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La Visitación Integral Intencionada
La Visitación Integral Intencionada
División Interamericana
Departamento de Mayordomía
1. Revisar el libro de tesorería y sacar una lista de los hermanos que no diezman con
regularidad.- Diezmantes esporádicos
2. Sacar una segunda lista de aquellos cuyo estilo de vida manifiesta ingresos
elevados pero es evidente que hay una discrepancia entre sus ingresos y la
cantidad que le devuelve al Señor. Donante de Cuota
3. Una tercera lista de aquellos que definitivamente no diezman, pero su estilo de
vida indica que perciben ingresos con regularidad. Roba al Dueño
II. Visitación a los que no diezman, a los que diezman de manera irregular y a los
que diezman de forma discrepantes a sus ingresos.
El robo del diezmo es un síntoma de estar desconectados del Señor aunque se siga siendo
miembro. No se puede solucionar con una visita sino con acercar de nuevo a la persona a
Dios y ayudarle a desarrollar un concepto correcto de Dios como Creador, Proveedor y
Sustentador y Dueño. Por ello se recomienda visitar al hermano(a) para ayudarle a
conectarse de nuevo a Jesús para poder llevar frutos.
a. Motivar a cada familia a vivir una vida centrada en Dios y de comunión personal y
adoración congregacional (1 Juan 5:11; Hech. 2:47)
b. Fortalecer el espíritu de servicio (Jos. 24:15)
c. Invitar a que celebren el Culto Familiar, o si viven solos, su devoción personal,
estudiando el año bíblico, el folleto de escuela sabática y el matinal (Juan 5:39).
d. Fortalecer la confianza en el Espíritu de Profecía. (2 Crónicas 20:20) “..Creed en sus
profetas y seréis prosperados.”
e. Renovar el deseo de preparación para la Segunda Venida de Jesús (Heb. 10:35-37).
f. Invitar a congregarse en el templo a tiempo los domingos y viernes que son noches
de culto, así como a la Escuela Sabática y Sociedad de Jóvenes (Heb. 10:25)
g. Invitar a asistir y participar regularmente en las actividades del Grupo Pequeño.
h. Agradecerles si están devolviendo sus diezmos e invitarlos a que continúen, o si no
lo devuelven, enseñarles en breve repaso el tema del diezmo, invitándolos a
practicarlo (Mal. 3:8-12)
i. Agradecer si están en el Plan de Dadivosidad Personal, si no lo están, invitarlos a
unirse al plan (2 Cor. 8:1-7; Mar. 12:41-44)
j. Orar con ellos y por sus necesidades (Hechos 12:5)
k. Dejar en las mentes de los visitados la promesa de que Dios suplirá todas nuestras
necesidades, conforme a su gloriosa riqueza. (Filipenses 4:1)
-Otra invitación es para adorar al Señor con sus ofrendas en el Plan de Dadivosidad
Personal, ofrendar un porcentaje de sus ingresos como la Biblia lo indica en 1 Cor. 16:2
“Que el primer día de la semana, cada uno de vosotros aparte y guarde según haya
prosperado, para que cuando yo vaya no se recojan entonces ofrendas”. Y en
Deuteronomio 16:17 dice: “Cada uno llevará ofrendas, según lo haya bendecido el Señor
tu Dios. Estos textos establecen el principio de proporcionalidad en la ofrendas. Es decir
una proporción o porcentaje del ingreso.
- Nuestra séptima invitación es a serle fiel a Dios al devolverle el diezmo de todas las
ganancias o ingresos según sea su situación. Usted sabe que Dios representa la retención
del diezmo como un robo. En algunos casos hay hermanos que solo dan cierta cantidad
como una cuota fija pero que no constituye el 10% de sus ingresos. También eso es un
robo a Dios. Por otro lado, hay quienes devuelven el diezmo en muy raras ocasiones, lo
hacen de manera esporádica, sin embargo, es evidente que han percibido ingresos con
mas frecuencia de las veces que diezman, ese acto también Dios lo llama robo. Fíjese que
hay quienes no diezman excusándose en el deterioro del ministerio o por las fallas del
trabajo pastoral. Cuando Israel quiso dejar de diezmar porque los sacerdotes dejaron de
cumplir sus funciones, Dios los reprendió diciéndoles que le estaban robando. No estuvo
dispuesto a conceder el uso del diezmo para otros fines personales. Les reclamó,
diciéndoles que robarle era causa de maldición (Mal. 3:9). Luego les ordenó: “Traed todos
los diezmos al alfolí” (Mal. 3:10).
Hermano______________. Yo no sé cuál es su caso. Si está dando solo una cantidad
fija, algo así como una cuota que no representa el 10% de sus ingresos, le invito a que
restituya lo que no le ha devuelto al Señor y empiece de aquí en adelante a serle fiel a
Dios.
Si su caso fuera como los que entregan de manera esporádica el diezmo aun teniendo
ingresos con mayor frecuencia, también queremos invitarle a que se ponga a cuentas con
su Dios. Que le reintegre lo que ha retenido y de aquí en adelante, devuelva el 10% con la
misma frecuencia con que obtenga sus ingresos o sus ganancias.
Pero si su caso fuera de los que no están diezmando y retienen lo que es propiedad de
Dios, de igual forma le invitamos a que restituya lo que le adeuda al Señor y de aquí en
adelante, devuelva el 10% con las misma frecuencia con que obtenga sus ingresos o sus
ganancias.
Le aseguramos que las bendiciones de Dios pronto se verán en su vida, en su hogar, en
sus hijos, en su salud, en sus negocios, en su trabajo, en sus ventas, en su campo, en su
cosecha, en su ganado. Mire la promesa del Señor: “… y probadme ahora en esto, dice
Jehová de los ejércitos, si no os abriré las ventanas de los cielos, y derramaré sobre
vosotros bendición hasta que sobreabunde”. (Mal. 3:10).
Pues vamos a orar para que el Señor le ayude a cumplir con esas invitaciones.