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Foto de portada:
Figura de mujer maya ataviada con un k'ubob que se encuentra en el
Museo Nacional de Antropología (Foto: Jorge Pérez de Lara. 1997)
Memorias.
XIX Encuentro Internacional:
Los Investigadores de la Cultura Maya 2010.
Tomo I
Primera Edición: 2011
Derechos Reservados:
Universidad Autónoma de Campche
Dirección General de Difusión Cultural
Av. Agustín Melgar s/n entre Juan de la Barrera y Calle 20
Col. Buenavista C.P. 24039
Campeche, Campeche. México
Impreso en México.
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L os I nvestigadores de la C ul tu ra M aya 19 • T omo I
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Semblanza Académica
Mercdeces De la Garza
Capítulo I
L os I nvestigadores de la C ul tu ra M aya 19 • T omo I
Semblanza Académica
Mercedes De La Garza Camino
C
on notable equilibrio entre la investi-
gación y la docencia en su carrera aca-
démica, desarrollada principalmente
en el seno de la Universidad Nacional
Autónoma de México, Mercedes de la Garza ha
destacado en el campo de los estudios meso-
americanos, particularmente de los nahuas y de
los mayas.
Hizo estudios de licenciatura en letras
hispánicas, licenciatura en historia, maestría en
historia de México y doctorado en historia, to-
dos ellos en la facultad de Filosofía y Letras de
la UNAM.
Desde 1973 se integró como investigado-
ra al Centro de Estudios Mayas del Instituto de
Investigaciones Filológicas, y cuatro años más
tarde asumió el cargo de directora de ese centro,
que desempeñó durante 13 años. Desde 1989 es
investigadora titular C de tiempo completo.
En el rubro de participación institucional,
es de destacarse que Mercedes de la Garza fue
directora del Museo Nacional de Antropología de
1997 a 2000, Coordinadora de la Especialización
en Literaturas Maya y Náhuatl y del Posgrado en
Estudios Mesoamericanos, de 1981 a 2001. Fue
directora del Instituto de Investigaciones Filoló-
gicas de la UNAM por dos periodos (2001-2005,
2005-2009).
Investigación
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tiva originalidad en sus búsquedas y por el rigor ahora se han editado 17 obras.
de sus trabajos, así como por un estilo fluido y De sus libros, así como de 162 capítulos
preciso en sus obras. Su labor de investigación en libros, artículos especializados, ponencias,
se ha desarrollado en tres vertientes principa- reseñas, cédulas de obras artísticas y prólogos,
les: el pensamiento, la historia y la literatura de varios se han editado en otros países, en las res-
los mayas y los nahuas. pectivas lenguas: Estados Unidos, Argentina,
Es el terreno del pensamiento religioso Venezuela, Inglaterra, Francia, España, Alema-
donde se encuentran sus principales aportacio- nia, Italia, Rusia, la India y Japón.
nes, que se sustentan en los enfoques teóricos También se ha hecho cargo de curadurías
y metodológicos de la fenomenología y la his- de exposiciones internacionales de arte prehis-
toria de las religiones. En estos trabajos, De la pánico: I Maya, realizada en Venecia (1998-9,
Garza aborda el análisis de los fenómenos reli- con más de un millón y medio de visitantes),
giosos: dioses, símbolos, ritos, buscando sus pe- Vida y muerte. Arte funerario del Occidente de
culiaridades, a la vez que su estructura significa- México (1998), presentada en nueve ciudades
tiva de carácter universal. En esta línea se ubica de España, y Los mayas, montada en el Antiguo
la mayoría de sus 19 libros (11 de autoría única y Colegio de San Ildefonso, México, 1999.
8 como coautora y coordinadora), entre los que Como parte de su labor en la dirección
se pueden mencionar: La conciencia histórica del Museo Nacional de Antropología (1997-
de los antiguos mayas, El hombre en el pen- 2000), realizó un proyecto científico y museo-
samiento religioso náhuatl y maya, El universo gráfico de reestructuración del mismo: de las
sagrado de la serpiente entre los mayas, Sueño 24 salas del museo fueron reestructuradas to-
y alucinación en el mundo náhuatl y maya (tra- talmente 20, y quedaron cerradas 4 por falta de
ducido al francés), Aves sagradas de los mayas, presupuesto. La reestructuración consistió en la
Rostros de lo sagrado en el mundo maya y Sue- elaboración de nuevos guiones actualizados (la
ño y éxtasis. Visión chamánica de los nahuas y mayoría tenía un atraso científico de 35 años),
los mayas, que se encuentra en prensa. la elaboración de nuevas cédulas, que se tradu-
Mención aparte merecen sus libros Palen- jeron al inglés, y la implementación de los más
que, una monografía sobre el sitio, y Los mayas, novedosos elementos museográficos.
tres mil años de civilización, obra de divulga-
ción traducida a seis idiomas y que ha tenido
una amplia difusión.
En cuanto a su labor como editora (31 li- Labor docente
bros), cabe destacar la revista Estudios de Cultu-
ra Maya, del Centro de Estudios Mayas, volúme- Desde 1973, Mercedes de la Garza imparte el
nes IX al XVIII, y la creación de la serie Fuentes curso de “Civilización Maya” en el Colegio de
para el Estudio de la Cultura Maya (con estudios Historia de la Facultad de Filosofía y Letras, y
introductorios, facsimilares, transcripción, tra- desde 1979, está a cargo del “Seminario de Cul-
ducción, glosarios, índices, mapas y otros), que tura Maya” en los programas de posgrado en
se inició en 1980 con la edición de la obra Rela- Historia y en Estudios Mesoamericanos, del que
ciones histórico-geográficas de la Gobernación han surgido tesis, ponencias y publicaciones.
de Yucatán, coordinada por ella. La serie fue di- La facilidad expositiva, la sistematicidad
rigida por De la Garza hasta el Vol. 13, y hasta
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y la profundización son notas distintivas de sus en literaturas maya y náhuatl” y “Maestría y doc-
cursos; su cátedra revela una constante actuali- torado en Estudios Mesoamericanos”, así como
zación, nutrida además por sus propios trabajos del diplomado “Teoría e Historia de las religio-
de investigación. nes”, de 150 horas que se imparte anualmente
En su labor como formadora de recursos desde 1995. Fue coordinadora de este Diploma-
humanos, Mercedes de la Garza ha dirigido 9 te- do de 1995 a 2003.
sis de licenciatura, 7 de maestría y 12 de docto- Por su intensa labor académica, Merce-
rado; asimismo, ha formado parte de 8 comités des de la Garza ha recibido algunos premios y
tutorales de doctorado (36 en total). A lo largo distinciones, entre los que destacan: el Premio
de los años, ha logrado constituir un grupo de Universidad Nacional en Docencia en Humani-
investigadores dedicados al análisis de la reli- dades (1995), el Emeritazgo del Sistema Nacio-
gión maya. nal de Investigadores, otorgado en 1999, y en
Su interés por la docencia se manifiesta 2005, la elección como Miembro de Número de
también en la creación, como autora única, de la Academia Mexicana de la Historia.
dos programas de Posgrado: “Especialización
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EL PUESTO DEL
K’UHUL AJAW EN EL COSMOS
Mercedes De la Garza
Capítulo II
L os I nvestigadores de la C ul tu ra M aya 19 • T omo I
EL PUESTO DEL
K’UHUL AJAW EN EL COSMOS
Mercedes De la Garza
Centro de Estudios Mayas, UNAM
Conferencia inaugural
C
omo resultado de un análisis compa-
rativo entre las distintas fuentes, pre-
sento aquí un acercamiento a la com-
prensión de las ideas mayas acerca del
poder del hombre que tiene la misión de guiar
a la comunidad, de propiciar todas sus activida-
des, de distribuir los bienes, de engrandecerla y
de protegerla de los enemigos. Particularmente
me centraré en la consideración del gobernan-
te como un ser sagrado que fungía como axis
mundi, como demiurgo entre los dioses y los
hombres, y como chamán, condiciones que acre-
centaban su carisma y legitimaban su poder y el
de su dinastía1. Y correlativamente destacaré la
participación de las mujeres en las actividades ri-
tuales del gobernante, que hablan de su sitio en
la sociedad maya.
En un extenso trabajo sobre el poder en las
1 Este tipo de análisis comparativo, que realizo desde los seten-
tas, es esencial, por lo menos desde mi enfoque disciplinario,
que es el de la historia de las religiones. Considero que en el
intento de conocer la religión de los antiguos mayas poco se
logra desde una sola perspectiva, y los análisis comparativos,
tanto de las diversas fuentes, como de los estudios realizados
desde otras disciplinas por los especialistas actuales, pueden
enriquecer no sólo las investigaciones sobre la religión, sino
también a todo tipo de enfoques. Una de las conclusiones del
análisis comparativo en el que se basan las interpretaciones
que aquí destaco es que las principales concepciones acerca
de la sacralidad de los gobernantes mayas no son locales, sino
de muchos sitios mayas, y no se dieron en un solo periodo de
su historia, el Clásico, sino que continúan hasta el momento
de la llegada de los españoles, como lo confirman los textos
indígenas coloniales.
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sociedades mesoamericanas, Luis Alfonso Gra- Los rasgos de alguna de estas deidades se es-
ve destaca que el control sobre la masa de los culpen a veces en el rostro del gobernante para
gobernados es lo que permite a los gobernan- mostrar su asimilación a la esencia divina de ese
tes mantenerse en el poder y asegurar la perma- dios y la sacralidad de su poder.3
nencia de sus herederos en él. Para convencer a También el Glifo Emblema, que ha sido
los gobernados de que el mandatario es el que reinterpretado como título real, da cuenta de la
debe estar en ese puesto, de que es legítimo, sacralidad del jerarca, pues él tiene dos compo-
hay muchas formas en los distintos pueblos. En- nentes constantes: k’ul, sagrado, y ajaw, señor
tre los mayas, la legitimidad se fundaba, princi- (Houston y Stuart, 1996: 295).
palmente, en la consideración del gobernante Por su papel de demiurgo, el mandatario
como un ser sagrado, es decir, como un hombre está situado simbólicamente en el centro del
con capacidades extraordinarias que en el pe- mundo, en el eje cósmico, lugar en donde re-
riodo Clásico se denominó K’uhul ajaw, “Señor cibe las energías divinas para esparcirlas en el
divino”, entre otros títulos, según las inscrip- universo entero (Champeaux y Sterckx, 1989:
ciones jeroglíficas. Él contaba con cualidades 883)4. Desde ahí se proyecta hacia las cuatro
sobrenaturales que lo diferenciaban de todos partes del cosmos como regulador del universo,
los demás, a las que se puede calificar con el función que se extiende del dominio cósmico
concepto de carisma, pero es esencial destacar al dominio social. Esta idea, que también halla-
que cada nuevo jerarca, aunque legitimado por mos en muchas culturas, se expresa en los retra-
pertenecer al linaje en el poder, debía modelar tos de los gobernantes parados sobre el Dragón
su propio carisma para lograr las mismas cuali- terrestre; en la estela 1 de Bonampak (781 d.C.),
dades sobrenaturales del gobernante anterior.2 por ejemplo, el jerarca Chan Muan II, Cielo-ave
Muan (Mathews, 1980: 64) se posa sobre el dra-
gón justamente donde emerge el dios del maíz,
El gobernante como axis mundi con el que se identifica. Ese sitio señala el cen-
tro del mundo.5 El dios del maíz se representa
Como en muchas culturas antiguas, el gober- con rasgos humanos justamente por la idea de
nante entre los mayas, por su condición divina, que el hombre fue hecho de masa de maíz.
fungía como demiurgo, es decir, representó Los principales símbolos de poder de los
tanto a los dioses frente a la comunidad, como gobernantes, representados en las obras plásti-
a los hombres frente a los seres divinos. cas, tenían la función de manifestar a la comu-
Un ejemplo de esa condición divina es el nidad su divinidad y su sitio de axis mundi, pues
hecho de que en las inscripciones clásicas, los es difícil pensar que esta idea se transmitiera a
nombres de mandatarios incluyen el de alguno través de las inscripciones, ya que muy pocos
de los dioses principales, como Itzamnaaj, Cha- 3 No se trata de que los gobernantes se convirtieran en esos
ak, K’awiil y K’inich Ahaw, con los que el jerarca dioses, como afirman Schele y Miller (1986: 69), sino que al
recibir de ellos la sacralidad, se deificaban.
se identificaba (Houston y Stuart, 1996: 295).
4 Linda Schele también consideró al gobernante como axis
mundi, pero basada en su identificación con la ceiba (1993,
2 Max Weber asienta: “Si la legitimación del gobernante por Afterword).
medio del carisma hereditario no es determinable clara y 5 De la identificación del gobernante con el dios del maíz da
normativamente, ese carisma necesita una legitimación me- cuenta el mito cosmogónico inscrito tanto en el Popol Vuh
diante otro poder carismático (Weber, Estructuras de poder, como en los Anales de los cakchiqueles, según el cual el hom-
1977: 100, citado por Grave). bre verdadero fue hecho por los dioses con masa de maíz.
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sabían leer. Estos emblemas son los bastones la serpiente Crotalus, como en algunas estelas
de mando, el cetro maniquí, la barra ceremo- de Naranjo, y a veces es lanza al mismo tiem-
nial, el trono y el tocado. La lanza y el escudo, po y remata en una cabeza del ofidio de la que
así como las cabecitas trofeo en el cinturón, lo surge un pedernal. Asimismo, el cetro puede
distinguen como guerrero. representar el axis mundi y los cuatro sectores
Uno de los seres divinos que más frecuen- cósmicos, confirmando el carácter de eje del
temente se ligan con el gobernante es el Dra- mundo del gobernante, lo cual es muy claro en
gón Celeste, forma principal del dios supremo los dinteles 2 (757 d.C.) y 5 (752 d.C.) de Yaxchi-
en el periodo Clásico. En muchos retratos de los lán, que representan a Pájaro Jaguar IV; ahí el
gobernantes, éstos portan al Dragón Celeste cetro tiene forma de una cruz, sobre la cual se
sobre su pecho, en forma de serpiente bicéfa- ve al ave sagrada, símbolo de ascensión al cielo,
la, como barra ceremonial; la barra, así como de la soberanía.6
el bastón de mando, a veces se esquematizan, Esta imagen del cosmos: la ceiba esque-
pero conservando algún rasgo de la serpiente matizada como cruz que delimita los cuatro
que simbolizó el cielo, como los rombos (diseño rumbos del cosmos, con su ave en la cima, se
del dorso de la Crotalus Durissus durissus) o las repite en los tableros de la Cruz y del Templo de
cabezas. El Dragón también aparece en su toca- las Inscripciones de Palenque, en los que la cruz
do y en otros atavíos (De la Garza, 1984). se forma con serpientes bicéfalas, imágenes del
El cetro es, a nivel universal, un modelo Dragón Celeste. La cruz del Tablero de la Cruz
reducido del bastón de mando, símbolo vertical Foliada es una planta de maíz, pero también
que representa primero al hombre y después simboliza el axis mundi.
al hombre poderoso y el poder recibido de los En cuanto al tocado, que equivale a la co-
dioses (Champeaux y Sterckx, 1989: 451). El ce- rona en otros pueblos, él sitúa al gobernante en
tro y el bastón de mando de los gobernantes relación con todo lo que le rodea, simbolizando
mayas se muestra en variadas formas, pero es también el punto central del cosmos. Un ele-
frecuente la presencia en ellos de la figura del mento constante en el tocado son las plumas,
dios K, K’awiil, que está asociado con la fuerza que como peculiaridad de las aves, simbolizan
sagrada del relámpago, la fertilidad agrícola y el espacio celeste. En el chamanismo de mu-
la autoridad real (Stuart, 2006); es el dios de chos pueblos del mundo las plumas están liga-
los linajes gobernantes, por lo que en los tex- das a los rituales de ascensión celeste o vuelo
tos coloniales se le llama Bolon D’zacab, “Nueve chamánico, y por tanto de clarividencia y de
generaciones”. Entre los mayas actuales de Yu- adivinación. Las plumas también se asocian con
catán se denomina k’awil a una parte del “espíri- renacimiento, como homólogas de los cabellos,
tu” humano (concebido como diversas materias la hierba y la lluvia. Tienen así una doble simbó-
sutiles), como ha descubierto Javier Hirose, y se lica: de ascensión y de crecimiento vegetal.
concibe como una energía ancestral heredada El trono, que a veces es un ser bicéfalo,
(Hirose, 2008: 87-88), lo que concuerda con el serpentino o felino, manifiesta que las deidades
nombre que recibe en los textos coloniales. Así, sostienen al soberano en la forma de esas epi-
el cetro maniquí y otras representaciones de fanías animales. Es símbolo de que el Señor que
Kawiil parecen simbolizar un espíritu del linaje
6 Esa cruz tiene flores en los extremos de la barra horizontal,
que liga al gobernante con sus ancestros. lo que la iguala con la Ceiba axis mundi. Ver Schele, 1993,
El bastón frecuentemente tiene los rombos de Foreword.
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Un monumento singular de acceso al trono es Por esa significación, el juego de pelota tuvo
el altar Q de Copán, cuya fecha en el lado oes- también un carácter de rito de iniciación, o sea,
te, 9.16.12.5.17, 6 Caban 10 Mol, registra la en- de paso de una vida profana a una vida sagrada;
tronización del 16º mandatario de Copán, Yax de adquisición de poderes sobrenaturales que
Pac; él no sólo se acompaña de los anteriores permiten la comunicación con las deidades.
gobernantes del sitio, como para reforzar con Asimismo, el juego tuvo un sentido de regene-
el espíritu de sus antecesores su poder y su le- ración cósmica, por su asociación con el sacrifi-
gitimidad, sino que recibe el bastón de mando cio humano. Y precisamente por eso, es lógico
del propio fundador sacralizado de la dinastía, que el rito fuera realizado por los gobernantes,
K’inich Yax K’uk Mo’ (Agurcia y Valdés, 1994: 27- responsables del orden del cosmos, que se re-
29). presentan con atavíos del juego o jugando.13
A partir de ese momento, los soberanos Algunos textos indígenas coloniales co-
realizaban ritos de renovación del poder, para rroboran que el juego era practicado por los
conservar su sitio sagrado en el cosmos, así gobernantes como un rito, por ejemplo, el Tes-
como para mantener y propiciar el orden del tamento de los Xpantzay, escrito por los cakchi-
universo; entre estos ritos, hay agrícolas, gue- queles, asienta que el rey Atunal dijo a sus her-
rreros, de veneración a los antepasados, danzas, manos: “Hermanos míos, no os dé cuidado, que
el juego de pelota, ritos iniciáticos y ritos ascé- cuando yo muera entraréis a gobernar. Jugad a
ticos. En las inscripciones se hallan las expresio- la pelota pequeña y a la pelota entre muros en-
nes ch’ahom, “el esparcidor de gotas”, para ex- tre vosotros (De la Garza, 1980: 423).
presar la destreza del jerarca en el ritual, y pitsil, Por lo general una mujer acompañaba y
“jugador de pelota” (Ciudad Ruiz, 2002: 204). Y asistía al gobernante en sus diversos ritos, así
por las fuentes escritas coloniales conocemos como una mujer acompaña al chamán en los ri-
otros ritos de los mandatarios, como los de ayu- tos de ingestión de alucinógenos y prepara las
no, abstinencia e insomnio (Popol Vuh, 94). pócimas, entre los grupos actuales mesoameri-
En términos generales, el juego de pe- canos. En el juego de pelota de Yaxchilán hay un
lota simboliza la pugna entre seres luminosos relieve que confirma la participación de la mu-
o celestes y seres oscuros o infraterrestres. Por jer en este rito. La Sra. Pakal, abuela materna de
ello, el rito del juego en el periodo Clásico pudo Pájaro-Jaguar, sostiene a la serpiente Maestra
haber tenido la función de propiciar, por magia de Iniciación, expresando también que el jue-
simpática, el movimiento de los astros, lo cual go tuvo un sentido iniciático (Freidel y Schele,
equivale a propiciar la existencia del universo. 1993: 335). Este ofidio es la llamada “serpiente
Pero gracias al Popol Vuh conocemos también visión” por Linda Schele.
su sentido iniciático, ya que el juego, realiza-
do en el inframundo, permite la apoteosis de iniciático de la aparición del Sol y de la Luna en el Popol
Vuh, en el que es central el juego entre los héroes gemelos
los héroes gemelos (De la Garza e Izquierdo, y los dioses del inframundo. Estos marcadores muestran
1992).12 así que en la época Clásica, el juego era una explicación
mítica del origen y movimiento de los astros, así como de
1212Los dioses astrales aparecen jugando a la pelota, por ejem- las oposiciones de la naturaleza, y expresa, asimismo, la
plo en los marcadores de la subestructura de la cancha de continuidad de esa creencia hasta la época en que se escri-
Copán, realizados en el siglo VI. El análisis de los distintos bió el Popol Vuh.
elementos de estos discos revela que la acción se realiza 13 Como los peraltes del templo 33 de Yaxchilán, el marcador
en el cielo nocturno, momento en el que el Sol está en el de Cancuén y la lápida del Museo del Indio Americano de
inframundo, y ahí parece haberse representado el episodio Nueva York.
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La condición del gobernante como chamán que Morelos, que comparten el rito, la serpiente lo
se expresa en diversos símbolos representados traga, empezando por los pies; la muerte se da
en los retratos de los gobernantes clásicos, se cuando tritura la cabeza con sus fauces, y luego
hace claramente manifiesta en los textos indí- la serpiente lo excreta o vomita, ya convertido
genas coloniales. Ciertamente no se pueden ig- en un chamán (De la Garza, 1990).
norar los cambios que se producen del Clásico Varios relieves y esculturas del gobernan-
al Posclásico, pero la idea de que el gobernante te maya con el rostro dentro de las fauces de
es un ser sagrado investido por los dioses per- una serpiente revelan que del mismo modo que
manece y además tiene un carácter universal. esos chamanes mencionados en las fuentes co-
Los símbolos en las obras clásicas son el bulto loniales y los de las comunidades actuales, en
chamánico, el punzón sangrador, las vasijas el mundo prehispánico el hombre destinado a
con instrumentos para el autosacrificio, las mu- gobernar por su pertenencia a un linaje ilustre
tilaciones en los dedos y escarificaciones en el pasaba por el rito iniciático de ser tragado por
rostro, la práctica del autosacrificio y la repre- la serpiente ctónica, de morir y renacer, para ad-
sentación de los ritos iniciáticos y los de trans- quirir los poderes sobrenaturales que le permi-
mutación en animales. tían gobernar y ocupar el sitio axial en el mun-
Como es bien sabido, las iniciaciones cha- do que lo identificaba con el Sol.
mánicas implican la muerte de la vida profana y Estas escenas de Yaxchilán se asocian con
el renacimiento a una vida sagrada. En muchos el glifo “pez en mano”, que Grube leyó como
pueblos del mundo una de las formas de mo- tzak, “invocar”, “conjurar” (1991). De este modo,
rir14 es el ser despedazado o devorado por un se invocaba a la serpiente para que tragara al
monstruo, generalmente de naturaleza animal gobernante y para vomitarlo. Y en esos ritos ini-
y frecuentemente de carácter serpentino (Elia- ciáticos es esencial también la participación de
de, 1976: 54). La iniciación se relaciona con la la mujer; es ella quien sostiene la vasija con los
serpiente, porque ésta es uno de los principales instrumentos para el autosacrificio, y espera el
símbolos de inmortalidad; ello se debe a que el retorno del señor de su muerte iniciática.
cambio de piel se ha interpretado en los pue- En muchas vasijas Clásicas, halladas en
blos religiosos como un morir y renacer de sí las tumbas de los gobernantes, como sus vasos
misma (De la Garza, 1984). para beber cacao, se representan también los
Las fuentes coloniales mencionan ciertos ritos iniciáticos de los mandatarios, como el de
ritos de iniciación de los chamanes (Núñez de ser tragado por la ochkan; y se confirma, asimis-
la Vega, 1702: 133) que han sobrevivido hasta mo, la participación de las mujeres en dichos
hoy en algunos grupos mayances, como los ritos.
mopanes, los k’ekchís y los ixiles (Thompson, Pero en los vasos también se dibujaron
1941: 106) y también entre los nahuas. El rito otros ritos iniciáticos de los gobernantes-cha-
consiste en que el candidato va en la noche a manes. En algunos recipientes se ven esquele-
un lugar alejado y se coloca cerca de un hor- tos danzando, recostados o en otras posturas,
miguero del cual sale una enorme boa, ochkan algunos con restos de carne y piel, y con cu-
en maya yucateco, símbolo de las fuerzas ctó- chillos, que constituyen, en mi interpretación,
nicas o infraterrestes; según algunos nahuas de un recurso pictórico para representar tanto la
iniciación chamánica como el proceso de trans-
14 14 Tal vez la más común sea el descenso al inframundo. mutación del mandatario en jaguar; y asimis-
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mo, se pintaron personajes que llevan vasijas La muerte ritual es condición indispensable
conteniendo manos y ojos humanos. Respecto para acercarse a los dioses y para obtener una
de estos símbolos, en muchos otros pueblos, el existencia plena en este mundo. La divinización
chamán que ha entrado en éxtasis, se despoja del gobernante no implicaba la infravaloración
de su propia carne y queda reducido a esque- de la vida humana, sino que por el contrario,
leto, símbolo equivalente a ser tragado por la precisamente esta condición lograba para toda
ochkan, para luego recuperar el cuerpo (Vite- la sociedad, y aún para la misma naturaleza, las
bsky, 2006: 8) o adquirir el de un animal. Pero bendiciones y la regeneración (Eliade, 1978:
también a los iniciandos los decapitan, los des- 236-9).
miembran, les sacan los ojos y se los cambian, Ya iniciados como chamanes, los gober-
seguramente por otros que tendrán la “visión” nantes realizaban diversos ritos ascéticos, cuya
chamánica (Vitebsky, 61). Con base en esos ri- principal finalidad era lograr el éxtasis; ellos es-
tos iniciáticos, se pueden interpretar algunas de tán expresados en múltiples obras plásticas y
las imágenes de las vasijas mayas, sobre todo en cerámica, donde se representaron los instru-
tomando en cuenta el contexto en el que apa- mentos para el autosacrificio, la práctica de ex-
recen. Creo que las manos, ojos y otros peda- tracción de sangre,15principalmente del pene, y
zos del cuerpo colocados en una vasija, lejos la aplicación de enemas con sustancias psico-
de representar “canibalismo”, como se ha dicho, activas, por lo general procedentes de hongos
pueden revelar la iniciación chamánica de des- y flores.16 Entre ellas destaca la sak naab, ninfea
membramiento. Los textos en las vasijas por lo blanca, que en las obras clásicas siempre apare-
general sólo mencionan nombres de los propie- ce asociada al gobernante y a su principal alter
tarios. ego, el jaguar.
En diversas religiones del mundo, el neó- Las ofrendas de sangre, que el gobernan-
fito es sometido a torturas y mutilaciones, su- te también compartía con su mujer, no como
frimientos que aluden a ser despedazado en el asistente, sino también realizando el rito, re-
vientre del monstruo o descuartizado. La mayor frendaban la liga del linaje ilustre con las dei-
parte de estas torturas se relaciona con las divi- dades y renovaban el vínculo del mandatario
nidades lunares, ya que la Luna muere y renace con los dioses, a través del trance extático; éste
tres días después. Así, las mutilaciones, tatuajes, era provocado por el dolor y la pérdida de san-
escarificaciones y otros signos exteriores, que gre, aunados a ayuno, abstinencia, danzas y
hallamos en muchas figuras mayas, indican que cantos rítmicos (Schultes y Hofmann, 1982: 14;
se ha pasado por la muerte iniciática. Furst, 1980: 31-33), y también por la ingestión
Por los poderes sobrenaturales adquiridos o aplicación de sustancias psicoactivas. Estos
mediante la iniciación, el mandatario era el úni- ritos significaban no sólo la comunicación con
co capaz de penetrar en los espacios sagrados,
15 La escena del dintel 17 de Yaxchilán se ha identificado
inaccesibles para los hombres comunes, como como un autosacrificio del pene de Pájaro Jaguar IV (Schele
son los cielos y el inframundo, a los que llegaba y Freidel, 1990: 286).
16 16Mathews (1997) lo llama “ceremonia de esparcir” y afirma
a través del axis mundi. Dice la Historia quiché de
que se trata de un ritual que se llevaba a cabo en una fecha
Don Juan de Torres, acerca de los grandes nagua- de final de periodo. Sotelo (1992) afirma que las escenas
les: “Caminaron, subieron y llegaron hasta el cie- representan ofrenda de semen, y la misma idea se encuen-
tra, según Coggins, en el cetro maniquí, cuando aparecen
lo; llegaron [también] a Xibalbá [el inframundo] ambas piernas de Kawiil y en medio de ellas una serpiente,
y les habló la tierra” (Recinos, 1984: 35). que simboliza el falo (Coggins, 1998).
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lo sagrado, sino también la entrega de la propia giones sagradas y de dominar a las fuerzas de la
energía vital para alimentar a los dioses (De la naturaleza: podían llamar “al aire, a la nube roja,
Garza, 1990: 136). al granizo de muerte, al rayo y a los días aciagos”
Los textos indígenas coloniales mencio- para luchar contra sus enemigos, afirma el Títu-
nan las insignias de poder, como palios, tronos lo de Totonicapán (175).18
y bultos chamánicos, que eran heredados y
También se habla del arte de ejercer la adivina-
guardados por cada grupo. Estos bultos se re-
ción:
presentan también en los códices, la cerámica y
la plástica del periodo Clásico, donde la esposa Grandes señores y hombres prodigiosos eran los
reyes portentosos Gucumatz y Cotuhá… Ellos sa-
lo ofrece al gobernante, del mismo modo que
bían si se haría la guerra y todo era claro ante sus
le ofrece los instrumentos para el autosacrificio ojos; veían si habría mortandad o hambre, si habría
en los relieves del rito iniciático. Algunos bultos pleitos. Sabían bien que había donde podían verlo,
se han hallado en sepulturas, como el de Mun- que existía un libro por ellos llamado Popol Vuh…
do Perdido en Tikal (Ayala, 2002); su existencia (Popol Vuh, 94).19
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L os I nvestigadores de la C ul tu ra M aya 19 • T omo I
way,20 fue el jaguar, que representa el lado noc- medio del fuego, mientras unos señores portan
turno de la vida, los poderes ocultos, los lugares vasijas muy probablemente conteniendo miel
y tiempos inaccesibles al hombre común (De la alucinógena y se acompañan de abejas. En la
Garza, 1987: 192). El jaguar significó una de las Relación Geográfica de la provincia de la Verapaz
energías sagradas más fuertes de la naturaleza se consigna el dato de que había unas abejas
y encarnó al Sol del inframundo, de ahí su liga “cuya miel trastorna el seso” (I: 232).
con el gobernante. Los datos que aquí he destacado mues-
Las múltiples imágenes de gobernantes tran el hecho de que las mujeres del K’uhul ajaw
y jaguares relacionados que hallamos en las tenían como función principal acompañar a su
vasijas clásicas de los mandatarios confirman esposo, darle hijos, compartir su reinado y com-
su sentido a la luz de los textos indígenas co- partir sus ritos. Tal vez por eso, las sepulturas de
loniales, donde se relaciona a los fundadores reinas, como la Reina Roja de Palenque y la Rei-
de los linajes con jaguares. “Eran como pisadas na Roja de Copán, no tienen inscripciones, sino
de tigre las huellas que dejaban”, dice el Popol que sus nombres se registran en las inscripcio-
Vuh (78).21 En uno de los vasos vemos al jaguar nes de sus esposos.
ejecutando la pirueta mágica de conversión en Pero tal vez las mujeres de linaje ilustre,
20 Entre los mayas de Yucatán, en la época de la conquista, los
que en el arte aparecen ocupando un sitio des-
chamanes eran sacerdotes especializados, se les llamaba tacado, tuvieron oportunidad de participar en
uaay, nombre que también recibía su alter ego animal; los otras actividades. Por ejemplo, Nikolai Grube ha
distintos tipos de uaay eran el ah pul yaah, “brujo echador
de enfermedad”, el ah men, mago que se transformaba en descifrado en las inscripciones el título ak k’ul
animal, que es el que ha sobrevivido hasta hoy, y los chi- hun, “señor de los libros sagrados”, que se otor-
lames, que profetizaban en estado de trance, acostados de
gaba a los encargados de escribir y cuidar los
espaldas sobre el suelo, tal vez con la ayuda del xtabentún
(ololiuhqui entre los nahuas), uno de los alucinógenos más códices. La mayoría de los retratos de esos per-
poderosos (Garza, 1990: 143-145). Esos chamanes proceden sonajes son masculinos, pero en Yaxchilán, la
de los grandes gobernantes-chamanes prehispánicos y ex-
presan que ellos debieron tener su alter ego animal o way.
señora Estrella Vespertina, madre de Yaxún Ba-
Los epigrafistas han hallado un glifo en las inscripciones lam, lleva ese título, lo que revela que algunas
clásicas que interpretan como way, “espíritu compañero mujeres también podían leer y escribir. Esto se
animal”, lo que confirma la existencia de esta creencia des-
de ese periodo. La palabra way significa “dormir”, “soñar”. corrobora con una figurilla de Jaina, que repre-
Los wayob del periodo Clásico aparecían bajo muchos as- senta a una mujer sentada con un códice sobre
pectos, entre ellos, formas animales, humanas y combina-
las piernas (Schele, 1997: 43). Dicha actividad,
ciones de animal con humano. Se les representaba bailan-
do como seres humanos, o flotando en el aire. En muchas al lado de los ritos que he destacado, muestra
obras de cerámica se dibuja a los gobernantes con su way que las esposas de los gobernantes-chamanes
(Freidel y Schele, 1993: 188).
21 Otros gobernantes quichés, como Cotuhá, Quicab, Cavizi-
compartieron no sólo las funciones religiosas
mah y Gucumatz, se describen como hombres prodigiosos de sus maridos, sino también las intelectuales y
que podían transformarse en animales, y del momento de las políticas. Se sabe que incluso algunas llega-
la conquista, tenemos la referencia de naguales que en las
batallas contra los españoles “procuraron valerse contra ron a ocupar el poder supremo, como la señora
ellos de mayores fuerzas que las humanas… del arte de los Olnal de Palenque, que según Linda Schele, “fue
encantos y Naguales”, dice Fuentes y Guzmán (1881: I, 84).
la única mujer que gobernó una ciudad maya
Así, los señores Nehaib e Izquin Nehaib se convirtieron
en jaguar y en puma, mientras que Tecún Umán se volvía por derecho propio (1977: 19).
águila (De la Garza, 1990, 138-140). Y entre los cakchique- Para terminar, el carácter de chamanes
les hubo naguales prodigiosos como Gagavitz, cuyo poder
mágico y grandeza causaban espanto; se dice que se arrojó
que tuvieron los jerarcas mayas y sus ritos, tanto
al lago Atitlán, convirtiéndose en serpiente emplumada. iniciáticos como para acrecentar su carisma y su
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poder, confirman que el puesto del K’uhul ajaw ción Robert M. Carmack y James L. Mondloch,
en el cosmos como axis mundi, como demiurgo México, Universidad Nacional Autónoma de Méxi-
co, Instituto de Investigaciones Filológicas, Centro
y como un ser sagrado no se adquiría sólo por de Estudios Mayas (Serie Fuentes para el Estudio de
pertenecer a un linaje en el poder, sino que se la Cultura Maya, 3).
lograba a través de un estricto ritual; confirma,
asimismo, que el poder no era solamente polí- Eliade, Mircea
1976 El chamanismo y las técnicas arcaicas del
tico o guerrero, sino fundamentalmente religio-
éxtasis, México, Fondo de Cultura Económica (Sec-
so, como en muchos otros pueblos antiguos. ción de Obras de Antropología).
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Estela M de Copán, que representa al gobernante Humo Caracol; estela 38 de Naranjo (dibu-
jo de Graham, 1978) y barra ceremonial de la estela N de Copán (dibujo de Carlos Ontiveros).
