

Énfasis en el afecto y en la Fomentar la exploración y la discusión de un amplio rango de emociones por parte
emoción del paciente.
El terapeuta guía la exploración y ayuda al paciente a traducir y describir oralmente
sus sentimientos, incluyendo los que son contradictorios, amenazantes, problemáticos,
se niegan o no se aceptan.
Su objetivo es priorizar la emoción frente al pensamiento (el insight emocional frente
al racional), partiendo del supuesto de que el primero es más profundo y podría in-
terferir en el efecto del tratamiento aunque el paciente pueda comprender sin ambages
qué, por qué y cómo habría de producirse dicho cambio.
Detección de la evitación de Implicar activamente al paciente en la exploración y detección de sus resistencias, di-
los pensamientos y senti- rigiendo su atención hacia éstas para que las explore (intentos de evitación de los
mientos estresantes pensamientos y sentimientos estresantes).
Entrenar en la detección de estas respuestas de escape/evitación («resistencias» o «de-
fensas») resulta crucial porque no siempre se perciben como tales y con claridad, como
ocurre, por ejemplo, cuando no se acude o se llega tarde a la sesión de tratamiento en
la que se tratarán determinadas cuestiones. En ocasiones pueden resultar muy sutiles
como, por ejemplo, cuando se centran en cuestiones ocasionales, menos relevantes y
externas, en vez de en las que son internas y más relevantes.
Identificar patrones psicoló- Aprender a identificar los patrones recurrentes de sentimiento, pensamiento, autocon-
gicos recurrentes cepto, relaciones interpersonales y experiencias que se presentan en la actualidad.
En muchos casos, el paciente es consciente de estos temas recurrentes, aunque no sea
capaz de cambiarlos, pero no en otros casos.
Efectos de la experiencia Orientar al paciente para que se libere de los hechos y procesos del pasado que influ-
pasada en las emociones y yen negativamente en su presente, ayudándole a:
pensamientos actuales
a) Conocer y comprender fundamentalmente cómo la experiencia pasada tem-
prana relacionada con las figuras de apego afecta a sus experiencias y relacio-
nes en el presente.
b) Guiándole en la exploración y análisis de las relaciones existentes entre pasa-
do y presente, así como de los procesos que las mantienen actualmente.

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68 / El ejercicio de la psicología aplicada

TABLA 2.3 (continuación)

Características Delimitación de la función del terapeuta psicodinámico

Relevancia de las relaciones Guiar en el análisis de las relaciones y experiencias interpersonales (relaciones objeta-
interpersonales les o de apego, en el marco teórico), porque éstas son el material a partir del cual se
construye el autoconcepto y la personalidad, constituyéndose en fuente de problemas
psicológicos cuando interfieren los patrones interpersonales inadecuados o problemá-
ticos con la capacidad para acceder y satisfacer las necesidades emocionales.
Flexibilizar la relación tera- Explorar y abordar las variables que pueden interferir en la relación terapeuta-pacien-
péutica te, fomentando e intensificando la flexibilidad en las relaciones interpersonales y la
capacidad para identificar las carencias en este sentido.
Dado el alto contenido emocional que puede alcanzar la relación terapéutica, es muy
probable que emerjan durante la misma cuestiones y patrones emocionales y cognitivos
recurrentes de carácter disfuncional (transferencia y contratransferencia; así, si alguien
tiende a desconfiar de los demás, con una alta probabilidad también lo hará ante el
profesional).
Desarrollar y fortalecer las Desarrollar y fortalecer las capacidades y recursos del paciente por medio de la re-
capacidades y recursos del flexión, el conocimiento y la exploración de sí mismo.
paciente Haciendo uso de la flexibilidad propia del tratamiento psicológico respecto de la par-
ticipación del paciente, se enfatiza esta opción para ir más allá de la «remisión del
síntoma» e incluir todas las variables que pueden resultar relevantes para incrementar
la información sobre cómo se ve a sí mismo (deseos, sueños, miedos, fantasías, etc.) y
a los demás.
1
Modificado de Shedler (2010).

Como puede constatarse, pese a persistir en teniendo sus logros a medio y largo plazo. Pero
algunas de las características conceptuales del como el mismo autor reconoce, aunque cada vez
modelo psicodinámico, la concreción de las fun- sea mayor el número de trabajos en los que se eva-
ciones del profesional cada vez parecen aproxi- lúan los efectos de esta modalidad de tratamiento
marse más al quehacer del terapeuta cognitivo- con criterios metodológicos rigurosos y con resulta-
conductual. dos satisfactorios, todavía queda mucho por hacer
Desde el punto de vista cuantitativo, Shedler en este orden de cosas. Por otra parte, recuérdese
(2010) recuerda que los estudios metaanalíticos que si algo sigue caracterizando a esta modalidad
muestran que esta modalidad de tratamiento ofrece de tratamiento es su carácter «poco protocolariza-
tamaños del efecto significativos frente a la ausen- do», con las implicaciones que ello tiene desde el
cia de tratamiento (d = 0,62 − 0,75) y frente al punto de vista del control experimental y las posi-
tratamiento psicofarmacológico, cuya magnitud bilidades de réplica de sus hallazgos.
oscila entre pequeña y media-baja (d = 0,17 − Concluyendo, si por un lado todavía hoy las
− 0,31). Asimismo, según los datos recopilados por aportaciones psicodinámicas, en el mejor de los
este autor, esta modalidad de tratamiento parece casos, generan tamaños del efecto bajos o muy ba-
eficaz en un rango amplio de trastornos que van jos que se obtienen la mayor parte de las veces de
desde la depresión hasta la ansiedad, pasando por trabajos realizados, como se desprende de los es-
los somatomorfos, la conducta alimentaria, abuso tudios metaanalíticos publicados, en condiciones
en el consumo de sustancias tóxicas, etcétera, man- metodológicas insuficientes para facilitar su répli-

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Concepto de problemas y trastorno psicológico / 69

ca, y si por otro lado, resultan de escasa utilidad fundamentos en el desarrollo de dos líneas de tra-
las clasificaciones nosológicas psiquiátricas, excep- bajo: la evaluación y la experimentación. La pri-
to para la comunicación entre profesionales y con mera es heredera de los trabajos de Francis Gal-
las instituciones, entonces, ¿qué nos queda si ex- ton (1822-1911), McKeen Catell (1861-1934) y
cluimos el referente demonológico para definir los Alfred Binet (1857-1911), y la segunda del desa-
problemas y los trastornos psicológicos? Con otras rrollo de las semillas plantadas en el primer la-
palabras, ¿qué hace hoy un psicólogo para deter- boratorio de psicología experimental puesto en
minar la existencia de un problema o trastorno marcha por Wilhelm Wundt en 1879 (Leipzig,
psicológico? ¿Qué desarrollo teórico utiliza como Alemania). Ahora bien, pese a ello, no hay que
guía de su toma de decisiones? ¿Cómo delimita y olvidar que en la primera mitad del siglo XX los
operacionaliza el concepto sobre el que habrá de psicólogos no disponíamos todavía de una alter-
desarrollar y aplicar estrategias e instrumentos nativa teórica propia con la que hacer frente a las
para su evaluación, para aplicar la intervención explicaciones proporcionadas por los modelos
que le permita que la persona tratada alcance de psicopatológicos derivados de la propuesta de
nuevo valores apropiados en su respuestas cotidia- Freud. Ello era debido a que, entre otras causas,
nas a las situaciones donde antes eran inadecua- los intentos de formular hipótesis sobre los tras-
das? Veámoslo en el siguiente epígrafe. tornos psicológicos y someterlas a contraste expe-
rimental eran todavía escasos y, salvo excepciones,
estaban limitados al modelo del condicionamien-
2.2. INICIOS DE SU DELIMITACIÓN ACTUAL: to clásico formulado por Pavlov; tal era el caso
HACIA UN MODELO PSICOLÓGICO de John B. Watson (1878-1958), Rosalie Rayner
(Watson y Rayner, 1920) y Mary Cover Jones (Jo-
A principios del siglo XX la psicología cientí- nes, 1924a y b) en EE.UU. o los desarrollos de la
fica comenzaba a ser un proyecto que tenía sus reflexología en Rusia.

John B. Watson R. Rayner, Albert y J. B. Watson Mary Cover Jones

Hasta 1925, la aplicación de los conocimien- mentales los iniciaron M. P. Yerofeeva y N. R.


tos  derivados del condicionamiento se redujo Shenger-Krestovnikova en 1912 y 1921 en el labo-
prácticamente al campo animal (psicología com- ratorio de Pavlov, y los continuaron en EE.UU.
parada). Los trabajos sobre las neurosis experi- los grupos de Liddell y Masserman. No obstante,

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es posible encontrar antes de 1925 excepciones nica y el contexto educativo (análisis conductual
muy importantes en las que la investigación no se aplicado).
realizaba con animales. Así, ya en 1902 Twitmyer Hay que recordar que el auge que el método
estudió el reflejo de la rodilla, sin tener conoci- científico experimentó a lo largo del siglo XIX,
miento de los trabajos en este sentido de los rusos unido al desarrollo de las ciencias de la salud ge-
Sechenov (1829-1905), Pavlov (1849-1936) y Be- nerado por aquél, constituyen dos de los antece-
chterev (1857-1927) —este último trabajando dentes que propiciarán el salto de una concepción
independientemente de Pavlov, pero al mismo especulativa de la psicología hasta su considera-
tiempo—. También hemos de señalar el trabajo ción como ciencia natural positiva, permitiendo
de Krasnogorski, quien intentó condicionar en que la conducta humana pudiera ser investigada
1907 la respuesta de deglución en un niño de 14 siguiendo los mismos principios metodológicos
meses utilizando como estímulo condicionado la (observación y experimentación) que los que ya
visión de la comida, por estímulo incondicionado se utilizaban en la biología, la medicina o la física.
el propio alimento y como respuesta (in)condicio- Ello llevó a que este enfoque experimental de la
nada la de deglución; otro tanto habría que decir psicología rechazara como objeto de estudio la
de Ivanoff-Smolenski (1927). En los EE.UU., in- conciencia y toda la constelación de constructos
fluido por Bechterev, Watson inicia a partir de inobservables relacionados con ella (como, por
1915 el estudio de la aplicación del condiciona- ejemplo, las tendencias innatas, el inconsciente o
miento en humanos (Watson y Rayner, 1920); este los conflictos intrapsíquicos). Este rechazo tam-
interés de la psicología rusa por la aplicación de bién incluía a la instrospección como método
los principios del condicionamiento a los trastor- para obtener información. La psicología experi-
nos de conducta humana llega también a otros mental se centró en el estudio de la relevancia de
autores americanos (así, por ejemplo, Burnham, las variables ambientales en la explicación de la
1917; Dunlap, 1932; Jones, 1924 a y b; Mowrer y conducta de los seres humanos y los animales, en
Mowrer, 1938). la introducción de los modelos de aprendizaje
Desde su inicio, los trabajos sobre el condicio- (clásico primero, operante y modelado después)
namiento en Rusia y los EE.UU. pusieron de re- como elementos de estudio de las relaciones entre
lieve la adaptabilidad y modificabilidad de la res- los estímulos y las respuestas (conductas), así
puesta de los seres humanos. Bechterev (1932 y como en la conexión entre la respuesta observable
1965) y Watson (1924) formularon teorías basa- y la actividad fisiológica para estudiar las relacio-
das en el condicionamiento de respuestas emocio- nes entre el medio interno a la persona y el exter-
nales, al considerarlo la base de la conducta, es- no (social y físico).
tableciéndose el aprendizaje como un tema central Pero la psicología científica no la constituye
de la psicología. En este contexto, Guthrie (1935) sólo su rama experimental, pues también es con-
formuló su teoría de la contigüidad, Mowrer sustancial el componente correlacional o descrip-
(1960) la teoría bifactorial y Hull (1943) introdu- tivo. Respecto de este último, hemos de recordar
jo las variables intermedias. Desde otra perspec- que en la primera mitad del siglo XX había una
tiva, la del análisis del efecto de las consecuen- gran fascinación entre los psicólogos por los tests
cias  en la respuesta, Thorndike (1898, 1911 y diseñados y desarrollados bajo el paraguas de la
1931) descubrió la ley del efecto y Skinner (1938 psicología diferencial y el auge del psicodiagnós-
y 1953) formuló y desarrolló el condicionamien- tico. Ello era fruto, por una parte, del impacto de
to operante como una nueva perspectiva concep- la ideas de Darwin (1809-1882) sobre la necesidad
tual y metodológica, integrada en el análisis ex- de estudiar y comprender las diferencias indivi-
perimental de la conducta. Todo ello permitió el duales en las capacidades mentales y de establecer
desarrollo de la psicología experimental y la apli- comparaciones por medio de la cuantificación de
cación de sus modelos teóricos en la práctica clí- las respuestas dadas en los tests mentales; por

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Concepto de problemas y trastorno psicológico / 71

otra parte, el hecho de que los psicólogos no dis- obtenía/obtiene en esa característica o atributo,
ponían todavía de tratamientos psicológicos efi- para determinar su posición relativa y predecir a
caces con los que poder desarrollar intervenciones partir de ahí su respuesta en las situaciones en las
alternativas a la terapia psicodinámica. Esto hizo que ese atributo se considera relevante para ac-
que la labor del psicólogo quedara confinada casi tuar del modo que la situación requería. Pese a
en exclusiva a las tareas propias del diagnóstico que las aportaciones del modelo del atributo iban
psiquiátrico, centrándose en el desarrollo y la mucho más allá del ámbito clínico, abarcando los
aplicación de las pruebas psicológicas durante los contextos militar, educativo, laboral, etc., el desa-
años veinte y treinta del pasado siglo XX, tanto rrollo de su vertiente clínica, el psicodiagnóstico,
en la evaluación de la inteligencia como de la per- tiene su origen en el interés de la psiquiatría por
sonalidad, porque todavía no se conceptualizaba obtener constatación objetiva, mediante tests psi-
la respuesta ni la conducta como objeto de estu- cológicos, de sus clasificaciones nosológicas y de
dio, evaluación y tratamiento. otras disfunciones neurológicas. Por ello, el fin del
El efecto de esta situación fue pasar de la casi psicodiagnóstico era la clasificación de la persona
inexistencia del psicodiagnóstico a un incremento a partir de las puntuaciones que obtuviera en la
tan notable de su influencia y del número de sus realización de pruebas relativas a una serie de en-
instrumentos que terminó formando parte de la tidades nosológicas o etiquetas diagnósticas, pre-
práctica habitual de los psicólogos en hospitales viamente construidas a la luz de los supuestos
y clínicas. Esto hizo posible que, pese a que la teóricos dominantes: los psicodinámicos.
práctica clínica dirigida por los psiquiatras rele- Hay que recordar que, en el ámbito psicopa-
gaba el papel de los psicólogos al de evaluadores, tológico, el modelo biomédico había encontrado
éstos empezaran a realizar sus propias investiga- en el modelo psicodinámico (modelo cuasimédi-
ciones con pacientes diagnosticados de psicosis y co) un aliado que le proporcionaba una explica-
aplicaran métodos psicológicos al estudio de las ción teórica de la llamada conducta anormal y
distintas funciones mentales de los pacientes una modalidad de tratamiento derivada de esta
hospitalizados. Ello supuso el inicio del estudio teoría (técnica de la asociación libre de ideas, in-
científico de la llamada conducta anormal. Recuér- terpretación de los sueños, el drama simbólico
dese que, en aquellos tiempos, las dos grandes dirigido, el entrenamiento autógeno de Wolfram
categorías diagnósticas eran psicosis y neurosis. Kurth, la terapéutica del juego de Melanie Klein,
La aplicación de técnicas psicológicas, elaboradas etcétera) y, en consecuencia, la mayor parte de los
y aplicadas por psicólogos, para el estudio de los psiquiatras tenían una formación psicoanalítica y
problemas y trastornos psicológicos fue el precur- actuaban aplicando esta modalidad de tratamien-
sor natural de la rama clínica de la psicología to. Recuerde también el lector que fue en 1952
científica. Uno de estos intentos pioneros se reco- cuando J. Delay y P. Deniker descubren el primer
ge en el libro Clinical Psychology de C. M. Louttit, psicofármaco, la clorpromazina, que aliviaba los
publicado en 1936, en el que se presenta una des- estados de agitación y reducía los delirios en pa-
cripción sistemática de la aplicación de la psico- cientes con esquizofrenia, aunque hubo que espe-
logía a contextos clínicos. rar hasta 1957 para que R. Kuhn informara de
El fin de esta «tarea constructora», desarro- los efectos beneficiosos en las respuestas obsesivas
llada en el seno del componente descriptivo de la y compulsivas de la clorimipramina («Anafranil»)
psicología científica, su rama diferencialista, era y la imipramina («Tofranil») y que, asimismo, N.
hallar atributos o características psicológicas bá- Kline hiciera otro tanto respecto de la iproniacida
sicas en los seres humanos, por lo que terminó (inhibidor de la monoaminoxidasa —IMAO—)
conociéndose como modelo del atributo. Así, una en el tratamiento de la depresión. Por otra parte,
vez concretada(s) la(s) característica(s), el objeti- es también en 1952 cuando se formula la principal
vo era hallar las puntuaciones que una persona acusación contra la falta de eficacia de los trata-

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72 / El ejercicio de la psicología aplicada

mientos derivados del psicoanálisis (Eysenck, gía científica seguía pendiente de solución. El in-
1952); luego vendrían otras que seguirían corro- tento biomédico, con su concepto de «enfermedad
borando esta falta de eficacia en el campo adulto mental», no había prosperado; la propuesta psico-
(Eysenck, 1966) y en el de la infancia y la adoles- dinámica de operacionalizar los problemas psicoló-
cencia (Levitt, 1957 y 1963). gicos y psicopatológicos en términos de «conflictos
Volviendo al movimiento diferencialista, hay inconscientes» resultaba incontrastable, no se po-
que decir que éste sufrió amplias e intensas críticas, día falsar ni verificar, por lo que también quedaba
tanto desde el ámbito social como desde la comu- al margen de los requisitos exigidos por la comu-
nidad científica. En el primero se generó lo que ha nidad científica para salvaguardar los derechos las
venido a denominarse «revuelta anti-test», que no personas; por último, los desarrollos en el ámbito
es otra cosa que la reacción social ante el uso gene- del modelo del atributo, pese a tratarse de una
ralizado y muchas veces indiscriminado de instru- aportación estrictamente psicológica, también ha-
mentos de evaluación, cuando presentaban múlti- bían fracasado en su intento de incluir como con-
ples limitaciones para cumplir con los objetivos tenidos los constructos psicodinámicos y no poder
para los que se aplicaban. Estas limitaciones afec- cumplir con los requisitos del método científico
taban al plano técnico y al de su aplicación abusi- para este tipo de pruebas (fiabilidad y validez).
va a las personas, así como a la generalización de ¿Qué había que hacer? ¿Es que realmente no
las puntuaciones obtenidas en los instrumentos, se podía operacionalizar la delimitación de los
sin un criterio contrastado experimentalmente. problemas y los trastornos psicológicos de acuer-
Así, por ejemplo, una puntuación elevada en el do con los requisitos del método científico? La
MMPI podía llevar a un diagnóstico de esqui- búsqueda de esta respuesta apremiaba a la psicolo-
zofrenia, paranoia o desviación psicopática, con gía científica porque, paradójicamente, es en este
todo lo que ello significaba en el orden social y en momento histórico cuando, por primera vez, se
el desarrollo personal. Por su parte, la comunidad incrementan las demandas de atención psicológi-
científica atacó los cimientos mismos del modelo ca como consecuencia, por un lado, de los efectos
del atributo, negando la base científica de los con- de la Segunda Guerra Mundial y, por otro, de la
tenidos que evaluaban los tests, o, lo que es lo mis- lentitud del tratamiento psicoanalítico en el logro
mo, aportando evidencia empírica y experimental de efectos (cuando se producían), la carencia de
respecto de la inadecuación de «los rasgos» para tratamientos eficaces derivados del mundo de la
predecir las respuestas de las personas, uniendo a química (psicofarmacología) y de la física (ope-
ello la falta de rigor de muchos de los instrumentos raciones realizadas por los cirujanos médicos).
porque no cumplían con los requisitos de fiabili- Téngase en cuenta que si no podemos concre-
dad y validez psicométrica que han de probarse tar, operacionalizar y cuantificar un problema, no
antes de ser utilizados con fines aplicados. sabremos realmente qué vamos a tratar y mucho
El intento de desarrollar instrumentos de eva- menos cómo tratar algo que realmente no tene-
luación psicológica que permitieran diferenciar mos delimitado.
entre personas con y sin problemas/trastornos
psicológicos, así como realizar pronósticos a par-
tir de ellos, siguiendo el modelo biomédico, había 2.2.1. Construcción de la alternativa
sufrido un serio revés: eran rechazados social- psicológica en el contexto científico
mente por su uso abusivo y por la comunidad
científica por su falta de rigor metodológico y por La situación informada en el párrafo anterior
la inadecuación de sus constructos para prede- propició el inicio de una perspectiva estrictamen-
cir la(s) respuesta(s) que decían medir. te psicológica de los problemas/trastornos.
La determinación de la existencia de un proble- Como se ha comentado, una de las desgra-
ma/trastorno psicológico en el marco de la psicolo- ciadas secuelas de la Segunda Guerra Mundial

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Concepto de problemas y trastorno psicológico / 73

(1939-1945) fue el incremento del número de per- final de la Segunda Guerra Mundial. Como seña-
sonas que requerían atención especializada por la Labrador (2008), la importante demanda de
problemas psicológicos. Como el personal médico ayuda profesional, la incapacidad de los trata-
disponible era muy escaso, los psicólogos fueron mientos tradicionales para cubrirla y el disponer
incluidos de forma masiva en los hospitales mili- de procedimientos de intervención alternativos,
tares —fundamentalmente en EE.UU.—, reci- basados en desarrollos teóricos sólidos y con el
biendo entonces un gran impulso la profesión de adecuado apoyo metodológico, provocó el surgi-
psicólogo clínico. Esta coyuntura supuso la incor- miento de la modificación o terapia de conducta.
poración a la práctica clínica de numerosos psi- Tres autores imprimirían una notable influen-
cólogos con una formación y orientación curricu- cia con sus líneas de investigación y la publica-
lar fundamentalmente científica y experimental, ción de sus trabajos, dando finalmente lugar a su
que rechazaban tanto la aproximación psiquiátri- constitución: J. Wolpe (1915-1997), B. F. Skinner
ca ortodoxa como los postulados psicoanalíticos. (1904-1990) y H. Eysenck (1916-1997). Así, en
Al mismo tiempo, y ante la necesidad de disponer 1953 aparece la obra de Skinner Ciencia y conducta
de tratamientos psicológicos eficaces y eficientes humana, que posibilitaría la aplicación de trata-
en términos de tiempo, muchos psicólogos inten- mientos basados en el condicionamiento operante;
taron aplicar en la clínica los paradigmas y cono- Wolpe, en 1958, publica su libro Psicoterapia por
cimientos de la psicología experimental y del inhibición recíproca, donde, junto a explicaciones
aprendizaje. teóricas sobre las neurosis humanas, en términos
En este contexto, el desarrollo incipiente del pavlovianos y hullianos, se presenta el primer tra-
modelo conductual (conductual-cognitivo) permi- tamiento psicológico estructurado, construido en
tió entrever soluciones. La psicología plantea su el marco del método científico, para tratar las fo-
propia alternativa en el campo de los problemas bias específicas (desensibilización sistemática) y
psicológicos, proponiendo no sólo una nueva for- una estrategia terapéutica para abordar los proble-
ma de conceptualizarlos, sino también nuevos mas de ansiedad social (entrenamiento asertivo);
procedimientos terapéuticos para resolverlos o por último, en 1960 se produce la publicación por
modificarlos. Como afirma Kazdin (1978), la apli- parte de Eysenck de su obra Terapia de conducta
cación de los principios del aprendizaje a proble- y neurosis, cuya contribución viene a unirse a la ya
mas de conducta, tal y como la llevaron a cabo ejercida por los trabajos desarrollados bajo su di-
Bechterev, Watson, Rayner, Jones, etc., fue la an- rección en el Hospital Maudsley. Paradójicamente,
tesala de la terapia/modificación de conducta. ninguno de estos tres investigadores tenía como
Pero el inicio oficial de la terapia/modificación de formación inicial la psicología. Skinner era litera-
conducta se sitúa, para la mayoría de autores, al to, y Wolpe y Eysenck psiquiatras.

Joseph Wolpe B. F. Skinner Hans Eysenck

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74 / El ejercicio de la psicología aplicada

Pese a las diferencias que existían entre estos respuestas problemáticas o desadaptadas
tres autores, podemos afirmar que todos coinci- y generado/desarrollado respuestas adap-
dían en: tativas como alternativa.
k) Someter la eficacia de los tratamientos a
a) Rechazar de forma explícita el «modelo su verificación experimental.
biomédico» como referencia para expli-
car la génesis, el desarrollo y el manteni- Como consecuencia de lo indicado, en primer
miento de «todos» los problemas del lugar un problema psicológico lo sería porque la
comportamiento, así como el concepto respuesta de la persona no alcanzase o excediese
«enfermedad mental». los valores que en el contexto cultural en el que se
b) Mantener una actitud escéptica hacia el presenta resulten adecuados en su intensidad, fre-
psicoanálisis, poniendo a prueba su efica- cuencia y duración; la referencia para la (in)ade-
cia [recuérdense los trabajos ya menciona- cuación la proporcionaría el grupo cultural y de
dos del propio Eysenck (1952 y 1966) con edad de referencia, quedando excluidas las res-
población adulta, o los de Levitt (1957 y puestas excepcionales que plantean problemas nue-
1963) con niños y adolescentes]. vos, origen por ejemplo de una nueva ciencia, o que
c) Sostener que tanto las respuestas adecua- dan respuestas originales y eficaces a problemas
das como la desadaptadas se rigen por los viejos. En segundo lugar, será también considerado
mismos principios, por lo que las diferen- como problema psicológico aquel que tenga su ori-
cias entre ellas no son de orden cualitati- gen en una asociación inadecuada o desadaptativa
vo sino cuantitativo. como la que se da, por ejemplo, entre/por:
d) Estudiar las respuestas en sí mismas y en
relación con sus antecedentes y conse- a) Un estímulo incondicionado y otro ini-
cuentes, no como síntomas de ningún cialmente neutro, que pasará a ser condi-
constructo subyacente. cionado y a asociarse con una respuesta
e) Evaluar y tratar lo que la persona hace, similar a la desencadenada por el es-
sus reacciones ante los estímulos. tímulo incondicionado, de modo tal que
f) Fundamentar y desarrollar el tratamiento se terminará respondiendo de forma in-
en los principios y teorías del aprendizaje adecuada ante la situación; así, por ejem-
para que fueran consistentes, se formula- plo, la tasa cardíaca y respiratoria se dis-
ran adecuadamente y permitieran deduc- paran como si se estuviera delante de un
ciones verificables. león cuando se está a punto de entrar en
g) Derivar el tratamiento de estudios expe- un ascensor, mientras que antes se subía
rimentales diseñados ad hoc. y bajaba de éste sin casi darse cuenta de
h) Tratar las respuestas problemáticas actua- lo que estaba ocurriendo.
les; el desarrollo histórico tiene poca im- b) Entre una respuesta y sus consecuencias,
portancia. como ocurre, por ejemplo, cuando la per-
i) Conceptualizar «la curación» como un sona con respuestas de ansiedad social
proceso que se consigue extinguiendo/eli- muy intensas, que interfieren de modo
minando las respuestas desadaptadas significativo en su quehacer cotidiano,
aprendidas y enseñando/aprendiendo «descubre» lo bien que se siente y todo lo
nuevas respuestas deseables/apropiadas que puede hacer si antes de actuar o rela-
como alternativa. cionarse consume alcohol u otra sustan-
j) Demostrar que con el tratamiento se lo- cia con efectos similares.
gra una recuperación permanente, siem- c) La generalización de la respuesta especí-
pre que se hayan extinguido/eliminado las fica de una situación a otra que se con-

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Concepto de problemas y trastorno psicológico / 75

sidera inapropiada o desadaptativa: tal Respecto de la segunda, ¿los mecanismos de


sería el caso de alguien que se pone su aprendizaje propuestos por Skinner, Wolpe y Ey-
mejor traje para ducharse y sale comple- senck agotan todas las posibilidades de aprendi-
tamente desnudo a pasear; esta respuesta zaje?, tenemos que responder que no. Es posible
(salir a la calle) no es inadecuada en sí por aprender sin que medie un respuesta manifiesta,
su intensidad, frecuencia o duración, pero una acción; se puede aprender por medio de aso-
sí por su adecuación a la situación (a la ciaciones simbólicas, mediante la exposición a un
calle se sale vestido, salvo excepción so- modelo que reacciona en una determinada situa-
cialmente consensuada); es decir, se hace ción, de modo tal que su comportamiento resulta
lo que se tiene que hacer y tal como se debe significativo para quien lo observa por las conse-
hacer, pero en un lugar inadecuado. cuencias que siguen a sus respuestas, por tratarse
de quien se trata, por actuar de modo similar a
Ahora bien, desde los tres procesos comenta- como lo haría el observador pero introduciendo
dos se requiere una persona que responda, que algo en lo que éste no había «caído», etc. ¿Acaso
actúe, que reaccione, tanto para que pueda ocurrir Wolpe, Skinner y Eysenck no tenían conocimien-
el proceso de aprendizaje como para que se pueda to de que se podía aprender también así? Sin mu-
constatar posteriormente su efecto. La manera de cho esfuerzo podemos concluir que muy proba-
aprender puede ser, por ejemplo, a través de las blemente sí. Entonces, ¿por qué no incluyeron
consecuencias que se asociaron a una respuesta este proceso de aprendizaje en su propuesta? La
previa en una determinada situación o en otra en respuesta hay que buscarla en los requisitos que
la que la persona espera que se presenten tras su impone el método científico: no basta con hipo-
respuesta, porque la percibe similar a otra previa tetizar la existencia de un proceso, sino que hay
en la que esa consecuencia se presentó asociada a que probar experimental y empíricamente la
su reacción (gradiente de generalización). Si la per- constatación de la veracidad de la relación conte-
sona no responde no podremos constatar ningún nida en tal hipótesis. Sin un diseño del procedi-
cambio, es decir, no podremos saber si realmente miento que permita su réplica y sin datos que
ha aprendido o no (aunque lo pueda haber hecho). verificar, no es posible afirmar nada, aunque se
Ante esta nueva posición explicativa hay al intuya su existencia. Esa es la grandeza y la mi-
menos dos cuestiones que tenemos que plantear- seria de la ciencia. Por eso hubo que esperar has-
nos. En primer lugar, ¿qué tenemos que entender ta que Albert Bandura (Bandura, 1963 y 1969)
por «respuesta»?; en segundo lugar, ¿la propuesta pudo dotar de evidencia experimental y empírica
de Skinner, Wolpe y Eysenck agota todas las po- a este nuevo proceso de aprendizaje.
sibilidades de aprendizaje? El resultado de este nuevo avance en la deli-
Respecto a la primera pregunta, ¿qué se en- mitación y operacionalización de los procesos de
tiende por respuesta?, hemos de decir que por ésta aprendizaje es la inclusión de una posibilidad ex-
se entiende cualquier reacción de la persona, tan- plicativa más: la que resulta de observar la con-
to interna como externa, que se pueda delimitar ducta de un modelo significativo. A partir de ese
al menos en tres sistemas siguiendo la propuesta momento ya no podemos afirmar que alguien no
de Lang (1971): lo que se piensa (componente ha aprendido si no actúa de acuerdo con el apren-
cognitivo), lo que se siente (componente psicofi- dizaje realizado; tenemos que ser más cautos, pu-
siológico —percibido, interpretado y valorado diendo sólo decir que no hemos podido constatar
por el sistema cognitivo—) y lo que se hace de el cambio esperado. Ello es así porque es posible
forma manifiesta (componente motor, dependien- aprender mediante observación y luego no encon-
te de la musculatura estriada). En cualquier caso, trar ningún motivo para responder de acuerdo
se requiere que la reacción sea directa o indirec- con lo que se aprendió, o tener limitaciones físicas
tamente mensurable, es decir, cuantificable. que impidan dar cuenta de lo aprendido. Este úl-

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76 / El ejercicio de la psicología aplicada

timo sería el caso de las personas que presentan nueva tecnología (la terapia/modificación de con-
tetraplejias como consecuencia de una parálisis ducta) para el entrenamiento/tratamiento del nue-
cerebral infantil; no poder controlar la respuesta vo objeto de estudio de la psicología: el compor-
motora les impide mostrar/probar que aprenden, tamiento humano.
pero cuando la tecnología lo ha permitido, gra-
cias a los desarrollos físicos e informáticos, estas
personas pueden resolver problemas que previa- TABLA 2.4
mente ni siquiera habríamos supuesto. Gestación, inicio, desarrollo, consolidación
Así pues, hay que indicar que: a) la ocurrencia y expansión de la terapia/modificación
de aprendizaje sólo se puede constatar a través de de conducta
las respuestas de la persona, pero no se puede ne-
gar la ocurrencia del proceso porque no se haya Pavlov inicia sus trabajos experimen-
1899
podido verificar, y b) las respuestas inadecuadas o tales.
desadaptativas, los problemas y los trastornos psi-
Watson y Rainer prueban que se pue-
cológicos también se pueden aprender observando
1924 den aprender las respuestas emocio-
el comportamiento de modelos significativos. nales (de miedo en su caso).
Recuérdese que, en cualquiera de los procesos
de aprendizaje, las respuestas inadecuadas que Mary Cover Jones logra eliminar res-
serán objeto de evaluación y tratamiento psicoló- 1924 puestas de miedo en niños tratando
gico son las que resultan del aprendizaje; es decir, Gestación directamente «el síntoma».
la persona aprende a responder como lo hace, por Mowrer y Mowrer dan a conocer los
lo que no se puede decir que ésta sea así, sino en resultados de su técnica para el trata-
todo caso que responde así. No hay que olvidar 1938 miento de la enuresis.
que son muy pocos los problemas y trastornos del Skinner publica La conducta de los or-
comportamiento que tienen su razón de ser en ganismos.
variables de orden biológico. Por último, téngase Shapiro sostiene la necesidad de dise-
en cuenta que el efecto de las variables de orden ñar experimentos controlados y mani-
biológico no es incontrolable per se, aun cuando 1951
pular sistemáticamente la conducta
pudieran estar desempeñando un papel impor- anormal.
tante en el mantenimiento de las respuestas pro-
blemáticas o inapropiadas; así, las limitaciones Eysenck da a conocer los resultados
1952 de sus investigaciones sobre la eficacia
impuestas inicialmente por la trisomía 21 en el
de la psicoterapia.
Síndrome de Down pueden modificarse parcial-
mente diseñando y aplicando estrategias específi- 1953
Skinner publica Ciencia y conducta hu-
cas de aprendizaje desde edades tempranas. mana.
Inicio y desarrollo

Esta nueva posición derivada de la demostra- Levitt publica los resultados de su in-
ción de que se podía aprender observando el com- 1957 vestigación sobre la eficacia de la psi-
portamiento de otro, pese a sus limitaciones, su- coterapia con niños y adolescentes.
ponía por muchas razones un giro importante
respecto a la conceptualización que se había rea- Wolpe presenta su Psicoterapia por in-
1958
hibición recíproca.
lizado de los problemas y trastornos psicológicos
desde la perspectiva de la «enfermedad mental» Eysenck publica Terapia de conducta y
1960
(modelos biomédico y psicodinámico). neurosis.
En primer lugar se desarrolló un marco teóri-
Bandura publica su obra Principios de
co (el modelo conductual), estrictamente psicoló- 1969
modificación de conducta.
gico, que permitió orientar el desarrollo de una

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Concepto de problemas y trastorno psicológico / 77

TABLA 2.4 (continuación) magnitud de los trastornos por ansiedad, estrés o


del estado de ánimo (abrumadoramente mayori-
Explosión cognitiva, papel más activo tarios).
del cliente/paciente, interés por el Insistimos una vez más en que esta posición
Consolidación
y expansión

desarrollo de la evaluación conduc- no niega la existencia de trastornos de orden bio-


1970 tual, desarrollo de intervenciones pre-
médico que pueden producir alteraciones en el
(...) ventivas, atención al medio ambiente,
incremento de las áreas de trabajo,
comportamiento humano. Lo que matiza es la re-
trabajo interdisciplinar y la diversifi- levancia de su cuantía, de su prevalencia: son muy
cación teórica. pocos los trastornos del comportamiento para los
que puede probarse la existencia exclusiva o prin-
cipal de alteraciones de orden biomédico. En la
En segundo lugar, este nuevo modelo explica- inmensa mayoría de los casos no hay constancia
tivo sostuvo que la mayor parte de la conducta se de la existencia de tales variables entre aquellas
adquiere, mantiene y modifica por los mismos que son responsables del mantenimiento del pro-
principios, tanto si es adecuada como si es inade- blema o trastorno psicológico.
cuada. Se considera que no existen diferencias Las insuficiencias de la propuesta teórica ini-
cualitativas entre la llamada «respuesta anormal» cial que conocemos como «modelo conductual»,
y la normal; trastorno psicológico ya no equivale derivado de las aportaciones de Skinner, Wolpe,
a «pérdida de la razón» sino a aprendizaje inade- Eysenck, Hull, etc., dieron lugar a una reformu-
cuado. La «pérdida de la razón» representa un lación que incluía la equiparación de los tres sis-
caso excepcional en el conjunto de los trastornos temas de respuesta propuestos por Lang (1971),
psicológicos. En otras palabras, la prevalencia de concediéndoles una importancia equivalente a la
un trastorno del comportamiento que tiene su de agentes causales que pueden influirse recípro-
origen en alteraciones de los tejidos u órganos camente y de modo continuo. En términos esque-
como el Síndrome de Korsakov o de otro orden máticos, la nueva formulación conocida como
biológico, como pueden ser las esquizofrenias, «modelo cognitivo-conductual» podríamos repre-
constituyen una parte muy pequeña frente a la sentarla así:

Antecedentes Consecuentes

Estímulos externos Estímulos externos


e internos e internos

Persona

Respuestas motoras k
E O R Respuestas fisiológicas C
Respuestas cognitivas

E: Estímulos O: Sujeto R: Respuestas internas/externas en los tres sistemas


k: Probabilidad de ocurrencia C: Consecuencias internas/externas (estímulos)

Figura 2.2.—Representación esquemática del modelo cognitivo-conductual.

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78 / El ejercicio de la psicología aplicada

En esta reformulación se mantiene el concep- Asimismo, el modelo cognitivo-conductual


to de conducta como la reacción/respuesta ante constituye una aproximación estrictamente psico-
diferentes estímulos del medio (externo o inter- lógica al estudio del fenómeno que denominamos
no), que puede ser determinada por múltiples va- comportamiento humano, e integra en sí los su-
riables, de manera aislada o mediante la combi- puestos teóricos y metodológicos compartidos
nación de dos o más de ellas. Entre estas variables por los enfoques que lo integran (neoconductista,
están la relativa a lo aprendido o repertorios bá- derivado del condicionamiento clásico pavlovia-
sicos de conducta (¿qué se sabe hacer?), la histo- no; condicionamiento operante; modelado; enfo-
ria  de aprendizaje (¿cómo se ha aprendido?), las ques cognitivos sometidos al método científico y
creencias y procesos cognitivos (¿qué supuestos no la transmisión de información).
contrastados orientan su reacción?, ¿cómo proce- Recuerde el lector que estos supuestos teóri-
sa la información que recibe o de la que dispo- cos y metodológicos son los que nos permiten
ne?), las variables de orden biológico o psicofisio- organizar las ideas que tenemos sobre el com-
lógico (así, por ejemplo, alteraciones fisiológicas portamiento humano, haciendo posible con ello
producidas por el estrés crónico, la existencia de que podamos entender y explicar cómo y por qué
una lesión cerebral, la ocurrencia de un dolor los fenómenos psicológicos muestran las propie-
cuando daba una respuesta...), las consecuencias dades o características que hacen posible su des-
producidas por las respuestas en el medio externo cripción.
o interno a la persona (favorables/agradables, La funciones que desempeñan los modelos
neutras, desfavorables/desagradables) y los esta- teóricos muestran la necesidad y la importancia
dos emocionales o afectivos archivados en la car- de nuestra adscripción a un modelo teórico (véa-
peta «memoria» de nuestro «disco duro» y aso- se tabla 2.5), así como el sinsentido de las posi-
ciados a determinadas situaciones aprendidas por ciones eclécticas.
experiencia propia, culturalmente o por ambas.
Esta propuesta teórica es secuencial, además
de integradora, dado que permite el análisis de TABLA 2.5
los distintos elementos siguiendo un orden tem- Funciones de los modelos teóricos
poral. Se caracteriza también por estimar que el
conjunto de las variables que integran los cons- Descripción
tructos «sujeto» —O— y «sistema de respuesta 1.ª Construir un mapa del fenómeno que esta-
—motor, fisiológico y cognitivo—» están integra- mos abordando, en nuestro caso el compor-
dos, es decir, hay que considerarlos como una tamiento humano.
unidad (persona), porque la evaluación o medida
se realiza siempre a través de lo que hace la per- 2.ª Orientar nuestra investigación.
sona, sea directamente observable o dependa del 3.ª Explicar a través de hipótesis los hechos que
informe de ésta —lo que nos dice que hace—. observamos y que después habremos de
Además, la propuesta sostiene como propia la contrastar con la realidad, para transformar
reciprocidad entre la persona, la respuesta y las los hechos en datos y los supuestos en regu-
consecuencias. En ella los estímulos pueden ser laridades contrastadas.
tanto externos como internos y guardan una rela- 4.ª Orientar y guiar nuestra toma de decisiones
ción funcional con la respuesta que se da; los respecto de la elección del tratamiento más
antecedentes internos los podemos agrupar en adecuado para cada problema o trastorno
variables cognitivas tales como las atribuciones, psicológico.
las autoinstrucciones, las expectativas, las estra-
5.ª Facilitar la comunicación entre los profesio-
tegias cognitivas, etc., y de orden biológico (psi-
nales.
cofisiológicas).

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Concepto de problemas y trastorno psicológico / 79

Esta aproximación estrictamente psicológica TABLA 2.6 (continuación)


se inserta, a su vez, en un marco interdisciplinar
más amplio en el que convergen distintos enfoques 5.ª Considera que la evaluación a través del
explicativos y de intervención, el conocido como análisis de la conducta (topográfico y fun-
modelo bio-psico-social (véase la figura 2.3). Ade- cional) ha de proporcionar una descripción
precisa y objetiva del problema, de tal forma
más, nos permite definir operativamente los lími-
que nos permite adaptar los múltiples pro-
tes entre respuesta adecuada e inadecuada, pro- cedimientos de intervención terapéutica al
blema y trastorno psicológico, así como estudiar mismo y a las características únicas de cada
en su caso los mecanismos implicados tanto en la cliente, pudiendo establecer unas metas es-
transmisión de información como en su procesa- pecíficas y claramente definidas, así como
miento. un plan concreto de intervención.
6.ª La evaluación (que es continua) y el trata-
miento están estrechamente relacionados,
2.2.2. Características del modelo dándose entre ambos una mutua y constan-
conductual-cognitivo: modelo te interdependencia.
psicológico
7.ª En el ámbito del tratamiento, el modelo
conductual-cognitivo se centra directamente
Las principales características de este modelo
en las conductas-problema específicas y en
son las que podemos observar en la tabla 2.6, las las variables que las controlan, y no en su-
cuales vamos a ver a continuación con algo más puestas causas subyacentes.
de detalle (Macià, Méndez y Olivares, 1993a; Oli-
vares, Méndez y Macià, 2005): 8.ª Respecto a la evaluación y el tratamiento,
da más importancia a los determinantes ac-
tuales de las conductas-problema que a los
TABLA 2.6 históricos.

Características del modelo conductual-cognitivo 9.ª Requiere que se evalúe la eficacia de la in-
tervención en función de los cambios ob-
1.ª El objeto de estudio del modelo conductual- jetivos producidos en la(s) respuesta(s), su
cognitivo está centrado sobre la conducta mantenimiento en el tiempo y el grado de
como actividad mensurable, medible o eva- generalización alcanzado.
luable, tomándose ésta, es decir, el producto
de la relación entre el estímulo y la respues-
ta, como objeto de intervención.
Primera característica. El objeto de estudio del
2.ª Se fundamenta en los principios teóricos y modelo conductual-cognitivo está centrado sobre la
hallazgos empíricos de la psicología cientí- conducta como actividad mensurable, medible o eva-
fica, que inicialmente son los de la psicolo- luable, tomándose ésta como objeto de intervención.
gía del aprendizaje.
Entendemos por conducta cualquier reacción
3.ª Concede una importancia especial al méto-
do científico, con especial énfasis en su com-
motora, psicofisiológica o cognitiva que sea espe-
ponente experimental. cificable, evaluable y mensurable. Es importante
puntualizar que mensurable no significa necesa-
4.ª Sostiene que la mayor parte de la conducta riamente manifiesta, sino que también es posible
humana se adquiere, mantiene y modifica medir o evaluar las actividades encubiertas me-
por los mismos principios, tanto si es ade- diante los autorregistros que puede realizar la
cuada a la situación en la que aparece como
persona de sus respuestas íntimas o encubiertas.
si resulta desadaptada.
Así, han de ser tenidas en cuenta tanto las res-

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80 / El ejercicio de la psicología aplicada

Conducta
(fenómeno objeto de estudio)

Variables
(que intervienen en su delimitación)

Psicológicas
(historia de aprendizaje,
Ambientales Biológicas RBC, expectativas,
(físicas y sociales) (anteriores y actuales) C.I., variables en el
procesamiento
de la información)

Supuestos teóricos Procesos1 Artefactos lógicos, esquemas


y metodológicos (explican las relaciones y/o simbolizaciones que se han
que orientan y fundamentan entre las distintas variables postulado e implican fenómenos
las estrategias de intervención: y las respuestas) psicológicos relevantes 2
teorías funcionales o modelos

CC CO MO TI/PI

Evolución de los enfoques teóricos


(historia de la modificación
/terapia de conducta)

Conjunto de supuestos
Aproximación
Modelo cognitivo-conductual teóricos y metodológicos
específica
compartidos

Convergencia
Marco
Modelo bio-psicosocial de distintos enfoques
interdisciplinar
explicativos y de intervención

1
Ayudan a organizar las ideas que se tienen sobre el fenómeno objeto de estudio, permiten hacer inteligibles cómo y por
qué los fenómenos psicológicos exhiben las propiedades que descriptivamente poseen, guían la toma de decisiones y la
elección de tratamientos, a la vez que facilitan la comunicación interprofesional, explican los hechos a través de hipótesis,
ofrecen un mapa de este sector de la realidad y orientan su investigación.
2
CC = Enfoque mediacional, MO = Modelado (variante del aprendizaje social formulada por Bandura); CO = Enfoque
operante; TI = Transmisión de información; PI = Procesamiento de la información.

Figura 2.3.—Mapa conceptual del modelo cognitivo-conductual.

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Concepto de problemas y trastorno psicológico / 81

puestas motoras externas (lo que la persona hace) Sin embargo, la importancia dada inicialmen-
como internas (lo que piensa, quiere, sus expec- te a la fundamentación teórica ha sufrido impor-
tativas, etc.). tantes altibajos. Como se ha comentado, en las
Tanto la evaluación como el tratamiento requie- últimas décadas se han ido introduciendo concep-
ren datos objetivos y precisos de la(s) respuesta(s), tos, se han diseñado nuevas técnicas (muchas de
especialmente de la(s) manifiesta(s), presentados ellas derivadas de la experiencia clínica más que
cuantitativamente y recogidos preferentemente de modelos teóricos o hallazgos empíricos), se ha
mediante la observación de/en la situación natural ampliado el ámbito de aplicación, y todo ello sin
en la que se encuentra la persona. que los modelos teóricos explicativos del funcio-
Como hemos comentado, la influencia del con- namiento de las respuestas adaptativas o desa-
ductismo sobre los primeros terapeutas fue útil, al daptativas hayan sido reformulados, ampliados
promover la claridad y el rigor en la psicología apli- o  sustituidos, dificultando un acuerdo sobre un
cada, y al promover técnicas experimentales, criti- modelo conceptual de lo que es conducta anor-
cando la excesiva dependencia de la introspección mal, sus causas, su evaluación y su tratamiento.
y el mentalismo no apoyado empíricamente; sin En ocasiones parece existir un «divorcio» entre
embargo, el conductismo tuvo un efecto inhibidor la investigación de laboratorio y la práctica clíni-
en la investigación de ciertas áreas (cognición, me- ca. Muchos psicólogos clínicos consideran irrele-
moria, verbalizaciones internas, emociones, etc.) a vantes para su práctica el trabajo de laboratorio y
causa de sus estrictos criterios, situación que se co- son muchos los investigadores que no han tratado
rrigió con la evolución del modelo. a un paciente en muchos años ni han intervenido
en el medio natural y consideran poco riguroso el
Segunda característica. El modelo conductual- trabajo aplicado.
cognitivo se fundamenta en los principios teóricos y El fundamentarse en el conocimiento experi-
hallazgos empíricos de la psicología científica, que mental ha sido y debe continuar siendo una ca-
inicialmente son los de la psicología del aprendizaje. racterística distintiva de los enfoques de la terapia
de conducta, la cual favorece la integración entre
Cuando surge el modelo conductual, su pre- la práctica clínica y la investigación básica; hay
tensión era aplicar a la práctica clínica datos ex- que recordar que este hecho constituyó en el pa-
perimentales fiables obtenidos en el laboratorio y sado una de las más importantes deficiencias de
desarrollar tratamientos a partir de teorías con- la psicología aplicada, comparada con otras cien-
cretas. Inicialmente fueron los principios experi- cias también aplicadas.
mentales del aprendizaje los que fundamentaron
el nuevo modelo conductual. De este modo, a día Tercera característica. El modelo conductual-
de hoy se puede aceptar la existencia en la teoría cognitivo concede una importancia especial al mé-
del aprendizaje de conexiones históricas, metodo- todo científico, con especial énfasis en su compo-
lógicas y conceptuales, pero ésta ya no puede ser- nente experimental.
vir como un fundamento exclusivo para el mode-
lo conductual-cognitivo. En las últimas décadas Ello significa que:
este modelo se ha ampliado hasta abarcar otras
teorías y otros datos empíricos de la psicología a) Se requiere la posibilidad de réplica. Cual-
científica en general. Ha integrado diversos logros quier intervención debe considerarse un
que se han producido en otras disciplinas psico- experimento, salvo casos excepcionales. Es
lógicas (psicofisiología, psicología social, psicolo- decir, tanto el proceso de tratamiento como
gía de la personalidad, etc.), inclusive en otras las técnicas y estrategias empleadas tienen
parcelas de conocimiento (biología, estadística, que especificarse con precisión, de modo
electrónica, etc.). que resulte posible replicar la intervención.

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82 / El ejercicio de la psicología aplicada

b) Es precisa la validación empírica. Tanto responder de cierta forma que interactua-


las formulaciones teóricas como las téc- ría con las experiencias de aprendizaje (re-
nicas e instrumentos de evaluación y los cuérdese lo indicado respecto de los niños
métodos terapéuticos deben ser empírica- con parálisis cerebral infantil o los que pre-
mente validados. sentan trisomía en el par 21).
c) Ha de realizarse la verificación empírica y — Segunda observación. Aun cuando se haya
experimental de la intervención. Existe un comprobado la existencia de una anomalía
compromiso especial en relación con la cromosómica, de una lesión cerebral, de
valoración experimental de la interven- una alteración bioquímica o de cualquier
ción que lleva implícito el requisito de otro factor genético u orgánico, las res-
que, siempre que sea posible, las técnicas puestas están también sujetas a los efectos
y estrategias utilizadas en la evaluación y de influencias de aprendizaje social (y, en
el tratamiento hayan sido derivadas em- consecuencia, serían susceptibles de cam-
píricamente y su grado de eficacia com- bio), aunque, eso sí, dentro de unos límites,
probado experimentalmente con anterio- los cuales paradójicamente nunca sabemos
ridad a su aplicación como tratamiento. dónde están.

Cuarta característica. El modelo conductual- El aprendizaje no se limita al condicionamien-


cognitivo sostiene que la mayor parte de la conduc- to clásico y al condicionamiento operante, sino
ta humana se adquiere, mantiene y modifica por los que es entendido en sentido amplio, incluyendo
mismos principios, tanto si es adecuada a la situa- también el modelado, la transmisión y el proce-
ción en la que aparece como si resulta desadaptada. samiento de información.
Es preciso incidir en el hecho de que esta ca-
El modelo postula que, salvo excepciones, no racterística supone una posición radicalmente
existen diferencias cualitativas entre las respuestas distinta frente al concepto de respuesta anormal
consideradas normales y las desadaptadas. Es de- que han mantenido y/o mantienen otros modelos
cir, tanto unas como otras se originan, desarro- o desarrollos teóricos. Es decir, las respuestas con-
llan, mantienen y cambian o se modifican de sideradas «anormales» se suponen «normales» en
acuerdo con las mismas leyes, siendo principal- el modelo conductual, porque se entiende que se
mente una consecuencia de la historia del apren- rigen por las mismas leyes y principios que cual-
dizaje que tiene lugar en el contexto social en el quier otra respuesta. Por tanto, las respuestas
que se interactúa. Se supone, por tanto, la exis- consideradas anormales han de dificultar la adap-
tencia de un continuo entre las respuestas adap- tación al medio si lo son y, por lo mismo, pueden
tadas y desadaptadas, adecuadas e inadecuadas, ser adjetivadas como desadaptadas (inadecuadas),
normales y anormales. frente a las «normales» que sí resultan adaptati-
Dos son las observaciones que se precisa reali- vas (adecuadas) de acuerdo con el medio en el que
zar en orden a clarificar esta cuarta característica: se presentan. Precisando más, hemos de decir que
una misma respuesta puede ser perfectamente
— Primera observación. El énfasis otorgado a adaptativa en un contexto específico (por ejem-
la historia de aprendizaje en absoluto quie- plo, beber con los amigos durante el fin de sema-
re decir que se ignoren los factores bioló- na o correr a altas velocidades en un circuito de
gicos. Es decir, la influencia de estos facto- velocidad durante una carrera) y ser totalmente
res es considerada bien como una limitación desadaptativa en otro contexto específico distinto
estructural sobre la que operan los factores (así, beber en el lugar de trabajo durante el hora-
de aprendizaje en la determinación de la rio laboral o correr a altas velocidades en una
conducta, bien como una predisposición a carretera local).

