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Así, podemos ver como en las prácticas musicales propias de nuestra cultura
contemporánea no sólo quedan reflejados símbolos y valores, sino también las pautas
de estratificación social, las características tecnológicas de nuestro tiempo y la
creciente influencia de los medios de producción. Por tanto, diremos que la música
tiene un papel muy importante en nuestra sociedad en cuanto a manifestación cultural,
es comunicación entre los individuos, refleja la cultura de la cual forma parte.. Si bien
es cierto la música o alguna canción en especial refleja sentimientos, emociones y
pasiones, no solo individualmente sino colectivamente. La música como forma de
expresión cultural siempre ha tenido un papel muy importante en la construcción social
de la realidad, es un arte o expresión que va junto a las condiciones económicas,
sociales e históricas de cada sociedad.
Es por eso que como ejemplo claro está la canción de CHOLO SOY de Luis Abanto
Morales (1973), fueron años de muchos problemas sociales, como el racismo,
discriminación e identidad. Ya que los criollos de ese entonces o inclusive hasta ahora,
discriminaban a las personas de provincias y de las alturas. Entonces la gente con el
pasar de los años se iba identificando y hasta quizá entendiendo el problema social.
Si bien es cierto la historia peruana fue bastante desgarradora desde la invasión de los
españoles, ya que continuamente los peruanos de las provincias fueron explotados,
tratados como esclavos y estaban totalmente vulnerables ya que el apoyo que
deberían recibir nunca llego, pero como dicen siempre hay una luz al final del túnel,
hasta hoy en día seguimos viendo estos problemas en las profundidades del Perú, no
se erradico todas las injusticias por parte del hombre blanco. Es así que las canciones
que surgieron a lo largo de la historia peruana reflejan la realidad del Perú profundo.
“déjame en la puna, vivir a mis anchas, trepar por los cerros detrás de mis
cabras, arando la tierra, tejiendo los pochos, pastando mis llamas y echar a los
vientos la voz de mi quena”, esta frase expresa la invasión de la propia cultura,
la vivencia y cambios dentro de una sociedad.
Déjame tranquilo que aquí la montaña me ofrece sus piedras, aquí son más
blancas que esas condolencias que tú me regalas “Cholo soy” y no me
compadezcas. Así, la opción política de esta canción parece construirse
mediante la descripción de un universo “estático” definido en los términos del
“presente antropológico:” se inventa a un sujeto inmerso en una especie de
tiempo ritual que no cambia y que nunca cesa de repetirse. De esta manera, el
cholo es descrito como un sujeto triste, sin palabras, al que se le ha restado
toda capacidad de agencia y que carga sobre sus hombros toda la violencia de
la historia. Se trata, al parecer, de una descripción degradada del hombre
andino donde la posibilidad de rebelión es mínima, donde no hay lugar para la
alegría y donde todo el color de la tradición cultural ha desaparecido por
completo.
A su vez, por cholo” se nombra a una condición migrante y, por lo tanto, a una
situación de contacto cultural muchísimo más dinámica y heterogénea. Es
decir, si dentro de la historia cultural el “indio” fue un sujeto externo a la nación,
el “cholo” ha hecho referencia a un nuevo sujeto (diríamos, desindianizado)
algo más interno al proyecto nacional. En ese sentido, pienso que la
complejidad de esta canción consiste en que su título hace referencia a un
sujeto que no corresponde con la descripción que luego se hace de él. Me
explico más: esta canción bien podría haberse llamado “Indio soy y no me
compadezcas”, ya que todas las descripciones corresponden a imaginarios
sociales asociados con mecanismos de dominación relativos al campo y no a la
ciudad. Sin embargo, debemos entender que al fusionar textualmente al “sujeto
indio” con el “sujeto cholo” la canción muestra abiertamente su interés político:
construir una constante de subalternidad donde la oposición entre espacios
rurales y urbanos quede disuelta a efectos de subrayar una continua y
permanente opresión social. La canción traslada una categoría urbana hacia el
ámbito rural para volverlas intercambiables y establecer así una denuncia
social muchísimo más contundente. La labor de las empleadas domésticas es,
en ese sentido, uno de los más importantes ejemplos que la canción provee.