Cetro maniquí con la imagen del dios K, Estela 8 de Naranjo, que represen-
Kawiil; detalle del Altar P de Quiriguá ta al gobernante Itzamnaaj K’awiil
(dibujo de Carlos Ontiveros). (dibujo en Martin y Grube, 2002).
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Lápida de la tumba de K’inich Janahb Pakal de Palenque (dibujo de Merle Green); motivos
centrales de los tableros de la Cruz y la Cruz Foliada (dibujos de Linda Schele).
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Nombre del fundador de la dinastía copaneca. Templo Rosalila y, bajo él, el templo Marga-
rita, subestructuras del Templo 16 de Copán (Dibujo de Ricardo Agurcia).
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Mascarón del Dragón Terrestre con la esfera solar dentro de las fauces, Toniná.
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Tablero 19 de Dos Pilas. Rito iniciático de un niño realizando autosacrificio del pene (Martin
y Grube, 2002).
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Altar Q de Copán, de 763 d. C., en el que se esculpió la entrega del bastón de mando por Yax
K’uk Mo’, Quetzal Guacamayo, el fundador de la dinastía de Copán, a Yax Pasaj, Sol Nacien-
te, último mandatario de la ciudad; están acompañados por los catorce jerarcas que ejer-
cieron el poder entre uno y otro.
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Vaso K1256, que dibuja a la serpiente Ochkan, con personaje saliendo de sus fauces. Vaso
K0530, que muestra un ritual chamánico con ritos de adivinación, aplicación de enemas y
consumo de plantas psicoactivas (Archivo fotográfico de Justin Kerr).
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Figurilla de Jaina: hombre realizando el autosacrificio del pene (fotografía de Jorge Pérez
de Castro); ninfea blanca y vaso K1550, que muestra un ritual chamánico de aplicación de
enema, probablemente con líquido de la ninfea (Archivo Justin Kerr).
39
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Figurilla de Jaina que representa a una mujer con un códice sobre las rodillas.
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SUBSISTENCIA COSTERA EN XCAMBÓ,
YUCATÁN DURANTE ÉPOCAS PREHISPÁNICAS:
UN ACERCAMIENTO PALEOECOLÓGICO
A TRAVÉS DE LOS RESTOS DE FAUNA MARINA
Capítulo III
L os I nvestigadores de la C ul tu ra M aya 19 • T omo I
Introducción
L
a costa de la península de Yucatán fue,
durante tiempos prehispánicos, escena-
rio de interrelaciones constantes entre
seres humanos y el medio ambiente. El
conocimiento de las condiciones ecológicas pre-
valecientes en tiempos prehispánicos se ha visto
incrementado con los recientes estudios zooar-
queológicos. Mediante el estudio de la fauna
pretérita se puede indagar no sólo sobre las pre-
ferencias de consumo alimenticio sino también
sobre el escenario ecológico antiguo, el cual pro-
veía recursos que fueron aprovechados por las
sociedades pretéritas. El presente trabajo versa
sobre la reconstrucción de las condiciones eco-
lógicas antiguas de la costa de la península de
Yucatán, vista a través de los restos zooarqueoló-
gicos de animales vertebrados costeros en Xcam-
bó, durante el período Clásico (250-700 d.C.), a
modo de esbozar el aprovechamiento faunístico
y la paleoecología del sitio y sus alrededores.
Antecedentes
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L os I nvestigadores de la C ul tu ra M aya 19 • T omo I
el período Preclásico Medio (Andrews IV 1969; sitios, Xcambó da un giro a una producción más
Eaton 1978). Durante esta época, los asenta- compleja de tipo mercantil, debido a la crecien-
mientos humanos estaban conformados por te demanda de sal en el sur y occidente de la
pequeñas comunidades pescadoras y agrícolas península yucateca (Sierra 1996). Como conse-
ubicadas a lo largo de la orilla del mar. Aunque cuencia del auge comercial, el volumen cons-
la principal actividad de subsistencia era la pes- tructivo también se vio positivamente afec-
ca, estos grupos también practicaban la caza a tado (Ceballos 2003). Es durante este período
pequeña escala. La actividad principal de estas cuando se construyó una plaza central la que se
comunidades era el abastecimiento de recursos concentraban las actividades de carácter públi-
y entorno a éstos se estructuraba las relaciones co. Esta plaza, núcleo del asentamiento, cons-
sociales fundamentales (Andrews IV 1969; Ga- tó de 11 edificios de diversas dimensiones que
llareta 1998). El asentamiento prehispánico de presentaron un mayor volumen y labrado de
Xcambó se ubica en la costa norte de la penín- piedra que en épocas anteriores. Las estructu-
sula yucateca abarcando un área de 700 m de ras domesticas, talleres y áreas de depósitos se
Este a Oeste y 150 m de Norte a Sur. El sitio esta ubicaron alrededor de la plaza principal (Sierra
asentado sobre un altillo natural (petén) que es 1996; Sierra 1999).
cubierto en su totalidad por una plaza principal Hacia el oriente de la plaza principal se
y otra más pequeña. Ambas plazas están rodea- edificó otra plaza de menores dimensiones,
das por las viviendas de la población (Sierra and compuesta por tres estructuras (Sierra 1996;
Martínez 2011) (Figura 1 y 2). Sierra 2004). Como vías de intercomunicación
En Xcambó, las evidencias de ocupación fueron construidos sacbés, los cuales permitían
temprana se remontan hasta el Preclásico Me- en el paso entre edificios y plazas. Interesante-
dio (800 a.C. – 300 d.C.) (Ceballos 2003:23). Este mente fueron excavadas estructuras circulares
período estuvo caracterizado por la presencia de entre 1.5 a 2.5m de diámetro y de 1 a 2 m
de pequeños basamentos y cimientos de cho- de profundidad (Méndez Collí 2007). Aunque
zas dispersos, los cuales fueron habitados por aún no se sabe a con certeza la utilidad de estas
pequeños grupos de familias de agricultores, construcciones, algunos autores opinan que es
pescadores y salineros (Sierra 1996). Más ade- probablemente sirvieran como depósitos para
lante, durante el período Preclásico Tardío (ca. mercancías y para el acumulamiento de ele-
100 a.C. - 250 d.C.), en la costa norte de Yuca- mentos de consumo básico para los antiguos
tán y el resto de la península también surgieron pobladores de Xcambó(Andrews IV 1969; Sierra
otros asentamientos situados en las cercanías 1996; Sierra 1999; Sierra 2004). En resumen, la
de las zonas salineras. Estos sitios pudieron ha- evidencia cerámica y arqueológica sugiere que
ber sido habitados por aldeas de pescadores durante el Clásico Temprano, Xcambó se convir-
que compartieron el mismo estilo en la cons- tió en un centro para la administración de sali-
trucción de edificios públicos y habitacionales, nas y el comercio de productos marinos (Sierra
así como el empleo de los mismos grupos ce- 1996; Sierra 1999; Sierra 2004).
rámicos que en Xcambó (Sierra 1996). Luego, Durante el período Clásico Tardío (550-
en el período Clásico Temprano (250-550 d.C.), 700 d.C.), el asentamiento de Xcambó estuvo
las evidencias arqueológicas muestran un cier- caracterizado por la producción intensiva de
to grado de centralización de la producción de sal y en esta ápoca el sitio desarrolló relaciones
la sal en unos pocos sitios selectos. Entre estos comerciales con sitios de los alrededores. Tam-
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L os I nvestigadores de la C ul tu ra M aya 19 • T omo I
bién surgen en este tiempo fuertes nexos con tora del proyecto.
asentamientos de la región campechana. Des- La muestra esquelética de fauna de
de el punto de vista arquitectónico, se oculta Xcambó procedió del relleno constructivo de
en este período gran parte de las primeras edi- las estructuras NE2, NE4, NE10, NE18, NE19,
ficaciones, y sobresale la modificación profusa NO1, NO2, NO4, NO5, NO6, NO9, del Patio IV y la
de los edificios públicos, abundante cerámica Plaza SO. La arqueofauna tuvo procedencia cul-
polícroma y figurillas estilo Jaina localizadas en tural, puesto que estaba asociada a cerámica,
su mayoría en contextos funerarios (Jiménez Ál- lítica, restos humanos etc. Los restos culturales
varez 2002). En este período, la plaza principal y fueron fechados por los excavadores del sitio
la plaza pequeña lucen una arquitectura funcio- de acuerdo a la tipología cerámica en Clásico
nal. Las residencias son más complejas y con- Temprano (200/250-550 d.C.) y Clásico Tardío
centradas, sobre todo las que están más rela- (550-700 d.C.).
cionadas con el núcleo principal. Los depósitos El análisis de los materiales arqueofaunís-
durante este período se localizaron en las ex- ticos se realizó siguiendo los procedimientos
tensas áreas salineras de Xcambó en el noreste zooarqueológicos estándares establecidos por
y en las salinas de Xtampú (Cetina 2004). El sitio O'Connor (2000) y Reitz y Wing (1999), entre
permaneció como puerto comercial de carácter otros. La identificación taxonómica y osteoló-
autónomo y es probable que con el surgimiento gica fue llevada a cabo con la ayuda de la co-
de Isla Cerritos se cerraran los nexos de Xcam- lección de referencia zooarqueológica YUC.
bó al oriente, mientras que por el occidente se ZOO-237-09-10, alojada en el Taller de Zooar-
establecieran numerosos enclaves controlados queología de la Facultad de Ciencias Antropo-
por grandes ciudades (Chichén Itzá, Dzibilchal- lógicas, UADY, una colección fotográfica (EA.
tún, Tih’o y sitios del Pu’uc). Estas circunstancias FLMNH 2003), así como de varios manuales de
pudieron haber provocado el aislamiento co- osteología de vertebrados e invertebrados (Ol-
mercial de Xcambó (Sierra 2004). Después del sen 1968; Vokes and Vokes 1983; Kozuch and
700d.C., no se presenta una mayor evidencia Fitzgerald 1989; Gilbert, Martin et al. 1996; Hill-
de ocupación permanente y el asentamiento son 1999; Gregory 2002; Gilbert 2003). Los res-
de Xcambó queda parcialmente abandonado. tos de fauna fueron cuantificados utilizando los
Más adelante, en el Posclásico (1100- 1500d.C.), valores de NISP (Número de Especímenes Iden-
el sitio se convirtió en un centro de veneración tificados, siglas según término en inglés). Para
al que acudían peregrinos a rendir culto (Sierra fines paleoecológicos fueron calculados el índi-
1999). ce de riqueza de especies (R= número de espe-
cies identificadas), así como el índice Shannon
de diversidad. Esta medida incorpora el número
Materiales y Métodos total de taxa en un área (en este caso una re-
gión, Xcambó) y la relativa abundancia de cada
El material faunístico fue recuperado durante taxón para expresar la diversidad de las espe-
las excavaciones arqueológicas en las tempo- cies. Se expresa como H = −Σ (pi • ln pi ), donde
radas de campo de 1996 a 1999, del Proyecto pi representa la proporción de individuos de la
Arqueológico Xcambó (CRY INAH), bajo la di- especie i respecto al total de individuos (es de-
rección de la Dra. Thelma Sierra Sosa del mismo cir la abundancia relativa de la especie i) (Spe-
instituto, y se analizó con el permiso de la direc- llerberg y Fedor 2003).
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L os I nvestigadores de la C ul tu ra M aya 19 • T omo I
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en el conjunto ictiofaunístico. El patrón esque- algunos especímenes, nos lleva a sugerir que
lético en la muestra de robálos está formado por los antiguos habitantes de Xcambó estuvieron
un 75.33 % del esqueleto axial mientras que los pescando individuos adultos y por consiguien-
elementos craneales representaron el 24.67%. te de tamaño mayor, proporcionado así, un ma-
Las proporciones de huesos craneales y vérte- yor aporte cárnico. Otro de los peces bastante
bras han sido utilizadas por varios autores para representado en la muestra fueron los bagres.
sugerir sitios consumidores de peces con cerca- Los elementos esqueléticos del cráneo de los
nía al mar. Esta suposición parte de la práctica bagres son abundantes (91.53%) en relación a
de cortar las cabezas de los pescados para sa- los elementos del esqueleto axial (8.47%). La
larlos o ahumarlos como método de preserva- presencia en su mayoría de elementos cranea-
ción. De esta manera, en un sitio “productor” de les de los bagres se debe posiblemente a la de-
peces se encontraría tanto elementos craneales licada estructura de vértebras de este pez, las
como vertebrales, y en un sitio consumidor es cuales posiblemente no sobrevivieron a los pro-
esperado que se encuentren más elementos cesos tafonómicos o bien que las preferencias
vertebrales (Perdikaris 1996; Perdikaris 1999; de desecho de los restos de este pez hayan sido
Barrett, Johnstone et al. 2008). distintos en comparación con otras especies
En el caso de Xcambó, la proporción tan- como los robálos.
to vértebras como de elementos craneales en Entre los reptiles destacan las tortugas
el caso de los robálos, hace suponer que los pe- marinas, con un 70% de abundancia respecto
ces fueron consumidos enteros en el sitio. Sin al total de fragmentos de reptiles. La familia de
embargo, la mayor proporción de vértebras en tortugas marinas está conformada por espe-
comparación con los elementos craneales pude cies como la tortuga blanca (Chelonia mydas),
haber respondido a las condiciones tafonómi- la tortuga caguama (Caretta caretta) y la tortu-
cas o a distintas preferencias de preparar y des- ga carey (Eretmochelys imbricata). Sin embargo
cartar el pescado en el sitio. A su vez, los róba- la mayoría de los restos de tortugas marinas
los de Xcambó parece que fueron consumidos fueron identificados a nivel de familia, ya que
enteros, y que no fueron sometidos a objetos los restos analizados procedían del caparazón
cortantes, ya que en la muestra hubo una es- y del plastrón, imposibilitando una identifica-
casez de marcas de corte. Sin embargo varios ción a nivel de especie en muchos casos. Aun
especímenes presentaron marcas de quemado así, se pudo saber que las tortugas marinas de
y cocido. Xcambó eran de gran tamaño y fueron utiliza-
Por otra parte, algunos elementos esque- das con fines alimenticios. Algunos de los restos
léticos como los radios y radiados de las aletas muestran trabajo con intensiones artefactuales
de los robálos presentan hinchazones particu- (pulido). También se hallaron restos de tortugas
lares, incluidas bajo la denominación de hipe- terrestres, tortugas de rio (Dermatemys mawii)
rostosis. Aunque las razones del desarrollo de la y cocodrilos, habitantes de las ciénagas y man-
hiperostosis están sujetas a discusión, algunos gles.
autores han indicado que la presencia de la hi- Por otra parte, entre los crustáceos fueron
perostosis en huesos de peces óseos es bastan- identificados los cangrejos piedra (Menippe sp),
te común y que ésta se desarrolla con la edad jaibas (Calinectes sp) y cangrejos gallo (Calappa
del individuo (Baerez 1997). De acuerdo a la sp), de los cuales perduraron sobre todo las pin-
presencia de estos rasgos y al gran tamaño en zas. Estos elementos son la parte más resistente
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L os I nvestigadores de la C ul tu ra M aya 19 • T omo I
del exoesqueleto de los crustáceos e interesan- menticios. Este espécimen probablemente co-
temente las “manitas de jaiba o cangrejo” cons- rresponde uno de los dos posibles individuos
tituyen aún hoy día uno de los platillos típicos identificados anteriormente por Götz (2011) en
de la gastronomía de la costa del Golfo de Méxi- el sitio, y corresponde a un hallazgo impar en el
co (FAO 2002). Entre los moluscos de moluscos área maya.
de Xcambó fueron identificadas 10 especies de
gasterópodos y 6 de bivalvos. Todas ellas de es-
pecies típicas de las playas arenosas y aguas so- Consideraciones paleoecológicas
meras tropicales (FAO 2002) y que actualmente
son utilizadas con fines alimenticios o como
de la arqueofauna prehispánica
carnada para la pesca. de la península de Yucatán
Entre los mamíferos fueron identificados
los manatíes (Trichechus manatus), sirénidos Para conocer las condiciones ecológicas anti-
de amplia distribución en el Golfo de México, guas mediante la zooarqueología, es necesario
que suelen habitar aguas someras arenosas prestar atención a las preferencias de hábitat
con abundancia de algas. Mediante fuentes et- de la arqueofauna identificada y por otra parte
nohistóricas tenemos referencia de que estos evaluar la riqueza y diversidad de estas espe-
animales eran apreciados por su carne y por su cies. En Xcambó, la riqueza de especies arrojada
cuero, su captura se realizaba de manera grupal fue de 68 especies y la diversidad de especies
y a bordo de pequeñas embarcaciones (Landa evaluada con el índice Shannon fue de 3.2348.
1994). Menormente representados están los Este índice sugiere un patrón ecológico amplio,
delfines, que aunque no se tiene referencia so- si tomamos en cuenta que valores arriba de 3
bre su consumo, algunos pescadores los han remiten a comunidades bastante diversas (La-
utilizado en épocas de poca producción como gler, Barch et al. 1984; Odum 1987).
carnada para la captura de los tiburones, aun- La biogeografía del conjunto ar-
que ésta no es una práctica muy difundida. Es queofaunístico de Xcambó nos remite a tres
posible que estos mamíferos hayan varado en tipos de ecosistemas aprovechados por los ma-
la costa, ya que no se identificaron marcas an- yas prehispánicos. Los escenarios ecológicos re-
trópicas en sus restos esqueléticos. conocidos son las ciénagas, manglares y aguas
Un dato interesante constituye un fémur marinas. Las ciénagas son por lo general aguas
izquierdo de la extinta foca monje (Monachus estancadas y poco profundas, alrededor de las
tropicalis), que se encontró junto con otros res- cuales crece vegetación acuática a veces muy
tos de esta especie en los rellenos constructivos densa. Este tipo de ecosistema fue hábitat de
de Xcambó (Götz 2011) (Figura 6). Esta foca ha- animales como tortugas casquito y jicoteas, bi-
bitaba las aguas costeras del Golfo de México valvos y moluscos pequeños y peces en estado
y fue extinta a principio del siglo XX (Andrews juvenil como bagres o peces globo. A este eco-
1984). Es posible que durante tiempos prehis- sistema pertenecieron las áreas de las salinas
pánicos el aprovechamiento de este mamífero como las de Xtampú rodeadas de vegetación
no fuese tan extendido. Sin embargo, la presen- herbácea característica de estos escenarios.
cia de marcas de corte en la parte medial en el Otro de los ecosistemas explotados por los ma-
espécimen encontrado en Xcambó, sugiere el yas de Xcambó fueron los bosques de manglar
descarnamiento de la extremidad con fines ali- habitados por animales como los bagres, sar-
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gos, peces globo, robálos juveniles, tortugas de Para poder obtener una visión mas general de
río y cocodrilos. Por último, las aguas del Golfo la paleoecología en la costa de la península de
de México también fueron navegadas y apro- Yucatán, es preciso hacer comparaciones con
vechadas por los antiguos habitantes de Xcam- algunos otros asentamientos ubicados en la
bó. En este escenario habitan organismos como costa. En este sentido, comparamos los resul-
robálos, meros, chernas, pargos, rubias, roncos, tados de Xcambó con los datos arqueofaunís-
boquinetes, cazones, peces sierra, manatí, foca ticos de los sitios Postclásicos de Cozumel y
monje, tortugas marinas, cangrejos y moluscos. Champotón, analizados por Hamblin (1984) y
De acuerdo al índice de riqueza la mayor ex- Götz (2005) respectivamente. En Cozumel, el
plotación de recursos corresponde al ecosiste- conjunto zooarqueológico costero arrojó un
ma marino en comparación con la ciénaga y el índice de diversidad de especies de 2.5476. La
manglar, capturando especies con preferencias arqueoíctiofauna costera de este sitio estuvo
tanto a fondos arenosos (como en el caso de representada mayormente por morenas (Mu-
las rayas y los peces sierra) y a fondos rocosos raena miliaris y Enchelycore nigricans) y en me-
(como el caso de los peces ángel, pargos, cher- nor abundancia por reptiles (Hamblin 1984).
nas, meros y robalos). El tipo de sustrato en el Los condríctios y crustáceos fueron organismos
que vivían estos organismos probablemente escasamente representados. De acuerdo al pa-
supuso métodos de captura y pesca diferentes, trón arqueofaunístico de Cozumel, el patrón
así como de acuerdo a la especie capturada. paleoecológico refiere a aguas tropicales con
La ictiofauna que ostentaba grandes ta- fondos rocosos y arrecifes coralinos, y playas
llas posiblemente habitaba en aguas distantes arenosas, típicas del Mar Caribe.
a la costa como lo hacen en la actualidad. Dada Por su parte el patrón de la fauna mari-
la escasez, hasta el momento, de evidencia tec- na de Champotón, arrojó un índice Shannon
nológica marítima prehispánica desarrollada de 2.3557. Este escaso valor de la fauna marina
que nos permita aseverar la práctica de la pesca se entiende si recordamos que la mayoría de la
en altamar, también es posible que las especies fauna general de Champotón estuvo represen-
de gran tamaño pudieran haber vivido en la tados por pavos, un patrón bastante irregular
cercanía a la costa hace 1600 años. Sin embar- para un sitio costero (Götz 2005) (Figura 7). Sin
go, en las aguas costeras es actualmente poco embargo, dentro de la fauna costera se identifi-
común capturar peces con grandes tallas, lo caron bagres, peces aguja (Belonidae), robalos,
que posiblemente se debe a la intensificación peces diablo (Opsanus sp), tortugas marinas,
pesquera de los últimos tiempos, que ocasionó tiburones y manatíes en menor medida. En ge-
que ciertas especies se alejaran a aguas más neral el conjunto arqueofaunístico de Champo-
profundas. Este fenómeno de “alejamiento” de tón indica la clara explotación de ecosistemas
la costa por animales marinos, también ha sido ribereños, de manglar y aguas marinas.
reportado en otros sitios del pacífico mexicano, Al comparar la riqueza y diversidad de
con el caso concreto de tortugas marinas, en el especie con los valores zooarqueológicos de
período Formativo (Smith, Kennett et al. 2007). Xcambó, existe una notoria diferencia entre
Esto enfatiza la vulnerabilidad de estas especies los asentamientos. Champotón y Cozumel
e ilustra los efectos acumulativos de la depreda- muestran patrones de riqueza y diversidad de
ción humana durante largos períodos de tiem- especies similares, mientras que Xcambó se
po. separa de este grupo debido a que mostró ín-
49
L os I nvestigadores de la C ul tu ra M aya 19 • T omo I
dice de diversidad y riqueza mucho más eleva- las costas cercanas, debido a la presión pesque-
das. Aunque el cálculo de estos índices podría ra en los últimos siglos.
estar permeado por el tamaño de la muestra y Por otro lado, en asentamientos del Pos-
las condiciones tafonómicas, se hace patente clásico como Champotón y Cozumel los anti-
la distribución ecosistemática, la cual fue disi- guos pobladores explotaron de igual manera
milar entre los sitios. Aunque las condiciones que en Xcambó, ecosistemas cercanos al asen-
ambientales fueron ligeramente distintas entre tamiento. De esta manera, el patrón paleoeco-
los asentamientos mayas prehispánicos de la lógico de la península de Yucatán durante el
península yucateca durante el Clásico y el Pos- Clásico y Posclásico se perfila similar al de la ac-
clásico, llama la atención de la preferencia de la tualidad, aunque con una diversidad de espe-
explotación de los recursos cercanos a los asen- cies posiblemente mayor en las aguas cercanas
tamientos. En este sentido, Xcambó parece ser a la costa. La evidencia zooarqueológica nos
el sitio que más provecho obtuvo de su medio demuestra que la explotación marina practi-
ambiente circundante, debido a que todos los cada por los mayas de la península de Yucatán,
sistemas ecológicos cercanos fueros aprove- era primordialmente de autoconsumo. Sin em-
chados bien sea para el uso de recursos para los bargo, la necesidad de acrecencia de estudios
habitantes del sitio o bien para la obtención de zooarqueológicos futuros se hace patente para
otros recursos como la sal, lo cual se enmarca ayudar a la investigación de esta explotación en
dentro de un ambiente propicio para la explo- tiempos del Clásicos, ya que quedan bastantes
tación de recursos faunísticos. aéreas geográficas del área maya sin analizar
zooarqueológicamente. Además, este tipo de
Conclusiones estudios combinados con investigaciones pa-
leobotánicas son a la vez fundamentales para
Los estudios zooarqueologicos han mostrado obtener un esbozo de las condiciones paleoam-
ser una herramienta útil en la reconstrucción bientales generales de varias áreas de la penín-
del escenario paleoecológico prehispánico de sula en tiempos prehispánicos.
la costa norte de la península de Yucatán. Los
antiguos habitantes de Xcambó parecen haber
aprovechado la totalidad de ecosistemas que Agradecimientos
rodearon al asentamiento prehispánico. Estos
escenarios incluyen los bosques de manglar, las Agradecemos a la directora del Proyecto Ar-
ciénagas y el mar. Estos ecosistemas no sólo les queológico Xcambó, Dra. Thelma Sierra Sosa
proveyó alimentos sino también materia prima (CRY INAH), por el permiso para trabajar con el
para fabricar artefactos. De manera interesan- material óseo faunístico (otorgado al Taller de
te en Xcambó fueron encontrados elementos Zooarqueología, FCA UADY), así como por acer-
esqueléticos de especies peces con grandes tados comentarios y apoyo durante la investi-
tamaños (robálos y chernas), a diferencia de la gación. Los autores, sin embargo, asumen la
actualidad, en la que los especímenes común- responsabilidad por cualquier error contenido
mente pescados ostentan tallas más pequeñas. en estas páginas.
Este dato nos sugiere que algunas especies de
peces en la costa norte se han ido alejando de
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L os I nvestigadores de la C ul tu ra M aya 19 • T omo I
57
Una visión bioarqueológica
sobre género y acceso a los recursos
desde la óptica de las patologías orales
en el sitio Clásico de Xcambó.
Andrea Cucina
Thelma Sierra Sosa
Cristina Perera Cantillo
Capítulo IV
L os I nvestigadores de la C ul tu ra M aya 19 • T omo I
Andrea Cucina
Facultad de Ciencias Antropológicas
Thelma Sierra Sosa
Universidad Autónoma de Yucatán
Cristina Perera Cantillo
Centro INAH Yucatán
Introducción
L
as lesiones cariosas (Figura 1) son infec-
ciones de la cavidad oral provocadas por
bacterias comensales de la boca. La ac-
ción ácida de los productos de desecho
de las bacterias es la causa directa del proceso de
desmineralización del tejido dentario (esmalte y
dentina) que comúnmente conocemos como ca-
ries. La actividad bacteriana es particularmente
prolífica en presencia de carbohidratos, sobre
todo si refinados, por lo que en la literatura la
caries es asociada directamente con un elevado
consumo de hidratos de carbono (Turner 1979;
Lukacs 1989, 1992; Hillson, 1996; Larsen, 1997).
Esta enfermedad infecciosa es endémica de la
humanidad, en particular modo desde la tran-
sición de una economía de caza y recolección a
una basada en la agricultura intensiva.
De acuerdo a esta vertiente teórica, mu-
chos autores (véase Larsen et al., 1991) infirieron
que los cambios dietéticos han jugado un papel
muy importante en la insurgencia de las caries;
al mismo tiempo, el acceso diferencial a los re-
cursos, vinculado con una verticalización social
interna al grupo (estatus social) o con una dife-
renciación horizontal (como por ejemplo entre
61
L os I nvestigadores de la C ul tu ra M aya 19 • T omo I
sexos), puede haber expuesto algunos segmen- modo para los sectores bajos de la sociedad
tos de la sociedad a un mayor riesgo de pade- (Whittington y Reed, 1997a; White, 1999) y
cer de infecciones de la cavidad oral (Cucina y que el aumento de infecciones vinculadas con
Tiesler, 2003). el consumo de carbohidratos puede haber lle-
Al mismo tiempo, existen muchos otros gado a representar un elemento indicativo de
factores causales, de origen fisiológico (hormo- peores condiciones de vida a la víspera del co-
nales, embarazo, lactancia) y de higiene oral, lapso maya (Wright, 2006).
que intervienen en la diferente susceptibilidad Sin embargo, a la par que otros indicado-
entre hombres y mujeres (Lukacs, 2008). res de salud (Méndez Collí et al., 2009), también
Dejando momentáneamente a un lado las lesiones cariosas dentales deben ser anali-
estos factores hormonales, que en poblaciones zadas e interpretadas en una perspectiva más
arqueológicas son muy difíciles de cuantificar, la amplia de dinámicas sociales, culturales y eco-
explicación general de la presencia de lesiones nómicas internas y externas al grupo humano.
cariosas es sin duda vinculada con una dieta rica En el presente trabajo nos enfocamos crítica-
en carbohidratos. Por esta razón, comúnmente mente en la insurgencia de caries en el sector
el mundo académico asocia un aumento de le- femenino, en comparación con el masculino, de
siones cariosas con una dieta rica en hidratos la población costera de Xcambó, en el norte de
de carbono, y una menor incidencia de caries la península de Yucatán, perteneciente al perio-
con una dieta rica en proteínas (notoriamente do Clásico (Sierra Sosa, 2004), para poder dis-
cariostática). Esto genera una visión e interpre- cutir la caries dental no simplemente como un
tación simplificada de un proceso biocultural indicador de mayor dependencia del maíz, sino
complejo como es lo dietético, vinculado a una más bien de cómo esta enfermedad infecciosa,
economía de subsistencia y de producción, y al insertada en el contexto nutricional, social y
acceso a los recursos para cada miembro de la económico propio de la población, pueda abrir
población. una ventana sobre las dinámicas relacionadas al
En este contexto, el área maya no es una género en el acceso a los recursos y de acuerdo
excepción. Aquí, el consumo de maíz (carbohi- a las actividades de vida cotidiana.
dratos) en diferentes formas tanto sólida como
liquida ha sido (y sigue siendo) parte funda-
mental de la economía de subsistencia de la Contexto arqueológico y
población (Landa, 1986). Y, a la par de muchas
otras culturas, las mujeres tendencialmente
bioarqueológico de Xcambó
presentan una más alta incidencia de caries en
En primer lugar, para poder entender los datos
comparación con los hombres.
recuperados sobre caries en esta amplia colec-
Estudios sobre poblaciones esqueléticas
ción esquelética, debemos ubicar el contexto de
mayas se han encentrado en el acceso diferen-
esta población. El sitio de Xcambó se encuentra
cial a los recursos en una sociedad altamente
aproximadamente a casi dos kilómetros de la
jerarquizada tanto vertical como horizontal-
costa norte de la península de Yucatán (Figura
mente (Storey 1999, Whittington 1999, Cucina
2). Se encuentra ubicado en un pequeño mon-
y Tiesler 2003); ponen énfasis en el hecho que
tículo natural artificialmente ampliado rodeado
una dependencia elevada del maíz puede ha-
por la ciénaga (Sierra Sosa, 1999) y alimentado
ber representado una desventaja, en particular
62
L os I nvestigadores de la C ul tu ra M aya 19 • T omo I
hídricamente por algunos ojos de agua de ori- tus administrativo que les permitía dedicar me-
gen kárstico. nos tiempo a actividades físicas pesadas.
Durante el Clásico Temprano (250-550
d.C.) el sitio crece en importancia alcanzando
una posición como centro de producción y ad- Materiales y Métodos
ministración de la sal. Sin embargo, fue durante
el Clásico Tardío (550-750 d.C.) que el sitio alcan- Los restos esqueléticos dentales analizados en
zó su auge, como consecuencia de una autono- este estudio pertenecen a 167 individuos adul-
mía económica y social, creciendo tanto a nivel
tos (a partir de 20 años de edad), ecuamente
demográfico como a nivel arquitectónico y ex-
divididos entre hombres y mujeres (respecti-
pandiendo sus estructuras que adquirieron una
vamente 81 y 83) (Tabla 1); tres individuos no
función administrativa y religiosa (Sierra Sosa,
pudieron ser sexados. En relación con el perio-
1999). Durante este periodo el sitio albergaba
do cronológico, 23 individuos pertenecen al
una población homogénea y económicamente
rica de comerciantes y administradores, aun- Clásico Temprano (por un total de 397 dientes)
que no hay evidencia de una verdadera élite. El (Tabla 2) y 140 al Tardío por un total de 2323
abandono repentino del sitio alrededor del 750 dientes (cuatro individuos no pudieron ser asig-
d.C. es atribuible a los cambios en la esfera po- nados a un periodo específico por lo tanto sus
lítica y comercial, ahora en mano a Chichén Itzá dientes en este contexto no se contabilizan).
(Cobos, 2004; Sierra Sosa, 2004). Los dientes fueron limpiados con cepillo
Por su cercanía a la costa, y por el esta- fine y agua para remover las partículas que limi-
tus económico alcanzado, a nivel nutricional taban la observación, misma que se realizó em-
los habitantes del sitio gozaron de abundantes pleando una lupa de 4X. Las lesiones cariosas se
recursos marinos, lo que les proporcionó una registraron como presentes cuando el proceso
dieta rica y variada (Tiesler et al., 2001; Sierra de desmineralización del diente llegaba a afec-
Sosa, 2004), seguramente no limitada al consu- tar la dentina (Cucina y Tiesler, 2003). De esta
mo prevalente de maíz (que formaba parte de manera no se contabilizaron pequeños aguje-
la dieta). Una nutrición adecuada y rica en com- ritos hipoplásicos no originados por una caries.
ponentes proteicas se aprecia también a partir La incidencia de lesiones cariosas fue calculada
de la estatura, que resulta ser más alta, tanto de acuerdo al sexo y al periodo cronológico (Ta-
en hombres como en mujeres, de la medida en bla 2).
poblaciones tierra adentro (Cetina y Sierra Sosa,
2003, 2005; Tiesler, 1999).
Desde una perspectiva esquelética, los
habitantes femeninos del sitio evidenciaron una
Resultados
continuidad en sus actividades cotidianas des-
de el Clásico Temprano hasta el Tardío (Wanner Como podemos apreciar en la Tabla 2, las mu-
et al., 2007), muy probablemente vinculadas al jeres rebasan los hombres en términos de le-
contexto doméstico y habitacional. En cambio, siones cariosas tanto durante el periodo Tem-
los individuos masculinos manifestaron una prano como en el Tardío. En el Temprano, los
reducción significativa en sus cargas físicas de individuos femeninos manifiestan un total de
trabajo desde la primera hasta la última fase de 21.2% de sus dientes afectados por lesiones ca-
ocupación, a testimoniar el alcance de un esta- riosas, en comparación con un 7.4% de los varo-
63
L os I nvestigadores de la C ul tu ra M aya 19 • T omo I
nes. Durante el Tardío, al 14% en los varones se beneficios económicos (como los cambios en
contrapone un 27.4% en las mujeres. En ambos las estructuras arquitectónicas demuestran).
casos, la diferencia entre hombres y mujeres es En este contexto socio-económico se in-
estadísticamente significativa (p=0.000), a tes- sertan las lesiones cariosas. Estas son propicia-
timoniar una mayor predisposición a las caries das por la presencia, en la dieta, de hidratos de
en las mujeres. Esta mayor susceptibilidad en carbono. Una dieta rica en proteínas (y pobre
las mujeres no está relacionada con la edad a en carbohidratos) expone a un menor riesgo de
la muerte. Aunque se hayan encontrado más padecer de caries, mientras que una economía
mujeres adultas y viejas en la colección esque- de subsistencia donde prevalecen los hidratos
lética (y la caries está asociada a la edad del in- de carbono implica un mayor riesgo de infec-
dividuo), el porcentaje de afectación en todas ciones de la cavidad bucal.
las clases de edad es siempre más alto en los En el área maya, las lesiones cariosas
individuos femeninos que en los masculinos (Fi- son un elemento muy común que caracteri-
gura 3). zan todas las colecciones esqueléticas, debido
En términos absolutos, el incremento se a una alimentación rica en maíz (White 1997;
aprecia más consistente en los varones (que du- Glassman y Garber 1999; Magennis 1999; Storey
plican sus porcentajes de afectación) en com- 1999; Cucina y Tiesler 2003; Cucina et al. 2003;
paración con las mujeres que incrementan su Seidemann y McKillop, 2008). Sin embargo, los
tasa de caries aproximadamente de un 30%. Sin valores porcentuales de afectación son muy va-
embargo, en términos de porcentaje, el incre- riados. Saul y Saul (1997) reportan valores rela-
mento en ambos sexos (en total) es muy pareci- tivamente bajos que varían entre 9% y 14% en
do, alrededor de siete puntos porcentuales. Los el sitio de Cuello, y asocian dichos valores con
valores de afectación reportan un incremento una dieta variada. Valores similares son los que
estadísticamente significativo en los hombres caracterizan el periodo temprano de ocupación
(p=0.017) y cerca del límite de significatividad de Xcambó, cuando la comunidad no había to-
en las mujeres (p=0.076). davía alcanzado su máximo auge.