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Concepto de problemas y trastorno psicológico / 83

En el contexto, las respuestas extrañas (por «tal problema implica tal tratamiento», sino que
oposición a las familiares) no por ser infrecuentes a un mismo problema se le pueden aplicar diver-
resultan inadecuadas o psicopatológicas. Así, por sos tratamientos según los individuos y el análisis
ejemplo, las respuestas creativas son generalmen- conductual, e incluso distintos problemas pueden
te poco frecuentes (aun en quienes viven de ellas) tratarse con las mismas técnicas. Cada caso clíni-
y, sin embargo, resultan determinantes para el de- co es diferente y exige una evaluación conductual
sarrollo de la cultura humana y con ella de nues- pormenorizada y un tratamiento individualizado,
tra especie: sin ellas nuestra capacidad de adap- no estándar.
tación como especie probablemente sería nula. Lo No obstante, muchas investigaciones clínicas,
que hace problemática a una respuesta es su dis- como las que comprueban la eficacia de una técni-
cordancia con los requisitos de la situación en la ca de tratamiento o las que comparan varias de
que aparece, bien sea en lo relativo a su duración, ellas, utilizan diseños entre-grupos con intervencio-
intensidad o su frecuencia de aparición, de acuer- nes estándar. En estos estudios de grupo, las razo-
do siempre con el grupo normativo que nos sirve nes metodológicas prevalecen sobre cualesquiera
de referencia para cada edad y contexto cultural; otras y el tratamiento no se varía, a pesar de que
es decir, lo infrecuente puede ser extraño, pero no los datos evidencien que no es el más adecuado para
por ser extraño es desadaptativo. El análisis fun- algunos sujetos del grupo experimental. También
cional es la herramienta que nos permitirá alum- cuando por diversas razones el tratamiento es en
brar sobre esta distinción cuando pueda produ- grupo se actúa de forma similar, si bien se intenta,
cirse alguna controversia al respecto. dentro de lo posible, individualizar la intervención.
A diferencia del diagnóstico psiquiátrico o del
Quinta característica. El modelo conductual- diagnóstico psicológico tradicional, en la terapia/
cognitivo considera que la evaluación a través del modificación de conducta no se considera el ob-
análisis de la conducta (topográfico y funcional) jetivo final de la evaluación el etiquetar a las per-
ha de proporcionar una descripción precisa y obje- sonas asignándolas a una categoría diagnóstica,
tiva del problema, de tal forma que nos permite pues aun considerando útil el sistema de catego-
adaptar los múltiples procedimientos de interven- rías, este diagnóstico clínico se considera insufi-
ción terapéutica al mismo y a las características ciente para orientar el tratamiento.
únicas de cada cliente, pudiendo establecer unas Si inicialmente se rechazó el sistema de clasi-
metas específicas y claramente definidas, así como ficación psiquiátrico, a partir de la década de los
un plan concreto de intervención. setenta del pasado siglo, con la influencia de los
trabajos de Feighner y colaboradores y la publica-
En la evaluación psicológica, el momento ex- ción de la tercera edición del Manual diagnóstico
perimental-interventivo es una parte del proceso y estadístico de los trastornos mentales DSM-III
fundamental, en la que se emplean una serie de (APA, 1980), con una fiabilidad y validez mode-
métodos de recogida de información (fundamen- rada-alta, con criterios diagnósticos explícitos, un
talmente la observación, autorregistros, registros enfoque multiaxial, descriptivo empírico y ateóri-
psicofisiológicos, etc.) con la finalidad de identi- co (se desvincula del modelo médico tradicional
ficar las conductas-problema y las variables que para buscar una posición más ecléctica), se da una
las controlan, formular hipótesis explicativas, de- aceptación, desigual, a este sistema de clasifica-
terminar los objetivos y las técnicas de la inter- ción. Se acepta la posibilidad de combinar esta
vención terapéutica, y valorar los resultados en el estrategia de diagnóstico general, con sus induda-
tratamiento y seguimiento. bles ventajas, con la recogida de información in-
En la práctica clínica, la intervención debe dividual sobre el paciente desde la perspectiva
programarse siempre en base a la evaluación con- funcional, condición esta última imprescindible
ductual realizada. No es correcto decidir a priori para una intervención terapéutica adecuada.

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84 / El ejercicio de la psicología aplicada

El uso del sistema de clasificación se conside- determinado diseño experimental, así como la
ra adecuado para facilitar la comunicación en el verificación de hasta qué punto las técnicas de
contexto interdisciplinar, permitiendo cumplir manipulación han tenido los efectos oportunos
una función de comunicación con los estamentos (tras el tratamiento y el seguimiento)» (Fernán-
dez-Ballesteros, 1994, p. 52).
institucionales (redacción de informes, etc.) y fa-
cilitando la búsqueda bibliográfica.
Como hemos comentado, las intervenciones Frente al modelo biomédico tradicional, en el
en terapia/modificación de conducta se funda- que el tratamiento es realizado (o supervisado)
mentan en el análisis funcional de las conductas- por el psiquiatra y el diagnóstico mediante tests
problema. Por análisis funcional se entiende la es realizado por el psicólogo clínico, el modelo
identificación de las variables antecedentes y/o cognitivo-conductual postula la interrelación en-
consecuentes (internas y/o externas) que contro- tre evaluación y tratamiento. Así, el psicólogo eva-
lan unas conductas y el establecimiento de las re- lúa no sólo para describir, sino fundamentalmen-
laciones entre esas variables y dichas conductas- te con el fin de explicar y tratar/cambiar/modificar
problema. La clasificación o el etiquetar un las respuestas inadecuadas/desadaptadas.
problema nunca puede sustituir al análisis funcio- La evaluación continua posibilita, por una par-
nal. El afirmar que una persona tiene un trastor- te, la obtención de más información; tal es el caso
no obsesivo-compulsivo no nos informa sobre los cuando, por ejemplo, la persona objeto de la inter-
repertorios de conductas problemáticos específi- vención comunica un nuevo problema; por otra,
cos de esa persona ni sobre qué los mantiene, ni también posibilita la valoración de los resultados
nos indica los objetivos concretos de tratamiento. que se van logrando a lo largo de la intervención e
introducir cambios en el tratamiento, si se estima ne-
Sexta característica. Para el modelo conduc- cesario en razón a este proceso de retroinformación.
tual-cognitivo la evaluación (que es continua) y el A pesar de la evaluación continua, una vez
tratamiento están estrechamente relacionados, dán- terminado el tratamiento conviene repetir una
dose entre ambos una mutua y constante interdepen- evaluación estructurada similar a la practicada en
dencia. la fase inicial del análisis del problema para dis-
poner de más datos con los que poder valorar el
Se evalúa no sólo para describir y explicar la resultado de la intervención. Por último, la eva-
conducta de una persona, sino para modificar luación se vuelve a realizar transcurridos ciertos
aquellas conductas inadecuadas. A través de la períodos de tiempo (seguimiento), con objeto de
evaluación no sólo se pretende seleccionar las comprobar si se mantienen los logros alcanzados.
conductas problema, sino también determinar
cuáles son aquellas variables que se deben mani-
Séptima característica. En el ámbito del trata-
pular en orden a conseguir una modificación po-
miento, el modelo conductual-cognitivo se centra
sitiva. De hecho, sólo la manipulación de dichas
directamente en las conductas-problema específicas
variables puede confirmar las hipotesis explicati-
y en las variables que las controlan, y no en supues-
vas formuladas y dar por concluida la evaluación.
tas causas subyacentes.
«Uno de los elementos esenciales en el naci- Se rechaza el concepto de enfermedad mental,
miento y constitución de la evaluación conduc-
propio del modelo médico tradicional, generali-
tual estriba en su estrecha relación con la modi-
ficación y terapia de conducta (...) la evaluación zable a cualquier alteración conductual, donde las
conductual tiene la fundamental tarea de selec- respuestas desadaptativas se consideran síntomas
cionar y tomar mediciones de las variables de- producidos por una causa orgánica subyacente.
pendientes e independientes y las estrategias de El objeto de la intervención es la modificación
intervención que serán utilizadas dentro de un de comportamientos desadaptados, sustituyéndo-

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Concepto de problemas y trastorno psicológico / 85

los por otros adaptados. Se trata de producir un las consecuencias que mantienen la ocurrencia de
cambio conductual observable en la respuesta. tales respuestas.
Los modelos tradicionales en psicopatología La denominación «respuestas-problemáticas-
consideraban las conductas anormales como la actuales» requiere clarificación. En primer lugar,
manifestación —síntomas— de una supuesta cau- hemos de delimitar nuestra posición. Nosotros
sa orgánica o psicológica —alteración de la per- entendemos por respuesta cualquier actividad mo-
sonalidad, conflictos intrapsíquicos— subyacen- tora, psicofisiológica o cognitiva que sea especifi-
te, siendo éstas su objeto de intervención. La cable, evaluable y mensurable, tal como ya hemos
modificación de conducta centra su intervención indicado. En segundo lugar, como advertía ya
directamente tanto en las conductas-problema es- Kazdin (1978), los terapeutas de conducta difie-
pecíficas como en las variables antecedentes, or- ren respecto de lo hay que entender por respues-
ganísmicas y consecuentes que controlan dichas tas-problemáticas-actuales; mientras que para
conductas. algunos las actividades encubiertas pueden cons-
Esto no significa que los problemas aborda- tituir en sí mismas el problema (por ejemplo, las
dos por la terapia de conducta sean sencillos o obsesiones) o actúan como determinantes del
simples; más bien al contrario, los problemas que problema (así los pensamientos negativos), otros
le plantean los pacientes al terapeuta de conduc- prefieren centrarse exclusivamente en la respuesta
ta suelen ser complejos, pues afectan a un amplio manifiesta. Tercero, por su compromiso con el ri-
rango de conductas, se extienden a diversas áreas gor metodológico, el modelo cognitivo-conduc-
de funcionamiento y, a veces, resulta difícil iden- tual no admite la existencia de supuestas causas
tificar todas las variables que los mantienen en el subyacentes si éstas no se pueden operacionalizar
presente. Supongamos que la conducta exhibicio- y cuantificar.
nista de un individuo está en función de su déficit Por lo que respecta a las variables anteceden-
en habilidades heterosexuales (variable de P) y tes, las propias de la persona y las consecuentes,
que nos limitamos a tratar directamente su com- hay que recordar también que, aunque la terapia
portamiento exhibicionista mediante sensibiliza- de conducta enfatiza la respuesta manifiesta, así
ción encubierta; entonces, a pesar del posible éxi- como la influencia de las variables ambientales,
to inicial, las probabilidades de que reaparezca el ello no quiere decir que se ignoren las variables
problema después de cierto tiempo son muy ele- propias de la persona y el papel que éstas pueden
vadas, ya que no hemos llevado a cabo un entre- jugar en el momento presente (incluida la me-
namiento en habilidades sociales que facilite las moria). Por tanto, en principio la intervención se
relaciones heterosexuales del sujeto. dirige a todas las variables que se ha podido cons-
La intervención no se debe dirigir de forma tatar que controlan en el presente dichas respues-
simplista a una de las conductas-problema, sino tas, siendo su propósito la generación de un cam-
también a determinar posibles variables que in- bio observable y medible en cualquiera de las tres
fluyen o determinan dichas conductas; en caso modalidades de respuesta (cognitiva, psicofisioló-
contrario, la intervención será probablemente ine- gica y motora), directa o indirectamente.
ficaz.
El desarrollo aplicado del modelo cognitivo- Octava característica. El modelo conductual-
conductual a problemas de relevancia social e in- cognitivo, respecto a la evaluación y el tratamiento,
dividual, la modificación y terapia de conducta, da más importancia a los determinantes actuales
centra su acción directamente tanto en las res- de las conductas-problema que a los históricos.
puestas concretas como en las variables anteceden-
tes, las propias de la persona (expectativas, histo- Se centra en el aquí y ahora. Dado que el ob-
ria de aprendizaje, atribuciones, determinantes jetivo fundamental en la evaluación es identificar
biológicos anteriores y actuales, creencias, etc.) y las condiciones que controlan las conductas-pro-

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86 / El ejercicio de la psicología aplicada

blema, interesan de forma prioritaria las variables el problema/trastorno, y b) las respuestas a cam-
externas e internas que en la situación presente biar/modificar deben ser mensurables, con inde-
las mantienen. pendencia de que sean manifiestas o encubiertas.
Es cierto que para comprender mejor el pro- Cumplidos los requisitos previos es necesario,
blema/trastorno psicológico actual del cliente in- además de valorar los logros conseguidos, evaluar
teresa conocer su historia, porque ésta puede también la medida en la que los cambios se gene-
arrojar luz tanto sobre las circunstancias que par- ralizan a otras situaciones distintas de las traba-
ticiparon en su inicio como las que en determina- jadas durante el entrenamiento/tratamiento y que
dos momentos pudieron contribuir a su mejoría se mantienen en la vida real a lo largo del tiempo.
o empeoramiento; no obstante, ello no supone la Los programas de tratamiento incluyen general-
necesidad de una exploración pormenorizada de mente estrategias de prevención de recaídas y la
ese pasado, pues la importancia de los determi- aplicación de las sesiones de seguimiento para
nantes históricos es secundaria, por varias razo- fortalecer los cambios logrados con el tratamiento.
nes (Carrobles, Costa, Del Ser y Bartolomé, 1986): La eficacia de la intervención también incluye
la valoración de la significación clínica y social
a) Los hechos pasados no son observables del cambio (véase tabla 2.7).
ni verificables; por tanto, cualquier rela-
ción causal que se pretendiera establecer TABLA 2.7
sería exclusivamente a nivel hipotético y Dimensiones de la intervención psicológica
sin posibilidad de ser contrastada.
b) Las variables que mantienen en el presen- Dimensión Descripción
te el problema/trastorno pueden ser dife- Persistencia de los cambios a corto, me-
rentes a las que lo originaron. Temporal
dio y largo plazo.
c) Sólo es posible intervenir sobre los determi-
Generalización de los efectos del trata-
nantes actuales, sobre las variables que en miento a situaciones distintas a aquéllas
el momento presente están controlando el en las que han sido ensayadas o mode-
problema o el trastorno que nos preocupa. Espacial
ladas las nuevas respuestas en el contex-
to en el que ha tenido lugar el entrena-
En consecuencia, los determinantes históricos miento.
pueden ser útiles para conocer la cronicidad (gra- Significado subjetivo del cambio desde
do de consolidación y generalización) y plantear la perspectiva de la persona tratada.
hipótesis sobre el inicio y el desarrollo del proble- La relevancia del cambio resulta de la
ma/trastorno, pero no son esenciales para produ- comparación del estado actual de la
cir cambios en el comportamiento de la persona. persona con los objetivos previamente
Clínica
fijados por ésta respecto del tratamien-
to (a mayor grado de coincidencia, ma-
Novena característica. El modelo cognitivo- yor relevancia clínica del cambio opera-
conductual requiere que se evalúe la eficacia de la do, con independencia de que éste sea o
intervención en función de los cambios objetivos no estadísticamente significativo).
producidos en la(s) respuesta(s), su mantenimiento Medida en la que el cambio operado es
en el tiempo y el grado de generalización alcanzado. relevante en el contexto social (padres,
Social
profesores, compañeros de clase,  espo-
Para poder evaluar la eficacia de una interven-
sa/o, hijos, compañeros de trabajo, etc.).
ción, como ya hemos señalado, es preciso: a) dis-
poner de datos objetivos, concretos, presentados Cuantía de las diferencias pre-post tra-
de forma cuantitativa y recogidos preferentemen- Estadística tamiento atribuibles a la aplicación del
entrenamiento/tratamiento.
te de la(s) situación(es) en las que se presentaba

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Concepto de problemas y trastorno psicológico / 87

2.2.3. Enfoques que conforman el modelo señales que lo anteceden (estímulos discrimina-
conductual-cognitivo tivos); el enfoque neoconductista, centrado en
el condicionamiento clásico, lo hará a partir de
La construcción de la alternativa psicológica las señales y las respuestas incodicionadas, no
para la delimitación, evaluación y tratamiento de aprendidas, y su relación con otras previamen-
los problemas/trastornos psicológicos ha conlleva- te  neutras que llegarán al grado de «condicio-
do la identificación de los procesos que explican las nadas» mediante un proceso de apareamiento
relaciones entre las respuestas alteradas o disfun- con las primeras. La parte del comportamiento
cionales y las variables de las que dependen o son humano que trata de comprender y explicar el
función. Esos procesos, conocidos como condicio- modelado es la relativa al aprendizaje sin prác-
namiento clásico, condicionamiento operante, mo- tica, es decir, por medio de la observación de la
delado y transmisión/procesamiento de la informa- actuación de otro. Por último, los desarrollos
ción, son artefactos lógicos, es decir, esquemas o cognitivos relativos a la transmisión y procesa-
representaciones simbólicas que hemos postulado miento de la información ponen el acento en el
los psicólogos e implican, cada uno de ellos, un papel de las variables mediadoras entre los es-
fenómeno psicológico relevante dentro del campo tímulos externos y las respuestas manifiestas
de nuestro objeto de estudio: el comportamiento (percepción, distorsiones cognitivas, pensamien-
humano. Así, por ejemplo, la parcela objeto de es- tos automáticos, esquemas cognitivos, etc.) en la
tudio del modelado incluye el estudio de la relacio- génesis, desarrollo y mantenimiento de nuestras
nes entre las respuestas del observador y las con- respuestas. Al lector le proponemos como ejer-
ductas del modelo que actúa (consecuencias que cicio que se observe y observe a otros en su ac-
siguen a las respuestas del modelo, relevancia del tuación cotidiana e intente hacer una estimación
modelo para el observador, estado del observador, del grado en que su comportamiento podría ser
modo en el que actúa el modelo, control de estí- explicado por cada uno de estos enfoques teóri-
mulos distractores, etc.). La formulación de estos cos o, lo que es lo mismo, ¿qué porcentaje de su
procesos nos ha llevado a situarlos como los su- actividad cotidiana, de sus respuestas, se podría
puestos teóricos y metodológicos que nos orientan, comprender y explicar desde cada una de estas
a la vez que sirven de fundamento para nuestras perspectivas?
estrategias de intervención. Estas formulaciones Estas orientaciones pueden agruparse aten-
son las que aparecen en la literatura científica psi- diendo, por un lado, al tipo de proceso de apren-
cológica bajo el epígrafe de «enfoques», «compo- dizaje que enfatizan y por otra a la importancia
nentes» o «variantes» del modelo cognitivo-con- asignada a las variables cognitivas. Veamos bre-
ductual. vemente un esquema general de cada una y sus
Abordaremos brevemente los enfoques que posibilidades de integración.
convergen e integran el modelo cognitivo-con-
ductual, sus orígenes, su objeto de estudio dentro A) Enfoque operante: el análisis conductual
del campo del comportamiento, sus principios, aplicado
su rango de aplicación o alcance y las limitacio-
nes que presentan. Pero antes de ello, queremos Delimitación. El análisis conductual aplicado
insistir en que cada uno representa una manera puede definirse como las aplicaciones del análi-
particular de acercarse al estudio y comprensión sis experimental de la conducta a los problemas
del comportamiento humano. Así, desde la pers- de relevancia social. Mantiene las posiciones ex-
pectiva operante se tratará de comprenderlo, ex- puestas por Skinner (1938, 1953, 1971) y está ba-
plicarlo y tratarlo atendiendo principalmente a sado en los principios básicos y procedimientos
las consecuencias internas/externas que siguen del condicionamiento que Skinner ha delimitado
a nuestras reacciones y, en menor medida, a las y fundamentado experimental y empíricamente:

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88 / El ejercicio de la psicología aplicada

refuerzo, castigo, extinción y control de estímulos. sicos del condicionamiento operante y las varia-
A la luz de la evidencia empírica, el refuerzo y el bles que contribuyen a la génesis, desarrollo y
castigo se asumen como las influencias principa- mantenimiento de la respuesta operante. De estos
les a las que están sometidas las respuestas. principios se ha derivado una serie extraordina-
riamente variada de técnicas para el cambio o
modificación de la conducta (recuérdese: asocia-
ción entre estímulo y respuesta). Los principios
del condicionamiento operante describen la rela-
ción entre los eventos que influyen en la respues-
ta y los cambios que en ésta se producen. El plan-
teamiento básico afirma que las respuestas se
aprenden y fortalecen como resultado de las conse-
cuencias que les siguen.
El enfoque conceptual y metodológico de la
investigación operante se denomina «análisis ex-
perimental de la conducta» que, en su ámbito de
aplicación (análisis conductual aplicado), se ca-
racteriza inicialmente por la aplicación en ámbi-
tos institucionales de los tratamientos operantes
a niños (discapacitados intelectuales y normales)
y a pacientes psiquiátricos (fundamentalmente
B. F. Skinner (1904-1990) psicóticos).
Desarrollo. Durante la década de los cincuen-
ta del pasado siglo XX la investigación de labo-
Orígenes. Las investigaciones realizadas por ratorio con animales fue muy intensa; a finales de
Thorndike (1911) con sus «cajas problema» le dicha década y principios de los años sesenta, tan-
permitieron formular teóricamente la ley del efec- to las técnicas operantes como la metodología del
to. Años más tarde, en la década de los treinta del análisis experimental de la conducta se habían
pasado siglo XX, Skinner validaba experimental y empezado a aplicar a problemas clínicos y educa-
empíricamente la ley del efecto, los principios bá- tivos. El «manejo de contingencias» es el término
genérico utilizado para describir cualquier técnica
operante aplicada con el objetivo de cambiar/mo-
dificar una respuesta por medio del control de sus
consecuencias. El modelamiento, el tiempo fuera
de refuerzo social, la economía de fichas, el des-
vanecimiento estimular, el encadenamiento, etc.,
son algunas de las formas del manejo de las
contingencias que se utilizan en el ámbito aplica-
do como tratamientos psicológicos.

Características diferenciales y aspectos más


enfatizados del condicionamiento operante
— Este enfoque se centra en el estudio de las
Edward Lee Thorndike (1874-1949) respuestas externas o manifiestas y en sus
relaciones funcionales con los estímulos del

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Concepto de problemas y trastorno psicológico / 89

medio. Supone que es posible obtener una — La respuesta anormal o inadecuada tam-
descripción y explicación precisa tanto del bién es el resultado de un aprendizaje. En
desarrollo como del mantenimiento y la relación con la respuesta desadaptada o
modificación de la conducta humana anormal, este enfoque sostiene el supuesto
(normal y anormal), utilizando el análisis de que dicha respuesta se aprende de la
funcional. Evita constructos mediaciona- misma manera que la mayor parte de las
les, aunque admite la influencia de facto- otras respuestas humanas. Ello posibilita
res de orden biológico. la planificación de intervenciones modifi-
Sostiene que el objeto adecuado para cadoras o terapéuticas a través de los mis-
la investigación científica en psicología es mos principios de aprendizaje. Es decir,
la respuesta manifiesta. Así, pese a que mediante manipulación de contingencias
el propio Skinner (1953) indicó que no de- de reforzamiento específicas.
bía descartarse a priori el estudio de los
acontecimientos subjetivos por el mero he- Limitaciones del enfoque. Entre éstas, se en-
cho de ser acontecimientos privados, se ha cuentran:
evitado sistemáticamente entre los investi-
gadores de esta orientación el estudio, — Las derivadas de su reduccionismo (sólo
análisis y la modificación de estos aconte- son tratables respuestas manifiestas).
cimientos subjetivos, aunque no hayan ne- — Las determinadas por la dependencia fun-
gado su existencia. cional entre las propias respuestas de los
— Muestra preferencia por el análisis del caso sujetos.
individual. Esta preferencia ha contribuido — Las generadas por las variables ambien-
al desarrollo de una metodología específica tales:
en el estudio de la conducta (N = 1). En
esta metodología se pone el énfasis en la a) El logro de la generalización de los
repetición de las medidas en un solo sujeto, cambios a contextos distintos a los del
en condiciones muy controladas; se poster- tratamiento.
ga el uso de las comparaciones estadísticas b) Las dificultades que se encuentran
para estudiar la significación de los cam- para mantener las ganancias debido a
bios, si bien el desarrollo de procedimien- la dificultad para generar cambios es-
tos estadísticos para analizar los datos pro- tables en las variables ambientales que
cedentes de los diseños N = 1 (así los las controlan.
análisis temporales, las pruebas de aleato- c) El coste del entrenamiento de parapro-
rización o las cadenas de Harkov) han he- fesionales o coterapeutas que, en el
cho variar los planteamientos iniciales. campo de la infancia y la adolescencia,
La eficacia de las intervenciones se supone el entrenamiento de las perso-
evalúa tanto por: a) criterios experimenta- nas que conviven con éstos para que
les (contraste de la influencia de una inter- aprendan a manejar y aplicar adecua-
vención comparada con la ausencia de damente las contingencias de refuerzo
intervenciones) como por; b) criterios in- (padres, abuelos, hermanos mayores,
dividuales, y c) criterios sociales referidos profesores, personal auxiliar, etc.).
a la importancia del cambio conseguido
en relación con el cambio necesario para B) El enfoque E-R neoconductista
que la persona reduzca/elimine el padeci-
miento subjetivo y funcione adecuada- La propuesta neoconductista deriva de la apli-
mente en su medio social. cación del modelo del condicionamiento clásico

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90 / El ejercicio de la psicología aplicada

pavloviano. Recuérdese que durante la primera miento clásico a la génesis y reducción/extinción


mitad del siglo XX las únicas aplicaciones clínicas de los problemas/trastornos de la conducta (fun-
de la psicología científica que se realizaron prove- damentalmente de tipo neurótico). Contraria-
nían de este enfoque. Los trabajos dirigidos por mente al condicionamiento operante, esta orien-
Watson que realizó Mary Cover Jones para tra- tación pone el énfasis en las variables intermedias
tar fobias específicas en niños, el tratamiento de o constructos hipotéticos para la explicación del
la enuresis nocturna, validado por los esposos porqué actuamos, sentimos y pensamos como lo
Mowrer, y los trabajos de Wolpe para la valida- hacemos.
ción experimental de la desensibilizacion sistemá- Inicios. Tiene su origen en la reformulación
tica, están entre sus aplicaciones. realizada por Hull (1943) de los principios del
Delimitación. El enfoque neoconductista pue- condicionamiento clásico propuestos por Ivan
de caracterizarse como la orientación derivada de Petrovich Pavlov (1927, 1954), así como en las
la aplicación de los principios del condiciona- aportaciones de Guthrie y Mowrer, entre otros.

Ivan Pavlov Clark Leonard Hull Howart Mowrer Edwin Guthrie

El modelo de Hull se fundamenta en criterios nalíticos, inició la investigación de las neurosis


evolutivos: los organismos sufren privación, la experimentales utilizando animales en situacio-
privación les crea necesidades, las necesidades eli- nes de conflicto; pretendía elaborar tratamientos
citan la acción, la acción se dirige al logro de me- eficaces para la superación de los síntomas (res-
tas y éste incrementa la probabilidad de sobrevi- puestas que se presentan como correlatos de los
vir. El algoritmo de Hull para determinar la constructos formulados —v. gr., la ansiedad o la
motivación es: sEr = sHr × D × K. En este algo- asertividad—. Fruto de tales trabajos, Wolpe
rítmo, el potencial de reacción (sEr) (excitación/ (1952, 1954 y 1958) desarrolló progresivamente
fuerza de la respuesta) es igual a la fuerza del una terapia eficaz para el tratamiento de tales sín-
hábito (sHr) —medido por número de refuer- tomas neuróticos en los animales. Probada su efi-
zos— por la pulsión (D) (impulso/drive) —medi- cacia en los animales (gatos) intentó su aplicación
da en tiempo de privación— por el valor de in- a problemas/trastornos específicos de los seres hu-
centivo del estímulo (K) (propiedades motivadoras manos: las fobias. En su aplicación con humanos
de la meta). el tratamiento recibió el nombre de desensibiliza-
Desarrollo. El modelo básico, fundamentado ción sistemática. La explicación y discusión de
en las aportaciones citadas, se encuentra en los estos resultados la realizó Wolpe utilizando con-
trabajos de Joseph Wolpe. Este autor, formado ceptos derivados tanto de los principios del con-
inicialmente en los conceptos y métodos psicoa- dicionamiento clásico como de los incluidos en la

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Concepto de problemas y trastorno psicológico / 91

reformulación neoconductista llevada a cabo por teórica de la modificación/terapia de conducta


Hull. Wolpe postula un nuevo principio (la inhi- con su obra Behavior therapy and the neuroses
bición recíproca) mediante el cual pretendía dar (Eysenck, 1960), ha de subrayarse también su in-
cuenta tanto de la adquisición (condicionamiento) tento de descomponer el macroconstructo perso-
como de la eliminación (descondicionamiento) de nalidad en un número reducido de dimensiones
las respuestas de miedo/ansiedad (adaptativa y que pudieran ser operacionalizadas, cuantificadas
desadaptiva). y exploradas experimentalmente.
Entre las estrategias desarrolladas para el tra-
tamiento de los problemas/trastornos psicológi-
cos por esta variante se hallan: la inundación, la
detención del pensamiento, el recondicionamien-
to orgásmico, la desensibilización sistemática, las
imágenes emotivas, etc.
Esta orientación no niega el enfoque operan-
te, sino que se ocupa del estudio de otro proceso
de aprendizaje distinto al instrumental (el condi-
cionamiento clásico), por lo que ambas son
complementarias.

Joseph Wolpe Características diferenciales y aspectos


más enfatizados
Entre dichas características destacan las si-
Junto a Wolpe, hay que destacar a Hans Ey- guientes:
senck (1960, 1964) y a Stanley Rachman (1963),
también pioneros en la aplicación de los princi- — Papel concedido a los constructos hipotéti-
pios del condicionamiento clásico al tratamiento cos en general y a la ansiedad en particular,
de los problemas/trastornos de ansiedad. en tanto que constructo o variable media-
cional entre E y R, en la explicación de la
conducta. Se supone que los trastornos de
tipo neurótico son el producto de la ansie-
dad y que ésta, aunque se operacionaliza
como un patrón o conjunto de respuestas
encubiertas, se ajusta a los mismos princi-
pios del aprendizaje que rigen la adquisi-
ción/inicio, desarrollo y mantenimiento de
cualquier respuesta.
En consecuencia, esta variante destaca
el papel de las variables mediacionales (entre
el estímulo y la respuesta) en la explicación
Hans Eysenck
y modificación de la respuesta humana.
— Papel atribuido a los procesos cognitivos.
Para que los procesos cognitivos pudieran
ser considerados como objeto de evalua-
Por lo que respecta a Hans Eysenck, además ción y tratamiento, previamente han de ser
de contribuir de forma decisiva a la consolidación definidos operacionalmente en términos

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92 / El ejercicio de la psicología aplicada

de secuencias o cadenas de estímulos y res- personas calificadas como psicóticas, es


puestas. Cuando esto no es posible se re- decir, en personas con capacidad cognitiva
chazan explícitamente, y dejan de ser con- limitada y casi siempre recluidos en am-
siderados como objeto de la intervención. bientes institucionales, éste se ha centrado
Por tanto, es importante señalar que aun- básicamente en los trastornos de tipo neu-
que en las intervenciones se utilicen pro- rótico, aquellos que están relacionados
cesos simbólicos, como pueden ser las con el constructo ansiedad (ansiedad ge-
imágenes, las actividades o respuestas in- neralizada, fobias, obsesiones, agorafobia,
ternas, se operacionalizan siempre en tér- trastornos sexuales, trastorno por estrés
minos estrictos de E y R, generalmente postraumático, etc.).
cadenas de reacciones E-R. Este énfasis en
los procesos de condicionamiento para ex- Limitaciones. Entre las limitaciones más rele-
plicar el comportamiento humano, frente vantes a las que ha de enfrentarse este enfoque se
a los procesos cognitivos, ha sido relacio- hallan:
nado por algunos autores con el hecho de
que los principios del condicionamiento — El hecho de utilizar valores subjetivos para
hayan sido elaborados en base a la expe- medir la respuesta, por ejemplo las unida-
rimentación animal en el laboratorio. des subjetivas de ansiedad en la desensibi-
Los procesos de representación en la lización sistemática, lo que puede generar
imaginación, y en cierta medida las media- falta de objetividad en los datos.
cionales verbales, son inherentes a los tra- — El uso de variables excesivamente genéri-
tamientos que se emplean en este enfoque. cas como la ansiedad, porque se trata de
Por ejemplo, en la desensibilización siste- variables de agregado de alto nivel de in-
mática a los clientes se les pide que imagi- ferencia, mientras que las decisiones tera-
nen los estímulos fóbicos, avanzando el péuticas se basan en elementos de menor
tratamiento en función de los informes nivel o rango de inferencia (respuestas
verbales del estado emocional del cliente/ cognitivas, fisiológicas y motoras).
paciente. Sin embargo, como ya hemos in- — Los problemas que tiene el enfoque a la
dicado, esta concepción requiere que los hora de que se generalicen a las situacio-
constructos no observables, como la repre- nes reales los beneficios generados por el
sentación en la imaginación de un aconte- tratamiento en el ámbito encubierto.
cimiento que evoca ansiedad, estén rela- — El supuesto de que los procesos media-
cionados o se puedan asociar a referentes cionales están regulados por las mismas
o correlatos (antecedentes o consecuen- leyes de aprendizaje que las respuestas ma-
tes). En este sentido, los estudios psicofi- nifiestas.
siológicos han aportado evidencia a favor
de que la representación simbólica de un C) El enfoque del aprendizaje social
estímulo temido puede provocar una acti-
vación autonómica similar a la evocada Como hemos ya hemos comentado, las distin-
por el estímulo real, la cual parece cova- tas orientaciones del modelo conductual pueden
riar sistemáticamente con la presentación agruparse atendiendo, por un lado, al tipo de pro-
repetida de los ítems durante una desensi- ceso de aprendizaje que enfatizan y, por otro, a la
bilización sistemática, de acuerdo con los importancia asignada a las variables cognitivas.
principios del condicionamiento. La teoría del aprendizaje social de Bandura (1969,
— El campo de aplicación. Si el enfoque ope- 1974, 1977, 1986) se puede incluir dentro de un
rante se centraba fundamentalmente en amplio grupo de trabajos, cuyos autores pueden

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Concepto de problemas y trastorno psicológico / 93

ser considerados como teóricos del aprendizaje social que influencian y permiten una mayor com-
social (así, Kanfer, 1978; Kanfer y Hagerman, prensión de la respuesta humana.
1985; Mischel, 1968 o Staats —Staats y Heady,
1985—), pues de forma independiente todos co-
inciden en que la determinación del comporta-
miento depende de variables ambientales (físicas
y sociales), de procesos cognitivos (percepción,
interpretación y valoración de estímulos) y patro-
nes de respuesta que también modifican el propio
medio (véase figura 2.4). Es decir, todos postulan
un determinismo recíproco entre ambiente, los
procesos cognitivos y los patrones de respuesta
de  la persona. Asimismo, todos comparten la
necesidad de ampliar la base teórica del nuevo
modelo psicológico, para dar cuenta de nuevos
problemas formulados en términos de variables Albert Bandura
personales o cognitivas y condiciones del medio

Variables ambientales
(estímulos físicos y sociales)

Patrones de Variables
respuesta cognitivas
(modifican Interaccionismo recíproco (percepción,
el medio interno interpretación,
y externo) valoración)

Figura 2.4.—Interaccionismo recíproco.

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94 / El ejercicio de la psicología aplicada

Delimitación. Podemos caracterizar esta tonces, el número de estudios sobre aprendizaje


orientación como la variante que, dentro del mo- social y sus aplicaciones tanto clínicas como
delo cognitivo-conductual, sostiene que todo com- pedagógicas no han hecho sino incrementarse.
portamiento que pueda ser adquirido o modificado Desarrollo. Bandura (1977) propone la existen-
por medio de la experiencia directa es susceptible, cia de tres sistemas implicados en la regulación de
asimismo, de adquirirse y modificarse a través de la conducta: a) los acontecimientos o estímulos ex-
la observación del comportamiento ajeno (e incluso ternos que afectarían a la respuesta principalmente
del propio, cuando esto es posible). a través de procesos de condicionamiento clásico,
Se trata de un enfoque que resalta el papel del pero no sólo (estímulos incondicionados, condicio-
aprendizaje vicario. Concede a los procesos cog- nados y discriminativos); b) un segundo sistema
nitivos un importante lugar en relación al apren- estaría formado por las consecuencias ambienta-
dizaje y la modificación del comportamiento, y les de la respuesta (condicionamiento operante), y
admite la importancia que tienen los condiciona- c) un tercero, integrado por los procesos cognitivos
mientos sociales. mediacionales, regularía la influencia del medio,
Inicios. El modelo de Bandura tiene un prece- determinando los estímulos a los que se prestaría
dente en el influjo recibido por la lectura del tra- atención (percepción) y la influencia que éstos ejer-
bajo de Miller y Dollar (1941) Social learning and cerían sobre la respuesta futura. En consecuencia,
imitation. Bandura estudió en la Universidad de la influencia de los acontecimientos ambientales en
Columbia y se doctoró en la de Iowa en 1952, en la adquisición y la regulación de la respuesta hu-
la especialidad de psicología clínica. Inició sus mana estaría ampliamente determinada por pro-
publicaciones en relación con su teoría del apren- cesos cognitivos, desde la perspectiva de Bandura.
dizaje social estando como profesor en la Univer- La intervención de procesos cognitivos en el
sidad de Stanford (Bandura, 1963; Bandura y aprendizaje está explícita en su formulación del
Walters, 1963), de la que fue profesor desde 1953. aprendizaje observacional y en las técnicas de mo-
Estas publicaciones iniciales parten del reco- delado, propuestas para ser aplicadas como trata-
nocimiento explícito del papel que tienen los con- miento en la adquisición, facilitación, inhibición
dicionamientos sociales en el origen y desarrollo y desinhibición de las respuestas.
de las respuestas problemáticas. En un trabajo La imitación de modelos, el principal procedi-
posterior (Bandura, 1969) presenta ya una formu- miento utilizado en el enfoque del aprendizaje so-
lación bastante completa de su enfoque que, a su cial, proporciona un buen ejemplo del aprendiza-
vez, se verá ampliada con la aparición de nuevos je cognitivo. Según el condicionamiento operante,
trabajos (Bandura, 1974, 1976, 1977). Desde en- para que ocurra aprendizaje debe ejecutarse una
respuesta que será seguida por una consecuencia,
mientras que por medio de la imitación de mo-
delos, de acuerdo con Bandura, se pueden apren-
der incluso respuestas complejas por la mera ob-
servación, sin necesidad de emitir respuestas y, por
tanto, sin que dichas respuestas vayan seguidas de
manera contingente por la ocurrencia de un even-
to directo con efecto de refuerzo o castigo.

Características diferenciales y aspectos


más enfatizados
John Dollard Neal E. Miller — El funcionamiento psicológico implica la
interacción recíproca entre las respuestas

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Concepto de problemas y trastorno psicológico / 95

de una persona y su medio. Las personas se — Expectativas de resultado y expectativas de


consideran a la vez agentes y objetos de la eficacia: énfasis en el concepto de autoefi-
influencia ambiental. Es decir, se hipoteti- cacia. Se entiende por expectativa de efica-
za que, si bien es cierto que las contingen- cia la convicción que tiene una persona
cias del medio regulan la respuesta, tam- respecto del hecho de poder ejecutar co-
bién lo es que el medio se ve afectado por rrectamente la respuesta que se requiere
las respuestas de la persona y que éstas para producir unos resultados concretos,
juegan un papel activo en la producción mientras que la expectativa de resultado
de las contingencias de reforzamiento que será la estimación que uno hace respecto
les afectan. de que una respuesta o conjunto de res-
— Énfasis en el autocontrol y la autorregula- puestas (comportamiento) producirá cier-
ción. Otra característica relevante en el tos resultados. Las expectativas de eficacia
modelo de Bandura es el concepto de au- personal afectan, por tanto, al inicio y a
tocontrol. Para este autor, los mecanismos la persistencia de la respuesta de hacer
cognitivos, además de intervenir en la ad- frente a las situaciones.
quisición y el mantenimiento de las res- Partiendo de este concepto de expectati-
puestas, también son responsables de su va de autoeficacia, se establece un mecanis-
activación y persistencia, lo que vendría a mo explicativo de los procesos terapéuti-
coincidir con el punto de vista de que los cos, pues se afirma que los procedimientos
seres humanos por sí mismos inician res- psicológicos de intervención, cualquiera
puestas que, al menos en parte, determi- que sea su forma, sirven como medio para
nan su destino. crear y/o fortalecer las expectativas de efi-
En el debate sobre el autocontrol en- cacia personal, que determinarán la activa-
tre  Bandura (1976) y Catania (1975), así ción y el mantenimiento de las respuestas
como entre Goldiamond (1976) y Maho- que permiten hacer frente a las situaciones
ney (1976), quedan reflejadas las diferen- problema. Así, las expectativas de autoefi-
cias entre la aproximación del aprendizaje cacia pueden modificarse por procedi-
social y del análisis conductual aplicado. mientos muy diversos: por medio de la
Así, para Bandura el proceso de autorre- información proveniente de la propia eje-
gulación se inicia con la autoevaluación o cución (modelado participante, ensayo de
comparación que realiza la persona entre conducta, exposición in vivo, etc.); a través
su respuesta y determinados criterios de de la información vicaria (observación de
ejecución, terminando con el autorrefuer- modelos), como consecuencia de la infor-
zo, el autocastigo o sin actuar (ausencia mación procedente de los cambios fisioló-
de autoaplicación), en función de si se ha gicos (desensibilización sistemática, inun-
alcanzado o no el criterio de ejecución. En dación, relajación) y por persuasión verbal
contraposición, el análisis conductual apli- (reestructuración racional mediante trans-
cado, derivado del modelo operante, no misión de información).
acepta las interpretaciones basadas en los El constructo de autoeficacia marca las
mecanismos cognitivos, defendiendo que diferencias entre el enfoque neoconductista
en último término las respuestas de auto- mediacional y la teoría del aprendizaje so-
control están mantenidas por influencias cial. Así, en la controversia entre Bandura
externas que constituyen elementos ope- (1977) por una parte y, por otra, Eysenck
rantes de control estimular, tales como los (1978) y Wolpe (1978), los últimos soste-
estímulos discriminativos o los procesos de nían que las expectativas de eficacia y su
reforzamiento demorados. cambio no serían más que el reflejo o el

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resultado de los mecanismos de condicio- hemos de recordar que, como indicaba Kaz-


namiento presentes en el individuo en re- din (1978, 1982), la teoría formulada por
lación con una situación específica. En Rotter (1954) tuvo/tiene escaso impacto en
esta misma línea de crítica al constructo, la práctica de la modificación de conducta
otros autores sostienen que éste presenta por el hecho de que esta teoría, cuya pre-
un error lógico porque es tautológico (es tensión era la de reformular la psicoterapia
explicado por las mismas respuestas desde en términos de psicología experimental y
las que es inferido). social, no sugirió procedimientos terapéu-
Por lo que respecta al tratamiento, esta ticos concretos, hecho que evidentemente
variante integra las técnicas de autorregu- constituye una limitación importante.
lación con las del condicionamiento clási- Limitaciones. Algunas limitaciones y
co, el operante y las propias del aprendi- problemas de la propuesta de Bandura son:
zaje vicario. Las más representativas son
los procedimientos de modelado, algunos • Mantiene el supuesto básico de la identi-
incluidos en el entrenamiento en habilida- dad entre los principios del aprendizaje
des sociales y las de autocontrol. Ello hace que regulan la respuesta encubierta y la
de este enfoque el más representativo de la manifiesta.
modificación de conducta, habida cuenta • Incrementa el nivel de inferencia, por
que permite la integración de técnicas cog- ejemplo respecto del constructo ansie-
nitivas, junto a operantes y las propias del dad, propio del enfoque mediacional, al
condicionamiento clásico. En consecuen- introducir una hipotética variable me-
cia, se constituye en un precedente claro diacional (autoeficacia) cuando la ten-
de la formulación del actual modelo cog- dencia general del modelo cognitivo-
nitivo-conductual. conductual es a minimizar la inferencia
Al igual que hiciera Staats (1981), al hasta, en el caso ideal, poder prescindir
cambiar el nombre de conductismo social a de ella.
su modelo (Staats, 1975) por el de conduc- • Los problemas derivados de la sustitu-
tismo paradigmático, a fin de evitar, por un ción de los valores absolutos de los es-
lado, confusiones respecto de su propia teo- tímulos por los relativos de la percepción
ría del aprendizaje social y, por otro, deli- de la persona, así como el hecho de que
mitar o clarificar los límites de su campo en esos estímulos (reforzadores, aversivos)
el nuevo contexto que implicaba la supera- puedan ser tanto encubiertos como pro-
ción teórica de los paradigmas psicológicos ceder de la observación (vicarios).
existentes dentro del marco estrictamente
conductual, Bandura (1986) también cam- D) El enfoque cognitivo: estudio
bió el nombre a su teoría, sustituyendo el de la transmisión y procesamiento
previo de aprendizaje social por el de teoría de la información
cognitivo-social. Este cambio lo justifica el
autor porque estima que: a) no es una teo- Este cuarto enfoque, el más reciente dentro de
ría exclusivamente del  aprendizaje; b) no los que conforman el modelo cognitivo-conduc-
trata el concepto de aprendizaje en su sen- tual, se centra en la importancia concedida a los
tido tradicional, sino concebido como la procesos cognitivos y sus contenidos en el desa-
adquisición de conocimiento mediante pro- rrollo, mantenimiento y modificación de nuestras
cesamiento cognitivo de la información, y respuestas. Percepciones, expectativas, interpreta-
c) coincidencia nominal con otras teorías, ciones, atribuciones, imágenes, diálogo interno
como la de Rotter. Respecto a esto último, (autoverbalizaciones), esquemas, creencias, estra-

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Concepto de problemas y trastorno psicológico / 97

tegias cognitivas de resolución de problemas, etc., peración, a fin de poder abordar nuevos proble-
son consideradas variables relevantes en la génesis mas y adentrarse en nuevas áreas de trabajo e in-
y el mantenimiento de los problemas/trastornos vestigación. Ahora bien, ello suponía que el
de los clientes/pacientes. constructo «conciencia» tenía que volver a reto-
Surgido en la década de los setenta del pasado marse, pese al esfuerzo que había supuesto su su-
siglo XX, este enfoque es compartido por un con- presión en los inicios de la psicología científica.
siderable número de profesionales de la psicolo- Tal controversia era para algunos la única posi-
gía  como Ellis, Beck, Meichenbaum, Mahoney, bilidad de futuro y para otros el inicio de la des-
etc. Inicialmente, el auge de las estrategias de integración del modelo conductual (enfoques
intervención cognitiva fue visto con recelo por neoconductista y operante), al permitir de nuevo
unos y con esperanza por otros. La constatación la entrada de lo subjetivo en el campo de la psi-
de los límites teóricos y operativos de los procesos cología y, con ello, una vuelta a la pérdida de la
básicos de condicionamiento parecía exigir su su- objetividad y del rigor metodológico.

Albert Ellis Aaron Beck Donald Meichenbaum

Delimitación. El elemento peculiar de la orien- de los trabajos de autores como Kelly, Ellis o
tación cognitiva, dentro del modelo cognitivo-con- Beck. Para éstos, el trastorno psicológico es fun-
ductual, es el papel asignado a las cogniciones en damentalmente un desorden de pensamiento por
relación a la respuesta y a su modificación. Mien- el que el cliente/paciente distorsiona la realidad
tras la posición conductual clásica sostiene que de un modo idiosincrásico, particular. Tal distor-
tanto la respuesta manifiesta como la cognitiva sión afecta a los procesos de pensamiento, a la
serían función de las influencias del medio, el en- forma de percibir/«ver» el mundo, pudiendo ge-
foque cognitivo adscribe a las cogniciones un pa- nerar el desarrollo de emociones disfuncionales
pel causal, postulando que las cogniciones pueden y dificultades/alteraciones en la respuesta (véase
determinar la ocurrencia de la respuesta. la figura 2.5).
Desarrollo. Las líneas teóricas y de investiga- Las estrategias generadas por esta modalidad
ción que más han contribuido al inicio y desarro- de tratamiento tienen como objetivo modificar los
llo de este enfoque de la psicopatología y del patrones erróneos de pensamiento y las premisas,
cambio de conducta son dos: la cognitivo-semán- supuestos y actitudes subyacentes a estas cogni-
tica y la cognitivo-conductual. La primera deriva ciones. El terapeuta cognitivo-semántico ayuda al

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98 / El ejercicio de la psicología aplicada

Trastorno mental
(desorden de pensamiento)

Patrones erróneos de pensamiento


(sobregeneralización, error del adivino,
error del lector de mentes, atención selectiva,
inferencia arbitraria, atribuciones erróneas, etc.)

Alteraciones de
Trastornos emocionales las respuestas manifiestas

Figura 2.5.—Concepto de trastorno mental desde la perspectiva cognitivo-semántica.

cliente/paciente, por una parte, a identificar las — El interés por la naturaleza y modificación
cogniciones erróneas específicas, las expectativas de las cogniciones del cliente/paciente.
no realistas y las atribuciones sin un fundamento — El supuesto de que la respuesta humana
consistente; por otra, a valorar su adecuación a puede ser una función de las cogniciones.
la situación y a estudiar la razón que las funda- Según estos autores, las personas desarro-
menta. El enfoque está orientado fenomenológi- llamos respuestas adaptativas y desadapta-
camente, ya que el terapeuta intenta ver el mundo tivas, así como patrones afectivos, a través
a través de los ojos del cliente. de procesos cognitivos (atención selectiva,
La segunda línea de trabajo, la cognitivo-con- codificación simbólica, etc.).
ductual, está representada por los trabajos reali- — La hipótesis de que los procesos cognitivos
zados por Rotter, Staats, Mischel, Mahoney y son activados por los mismos principios y
Meichenbaum para adecuar las teorías del apren- procesos de aprendizaje humano observados
dizaje y los procedimientos de la modificación de en el laboratorio, lo que les hace metodo-
conducta a la explicación y el tratamiento de la lógicamente asequibles al estudio e inves-
respuesta humana compleja (teoría del aprendi- tigación experimental.
zaje social). — La tarea del terapeuta. Éste es concep-
tualizado como un «diagnosticador-educa-
Características diferenciales y aspectos dor», cuya tarea concreta consiste en ana-
más enfatizados lizar los procesos cognitivos desadaptados
y organizar experiencias de aprendizaje que
Aunque agrupados en esta nueva variante, puedan alterar las cogniciones y, a su vez,
los autores citados presentan formulaciones mu- los patrones afectivos y las respuestas ma-
chasveces dispares. Veamos las características nifiestas con los que se relacionan.
que permiten unificarlos y luego aquellas en las — Cierto compromiso a la hora de emplear los
que difieren. Respecto de las primeras, hay que procedimientos de la modificación de con-
destacar: ducta para promover el cambio.
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Concepto de problemas y trastorno psicológico / 99

Respecto de las diferencias, cabe mencionar las una valoración crítica de los tratamientos cogni-
relativas a los fundamentos teóricos, los procedi- tivos que tanto proliferaron a partir de la década
mientos de intervención que se proponen, la na- de los setenta del siglo pasado. Así, gozan de re-
turaleza de la justificación de los tratamientos, la frendo empírico y experimental el «entrenamien-
intensidad del énfasis puesto en el empleo de los to en solución de problemas» de Shure y Spivak
tratamientos conductuales o los aspectos cogniti- o la «terapia cognitiva de Beck» para el tratamien-
vos que se enfatizan. De hecho, estas diferencias to de la depresión, pero en cambio no ocurre lo
permiten establecer al menos tres grupos diferen- mismo con la terapia racional emotiva de Ellis y
ciados de tratamientos cognitivos: se sigue desconociendo tanto en éstas como en la
«inoculación de estrés» de Meichenbaum la con-
— Terapias racionales. Dirigidas a ayudar al tribución al efecto del tratamiento de cada uno
cliente/paciente a identificar sus cognicio- de los componentes que las integran; es decir,
nes desadaptativas, reconocer su impacto realmente no está claro qué parte del efecto co-
perjudicial y sustituirlas por otras más rresponde a los componentes estrictamente con-
apropiadas. ductuales y cuál a los cognitivos.
— Entrenamiento para el manejo de situacio- Hay que insistir en la necesidad de evaluar/
nes. Su objetivo es enseñar al cliente/pa- conocer tanto la eficacia como la eficiencia de sus
ciente una o más habilidades que le per- procedimientos, una vez que experimentalmente
mitan hacer frente a una diversidad de se haya verificado en condiciones controladas la
situaciones estresantes. relevancia de tales variables en la psicopatología
— Entrenamiento en resolución de problemas. del trastorno/problema. Asimismo, hay que aten-
Se entrena al cliente/paciente en una meto- der también a otras variables como los fundamen-
dología sistemática para abordar diferen- tos teóricos de los modelos cognitivos, la circula-
tes problemas o situaciones problemáticas. ridad de sus hipótesis y conceptos, así como a la
escasez de definiciones operativas y la sobregene-
Como el lector conoce, los factores cognitivos ralización de sus posibilidades explicativas, como
de orden psicológico no son directamente obser- tan acertadamente recordaba Wolpe (1990).
vables porque, entre otras razones, generalmente Limitaciones/problemas. Resumiendo, cabe se-
son conceptos ideados por el investigador o el teó- ñalar que:
rico de la psicología. Ahora bien, la metodología
científica que el enfoque cognitivo-conductual — Desde el punto de visto metodológico se re-
asume como propia exige que éstos estén ligados quiere: evitar la propuesta de modelos de
a eventos públicamente observables (antecedentes causación que resultan circulares, opera-
y consecuentes). Además, tales eventos han de es- cionalizar correctamente los constructos
tar definidos de manera precisa, de forma que los empleados y realizar una evaluación tan-
hallazgos realizados en este ámbito puedan ser so- to de la eficacia de las intervenciones como
metidos a réplica sin ambigüedades; si no es así, de su eficiencia.
entonces no interesan al conocimiento científico. — Desde el punto de vista explicativo se pre-
Pese a que hoy existe la necesidad de tener cisa: clarificar y delimitar de forma con-
presentes e incorporar las variables cognitivas en creta las relaciones entre las cogniciones,
los procesos de evaluación y tratamiento psicoló- las respuestas motoras y los patrones de
gico, de manera tal que de resultar relevantes respuesta que delimitan las emociones.
permitan mejorar la comprensión del problema/ — En el orden teórico hay que fundamentar
trastorno que estemos abordando y los resultados teóricamente los procedimientos, así como
de nuestras intervenciones, desde hace ya más de estructurarlos y sistematizarlos rigurosa-
treinta años se está realizando con éxito desigual mente.

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100 / El ejercicio de la psicología aplicada

— En el orden semántico es preciso delimitar verbalizar—, procesos de los que la perso-


y clarificar el significado de los términos na no es consiente —como los estilos de
utilizados porque, de lo contrario, un mis- afrontamiento y las distorsiones— o las
mo concepto como, por ejemplo, cognición, estructuras —creencias y supuestos que
puede hacer referencia a cuestiones muy se  supone participan directamente en la
distintas tales como contenidos —pensa- construcción del self y del mundo subjeti-
mientos e imágenes que la persona puede vo (véase figura 2.6).

Información
(externa/interna)
Percepción

Estructuras cognitivas
(conceptos, esquemas,
creencias, supuestos...)

Proceso de interpretación y valoración de la información


Producen Generan

Construcción
Construcción
subjetiva
del self
del mundo

Orientan, guían, modulan

Procesos cognitivos
(automáticos y conscientes)

Estilos de afrontamiento Distorsiones cognitivas

Generan Producen

Contenidos cognitivos
(pensamientos e imágenes)

Respuestas manifiestas
Respuestas encubiertas
(motoras y
(motoras, fisiológicas
psicofisiológicas
y cognitivas)
observables)

Figura 2.6.—Esquema de la concepción cognitivista.

