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Las tropas rusas llegan a la capital de

Ucrania
El Ministerio del Interior reporta fuertes explosiones
en Kiev. Soldados ucranios se defienden del ataque a
algo más de tres kilómetros del Parlamento. “¿Quién
está dispuesto a combatir con nosotros? Nadie”,
lamenta el presidente, Volodímir Zelenski
02:55
Combates en un puente de acceso a Kiev

Natali Sevriukova se emocionaba este viernes junto a su casa tras un bombardeo en


la ciudad de Kiev.Foto: EMILIO MORENATTI (AP) | Vídeo: EPV

viernes a la capital. El Ministerio de Defensa ucranio ha confirmado en un


mensaje en Twitter la llegada de fuerzas rusas a las afueras de Kiev. “El
enemigo”, según el término usado en ese mensaje, está ya en el distrito de
Obolon, a unos nueve kilómetros al norte del Parlamento, en el centro de la
ciudad. Poco después, EL PAÍS fue testigo de cómo militares ucranios se
defendían de fuego ruso a poco más de tres kilómetros del Parlamento. Se trata
de un escenario extremo apenas en el segundo día de la invasión rusa sobre la
antigua república soviética, cuyo presidente, Volodímir Zelenski, ha acusado a
Moscú de usar a los civiles como blanco de los ataques. Según el último balance,
ofrecido este viernes de madrugada, la ofensiva ha causado 137 muertos, la
inmensa mayoría civiles, y más de 300 heridos. “Dijeron que los civiles no eran
objetivo, pero es otra de sus mentiras”, ha lamentado el presidente en un vídeo
publicado en la madrugada.

El estruendo de los proyectiles del Ejército ruso y el ulular de las sirenas son la
nueva terrible banda sonora que amenaza la vida de los habitantes de Kiev, en
el segundo día de la ofensiva lanzada contra todo el país por el presidente de
Rusia, Vladímir Putin. “Es un milagro”, señala con la voz entrecortada Anatoli,
de 50 años, tras haber salvado la vida delante de un edificio de 10 plantas
bombardeado en la madrugada de este viernes, a una docena de kilómetros del
centro de la ciudad. La fachada destrozada con un enorme cráter del impacto
delante explica el porqué de ese milagro. Fuentes policiales sobre el terreno
confirman a EL PAÍS que solo ha habido cinco heridos. Era en torno a las cuatro
de la mañana cuando “todo tembló y las ventanas de las casas saltaron todas
hacia dentro”, relata este vecino. Olga, de 47 años, regresaba a su casa entre
lágrimas y todavía incrédula ante la situación que está viviendo. Junto a ella,
varios policías y militares rodean la zona mientras los bomberos acaban de
recoger. Casi en paralelo a estas imágenes, los 27 países miembros de la Unión
Europea y Estados Unidos han aprobado esta madrugada una nueva fase de
sanciones contra el entramado político y económico de Putin.

Un hombre, en el interior de un edificio de 10 plantas atacado en la madrugada


del viernes en Kiev.LUIS DE VEGA
Las fuerzas rusas atacan con especial intensidad. El Ejército de Putin
carga contra infraestructuras civiles para forzar al presidente
ucranio, Volodímir Zelenski, a negociar y a capitular. El Gobierno de Kiev
ha informado de decenas de muertos y heridos en ataques por todo el
país. Desde el sur y el este, las fuerzas especiales rusas y las tropas
aerotransportadas tratan además de envolver al Ejército ucranio en la
región del Donbás, donde los servicios secretos ucranios creen que
Moscú puede haber infiltrado a grupos paramilitares para atacar
desde dentro y hacerse con el control total de la zona. El plan podría
repetirse, dicen, en otros puntos del país. El objetivo de Putin en Kiev
podría ser descabezar a la cúpula del Gobierno. Miles de personas han
huido desde el este, más cerca de la frontera rusa, y de la capital, hacia
el oeste, a ciudades como Lviv, cerca de la frontera con Polonia, donde esta
mañana se han oído también las sirenas de alerta por ataques.
Decenas de miles de ciudadanos tratan de salir del país hacia Polonia y
Hungría.

La vida de los habitantes de Kiev pende de un hilo desde que comenzó


el asedio del Ejército ruso sobre la antigua república soviética. Nadie
sabe dónde puede producirse el siguiente ataque aéreo, lo que
multiplica la ansiedad y el caos. El gran socavón provocado por el
bombardeo del inmueble de 10 plantas de Kiev se ha convertido en un
lugar de peregrinaje al que se acercan los ciudadanos para comprobar
de primera mano la magnitud de los daños. Muchos fotografían la
escena con sus teléfonos o graban vídeos para subir a redes sociales.
Los cascotes han sembrado el parque infantil que hay justo delante del
bloque. Los columpios y el tobogán son testigos mudos de una noche
de carreras y alertas que todavía siguen a primera hora del día. Pocos
minutos después de las siete de la mañana, las alarmas empiezan a
sonar de nuevo. Los vecinos, a la carrera, se dirigen a los refugios más
próximos, muchos de ellos al metro. En uno de los edificios cercanos al
atacado, una treintena de personas se resguardan en silencio en el
cuarto de las calderas. Algunos son niños todavía dormidos en el suelo
ajenos a todo lo ocurrido.

En un nuevo discurso a la ciudadanía la madrugada de este viernes,


Zelenski ha confirmado múltiples ataques con misiles rusos en varios
puntos del país y ha asegurado que las agresiones del Kremlin tienen
como objetivo infraestructuras civiles y militares. “Están matando a
gente y convirtiendo ciudades pacíficas en objetivos militares”, ha
dicho. “Esto es el mal y nunca lo perdonaremos”, ha recalcado el
presidente ucranio, que ha pedido a la OTAN y a sus aliados de Europa
del Este asistencia para defenderse.