En cambio, un aumento registrado en Ki-
chpanha (Belice – Magennis, 1999) sugiere que
Discusión una dieta inicialmente balanceada fue rempla-
zada por una alimentación en la cual el maíz se
En el sitio de Xcambó, el cambio del Temprano volvió cada vez más predominante. Estos valo-
al Tardío marca un momento importante en res, que alcanzan un 28.5%, se acercan a los re-
la economía de la comunidad. Una población gistrados en las mujeres en Xcambó durante la
pequeña (desde una perspectiva demográfica fase tardía de ocupación.
la densidad poblacional era mucho menor de En Xcambó, la aportación proteica de ori-
la del periodo Tardío – Sierra Sosa, 2004)), vive gen marino es siempre muy elevada, como de-
una expansión demográfica durante el Clásico muestran los restos de conchas y pescados aso-
Tardío que ve su población aumentar conside- ciados también al periodo Tardío (Sierra Sosa,
rablemente de tamaño. Esto se asocia a una 2004). La estatura, pese a algunas variaciones,
nueva posición socio-económica en la esfera de se mantiene más alta que en las poblaciones de
las relaciones comerciales y administrativa de la tierra adentro cuyo acceso a los recursos pro-
sal (Sierra Sosa, 2004) que trae consigo muchos teicos es menor o nulo. Además, una alimen-
64
L os I nvestigadores de la C ul tu ra M aya 19 • T omo I
tación con una fuerte componente marina es ción de lesiones cariosas, por lo menos en un
tendencialmente cariostática porqué la sal crea segmento de la sociedad.
un efecto tampón a la acción acidiosa aumen- En este caso, tomando en cuenta el cua-
tando en pH de la boca. dro general de salud y condiciones de vida en el
En este marco aparente de continuidad, sitio, creemos que el aumento de las caries no
la actividad de las mujeres no cambia desde el sea relacionado con un empeoramiento nutri-
temprano hasta el tardío; las mujeres, de acuer- cional, sino con un cambio en el patrón alimen-
do a los indicadores esqueléticos de patrones ticio generado por el mayor poder adquisitivo
de actividad (Wanner et al., 2007), mantienen de la población. Sierra Sosa (2004) reporta la
sus costumbres vinculadas con las actividades presencia para el Clásico Tardío de contenedo-
domésticas (actividades que se relacionan con res idóneos para mantener la miel, un alimento
el concepto de mujer como género, socio- y muy cotizado en la cultura maya (Vail, 2001) y,
culturalmente hablando —Hendon, 2007), lo al mismo tiempo, muy cariogénico. Asimismo,
que implica entre otros la preparación de la co- otros nuevos alimentos potencialmente cario-
mida. Larsen (et al., 1991) infiere que la mayor génicos pueden haber empezado a ser adquiri-
incidencia de caries en las mujeres se relacio- do y distribuidos entre la comunidad durante la
na también con la propia actividad doméstica, fase tardía. En este sentido, un proceso de “glo-
pues las mujeres entran más frecuentemente balización” (entendido como abertura a nuevos
en contacto con los alimentos durante la pre- alimentos) puede haber cambiado el modo de
paración de las comidas, lo que conlleva un ma- alimentación introduciendo nuevos víveres con
yor riesgo de padecer de caries. Paralelamente, mayores efectos cariogénicos, símilmente a lo
Lukacs (2008) argumenta que factores fisiológi- que Vega Lizama (2010) nota en poblaciones
cos-hormonales predisponen la mujer (que en mayas modernas caracterizadas por diferentes
este caso tiene una connotación sexual, y por modos de subsistencias (globalizados versus
ende biológica) a sufrir de caries más que los tradicional).
hombres. En términos de acceso a los recursos en-
Estos factores justifican la diferencia entre tre sexos, aunque las mujeres no cambian su es-
hombres y mujeres. Sin embargo, no justifican tilo de vida, sus frecuencias de lesiones cariosas
el porqué, en ambos sexos, las caries aumentan aumentan de manera similar a las de los varo-
de aproximadamente seis o siete puntos por- nes. Si el cambio en el estilo de vida manifesta-
centuales en el Clásico Tardío, cuando solo los do solo por los hombres hubiese sido acompa-
varones cambian su estilo de vida. Este incre- ñado por un acceso preferencial a estos nuevos
mento en ambos sexos en Xcambó, si es anali- recursos, entonces no habríamos debido regis-
zado exclusivamente a partir de una simple co- trar el mismo incremento porcentual de caries
rrelación “más caries = más maíz” nos indicaría en las mujeres. Al contrario, este aumento sig-
que la alimentación de esta comunidad sufrió nifica que también el segmento femenino de
un empobrecimiento dramático. Sin embargo, la sociedad tuvo acceso a los nuevos recursos
esta evidencia va en contras de todos los otros alimenticios, y que no se originó una diferencia
indicadores. Además, como Whittington (1999) tajante a favor de un genero, elemento que es
y Cucina y Tiesler (2003) notan, un estatus más consistente con el patrón de homogeneidad
alto se asocia con un menor nivel de caries, por social evidenciado a partir de los rituales fune-
lo que habríamos debido asistir a una disminu- rarios encontrados en el sitio (Medrano, 2005).
65
L os I nvestigadores de la C ul tu ra M aya 19 • T omo I
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L os I nvestigadores de la C ul tu ra M aya 19 • T omo I
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L os I nvestigadores
Universidad Autónoma
69
de
C a m p ec h e • 2010
C ul tu ra M aya 19 • T omo I
Capítulo V
L os I nvestigadores de la C ul tu ra M aya 19 • T omo I
REPRESENTACIONES DE
LA MUJER EN MAYAPÁN
E
n las exploraciones arqueológicas rea-
lizadas en los últimos años en la ciudad
prehispánica de Mayapán, se ha recupe-
rado una muestra significativa de piezas
que representa a la mujer maya que habitó en
esta ciudad del período Posclásico (1100-1450
d.C.). La colección consta de esculturas elabora-
das en piedra caliza y en estuco modelado, así
como figurillas e incensarios de cerámica. Estas
imágenes fueron recuperadas en los edificios
públicos -religiosos y administrativos- del área
monumental del sitio de Mayapán. También se
incluyen los objetos hallados en los edificios ce-
remoniales y en las unidades habitacionales por
el Instituto Carnegie de Washington, en la déca-
da de 1950 con el propósito de complementar el
universo de estudio de este análisis.
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L os I nvestigadores de la C ul tu ra M aya 19 • T omo I
tillo de Kukulcán, al retirar el derrumbe que cu- los orificios donde fueron ensambladas las ex-
bría la parte inferior de la escalinata este de la tremidades superiores e inferiores y la cabeza,
pirámide y el altar que está adosado a la escale- mide 45 cm de altura por 35 cm de ancho (Pera-
ra, se hallaron tres fragmentos de una escultura za et al. 2005:53-54).
antropomorfa elaborada de piedra caliza, que La segunda escultura se halló en el cos-
aun conservaba partes del recubrimiento de es- tado oeste de la estructura. Se trata de un per-
tuco. Después de unir los fragmentos se pudo sonaje femenino sin las extremidades inferio-
constatar que la escultura recuperada represen- res, porta un tocado rectangular con diseños
ta el cuerpo de una mujer arrodillada, que porta escalonados y lleva orejeras circulares; el brazo
un fajín en la cintura y sobre sus muslos se apo- izquierdo lo tiene flexionado hacia el frente y el
ya un metate sostenido por dos soportes, que brazo derecho está fragmentado; la figura mide
forma parte de la misma escultura. 1.25 m de altura por 60 cm de ancho (figura 3).
La figura femenina muestra una actitud La escultura fue dañada en la época prehispá-
de estar moliendo, ya que con ambas manos su- nica rompiendo los rasgos faciales y mutilando
jeta una mano de metate, el cual está asentado los senos (Peraza et al. 2005:54; Escamilla et al.
sobre éste. La escultura se encontró incomple- 2006:187).
ta, le faltan los brazos, las piernas y la cabeza; La tercera pieza se encontró en el lado
mide 44 cm de ancho y tiene 60 cm de altura sur de la Estructura Q.148, consiste en un rostro
(figura 2). Todo parece indicar que el personaje femenino con tocado; en el adorno de la cabe-
al que hemos denominado como “la moledora za lleva aplicaciones de borlas y porta orejeras
de maíz”, estuvo asentado sobre el altar adosa- circulares; la escultura mide 55 cm de altura por
do a la escalinata oriente del Castillo (Peraza et 42 cm de ancho (Peraza et al. 2005:55; Escamilla
al. 1997:194-195). et al. 2006:187).
En 1997, como parte de la exploración Ese mismo año se halló otro rostro feme-
del pasillo formado por las Estructuras Q.152 y nino en la parte posterior de la Estructura Q.149.
Q.152c, se rescató una cabeza antropomorfa de La figura está erosionada y conserva restos de
piedra caliza, que representa el rostro de una pintura roja, se puede apreciar en el tocado una
mujer anciana. La escultura mide 19 cm de an- aplicación circular al frente y tiene orejeras de
cho por 18 cm de altura, no se encontró el cuer- forma alargada; la pieza mide 30 cm de altura y
po, al parecer porque fue arrojada en el relleno 35 cm de ancho (Peraza et al. 2005:56).
constructivo cuando el pasillo fue tapiado en A mediados del siglo pasado, los investi-
ambos extremos durante la época prehispánica gadores del Instituto Carnegie reportaron tres
(Peraza et al. 1999:204). esculturas femeninas, una se encontró en el in-
En 2004, se llevaron al cabo intervencio- terior del santuario de la escalinata de la Estruc-
nes arqueológicas en la Plaza Sur del núcleo tura Q.214 (Shook 1954:191, figura 16.2d,e); la
central de Mayapán. En la Estructura Q.148, mujer se encuentra sentada con los brazos ha-
se encontraron tres esculturas femeninas. La cia el frente sobre las rodillas, presenta un fal-
primera se recuperó en el costado oriente del dón y quechquemetl (figura 4). La escultura se
santuario, consiste en el torso de un personaje encontró asociada con una pequeña vasija que
que presenta un pectoral ricamente elaborado contenía cuentas de jadeíta y concha, es la pri-
y parte de la vestimenta, a la altura del pecho mera de este tipo encontrada en Mayapán y po-
destacan los senos de la mujer; el cuerpo tiene dría tratarse de la diosa Ix Chel. Este dato puede
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L os I nvestigadores de la C ul tu ra M aya 19 • T omo I
esencial. Ataviar la cabeza con un tocado sim- en la vida cotidiana la participación de la mujer
ple o complejo, manifiesta signos distintivos no se remite exclusivamente al papel de madre
dentro de un grupo social, que pueden inter- reproductora, sino que también participa en
pretarse como posiciones sociales, que identifi- la producción y elaboración de alimento, en la
can al portador frente a su comunidad (Linares elaboración y perfeccionamiento de tecnolo-
2009:151). gías y en el establecimiento de códigos cultu-
Cabe señalar, que en Mayapán las figuri- rales dentro del grupo, entre otras actividades
llas femeninas de cerámica fueron bañadas por (Gordones y Meneses 2001:99).
completo o parcialmente con una pintura blan- Las representaciones de formas femeni-
ca (cal o engobe blanco) que no dejan apreciar nas y masculinas en el arte y en las creaciones
bien sus características; sin embargo, hay algu- culturales, corresponden a una construcción
nas cabezas de figurillas femeninas que mues- simbólica de la realidad, que reflejan el contex-
tran restos de color verde o azul, lo que indica to histórico y social específico de cada sociedad
que después de ser cubiertas con cal fueron (Delgado 1989:22). Es importante considerar
pintadas, como los incensarios. que en las representaciones artísticas de la so-
Las figurillas femeninas están de pie con ciedad maya destacan los varones y deidades
los brazos pegados al cuerpo y las piernas uni- masculinas; no obstante, las mujeres también
das (figura 10), otras figurillas tiene las piernas fueron representadas, en monumentos mayo-
separadas y otras están en posición sentada y res (dinteles, estelas o murales), en esculturas y
desnuda, mostrando los senos y un abdomen en bienes utilitarios (figurillas, vasijas e incen-
prominente, tal vez en estado de gestación y/o sarios de cerámica). La gran gama de reproduc-
representando las diversas etapas de embarazo ciones femeninas, sugiere hipotéticamente,
(figura 11); otras figurillas tienen una mano so- que las mujeres se insertaron de manera im-
bre el pecho o vientre. Por lo tanto, las figurillas portante en la vida cotidiana, ritual, política y
de cerámica son el reflejo de las mujeres que legitimadora de las cortes mayas, y es probable
habitaron en el sitio, donde sin lugar a dudas que facilitaran la implementación de alianzas
jugaron un papel relevante dentro de la socie- matrimoniales entre entidades políticas (Miller
dad mayapanense. y Martin 2004; Gillespie y Joyce 1997).
En nuestro estudio, las diversas represen-
taciones de la mujer elaboradas en diferentes
La importancia de las materiales nos trasmite la percepción del papel
y el estatus de lo femenino y lo masculino que
representaciones femeninas tuvo la sociedad prehispánica de Mayapán. Es-
tas imágenes son muestra de su identidad de
Generalmente las representaciones de la mu-
género (femenino o masculino), de sus roles
jer han sido vinculadas con el culto a la fertili-
(madres, padres, artesanas/os y curanderas/os,
dad y/o al rol de la madre reproductora (Clarac
etc.) y sus estatus (jefas/es).
1981; Delgado 1989 y Rojas 1987). El discurso
Los elementos que identifican a las fi-
ideológico dominante pretende estandarizar y
guras femeninas son el peinado, los senos y la
dirigir la participación de la mujer en la socie-
vestimenta, los cuales pueden ser considera-
dad hacia la reproducción y cuidado de los hi-
dos como “marcadores y sintetizadores de una
jos; sin embargo, es importante destacar que
identidad de género femenino”. Estos indicado-
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L os I nvestigadores de la C ul tu ra M aya 19 • T omo I
res representados en las figuras femeninas es- Q.161 ó la sala de los Símbolos Solares (figu-
tán mostrando los ámbitos en los que pudieron ra 5b);
participar (Moya 2007). Algunas características d) y las cabezas de figurillas de cerámica y
que permiten identificar el género femenino en de piedra caliza (figura 14).
la indumentaria mesoamericana durante el Pos- 2.- Las mujeres de la población de bajo
clásico son: el largo de las faldas y los quechque- estatus no llevan penachos, sólo muestran el
metl redondos o triangulares; en los hombres el cabello con una vereda en medio, de ellas tene-
maxtlatl, la faja y las capas de los hombros. Con mos figurillas semicompletas y cabezas.
respecto a la postura, la posición de rodillas con 3.- La mujer asociada a las actividades de la
ambas piernas y las manos sobre el pecho pare- vida cotidiana:
cen estar reservadas a las mujeres; mientras que a) la escultura elaborada en piedra caliza
los hombres sólo aparecen sentados en plata- que representa una mujer moliendo maíz en
formas o en tronos (Peuramaki-Brown 2007). un metate (figura 2);
Dentro de la colección de Mayapán se b) y las figurillas de cerámica en donde la
han identificadas diferentes tipos de represen- mujer aparece cargando o sosteniendo un
taciones de la mujer, entre las que están: objeto, al parecer una vasija.
1.- Las mujeres de elite identificadas por 4.- La mujer embarazada o en estado de
estar bien ataviadas con penachos elaborados. gestación:
Imágenes de esto son: a) los torsos de figurillas de cerámica, mos-
a) el incensario de la diosa del maíz; tiene trando el abdomen prominente y el ombligo
un rico atuendo, porta sandalias, taparrabo, (figura 11);
un pectoral triangular o quechquemetl, pul- b) y la escultura de estuco de una mujer
seras en las manos, orejeras circulares y un joven de pie, en estado de gestación que de-
tocado con representaciones de maíz en los coraba una de las columnas de la Estructura
costados. En la mano derecha tiene sujetado Q.163 ó Sala de los Reyes, junto a otros per-
un atlatl. El brasero presenta orificios en el sonajes masculinos (figura 6).
cuerpo y en la base. El incensario mide 64 cm 5.- La mujer vieja, la cual esta relacionada
de altura y aún conservan los colores rojo, con la diosa O, Chak Chel:
amarillo, verde y azul sobre un baño de cal a) las representaciones de mujer vieja fue-
(figura 12). Está pieza arqueológica fue iden- ron identificadas en rostros de incensario ha-
tificada por Boucher, Palomo y Quiñones llados en las Estructuras Q.80 y Q.81 (Masson
(2005:19) como Chicomecoatl diosa nahua y Peraza, en prensa, figura 16);
del maíz maduro; sin embargo, también pu- b) la escultura de piedra que representa a
diera ser Cinteotl dios dual del maíz, que es una mujer vieja, de bajo estatus, procedente
representado a veces con naturaleza femeni- de la Estructura Q.214 (figura 4);
na (Graulich 1996:36). c) la escultura femenina de piedra sin
cabeza y desnuda hallada en el Santuario
b) fragmentos de figurillas de cerámica
Q.157a, en el grupo de la sala Q.156 (figura
con quechquemetl (figura 13)
5a).
c) la escultura de piedra en posición pa-
d) y la cabeza de piedra de una mujer vieja
rada, con penacho de tres niveles, orejeras
localizada en la Estructura Q.152c, al oriente
y vestido largo, procedente de la Estructura
del Templo Redondo (Estructura Q.152), es
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L os I nvestigadores de la C ul tu ra M aya 19 • T omo I
parecida a la hallada en la Estructura Q.214. tio, más bien se enfatiza un alto nivel de partici-
6.- Probablemente una mujer esclava, re- pación dentro de su comunidad. Las imágenes
presentada por una figurilla que no conserva la femeninas representaron a las mujeres que ha-
cabeza y solo se puede observar que lleva un bitaban en esta ciudad posclásica y que jugaron
cinturón con borlas, dejando al descubierto sus un papel destacado en los espacios sagrados
senos (figura 15). posiblemente a través de la celebración de ce-
remonias y rituales públicos. Futuras investiga-
ciones contribuirán a entender y establecer el
Conclusiones verdadero papel de la mujer posclásica de Ma-
yapán.
Las imágenes de la mujer representadas en las
figurillas y los incensarios de cerámica, así como
de esculturas elaboradas en piedra caliza y en
Bibliografía
estuco modelado nos han proporcionada datos
sobre los rasgos físicos, la vestimenta, el peina- Boucher, Sylviane; Yoly Palomo y Lucía Quiñones
do, el estatus social y las actividades que des- 2005 Dialogo con las divinidades. Cosmos,
empeñaba la mujer posclásica de Mayapán. De dioses, ritos y ofrendas entre los mayas antiguos.
esta manera, los mayapanenses plasmaron imá- I’inaj. Semilla del Maiz 13:3-28 CONACULTA-INAH,
México.
genes humanas y de deidades, en los edificios
que dedicaron a sus actividades cívicas y reli- Clarac, Jacqueline
giosas, decorándolos con esculturas femeninas 1981 Dioses en exilio: Representaciones y
y masculinas modeladas en estuco y en piedra prácticas simbólicas en la Cordillera de Mérida. Co-
lección Rescate, No .2. Caracas, Fundarte.
caliza. Estas representaciones nos demuestran
que la mujer jugó un papel importante dentro Delgado, Delia.
de la sociedad prehispánica, además de ser pro- 1989 Seis ensayos sobre estética prehispá-
genitora de los hijos y encargada de las labores nica en Venezuela. Series Estudios Monográficos y
domésticas, es probable que al igual que los Ensayos No 120. Caracas, Biblioteca de la Academia
Nacional de la Historia.
hombres, desempeñara cargos dirigentes en la
ciudad de Mayapán. Escamilla Ojeda, Bárbara; Carlos Peraza Lope, Pedro Delga-
Algunas representaciones de deidades do Kú y Wilberth Cruz Alvarado
femeninas son Ixchel y Tlazolteotl diosas del 2006 Intervenciones arqueológicas en tres
estructuras de la Plaza Sur de Mayapán, Yucatán.
parto, la diosa vieja Chak Chel o la Diosa O,
Los Investigadores de la Cultura Maya 14, Tomo I:185-
Cihuateolt diosa de la muerte y Chicomecoatl 197. Universidad Autónoma de Campeche. Campe-
diosa del maíz. Es importante mencionar que che, México.
algunas esculturas de piedra, así como piezas
de cerámica, muestran la mutilación de los se- Gillespie, Susan y Rosemary Joyce
1997 Gendered goods: The symbolism of
nos; es probable que está actividad se realizó Maya hierarchical exchange relations, en: Women in
como parte de las ceremonias en donde partici- Prehistory. North America and Mesoamerica. Cheryl
paron las mujeres de Mayapán. La evidencia de Claassen y Rosemary Joyce (eds.). Pp. 189-207. Phi-
actividad femenina ocupando algunos espacios ladelphia, University of Pennsylvania Press.
sagrados no indica que las mujeres de Mayapán
hayan tenido poder y control total sobre el si-
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L os I nvestigadores de la C ul tu ra M aya 19 • T omo I
Gordones Rojas, Gladys y Lino Meneses Pacheco Peraza Lope, Carlos; Pedro Delgado Kú, Bárbara Escamilla
2001 Representación de los masculino y Ojeda y Mario Garrido Euán.
femenino en la iconografía prehispánica en la 1999 Trabajos de mantenimiento y conserva-
Cordillera de Mérida, Venezuela. Otras Miradas, ción arquitectónica en Mayapán, Yucatán. Informe
Junio,año/vol. 1, número 001: 97-107. Universidad de la Segunda Temporada: 1997. Informe de activi-
de los Andes Mérida, Venezuela. dades al Consejo de Arqueología del INAH. México.
79
L os I nvestigadores de la C ul tu ra M aya 19 • T omo I
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L os I nvestigadores de la C ul tu ra M aya 19 • T omo I
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Figura 4. Escultura que representa una mujer vieja, hallada en la Estructura Q-214
(Shook 1954:191, figura 16.2d,e).
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Figura 10. Figurillas femeninas de pie con los brazos pegados al cuerpo.
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L os I nvestigadores de la C ul tu ra M aya 19 • T omo I
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Actividades domésticas en tiempos
prehispánicos: El uso de los implementos
de molienda al norte de Dzibilchaltún.
Capítulo VI
L os I nvestigadores de la C ul tu ra M aya 19 • T omo I
Introducción
C
omo parte de un proyecto de salva-
mento arqueológico del Centro INAH
Yucatán, se llevó a cabo el análisis de
los implementos prehispánicos de mo-
lienda –metates y manos– consistente en 201 ar-
tefactos de esa clase encontrados en “unidades
habitacionales mayas”, situadas 2 kilómetros al
norte de lo que fue el centro urbano de Dzibil-
chaltún.
El presente trabajo pretende hacer una
contribución a las investigaciones arqueológicas
relacionadas con el estudio de los contextos do-
mésticos, por medio de una clasificación morfo-
lógica, así como el análisis y la comparación de
los datos encontrados al excavar en el entorno
de los metates de las unidades habitacionales en
“contexto primario,” yendo más allá del simple re-
gistro y de la forma.
Por lo mismo, el objetivo está orientado a
discutir de manera teórica el concepto de “con-
texto de molienda”, y destacar la relevancia de los
metates en la vida doméstica prehispánica en la
que la mujer desempeñó un papel relevante, así
como presentar los resultados del análisis mor-
fológico y contextual de la muestra de metates
localizados en el área de estudio.
Los metates son artefactos elaborados en
bloques grandes de piedra, y precisamente por
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L os I nvestigadores de la C ul tu ra M aya 19 • T omo I
el material con el que fueron hechos es que to- significa “piedra donde se muele el maíz” (Moli-
davía muchos de ellos se han conservado in situ na 1977:55), por lo que de ese nombre se deriva
hasta la época actual (imagen 1). sin lugar a dudas la palabra metate, que es el
Estos artefactos se empleaban específi- término que se utiliza en esta exposición.
camente, para pulverizar productos orgánicos Sin duda, la aparición de esta clase de ar-
(semillas sobre todo) y todavía son usados en tefactos en distintas partes del mundo, respon-
la actualidad en muchas regiones de Mesoamé- de a la necesidad universal de moler y triturar
rica alejadas de las ciudades, para moler con- granos, semillas y distintos productos; en la
dimentos y cacao (Götz 2001). Aunque es un presente investigación se retoman tres deno-
hecho que este implemento fue de uso común minaciones usadas para definir al metate (Götz,
entre los mayas prehispánicos, con el avance de 2001) .
la nueva tecnología fue desplazado gradual- La primera es aquella llamada elemento
mente por los molinos de mano primero y des- activo (piedra de mano): parte del metate que
pués por los aparatos mecánicos movidos por se sostiene con una o dos manos, para ejercer
la electricidad, que pueden realizar la molienda un movimiento de vaivén sobre la piedra base.
del maíz a mayor escala (imagen 2). La segunda denominación es el elemento pasivo
Con la palabra metate se designa a los (piedra base) (imagen 3) piedra sobre la cual se
artefactos de piedra utilizados para realizar ac- coloca la sustancia que se pretende moler y so-
tividades de molienda, aunque existen distin- bre la cual se muele con el elemento activo. Y la
tos términos con los cuales se puede nombrar a tercera dominación es la zona de molienda (área
esta clase de artefactos. de desgaste): Ubicada en la piedra base sobre la
Sobre este aspecto, Maldonado (1984) cual se mueve la piedra de mano.
menciona que en la lengua maya la palabra Ka’
alude a la muela o metate de piedra donde se
muele el maíz, y se requiere de la piedra oblon- Historia de las investigaciones de
ga que muele los granos para transformarlos en
pasta. El término muela es un término adopta-
implementos de molienda
do de la cultura occidental europea, proceden
En los últimos años se han llevado a cabo algu-
del latín mola, que es una piedra en forma de
nos trabajos que abordan el tema de las piedras
disco que gira alrededor de un eje, utilizada
de molienda en la arqueología Mesoamericana,
para moler granos. Sin embargo, en la actuali-
sin embargo, aún existe la necesidad de inda-
dad el término muela se utiliza para hacer refe-
gar en muchas cuestiones que no han sido re-
rencia a estos artefactos. El nombre tiende a de-
sueltas, ya que de manera general, los trabajos,
jar de ser utilizado en la literatura arqueológica
orientados específicamente a estos artefactos,
de Mesoamérica, para quedarse con un término
siguen siendo muy escasos: en el Área Maya.
más apropiado para las culturas locales.
“Aunque se encuentran metates de mor-
En ese sentido, aunque el concepto de
fología muy diferente en todos los sitios de
muela tiene relación con el implemento de mo-
Mesoamérica, hasta la fecha no han recibido
lienda, no hace referencia exacta al artefacto
mayor atención de parte de muchos arqueó-
prehispánico, sin embargo, existe una palabra
logos… Desgraciadamente, hay pocas investi-
que se acomoda preferentemente al artefacto,
gaciones arqueológicas que tratan principal o
proveniente de la lengua nahua, metlatl, que
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L os I nvestigadores de la C ul tu ra M aya 19 • T omo I
parcialmente de metates; en la mayoría de los el caso de Chichén Itzá, en la que agrupó a los
casos, estos artefactos de encuentran solamen- metates en tres grandes grupos, a los primeros,
te clasificados de una u otra manera en listas de los llamó “Burdos y pesados”, a los segundos,
artefactos en general” (Götz 2001: 8-9). “Trípodes planos largos” y a los terceros “Trípo-
A su vez, en la gran mayoría de los proyec- des planos pequeños”.
tos arqueológicos, los metates no son tomados A su vez, Stromsvick (1931) observó la di-
en cuenta dentro de los objetivos de investiga- ferencia de acabados entre los metates del si-
ción, considerándolos de manera aislada, o en tio de Chichén Itzá y propuso la idea de que los
el mejor de los casos, son analizados dentro de metates lisos, finamente tallados eran contem-
manera parcial y muy general como parte de los poráneos del apogeo del sitio, a diferencia de
análisis efectuados a artefactos líticos de caliza los metates de acabado mas burdo y tosco que
que son recuperados después de las excavacio- correspondían a la decadencia del mismo lugar.
nes arqueológicas, productos de proyectos y En investigaciones recientes, Carrillo
salvamentos arqueológicos. (2004) argumenta que lo más trascendente de
En ocasiones, son los mismos arqueólo- las investigaciones de Stromsvick fue que le
gos los que descontextualizan el metate al ser prestó la atención debida al estudio de estos
movidos arbitrariamente o al ser “rearmados” implementos domésticos, al sugerir que la va-
para ser dibujados, no tomando en cuenta su riación de sus formas podía tener un significado
contexto, debido a la falta de información que cronológico y social, y que además de ser el pre-
se tiene sobre estos artefactos y los pocos tra- cursor de esta clase de estudios, fue un innova-
bajos publicados. dor en varias formas.
Los antecedentes de estas investigacio- Por otro lado, Götz (2001) menciona que
nes en Yucatán comienzan con los estudios aunque el trabajo de Stromsvick fue una apor-
realizados por el Gustav Stromsvick, quien con tación, aún estaba lleno de carencias, por lo que
sus investigaciones en los años 1931 y 1935, se necesitaban de nuevas investigaciones que
efectuó interesantes observaciones e inferen- le dieran continuidad. Desafortunadamente, es-
cias acerca de estos implementos de molienda. tas investigaciones aparte de ser muy escasas,
Este investigador formó parte del proyecto de continuaron siendo meramente descriptivas.
la Carnegie Institution de Washington, enfocán- Entre estos investigadores tenemos a
dose en los sitios arqueológicos mayas de Chi- Kidder quien en 1947 reportó la existencia de
chén Itzá, Yucatán y Calakmul, Campeche. 13 metates en Uaxactún fabricados de distin-
Stromsvick (1931) observó que para la tos materiales (caliza, granito, conglomerado,
elaboración de los metates de Calakmul se utili- etc). Más adelante, en 1959 William Coe, enfocó
zaron bloques de piedra cortados expresamen- parte de sus estudios en los análisis de metates
te para tallarlos y en el caso de Chichén Itzá, y manos encontrados en el sitio de Piedras Ne-
notó la reutilización de bloques procedentes de gras, Guatemala. Este investigador dividió los
edificios colapsados, usados para fabricar me- metates en grupos, el primero de ellos hacía re-
tates. ferencia a los metates con soportes y el segun-
Otra de las aportaciones de este investi- do a los metates carentes de soportes, así mis-
gador fue la descripción detallada de esos im- mo el mismo autor realizó investigaciones en
plementos, realizando dibujos de los mismos y sitios de la Cultura Olmeca en Tabasco, con las
haciendo clasificaciones preliminares como en que se mencionó el hecho de que la aparición
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molienda de subsistencia que es aquella orien- En ese sentido, Pat (2006) realizó un estudio
tada exclusivamente a la preparación de ali- morfológico de los metates de Sihó en base al
mentos, el tipo B que es la molienda tecnológi- manejo de conceptos como unidades habita-
ca, referida a la trituración y molido de objetos cionales, grupos domésticos y áreas de activi-
varios para ser utilizados como desgrasantes en dad. Relacionó los metates a su contexto para
el proceso de elaboración cerámica, así como a identificar áreas de molienda. Se basó en gran
la molienda de pigmentos y productos como la medida en cuestiones morfológicas de los me-
sal, y el tipo C referida a la molienda ceremonial tates argumentando que al analizar las medidas
de hongos y plantas alucinógenas. De mane- exactas del metate como el largo, acho y grosor,
ra general, Rodriguez (2003) ofrece una basta y las medidas del área de desgaste, que son el
información morfológica acerca de los imple- largo, ancho y profundidad, se puede llegar a
mentos de molienda de la zona de la cuenca de inferir posibles funciones de los mismos.
México. Es importante mencionar que todas las
Un año más tarde el trabajo del Arqlogo. investigaciones que fueron presentadas en este
Ramón Carrillo (2004), aborda el tema de la for- apartado, pretenden beneficiar en gran medi-
ma y función de los metates del sitio arqueoló- da al entendimiento de estos artefactos que
gico de Labná, Yucatán. En este trabajo el autor tradicionalmente han sido poco estudiados. Se
maneja conceptos como unidades habitaciona- pudo observar que los trabajos más recientes
les, grupos domésticos, unidades residenciales se enfocan mayormente al análisis de los meta-
mínimas, grupos de elementos residenciales, tes dentro de su contexto, dejando atrás el nivel
de igual forma se adentra en la identificación descriptivo en relación a estos implementos.
de áreas de actividad en relación a los metates
como áreas mínimas de análisis. Realiza tam-
bién una descripción detallada de los metates El salvamento arqueológico y
de Labná, verificando como se distribuyen en
los grupos de basamento.
análisis de los implementos de
Además, Carrillo (2004) presenta un análi- molienda
sis realizando la identificación del contexto ori-
ginal del metate, con las que verificó posibles En los últimos años se han venido desarrollan-
áreas o zonas de molienda y en base a sus varia- do en la arqueología mesoamericana algunos
bles determinó áreas preferentes de actividad trabajos que abordan el tema de las piedras de
de molienda. molienda, sin embargo, existe la necesidad de
Finalmente, una de las investigaciones indagar en muchas cuestiones que no han sido
más recientes de metates fue la realizada por resueltas puesto que de manera general, los
Daniel Pat que en el 2006, presentó la tesis trabajos en el área maya orientados específica-
profesional titulada “Análisis de las piedras de mente a este tipo de artefactos, siguen siendo
molienda de Sihó, Yucatán” retomando varias muy escasos, en realidad “hay pocas investi-
de las cuestiones presentadas anteriormente gaciones arqueológicas que tratan principal o
por diferentes investigadores, pero dándole un parcialmente de metates; en la mayoría de los
enfoque diferente al utilizar cuestiones estadís- casos, estos artefactos de encuentran solamen-
ticas, el uso de gráficas y tablas que presentan te clasificados de una u otra manera en listas de
mejor los datos y los resultados. artefactos en general” (Götz 2001: 9).
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L os I nvestigadores de la C ul tu ra M aya 19 • T omo I
A su vez, en la gran mayoría de los proyectos asociados a plataformas, mismas que fueron
arqueológicos, los metates no son tomados en clasificadas de acuerdo a su morfología en: rec-
cuenta dentro de los objetivos de investiga- tangulares, cuadradas y de forma irregular. Va-
ción, considerándolos de manera aislada, o en rias de estas plataformas presentaron cimientos
el mejor de los casos, son analizados de manera de casas de materiales perecederos encima; en
parcial y como parte de los análisis efectuados a algunos casos se encontraron los restos de mas
elementos líticos que son recuperados después de dos casas con varios metates en su alrede-
de las excavaciones arqueológicas, producto dor.
de proyectos de rescate y salvamentos arqueo- Respecto a la cronología de esta área de
lógicos, aunque se tenga el conocimiento que estudio, en la primera etapa de prospección, se
los implementos de molienda están estrecha- observó que la mayor parte del material cerá-
mente unidos a las unidades habitacionales mico en la superficie indicaba una ocupación
(Ashmore 1981). fuerte del Clásico tardío de la cronología maya
La presente investigación se centra en el del norte de Yucatán, lo que se confirmó con la
análisis de 201 metates procedentes del Salva- posterior excavación. Las diversas investigacio-
mento Arqueológico: “Yucatán Country Club” nes realizadas en el área con anterioridad han
(imagen 4), en un terreno de más de 300 hec- señalado que la ocupación cultural de esta re-
táreas en el que se efectuó la construcción de gión se inicia desde los tiempos del formativo
un club de golf al norte del sitio arqueológico dentro de la cronológica de Dzibilchaltún y se
de Dzibilchaltún, ubicado en el Atlas Arqueoló- extiende hasta el Posclásico y durante el con-
gico bajo la clave 16Qd (4):1, (Garza y Kurjack tacto español.