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Concepto de problemas y trastorno psicológico / 101

Como hemos podido ver, ninguna de las va- tre nosotros, Campos (1984), Carpintero (1982),
riantes, enfoques o miniteorías funcionales que Cruz (1984), Dieckhöfer (1984), Olivares, Caba-
conforman el modelo cognitivo-conductual o llo, Carrobles y Méndez (1999) o Pérez-Álvarez
conductual-cognitivo está exenta de limitaciones, (1991), por citar sólo algunos ejemplos, ponen de
en muchos casos importantes por sus implicacio- relieve este hecho.
nes en la epistemología de la ciencia. Asi mismo, Nuestras aportaciones son todavía pocas,
ninguno de estos enfoques por sí solo plantea to- pero significativas, siendo cierto que hasta no
das las preguntas posibles, pese a su tremenda hace mucho estaban referidas al pasado: el médi-
fecundidad, ni es capaz de permitirnos abordar co y filósofo Pedro Hispano —cuya identidad no
toda la parcela que delimita nuestro objeto de es- está clara, ¿1215-1277?—; el filósofo, teólogo y
tudio en relación con la evaluación y el tratamien- místico Raimon Llull —Mallorca, 1232-1315—;
to de los problemas/trastornos psicológicos que el médico Arnau de Vilanova —Xátiva, ¿1240?-
presentamos los seres humanos. Cada uno aborda 1311—; el humanista y filósofo Juan Luis Vives
una parte del todo que es el comportamiento; la —Valencia, 1492; Brujas, 1540—; el dominico y
unión de todos permite al psicólogo disponer de escritor Fray Luis de Granada —Granada, 1504;
un mapa de la realidad psicológica que, pese a sus Lisboa, 1588—; el médico Gómez Pereira —Me-
notables carencias, hace posible que nos podamos dina del Campo, 1500-¿1558?—; el médico Fran-
orientar, saber hacia dónde vamos, por qué elegi- cisco Vallés —Burgos, 1524-1592— o el boticario
mos esa dirección y cómo tenemos que desplazar- Bachiller Sabuco —Alcaraz, 1525-1588—). Por
nos, es decir, con qué tratamiento tenemos mayor ello, como recuerda Carpintero (2004), la mayoría
probabilidad de éxito. de los instrumentos y las teorías que sostienen
Lo que acabamos de describir tiene un carác- nuestro quehacer cotidiano son importados.
ter general en relación con los ámbitos geográfi- Nosotros, siguiendo un criterio estrictamente
cos, como el lector ha podido ver; pero, ¿qué ha cronológico, vamos a extractar algunas de estas
ocurrido en España respecto a la construcción aportaciones agrupadas en tres grandes catego-
de  la psicología científica?; ¿hay aportación es- rías, que hemos denominado precursores o ante-
pañola? cedentes históricos, fase de implantación (en la
Vamos a realizar una aproximación a la res- que distinguiremos un primer momento de gesta-
puesta a estas preguntas en el epígrafe que sigue. ción, seguido de otro de inicio que culmina con
Recuerde el lector que es preciso conocer de dón- la implantación propiamente dicha) y, por último,
de venimos para poder entender el porqué esta- la fase de consolidación y expansión, que define el
mos donde nos hallamos. La historia de la psico- momento que estamos viviendo en la actualidad.
logía española, la de sus personajes y sus logros,
constituye nuestros cimientos. Para profundizar
en esta cuestión particular el lector puede ver los 2.3.1. Precursores o antecedentes
trabajos de Carpintero (2004) y Saiz y Saiz (1996). históricos (orígenes 1936)

Tanto por los requerimientos cronológicos


2.3. EVOLUCIÓN DE LAS APORTACIONES como por su importancia histórica, el valenciano
AL DESARROLLO DE LA PSICOLOGÍA Juan Luis Vives (1492-1540) constituye el antece-
DESDE ESPAÑA dente histórico más notable (c.f. Campos, 1984;
Ullmann y Krasner, 1969 o Watson, 1915). Des-
Las aportaciones realizadas por los españoles taca sobre todo su concepción de la experiencia
a la psicología no están referidas sólo al momen- como fuente certera de conocimientos (frente a
to actual. Autores como Watson (1915), Ullmann los supuestos escolásticos en que se fundamenta-
y Krasner (1969), Zilboorg y Henry (1941) o, en- ba la construcción del conocimiento) y sus reque-

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102 / El ejercicio de la psicología aplicada

rimientos para la operacionalización de los con- año antes de introducir en los EE.UU. de Nor-
ceptos en términos conductuales concretos: «No teamérica las concepciones de Itard sobre la con-
nos importa saber qué es el alma, aunque sí, y en ducta anormal y su tratamiento. Además del mé-
gran manera, saber cómo es y cuáles son sus ope- rito que le corresponde por haber desarrollado un
raciones» (Tratado del Alma, 1538; p. 55 —toma- método original para la educación del lenguaje
do de Pérez-Álvarez, 1991; p. 51—). La relevancia en los sordomudos, la importancia de Jacobo Ro-
de sus aportaciones alcanza tanto al punto de vis- dríguez Pereira como precedente de la modifica-
ta clínico como al educativo. ción y terapia de conducta reside tanto en el em-
Antonio Gómez Pereira (¿1500-1558?) es con- pleo y el papel que concede al modelado de la
siderado el gran filósofo español de su época. En conducta verbal como al papel que le asigna a las
relación con nuestra disciplina, su relevancia se consecuencias que siguen a ésta en la relación in-
debe a que introdujo el estudio de los mecanismos terpersonal. Es muy interesante constatar cómo
automáticos del funcionamiento de la conducta, Rodríguez Pereira diseña una intervención que
circunscritos al mundo animal. Es un precursor permite aprender a sustituir el sentido del oído
del mecanicismo, el materialismo y el automatis- por el del tacto para lograr la autopercepción de
mo de las respuestas, «referidos solamente a los la palabra, a través de ejercicios de imitación y el
animales en su ser y actuar, ya que la voluntarie- moldeamiento (aproximaciones sucesivas).
dad es privilegio, en exclusiva, de los movimientos Hemos de dar un salto importante en el tiempo
de los hombres». para hallar a otros autores españoles cuyas apor-
Huarte de San Juan (1529-1588) ha sido con- taciones puedan ser relacionadas con la psicología
siderado uno de los «padres de la psicología», científica. Tal es el caso de los inspectores de edu-
y  los psicólogos españoles lo hemos adoptado cación Avendaño y Carderera (1859) en relación
como patrón. Debe toda su influencia y recono- con la modalidad de tratamiento psicológico que
cimiento a la única obra que escribió, Examen de hoy conocemos como «economía de fichas». En el
ingenios para las ciencias (editada en Baeza en capítulo IV (Avendaño y Carderera, 1859), desti-
1575). La obra de Huarte incluye el reconoci- nado a la disciplina, de su Curso elemental de pe-
miento del papel del ambiente en la determina- dagogía, los autores afirman que «Entre las recom-
ción de la respuesta (rendimiento académico). pensas que pueden dispensarse en las escuelas,
Siguiendo a Pérez-Álvarez (1991), aunque sólo ocupan el primer lugar los vales, por ser de natu-
fuera por justicia en relación con nuestros notabi- raleza aplicable a casi todos los alumnos» (p. 344).
lísimos y perspicaces escritores cuyo tema fue la Una página más adelante Avendaño y Carderera
picaresca, anónimos en unos casos —Lazarillo de detallan el sistema de cambio, así como otras me-
Tormes o Estebanillo González— o de muy reco- didas (centradas en el refuerzo social) conducentes
nocido e ilustre nombre y apellidos en otros (Cer- a la programación o diseño del ambiente escolar:
vantes con su Rinconete y Cortadillo), es preciso
subrayar (y en su caso hasta recomendar para el «Por manera, que sirviendo los billetes de
estudio de casos) la relevancia concedida por éstos punto de partida puede establecerse en una es-
al aprendizaje social, así como su elaborada y ha- cuela el sistema de premios siguiente:
bilidosa tecnificación de la conducta.
Jacobo Rodríguez Pereira (1715-1780) es el 1.º El niño que responda bien ganará uno
o varios puestos.
autor cuya memoria como padre de la logopedia
2.º El niño que gane el primer puesto ob-
reivindicó el francés Seguin (1847) un año des- tendrá la nota de primero.
pués de haber publicado este último el primer tra- 3.º El que se distinga por un progreso sos-
tado que se ha escrito sobre la discapacidad inte- tenido en el cumplimiento de sus deberes, o en la
lectual (Traitement moral, hygiénique et éducation adquisición de conocimiento, recibirá un vale o bi-
des idiots et des enfants arrierés) y, asimismo, un llete de satisfacción, que valdrá veinticinco puntos.

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Concepto de problemas y trastorno psicológico / 103

4.º El niño que se sostenga constantemen- consituye un intento muy avanzado para su tiem-
te el primero de su sección, cuando se le juzgue po de elaborar una psicología evolutiva. Estas
apto para pasar a la inmediata superior será pro- aportaciones permiten decir que Mata es una re-
clamado por el maestro. ferencia inexcusable en la naciente psicología de
5.º Si la conducta y trabajo de un niño son
mediados del siglo XIX, y son merecedoras de ser
ejemplares, el maestro escribirá una carta de sa-
tisfacción a la familia. consideradas como parte importante de la inci-
6.º El nombre de los mejores discípulos se piente ciencia.
escribirá en un cuadro o lista de honor, donde Francisco Giner de los Ríos (Ronda, 1839;
permanecerán hasta que cometan alguna falta Madrid, 1915), además de filósofo y pedagogo,
grave. una figura imprescindible en el desarrollo de la
7.º Si el niño hace una buena acción, el ciencia y la educación del siglo XIX, fue uno de los
maestro la recitará en voz alta, dándole alguna valores históricos de la psicología en España tanto
otra muestra de aprecio en presencia de sus de- por su propia influencia como por la canalizada
más compañeros. a través de algunos de sus discípulos (como Juan
Vicente Viqueira, Julián Besteiro, Martín Navarro
Los instructores podrán conceder a los dis-
Flores o Domingo Barnés), casi todos personajes
cípulos hasta tres puntos. Ellos mismos adquiri-
rán el derecho a cinco puntos, si llenan exacta- importantes de nuestra disciplina en los siglos XIX
mente sus deberes durante el día. El vigilante y y XX. Además de trabajos como La nerviosidad o
los inspectores adquirirán el derecho a diez pun- Sobre la idea de la personalidad, que ofrecen una
tos por el mismo concepto. idea clara sobre sus intereses en relación con nues-
Veinte y cinco puntos valdrán un billete de tra disciplina, destacan sus Lecciones sumarias de
satisfacción; diez billetes de satisfacción, una psicología, publicadas por primera vez en 1874, las
carta de mérito; diez cartas de mérito, un premio. que contienen la exposición ordenada de su pen-
Estos premios se cambiarán por objetos de samiento psicológico. Para él la psicología es la
valor y utilidad para los niños tres veces al año» ciencia del alma, lo que implica que el alma ha de
(p. 345).
ser conocida de acuerdo a las premisas de la cien-
Los billetes de satisfacción, que acreditan los
progresos morales e intelectuales de los discípu- cia, que él organiza en tres aproximaciones a su
los y se distribuyen al fin de cada semana para objeto de estudio: la psicología general, que trata-
llevarlo a sus familias, producen el excelente efec- ría del «análisis del alma en su concepto de uni-
to de interesar a los padres en la buena conducta dad», la psicología especial de «las tres actividades
y en los adelantamientos de sus hijos (...) y de particulares en que se desenvuelve y cumple su des-
conceder, si lo juzgan conveniente, a sus buenos tino: el pensar, el sentir y el querer», y la psicología
resultados, o por lo menos a sus esfuerzos, algu- orgánica, o de la unión orgánica de las otras dos.
na ligera recompensa» (pp. 344-345). Su pensamiento va derivando desde posiciones
fundamentalmente idealistas, propias del krausis-
Pere Mata (Reus, 1811; Madrid, 1877) es un mo, a planteamientos positivistas, en línea con el
médico forense para el que la psicología es la cien- pensamiento de investigadores como Wundt, Fech-
cia de las capacidades del alma. Mata parte del ner, Lotze, Helmholtz o Spencer. Esta evolución
supuesto de que el alma necesita para revelarse se ve reflejada en las modificaciones que va in-
condiciones materiales, hallándose éstas en el ce- troduciendo en sus primeros escritos, tal como
rebro, entendido como un órgano múltiple. En tal ocurre, por ejemplo, con la segunda edición de sus
integración predomina lo material sobre el com- Lecciones sumarias de psicología, publicadas en
ponente espiritual e intenta conseguir una clasifi- 1877, donde centra su atención en el componente
cación válida y fiable de las facultades humanas fisiológico de los problemas y en la importancia
por medio de la descripción del modo en el que del sistema nervioso en las respuestas de las per-
evolutivamente van apareciendo éstas. Su trabajo sonas.

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104 / El ejercicio de la psicología aplicada

Como decíamos líneas atrás, Giner de los preta la memoria como un mecanismo protector,
Ríos es relevante para la psicología tanto directa- que permite el conocimiento del pasado y su uso
mente, a partir de su propia obra, como desde su posterior; la inteligencia es un instrumento en
influencia, a través de la Institución Libre de En- cuyo desarrollo juega un papel fundamental el
señanza en la que se formarán algunos de los fu- lenguaje y que ha de ser interpretado mediante
turos psicólogos cuyas figuras resultarán trascen- conceptos.
dentes para nuestra disciplina, como Simarro o Entre sus discípulos destacan Gonzalo Rodrí-
Viqueira. guez Lafora, Martín Navarro y Juan Vicente Vi-
Luis Simarro Lacabra (Roma, 1851; Madrid, queira.
1921). Sus trabajos están presididos por una po- Santiago Ramón y Cajal (Petilla de Aragón,
sición monista y haeckeliana, es decir, positivista 1852; Madrid, 1934). Como tantos otros precur-
y evolucionista. En sus tesis doctoral (1875) abor- sores de la psicología española, Ramón y Cajal
da los elementos de mediación entre el organismo era médico, pero su obra ha resultado básica para
y su medio, relaciones que intenta explicar desde la investigación en psicología, especialmente en el
el contexto fisicoquímico. En 1902 obtiene la pri- estudio de las relaciones mente-cerebro. Entiende
mera cátedra de Psicología Experimental de la la psicología como una disciplina objetiva, cuyo
Facultad de Ciencias de la Universidad Complu- fin sería subordinar los actos psíquicos, reflejados
tense de Madrid. en la conciencia, a la serie paralela de fenómenos
Sitúa el pensamiento y la voluntad en las fun- físico-psíquicos que acontecen en las células, don-
ciones de la célula, en el sistema nervioso, lo que de se combinarían como equivalentes la histolo-
permite plantear la hipótesis de la existencia de gía psíquica con la psicología objetiva. En ellos
un psiquismo celular de carácter evolutivo, dado fundamenta la necesidad de una ciencia que una
que, por el principio de Haeckel, según el cual la los procesos de la conciencia, en la que lo psico-
ontogenia recapitula la filogenia, deberíamos en- lógico es para él fundamentalmente lo consciente,
contrar los principios de lo que va a ser el sustra- subordinado a la base material en la que se pre-
to psicológico de los organismos superiores. A par- senta. Su posición psicológica es asociacionista, y
tir de aquí mantiene que el desarrollo psicológico desde ésta entiende que el desarrollo psicológico
se fundamenta en la suma de conductas reflejas es el resultado del desarrollo de las vías de aso-
simples, que se enlazan de forma determinista y ciación que se dan en el proceso evolutivo, siendo
causal, en la línea de los trabajos de la escuela de los cambios cuantitativos y cualitativos el resul-
reflexología rusa y especialmente los de Schenov, tado del incremento creciente de la relación entre
quien sostenía que el reflejo fisiológico era el prin- las neuronas de asociación.
cipal fundamento explicativo de todas las res- En su interés por la psicología subyace el in-
puestas. tento de explicar desde la perspectiva histológica
Fue un hombre comprometido activamente los fenómenos que denominamos psicológicos.
en la política española. Debido a ello, sabemos Sus intereses van desde la psicología de los sue-
más de su pensamiento por lo que han informado ños, pasando por las causas del retraso de la con-
sus alumnos que por sus propias publicaciones. ciencia, hasta la atención de los procesos subjeti-
Así, su posición teórica definitiva la conocemos vos de orientación introspectiva (a través de la
por los apuntes del curso que imparte en 1904 y traslación de la funciones neuronales a manifes-
1905, recogidos por Juan Vicente Viqueria en su taciones psicológicas).
obra La psicología contemporánea (1930). Esta Ramón Turró i Darder (Barcelona, 1854-1926).
posición teórica es la funcionalista: la psicología Su relación con la psicología es tangencial, dado
es una «ciencia de hechos que constituyen el fluir que mantiene un planteamiento biológico con
de la conciencia» y que tiene por métodos la ob- el que pretende responder a un problema filosófico.
servación y la reflexión. Desde esa posición inter- Su importancia deriva de ser la cabeza más repre-

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Concepto de problemas y trastorno psicológico / 105

sentativa de la denominada escuela catalana, en cológico: Introducción a la psicología pedagógica


oposición a la escuela madrileña, representada por (Viqueira, 1919) y La psicología contemporánea,
Luis Simarro y sus seguidores. que aparecería en 1930, después de su muerte. In-
Mantiene una concepción homeostática del fluenciado muy probablemente por Giner de los
organismo, con claras influencias del fisiólogo Ríos y Simarro, se plantea realizar la fusión de la
francés Claude Bernard. Para él el equilibrio es el psicología alemana con la psicología experimen-
resultado de la satisfacción de necesidades espe- tal inglesa, lo que le lleva a entablar contacto con
cíficas generadas por la acción del organismo los investigadores más sobresalientes de estos dos
(como el hambre), las cuales requieren para su países: estudia en Berlín con Stumpf, viaja a Leip-
satisfacción sustancias específicas y respuestas de- zig para trabajar con Wuntd, etc. Pese a que no
finidas en su resolución. En el desarrollo de su logra su objetivo, la formación que adquiere hace
teoría mantiene una clara distinción entre sensa- que algunos de sus trabajos experimentales sean
ción (pasiva y receptiva) y percepción activa, con publicados allende las fronteras. Así, publica en
activación de los recuerdos, que incluye compo- el «Zeitschrift für Psychologie und Phisiologie der
nentes motrices. Su concepción de percepción in- Sinnesorganes», con el título Lokalisation und
consciente es similar a la de Helmholtz sobre la Einfaches Wiederekennen («Un nuevo factor de la
inferencia inconsciente, en la que se sostiene que memoria de identificación»), el cual sostiene que
el objeto percibido es exterior y real. Los procesos el reconocimiento de los objetos se basa en que re-
emocionales y afectivos los sitúa junto al conoci- conocemos los objetos si éstos se sitúan siempre
miento, apareciendo la emoción, ligada fundamen- en el mismo lugar; en cambio, dejaremos de ha-
talmente a las funciones endocrinas y procesos cerlo cuando cambian. Cuando regresa de Ale-
psíquicos, estableciendo una relación psicosomá- mania redacta una memoria sobre la enseñanza
tica a través de un mecanismo de condicionamien- de la psicología en las universidades alemanas,
to pavlovniano. Turró postula la existencia de una sosteniendo que el dominio de la psicología esta-
relación psicofisiológica entre el cuerpo y la psi- ba directamente relacionado con el dominio de
que, que incluye la percepción, las emociones y sus métodos. Más tarde se distancia del experi-
el pensamiento. Parte de su trabajo consistió en mentalismo alemán, porque considera que se pier-
intentar demostrar la existencia de tal base fisio- de en detalles, y entiende que la psique es un todo
lógica. que se debe abordar como tal.
Juan Vicente Viqueira (Madrid, 1886; La Co- Define la psicología como un saber introspec-
ruña, 1924) destaca por sus múltiples facetas de tivo («un estudio de la vida íntima»). Se opone al
filósofo, historiador y psicólogo. Es una de las asociacionismo y al elementalismo (lo importan-
figuras más interesantes de la psicología española te es el todo y no los elementos que lo conforman)
del siglo XX. Fue, como hemos indicado, discípu- y también al experimentalismo wundtdiano para
lo de Simarro en la Institución Libre de Enseñan- el que lo importante es el estudio de los elementos
za. Su formación se construye utilizando fuentes que configuran el todo.
tan variadas como Wundt, Bergson, Willians Ja- Quiso construir una psicología desde la filo-
mes, Brentano, Dilthey o Watson (de quien reali- sofía, desde la metafísica, entendiendo la activi-
za una documentada crítica), así como Freud, de dad de la conciencia. Pese a que la psicología en
quien opina que su teoría es una composición de tanto que disciplina científica se opone a la me-
«figuras retóricas». tafísica, sostenía que el sujeto empírico y el tras-
Su aportación al mundo de la psicología es cendente eran lo mismo, y que las modificaciones
reducida en cantidad, pero muy relevante en ca- de la conciencia eran estados de la sustancia (del
lidad por la originalidad de su planteamiento. alma).
Destacan sobre todo dos de sus libros, en los que Gonzalo Rodríguez Lafora (Madrid, 1886-
se hallan los fundamentos de su pensamiento psi- 1971), psiquiatra y neuropatólogo cuya relevancia

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106 / El ejercicio de la psicología aplicada

se debe tanto a sus aportaciones a las ciencias del Augusto Pi i Sunyer (Barcelona, 1879-1965),
comportamiento como al hecho de ser uno de los discípulo de Turró y miembro destacado de la es-
científicos que favorecieron el establecimiento de cuela de Barcelona. Su influencia se extiende a
las primeras bases de carácter institucional de la través del trabajo de Mira y López, uno de sus
psicología española. discípulos más brillantes.
A Rodríguez Lafora le corresponde también Pi defiende las hipótesis asociacionistas. En sus
el mérito de haber utilizado por primera vez en trabajos se constata la influencia de Pavlov, Richet,
1917 la expresión «modificación de conducta» Bidder, Claude Bernard, Bechterev, Cannon o
(Reig, 1989). Además de ello, Lafora se adelantó Schmidt, hecho que le llevó a sostener que el
a su tiempo en la consideración del uso de la re- organismo es una unidad funcional cuya función
tirada de atención («consiste en saber cuándo no primordial es vivir; todas sus partes, orgánicas o
ver ni oír» —p. 550—) como tratamiento de pro- funcionales, tienen como único fin el desarrollo de
blemas de conducta que debe siempre preceder a esa unidad funcional. El componente o unidad psi-
la aplicación del castigo (relegado en cualquier cológica estaría sostenido en la unidad nerviosa
caso a la segunda línea de elección). Aún más, en que, a su vez, estaría sustentada por la unidad bio-
sus consideraciones sobre el castigo como trata- química. Dicho de otro modo, a través de la filoge-
miento de los problemas de conducta se incluye nia se iría construyendo el proceso de unidad orgá-
la relación entre contingencia y eficacia del trata- nica, comenzando por lo bioquímico para terminar
miento, los aspectos evolutivos y variables especí- en lo psíquico, donde el control va pasando evolu-
ficas de cada persona. En palabras de Lafora, las tivamente de un plano de orden inferior a otro su-
reglas del castigo pueden resumirse en «(1.ª) el perior (bioquímico, nervioso, psicológico) que cul-
castigo debe seguir inmediatamente a la falta; (2.ª) minaría en la unidad funcional, que es el individuo.
debe ser proporcionado a la edad, el temperamen- En el orden inverso, lo cerebral influiría sobre lo
to y la sensibilidad; (3.ª) ha de ser seguro, es decir, visceral y ambos estarían influidos por lo psíquico.
ejecutado sin vacilaciones» (p. 552 —la cursiva es Mercedes Rodrigo Bellido (Madrid, 1891; San
nuestra—). Juan de Puerto Rico, 1982) es una de las precur-
Lafora también preconiza la necesidad de uti- soras en España de la psicología científica aplica-
lizar el ejemplo como procedimiento de aprendi- da a la educación especial, la orientación profesio-
zaje, y considera que las causas del «retraso men- nal y la organización del trabajo. Se le condidera
tal» y de la «deficiencia moral» hay que buscarlas la primera psicóloga española. Su título en psico-
en factores puramente ambientales (malos ejem- logía fue expedido por la Universidad de Ginebra
plos, consumo excesivo de alcohol por parte de en 1923. A su regreso a España trabajó en la Es-
los padres, abandono de los hijos, mala educa- cuela Nacional de sordomudos y ciegos de Ma-
ción, miseria, etc.), además de en la herencia y drid. Entre 1927 y 1936 fue asistente del director
otras variables biológicas. del Instituto Nacional de Psicotecnia de Madrid.
Las aportaciones de Lafora al mundo de la Entre 1931 y 1939 trabajó como psicóloga en la
psicología son múltiples, realizadas desde distin- clínica de la Corte Juvenil, y entre 1936 y 1937 en
tas posiciones teóricas, desde la neuroanato- el Hogar de Delincuentes de la misma ciudad. En
mía y la neurohistología, la psicopatología y la 1936 fue nombrada directora del Instituto Nacio-
psicopedagogía infantiles. Rechaza la importan- nal de Psicotecnia, cargo que ocupó hasta 1939.
cia que Freud da al sexo en la infancia, así como Entre sus trabajos destaca en el contexto psicoló-
la interpretación simbólica de los sueños. Res- gico la Introducción al estudio de la Psicología,
pecto de la personalidad, defiende la necesidad publicada en 1949, cuando ya estaba exiliada en
de una visión global y holística de la persona, en Colombia.
consonancia con los postulados filosóficos de Emilio Mira y López (Santiago de Cuba, 1896;
Ortega. Brasil, 1964), licenciado en medicina en la Uni-

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Concepto de problemas y trastorno psicológico / 107

versidad de Barcelona con premio extraordinario ca tanto las actividades como el aspecto subjetivo
en 1917, a los 20 años de edad, doctorándose tam- o Yo. Mantiene que el individuo no vive aislado
bién con premio extraordinario en la Universidad porque pertenece a un grupo es sujeto y objeto de
de Madrid en 1923. Es considerado el psicólogo acciones, por lo que también influye en el medio;
exiliado español más brillante, pese a que su es- por otro lado, también postula la existencia de un
pecialidad era la psiquiatría. Pertenece al grupo conflicto de fuerzas que tienen un sentido, una
de psicólogos de renombre internacional que tu- dirección (vector), por lo que la psicología puede
vieron que exiliarse tras la guerra que provocó el ser definida también como el estudio del dinamis-
golpe de estado del 18 de julio de 1936. Su interés mo vectorial biológico (véase www.miraylopez.
por todo lo que tuviera que ver con la psicología com/espanol.htm).
hace que se preocupe por todas las escuelas emer- Emilio Mira y López es nuestro último gran
gentes en su época: conductismo, psicoanálisis, psicólogo del exilio. Cuando muere ya estaba muy
psicología experimental, etc. Dentro de su gran avanzada la fase de restauración o reimplantación
producción destaca la publicación en 1932 de su de la psicología científica en España. Sin embar-
Manual de Psicología, pero el trabajo que real- go, él también participó activamente en este que-
mente le da renombre internacional es Psychiatry hacer, en la medida en que su condición de exilia-
in War, publicado en 1943. De todas sus aporta- do era tolerada por los representantes del golpe
ciones, la más importante es la creación del diag- de estado contra la República que todavía gober-
nóstico miokinético o PMK, una prueba de per- naban España.
sonalidad reconocida internacionalmente que fue
presentada en 1939 ante la  Royal Academy of Entre las muchas cosas que caben ser destaca-
Medicine de Londres, cuando se hallaba becado das de esta fase de la historia de la psicología en
por el Maudsley Hospital (Mira, 1940). Esta España nosotros vamos a subrayar dos: el rigor con
prueba ha sido objeto de más de 300 estudios y el que casi todos los predecesores tratan la cuestión
tesis doctorales y continúa siendo aplicada con del método con el que debe abordarse el objeto de
éxito en la actualidad (véase Tous, 2009; Tous y estudio de nuestra disciplina, y el hecho de que casi
Viadé, 2002). todos tuvieron una formación de carácter biomé-
Su concepto de la psicología está impregnado dico antes que psicológica. Ambas cuestiones están
por la idea de la unidad psicosomática del indivi- plenamente vigentes en la actualidad.
duo. Sostiene la existencia de un doble aspecto en
la actividad psíquica, el relativo a la conciencia y
el de la conducta, ambos complementarios, pero 2.3.2. Fase de restauración/implantación
con el predominio del plano subjetivo, que, según de la psicología científica
él, es el que permitiría que podamos referirnos al
plano objetivo de la conducta. Concede también Esta fase resume tanto los acontecimientos
gran importancia a la dimensión social en la cons- que de forma directa e indirecta han contribuido
trucción del yo: «no es posible comprender un yo a la implantación de nuestra disciplina entre no-
sin los tú con los que mantiene relación»; es decir, sotros, como las aportaciones más relevantes de
lo psicológico emerge de lo fisiológico y alcanza carácter específico que se han realizado en este
su plenitud en lo social, en la adaptación del hom- mismo sentido durante el período comprendido
bre al mundo que le rodea, siguiendo un curso de entre 1939 y 1979.
complejidad creciente. En 1955 delimita su con-
cepción de la psicología indicando que ésta se in- Primer momento: restauración. Hablamos de
teresa por el estudio del comportamiento de los primer momento, no de fase, porque estimamos
seres vivos, tanto interna como externamente. que si se quiere hablar de restauración con propie-
Para él, el objeto de estudio de la psicología abar- dad es en tanto que subfase (1939-1969) de un

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108 / El ejercicio de la psicología aplicada

período más amplio en el que se va produciendo construcción de la psicología científica en nuestro


en España la implantación de los hallazgos empí- país. Esta es probablemente su gran aportación, la
ricos y los desarrollos teóricos que han tenido lu- cual realiza junto a un grupo de jóvenes investiga-
gar en otras áreas lingüísticas y geográficas, en dores, entre los que se hallan Alfonso Álvarez Vi-
relación con la psicología científica en general y la llar, Juan García Yagüe, José Antonio Forteza,
modificación y terapia de conducta en particular. Jesusa Pertejo, José Luis Pinillos, Francisco Seca-
Este primer momento se caracteriza por la casi das, Miguel Siguán, Manuel Úbeda, Mariano Yela,
inexistencia de investigación en el contexto univer- etc., que a la postre serían los encargados de desa-
sitario, tras el desastre que para la ciencia españo- rrollar la nueva psicología científica española.
la supuso el golpe de estado, la Guerra Civil y el En 1953 se funda la Escuela de Psicología de
exilio de nuestros intelectuales más capaces. la Universidad de Madrid, a la que seguirá once
Desde el punto de vista académico e institu- años después la creación de la Escuela de Psico-
cional cabe subrayar en primer lugar dos de las logía de la Universidad de Barcelona y cuatro
múltiples contribuciones a la psicología del mala- años más tarde, en 1968, el establecimiento de los
gueño José Germain: la aparición de la Revista de estudios de la licenciatura en Psicología en Ma-
Psicología General y Aplicada en 1946 y la creación drid y Barcelona. En 1968 el Profesor Ramón Ba-
de la Sociedad Española de Psicología en 1952. yés empieza a utilizar en sus clases el texto pro-
Germain nace en Málaga y estudia el bachi- gramado de Holland y Skinner (1961) El análisis
llerato en Bélgica. Cursa medicina en la Univer- de la conducta y José Fernández de Castro lee y
sidad de Madrid. Sus preferencias por la neuro- defiende su tesis doctoral: La aportación de B. F.
psiquiatría le relacionan con Rodríguez Lafora, Skinner al origen y primer desarrollo de la ense-
el cual le transmite las ideas de Ramón y Cajal y ñanza programada (1953-1963). Ya en 1969 ve la
Luis Simarro. Después de un período de forma- luz la colección de la Editorial Fontanella Con-
ción en el extranjero, donde entabla contacto con ducta Humana, dirigida por los profesores Ramón
personalidades como Sicard, Dumas, Alajouani- Bayés, Juan Massana y José Toro, en la que se
ne, Janet y Tolouse en París; Claparède en Gine- incluyen, desde la perspectiva del modelo conduc-
bra y Köhler y H. Rüpp en Berlín, vuelve a Espa- tual, las obras de autores tan relevantes como
ña y comienza a trabajar con Rodríguez Lafora Graziano, Kozloff o Skinner.
en el Sanatorio Neuropático de Carabanchel y en
el Instituto para la Reeducación de Inválidos del Segundo momento: inicio. Abarca desde 1970
Trabajo. Allí conoce a Mercedes Rodrigo. hasta 1974. Durante estos cinco años ya empiezan
Dentro de los cargos desempeñados por José a producirse hechos importantes que posibilita-
Germain cabe destacar en 1929 el de redactor jefe rán finalmente la implantación de la terapia/mo-
del los Archivos de Neurobiología, por lo que su- dificación de conducta en España. Así, por ejem-
pone de reconocimiento profesional y académico, plo, en 1972 Wilma Penzo pone en marcha en
así como su nombramiento, en 1931, como Jefe Palma de Mallorca, en el colegio «Luis Vives», un
Médico de Psiquiatría e Higiene Mental de la Di- laboratorio operante para el análisis del compor-
rección General de Sanidad y el de profesor de tamiento en niños; Víctor García-Hoz Rosales
psiquiatría y psicología en la Escuela Nacional imparte dos cursillos sobre «Aplicación del con-
de Sanidad, en 1932, cargos en los que permaneció dicionamiento operante a la práctica educativa»,
hasta 1936 que abandona España. Su vuelta se en el ICE de la Universidad Complutense de Ma-
produce en 1946, año en el que funda la Revista drid. Entre 1972 y 1973 se inicia la aplicación en
de Psicología General y Aplicada. En 1948 es nom- Barcelona del modelo de Wilma Penzo. En 1973
brado director del Departamento de Psicología Climent Giné y Enriqueta Garriga forman un
Experimental en el Consejo Superior de Investiga- grupo de trabajo en la escuela de educación espe-
ciones Científicas, desde donde comienza la re- cial «Sants Inocents», centrado en la modifica-

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Concepto de problemas y trastorno psicológico / 109

ción de conducta con niños y adolescentes, y en — 1976. Año en que el profesor Felipe An-
1974 Manuel Morales aplica las técnicas de mo- gulo imparte por primera vez una asignatu-
dificación de conducta en una escuela de Ronda ra con el título de Técnicas de modificación
(Málaga), a fin de someter a contrastación empí- de conducta en la Universidad Compluten-
rica su eficacia en proceso de instrucción perso- se de Madrid.
nalizada y de evaluación continua. — Curso 1976-1977. Durante este curso las
Otros acontecimientos relevantes de este se- profesoras Teresa Salvat y Carmina Salda-
gundo momento son: a) la celebración del IV ña también imparten por primera vez en
Congreso Nacional de Psicología, celebrado en la Universidad de Barcelona una discipli-
Barcelona en 1973, entre cuyas mesas redondas na denominada Técnicas de modificación
se incluye por primera vez una sobre «Técnicas del comportamiento.
de modificación de conducta»; b) la publicación — Año 1977: Bartolomé, Carrobles, Costa y
en este mismo año (1973) del libro de Fernández Del Ser publican La práctica de la terapia
de Castro La enseñanza programada: línea Skin- de conducta, primer libro original de auto-
ner, primera obra original de autor español en la res españoles sobre las aplicaciones clíni-
que se describen los fundamentos de la modifica- cas de la modificación y terapia de con-
ción de conducta, y c) el ciclo de conferencias so- ducta. Su importancia en nuestro contexto
bre «Terapia de conducta», celebrado en 1974 en deviene de su carácter modélico en rela-
la Universidad Complutense de Madrid y dirigi- ción con la sistematización de la práctica
do  por José Luis Pinillos, en el que intervienen de la modificación de conducta.
Víctor García-Hoz, Vicente Pelechano y el propio — 1979. Este es el año en el que se constituye
José Luis Pinillos. la primera asociación de modificadores/
terapeutas de conducta de España: la So-
Tercer momento: la implantación propiamente ciedad Valenciana de Análisis y Cambio
dicha. Esta subfase abarca el período comprendi- de Conducta. También en este año la Sec-
do entre 1975 y 1979, siendo 1975 un año muy ción de Psicología de la Universidad de
importante, dado el gran número de eventos que Granada celebra sus Jornadas Internacio-
tienen lugar. Veamos la cronología de algunos de nales sobre Análisis y Terapia de Conducta.
los principales hechos de este período: en 1975 se
celebra en Madrid el I Symposium sobre Apren-
dizaje y Modificación de Conducta en Ambientes 2.3.3. Fase de consolidación y expansión
Educativos, en Palma de Mallorca la V Conferen-
cia Anual de la European Association of Behavior Este período tiene su inicio en 1980 y se pro-
Therapy, y el profesor Vicente Pelechano presenta longa hasta nuestros días. Se caracteriza por la
el número 0 de la revista Análisis y Modificación aparición de nuevas asociaciones, la realización
de Conducta. En 1976 se celebra ya en Valladolid de nuevos congresos y el incremento tanto de la
el V Congreso Nacional de Psicología, y entre este investigación como de la aplicación de la modifi-
año y 1979 visitan España distintos autores rele- cación/terapia de conducta con niños y adoles-
vantes que imparten cursos, seminarios y confe- centes a nuevos campos. Entre los hechos más
rencias, como Emilio Ribes, profesor de la Univer- notables, cabe destacar la creación en 1980 del
sidad Autónoma de México, o Valentine Dmitriev, Colegio Oficial de Psicólogos (Ley 43/1979 de 31
del Instituto para el desarrollo del niño adscrito de diciembre), por el papel que ha desempeñado
a la Universidad de Washington y del que fue fun- y sigue jugando en el desarrollo y la instituciona-
dador S. W. Bijou en 1948. lización de la psicología en España. La importan-
Otros acontecimientos relevantes indirectos cia del COP ha sido crucial, no sólo porque agru-
tienen lugar en: pa a más de 50.000 psicólogos colegiados, sino

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110 / El ejercicio de la psicología aplicada

porque, con su creación, conlleva el empuje que la yor y Francisco Javier Labrador (Mayor y Labra-
psicología aplicada necesitaba. Además, el COP dor, 1984); los dos volúmenes sobre aplicaciones
se ha constituido en uno de los agentes de la mo- de la modificación de conducta editados un año
dernización de la psicología en el mundo de habla más tarde por el profesor José Antonio Carrobles
española a través de la celebración de congresos (Carrobles, 1985) con el título de Análisis y modi-
nacionales e internacionales (entre los que se in- ficación de la conducta, y el primer libro de casos
cluye el iberoamericano), el mantenimiento de clínicos Aplicaciones clínicas de la evaluación y
publicaciones periódicas, algunas de las cuales se modificación de conducta. Estudio de casos, coor-
hallan recogidas en las bases de datos internacio- dinado por los profesores Diego Macià y Fran-
nales más exigentes, colaborando en el manteni- cisco Xavier Méndez, publicado en 1988 (Macià
miento de la formación continua de sus colegia- y Méndez, 1988). Estas publicaciones permiten
dos, etc. constatar que tanto el modelo conductual como
Asimismo, hay que destacar que en 1981 y el método científico se empiezan a conformar
1984 se celebran en Alicante y Málaga el Congre- como excelentes soportes del trabajo aplicado de
so Internacional sobre Psicología y Procesos de los psicólogos españoles.
Socialización, organizado por la Sociedad Valen- Si en la década los ochenta fue ya notable el
ciana de Análisis y Cambio de Conducta, y el I número de publicaciones sobre terapia/modifica-
Symposium Nacional sobre la Importancia de las ción de conducta realizadas por autores espa-
Terapias Cognitivo-Conductuales en la Psicopa- ñoles, en la de los noventa y en la primera del
tología Infanto-Juvenil. siglo XXI la progresión ha sido cuanto menos arit-
Otros acontecimientos indirectos relevan- mética.
tes de este período son: a) en el ámbito asociati- Lo que ha sido y es la psicología científica
vo, la fundación de cuatro nuevas asociaciones de española lo podemos sintetizar muy bien utilizan-
modificadores/terapeutas de conducta: Asocia- do las palabras de Helio Carpintero (Infocop,
ción Española de Terapia del Comportamiento 2009d): «Piénsese que hacia 1950 había en nuestro
—AETCO— (1980), Societat Catalana de Reçer- país una revista de psicología, la Revista de Psi-
ca y Terapia del Comportament (1983), Asocia- cología General y Aplicada que fundó el Dr. José
ción Española de Psicología Conductual (1989) y Germain, y un par de revistas de psicología clíni-
Asociación Española de Terapia Cognitivo-Con- ca y médica sostenidas por importantes escuelas
ductual Social (1989), y b) la celebración del I psiquiátricas. Hoy, hay unas cien revistas psicoló-
Congreso Nacional de la AETCO en la ciudad de gicas, y varias de ellas electrónicas, lo que repre-
Málaga. senta un crecimiento muy considerable».
Por lo que respecta a las publicaciones, hemos De hecho, desde hace ya algún tiempo no re-
de destacar el libro coordinado por la profesora sulta pretencioso sostener que «La psicología es-
Rocío Fernández Ballesteros y el profesor José pañola (...) es internacional, científica (...) y está
Antonio Carrobles, publicado en 1981, Evalua- contribuyendo eficazmente al acervo de conoci-
ción conductual. Metodología y aplicaciones (Fer- mientos de la psicología mundial» (Ardila, 1991;
nández-Ballesteros y Carrobles, 1981); la obra p. XXII). Abundando en ello, el Profesor Helio
Técnicas de modificación de conducta. Aplicaciones Carpintero subraya que:
a la psicopatología infanto-juvenil y a la educación
especial, de los profesores Jaime Rodríguez Sacris-
«En estos momentos, tenemos una psicolo-
tán y Jerónimo Párraga Pérez, publicado en 1982 gía científica que está al nivel de la que se hace
por el Servicio de Publicaciones de la Universidad en los países avanzados de nuestro entorno. Hoy
de Sevilla (Rodríguez y Párraga, 1982); la apari- hay ya investigadores de nombre internacional
ción en 1984 del primer Manual de Modificación que vienen a trabajar a nuestros departamentos
de Conducta, editado por los profesores Juan Ma- para colaborar con lo que aquí se hace, al tiem-

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Concepto de problemas y trastorno psicológico / 111

po que siguen saliendo nuestros jóvenes investi- a) Sistematizar nuestro conocimiento me-
gadores a trabajar en los centros más importan- diante el establecimiento de relaciones.
tes de fuera. b) Explicar los hechos por medio de hipó-
En el último congreso internacional, de casi tesis.
ocho mil psicólogos, en Berlín, este verano del
c) Incrementar nuestro saber a través de la
2008, hubo diez o doce conferenciantes españo-
les, muchos simposios organizados por españo- contrastación de tales hipótesis.
les, con participantes de numerosos países, y eso d) Aumentar las posibilidades de replicabi-
quiere decir que nuestra ciencia está a nivel con lidad de nuestros hallazgos.
lo que hoy se hace en el mundo. e) Ofrecer un mapa del estado actual de
Y, en lo profesional, nuestra organización nuestro conocimiento en relación con
profesional de psicólogos es una de las mayores nuestro objeto de estudio.
y más importantes del mundo. f ) Orientar nuestra investigación.
Digo todo esto no para que nos refugiemos
en los laureles, sino para recordar que todo ello Es decir, los modelos y las teorías son artefac-
supone una responsabilidad, un reto, el de seguir
tos o construcciones lógicas, sin las que camina-
y seguir luchando por la ciencia y la profesión
en nuestro campo» (Infocop, 2009d). ríamos a ciegas, tanto en la investigación de labo-
ratorio como en la de campo y en las aplicaciones
de los hallazgos; por ello se afirma con frecuencia
2.4. LA IMPORTANCIA DE LA TEORÍA que lo más práctico es un buen modelo teórico,
cuando no podamos disponer de una buena teo-
«Conocer las condiciones bajo las cuales ría. Por ello, uno de los objetivos fundamentales
nace un fenómeno nos capacita para reproducir- de toda disciplina científica es, sin duda, la cons-
lo o suspenderlo a nuestro antojo, y nos hace trucción de modelos y teorías: sin modelo ni teo-
dueños de él, explotándolo en beneficio de la ría no puede haber ciencia; esta idea estuvo en el
vida humana» (Ramón y Cajal, 1920, p. 3). origen del desarrollo inicial del actual modelo
cognitivo-conductual y de su arsenal de estrate-
La relevancia de la teoría, unida al rigor me- gias y técnicas para la intervención psicológica.
todológico, resulta imprescindible en la construc- Las teorías o modelos se elaboran para inten-
ción de una disciplina si quiere ser calificada tar explicar de manera sistemática los diferentes
como científica. Ahora bien, recuérdese que la fenómenos naturales que pertenecen a un determi-
adopción de un modelo o el desarrollo de una nado dominio de conocimiento. En nuestro caso,
teoría no supone otra cosa que utilizar un esque- el dominio es el comportamiento humano y los
ma lógico que pueda resultarnos útil a la hora de diferentes fenómenos hacen referencia al princi-
comprender la realidad, resolver problemas y dar pio del condicionamiento clásico, a la ley del efec-
respuesta a las demandas de las personas. to formulada por Thorndike y dotada de funda-
En nuestro caso, el modelo teórico cognitivo- mento empírico y experimental por Skinner, al
conductual está basado en los supuestos episte- fenómeno del modelado o al relativo a la trans-
mológicos y metodológicos que constituyen su misión de información. Respecto al papel de la
esquema lógico, e intenta dar respuesta a los pro- transmisión de la información, pedimos al lector
blemas que nos planteamos, pese a que, conocien- que medite sobre su efecto al hilo del recuerdo
do nuestras limitaciones, sepamos que no podre- sobre cómo huían despavoridos los neoyorkinos
mos dar respuesta a todas nuestras preguntas/ cuando, representando la Guerra de los Mundos
problemas, ni solución a todas las demandas que de George Wells, Orson Welles unía a la narra-
se formulen. Sin embargo, el reconocimiento de ción/dramatización radiofónica el mundo de sen-
tales limitaciones no implica que no estemos en saciones desencadenado por la partitura interpre-
condiciones de: tada por una orquesta de cámara; asimismo, le

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112 / El ejercicio de la psicología aplicada

solicitamos compare este hecho con el efecto so- los que le son más propios: los generados por
bre la  respuesta de las leyendas que figuran im- la psicología del aprendizaje (humano y animal)
presas en el paquete de tabaco (por ejemplo, «Fu- y la psicología experimental (de laboratorio y
mar mata»). clínica).
Volviendo a nuestro tema principal, hay que Desafortunadamente, esto no ha sido siempre
indicar que, siendo cierta la existencia y utilidad así (véase Vila y Fernández-Santaella, 2004, pp.
de la metodología inductiva, una ciencia no pue- 34-42), pese a que desde el inicio se formulara
de limitarse a la mera recogida de datos obtenidos explícitamente la vinculación entre la psicología
mediante la observación de los hechos (fase des- clínica (investigación realizada en el ámbito apli-
criptiva), sino que tiene que elaborar teorías y cado) y la psicología experimental (investigación
modelos explicativos, que son los que confor- experimental de laboratorio). Así, en la fase ini-
marán un resumen del conocimiento del fenóme- cial o de fundamentación teórica del modelo cog-
no que estudia, el cual permitirá generar y formu- nitivo-conductual, la huida del mentalismo previo
lar hipótesis contrastables. Las teorías y los y de su falta de rigor científico llevó a los modifi-
modelos, en su defecto, cumplen distintas funcio- cadores/terapeutas de conducta a una crítica ge-
nes que, como hemos visto, hacen posible que nérica de toda propuesta en la que se utilizaran
cada disciplina científica vaya construyendo pau- conceptos cognitivos para explicar el comporta-
latinamente el corpus teórico que orienta, funda- miento; se trató por igual al psicoanálisis, a las
menta y guía su progreso. terapias humanistas y a la psicología experimen-
No hay que olvidar que lo que ha caracteri- tal cognitiva que tenía por objeto el estudio del
zado a la modificación/terapia de conducta, es procesamiento de la información.
decir, a la psicología clínica científica, es el rigor En esta etapa, las respuestas encubiertas y las
en la evaluación de su propia eficacia, el énfasis conexiones internas estímulo-respuesta parecían
puesto en el uso de la metodología experimental. resultar suficientes para explicar el comporta-
Fue esta posición la que le permitió presentarse miento manifiesto, pero con el devenir del tiempo
como alternativa a los procedimientos tradiciona- se constató que esto no era así. De hecho, duran-
les de la psicoterapia y alcanzar los progresos que te el proceso de fundamentación metodológica
hoy presenta. Por ello, si no prestamos la atención concurren dos acontecimientos que, desde nues-
debida a esta característica de nuestro quehacer, tro punto de vista, terminarán llevando al mode-
hemos de ser conscientes de que ello puede mar- lo conductual (enfoque operante y neoconductis-
car el inicio de la decadencia de la psicología clí- ta) a su crisis y cuasi divorcio con la psicología
nica científica. experimental de laboratorio: la urgencia plantea-
En nuestro caso, el modelo cognitivo-conduc- da por los problemas/trastornos clínicos y el po-
tual y la modificación/terapia de conducta, en sitivismo lógico. La primera da lugar a que la in-
tanto que desarrollos teórico y aplicado de la psi- vestigación pase a ser fundamentalmente aplicada,
cología científica en el estudio del comportamien- clínica (modificación/terapia de conducta), rele-
to humano, deben saber hacer suyos los hallazgos gando a un segundo plano el interés por la inves-
(relativos a su objeto de estudio) producidos en tigación experimental de laboratorio; el segundo,
el ámbito del conocimiento científico (por ejem- el positivismo lógico, sostiene e impone de mane-
plo, desde la psicofisiología, la neuropsicología, ra extrema que las teorías científicas sólo tienen
la psicología social, la psicopatología evolutiva, sentido si se pueden verificar a través de la obser-
etcétera), así como de los avances en otras parce- vación. Ambos propician que los psicólogos con-
las del conocimiento como la biología, la estadís- ductuales (operantes y neoconductistas) realicen
tica o las aplicaciones derivadas de los avances en cada vez menos investigación de laboratorio, por
la electrónica y la informática (por ejemplo, la lo que progresivamente se van alejando de los mo-
realidad virtual o Internet), pero sin dejar de lado delos emergentes, especialmente del relativo al

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Concepto de problemas y trastorno psicológico / 113

procesamiento de la información, dado que la introducción de tratamientos aparentemente no-


asunción de conceptos cognitivos no mensurables, vedosos como el mindfulness (Vallejo, 2006) o la
con un elevado nivel de inferencia, entra en con- hipnosis despierta (Alarcón y Capafons, 2006),
tradicción con el positivismo lógico. pese a que, como indican Juan Capafons y Car-
Como consecuencia, la importancia de la fun- men Sosa (Capafons y Sosa, 2006), y nosotros
damentación teórica se relega a un segundo plano compartimos, lo que tienen de nuevo realmente
y se enfatiza más si cabe la relevancia del método: no va más allá de un cambio de actitud (¡que no
la comprensión y explicación se supeditan al con- es poco!): «lo que hay de nuevo es una actitud,
trol y a la predicción. Lo relevante es que los tra- más que un conjunto de “técnicas”. Nuevas, en el
tamientos derivados de su aplicación sean efica- sentido de inéditas o no existentes anteriormente,
ces, siendo en muchas ocasiones secundario saber no son. Mismos perros con distintos collares,
por qué son eficaces. Se abandona progresivamen- tampoco. Una nueva actitud y sentido de la tec-
te la investigación con animales que, en el contex- nología, eso, según nuestra opinión, sí» (p. 102).
to de la psicología comparada, había producido También ha habido intentos de reconceptua-
tan excelentes resultados y que todavía los sigue lización del modelo cognitivo-conductual desde
generando en la investigación experimental reali- fuera, es decir, desde la psicología experimental
zada en el marco del procesamiento de la infor- del procesamiento de la información (Foa y Ko-
mación (recuérdese a Wolpe o Skinner, por ejem- zak, 1985) y desde la psicología experimental del
plo). Todo ello lleva a que en los nuevos aprendizaje animal (O´Donohue, 1998).
desarrollos cognitivo-conductuales lo relevante Desde estas nuevas posiciones, la clave del
sea el contenido (expectativas, autoverbalizacio- aprendizaje es la formación de representaciones
nes, imágenes, atribuciones, etc.), relegándose a o  imágenes mentales de las asociaciones y no la
un segundo plano el papel de los procesos rela- adquisición de respuestas concretas; se usa el con-
cionados con la atención, la percepción, el archi- cepto de predicción respecto al ambiente para
vo y la recuperación de la información en la me- describir lo que se aprende, no el de cambio con-
moria, etc. ductual; es decir, el concepto de contingencia (per-
Hoy nos hallamos en una tercera fase, la de la cepción de correlaciones entre sucesos del ambien-
reconceptualización, en la que se intenta recobrar te o de las respuestas con éstos) sustituye al de
el compromiso inicial: la vinculación entre la in- contigüidad (Vila y Fernández-Santaella, 2004).
vestigación de laboratorio y la investigación clí- La explicación de la eficacia de algunos trata-
nica, entre la eficacia de un tratamiento y su(s) mientos como la terapia cognitiva de Beck se cen-
porqué(s). Ello se pone de manifiesto en la for- tra en la modificación de los esquemas, las distor-
mulación actual del modelo cognitivo-conductual, siones y los contenidos cognitivos, mientras que
que recoge la reformulación neoconductista (con la terapia racional emotivo-conductual de Ellis se
las ampliaciones del concepto de estímulo, res- centra en la sustitución del pensamiento irracio-
puesta y las variables mediacionales como la his- nal por el racional. En ambos casos, las variables
toria de aprendizaje, las atribuciones, etc.), la re- relevantes para el mantenimiento del problema/
conceptualización que se ha producido en el trastorno psicológico son de orden cognitivo.
enfoque operante (así, Kantor, 1967 o Ribes, Ahora bien, hemos de recordar al lector que
1990) y que ha dado lugar a la propuesta de nue- esta nueva posición en relación con el concepto
vas modalidades de tratamiento como la psicote- de predicción y sus implicaciones a la hora de
rapia analítica funcional (Pérez-Álvarez, 1996), estudiar el comportamiento humano complejo no
la activación conductual (Pérez-Álvarez, 2007) y, invalida ni excluye, desde nuestro punto de vista,
aunque no está muy claro, a la denominada tera- toda la evidencia empírica y experimental acumu-
pia de la aceptación y el compromiso (Hayes, Stro- lada; la nueva posición complementa los enfoques
sahl y Wilson, 1999; Wilson y Luciano, 2002), la existentes, y es posible que, en algún caso, con el

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114 / El ejercicio de la psicología aplicada

devenir del tiempo, los resultados de la investiga- Por todo ello, en la delimitación actual de los
ción nos permitan reinterpretar los hallazgos con problemas y trastornos psicológicos es necesario
los que ya contamos, pero sólo eso (aunque no que previamente hayamos definido, con el mayor
sea poco). rigor posible, nuestro objeto, la unidad de análi-
Por todo ello, desde nuestra posición, la res- sis, de acuerdo con nuestra concepción del com-
puesta como objeto de estudio e investigación portamiento humano (teoría o modelo explicati-
unida a sus antecedentes y consecuentes (conti- vo), para posibilitar la réplica de nuestra actuación
güidad) sigue vigente. En este sentido, cabe re- tantas veces como fuera necesario y contribuir así
cordar que, como indicaba Santiago Ramón y a la fundamentación y al desarrollo de nuestra
Cajal, «la crítica científica se justifica solamente disciplina.
entregando a cambio de un error una verdad» Teoría y rigor en el uso del método son dos
(Ramón y Cajal, 1920; p. 21). Hasta tanto no se condiciones necesarias para que nuestra discipli-
produzca esa «entrega», la estación actual (el na siga ganando prestigio tanto en el ámbito del
modelo teórico cognitivo-conductual) será una conocimiento científico como de la sociedad a la
estación válida, aun cuando con el devenir del que sirven nuestros conocimientos. Es decir, re-
tiempo pueda no resultar la estación término ni torno al punto de partida: investigación experi-
hoy cumpla las expectativas de todos los que ac- mental de laboratorio e investigación en el con-
ceden a ella con la intención de iniciar o conti- texto clínico, con desarrollo teórico y aplicado.
nuar su viaje en el estudio del comportamiento Para terminar este epígrafe proponemos al
humano. lector que reflexione sobre las siguientes cuestio-
En síntesis, hoy la psicología que se construye nes, que entendemos relevantes para su propia
en el ámbito del modelo cognitivo-conductual es ubicación en el contexto de este epígrafe: ¿se pue-
científica, porque en su día los estudiosos del de asumir hoy que la utilidad práctica es la prue-
comportamiento supieron afrontar el reto que su- ba de la verdad de una proposición?, ¿es cierto
ponía huir de la especulación filosófica y some- que el fin del pensamiento es guiar la acción?,
terse a las reglas del método que unifica toda la ¿qué es más importante, el origen o el efecto de
ciencia; es decir, observar, plantear problemas en una idea?
términos operativos, formular hipótesis (descrip-
tivas primero, causales después), diseñar procesos
de verificación de las hipótesis contrastables que 2.5. PROBLEMA Y TRASTORNO:
sean replicables (método hipotético-deductivo; DELIMITACIÓN ACTUAL
diseños) y hallar regularidades con las que poder
ir construyendo o validando un cuerpo propio de Hoy podríamos delimitar el concepto de pro-
conocimientos sobre por qué el comportamiento blema psicológico como el resultado de la evalua-
humano muestra las propiedades que descriptiva- ción por parte de la propia persona, de otros o de
mente podemos constatar. Sin el rigor metodoló- ambos, del comportamiento de la primera, en la
gico, ello no hubiera sido posible porque no ha- que se constata la ocurrencia de sufrimiento o pa-
bría podido darse la opción de réplica de los decimiento subjetivo en ésta y en muchos casos
hallazgos informados/observados, y sin réplica no también en quienes le rodean. Este sufrimiento
hay validación posible de los supuestos teóricos puede ser descrito como: «desasosiego», «apatía»,
ni ciencia. Pero todo ello tampoco hubiera podi- «tristeza», «sentimiento o pensamiento desagra-
do ser sin la guía de una teoría o, en su defecto, dable o aversivo», «miedo», etc., pero que no lle-
que es nuestro caso, sin la formulación de mode- ga a interferir de manera significativa en el desa-
los explicativos, de artefactos lógicos; sin éstos rrollo de su actividad cotidiana. Es decir, puede
nuestra actuación sería «ciega», iríamos a tientas, seguir haciendo todo o casi todo lo que hacía,
procediendo por ensayo y error. pese a que lo pase mal cuando lo hace.