Mientras, el ministro de Defensa, Dmytro Kuleba, ha asegurado que la


última vez que la ciudad, de 2,8 millones de habitantes, sufrió algo
similar fue durante la Segunda Guerra Mundial. “La última vez que
nuestra capital experimentó algo así fue en 1941, cuando fue atacada
por la Alemania nazi”, ha dicho en las redes sociales. Hay ya unos
100.000 desplazados, según cálculos del Alto Comisionado de las
Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR). Y los países de la UE
creen que se puede producir una gran oleada de refugiados.

Los bomberos trabajaban en un edificio de viviendas dañado tras el


ataque de Rusia. UKRAINIAN MINISTRY OF EMERGENCIE (VIA
REUTERS)

Este viernes se puede convertir en el día más duro de la guerra, ha


advertido Anton Gerashchenko, asesor del Ministerio del Interior de
Ucrania, que ha asegurado que las fuerzas de Kiev están listas para
defender la capital con misiles antitanque. El Ejército ucranio tiene,
sin embargo, escasas capacidades en sus sistemas de defensa
antiaérea.

Ofensiva en el Donbás
El miércoles, poco antes del amanecer en Moscú, el presidente Putin
anunció una operación militar en el Donbás que justificó como
necesaria para defender a la población. “Las circunstancias requieren
que tomemos medidas decisivas e inmediatas”, dijo el jefe del Kremlin,
que acusó a las autoridades ucranias de “cometer numerosos
crímenes sangrientos” y prometió represalias. Putin asegura que el
Gobierno ucranio es un “régimen nazi”, a pesar de que el presidente
Zelenski es de origen judío y de que su abuelo luchara contra
Alemania en la Segunda Guerra Mundial.

Tras recordar que Rusia es “una de las potencias nucleares más


poderosas del mundo”, Putin advirtió contra cualquier intento de
detener el movimiento ruso hacia Ucrania. Lo que anunció como una
operación en el Donbás se ha convertido en una gran ofensiva contra
todo el país desde tres flancos.

Zelenski, que aprobó el jueves la ley marcial, decretó durante la noche


la movilización general de todos los reservistas y reclutas y prohibió
abandonar el país a los hombres de entre 18 y 60 años. El presidente
ucranio había reforzado el Ejército en el este ante la amenaza del
Kremlin, que ha concentrado a 190.000 soldados en sus fronteras oriental y
norte. Ahora está llevando armas adicionales a Kiev, hacia donde
avanzan las tropas de Putin que han entrado desde el norte, por zona
rusa y bielorrusa, un área donde se han hecho con el control de la
estratégica zona de exclusión de Chernóbil, escenario de la catástrofe
nuclear de 1986 y donde está el sarcófago del reactor accidentado.

El mandatario ucranio, que ha reiterado que está abierto a hablar con


Putin de paz en cualquier lugar y en cualquier momento, cargó contra
Occidente y advirtió a sus ciudadanos de que no esperasen ayuda del
exterior. “Estamos abandonados a nuestra suerte en defensa de
nuestro Estado. ¿Quién está listo para luchar con nosotros?
Honestamente, no veo a nadie”, dijo en un discurso en ucranio,
durante un mensaje a la nación en el que apareció con una camiseta
militar verde y sin afeitar.

Zelenski afirmó que él es el objetivo número uno de Putin, que, según


los servicios secretos ucranios y estadounidenses, puede tratar de
capturar o eliminar a la cúpula del país para poner a un Gobierno
títere de Moscú. “El enemigo me marcó como el objetivo número uno y
a mi familia como el objetivo número dos″, dijo. “Quieren destruir
Ucrania políticamente destruyendo al jefe de Estado”, remarcó el
mandatario ucranio, que aseguró que está en la capital y que se
quedará allí. Dijo que su familia también está en Kiev, aunque en un
lugar secreto. “También hay información sobre los grupos de sabotaje
que entran en Kiev”, advirtió.

En todo el país, las fuerzas de seguridad han instado a los ciudadanos


a evitar vestir ropa militar y a lucir marcas rojas en la ropa. El servicio
de espionaje ucranio cree que grupos paramilitares vinculados a la
oscura compañía Wagner, gestionada por un aliado de Putin, y que
estuvo involucrada en operaciones en la guerra de Ucrania de 2014,
en Siria y en Libia, pueden estar ya dentro del país.

Varios vídeos y fotografías publicados por las autoridades ucranias


muestran feroces combates en todo el país, con aviones derribados y
tanques dañados de ambos lados. En Odesa, una ciudad portuaria y
estratégica en el mar Negro, también se registraron ataques. Allí, en el
mar, las fuerzas enviadas por Putin han logrado capturar la llamada
Isla de las Serpientes, donde el Ejército ucranio tenía un puesto
avanzado. Los 13 soldados que la custodiaban han muerto.

En Moscú, el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, aseguró que Rusia


está preparada para negociar con Ucrania si acepta convertirse en lo
que llamó “un país neutral” y dejar de desplegar armas. “Nadie está
hablando de ocupación”, aseguró. “Idealmente, Ucrania debería ser
liberada y limpiada de nazis”, declaró, ahondando en la retórica de
Putin. Ucrania era un país neutral y con estatus de no alineado cuando
Rusia se apoderó de la península ucrania de Crimea tras una rápida
intervención y con un referéndum considerado ilegal por la
comunidad internacional y cuando alimentó el conflicto del Donbás,
que va a cumplir ocho años. Tras esto, en 2014, durante la guerra en el
este, Kiev votó para abandonar esa posición y establecer una agenda
para su membresía de la OTAN.

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La guerra entre Rusia y Ucrania, en mapas: las tropas rusas asedian
Kiev

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