1980:97) aproximadamente a 12km al norte de La metodología de investigación emplea-
la ciudad de Mérida, Yucatán. da para el estudio de los metates en la etapa
El terreno en el que se realizaron los tra- de registro tuvo un universo de 201 metates, y
bajos se encuentra dentro de los límites del eji- en la etapa de excavación de una muestra de
do de Chablekal, Municipio de Mérida. Duran- 31 metates de contexto primario ubicados en
te la prospección del área en cuestión llamada 24 contextos de molienda, lo que constituye el
Kal-ts’o (“Garganta de pavo”) por los poblado- 15.42 % de la muestra total durante la tempora-
res vecinos del lugar, se registró la ubicación de da de campo 2006 (imagen 6).
los vestigios arqueológicos mediante un plano Para llevar un mejor manejo de los da-
levantado con la ayuda de 70 brechas, brújula y tos, durante el periodo de campo se realizó un
cinta y GPS (Maldonado y Góngora 2007). registro especial utilizando una cédula que se
Durante la prospección arqueológica se regis- diseñó exclusivamente para el estudio de los
traron un total de 1,706 estructuras, clasifica- metates del salvamento, verificando aspectos
das en 326 plataformas, 1293 montículos, 31 fundamentales relacionados a los implementos
cimientos y 44 alineaciones, aunque del total tales como sus medidas generales, su estado de
de estructuras registradas (imagen 5), una gran conservación, material de elaboración, tipo y
cantidad estaba afectada por saqueos y retiro acabado de metate.
de piedras para material de construcción. (Mal- El análisis morfológico (imagen 7), tuvo
donado y Góngora 2007). el objetivo de establecer “clases” de metates,
Cabe mencionar que la mayoría de los de acuerdo a la variación de forma en su pie-
metates registrados en el sitio se encontraron dra base, logrando establecer tres clases de
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L os I nvestigadores de la C ul tu ra M aya 19 • T omo I
metates de acuerdo a su forma: metates rectan- aspecto ya que la diferencia entre ambas varia-
gulares (clase A), metates ovalados (clase B) y bles de ubicación de metate fue de solo el 6 %,
metates irregulares (clase C). La forma que mas teniendo el mayor porcentaje los metates ubi-
predominó fue la de clase A con una frecuencia cados dentro de las estructuras.
de 45.27 % del total. La presencia de estas for-
mas en los contextos estudiados representan la
diversidad morfológica de estos implementos, Los “contextos de molienda”
que sin duda son el reflejo de cuestiones de ca-
rácter cultural.
y su excavación arqueológica
El análisis de la ubicación de los metates
Al igual de las estructuras y complejos arquitec-
en las estructuras (imagen 8) consistió en la
tónicos, los metates deben de ser excavados a
elaboración de una tabla que representara la
través de una metodología adecuada. En traba-
cantidad de metates asociados a determinada
jos anteriores (Carillo, 2004) se realizó un proce-
clase de estructuras y su ubicación exacta. Con
so llamado exploración de metates, definiendo
el estudio se observó que de las 60 estructuras
el proceso de la manera siguiente: “Este es un
que presentaron metates asociados de contex-
punto muy importante dentro de nuestras des-
to primario, 34 fueron de plataformas simples,
cripciones de los metates en el campo, pues de
lo cual constituyó el 57.62% del total, seguido
ello depende el poder determinar con más pre-
de 15 montículos que representan el 25.42%,
cisión si el metate se encuentra en su posición
9 cimientos que constituyen el 15.25% de la
original” Carrillo (2004:50).
muestra, 5 plataformas compuestas represen-
Se trata de una pequeña exploración en
taron el 8.47 % y un temazcal constituyó el 1.69
la base del metate, retirándose la sedimenta-
% del total. Cabe señalar que se registraron cin-
ción, proceso incompleto que arroja datos muy
co metates los cuales no estuvieron asociados a
generales, ya que la exploración sólo se realiza
ninguna estructura aparente, por lo que fueron
sobre la base del metate dejando la zona cir-
considerados como aislados.
cundante al metate sin explorar, perdiendo así
Por su parte del 100 % de metates de con-
información relevante si se trata de un metate
texto primario el 52.63 % se encontraron dentro
de contexto primario; es por esta razón que en
de la estructura, dicho porcentaje fue represen-
la investigación se retomó dicho procedimien-
tando por 40 metates, siendo el 47.37 % los 36
to pero realizando excavación por medio de
metates que se ubicaron fuera de los límites de
cuadros de liberación en la zona inmediata que
las estructuras.
circunda al metate y su base, misma que se de-
La mayor parte de los metates, y en general de
nominó como “contexto de molienda”.
los contextos de molienda se encontraron aso-
Se considera que con la excavación de los
ciados a unidades habitacionales en platafor-
“contextos de molienda” es posible verificar di-
mas, confirmando la idea de que estos imple-
versas cuestiones que no pueden determinarse
mentos se encuentran asentados en espacios
a simple vista en el registro, como la identifica-
domésticos-habitacionales.
ción de la superficie en la que están asentados
Otra de las variables analizadas en este
los metates, sus dimensiones exactas y la recu-
estudio fue la presencia de metates dentro
peración de elementos culturales asociados.
o fuera de las estructuras, sin embargo, no se
Para iniciar la excavación, primeramente
encontraron diferencias significantes en este
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L os I nvestigadores de la C ul tu ra M aya 19 • T omo I
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L os I nvestigadores de la C ul tu ra M aya 19 • T omo I
auge del sitio cuando se dio una ocupación am- Maldonado, Rubén y Ángel Góngora
plia de esta zona Norte de Dzibilchaltún. 2008 Informe final del salvamento arqueológi-
co “Yucatán Country Club”. INAH, Mérida, México.
Finalmente, se considera necesario incluir
el estudio de los contextos de molienda en los Proskouriakoff, Tatiana
proyectos arqueológicos, ya que eso permitirá 1962 The Artifacts of Mayapán. In Mayapán,
plantear objetivos de investigación más preci- Yucatan, México, by E. Pollock. Ralph Roys, Tatiana
Proskouriakoff and Ledyard Smith. Publication 619.
sos, no sólo para lograr la clasificación de los
Carnegie Institution of Washington, Washington,
metates a nivel morfológico, sino también para D.C.
dar la pauta para realizar excavaciones que ten-
gan como fin la recuperación de material cul- Stromsvick, Gustav
tural, susceptible de ser analizado y comparado 1931 Notes on the Metates of Chichén Itzá,
Yucatan. Contributions to American Archeology,
con los de otras áreas de estudio. No. 4 vols. Carnegie Institution of Washington, Publi-
cation 456. Washington, D.C.
Carrillo, Ramón
2004 Forma y Función de los metates de Labná
Yucatán, México. Tesis Profesional, Universidad Au-
tónoma de Mérida, Yucatán, México.
Götz, Christopher
2001 Forma y Función de los Metates del Norte
de Yucatán. Tesis de Maestría. Bonn.
Maldonado, Rubén
1995 Áreas de actividad por implementos de
molienda en el sitio de Aké. En Memorias del Segun-
do Congreso Internacional de Mayistas. CRY. INAH.
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LA PRESENCIA DE CHICHÉN ITZÁ
EN EL SITIO DE DZIBILCHALTÚN
Capítulo VII
L os I nvestigadores de la C ul tu ra M aya 19 • T omo I
E
l título de este trabajo hace necesaria la
demostración de la presencia que se alu-
de, con base en los materiales arqueoló-
gicos recuperados por el Proyecto Dzibil-
chaltún del Centro INAH Yucatán, durante estos
últimos años de trabajo en el sitio. Incluye tam-
bién los datos de los materiales obtenidos por
la Universidad de Tulane durante la década de
los años cincuenta sesenta del siglo pasado. En
la primera parte se presentará la evidencia de los
grupos cerámicos que conforman la parte final
del Clásico terminal y el inicio del Posclásico tem-
prano en ambos sitios y en la segunda el material
iconográfico, rico en información que refuerza la
hipótesis de la presencia itzá en Dzibilchaltún.
En este sentido, la muestra más represen-
tativa del complejo cerámico Zipché, contem-
poráneo del Sotuta se encuentra en la colección
de 14,222 fragmentos recuperados de las explo-
raciones de las estructuras 36 y 36a por el actual
proyecto Dzibilchaltún, así como en la platafor-
ma anexa de la estructura 39, ya que del total de
la muestra, el 46.14% correspondió al complejo
Zipché, mismo que fue recuperado en los con-
textos de escombro principalmente.
Algunos datos fueron definitivos para es-
tablecer una relación entre ambos sitios, así por
ejemplo, de los 35 tipos del complejo Sotuta de
Chichén, 19 fueron distinguibles en Dzibilchal-
tún, además de la presencia de tres tipos del
grupo Kukulá, cerámica que en Chichén Itzá se
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ollas pequeñas y cuencos. Se caracteriza por riante que va de color café amarillento claro
presentar una pasta dura de color rojo similar (10YR67/4) a café muy pálido (10YR7/4).
al grupo Dzitas, con un engobe de consistencia La mejor representada fue la que tuvo di-
gruesa, y bien adherido a las paredes de color seños pintados (Tipo Xcanchakán negro sobre
rojo hematita. crema) a modo de bandas logradas con la yema
Dos bordes se distinguieron de la muestra de los dedos, así como líneas, puntos, forma de
y corresponden a formas de Ollas de base plana “S” o de “U” en su posición normal o invertida,
o cóncava, con tres soportes esféricos. Presen- sobre el borde o en la pared exterior del cue-
tan cuerpo globular en la parte baja y cuerpo llo o debajo de éste sobre la pared del cuerpo,
de paredes rectas y convergentes, formando un generalmente como bandas periféricas. Esta
cuello de entrada angosta y de paredes curvas decoración casi siempre estuvo acompañada
con borde redondeado ligeramente engrosado. de pintura chorreada en el cuerpo exterior a
Dichas formas son indicadores del influjo en la manera de franjas lineales que a veces inician
producción de utensilios domésticos como re- con puntos encadenados (Smith 1971, Vol. I:53).
sultado de la adquisición de las vasijas de pasta Dicha decoración fue visible en vasijas li-
naranja fina, tipológicamente asignadas al gru- sas y también con decoración incisa (Tipo Xcan-
po Silhó. chakán negro sobre crema Var. Ranurado inci-
Las vasijas con forma de cuenco exhibie- so) a manera de líneas periféricas en el borde o
ron rasgos que se diferenciaron de los cuencos cerca del cuello, o bien, líneas incisas verticales
de la tradición Puuc y acabados que muestran profundas y bien marcadas, así como incisiones
atributos como la falta de decoración y la mo- con rombos en el fondo de los molcajetes (Tipo
nocromía de las vasijas. Los rasgos diferencia- Xcanchakán negro sobre crema, variedad inci-
dos en la forma general de la vasija, como pare- sión profunda).
des bajas y cuerpo con paredes generalmente La decoración incisa profunda y bien mar-
curvo convergentes y borde redondeado han cada, incluyó también diseños lineales en senti-
permitido caracterizarlas para la región de Chi- do vertical, en el borde y cuello exterior o en la
chén Itzá. parte baja del cuello y el cuerpo de las ollas, Al
parecer, las áreas que presentan dicha decora-
Grupo Kukula (Figs. 1 Y 2). ción no fueron cubiertas por el engobe de base.
El grupo Kukulá fue el más abundante y repre- Grupo Silho (Figs. 1 Y 2).
sentativo en la colección con los tipos cerámi-
cos Kukulá crema, cuatro variedades del tipo El grupo cerámico Silhó estuvo representado
Xcanchakán negro sobre crema y el tipo Pen- por los tipos Silhó naranja fina, Yalton negro so-
cuyut inciso. Las formas típicas fueron ollas y bre naranja fina, Pocboc gubiado inciso, Cum-
cajetes, ambos con variantes de base anular; ca- pich inciso y Kilikan compuesto. Dichos grupos
zuelas, tecomates, cuencos, molcajetes, vasos e se caracterizan por presentar una pasta naranja
incensarios en menor proporción. fina, con una superficie de engobe naranja, de
Se caracteriza por su pasta de color gris acabado brilloso y bien adherido a las paredes,
a blanca con variación a rosa (7.5YR8/4) con con decoración pintada a base de manchas rea-
una superficie alisada y cubierta por un engo- lizadas con la yema de los dedos sobre el borde
be de consistencia gruesa y firme, con una va-
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(similar a la de los cajetes pizarra), franjas, líneas lógicos, procedentes de un total de 649 estruc-
o esbozos naturalistas o geométricos sobre el turas que representaron el 8.0% de la muestra.
cuerpo exterior de los cajetes. Otros diseños El reconocimiento de Dzibilchaltún en la
fueron realizados con incisiones profundas década de los 60’ incluyó un sistema de sondeo
bien marcadas, en ciertas partes de la vasija, a con pozos de prueba de casi un metro cuadra-
manera de franjas periféricas debajo del borde do en un total de 426 estructuras localizadas en
exterior o en la parte media de las ollas, termi- toda el área mapeada. Dicha labor resultó en un
nadas con un engobe blanco. Un tipo cerámico número reducido de estructuras que contenían
Kilikán compuesto tuvo decoración pintada en cerámica del periodo Floreciente modificado
color negro y rojo combinada con áreas incisas (complejo Zipché), y evidenció que el centro del
cubiertas por el engobe blanco. sitio fue el área con más reocupaciones y modi-
Un fragmento recuperado de la pata de ficaciones arquitectónicas para el periodo De-
una vasija Zoomorfa del tipo Malacatán mode- cadente. Kurjack al igual que Cottier (1982:212-
lado del grupo Tohil fue muy similar a otra va- 214) coincidieron en que Dzibilchaltún para el
sija zoomorfa procedente del entierro 7 de Isla Postclásico temprano (Smith 1971), ya no fun-
Cerritos (Andrews et al 1988:201). Este presentó cionaba como un centro mayor, la población
una pasta que varió en color naranja y gris. se encontraba dispersa con una tendencia a
En Chichén Itzá el complejo cerámico So- reocupar construcciones (Kurjack 1971: , Cottier
tuta representa el periodo de mayor auge y su 1982:212-214).
tipología cerámica con mayor presencia es de Parte del interés en este trabajo, es mos-
vajillas cerámicas de producción local que imi- trar un esquema general de lo que se conoce de
tan formas, conceptos y hasta decoración en al- la presencia de cerámica Sotuta en Dzibilchal-
gunos casos de vasijas de importación del nor- tún, asociada en algunos casos a etapas cons-
te-Centro de México. Las verdaderas vasijas de tructivas en determinadas estructuras del sitio,
importación como son la Plumbate, la cerámica así como a un periodo de cambios sociales y
naranja fina (Silhó), ejemplos de la Isla de Sacrifi- deterioro de la ciudad, en donde se reutilizaron
cios y policromía de la Gran Nicoya (Grupo Papa- partes de otros edificios o monumentos impor-
gayo de Costa Rica) y Honduras (Comayagua) son tantes como las estelas fracturadas para edificar
raramente reportadas en el material cerámico o modificar estructuras (Maldonado y Acevedo
(Schmidt 1999, 2000, 2003:8-9). 2006).
En Dzibilchaltún el complejo Zipché for- En la Plaza Sur, la información recuperada
mulado por Andrews IV y Andrews V representa parece indicar que las principales estructuras
el fin del periodo Clásico Terminal (Floreciente que conforman el espacio tipo Plaza, estaban
puro) y el comienzo del Posclásico temprano desocupadas. Tal es el caso de las construccio-
(Floreciente Modificado) y es contemporáneo nes 46, 53, 54, 55, 56 y 95, asignadas cronoló-
del complejo Sotuta de Chichén Itzá. gicamente al Clásico Tardío/terminal del com-
Andrews IV (1965: 37 tabla 1 y 2) no re- plejo Copo (600-1000 d.C.) del sitio. Ya que la
portó construcciones datadas por asociación evidencia de presencia de cerámica Sotuta ha
cerámica y/o por estilo arquitectónico para sido recobrada en contextos de ofrendas, tal es
el complejo Zipché, por lo menos en aquellas el caso de un incensario del tipo Xcanchakán
áreas donde se realizaron las exploraciones. Sin negro/crema en el escombro superficial de la
embargo se obtuvieron 52 componentes crono- parte superior de la estructura 46, asociado a
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un probable Altar (Maldonado et al 1999). Otras pectivamente, algunas estructuras tanto en las
ofrendas del mismo periodo fueron encontra- áreas centrales como en algunas áreas habita-
das en el interior de la estructura 56 (Estructura cionales.
alargada con techo de bóveda). Se trata de por La cerámica Zipché/Sotuta ha sido iden-
lo menos cinco ollas fragmentadas depositadas tificada en contextos mezclados de escombro
bajo del escombro del derrumbe de la bóveda con cerámica característica del periodo Clásico
y sobre el piso al interior del cuarto. Las vasi- tardío y terminal en muchas otras construccio-
ja fueron asignadas a los grupos Sisal y Kukulá nes, además de las ya mencionadas, como por
(Maldonado et al 2003, 2005). Esta evidencia ejemplo en las excavaciones realizadas en el
se encuentra asociada a estructuras edificadas Sacbé 2, o en la estructura 95A. Otras referen-
en la Plaza Sur, se trata de por lo menos cinco cias se hallaron en la recolección de cerámica
construcciones habitacionales (E-1 al 5) y un Al- de superficie asociada a los metates (Maldona-
tar (E-8) (Construcciones en forma de “C”) que do et al 2000) durante la temporada de campo
ocuparon parte del área Noroeste (Maldonado 1999-2000.
et al 2000, Santiago 2004) La Plaza principal del sitio también fue
Otras evidencias más complejas fueron testigo de cambios, modificaciones y edificacio-
registradas en las dos estructuras que confor- nes no concluidas para el periodo en cuestión,
man el Juego de Pelota, La del Oeste fue modifi- tal como se registró en la Plaza Sur, también se
cada a partir de un altar fechado para el Clásico recuperó una ofrenda entre el escombro super-
tardío, por lo que según su secuencia presentó ficial del área central de la estructura 42, esta
tres etapas constructivas siendo la última co- correspondió a una olla del tipo Xcanchakán
rrespondiente al juego de pelota y la estructura negro sobre crema variedad Xcanchakán.
Este que fue elaborada para el mismo momen- Modificaciones arquitectónicas fueron vi-
to que la última etapa de la estructura Oeste. sibles en edificios como la estructura 44, en la
Por lo menos dos indicadores fueron suficientes cual se alteraron los cuerpos inferiores del lado
para datar al edificio en la parte final del Clásico Sur (Maldonado 1998), ampliando ese nivel
terminal y principios del Postclásico temprano, para hacer escalinatas remetidas que permi-
la presencia de cerámica Zipché, la presencia de tieran acceder a los cuerpos superiores desde
un fragmento de estela como parte de un muro la parte posterior de la estructura. Las escali-
y la construcción de una escalinata remetida si- natas remetidas parecen estar ligadas con los
milar a las de las estructura 36 y 44. cambios sociales ocurridos durante el complejo
Las investigaciones realizadas en el área Zipché en Dzibilchaltún, estas adaptaciones ar-
del Salvamento para la edificación del com- quitectónicas que en muchos casos se adecuan
plejo del Museo del Pueblo Maya (Maldonado a la forma previa de los edificios se registran en
1998, Lizama 2000), así como las exploracio- asociación directa con la cerámica del horizon-
nes del llamado Contexto Habitacional (Fig. 3) te Sotuta en el sitio. Otras evidencias fueron
(Ochoa 1995, Maldonado 1998), evidenciaron reportadas en la estructura 37, construcción fe-
la existencia de cerámica Zipché en los estratos chada para el Clásico terminal y modificada du-
superficiales y en los rellenos de algunas edifi- rante el Postclásico temprano, donde se anexó
caciones, de tal manera que se consideró que una escalinata remetida en el tercer cuerpo del
para finales del Clásico terminal y principios del lado Noroeste (Maldonado et al 2000, Acevedo
Postclásico, se construyeron y modificaron res- 2010).
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tórica de las que se encuentran en Chichén Itzá, algunos edificios del Grupo de la Serie Inicial de
exceptuando que son de menor tamaño Como Chichén Itzá. En lo que quedó de ellos en Dzibil-
se acepta, la serpiente está ligada también con chaltún se les nota en actitud de frenético mo-
el culto a Quetzalcóatl Kukulcán (Fig. 7). vimiento, quizás danzando y llevan los largos
Para el Dr. Román Piña Chán (Anónimo, collares que los caracterizan, casi alcanzando
1987:35) el nombre de Quetzalcóatl evoca “ sus rodillas, cuando el personaje se inclina. (Fig.
una religión que sincretiza los elementos del … 8) Uno de ellos tiene el perfil de un viejo y en su
hombre, el pájaro y la serpiente, culminando en mano izquierda porta brazalete y sostiene una
un culto que… se dispersó por…Mesoamérica, vasija con ofrenda. (Fig. 9). En otra placa de pie-
creando nuevos linajes y cultos”. A este concep- dra solo se aprecia el brazo izquierdo con bra-
to se puede agregar que aunque los anteceden- zalete y parte de su collar, sostiene en su mano
tes más claros de Quetzalcoatl están en Teoti- otra vasija cuya ofrenda no alcanza a verse por
huacán, y para otros aún desde el Preclásico, la fractura de la piedra, que además se unía a
los sitios epónimos de este culto en un tiempo otra piedra tallada que completaba la escena
sincrónico quedaron muy obvios en tiempos en la zona superior. Una placa de piedra casi
más tardíos con las representaciones de esta completa solo muestra el final del collar con su
deidad en dos de los sitios más importantes de pendiente de concha del pauahtun, también
Mesoamérica, Chichén Itzá y Tula, que por otro en agitado movimiento. Otro personaje con
lado, son muy distantes entres sí. En Chichén los brazos extendidos porta un collar de cuen-
Itzá esta deidad, además de decorar las pare- tas con un colgante o pechera circular (Fig. 10),
des de los edificios o plataformas, como en el con dos círculos menores en su zona central
edificio del Osario, donde hay ocho tableros del superior, igual al que llevan los dos individuos
Hombre-Pájaro-Serpiente, aparece en la zona de pie en el edificio del Osario de Chichén Itzá,
inferior de múltiples pilastras que en la zona in- donde uno de ellos se sobrepone al otro, am-
termedia tienen el relieve de un guerrero itzá y bos ricamente ataviados y que bien podrían ser
en la superior tienen grabado en la piedra a un Pauahtunes, ya que del cinturón cuelgan “los tí-
Pauahtun. picos apéndices achurados de los Pauahtunes”
En Dzibilchaltún en la misma pirámide 36 (Schmidt (2003:61).
tenemos la evidencia de esos Pauahtunes en Fray Diego de Landa (1978:62-63) afirmó
algunas de las lápidas de piedra que se salvaron en su tiempo que “Entre la muchedumbre de
de la destrucción en tiempos tardíos, por ser dioses que esta gente adoraba, adoraban cua-
solo fragmentos parciales que formaron cua- tro llamados Bacab cada uno de ellos. Estos,
dros que contaban historias a los mayas de su decían eran cuatro hermanos a los cuales puso
tiempo. Es decir se tiene la asociación del dios Dios, cuando crió el mundo, a las cuatro partes
Quetzalcoatl ligado con los Pauahtunes como de él sustentando el cielo (para que) no se caye-
en Chichén Itzá pero de manera diferente al se1 …Ponen a cada uno de éstos otros nombres
momento, no en pilastras grabadas, sino for- y señálanle con ellos a la parte del mundo…
mando parte de la narrativa de uno o más su- (de) teniendo el cielo y aprópianle una de las
cesos en la decoración del cuarto superior del cuatro letras dominicales a él y a la parte (en)
edificio, como también ocurre en Chichén Itzá.
1 Meredith Paxton completando esta información dice en la
En este sentido esta asociación parecería pagina 114 que “Estas posiciones son las de las salidas y las
corresponderse más con lo que se encuentra en puestas del Sol en los solsticios”.
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queología del INAH. México. nuevos. En Arqueología Mexicana. Vol. VII. No. 37:
32-39, Editorial Raices, S.A. de C.V., México.
1999 Proyecto Dzibilchaltún, Informe técnico.
Temporada 1998-1999. Entregado al Consejo de Ar- 2000 Nuevos datos de la arqueología e ico-
queología del INAH. México. nografía de Chichén Itzá. En: Investigadores de la
Cultura Maya 8. Tomo 1: 38-48, UAC., México
2006 “Dzibilchaltún: últimas investigaciones
en el sitio. Avances y perspectivas”, Los Mayas de 2003 “Siete años entre los itzá. Nuevas exca-
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INVESTIGACIONES PRELIMINARES
EN EL SITIO DE IKIL, YUCATÁN
Capítulo VIII
L os I nvestigadores de la C ul tu ra M aya 19 • T omo I
INVESTIGACIONES PRELIMINARES
EN EL SITIO DE IKIL, YUCATÁN
Introducción
I
kil o “Lugar del viento” (Andrews y Stuart
1968:71), se ubica en las tierras bajas del nor-
te de Yucatán, 26km al sureste de Chichén
Itzá (Fig. 1). El sitio ha llamado la atención
de los arqueólogos desde hace algún tiempo,
debido a su gran pirámide radial (Estr. 1), y a los
dos dinteles jeroglíficos que se encuentran en
su interior. Aparte de una breve investigación
del montículo principal por parte de Andrews y
Stuart al final de los años 1960s, no se había efec-
tuado ningún estudio sistemático hasta el año
2008, cuando el Proyecto de Interacción Política
del Centro de Yucatán (PIPCY) comenzó su ex-
ploración. Nuestras investigaciones indican que
la estructura principal (Estr. 1) del sitio tiene una
secuencia arquitectónica distinta a la que habían
propuesto Andrews y Stuart (1968), y en este tra-
bajo presentamos un análisis arquitectónico más
detallado del edificio, ubicándolo en su contexto
estilístico-temporal y político-ideológico.
Ikil en Contexto
125
L os I nvestigadores de la C ul tu ra M aya 19 • T omo I
1954) por Alberto García Maldonado. Después Desde los años 1980s, los miembros del Proyec-
en 1956 y 1966, Andrews y Stuart (1968) fueron to Cupul propusieron que había un corredor de
al sitio y tomaron fotos, recolectaron algo de sitios controlados por los itzaes entre Chichén
cerámica, y dibujaron planos, cortes y una re- Itzá y su supuesto puerto en Isla Cerritos (An-
construcción del edificio del montículo princi- drews et al. 1988, 1989a, 1989b; ver Kepecs et
pal o Estr. 1. Algunas décadas después, en 2005, al. 1994). Investigaciones por Ardren y Manahan
Stanton (2006) regresó durante un recorrido del en uno de estos sitios, Xuenkal, muestran evi-
municipio de Yaxcabá, y registró los daños más dencia de integración económica y política por
recientes. En 2008 y 2009, el PIPCY (Stanton y parte de Chichén Itzá en la segunda parte del
Magnoni 2009, 2010), cuyo objetivo principal es Clásico Terminal (Ardren et al. 2005; Tiesler Blos
investigar el grado de integración entre el esta- et al. 2007). Por otra parte, los investigadores
do itzae y su periferia en términos económicos, del Proyecto Fundación Selz en Yaxuná llega-
sociales y políticos, retomó la investigación sis- ron a la conclusión de que este sitio, localizado
temática de Ikil. Inicialmente el proyecto se en- 16km al sur de Chichén Itzá, había sido conquis-
focó en la Estr.1, pero los dueños de la propie- tado por los itzaes y luego integrado política-
dad señalan que hay otras 10 o 15 estructuras mente (Ambrosino 2007; Ambrosino et al. 2003;
notables, aunque mucho más pequeñas. Hasta Freidel 1992; Stanton y Gallareta Negrón 2001);
el momento, se ha realizado un mapa topográ- actualmente, la relación entre Yaxuná y Chichén
fico de la porción central del sitio (Fig. 2), la re- Itzá sigue siendo investigada por el PIPCY (Stan-
construcción detallada de la Estr. 1 a partir de ton y Magnoni 2009, 2010; Stanton et al. 2008).
sus elementos visibles en superficie (ver figs. 4 Dadas las interrogantes sobre la relación entre
y 5), el análisis de los glifos de sus dinteles, y el la capital de los itzaes y los sitios de su región,
plano de la cueva aledaña a este edificio. como Isla Cerritos, Xuenkal y Yaxuná, el estudio
Dada la cercanía de Ikil con Chichén Itzá, de Ikil merece mayor atención, pues ofrece una
y que varios de los rasgos arquitectónicos de nueva perspectiva para entender la naturaleza
su Estr.1 sugieren algún tipo de relación entre del “estado” itzae hacia su periferia.
ambos sitios, es probable que Ikil haya forma-
do parte de la esfera de interacción cultural y
quizá económico-política itzae. Siendo Chichén La arquitectura de la estr. 1
Itzá uno de los sitios más importantes del Clási-
co Terminal, en un principio se había propuesto La Estr. 1 de Ikil presenta un modelo arquitectó-
que había sido la capital de un gran imperio du- nico muy particular en varios aspectos. En pri-
rante el Posclásico Temprano (Thompson 1945, mer lugar, constituye una de las pirámides ra-
1954; Tozzer 1957); sin embargo, investigacio- diales de mayores dimensiones en el norte del
nes más recientes han cuestionado ese papel, área maya; y en segundo lugar, su diseño com-
y en consecuencia, su control sobre gran parte bina varios estilos arquitectónicos de orígenes
del norte de las tierras bajas mayas (ver Cobos temporales y espaciales bastante amplios. Por
2003, 2004; Ringle et al. 1998; Stanton y Gallare- ello, el análisis de su arquitectura permite inferir
ta Negrón 2001); asimismo, han generado mu- algunos aspectos sobre el papel y la interacción
chas interrogantes, como hasta qué punto los socio-política de Ikil en su contexto regional.
itzaes controlaron las comunidades de su peri- La Estr.1 constituye una pirámide radial
feria en términos políticos y económicos.
126
L os I nvestigadores de la C ul tu ra M aya 19 • T omo I
cuadrada de cuatro cuerpos con escalinatas a inferior (Fig. 8). También presentan una serie de
cada lado, sobre una plataforma basal baja de cuartos abovedados, formados por crujías con
forma irregular (Fig. 3). Tanto esta plataforma, espacios interiores muy amplios, de 4 a 5m de
como los niveles inferiores de la estructura, altura, y 1.7m de ancho (ver Fig. 7b). Las bóve-
muestran fuertes alteraciones -documentadas das tienen alrededor de metro y medio de altu-
desde la década de 1960 (Andrews y Stuart ra, cuyas piedras de arranque y tapa coinciden
1968: 80)-, a causa de la construcción de la ca- con las molduras media y superior del exterior
rretera que conecta Yaxcabá con Libre Unión; del muro (ver Fig. 6).
aunque cabe mencionar que parte de la remo-
ción de material constructivo parece haber ocu- La secuencia arquitectonica
rrido durante la ocupación tardía del sitio.
La investigación de esta estructura por Andrews y Stuart (1968: 73) documentan dos fa-
parte del PIPCY inició con su mapeo con esta- ses constructivas: la primera consiste en un edi-
ción total, de manera que pudiéramos generar ficio temprano que contenía un templo sobre
una reconstrucción tridimensional (Fig. 4) me- una plataforma de tres cuerpos, y en la siguien-
diante el análisis cuidadoso de los elementos te se habrían añadido los cuartos y las escalina-
arquitectónicos expuestos in situ, y de la topo- tas hasta cubrir la plataforma original por com-
grafía del colapso (Fig. 5 y ver Fig. 2). El manejo pleto. Según ellos, en la esquina SW superior de
de la información se hizo con AutoCad, que per- la estructura notaron el muro temprano debajo
mitió realizar asociaciones espaciales de acuer- de la adición tardía. Nosotros no pudimos co-
do a las alturas y la ubicación de los elementos rroborar esta información, pero pensamos que
arquitectónicos, tomando en cuenta sus altera- su interpretación deriva de los muros que se ex-
ciones naturales y culturales. Así, planteamos tienden debajo de la Escalinata W, y también de
varios tipos de proyección según el grado de se- la E; lo que, sin embargo, muestra que éstas son
guridad en su inferencia; y en casos donde care- los adosamientos tardíos. Asimismo, no pensa-
cíamos de información, recurrimos a la simetría mos que el templo superior se haya construido
general del edificio para proponerlas (Fig. 5). primero aislado, pues la pendiente de la pirámi-
El edificio mide a nivel de su base aproximada- de habría sido demasiado marcada, además de
mente 39m en su eje norte-sur (Fig. 6) y 36m que éste desplanta directo sobre el relleno de
en el este-oeste, con una altura total mínima de la plataforma con los cuartos, que a su vez no
24m, y una orientación de 22º al este del norte parecen haber sido sobrepuestos. Por lo tanto,
magnético. Las escalinatas tienen entre 7 y 10m basándonos en la información arquitectónica,
de ancho sobresaliendo unos 5m de la base, y proponemos tres fases constructivas para la
parecen como sobrepuestas a los cuerpos con Estr. 1: la primera como el proyecto de construc-
pasillos abovedados que las cruzan por debajo ción original, luego una fase de modificaciones,
en sus segundo y tercer niveles (figs. 6 y 7a); asi- y finalmente la de post-abandono.
mismo, dada la inclinación del colapso y la con-
formación general de la estructura, es posible
que fueran segmentadas (ver Fig. 4). Cada nivel Fase temprana
tiene muros verticales decorados con moldu-
ras salientes en la parte media y superior, y con La fase temprana consiste en una plataforma
banquetas incluyendo motivos labrados en la cuadrada de tres cuerpos y un recinto superior,
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L os I nvestigadores de la C ul tu ra M aya 19 • T omo I
con una escalinata al oeste, y otra probable- de que haya sido un solo corredor. Asimismo, la
mente al este. Los primeros tres niveles tuvie- fachada oeste debió ser la principal, por la pre-
ron cuartos abovedados, con puertas posible- sencia de uno de los dinteles gravados y el ac-
mente decoradas con columnetas, como vemos ceso más complejo, compuesto por una puerta
en la reconstrucción de Andrews y Stuart (1968: ancha central y dos laterales angostas.
Fig. 3). Al sur del Nivel 3 observamos un cuarto
clausurado (Cuarto 5), que por simetría sugiere
la existencia de otro al norte del mismo cuerpo, Fase tardía
así como en las partes centrales norte y sur de
los niveles 1 y 2, lo que habría sumado un total En un siguiente momento, se realizaron algunas
de 26 cuartos en uso durante esta fase (ver Fig. modificaciones que cambiaron el diseño origi-
5). Debemos mencionar, que no hay evidencia nal al de una plataforma radial (ver Fig. 4). Esto
de que éstos hayan sido añadidos a una estruc- se consiguió sobreponiendo las escalinatas N
tura anterior. y S, que parecen ser ligeramente más anchas.