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Concepto de problemas y trastorno psicológico / 115

El problema puede ser el resultado: Desde nuestro punto de vista, el trastorno


psicológico puede definirse como el resultado de
a) De una inadecuación de la respuesta al la consolidación y generalización (cronificación)
medio (comer como si ya no fuese a haber del problema psicológico. Se caracteriza por el
más comida, masticar hojas de coca en la hecho de que, además de producir sufrimiento a
Puerta del Sol de Madrid como si se es- quien lo presenta y a aquellos con los que éste
tuviera ascendiendo al Machu-Pichu o se relaciona, interfiere de manera significativa en
tomar un combinado de alcohol mientras su vida o en la de aquellos con los que interac-
se opera una apendicitis). túa. Para su consideración como tal se requiere
b) Del exceso o defecto de los valores espe- en general que el problema psicológico que lo ha
rables para la respuesta en su intensidad generado haya estado presente durante una can-
(habla tan bajo que no se le oye; grita tan- tidad de tiempo suficiente como para que la per-
to que no hay quien esté a su lado), en su sona haya tenido la oportunidad de enfrentarse
frecuencia (no sale, está aislado en casa; a él y superarlo con sus propios medios o con
hay que opositar para verle en casa) o de ayuda especializada; esta duración suele estar
la duración (cuando habla es tan escueto en  la mayoría de los casos en torno a los seis
que no se entiende lo que quiere decir; meses, pero hay problemas psicológicos que se
cuando toma la palabra no se acuerda de consideran trastornos transcurrido un mes des-
que los demás también podrían querer de  su inicio hasta el momento del diagnóstico
decir algo al respecto), todo ello en rela- (v. gr., el mutismo selectivo). Pese a la artificia-
ción con cada contexto cultural y de lidad de este consenso, la duración del problema
acuerdo con la edad de quien responde y desde su inicio hasta su consideración como
el medio en el que lo hace. trastorno es un dato que nos permite y facilita
la comunicación entre profesionales y con las
De no ser resuelto el problema psicológico, instituciones.
con o sin ayuda, puede constituir la antesala del Por último, el trastorno psicopatológico se
trastorno, pudiendo presentarse en cualquier ám- puede definir como un constructo o categoría
bito de la vida (véase figura 2.7). El psicólogo conceptual que incluye trastornos del comporta-
debe valorar muy bien parámetros tales como la miento de orden puramente psicológico, de natu-
intensidad del sufrimiento informado, la red de raleza estrictamente biológica, resultado del efec-
apoyo social con la que cuenta la persona, la ex- to de los primeros en los segundos o de éstos en
periencia previa en el afrontamiento de situacio- aquéllos, y los denominados síndromes, cuyo ori-
nes problemáticas, etc., para orientarla hacia el gen se supone pluricausado.
enfrentamiento en solitario o sugerirle la ayuda Pese a que el trastorno psicopatológico se ins-
profesional. criba dentro de la concepción biopsicosocial de
Los programas de prevención (Macià, Mén- la que actualmente participa la psicología, el psi-
dez y Olivares, 1993b) tienen como objeto dotar cólogo debe tener conocimientos suficientes para
a la persona de recursos (conocimiento teóricos, discriminar entre aquellos que son estrictamente
habilidades y destrezas) con los que impedir que psicológicos, los que siendo psicológicos tienen
aparezcan o mediante los que hacer frente a los su origen en un problema biomédico, o los que
problemas psicológicos cuando no se ha podido tienen un origen estrictamente biológico (diag-
evitar que se presenten; en general, su contenido nóstico diferencial). Este conocimiento es im-
se orienta hacia la vulnerabilidad de la persona prescindible para delimitar la actuación propia y
por su historia de aprendizaje, las circunstancias la del psiquiatra. En un problema de naturaleza
en las que ha de desenvolverse, el tramo evolutivo psicológica, la participación del psiquiatra, caso
en el que se halla, etc. de tener que producirse, debe estar subordinada

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116 / El ejercicio de la psicología aplicada

¿Se ha producido una demanda relacionada con el malestar/padecimiento


psicológico: desasosiego, tristeza, miedo excesivo, pérdida de autocontrol…?

¿Hay quejas relativas a que ya no puede hacer lo que antes hacía?


¿Interfiere de manera significativa el malestar en el quehacer cotidiano de la persona?

Problema psicológico

¿Ha transcurrido más tiempo del consensuado en los manuales de psicopatología


desde el momento en que se sitúa el inicio de la queja hasta el de la primera entrevista?

No Sí

¿Con la información disponible se puede ¿Con la información disponible se puede


excluir la existencia excluir la existencia
de un problema biomédico? de un problema biomédico?

No Sí No Sí

Aplicar estrategias Trastorno


Excluir para la prevención Excluir psicológico

Aplicar estrategias Aplicar estrategias


para la de evaluación
intervención y tratamiento

Figura 2.7.—Secuencia del proceso de detección y diagnóstico del trastorno psicológico.

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Concepto de problemas y trastorno psicológico / 117

a los requerimientos del tratamiento psicológico decimiento de un cáncer, ambos profesionales


y a la evolución de sus efectos; si el problema es deberán unir esfuerzos y coordinarse para que el
de orden biológico, entonces el psicólogo subor- paciente esté lo antes posible en las mejores con-
dinará su actuación a los requerimientos del tra- diciones para hacer frente a su problema de salud
tamiento psicofarmacológico; si se trata de un física, el cáncer.
problema psicológico derivado de un problema Una vez que hemos delimitado conceptual-
biomédico, como por ejemplo un cuadro depre- mente el problema/trastorno psicológico, veamos
sivo generado a partir del conocimiento del pa- con más detalle cómo se constata su existencia.

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El proceso de constatación de la existencia
de un problema/trastorno psicológico 3
«Adoptar un modelo de intervención no supone otra cosa que hacer uso
de un esquema lógico que, partiendo de determinados supuestos epistemológi-
cos y metodológicos, resulte útil a la hora de resolver problemas humanos, sin
olvidar que ningún modelo dará respuesta por sí solo a todas las demandas ni
soluciones a todos los problemas.»

FERNÁNDEZ-BALLESTEROS, 1994.

«Es esencial que el personal (...) sepa si el éxito es debido a sus recomen-
daciones, o si lo es, en todo o en parte, debido a algún factor imprevisto surgi-
do de la situación y evolucionado con ella (...)
Un éxito tiene también la necesidad de ser analizado y explicado ulterior-
mente.»

ANDERSON, 1935, p. 166.

Cuando alguien solicita ayuda al psicólogo ría únicamente de más ejemplos para abundar en
para sí mismo o para otro de quien tiene que ser la necesidad de seguir escrupulosamente todas y
legalmente responsable, es necesario, en primer cada una de las fases (y pasos) que el proceso o
lugar, verificar en qué medida la demanda respon- protocolo requiere del psicólogo, para que se pue-
de a necesidades reales. Muchas veces no tiene el dan obtener conclusiones con una alta probabili-
problema aquél para el que se solicita la ayuda, dad de ser válidas y fiables. Este proceso es el que
sino que el problema lo tiene la persona solicitan- conocemos como intervención psicológica.
te; en otras ocasiones ni siquiera existe tal proble- A continuación, antes de adentrarnos en el
ma, porque lo que pretende el solicitante es obte- proceso en sí, vamos a recordar algunas cuestio-
ner algún tipo de informe del psicólogo que le nes que estimamos necesario tener presentes y
permita justificar o argumentar razones psicoló- claras para comenzar esta tarea.
gicas en asuntos pendientes con la justicia, la pa-
reja, la familia o consigo mismo. Otras veces la
demanda responde a la existencia de un problema 3.1. ALGUNAS CONSIDERACIONES
psicológico, pero no el que la persona pensaba. PRELIMINARES
En fin, podríamos poner múltiples ejemplos para Dimensión vs. categoría
justificar la necesidad de proceder a una valora-
ción rigurosa de la existencia del problema por el Como recordará el lector, páginas atrás reto-
que se nos pide que intervengamos, pero se trata- mábamos una cita ya antigua de Eysenck, Wake-

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field y Friedman (1983), en la que estos autores de evaluación y tratamiento de manera determi-
se preguntaban: «¿Tiene sentido, en realidad, tra- nante.
bajar con pruebas dirigidas a asignar individuos
a categorías (...) cuando (...) toda la evidencia Valoración psicológica vs. biomédica
apunta hacia un sistema de medida dimensional tradicional o psiquiátrica
y no categórico?» (p. 168).
Volvemos a esta cita de Eysenck et al. (1983) El diagnóstico biomédico tradicional o psi-
porque sus interrogantes siguen vigentes. Es más, quiátrico también ha evolucionado. Así, por ejem-
la respuesta a su pregunta es que no tiene senti- plo, ya sólo se requiere que de un listado de 13
do para un psicólogo asignar personas a catego- respuestas alteradas para el diagnóstico de cuadro
rías con el fin de adscribirlas a un tratamiento. de ataques de pánico el paciente cumpla al menos
Pese a que categorizar sea una forma de proceder un número mínimo: 4; es decir, se asume el con-
para progresar en la construcción de una ciencia, cepto de dimensión aunque sea únicamente de
en psicología la utilidad de la categoría biomédi- forma implícita. Es más, también se recomienda
ca en sí misma, sin tener en cuenta la dimensio- que se establezcan grados de su intensidad (leve,
nalidad, queda actualmente relegada a la comu- moderado y grave) en la formulación diagnóstica
nicación con las instituciones y, en ocasiones, [Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastor-
entre profesionales. ¿Por qué? Porque los datos nos Mentales (DSM-IV-TR); Asociación Ameri-
confirman lo que ya se intuía hace más de un cana de Psiquiatría (APA, 2000)]. Es verdad que
cuarto de siglo: los problemas y trastornos psico- tales grados no están referidos de manera explíci-
lógicos son de naturaleza dimensional, no categó- ta a la intensidad de las respuestas aisladamente
rica. Cuando los psicólogos utilizamos diferencia- consideradas o del patrón de respuestas alteradas
les semánticos o escalas del tipo Liker, por poner en su conjunto, pero también se aproxima mucho
dos ejemplos, estamos haciendo referencia a esa a este último.
dimensionalidad, a que los problemas psicológi- Pese a los avances considerables hacia la con-
cos no son variables discretas sino continuas, a vergencia con el enfoque psicológico, al menos des-
que su cuantificación no puede hacerse en térmi- de la Asociación Americana de Psiquiatría, desde
nos de «todo» (existe) o «nada» (no existe). El nuestro punto de vista las limitaciones del diagnós-
reduccionismo de «está deprimido» y se le trata tico biomédico siguen en parte presentes porque
o «no está deprimido» y no se le trata no hace están en la base de su reduccionismo. Esto es así
referencia a la realidad: un trastorno depresivo, porque se sigue considerando el trastorno psicoló-
por poner un ejemplo, presenta en su evolución gico como una enfermedad «mental», que no se
un gradiente que va desde «estar bien» a «estar diferencia del trastorno psicopatológico de orden
algo triste», «un poco triste», «bastante triste», biológico o físico, con todo lo que esta posición
«muy triste», «completamente triste», etc., grados conlleva, como hemos podido ver. Las respuestas
dentro de la dimensión que a su vez correlacionan aprendidas, que son en sí mismas el problema para
significativamente con la cuantía del sufrimiento los psicólogos, o una parte fundamental del proble-
o padecimiento subjetivo informado, con el grado ma cuando el trastorno no es de naturaleza pro-
de interferencia en el desarrollo de la actividad piamente psicológica, en el ámbito de las catego-
cotidiana, con la frecuencia de la producción de rías biomédicas son «síntomas» de algo interno
respuestas cognitivas desadaptadas (sentimientos cuyo funcionamiento está alterado y que da lugar
de soledad e inutilidad, por ejemplo), con la in- a la enfermedad «mental» —a imagen y semejanza
tensidad y la frecuencia del llanto o de los pensa- de la enfermedad física—.
mientos negativos catastrofistas, con el grado de Lo que la psiquiatría trata son las supuestas
indefensión ante el propio estado, etc. Todo ello causas de orden físico o químico que se supone
va a condicionar la planificación de las estrategias responsables de la existencia de los «síntomas»,

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El proceso de constatación de la existencia de un problema/trastorno psicológico / 121

siendo ello lo que realmente delimita su objeto de na, como veremos más adelante, con un análisis
estudio y el campo que éste determina. Por ello se funcional que nos permite formular objetivos e
emplean, fundamentalmente, productos químicos, hipótesis de intervención centrados en las varia-
los psicofármacos, de los que se espera sean capa- bles que desencadenan y mantienen el problema
ces de restaurar los desequilibrios de orden bioquí- o trastorno aquí y ahora.
mico a los que se atribuye «el síntoma» o, depen- También es preciso recordar que la estrategia
diendo del caso, procedimientos físicos, como las que se sigue en la construcción de la psicopatolo-
operaciones para extirpar la supuesta causa bioló- gía psicológica, frente a la psiquiátrica (DSM y
gica o, en otro orden de cosas, el electroshock, que CIE), incluye la elaboración de modelos explica-
utilizado de acuerdo con su protocolo se considera tivos (dimensionales) frente al diseño de categorías
que resulta útil en algunos casos en los que los diagnósticas o como complemento imprescindible
tratamientos (psicológicos, químicos y físicos) no de éstas.
han logrado eliminar el trastorno.
La estrategia psicológica es otra, porque nues- Enfermedad vs. trastorno psicológico
tro objeto de estudio y el campo que delimita son
también otros. La psicología científica, en su apli- Aunque es conocido de todos que una enfer-
cación al ámbito clínico, no contempla todavía, medad física producida por una invasión bacte-
salvo excepciones como la terapia cognitiva de riana o viral, por la alteración o deterioro del
Beck y los conceptos de esquema o distorsión funcionamiento de un órgano o un sistema, pue-
cognitiva, la existencia de constructos subyacen- de producir un problema psicológico, generalizar
tes que sean responsables de la respuesta inade- el concepto de enfermedad física al de trastorno
cuada, inapropiada o desadaptativa de la persona. psicológico es poco coherente y menos aún con-
Ahora bien, cuando utiliza categorías o construc- secuente con el contenido del propio concepto.
tos, lo hace agrupando respuestas en base a su Ambos son de naturaleza distinta, presentan de-
frecuencia, duración o intensidad, las cuales ac- sarrollos distintos y requieren modalidades dis-
túan como correlatos dentro de una dimensión. tintas de tratamiento.
El problema/trastorno psicológico al que se Como ya señalaba Erwin (1978), en este sen-
enfrenta el clínico es lo que hace la persona cuan- tido, salvo en la psicosis, los datos disponibles no
do piensa, siente o actúa. Es decir, nuestro pro- apoyan la aceptación del modelo biomédico, y la
blema no son las categorías diagnósticas, sino las mayoría de los problemas tratados por psiquia-
respuestas y las variables que las desencadenan tras y psicólogos clínicos difieren claramente en
y/o mantienen en cada situación concreta. El pro- uno o más aspectos del concepto tradicional de
blema/trastorno resulta del producto de los me- enfermedad. Este autor recoge como característi-
canismos de aprendizaje que suponemos se han cas básicas de la enfermedad física el hecho de
establecido entre elementos propios de la persona, que los síntomas están fuera del control de la per-
los de la situación y la respuesta o respuestas que sona, la incapacitan o producen sufrimiento, se
se producen en ella. Ahora bien, esas respuestas, deben o implican cambios en los tejidos del cuer-
en una situación concreta, son dimensionales, y en po o en el funcionamiento de los sistemas bioló-
cuanto tales pueden variar y varían significativa- gicos y hacen referencia a un conjunto relativa-
mente en su intensidad, frecuencia y duración: no mente específico. De hecho, así lo constatan
es lo mismo permanecer callado que no dejar de también las clasificaciones internacionales de las
hablar, hacerlo con voz tenue o gritando, mirando instituciones médicas y psiquiátricas más influ-
a quien se habla o hacia otro lado, pensar en algo yentes. Tal es el caso del sistema oficial de clasifi-
varias veces que no poder dejar de hacerlo, etc. cación de la Organización Mundial de la Salud
El modo que tiene el psicólogo de concretarlo es (OMS, 1992), que en su Clasificación Interna-
a través de un proceso de evaluación, que culmi- cional de las Enfermedades y Problemas Relacio-

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122 / El ejercicio de la psicología aplicada

nados con la Salud (CIE-10), en su Capítulo V, así es; hemos dicho riesgos, que habrá que inten-
relativo a los trastornos mentales y del compor- tar prever y controlar hasta donde sea posible.
tamiento, señala que: Para comenzar hemos de recordar que siem-
pre se evalúa a personas en tanto que individuos
«el término “trastorno” se usa a lo largo de la únicos, aunque el modo como se aplique o realice
clasificación para evitar los problemas que plan- la evaluación pueda ser de uno en uno o colecti-
tea el utilizar otros conceptos tales como “en- vamente.
fermedad” o “padecimiento”. Dicho término se Ahora bien, si la evaluación se hace para de-
utiliza para indicar la presencia de un compor- terminar la existencia de un trastorno y luego tra-
tamiento o de un grupo de síntomas identifica-
tar a la persona en el contexto de un grupo con
bles en la práctica clínica, que en la mayoría de
los casos se acompañan de malestar e interfieren
ese mismo trastorno, entonces el proceso se suele
con la actividad del individuo» (pp. 25-26). simplificar. En este caso, la evaluación se realiza
para determinar si la persona cumple con los re-
quisitos que requiere el modelo teórico que explica
De igual modo, la Asociación Americana de
la génesis, desarrollo y mantenimiento del proble-
Psiquiatría (APA), en su Manual Diagnóstico y
ma/trastorno en las situaciones en las que el tras-
Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM-IV;
torno se presenta (véase por ejemplo Olivares y
APA, 1995) ya evitaba el uso del concepto «enfer-
Caballo, 2003). El modo de proceder varía según
medad» para los problemas y trastornos de la
se trate de una intervención diseñada en el marco
conducta, refiriéndose a éstos como:
comunitario o en un contexto clínico.
En el marco comunitario se aplican en grupo
«... un síndrome o patrón comportamental o psi-
cológico de significación clínica, que aparece una o más medidas de autoinforme, es decir, prue-
asociado a un malestar (por ejemplo, dolor), a bas de lápiz y papel estandarizadas que miden la
una discapacidad (así, deterioro en una o más frecuencia, duración, intensidad, adecuación, etc.,
áreas de funcionamiento) o a un riesgo signifi- de las respuestas de la persona en una o más si-
cativamente aumentado de morir o de sufrir do- tuaciones representadas por los ítems o elementos
lor, discapacidad o pérdida de libertad. Además, que lo integran; una vez corregidos los autoinfor-
este síndrome o patrón no debe ser meramente mes estandarizados, se entrevista individualmen-
una respuesta culturalmente aceptada a un acon- te a todos aquellos cuyas puntuaciones han supe-
tecimiento particular (v. gr., la muerte de un ser rado los puntos de corte previamente establecidos
querido). Cualquiera que sea su causa, debe con-
en estudios previos, los cuales representan una
siderarse como la manifestación individual de
una disfunción comportamental, psicológica o determinada magnitud cuantificada generalmente
biológica. Ni el comportamiento desviado (p. ej., en desviaciones estadísticamente significativas
político, religioso o sexual) ni los conflictos entre respecto del promedio del grupo normativo.
el individuo y la sociedad son trastornos menta- La aplicación de la entrevista individual tiene
les, a no ser que la desviación o el conflicto sean como objetivo verificar si, además de tener pun-
síntomas de una disfunción» (p. XXI). tuaciones elevadas en la medida de los autoinfor-
mes, también cumplen los criterios establecidos
Evaluación individual vs. grupal para el diagnóstico de un trastorno psicológico
concreto (tanto psiquiátricos como psicológicos,
¿Se procede igual cuando hay que evaluar a si los hubiera —recuérdese que los primeros sir-
una sola persona que cuando se tiene que evaluar ven para la comunicación y los segundos para
un grupo que presenta el mismo problema? orientar el tratamiento—); de no ser así, se trata-
Determinar la existencia o no de un problema ría de análogos clínicos, es decir, de personas con
o trastorno psicológico no es una tarea fácil ni elevadas puntuaciones en los instrumentos psico-
está exenta de riesgos. ¿Hemos dicho riesgos? Sí, lógicos que miden el trastorno pero que no pre-

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El proceso de constatación de la existencia de un problema/trastorno psicológico / 123

sentarían las condiciones mínimas que el consen- do), facilita el trabajo de los observadores (pue-
so requiere para el diagnóstico del trastorno. En den visualizar la grabación en el horario que
este último caso, si además de presentar puntua- deseen) y evita, cuando no hay ventana de obser-
ciones elevadas el problema psicológico genera vación, las dificultades que conlleva el uso de es-
sufrimiento en otros y/o padecimiento subjetivo pejos uni o bidireccionales para situar a los obser-
en quien lo presenta, el cliente será remitido/asig- vadores en lugares que no interfieran el desarrollo
nado a un grupo de entrenamiento con el fin de de la prueba observacional, la cual ha de trans-
ayudarle a superarlo, y el tratamiento se derivará currir de la forma más cercana a las condiciones
de las variables que el modelo teórico de referen- naturales que se pueda.
cia considera relevantes en el mantenimiento de En otras ocasiones, la intervención en el mar-
problema. Si se cumplen los criterios requeridos co comunitario es estrictamente preventiva. En
para el diagnóstico, se sigue aplicando el proto- este caso la evaluación previa al inicio de las se-
colo de entrevista con el que estemos trabajando siones de entrenamiento persigue determinar
para valorar el grado de interferencia, la intensi- individualmente los recursos teóricos (conoci-
dad y la generalización del trastorno, la comor- mientos) y prácticos con los que cuentan los po-
bilidad asociada, etc. Un ejemplo de formato de tenciales miembros del grupo, con el fin de valo-
entrevista diagnóstica basada en criterios psiquiá- rar la pertinencia del entrenamiento en cada caso
tricos lo constituye Anxiety Disorders Interview y los logros del entrenamiento (comparaciones
Schedule, la basada en los criterios requeridos por pretest-postet-seguimientos).
el ADIS-IV (APA, 1994) y elaborada por Di Nar- En el contexto clínico, la evaluación es gene-
do, Braun y Barlow (1994). ralmente individual e individualizada, es decir,
La situación deseable, desde el punto de vista diseñada ad hoc; la determinación de la existencia
psicológico, es complementar los datos generados del problema/trastorno se realiza tanto mediante
por las medidas obtenidas de los autoinformes el uso de entrevistas clínicas al afectado y otros
con pruebas observacionales de carácter indivi- allegados relevantes —la esposa, padres, profeso-
dual. En este tipo de intervenciones comunitarias res, etc.—, como utilizando autorregistros, prue-
ello depende generalmente del tiempo y los me- bas observacionales y, en su caso, grabaciones
dios disponibles, así como de que las personas audiovisuales, tal como se ha indicado en el pá-
implicadas den su conformidad. Estas pruebas rrafo anterior. Si se verifica que se cumplen los
permiten el registro de las respuestas de la perso- criterios que constatan la existencia de un trastor-
na en una situación artificial que simula en la me- no psicológico, entonces tendremos que recoger
dida de lo posible las condiciones naturales (alta información que nos permita poner a prueba la
validez ecológica). El registro puede hacerse en hipótesis de semejanza (desviaciones significativas
directo mediante observadores independientes respecto de los promedios del grupo normativo
previamente entrenados o en diferido; en este úl- de referencia —«puntos de corte»—), las de aso-
timo caso, se graba con medios audiovisuales todo ciación predictiva y las cuantitativas. Como se
lo que acontece durante el desarrollo de la prueba verá con más detalle en el epígrafe 3.3, estas dos
observacional, siguiendo unos criterios previa- últimas modalidades de hipótesis, las de asocia-
mente establecidos, y posteriormente se visualiza ción predictiva y las cuantitativas, se sustentan en
y registra de manera independiente por dos o más asociaciones contrastadas empíricamente en estu-
observadores previamente entrenados para ello. dios previos (las primeras), y las segundas en la
Siempre que resulte posible hay que optar por la medida en que se presentan respuestas problemá-
grabación, porque permite una observación más ticas o inadecuadas por exceso o defecto. El tra-
rigurosa (se puede ver una secuencia tantas veces tamiento se podrá realizar individualmente, gru-
como se entienda necesario hasta estar convenci- palmente o iniciando un tratamiento individual
do de que se registra lo que realmente ha ocurri- que luego terminará con la incorporación de la

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124 / El ejercicio de la psicología aplicada

persona al grupo, o en su caso, combinando el torno psicológico en estos tramos evolutivos, se


tratamiento en grupo con sesiones individuales. tengan en cuenta criterios tales como el enfoque
normativo, la validación social, el grado de ajus-
Evaluación de menores y ancianos mayores te actual y el pronóstico futuro del comporta-
miento, en unos casos, mientras que en otros se
Englobamos en este apartado a dos grupos de ha sugerido un conjunto de preguntas referidas a
personas, los niños/adolescentes y los ancianos aspectos sustantivos relacionados con el hipotéti-
muy mayores, cuya característica común sería la co problema/trastorno psicológico. Así, entre las
dependencia legal explícita o implícita de otros relativas al exceso o defecto de ocurrencia de una
adultos más jóvenes o de sus padres, tutores u respuesta, se hallan la destreza en el desempeño
otras figuras de autoridad. de una habilidad, el papel del funcionamiento
La delimitación del problema/trastorno psico- cognitivo en la determinación de los excesos y/o
lógico en las personas que integran estos dos co- defectos que presenta la respuesta o las habilida-
lectivos presenta peculiaridades dentro del proce- des para modular las respuestas (cognitivas, psi-
so de valoración de la existencia de un problema/ cofisiológicas y motoras) bajo el efecto de dife-
trastorno psicológico que requieren una aproxi- rentes circunstancias emocionales (véanse figuras
mación en esta consideración preliminar. 3.1 y 3.2). La pretensión es que tales interrogantes
A pesar de que puede parecer obvio para la puedan servir de guía a la hora de determinar la
mayoría de los estudiosos del comportamiento existencia o no de un problema/trastorno psico-
humano que éste debe valorarse en el marco del lógico en estas etapas de la vida.
contexto evolutivo, sólo recientemente le estamos Hay que valorar en primer lugar el grado de
prestando una mayor consideración a esta cues- control que se ejerce sobre la propia respuesta.
tión básica (Ezpeleta, 2005; Fernández-Balleste- Así, se puede hablar de interiorización cuando
ros, 2008 y 2009). supuestamente hay un exceso de control interno,
De hecho, todo el que desee emprender el es- que lleva a que no se manifieste un comporta-
tudio de los problemas de conducta en estos es- miento que sí muestran los miembros de su grupo
tadios de la vida habrá de enfrentarse, entre otras, de edad en el contexto cultural en que se hallan,
a dos cuestiones centrales a la hora de valorar y o bien que lo manifieste pero con una frecuencia
enjuiciar el carácter adaptativo o desadaptativo muy baja o con poca destreza. Se puede catalogar
de un comportamiento: a) valorar la respuesta en de exteriorización/externalización la existencia de
el contexto del desarrollo (normas de conducta un déficit en el control interno, es decir, cuando
propias de cada intervalo de edad), y b) conocer los parámetros topográficos de la respuesta o res-
el curso del desarrollo de los problemas de con- puestas objeto de evaluación exceden de las nor-
ducta (al menos de los más frecuentes). La deter- mas sociales relativas a la deseabilidad, la adecua-
minación de una respuesta como problemática a ción o la aceptación del grupo al que pertenece.
estas edades conlleva disponer de información En segundo lugar habría que preguntarse por
previa con la que responder a preguntas tales las relaciones entre el problema/trastorno psico-
como: ¿el problema que plantea el adulto que so- lógico, las distorsiones cognitivas o la existencia
licita ayuda es también un problema para quien de deficiencias en el procesamiento de la informa-
se supone que lo tiene?, ¿en qué medida afecta, ción (por ejemplo, percepción incorrecta de men-
por ejemplo, a su desarrollo físico y social, a su sajes o déficits de atención).
estabilidad emocional, a su autonomía o a la ad- En tercer lugar se sugiere indagar por el modo
quisición/mantenimiento de pautas de comporta- en el que las habilidades y las destrezas modulan
miento propias de su edad?, etc. tanto las respuestas manifiestas como las encu-
Distintos autores han propuesto que, a la hora biertas, en situaciones con distintos grados de im-
de valorar inicialmente la existencia de un tras- plicación y distintas circunstancias emocionales.

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El proceso de constatación de la existencia de un problema/trastorno psicológico / 125

Situar la respuesta

En el contexto del desarrollo,


En el curso evolutivo
¿se desvía la respuesta
de los problemas/trastornos
de la persona de lo esperado
psicológicos más frecuentes
respecto de:

Estándares El curso evolutivo


Estándares
de su grupo cultural esperado para su edad
propios de su edad?
y de edad? y grupo cultural?

Pese a la existencia de desviaciones,


¿la respuesta es adecuada para la situación en la que se presenta?

Figura 3.1.—Detección de desviaciones significativas.

Respuestas

Manifiestas o públicas Encubiertas o íntimas


(observables) (autoobservables)

Criterios Deficiencias Control ejercido


de validación social en el procesamiento sobre las respuestas
y ajuste actual y futuro de la información emocionales

En distintas situaciones,
Percepción Déficit con presencia/ausencia
Exceso Defecto
incorrecta atencional de otras personas

Autocontrol
mostrado

En todo caso,
¿las respuestas son adecuadas o inadecuadas a la situación?

Figura 3.2. Detección de alteraciones de orden cuantitativo.

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126 / El ejercicio de la psicología aplicada

Pero la valoración de la existencia de un pro- última de problema/trastorno conlleve necesa-


blema/trastorno psicológico se complica aún más, riamente:
si cabe, si se tiene en cuenta la especificidad de la
respuesta. Así, por ejemplo, en contra de lo que
a) La elaboración/consulta de juicios nor-
se espera en muchas ocasiones, los humanos pre-
mativos acerca de si el comportamiento
sentamos distintas formas de comportamiento
que presenta la persona constituye una
ante diferentes personas y en distintas situaciones,
desviación de las pautas estándares evo-
siendo tanto más cierto cuanto más nos acerca-
lutivas.
mos a los extremos del curso evolutivo (infancia
b) Una variación en relación con un grupo
y ancianos muy mayores). Ello hace que, por
de referencia pertinente.
ejemplo, no todo el mundo que convive o interac-
c) Una respuesta inapropiada en el contex-
túa cotidianamente con un(a) chico(a) del que se
to  evolutivo a los requerimientos de la
nos ha dicho que tiene un problema, esté de
situación.
acuerdo ni en la consideración del comportamien-
d) Una desviación inesperada del curso pre-
to problemático como tal ni en su gravedad, su-
visto en la evolución individual.
poniendo que aceptase esta calificación y no la
negase. Por ello, el grado de acuerdo de otros ni-
ños/adolescentes o adultos (padres, abuelos, tíos, En consecuencia, para poder valorar la con-
profesores...) en la valoración de la respuesta pue- ducta en el contexto de su desarrollo (normas de
de presentar acuerdos mínimos o incluso posicio- conducta propias de cada intervalo de edad) y
nes encontradas. Si tenemos en cuenta que en los medio sociocultural en el que se presenta, es pre-
ancianos también puede presentarse la especifici- ciso que conozcamos el curso del desarrollo de
dad de la respuesta a la situación, por ejemplo, los trastornos psicológicos (al menos de los más
de manera directamente relacionada con la pér- frecuentes) en el contexto socio-económico-cultu-
dida de autocontrol o las ganancias obtenidas en ral al que pertenece la persona.
la situación, entonces lo dicho también es válido Recordemos que la edad también confiere un
para este tramo evolutivo. significado social distinto a la respuesta; respues-
Por lo que respecta a los criterios propuestos tas calificadas como problemáticas a determinada
como guías diagnósticas, hemos de indicar que, edad pueden ser objeto de atención y refuerzo sis-
si bien suponen ventajas, también conllevan in- temático en edades previas, especialmente en el
convenientes que conviene no obviar (véase ta- caso de los niños; en el caso de los ancianos ma-
bla 3.1). yores suele ocurrir todo lo contrario.
En síntesis, las respuestas que, de acuerdo a lo
esperado en un determinado momento de la vida,
resulten inadecuadas o desadaptadas, por presen- 3.2. EL CONCEPTO DE INTERVENCIÓN
tar una alta/baja frecuencia, excesiva duración o PSICOLÓGICA
intensidad en su ocurrencia, pueden estar causa-
das por los cambios evolutivos producidos por La intervención psicológica puede entenderse
los nuevos aprendizajes, por las modificaciones como un conjunto de estrategias de solución de
experimentadas por las variables biológicas u problemas mediante las que se resuelven interro-
otras del medio en el que se desenvuelven las per- gantes como: ¿qué respuesta(s) vamos a evaluar?,
sonas. No hay que olvidar que estas respuestas ¿qué métodos, estrategias e instrumentos de eva-
pueden evolucionar hasta valores adecuados en luación utilizaremos?, ¿qué personas deben inter-
sus dimensiones cuantitativas, sin necesidad de venir, dónde y cuándo y qué entrenamiento re-
una intervención psicológica específica. Ello su- querirán?, ¿qué tratamiento se aplicará?, ¿quiénes
pone que, en cualquier caso, la consideración aplicarán el tratamiento?, ¿dónde lo aplicarán?,

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El proceso de constatación de la existencia de un problema/trastorno psicológico / 127

TABLA 3.1
Algunos criterios propuestos para identificar problemas/trastornos psicológicos
Criterio Ventajas Inconvenientes

Normativo: — Permite la comprobación correla- — Coste elevado: los datos deben


cional de las hipótesis. expresarse en términos de pun-
[Este criterio se obtiene de la compa-
ración de la conducta problemática tuaciones estandarizadas.
con la de un grupo de referencia — Influencia de las características
(edad, compañeros de clase o de re- del grupo.
sidencia de tercera edad...).] — Dificultades para encontrar un
grupo normativo cuando son po-
cas las personas que presentan el
problema/trastorno.
— La posición relativa que se ocupe
no tiene por qué suponer la exis-
tencia de problema /trastorno.
Validación social: — Incrementa notablemente la pro- — Se supone que el grupo está en
babilidad de seleccionar conduc- posesión de las respuestas más
[Se halla calculando la correlación
entre tasas de componentes espe- tas significativas. Es útil cuando adecuadas, lo que no siempre es
cíficos de una clase de respuesta no se puede tratar la categoría cierto.
(v.g., así en habilidades sociales: con- general como un único objetivo,
tacto ocular, sonreír, iniciar una tal como es el caso de las habili-
conversación...).] dades sociales o cuando hay que
obtener referentes objetivos de
percepciones subjetivas.
— Permite hallar respuestas-meta
que sean aceptables para todos
los que intervienen en el entrena-
miento/tratamiento.
— Reduce la subjetividad en la bús-
queda y en la selección de infor-
mación para confirmar una hi-
pótesis inicial.
Ajuste — Es más objetivo que la validación — No discrimina entre problemas
actual/futuro: social. transitorios (evolutivos) y estables.
— Algunas respuestas pueden dejar
(Se contrasta la respuesta o respues-
de seleccionarse simplemente por-
tas problemáticas con la/las de una
que no existen publicaciones so-
selección que ha mostrado estar em-
píricamente relacionada con índices bre ellas.
de funcionamiento actual o futuro.)

etcétera. El proceso de intervención se inicia con tervenciones n = 1), sigue con la aplicación del
la primera visita del cliente/paciente o la formu- tratamiento y la evaluación/valoración de su efi-
lación del problema a estudiar en el caso de los cacia, que puede realizarse a través de medidas
grupos, pasa por el proceso de evaluación inicial repetidas (en general en los diseños de caso único)
o diagnóstica y un análisis de la conducta (en in- o en el postest (propio de los grupos), para termi-

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128 / El ejercicio de la psicología aplicada

nar con la evaluación o medida de la estabilidad datos que nos permitan luego realizar el análisis
y generalización de los efectos del tratamiento/ topográfico sobre todo de respuestas de baja fre-
entrenamiento aplicado. El término de la inter- cuencia o de difícil verificación —íntimas o luga-
vención o criterio para «el alta» suele ir precedido res donde no se podría observar—) y el uso, en
por una fase de desvanecimiento del tratamiento, su caso, de pruebas observacionales para el aná-
durante la cual se le van retirando progresivamen- lisis topográfico de respuestas públicas.
te al paciente/cliente las ayudas que previamente También habremos de indagar en la historia
se le habían facilitado. Esta fase de desvaneci- del problema/trastorno y en las condiciones am-
miento suele iniciarse cuando el porcentaje de bientales actuales que lo pudieran estar contro-
éxito en la solución de las «tareas para casa», o lando. La historia nos permitirá postular relacio-
aplicación de lo entrenado previamente en situa- nes entre éste y las variables responsables de su
ciones controladas en el contexto clínico, alcanza inicio y evolución (mejorías, empeoramientos). El
el 80-85 por 100 de éxitos de acuerdo con los ob- establecimiento de los antecedentes y consecuen-
jetivos previamente establecidos. El término del tes ambientales actuales nos ayudará a plantear-
entrenamiento tendrá lugar cuando las respuestas nos preguntas y conjeturas funcionales sobre el
se adecuen a los requisitos de las situaciones en caso (¿qué variables se muestran potencialmente
porcentajes de éxito superiores al 95 por 100. En responsables de su mantenimiento?).
ese momento se iniciará el seguimiento de los El análisis retrospectivo trata de reconstruir,
efectos del tratamiento con la toma de medidas a través de la historia del problema, cómo apren-
al mes y a los tres, seis, doce y veinticuatro meses. dió la persona, cómo se gestaron y desarrollaron
Si transcurridos los veinticuatro meses se man- en el pasado dichas alteraciones, y también apor-
tienen los logros, la intervención habrá termina- ta datos valiosos para precisar la antigüedad
do. Es posible que a lo largo del seguimiento se (cronicidad, consolidación y generalización de
detecten riesgos que hagan conveniente aplicar los aprendizajes desadaptativos), las fluctuaciones
«dosis de recuerdo» de lo entrenado; de ser así no en el tiempo y la potencial relación con aconte-
debe haber ningún problema para que las lleve- cimientos concretos.
mos a cabo. Ahora bien, recuérdese que los aspectos bio-
La intervención psicológica se utiliza para al- gráficos, como las pautas de desarrollo biológico
canzar objetivos, como ayudar a que las personas y los acontecimientos personales, nos suminis-
se acepten a sí mismas (terapia no directiva), mo- tran datos de gran relevancia para la compren-
dificar esquemas y creencias irracionales o nega- sión del trastorno, pero muy limitados porque, en
tivas (terapias cognitivas), lograr comportamien- primer lugar, se trata de hechos pasados sobre los
tos adaptativos (terapia de conducta), etc. que nada podemos hacer como profesionales y,
en segundo, porque el origen o inicio de un pro-
blema/trastorno psicológico no tiene necesaria-
3.3. EVALUACIÓN PSICOLÓGICA: SÍNTESIS mente que haberse regido por las mismas varia-
DE SUS FASES Y PASOS bles que lo mantienen en la actualidad. Lo que
queda es el recuerdo de la situación pasada, y será
El proceso para concretar la existencia de un éste y no aquélla el objeto de nuestra evaluación
problema/trastorno psicológico supone general- y tratamiento, caso de tomar el pasado en consi-
mente la aplicación en primer lugar de la estrate- deración.
gia que denominamos entrevista (para obtener Este es también el momento de recabar infor-
una primera delimitación), la aplicación de prue- mación sobre los intentos anteriores de entrena-
bas psicométricas (con el fin de buscar desviacio- miento/tratamiento psicológico, así como todos
nes respecto de las respuestas de su grupo norma- los tratamientos previos biomédicos prescritos y
tivo), el diseño de autorregistros (para obtener la medicación que pueda estar tomando la perso-

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El proceso de constatación de la existencia de un problema/trastorno psicológico / 129

na (la prescrita y la no prescrita). Hay pacientes/ torno concreto. Es una estrategia de resolución
clientes que, por la historia previa de fracasos de de problemas presente en cualquier campo cien-
los tratamientos, se convierten en «pacientes que- tífico.
mados», es decir, pacientes que por la consolida- Para la realización del análisis funcional nos
ción y generalización del problema (su cronici- basaremos en el modelo cognitivo-conductual. Se-
dad) presentan de entrada un pronóstico «menos guiremos el proceso que en él se recoge: analiza-
bueno», porque el profesional tendrá que lidiar remos la función que en un determinado momento
con muchas más resistencias, tanto del sujeto desempeñan las variables implicadas en cada uno
como del medio en el que éste se desenvuelve co- de los elementos que lo integran. Como hemos
tidianamente, para obtener resultados similares a visto, se trata de un modelo secuencial en cuanto
los de los casos en los que la cronicidad es mínima que analiza los distintos elementos o grupos de
o no existe. variables siguiendo una ordenación temporal: se
Los datos recogidos habrán de proporcionar- inicia el proceso analizando los estímulos que eli-
nos la información necesaria para contrastar citan/desencadenan las respuestas y se termina
nuestras hipótesis de semejanza, de asociación con el estudio de las consecuencias que éstas pro-
predictiva y cuantitativas, así como para concluir ducen en el propio sujeto y en el ambiente.
si existe o no el problema por el que se nos soli- Todo este proceso previo nos permite ahora
cita ayuda, así como si es la intensidad, la fre- formular los objetivos y las hipótesis o asociacio-
cuencia, duración de las respuestas estudiadas o nes funcionales para cada respuesta problemática.
una combinación de ésas lo que las convierte Si existiese más de una respuesta inadecuada ha-
en inadecuadas por exceso o por defecto (análisis bría que establecer una jerarquía previa; en este
topográfico). Además, nos permitirá conocer la caso proponemos los siguientes criterios a modo
secuencia de inicio (orden temporal en el que se de orientación:
presentan los estímulos y las respuestas) y el ba-
lance entre las tres modalidades más frecuentes — Primero. Actuar sobre las respuestas que
de expresión de las respuestas problemáticas: mo- puedan resultar peligrosas para la(s)
toras, fisiológicas y cognitivas (Lang, 1971). De persona(s) o para aquellas con la(s) que
este modo, el problema quedará descompuesto en interactúe.
unidades o respuestas que pertenecerán a uno u — Segundo. Elegir respuestas que puedan
otro sistema, lo que nos ayudará a concretarlo en ejercer un efecto positivo sobre las que se
términos de acciones y cantidades. han de aprender, por presentarse asocia-
Detectadas y jerarquizadas las respuestas pro- das a otras socialmente relevantes. Tal se-
blemáticas o inadecuadas, caso de haber más de ría el caso de presentarse correctamente
una, la labor siguiente consiste en definirlas de vestido y aseado a la hora de participar en
forma operativa, especificando sus características un proceso de selección de personal.
más relevantes. El análisis topográfico realizado es — Tercero. Intervenir sobre las respuestas
el primer paso para su delimitación, siendo nece- que sitúen a la persona fuera de las nor-
sario completarlo con la identificación de las va- mas sociales.
riables de las que dependen o con las que se rela- — Cuarto. Escoger respuestas que se consi-
cionan las acciones de la persona, para lo que deren prerrequisito para el desarrollo de
haremos un análisis funcional. otras necesarias para la adaptación de la
El análisis funcional es un proceso inductivo persona. Así, levantarse media hora antes
e hipotético-deductivo a través del cual el psicó- para salir con tiempo suficiente y llegar
logo, basándose en su conocimiento del compor- relajado al lugar de trabajo.
tamiento humano, deduce predicciones que trata — Quinto. Seleccionar respuestas cuyo apren-
de verificar en un caso concreto o para un tras- dizaje y dominio influirá en la adaptación

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130 / El ejercicio de la psicología aplicada

al medio en el que aparece el problema. En firmar o desestimar la(s) hipótesis formulada(s)


el caso de un problema de conducta anti- tal como requiere el proceder científico para que
social, enseñaríamos a la persona a salu- las futuras réplicas de la intervención permitieran
dar cuando pasa al lado de un conocido llegar a resultados similares.
(dar los buenos días, las buenas tardes, de- Siempre que sea posible, los objetivos o metas
cir «¡Hola!», etc.). del entrenamiento/tratamiento han de establecerse
— Sexto. Optar por respuestas que supone- mediante acuerdo con el cliente/paciente. Cuando
mos que alterarán el sistema de contingen- no sea posible o sólo pueda serlo parcialmente, por
cias, favoreciendo la ocurrencia de «re- el desarrollo cognitivo de la persona o por cual-
fuerzos naturales» (culturales). Tal sería el quier otra circunstancia, se procederá de igual ma-
caso de entrenar en pedir disculpas cuan- nera con los padres, tutores, profesores, cuidado-
do se equivoca o reforzar la respuestas res, etc. En cualquier caso, además de pactadas las
adecuadas emitidas por otros en situacio- metas han de ser realistas, escalonadas y no han de
nes cotidianas, por ejemplo prestándoles entrar en contradicción con el sistema de creencias
atención. de las personas implicadas en la recepción/aplica-
— Séptimo. Seleccionar respuestas que sean ción del tratamiento (incluido el propio psicólogo).
relevantes para el desarrollo individual y Resumiendo, el diseño de las condiciones en
social, porque su carencia provocaría dé- las que se aplicará el tratamiento para poner a
ficits que se irían acumulando con el paso prueba las hipótesis lo determinará en cada caso
del tiempo y dificultarían, cada vez más, el psicólogo en función de los requisitos y las po-
la realización de nuevos aprendizajes y la sibilidades que tiene de controlar el proceso. Re-
adquisición de nuevas respuestas o su cuérdese que el objetivo de disponer de una u otra
desinhibición. Así, por ejemplo, entrenar forma la situación lo determina el hecho de que
en habilidades y destrezas para iniciar, podamos atribuir al entrenamiento/tratamiento
mantener, terminar o retomar una conver- aplicado los cambios observados en las respuestas
sación en personas que presenten déficits tratadas. Los resultados del análisis funcional
en habilidades sociales asociados a otro u orientarán la formulación de objetivos e hipótesis,
otros problemas o trastornos psicológicos. y éstas el tratamiento que se aplicará para poner-
las a prueba; el tratamiento irá siempre destinado
Una vez concluido nuestro análisis funcional a modificar/sustituir las variables que en este mo-
(véase la figura 3.3) estaremos en condiciones de: mento controlan el mantenimiento del problema
a) formular tanto los objetivos como las hipó- por otras que produzcan respuestas adecuadas a
tesis  de intervención para ponerlas a prueba, la situación. El diseño es la forma de disponer la
y  b)  elegir el diseño que guiará la aplicación de situación para valorar el efecto de la aplicación
nuestro entrenamiento/tratamiento (para un solo del tratamiento, con la pretensión de alcanzar la
caso o para uno o más grupos). Con la elección máxima validez interna (que todos los participan-
del modo en el que vamos a disponer la situación tes reciban el tratamiento en las mismas condicio-
para que los resultados que obtengamos los po- nes) y de este modo establecer la relación entre
damos atribuir al tratamiento aplicado, también las variables que controlamos.
estamos determinando los mecanismos de control Por último, procederemos al seguimiento de
que tendremos que desplegar, respecto de los ele- los efectos del tratamiento. En la evaluación de
mentos que integren la situación o situaciones en seguimiento se comprueba si los cambios se han
las que se desarrollará la aplicación del tratamien- estabilizado; sus resultados se comparan con los
to. Sin estos dos pasos no podríamos valorar los de la evaluación postest, con objeto de saber si se
resultados con un mínimo de rigor y, en conse- mantienen los logros alcanzados. Como hemos
cuencia, tendríamos pocas probabilidades de con- adelantado, también permite conocer si las mo-

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El proceso de constatación de la existencia de un problema/trastorno psicológico / 131

Entrevista inicial

En el caso de la evaluación y tratamiento/entrenamiento


Formulación y contraste de las hipótesis correlacionales

en grupo, esta fase se corresponde con el pretest.


Especificar/concretar
el problema/trastorno
y realización del análisis topográfico.
Estudio y análisis cuantitativo
y cualitativo de las respuestas
Fase descriptiva.

o patrones de respuestas

Variables del Análisis histórico


Otras variables paciente/cliente /retrospectivo
INTERVENCIÓN PSICOLÓGICA

Formular hipótesis
correlacionales 1

Contrastar hipótesis No
correlacionales se verifican

Diagnóstico:
Análisis funcional
Fase explicativa.

Pronóstico Se verifican Se concreta


problema/trastorno

Formular hipótesis
de intervención

Diseñar tratamiento,
Fase
circunstancias y modo
de tratamiento
en que se aplicará y evaluará

Evaluaciones No se verifican
intra/postest las hipótesis

Fase Se verifican hipótesis.


de seguimiento Realizar seguimiento
del mantenimiento de los
resultados: 3, 6, 12 y 24 meses

1
Cuantitativos: Permiten contrastar la medida en la que las respuestas resultan inadecuadas a la situación porque
presentan exceso o defecto en una o más de sus dimensiones (frecuencia, duración e intensidad).
De semejanza: Dan cuenta de hasta qué punto el problema/trastorno es semejante al de otras personas.
De asociación predictiva: Establecen predicciones sustentadas en asociaciones contrastadas empíricamente, es decir, los
datos disponibles respecto de estudios previos nos tienen que permitir dar respuesta a esta cuestión: si no se trata adecua-
damente, ¿qué probabilidad hay de que termine presentando un comportamiento problemático?

Figura 3.3— Fases y pasos del proceso de la intervención psicológica.

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132 / El ejercicio de la psicología aplicada

dificaciones suscitadas en condiciones seguras (las entrega al paciente/cliente. Ello nos lleva, en pri-
del entrenamiento/tratamiento) se generalizan al mer lugar, a delimitar qué entendemos por infor-
medio natural del cliente, uno de los principales me psicológico, y en segundo a concretar la forma
problemas a los que debe hacer frente toda acción, en que debemos elaborarlo y presentarlo.
sea ésta preventiva o terapéutica. Para un cono- Como indican Pérez, Muñoz y Ausín (2003),
cimiento extenso y riguroso del proceso de eva- el informe psicológico es una modalidad de comu-
luación, el lector puede consultar los trabajos de nicación de los resultados de un proceso de eva-
Fernández-Ballesteros (1983, 1992a y 2004), y luación que puede ser oral o escrita, pero en cual-
para un estudio pormenorizado de las habilidades quier caso tiene que ser confidencial, científica y
terapéuticas implicadas en cada una de las fases realizada por un psicólogo a su paciente/cliente,
del proceso descrito remitimos al lector a los tra- representante legal o autoridad legal competente.
bajos de Gavino (1997 y 2010) y Ruiz y Villalobos Pese a que no existen disposiciones específicas
(1994), así como al apartado 1.4 de este manual. que con carácter general concreten la forma de
Para un ejemplo de aplicación puede verse el ex- realizar la comunicación, se elija el formato oral
celente trabajo de Márquez, Zamarrón, Fernán- o el escrito, sí han sido muchos los autores que
dez-Ballesteros y Vizcarro (2011). han hecho aportaciones relevantes al respecto. Es-
tas aportaciones son tanto de orden estrictamen-
te formal como en relación con los aspectos éticos
3.4. LA COMUNICACIÓN DE RESULTADOS: y legales implícitos en este tipo de comunicación,
EL INFORME PSICOLÓGICO sea de ámbito general o específico como el infor-
me forense. Así, en el contexto español podemos
La comunicación del psicólogo con su cliente/ citar los trabajos de Ávila, Ortiz y Jiménez (1992),
paciente (y/o con sus tutores) es permanente. El Catalán (1999), Fernández-Ballesteros (1983,
paciente está informado desde la primera entre- 2004), Fernández Ballesteros, De Bruyn, Godoy,
vista de nuestras impresiones diagnósticas e hipó- Ter Laak, Vizcarro, Westhoff, Westmeyer y Zac-
tesis de trabajo, del objeto de las estrategias que cagnini (2001 y 2003), Jiménez (1997), Martorell
utilizamos en la recogida de información y de los (1985), Pelechano (1976b), Rodríguez (1999) o
resultados e integración de los mismos; se le in- Torre (1999), mientras que en el ámbito interna-
forma de la formulación clínica del caso y de las cional son ya clásicas las aportaciones de Malo-
estrategias que proponemos para intervenir y tra- ney y Ward (1976) o Nay (1979).
tar, y del tiempo estimado de duración del trata- Aunque ya empezamos a contar con modelos
miento, pidiendo en todo momento, de forma de informe y protocolos de valoración psicológica
previa, el consentimiento para intervenir. específicos, como el formulado por la Junta de An-
De forma particular al cliente/paciente (o a sus dalucía (Decreto 49/2009, de 3 de marzo —dispo-
tutores), tras finalizar el momento correlacional/ nible en www.juntadeandalucia.es/salud/—), rela-
descriptivo del proceso de evaluación es frecuente tivo a la evaluación de la madurez psicológica y al
proporcionarle un informe psicológico, generalmen- protocolo a seguir con los menores que demandan
te por escrito, donde se comunican los resultados intervenciones de cirugía estética, el lector debe sa-
obtenidos. Así, la comunicación de resultados ber que la elaboración de un informe de esta natu-
debe realizarse una vez concluida la primera fase raleza tiene referencias concretas con las que ha de
de la evaluación, es decir, la descriptiva o relativa contar, tanto de orden legal como ético e incluso
a la confirmación de la existencia de un problema/ estrictamente formales como las propias del estilo
trastorno psicológico. Nosotros lo abordamos para que la redacción presente un lenguaje cientí-
ahora por razones estrictamente didácticas. fico y respetuoso con los derechos de las personas
La comunicación de resultados se incluye (véase, por ejemplo, la quinta edición del Manual
como una parte del informe psicológico que se of the American Psychological Association; APA,

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El proceso de constatación de la existencia de un problema/trastorno psicológico / 133

TABLA 3.2
Breve descripción de las recomendaciones a seguir para elaborar un informe psicológico1

Profesionales de la psicología con la formación requerida debidamente colegiados; este último


Cualificación
profesional adecuada
requisito tiene sus excepciones en funcionarios públicos y otras que señala la Ley General de
Colegios Profesionales.

Se respetará escrupulosamente la intimidad, y sólo se recabará la información necesaria para


Respeto a la dignidad,
desempeñar la labor para la que el profesional ha sido requerido; el informe sólo recogerá
libertad, autonomía e
intimidad
información pertinente, teniendo especial cuidado cuando se tengan que incluir por escrito
aspectos privados del cliente/paciente o de otro colegiado.

El psicólogo tiene la obligación de informarle verazmente, siempre y en cualquier circunstan-


cia, de acuerdo con sus posibilidades de comprensión, pese a que presente déficits cognitivos,
ausencia de conciencia de problema/trastorno, etc., casos en los que también informará a
su(s) representante(s) legal(es).
Informar al cliente/ Existe la obligación formal y legal de hacer informes que recojan las intervenciones realizadas
paciente y cumplimentar los documentos pertinentes relacionados con los procesos asistenciales en los
que se intervenga.
El cliente/paciente tiene derecho a la información asistencial, al acceso a su historia clínica,
a recibir un informe de alta y certificados acreditativos de su estado de salud; también puede
ejercer su derecho a no recibir información.

Los informes son documentos científicos, y como tales deben estructurarse de forma lógica y
apropiada a sus fines. En general, el modelo de informe experimental puede servir de guía para
estructurar y presentar los contenidos en la versión escrita del informe.
Las Guías para el Proceso de Evaluación Psicológica (Fernández Ballesteros et al., 2001 y
2003) también orientan cómo se pueden organizar los contenidos: nombre del autor, del
Organizar los cliente/paciente y del receptor del informe (de ser el caso); instrumentos, procedimientos y
contenidos del informe pruebas aplicadas; pasos y procedimientos utilizados para responder a las demandas rea-
lizadas; resumen con las conclusiones más importantes y recomendaciones apropiadas. Los
datos se estructuran y presentan en el apartado de resultados, reflejándose el peso dado a
la información obtenida, los datos en que se basan las afirmaciones realizadas, las incon-
sistencias encontradas y la valoración respecto a las demandas (del cliente/paciente, auto-
ridad, etc.).

Describir los Se han de describir los instrumentos y estrategias utilizadas. Recuérdese que existe la obliga-
instrumentos y toriedad de utilizar siempre medios o procedimientos suficientemente contrastados (validez
facilitar la y fiabilidad), medidas y pruebas actualizadas. Asimismo, existe la recomendación de no in-
comprensión de los terpretar los tests de forma aislada, dejando constancia de cualquier información que mini-
datos mice posibles interpretaciones erróneas de los datos.

