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DOI: 10.19130/iifl.ecm.2019.53.972
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la tierra: premio o castigo, nuevamente una El inframundo que describe el Popol Vuh
idea cristiana. Existían en ese inframun- es un lugar donde sólo entran los muer-
do varios espacios, en el superior estaba tos, o bien seres especiales que cumplen
el paraíso de la ceiba, Yaxché, un lugar de un ritual de iniciación para convertirse en
deleites; más abajo se ubicaba el Mitnal, en seres sobrehumanos, como el Sol y el Sol
donde el “alma” desaparecía, término que, del Inframundo, y los iniciados que, duran-
por supuesto, muestra una clara influencia te su periodo liminar, tienen que pasar por
del centro de México, el Mictlán, y Romero diferentes pruebas como ríos y casas de
explica el porqué. tortura, por mencionar algunas. De hecho,
El autor hace notar que Landa, a diferen- ese inframundo es un reflejo de la vida y
cia de Las Casas, concibe ese Mitnal como del entorno natural de los antiguos k’iche’.
un lugar de intenso frío, sin fuego, con can- En otro capítulo se muestran los diver-
sancio y tristeza, similar a una de las casas sos topónimos en las lecturas glíficas para
del inframundo en el Popol Vuh; dicho espa- referirse al inframundo, desde aquellos del
cio estaba dominado por Jun Ajaw, “Señor Clásico Tardío, como el Monumento 115 de
Uno”, una especie de Satanás, causante de Toniná, UK EK’ K’AN NAL, las “Siete Cue-
las malas obras en la humanidad, lo que me vas”, o bien un detalle de la Estela 6 de
cuestiona si los frailes no creían en el libre Caracol, que, a decir de Sheseña, se lee
albedrío y Satanás podría poner las tenta- como “El Lugar de las Siete Escalinatas Ne-
ciones, pero no causar la mala conducta de gras” y que remite al “Lugar de las Siete
los humanos. En este inframundo también Cuevas”, el origen de la humanidad en tra-
había un espacio para los ahorcados, go- diciones más tardías del centro de México
bernado por Ixtab, la diosa de la cuerda, conocido como Chicomoztoc; otro término
quien figura ahorcada en el Códice Dresde en es BOLON HUL NAL, constituido por la ima-
la Lámina 53b. Dato que, si reflexionamos, gen del Witz, la gran montaña sagrada, una
revela que debió de haber gran cantidad de cabeza zoomorfa con apertura en la parte
suicidios por este medio, puesto que tenían superior, a la que se le agrega el numeral 9
una diosa para ello. y el locativo NAL, y “El Lugar de los Nueve
Ya en el siglo xvii, Lizana (1633) y López Abismos”, como aquel detalle donde se yer-
de Cogolludo (1688) no ofrecen muchos da- gue el gobernante K’inich Janaahb’ Pakal en
tos novedosos, señalan que en dicho lugar el Templo de la Cruz, en Palenque.
había castigos y premios según el compor- Otras formas de expresar el inframundo
tamiento del difunto, aunque este último es con el glifo que simula una mandíbula
autor le llama Xibalbá, “el que se desapa- inferior esquelética de frente en forma de
rece o desvanece”, nombre que Romero U (T769 y T591), o la imagen inferior de la
advierte debió ser tomado de Sánchez de Lápida del Templo de las Inscripciones de
Aguilar (1613). El último autor español que Palenque donde K’inich Janaahb’ Pakal pe-
cita es Fuentes y Guzmán, quien, a diferen- netra a ese ámbito; la misma idea se repite
cia de los anteriores, ya no se refiere a Yu- en la Estela II de Copán cuando Yax Pasah
catán sino a Guatemala, y agrega un dato desciende al contorno inframundano, don-
interesante, que los indígenas continuaban de vemos unas mandíbulas con el glifo Ti
trabajando la tierra en su otra vida. Menu- Way, “En el (lugar de) transformación”.