El templo superior debió existir desde un Esta modificación debió causar la clausura del
inicio como es hasta ahora. Su estilo es muy par- Cuarto 5, cuyo acceso fue bloqueado y su inte-
ticular, pues incorpora bloques de piedra masi- rior rellenado con piedra; y es posible que haya
vos que forman sus muros exteriores (Fig. 9). pasado lo mismo con los demás cuartos debajo
Aunque queda poco de su decoración exterior, de estas nuevas escaleras (ver Fig. 6). Al parecer,
se nota que al menos tuvo dos molduras que el templo superior y el resto del edificio conser-
sobresalían sobre las puertas. El recinto presen- varon su morfología original, o por lo menos no
ta accesos desde los cuatro rumbos, y los muros demuestran cambios importantes.
posteriores de las galerías N, W y E tienen “ni-
chos” rematados por dinteles que forman par-
te de la base de su bóveda (ver Fig. 5), y según
Andrews y Stuart (1968: Fig. 4) en el oeste había
Fase de abandono
un aro de piedra labrada que debió funcionar
La fase de abandono comprendería la cons-
como cortinero. Los dinteles del este y oeste
trucción de varias estructuras pequeñas sobre
son más grandes y actualmente están incom-
la plataforma basal (estr. 2, 3, 4 y 6) (ver Fig. 3).
pletos (Fig. 10), pero según los mismos investi-
La Estr. 3 se nota bien preservada, y tiene un ci-
gadores, contenían 10 glifos cada uno. Andrews
miento de piedras que varía entre una y dos hi-
y Stuart (1968: Fig. 4) reportan la planta interior
leras -como en los muros del Clásico Terminal-, y
del recinto como una galería continua, pero las
dos bancas; la 4 no está terminada pero es claro
secciones expuestas in situ muestran un muro
que tenía un diseño muy similar a la 3; y ambas
en la esquina sureste, sugiriendo que de haber
exhiben una morfología muy parecida en forma
sido un solo corredor, habría estado bloqueado
de “C”. La Estr. 2 es un pequeño cimiento al nor-
en esta sección, o bien, podría tratarse de un
te de la 3; y aunque la 6 está bastante alterada
cuarto grande en forma de “C” al oeste con otro
por un saqueo, parece que también tuvo un di-
sencillo independiente en el este (ver Fig. 5). El
seño en “C”. Tanto la 4 como la 6, incorporan pie-
análisis epigráfico de los glifos muestra que am-
dras labradas incluyendo columnetas, que muy
bos dinteles forman un mismo texto continuo
probablemente fueron robadas de la Estr. 1.
(Stanton et al. s. f.), lo que favorece la propuesta
128
L os I nvestigadores de la C ul tu ra M aya 19 • T omo I
Bey y sus colegas (1997) han documentado Por esto, aunque su diseño radial recuerda a las
que las estructuras en forma de “C” son “post- “pirámides gemelas” de Tikal, o bien, al Osario
monumentales” -destacando Chichén Itzá, Ek o El Castillo de Chichén Itzá, no podrían rela-
Balam y Uxmal-, y están ubicadas en zonas sa- cionarse en términos funcionales (ver Ashmore
gradas, incorporando piedras labradas robadas 1992). En consecuencia, podría asociarse mejor
de los edificios monumentales. En algunos ca- con palacios como el de Edzná, o el de Acanmul
sos como en Uxmal y Sayil, esta clase de estruc- (Ojeda Mas 2006), o bien, complejos con cuar-
turas son intrusivas (Sabloff y Tourtellot 1991: tos múltiples y corredores como los de Tikal y
16), y según Arnauld (2001: 383) parecen una Palenque (Arnauld 2001). Como en Ikil los cuar-
tradición ajena al Clásico y “una innovación que tos no constituyen galerías o corredores largos,
tendrá un amplio desarrollo durante al Posclási- posiblemente tengan más que ver con funcio-
co”. Aunque no podemos constatar la cronolo- nes de almacenamiento y oratorio (Harrison
gía entre la Estr. 1 y estas pequeñas estructuras 1986), o bien, residencia, lo que podría inferirse
hasta no contar con fechamientos absolutos o si tuvieran banquetas interiores (Arnauld 2001:
datos cerámicos, nos inclinamos por la idea que 374).
son posteriores a la segunda fase de la Estr. 1, y Por otra parte, aunque la dirección de la
quizá parte del abandono o del cese de sus fun- fachada principal (oeste) y la orientación gene-
ciones, dada la inclusión de las piedras labradas ral del edificio (22º al este del norte magnéti-
en sus modestas construcciones. co) difieren de las del Castillo de Chichén Itzá
(al norte y 17º), la morfología de sus estructu-
ras superiores es muy similar. No obstante, la
Interpretando la arquitectura presencia de los cuartos, la ausencia de dos de
las escalinatas en la fase temprana y la falta de
Cada edificio, en especial los monumentales iconografía relacionada con la serpiente emplu-
como la Estr. 1 de Ikil, exhibe arreglos arqui- mada indican diferencias funcionales de cierto
tectónicos que son producto y reflejo de los grado.
contextos políticos en los que fueron creados
(Ashmore 1992: 172), evidenciando una pla- Aspectos estilístico-temporales
neación y arreglos significativos derivados de
factores políticos y simbólicos (Ashmore y Sa- Andrews y Stuart (1968) ya habían reconocido
bloff 2002: 201). En el caso de Ikil, pensamos que la Estr. 1 presenta una mezcla de estilos
que el diseño y las modificaciones de su Estr. 1 arquitectónicos, como el de piedras megalí-
obedecieron a factores funcionales, políticos e ticas de la estructura superior (ver Fig. 9), que
ideológicos, que pueden dejarnos ver algunos es único en las tierras bajas del norte y carac-
aspectos del contexto social en que fue creada. terístico del Formativo Tardío-Clásico Temprano
(ver Mathews 1998; Taube 1995). Aunque por
Aspectos funcionales la cerámica estos autores fechan la estructura
para el pre-Floreciente (según Brainerd [1958]
En primer lugar, su diseño no corresponde a un data de los inicios de la producción de cerámica
templo-pirámide, dada la abundancia de cuar- pizarra, actualmente fechado hacia el 550 d.C.,
tos integrados a terrazas en sus tres niveles. pero en la publicación de Brainerd había sido
129
L os I nvestigadores de la C ul tu ra M aya 19 • T omo I
considerado como 800 d.C.), la similitud de sus W y E, y el templo superior, muestran un énfasis
esquinas con las de Las Monjas de Chichén Itzá sobre el eje solar W-E (ver Ashmore 1992). Esto
(Bolles 1977), que datan del siglo IX, y el uso de ha sido interpretado para otros recintos como
piedras semi-labradas y hasta cúbicas en la bó- el Cuadrángulo las Monjas de Uxmal (Kowalski
veda (ver Fig. 7) -difiriendo de las bóvedas tipo y Dunning 1999), y los grupos de Pirámides Ge-
corbel del Clásico, o las tipo “bota” del Clásico melas de Tikal (Ashmore 1992). Tomando esto
Terminal (ver Andrews 1979)-, sugieren que el en cuenta, es posible que la de Ikil haya tenido
recinto superior fue construido alrededor del connotaciones al ciclo solar en su trayecto dia-
siglo VIII o XI. rio: ocaso/muerte al oeste, y amanecer/vida al
Por otra parte, de acuerdo al estilo arqui- este.
tectónico, Andrews y Stuart (1968: 73) fechan Aunque la naturaleza de la interacción
los cuartos a la primera fase del Floreciente y/o integración política regional de Ikil resulta
(800-1000 d.C. según Smith [1971]), pero como aún difusa, los glifos en los dinteles del templo
habíamos mencionado, deben ser contemporá- superior de la Estr. 1 dejan vislumbrar aspectos
neos a la estructura superior. Su estilo es muy socio-políticos importantes. El análisis epigráfi-
parecido al Puuc, por las fachadas medias al co de los glifos, realizado por Stanley P. Guen-
parecer sin decoración y la integración de co- ter, muestra que la construcción estuvo bajo la
lumnas y columnetas probablemente en las dirección del gobernante Ukit Maap, y que los
puertas (ver Kowalski y Dunning 1999; Sharer nichos están dedicados a una mujer extranje-
1994: 638-639); y aunque tenemos pocos datos ra, que probablemente era esposa o madre del
sobre las porciones superiores de los muros, es gobernante (Stanton et al. s.f.); esto evidencia
posible que también hayan presentado mosai- un vínculo importante con el sitio de origen de
cos, aparte de las molduras salientes. Además, esta mujer, el cual todavía desconocemos. Ade-
las dos fachadas basales registradas (ver Fig. 8), más, parece haber un glifo emblema en relación
tienen columnetas “enmarcadas” por molduras con el nombre de Ukit Maap; algunos epigrafis-
muy similares a las de la Estr. 6F-68 de Yaxuná tas (Biro 2003; Grube 2003; Grube and Krochok
con fecha del Clásico Terminal -probablemente 2007; Zender 2003) lo han interpretado como
del siglo IX d.C. (Ambrosino 2003, 2007)-, lo que el glifo emblema de Ek’ Balam, mientras otros
resulta consistente con las observaciones sobre (Graña-Behrens 2006, Guenter comunicación
la estructura superior. personal 2010; Lacadena 2003; Voß y Eberl
1999) sugieren que hace referencia al propio
Aspectos político-ideológicos sitio de Ikil.
Otro fenómeno político-ideológico im-
La Estr. 1 de Ikil manifiesta elementos que de- portante se manifiesta en el cambio a una pi-
bieron relacionarse con la legitimación de auto- rámide radial, que hasta el momento no parece
ridad a través de la cosmología. La cardinalidad que tenga ninguna justificación funcional. Se-
de su diseño sigue el antiguo patrón general gún Ashmore y Sabloff (2002), la afiliación polí-
mesoamericano de la cosmología simbólico- tica en la arquitectura cívica puede demostrarse
espacial de cuatro direcciones (ver Smith 2005). a través de la emulación de lugares reverencia-
Ya sea que los arquitectos en Ikil hayan querido dos y poderosos. En este caso, podría tratarse
o no crear un plano del cosmos, las escalinatas de una emulación de El Castillo de Chichén Itzá,
indicando que Ikil quizá fue integrado a la esfe-
130
L os I nvestigadores de la C ul tu ra M aya 19 • T omo I
ra cultural del estado itzae. Esto arroja entonces como ha sido documentado en otros casos (ver
cuestionamientos interesantes sobre la natura- Martin y Grube 2005; Schele y Freidel 1990), y
leza del proceso de tal integración, y hasta qué aunque no contamos con el glifo emblema de
punto pudo constituir una decisión de conteni- tal lugar, podemos suponer que ella permitió
do cosmológico o político. Desafortunadamen- consolidar una alianza de gran importancia
te, mientras no haya fechamientos más exactos, para los gobernantes de Ikil.
y un mayor conocimiento del resto del asenta- Con la revisión y el análisis de la secuen-
miento de Ikil, este argumento advierte apenas cia arquitectónica de la Estr. 1, podemos ubicar
una posibilidad. la construcción de su primera fase en el Clásico
Por otra parte, Ikil se encuentra en una Terminal (posiblemente siglo VIII o IX), siendo
zona “intermedia” entre dos esferas culturales contemporánea con Chichén Itzá. Por ahora, los
de las tierras bajas del norte de Yucatán (Esfera elementos arquitectónicos iguales a la Estr. 6F-
cultural occidental, Región Puuc y la Esfera cul- 68 de Yaxuná y a las Monjas de Chichén Itzá, su-
tural oriental [Schele y Freidel 1990: Fig. 9:1]), gieren fuertemente una fecha más tardía que la
junto con otros sitios como Chichén Itzá y Ek propuesta por Andrews y Stuart (1968). Sin em-
Balam. Aunque esta situación “intermedia” en bargo, el estilo arquitectónico tan ecléctico que
realidad se deriva de la falta de información so- exhibe este edificio, mostrando una composi-
bre el sitio, parece reflejarse en el eclecticismo ción única propia, que emula al mismo tiempo
relativo de su estilo arquitectónico, que puede los elementos de otros sitios como Chichén
hablar de condiciones político-culturales de ca- Itzá y Yaxuná, que han sido interpretados como
rácter sincrético (Kubler 1995), tal vez fragmen- enemigos mortales durante el Clásico Terminal
tación y reacomodos político-económicos (ver (Ambrosino 2007; Ambrosino et al. 2003), no
Diehl y Berlo 1989), que hayan caracterizado la nos permite por el momento entender de for-
región durante la época de su construcción. ma clara sus afiliaciones políticas y sociales. El
hecho de que la Estr. 1 fue convertida de forma
tardía a una pirámide radial, da la impresión de
Conclusiones que estas modificaciones pudieron haber esta-
do relacionadas con la expansión de un estado
La Estr. 1 de Ikil probablemente constituyó un itzae, pero aún faltan datos para poder confir-
palacio/adoratorio de la familia noble de este mar o negar tal hipótesis. De cualquier forma,
pequeño sitio. En ausencia de otras estructuras el sitio de Ikil merece más estudio para poder
cívicas notables, parece que la elite enfocó sus entender el lugar que ocupó dentro del paisaje
recursos en construir una sola estructura impre- socio-político de las tierras bajas del norte, du-
sionante que probablemente funcionara como rante el Clásico Terminal.
residencia, almacén, centro administrativo y ri-
tual. Interesantemente, los glifos muestran que
el templo superior fue dedicado a una mujer Bibliografía
no local, que quizá fue esposa del gobernante
(Stanton et al. s.f.). Esta importante mención su- Ambrosino, James N.
giere que su lugar de origen era probablemente 2003 The Function of a Maya Palace at Yaxu-
más importante que Ikil en términos políticos, na: A Contextual Approach. En Maya Palaces and
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Figura 9. Fachada oeste de la Estr.1, vista desde el oeste (foto: Donald Slater).
Figura 10. Dintel con glifos (roto) en la Galería W, vista desde el sur (foto: Donald Slater).
140
REPRESENTACIONES EN ESTUCO Y BARRO DE
ITZAMNA E IXCHEL, LA PAREJA DIVINA
EN LA PROVINCIA DE ACALAN-TIXCHEL
Capítulo IX
L os I nvestigadores de la C ul tu ra M aya 19 • T omo I
La provincia de Acalan-Tixchel
L
a chontalpa se localiza en una región de
ríos y lagunas, está en el occidente, que
es el lugar del inframundo, lugar indis-
pensable para obtener la sabiduría, lugar
en donde se muere para renacer, ciclo cósmico
necesario para la renovación periódica de la vida,
ahí nacen los dioses, los pueblos y los gobernan-
tes de esos pueblos, según lo dicen las fuentes
históricas y la misma arqueología.
Por las fuentes históricas de origen indí-
gena podemos decir que la provincia de Acalan
fue muy importante, algunas de ellas la nom-
bran como origen de los pueblos xiues, itzáes,
cocomes, cupules, quichés, cakchiqueles, etc.
Llama poderosamente la atención que muchos
de los grupos mayas yucatecos y guatemaltecos
del Posclásico temprano y tardío digan venir de
la región de ríos y lagunas (figura 1), y por otra
parte ahí llegaron grupos del centro de México:
olmecas xicalangas y posiblemente desde antes
algunos grupos teotihuacanos.
La provincia de Acalán estaba ubicaba a
lo largo del río Candelaria y a la llegada de los es-
pañoles su capital era Itzamkanac, y sus habitan-
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tes fueron trasladados a Tixchel en 1557, lugar nombres se ha visto la posibilidad de ver invo-
muy cercano a la Laguna de Términos a orillas lucrado el nombre de la pareja divina, Itzam Na
del estero de Sabancuy. La provincia de Acalan dios principal de los yucatecos e Ixchel la diosa
fue delimitada gracias a los trabajos realizados madre. De esa manera bien pudiéramos decir
por Scholes y Roys (1997), teniendo como base que la Provincia de Acalan está sacralizada por
las fuentes históricas se hicieron reconocimien- ambos dioses uno en la costa y otro en el lugar
tos de superficie, primero alrededor de El Tigre del nacimiento del río Candelaria.
y posteriormente a lo largo de los ríos Candela-
ria, San Pedro, El Caribe, Salto Grande y la Costa.
Como resultado de esos recorridos en lancha, Itzamkanac y Tixchel,
caballo y por tierra fue posible localizar 148 si-
tios (figura 2).
Dos grandes ciudades de
La región se dividió en cinco subre- la Provincia de Acalan
giones según el medio ambiente: el primero
fue la costa que abarcó el estero de Sabancuy Itzamkanac
en donde se localiza Tixchel, y se extiende por
parte de la laguna de Términos y el bajo Cande- En el alto Candelaria se localiza la capital de los
laria, luego le sigue el Candelaria medio carac- magtunes, Itzamkanac (figura 3). Después de
terizado por tener una gran cantidad de saltos, Salto Grande la navegación del río Candelaria
que al parecer controlaban esos pasos difíciles, se vuelve tranquila y apacible, abarca 60 kiló-
por lo que se ha dicho que no es factible el co- metros hasta boca de Santa Isabel, en donde se
mercio por río, sin embargo existen evidencias forma propiamente el río Candelaria. Frente al
arqueológicas que demuestran lo contrario. sitio arqueológico y en tres lugares específicos
Después el alto Candelaria caracterizado por se encuentran vasijas en el fondo del río, que
sus aguas tranquilas y fáciles de navegar y en pudieron ser ofrendas a los dioses del agua, en
donde se localiza la capital de la Provincia de tiempos de sequía o de grandes inundaciones.
Acalan, Itzamkanac y muchos otros sitios más. Los pescadores han encontrado vasijas en el
El río Candelaria está formado por dos grandes fondo del río frente a El Tigre, han sacado un
afluentes el río Caribe que al parecer nace en los poco más de 100 vasijas (figura 4). La localiza-
bajos de Calakmul y tiene algunos sitios de gran ción de dichas vasijas se da exactamente fren-
importancia y el río San Pedro que nace en Gua- te al sitio, en lugares que tienen que ver con el
temala cerca de Tikal y también tiene sitios de puerto o recodos del río, en lo personal creo
cierta importancia, ambas capitales de las más que no se refieren a accidentes sino a ofrendas
importantes de la zona maya, pues a través de hechas a Ixchel, desde el Preclásico al Posclási-
estas vías podían llegar hasta el mar. Así que la co.
provincia de Acalan desde el Preclásico hasta el En el alto Candelaria la concentración de
Posclásico jugó un papel de gran importancia sitios arqueológicos se da en el tramo compren-
en el área. dido entre Salto Grande y la confluencia de los
Itzamkanac y Tixchel fueron dos gran- ríos Caribe y San Pedro, allí se encuentran 34
des ciudades de la provincia de Acalan localiza- sitios (figura 5). La población que se asentó en
da la primera río arriba y la segunda a orillas del el alto Candelaria, el Caribe y el San Pedro bien
estero de Sabancuy en la costa, dentro de sus
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como un pueblo importante dentro de la pro- peche, en el caso del sitio “El Anonal” que posi-
vincia de Tabasco, donde se dice que, “Este blemente es Tixchel, ahí excavó algunos pozos
pueblo que está de ésta [?] otra parte de este estratigráficos, el autor menciona que ahí se
río, es el primero de la provincia de Yucatán lla- encuentran tres estructuras, una de ellas con
mado Tixchel ...”. Landa habla de manera muy 30 pies de alto, otras dos de regular tamaño y
somera del sitio de Tixchel, ubicándolo dentro algunos pequeños adoratorios.
de la laguna de Términos, dándole ya importan- En una de las visitas realizada a “El Anonal”
cia al asentamiento, en este documento presen- observábamos que el montículo más alto se en-
ta dos mapas de la península de Yucatán en los cuentra separado alrededor de cien metros de
que aparece Tixchel como un pueblo importan- otro grupo de estructuras que conforman una
te (figura 8). pequeña plaza, de este grupo de estructuras la
Según narran Los papeles de Paxbolón- principal está formada por una plataforma cua-
Maldonado, (Smailus 1975: 73-95), en 1549 Die- drada con una pequeña subestructura en la su-
go de Pesquera realizó el traslado de los Acala- perficie, desde arriba se observan cinco agua-
nes al nuevo poblado elegido, y así Tixchel se das cercanas, la más grande se encuentra muy
convertía en la nueva capital de Acalan. Fue en cerca de la base, el resto de los montículos son
enero de 1557, cuando el padre fray Diego Pes- alargados y al parecer el acceso a ellas es desde
quera llegó en una segunda ocasión al pueblo el centro de la plaza.
de los chontales de Acalan para decirles que el Rocha (2007:316-321) reporta para el
pueblo debía trasladarse a Tixchel, estando en Anonal 17 estructuras (figura 9) y una ocupa-
gobierno don Luis Paxgua, por lo que bajó gen- ción desde el Preclásico medio hasta el colonial,
te de Champotón y Campeche a ayudar a lim- aunque está de acuerdo con Scholes y Roys él
piar el pueblo de Tixchel para que los chontales plantea la posibilidad de Tixchel colonial se ubi-
de Acalan se bajaran a poblarlo. que desde la ex hacienda hasta Sabancuy por
Se cuenta con pocos datos arqueológi- ser una parte mas alta y estaría así protegida de
cos que nos permitan ubicar un espacio pre- las inundaciones puesto que el Anonal es bas-
ciso para Tixchel, la antigua capital de Acalan. tante más bajo y en época de lluvias es casi im-
Scholes y Roys (1997:73) identificaron dos sitios posible llegar al lugar.
arqueológicos en la zona, uno de ellos se loca- Se ha propuesto que el sitio de Tixchel,
liza en la costa oriental y el otro en la sabana a capital de la antigua provincia de Acalan, en la
cuatro kilómetros tierra adentro, cercano a los región chontal, fue el centro de culto a la dio-
restos de la edificación de una hacienda utiliza- sa Ixchel. Alberto Ruz L. (1969) expone los tres
da a principios del siglo XIX, están conectados significados que ha encontrado y que pueden
por un camino de tres kilómetros de largo. traducir la palabra Tixchel según Médiz Bolio
El sitio arqueológico que se une a la ha- “Lugar del arco iris”, de “ti” lugar y “chel” arco iris;
cienda por un camino es llamado por lo lugare- según H. Pérez Martínez “Allí donde está la dio-
ños “El Anonal”, aunque la gente de la región y sa Ix Chel”; según B.P. Reko “Constelación de la
diosa del árbol del mundo”.
Scholes y Roys (ídem) piensan que en realidad
Alfonso Villa Rojas (1969: 65), considera
se trata del antiguo Tixchel nombrado en los
que probablemente Tixchel fue el santuario de
documentos. Alberto Ruz (1969:65), realizó un
la diosa Ixchel, aunque no se encuentra mayor
estudio arqueológico sobre la costa de Cam-
referencia o descripción sobre lo que los acala-
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nes percibían en este lugar como para desig- La pareja divina para los mayas es Itzamná e Ix
narlo como, “el lugar de Ixchel”. Chelbel Yax (figura 10), conjuntamente crearon
Además de las características tan inhós- las cosas, aunque cada uno tiene una serie de
pitas que presenta el sitio arqueológico de “El actividades en la mitología maya. La deidad fe-
Anonal”, lugar donde se piensa fue Tixchel, tie- menina es la diosa de la luna consorte del dios
ne entre las estructuras cinco aguadas, tres de del Sol, patrona de las mujeres y de actividades
ellas son de mediano tamaño y las otras dos femeninas principalmente del tejido, de la ferti-
son grandes, ahí las aguadas están muy cerca- lidad y de la procreación, diosa de la medicina
nas a los montículos. Al ser Ixchel la diosa de la y de la adivinanza, diosa del agua en su fase de
fertilidad entre muchas otras relacionadas con destrucción y deidad de la tierra y sus produc-
el agua, encontramos que posiblemente se en- tos; por su parte Itzamná es el dios supremo,
cuentre más relacionada a este sitio. señor civilizador que enseñó a los hombres la
escritura, fue dios de la lluvia, de la fertilidad y
de la medicina, también fue dios del fuego. La
La pareja divina: pareja creadora comparte advocaciones como
dioses de la medicina, la tierra y sus productos,
Itzamna e Ixchel la lluvia, la adivinanza, el rayo y el fuego (Kocy-
ba, 1989:1305).
En dos trabajos previos uno sobre Itzamna (Var-
De igual manera, Sotelo (2002:155), men-
gas y Arias 2004) y otro sobre Ixchel (Vargas y
ciona algunas actividades que la pareja realiza
Orihuela 2004) hemos planteado la posibilidad
junta, dice que en el Códice Madrid el dios D, la
de que el origen de estos dioses se den en esta
deidad suprema Itzamná, comparte dos alma-
región, por encontrarse estas dos ciudades: It-
naques con la diosa O, la diosa anciana (107b y
zamkanac y Tixchel (lugar de la diosa Ixchel),
108c), siendo la más significativa la representa-
encontrarse también una de las representacio-
ción donde están juntos en el centro del univer-
nes más tempranas de Itzamna en el mascarón
so, ahí la diosa realiza una función similar a la
3 de El Tigre.
del dios, a la vez que complementaria. Esa ima-
Entre los mayas, así como en otras cultu-
gen en el Códice Madrid (p. 75-76), están las dos
ras mesoamericanas, se le atribuye a una pareja
deidades dándose la espalda, se trata del dios
divina la creación del Universo y el orden de las
Itzamná con la mano extendida, sobre ella tiene
cosas. El padre Las Casas habla de una pareja
tres glifos ik que significan vida y su contraparte
creadora (1967, t. I: 649 y t. II: 505).
femenina con otro bloque de glifos que indica
De la criación, pues tenían esta opinión: decían que su capacidad generadora, enmarcados por los
antes della ni había cielo ni tierra, ni sol, ni luna, ni
estrellas. Ponían que hubo un marido y una mujer veinte signos que se refieren a los días, dando
divinos, que llamaron Xchel y Xycamns. cinco para cada dirección (Rivera, 1986: 56-57).
Mostrando que son los dioses protectores del
Dos son los seres en los que se basa la crea-ción
transcurrir de los días.
del Universo, el principio femenino y masculino.
En la misma escena se aprecia a la pareja
Itzam Ná e Ix Chebel Yax son dioses creadores divina a cada lado del centro del mundo, Mer-
ancianos que sufrieron un “proceso de solariza- cedes de la Garza (1998: 73) menciona “el texto
ción”, identificándose como el Sol y la Luna en la cosmogónico que acompaña a la imagen nos
mitología maya. revela que ahí, en ese Centro del Mundo, mon-
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L os I nvestigadores de la C ul tu ra M aya 19 • T omo I
taña sagrada y el cielo, tuvo lugar el acto primi- danzas humorísticas relacionadas con la lluvia y
genio de la creación del mundo”, de la misma la fertilidad.
manera sobre ellos se aprecia una pirámide in- Interpretar el rol que jugaron en la socie-
vertida lo que podría sugerir que se encuentran dad el tema de las parejas es difícil, pues algu-
muy cercanos a las cuevas o que quizá también nos la han interpretado como parejas amoro-
la cueva acompaña a la montaña sagrada. sas, para otros evocan danzas, o conceptos que
También en la escena del Códice de Dres- tenían que ver con deidades femeninas y mas-
de ambos se encuentran participando en la culinas, por eso talvez es mejor entendido ver
destrucción del mundo al inundar la tierra y a estas figurillas dentro de un contexto ritual y
ella está relacionada con el color rojo. La pare- mítico, pues estas llevan vestimentas y adornos
ja mitológica participa en las fases cíclicas de la que las vinculan con lo ritual y lo mítico.
destrucción del mundo y restauración del equi- Por lo tanto resulta apropiado entender a
librio universal. estas figuras de parejas como la representación
Las figuras femeninas y masculinas en de la pareja divina Itzamna e Ixchel, en una ín-
escenas de pareja han sido interpretadas como tima unión que alude al acto mítico de la crea-
representación de la diosa de la Luna, la Diosa ción, como es el caso de la figurilla de El Tigre
I con sus innumerables amantes e Itzmana (fi- (figura 12).
gura 11). Este tema, enfocado en la Diosa I, se Sin pretender entender que estas figuri-
encuentra bien representada en códices como llas son un reflejo directo de una realidad de la
en el códice Dresde, figurillas y en cerámica. sociedad humana, se parte del supuesto de que
Stone (1995:146) apoya esta interpretación las figurillas sí pueden representar indirecta-
debido a que a la diosa de la Luna pudo per- mente una realidad concreta, aunque queda el
sonificar a una mujer agresiva sexualmente y problema de evaluar que tanto la representan
su comportamiento licencioso pudo tomarse o que tan realistas son estas representaciones.
como un estereotipo de la joven mujer lasciva. Las figurillas representan e integran una reali-
Sin embargo para Taube (1989:367) aparte de dad por el simple hecho de que emergen y son
ser sexualmente activa, las mujeres del Clásico producto de esa realidad, por lo tanto lo único
no poseyeron o compartieron atributos especí- que se pretende es acercarse y conocer ciertas
ficos con la Diosa I o de la Luna, aunque a ve- realidades culturales a través de las figurillas.
ces aparecieron acompañadas por un conejo, el Estas figurillas evocan a la diosa Ix Chel y a It-
cual era un símbolo lunar. zamna, figurillas emparejadas con la idea de la
El tema de la pareja entre una mujer jo- pareja divina aludiendo al acto de la creación,
ven y atractiva y un hombre viejo es común en-
tre las figurillas del Clásico terminal, las vasijas Itzamna
del Clásico tardío y en los códices del Posclá-
Thompson (1975:255) al abordar la concep-
sico; estas parejas generalmente están repre-
ción de los dioses mayas dice que Itzamná era
sentadas juntas y el hombre está tocando uno
la principal divinidad maya, a quien el hombre
de los senos de la mujer. El tema de la pareja
debía su creación y conservación de muchos
entre los hombres viejos y mujeres jóvenes es
beneficios que el hombre tiene en la tierra.
un tema ampliamente favorecido por el humor
Aunque la configuración del dios era principal-
maya contemporáneo y es incluido en algunas
mente reptilina, también se llega a presentar
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L os I nvestigadores de la C ul tu ra M aya 19 • T omo I
con forma humana, reconocido en los códices tes para suponer que en el altiplano mexicano
como el dios D. pensaban que el mundo visible descansaba so-
El autor (ibídem, p. 261), dice que Itzamná bre el dorso de un cocodrilo que, a su vez, flo-
era un dios de los jerarcas, basado en la etno- taba en una gran extensión de agua, es decir,
grafía que realizó entre los grupos mayas en- un lago o el mar, aunque Thompson (1975: 268)
cuentra que el dios está ausente de los ritos de encuentra datos que indican que estas ideas
los campesinos de Yucatán, ya que éstos, tenían las compartían los mayas de las tierras bajas.
como dios de la lluvia a los chacs, a quienes It- Cronistas españoles de la colonia, como el fran-
zamná usaba como intermediarios para hacer ciscano Bernardo de Lizana, menciona el culto
llover. a un reptil, que representa la tierra y las ideas
relacionadas con un inmenso mar subterráneo”
Thompson (ibídem. p. 279) menciona que
(Rivera, 1986:46). Algunas figurillas provenien-
Itzamná tiene un aspecto celeste y otro terres-
tes del clásico maya muestran que había una
tre, así lo muestra en sus representaciones, pues
gran presencia del lagarto como objeto de cul-
se fusionan de manera intencional los signos
to, pues las figurillas/incensarios son utilizados
de ambos aspectos. Al estar representado con
en los rituales, Landa (1975: 73) menciona “era
la forma de un ser de la tierra está íntimamen-
costumbre tener cada ídolo un braserito en que
te relacionado con ella, al ser el dios del sol se
le quemasen su incienso”.
oculta por el poniente, llega a la oscuridad, ahí
El personaje central del Mascarón 3 ha
hace contacto con la tierra y con los seres que
sido identificado como una representación muy
en ella habitan, por ello está relacionado con el
plano terrestre y se representa con la forma de temprana de Itzam Na (figura 13). Además, aun-
una iguana o un lagarto. que es difícil determinar su valor, Itzamkanac,
Asimismo, Thompson (ibídem. p. 286), capital de los putunes en el momento de la
propone que los mayas del Clásico llevaron la conquista española, bien pudiera significar “La
majestuosa concepción de Itzamná a conside- segunda casa del Itzam” refiriéndose el nombre
rarlo como un dios único y al resto de los dioses a la segunda llegada del grupo itzá a la región
como el sol y la luna posiblemente al servicio que conservaba el culto a Itzamna.
del dios. “Hallamos al dios con su forma de igua- Por ahora, esta posibilidad, cobraría fuer-
na, pero también con sus dos representaciones za si este mascarón del Preclásico tardío es un
antropomorfas, los dioses D y K. Tal vez esas Itzam que fue tapado en tiempos antiguos y la
ideas fueron demasiado abstractas para gustar tradición se conservó. Quizá el surgimiento de
al campesinado maya, porque, como hemos este gran dios maya fuera precisamente en la
visto, el culto de Itzam Ná desapareció al hun- región de ríos y lagunas, en donde abunda el
dirse la antigua clase gobernante después de la cocodrilo.
conquista hispana”. El culto a la deidad, al final Sin lugar a duda este mascarón podría
del Clásico, dejó nuevamente la devoción a los ser de gran importancia para el sitio ya que se
demás dioses dando “la introducción a la ido- le puede identificar como “El lagarto de las dos
latría”. serpientes”. Itzamkanac podría ser: Itzam (lagar-
En muchos estudios se ha reconocido to) kan (serpiente), na (casa) y ac (lugar), el lugar
que Itzamná se representa como un saurio o de la casa del lagarto y la serpiente. Todas es-
un lagarto, se han encontrado datos suficien- tas ideas y argumentos nos han hecho suponer
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que el culto al cocodrilo-Itzam Na pudo surgir y cakchiqueles “abandonaron la ciudad del Po-
de esta región de ríos y lagunas. niente (Tulan Zuyva) después de recibir a sus
Además Itzamkanac y Tixchel tiene una dioses”. El río no solo sirvió para la comunica-
estrecha relación en cuanto a la cercanía de sus ción y el transporte de mercancías sino que de
dioses. manera simbólica unió todo un territorio desde
Dos de las grandes ciudades de los putunes acala- Itzamkanac hasta Tixchel por medio de la pareja
nes fueron Itzamkanac y Tixchel. La primera bien divina Itzamna e Ixchel.
podría significar “en la segunda casa de la iguana”. Frente al mascarón 3, están los masca-
Otto Schumann sugiere que quizá sea “en la segun-
da cintura de la iguana”, es decir, que este nombre rones 1 y 2 que son rostros humanos (figura
involucra a este dios principal de los yucatecos, It- 14), que lo hemos interpretados como ances-
zam Na, y nos da a entender que la segunda casa tros sacralizados por todos los elementos que
de la Iguana-cocodrilo también podría significar
que está a la mitad de una región […] lo acompañan, orejeras, lazos que une los ele-
Tixchel significa “en el lugar de Ix Chel (Var- mentos terrestres con los celestes, color rojo en
gas, 2001:153). el rostro, etc. Ese acto de sacralizar a los ante-
La vinculación de estas creencias con el cocodri- pasados era necesario para los señores de ese
lo queda clara, por su representación zoomorfa momento, pues tenían que justificar su poder
frente al pueblo, diciendo que ellos eran “divi-
de Itzam Na que se tiene de él en Itzamkanac
nos” pues descendían de ellos y a su vez eran
(hoy El Tigre) y la relación con su esposa Ixchel. los intermediarios entre los dioses y el pueblo.