El informe es un documento científico, por lo que la presentación de datos técnicos deberá


facilitar el contraste de los resultados por otros psicólogos. Para que ello sea posible, el pro-
Detallar el proceso de
evaluación
ceso de evaluación debe ser tan detallado y explícito como sea necesario para permitir su
réplica. Si no hay posibilidad de réplica, el informe no va más allá de una mera opinión, res-
petable hasta donde queramos, pero opinión.

Las conclusiones deberán estar justificadas respecto de las demandas y los datos derivados
Justificar las del proceso de evaluación, y se derivarán del contraste de las hipótesis planteadas (que ha-
conclusiones bremos formulado operativamente) con los resultados obtenidos, discutiendo su relación con
éstas, los datos y la información contradictoria.

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134 / El ejercicio de la psicología aplicada

TABLA 3.2 (continuación)

Tanto al redactar el informe como al transmitir verbalmente los resultados de la evaluación


utilizaremos un lenguaje comprensible para el receptor, claro y racional, sin artificios, me-
diante oraciones breves, con un estilo preciso y claro, ayudándose de esquemas que identifi-
Cuidar el estilo
quen y organicen las ideas principales (si fuese necesario), evitando interpretaciones al margen
de los datos y etiquetas o ambigüedades respecto de la identidad sexual y étnica, así como
cualquier término negativo o estigmatizante.
Una de las características del ejercicio profesional de la psicología es el secreto profesional,
eje fundamental de la relación con el cliente/paciente. Además, nuestras leyes establecen el
derecho a la confidencialidad de los datos, a que nadie pueda acceder a ellos sin una autori-
zación legal previa. Por el otro, toda la información que el psicólogo obtenga a través del
Guardar el secreto ejercicio de su profesión está sujeta a un deber y a un derecho de secreto profesional, del que
profesional sólo podrá ser eximido por el consentimiento expreso del cliente o su representante legal o
mediante requerimiento judicial.
Se recomienda que antes de iniciar la evaluación se informe previamente al cliente/paciente
y se aclaren todos los puntos relativos a la confidencialidad (así, ¿en qué casos se rompería?
o ¿a quién informará el psicólogo en caso de necesidad?).
El cliente/paciente debe consentir la elaboración del informe y aceptar la información inclui-
da en él. Para que este consentimiento sea realmente informado, debe recibir la información
relativa a la necesidad y posibles usos del informe, así como respecto de los contenidos de
éste y la documentación que se incluirá en él.
Solicitar el Esta norma tiene excepciones cuando el cliente se encuentra incapacitado, es menor o ha
consentimiento nombrado unos representantes legales que ejercen sus funciones. Por último, en aquellos ca-
informado sos en los que el psicólogo estime que existe un riesgo real para la salud pública o para la
integridad física o psíquica del cliente/paciente, y no se pueda conseguir su autorización por
causas suficientemente justificadas o porque éste no la facilite, se solicitará información sobre
cómo se ha de proceder a los servicios jurídicos del Colegio Oficial de Psicólogos en el que
el profesional se halle inscrito.
El psicólogo es el responsable de la seguridad y custodia de los registros escritos y electrónicos
Proteger los
documentos
de datos psicológicos, entrevistas y resultados de pruebas administradas por él, como mínimo
durante cinco años contados desde la fecha de alta clínica o la realización del informe.
1
Modificado a partir del texto de Pérez, Muñoz y Ausín (2003).

2002b). Así, en relación con los aspectos éticos y chos y obligaciones en materia de información y
legales, hay que indicar en el ámbito español el documentación clínica  (Ley 41/2002). En el con-
Código Deontológico del Psicólogo (Colegio Ofi- texto internacional son documentos de referencia
cial de Psicólogos, 2004), las Guías para el Proceso obligada el Código Ético de la American Psycho-
de Evaluación Psicológica (GAP; Fernández Ba- logical Association (APA, 2002a) y las normas de
llesteros et al., 2001 y 2003), los reales decretos de esta misma asociación para la aplicación de las
creación de la titulación de psicólogo especialista pruebas educativas y psicológicas (APA, 1999).
en Psicología Clínica (Real Decreto 2490/1998), Siguiendo el excelente trabajo de Pérez, Mu-
Estatutos del Colegio Oficial de Psicólogos (RD: ñoz y Ausín (2003), vamos a describir brevemen-
481/1999), la Ley de Protección de Datos de Ca- te las recomendaciones que se sugiere seguir a la
rácter Personal (Ley Orgánica 15/1999) y la Ley hora de elaborar un informe psicológico (véase
que regula la autonomía del paciente y los dere- tabla 3.2).

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El proceso de constatación de la existencia de un problema/trastorno psicológico / 135

En síntesis, es preciso que recordemos que el Por otra parte, tampoco dice casi nada en este
informe psicológico, tenga la finalidad que tenga apartado del modo como controló amenazas ta-
(educativa, clínica, legal, etc.), debe cumplir como les como el hecho de que niños tan pequeños se
mínimo con los requisitos de un informe experi- hallasen solos frente a un extraño, en un lugar
mental, con el fin de constituir una prueba cuya desconocido, que les hacía preguntas sobre situa-
réplica por cualquier otro psicólogo pueda estar ciones relacionadas con el daño físico y los abu-
garantizada. De no ser así, como ya hemos indi- sos sexuales supuestamente sufridos; no sabemos
cado, el informe no tendrá otro valor que el de si tomó alguna medida al respecto, ni la relevan-
una opinión personal, por lo que tampoco debe- cia de tal medida para controlar ésta u otras ame-
ría calificarse de «informe pericial». nazas que pudieran afectar al estado del niño y
A modo de ejemplo, incluimos a continua- a la calidad y cantidad de sus respuestas (a partir
ción comentarios parciales y puntuales a un in- de las cuales habrá de realizar todos sus análisis).
forme pericial psicológico, con la intención de Pedimos al lector que se pregunte si le parece o
que el lector medite sobre la relevancia del rigor no le parece muy grave que, en un asunto de esta
en el procedimiento y las repercusiones que su naturaleza, alguien pueda actuar tal como se des-
inobservancia pueden tener para las personas cribe.
afectadas. Como se recordará, la valoración de cualquier
Se trata del informe de un perito psicólogo prueba observacional requiere de una elevada fia-
—nombrado por el juez— para que emita un in- bilidad interobservadores o interjueces, de acuer-
forme sobre la posible existencia de abusos físicos do generalmente con un inventario previo de si-
y sexuales a menores. Este perito, en el apartado tuaciones (en este caso, preguntas consensuadas
relativo al método, incluye el estudio de la infor- por dos o más expertos) y de las respuestas que
mación disponible en el juzgado sobre el caso, el se den a éstas, las cuales han de observarse y re-
análisis y valoración del expediente emitido por gistrarse en un formato de registro que luego ser-
otro profesional, entrevistas semiestructuradas a virá para el cálculo de la fiabilidad interjueces.
dos menores (uno de tres años) y la valoración Pues bien, si esto es así con carácter general, pién-
de la credibilidad de las declaraciones de estos sese en la relevancia del rigor del procedimiento
dos niños. Indica que realiza esta última tarea cuando se ha de realizar el análisis del contenido
por medio del análisis de la validez de las decla- de las respuestas de unos niños pequeños para
raciones (de los niños, entrevistados de uno en dictaminar, como perito, sobre la coherencia o
uno) y de su elemento central, que es el análisis incoherencia de éstas. ¿Alguien puede ser juez y
de contenido basado en criterios. Paradójicamen- parte?; tal ocurre cuando uno hace las preguntas
te, no cita ninguna referencia para que pueda sa- y concluye sobre las respuestas del interrogado
berse de qué análisis de la validez de las declara- —por mucha voluntad que se tenga y por mucha
ciones se trata, ni qué propiedades psicométricas honestidad que se le ponga, la ciencia requiere de
tiene...; tampoco la transcripción de sus pregun- procedimientos objetivos, replicables—. El estu-
tas a los niños y de las respuestas de éstos. Tam- dio del análisis de contenido en general, pero mu-
poco dice en ningún momento que haya realiza- chísimo más a estas edades, requiere de un con-
do grabaciones (de audio o audiovisuales) donde senso entre dos o más profesionales para al menos
quede constancia de sus preguntas y de las res- seleccionar las preguntas más adecuadas al caso,
puestas de los niños, a fin de que tanto unas como así como la grabación audiovisual que permita
otras pudieran ser sometidas a la consideración ver tantas veces como se precise las preguntas rea-
y estudio de otros profesionales (validez interjue- lizadas y las respuestas de los niños en los tres
ces). Formula sus preguntas, enjuicia con su doc- sistemas de respuesta (hasta lograr el máximo
to saber las respuestas de los niños y emite juicio acuerdo interjueces). Además, la grabación audio-
al respecto. visual minimiza el proceso de victimización, por-

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136 / El ejercicio de la psicología aplicada

que la posibilidad de visualización reiterada hace la sesión, cuánto durará como máximo una sesión,
innecesario que el niño pase de nuevo por el cal- qué papel va a jugar el consenso a la hora de for-
vario de la entrevista en la que, frente a un extraño mular los objetivos/metas, cómo, cuándo y por qué
y en una situación extraña, solo, tiene que volver será necesario cumplimentar autorregistros, por
a recordar hechos poco agradables (en el mejor qué es necesario el cumplimiento de los acuerdos
de los casos). respecto de «las tareas para casa», cuántas faltas
En estas condiciones, las conclusiones del pe- de asistencia a las sesiones de entrenamiento se per-
rito no pasan de ser meras opiniones. No tienen mitirán, qué habrá que hacer si se va a llegar tarde
ningún valor científico, porque se han incumplido a una consulta, cómo y cuándo nos vamos a comu-
casi todos los preceptos que toda investigación nicar entre sesión y sesión de entrenamiento si sur-
debe cumplir para facilitar su réplica. Un perita- ge algún problema que el paciente/cliente no puede
je tiene que ser neutral, honesto y riguroso con la resolver, etc. Recuérdese que los acuerdos a los
metodología científica, con conclusiones funda- que se llegue se han de plasmar por escrito, de la
mentadas en los datos hallados. Cuando está en forma más clara y concreta posible; debe evitarse
juego el sufrimiento humano, todo esfuerzo por a toda costa el uso de adjetivos y, en la medida de
hacer bien las cosas resulta imprescindible y la lo posible, deben emplearse en la redacción ver-
prudencia debe ser nuestra guía. Así pues, cuando bos (acciones) y cantidades que ayuden a objeti-
se tenga que realizar un peritaje psicológico, al var todo lo que se pueda aquello a lo que se com-
menos se ha de contar con conocimiento puesto prometen las partes.
al día sobre el problema de que se trate, compro- Hay algunas razones de peso para que la re-
miso con el rigor del método científico, honesti- lación psicólogo-paciente/cliente sea asimétrica,
dad y muchísima prudencia. sobre todo en el ámbito clínico, en el que además
se requiere de modelos maestros (mastery), de
profesionales que sean percibidos seguros de sí
3.5. EL CONTRATO TERAPÉUTICO tanto en la detección y planteamiento de los pro-
Y LA IMPLICACIÓN DEL CLIENTE/ blemas como en la toma de decisiones para so-
PACIENTE lucionarlos. Entre estas razones está el hecho de
que el psicólogo sabe o debería saber mucho del
Tanto si el tratamiento se va a aplicar indivi- comportamiento humano y de sus alteraciones,
dualmente como si se hace en grupo, o combinan- porque ha estado preparándose durante muchos
do ambas estrategias, una vez comunicada la exis- años para dedicarse a ello, y en cambio el pacien-
tencia de un trastorno o problema psicológico, si te/cliente no; el profesional puede ayudarles a re-
la persona o sus tutores legales optan por solicitar solver/reducir/eliminar el problema/trastorno;
nuestra ayuda para intentar resolver el problema ellos ya lo han intentado tanto solos como posi-
o reducir/eliminar el trastorno, como paso previo blemente con otras ayudas y no lo han consegui-
es necesario establecer un contrato entre las par- do —razón por la que acuden a consulta—, y se
tes en el que queden expuestos de la forma más encuentran en un estado que les dificulta, cuando
clara, concreta y pormenorizada que se pueda a no les impide, hacerse cargo de sí mismos, etc. No
qué se comprometen cada una de las partes, cuál se obstante, será el psicólogo en última instancia
prevé que será la duración mínima de la fase de quien determine el tipo de relación que más le
aplicación del entrenamiento/tratamiento (nunca conviene mantener con su paciente/cliente, aten-
la máxima), cómo se va a proceder con carácter diendo también a las características personales de
general (fases educativa, de entrenamiento y de éste, pero sin olvidar que debe actuar como un
aplicación de lo entrenado o «taras para casa») profesional del que se espera dominio del conoci-
o, de manera concreta, qué se va a hacer para ga- miento de los problemas y de sus soluciones, no
rantizar la confidencialidad, cuál será el precio de que actúe como un amigo ni de forma paternalis-

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El proceso de constatación de la existencia de un problema/trastorno psicológico / 137

ta. En muchas ocasiones resulta difícil hallar el marcha del desarrollo del entrenamiento/trata-
punto de equilibrio en la relación que garantice miento. Ha de confeccionar un borrador, pasarlo
la implicación del paciente/cliente en el tratamien- a limpio y firmarlo una vez que ambas partes es-
to y la independencia del profesional, pero hay tén de acuerdo con el contenido de la redacción.
que lograrlo. Ése es uno de los múltiples retos de Siempre que sea posible, los objetivos o metas
nuestra hermosa profesión. del entrenamiento/tratamiento han de establecer-
El profesional de la psicología tiene que ser se mediante acuerdo con la persona que tiene
hábil y diestro en el manejo de las relaciones so- el  problema/trastorno; cuando no lo sea, o sólo
ciales —incluidas las relativas a la comunica- pueda serlo parcialmente, debido a mermas en el
ción— y en la solución de problemas, por lo que desarrollo cognitivo o por cualquier otra circuns-
se espera que, tanto si el formato de tratamiento tancia, se procederá de igual manera con los pa-
es individual como si es grupal, sepa hacer partí- dres, tutores y profesores. En cualquier caso, ade-
cipe e implicar al máximo en el tratamiento a la más de pactadas, las metas han de ser realistas,
persona que más interesada está en resolver el graduadas y no han de entrar en contradicción
trastorno/problema: el paciente/cliente. El contra- con el sistema de creencias de las personas impli-
to es un instrumento excelente para contribuir a cadas en la recepción/aplicación del tratamiento
este logro, así como para evitar malos entendidos (incluido el psicólogo), como ya hemos indicado
y los efectos que éstos pueden tener en la buena líneas atrás.

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El tratamiento psicológico 4
«... es responsabilidad de la psicología científica demostrar, en primer lugar,
que existen mecanismos psicológicos que explican la psicopatología y, en se-
gundo lugar, que existen procedimientos psicológicos de intervención capaces
de restaurar el funcionamiento alterado, sin necesidad de recurrir a tratamien-
tos biomédicos.»

VILA y FERNÁNDEZ-SANTAELLA, 2004, p. 68.

4.1. DEFINICIÓN DE TRATAMIENTO caso hablaremos de técnica para no poner el acen-


PSICOLÓGICO to en el componente de improvisación o creativi-
dad que acompaña al concepto de arte, para in-
4.1.1. Algunas consideraciones preliminares tentar diferenciar el componente creativo que está
en el origen de toda técnica del procedimiento
Antes de adentrarnos en los contenidos espe- sistemático y casi siempre mecánico que implica
cíficos de este epígrafe, los relativos a la definición y conlleva su aplicación.
de tratamiento psicológico, creemos necesario Nosotros vamos a delimitar el significado de
considerar algunas precisiones terminológicas. «técnica» reduciendo su campo semántico al de
un procedimiento, operación o maniobra concre-
Método vs. técnica. Según la Real Academia ta que aplicamos para resolver un problema con-
de la Lengua Española, por método (del latín creto. A diferencia del método, que es general,
methŏdus, y éste del griego mevqodo~) hemos de en- válido para ser utilizado en cualquier campo y
tender el procedimiento que se sigue en las cien- problema objeto de la actividad científica, la téc-
cias para hallar la verdad y enseñarla, es decir, nica es un procedimiento específico que se aplica
observar, registrar, hipotetizar y poner a prueba para resolver problemas concretos.
una hipótesis con el fin de someterla a falsación.
La técnica (del latín technı̆cus, y éste del griego Técnica vs. tratamiento. El arsenal de técnicas
tecnikov~, de tevcnh, arte) es en este contexto el y estrategias que tenemos a nuestra disposición y
conjunto de procedimientos y recursos de que se que podemos aplicar los psicólogos es el mismo,
sirve una ciencia. La traducción que muchas veces con independencia de la naturaleza del problema/
encontramos de textos originalmente escritos en trastorno que tengamos que abordar y del ámbi-
inglés en los que se habla de «el arte de...», como to en el que se presente. Toda técnica, cuando se
sustituto del término «técnica», hay que buscarla aplica para producir la solución de un problema
en la etimología griega del concepto. En nuestro o reducir/eliminar un trastorno psicológico, se

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140 / El ejercicio de la psicología aplicada

convierte en tratamiento, es decir, cuando se usa cientes. Recuérdese que la simplificación de los
para cambiar/modificar una o más de las dimen- procedimientos, las explicaciones y los conceptos
siones de una respuesta, un patrón de respuestas es uno de los principios que regulan el desarrollo
(como las emociones) o una secuencia de respues- de las disciplinas científicas (principio de parsi-
tas (comportamiento) que resulta problemática/o monia).
por exceso o por defecto.
La aplicación de una sola técnica para resol- Protocolo vs. programa. Un protocolo (del la-
ver un problema se conoce como tratamiento tín protocollum, y éste del griego prwtovkllon)
unicomponente. Tal ocurre, por ejemplo, cuando es  un plan escrito y detallado de un experimen-
le sonreímos a alguien al hacer algo que desea- to  científico, un ensayo clínico o una actuación
mos, le decimos que nos ha encantado lo que ha psicológica concreta, puntual, mientas que un pro-
hecho, nos acercamos hasta esa persona y la aca- grama (del latín programma, y éste del griego
riciamos, etc.; en estos casos estamos aplicando provgramma) suele ser más complejo e integra un
una técnica (refuerzo positivo asociado de mane- sistema que regula y ordena la distribución tem-
ra inmediata a la respuesta concreta que desea- poral de los objetivos, materiales, contenidos y
mos siga dando), la cual, por ser el único com- actividades u operaciones necesarias para llevar
ponente de nuestra acción, recibe el nombre de a cabo un proyecto a medio y largo plazo. Los
tratamiento unicomponente. protocolos suelen formar parte de los programas.
Ahora bien, como suele ser habitual, si la pro- Un ejemplo que incluye ambos conceptos lo
puesta para resolver un problema o reducir/eli- encontramos en un trabajo previo de uno de no-
minar un trastorno psicológico (intervención) sotros (Olivares, 2005) en el se presenta el Progra-
integra más de una técnica, hablaremos de trata- ma para la Intervención en Adolescentes con
miento bi o multicomponente. Así, si se le pide a Fobia Social (IAFS), incluyendo de manera siste-
alguien que ponga en práctica las instrucciones mática, ordenada y detallada los criterios de in-
que se le acaban de proporcionar, para aprender clusión y exclusión, el análisis de los componentes
a hacer lo que se le ha transmitido el tratamien- que integran el protocolo, los objetivos generales,
to incluirá dos técnicas o componentes («instruc- específicos y operativos, los materiales a utilizar
ciones verbales» más «ensayo de respuesta/con- en cada unidad, la distribución temporal y la du-
ducta»), pero si para facilitar el aprendizaje ración de las unidades o sesiones de tratamiento,
incluimos también la actuación de un «modelo etc. En ese mismo documento se incluye el pro-
maestro» entre las instrucciones y el ensayo, en- tocolo de tratamiento (Olivares, García-López,
tonces ya tendríamos que hablar de tratamiento Rosa, Ramos, Amorós y Ruiz, 2005), que consis-
multicomponente («instrucciones verbales» más te en un plan escrito y muy detallado en el que se
«modelado maestro» más «ensayo de respuesta/ describe pormenorizadamente todo lo que han de
conducta»). hacer el terapeuta y el coterapeuta, cuánto tiempo
Así pues, los tratamientos pueden estar inte- ha de durar la actuación de cada uno de ellos, qué
grados por una o más técnicas, por lo que se de- ejemplos deben utilizar, etc., así como lo que han
nominan usualmente uni, bi o multicomponente, de hacer los participantes, todo descrito también
según el número de éstas que los compongan. con el mismo lujo de detalle.
Esta distinción puede que parezca innecesaria a
los profanos, pero en cambio resulta de vital im- Entrenamiento vs. tratamiento. Entrenar (del
portancia para los psicólogos porque de ella de- francés entraîner) significa preparar, adiestrar
pende, por ejemplo, el que podamos analizar la personas o animales. En el ámbito psicológico, el
contribución de cada uno de los componentes entrenamiento es el conjunto de las prácticas
(técnicas) al resultado o efectos del tratamiento, que  realiza el psicólogo con su(s) paciente(s) o
y así depurarlos haciéndolos cada vez más efi- cliente(s), en un contexto controlado y seguro, con

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El tratamiento psicológico / 141

el objetivo de prepararlo para que pueda afrontar Es poco frecuente que la reacción de un ser hu-
con mayor probabilidad de éxito la aplicación de mano contenga un único componente. Casi siem-
lo aprendido/entrenado en el contexto de que se pre, nuestra reacción es compleja e integra al menos
trate (aplicación y consolidación), así como en elementos relativos a nuestro pensamiento (respues-
otros ámbitos distintos (generalización). El entre- tas cognitivas), a nuestra musculatura estriada (res-
namiento se presenta, por tanto, como una parte puestas motoras) y a los órganos, sistemas y tejidos
consustancial al tratamiento psicológico. de nuestro organismo (respuestas psicofisiológicas).
El entrenamiento incluye generalmente su Ahora bien, en algunos casos los autores emplean
aplicación en el contexto donde se requieren las como sinónimo de respuesta motora el de «res-
habilidades y destrezas preparadas, distinto al del puesta conductual»; en este caso, el sinónimo hace
entrenamiento, así como la revisión de los pro- referencia al modelo conductual o posición teórica
blemas que la aplicación pone de manifiesto en de las escuelas estímulo-respuesta en las que fun-
la secuencia de habilidades o en el afinamiento de damentalmente se tenía en cuenta el estímulo y la
las destrezas. Es decir, el proceso incluye: entre- respuesta observable. En otros casos también es
nar, aplicar, revisar, entrenar, aplicar, revisar, etc., posible encontrar como sinónimo de respuesta el
hasta que la actuación en el medio para la que se de «emoción»; el lector habrá de entender que las
ha preparado responde a los exigencias u objeti- emociones son en realidad conceptos que integran
vos que se habían fijado. Todo ello implica un un patrón o conjunto de respuestas que incluyen
proceso a través del cual las personas puedan de- respuestas cognitivas, psicofisiológicasy motoras
sarrollar hasta donde les es posible sus potencia- (por ejemplo, lo que pienso de la situación que me
lidades y, por consiguiente, funcionar de un modo da muchísimo miedo, la manera en la que reaccio-
autónomo y competente, aumentar su capacidad na mi organismo y lo que hago para defenderme
para satisfacer y hacer realidad sus potencialida- en tal situación o para escapar de ella).
des, capitalizar las oportunidades que se dan en
su medio social y ajustarse de modo eficiente a
éste (Olivares, Méndez y Macià, 2005), con inde- 4.1.2. La psicoterapia y la definición
pendencia del medio, el problema o el trastorno de tratamiento psicológico
del que se trate. Ahora bien, este es el fin que,
desde nuestro punto, persigue el tratamiento psi- Hemos definido la psicología clínica como una
cológico cuando se definen sus objetivos como subdisciplina de la psicología científica que in-
los implicados en «promover el cambio y/o ayu- vestiga y aplica los principios del comportamien-
dar a cambiar». En consecuencia, en este tipo de to humano con el fin de comprender, prevenir
casos el entrenamiento sería sinónimo de trata- y/o modificar, con técnicas de evaluación e inter-
miento, pese a que usualmente asociemos entre- vención apropiadas, los trastornos de conducta
namiento con tratamiento aplicado en contextos o  problemas de adaptación (Macià, Méndez y
no clínicos, y el tratamiento a problemas y tras- Olivares, 1993a). La evaluación y el tratamiento
tornos clínicos. (preventivo o terapéutico) conforman lo que de-
nominamos «intervención» y constituyen, por
Respuestas conductuales, cognitivas y emocio- tanto, dos tareas principales del psicólogo clínico.
nes. En general, los psicólogos entendemos por Etimológicamente, psicoterapia significa tra-
comportamiento una secuencia de estímulos y tamiento de la psique (cura del alma). El diccio-
respuestas, dentro de la que estas últimas pueden nario de la Real Academia Española establece por
desempeñar, en función de orden de aparición en psicoterapia en su vigesimotercera edición: «tra-
el proceso temporal, la función de estímulo (an- tamiento de enfermedades mentales, psicosomá-
tecedente y consecuente) y la de respuesta o reac- ticas y problemas de conducta mediante técnicas
ción a tal estímulo. psicológicas».

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142 / El ejercicio de la psicología aplicada

La primera vez de la que tenemos noticias de personal y ha pasado a formar parte de la


que se utiliza por escrito la expresión terapias psí- relación (terapéutica) para resolverlo.
quicas se sitúa en 1803, año en el que se publica — La relación psicoterapéutica es una alian-
el libro Rapsodias sobre la aplicación de la psico- za de ayuda, con propósitos bien definidos,
terapia a las perturbaciones mentales de Johann en la cual se utilizan varios métodos, en su
Christian Reil. Esta obra está considerada como mayor parte de naturaleza psicológica,
el primer tratado sistemático de psicoterapia y con el objeto de provocar los cambios que
como el nacimiento de la psiquiatría alemana el cliente desea y el terapeuta aprueba.
(véase Gracia y Espino, 1980). Reil estaba con- — Los métodos se basan en alguna teoría
vencido de que la enfermedad mental era un fe- formal acerca de los problemas psicológi-
nómeno psicológico y que, por tanto, debería ser cos en general y de la queja específica del
tratada psicológicamente, considerando además paciente en particular.
que el psicoterapeuta requiere de una mayor pers- — Independientemente de su adscripción
picacia, técnica y preparación que el médico so- teórica, la mayoría de los terapeutas em-
mático. Ello dio lugar, en el mundo occidental, a plean varias estrategias: fomentar el in-
la aparición en el siglo XIX de la psicoterapia, sight (destello emocional), reducir el sufri-
como un esfuerzo racional y organizado para ali- miento emocional, fomentar la catarsis
viar el sufrimiento psicológico. Sin embargo, sus (efecto purificador), proporcionar infor-
raíces se hunden en la historia de la humanidad. mación nueva, diseñar tareas fuera de la
Las actitudes terapéuticas a lo largo de la historia terapia y aumentar la fe de los clientes y
han ido variando en función, fundamentalmente, sus expectativas de lograr cambios.
de la idea que se tuviese de la enfermedad en ge-
neral y de la enfermedad mental en particular. Por su parte, Frank (1982) propuso que por
Ya en el siglo XX, Korchin (1976), en su obra psicoterapia debíamos entender:
Modern clinical psychology: principles of interven-
tion in the clinic and community, exponía una muy Una interacción planificada, cargada de
concisa y clara definición de psicoterapia: «cual- emoción y confianza entre un sanador social-
quier aplicación intencionada de técnicas psico- mente reconocido y una persona que sufre. Du-
lógicas por un clínico con el fin de llevar a cabo rante esta interacción, el sanador busca aliviar el
los cambios en la personalidad o comportamien- malestar y la discapacidad del sufridor mediante
tos deseados» (p. 281). Kazdin (1978), por su par- comunicaciones simbólicas, principalmente pa-
labras, pero también a veces mediante activida-
te, sostiene que la toma en consideración de los
des corporales. El sanador puede implicar o no
factores psicológicos, en el contexto de la enfer- a los familiares y a otras personas significativas
medad mental, es lo que produjo el nacimiento del paciente en los rituales de curación.  A  me-
formal de la psicoterapia. nudo, la psicoterapia incluye también ayudar al
Asimismo, Bernstein y Nietzel (1982, p. 320) paciente a aceptar y soportar el sufrimiento
también delimitaron la psicoterapia del siguien- como aspecto inevitable de la vida que puede ser
te modo: utilizado como una oportunidad de crecimiento
personal (citado por Kleinke, 1994, p. 21).
— Relación interpersonal entre dos partici-
pantes, por lo menos, uno de los cuales (el Kanfer y Goldstein (1986), en su obra Cómo
terapeuta) tiene un entrenamiento y expe- ayudar al cambio en psicoterapia, hablan genéri-
riencia especial en el manejo de los proble- camente de: «métodos psicológicos diseñados
mas psicológicos. El otro participante es para ayudar a las personas a cambiar, con el fin
un cliente que presenta algún problema en de que puedan desarrollar totalmente sus poten-
su ajuste emocional, conductual o inter- cialidades y capitalizar las oportunidades que se

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El tratamiento psicológico / 143

dan en su medio social. Dichos métodos tienen naturaleza humana y el proceso de desarrollo psi-
en común el objetivo de promover cambios que cológico, procurará crear una alianza segura, es-
conduzcan a una mayor felicidad, competencia y table y cariñosa para que el cliente explore su pa-
satisfacción personal» (trad. 1987, p. 12). Distin- sado y su presente, así como posibles formas de
guen entre la relación establecida con un experto experimentarse a sí mismo, al mundo y las rela-
y las relaciones cotidianas (amigos, compañeros, ciones con los demás.
familiares, vecinos, etc.), que también pueden Como hemos podido entrever, tal como afir-
ayudar a cambiar las condiciones que están de- maba Strupp (1984) la psicoterapia es un territo-
terminando un problema psicológico. No obstan- rio donde se hablan muchos idiomas. Con esta
te, existen ciertas diferencias entre unas relaciones afirmación Strupp hacía referencia al importante
y otras para estos autores; en concreto, la relación número de posiciones teóricas divergentes que
profesional es unilateral: una persona es la que existen en este campo.
demanda ayuda y la otra la brinda, orientándose En el ámbito del modelo cognitivo-conduc-
la relación a la resolución de problemas que aque- tual, en sus inicios estrictamente conductual
jan al cliente, quien se convierte en centro de aten- —propio de las escuelas estímulo-respuesta—, in-
ción y punto de interés único de la intervención tentando diferenciarse de otras aproximaciones
del experto. Es sistemática, con objetivos clara- como las derivadas del modelo médico, el psico-
mente delimitados que guían la relación y la pla- dinámico o el humanista, ha venido utilizando
nificación y el desarrollo de procedimientos que una expresión genérica, «modificación de con-
el profesional cree pertinentes para dar solución ducta», y otra específica, la «terapia de conduc-
al problema objeto de demanda de ayuda. Es for- ta», para referirse al proceso de comprensión,
mal, porque la interacción terapéutica se desarro- conceptualización, explicación y tratamiento de
lla en un lugar y tiempo concretos que delimitan los problemas y trastornos del comportamiento
la dedicación exclusiva del profesional con su en general, y los relativos al ámbito clínico en
cliente. Y limitada, en tanto que no se establece partircular. Sin embargo, como hemos visto lí-
como relación duradera sino con término, que se neas atrás, son muchos los autores que siguen uti-
producirá cuando se alcancen los objetivos plan- lizando el término «psicoterapia», pese a inscri-
teados, es decir, cuando se resuelva el problema birse en el ámbito del modelo cognitivo-conductual
que motivó el inicio de la relación. y obligarles ello, por coherencia intelectual, a em-
Zeig y Munion (1990) consideraban la psico- plear los conceptos propios del modelo teórico
terapia como un proceso orientado al cambio que que dicen tomar como referencia para guiar su
ocurre en el contexto de una relación profesional, toma de decisiones en el contexto aplicado.
empática, poderosa y contractual que se centra En los últimos años el avance de la psicología
explícita o implícitamente en la personalidad de científica en el ámbito aplicado ha propiciado que
sus clientes, en la técnica o en ambas, generando se comience a utilizar «terapia psicológica» y con
un cambio duradero en múltiples aspectos de la más frecuencia «tratamiento psicológico». Este he-
vida de los clientes. Para estos autores, el proceso cho se ve reflejado, por ejemplo, en la posición que
es idiosincrásico y está determinado por las posi- toma la principal organización del ámbito profesio-
ciones preconcebidas de los pacientes y terapeutas nal de la psicología. Así, el «Colegio Oficial de Psi-
(Feixas y Miró, 2000). cólogos de España» (COP, 1998), en su informe para
En la definición de Mahoney (1991) destaca delimitar y definir el perfil profesional del «psicólo-
la consideración de la psicoterapia como una re- go clínico y de la salud», establece que el tratamien-
lación especial, culturalmente establecida entre un to supone: intervenciones clínicas sobre las perso-
profesional y uno o varios individuos. En esta re- nas con el objeto de entender, aliviar y resolver
lación, el terapeuta, apoyándose en una platafor- trastornos psicológicos: emocionales, problemas
ma teórica que incluye supuestos básicos sobre la de conducta, preocupaciones personales y otros.

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144 / El ejercicio de la psicología aplicada

Del mismo modo, la Sociedad Española para plícito del estímulo mediante el entrenamiento de
el Avance de la Psicología Clínica y de la Sa- la persona para que aprenda a contrastar sus
lud,  Siglo XXI (Labrador, Vallejo, Matallanes, creencias y reconceptualice la manera en la que
Echeburúa, Bados y Fernández-Montalvo, 2003), percibe la situación o su problema, etc. Los resul-
considera que un tratamiento psicológico es una tados de este tratamiento, para poder gozar del
intervención profesional, basada en técnicas psi- refrendo de la marca «psicología científica», han
cológicas, en un contexto clínico (centro de salud de ser replicables y cumplir los criterios requeri-
mental, hospital, consulta privada, asociaciones dos por la Task Force tanto para el tratamiento
de personas afectadas, etc.). En ella un especialis- en grupo como para el individual.
ta, habitualmente un psicólogo clínico, busca eli- A este respecto, Olivares, Méndez y Macià
minar el sufrimiento de otra persona o enseñarle (2005) recuerdan que el objetivo del tratamiento
las habilidades adecuadas para hacer frente a los psicológico es promover el cambio y/o ayudar a
diversos problemas de la vida cotidiana. cambiar, con el fin de que las personas puedan
En este estado de la cuestión, nosotros consi- desarrollar, hasta donde les sea posible, sus po-
deramos que es importante que el lector pueda tencialidades y, por consiguiente, funcionar de un
diferenciar los dos conceptos: psicoterapia y tra- modo autónomo y competente, aumentar su ca-
tamiento psicológico. Nuestra posición al respecto pacidad para satisfacer y hacer realidad sus po-
es que por tratamiento psicológico debiera enten- tencialidades, capitalizar las oportunidades que
derse el conjunto de estrategias y técnicas especí- se dan en su medio social y ajustarse de modo
ficas (tratamiento unicomponente) o combinadas eficiente a éste. Es decir, se trata de procedimien-
(tratamientos multicomponentes) mediante las tos que: a) tienen en común el objetivo de promo-
que el psicólogo, siguiendo el plan derivado del ver cambios que conduzcan a una mayor felici-
análisis funcional o del modelo teórico de refe- dad, competencia y satisfacción personal, y b) son
rencia cuando el tratamiento se aplica en grupo, aplicados por psicólogos que utilizan técnicas y
logra/ayuda a que una o más personas cambien estrategias especializadas de evaluación y trata-
su forma actual de responder ante uno o más es- miento cuya eficacia ha sido contrastada de modo
tímulos o configuraciones estimulares, cuando riguroso en investigaciones previas.
ésta resulta problemática o cumple los criterios
para el diagnóstico de un trastorno psicológico.
Así, por ejemplo, el tratamiento puede ir dirigido 4.2. PROCESO DE CONSTRUCCIÓN,
a cambiar/modificar total o parcialmente: a) ele- VALORACIÓN Y DEPURACIÓN/
mentos de la situación en la que aparece la res- AFINAMIENTO DE UN TRATAMIENTO
puesta (v.gr., ir/volver al/del lugar de trabajo por PSICOLÓGICO
otro camino, o hacerlo acompañado de personas
que harán menos probable la aparición de la res- La construcción de nuevos tratamientos psi-
puesta en el caso de una persona adicta al alco- cológicos se realiza bien a partir de las ideas que
hol; cambiar de amigos, cambiar el lugar de resi- surgen de la reflexión sobre los modelos teóri-
dencia, etc.); b) una o más dimensiones de la cos existentes y los resultados de la investigación
propia respuesta (su frecuencia, duración o inten- básica (estudios de laboratorio con personas y
sidad) mediante la alteración de los valores de los animales), bien como consecuencia de la observa-
estímulos antecedentes o consecuentes (por ejem- ción y de los estudios con muestras de personas
plo, en un fumador, poniendo carteles —estímu- que presentan problemas o trastornos concretos
los discriminativos— que indiquen que está pro- (muestras clínicas), comunitarias o integradas por
hibido fumar en el lugar de trabajo, cambiando análogos clínicos.
de marca de cigarrillos y reduciendo los niveles de Como podemos ver en la figura 4.1, cuando
nicotina y alquitrán, etc.), y c) el contenido im- se diseña un nuevo tratamiento hay que poner a

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El tratamiento psicológico / 145

Inicio

Modelos teóricos Observación clínica

Diseño, confección y aplicación del


proyecto de nuevo tratamiento psicológico

Estudios experimentales en el laboratorio Estudios controlados y cuasi-experimentales


con animales, población comunitaria, con población clínica y análogos clínicos
muestra clínica o de análogos clínicos en el medio natural

Valoración de resultados

A corto plazo A largo plazo

Estudios experimentales Diseños de Estudios de seguimiento de los efectos


[Grupo(s) control (es) vs. caso único en condiciones controladas
Grupo(s) experimental(es)] (N=1) y en el ejercicio cotidiano de la profesión

Muestra Análogos Muestra


clínica clínicos comunitaria

Tratamiento eficaz y efectivo

Estudios frente a otros tratamientos


Réplicas
y condiciones clínicas cotidianas

Tratamiento eficaz Tratamiento eficiente y efectivo

Tratamiento de primera elección en el problema/trastorno


para el que ha sido diseñado y construido

Estudio de la acción de los componentes

En el mantenimiento En la generalización de los


En la magnitud de los logros
de los efectos cambios a otras situaciones,
(efectos generales)
(estabilidad temporal) personas, respuestas, etc.

Mediante la adición, eliminación En su interacción (técnicas) y variando


y fraccionamiento de los componentes parámetros y características
(técnicas) del terapeuta y los pacientes

Tratamiento depurado y listo para ser aplicado

Figura 4.1.—Diagrama de la construcción, valoración y depuración de un tratamiento psicológico. [Modificado de Olivares,


Méndez y Macià (2005).]

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146 / El ejercicio de la psicología aplicada

prueba su eficacia a corto, medio y largo plazo. datos empíricos si desea ser innovador. Así, a par-
La valoración de los resultados a corto plazo se tir de esta consideración puede construirse un en-
realiza por medio de estudios sistemáticos de ca- trenamiento/tratamiento psicológico aplicando
sos clínicos individuales y estudios experimentales una sola técnica, buscando el efecto de la adición
con grupos. Verificada la utilidad para producir más el específico de la interacción entre dos téc-
cambios a corto plazo y su estabilidad temporal nicas o mediante la adición de más de dos técni-
(estudios longitudinales para el medio y largo pla- cas, bien de manera continua o alterna (trata-
zo), es necesario poner a prueba su eficacia me- mientos multicomponentes). En todo caso, sea un
diante réplicas, su eficiencia a través de confron- tratamiento uni o multicomponente, hemos de
tación con otros tratamientos diseñados para concretar el programa específico para el desarro-
abordar el mismo problema (si los hay) y su efec- llo de su aplicación.
tividad (capacidad para producir cambios cuando La adición se basa en la estrategia de ir unien-
se utiliza en la actividad clínica cotidiana); ello do elementos de manera progresiva cuando se
nos permitirá saber si, pese a ser útil, es el que piensa que el nuevo componente puede mejorar
debe figurar como «de primera elección», por ha- los resultados obtenidos. Se parte de un elemento
ber probado ser eficaz en las distintas réplicas y o técnica (procedimiento específico para obtener
ser más eficiente que los demás que se utilizan con un resultado concreto) al que se le van sumando
el mismo fin y efectivo en el ejercicio de la profe- otros de los que se espera que contribuyan a in-
sión. No obstante, todavía no se ha terminado el crementar la eficacia.
trabajo con el nuevo tratamiento. Existen al menos dos posibilidades cuando se
Si el tratamiento está compuesto por más de utiliza la adición como estrategia: incorporar una
una técnica, todavía resta estudiar la aportación nueva técnica a las que ya se están aplicando o
de cada uno de sus componentes, así como el re- considerar la adición de una nueva variable tal
sultado de la interacción entre ellos: es lo que he- cual puede ser la inclusión de las «tareas para
mos llamado en la figura 4.1 «estudio de la acción casa» entre sesiones de entrenamiento.
de los componentes». Terminada esta última fase, La principal ventaja de este modo de proceder
podremos hablar de un tratamiento depurado y es que el tratamiento se construye empíricamente,
listo para ser aplicado de acuerdo con la especifi- mejorándolo al irle adicionando elementos que
cidad de su protocolo. prueban la bondad de su incorporación por me-
Veamos con algo más de detalle las estrategias dio del incremento de su eficacia. Esto es especial-
utilizadas a lo largo del proceso de construcción, mente válido en el ejercicio cotidiano de la profe-
valoración y depuración de un tratamiento psico- sión (en el contexto del entrenamiento en general
lógico. o en el de la clínica en particular), donde con fre-
cuencia surge la posibilidad de diseñar nuevos
modos de entrenamiento/tratamiento basados en
4.2.1. Fase de creación/construcción observaciones incidentales o a la luz de las rela-
del programa de entrenamiento/ ciones puestas de manifiesto por los resultados
tratamiento del análisis funcional.
En otros casos, como hemos indicado, la
La creación/construcción de un tratamiento psi- construcción del programa de entrenamiento/tra-
cológico puede seguir distintos caminos, pero en tamiento surge de la reflexión sobre un problema
cualquier caso hay que recordar que, como ya he- concreto, a la luz del modelo teórico que sirve de
mos indicado, nuestro compromiso con el rigor referencia. En este caso, el profesional o el inves-
metodológico no debe hacernos olvidar que el tigador proponen de entrada un tratamiento mul-
psicólogo necesita mantener un equilibrio entre ticomponente que posteriormente habrá que ir
la especulación teórica, la intuición clínica y los depurando, tal cual puede ser la inoculación de

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El tratamiento psicológico / 147

estrés de Meichembaum, la terapia racional emo- El grupo de control es la estrategia que ga-
tivo-conductual de Ellis o el entrenamiento en el rantiza la validez interna de las intervenciones
manejo de la ansiedad de Suinn y Richarson. en grupo, pero plantea problemas éticos porque
Estas dos modalidades de construcción son supone dejar sin tratamiento a un grupo de per-
sólo dos ejemplos, pues ni agotan ni excluyen sonas con un problema/trastorno que conlleva
otros modos, porque las posibilidades de cons- padecimiento subjetivo. Por ello se emplean ge-
trucción de tratamientos son tantas como la ima- neralmente como alternativa los grupos de con-
ginación del profesional sea capaz de generar. trol «lista de espera», en los que los pacientes son
Ahora bien, no debemos de perder de vista el pro- tratados una vez aplicada la terapia al grupo de
ceso recogido en la figura 4.1 y de cuya descrip- tratamiento. No obstante, éstos presentan una
ción continuamos ocupándonos a continuación. notable limitación: no permiten realizar compa-
raciones post-intervención con seguimientos a
largo plazo.
4.2.2. Fase de valoración de los resultados Existen varias posibilidades a la hora de uti-
lizar los grupos de control: sin ningún tratamien-
Una vez creado el nuevo programa de entre- to (incluyendo las listas de espera), con tratamien-
namiento/tratamiento hay que proceder a valorar to placebo y con otro tratamiento irrelevante en
sus resultados utilizando distintos criterios. Veá- principio para tratar con éxito el problema.
moslos: El grupo de control sin tratamiento o integrado
por componentes de una lista de espera permite
a) Valorando globalmente la magnitud de los controlar el efecto de variables tales como el efec-
logros del tratamiento. El objetivo es conocer la to reactivo de los procedimientos de evaluación,
magnitud de los efectos de un tratamiento de- los cambios debidos a la maduración, la «remi-
terminado. Se pretende comprobar si el nuevo tra- sión espontánea», la historia y otras «amenazas»
tamiento reduce o soluciona el problema/trastor- o variables extrañas, que pueden hacer que no
no para el que específicamente ha sido diseñado. todos los sujetos reciban o afronten el tratamien-
El logro se puede evaluar comparando los resul- to/entrenamiento en las mismas condiciones.
tados de las medidas tomadas antes de aplicar el En la práctica de la investigación clínica hay
tratamiento (línea de base para el caso individual una serie de elementos («factores inespecíficos»)
y valores pretest para el entrenamiento en grupo) que hay que tener presentes y controlar para que
con los de las medidas repetidas durante y tras el no alteren los efectos específicos del tratamiento.
entrenamiento o mediante la comparación entre Tales son, por ejemplo, la relación terapeuta-pa-
un grupo de tratamiento con otro que actúa de ciente/cliente, las expectativas del cliente/paciente,
control porque no recibe tratamiento o porque el la atención y el apoyo prestado por el terapeuta,
que recibe no es válido para resolver el problema, etcétera. Una forma de controlar estos efectos
como veremos en el apartado que sigue. inespecíficos es mediante el empleo de un grupo
b) Utilizando grupos de control. Pese a la re- de control con otro tratamiento. Con este procedi-
levancia del tratamiento individual, cada día es miento ambos grupos tienen en común los facto-
más frecuente la aplicación del tratamiento psico- res inespecíficos, pero reciben distinto tratamien-
lógico en el formato de grupo, tanto en la prácti- to, de manera que las posibles diferencias se
ca clínica como en la investigación. En unas oca- explican por los componentes específicos del tra-
siones se debe a las ventajas del tratamiento en tamiento. Otro modo es a través del grupo de con-
grupo sobre el tratamiento individual; en otras las trol con tratamiento placebo. El término placebo
razones son puramente económicas o de exceso se ha tomado prestado del modelo biomédico,
de demanda, como a veces ocurre en el marco de donde al grupo así denominado se le administra
la ayuda que presta la Sanidad Pública. un fármaco químicamente inactivo. En psicología

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148 / El ejercicio de la psicología aplicada

clínica al grupo de atención-placebo se le aplica que sólo se parecen o se aproximan a la situación


un tratamiento simulado o falso tratamiento, de clínica real. Su objetivo principal es explicar pro-
forma que sólo recibe los factores inespecíficos. cesos cuyo estudio en situaciones naturales resul-
Estos últimos se enfrentan al problema de la cre- taría problemático por las dificultades prácticas y
dibilidad de la intervención y, en consecuencia, de éticas que plantearían. Tal es el caso, por ejemplo,
su efectividad para generar expectativas similares de la asignación aleatoria, los grupos de control
a las de los tratamientos activos; esta es una va- sin tratamiento o la ocultación de aspectos del
riable que el investigador y el profesional deben tratamiento.
controlar cuando los utilicen. Dado que los estudios con análogos facilitan
c) Comparando resultados de tratamientos el control de la aplicación del tratamiento (validez
distintos. En este caso la valoración de resultados interna), presentan claras ventajas frente a las in-
va un paso más allá: no sólo se le requiere al tra- vestigaciones clínicas cuando éstas no pueden su-
tamiento que sea útil, sino que lo sea más que perar los problemas prácticos y éticos menciona-
otro u otros que persiguen el mismo fin. Así, dos. Así, los sujetos pueden ser seleccionados en
cuando un tratamiento se muestra útil o eficaz, función de sus similitudes en el tipo y gravedad
tras sucesivas réplicas es preciso poner a prueba de los problemas; los terapeutas pueden ser elegi-
su eficiencia. La comparación de tratamientos dos equiparándolos en variables como edad, ex-
permite saber cuál de ellos es mejor en la reduc- periencia o entrenamiento; el tratamiento puede
ción/eliminación de un determinado problema/ ser especificado con precisión y estandarizado en
trastorno psicológico. cuanto a duración, número de sesiones, tareas
Es un proceso que, pese a parecer «fácil», exi- para casa, etc.; los participantes pueden ser asig-
ge rigor metodológico y conceptual: sólo se pue- nados al azar a las diferentes condiciones experi-
den comparar tratamientos bien delimitados, se mentales; se pueden utilizar todos los grupos de
han de controlar variables como cantidad de se- control posibles, etc.
siones de tratamiento y su duración, el tiempo La crítica a su falta de validez externa y eco-
que media entre sesión y sesión de tratamiento, lógica o a la generalización de los resultados de
utilizar grupos con el mismo problema/trastorno, una investigación análoga a la situación clínica,
emplear estrategias e instrumentos de medida es- depende de la magnitud y el grado en que se apar-
pecíficos y apropiados, etc. ta la primera de la segunda. Por ello conviene exa-
d) Utilizando análogos clínicos. La valora- minar su semejanza en relación a una serie de
ción de resultados se encuentra a veces en la prác- dimensiones importantes como son: el problema/
tica con un inconveniente: la potencia estadística. trastorno psicológico (tipo y gravedad), la pobla-
Ello es consecuencia de la dificultad de reunir ción o muestra (edad, clase social, nivel educacio-
muestras grandes de personas con el mismo pro- nal, ocupación, etc.), el reclutamiento (voluntarios,
blema/trastorno. Intentando dar respuesta a este solicitud realizada por sus familiares, etc.), los
hecho, a la vez que a los inconvenientes de tipo terapeutas (sexo, experiencia en la aplicación del
práctico y ético que conlleva reunir muestras con tratamiento, expectativas sobre el tratamiento,
gran número de personas con un mismo proble- etc.), el tratamiento (posibilidad de elección del
ma, han surgido los estudios con personas que tratamiento y del terapeuta, actitud de los parti-
se  califican como «análogos» porque, pese a no cipantes hacia el tratamiento, número y duración
cumplir con los criterios que se requieren para de las sesiones, variables del contexto o ambiente
poder delimitar operativamente la existencia de terapéutico, etc.).
un problema/trastorno psicológico, están muy e) Valorando su efectividad. Hay que recor-
próximos a ello. dar al lector que el criterio de «eficacia» hace re-
Así, las investigaciones con análogos clínicos ferencia a la capacidad del entrenamiento/trata-
son las que valoran el tratamiento bajo condiciones miento para producir cambios psicológicos en la

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El tratamiento psicológico / 149

dirección deseada y siempre superiores a los efec- se cambia por la denominación actual «trata-
tos que puedan producir las variables inespecífi- miento con apoyo empírico» (TAE), haciendo
cas en los grupos de control (lista de espera, con- hincapié en la idea de que, desde el punto de vis-
trol puro —pasivo—, activo o mediante placebo). ta de la investigación, un tratamiento no está nun-
La «efectividad» está referida a la medida en que ca validado definitivamente. Hasta la fecha han
el tratamiento produce efectos mensurables en aparecido tres listados de la Asociación America-
amplias poblaciones cuando se utiliza en la acti- na de Psicología respecto de los TAE: 1995 (Task
vidad cotidiana que desarrolla el profesional en Force on Promotion and Dissemination of Psycho-
el contexto clínico real. Tanto la eficacia como la logical Procedures, 1995), 1996 (Chambless et al.,
efectividad han de ser probadas, dado que si los 1996) y 1998 (Chambless et al., 1998).
ensayos de eficacia maximizan su validez interna, Una aplicación de estos criterios la podemos
en cambio cuentan con menor validez externa, hallar en la revisión de Pérez-Álvarez, Fernández-
mientras que en los ensayos para verificar la efec- Hermida, Fernández-Rodríguez y Amigo (2003),
tividad ocurre lo contrario: presentan muchas o en la edición de Méndez, Olivares y Sánchez
amenazas a su validez interna (no todos los pa- (2002), en las que los tratamientos se agrupan,
cientes reciben el tratamiento en las mismas con- según lo estipulado por la Task Force, en tres ca-
diciones), pero maximizan su validez externa por- tegorías en función de su eficacia: bien estableci-
que se trabaja con casi todo tipo de pacientes que dos (eficaces), probablemente eficaces y experimen-
presentan el trastorno para el que el tratamiento tales (véase la tabla 4.1). Para que un tratamiento
se ha mostrado previamente eficaz frente a grupos sea considerado bien establecido es necesario que
de control. cumpla tres criterios:
f ) Requisitos de la Task Force. Por último,
vamos a ocuparnos de los requisitos exigidos por a) Que al menos existan dos estudios con
la Task Force para estimar el grado de validez/ diseños experimentales entre grupos, rea-
eficacia de un programa de entrenamiento/trata- lizados por investigadores distintos, don-
miento para abordar con una alta probabilidad de el efecto del tratamiento haya demos-
de éxito un problema/trastorno psicológico. trado ser estadísticamente superior que
Como ya se ha señalado (Rosa, Olivares y Mén- el efecto producido por un fármaco, gru-
dez, 2004), el Congreso de los Estados Unidos po de placebo psicológico u otro trata-
creó en 1989 la Agency for Health Care Policy and miento, o que sea equivalente a un trata-
Research, con el fin de determinar la eficacia de miento ya establecido en experimentos
los tratamientos para trastornos específicos y pro- donde el tamaño de la muestra sea ade-
mover la elaboración de protocolos de entrena- cuado (se sugiere alrededor de 30 suje-
miento/tratamiento (Barlow y Hoffman, 1997). tos  por grupo). También se incluyen en
Por ello, la Duodécima División de la American esta categoría aquellos tratamientos res-
Psychological Association, correspondiente a Psi- paldados por una serie de diseños de caso
cología Clínica, encargó a una comisión de ex- que muestran su eficacia, teniendo que
pertos, presidida por Dianne L. Chambless, un usar diseños experimentales y comparar
estudio sobre la promoción y la difusión de los cada caso con otro al que se le aplique
procedimientos psicológicos. En 1993, este grupo otro tratamiento, placebo psicológico o
presentó un informe (Task Force in Promotion and fármaco.
Dissemination of Psychological Procedures, 1995), b) Que los estudios se hayan realizado si-
en el que se establecieron los criterios para deter- guiendo el programa de un manual de
minar si un tratamiento podía ser considerado tratamiento.
«validado empíricamente». Cinco años más tarde, c) Que las características de la muestra estén
en 1998, la expresión «validado empíricamente» claramente especificadas.

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150 / El ejercicio de la psicología aplicada

TABLA 4.1
Criterios para la valoración de los tratamientos psicológicos*
Bien establecido1

I. Se han realizado al menos dos experimentos, con diseño intergrupo, realizados por investigadores di-
ferentes, que muestran la eficacia del tratamiento en una o más de las siguientes formas:
Cumple el criterio I

i) Es superior al tratamiento farmacológico, al placebo o a otro tratamiento.


ii) Es equivalente a otro establecido en estudios con adecuado poder estadístico, es decir, con tamaños
o el II

muestrales adecuados.
II. Prueba su eficacia en una serie de experimentos con diseño de caso único (más de 9) en los que:
i) Se han utilizado diseños potentes en el control experimental.
ii) Se compara la intervención con otro tratamiento como en I (i).
Probablemente eficaz

III. Dos estudios experimentales han mostrado que es más eficaz que un grupo de control en lista de espe-
Cumple el criterio III, o el IV,

ra (diferencias estadísticamente significativas).


IV. En dos estudios se cumplen los criterios exigidos a un tratamiento bien establecido, pero son realizados
o el V o el VI

por el mismo investigador.


V. Al menos dos estudios muestran su efectividad, pero con una gran heterogeneidad en la composición
de las muestras.
VI. Hay una serie pequeña de estudios con diseño de caso único (más de 3 y menos de 10) que reúnen los
criterios requeridos para el tratamiento bien establecido.
En fase experimental

VII. No cumple los requisitos de las categorías anteriores, pero existen indicios experimentales que pronos-
tican que se puede alcanzar la eficacia requerida.
1
Criterios adicionales tanto para I como para II:
i) Los experimentos deben ser realizados con manuales de tratamiento para garantizar su integridad.
ii) Las características de las muestras han de estar claramente especificadas.
iii) Los efectos del tratamiento deben haber sido verificados por dos investigadores o equipos diferentes.
* Task Force in Promotion and Dissemination of Psychological Procedures (1995).