da suerte les esperaba a los indios que fa- Romero Sandoval analiza en los diccio-
llecían, nunca tendrían descanso. narios de lenguas indígenas algunos tér-
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les; quizá, según el autor, sean las que se plos de nueve niveles que representarían
representan en la criatura de la tierra como los estratos del mundo inferior invertidos,
sus grandes colmillos, en tanto que el glifo ejemplificado esto con el Templo de las
kawak sería la forma gráfica de mostrarlo. Inscripciones de Palenque y el Templo I de
Romero estudia los rituales que se cele- Tikal. Dentro de cada uno de estos edifi-
braban al interior de las cuevas, donde se cios se encontró una cripta funeraria, por
han encontrado restos de copal, a través lo que fueron un lugar de regeneración del
del cual los hombres esperaban comunicar- gobernante, igual que sucedía con el ciclo
se con las deidades; agrega que resguarda- del maíz; las fachadas zoomorfas, reitero,
ban restos arqueológicos, huesos infantiles mal llamadas en el libro “templos mons-
o de tortugas, que debieron vincularse con truo”, propias del Clásico en Río Bec, Che-
la lluvia y la fertilidad. A su vez se localiza- nes y Puuc, fueron otra forma de recrear
ron osamentas de adultos, como un cráneo en la arquitectura las montañas y cuevas,
en una vasija policroma, que pudieron pro- por eso se decoraban con el Witz, como el
venir de sacrificios; no faltaron los instru- Templo 22 de Copán, lo que lo convierte
mentos musicales, que sugieren una varie- en una montaña sagrada, o el Templo II de
dad de rituales y pequeñas mazorcas. Pero Chicanná, Campeche, cuyas fauces funcio-
lo que más le llama la atención son los su- nan como entradas a la tierra. Estos tem-
gerentes dibujos de Naj Tunich, Guatemala, plos fueron usados principalmente para ri-
fechados para el siglo viii. Se observan re- tuales de iniciación, porque penetrar a este
presentaciones de personajes que peregri- recinto significaba ser engullido por “una
naron a las cuevas-santuario, un ritual que cueva viviente abierta en el corazón de la
implica una carga de fuego, escenas de au- montaña” y después renacer con un estado
tosacrificio, ofrendas de semen, ceremonias anímico superior. Le preguntaría al autor si
que posiblemente fueron llevadas a cabo al no hubiera sido mejor considerar a estos
final de un k’atun y que se vinculaban con templos dentro del apartado de las cuevas
la continuidad de la dinastía. En un apar- artificiales ya citadas.
tado cita las cuevas artificiales construidas Otra forma de introducirse al inframun-
durante el periodo Clásico que, al tratar de do son los laberintos, como el Satunsat
reconstruir el lugar de los orígenes, se po- de Oxkintok, “el perdedero”; quien pene-
dían cavar en las montañas. tra en ellos tiene una marcha difícil, con
Por supuesto, Romero no omite los ce- obstáculos que se interponen a su paso,
notes como un umbral más al inframundo; una oscuridad completa, conformando una
algunos de ellos se consideraron sagrados, verdadera prueba iniciática de valor. Si la
como el de Chichén Itzá, donde se sacrifica- persona sale con éxito, supera su iniciación
ban generalmente niños al dios de la lluvia, y renace como un ser superior. A su vez,
y a su vez funcionaban como oráculos. La- pudieron funcionar como oráculos, para
gos y volcanes, asimismo, constituían una entrar en contacto con los dioses o ante-
entrada a ese ámbito de naturaleza acuáti- pasados. El juego de pelota es otra entrada
ca. Para terminar este capítulo, menciona a al inframundo, su forma arquitectónica es
los hormigueros como un ingreso más. una apertura en la tierra, un portal a otro
Y así llegamos al capítulo V, en donde mundo, por ello era el lugar por el que
Romero analiza el inframundo a través de quien que fallecía “entraba en el camino”,
construcciones simbólicas, como los tem- och b’ih.
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muerte, un dije con la imagen de la vasija ciélago, el búho, el ciempiés, los insectos o
ahk’ab, “oscuridad”, distintivo de los seres el perro, y aclara el porqué de su estancia
del inframundo, un hacha serpentina en una en el inframundo. Ahora bien, ¿cuál es la
mano y un hacha votiva en la otra; en los función de tales seres? Según nos indica el
códices del Posclásico se le reconoce como autor, causan la muerte, ejecutan sacrificios
el dios B, el de la lluvia. Por otro lado, está sangrientos, envían enfermedades y reciben
K’awiil, otra relevante divinidad de edad a los que fallecen.
madura, nariz alargada y frente prominente El autor concluye que, si bien el infra-
con un signo de espejo, una de sus piernas mundo es un espacio donde residen los
puede convertirse en serpiente, a través de seres más alucinantes, dioses envejecidos
la cual se conjuran a otras deidades o a los y otras entidades productoras de enferme-
ancestros; sus vínculos son diversos, sobre dad y de muerte, también es un lugar fecundo
todo con el rayo y el fuego, y por supues- y húmedo, como el vientre femenino, que
to con los gobernantes, pues se represen- visitan dioses de la fertilidad, el comple-
ta en su cetro maniquí; en dicho apartado mento dialéctico de las fuerzas vitales del
hubiera sido conveniente mencionar al dios cosmos. El libro, al recurrir a una gran can-
GIII, a quien cita más adelante, pero sólo tidad de materiales, ofrece de forma resu-
acentuando su aspecto de jaguar; éste era mida un espacio aparentemente muy lejano
el Sol nocturno y se identifica como una al hombre, pero más cercano que el cielo.
deidad del fuego del interior de la tierra.
Por último, enlista otros seres, entre ellos, Martha Ilia Nájera C.
ya mencionados, están los wahyis, que en Centro de Estudios Mayas,
su mayoría son animales con hábitos noc- Instituto de Investigaciones Filológicas,
turnos, como el jaguar, la serpiente, el mur- Universidad Nacional Autónoma de México