Hansen (1992) en su tesis de doctorado Itzamna que está frente a estos mascarones era
propone que los mascarones que se encuen- el dios de los jerarcas y posiblemente de esa
tran en Nakbe y el Mirador están relacionados manera los avalaba.
al pájaro principal Vacub Caquis que sería una
advocación de Itzamna, esto estaría basado en
los relatos de Popol Vuh en donde los gemelos La Diosa Ixchel
divinos vencen a este dios, al parecer para esos
tiempos esta sería la deidad principal que esta- La diosa Ixchel es la contraparte del dios Itzam-
ba combinada con los antiguos símbolos sola- ná, éste es la deidad de la nobleza y la diosa
res que son evidentes en algunos de los masca- Ixchel es la parte femenina más allegada a las
rones analizados por R. Hansen y que aparecen cuestiones agrícolas, es ella la que se encuentra
también en muchos de los mascarones de Beli- en la tierra y toma contacto con el inframundo,
ce y México, no siendo la excepción El Tigre. por su condición de diosa de la luna, además se
La idea de que el culto a Itzam Ná haya encuentra en los tres planos cósmicos.
nacido en esta región de “ríos y lagunas” toma La diosa Ixchel es la diosa del caos y de los
más fuerza de la que se le ha dado, pues la desastres pues con el agua destruye lo que hay
región chontal es el occidente, es el lugar del en la tierra (figura 15), para que después de la
inframundo, lugar de las aguas primigenias y destrucción surjan las cosas renovadas, volvién-
lugar en donde nace o se origina la pareja di- dose así, por lo tanto en diosa de la fertilidad y
vina, la pareja creadora Itzamna e Ixchel. Segu- de la renovación en el plano terrestre.
ramente por este motivo es que muchos de los Durante la revisión de las fuentes prehis-
grupos mayas del Posclásico dicen venir de esa pánicas, sitios arqueológicos, figurillas, códices,
región: baste recordar lo que dicen los quichés fuentes documentales y crónicas de los siglos
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XVI y XVII, encontramos que había gran simili- Santuarios de la diosa Ixchel
tud entre las diosas, en sus representaciones,
según las fuentes
portan atributos que revelan sus advocaciones,
Ixchel fue la diosa de la fertilidad y de la pro-
En un pasaje de la Quinta Carta de la Relación
creación.
de Hernán Cortés se hace referencia al culto a
Como hemos visto, la representación de
Ixchel en la provincia de Acalan en un pueblo
Ix Chebel Yax en códices y figurillas frecuente-
muy cercano a Itzamkanac (1975: 235).
mente se muestra acompañada por un telar o
Éste es un muy hermoso pueblo llamado Teutier-
a una madeja de hilo de algodón, por ello se le
cas, tiene muy hermosas mezquitas, en especial
asocia al tejido. dos [...] Supe de ellos que una de estas dos casas o
La diosa de la luna tiene un lugar sobre- mezquitas, que era la más principal de ellas, estaba
saliente en el “panteón” maya, ya que con ciclos dedicada a una diosa que ellos tenían mucha fe y
esperanza, y que a ésta no le sacrificaban sino don-
marca los tiempos para realizar actividades re- cellas vírgenes y muy hermosas, y que si no eran
lacionadas con la siembra, crecimiento y cose- tales, se irritaba mucho con ellos.
cha de los cultivos; asimismo, no sólo se conoce
Se habla de la diosa Ixchel relacionada con cen-
su influencia en la fertilidad de la tierra, sino en
tros de culto como Cozumel, en las Relaciones
la fertilidad de la mujer, con el conocimiento en
Histórico-geográficas de la Gobernación de Yu-
estos aspectos, la sabiduría popular determina
catán, descrito por Diego de Contreras en 1579
los ritmos y las influencias lunares sobre la fe-
(Vol. II 1983:187), encontramos una descripción
cundidad, el desarrollo del feto y el nacimiento.
muy clara sobre el santuario.
Ixchel está relacionada con los principios
de la vida, también designan desastres y des- Y la isla de Cozumel, [...] en los dichos edificios
adonde estaba el dicho ídolo tenían y estaba un in-
trucción. Ixchel muestra esta dicotomía en una dio viejo, que lo llaman Alquin [Ahk’in], que quiere
representación del Códice de Dresde (p. 17), en decir en nuestra lengua clérigo o sacerdote, y los
indios que iban a ver el dicho ídolo hablaban con el
ella se encuentra a la diosa lunar, con los senos dicho Alquin [Ahk’in] y le decían a lo que venían y lo
hinchados de leche quizá para alimentar al per- que querían, y el dicho indio viejo Alquyn [Ahk’in]
sonaje que tiene a la espalda, que pareciera ser volvía la respuesta que el ídolo les daba, por mane-
ra que los indios todos de esta tierra iban a saber
su hijo, cargando en su mecapal tiene al dios de del ídolo, todo aquello que querían, y el indio viejo
la muerte que se presenta con la cara descarna- después de haber hablado con el ídolo, les daba la
da y un cuerpo de iguana o de un saurio, lo que respuesta, y le llevaban de presente de todo aquello
que tenían de sus cosechas, y este ídolo se llamaba
puede significar que la diosa está alimentando Yschel [Ixchel], y este nombre llamaban a este ídolo,
a la muerte o al personaje que trae las desgra- y no me supieron dar razón los indios que quería
cias, quizá augurando los infortunios que se decir Yschel [Ixchel] y por qué le llamaron así.
esperan durante la vida. La diosa lunar es ama-
En los Papeles de Paxbolón Maldonado se
ble y reconfortante, llena de tranquilidad a los
menciona a los dioses más importantes de It-
que la miran apacible y quieta, también es ella
zamkanac como lo mencionan Scholes y Roys
la que hace atemorizar al hombre, su poder es
(1997).
determinante, puede transformarse a estados
muy violentos y destructivos, pues es también Además de Cukulcan, sólo se mencionan cuatro
dioses en el relato de la destrucción de los ídolos
la diosa de la desgracia. por los misioneros españoles. Aunque sus imáge-
nes fueron sacadas en ese momento de escondites,
suponemos que eran los patrones de los cuatro ba-
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rrios de la ciudad. Ellos eran Ikchaua, Ix Chel, Tabay históricas, no solamente podemos apreciar los
y Cabtanilcab o Cabtanilcabtan. Los tres primeros
rasgos físicos y sus modificaciones culturales,
ocupaban un lugar destacado en el panteón yuca-
teco: Ikchaua era conocido allí como Ekchuuah, el sino que también podemos apreciar algunos
dios de los plantadores de cacao y los comercian- otros aspectos de su cosmovisión, es decir, su
tes; Ix Chel era la diosa de la medicina y los partos
manera de concebir el mundo y de la participa-
y Tabay, la deidad de los cazadores. No estamos en
posibilidad de identificar a Cabtanilcab. ción que tenían en él. Las actividades asignadas
a los seres sobrenaturales femeninos y mascu-
En la probanza de Paxbolón describe la forma linos seguramente no son casuales, sino que
en que los españoles buscaron acabar con la constituyen un reflejo de las acciones y de las
idolatría en la provincia de Acalán-Tixchel, bus- expectativas asociadas al género femenino y
cando en todos los pueblos cercanos los ído- masculino. Ixchel fue una de las diosas mas ve-
los que tenían escondidos, además muchos de neradas en el panteón maya y a Itzamna se le
ellos llevaron a la presencia de los españoles a considera como un dios creador.
los ídolos de palo y de barro para quemarlos y Las figurillas y los mascarones no son el
destruirlos. reflejo directo de una realidad social, pero sí la
[...]ansí fueron entrando la cristiandad todos chi- representan y creemos que dichas representa-
cos y grandes que no quedó ninguno los ídolos
ciones bien pudieron ser de gran importancia
escondidos en sus lugares secretos por los indios
y halle que así se llamaba este ídolo y otro que se para la región pues aparecen representados en
llamaba Tabay y otro llamado Yschel Cabtabilcab y el lugar, además de que existen evidencias que
otros muchos lugares de ídolos los cuales se bus- los pobladores recu-rrieron a ellos en diferentes
caron en todos los pueblos los que guardaban los momentos, baste recordar las ofrendas deposi-
ídolos fueron por ellos y los trajeron y quemaron y
echaron presos, los que los guardaban los azotaban tadas en el fondo del río, que nosotros hemos
delante del pueblo y con esto perecieron y acaba- interpretado como ofrendas para pedir en al-
ron los ídolos de los naturales dellos de voluntad gunas ocasiones agua y en otras para pedir el
dellos por miedo del castigo (Papeles de Paxbolón
Maldonado, tira 5, ff. 95- 96r). cese; ya que los chontales de Acalan vivieron a
las orillas del río y sufrieron las inclemencias del
En la Quinta Carta de Hernán Cortés y en los pa- tiempo.
peles de Pablo Paxbolom Maldonado encontra- El río Candelaria sufrió cambios drásticos
mos evidencias claras de que a la diosa Ixchel y terribles que afectaron seriamente a la pobla-
se le dedicaba casas y templos, y que entre los ción, viéndose en la obligación de ofrendar a
cuatro dioses principales de Itzamkanac estaba sus dioses. Sabemos sobre el cambio climático
Ix Chel. De Itzamna no se tiene noticias pero que se dio en la región, y lo interesante es que
si tenemos evidencias de representaciones de las ofrendas corresponden precisamente a cada
caimanes o cocodrilos en la cerámica del lugar, uno de esos grandes cambios. Estas vasijas se-
producto de las exploraciones realizadas. rían las ofrendas imprescindibles a Ixchel e It-
zamna para alcanzar el beneficios que se le so-
Comentario final licitaron pues la catástrofe pudo haber produ-
cido gran cantidad de agua que cubrió lo que
A través de estos testimonios arqueológicos de antes pudo haber sido tierras de producción
primer orden como son los mascarones de es- para el consumo y el mantenimiento de la po-
tuco, las figurillas en barro, las representaciones blación, la desestabilización del grupo depen-
en los códices y las descripciones en las fuentes día en gran medida del río como un medio de
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Thompson, Eric
1975 Historia y Religión de los Mayas, Traduc-
ción de Félix Blanco, Editorial Siglo XXI, México.
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Mujeres del Edzná precolombino
Capítulo X
L os I nvestigadores de la C ul tu ra M aya 19 • T omo I
Resumen
E
l análisis de las inscripciones jeroglíficas
de Edzná ha revelado la activa participa-
ción de la mujer en algunos periodos del
desarrollo de la antigua ciudad. Resalta
aquí la presencia de una gobernante de media-
dos del siglo VII que ostenta el título de kaloom-
te’, mismo que denota máxima jerarquía política.
La comparación con otros casos femeninos que
tuvieron ese elevado rango podría indicar una
fuerte relación con la poderosa metrópoli de Ca-
lakmul. Se aborda también un momento previo
en el cual ejerció su autoridad la esposa del Go-
bernante 2, una señora que muy posiblemente
llegó a Edzná desde el distante sitio de Itzán, en
el Petexbatún.
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en cuenta, pues las familias de los gobernantes ciudad, a fin de establecer allí una descenden-
mantenían una separación de parentesco para cia matrilineal preestablecida. La propia seño-
con los estratos sociales no considerados de ra K’atún Ajaw parece haberlo hecho en Pie-
igual nivel socio-económico. De manera pa- dras Negras al otorgar inusitada prominencia
ralela, las familias rectoras pregonaban poseer a su hija Preciada Tortuga (Ju’n Tahn Ahk, ibid.
una estrecha asociación con los dioses, situa- p. 147), aunque resulta más notorio el caso de
ción que nuevamente les apartaba del grueso la señora Wak Chan Lem? (Señora Seis Cielo),
de la comunidad. quien fue enviada por su padre B’ahlaj Chan
Los últimos estudios indican que la inter- K’awiil desde Dos Pilas 136 kilómetros al no-
vención de mujeres en papeles significativos reste, hasta Naranjo, a fin de establecer allí un
–incluso de máxima jerarquía– resulta más co- linaje afín a Calakmul. Ello se logró imponien-
mún de lo que se creía y no se limita a casos de do en el trono de esta última ciudad a su hijo,
extrema necesidad, como ocurría cuando la di- K’ahk’ Tiliiw Chan Chaahk, de tan sólo 5 años de
nastía estaba por extinguirse (cf. Martín y Grube edad, explícitamente mencionado en la Este-
2000: 14). Evidentemente, un gran número de la 1 de Naranjo como “vasallo” del gobernante
varones fueron fundadores de linajes o dinas- Yuhkno’m Yich’aak K’ahk’ (“Garra de Jaguar”) de
tías de elevada posición política y social, pero Calakmul.
también existieron mujeres que generaron o Se ha discutido que otro caso de descen-
aseguraron la continuidad de familias rectoras. dencia matrilineal podría involucrar al célebre
Si bien la primogenitura masculina fue funda- gobernante K’inich Janaahb’ Pakal de Palenque,
mental para reclamar el derecho a gobernar, en debido al énfasis que atribuye a su madre, la
ciertos casos la regencia de reinas parece haber señora Sak K’uk’ (Martin y Grube 2000: 161), a
funcionado como un recurso para fortalecer y quien algunos autores han atribuído el rol de
asegurar la continuidad de las dinastías. “reina” de Palenque durante el difícil periodo
A fin de acceder al trono, algunas muje- que siguió a la devastación causada en 611 por
res participaron en los llamados “matrimonios el ataque de las huestes de Serpiente Enrolla-
políticos” (Teufel 2000). Los ejemplos son nu- da (Uk’aay Chan), de la dinastía Kaanu’ul. Como
merosos, y entre ellos puede mencionarse a la quiera que haya sido, K’inich Janaahb’ Pakal
señora Uh Chan Lem?, de Calakmul, quien des- ascendió al trono también a una corta edad
posó al gobernante Escudo Jaguar IV (Kohkaaj? (12 años), indicando con ello que la autoridad
B’ahlam IV) de Yaxchilán, o bien la señora K’atún de facto durante su edad formativa fue ejerci-
Ajaw (Winikhaab’ Ajaw) de La Florida / Namaan, da por su madre Sak K’uk’. Tras ello, K’inich Ja-
esposa de K’inich Yo’nal Ahk II de Piedras Negras naahb’ Pakal se casaría con la señora Tz’akb’u’
(Martin y Grube 2000: 146-47). Ajaw –identificada como la Reina Roja (Tiesler
Otras mujeres viajaron –o fueron delibe- et al. 2004: 468)–, una mujer de posible filiación
radamente enviadas– desde sus centros a otra étnica chontal, originaria del sitio de Uxte’k’uh
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(“Tres Dioses”). Los hijos de este matrimonio que hemos identificado como el primer go-
eventualmente se convertirían en los poderosos bernante del sitio y a quien se ha asignado el
gobernantes palencanos K’inich Kaan B’ahlam II nombre de Unen(?) K’awiil(?). Unen K’awiil sería
(684-702) y K’inich K’an Joy Chitam (702-721). un caso adicional de nombres de gobernantes
Los avances en el desciframiento de la basados en personajes míticos. En este caso, en
escritura jeroglífica maya también nos han per- un aspecto infantil del dios K o la deidad del re-
mitido acercarnos a las mujeres mayas de ayer. lámpago K’awiil, conocido como GII en el grupo
El estudio detallado de imágenes y textos con- de dioses de la triada de Palenque (Berlin 1963).
tenidos en diversos monolitos como estelas, Unen K’awiil también ha sido reportado como
dinteles, altares y tableros ha producido nueva el nombre de una de las deidades patronas de
información. Buena parte de tales contribucio- Comalcalco (Stuart 2006: 88; Zender 2004, Fig.
nes alude a sitios ubicados en las cuencas de 70).
los ríos Usumacinta y Motagua, así como a la re- El segundo gobernante de Edzná ha sido
gión septentrional de Guatemala, ámbito tam- identificado a través de dos menciones. La pri-
bién conocido como Petén y que incluye a las mera de ellas se encuentra en la Escalinata Je-
porciones meridionales de Quintana Roo y de roglífica 1 del sitio, aquella ubicada al pie del
Campeche, así como a buena parte de Belice. costado poniente del Edificio de los Cinco Pi-
Pero ¿qué sucedía en la región norte de sos1. En este contexto, su nombre podría estar
Campeche? El estudio reciente de las inscrip- asociado a una expresión de muerte registrada
ciones jeroglíficas de Edzná permite entender en los bloques p71-72 de la inscripción como
de mejor manera algunos episodios de la vida i-cham-i ajaw (“y entonces murió el señor”) [Pa-
política de esa ciudad, al tiempo que nos brin- llán 2009: 69]. Aunque este evento no puede
da información de carácter interregional antes fecharse con precisión, no debe estar muy ale-
desconocida. jado de la fecha de dedicación de la Escalinata
El corpus jeroglífico de Edzná está inte- Jeroglífica 1, ocurrida en el año 649.
grado por 33 estelas o fragmentos de ellas, un La segunda cita proviene de la Estela 18,
altar, dos dinteles, dos paneles y dos escalina- donde forma parte de una cláusula de paren-
tas jeroglíficas. Estos materiales se han reunido tesco, especificándole como el padre del sub-
a través del tiempo, desde el reporte oficial de secuente Gobernante 5, cuyo retrato adorna el
Edzná a fines de los 1920s hasta nuestros días. frente del monumento, representado con toda
La fecha más temprana hasta ahora obte- su parafernalia como cabeza política, social y
nida en los monumentos de Edzná se encuentra religiosa del asentamiento. Aparece de pie, mi-
inscrita en la Estela 23 y corresponde al año 633 rando a la izquierda del espectador, con un ce-
de nuestra era (Cfr. Graña Behrens 2002: 168, 1 El análisis de los escalones con glifos ubicados al pie del
costado poniente del Edificio de los Cinco Pisos ha permiti-
Tabla 65; Pallán 2009: 65-66). La datación está do identificar dos tipos de bloques, es decir dos escalinatas
asociada a la representación de un personaje jeroglíficas; la primera con la fecha 649 y la segunda asocia-
da al año 869.
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tro maniquí en la mano derecha y portando una información: la distribución regional del etnó-
maza trilobulada de guerra en la otra mano. Su nimo Chanek’ / Kanek’ se restringe a un ámbito
atuendo lleva abigarrados adornos de cuentas específico del área maya que resulta distante
(posiblemente de jadeíta), grueso cinturón del de Edzná y del centro de Campeche. Además, la
que penden cascabeles de caracol y un amplio asociación con el glifo-emblema de Itzán, asen-
tocado de plumas largas que realzan un gran tamiento ubicado sobre el Río Pasión, justo al
yelmo serpentino. La fecha asociada a la estela norte de Altar de Sacrificios, es perfectamente
18 corresponde al año 672. Aunque con lógicas compatible con la región “nuclear” de las tierras
variantes escriturarias, dada la distancia tempo- bajas del sur en donde –según varios expertos–
ral, el nombre del Gobernante 2 en ambos con- pudieron tener su origen y antecedentes los
textos ha sido leído como Sihajiiy Chan K’awiil, itzáes de las fuentes etnohistóricas (cf. Barrera
o “K’awiil Nacido del Cielo” (Pallán 2009: 67-69). Vásquez y Morley 1949; Boot 2005: 47; Schele
Gobernantes homónimos a Sihajiiy Chan et al. 1998; Voss 2000).
K’awiil aparecen también en otros sitios del La presencia en Edzná de un personaje
Petén y en vasijas procedentes de esa región que usa el etnónimo Chanek’/Kanek’ antes del
(Houston y Stuart 1996: Fig. 4), reforzando así la año 662 parecería ser el primer registro conoci-
idea de que Edzná mantenía contactos impor- do de un individuo de filiación étnica itzá en el
tantes y participaba de la misma retórica de las norte de la península yucateca. Lo anterior po-
tierras bajas mayas centrales durante ese tiem- dría significar que Edzná fue una vía a través de
po. la cual las familias itzáes pasaron desde el Pe-
La esposa (o una de las consortes) de Si- texbatún hacia el norte, registrándose después
hajiiy Chan K’awiil fue una señora llamada Jut? los nombres Chanek’/Kanek’ en Ekbalam entre
Chanek’, nombre asociado con un glifo-emble- 770 y 814 d.C. (Lacadena 2004; Boot 2005:180), y
ma que guarda estrecha semejanza con el del posteriormente en Chichén Itzá (Boot 2005:180;
sitio de Itzán, en el Petexbatún (Pallán 2009: 69). Voss 2000, 2001).
Si bien los más de 330 kilómetros que separan a La región del Petexbatún se halla al cen-
Edzná de Itzán deben llamarnos a cautela, exis- tro de Guatemala y forma parte de la cuenca del
ten sugerentes indicios que merecen ser inves- Río Pasión, tributario del Usumacinta. El nom-
tigados más a fondo. bre fue tomado de un lago que drena hacia el
Como se ha comentado previamente, la Río Pasión. En la región existen varios sitios que
señora Jut? Chanek’ es mencionada en la Estela comparten cerámica y arquitectura, entre ellos
18, en donde las inscripciones también nos di- Aguateca, Altar de Sacrificios, Dos Pilas, Itzán, La
cen que ella fue la madre del Gobernante 5 de Amelia, Seibal, Punta de Chimino y Tamarindito.
Edzná, llamado Janaahb’ Yook K’inich, y retrata- Al respecto, cabe apuntar que Itzán parece ha-
do en el monumento. ber sido un sitio aliado a la capital regional del
El nombre de la Señora Jut? Chanek’ brinda más Petexbatún (Dos Pilas) y, por ende, a Calakmul,
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término Jut entre sus componentes, en forma eficiente control territorial a favor del floreci-
análoga a los individuos Chanek’ mencionados miento económico y del desarrollo urbano de
tanto en Edzná (Jut? Chanek’) como en Ekba- Edzná y fue en ese tiempo cuando el asenta-
lam (Chak Jut-uuw Chanek’). El hecho de que miento parece haberse constituido como una
las únicos casos donde se atestigua el término capital regional del occidente de Campeche
Jut en todo el corpus jeroglífico estén asocia- (Benavides 1997: 121; Pallán 2006).
dos con sitios que destacan por su asociación La evidencia de ese gobierno conjunto se
con individuos que ostentan títulos itzáes y et- desprende de dos argumentos: 1) el traslape de
nónimos de Chanek’ no deja de ser sugerente. fechas de los monumentos comisionados por
¿Podría tratarse acaso de otro rasgo idiosincrá- cada uno de los personajes; y 2) los títulos de
sico que –aunado a los previamente conoci- máxima autoridad con que aparecen sus nom-
dos– permitiese precisar el origen de una serie bres.
de influencias, hasta ahora vagamente referidas Las fechas registradas para el gobernante
como procedentes “de las tierras bajas del sur”? 3 indican los años 649 (ca.), 652 y 662; las fechas
El tercer gobernante de Edzná ha sido relacionadas con la gobernante 4 marcan los
identificado como Kal Chan Chaahk (“dios de la años 649 (ca.) y 672. En otras palabras, parecen
lluvia que abre/limpia el cielo”), un nombre que compartir poco más de dos décadas. En cuanto
guarda estrecha similitud con la idiosincrasia a los títulos, al nombre de Kal Chan Chaahk se
de la región de Naranjo. Los registros existentes agrega “señor divino de Edzná”, mientras que
indican que cuando menos reinó 13 años (del para ella leemos Ixb’aah Pahk’(?), Kaloomte’, es
649 al 662 de nuestra era). Las menciones a este decir poseedora del máximo rango político y
rector aparecen en varios pasajes de la Escali- religioso, a la par del gobernante masculino. En
nata Jeroglífica 1, así como en las estelas 21 y el caso de ella, no se advierte ninguna relación
22. Interesantemente, para esa época parece directa con Edzná (al igual que ocurre en otros
haber existido una forma de gobierno compar- ejemplos reportados de damas con el rango
tido2 en la que dos personajes habrían ejercido de Kaloomté), lo cual posiblemente indica que
conjuntamente el poder. Esa “pareja real” ha- pertenece a una dinastía no local sino proce-
bría estado conformada por Kal Chan Chaahk y dente de otro reino.
una dama cuyo nombre, aunque difícil de des- Los textos de la Escalinata Jeroglífica 1
cifrar, leemos provisionalmente como Ixb’aah de Edzná agregan otra pista: ahí también se
Pahk’(?), quien pudo haber sido esposa del pri- lee el glifo-emblema de Calakmul hasta en dos
mero, o alternativamente su madre. ocasiones (posiciones p35 y p58). Su relativa
Ambos individuos parecen haber ejercido un contemporaneidad durante la parte media del
siglo VII nos indica que existieron relaciones en-
2 Esta forma de gobierno compartido es poco común pero
parece haber sido identificada también en Naranjo (Closs
tre ambos sitios. Fue un momento histórico en
1985; Martin y Grube 2000: 74) y en Motul de San José (Eric el que reinaron Yuhknoom El Grande (630/636
Velásquez, com. escrita a C. Pallán, marzo 2009).
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– 686 d.C.) y su sucesor, Garra de Jaguar (686- encuentra en el Altar Jeroglífico 1, pieza cilín-
695?). drica de 24 cm de diámetro por 17 cm de altura,
Con base en lo anterior, podemos propo- donde en una de las caras planas la rectora pa-
ner que la presencia de Ixb’aah Pahk’(?), con el rece conversar con una enana –la única de sexo
rango de Kaloomté, podría constituir un ejem- explícitamente femenino conocida hasta ahora
plo más de control político mediante vínculos en la iconografía maya–, seguramente una per-
forzados de parentesco. Bajo tal escenario, di- sona de su corte real. En el elegante tocado
cha señora habría sido enviada deliberadamen- de la dirigente hay un nenúfar del que liba un
te para crear, supervisar o consolidar una alian- ave pequeña. En ese altar, siete glifos ocupan
za con Edzná y, obviamente, con intereses de la parte curva del cilindro; uno de ellos alude a
Calakmul en el norte peninsular. Si bien preci- su título de Kaloomte’, que denota, como se ha
samos más evidencia para confirmar una hipó- dicho, la máxima jerarquía política, y otro glifo
tesis de este tipo, tal esquema sería compatible proporciona su nombre: Ix Baah.
con prácticas de este tipo efectuadas por Calak- Los demás gobernantes de la secuencia
mul en sitios como La Corona (Martin 2008; Ba- dinástica de Edzná hasta ahora identificados
ron 2009) o bien en el propio Dos Pilas, donde el son varones: el quinto, a quien hemos men-
Gobernante 3 desposa a una mujer de Cancuén, cionado antes en la Estela 18, es Janaahb Yook
sitio aliado de Calakmul (Miller y Martin 2004: K’inich (con fechas del 672 al 692); el sexto es
26; Pallán 2009: 164). Hul Jaanahb Ek’ o Ave Estrella (sólo con la fe-
Hasta ahora se han identificado tres cha 692); el séptimo se identifica como Chan
menciones y/o representaciones de la Señora Chuwaaj (con fechas del 711 al 731); el octavo
Ixb’aah Pahk’(?): en la Escalinata Jeroglífica 1; es Aj Koht Chowa’ Naahkaan (con fechas del 790
en la Estela 20 y en el Altar Jeroglífico 1. En el al 810), un individuo de posible procedencia fo-
primer caso se trata del glifo que aparece en el ránea asociado con la introducción a Edzná del
peralte 84 (Mayer 2004; Pallán 2009: 375). En culto a la Serpiente Emplumada; el número 9 es
la estela 20, bloque de caliza de 133 cm de lar- B’ahlam K’uk’ Ek’ Chan (periodo Clásico Termi-
go por 61 cm de ancho, fechada en 672 d.C. y nal); y el décimo rector sólo ha podido identi-
procedente de la Gran Acrópolis, vemos a una ficarse como Ajan? (asociado a los años 849 y
mujer sentada sobre un trono. La relevancia de 869) quien posiblemente encomendó erigir la
su cargo es también manifiesta por elementos Escalinata Jeroglífica 2. Otra mención al décimo
como el gran tocado de rostro fantástico ador- rector de Edzná podría encontrarse en la parte
nado con largas plumas y el pesado y ancho co- superior de la Estela 9 de Itzimté, sitio ubicado
llar de cuentas de jadeíta que complementa su a pocos kilómetros al noreste de Bolonchén de
atuendo (Piña Chán 1985: 147; Benavides 1997: Rejón (año 849 d.C.). La distancia entre Edzná y
180; Pallán 2009: 373). Bolonchén es de unos 70 km en línea recta.
La otra representación de la gobernante 4 se Y precisamente en algunos bloques de la
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NOTAS: El matrimonio de la Señora Jut? Chanek’, de Itz’an, Chaak y Yoaat/Yopaat, deidades del relámpago
con el Gob. 2 de Edzná, Sihajiiy Chan K’awiil, podría no ser
un hecho fortuito e inscribirse en un patrón más amplio de
y la lluvia que portaban un hacha en la mano;
dominio de Calakmul mediante matrimonios políticos for- Itzamnaaj, la venerable deidad suprema de los
zados, puesto que en fechas muy similares (ver eventos 4, 5
y 6 de la Tabla) son instaladas mujeres afines políticamente
niveles celestes; y K’inich, el dios solar de ojos
a Calakmul, como esposas de dos gobernantes incondi- estrábicos o con bandas cruzadas (Cfr. Martin y
cionales de Yuhkno’m el Grande de Calakmul, B’ajlaj Chan
K’awiil en Dos Pilas (señora de Itzán) y K’inich B’ahlam de El Grube 2000: 15). Otros componentes comunes
Perú (señora T’ab’i (o K’ab’el) de Calakmul, quizá hermana en los nombres de las y los gobernantes fueron
del futuro rey “Garra de Jaguar”).
“En Mesoamérica, existe un vínculo recurrente en- elementos de la naturaleza como el cielo (Chan/
tre el matrimonio y la guerra, según el cual son tomadas Ka’an) y el fuego (K’ak’); o bien algunos anima-
esposas de los enemigos derrotados para cimentar nuevas
relaciones políticas” (Martin y Grube 2000: 131). Hix Witz y les como el jaguar, la serpiente, el cocodrilo, la
Motul de San José fueron sitios enemigos de Yaxchilán, y tortuga, la escolopendra, el quetzal, la guaca-
posteriormente el gobernante Yaxuun B’ahlam IV hace de
las mujeres de estos lugares sus esposas (notas de C.P.) maya o el pecarí.
Por fortuna, y sin renegar de su pasado,
algunos de estos nombres aún perduran en las
Comentarios finales sociedades peninsulares de nuestros días. Algu-
nos ejemplos son Ac (tortuga), Balam (jaguar),
Recapitulando, en Edzná contamos con cuatro
Cab (abeja / miel), Can (serpiente / cielo), Coh
menciones a mujeres pertenecientes a la elite:
(puma), Chab (oso hormiguero), Chan (serpien-
1) Jut? Chanek’, es decir la esposa del segundo
te / cielo), Ch’el (urraca yucateca), Kuk (quetzal),
gobernante del sitio, Sihajiiy Chan K’awiil; 2) la
Mac (tortuga de agua dulce / persona), Moo
Señora Ixb’aah Pahk’(?) , quien fungió como la
(guacamaya), Mut (faisán), Pech (garrapata),
gobernante 4 de Edzná; 3) la enana que forma-
Tzab (crótalo de cascabel) e Itzá (Cf. Roys 1940).
ba parte de su corte, llamada quizá Ix Nol(?); y
Finalmente, al referirnos a este largo ca-
4) la dama del reino de K’in/K’ihna’ o Piedras Ne-
mino de la investigación antropológica, mi más
gras.
sincero reconocimiento a las aportaciones de
Son pocos nombres y posiblemente cam-
nuestra homenajeada en este vigésimo En-
biarán un poco conforme exista mayor eviden-
cuentro; por su trayectoria profesional, su cali-
cia para su corrección o confirmación. También
dad humana y su amistad. Gracias, Dra. Merce-
debemos comentar que lo hasta ahora descifra-
des de la Garza Camino.
do constituye partes de secuencias de nombres
y de títulos. A menudo dichos apelativos perso-
nales derivaban de dioses y seres sobrenatura- Bibliografía
les. Entre los más comunes se cuentan K’awiil,
el patrono de los linajes reales que tenía larga Baron, Joanne; Marcello Canuto y Tomas Barrientos
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nariz y un pie serpentino –según hemos visto na, Guatemala. Conferencia presentada en la 14va.
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con el nombre del gobernante 1 Unen K’awiil
lonia, 13/nov/ 2009.
o bien del gobernante 2 Sihajiiy Chan K’awiil–;
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IX KAB´
LA MUJER Y EL SIMBOLISMO
TERRESTRE EN EL ARTE MAYA
Capítulo XI
L os I nvestigadores de la C ul tu ra M aya 19 • T omo I
IX KAB´
LA MUJER Y EL SIMBOLISMO
TERRESTRE EN EL ARTE MAYA
Introduccion
P
ara los integrantes de la élite maya y para
el K´uhul Ajaw en especial, las imágenes
y los textos jeroglíficos constituyeron el
principal instrumento propagandístico
por medio del cual, justificaron su propia supre-
macía, consolidada a través de un eficaz vínculo
con los antepasados y las deidades, asegurando
así el derecho dinástico de sus descendientes du-
rante muchos siglos (Rivera, 2001:14). A pesar de
que la mayoría de los personajes representados
en los monumentos son masculinos, las mujeres
no fueron ajenas a estas magnificas expresiones
artísticas de poder, en las que tanto hombres
como mujeres eran representados efectuando
eventos concernientes al régimen de vida polí-
tica y ritual de las élite, que era tutelada por las
deidades en el eterno ciclo calendárico. Por el
contrario, en el arte a menor escala como las fi-
gurillas de barro y las vasijas pintadas, se observa
con mayor frecuencia a los personajes femeninos
en momentos de solaz y toda clase de aconteci-
mientos que revelan sus quehaceres cotidianos
como miembros de la corte real, quienes a través
de objetos suntuarios y de uso personal, quisie-
ron mostrarse alejados del imprescindible proto-
colo que exigían las ceremonias gubernamenta-
les y los ritos religiosos.