Los criterios para un tratamiento probable- mismos criterios; c) al menos dos estudios mos-
mente eficaz son más laxos. En este caso, un estu- trando la eficacia del tratamiento, pero con la li-
dio de tratamiento en grupo tiene que cumplir una mitación de haber sido realizado con muestras
de estas cuatro condiciones: a) dos estudios que de pacientes heterogéneos, o d) una serie corta de
muestren que el tratamiento es más efectivo que estudios de diseños experimentales de caso y que
un grupo control de lista de espera; b) dos estu- además cumplan los tres criterios anteriores (se
dios que cumplan los criterios para un trata- sugieren más de nueve).
miento bien establecido, pero que hayan sido rea- Los tratamientos en fase experimental serían
lizados por distintos investigadores, o un estudio aquellos que cuentan con indicios experimentales
riguroso que haya demostrado eficacia con estos prometedores de que pueden probar su eficacia

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El tratamiento psicológico / 151

en el futuro, pero que, bien por la escasez de da- El desmantelamiento requiere que los
tos, bien por problemas metodológicos, no llegan componentes que integran el tratamiento
a alcanzar los criterios de eficacia probada ni de estén especificados con precisión, de ma-
eficacia probable. nera operativa, porque en caso contrario
Hay que recordar al lector que estos criterios no se puede proceder ni a su adición ni a
están más orientados a la eficacia que a la efecti- su sustracción. La desensibilización siste-
vidad. mática (Wolpe, 1958) es quizá el trata-
miento con el que se ha usado más exten-
samente esta estrategia.
4.2.3. Fase de depuración del programa b) Variando parámetros del entrenamiento/
de entrenamiento/tratamiento tratamiento. Los parámetros del trata-
miento son alterados con objeto de cono-
Que un tratamiento esté bien establecido no cer la forma más efectiva de aplicar el
quiere decir que no pueda «aligerarse» o «refinar- tratamiento. Se les administra a todos los
se» eliminando alguno(s) de sus componentes, grupos el mismo tratamiento, por ejem-
desde la perspectiva del principio de parsimonia. plo la desensibilización sistemática, pero
Buscar la elegancia de la simplicidad sin perder difieren entre ellos en una dimensión
eficacia es el objetivo de las tareas de depuración cuantitativa como, por ejemplo, la dura-
de los entrenamientos/tratamientos psicológicos. ción de la exposición o cualitativa, como,
Veamos las principales estrategias que aplicamos por ejemplo, la modalidad de exposición
los psicólogos con este fin: (imaginada o en vivo).
Como ya hemos indicado, los resulta-
a) Desmantelar el entrenamiento/tratamiento dos de su aplicación pueden producir
mediante la eliminación o sustracción de consecuencias teóricas importantes, al
componentes. Esta estrategia persigue el poner de manifiesto o sugerir el mecanis-
análisis de los componentes de un trata- mo responsable del cambio psicológico.
miento que se ha mostrado efectivo. Para c) Variando las características del cliente/pa-
ello se administra el tratamiento comple- ciente y del psicólogo. El objetivo de esta
to a un grupo, mientras que a otro se le estrategia es estudiar la influencia de las
aplica una vez que se ha eliminado o sus- características y del comportamiento del
traído uno o más de sus componentes, cliente/paciente y del psicólogo en los re-
procediéndose de igual forma hasta con- sultados del tratamiento. Hay al menos
siderar concluido el proceso. La estrategia cuatro formas de aplicar esta estrategia:
cumple varias funciones. En primer lugar, a) seleccionando los pacientes/clientes en
permite identificar los elementos (o com- función de determinadas características
binaciones de elementos) que de forma como edad, sexo, estado socioeconómico,
aditiva o interactiva son responsables del estado civil, estudios, variables de perso-
cambio; de este modo, el psicólogo puede nalidad, etc.; b) clasificando a los terapeu-
depurar el tratamiento enfatizando los as- tas en razón de su entrenamiento, años
pectos más importantes y eliminando los de experiencia, edad, sexo, intereses, etc.;
superfluos. En segundo lugar, puede tener c) cambiando el comportamiento del te-
importantes implicaciones teóricas, por- rapeuta, pidiéndole que, por ejemplo, ac-
que ofrece información con la que se pue- túe de forma directiva o no directiva, y
de explicar cuáles son las razones por las d) combinando las alternativas anteriores.
que se opera el cambio, a la luz del marco Pese a la relevancia de esta estrategia
teórico de referencia. de valoración de los resultados, pues per-

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152 / El ejercicio de la psicología aplicada

mite orientarnos acerca del tratamiento eficacia de los tratamientos. Entre 1970 y 1980
más adecuado en función de las caracte- destaca la evaluación del tratamiento psicológico
rísticas de los participantes en la interven- mediante la técnica de metaanálisis y el trabajo de
ción, es la que menos atención ha recibi- las comisiones de expertos. La comisión de exper-
do. Los estudios metaanalíticos están tos más relevante fue, por razones obvias, la pre-
intentando llenar este vacío (véase Oliva- sidida por Dianne L. Chambless, para el estudio
res y Sánchez, 1999; Rosa, Olivares y sobre la promoción y difusión de procedimientos
Méndez, 2004); no obstante, sería desea- psicológicos que, como ya hemos visto líneas
ble que, pese a su dificultad, se realizasen atrás, tenía por objetivo evaluar los tratamientos
estudios experimentales ad hoc. psicológicos para promoverlos y difundirlos.
El auge de los criterios basados en la evidencia
empírica y experimental está determinado tanto
4.3. EFICACIA, EFICIENCIA Y EFECTIVIDAD por factores externos o contextuales como inter-
DE LOS TRATAMIENTOS nos a la propia naturaleza de la psicología cientí-
PSICOLÓGICOS fica. De entre los primeros, destacan el incesante
desarrollo de los tratamientos psicofarmacológi-
El surgimiento del modelo conductual-cogni- cos, en intensa competencia con los tratamientos
tivo en los años cincuenta del siglo pasado se sus- psicológicos y el acceso de los ciudadanos de los
tenta en dos grandes ejes, la fundamentación teó- países avanzados a los servicios sanitarios, junto
rica de sus técnicas y el rigor en la evaluación de con la contención del gasto por parte de los pa-
las mismas. Así, podemos afirmar que una carac- gadores, sean públicos o privados, que acentúan
terística presente desde el momento en que surge el interés por conocer cuáles son las intervencio-
la terapia/modificación de conducta es el compro- nes más eficaces, las que proporcionan el máximo
miso en que los tratamientos deben ser evaluados beneficio al cliente/paciente, con el mínimo gasto
de manera empírica para establecer su eficacia para el que paga (Fernández y Pérez-Álvarez,
(baste recordar el trabajo de Eysenck publicado 2001). Ya no se trata sólo de demostrar que un
en 1952). En la actualidad, la valoración de la tratamiento/entrenamiento es eficaz para un de-
eficacia, efectividad y eficiencia de los tratamien- terminado problema/trastorno, sino que es preci-
tos psicológicos, dentro de su proceso de evalua- so probar que lo es más que otras alternativas y
ción y depuración, se ha convertido en un tema se puede aplicar en mejores condiciones (más bre-
de importancia capital (Chambless y Ollendik, ve, en un régimen ambulatorio, etc.). Por otra par-
2001; Pérez-Álvarez, Fernández-Hermida, Fer- te, como condicionante interno se encuentra la
nández-Rodríguez y Amigo, 2003). necesidad de evaluación, derivada de la propia
En los años sesenta del pasado siglo XX se co- evolución de la psicología clínica, que se ha ido
menzó a centrar la atención no sólo sobre la efi- enfrentando cada vez con problemas/trastornos
cacia de un tratamiento, sino también en aspectos psicológicos de mayor complejidad, como fruto
tales como la relevancia de las distintas variables de su propio desarrollo.
implicadas en el entrenamiento/tratamiento, la De este modo, las diferencias entre la inves-
contribución de cada una de ellas al cambio del tigación y la práctica clínica, así como la falta
cliente/paciente e incluso respecto de los elemen- de mejorías significativas entre muestras experi-
tos teóricos subyacentes a su eficacia. Pero todo mentales y grupos de control en algunas investi-
esto se hacía sin contar ni con las características gaciones de largo alcance, han hecho necesario
de las personas a las que se aplicaban ni con las abordar el problema de la eficacia de los trata-
de su ambiente. En décadas posteriores se amplía mientos/entrenamientos psicológicos, delimitar
la importancia de este y otros aspectos, a la vez su ámbito de aplicación y precisar sus compo-
que se refinan los métodos de evaluación de la nentes activos.

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El tratamiento psicológico / 153

Los tratamientos psicológicos pueden ser va- nal en el contexto de la actividad clínica cotidia-
lorados desde tres perspectivas diferentes. Una na. Las personas que participan en tales estudios
viene dada por los estudios de eficacia que, como presentan características diferentes a las de los
hemos dicho, hacen referencia a la capacidad que estudios de eficacia: no son voluntarios, no pre-
tiene el tratamiento de producir cambios psicoló- sentan patrones de respuestas tan homogéneos,
gicos en la dirección esperada y que los valores suelen pagar para recibir tratamiento, etc. Desde
alcanzados sean claramente superiores a la ausen- una perspectiva aplicada, lo deseable sería que
cia de intervención, al placebo o a los tratamien- pudieran realizarse a la vez los estudios de eficacia
tos disponibles en ese momento. Las conclusiones y efectividad, antes de que un tratamiento se in-
de un estudio de estas características incluyen una cluyera en las guías ad hoc. Ahora bien, de no
elevada validez interna, pero también indican una poder ser así, lo que interesa es la efectividad por-
validez externa muy baja. Como hemos visto, la que, pese a que no son incompatibles, la eficacia
Task Force ha elegido este criterio para evaluar si y la efectividad no son siempre equivalentes (Se-
un tratamiento/entrenamiento se incorpora o no ligman, 1997).
a la categoría «con apoyo empírico» (Chambless El concepto de eficiencia no se debe confundir
y Ollendick, 2001). con una mera reducción de costes, porque se tra-
En esta aproximación no tenemos que olvidar ta de obtener el máximo beneficio de los recursos
que el concepto de eficacia no es unívoco. Cuan- disponibles y de invertir medios con este objetivo;
do se habla de los efectos de un determinado tra- en la reducción de costes el único objetivo es aba-
tamiento —sea éste farmacológico o psicológi- ratar los servicios, centrando la preocupación en
co—, tal término puede estar referido a uno o el ahorro y dejando en un segundo plano el inte-
más de los siguientes significados (Marks y rés por la calidad. Un ejemplo en este sentido es
O’Sullivan, 1992): especificidad, intensidad, tiem- el economicismo vigente en la sanidad pública, el
po de espera hasta que comienza la mejoría, du- cual refleja más la preocupación por la reducción
ración, costes, interacciones, etc. No deja de re- de costes que un interés genuino por la eficiencia.
sultar sorprendente la poca atención que se le ha La exigencia social de la evaluación implica
prestado, en la bibliografía relacionada con las que hay que demostrar que los tratamientos, ade-
investigaciones, a este aspecto y a los equívocos más de eficaces y beneficiosos para los clientes/
suscitados por las distintas interpretaciones de pacientes en investigaciones aplicadas controla-
dicha expresión. das, son también efectivos, es decir, útiles en la
Se ha de recordar que, para poder evaluar un práctica clínica habitual y eficientes porque pro-
tratamiento adecuadamente, éste tiene que estar ducen mayores beneficios reduciendo los costes;
definido operativamente con el fin de que pueda hay que dar el salto desde la investigación básica
ser replicado por otro psicólogo o equipo de in- a la práctica habitual, aunque a veces pueda re-
vestigación distinto, a fin de comprobar que los sultar problemático y no exento de escollos, como
resultados que obtienen coinciden o son equiva- recordaba Sobell (1996).
lentes a los obtenidos por el investigador o el gru- La delimitación de tratamientos psicológicos
po que ha desarrollado tal tratamiento. Esto im- centrados en la solución de problemas concretos,
plica la necesidad de una evaluación externa que sustentados empíricamente, breves, estandariza-
presenta como ventaja la difusión del propio tra- dos y efectivos, constituye el mayor reto de futuro
tamiento. en este ámbito.
Los estudios de efectividad pretenden deter- Otra modalidad de evaluación de la efectivi-
minar en qué medida los tratamientos propuestos dad de los tratamientos la constituye el metaaná-
producen efectos cuantificables en poblaciones lisis, el cual puede definirse como el análisis esta-
amplias de clientes/pacientes en el ambiente real, dístico de una gran colección de resultados que
cuando el tratamiento es aplicado por el profesio- tienen su origen en el estudio de investigaciones

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154 / El ejercicio de la psicología aplicada

concretas, con el objetivo de integrar los resulta- tos al número de sesiones que se comprometen a
dos hallados (Glass, 1976). En primer lugar se sufragar. Así por ejemplo, en España, Adeslas,
hace una revisión de los estudios existentes, a con- Caser y Mapfre lo limitan a veinte sesiones (en el
tinuación se realiza un análisis cuantitativo y por- caso de Mapfre el número se duplica para los tras-
menorizado de los resultados y, por último, se tornos de la conducta alimentaria), DKV Seguros
concluye sobre éstos a la luz de las variables a las incluye quince sesiones y Reale diez.
que el estudio realizado atribuye su efectividad. A día de hoy, el estudio de las publicaciones
Para una aplicación del metaanálisis al estudio de científicas muestra que cada vez son más los pro-
efectividad de la terapia de conducta en España tocolos de intervención y los programas de trata-
puede consultarse el trabajo de Olivares y Sánchez miento de los que se informan buenos resultados,
(1999), así como los relativos a los trastornos in- con un número reducido de sesiones de tratamien-
teriorizados en la infancia y la adolescencia (Mén- to psicológico (véase tabla 4.2).
dez, Olivares y Sánchez, 2002) o los tratamientos
psicológicos y farmacológicos de la fobia social en
Europa (Rosa, Sánchez, Olivares y López, 2002). TABLA 4.2
A pesar de la evidente necesidad de poner a Algunos ejemplos de tratamientos psicológicos
prueba la utilidad de los tratamientos psicológicos, que requieren pocas sesiones
algunos autores no están de acuerdo porque en-
tienden que: a) lo relevante no es el empleo del Tratamiento/trastorno Sesiones1 Referencias
método científico, sino la observación y el juicio Fobia específica 1-5 Bados (2005); Öst,
clínico del terapeuta (Elliot y Morrow-Bradley, Alm, Brandberg y Brei-
1994); b) a diferencia de lo que ocurre en el mode- tholtz (2001)
lo biomédico, entienden que en el contexto psico-
lógico los tratamientos no pueden valorarse como Terapia de activa- 6-12 Lejuez, Hopko y Hop-
los biomédicos, en sentido estricto, ya que aquéllos ción conductual ko (2001)
para la depresión
no buscan resultados objetivos y concretos, y c) la
metodología científica usada en la evaluación em- Estrés postraumáti- 8 Labrador y Alonso
pírica de los tratamientos es inadecuada, ya que co en mujeres vícti- (2006; 2007)
su propia naturaleza la encamina a la búsqueda de mas de violencia de
leyes universales de equiparación de problemas, pareja
sin tener en cuenta la singularidad del sujeto. Estrés postraumáti- 12-25 Levitt, Malta, Martín,
Sin embargo, lo cierto es que uno de los retos co en afectados por David y Cloitre (2007)
más importantes a los que se enfrenta actualmen- los atentados terro-
te la psicología clínica es el de conseguir resulta- ristas del 11 de sep-
dos positivos en un breve período de tiempo. La tiembre
rapidez en la obtención de resultados es requerida
Tratamiento de la fo- 10-16 Echeburúa (1995);
tanto por los criterios éticos (reducir todo lo po-
bia social en adultos Heimberg (1991); Tur-
sible la duración del sufrimiento de quien padece ner, Beidel, Cooley, Wo-
el trastorno) como por los económicos, dado que, ody y Messer (1994)
por una parte, pese a que el sistema público de
salud español no pone límites al número de sesio- Tratamiento de la 12 Olivares (2005)
nes de tratamiento que puedan requerirse, el vo- fobia social en ado-
lumen de  la demanda y los recursos del propio lescentes, en el con-
texto comunitario
sistema sí lo imponen y, por otra, las compañías
de seguros que incluyen entre sus prestaciones la 1
Número o rango del número de sesiones de tratamiento
asistencia psicológica sí establecen límites concre- requeridas.

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Esta exigencia de mejora también incluye el ámbitos de actuación del psicólogo; en unos casos
estudio de las variables que permitan predecir tem- determinadas por la propia naturaleza de la ac-
pranamente quiénes van a ser los pacientes/clientes tuación y en otros por el carácter estrictamente
que con una mayor probabilidad se van a benefi- coyuntural de la demanda.
ciar de un determinado tratamiento psicológico. En el trabajo «a demanda» parece que el ob-
De hecho, ya tenemos indicios suficientes como jetivo primordial tiene que ser intentar dar res-
para poder indicar que, en la misma medida en que puesta al interés del cliente/paciente, o al de sus
se prolongan las sesiones de tratamiento sin avan- tutores, que se concreta generalmente en resolver
ces significativos, las probabilidades de que éstos el problema/trastorno del modo más rápido y sen-
se produzcan se presentan en una razón inversa, cillo posible. Esta urgencia hace que muchas veces
tal y como ocurrió en los trabajos de Baldwin, Ber- no se pueda cumplir con los requisitos metodoló-
keljon, Atkins, Olsen y Nielsen (2009); Barkham gicos que muy probablemente harían más válido,
et al. (2006) y Kopta (2003) o Howard, Kopta, fiable y eficaz el quehacer profesional o igualmen-
Krause y Orlinsky (1986). En este último, los au- te válido, fiable y eficaz, pero bajo condiciones
tores subrayan que el 58 por 100 de los clientes/ que permitirían su réplica y entender el porqué de
pacientes mejoraron en las siete primeras sesiones, los resultados. Este hecho, junto a otros de índo-
mientras que los que habían conseguido progresar le menos inteligibles, hacen que pueda constatar-
a partir de la sesión vigésimosexta se podían repre- se un cierto grado de separación o alejamiento
sentar en un algoritmo cuya representación gráfica entre la investigación y la intervención «a deman-
era una curva negativamente acelerada. En gene- da» en los ámbitos aplicados, de forma que esta
ral, los pocos estudios que hay al respecto conclu- última no siempre utiliza y rentabiliza los avances
yen que el incremento del número de sesiones de conseguidos en condiciones controladas ni en el
tratamiento no mejora la eficacia del tratamiento; ámbito teórico ni en el práctico. Desde hace bas-
Thompson-Brenner, Novotny y Westen (2004) re- tante tiempo viene observándose un progresivo
cuerdan que en el tratamiento de la depresión se distanciamiento entre la teoría y la práctica (Ma-
pueden lograr los mismos efectos con ocho que honey, 1987), entre «la investigación básica» y «la
con dieciséis sesiones de tratamiento psicológico. práctica cotidiana en el marco del ejercicio profe-
Abundando en lo mismo, Ilardi, Craighead y Evans sional», el cual se ha ampliado sustancialmente
(1997) indicaban que el tratamiento psicológico de en las últimas décadas. Ya en 1985 Segura ofrecía
la depresión logra en sus primeras cinco sesiones un ejemplo ilustrativo de este divorcio, al criticar
la mayoría de sus efectos positivos, mientras que el abismo que observaba entre el cúmulo de infor-
Agras et al. (2000) concluían que el 70 por 100 de mación de la psicología cognitiva experimental y
los beneficios en la reducción de las respuestas pur- la fundamentación empírica de las terapias cog-
gativas de pacientes/clientes con bulimia nerviosa nitivas.
se logra en la sexta sesión, por lo que quienes no Un ejemplo relevante de la posición que sub-
lo hubieran logrado tienen procas probabilidades yace a esta defensa de la improvisación, cuando
de beneficiarse del tratamiento psicológico. no hay razones para ello, lo representa la figura
de Arnold Lazarus (v. gr., 1981). Este autor de-
fiende lo que él denomina eclecticismo técnico y
4.4. DIFERENCIAS ENTRE EL EJERCICIO sugiere que, si bien un científico no se puede per-
DE LA PROFESIÓN «A DEMANDA» Y mitir ser ecléctico, el profesional, por el contrario,
EN EL ÁMBITO DE LA INVESTIGACIÓN no puede permitirse el lujo de no serlo; defiende
el empleo de cualquier técnica validada sin im-
Aunque no compartimos las opiniones de portar su origen, porque entiende que se trata de
Elliot y Morrow-Bradley (1994), no podemos ne- una estrategia esencial para el profesional, cuya
gar las diferencias fundamentales entre estos dos preocupación principal ha de ser buscar el bien-

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156 / El ejercicio de la psicología aplicada

estar del cliente/paciente. Siendo correcta la con- modelo en su formulación radical. Es decir, ello
clusión de su razonamiento, sin embargo no se representaría la necesidad durante mucho tiempo
pueden compartir las razones que argumenta. sentida por muchos psicólogos de la integración
Si bien es cierto que muchos de los estudios de los distintos modelos propuestos sobre las
realizados muestran un importante número de anormalidades de conducta, pese a que aún dis-
profesionales que se consideran «eclécticos» ta mucho de entreverse una solución definitiva.
(véase por ejemplo Fernández-Hermida, Berdu- Nosotros, como otros muchos profesionales e in-
llas Santolaya y Muñiz, 2000 —tabla 4.3—; Gar- vestigadores, reiteramos en este contexto la im-
field y Kurtz, 1976; Kelly, Goldberg, Fiske y portancia del método científico-experimental
Kikowski, 1978; Norcross y Prochaska, 1982; como forma de validación y refrendo de los dis-
Mahoney, 1989 y 1991 o Trull y Fhares, 2003), tintos modelos propuestos, como procedimiento
hay que interpretar el hecho con cautela porque para canalizar la integración de sus elementos
el sentido dado por los entrevistados a la opción validados, habida cuenta de la identidad de los
«ecléctico» puede inducir a error, pues muchas criterios que garantizan el rigor científico-expe-
veces puede estar haciendo referencia a una acti- rimental. En un sentido similar se pronunciaban
tud integradora (Carrobles, 1985), al sincretismo también Feixas y Miró (1994) cuando sostenían
clínico (véase Richelle, 1992) o al realismo cien- que «si bien la separación de la psicología cien-
tífico (Pelechano y Capafons, 1989), que supone tífica ha sido una característica del pasado, el
que el profesional no necesariamente pertenece encuentro con ella se presenta como el futuro de
de forma exclusiva a un paradigma, escuela o la psicoterapia» (p. 12).

TABLA 4.3
Distribución de los psicólogos españoles por especialidad y orientación teórica1

Orientación TCC TC P E TS PO TH AT TG TFE


Especialidad (%) (%) (%) (%) (%) (%) (%) (%) (%) (%)

Clínica 48 14,29 12,17 9,69 5,34 5,15 4,35 0,58 0,24 0,19

Educativa 53,92 12,66 3,54 20,63 4,05 0,89 3,92 0,51 0,13 0,25

Trabajo y organizaciones 48,28 14,37 2,59 25,00 4,60 0,29 4,89 1,44

Seguridad vial 50,00 13,89 2,78 29,17 2,78 1,39

Social y comunitaria 51,18 9,84 2,76 16,14 16,14 1,18 2,36 0,39 0,39

Jurídica 44,26 13,11 6,56 24,59 6,56 1,64 3,28

Deporte 70,59 17,65 11,76

Militar 60,00 6,67 6,67 26,67 6,67

TCC = Tratamiento cognitivo-conductual; TC = Tratamiento conductual; P = Psicoanálisis no ortodoxo; E = Eclécticos; TS = Tra-


tamiento sistémico; PO = Psicoanálisis ortodoxo; TH = Terapia humanista; AT = Análisis transaccional; TG = Terapia gestáltica;
TFE = Terapias fenomenológica y existencial.
1
Modificado de Santolaya, Berdullas y Fernández-Hermida (2002).
FUENTE: Fernández-Hermida, Berdullas-Temes, Santolaya-Ochando y Muñiz (2000).

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El tratamiento psicológico / 157

Becoña (1986) concretaba en doce las discre- ran los resultados de acuerdo a criterios
pancias constatadas entre el «quehacer a deman- clínicos o sociales, y d) cuesta realizar se-
da» y el investigador. Nosotros nos centraremos guimientos de los efectos. En cambio, en
en seis diferencias que pueden situarnos clara- las investigaciones: a) se emplean con mu-
mente en el contexto de la brecha a la que hemos cha frecuencia la observación en situacio-
aludido respecto de la formulación de objetivos e nes naturales y los registros psicofisiológi-
hipótesis, el reclutamiento de los sujetos, el diseño cos; b) se eliminan o se intentan controlar
y la aplicación del proceso de evaluación, la ex- los efectos reactivos, y c) se utiliza un cri-
periencia de los profesionales y la estrategia uti- terio experimental o estadístico de signifi-
lizada para aplicar el tratamiento/entrenamiento. cación y se efectúan seguimientos prolon-
Veámoslas: gados.
— Aplicación del tratamiento. Aquí también
— Objetivos. Mientras que en el ámbito apli- se producen diferencias notables entre am-
cado el objetivo es eliminar/reducir el pro- bos ámbitos: en el aplicado los tratamien-
blema/trastorno que presenta el paciente/ tos son generalmente complejos y flexi-
cliente, en la investigación lo que realmen- bles,  requieren muchas sesiones, admiten
te importa es poner a prueba las hipótesis modificaciones y se pactan con el cliente.
para clarificar las causas del cambio. En la mayoría de las investigaciones: a) los
— Hipótesis. En el ámbito aplicado pueden sujetos no participan en la elección del tra-
y deben modificarse éstas en función de tamiento que se les administrará; b) el tra-
los resultados que las medidas repetidas tamiento no se planifica en base al análisis
nos vayan dando a conocer; en la investi- funcional, sino que está decidido de ante-
gación han de permanecer invariables a lo mano, y c) la duración del tratamiento
largo de todo el proceso. está establecida y a menudo consta de un
— Los sujetos. En una investigación sólo se número pequeño de sesiones.
seleccionan las personas que presentan el
mismo problema. En el ámbito aplicado A la luz de estas diferencias podría dar la im-
los pacientes/clientes acuden por sí mis- presión de que, en contraposición con el investi-
mos, presentando en la mayoría de las oca- gador, al profesional le interesa sobre todo encon-
siones problemas complejos y variados a trar cualquier programa de intervención que sea
los que hay que hacer frente. lo suficientemente potente como para ayudar al
— Terapeutas. En el ámbito aplicado son paciente/cliente a resolver el problema/trastorno
profesionales con mayor o menor grado que este último presenta, como sostiene Lazarus.
de experiencia en la aplicación de trata- Es decir, su objetivo inmediato sería lograr un
mientos psicológicos; en las investigacio- cambio significativo en las respuestas problemá-
nes a menudo participan estudiantes en ticas, mientras que la comprobación de sus hipó-
prácticas o recién graduados, es decir, con tesis teóricas y la comprensión del proceso de
poca o ninguna experiencia en la aplica- cambio se verían como objetivos secundarios. En
ción de entrenamientos. este sentido es necesario insistir en que hay que
— Evaluación. En el contexto aplicado: a) re- superar la tentación pragmática del «no sabemos
sulta mucho más difícil el uso de ciertos el porqué, pero el caso es que funciona», y pase-
métodos de obtención de información mos a desarrollar teorías y modelos específicos
como la observación en situaciones natu- más potentes (véase por ejemplo Ponsoda, 2010
rales y los registros psicofisiológicos; b) se o Kanfer y Hagerman, 1985), que nos permitan
aprovechan los efectos reactivos de la eva- explicar la conducta adaptada y dasadaptada,
luación con fines terapéuticos; c) se valo- realizar predicciones y derivar los tratamientos

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psicológicos de principios suficientemente válidos, ninguna garantía de que se está eligiendo el mejor
como sugería ya en 1978 Edward Erwin. Recuér- tratamiento ad hoc. No nos engañemos: el ensayo-
dese el contenido al respecto de nuestro código error como guía para la selección del programa de
deontológico en su artículo 33, donde claramente entrenamiento/tratamiento dista mucho de ser el
se indica que todo psicólogo, en el ejercicio de su mejor procedimiento para la selección del trata-
profesión, «procurará contribuir al progreso de la miento más adecuado y supone, en el estado actual
ciencia y de la profesión psicológica, investigando del desarrollo de nuestra disciplina y en la inmensa
en su disciplina, ateniéndose a las reglas y exigen- mayoría de los casos, una burla al cliente/paciente.
cia del trabajo científico...». Concluyendo, a la luz de lo expuesto es preci-
Como recuerda Ponsoda (2010), cada vez es so recordar que, pese a las diferencias constatadas,
mayor el número de los profesionales que, tanto hay que indicar que: a) no existen diferencias entre
desde el ámbito de la investigación como desde el ciencia pura y ciencia aplicada, sino entre buena
contexto aplicado, estamos convencidos de la re- y mala ciencia (recuérdese la cita de Ramón y Ca-
ciprocidad de las ventajas que se derivan del acer- jal), y b) los psicólogos somos profesionales con
camiento entre la metodología y nuestro quehacer formación científica y, como tales, hemos de in-
cotidiano. Ello es así tanto porque los profesio- tentar actuar, aunque las circunstancias en las que
nales se encuentran a menudo con problemas di- tengamos que hacerlo presenten múltiples dificul-
fíciles de resolver sin ayuda especializada, cuanto tades y tengamos que afrontar nuestro trabajo ha-
porque los investigadores precisan conocer las di- ciendo frente a las limitaciones que de tales cir-
ficultades con las que se encuentran los profesio- cunstancias se derivan. Actuar como un científico
nales cuando aplican las herramientas y estrate- que practica una profesión no está reñido con ser
gias metodológicas diseñadas y validadas en habilidoso en nuestro trato con los demás, practi-
situaciones controladas. La sección monográfica car la empatía, mostrar consideración por el su-
coordinada por Ponsoda en el volumen 31 de la frimiento del otro, etc., sino todo lo contrario: son
publicación del Consejo General de Colegios Ofi- complementos necesarios para un buen desarrollo
ciales de Psicólogos de España, con el atractivo del quehacer psicológico en el ámbito aplicado.
título de «Metodología al servicio del psicólogo»,
centrada en el análisis de datos (metodologías
cualitativas, teorías, propiedades y nuevos tipos 4.5. ESTRATEGIAS/MODOS
de tests) es un excelente ejemplo en la tarea de PARA/DE APLICAR EL TRATAMIENTO
establecer un puente entre la metodología y la psi-
cología, facilitando al psicólogo el contacto con En lo que sigue habremos de entender que el
contenidos metodológicos que pueden serle de tratamiento se aplica a demanda bien del propio
utilidad. interesado bien de la persona o personas respon-
En consecuencia, lo más práctico sigue siendo sables. En este último caso se hallan fundamen-
una buena teoría (no una posición ecléctica) y lo talmente los niños, adolescentes y, en menor me-
más beneficioso el rigor del método científico, por- dida, los ancianos u otros adultos que llegan a la
que es la mejor salvaguarda de los intereses del consulta del psicólogo «empujados» por la pre-
cliente/paciente. La respuesta apresurada a la ur- sión que hace otro (generalmente el esposo, la es-
gencia de la demanda, producida generalmente posa u algún familiar o amigo). En estos casos es
por el sufrimiento que generan los problemas/tras- prioritario que el profesional sepa: a) cómo ha de
tornos psicológicos, en buena parte de las ocasio- actuar para favorecer el reconocimiento de la exis-
nes, no incluye una evaluación realizada con la tencia de un problema o trastorno psicológico, así
extensión y meticulosidad que tal proceder exige; como b) diseñar una estrategia que maximice la
ya sabemos que, sin una buena evaluación, sin un probabilidad de que el cliente/paciente se adhiera
buen análisis topográfico y funcional, no existe al tratamiento.

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El tratamiento psicológico / 159

La decisión de recibir ayuda psicológica se El logro de la adherencia al tratamiento y el


adopta generalmente cuando se han dado varias desarrollo de una buena relación o alianza entre
circunstancias previas: reconocer que existe un el psicólogo y su cliente/paciente es el primer reto
problema, darse cuenta de que uno solo no lo al que un profesional tiene que hacer frente. En
puede resolver y pensar que el cambio generado unos casos resulta complicado por la naturaleza
por el tratamiento va a mejorar el estado en el que y características del problema/trastorno (así, por
se encuentra. ejemplo, en las conductas adictivas o en los tras-
Por lo que respecta a que alguien reconozca tornos psicóticos), y en otros porque la persona
la existencia de un problema psicológico, remiti- niega de entrada la mayor, es decir, la existencia
mos al lector a los trabajos de Prochaska y Di- del problema. Ello adquiere una especial relevan-
Clemente (véase Prochaska y DiClemente, 1983). cia en los problemas/trastornos en los que sin la
Estos autores abordan el problema de la motiva- aceptación no se pueden iniciar los cambios mí-
ción para el cambio desde una formulación trans- nimos necesarios de/en la persona para poner en
teórica que resultó de sus estudios en relación con marcha un tratamiento, sea de orden psicológico,
el cambio de las conductas adictivas de los fuma- biomédico o mixto (v. gr. en el trastorno bipolar
dores, pero luego ha sido aplicado tanto a otras o la esquizofrenia). Este aspecto del tratamiento
conductas adictivas (véase Tejero y Trujols, 1994) es tan relevante que se ha puesto el rótulo de
como a otros problemas clínicos (así, Echeburúa, «aceptación y compromiso» como punta de lanza
Corral, Fernández y Amor, 2004) y que en sínte- de nuevos intentos de tratamiento psicológico
sis recogemos en la tabla 4.4. (así, Wilson y Luciano, 2002) o se han desarrollo
métodos específicos como el Método LEAP (Lis-
ten-Empathize-Agree-Partner —Amador y Jo-
TABLA 4.4
hanson, 2000—) basado en la escucha, la empatía
Etapas o fases en el proceso de cambio y el compromiso para fomentar la aceptación del
de Prochaska y DiClemente problema, facilitar el cambio, la adherencia al tra-
tamiento y la resolución de conflictos.
Etapas Descripción

Precontemplación o No hay intención de cambiar; Tratamiento en grupo


negación del problema no se reconoce el problema.
Contemplación o duda Hay interés, pero no se da un Como ya hemos comentado, el entrenamien-
compromiso real. to/tratamiento psicológico puede aplicarse indi-
vidualmente, en grupo, combinando el trata-
Preparación Se reconoce el problema y se miento en grupo con el seguimiento individual
actúa para resolverlo; la perso-
para ayudar a la persona en todo aquello en lo
na está motivada para cambiar.
que no haya podido beneficiarse durante la situa-
Acción Se aborda el cambio de las res- ción de entrenamiento en grupo o, si fuera el
puestas y/o de las variables am- caso, iniciando el tratamiento/entrenamiento de
bientales o personales que las manera individual para posteriormente incorpo-
desencadenan o mantienen. rarse al tratamiento en grupo, cuando así se en-
Mantenimiento No se presentan ya las respues- tienda conveniente o la persona nos autorice. En
tas inadecuadas o desadapta- cualquier caso, es preciso que el profesional no
das, y aparecen tanto las res- olvide que es necesario el dominio de las habili-
puestas relativas a la prevención dades y destrezas implicadas en la aplicación de
de recaídas como las de conso- los elementos básicos de la psicología de grupos
lidación y las de generalización (véase, por ejemplo, Marín y Troyano, 2006 o
de las ganancias.
Muñoz, 2010).

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160 / El ejercicio de la psicología aplicada

Las ventajas del tratamiento/entrenamiento incrementa la credibilidad derivada del consenso


en grupo son incuestionables cuando se las com- sobre la pertinencia de tales respuestas, sino que
para con el individual. Así, siguiendo lo ya indi- tal fenómeno genera compromiso entre el parti-
cado por Olivares, Méndez y Macià (2005), entre cipante y su grupo.
las ventajas que presenta el grupo podemos enu- d) El contexto grupal, además de constituir
merar las siguientes: una fuente de retroalimentación creíble (la de los
compañeros «que están como yo») y muy influida
a) El grupo proporciona un contexto real por el fenómeno que desencadena el consenso an-
que puede trascender a la mera situación de en- tes aludido, también lo es de reforzamiento posi-
trenamiento, en tanto que fuente de apoyo social tivo (muestras de aceptación y aprobación), de
y elemento para facilitar la generalización del refuerzo negativo (malestar generado por los in-
aprendizaje. De hecho, además de constituir un cumplimientos de los acuerdos) y de castigo (re-
primer «contexto seguro» en el que se puede ac- acción de los demás, las muestras de descontento
tuar y relacionarse con otras personas poco co- o desacuerdo, cuando se hacen explícitos los in-
nocidas y desconocidas también, si el caso lo re- cumplimientos durante el desarrollo de las pues-
quiere, se puede utilizar para «camuflar» entre sus tas en común relativas a las tareas para casa).
componentes «cómplices del terapeuta» previa- e) El papel de los modelos coping (similares)
mente entrenados, del mismo y/o de distinto sexo. y del modelado múltiple también es muy signifi-
Es decir, en muchas ocasiones permite diseñar un cativo. El grupo provee de modelos que actúan
contexto con alta validez ecológica en el que se de manera muy similar al resto de los participan-
pueden entrenar muchas modalidades de relación tes, porque han empezado con ellos y en una si-
«casi» como si fuese la realidad misma. Asimis- tuación similar a la de ellos. Además, este mo-
mo, este «carácter casi real» permite a los tera- delado es múltiple, porque generalmente unos
peutas observar el comportamiento de los parti- progresan más y mejor que otros en cuestiones
cipantes en una amplia gama de situaciones de distintas. La observación del progreso de los
actuación y de relación, a lo largo del desarrollo compañeros puede ser utilizada por el psicólogo
de cada sesión de entrenamiento. para incrementar las expectativas de mejora a la
b) Una primera consecuencia de la exposi- luz de los datos «reales» con los que provee el
ción al contexto grupal es «el descubrimiento contexto grupal.
“real”» de que hay otras personas con nuestro f ) El aprendizaje de la «generación de alter-
mismo problema, lo que ayuda a eliminar la nativas» o «flexibilidad de pensamiento» también
creencia de ser un «bicho raro». se ve muy favorecido por el entrenamiento en el
c) La variable conocida como «presión del contexto grupal. El grupo es un excelente medio
grupo» favorece la credibilidad de los comporta- para exponerse a «otros puntos de vista», a otras
mientos consensuados y el compromiso indivi- formas de abordar y resolver las situaciones pro-
dual. Ambas variables incrementan en general la blemáticas, facilitando e incentivando la realiza-
participación, la adherencia o implicación tanto ción de los ejercicios de «flexibilidad de pensa-
durante las sesiones de tratamiento/entrenamien- miento» que generalmente hay que programar
to como respecto del cumplimiento de las «tareas tanto para las sesiones de entrenamiento como
para casa» acordadas, que se han de realizar entre para la aplicación de lo entrenado entre una se-
una sesión de entrenamiento y la siguiente. Esto sión y la siguiente. Los participantes pueden cons-
puede y debe ser utilizado por el psicólogo. Así, tatar en las puestas en común, una y otra vez, el
cuando el grupo llega mayoritariamente a un con- gran número de soluciones alternativas que se
senso explícito sobre cuáles son las respuestas pueden elaborar (individualmente) ante una si-
apropiadas ante una situación, por ejemplo du- tuación de trabajo común, tanto en el plano del
rante la puesta en común, tal acuerdo no sólo pensamiento como en el de la actuación.

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El tratamiento psicológico / 161

g) Las «puestas en común» en el seno del ma concreto, etc., también conlleva peligros y di-
grupo también son una herramienta que funciona ficultades que el profesional no puede desconocer
por sí sola en relación con la reestructuración u obviar. Entre ellos hay que destacar al menos
cognitiva de los participantes. El hecho de regis- los que describimos a continuación:
trar y hacer públicos los errores cognitivos (todo
vs. nada; siempre vs. nunca, por ejemplo), las — Los abandonos. La presión ejercida por el
creencias y atribuciones («Me voy a morir; me voy grupo puede llegar a ser desmedida en su
a volver loco»; «Me saldrá mal porque a mí todo intensidad para algunos participantes. Es
me sale mal») con las que uno se enfrenta y sesga preciso que el psicólogo haga un segui-
la percepción de la situación real, incrementa la miento individual de aquellos participan-
probabilidad de que otros participantes puedan tes que, en principio, por los datos de la
cuestionarse el sesgo de su percepción y el papel evaluación, estime que pueden ser menos
desadaptativo de sus creencias. resistentes o contar con menos recursos
h) El grupo permite que el psicólogo pueda para afrontar beneficiosamente tal presión
fomentar las relaciones entre sus miembros y social y la intensidad de las respuestas de
aprovechar esta situación privilegiada para desa- ansiedad que pueda desencadenar.
rrollar «una red de apoyo social»; es decir, estimu- — La «red social» como elemento de riesgo de
lar el apoyo y la ayuda mutua, tanto dentro como aparición de respuestas de evitación. Al po-
fuera de la situación de entrenamiento, en lo re- der constituirse en el seno del grupo una
lativo al tratamiento del problema/trastorno del red de apoyo social entre todos o algunos
que se trate como en relación con otras cuestiones de los participantes, existe el riesgo de que
personales. Es más, el grupo también permite que éstos puedan satisfacer sus necesidades
el profesional pueda realizar agrupaciones de básicas de afiliación, lo cual les puede lle-
acuerdo con los intereses específicos del trata- var a «no precisar» exponerse a nuevas
miento: la realización de las tareas entre los que situaciones o limitar a mínimos la exposi-
más progresan y los que tienen más dificultades, ción fuera de este subgrupo. La amenaza
entre el líder y el ignorado, etc. que ello supone para la generalización y
i) El formato grupal contribuye a maximizar consolidación de los aprendizajes puede
la eficiencia económica de la intervención porque ser muy alta, porque recuérdese que el en-
se ahorra tiempo y esfuerzo, y se pueden tratar frentamiento con la situación real es nece-
más personas en el mismo tiempo y generalmen- sario, aunque pueda no ser suficiente. Por
te con mejores resultados. ello, el psicólogo debe recordar una y otra
j) Por último, el grupo actúa como un cata- vez la necesidad de apoyo y colaboración
lizador de la implicación/adherencia/motivación mutua, pero que ello no puede ni debe re-
de los participantes, a través de los acuerdos con- ducir/eliminar el enfrentamiento con to-
sensuados. La presión que ejerce de manera na- das aquellas situaciones, personas y luga-
tural el grupo para uniformar a sus miembros res, cuando se haya convenido que resulta
resulta muy beneficiosa para el logro del cumpli- necesario.
miento de los acuerdos y para el reconocimiento — Confundir «progreso posible» y «progreso
público de los esfuerzos y progresos propios y de deseable».Algunos participantes pueden
los demás (refuerzo social). confundir su deseo con sus posibilidades.
Es decir, pueden sentirse contrariados al
Ahora bien, el uso del grupo como estrategia constatar de forma reiterada que otros
de entrenamiento/tratamiento con fines preventi- miembros del grupo progresan más, mejor
vos, clínicos, de mejora de habilidades y destrezas y más rápidamente que ellos. En unos ca-
para aprender a afrontar exitosamente un proble- sos, para justificar o entender estas dife-

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162 / El ejercicio de la psicología aplicada

rencias pueden argumentar o concluir que ticipante, aunque el resultado no haya sido
ellos «no podrán implicarse activamente» el deseado y esperado. Dicho esto, inme-
porque están peor que los demás y por eso diatamente después deberá modelar ade-
progresan menos (atribución); en otros ca- cuadamente el mismo comportamiento y
sos pueden aparecer envidias que alteren solicitar un nuevo ensayo de conducta.
las relaciones entre los miembros del gru- — Adivinar la intención del terapeuta. En mu-
po, pudiendo dar lugar a críticas destruc- chas ocasiones los terapeutas ponemos en
tivas a la hora de retroalimentar a deter- marcha «el automático» y actuamos de
minados compañeros o al abandono del acuerdo con nuestras rutinas, de forma
entrenamiento/tratamiento. bastante predecible. Nuestros participan-
Para prevenir la ocurrencia de esta ca- tes generalmente no tardan en advertir
suística, el psicólogo deberá recordar una cuándo es más probable que les toque in-
y otra vez que: a) cada uno de ellos sólo tervenir. Si esta variable fuese importante
puede compararse consigo mismo (v. gr., para el desarrollo del tratamiento, pode-
¿Qué podía hacer y qué hace?); dado que mos controlarla a través de la aleatoriza-
las circunstancias de cada uno son únicas ción del orden en la realización o presen-
e irrepetibles, los ritmos en el progreso tación de las actividades a realizar: el azar
también han de mostrar diferencias que, decide quién o quiénes realizan un ensayo,
en ocasiones, no se relacionan con el es- participan en un role-playing, intervienen
fuerzo realizado, pero que no deben ser en la puesta en común de los logros y di-
atribuidas a causas extrañas y ajenas a la ficultades hallados a la hora de realizar las
circunstancia individual, y b) tanto para tareas para casa que se acordaron en la
con ellos mismos como para con los de- sesión previa, dan a conocer al grupo sus
más, es preciso que la valoración para actividades o retroalimentan al compañe-
retroalimentar(se) se haga, primero, reco- ro que acaba de actuar.
nociendo los progresos, lo que se hace bien — La constancia en las relaciones. Dentro del
y, en segundo lugar, se atienda a lo que no grupo hay participantes que «se caen me-
se ha hecho tan bien o se ha hecho mal, jor», como en todo grupo humano. Este
pero reconociendo siempre el esfuerzo rea- hecho hace que aquellos que se «caen
lizado e indicando cómo podría mejorar bien» tiendan a establecer relaciones muy
la actuación. estables que les llevan a realizar casi todas
— El modelado negativo y el efecto «contagio». las actividades juntos. Dado que lo desea-
Los beneficios que en el seno del grupo ble es aprender a relacionarse con cuantas
pueden obtener a través del modelado co- más personas distintas mejor, especialmen-
ping y múltiple tienen la otra cara de la te cuando existan problemas o trastornos
moneda en el modelado negativo. El psi- relacionados con la ansiedad social, el psi-
cólogo deberá estar atento para reducir/ cólogo procurará prevenir la ocurrencia de
eliminar el efecto «contagio» en el resto de tal constancia, sin que por ello haya de
los participantes cuando se puedan pre- romper la relación emocional entre quie-
sentar comportamientos inadecuados, ne- nes  «se lleven mejor»; explicará por qué
gativos, que lejos de estimular la implica- es  necesaria la alternancia y cuáles son
ción puedan fomentar el desánimo y el los  beneficios de diversificar las relacio-
abandono. En estos casos el profesional, nes  frente a los perjuicios que puede ge-
en primer lugar, deberá reconducir inme- nerar reducirlas. Por tanto, el profesio-
diatamente la situación agradeciendo el nal debe, por un lado, fomentar el apoyo y
intento y el esfuerzo realizado por el par- la colaboración entre los participantes,

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El tratamiento psicológico / 163

pero por otro ha de estar atento para que e) En el tratamiento individual, la red de
estas interacciones resulten tan variadas apoyo social siempre será externa, es de-
como sea posible. cir, integrada por personas ajenas a la vi-
vencia de los efectos del problema/tras-
Tratamiento individual torno, lo que no suele ocurrir en el
tratamiento en grupo.
Por lo que respecta al tratamiento individual, f ) La validez ecológica de la situación en la
vamos a comentar algunas de sus ventajas y limi- que se produce la aplicación del entrena-
taciones más sobresalientes, recordando que éstas miento, salvo excepciones, siempre será
últimas habrán de ser atendidas y contrarrestadas superior en el tratamiento en grupo que
en la medida de lo posible por el diseño de la in- en el individual.
tervención. Así: g) Sugerimos al lector que reflexione e inten-
te completar este listado con las ventajas
a) El tratamiento individual permite ajustar y limitaciones que entienda que deberían
tanto su contenido a los resultados de la completar la relación tentativa que le he-
evaluación (análisis funcional y topográ- mos presentado.
fico) como la velocidad de su aplicación
al ritmo de la persona (variables específi- Tratamiento ambulatorio vs. hospitalización
cas relevantes en el mantenimiento del
problema/trastorno). Incluimos aquí el tratamiento de aquellos
b) Las hipótesis planteadas se reformularán trastornos como la anorexia nerviosa o la depre-
cuando no se confirmen por los resulta- sión, que, traspasados ciertos umbrales de grave-
dos de las medidas de los efectos del tra- dad, requieren atención y vigilancia constante
tamiento realizadas durante su aplica- porque el grado de control que los pacientes, sus
ción. La toma de medidas repetidas familias o ambos tienen sobre el trastorno ya es
durante la aplicación del tratamiento pro- ínfimo, lo cual puede poner en riesgo la vida de
porciona retroalimentación en este senti- los pacientes.
do. La dirección de los efectos del trata- En otras ocasiones, la aparición brusca de
miento ha de estar en consonancia con lo desviaciones muy significativas de la intensidad,
postulado en nuestras hipótesis de inter- frecuencia y/o duración de las respuestas de un
vención. ser humano, respecto de las de su grupo norma-
c) Los costes del tratamiento individual son tivo de referencia («brotes agudos» en términos
siempre muy superiores a los del trata- biomédicos), llegan no sólo a interferir de mane-
miento en grupo, tanto en el orden eco- ra clínicamente significativa en su actividad coti-
nómico como generalmente en el relativo diana, sino que incluso pueden poner en peligro
a la duración. su vida o la de otros, además de producir un in-
d) En el tratamiento individual el único mo- tenso sufrimiento a él (ella) y a los suyos. En es-
delo disponible en el contexto donde tiene tos casos es necesaria una hospitalización duran-
lugar el entrenamiento suele ser el propio te períodos más o menos cortos de tiempo; el
psicólogo, hecho que impide beneficiarse médico será el responsable de determinar la
tanto de los efectos del modelado múlti- cuantía y el modo. En todo caso, este interna-
ple como del coping o de enfrentamiento, miento temporal terminará cuando el paciente
pues el psicólogo siempre será visto por esté en condiciones de poder controlar con una
el cliente/paciente como mastery o modé- alta probabilidad de éxito la adherencia a las
lico, por lo que su efecto siempre es con- prescripciones médicas que conlleva el tratamien-
siderablemente menor. to de su trastorno.

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164 / El ejercicio de la psicología aplicada

En general, el tratamiento psicológico es am- Pero la objetividad del juicio del adulto puede
bulatorio para la casi totalidad de los trastornos verse mermada o alterada por la información de
psicológicos y para todos los problemas psicoló- la que disponga y la flexibilidad con que evalúe,
gicos, tal como aquí se han delimitado. Es el tra- ya que es un hecho reiteradamente constatado
tamiento psiquiátrico de los problemas del com- desde hace ya mucho tiempo, tanto en España (Pe-
portamiento (de origen biológico) el que puede lechano, 1980) como en otros países (véase por
requerir hospitalización. ejemplo Graziano y Mooney, 1984 o Winnett y
Winkler, 1972), que profesores y padres solicitan
con más frecuencia ayuda psicológica para los ni-
4.6. ESTRATEGIAS PARA APLICAR ños/adolescentes por excesos conductuales como
EL TRATAMIENTO CON NIÑOS la hiperactividad, la conducta antisocial o la agre-
Y ADOLESCENTES sividad, que para problemas derivados de un dé-
ficit o defecto en el comportamiento cotidiano
(v. gr., el retraimiento social). Así, los datos con-
No es frecuente que los niños y los adolescen- firman que los problemas que son más frecuente-
tes soliciten ayuda psicológica por sí mismos. Sue- mente motivo de consulta por parte de los padres,
len ser los adultos con los que conviven o se re- después de los problemas de rendimiento escolar,
lacionan cotidianamente quienes lo hacen por son las respuestas que resultan más aversivas para
ellos (padres, pediatras, profesores, etc.), al detec- los adultos (Macià, 2007).
tar o creer detectar respuestas que entienden in- Es cierto que de todo lo dicho no podemos
adecuadas. Las razones en que se fundamentan inferir que la conducta infantil desadaptada pue-
suelen ser: da definirse como «la que molesta a los adultos»,
pero si el profesional no actúa con rigor y reúne
a) Resultan molestas para las personas que en su proceso de evaluación los datos suficientes
conviven o interactúan cotidianamente para determinar que la ayuda psicológica solici-
con el niño/adolescente. Así, las respues- tada por los adultos está objetivamente funda-
tas disruptivas en el aula, las hiperactivas, mentada, es decir, que no contraviene el desarro-
el incumplimiento de obligaciones o nor- llo normal y sí puede incrementar su bienestar,
mas del hogar familiar, los terrores noc- entonces puede estar sirviendo intereses distintos
turnos, etc. a los del niño/adolescente. Ello hace necesario
b) Indican la posibilidad de sufrimiento fu- que el psicólogo infantil adopte medidas encami-
turo para el niño/adolescente y/o para los nadas a minimizar los efectos que pudiera generar
que hayan de convivir con él. Tal sería el en su toma de decisiones la carencia de autono-
caso cuando exhiben repertorios conduc- mía mencionada (véase figura 4.2).
tuales impropios de su edad por exceso, Ello conlleva: a) la determinación de la(s)
defecto o inadecuación. respuesta(s) inadecuada(s), y b) la delimitación de
c) Asocian el comportamiento con el sufri- quién o quiénes deben ser objeto de tratamiento,
miento que experimenta el niño/adoles- con independencia del solicitante, dado que los
cente antes de responder o inmediata- adultos puede estar preocupados, por ejemplo,
mente después de haber actuado. Tal caso por problemas evolutivos o incluso triviales, amén
ocurre, por ejemplo, en comportamien- de que pueden padecer distorsiones cognitivas
tos  ritualistas como los relativos al or- que, producidas o mantenidas por variables que
den,  lavado o reiteración de una misma nada tienen que ver con el niño/adolescente, afec-
respuesta un número determinado de ve- ten a la valoración que hace de la respuesta de éste.
ces de acuerdo con un patrón o secuencia En consecuencia, es necesario delimitar cla-
temporal. ramente quién o quiénes deben ser objeto de eva-

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El tratamiento psicológico / 165

Tomar medidas para determinar


si la(s) respuesta(s) es(son)
realmente problemática(s)

Estudio de los adultos


Primer momento de la intervención

Criterios Criterios
con los que interactúa
evolutivos no evolutivos
cotidianamente el niño
(fase descriptiva)

Concretar la existencia de Valorar la Evaluar su Estimar la


desviaciones del comportamiento información estado cantidad,
respecto de los estándares evolutivos que poseen psicológico si adecuación y
o su asociación con relaciones sobre el curso existen indicios destreza en la
problemáticas fundamentadas evolutivo que lo puedan aplicación de
empíricamente justificar la habilidades
por la psicopatología evolutiva de crianza y
educativas

Figura 4.2.—Implicaciones de la autonomía para solicitar ayuda. [Modificado de Olivares, Méndez y Macià (2005).]

luación y tratamiento, con independencia del so- pueden hacer, si tal es el caso, pues, como ya in-
licitante. Así, deberían ser objeto de tratamiento dicaban Graziano y Mooney (1984), el mero he-
quienes tras la evaluación inicial y el pertinente cho de que los padres soliciten la ayuda de un
análisis funcional resulte(n) implicado(s) en el profesional cualificado está poniendo de relieve
mantenimiento de la(s) respuesta(s) problemáti- su falta de conocimientos y recursos terapéuticos
ca(s) o inadecuada(s). Hay casos en los que, dada para resolver tal problema.
la especificidad de la respuesta, basta con la in-
tervención en un contexto concreto como es el
aula, sin requerir la intervención paterna, para
resolver el problema planteado; en otros se pre- Ed, Er
Padre
cisa de una colaboración mínima de la familia,
mientras que hay ocasiones en las que se requie-
re incluso formar a los padres para que actúen
de coterapeutas a fin de que apliquen todo o par-
te de un programa  de intervención. Por tanto, Familia Ed, Er
Ed, Er
Madre Hijo
desde nuestro punto de vista, lo único que a prio-
ri podría determinarse en relación con la consi-
deración de los padres como parte de la ayuda
terapéutica que se le ha de prestar al hijo/a se
limita a la fase de información o educativa de
todo tratamiento psicológico. Es decir, con inde-
pendencia del problema, los padres siempre de-
ben ser informados de qué le pasa a su hijo y,
hasta donde sea posible, por qué le pasa y qué Figura 4.3.—La familia a la luz del aprendizaje social.