Se trata de un trabajo urbano que sin embargo funciona con los mismos
mecanismos de dominación que los del campo y que se organiza mediante
prácticas capitalistas que reinventan la dominación social: bueno hay una parte
donde dice
“Llevando riquezas que otros se guardan”; “Por cuatro centavos que el patrón
les paga”; “Mientras se enriquecen los que no trabajan”, son algunas claras
imágenes. Quieres que la risa me ensanche la cara mientras mis hermanos
viven en las montañas como topos escarban y escarban mientras se
enriquecen los que no trabajan Quieres que me alegre mientras tus hermanas
van a casa de ricos lo mismo que exclamas Cholo soy y no me
compadezcasñk. Es decir, más allá del problema de las identidades sociales,
de su localización en la ciudad y de la categoría elegida para nombrarlas, esta
canción quiere construir una imagen de la explotación social en el Perú. De ahí
la acogida tan fuerte que ha tenido en los sectores populares. Si se trataba de
identificar la forma más visible de ejercicio de poder, la canción apuesta mucho
por subrayar lo económico. Es decir, la fuerza de sus imágenes no sólo reside
en la construcción de reivindicaciones de tipo “culturalista” o “identitarias”, sino
sobre todo en la denuncia de prácticas injustas relativas al trabajo y a la
producción.
De todas formas, esta canción pone de manifiesto las contradicciones sobre las
que se ha construido buena parte del discurso popular en el Perú: aquí el
sujeto aparece representado como una instancia paradójica puesto que si bien
trata de rechazar todo el discurso colonial que lo ha tenido aprisionado,
curiosamente, la imagen del cholo que se provee es la de un sujeto
excesivamente degradado. Es decir, en algún sentido, estas imágenes no
consiguen sino reproducir el mismo discurso colonial: más que un sujeto
alternativo el indio necesita un reconocimiento tutelar. En palabras de Julio
Ortega, este es el momento de la “mediación criollista”, vale decir, el punto en
que “lo nacional” quiere hacerse “popular” pero su incapacidad para generar
rupturas radicales no hace sino conseguir el efecto contrario, esto es,
subalternizar más la diferencia
La identidad juega un papel muy importante dentro de una cultura que fue
saqueada, no solo en el aspecto económico sino vulnerando todo tipo de
creencias, costumbres, y destruyendo sus propios pensamientos. Muchas
personas se identificaron con esta canción, CHOLO SOY, y quizá las sencillas
letras junto a las emociones lograron aplacar algunos prejuicios.
-el cholo es una, «persona trabajadora de la Sierra»; y es, un, «Ser peruano y
lo mejor del país».
En el fondo se EXPRESA, que en realidad tiene su idiosincrasia propia en la
cultura peruana. Y, sobre todo, los ámbitos regionales para quienes se dicen
son de la Sierra está muy bien demarcada. No se autoexcluyen. Y, además,
recalcan el país y, lo peruano como tal, es el sentir de pensarse incluidos en
una sociedad tan fragmentada y heterogénea, que en el fondo los hace sentirse
orgullosos. Quizás, si bien la pregunta implica
Sin embargo, todo esto nos hace explicar y analizar, lo que se veía también en
personajes populares que se acercan a lo cholo por la comicidad en la
televisión, desde hace más de cuatro décadas atrás, entre la sorna, la ridiculez
y, la bufonería. Recordemos, que esta palabra cholo, fue demandada desde la
televisión por Tulio Loza, personaje de la comicidad de fines de los años
setenta y los años ochenta del siglo pasado, que luego se fue propalando a
otros actores cómicos del país. En realidad, lo cholo asociado a lo serrano,
haciendo una revisión de esta canción en el Youtube, encontramos un sin
número de grabaciones que en algunos casos pasa los millones de vistas, con
comentarios de distintas partes del mundo. Sobre todo, de los latinoamericanos
migrantes en el mundo europeo o estadunidense lo andino regional, sin
entender la tergiversación que se establecía a la cultura peruana en general..
Y, para concluir esta parte, se es consciente de que las redes sociales traen
modernidad y progreso, pero, sirven a la vez, para comunicarnos.
Sin embargo, son propias también, para el insulto y el estigma, desde las
palabras racistas que vuelven a indicarnos que lo «Cholo», «Negro y serrano»
se encuentran interiorizados, desde una génesis social y familiar que recorre
toda la percepción ciudadana.
Está PALABRAS , son propios de una gran mayoría en sus acepciones y, son
las palabras que recorren los ámbitos peruanos en todas sus manifestaciones