Para los arqueólogos iconografistas y epi-
grafistas del presente, el descubrimiento de ins-
183
L os I nvestigadores de la C ul tu ra M aya 19 • T omo I
cripciones jeroglíficas y símbolos asociados a jes míticos. Así pues, tenemos como ejemplo
los monumentos, representan un gran acierto a los músicos de la corte real de Chan Muwaan
en las investigaciones, puesto que su lectura e de Ak´e (Bonampak), quienes en el mural del
interpretación, contribuye a identificar y com- cuarto 1 del llamado “Edificio de las Pinturas”,
prender las acciones realizadas por los perso- utilizan máscaras para representar animales
najes representados y en el caso particular de marinos (Fig. 1a); también destaca la Estela 11
las mujeres, resultan muy útiles en las tareas de Pa´chan (Yaxchilán), que muestra a Itzam-
enfocadas a demostrar la importancia en varios naaj B´alam II con una máscara del dios Ch´aak
órdenes que obtuvieron dentro de la sociedad recibiendo la reverencia de tres prisioneros en
maya precolombina, logrando con ello la redi- señal de sometimiento (Fig. 1b); o bien, el her-
mensión del valor que en el pasado le fue otor- moso vaso estilo códice K533 proveniente del
gado a la mujer (García 2007). ajawlel de Ik (Motul de San José), que muestran
Para este trabajo en particular, he recurri- al K´uhul Ajaw Yajawte´ Kinich (Fig. 1c) personi-
do a la observación de algunas de las imágenes ficado como un ser sobrenatural llamado Huk
femeninas del arte monumental, en donde se Chapaat Tz´ikiin Kinich “Séptimo ciempiés águi-
advierte la presencia de distintivos constantes la solar “según el texto asociado a dicha imagen
de índole iconográfica que interpretados con- (Velásquez 2007:8).
textualmente, nos permiten vislumbrar las im- Entre los estudiosos de la civilización
plicaciones simbólicas que rodeaban a lo indivi- maya, el uso de estos elementos, se ha enten-
duos femeninos en las cortes reales del Clásico; dido como un acto de “personificación”, even-
para ello, decidí concentrarme en dos elemen- to que encuentra un paralelismo epigráfico a
tos simbólicos de la indumentaria femenina, los través del glifo que quiere decir “su imagen/su
cuales nos hacen suponer que en algunas oca- representación” (Stone 1986; Coe y Van Stone
siones, las mujeres de la élite maya intervinie- 2001; Velásquez 2007). La personificación según
ron en los asuntos reales bajo connotaciones Stone (1986), es un acto en el que a través de
relacionadas con el medio terrestre y el infra- artefactos con características animales, sobre-
mundo, transformándolas en personificaciones naturales o bien humanas, las personas se apro-
divinizadas de la entidad terrestre. pian de ciertos atributos simbólicos de los se-
res con ellos representados. Esta misma autora,
sugiere que es muy probable que este tipo de
La indumentaria como medio de apropiación de atributos, haya sido empleada
por las altas esferas de la élite maya como una
personificación divina estrategia adaptativa del estatus social, que en
ocasiones también constituía una herramienta
Al observar las imágenes representadas en el
útil en la consolidación del poder político de
arte monumental y en objetos como las vasijas
un K´uhul Ajaw (Stone 1986). Sin embargo, aquí
estilo códice, notamos la presencia de algunos
surgen dos interrogantes, ¿recurrieron también
personajes en contextos rituales y bélicos, que
las mujeres a estos artilugios de poder? y de
portan mascaras, atavíos y otros elementos
ser así, ¿empleaban los mismos elementos para
con características animales o sobrenaturales,
realizar las personificaciones?.
que parecen cumplir la función de transfigurar
Hasta el momento, las imágenes femeni-
el cuerpo humano en seres divinos o persona-
nas documentadas en el arte monumental, no
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L os I nvestigadores de la C ul tu ra M aya 19 • T omo I
185
L os I nvestigadores de la C ul tu ra M aya 19 • T omo I
ciones, constituían símbolos reservados para la cestros fallecidos (Freidel et al. 1999:213). Esta
vida ritual y política de la élite, lo que nos per- estructura simbólica, ha sido identificada por
mite reforzar la idea del huipil como la gala pro- Schele (1997) como una representación icono-
tocolar femenina. gráfica del glifo oohl (Fig. 9), cuya lectura retó-
rica es “corazón”, término empleado por esta
autora para describir el “centro o el interior de
El diseño textil cuadrilobulado algo” (Freidel, et al. 1999:213). Entre los perso-
najes femeninos que emplearon este símbolo
Entre la variedad de símbolos textiles, el prime- en su indumentaria se encuentran Ix Akal Pataj
ro que discutiremos se trata de un diseño cua- e Ix Yaxchit Juun de Ak´e (Bonampak) en la Es-
drifoliado que simula una flor de cuatro pétalos tela 2 (Fig. 10a), Ix Kaab´ de El cayo en el Panel
(Fig. 7). Este diseño, en su forma básica muestra del Museo de Cleveland (Fig. 10b), Ix Chakaban
el interior relleno con un patrón de red para re- Xook de Pa´Chan (Yaxchilán) en el Dintel 25 (Fig.
presentar oscuridad y en otras ocasiones lleva 10c) e Ix Katún Ajaw de Naaman en las Estelas 1
un símbolo de bandas cruzadas que parece re- y 3 de Yokib´ (Piedras Negras) (Fig. 10e y 10f ).
presentar a la llamada Cruz kan que utilizaron La indumentaria con el “diseño oohl” -
los mayas como una alegoría de la divinidad como le he llamado a este elemento-, se ha
celeste (De la Garza 1998). En otros ejemplos, documentado en escenas donde las mujeres
el diseño se representó de un modo más elabo- parecen disponerse a participar en el rito del
rado, luciendo un marco doble que podía tener cha´bil o “ceremonia del autosangrado”, el cual
los bordes redondeados o bien escuadrados parece relacionarse con las celebraciones de
para darles forma de cruz. Las bandas cruzadas entronización y las conmemoraciones calendá-
del interior, también podían ser sustituidas por ricas de los K´uhul Ajaw. A pesar de que en los
el signo pop o estera, empleado como distintivo textos jeroglíficos que acompañan estas imáge-
de poder y realeza de las élites mayas, mientras nes, no siempre se habla concretamente de la
que otras variantes del conjunto iconográfico, realización del cha´bil, las escenas muestran a
podían desplegar grecas que parecen brotar las mujeres vestidas con huipiles que muestran
del interior del diseño. el diseño ohl, portando la cuerda que emplea-
En las escenas representadas en los din- ban para atravesarse la lengua y en otros casos
teles 33 de Pa’Chan (Yaxchilán) y 1 de El Cayo, portando u ofreciendo al K´uhul Ajaw los per-
observamos este mismo símbolo cuadrifoliado foradores para el autosangrado (Schele y Frei-
representado en lo que parecen ser una espe- del 1998:358). También, distinguimos el uso de
cie de báculos o bastones, en los que funcionan este tipo de indumentaria en representaciones
como empuñadura. Otras escenas de índole so- donde las mujeres se encuentran efectuando el
brenatural (Fig. 8), los artistas mayas emplearon evento del tsak o trance de invocación, mejor
el mismo signo cuadrilobulado para definir es- conocido entre los arqueólogos como “rito de
pacios en donde los personajes se encuentran la serpiente visión”, en el que a través de una
en el inframundo, fungiendo entonces como columna de humo producida al quemar unas
delimitación y a la vez como conexión entre la tiras de papel manchadas con sangre, las muje-
superficie del mundo terrenal y el oscuro abis- res buscaban materializar una criatura llamada
mo de transformación al que descendían los an- b´aak way, o “serpiente huesuda” (Fig. 11), ser
semiderruido mitad serpiente, mitad ciempiés,
186
L os I nvestigadores de la C ul tu ra M aya 19 • T omo I
de cuyas fauces brotaba un ancestro fallecido o permitieron identificar nuevas variantes del di-
bien una deidad (Schele 1989; Martin 2001:41). seño bien sea representadas discretamente en
Todo lo anterior parece confirmar la idea los diseños romboidales o bien representando
de que el atavió ornamentado con el “diseño el diseño a la mitad, confirmando así que en
oohl“era usado siempre en las ceremonias de estos ritos, el diseño oohl se encuentra induda-
autosangrado realizadas por la élite maya para blemente presente en la indumentaria femeni-
los ritos de invocación y autosangrado. En este na (Fig. 13).
mismo contexto, vale la pena tornar la atención La escena mas representativa de las san-
al símbolo de bandas cruzadas infijo en el “dise- grías rituales de los mayas, la encontramos en
ño oohl”. Al principio de este apartado, señalaba los dinteles de Pa´Chan (Yaxchilán), donde el
que este signo podría relacionarse con la Cruz Dintel 25 (Fig. 14) muestra Ix Chakaban Xook
Kan o símbolo de divinidad celeste, sin embar- miembro de la casa real K´abal Xook y esposa
go, al examinar el símbolo de bandas cruzadas de Itzamnaaj B´alam II, quien a través del tran-
desde un punto de vista epigráfico, encontrare- ce del tsak demanda la presencia del señor Yoat
mos una connotación mas apropiada para las B´alam, el K´uhul Ajaw fundador que instituye-
bandas cruzadas que se muestran en el inte- ra a la dinastía gobernante en el poder, even-
rior del “diseño oohl”. En este aspecto MacLeod to mencionado en la clausula jeroglífica de la
(1991) observó que en el texto dedicatorio del señora, a quien el texto se refiere como Ix Ohl,
Dintel 4 del Templo de los Cuatro Dinteles de Wi´te Naah Chajom Ix Kabal Xook Yookte´el Tahn
Chichen Itzá, el glifo de bandas cruzadas (T153) ha Pa´Chan “la dama portal del fundador de
se empleó para sustituir a un glifo fonético cuya la casa, [ la] aspersora, Señora [de la casa real]
transcripción era ja-l(i), y que según esta mis- Kabal Xook, antiguo pilar del agua de Pa´Chan”
ma autora se lee como jaal y se traduce como (Fig. 14). Con este evento, Ix Chakaban Xook
“Manifestarse/hacer aparecer”, por esta razón, celebró la ascensión de su esposo Itzamna-
propuso que el glifo T153 también debería leer- aj B´alam II al trono de Pa´Chan en el 681 d.C.
se como jaal e interpretarse de la misma mane- (Schele y Freidel 1998).
ra (Fig. 12). Así mismo, el admirable Dintel 24 (Fig.
Al asociar los descubrimientos de Barbara 15) muestra a ésta misma mujer realizando el
MacLeod con el “diseño oohl”, notamos que de rito del ch´abil, en el que después de haberse
considerar las bandas cruzadas de este diseño perforado la lengua con una espina de manta-
como una representación del glifo jaal, éste rraya, hace pasar una cuerda a través de la per-
cobra mayor sentido en el contexto de los ritos foración, todo ello en presencia de su esposo
del cha´bil y del tsak, sobre todo si tomamos Itzamnaaj B´alam II quien ilumina la escena con
en cuenta que la finalidad de estas ceremonias, una lanza de fuego. Al respecto, vale la pena
era precisamente materializar o hacer presen- mencionar que de todos los ejemplos de san-
tes a los ancestros a través del portal oohl. No grías con cuerdas que fueron documentados
obstante, algunos personajes femeninos re- en el arte monumental de Pa´Chan (Yaxchilán),
presentados en contextos de autosangrado e este es el único ejemplo en el que la cuerda em-
invocación, parecen romper con esta tradición pleada para el cha´bil, se muestra con protube-
empleando símbolos diferentes en sus atavíos, rancias puntiagudas que hacen suponer que la
pero un vistazo a las múltiples formas de repre- cuerda se encontraba confeccionada con espi-
sentación del diseño oohl en otros contextos, nas entre los filamentos, lo que debió provocar
187
L os I nvestigadores de la C ul tu ra M aya 19 • T omo I
una herida severa y bastante dolor en la lengua 16d), Ix Tz´akbu´ Ajaw en las pilastras y paneles
de la ejecutante, cuya sangre representada por escultóricos del palacio de B´aakel (Palenque)
medio de volutas, brota de sus labios y se derra- (Fig. 16e), la mujer de la Estela 28 de Oxte´tuun
ma sobre sus mejillas. Es por ello que concuerdo (Calakmul) (Fig. 16f ), Ix Oohl en la Estela 6 de
con investigadores como Linda Schele y David Itzimté (Fig. 16g), Ix T´abil en la Estela 34 de
Freidel, al juzgar el ch´abil de Ix Chakaban Xook, Waká (El Peru)(Fig. 16h) e Ix Wak Chan Ajaw en
como el acto más magistral de automutilación la Estela 31 de Saal (Naranjo) (Fig. 16i).
hasta ahora documentado en el arte maya, el Los accesorios complementarios del
cual, visto desde la óptica de los mayas, debió ajuar, eran un cinturón de cuentas tubulares, en
representar para Itzamnaaj B´alam II y para la cuyo frente llevaba el rostro de un ser barbado
élite local, un acto de prestigio supremo y devo- identificado con el pez Xook; por debajo del
ción extraordinaria hacia el ajawlel de Pa´Chan pez, sobresale una concha de la especie spon-
(Schele y Freidel 1998:358). dylus de la cual pende un arreglo de piezas con-
La mayoría de los vestuarios con diseño formado por un símbolo pop o estera, una efi-
ohl hasta ahora documentados, están fechados gie sobrenatural y un elemento en forma de flor
para el siglo VII d.C y se encuentran documenta- posiblemente elaborado con cuentas tubulares
dos en las regiones del Petén y el Rio Usumacin- de piedra verde y concha. Todas estas piezas pa-
ta. De momento, no puedo precisar una crono- recían estar ensambladas teniendo dos tiras de
logía evolutiva del “diseño oohl” en el vestuario, tela como base. El uso de esta indumentaria, pa-
puesto que las modificaciones observadas en rece originarse en la región del Petén alrededor
el diseño, lejos de relacionarse a cambios cro- del siglo IV d.C., donde la Estela 5 de El zapote
nológicos, parecen corresponder a cuestiones (Fig. 17a) y una placa de cinturón encontrada
de gusto y etiqueta de las élites de cada ajawlel. en Ucanal (Fig. 17b), representan los ejemplos
más tempranos hasta ahora conocidos del ajuar
de red (Tate 2002; García y Vásquez 2008). Estas
La indumentaria de red primeras representaciones, muestran el cuerpo
de perfil, exponiendo otros elementos del ajuar
El segundo diseño que analizaremos, se trata de ubicados en la espalda, como el arreglo que
un tipo de atavío consistente en prendas con- pende en la parte trasera del cinturón, consis-
feccionadas a base de cuentas de jade, cuyas tente en un rostro antropomorfo, tres placas de
formas esféricas y tubulares hábilmente eran jade a manera de contrapeso y el nudo que su-
entrelazadas para formar un singular patrón jetaba la pechera, los cuales se volvieron invisi-
de red (Fig. 16). Aunque la indumentaria de red bles en la mayoría de los ejemplos escultóricos
también se ha documentado en algunos perso- del Clásico Tardío. En esta primera modalidad
najes masculinos, han sido las mujeres las que del traje de red, las prendas también señalaban
con mayor frecuencia fueron representadas con el empleo de una falda hasta los tobillos y una
esta parafernalia; algunos ejemplos son los de capa o quechquemitl que cubre los hombros, los
Ix Naah Ek en el Altar de Dallas (Fig. 16a), Ix Kan antebrazos y el pecho (ver Fig. 16b,c,e,f,i ) (Gar-
Bolon de Pakabul (Pomoná) en la Estela 2 (Fig. cía y Vásquez 2008). Sobre la cabeza, los perso-
16b), Ix Ook Ayiin en el Panel de Yomop (Fig. najes llevan lo que podría ser una versión tem-
16c), Ix Mutul en la Estela de San Francisco (Fig. prana del tocado de GI o “Tocado del Monstruo
Cuatripártita” (TMC), que en los ejemplos más
188
L os I nvestigadores de la C ul tu ra M aya 19 • T omo I
tardíos se muestra como un rostro zoomorfo ajuar de red, lo que puede implicar que algunos
que sirve de soporte para un tazón de amplio elementos también eran elaborados con frag-
reborde, el cual contiene los elementos relacio- mentos de concha (Fig. 18).
nados con la creación y el sangrado ritual (Coe y Durante el desarrollo de las investigacio-
Van Stone 2001: 113). nes epigráficas e iconográficas, se han propues-
A partir del siglo V, época en la que pare- to varias interpretaciones para la indumentaria
ce consolidarse la influencia teotihuacana en el de red, como la de Taube (1985:174) y LeFort
área maya, se hace notoria la incorporación de (2001), quienes señalan que este atavío se re-
nuevos elementos en la indumentaria de red, laciona con la deidad del maíz; otros investiga-
como por ejemplo la sustitución del TMC, por dores como Schele, et. al. (1997) y Cash (1998)
la efigie de la serpiente de guerra teotihuacana indican que el atavío en realidad corresponde a
y un amplio abanico de plumas, que en ocasio- una reminiscencia simbólica de la primera ma-
nes caía sobre la espalda del personaje (García dre creadora, mientras que Bassie Sweet (2002)
y Vásquez 2008). A pesar de que el vestuario si- y Looper (2002), señalan que se trataba de una
gue siendo de dos piezas, en lugar de una falda vestimenta alusiva a la “diosa de la luna”; esta
de cuentas, se utiliza una túnica completa ela- ultima idea, parece surgir de la inscripción jero-
borada en la misma técnica, que al ceñirse con glífica de la Estela 24 de Saal (Naranjo) (Fig. 19a),
el cinturón Xook, convertía las pesadas mangas en la que se menciona que la mujer llamada Ix
en elementos mas holgados y de fácil movi- Wak Chan Ajaw, se personifica como la luna en
lidad (ver Fig. 16a,d,g,h). Como se mencionó la fecha 9.13.7.3.8, 9 Lamat, 1 zotz, correspon-
anteriormente, otro rasgo que parece haberse diente al 19 de abril del 699 d. C. (Looper 1992);
modificado en los portadores de este atavío, es cabe mencionar, que este es el único caso do-
la posición corporal, pues para este momento cumentado en las inscripciones jeroglíficas en
los personajes comienzan a ser representados donde se menciona que este ajuar se emplea
generalmente de frente. Esta nueva modalidad para personificar a la luna. Otras imágenes que
observada con mayor fuerza entre los miem- parecen corroborar esta idea, se observan en
bros de la elite K´aanal de Oxte´tuun (Calakmul) la escena del vaso K2773 (Fig. 19b) y en una
y sus sitios vasallos, muestra por detrás de la trompeta de caracol tallado (Fig. 19c). En am-
espalda de los personajes, dos o mas tiras de bos casos se representó a un personaje que se
tela de lo que parece ser el nudo del cinturón, encuentra sentado en el creciente lunar, por-
lo cual nos hace pensar que para este momen- tando el atavío de red. Estos ejemplos, podrían
to el elemento posterior formado por la efigie representar a la deidad de la luna en el principio
antropomorfa y las placas de jade ya no eran de su ciclo, buscando señalar con el traje de red
empleados como parte del ajuar. que la deidad esta renaciendo como lo hizo el
Los recientes descubrimientos llevados dios del maíz y esto parece sustentarse con la
a cabo en Oxte´tuun, han demostrado que este imagen del cuarto creciente que indica el inicio
ajuar no estaba completamente elaborado en del ciclo lunar. Aquí cabe señalar que Looper
cuentas de jade, o al menos no en todos los ca- (2002:181) considera que el dios del maíz juega
sos, puesto que el hallazgo de un pectoral de un rol andrógino, por medio del cual también
concha Spondylus en la Tumba 1 de la Est. 15 de se representa con la luna a manera de opues-
Oxte´tuun, muestra un diseño similar a los ob- to complementario, razón que también podría
servados en algunos personajes que portan el explicar el uso del traje de red como medio de
189
L os I nvestigadores de la C ul tu ra M aya 19 • T omo I
personificación de la luna y por otra parte, Frei- con este acto consumar la creación del mundo
del (et al. 1999:283), señala que el traje de red (Stuart 2005). Al parecer, este evento permeaba
posee connotaciones de fertilidad y regenera- todos los ámbitos de la vida de los mayas y era
ción e independientemente de que fueran por- conmemorado por las élites cada final de Katún,
tados por hombres o mujeres lo que se buscaba cobrando particular importancia durante las ce-
con el uso del atuendo, era resaltar dichas cuali- remonias de entronización, en donde la muerte
dades regenerativas que en el contexto de este de un K´uhul Ajaw y el posterior ascenso del su-
trabajo se muestran relacionadas con la tierra. cesor al trono, parece haberse visto como una
Partiendo de la observación de las carac- manifestación terrenal del ciclo de muerte y re-
terísticas de algunos atuendos de red, resulta surrección ejecutado por la deidad del maíz en
probable pensar que en algunas ocasiones, el el origen de los tiempos; de ahí que la figura del
diseño también podría haberse brocado direc- K´uhul Ajaw, muchas veces sea entendida como
tamente en la tela para simular cuentas esféricas una manifestación viviente del dios del maíz y
y cilíndricas. Un posible indicio de esta caracte- que varios entidades y elementos iconográficos
rística, pueden ser los diseños representados en evoquen su elemento vital, la tierra.
el tablero del Palacio de B´aakel (Palenque) y el Al respecto la entidad terrestre más signi-
panel de la colección Dumbarton Oaks, donde ficativa que observamos en el arte maya, se tra-
el patrón de red fue representado sin el caracte- ta de la imagen de una tortuga, que de acuerdo
rístico abultamiento con que se representaban al mito cosmogónico de la creación maya, era
las cuentas y con una banda textil rematando la representación metafórica de la superficie te-
el entramado, el cual no se observa en otras rrestre que emergió de un mar en calma en el
representaciones; sin embargo, considero que tiempo primordial (Fig. 20). Según los textos je-
habrá que profundizar más al respecto para po- roglíficos, esta tortuga recibe el nombre de Yax
der confirmar o refutar esta teoría. (Freidel et al. Koh Ahk (Primera manifestación de la tortuga) y
1999:213; Puga y Voss 2009). Por ahora, buscare en muchas representaciones pictóricas plasma-
dar un significado a todos estos símbolos a tra- das en vasijas, observamos que de su capara-
vés de un vistazo al inventario de iconos y seres zón hendido, emerge la figura de la deidad del
terrestres representados en el arte maya. maíz corroborando las connotaciones terrestres
del quelonio. La representación mas célebre de
este acontecimiento fue pintada en el fondo de
Seres y símbolos terrestres un lak o plato ceremonial que perteneció al Ku-
hul Ajaw Titomaj Kawil (Fig. 21), el cual, muestra
del arte maya a la deidad del maíz llamada por el texto aso-
ciado a su imagen como Juun Ixim Waw en el
Cuando observamos la tradición iconográfica
momento en que emerge de una abertura en la
de los mayas, resulta notorio que muchos de
tierra representada por el caparazón de la tortu-
los elementos y símbolos empleados en dichas
ga (Freidel et al. 1999:61; Zender 2005:11).
obras, surgen de la visión cosmogónica de la
Otro ser asociado con el medio terrestre
creación protagonizada por Jun Ixim el dios
es el llamado “monstruo Cauac” (Fig. 22), el cual
maya del maíz, cuyo principal elemento de ac-
según Thompson muestra características glífi-
ción fue la tierra, a cuyas entrañas descendió
cas, humanas y sobre todo reptiles, destacando
al morir, para posteriormente renacer de ella y
las fauces alargadas, colmillos, símbolos cauac
190
L os I nvestigadores de la C ul tu ra M aya 19 • T omo I
sobre los parpados y en las mejillas, y en ocasio- como puede verse en el Altar 1 de Waká (El Perú)
nes muestra bandas cruzadas en las pupilas que y en el mural oeste de San Bartolo, en donde
lo identifican como una entidad sagrada. Debi- tres personajes -uno de ellos identificado como
do a estas características, el monstruo cauac en el dios del maíz-, se encuentran en las entrañas
esencia se trata de una piedra, pero simbólica- de la tierra personificada por una tortuga, cuyo
mente puede representar a la tierra en su advo- caparazón tiene la forma cuadrilobulada del
cación de, cueva, montaña sagrada y monstruo “diseño oohl”(Fig. 25). Otros ejemplos muestran
terrestre, sus fauces, se traducen como entradas a personajes que se comunican con ancestros
al interior de la tierra y por ende al inframundo fallecidos a través de estas hendiduras cuadrilo-
(Schele y Miller 1986:47). buladas, por lo que un concepto mas apropiado
En la epigrafía, también encontramos sig- para darle un significado práctico al glifo podría
nos jeroglíficos que hacen referencia a la tierra ser “Portal” haciendo referencia a la función que
(Fig. 23), entre ellos el mas importante es el glifo cumplía la abertura hecha en la tierra.
Kab´ con el que los mayas daban nombre a la
“tierra misma”, glifo en el que de manera infija,
advertimos el signo enrollado antes descrito, La mujer como personificación
bien sea como espiral o con forma de voluta
o renacuajo. Este mismo glifo se observa en la
de la tierra
rueda calendárica dando nombre al decimo
Como hemos visto, el inventario de símbolos
séptimo día llamado Kab´an en maya yucateco
con que los mayas hicieron alusión al medio
y Chab´ en maya cholano que en ambos casos
terrestre, incluye varios iconos y entidades so-
se traduce como “tierra”. Otros signos glíficos
brenaturales que recalcan la importancia del
referentes a entidades terrestres son los glifos
elemento terrestre como divinidad y sustento
Witz, “Montaña”, Tuun “Piedra” y oohl “Corazón”
de vida. La correspondencia de estas entida-
por mencionar algunos ejemplos (Coe y Van
des y signos en los diseños de la indumentaria
Stone 2001).
ritual femenina, demuestran que este tipo de
En los monumentos y otras manifesta-
prendas encierran un extenso lenguaje que re-
ciones artísticas observamos una convención
vela la identidad de género de los personajes, la
iconográfica, consistente en un elemento en-
jerarquía social o política, y entre todos ellos la
rollado, que en ocasiones simplemente se cur-
cosmovisión del pueblo maya (García y Vásquez
va hacia abajo y en otras era representado con
2008). Partiendo de esta premisa, el huipil con
forma de doble espiral a manera de letra S (Fig.
el “diseño oohl “y el traje de red empleado por
24). De acuerdo con linda Schele, esta conven-
las mujeres mayas, parecen ser atavíos emplea-
ción iconográfica era empleada por los mayas
dos como medios de personificación de la tierra
para hacer alusión al medio terrestre y constan-
a través de símbolos iconográficos alusivos a la
temente se le observa en escenas sobrenatura-
regeneración y la fertilidad este elemento (Fig.
les y en la indumentaria de algunos personajes
26).
(Schele 1986:47).
Ahora bien, según lo analizado en el pre-
Como mencionamos anteriormente, el di-
sente trabajo, el patrón de red corresponde
seño oohl, se empleaba para denotar el interior
a una representación estilizada de las placas
de algo, que en la mayoría de las representacio-
que forman el caparazón de una tortuga, idea
nes mayas se trata del interior de la tierra, tal
191
L os I nvestigadores de la C ul tu ra M aya 19 • T omo I
planteada anteriormente por Tate (2002:305), lo muestran un despliegue de mensajes que alu-
cual implica que esta indumentaria, indudable- den a la mitología maya y al plano de las divi-
mente hacia alusión a la tierra y sus facultades nidades, los cuales sugieren que las acciones
como la “dadora de vida”. Si tomamos en cuenta realizadas por los dioses, eran replicadas por los
que muchas de las mujeres mayas que portan integrantes de los estratos mas encumbrados
esta indumentaria se convertían en madres o de la elite maya, actitudes justificadas por su
eran las madres de los K´uhul Ajaw, resulta lógi- supuesto vinculo con lo divino. En el caso par-
co pensar que las mujeres fueran consideradas ticular del presente estudio, se evidenció que
como representaciones humanas de la tierra las mujeres a diferencia de los hombres, em-
ya que de ellas nacía el nuevo gobernante, del plearon los diseños textiles de su indumentaria
mismo modo en que el dios del maíz renació de para personificarse como divinidades terrestres
la tierra. La parafernalia que porta la deidad es durante las ceremonias de entronización, au-
muy similar a las observadas en este mismo tipo tosangrado e invocación, que en el ámbito del
de representaciones en el arte monumental evi- poder político, señalan que hombres y mujeres
denciando que las figura masculinas represen- fueron considerados con igualdad de poder y
tadas con este tipo de indumentaria son perso- derechos como una replica del plano divino cu-
nificaciones de la deidad del maíz, mientras que yos principales protagonistas fueron el dios del
las femeninas pueden entenderse como perso- maíz y su madre la tierra.
nificaciones de la tierra, de este modo hombres
y mujeres materializaban de manera simbólica
la resurrección del dios del maíz (Freidel et al. Bibliografia
1999:107).
El empleo del “diseño oohl,” parece respal- Bassie-Sweet, Karen
dar la teoría de la mujer como una personifica- 2002 Corn deities end the Male/Female Prin-
ción de la tierra en el contexto de las sangrías ciple. En Ancient Maya Gender, Identity and Rela-
tions, pp. 169-190. Editado por Lowell S. Gustafson
rituales y de invocación de los ancestros, pues y Amelia M. Treveylian. Bergin & Garvey Press, Wes-
si consideramos a la mujer como personifica- tport, Connecticut-London.
ción humana de la tierra, la hendidura abierta
en su lengua y la sangre que brotaba de ella, Boucher, Sylviane y Lucía Quiñones
2007 Entre mercados, ferias y festines: los
eran la llaves que habría el portal del inframun-
murales de la Sub 1-4 de Chiik Nahb, Calakmul. En:
do por donde emergían los ancestros, como en Mayab. Revista de la sociedad española de estudios
el ejemplo en el dintel 25 de Pa’Chan donde le mayas No.19 pp. 27-49. Universidad Complutense
titulo Ix Ohl (señora del portal) le fue otorgado de Madrid (España).
a Ix Chakaban Xook probablemente para indicar
Cash, Cristin Loren
que ella era una personificación del portal, el 1998 Blood of Woman, Blood of Queen. An ex-
cual se encontraba plasmado en su indumen- ploration of gender, politics and the mayas. Tesis de
taria. Maestría en Arte de la University of Texas, Austin,
Todo lo anterior armoniza con la idea diciembre de 1998.
planteada por Chacón (2006), la cual, señala
Chacón Fagianni, Deborah E.
que más allá de la dimensión visual y estética 2006 Análisis y descripción de textiles mayas
que guardan los símbolos textiles y los dise- de la colección “Olga Alejos de Mirón” Patrimonio
ños en la indumentaria, las prendas femeninas Cultural de la UNIS, para su conservación. Facultad
192
L os I nvestigadores de la C ul tu ra M aya 19 • T omo I
Stone, Andrea
Looper, Matthew. G.
1986 Aspectos de la personificación en el
1992 Creation, Mithology at Naranjo. En:
arte maya clásico. En: Memorias de la Sexta Mesa
Texas Notes of precolumbian art, Writing and culture,
Redonda de Palenque, editada por V. Fields, pp.194-
No. 30
202. University of Oklahoma Press. Norman.
2002 Women-Men (and Men-Women): Clas-
sic Maya Rulers and the Third Gender. En: Ancient Stuart, David
Maya Women, editado por Tracy Ardren, pp 171- 2005 The Inscriptions from Temple XIX at Pa-
202. Altamira Press, Walnut Creek. lenque. A Comentary. Precolumbian Art Research
Institute
MacLeod, Barbara
1991 Some Thougts on a Possible Hal Rea- Tate, Carolyn E.
ding of T153, the “Crossed Baton´s Glyph”. In North 2002 Holy Mother Heart and her flower skirt:
Austin Hieroglyphic Hunches 2. Nota hecha circular The role of female earth surfce in maya political ri-
193
L os I nvestigadores de la C ul tu ra M aya 19 • T omo I
tual. En Ancient Maya Gender Identity and Relations, artilugio iconográfico del arte maya. En: Anales del
ed. L.S. Gustafson and A. M. Travelyan, Pp. 281-318. Instituto de Investigaciones Estéticas de la UNAM
Wesport: Bergin and Garvey. No 90, pp. 7-36.
Figura 2. Refajos de cintura, de cuerpo entero y de dos piezas, empleado por las mujeres de
la élite en el ambiente cotidiano. (Imágenes de Stefanie Teufel con adaptaciones de
Eduardo Puga.)
194
L os I nvestigadores de la C ul tu ra M aya 19 • T omo I
Figura 3. El huipil (a) compuesto por el kub (b) y el pik (c), era la gala femenina de las cere-
monias y actos protocolares de la élite maya. (Imagen de Stefanie Teufel con adap-
taciones de Eduardo Puga.)
Figura 4. Túnicas transparentes empleadas por las mujeres. Detalles de la escena del vaso
K2573 (a) y del mural sureste del cuerpo 1 de la Acrópolis Chik Naab de Oxte Tuun
(Calakmul) (b). (Dibujos de Eduardo Puga)
195
L os I nvestigadores de la C ul tu ra M aya 19 • T omo I
Figura 5. Indumentaria sencilla con de- Figura 6. Detalles del complejo entramado en
coración en los bordes; a) los huipiles representado en los din-
Dintel 53 de Pa´Chan (Yaxchi- teles 15 (der.) y 24 (Izq.) de Pa´Chan
lán); b) Tablero de los escla- (Yaxchilán). (Dibujos de Linda Sche-
vos de B´aakel (Palenque) le).
(Dibujos de Linda Schele).
Figura 7. El Diseño Oohl y sus variantes representados en diversos monumentos del período
Clásico. (Dibujo de Eduardo Puga).
196
L os I nvestigadores de la C ul tu ra M aya 19 • T omo I
Figura 8. El Diseño Oohl empleado para hacer alusión a lugares del inframundo. a) Estela
40 de Yokib (Piedras Negras), b) plato con efigie sobrenatural en un signo Oohl
de Pa´Chan (Yaxchilán), c) Marcador Motmot de Xukup´ (Copán) y d) detalle de la
vasija K3033 o de los dioses remeros. (Dibujos de Linda Schele y John Montgomery,
cortesía de FAMSI.)
Figura 9. El diseño oohl y su equivalente epigráfico con el glifo oohl que denota el centro o
el interior de algo. (Dibujos de Eduardo Puga y Harry Kettunen.)
197
L os I nvestigadores de la C ul tu ra M aya 19 • T omo I
Figura 10. Mujeres que emplean el diseño Oohl en su indumentaria (Dibujos de Ian Graham,
Peter Mathews, Linda Schele y John Montgomery cortesía de FAMSI y CMHI).
Figura 11. Ejemplos del Baak Way o Serpiente Visión en los dinteles 25 (a), 33 (b), y 34(c) de
Pa´Chan (Yaxchilán) (Dibujos de Linda Schele).
198
L os I nvestigadores de la C ul tu ra M aya 19 • T omo I
Figura 13. El diseño oohl representado de modo estilizado en las faldas que Ix Chak Joloom
emplea en los dinteles 13 y 14 de Pa´Chan (Yaxchilán) (Dibujo de Ian Graham).
Figura 14. Representación del rito del tsak o invocación realizado por Ix Chakaban Xook en
el Dintel 25 de Pa´chan (Yaxchilán) (Dibujo de Ian Graham).
199
L os I nvestigadores de la C ul tu ra M aya 19 • T omo I
Figura 15. Representación del rito del cha´bil o penitencia realizado por Ix Chakaban Xook
en el dintel 24 de Pa´Chan (Yaxchilán) (Dibujo de Ian Graham).
200
L os I nvestigadores de la C ul tu ra M aya 19 • T omo I
Figura 16. Personajes femeninos que emplearon el traje de reden los monumentos mayas (Di-
bujos de Schele, Montgómery, Robertson, Mejía, Martin y Puga).
Figura 17. Los ejemplos mas tempranos del traje de red. a) Estela 5 de El Zapote y b) placa de
concha proveniente de Ucanal (Dibujos de John Montgomey y Dorie Reents-Budet
en Martin y Grube 2001).
201
L os I nvestigadores de la C ul tu ra M aya 19 • T omo I
Figura 18. Collar de concha encontrado en una tumba de Calakmul (izq.) similar al empleado
por algunos personajes con el ajuar de red (Fotografía de Thomas Aleto y dibujo
de Nikolai Grube).
Figura 19. Ejemplos del traje de red empleado también para personificar a la luna. a) Estela
24 de Naranjo, Vaso K2733 y Trompeta de caracol de procedencia desconocida (Di-
bujos de Ian Graham y Linda Schele).
202
L os I nvestigadores de la C ul tu ra M aya 19 • T omo I
Figura 20. Las tortugas representadas en el arte maya como sustento de las tres piedras del
hogar primigenio en el Códice de Madrid y como la tierra de donde nace el Dios del
Maíz en el vaso K0731 (Dibujos de Linda Schele).
Figura 21. El lak o plato del Museo de Bostón, que perteneció a un personaje llamado Tito-
maj Kawil y en donde fue representada la escena mas célebre de la resurrección
del dios del maíz (Dibujo de Linda Schele).
203
L os I nvestigadores de la C ul tu ra M aya 19 • T omo I
Figura 22. La entidad terrestre en sus advocaciones de cueva (a), montaña (b) y monstruo
terrestre (c) (Dibujos de Linda Schele).
Figura 23. Las entidades terrestres identificadas en el registro epigráfico (Dibujos de Harry
Kettunen y Christopher Helmke).
204
L os I nvestigadores de la C ul tu ra M aya 19 • T omo I
205
BECÁN. EL GOBERNANTE IGUANA-JAGUAR
A TRAVÉS DE LA FUENTE POLICROMA
PRINCIPAL DE SU OFRENDA.
METAMORFOSIS A LA MUERTE.