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166 / El ejercicio de la psicología aplicada

En este modelo, cada miembro es considerado incrementaban de forma progresiva el empleo de


como fuente de estímulos discriminativos (Ed) y medios coercitivos para tratar de impedir tales
de reforzadores (Er) para los demás miembros de respuestas. Santacreu (1991; Santacreu y Froján,
la familia. 1993) también sitúa en el origen del patrón de
En general, existe acuerdo entre los psicólogos habla tartamudo el ambiente autoritario y/o con
que trabajan en este campo en que la intervención alto nivel de exigencias, es decir, padres que cen-
con niños, salvo excepciones, hasta la edad de sie- tran excesivamente la atención en la falta de flui-
te u ocho años, se centra fundamentalmente en dez del niño que empieza a hablar (influencia en
producir cambios concretos en el comportamien- la definición del problema), que critican la falta
to de los padres y en los adultos que mantienen de fluidez y los pequeños bloqueos o repeticiones
una relación muy estrecha y frecuente con el niño. de sílabas o palabras que, pese a ser normales,
Se supone que hasta esta edad el causante/man- etiquetan como tartamudeo (génesis del proble-
tenedor de los problemas psicológicos que presen- ma); otro tanto pudimos comprobar nosotros en
ta en general el niño es fundamentalmente el sis- relación con la aversión a hablar y el mutismo
tema integrado por los adultos con los que el niño selectivo (Olivares, Méndez y Macià, 1996).
interactúa cotidianamente. A partir de esta edad
el centro de la intervención va desplazándose pro-
gresivamente de los padres y adultos significati- 4.6.1. El papel del desarrollo
vos, de los que depende el niño, hasta centrarse en la oportunidad/necesidad
fundamentalmente en el chico o la joven cuando de tratamiento
llega a los doce años, edad a partir de la cual el
papel de los padres pasa a ser secundario y, en El desarrollo infanto-juvenil supone un con-
general, su participación se limita a recibir infor- junto de variables que el psicólogo debe tener siem-
mación sobre la marcha de la intervención, exclu- pre presentes, porque las variables relacionadas
yendo de ésta los aspectos que el adolescente no con la edad afectan a la selección y elección de las
desee que se le comuniquen y éstos no entren en estrategias, tanto en la fase de evaluación como
contradicción con lo recogido al respecto en nues- en la de tratamiento, así como a la consideración
tro código deontológico. misma de una respuesta como normal o inade-
En relación con el estado psicológico del adul- cuada/problemática. De ahí que resulte absurda
to, y su concepción del problema del niño/adoles- la comparación entre grupos de distinta edad sin
cente, hay que indicar que ambos influyen tanto tener en cuenta sus diferencias en vocabulario,
en la decisión de solicitar la ayuda de un profesio- habilidades cognitivas, destrezas motoras, domi-
nal como en su propia flexibilidad y habilidad a nio del autocontrol, etc.
la hora de tratar el problema o colaborar en la Es preciso que el psicólogo conozca cuáles son
aplicación de una parte del programa de interven- las pautas normativas del desarrollo en cada una
ción. Asimismo, la flexibilidad y la influencia de de las edades o tramos de edad, para valorar en
ésta en la forma de educar, unido a las habilidades qué medida una respuesta o un patrón de respues-
que se requieren para tal fin, desempeñan un pa- tas a una edad puede o no ser identificado como
pel muy importante (a veces decisivo) tanto en la problemático, en relación a los estándares de su
definición del problema como en su inicio y man- grupo de referencia (edad, sexo y características
tenimiento. Por ejemplo, en un trabajo publicado socio-económico-culturales), así como respecto de
ya en 1976 por Patterson (1976) se ponía de ma- qué juicio pronóstico merece, en su caso, de acuer-
nifiesto cómo muchos padres definen como res- do con la edad y el momento de su aparición.
puestas problemáticas los intentos de los hijos de La edad y el grado de desarrollo han de ser
ser independientes, pese a ser propios de la edad. tenidos en cuenta a la hora del diagnóstico, el
El mismo estudio descubría también cómo éstos pronóstico y la elección del tratamiento. Así, las

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El tratamiento psicológico / 167

implicaciones pronósticas respecto de la necesi- (normas de conducta propias de cada intervalo


dad/oportunidad de una intervención psicológica de edad) y medio sociocultural en el que se da,
varían considerablemente para un mismo proble- bien porque no existen estudios al respecto, bien
ma, en función tanto del momento de su inicio porque aquellos de los que se dispone no están
como del grado de consolidación o afianzamien- adaptados al grupo al que pertenece el niño/ado-
to de su aprendizaje (gradiente de generalización lescente para el que se solicita ayuda psicológica,
y estabilidad de las variables que participan de su en esos casos puede hacerse uso de los inventarios
mantenimiento). Por ejemplo, la aparición de un de problemas aparecidos en la literatura con ma-
patrón concreto de respuestas, como reacción yor frecuencia, dado que éstos suponen un dato
ante una situación específica, tiene siempre un relevante y pueden ayudar al profesional en la
buen pronóstico respecto de la eficacia de la in- toma de decisiones. Una de las primeras tentati-
tervención, si fuera precisa. En cambio, si ese pa- vas en este sentido fue el listado-guía ofrecido por
trón de respuestas problemáticas aparece a una Mash y Terdal (1988).
edad temprana, la magnitud de su cronicidad in- El sexo en interacción con los factores cultu-
fluirá de forma significativa tanto en el reque- rales también ha de ser tenido en cuenta en el mar-
rimiento de tratamiento psicológico como en re- co del desarrollo infanto-juvenil. Así, las observa-
lación a la cantidad de dificultades con las que la ciones muestran que, al menos en nuestra cultura,
intervención habrá de contar. y de acuerdo con nuestras pautas educativas gene-
Así pues, dependiendo de variables tales como rales, los varones con menos de diez años muestran
la edad de inicio y el grado de estabilidad o con- más omisiones en el cumplimiento de las normas
solidación del aprendizaje, una misma respuesta y órdenes en casa y en la escuela (desobediencia)
puede merecer distinto juicio pronóstico y re- que las niñas de su misma edad. Para este mismo
querir el empleo de distintas técnicas de interven- tramo de edad, suelen mostrar diferencias con el
ción para niños/adolescentes de la misma edad y sexo femenino tanto en el número de respuestas
sexo. De igual modo, conociendo qué repertorios agresivas como en la intensidad (mayor en ambos
conductuales son representativos para cada edad casos) y en el número e intensidad de los miedos
o período evolutivo, en función del sexo en su (menor en este caso). A  medida que progresa la
caso, el psicólogo podría evitar errores en su tra- edad, las chicas muestran un exceso de conductas
bajo relacionados con la oportunidad/eficacia/ encubiertas (sentimientos disfóricos y de soledad,
eficiencia de sus intervenciones. Así, la enuresis o dolencias somáticas, etc.), mientras que los chicos
la dislexia, por poner dos ejemplos, pueden ser incrementan las respuestas verbales de contenidos
considerados problemas evolutivos, normales, desproporcionados (fanfarronadas) y disminuyen
que no requieren de ningún tipo de intervención las respuestas agresivas tanto en su número como
a los dos y cuatro años respectivamente, pero en en su intensidad.
cambio ambos son problemas que requieren in- El profesional de la psicología que trabaje con
tervención si el control de esfínteres no se ha pro- niños y adolescentes no debe ser ajeno al hecho
ducido a los cinco años y se siguen teniendo pro- de que la historia de la psicopatología infantil no
blemas de lectoescritura a los seis-siete años. presenta una progresión ni aritmética ni geo-
Asimismo, la edad también confiere una sig- métrica, sino en espiral. Dos parecen ser las razo-
nificación social distinta a la conducta. Respues- nes que permiten explicar el hecho. En primer
tas calificadas de problemáticas o inadecuadas a lugar, las teorías prevalentes sobre la propia psi-
una determinada edad pueden ser objeto de aten- copatología; en segundo, las actitudes sociales
ción y refuerzo sistemático por los adultos en eda- hacia la infancia. De ambas parece depender la
des previas. forma de tal desarrollo. De hecho, a mediados del
Cuando no se puede valorar una respuesta o XVIII no existía una psicopatología infantil, y las
patrón de respuestas en el contexto del desarrollo concepciones sobre los trastornos de conducta y

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168 / El ejercicio de la psicología aplicada

personalidad en la infancia eran las mismas que va  de las respuestas en el sistema psicofisiológi-
las que se utilizaban para explicar los trastornos co  queda muy limitado en estas edades, tanto
de los adultos. Los cambios en las actitudes y en por  motivos económicos como, en muchos ca-
los pensamientos es lo que permite comprender sos,  por su carácter intrusivo (restricciones a la
cómo, por ejemplo, habiéndose iniciado por Stan- libertad del niño) cuando se requiere un control
ley Hall el estudio del niño per se, a finales del sistemático en distintas situaciones.
siglo XIX, e iniciar asimismo el estudio de las nor- Todas estas razones permiten entender el por-
mas evolutivas que le permitieran valorar las con- qué del énfasis que los psicólogos hemos de poner
ductas anómalas, han tenido que transcurrir casi en nuestras intervenciones en las respuestas ma-
las dos terceras partes del pasado siglo XX para nifiestas o públicas y en el control de las variables
que la psicología clínica científica comenzase a ambientales, sobre todo en momentos clave como
considerar necesario el conocimiento de la psico- es el de la elección de los objetivos y el de la va-
logía evolutiva, en el contexto de la infancia y la loración de los efectos del tratamiento.
adolescencia, para incrementar la mejora de los En consecuencia, el control de las variables
métodos de tratamiento. ambientales constituye un objetivo prioritario
porque los niños/adolescentes son más depen-
dientes de la influencia del medio social y, en
4.6.2. El ambiente, la especificidad concreto, de los adultos (especialmente padres y
de las respuestas y el comportamiento profesores) y de los compañeros con los que inte-
manifiesto ractúan cotidianamente o resultan muy significa-
tivos para ellos, tal cual ocurre con el líder de la
La especificidad de las respuestas del niño, y pandilla, por ejemplo. En este contexto adquiere
en menor medida del adolescente, parece influir una especial relevancia la variabilidad intersitua-
de forma notable en el desacuerdo de los adultos cional del comportamiento del niño y la depen-
a la hora de informar respecto de si un compor- dencia de los adultos, especialmente padres y pro-
tamiento es o no problemático. El niño/adoles- fesores, y de otros niños/adolescentes significativos,
cente puede comportarse de manera completa- tanto a la hora de realizar la evaluación como
mente distinta en función de quién esté presente cuando se ha de proceder a la aplicación del tra-
en la situación o del lugar en el que se halle, con tamiento. El rango de las situaciones a evaluar
independencia de quién esté presente. De igual debe ser variado, porque así lo es el de los con-
modo, la conceptualización de una respuesta como textos en los que se desenvuelve el niño. El carác-
problemática, así como su propia génesis y man- ter concreto, detallado y específico de la evalua-
tenimiento, parecen directamente relacionadas con ción lo determina el hecho de que las diferencias
la concepción que los adultos tienen del proble- en el comportamiento del niño pueden variar
ma. Asimismo, existe acuerdo de que hasta una enormemente de un contexto a otro, de una situa-
determinada edad, cuyo mínimo se sitúa entre los ción a otra.
nueve-once años, en función del caso, los niños Hay que recordar que el niño, en su evolución
generalmente no han desarrollado las habilidades ontogenética, constituye inicialmente una varia-
de autoobservación y autoevaluación precisas ble básicamente dependiente, cuyos valores en
para informar de sus propias respuestas, en cua- condiciones de normalidad biológica son princi-
lesquiera de los tres sistemas (psicofisiológico, palmente función de los tomados por el medio.
cognitivo y motor), en los términos de frecuencia, A partir de ahí va evolucionando progresivamente,
duración e intensidad, que se estiman condición como consecuencia del aprendizaje y el desarrollo
necesaria para realizar una evaluación conduc- neurológico, hasta ser capaz de actuar tanto en
tual. A todo ello hay que añadir (véase tabla 4.5) función del medio como de sí mismo. El predo-
el hecho de que realizar una evaluación objeti- minio del carácter «dependiente» (cambios debi-

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El tratamiento psicológico / 169

TABLA 4.5
Algunas variables que pueden dificultar la evaluación1
Variable(s) Implicaciones Problemas y limitaciones que conllevan

Especificidad de la respuesta Desacuerdo entre los adultos a la En la realización de informes: pro-


hora de informar respecto de la exis- blemas de validez convergente.
tencia y gravedad de un comporta-
miento infantil y/o juvenil.
Concepción del problema, habilida- Influencia en la conceptualización Limitación de la objetividad del in-
des/destrezas educativas y estado del problema e, incluso, en su génesis forme individual del adulto.
psicológico del adulto y mantenimiento.
Desarrollo del sistema de respuestas Se requiere de la existencia de unos Limitación de informar sobre sí mis-
cognitivo-verbal repertorios conductuales básicos mí- mo, hasta una determinada edad,
nimos, que correlacionan a nivel es- con unas garantías mínimas.
tándar con una determinada edad,
para iniciar el aprendizaje previo de
las habilidades de autoobservación y
autoevaluación.
Carácter encubierto de la generalidad Se precisa de instrumental sofisticado Un registro sistemático conlleva li-
de las respuestas del sistema psicofi- para llevar a cabo una evaluación ob- mitaciones tanto en términos de cos-
siológico jetiva de la topografía de las mismas. tes económicos como en relación con
la intrusividad.
1
Tomado de Olivares, Méndez y Macià (2005).

dos a la influencia externa) o independiente (cam- evolutivo, han imprimido ciertas particularidades
bios producidos a instancias propias en él mismo a las estrategias de evaluación en este tramo evo-
o en el medio) será, a su vez, una función de sus lutivo. Una de ellas ha sido la consideración de la
aprendizajes previos, de los eventos que determi- observación de la conducta como estrategia prin-
nan en el momento presente la situación y, en me- cipal para la evaluación del comportamiento,
nor medida, de las variables biológicas. De hecho, dado que intensifica el énfasis en la evaluación
aun en el caso de que se pueda probar la exis- directa y reduce a mínimos el hecho inferencial,
tencia de una o más variables biológicas partici- centrándose en respuestas externas, públicas. No
pando en el mantenimiento de la respuesta inade- obstante, este modo de proceder requiere, por una
cuada o problemática, no sólo no se excluye la parte, el control de las fuentes de variación que
intervención psicológica, sino que, por el contra- pueden generar serias limitaciones metodológicas
rio, la evidencia empírica y experimental acumu- o amenazas a la objetividad, como es el caso de
lada permite sostener que tal presencia no anula la reactividad, el sesgo del observador, la baja fia-
la posibilidad de éxito del quehacer psicológico, bilidad interobservadores, los artefactos en la es-
como conocemos desde hace ya mucho tiempo timación del acuerdo interobservadores o el nivel
(véase Carrobles, 1985; Pelechano, 1976a o Sil- de entrenamiento de los observadores; por otra,
va, 1987). no implica la exclusión de la evaluación de las
Las razones del énfasis en las respuestas ma- respuestas del niño/adolescente en los sistemas
nifiestas y las variables ambientales, fundamenta- cognitivo-verbal y psicofisiológico, como indicaba
das en argumentos metodológicos y de carácter Bragado (1994):

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170 / El ejercicio de la psicología aplicada

«Los trastornos clínicos suelen analizarse en profesional que trabaja con niños y adolescentes,
términos de referentes conductuales observables, sino que, por el contrario, generalmente las tareas
lo que no implica que los profesionales exploren de evaluación y tratamiento están mediadas por
exclusivamente las acciones manifiestas, ya que la implicación de al menos algún adulto (Macià,
tales acciones se acompañan, al igual que en las
2005; Olivares, Rosa y Olivares-Olivares, 2006), o
personas adultas, de experiencias subjetivas, reac-
ciones psicofisiológicas y procesos de pensamien- incluso de algún compañero en el caso de los ado-
to más o menos elaborados, según el nivel del lescentes (véase por ejemplo Olivares y Macià,
desarrollo cognitivo de cada niño, que también 1990). Por ello, el entrenamiento de paraprofesio-
deben ser convenientemente evaluados»  (p. 24). nales constituye un aspecto especialmente impor-
tante en esta área de trabajo.
Ahora bien, es preciso recordar que el entre- Kazdin (1985, 2005) resume algunas de las ra-
namiento que poseen los adultos en la discrimi- zones que hacen especialmente relevante el entre-
nación entre malestar de origen físico o psicológi- namiento de paraprofesionales o coterapeutas:
co no está presente generalmente en los repertorios
conductuales de los niños, ni tampoco en la ma- a) Los problemas infantiles suelen asociarse
yoría de los adolescentes, lo que puede producir a situaciones muy específicas y concretas,
confusión en la cumplimentación de registros que por lo que la intervención más rentable
requiera la autoobservación. De igual modo, la será la que pueda producir el cambio de
investigación pone de manifiesto que son muchos la respuesta en el contexto en el que se
los sistemas y subsistemas sociales en cuya inter- produce.
sección se hallan los niños/adolescentes, partici- b) El cambio se conseguirá más rápidamente
pando en mayor o menor medida de su influencia, en el contexto natural que en una situación
por lo que también ha de ser tenido en cuenta su artificial como lo es la consulta del psicó-
efecto en la conducta (relaciones maritales, estrés logo. En consecuencia, la intervención al-
familiar, apoyo social, aislamiento, etc.). canzará su mayor grado de eficacia, por
Los tratamientos más utilizados hasta los once- ejemplo, si se interviene en el centro edu-
doce años son los derivados del condicionamiento cativo cuando sea éste el contexto en el
operante. Incluso cuando se utilizan técnicas/com- que se hallan las variables responsables del
ponentes procedentes de otros modelos teóricos, mantenimiento del comportamiento pro-
como el aprendizaje observacional, es difícil no en- blemático. Otro tanto ocurrirá si la apari-
contrar en el tratamiento alguna técnica operante. ción de la respuesta problemática se cir-
A partir de los doce-trece años, con carácter gene- cunscribe al hogar familiar. En un caso
ral, el desarrollo cognitivo de los niños permite que habrá que entrenar a los educadores y per-
se incremente el empleo de técnicas cognitivo-con- sonal auxiliar, si resultase preciso, mientras
ductuales, en la misma medida en que lo hace su que en el otro a los padres y a cualquier
capacidad para producir imágenes mentales y ope- otra persona significativa del contexto fa-
rar de forma abstracta. Por último, a partir de los miliar que pudiera estar contribuyendo
dieciseis-dieciocho años el arsenal de técnicas del con su conducta al mantenimiento de la
que puede hacer uso el profesional no difiere del conducta del niño o el adolescente. Cuan-
que podría aplicar a la población adulta. do el caso lo requiera, habrá que proceder
al entrenamiento de unos y otros. Padres
4.6.3. Los paraprofesionales y educadores pueden intervenir en el mo-
mento preciso, dado que tienen acceso in-
Las sesiones individuales para evaluar, dise- mediato a la conducta-problema y, gene-
ñar, programar y seguir un tratamiento no cons- ralmente, controlan reforzadores muy
tituyen el hecho más habitual en el quehacer del potentes y significativos para el niño (por

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El tratamiento psicológico / 171

ejemplo, la atención, el afecto, la utiliza- a conseguir, en razón de los patrones de conducta


ción del tiempo libre, etc.). que se consideran normales para su edad y grupo.
c) Normalmente, los adultos que conviven Asimismo, ha de estar informado de los trastor-
con el niño o que interactúan cotidiana- nos psicológicos que pueden afectar a los adultos,
mente con él son los que, en razón de su por el efecto que éstos pudieran tener en el man-
información, creencias, habilidades edu- tenimiento del problema y lo que ello conlleva de
cativas y estado psicológico, han generado cara al diseño de la intervención, habida cuenta
y/o están manteniendo la mayoría de las de lo ya indicado. Pero además, dado que, salvo
conductas-problema que presentan los ni- raras excepciones, no suelen ser los afectados los
ños y adolescentes, aunque no necesaria- que solicitan la ayuda del psicólogo, éste ha de
mente de forma consciente. contar con el dominio de habilidades/destrezas
Debido al hecho de que los padres que le permitan motivar su participación en el
suelen contar con el control de los ele- entrenamiento, con el fin de generar la máxima
mentos más significativos para el niño y implicación y cooperación a lo largo de la inter-
el adolescente, al menos hasta los quince- vención. En este sentido, al uso del juego, al em-
dieciséis años, se considera que éstos po- pleo de contratos y a la creación de ambientes
seen un extraordinario potencial para ge- distendidos y agradables, el profesional habrá de
nerar cambios conductuales. Ello ha añadir el conocimiento de los reforzadores que
llevado a que se haya desarrollado una resulten más significativos, así como la programa-
teoría para entrenar a los padres en el uso ción de su aplicación para evitar la saciación.
eficaz de los procedimientos del aprendi- En relación con el respeto a los derechos, re-
zaje social, esperando que su conocimien- cordemos que todo tratamiento/entrenamiento
to y dominio les permitan controlar y/o psicológico ha de ser consensuado y nunca debe
modificar el comportamiento del hijo, así ir en contra de la ética o los intereses de la perso-
como prevenir futuros problemas de con- na tratada, con independencia de su edad. Las
ducta, evitando las interacciones desadap- normas éticas que regulan los modos y los límites
tadas entre padres-hijo/s. que deben guiar la prestación de ayuda psicoló-
gica vienen orientados en España por el código
deontológico (Colegio Oficial de Psicólogos, 1987).
4.6.4. Habilidades y destrezas Ello implica que entre las habilidades/destrezas
del psicólogo infanto-juvenil del psicólogo infanto-juvenil también deben ha-
llarse las relacionadas con el pacto. Es decir, de-
Los objetivos de cualquier intervención en berá ser capaz de promover acuerdos con el niño/
este tramo evolutivo han de contemplar al menos adolescente y con su familia, obtener permisos
el logro de la mayor adaptación y autonomía po- cuando se requiera su actuación en contextos aje-
sible a su entorno y el respeto a los derechos del nos a su dominio (como la escuela o el instituto)
niño/adolescente. y estipular contratos, cuyo uso es muy frecuente
Para el logro del primero se requiere, como se en este contexto.
ha comentado, que el profesional esté familiari- En cualquier caso, la cuestión clave ha sido y
zado con las características del desarrollo infanto- es la de determinar y decidir si la ayuda terapéu-
juvenil, las normas de cada segmento de edad y tica que se solicita para el niño, por parte de los
las pautas culturales del grupo socio-económico- padres, tutores, médico de familia, pediatra o
cultural de referencia. Ello le permitirá discrimi- educadores, es buena para el niño o el adolescen-
nar respecto de la relevancia y gravedad de una te. El grado de bondad de la intervención solici-
determinada respuesta para la que se le solicita tada vendrá dado por los efectos positivos previ-
ayuda, y le facilitará la elección de los objetivos sibles que habrá de tener. Cuando ésta minimice

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172 / El ejercicio de la psicología aplicada

los comportamientos desadaptativos y maxima- c) Las características del niño o el adolescen-


lice los adecuados, el psicólogo no dudará en te: habilidades cognitivas, de lenguaje,
aplicarla. Ahora bien, pese a este criterio orien- determinantes biológicos previos (como
tador sobre la bondad de la intervención, al psi- una lesión cerebral, trisomía 21 o 16, etc.)
cólogo se le plantean muchas veces dilemas éticos, y actuales (como el consumo de sustan-
como los generados por preguntas del tipo: ¿se cias tóxicas o de medicación, edad crono-
debe prohibir a los niños pequeños hablar entre lógica, etc.).
sí, en función de la conveniencia del profesor?, o d) Las características de la familia: estado
¿se debe castigar a un niño con el tiempo fuera socioeconómico, educación, relaciones
de reforzamiento social (aislamiento) por negar- parentales, estado psicológico de cada
se a obedecer las órdenes de sus padres, cuando uno de los padres, etc.
éstas sean arbitrarias? Para contestarse a estas e) El contexto en el que se va a  realizar la in-
preguntas, el profesional de la psicología debe tervención: colegio —aula, comedor, patio
considerar (y está obligado a conocer y respetar) de recreo—, hogar, clínica, etc.
una serie de aspectos sociales, éticos y legales f ) La información relativa al(los) psicólo-
(COP, 2004; Gelfand y Hartman, 1989), entre los go(s): tiempo disponible en relación con
que se hallan los derechos relativos a ser infor- las características del tratamiento/entre-
mados y que se les diga la verdad, ser tomados namiento que se aplicará, dominio de las
en serio, participar en la toma de decisiones, la habilidades/destrezas que requiere el en-
confidencialidad y el concerniente a recibir un trenamiento/tratamiento, accesibilidad al
tratamiento eficaz. comportamiento del niño en condiciones
naturales, etc.
g) Las características del tratamiento: in-
4.6.5. Selección de estrategias tensidad (duración de las sesiones), fre-
para la intervención cuencia (periodicidad de las sesiones) y
duración (número de sesiones) del entre-
En la actualidad, como consecuencia de la namiento, sesgos que puede conllevar su
constante evolución de la intervención psicológi- aplicación, cantidad y tipo de recursos
ca infanto-juvenil, se ha incrementado considera- técnicos que precisa su puesta en prácti-
blemente la complejidad de la intervención y, por ca, etc.
supuesto, el conjunto de variables que hay que
considerar a la hora de evaluar y tratar el proble-
ma para el que se requiere ayuda. Una guía para 4.7. ESTRATEGIAS PARA TERMINAR
la selección de las estrategias de intervención de- EL TRATAMIENTO Y PREVENIR
bería incluir, al menos, información relativa a: RECAÍDAS

a) El objetivo de la evaluación. Es decir, indi- 4.7.1. Estrategias para terminar


car claramente si se trata de describir, cla- el tratamiento
sificar, orientar, seleccionar o cambiar
respuestas. Entre los objetivos de cualquier tratamiento
b) La naturaleza del problema para el que so- psicológico está lograr que el paciente/cliente re-
licita ayuda psicológica. En este sentido, cobre su autonomía e independencia lo antes po-
habría que tener claro si se trata de un pro- sible. En consecuencia, de igual modo que antes
blema que se presenta en el ámbito público de iniciar la aplicación de un tratamiento psico-
o privado, y si responden a un aprendizaje lógico adoptamos un conjunto de criterios que
consolidado o sin consolidar todavía. nos permite decidir si existe o no un problema/

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El tratamiento psicológico / 173

trastorno que lo justifique, para determinar si es siguiendo las instrucciones del programa. En ge-
o no es pertinente nuestra intervención también neral, esto ocurre cuando, en condiciones con-
hay criterios que podemos utilizar como referen- troladas, se ha verificado que la mejora de los
cia para saber cuándo se ha de dar por termina- efectos que se puede atribuir al desvanecimien-
do un tratamiento psicológico e iniciar el segui- to del programa no es significativa, es decir, no
miento del mantenimiento y generalización de los supera la magnitud de los logros alcanzados
logros. por los grupos tratados sin desvanecer el trata-
Cuando se trata del tratamiento aplicado en miento. Tal es el caso del Programa de Interven-
grupo, se pueden distinguir tres formas genera- ción en Adolescentes con Fobia Social (Olivares,
les de aplicar y terminar el tratamiento: una en la 2005), en el que se ha podido verificar experi-
que el proceso de aplicación incluye tres momen- mentalmente que las ganancias proporcionadas
tos (inicio-desarrollo, desvanecimiento y termina- por el desvanecimiento no mejoran significativa-
ción-comienzo del seguimiento); otra en la que mente los obtenidas sin contemplar esta estrate-
sólo se dan dos momentos: inicio y terminación; gia. Es más, en este caso, como en muchos otros,
y una tercera, la intermedia, en la que en la propia aplicar el desvaneciendo supone incrementar la
intervención, o en el programa que la contiene, se duración del tratamiento, con lo que incluso pue-
contempla ya que a partir de una determinada de resultar contraproducente porque, cuando los
sesión o unidad de tratamiento ha de iniciarse el adolescentes ya se encuentran mucho mejor,
desvanecimiento. puede ser una justificación para hacer novillos
En el primer caso, iniciamos y desarrollamos («saltarse la sesión») e incluso abandonar, por-
la aplicación del tratamiento en grupo de acuerdo que se entiende que ya no es (tan) necesaria la
con los prerrequisitos que se deriven de su pro- asistencia y que las sesiones de entrenamiento
grama de aplicación en el contexto de la interven- restan tiempo a otras actividades. Recuérdese
ción que hemos diseñado. Esta fase de inicio-de- que con los tratamientos psicológicos ocurre lo
sarrollo acaba cuando la persona o el grupo mismo que con los tratamientos farmacológicos
alcanza un promedio de mejora que suele situar- o de otro orden: cuando nos vamos sintiendo
se entre el 80 y el 90 por 100 respecto de los re- mejor, el grado de incumplimiento de las pres-
sultados de la evaluación pretest (8:10-9:10). Es cripciones facultativas y el abandono completo
en este momento cuando se inicia el desvaneci- de éstas es más frecuente de lo deseable (Macià
miento del tratamiento, es decir, la fase en la que y Méndez, 1996).
el psicólogo comienza la retirada de las ayudas En el tercero, como hemos indicado, no se to-
utilizadas, por ejemplo, mediante un distancia- man medidas repetidas con las que orientarse
miento entre las sesiones o unidades de tratamien- para saber cuándo hay que iniciar el desvaneci-
to, pasando de una sesión semanal a una sesión miento del tratamiento. El inicio del desvane-
cada dos semanas, luego cada tres, etc. La retira- cimiento viene determinado de antemano por el
da progresiva o desvanecimiento como estrategia programa. El desvanecimiento puede realizarse
en la aplicación del tratamiento consiste en am- en el formato de grupo o mediante una atención
pliar el tiempo dedicado a «las tareas para casa» individualizada de los participantes en el trata-
y «facilitar» con ello la aplicación de los aprendi- miento. En el primer caso, «los apoyos» se van
zajes realizados en el ámbito clínico, posibilitar la desvaneciendo al mismo ritmo para todos los
puesta en práctica de las estrategias de autocon- componentes del grupo; en el segundo, la retirada
trol del paciente/cliente, y ayudarle a ser cada vez de los apoyos se hace de forma individualizada,
más autónomo e independiente en la consolida- es decir, planificando y haciendo un seguimiento
ción y generalización de sus aprendizajes. individual de cada uno de los pacientes/clientes.
En el segundo caso no se contempla una fase Este último es el caso del Programa SET (Social
de desvanecimiento. El tratamiento se termina Effectiveness Therapy —Terapia para la eficacia

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174 / El ejercicio de la psicología aplicada

social—; Turner, Beidel y Cooley, 1994; Turner, 4.7.2. Estrategias para prevenir recaídas
Beidel, Cooley, Woody y Messer, 1994). En este
programa se incluye como parte última un com- La introducción de este componente se realiza
ponente de desvanecimiento bajo la denomina- generalmente en el contexto de una valoración de
ción de práctica programada, compuesto por cua- los progresos alcanzados a lo largo del tratamien-
tro sesiones de tratamiento individual a lo largo to. Se puede introducir como una unidad en sí
de un mes. La práctica programada es una estra- misma o como parte de los contenidos de la últi-
tegia que permite que el cliente/paciente genera- ma sesión del programa.
lice la exposición a situaciones de la vida real, Aunque cuando se trate de la aplicación de un
bajo la guía y orientación del psicólogo. Se inclu- tratamiento en grupo puede hacerse sólo en éste,
ye para transferir el control de los aprendizajes en el individual o combinando ambas formas, no-
realizados durante el tratamiento. Es necesaria sotros sugerimos realizar la valoración tanto gru-
para facilitar el mantenimiento e incrementar el pal como individualmente. Esta última está más
gradiente de generalización» (Turner, Beidel y centrada en la circunstancia particular de cada
Cooley, 1994, p. 18). participante, realizando, si es necesario, el análisis
En el caso de que la aplicación del tratamien- funcional del caso concreto.
to sea individual, el inicio de la fase de desva- Si la evaluación de los efectos del tratamiento
necimiento viene dada por el mismo criterio de prevista en el programa de intervención incluía
orden cuantitativo que utilizamos en el trata- la  toma de medidas repetidas, que, generalmen-
miento en grupo cuando tomamos medidas re- te,  es lo deseable, se pueden repasar las gráficas
petidas de los efectos del entrenamiento: la me- relativas a la evolución del problema/trastorno
jora se sitúa entre el 80 y el 90 por 100 (8:10-9:10) construidas con los datos de los participantes, el
respecto de los resultados de la evaluación inicial estado del logro de las respuestas que cada parti-
que nos permitieron construir la(s) línea(s) de cipante se marcó como objetivos al iniciarse el
base. En este caso, el criterio de mejoría que sir- tratamiento, el contenido de las notas de los auto-
ve para que iniciemos el desvanecimiento lo po- rregistros sistemáticos y anecdóticos, etc.
demos vincular a la dimensión que resulte más Este «repaso» en el formato de grupo, pero
significativa de la respuesta problemática o de con los contenidos y datos individuales usados
las respuestas que integran la cadena que deno- anónimamente, permite analizar y discutir las va-
minamos comportamiento inadecuado o desa- riables que han podido contribuir al logro y man-
daptativo. Es decir, podemos condicionar nuestro tenimiento de los avances constatados, confron-
criterio de inicio a la frecuencia con que se pre- tando las relevantes, a juicio de los participantes,
senta la respuesta, a su duración cuando ocurre con las nuestras.
o a su intensidad (o malestar). En cualquier caso, En el tratamiento individual se procede exac-
optemos por una, dos o las tres dimensiones, es tamente igual, pero sin poder beneficiarnos de la
conveniente contar con datos que no provengan riqueza y la variedad de la información que apor-
sólo del autorregistro del paciente/cliente sino, ta el grupo. En este caso se haría mucho hincapié
de  ser posible, también de observadores exter- en los autorregistros que nos permitieron acceder
nos (esposo/a, padre/madre, profesor/a, etc.) para a los datos con los que construimos la línea de
que podamos sustentar nuestra decisión en datos base, en la evolución de ésta, en el análisis funcio-
que confieran validez social a los efectos del tra- nal de los logros para subrayar las variables que
tamiento. En último término, si no disponemos han resultado determinantes en el mantenimiento
de observadores externos fiables, siempre nos de éstos, el inventario de situaciones en las que
queda una alternativa que, por otra parte, es muy todavía podríamos tener algún problema, etc.
conveniente aplicar en toda evaluación indivi- Por último, tanto en el contexto grupal como
dual: el test situacional. en el del tratamiento individual, explicaremos qué

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El tratamiento psicológico / 175

son las «recaídas» y cómo podemos hacerles fren- tensidades elevadas de malestar. Tanto para un
te. Con este fin se identifican las situaciones que caso como para el otro, les entregaremos una guía
todavía son potencialmente de alto riesgo. Para escrita sobre cómo puede afrontarlas si alguna de
ello construiremos un listado con todas aquellas éstas u otra no prevista llegaran a presentarse. En
que para el participante cuentan todavía con pro- el tratamiento individual de la fobia social/tras-
babilidad de que en ellas se den, o puedan presen- torno de ansiedad social nosotros utilizamos con
tarse, respuestas de evitación/escape o que, caso alguna adaptación o variante el siguiente proto-
de tener que afrontarlas, pese a que no se crea que colo para prevenir recaídas, que puede ser tam-
se darán respuestas de evitación/escape, la perso- bién útil con alguna adaptación para cualquier
na estime que es probable que experimentase in- otro problema/trastorno:

¿RECAÍDAS? NO, GRACIAS2

¿Qué debes hacer si tienes un contratiempo, si un día das una respuesta de evitación o de escape ante una situación
temida, en vez de enfrentarte?

I. ¿Has dado una respuesta de evitación/escape? En caso afirmativo, ¡no hagas ni pienses en nada! Tómate me-
dia hora antes de reflexionar sobre la información que contienen los puntos que siguen.

II. Recuerda: Un contratiempo, una respuesta de evitación/escape no es inusual, incluso en una persona que no
ha padecido tu problema/trastorno1. La diferencia entre esa persona y tú es que ella no le daría mayor im-
portancia y tú puedes hacer un mundo de ello. La ocurrencia de una respuesta de evitación/escape no es una
buena noticia, pero tampoco quiere decir que hayamos retrocedido o que hayas perdido el control sobre el
conjunto del problema/trastorno.

III. Probablemente te hayas sentido o te estés sintiendo culpable, o tengas alguna sensación de malestar por tu
comportamiento. Si es así recuerda que esa sensación es normal en una situación en la que las cosas no salen
como a uno le hubiera gustado. No hay ninguna razón por la que tengas que rendirte ante esta situación
(más temprano que tarde lograrás afrontarla con éxito). Nadie llama fumador a quien alguna vez se fuma
un cigarrillo, ni borracho a quien en alguna ocasión se toma una copa o vaso de algún compuesto con alco-
hol. Este acontecimiento no significa ni implica que a partir de ahora vayas a volver a empezar a perder el
control que habías conseguido sobre tus respuestas de evitación/escape. ¡Recuerda que estaba previsto que
esto nos pudiera pasar! No te preocupes ni le des más importancia de la que le darías a cualquier otro hecho
inesperado.

IV. Considera este acontecimiento como una oportunidad para aprender.


«Lo importante no es caer; eso nos ocurre a todos de una u otra forma en muchos momentos de nuestras
vidas. Lo importante es lo que tarda uno en levantarse y continuar. ¡Ahí es donde realmente nos la jugamos!,
no en el contratiempo o en la caída, y eso si depende sólo de nosotros».
Respóndete a las siguientes preguntas: ¿Cuáles han sido las causas (tuyas o de la situación) que te han lleva-
do a dar una respuesta de evitación/escape? ¿Qué respuestas o recursos habrías podido utilizar para hacer
frente a la situación? ¿Puedes todavía utilizar esos recursos? Por supuesto, claro que puedes utilizarlos. ¡Pon-
te a prueba y verás!

V. Si llegado este momento todavía te encuentras con dificultades para superar «la necesidad» de dar una nue-
va respuesta de evitación/escape, llámanos al teléfono que te dimos o, si lo prefieres, llama a cualquier otra
persona que sea de tu entera confianza. Si llamas y no estamos, déjanos un mensaje en el buzón de voz. Nos
pondremos en contacto contigo lo antes posible.

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176 / El ejercicio de la psicología aplicada

VI. RECUERDA: Un contratiempo, una respuesta de evitación/escape no conlleva la pérdida generalizada


de control, no supone una recaída. En todo caso se trata de un accidente que nos brinda la oportunidad de
demostrarnos a nosotros mismos que, una vez más, podemos controlarnos y superar las adversidades si
aplicamos lo que hemos aprendido.

1
Cuando se dé esta información convendría sustituir la expresión «problema/trastorno» por el nombre concreto del problema o
del trastorno que ha sido sometido a tratamiento.
2
Modificado de Olivares, Rosa y Ramos (2000).

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Glosario

Abuso del consumo de sustancias tóxicas: exceso en un conocimiento científico determinado y


en el consumo de una droga u otro agente para un caso concreto. No se trata de un su-
tóxico, que conlleva efectos negativos o perju- puesto psicológico, sino de una estrategia de
diciales para la salud de quien lo ingiere. Pá- resolución de problemas propia del ámbito
ginas: 30, 66. científico y, en consecuencia, también de la
Análisis conductual aplicado: puede delimitarse Psicología donde se aplica durante el proceso
como las aplicaciones del análisis experimental de evaluación conductual e incluye la identifi-
de la conducta a los problemas de importancia cación de las variables antecedentes y/o con-
social. Mantiene las posiciones del conductis- secuentes (internas y/o externas) que contro-
mo radical expuestas por Skinner y está basa- lan las respuestas y el establecimiento de las
do en los principios básicos y procedimientos relaciones que se dan entre esas variables y las
del condicionamiento operante que este autor respuestas que resultan objeto de tratamiento.
ha descrito: reforzamiento, castigo, extinción Páginas: 46, 47, 51, 53, 81, 82, 87, 119, 127,
y control de estímulos. Los principios del re- 128, 129, 142, 144, 155, 161, 163 y 172.
forzamiento y del castigo se asumen como las Análisis topográfico: estudio de la intensidad, fre-
principales influencias que actúan sobre la res- cuencia y duración de las respuestas para un
puesta. Páginas: 68, 77, 81, 85 y 86. caso concreto y en el marco del modelo cog-
Análisis experimental de la conducta: constituye el nitivo-conductual. Páginas: 47, 51, 53, 126,
enfoque conceptual y metodológico de la in- 127, 129 y 156.
vestigación operante. Inicialmente se carac- Anorexia nerviosa: trastorno de la conducta ali-
terizó por la aplicación en contextos institu- mentaria que supone una pérdida muy signi-
cionales de las técnicas operantes a niños con ficativa de peso. Se caracteriza por la ocurren-
problemas de aprendizaje (retrasados menta- cia de patrones peculiares de repuestas a la
les y normales) y a pacientes psiquiátricos hora de preparar los alimentos que se han de
(psicóticos). Páginas: 68, 85 y 86. ingerir, un intenso miedo a recuperar peso, la
Análisis funcional: es un proceso común en la cien- alteración de la imagen corporal y amenorrea
cia. Con él se pretende establecer predicciones en las mujeres. Páginas: 24 y 161.
sobre potenciales relaciones causales basadas Ansiedad (del latín angustia, aflicción): patrón de
en principios científicos. Esta modalidad de respuestas de alarma ante una situación que
análisis supone un proceso inductivo-hipoté- es percibida por la persona como real o po-
tico-deductivo a través del cual se deducen tencialmente peligrosa. Este estado de alarma
predicciones que hay que verificar, basándose ante una situación que se percibe amenazante

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integra respuestas cognitivas, psicofisiológicas cuenta la persona como provocar en ésta de-
y motoras. Puede tener un carácter adaptativo terminadas respuestas en el presente. Páginas:
si hay una correspondencia entre el peligro 94, 96, 100, 163 y 169.
real de la situación y la frecuencia, duración Ataques de pánico: también se conoce como cri-
e intensidad de las respuestas desencadena- sis  de angustia. Se trata de un trastorno de
das; en caso contrario su efecto es desadapta- ansiedad que se caracteriza por la aparición
tivo. Páginas: 24, 25, 30, 33, 39, 41, 42, 49, 66, súbita, inesperada y abrupta de un conjunto
75, 88, 89, 90, 94, 145 y 150. de respuestas psicofisiológicas, cognitivas y
Ansiedad social: patrón de respuestas de alarma motoras desproporcionadamente intensas que
(psicofisiológicas, cognitivas y motoras) que causan en quien las presenta miedo muy inten-
se presentan asociadas a una situación que so e incluso terror: taquicardia, dificultad para
requiere actuación y/o relación con otras per- respirar, opresión precordial, parestesias, etc.
sonas. En el ámbito clínico este constructo El estado de alarma desencadenado por este
integra un continuo de situaciones que van conjunto de respuestas suele ir acompañado
desde la aversión a hablar o timidez, pasando de sensaciones extrañas como la relativa a la
por el miedo a no ser capaz de pronunciar muerte, a dejar de estar siendo uno mismo, te-
determinada palabra o frase (tartamudez) y ner la visión borrosa, cansancio extremo, ma-
terminando en el miedo a la evaluación nega- reo, desmayo, etc. Su duración suele rondar
tiva de la propia actuación por parte de los los 10-15 minutos, pero en ocasiones su fre-
demás (fobia social o trastorno de ansiedad cuencia puede ser muy alta, pudiendo incluso
social). Páginas: 24, 71, 72, 160 y 173. llegar a dar la sensación a quien lo presenta
Aprendizaje: proceso a través del cual se adquie- de un ataque de pánico continuo que dura
ren nuevas respuestas o conductas (asociacio- todo el día. Páginas: 41 y 118.
nes estímulo-respuesta), se mejora la destreza Autocontrol: estrategia aprendida para controlar
en la actuación y/o se incrementa el conoci- y modificar las respuestas de uno mismo, con
miento teórico, estratégico y de valores. Todo el fin de obtener una gestión eficaz. En el ám-
ello como resultado de nuestra acción (condi- bito de la Psicología aplicada se identifica
cionamiento clásico y aprendizaje instrumen- como tal al conjunto de procedimientos a tra-
tal), la observación del comportamiento de vés de los cuales el psicólogo enseña a las per-
otros (aprendizaje a través de modelado) o la sonas estrategias que les permitan diseñar
transmisión de información. Páginas: 13, 15, (auto)intervenciones con los objetivos de:
26, 29, 31, 33, 34, 35, 39, 43, 44, 46, 94, 96, a) modificar la frecuencia, intensidad y dura-
104, 107, 110, 111, 113, 119, 124, 126, 127, ción de sus propias conductas en distintos
128, 138, 159, 165, 166, 167, 170, 171 y 172. contextos por medio de la manipulación de
Aprendizaje social: desde esta modalidad de las consecuencias o la reorganización de las
aprendizaje la conducta (asociación estímulo- situaciones antecedentes (objetivo específico),
respuesta) no se contempla sólo como la con- y b) alcanzar metas a corto y largo plazo (ob-
secuencia de los acontecimientos ambientales jetivo general).
sobre la reacción/acción de los seres vivos; la Existen notables diferencias en la noción
propia respuesta aprendida se considera tam- de autocontrol en el marco de la Teoría del
bién un agente causal de los cambios ambien- aprendizaje social y el Análisis conductual
tales. Es decir, la conducta, la persona y el aplicado. Así, para Bandura el proceso de au-
ambiente se determinan recíprocamente. El torregulación se inicia con la autoevaluación
contexto se delimita en base a un doble papel: o comparación que realiza el sujeto entre su
puede tanto ser el responsable, desde el pasa- conducta y determinados criterios de ejecu-
do, del repertorio de conductas con las que ción, finalizando con el autorrefuerzo, el auto-

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Glosario / 179

castigo o sin actuar sobre sí, en función de si espera que el cambio en el sistema cognitivo
se ha alcanzado o no el criterio de ejecución; producido por las autoinstrucciones genere, a
en el Análisis conductual aplicado no se acep- su vez, una modificación en las respuestas
tan las interpretaciones basadas en los meca- manifiestas. Se trata de un procedimiento de
nismos cognitivos, defendiendo que en último autorregulación verbal que requiere para su
término las respuestas de autocontrol están entrenamiento y aprendizaje de la interven-
mantenidas por influencias externas, es decir, ción del modelado, la práctica o ensayo de
por elementos operantes de control estimular conducta y la reestructuración cognitiva. El
tales como los estímulos discriminativos o los dominio del manejo de este procedimiento
procesos de reforzamiento demorados. Pági- está limitado por la existencia de trastornos
nas: 33, 40, 46, 93, 94, 114, 123 y 124. psicológicos, la edad y el desarrollo cognitivo.
Autoeficacia: es un concepto propio de la Teoría Página: 76.
del aprendizaje social. Se define como una Auto-observación: constituye la primera actividad
función de la valoración que la persona reali- dentro de la puesta en marcha del proceso de
za de sus posibilidades a la hora de ejecutar autocontrol. En ella la persona compara los
adecuadamente una respuesta o conjunto de resultados auto-observados con los esperados.
respuestas, con independencia del resultado Si éstos son satisfactorios valora su esfuerzo,
esperado. Este constructo ha sido muy criti- si no lo son analizará el porqué con la inten-
cado porque se entiende que presenta un error ción de hallar la causa y valorar si tiene que
lógico, dado que se considera que el construc- volver a fases anteriores del proceso para en-
to es explicado por las mismas respuestas des- contrar una solución más eficaz. Si no logra
de las que es inferido. Páginas: 93 y 94. dar con la solución puede buscar ayuda de
Autoevaluación: es una estrategia incluida en el otras personas o profesionales, o aceptar el
proceso de autocontrol que se inicia con la problema como irresoluble intentando paliar-
auto-observación y registro, prosigue con la se- lo. Páginas: 166, 167 y 168.
lección de criterios concretos y realistas para Autopercepción: visión que tiene la persona de sí
tomar referencias, continúa con la búsqueda misma y de la realidad. Es el resultado de la
y elección del procedimiento de actuación más intervención de los procesos cognitivos y del
adecuado y finaliza con la evaluación de nues- sentido personal de la experiencia propia. Pá-
tra actuación y la aplicación contingente del gina: 100
programa de refuerzo previsto. El dominio de Autorrefuerzo: es la última actividad dentro del
esta estrategia está limitada por la existencia proceso de autorregulación. Una vez que se
de trastornos psicológicos, la edad y el desa- ha logrado dar la respuesta adecuada a la si-
rrollo cognitivo. Páginas: 93, 166 y 167. tuación, la persona debe reforzarse mediante
Autoinstrucciones: es una estrategia aprendida autoverbalizaciones, concediéndose un des-
mediante la cual uno se da a sí mismo un con- canso físico o intelectual, a través de la reali-
junto de órdenes o instrucciones para mane- zación de actividades placenteras o por medio
jar adecuadamente sus respuestas durante la de la adquisición de objetos. Esta auto-admi-
actuación. En el ámbito de la Psicología apli- nistración contingente a la respuesta adecua-
cada el entrenamiento en autoinstrucciones da hace más probable que en el futuro se in-
se define como una modalidad de entrena- cremente la probabilidad de ocurrencia de tal
miento cognitivo-conductual que permite la respuesta o patrón de respuestas. Página: 93.
modificación o sustitución de las autoverba- Autorregistro: recogida de información por parte
lizaciones internas (pensamientos) que la per- de la persona relativa a sus respuestas y a las
sona se da a sí misma antes de actuar, duran- situaciones en las que éstas se producen. Pá-
te su actuación y una vez terminada ésta. Se ginas: 77, 81, 121, 126, 134 y 172.

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Bulimia nerviosa: trastorno de la conducta ali- de evocar un reflejo o respuesta incondiciona-


mentaria caracterizado por la ingestión episó- da similar. Páginas: 89, 92, 94 y 109.
dica, incontrolada, compulsiva y rápida de Condicionamiento operante: se conoce como tal a
grandes cantidades de comida en un corto pe- la perspectiva conceptual y metodológica in-
ríodo de tiempo. Esta ingesta genera sensa- tegrada en el análisis experimental de la con-
ción temporal de bienestar que después se ducta. Su formulación se debe a B. F. Skinner
convierte en malestar, lo que lleva a la perso- y tiene un precedente importante en el traba-
na a intentar eliminar el exceso de alimento a jo realizado por E. L. Thorndike. En el marco
través de ayunos, vómitos, purgas o laxantes. de este enfoque cualquier respuesta está con-
Páginas: 24 y 133. trolada por sus consecuencias en el ambiente.
Castigo: consecuencia aversiva que sigue a una Los cambios en el medio ambiente que siguen
respuesta instrumental (operante) que incre- inmediatamente a una respuesta, o la ausencia
menta la probabilidad futura de su disminución de éstos, hacen que ésta aumente, disminuya
en una o más de sus dimensiones (intensidad, o permanezca estable en su frecuencia, dura-
frecuencia, duración), o de su desaparición. ción y/o intensidad. Las investigaciones reali-
Páginas: 5, 86, 92, 104 y 158. zadas por Skinner posibilitaron tanto la pro-
Código deontológico: documento que recoge un puesta y fundamentación experimental y
conjunto extenso de criterios, fundamenta- empírica de un enfoque explicativo propio
dos en razones éticas, de los que se derivan como la formulación y aplicación de técnicas
normas y valores que formulan y asumen de modificación de conducta basadas en él.
quienes llevan a cabo una actividad profesio- Páginas: 92, 106 y 168.
nal. Los códigos deontológicos se ocupan de Conducta: es la asociación entre un estímulo y
los aspectos éticos del ejercicio de la profe- una respuesta (reacción) motora, psicofisioló-
sión que regulan. Páginas: 52, 57, 132, 156, gica o cognitiva. Tal asociación ha de ser con-
164 y 169. creta, específica, mensurable y evaluable. Pá-
Comportamiento: conjunto de conductas que ha- ginas: 15, 17, 20, 24, 29, 30, 31, 32, 41, 45, 49,
cen referencia a una actividad o con el que se 54, 44, 47, 59, 61, 62, 66, 68, 69, 71, 73, 74,
describe de manera sintética una determinada 75, 76, 77, 78, 79, 80, 81, 82, 83, 85, 86, 87,
circunstancia. Tal es el caso, por ejemplo, del 89, 92, 93, 94, 95, 96, 100, 101, 102, 104, 105,
comportamiento del conductor mientras se 106, 107, 108, 110, 120, 122, 124, 125, 126,
desplazaba o el comportamiento del niño du- 128, 138, 139, 141, 150, 152, 154, 155, 157,
rante la comida. Páginas: véanse, por ejemplo, 160, 162, 165, 166, 168 y 169.
7, 25, 55, 81, 120 o 167. Conducta anormal: toda conducta que dificulta o
Condicionamiento clásico: descubrimiento reali- impide la adaptación de la persona al medio en
zado por el psicofisiólogo ruso Ivan Pavlov de el que se desarrolla su actividad cotidiana. Es un
la relación que puede producirse entre res- concepto que se fundamenta en la distribución
puestas reflejas (incondicionas o no aprendi- estadística de las respuestas y como tal distin-
das), estímulos incondicionados y neutros. El gue entre respuestas dentro de la norma y fue-
procedimiento comprende la presentación de ra de ésta. Páginas: 22, 62, 69, 74, 79, 83 y 100.
dos estímulos en una proximidad temporal. El Conducta encubierta: conducta que, por carecer
primer estímulo, o incondicionado, produce de manifestaciones externas directas, solo
un reflejo (respuestas incondicionada). Des- puede ser observada de forma indirecta por
pués de una serie de ensayos en los que se apa- un observador, por inferencia a partir de las
rean ambos estímulos siguiendo un criterio de respuestas que correlacionan con ella, así
temporalidad, el segundo estímulo pasa de como la propia persona (auto-observación).
neutro a condicionado y adquiere el potencial Página: 165

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Conducta prosocial: conducta social positiva con za por la presencia de tristeza, decaimiento,
o sin motivación altruista. Positiva significa irritabilidad o una alteración del humor que
que no daña, que no es agresiva. A su vez se puede disminuir el rendimiento en el trabajo
entiende por motivación altruista el deseo de o limitar la actividad vital habitual, indepen-
favorecer al otro con independencia del pro- dientemente de que su causa sea conocida o
pio beneficio. Páginas: 35 y 83. desconocida. Su origen puede ser de orden
Consecuentes: eventos que se presentan después biológico, pero casi siempre se trata de un
de las respuestas. Tales eventos se asocian con trastorno de naturaleza psicológica o reactivo
el incremento de la probabilidad futura de in- a una situación. Páginas: 25, 30, 31, 66, 69,
crementar o disminuir la frecuencia, duración 97, 152, 153 y 161.
y/o la intensidad de la respuesta tras la que se Desensibilización sistemática: procedimiento o
presentan. Páginas: 51, 72, 75, 82, 83, 90, 97, modalidad de tratamiento de la terapia de
112, 119, 126, 139 y 142. conducta cuya característica principal es la
Contingencia: del  latín  Contingentı̆a. Relación aproximación sucesiva de la persona (inicial-
muy relevante entre dos eventos o aconteci- mente en la imaginación) a situaciones que le
mientos, uno de los cuales sigue con regulari- producen respuestas de ansiedad desadaptati-
dad al otro. Esta relación recoge la posibilidad vas, utilizando como mediador la producción
de que el segundo suceda o no tras producirse por parte de la persona de una respuesta o
el primero. En el contexto psicológico uno de patrón de respuestas incompatible con el pri-
ellos es la respuesta y el otro las consecuencias mero, como puede ser la relajación, por ejem-
que se producen en el medio externo o interno plo. Páginas: 74, 88, 89, 90 y 93.
a la persona, tras la ocurrencia de la reacción. Desvanecimiento: es un tratamiento psicológico
Páginas: 86, 87, 93, 104, 111 y 128. derivado del condicionamiento operante me-
Counselling: relación de ayuda entre un profesio- diante el cual las respuestas de una persona
nal (counsellor) y un cliente, el cual realiza pueden mantenerse en ausencia del apoyo ex-
una demanda ante una situación difícil de re- terno, es decir, del estímulo o la configuración
solver por sí solo. Es una de las funciones que estimular que las desencadena. Consta de dos
desempeña el profesional de la Psicología. Pá- fases: aditiva y sustractiva. En la primera se
gina: 21. van proporcionando ayudas cada vez mayores
Demencia: atrofia progresiva del tejido cerebral hasta que la persona ejecuta la respuesta o
que conlleva pérdida progresiva de las funcio- patrón de respuestas que habíamos fijado
nes cognitivas, debido a daños o desórdenes como objetivo; en la segunda se van retirando
cerebrales más allá de los atribuibles al enve- gradualmente las ayudas facilitadas hasta que
jecimiento normal. Los déficits cognitivos la repuesta puede aparecer sin que ellas estén
pueden afectar a cualquiera de las funciones presentes. Si fuera necesario, durante este pro-
cerebrales, particularmente a las relativas a las ceso de desvanecimiento propiamente se pue-
áreas de la memoria, el lenguaje (afasia), la den volver a introducir las ayudas iniciales,
atención, las habilidades vasoconstructivas, hasta lograr el objetivo establecido. En am-
las praxias y a las funciones ejecutivas como bas fases se administra reforzamiento positivo
la resolución de problemas o la inhibición de tras los avances. Páginas: 46, 86, 126, 171, 172
respuestas. Páginas: 24 y 40. y 149.
Depresión: conjunto o patrón de respuestas al- Detención del pensamiento: técnica mediante la
terado que afecta principalmente a la esfera que se enseña a alguien a interrumpir sus pen-
afectiva, pero no solo a ésta, dado que tam- samientos no deseados o intrusivos. Se trata
bién puede repercutir en los ámbitos cogni- de procedimiento que tiene como objetivo
tivo, volitivo y incluso somático. Se caracteri- crear y mantener un hábito inhibitorio, ya sea

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por reforzamiento positivo o negativo. Pá- sean eficaces, porque logra resultados iguales
gina: 89. o mejores con menos sesiones de tratamiento.
Diferenciales semánticos: instrumento de evalua- Páginas: 160.
ción psicológica que parte del supuesto de que Enfoque neoconductista: orientación que, dentro
un concepto adquiere significado cuando un del modelo conductual, se deriva de la aplica-
signo (palabra) puede provocar la respuesta ción de los principios del condicionamiento
que está asociada al objeto que representa. La clásico pavloviano a la génesis y eliminación
persona reacciona ante el objeto simbolizado. de los problemas del comportamiento, po-
Página: 118. niendo el énfasis en las variables intermedias
Diseño: plan o estrategia concebida para respon- o constructos hipotéticos para la explicación
der a las preguntas de una investigación o al de la respuesta. Páginas: 85, 87, 88, 93, 95 y
modo de disponer la situación como paso pre- 110.
vio a la aplicación de un tratamiento psicoló- Entrenamiento autógeno: técnica de relajación ba-
gico. El diseño señala al investigador lo que sada en la concentración en sensaciones físi-
debe hacer para alcanzar sus objetivos, con- cas y en la respiración. Aparece descrita por
testar las interrogantes que se ha planteado y primera vez en 1932, en la obra de Schultz Das
analizar la certeza de las hipótesis formuladas Autógeno Training. En este trabajo Schultz ex-
en un contexto en particular. En el contexto pone sus fundamentos. El mecanismo respon-
clínico, el diseño nos permite configurar la si- sable de sus efectos se supone relacionado con
tuación de tratamiento de tal modo que los la representación mental de las consecuen-
resultados que obtengamos se puedan atribuir cias motoras de la respuesta de sensación de
de modo razonable a nuestro tratamiento. Pá- peso y calor, que activarían las eferencias so-
ginas: 46, 47, 51, 53, 56, 73, 82, 87, 100, 112, máticas y viscerales correspondientes. El pro-
125, 128, 143, 147, 148, 160, 161 y 169. cedimiento consiste en el uso de una serie de
Economía de fichas: modalidad de tratamiento frases elaboradas con el fin de inducir estados
derivado del condicionamiento operante ba- de relajación a través de sugestiones sobre sen-
sado en un sistema de reforzamiento centrado saciones de calor, peso, dureza, etc. Páginas:
en reforzadores secundarios generalizados. Su 69 y 11.
objetivo aumenta la probabilidad de emisión Entrenamiento en habilidades sociales: tratamien-
de una respuesta de baja frecuencia. Páginas: to cognitivo-conductual que incluye instruc-
86 y 100. ciones, modelado, ensayo de conducta y re-
Eficacia: en Psicología clínica y de la salud se en- troalimentación, mediante el cual se adquiere
tiende como la capacidad que tiene el trata- o se facilita la emisión de respuestas sociales
miento de producir cambios psicológicos en habilidosas, ausentes en el repertorio de
la dirección esperada. Los valores alcanzados aprendizajes del paciente o existentes pero in-
por tales cambios han de ser claramente su- hibidas por la elevada intensidad de las res-
periores a la ausencia de intervención, al pla- puestas de ansiedad que se elicitan en situa-
cebo o a otros tratamientos disponibles en ese ciones de relación o actuación ante o con
momento. Páginas: 46, 59, 74, 77, 148 y 160. otros. Páginas: 35, 50, 83, 94, 125 y 128.
Eficiencia: en el contexto de los tratamientos psi- Ensayo de conducta: el ensayo de conducta se de-
cológicos es la capacidad de un tratamiento fine como un procedimiento mediante el cual
para lograr sus mejores resultados que otro se practican respuestas deseables para afron-
para un mismo problema o trastorno median- tar con una mayor probabilidad de éxito las
te el uso del mínimo de recursos disponibles. situaciones de conflicto interpersonal, bajo la
Así, por ejemplo, un tratamiento puede ser supervisión del terapeuta. Un modo de llevar-
más eficiente que el otro, aun cuando los dos lo a cabo es a través de un role-playing o juego

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de papeles donde el paciente/cliente y el psi- cos desagradables asociados a respuestas in-


cólogo interpretan los papeles relativos a si- condicionadas (condicionamiento clásico
tuaciones concretas en las que el primero pre- pavloviano). Su aplicación se haya implícita
senta déficit de habilidades sociales. Puede en el principio operante del castigo y en el
realizarse en situaciones reales, simuladas o de condicionamiento clásico aversivo. Su efecto
manera encubierta (imaginación). Páginas: produce una reducción de la frecuencia, dura-
93, 138 y 160. ción y/o intensidad de una respuesta o su eli-
Esquizofrenia: del griego clásico scivzein schizein, minación. Página: 112.
«dividir, escindir, hendir, romper», y frhvnphrēn, Estímulo condicionado: estímulo ambiental origi-
«entendimiento, razón, mente». Se trata de un nalmente neutro que, pese a no producir o es-
trastorno psicopatológico que forma parte tar asociado a ninguna respuesta, termina es-
de la categoría genérica denominada psicosis. tándolo como efecto de la ocurrencia de un
El concepto de esquizofrenia integra varios condicionamiento clásico pavloviano. Ocurri-
subtipos caracterizados por alteraciones en do el proceso de asociación, el estímulo inicial-
la  percepción o en la expresión de la reali- mente neutro, por asociación temporal con un
dad.  Causa cambios en varios aspectos rele- estímulo incondicionado que elicita a su vez
vantes del funcionamiento psicológico de la una respuesta incondicionada concreta, termi-
persona como la alteración de la conciencia na desencadenando una respuesta muy similar
respecto de la realidad, así como desorganiza- a esta última. En ese momento pasa a denomi-
ción neuropsicológica que afecta especialmen- narse estímulo condicionado. Páginas: 68 y 72.
te a las funciones ejecutivas produciendo alte- Estímulo discriminativo: estímulo que señala
raciones que dificultan tanto el mantenimiento cuándo una respuesta puede producir una
de respuestas motivadas y dirigidas a metas consecuencia concreta, deseada o no deseada.
como disfunción social. Páginas: 50, 69, 70, 75 Es decir, el estímulo discriminativo indica si el
y 160. reforzador está disponible. Se trata de un con-
Estímulo: factor externo o interno capaz de pro- cepto propio del condicionamiento operante.
vocar una reacción positiva o negativa sobre Páginas: 85, 92, 93, 142 y 164.
la respuesta de una persona. Páginas: 75, 76, Estímulo incondicionado: en el marco del condi-
77, 85, 86, 88, 89, 90, 91, 92, 93, 94, 110, 111, cionamiento clásico se denomina así a cual-
127, 139, 141, 142 y 164. quier estímulo que activa de forma regular
Estímulo antecedente: variables o factores, tanto una respuesta no aprendida o innata. Páginas:
externos como internos a la persona, que es- 68 y 72.
tán presentes antes de que la respuesta ocurra Estímulo neutro: en modelo del condicionamiento
y guardan una relación funcional con ella. clásico se llama así a cualquier evento, acon-
Los antecedentes ambientales incluyen toda tecimiento u objeto que por sí solo no activa
la estimulación física y social que presenta re- una respuesta pero que, tras aparearse repeti-
laciones funcionales con la respuesta. Los an- damente con un estímulo incondicionado, eli-
tecedentes internos los podemos agrupar en cita una respuesta muy parecida a la que des-
variables internas cognitivas (atribuciones, au- encadenaba este estímulo. Página: 72.
toinstrucciones, estrategias cognitivas, expec- Exposición: enfrentamiento deliberado al objeto,
tativas) y psicofisiológicas. Páginas: 51, 72, 75 evento, animal o situación que se teme. Puede
y 76. ser abrupta o gradual y se puede realizar en
Estímulo aversivo: acontecimiento o evento de vivo o en imaginación. Cuando el problema
carácter interno o externo a la persona que de ansiedad tiene significación clínica la expo-
desencadena respuestas de escape (condicio- sición debe realizarse bajo la supervisión di-
namiento operante) o elicita estados somáti- recta o indirecta del profesional de la Psicolo-

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gía, hasta que se extinga la respuesta de tintas de aquellas ante las que ahora se actúa.
ansiedad. 46, 73, 93, 101, 149, 158, 159 y 172. Páginas: 15, 46, 50, 72, 73, 77, 84, 87, 96, 97,
Extinción: principio del condicionamiento ope- 113, 126, 127, 139, 143, 146, 157, 158, 159,
rante según el cual el cese de la presentación 165, 171 y 172.
de un acontecimiento reforzante, tras la apa- Habilidades sociales: conjunto de respuestas espe-
rición de la respuesta a la que seguía, conlleva cíficas que se ejecutan en situaciones sociales
la disminución progresiva de la frecuencia de concretas durante o ante la interacción con
dicha respuesta hasta su desaparición. Pági- otros seres humanos, que dotan a la persona
nas: 86 y 88. que las posee de una mayor capacidad para
Farmacoterapia: empleo terapéutico de los medi- lograr los objetivos que pretende, mantenien-
camentos y estudio de la acción de los mismos do su autoestima sin dañar la de las personas
sobre el organismo enfermo. En la actualidad que la rodean. Estas conductas se basan fun-
existen guías farmacoterapéuticas que contie- damentalmente en el dominio de las habili-
nen una relación limitada de medicamentos dades y destrezas de comunicación y requie-
recomendados para la prescripción en un ám- ren de un buen autocontrol emocional por
bito determinado, seleccionadas a partir de la parte del individuo. El concepto de habilidad
oferta farmacéutica en función de unos crite- social delimita tanto un campo de trabajo
rios previamente establecidos, con la partici- para los psicólogos como una modalidad de
pación y el consenso de los profesionales a los tratamiento (el entrenamiento en habilidades
que va destinada. Páginas: 29, 31, 119. sociales). Páginas: 33, 50, 83, 94, 125 y 128.
Fobia: patrón de respuestas psicofisiológicas, mo- Hipótesis: explicación provisional que puede ser
toras y cognitivas de intensidad desproporcio- sometida a prueba por medio de un experi-
nada que se activa ante algún objeto, animal, mento. También se delimita como una propo-
evento o situación, sin que tal intensidad sea sición que sostiene que existe alguna relación
proporcional al peligro potencial o real de lo entre dos o más variables. Páginas: 18, 19, 47,
temido. Páginas: 24, 71, 88, 90, 138, 152, 171 48, 50, 51, 53, 55, 56, 96, 97, 102, 104, 109,
y 173. 110, 112, 119, 121, 125, 127, 128, 129, 130,
Generalización: la generalización puede ser espa- 131, 137, 155 y 161.
cial (entre situaciones), temporal (estabilidad Imágenes emotivas: modalidad de tratamiento di-
de los logros en el tiempo), entre personas (ac- señada por Lazarus y Abramovitz (1979), en
tuar del mismo modo o de manera similar el marco del enfoque neoconductista, para ser
ante personas distintas), entre respuestas (se aplicada con niños con problemas de ansie-
incrementa la frecuencia, duración o intensi- dad. El procedimiento conlleva que los niños
dad de una respuesta esperando que produzca se imaginen vívidamente una historia cuyo
un efecto similar al generado por otra res- contenido activa emociones que se espera que
puesta), etc. En el marco del condicionamien- inhiban el patrón de respuestas de ansiedad
to consiste en la extensión de la respuesta con- que desencadena el evento, acontecimiento,
dicionada a sucesos similares al estímulo animal, objeto o situación que lo desencade-
condicionado y a aspectos de la situación en na. Páginas: 89.
la que la respuesta fue condicionada inicial- Inconsciente: en el marco del Psicoanálisis se de-
mente. En los ámbitos del condicionamiento nomina así a la supuesta instancia en la que
operante y el modelado, se identifica como tal se encontrarían los contenidos reprimidos
el gradiente de situaciones, respuestas, perso- para mantenerlos al margen de la conciencia.
nas, etc., distintas ante las que se emite una Páginas: 61, 68, 70 y 103.
respuesta o un comportamiento aprendidos Inhibición: se conoce como tal al componente de
en una situación diferente y ante personas dis- los sistemas de regulación, psicológicos o fi-

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siológicos, que actúan en los seres vivos. En el Ley del efecto: sostiene que las respuestas que va-
caso de los sistemas psicológicos se refiere a yan seguidas de consecuencias reforzadoras
la inhibición de respuestas, dentro del cons- (contigüidad) serán asociadas al estímulo y
tructo denominado función ejecutiva, cuyo tendrán mayor probabilidad de ocurrencia.
efecto es la interrupción de alguna respuesta Por el contrario, si la respuesta al estímulo va
o secuencia de respuestas que previamente ha- seguida de una consecuencia aversiva, la aso-
bían sido aprendidas para realizar una acción ciación será más débil, con lo que la probabi-
determinada. Páginas: 92 y 128. lidad de ocurrencia será menor. Páginas: 68,
Inoculación de estrés: procedimiento cognitivo- 86 y 109.
conductual desarrollado por Donald Mei- Método clínico: proceso o secuencia ordenada de
chenbaum. Forma parte de las denominadas acciones que los especialistas en salud han de-
técnicas para el entrenamiento en habilidades de sarrollado para generar su conocimiento des-
enfrentamiento cuya finalidad es que se adquie- de el comienzo de la era científica. Es el mé-
ran habilidades para hacer frente de forma ac- todo científico aplicado a la práctica clínica,
tiva a una amplia variedad de situaciones es- el proceso recorrido para estudiar y compren-
tresantes. En el caso concreto de la inoculación der la salud y la enfermedad biológica, los
de estrés se entrena a la persona en el manejo problemas de adaptación social y los trastor-
y aplicación de un conjunto de técnicas para nos psicológicos de una persona, así como las
que ésta pueda seleccionar aquellas que, adap- interacciones entre éstos. Página: 20.
tándose más a sus peculiaridades y circunstan- Miedo: es la etiqueta con la que calificamos de
cias, le permitan controlar exitosamente futu- manera genérica a las situaciones que activan
ras situaciones evocadoras de ansiedad o el patrón de respuestas que denominamos an-
productoras de estrés. Páginas: 42, 49, 74 y 144. siedad. Está referido a la situación, al es-
Inundación: se trata de un tratamiento propio del tímulo: me da miedo la oscuridad, le tengo
enfoque neoconductista que conlleva la expo- miedo al coche, me dan miedo los perros, ten-
sición masiva a estímulos que producen res- go miedo a perderme, etc. Puede tener un ca-
puestas de ansiedad junto con la prevención rácter evolutivo, en cuyo caso no requiere in-
de cualquier respuesta de escape parcial, total tervención psicológica porque la situación, de
o de evitación (manifiesta o encubierta), hasta manera natural, va perdiendo progresivamen-
que desaparezca el proceso de sensibilización te su capacidad para activar las respuestas
y se consolide la habituación. En relación al de ansiedad hasta desvanecerse ésta. Es adap-
tiempo necesario para producir la habitua- tativo cuando hay correspondencia entre la
ción, entre los investigadores existe el acuerdo situación y la intensidad del patrón de res-
de que por término medio las sesiones deben puestas de ansiedad que se asocian a ella. Se
programarse con una duración mínima de una manifiesta tanto en los animales como en el
hora y máxima de dos. La duración de la ex- ser humano. Páginas: 41, 48, 49, 50, 66, 74,
posición está determinada por variables como 89, 112, 114, 139 y 165.
la consolidación y generalización del trastor- Mindfulness: hace referencia al modo como se
no (cronicidad) o el tipo de trastorno. Una vez está en la situación en el presente. Este modo
que se inicia la sesión de tratamiento ésta no conlleva atención y conciencia plena, presen-
se podrá abandonar hasta que el psicólogo cia atenta y reflexiva a lo que sucede en el mo-
verifique la ausencia de respuestas de ansie- mento actual. Su entrenamiento psicológico
dad; en caso contrario podría producirse un persigue que la persona se centre en el mo-
incremento de los valores de la intensidad del mento presente de un modo activo, procuran-
patrón de respuestas de ansiedad (sensibiliza- do no interferir ni valorar lo que se siente o
ción). Páginas: 89 y 93. se percibe en cada momento. Página: 111.

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Modelado: estrategia de aprendizaje propia del tímulos del medio, tanto externo como inter-
aprendizaje social en el ámbito del modelo no al propio sujeto. Considera que la respues-
cognitivo-conductual. Su máximo represen- ta puede estar determinada o ser activada por
tante es Albert Bandura. El procedimiento múltiples factores, solos o en combinación.
requiere la observación de la conducta de un Además, es un modelo secuencial porque ana-
modelo con el fin de adquirir nuevos patrones liza los distintos elementos o grupos de varia-
de respuesta, fortalecer o debilitar respuestas bles siguiendo una ordenación temporal. Se
y/o facilitar la ejecución de respuestas ya exis- caracteriza por considerar que las variables
tentes en el repertorio conductual del obser- del sujeto (O) y las respuestas (R) están inte-
vador. Páginas: 50, 68, 76, 85, 92, 93, 94, 100, gradas, debiéndoselas considerar como una
109 y 160. unidad, dado que la evaluación o medida de
Modelado coping: estrategia de aprendizaje cog- O se realiza siempre a través de R. Por último,
nitivo-conductual que consiste en la exposi- hay que indicar que postula la bidireccionali-
ción por parte del observador a un modelo de dad de la secuencia temporal de respuestas, la
enfrentamiento que actúa de modo similar a cual hace referencia expresa al carácter tran-
como lo haría el observador. En el proceso de sitivo o de reciprocidad entre el sujeto, la res-
enfrentamiento va mostrando progresivamen- puesta y las consecuencias generadas por las
te las habilidades necesarias para resolver la respuestas. Páginas: 30, 31, 75, 76, 78, 82, 83,
situación. Páginas: 158, 160 y 161. 85, 92, 94, 95, 96, 97, 99, 108, 109, 110, 111,
Modelado mastery: consiste en la exposición de la 112, 127, 141, 154 y 168.
persona que observa para aprender a un mo- Modelo conductual: modelo fundamentado en los
delo maestro o de dominio que posee las habi- principios teóricos y hallazgos empíricos de la
lidades que aplica de modo diestro y preciso, psicología científica, especialmente de la psi-
para desempeñarse adecuadamente en la si- cología del aprendizaje. La mayor parte de la
tuación problemática a la que se enfrenta des- conducta se adquiere, mantiene y modifica
de un principio. Página: 138. por los mismos principios, tanto si es adecua-
Modelado participante: estrategia de aprendizaje da como si es inadecuada. Tiene por objeto
derivada de la Teoría del aprendizaje social de estudio la respuesta, adaptada o desadap-
que constituye una variante del modelado ac- tada, en tanto que actividad mensurable, me-
tivo en el cual el observador, tras la demostra- dible o evaluable. La respuesta y los estímulos
ción del modelo, participa, guiado por éste, en con los que se asocia constituyen el objeto de
la ejecución de las conductas observadas. Pá- estudio, evaluación y tratamiento. Es el resul-
gina: 93. tado de la integración del enfoque operante y
Modelo cognitivo-conductual: modelo teórico que el neoconductista. Páginas: 71, 74, 75, 77, 79,
integra el estudio de las respuestas o reaccio- 80, 95, 106, 108, 110 y 139.
nes producidas en el sistema cognitivo, el psi- Modelo psicodinámico: su inicio se debe a Freud,
cofisiológico y el motor. Es el resultado de la quien partiendo de presupuestos neurológicos
incorporación del estudio de las respuestas y fisiológicos, desarrolló una teoría innovado-
cognitivas al modelo conductual, el cual tiene ra sobre el origen de la psicopatología. Tuvo
por objeto las respuestas psicofisiológicas y una etapa de vigoroso crecimiento durante las
motoras, hecho por el cual algunos investiga- tres primeras décadas del pasado siglo XX,
dores lo denominan conductual-cognitivo. In- produciendo un giro copernicano en la psi-
tegra los enfoques operante, neoconductista y quiatría al apostillar la primacía de los facto-
cognitivo en el marco de la metodología cien- res psicológicos frente a los biológicos en la
tífica. Define la respuesta como la reacción explicación de los «trastornos mentales». Esta
global del organismo ante los diferentes es- consideración de los factores psicológicos

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como variables responsables de los problemas aparición de cualquier aproximación a la res-


psicopatológicos produjo el nacimiento for- puesta que deseamos logre dar de modo pre-
mal de la psicoterapia. Páginas: 66 y 69. ciso y eficaz; las que difieren de ésta son some-
Modelo biopsicosocial: modelo que interpreta el tidas a extinción dando lugar a un programa
proceso de salud-enfermedad como resultante de refuerzo diferencial. Página: 100.
de la interacción compleja de factores bioló- Neuropsicología: disciplina fundamentalmente
gicos, psicológicos, sociales. No distingue en- clínica, que converge entre la psicología y la
tre lo físico y lo mental: el ser humano se en- neurología y que estudia los efectos que causa
tiende como una unidad funcional en su una lesión, daño o funcionamiento anómalo
marco conceptual. Se admite que los proble- en las estructuras del sistema nervioso central
mas tradicionales presentan una génesis mul- sobre los procesos cognitivos, psicológicos,
tifactorial y requieren soluciones interdiscipli- emocionales y del comportamiento indivi-
nares para su prevención y tratamiento. dual. Páginas: 21 y 110.
Páginas: 29, 77 y 78. Neurosis: se trata de un término histórico que se
Modificación de conducta: modalidad de interven- usaba y en ocasiones todavía se utiliza para
ción fundamentada en el Modelo cognitivo- referirse un extenso grupo de desórdenes no
conductual. Trata de aplicar los principios de psicóticos caracterizados por una ansiedad
este modelo para explicar respuestas y relacio- infundada y otros problemas asociados con
nes estímulo-respuesta concretas. Utiliza estra- ella, como por ejemplo las respuestas de evi-
tegias y técnicas, sustentadas en los principios tación fóbicas, las obsesiones y las compulsio-
de los enfoques que integran el Modelo cogni- nes (respuestas o cadenas de respuestas —ri-
tivo-conductual, para reducir o eliminar la in- tuales— que la persona ejecuta para reducir
tensidad, duración y/o frecuencia de las res- el malestar que le producen las respuestas cog-
puestas desadaptadas, así como para instaurar, nitivas que denominamos obsesiones). Pági-
incrementar o mantener la ejecución de res- nas: 67, 69, 72, 74 y 88.
puestas adaptadas. Somete su proceso de in- Obsesión: es una reacción o respuesta cognitiva
tervención a evaluación objetiva y a verifica- recurrente y persistente que puede darse como
ción empírica. Sus propósitos incluyen resolver pensamiento, imagen o impulso intrusivo y
problemas personales y sociales, además de aparentemente irracional e incontrolable para
mejorar las condiciones de vida de la persona la persona que la emite. Páginas: 24, 69, 82,
a largo plazo, siempre que haya acuerdo entre 83 y 90.
ambas parte (psicólogo y paciente/cliente) y no Operacionalizar: delimitar mediante acciones
sea éticamente reprobable en ningún caso, cuantificadas un concepto o un problema,
pero muy especialmente cuando la edad, las aportando también información relativa a las
condiciones cognitivas u otras circunstancias condiciones ambientales y personales que
del paciente/cliente le impidan tomar decisio- puedan estar asociadas al mismo. Páginas: 55,
nes por sí mismo. Páginas: 45 y 74. 70, 83 y 97.
Moldeamiento: modalidad de tratamiento gestada Pensamiento irracional: respuesta cognitiva en el
en el marco del condicionamiento operante. Es contexto de la actividad mental cuyo conteni-
una estrategia de refuerzo positivo mediante la do presenta distorsiones de la realidad o no
que se pretende desarrollar una nueva respues- está fundamentado racionalmente. Puede par-
ta o incrementar la frecuencia, duración o in- ticipar tanto en el inicio como en el de proble-
tensidad de otra u otras toscas o escasamente mas y trastornos psicológicos. Páginas: 111.
desarrolladas que ya figuran en el repertorio Placebo: tratamiento neutral o inocuo que se usa
conductual de la persona. El plan de reforza- para controlar los efectos inespecíficos de una
miento se aplica de manera sucesiva ante la intervención. Puede ser farmacológico cuan-

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do se administra una píldora que no puede mos. Se atribuyen a las estructuras del cerebro
afectar a la variable dependiente medida, o que son responsables de la organización de la
psicológico si se aplica como tratamiento psi- información e influyen en su interpretación;
cológico pese a conocerse que no produce se supone que participan en la configuración
efectos sobre el problema o trastorno de que con la que se fija y evoca la información en la
se trate. Páginas: 145, 146, 147, 148 y 151. memoria de largo plazo. Páginas: 54, 76, 89,
Prevención: en el contexto psicológico supone la 90, 91, 92, 94, 96 y 98.
protección contra los riesgos y las amenazas Psicofármaco: agente químico que actúa sobre el
derivados del ambiente o de nuestra forma de sistema nervioso central produciendo cambios
actuar. Puede ser primaria si la intervención temporales en la percepción, estado del áni-
conlleva la eliminación de los factores causan- mo, estado de conciencia y comportamiento.
tes del problema o trastorno psicológico; se- Páginas: 29 y 119.
cundaria si el proceso de intervención conlle- Psicofarmacología: disciplina científica que estu-
va la detección precoz, y terciaria si ésta va dia el efecto de fármacos con especial atención
dirigida al tratamiento de un problema o tras- a las manifestaciones cognitivas, emocionales/
torno psicológico que ya está consolidado y motivacionales y conductuales. Página: 70.
generalizado (cronificado). Páginas: 15, 18, Psicofisiología: rama de la psicología relaciona-
19, 20, 23, 24, 25, 32, 33, 34, 35, 37, 38, 40, da  con las bases fisiológicas de los procesos
113, 114 y 157. psicológicos. Se solía llamar psicofisiología
Principio de parsimonia: sostiene que la explica- cognitiva hasta mediados de la década de los
ción más simple y suficiente es la más proba- noventa del pasado siglo XX; ahora se conoce
ble, pero no necesariamente la verdadera. Es como neurociencia cognitiva. Su objeto de
un principio metodológico y filosófico, según estudio son las relaciones entre los componen-
el cual cuando dos teorías se hallan en igual- tes psicológicos y fisiológicos del comporta-
dad de condiciones respecto de sus implica- miento humano en personas sin problemas
ciones, la teoría más simple tiene más proba- con significación clínica ni trastornos psicoló-
bilidades de ser correcta que la compleja. Se gicos. Se diferencia de la psicología fisiológi-
conoce también como «navaja de Ockham» ca en que aquélla analiza el modo en que las
en honor al filósofo a quien se le atribuye actividades psicológicas producen respuestas
(Guillermo de Ockham, 1280-1349), hacién- fisiológicas, mientras que ésta estudia los me-
dose también referencia a él como principio canismos fisiológicos que conducen a activi-
de economía o principio de parsimonia (lex dad psicológica. Página: 98.
parsimonia). Páginas: 138 y 149. Psicología comparada: disciplina de la psicología
Proceso inductivo-hipotético-deductivo: proceso a que busca el conocimiento de la conducta hu-
través del cual el investigador, basándose en su mana y de los mecanismos que la provocan a
conocimiento científico determinado, formula través del estudio de otras especies, comparan-
y deduce predicciones que trata de verificar do los comportamientos de éstas con el de los
para un caso concreto. Tal sería el caso cuando, humanos. Páginas: 67 y 111.
tras evaluar y valorar la existencia de un tras- Psicología experimental: disciplina que estudia los
torno psicológico, se formulan hipótesis de in- fenómenos psicológicos aplicando el método
tervención, a partir de los resultados obtenidos, experimental. El procedimiento conlleva la
las cuales se ponen a prueba en el tratamiento observación, manipulación y registro de las
del trastorno detectado. Páginas: 51 y 127. medidas de las variables (dependiente, inde-
Procesos cognitivos: conjunto hipotético de pro- pendiente, intervinientes, etc.) que afectan un
cesos que tienen lugar entre la recepción/per- objeto de estudio. Páginas: 26, 43, 54, 60, 67,
cepción de un estímulo y la respuesta que da- 68, 71, 94, 102, 103, 105, 106, 110 y 111.

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Psicólogo clínico: profesional de la Psicología que aplicación conlleva la ayuda al paciente para
estudia y aplica los hallazgos científicos rela- que éste trate de resolver sus conflictos inter-
tivos al comportamiento humano para la so- nos y modificar su comportamiento por me-
lución de los problemas que éste pueda pre- dio de intercambios verbales con el terapeuta.
sentar o, en su caso, las alteraciones o trastor- Pese a que su uso se ha generalizado y se apli-
nos con significación clínica que puedan dar- ca como sinónimo de tratamiento psicológico,
se. Además de investigar, sus tareas están sobre todo en el mundo anglófono, cada vez
directamente relacionadas con la evaluación, son más las voces que reclaman un uso más
la aplicación del tratamiento psicológico, el preciso de ambos términos dado que la psico-
apoyo a la recuperación y la prevención de las terapia generalmente aplica estrategias y pro-
condiciones que puedan generar malestar y cedimientos no verificados experimental ni
sufrimiento a las personas. Su perfil se deli- empíricamente, mientras que el tratamiento
mitó por primera vez en la Conferencia ce- psicológico sí lo hace. Páginas: 23, 26, 30, 60,
lebrada en Boulder (EE.UU.) en 1949. El de- 62, 64, 65, 71, 74, 94, 110, 111, 139, 140, 141,
nominado Modelo Boulder considera que el 142 y 154.
psicólogo clínico ha de ser capaz de contribuir Reestructuración cognitiva: estrategia general de
al desarrollo de los métodos y las técnicas pro- las terapias cognitivo-conductuales, que re-
pios de su profesión a través de la investiga- conoce el papel mediador de la cognición en
ción; entiende que el psicólogo clínico es un el  desarrollo, mantenimiento y modificación
profesional con formación científica que se de conducta. Su objetivo es identificar y mo-
dedica a una profesión. En la actualidad es dificar las cogniciones desadaptativas de la
una figura reconocida por el Sistema Nacio- persona.
nal de Salud Español. Páginas: 15, 20, 22, 25, Reforzamiento: proceso de aplicación del princi-
26, 27, 29, 32, 71, 82, 139, 141 y 142. pio operante que se denomina «refuerzo». Su
Psicosis: constructo psicológico que se utiliza aplicación incrementa la probabilidad de re-
para referirse a un grupo genérico de tras- currencia de una respuesta por la presentación
tornos psicológicos graves cuya característica de un evento positivo contingente (refuerzo
común es la pérdida del contacto con la rea- positivo) o por la supresión de un estado aver-
lidad. Las personas que presentan esta altera- sivo negativo (refuerzo negativo). Páginas: 87,
ción pueden experimentar alucinaciones o de- 93, 158 y 170.
lirios, así como cambios en su modo cotidiano Refuerzos naturales: estímulos que se presentan
de actuar y pensamiento desorganizado. Estas en el ambiente cotidiano de las personas sin
alteraciones suelen ir acompañadas por res- planificación previa, incrementando la proba-
puestas inusuales o extrañas, dificultad para in- bilidad de recurrencia de la respuesta a la que
teractuar socialmente e incapacidad para lle- siguen. Páginas: 128.
var a cabo actividades de la vida diaria. Hay Refuerzo negativo: modalidad del principio de re-
una amplia y extensa variedad de elementos fuerzo operante cuya ocurrencia incrementa
del sistema nervioso, tanto orgánicos como de la frecuencia de una respuesta por la termi-
funcionales, que pueden causar una «reacción nación o cese inmediato de una estimulación
psicótica». Páginas: 62, 69 y 119. aversiva tras su ejecución. Páginas: 48 y 158.
Psicoterapia: su origen se sitúa en el contexto del Refuerzo positivo: modalidad del principio de re-
psicoanálisis. En la actualidad es un término fuerzo operante que cuando ocurre inmedia-
referido a la aplicación de las técnicas psico- tamente después de la ejecución de una res-
lógicas propias de los modelos psicodinámi- puesta hace que ésta aumente su probabilidad
cos para el tratamiento de los problemas de- de ocurrencia en el futuro en situaciones simi-
rivados de los conflictos intrapsíquicos. Su lares. Páginas: 138.

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Refuerzo social: Modalidad del principio de re- Terapeuta: profesional con habilidades especiales
fuerzo, en el marco del condicionamiento ope- obtenidas a través de la formación y de la ex-
rante, que se da cuando una expresión verbal, periencia para llevar a cabo una terapia. Pá-
facial, contacto físico y otras respuestas mo- ginas: 15, 22, 43, 60, 65, 66, 79, 83, 87, 95, 96,
toras ocurren tras la ejecución de una respues- 107, 108, 110, 141, 143, 145, 146, 149, 152,
ta haciendo que ésta aumente su probabilidad 155, 158, 160 y 163.
de ocurrencia en el futuro. Páginas: 86, 100 y Terapia analítico cognitiva: modelo de psicotera-
159. pia breve integrada. Es una psicoterapia focal
Relajación: estado de hipoactivación que puede en la que terapeuta y paciente intentan clari-
ser inducido o facilitado por diversos proce- ficar uno o varios focos psicopatológicos so-
dimientos o técnicas cuya aplicación produce bre los que poder trabajar en la terapia. Pági-
una disminución del tono hipotalámico que na: 111.
suponemos responsable de la disminución de Terapia cognitiva de Beck: modalidad de trata-
la activación simpática cuyo efecto es la re- miento cognitivo-conductual que postula que
ducción de la tensión física y/o psicológica la percepción y la estructura de las experien-
percibida. Páginas: 49 y 93. cias del individuo determinan sus sentimien-
Resolución de problemas: modalidad de tratamien- tos y respuestas. Se centra en la modificación
to cognitivo-conductual en la que se entrena a pertinente de los esquemas, las distorsiones y
la persona en una metodología sistemática los contenidos cognitivos. Constituye una es-
para abordar e intentar resolver problemas o trategia de primera elección para el tratamien-
situaciones problemáticas que en el ámbito clí- to de la depresión. Páginas: 49, 97, 111 y 119.
nico pueden resultar causa de estrés y ansie- Terapia conductual: véase Técnicas de modificación
dad. Páginas: 34, 51, 95, 97, 127 y 141. de conducta. Páginas: 30, 31, 97, 108, 152, 154
Técnicas de modificación de conducta: conjunto y 158.
de  procedimientos de intervención psicológi- Terapia de la aceptación y el compromiso (ACT,
ca, fundamentados experimental y empírica- del inglés Acceptance and Commitment Thera-
mente, que se aplican de forma sistemática y py): Utiliza la aceptación, entendida como la
se han desarrollado o, en su caso, interpretado capacidad de experimentar el ser conscientes,
a la luz de los enfoques que integran el mode- aquí y ahora, de las sensaciones, los pensa-
lo cognitivo-conductual. Tales procedimientos mientos, sentimientos, emociones, recuerdos,
incluyen tanto estrategias de evaluación como imágenes, etc. Sostiene que en la base de los
de tratamiento y seguimiento de los efectos problemas y trastornos psicológicos se en-
producidos. Las técnicas de modificación de cuentra el lenguaje. Entrena a las personas en
conducta en su aplicación a los trastornos psi- uso de la habilidad de re-contextualizar sus
copatológicos o a problemas con relevancia eventos privados, clarificando lo que les im-
clínica reciben en nombre de terapia de con- porta en su vida, así como en la adquisición
ducta. Su ámbito de aplicación va desde el tra- de un compromiso con los cambios necesarios
bajo en los sistemas de producción industrial, en la acción. Asume que el sufrimiento psico-
a la modificación de ambientes institucionales, lógico está causado por la «evitación expe-
pasando por el entrenamiento en estrategias riencial». Se fundamenta en el contextualismo
para afrontar problemas cotidianos, inocular funcional directamente relacionado con el
estrés, entrenamiento deportivo, rehabilitación conductismo radical y el interconductismo.
neurocognitiva o promoción de la salud, hasta Sus hallazgos se integran en la denominada
su aplicación, como ya hemos indicado, en Teoría de marcos relacionales. Página: 157.
problemas y trastornos de relevancia clínica. Terapias humanistas: grupo de psicoterapias con
Página: 74. especial énfasis en el deseo fundamental del

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ser humano por obtener respeto propio, acep- trastorno obsesivo-compulsivo y de ansiedad
tación y autoaceptación. Su aplicación conlle- generalizada, entre otros. Páginas: 24 y 173.
va la generación de un proceso de razona- Trastorno por estrés postraumático: trastorno psi-
miento específico de y para cada persona. Su cológico clasificado dentro del grupo de los
objetivo es hacer consciente a ésta de los dis- trastornos de ansiedad, que sobreviene como
tintos tipos de conflictos que le genera el me- consecuencia de la exposición a un evento in-
dio físico y social, así como el modo en que tensamente estresante (traumático) que inclu-
éstos pueden generarle problemas de autocon- ye daño físico. Páginas: 90 y 102.
trol y el inicio de problemas y trastornos psi- Tratamiento multicomponente: tratamiento que
cológicos. Páginas: 99, 110, 141 y 154. incluye tres o más técnicas psicológicas. Pági-
Terapia racional emotiva: forma parte de los tra- nas: 138, 142 y 144.
tamientos cognitivo-conductuales. Fue desa- Tratamiento psicológico: conjunto de estrategias
rrollada por Albert Ellis en 1962 y se basa en y técnicas específicas que, aplicadas solas o
el supuesto general de que la mayoría de los combinadas, permiten que un profesional con
problemas psicológicos se deben a la presencia formación científica, el psicólogo, siguiendo el
de patrones de pensamiento desadaptativos plan derivado del análisis funcional o del mo-
(irracionales). Una de sus premisas es que las delo teórico de referencia —si el tratamiento
personas controlan en gran medida sus pro- se aplica en grupo—, logra o ayuda a que una
pios destinos sintiendo y actuando según los o más personas cambien su forma de respon-
valores y creencias que tienen. Se fundamenta der ante uno o más estímulos. Es decir, una
en su propio enfoque según el cual siempre modalidad de intervención profesional, rea-
existe un acontecimiento activador, es decir, lizada por un psicólogo que pretende reducir
un suceso real y externo que pone en marcha o eliminar el sufrimiento de otra u otras
o activa una creencia (Belief) integrada por persona(s) enseñándole(s) habilidades y des-
una cadena de pensamientos (autoverbaliza- trezas adecuadas para hacer frente a proble-
ciones) que la persona utiliza como respuesta mas o trastornos psicológicos concretos. Pá-
a A, en base a la valoración que hace del even- ginas: 14, 16, 24, 25, 30, 31, 44, 47, 48, 52, 57,
to activador. Asociado a B se presentan las 65, 66, 71, 74, 79, 97, 100, 115, 126, 137, 139,
consecuencias emocionales. En consecuencia, 141, 142, 144, 150, 152, 153, 157, 162, 163,
para Ellis C no es consecuencia directa de A, 165, 170 y 171.
sino de B, ya que, dependiendo de la interpre- Validez externa: grado de confianza con que se
tación (B) que haga la persona del evento puede generalizar la relación causa-efecto de
acaecido (A), experimentará unas consecuen- las variables de la investigación a otras medi-
cias emocionales u otras (C). Páginas: 49, 97, das alternativas de causa-efecto y a diferentes
111 y 145. tipos de personas, contextos temporales y si-
Trastorno bipolar: trastorno del estado de ánimo tuacionales. Páginas: 58, 146, 147 y 151.
en el cual se experimentan tanto períodos de Variables: conceptos que forman enunciados de
manía como de depresión. Antes se conocía las hipótesis. Las variables se refieren a pro-
como psicosis maniacodepresiva. Página: 157. piedades de la realidad que varían, que pue-
Trastorno de ansiedad: se caracteriza por la ocu- den asumir más de un valor. Páginas: 14, 19,
rrencia de un patrón de respuestas de ansie- 25, 29, 37, 38, 39, 40, 42, 47, 50, 51, 52, 62,
dad desadaptativo que cursa con gran pa- 66, 68, 74, 75, 76, 77, 78, 81-91, 97, 104, 111,
decimiento subjetivo e interfiere de modo 126, 127, 129, 145, 146, 147, 149, 150, 152,
significativo en la actividad cotidiana. Incluye 153, 157, 161, 162, 164-168, 170 y 172.
trastornos como el ataque de pánico, fobias Variables antecedentes: estímulos que ocurren an-
específicas, ansiedad/fobia social, agorafobia, tes de la respuesta y que guardan una relación

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funcional con ella; es decir, su presencia, au- Variable dependiente: es aquella con la que el in-
sencia o variación implica presencia, ausencia vestigador pretende medir los efectos que se
o variación en la respuesta. Son tanto exter- producen en las respuestas de una persona
nos como internos o producidos por la perso- como consecuencia de la manipulación a vo-
na. Páginas: 51, 62, 82, 83-86 y 95. luntad de una o más variables independientes
Variables consecuentes: estímulos que siguen a la (tratamiento). Página: 82.
emisión de la respuesta y que inciden sobre Variable independiente: aquella que el investiga-
ella, haciendo que la probabilidad de su apa- dor selecciona y aplica en el contexto de una
rición aumente o disminuya. Pueden ser exter- intervención psicológica para estudiar su(s)
nos (cambios en el medio) o propios de la per- efecto(s) sobre una o más variables depen-
sona. Páginas: 51, 62, 82, 83, 84, 86 y 95. dientes. Página: 82.

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Índice de autores

Ackerman, S. J., 50. Beltrán, J. A., 36.


Adams, C., 33. Berdullas, M., 29, 35, 36, 38, 39, 41, 42, 43, 44, 156.
Agras, W. S., 155. Berkelion, A., 155.
Agudelo, D., 20, 26. Bermejo, V., 60.
Alarcón, A., 113. Bermúdez, V., 20, 26.
Alm, T., 154. Bernstein, D. A., 142.
Alonso, E., 35. Beutler, L., 26.
Alonso, J. L., 154. Bijou, S. W., 109.
Amador, X., 159. Binet, A., 19, 21, 22, 69.
Amigo, I., 59, 149, 152. Botella, J., 18.
Amok Ój, M., 140. Bragado, C., 169.
Amor, P. J., 159. Brain, T. A., 123.
Anderson, H. H., 33. Brandberg, M., 154.
Anderson, J. C., 119. Breitholtz, E., 154.
Angulo, F., 109. Bretón-Lopez, J., 20, 26.
Arce, R., 35. Breuer, 62.
Ardila, R., 110. Brinkmeyer, M., 48.
Armallones, M., 44. Buela-Casal, G., 20, 24, 26, 45.
Arranz, P., 26. Bühler, K., 56.
Asch, S., 49. Burham, W. H., 70.
Atkins, D. C., 155.
Ausín, B., 132, 134.
Avendaño, J., 102. Caballo, V. E., 43, 44, 101, 122.
Avia, M. D., 64. Campos, F., 101.
Ávila, A., 132. Campos, J. J., 36.
Capafons, A., 113, 156.
Carbajo, E., 26, 29.
Bados, A., 144, 154. Carbonero, M. A., 29.
Baldwin, S. A., 155. Carcas, R., 27.
Bandura, A., 75, 76, 92, 93, 94, 95, 96. Carderera, M., 102.
Barkham, M., 155. Carpintero, H., 61, 101, 110.
Barlow, D. H., 20, 123, 149. Carrobles, J. A., 86, 101, 109, 110, 156, 169.
Barraca, J., 44. Castro, A., 24.
Bartolomé, P., 85, 109. Catalá, F., 39.
Bayés, R., 41, 108. Catalán, M. J., 35, 132.
Bechterev, V., 70, 73, 106. Catania, A. C., 95.
Beck, A. T., 97, 99, 113, 121. Cattel, M., 19, 69.
Becoña, E., 157. Chacón, F., 35.
Beidel, D. C., 154, 174. Chambles, D. L., 149, 152, 153.

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208 / Índice de autores

Cloitre, M., 154. Galton, F., 55, 56, 69.


Cooley, M. R., 154, 174. Garau, J., 38.
Corral, P., 159. Garcés. E., 42.
Costa, M., 86, 109. García-Gumiel, J. F., 35.
Craighead, W. E., 155. García-Hoz, V., 108, 109.
Cruz, J., 101. García-López, L. J., 140.
García-Moreno, A., 35.
Garfield, S. L., 17, 156.
David, L., 154. Gavino, A., 45, 132.
De Bruyn, E. E., 132. Gelfand, D. M., 172.
Del Ser, T., 86, 109. Germain, J., 108.
Delay, J., 71. Gierlach, E., 26.
Deniker, P., 71. Gil Rosales-Nieto, J., 20, 26.
Di Nardo, P. A., 123. Giné, C., 108.
Díaz, M. L., 41, 42. Giner de los Ríos, F., 15, 103, 104, 105.
DiClemente, C. C., 159. Glass, G. V., 154.
Dieckhöfer, K., 101. Godoy, A., 132.
Dmitriev, V., 109. Goldberg, L. R., 156.
Dollard, J., 94. Goldiamond, I., 95.
Dosil, J., 42. Goldstein, A. P., 19, 28, 29, 142.
Dunlap, K., 70. González, J. L., 41, 42.
Gotzens, C., 36.
Gould, D., 42.
Echeburúa, E., 23, 144, 154, 159. Gracia, D., 142.
Elliot, R., 154. Graña, J. L., 27.
Ellis, A., 97, 99, 113. Graziano, A. M., 108, 164, 165.
Erwin, E., 121, 158. Guthrie, E. R., 70, 90.
Espino, J. A., 142. Gutiérrez, E., 20.
Evans. I. M., 155.
Eyberg, S. M., 48.
Eysenck, H. J., 66, 72, 73, 74, 75, 76, 77, 91, 95, 119, 120, 150. Hagerman, S. M., 93, 157.
Ezpeleta, L., 124. Hartman, D. P., 172.
Hayes, S. C., 113.
Heady, E. M., 93.
Fariña. F, 35. Heimberg, R. G., 154.
Feixas, G., 143, 156. Henry, G. W., 101.
Fernández, C., 152, 159. Hersen, M., 20, 61.
Fernández, J. R., 36. Hilsenroth, M. J., 50.
Fernández de Castro, J., 108, 109. Hoffman, S. G., 149.
Fernández de Tróncoli, M. I., 41. Hogarty, G. E., 33.
Fernández-Ballesteros, R., 22, 41, 42, 53, 84, 110, 119, 124, Holland, C. J., 108.
132, 133, 134. Hopko, D. R., 154.
Fernández-Hermida, J. R., 29, 35, 36, 38, 39, 41, 42, 43, 44, Hopko, S. D., 154.
149, 152, 156. Housley, J., 26.
Fernandez Montalvo, J., 144. Howard, I. K.,.
Fernández-Rodríguez, C., 149, 152. Hull, C. L., 70, 77, 90.
Fernández-Santaella, M. C., 112, 113, 139.
Ferrezuelo, P., 28. Ibáñez, V. J., 35.
Fhares, E. J., 29, 156. Ilardi, S., 155.
Finkelman, A., 56. Inda, M., 35.
Fiske, D. W., 156. Ivanoff-Smolenski, A. G., 70.
Foa, E. B., 113. Izal, M., 41, 42.
Frank, J. D., 142.
Freud, S., 62, 63, 64, 69, 105, 106.
Friedman, A., 66, 120. James, W., 55, 56, 105.
Froján, M. X., 165. Jiménez, F., 54, 132.

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Índice de autores / 209

Johanson, A. L., 159. Martínez, L., 42.


Jones, M. C., 69, 70, 73, 76, 90. Martorell, M. C., 132.
Joseph, L., 26. Mash, E. J., 167.
Masip, J., 35.
Masserman, J. H., 69.
Kanfer, F. H., 45, 93, 142, 156. Matallanes, M., 144.
Kantor, J. R., 113. Matarazzo, J. D., 20.
Kazdin, A. E., 22, 57, 73, 85, 96, 142, 170. Mayor, J., 110.
Kelly, E. L., 95, 156. Mearns, D., 23.
Kendler, H. H., 56. Meichembaum, D. H., 44, 97, 98, 99.
Khun, R., 71. Méndez, F. X., 24, 61, 62, 79, 101, 110, 115, 141, 144, 145,
Kikowski, J. M., 156. 149, 152, 160, 165, 169, 173.
Klein, M., 71. Messer, S. C., 154, 174.
Kleinke, C. L., 142. Mielgo, A., 41.
Kline, N. S., 71. Miller, N. E., 94.
Kopta, S., 155. Mira y López, E., 107, 108.
Korchin, S. J., 142. Miró, T., 143, 156.
Kozak, M. J., 113. Mischel, W., 93, 98.
Kozloff, M. A., 108. Molina, L., 29.
Kraepelin, E., 31, 65. Monsalve, V., 26.
Krasner, L., 19, 28, 29, 101. Montorio, I., 41, 42.
Krause, M. S., 155. Montoro, L., 40.
Kurth, W., 71, 156. Mooney, K. C., 164, 165.
Kurtz, M., 156. Morales, M., 109.
Moreno-Rosset, C., 23, 27.
Labrador, F. J., 64, 73, 110, 144, 154. Morrow-Bradley, C., 154.
Lang, P. J., 75, 77. Mowrer, O. H., 70, 76, 90.
Lazarus, A. A., 155. Mowrer, W. M., 70, 76, 90.
Leff, J. P., 33. Munion, W. M., 143.
Lejuez, C. W., 154. Muñiz, J., 29, 35, 36, 38, 39, 41, 42, 156.
Lemos, S., 35. Muñoz, F. J., 132, 134, 159.
León, O. F., 18. Muñoz, J. M., 42, 43.
Levitt, E. E., 72, 74, 76, 154. Münsterberg, H., 16, 21.
Liddell, A., 69.
Linehan, M. M., 45.
Lloyd, M. E., 45. Nagel, E., 66.
López, A. M., 35. Navarro, J., 38.
López, J., 154. Nay, W. R., 132.
López-González, M. A., 35. Nielsen, S. L., 155.
López-Polo, M. B., 45. Nietzel, M. T., 142.
Louttit, C. M., 71. Norcross, J. C., 156.
Luciano, M. C., 113, 159. Novotny, C. M., 155.
Núñez, J. C., 36.

Maciá, D., 24, 36, 61, 62, 79, 110, 115, 141, 144, 145, 160,
164, 165, 163, 169, 170, 173. O’Donohue, W., 113.
Maher, B., 62. O’Sullivan, G., 153.
Maher, W. B., 62. Olivares, J., 36, 61, 62, 79, 101, 115, 122, 140, 141, 144, 145,
Mahoney, M. J., 95, 97, 98, 143, 155, 156. 149, 152, 154, 160, 165, 166, 169, 170, 173, 176.
Makrinov, N., 29. Olivares-Olivares, J. P., 36, 170.
Maloney, M. P., 132. Ollendick, T. H., 61, 152, 153.
Malta, L., 154. Olsen, J. A., 155.
Marín, M., 159. Orlinsky, D. E., 155.
Marks, I. M., 153. Ortiz, M. D., 41.
Márquez, M. O., 132. Ortiz, P., 132.
Martín, B., 104, 154. Öst, L., 154.

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210 / Índice de autores

Párraga, G., 110. Segura, M., 155.


Patterson, G. R., 166. Seligman, M. E., 153.
Pavlov, I. P., 69, 70, 76, 90, 106. Shedler, J., 67, 68.
Pelechano, V., 109, 132, 156, 164, 169. Shenger-Kretovnikova, 69.
Penzo, W., 108. Sierra, J. C., 20, 26, 46.
Pérez, E., 36. Silva, F., 169.
Pérez, M., 36, 132, 134. Skinner, B. F., 70, 73, 75, 76, 77, 87, 88, 89, 108, 111, 113.
Pérez-Álvarez, M., 101, 102, 113, 149, 152. Sobell, L. C., 153.
Pinillos, J. L., 57, 58, 108, 109. Soler, J., 41.
Plumed, R., 37. Soriano, J., 26.
Ponsoda, V., 157, 158. Sosa, C., 113.
Popper, K., 66. Staats, A. W., 56, 93, 96, 98.
Prochaska, J. O., 156, 159. Stanley, G., 168.
Puertas, E., 43. Strosahl, K. D., 113.
Strupp, H. H., 143.
Suinn, R. M., 44.
Quemada, J. I., 23. Sulzer-Azaroff, B., 45.
Quintanilla, I., 18, 20. Szasz, T. S., 65.

Rachman, S., 24, 91. Tejero, A., 159.


Ramón y Cajal, S., 15, 20, 104, 108, 111, 114, 158. Terdal, L. G., 167.
Ramos, C., 41. Terlak, J., 132.
Ramos, V., 140, 176. Teva, I., 20, 26.
Rayner, R., 69, 70, 73, 76. Thaw, J., 45.
Reig, A., 106. Thomas, C., 45.
Remor, E., 26. Thompson-Brenner, H., 155.
Ribes, E., 109, 113. Thorndike, E. L., 70, 88, 111.
Ribot, T., 55, 56. Thorne, B., 23.
Richardson, F., 44. Tirapu, J., 42.
Richelle, M., 156. Toro, J., 108.
Rodrigo, M., 106, 108. Torre, J., 132.
Rodríguez, C., 132. Tortosa, F. M., 41.
Rodríguez, J., 110. Tous, J. M., 107.
Rodríguez Lafora, G., 104, 105, 106, 108. Troyano, Y., 159.
Rodríguez-Toledo, I., 45. Trujols, J., 159.
Rosa, A. I., 36, 140, 149, 152, 154, 170, 176. Trull. T. J., 29, 156.
Rotter, J. B., 96, 98. Turner, S. M., 154, 174.
Rubio, I., 37.
Ruiz, M. A., 45, 132, 140.
Ulla, S., 26.
Saiz, D., 111. Ullman, L. P., 101.
Saiz, M., 111. Ulrich, R. F., 33.
Salazar, I. C., 43, 44.
Saldaña, C., 109.
Salvat, T., 109. Vallejo, M. A., 113, 144.
Sánchez, J., 149, 152, 154. Vaughn, C. E., 33.
Santacreu, J., 165. Vázquez, B., 35.
Santolaya, F. J., 23, 24, 26, 29, 35, 36, 38, 39, 41, 42, 43, 44, Vera, I., 43.
156. Viadé, P., 107.
Scharager, J., 29. Vila, J., 112, 113, 139.
Scheffet, L. G., 45. Villalobos, A., 45, 132.
Scott, W. D., 19. Viqueira, V. J., 45, 46, 104, 105.
Sechenov, I. M., 70. Vives, J. L., 101.
Seguin, E., 102. Vizcarro, C., 132.

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Índice de autores / 211

Wakefield, J., 66, 119. Wolpe, J., 73, 75, 76, 77, 90, 91, 95, 99, 113, 151.
Walters, R. H., 94. Woody, R. S., 154, 174.
Ward, M. P., 132. Wundt, W., 24, 31, 55, 56, 62, 69, 103, 105.
Watson, J. B., 69, 70, 73, 76, 90, 101, 105. Wyss, D., 66.
Weinberg, R. S., 42.
Westen, D., 155.
Yela, M., 16, 56, 108.
Westhoff., K. I., 132.
Westland, G., 56.
Westmeyer, H., 132. Zamarrón, M. D., 132.
Whitehead, J. S., 45. Zaccagnini, J. L., 132.
Wilson, K. G., 113, 159. Zeig, J. K., 143.
Witmer, L., 16, 17, 19, 22, 24, 31. Zilboorg, G., 101

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