Capítulo XII
L os I nvestigadores de la C ul tu ra M aya 19 • T omo I
Introducción
L
a siguiente ponencia da cuenta de uno
de los gobernantes más importantes de
Becán, pues su ofrenda fue depositada
en la estructura más imponente del sitio
a 30 metros de altura. Corresponde al Complejo
Chacsik (250-450 d.n.e.) según la tipología de Ball
(Ball, 1977: 132), (Campaña, 2001 b: 17). El análi-
sis está fundamentado en un estudio exhaustivo
logrado por medio del registro en dibujo de to-
dos los elementos que la componen. Específica-
mente en el conjunto que aquí trataremos (F1 y
F2), se ilustró el momento de su muerte. Su recu-
peración y restitución en dibujo, requirió 3 meses
de trabajo, en jornadas de aproximadamente 10
horas y con herramientas modernas; el análisis
de los datos nos permite comprender la impre-
sión que nos causa al verlo, como resultado de
la complejidad de su planeación y la dificultad
de su manufactura. Por otro lado, ofrece una ex-
plicación distinta de la alegoría representada en
su tapadera, pues se ha interpretado como una
lucha entre tres ancestros y un saurio; o como
un evento de decapitación. Fruto de este trabajo
he encontrado, que se trata de la rememoración
metafórica de la muerte y renacimiento del dios
del maíz (F3) por medio de la muerte de los go-
bernantes (F4 y F8B); donde el gobernante emu-
la la personalidad del mandatario; y los siempre
ancestros laterales (F8A y F8C), la esencia de
209
L os I nvestigadores de la C ul tu ra M aya 19 • T omo I
dos personajes que le reciben en la imaginería rra. Los miembros de un linaje podían heredar
maya y que diversos estudiosos han identifica- el Waay de sus padres o antepasados, como lo
do como sus hijos (familiares al fin y al cabo). hacen los lacandones en la actualidad. Las in-
vestigadoras relacionan esta información con
nuestra pieza, subrayando que “probablemente
Antecedentes la iguana con el ojo derecho colgante (F12), co-
rresponda al Waay del personaje real dentro de
La primera mención de la tapa la encontramos sus fauces”(F4) (Freidel, Schele y Parker, 1993:
como “El waay del monarca” dentro de la obra 191-92; en Boucher, Palomo y Campaña, 2004:
“Dramatis Personae de la ofrenda funeraria en 387).
la estructura IX de Becán, Campeche” escrita por “La imagen dentro de las fauces podría
Syliviane Boucher, Yoli Palomo y Luz Evelia Cam- referirse tanto a un retrato como a la manifesta-
paña Valenzuela, en la mesa redonda de Palen- ción de una deidad (F4). Apoyando lo primero,
que: “Culto funerario en la sociedad maya”. ya se ha planteado la posibilidad de tener una
En su estudio, dichas autoras refieren que efigie real modelada en una vasija del mismo
la tapa corresponde al tipo: otro grupo Calde- periodo, procedente de la tumba 1 de la estruc-
ro Modelado y la fuente al tipo Ante Policromo. tura III de Calakmul” (Boucher y Palomo, 1998:
Identifican al saurio representado en la primera 158; en Boucher, Palomo y Campaña, 2004: 386).
como: Iguana iguana, en específico la denomi- Describen la cabeza del hombre (F4)
nada “real”, que es la de mayores dimensiones como: “posiblemente decapitado, mandíbula
dentro de su especie alcanzando más de 1.50 descarnada, ojo izquierdo colgante del nervio
m. de largo. Es terrestre pero también pue- óptico sangrante, imágenes de una muerte vio-
de bucear y nadar (Enciclopedia Yucatán en el lenta, quizás derivada de una batalla o de una
tiempo, 1998: 364; en Boucher, Palomo y Cam- derrota en un juego de pelota” (Boucher, Palo-
paña, 2004: 386). mo y Campaña, 2004: 387). Recuerdan que este
El color gris con que se relleno el fondo su último caso se llevaba a cabo como un sacrificio
cuerpo, probablemente fuera un verde fugitivo. público con cautivos de guerra mediante el jue-
La mascara antropomorfa con tres hachuelas go de pelota. La sangre que escurría de la ca-
es la versión icónica del Ajaw o señor (Baudez, beza del vencido decapitado proveía el líquido
2000: 196; en Boucher; Palomo y Campaña, vital para sostener al Sol en su batalla contra las
2004: 386). fuerzas de la noche; hacía germinar de nuevo
Retoman de Freidel, Schele y Parker que las plantas y aseguraba el sustento del pueblo.
los mayas conciben el mundo humano y el na- Así se explicaba el movimiento cíclico de la vida
tural como una unidad. Creen, que el hombre (Stevenson, 2001: 67; en Boucher, Palomo y
tiene una coesencia o contraparte animal de- Campaña, 2004: 389), pues la sangre roja signi-
nominada Waay ,que comparte su destino y ex- fica la vida y el hálito divino, es la sustancia del
periencia. Y que la idea puede aparecer repre- alma que conduce a los dioses y ancestros y los
sentada arqueológicamente en combinaciones resucita después de la muerte (Taube, 2001 a:
de cuerpos humano y animal; pues en tiempo 271, 272; en Boucher, Palomo y Campaña, 2004:
prehispánico se transformaban a estas común- 389).
mente, por ejemplo: siempre para ir a la gue- Interpretan que los incisivos de la igua-
na (F12) recortados como el signo ik’ o viento
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con una mandíbula descarnada y un ojo des- en ellas probablemente aluden a una metáfora
orbitado” (Boucher, Palomo y Campaña, 2004: del pensamiento mesoamericano, que equipa-
389). ra ciertos frutos con cabezas decapitadas o con
El segundo trabajo que ofrece una inter- los corazones de las víctimas de sacrificio”.
pretación de la alegoría representada en la ta- Opina Chinchilla que el ejemplo más cer-
padera de este conjunto, es el de Oswaldo Chin- cano a la tapadera de Becán es otra escultura
chilla Mazariegos, al que nombró: de estilo Cotzumalguapa ubicada actualmente
en el Museo Nacional de Arqueología y Etnolo-
“El jaguar iguana” gía de Guatemala. Y reitera: “cualquier duda de
que se trata del mismo ser mitológico, se des-
Chinchilla encuentra: “notables semejanzas peja al observar la cabeza humana que pende
con los monumentos 54 y 69 de El Baúl, en Co- de las fauces de la bestia, todavía con las ore-
tzumalguapa, Guatemala”. Por lo que considera jeras puestas”. Asevera al respecto de todos los
“probable que Becán y Cotzumalguapa com- ejemplos: “los torsos y cabezas, parecen ser el
partieran nociones derivadas de un sustrato alimento predilecto de este monstruo, que ade-
común, seguramente de gran antigüedad en el más acostumbraba hacerlos colgar en posición
área maya”. invertida” e incluso es posible que al monumen-
Y especifica: “la mitología mesoamerica- to 54 carezca de ellos, gracias a la pobre conser-
na está poblada de innumerables seres sobre- vación de la talla.
naturales, muchos de ellos poco conocidos. Quiero personalmente comentar, que a
Uno de estos es el jaguar iguana representado pesar del parecido, no se trata del mismo caso,
en esta pieza”. pues como bien señala el autor, en estos ejem-
E interpreta que en esta tapa: “Ejecuta una ver- plos de la escultura de Cotzumalguapa, la cabe-
dadera carnicería (F1). Los torsos cercenados za pende invertida; a diferencia de la alegoría
de las tres víctimas (F8), probables personajes plasmada en nuestra tapadera, donde el “rey”
mitológicos, yacen con los brazos extendidos… más bien asoma el rostro emergiendo de las
mientras la sangre brota de su cintura. La víc- fauces del saurio, pues como bien señalan Syl-
tima central está tendida en medio de un flujo viane Boucher (et. Alius, 2004: 385-390) es Waay
de sangre que chorrea de las fauces del jaguar del gobernante – el personal en mi opinión -,
iguana, las cuales sujetan una cabeza. Se trata que aunque las mismas estudiosas interpretan
de un animal notoriamente asociado con el sa- el acto como una decapitación. Pues en reali-
crificio humano”. dad se encuentra fusionado con el cuerpo del
“Los monumentos 54 y 69… Correspon- mandatario en estado de coesencia.
den al Clásico Tardío… combinan cabezas de ja- Concluye que se trata del mismo ser mito-
guar con cuerpos de iguana, dotados con cres- lógico por sus rasgos físicos, y por sus acciones.
tas que recorren su espalda hasta el extremo de Supone que el mito de tal ser se manifestó en
la cola. En el monumento 69 el jaguar-iguana se ambas regiones, con sus propias variantes pero
dispone a morder una fruta alargada con cara con elementos esenciales en común (Chinchi-
humana; estas frutas son muy comunes en el lla, 2006: 82-85). Añade, que la particular rele-
arte del lugar, donde suelen brotar de grandes vancia que el jaguar iguana adquirió en Cotzu-
enredaderas. Los rostros humanos delineados malguapa (y no en Becán), no puede explicarse
pensando en una difusión del motivo con foco
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en las Tierras Bajas mayas (donde hasta hoy saurio de visión de cuyas fauces emerge una
solo existe ese ejemplo) direccionado a Cotzu- cabeza antropomorfa. Y concluyen “es probable
malguapa, pues en general el estilo artístico de que la escena pintada en nuestra tapadera con-
este lugar, no manifiesta en modo alguno una memore el mismo ritual, uno o dos siglos des-
influencia directa de las mismas. Sin embargo, pués, y con posibles variantes en cuanto al ca-
estos jaguares iguana corresponden al Clásico rácter sagrado de los protagonistas” (Boucher;
tardío (Chinchilla, 2006: 84-85) y nuestra tapa- Palomo y Campaña, 2004: 390).
dera al Clásico temprano. Los últimos comentarios sobre esta ale-
Otra mención fue hecha por Virginia M. Fields y goría fueron hechos por Karl Taube y Stephen
Dorie Reents-Budet en su inventario de bienes Houston como“Lidded bowl with the iguana-
correspondientes a los periodos Preclásico Tar- jaguar eviscerating humans”; dentro del catálogo
dío y Clásico Temprano: “Fiery Pool: The Maya and the Mythic Sea”.
Para Taube y Stephen Houston la iguana
Pieza 57 del catálogo: “Los mayas. representada en esta tapadera (F1) se encuen-
tra nadando en agua, de la misma manera que
Señores de la creación. lo hace un jaguar en otra tapadera del Clási-
Los orígenes de la realeza sagrada”. co Temprano (perteneciente a una colección
privada fotografiada por Kerr, con número de
En el, las autoras comentan: “es posible que los registro: K6001 y registrada en dibujo por el
tocados de los tres ancestros hagan referencia a mismo Taube); o de otro modo, como aparece
creencias sacrificiales” (F8), de la misma mane- el felino sobre un cartucho de agua en un vaso
ra que los representadas en la estela Hauberg y tipo códice de la misma temporalidad.
que ambas imágenes recogen el papel del rey Respecto a este punto, me parece muy
como árbol del mundo (Fields y Reents, 2005 a: probable que la iguana estuviere nadando,
157). aunque no solo a través de agua, sino en sangre
Notan también que la mascara antropo- mezclada con este elemento; pues la diferencia
morfa que pende del cinturón de la coexisten- básica entre esas representaciones y la de esta
cia, la versión icónica del Ajaw o señor (F3) (Bau- tapadera, es que los jaguares citados por Tau-
dez, 2000: 196; en Boucher, Palomo y Campaña, be están por completo vivos y sanos, lo que se
2004: 386); está representando la cabeza del puede observar en sus ojos; mientras nuestro
dios del maíz. gobernante fundido con sus coesencias, se en-
Aunque ya desde el 2002, Reents-Bu- cuentra muriendo.
det bajo comunicación personal, comentó a Señalan: las muñequeras y ajorcas de
Boucher que la estela Hauberg posee elemen- la entidad sauriana llevan los símbolos ak’bal
tos reminiscentes del tema recreado en esta (F16). Mismos que yo propongo y no contra-
tapadera. Monumento que registra una expe- dictoriamente: provienen de una herramienta/
riencia de visión de un soberano durante el pe- arma que lleva en muchas representaciones el
riodo Protoclásico (cf. Schele y Miller, 1986: 191, dios del maíz (F17). Lo cuál hace probable que
lámina 66b). En ambos casos se presentan tres el signo tenga origen el la deidad.
víctimas de sacrificio con tocados individuales, Sugieren que la iguana es el mítico It-
cortadas por la cintura, de donde surgen volu- zam Kab Ayin del diluvio (pues Itzam significa
tas de sangre que caen en el inframundo, y un iguana en maya colonial); y que los tres cuerpos
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L os I nvestigadores de la C ul tu ra M aya 19 • T omo I
humanos fueron masticados por la mitad (F8), cuentran en la naturaleza de los dos animales
en medio de un combate con la criatura, donde que integran esta coesencia (iguana y jaguar).
el saurio resultó venturoso. Aunque los autores Ambos posen marcas mas o menos anulares y
mismo reconocen que en el mito el vencido es crecientes en estas extremidades, que llevan las
el reptil (quien además es en realidad un lagar- puntas usualmente negras. Es esta coincidencia
to). Además de lo anterior no hay armas repre- natural, un punto que facilita la unión plástica y
sentadas en la alegoría, mismas que aparece- seguramente simbólica entre ambos seres.
rían si se tratara de una batalla.
Proponen que la especie de la iguana po- Los ojos
dría ser Centenosaur similis, por ser la que más
prevalece en Centroamérica (Taube y Houston, La iguana a simple vista, pareciera un ser mi-
2010: 250-253). núsculo comparado con el jaguar o la serpiente;
Los aportes de este último trabajo, por la que sus- quienes debido a su gran ferocidad son común-
cribe: mente los wayo’ob de la élite maya. Sin embar-
Análisis apoyado en el registro completo en dibu- go, es este reptil el que posee una de las capaci-
jo por la autora. dades más codiciadas por los altos mandatarios
Descripción e interpretación general de la alego- y sacerdotes: la cualidad natural de ver más allá
ría: de lo evidente de manera natural, al poseer un
tercer ojo fotosensible (F10), con apariencia de
Corresponde a un conjunto de fuente-tapa escama negra sobre la frente (que los mayas co-
policromo, en colores: negro, verde, amarillo y nocían sin lugar a dudas).
rojo; donde este último, representa sangre en la La realeza maya, exacerbadamente reli-
mayor parte de sus elementos (F1 y F2). giosa, dedicaba gran parte de su tiempo a con-
seguir los trances extáticos que le permitieran
El cuerpo entrar en contacto con dioses y ancestros, quie-
nes les comunicaban el futuro y les ayudaban
En la tapa, se moldeó el cuerpo de un reptil, con a mantener a salvo y de la mejor manera a la
las fauces abiertas de donde emerge un rostro población por medio de visiones. De tal manera
humano. La cabeza del saurio, funciona como que el ser una itzam (el ser una iguana), propor-
agarradera (F1 y F2). ciona estos trances de manera natural, es decir:
La silueta de su cuerpo fue delineada y di- otras maneras de percibir la realidad, como par-
vidida con color negro (F1). Se agregaron a las te intrínseca del saurio.
partes que tienen contacto con el piso (es decir Quiero de hecho proponer que el espe-
a la silueta ventral), dos franjas: una roja al exte- jo de obsidiana o hematita que portan Kawiil
rior y una amarilla al interior. La primera indica (Fields y Reents , 2005: 172) y Ah Bolon Dz’acab
que todo el cuerpo esta desangrándose; mien- en la frente, tiene origen en el tercer ojo de la
tras que la de color amarillo puede hacer refe- iguana; pues este último pareciera una escama
rencia a algunas de las escamas que el animal negra, que permite el empalme de sus formas,
posee de manera natural en todo su cuerpo. cualidades y significados. A pesar de que estos
Divisiones por argollas (o con aparien- dioses le ostentan, la deidad que lo porta de
cia de estas) de color negro en la cola, se en- manera más antigua parece ser la deidad del
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maíz; quien de hecho aparece con él sobre la noble, concepto que no es para extrañarse, si
frente en la faja de nuestro reptil (F3). Este ojo se toma en cuenta que el dios aparece siendo
simboliza entonces un medio para la comuni- coesencia de la realeza (F3, F4, F9, F13 y F14).
cación con otras entidades y con otros lugares De tal manera que los granos, semillas y plantas
del cosmos, pues permite ver la realidad de una viene a ser lágrimas de él mismo dios E.
manera distinta a la de los ojos comunes. Es por Además el verde de la cabeza (igual al del
ello que dichas deidades fuman a través de el. cuerpo de los ancestros) de la deidad, sujeta a
Puede entonces representar un problema que la parte trasera del ex de la coesencial (F3), pue-
se tome estos ojos-espejo pintados en los cuer- de significar más allá que el ser de jade, que la
pos de algunas deidades como diagnostico de deidad, vuelve a morir y resucitar con el man-
una en particular, pues parecen presentarse en datario (F8B), recreando de nuevo su mito de
todos los que llevan piel de reptil, aunque tam- resurrección. Razón que hace suponer que los
bién en el dios del maíz. Probablemente porque dos ancestros del gobernante que le reciben
las escamas de los reptiles, en close-up tienen la en la otra vida (F8A y F8B), están emulando la
misma apariencia que los granos de maíz. Ca- posición de los hijos del dios del maíz, que le
racterística que sin duda fue muy apreciada por esperan siempre en las escenas de resurrección;
mayas, grandes observadores y admiradores de y por eso son siempre dos los antepasados que
la naturaleza, de donde parte toda su cosmovi- reciben a los mandatarios y no otro número.
sión. Pues finalmente la importancia de los linajes y
En cada tramo de cuerpo que separan las de la consanguinidad en general no desaparece
mencionadas franjas, el artífice, en efecto domi- con la muerte física de sus integrantes.
no (exaltando la importancia del ojo) pinto ojos La asociación de los ojos con la deidad
amarillos, rojos y negros , producto del la des- del maíz se puede apreciar claramente en el
composición y el desangre del organismo (F1). plato que le alegoriza sentado sosteniendo un
De una manera similar a los glóbulos oculares glóbulo ocular entre las manos (F7). Se halla
que brotan del desangre de los ancestros; o de enmarcado por una banda en movimiento del
las cabezas del dios del maíz (en el cinturón) y color de su piel. Donde circulan ojos que lloran
gobernante (dentro de las fauces). Solo que en semillas empujadas por su sangre-lluvia. Reafir-
este caso miran de frente, ocupando el lugar mando este concepto se puede observar tam-
de las escamas modificadas que posee natural- bién, que su mismo cuerpo (que finalmente es
mente el reptil. también el cuerpo de la mazorca) está plagado
He encontrado que los glóbulos oculares de ojos amarillos (que a su vez son los granos
aparecen fuertemente asociados a la deidad del del elote), que lloran semillas del cereal crean-
maíz (F3), a raíz de que su cabeza era conside- do una auto-reproductiva continuidad. De tal
rada una mazorca llena de granos (F7); quien a manera que el cuerpo de la coesencia en la
su vez encarnaba en los gobernantes (F3). Es tapadera, representa esta misma abstracción
por esta razón que los granos en diversas repre- (donde los ojos en el reptil ocupan el lugar de
sentaciones aparecen iconográficamente como las escamas modificadas); aunque en este caso
lágrimas lloradas por los ojos que brotan de la los ojos se ilustraron con diferentes colores,
sangre de los ancestros, es decir de la sangre de aludiendo a las semillas de los diferentes tipos
la nobleza. De hecho en muchas ilustraciones de maíz. Por tanto: los que están en rojo corres-
se observa a las plantas formarse de la sangre ponden al sangrado del cuerpo y llorarían los
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granos del maíz rojizo; los que están en amari- lor, que dan idea de movimiento (como en este
llo, representan a los ojos del dios E (pues de la caso), constituyen la base del futurismo plástico
misma manera los lleva sobre el cuerpo en di- europeo que apenas fue fundado a inicios del
versas representaciones como una metáfora del siglo pasado por Filppo Tomasso Marinetti.
grano más común) y expulsarían las semillas del La observación conciente de este esque-
mismo color; finalmente los que están en negro ma nos permite ver un diseño e ideas escondi-
corresponden a la putrefacción del cuerpo hu- das en la saturación de los motivos, que tienen
mano por medio de ampulas amoratadas, que que ver con los números y formas primigenias
expulsan en su llanto el grano del maíz morado de la cosmovisión maya. Por ejemplo: el tercer
y/o al hongo de huitlacoche que se forma en ojo de la iguana y los dos pares de ojos en sus
éste, y que debió ser considerado producto del hombros alegorizan la idea del quincunce; de
mismo proceso al pensarse que el ser humano la misma manera funcionan, los ojos evidentes
fue formado con este ingrediente. del rostro de la iguana y los del gobernante,
Las marcas del jaguar manchado, son con ojo parietal del dignatario al centro (F6).
también parecidas físicamente a ojos amarillos Por otro lado, el resto de los ojos del cuerpo del
del cuerpo del dios del maíz (cuando son hue- saurio forman un círculo lumbar- ventral, (re-
cas al centro). Está es otra razón natural debió creando a la isla o tierra primigenia: Paxil) que
contribuir a que el felino fuera fuertemente enmarca al dios del maíz (F3). Debajo de este
asociado a la planta, hasta el grado de haber círculo queda el concepto del tres, (de los tres
sido formado con el cereal igual de la misma niveles verticales del cosmos maya), de donde
manera que el hombre. Por consiguiente, la piel deriva la idea del trifolio. Finalmente en el lado
que forra la silueta del reptil, en cuanto los óva- izquierdo, se observa una secuencia vertical de
los de este color se empalmaría también con las ocho ojos comunes que sumados al de la cola
características de la piel del felino. (símbolo del tercer ojo, aunque dual, F11) da un
Especialmente los ojos del cuerpo de la total de nueve, en referencia a los nueve cielos.
coesencia en esta tapadera, tienen una distri- Este ritmo plástico indica también el concepto
bución especial 100% planeada (F6). El diagra- del tiempo maya, es decir, un mundo cíclico
ma se hace visible al alinear y enderezar los óva- que en algún momento se ve sacudido por un
los de los ojos. Este sencillo ejemplo nos da una hecho extraordinario (que los posmodernistas
idea de la gran cantidad de bocetos que debie- llamarían ruido); aunque pasado este, se repita
ron hacerse antes de la obra final. Constituye una secuencia similar creando una concepción
de esta manera una evidencia de la alta escuela de la historia en espiral. Estos casos son solo
especializada en artes plásticas que debieron una pequeña muestra de lo compleja que era
tener. Pues se trata de una técnica manejada ya la plástica maya en el Clásico temprano.
con toda conciencia, es decir: empleando deli- Solo resta comentar que los ojos del
beradamente recursos plásticos. Manejo que se cuerpo de la coexistencia, no son los únicos re-
adquiere solamente por medio de un largo pe- presentados en esta ilustración. Se encuentran
riodo de experimentación, que va dando origen además los que provienen de la sangre del torso
a decisiones plásticas premeditadas que en el de los ancestros (F8), mismos que lloran desde
pensamiento occidental conocemos por otros estas nubes los descritos granos y semillas em-
nombres. Por ejemplo: el empleo secuencial de pujados por la lluvia del líquido proveniente de
figuras iguales o similares, con cambios de co- la descomposición de sus nobles cuerpos. Esta
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los del cajete separados por 5 (simbolizando el exhiben en el catálogo con el número 50 (Fields
quincunce, es decir los 5 puntos que marcan los y Reents a, 2005: 149). En esta representación
planos horizontales del cosmos maya). como en muchas otras, se puede ver los granos
El significado que adquirió el motivo del del cereal formándose a la puerta de las fosas
tercer ojo como entrada y salida es también nasales, como resultado de la exhalación de su
apreciable como marcador de los oídos den- propia esencia, que es manifestada físicamente
tro de las orejeras de los personajes (F8) y en el a través de los líquidos propios del desagüe de
oído del venado (tocado del gobernante, F8B). un cuerpo ya sin alma.
Del mismo modo marca el origen de la planta Un ejemplo más de que la cabeza del dios del
que brota de la cabeza de este animal, señalán- maíz (y por ende la del gobernante cuando se
dole tal vez como planta de acceso al inframun- funde con la deidad), es sinónimo de la mazorca
do. Así pues en algún momento se tomaron de (F14), se encuentra incisa en una orejera publi-
manera general para marcar los accesos a los cada en el mismo catálogo, con el número 23
diferentes puntos del cosmos, por ejemplo y de (Fields y Reents, 2005: 119). Es por eso que las
manera muy importante para marcar las entra- cabezas de los ancestros, ocupan los lugares
das a las cuevas. laterales donde estarían las mazorcas, cuando
La abstracción metafórica de los tres ojos la caña del cereal funciona como axis mundi en
que posee una iguana se transformó en una las estelas (por ejemplo en la de la Cruz Foliada
capacidad que absorbían algunas deidades y de Palenque; que aunque se han interpretado
hombres relacionados con ella. Dicho complejo como cabezas del dios, propongo se trata de
se puede observar de manera individual sobre ancestros ataviados como la deidad).
el cuerpo de la agarradera del conjunto etique- Por añadidura, en casi toda representa-
tado como pieza 69 en el catálogo de Fields y ción, los granos, aparecen fuertemente asocia-
Reents 2005: 174 (F10B y F10C); y sobre el guaje dos a los gobernantes. Claramente se manifies-
del que renace el dios del maíz en los murales ta en sus mascaras, por medio de pequeñitas
de San Bartolo; representaciones que aunque cuentas o teselas de jade, del tamaño de un gra-
muestran diferentes acomodos no pierden el no primigenio, el grano verde, como las encon-
mismo significado. tradas en el quincunce de la plaza de Cival (ver
Bauer, 2005: 28,29; en Fields y Reents, 2005).
El dios del maíz como Waay de los Ejemplos de estas mascaras son: la que lleva el
gobernante disfrazado de la deidad, en la estela
gobernantes 33 del Perú (F13), donde incluso tiene forma de
reptil (Coggins, 1994: 59: fig. 5) y lleva las bar-
Otra muestra de que los granos del maíz surgen
billas de elote como el dios en un plato (F5);
y llueve a causa de la descomposición del cuer-
la del mandatario de la estela 14 de dos pilas;
po del dios del maíz se encuentra en una tapa-
y la que lleva la deidad en el cetro con número
dera incisa (con número 139 en el catálogo de
125, en catálogo del cenote de los sacrificios de
Fields y Reents, 2005). En este caso específico,
Chichén Itzá.
se trata de su cabeza y está depositada sobre
Siendo esta la planta básica de alimen-
un plato (F15) que Fields y Reents identifican
tación mesoamericana se podría decir, que la
como canoa, pero que en realidad se trata de un
iguana además de su tercer ojo, tiene gran im-
plato inciso de perfil como el que ellas mismas
portancia simbólica relacionada con el maíz,
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pues las escamas de sus cuerpo se emularon trifolio. Un ejemplo del traslape que hacen los
con los granos de la mazorca; sobre todo, por- mayas de significados, por el medio plástico del
que la variedad de color que ostenta en ellas, es empalme de siluetas, la podemos observar en
un símil de la variedad de colores que ofrecen las siluetas de las tortugas dentro del el plato
los diferentes tipos de maíz. con esta deidad (F7). Donde su cabeza junto
Tal vez esta sea la razón, por la que como narra con sus aletas delanteras, conforman el trifolio
Landa, se consumían cuando se entraba en vigi- del maíz, donde el caparazón es de hecho un
lia, pues no eran consideradas simbólicamente grano rodeado de cuitlacoche que simula los
hechas de carne sino de maíz; quizás como una escudos de esta concha.
reminiscencia de esto, se siguen consumiendo Así pues el gobernante, tiene común-
en los días de Pascua, dentro de la vigilia cató- mente como wayo’ob a la deidad del maíz; a la
lica. iguana y al jaguar, pues todos están relaciona-
En este sentido, la mazorca por su forma dos con el maíz. De ellos el hombre de linaje y/o
ovoidal, permite a sus ojos-granos mirar hacia sacerdote, hereda la capacidad de verlo todo,
todos los puntos de universo, es por esta razón pues al fin y al cabo fue también formado con
que a la deidad del maíz en muchas ocasiones el cereal. Es por esto, que puede observarse en
lleva glóbulos oculares brotando de su cabeza, esta tapadera al dios del maíz como elemento
que es una mazorca (F5). Del mismo modo lo central, con la cabeza llena de ojos, brotando de
hace el jaguar pues esta hecho de su masa; e entre sus cabello; y de la misma manera al go-
incluso es ataviado con la planta surgiéndole de bernante dentro de las fauces del saurio, como
la cabeza, (como caña o mazorca, de la misma epifanía de él mismo.
manera que la lleva el dios) y que para resaltar Inclusive, se ha especulado si la defor-
esta cualidad a veces lleva también el collar y mación craneana, es un intento de configurarla
las muñequeras de glóbulos oculares como en con forma de mazorca o de cabeza de jaguar;
el casos de la tapadera con jaguar pertenecien- sin embargo, a mi me parece que ambos puntos
te a esta ofrenda. Por consiguiente, es sin duda son ciertos pues el felino es también epifanía
este el origen de los tocados cónicos que porta del cereal al estar formado con el. Es decir, par-
la misma deidad, por ejemplo como dios des- tiendo desde el material con que se creo al fe-
cendente en el Postclásico, pues seguramente lino, es evidente que maíz y jaguar no son algo
su función era cubrir la mazorca emergente de por completo separado.
ella. Dicho concepto se ve claramente extendi-
do a otros seres vinculados con el cereal, por Cartuchos de sangre
toda la macroregión que abarca Mesoamérica
(como el tocado cónico sumamente común La suma de los cartuchos vacíos de sangre (F1
entre los huastecos; además emparentados lin- y F2) da un total de 48, número-fracción que se
güísticamente con los mayas). usa desde la época prehispánica para medir las
Por otra parte, la cresta de los animales milpas y que quizá también hace referencia a la
que la poseen alineada con la nariz, da como potente fertilización que tendrán estos espa-
resultado una silueta emergente de la cabeza, cios a causa de la lluvia de sangre que tendrá
de forma parecida a la caña del cereal (caso de lugar cuando el gobernante llegue a los cielos.
la iguana) o a la de su mazorca; que en los casos La medida es conocida como k’aan (CORDEMEX
de los que tienen orejas puede dar la silueta del a, 1980: 375).
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Es muy probable que la idea que expresa Landa venientes de la muerte de los hombres nobles
(Landa, 1986: 123) respecto a que el excremen- en la imaginería maya (F4, F5, F8B y F15).
to de este saurio sirve para curar las nubes en Acerca de los dientes del saurio baña-
los ojos, provenga precisamente de su exclusi- dos en sangre, dicen las autoras de Dramatis
va cualidad de poseer más de dos de estos; que “los incisivos de la iguana recortados en T, que
le dotan obviamente, de una mayor capacidad simbolizan el signo ik’ o viento constituyen una
de visión. Cualidad que se exalta plásticamente alegoría de exhalación de la cabeza, resucitada
en el animal, al añadírsele otros al resto de su gracias al hálito y conjuros”, de la cabeza posi-
cuerpo. blemente decapitada del gobernante. Idea con
El tercer ojo que posen las iguanas (F10), la que personalmente no concuerdo(Boucher,
y que fue ilustrado de una manera distinta a los Palomo y Campaña, 2004: 388); pues me parece
ojos que enmarcan la nariz; tiene la apariencia que más bien representa la última exhalación
de una escama negra, que le hace pasar des- de los todos los seres mencionados fusionados
apercibido. En este sentido propongo se origi- en coesencia; y que la cabeza esta simplemente
no el, el espejo en la frente del dios K. Pues el exaltada ahí, por todas sus valencias simbólicas
ojo parietal, recalca la capacidad de los linajes individuales. Un ejemplo simple de esto, suce-
jaguar de ver hacía todo el cosmos (como ha ex- de cuando colocamos las calaveras de dulce en
plicado Valverde); incluso puede ser esta la ra- las ofrendas de día de muertos para honrar a
zón de la común mezcla de iguanas y jaguares nuestros antepasados, sin que esto signifique
que menciona Chinchilla. En este sentido, to- que fueron decapitados.
dos los espejos de obsidiana o hematita (como
el que se encontró esta ofrenda, que presenta La parte felina de la coesencia
espacios reflectivos a manera de mosaicos-
escamas), son una metáfora de este tercer ojo. Tal vez la alegoría se ha asociado a la decapi-
Instrumentos que proporcionan la capacidad tación a raíz de su parte jaguar. Ya que este fe-
de las visiones en trances extáticos; de ahí la lino por lo general ataca a su victima, con una
necesidad de fumar a través de ellos. mordida en la nuca que le desprende la cabeza
Por otro lado, el artista dejo el maxilar del resto del cuerpo (solo en ocasiones ataca
inferior descarnado, con los dientes, desgasta- con un zarpazo). Suele abandonarla, llevándose
dos al frente, dejando ver su raíz ( es decir: mu- solo el cuerpo, incluso hasta lo alto de los ár-
riendo); mientras los superiores yacen intactos, boles para comer sus partes blandas (Álvarez
como otro mensaje para que el espectador sepa del Toro, 1991: 101-102; en Valverde, 2004: 187).
que la alegoría representa el último momento Mary Shaw, recoge en Guatemala una narración
en que el gobernante se debatió entre la vida maya contemporánea, donde encontraron a la
y la muerte, como una fotografía del momen- fiera dormida junto a un montón de cabezas
to de paso a la otra vida (F4). Entre la nariz y la (Shaw, 1977: 80-82; en Valverde, 2004: 188). Pro-
boca, le colocaron un elemento horizontal con bablemente por ello, dice Carmen Valverde, las
volumen pintado en negro, que parte de oreja cabezas sean un símbolo de poder real en las
a oreja. Tenía un adorno al centro (debajo de la estelas y paneles del período Clásico, y los gue-
nariz), que se desprendió en algún momento y rreros en general sean, simbólicamente jagua-
que debió tratarse del grano que se forma de res cazando, pues llevan el tocado del felino,
los fluidos nasales del dios del maíz o de los pro-
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do aún el color verdoso de la muerte corporal, de los ancestros, están relacionados con glifo-
es el que presenta mayor cantidad de ampulas K’al-sak-hu’un “atadura de banda blanca” (que
putrefactas, pues es así el orden de la descom- equivale a “coronación” y procede del verbo k’al
posición del cuerpo. En este sentido de la de- atar/amarrar (Escalante, 2005: 21). Posiblemen-
recha (a nuestra vista) tiene menor cantidad de te aludiendo a una –nueva- coronación como
manchas, y el de las izquierda se encuentra en ancestro protector del “reino”.
un punto medio. Lo que puede sugerir, pensan- Estas secuencias a la inversa: el más an-
do en secuencia, que el que tiene menos lleva tiguo con menos manchas y más manos en las
más tiempo de muerto, tal vez porque estas le cintas de su yelmo, nos muestran otro aspecto
han reventado y desaparecido paulatinamente. de la dualidad maya. De mas a menos y de me-
Al parecer, el color de la cerámica esta nos a más en sentidos opuestos.
funcionando como blanco, como incoloro. En conjunto, usan un juego de pulseras en
Les brotan dos elementos de las fosas na- cada mano, aunque las del personaje central, se
sales, en el caso de los laterales son largos, ver- componen de cuentas esféricas, mientras que
des y colgantes; aunque en el caso del central los otros dos llevan cuentas rojas alargadas, en-
son ovalados, horizontales y sin pigmento, es marcadas por otras del color cerámico.
decir, del color de la cerámica. Representan los Solo los personajes laterales, portan ore-
fluidos que salen por la nariz al morir y que en jeras completas con forma de garra de jaguar,
el caso del central que dan origen a granos del donde la mitad fue representada de manera na-
cereal como mencione anteriormente (F5, F8B tural y la otra mitad pintada de rojo (F8A y F8C).
y F15). Al tiempo que las del personaje central apenas
Los tres, llevan amarradas por delante del se esta formando, de sus orejeras a diferencias
cuello (pasan por delante de las orejas), las te- de los anteriores, cuelgan aretes a manera de
las que sujetan los tocados y que parecen con- campanillas, de las que pende una esfera.
tinuar verticalmente (aunque divididas en dos Stephen D. Houston y David Stuart (1989;
listones)por el torso para amarrarlo también, en Velásquez, 2006: 39) propusieron que el con-
como pasando las cintas entre las piernas. Estas cepto de way o coesencia se encuentra repre-
a su vez están sujetas al cuello por otra tela ba- sentado en los textos jeroglíficos por medio de
ñada en sangre (a manera de collar) que remata un signo especial que se caracteriza por un ros-
al frente con el mismo nudo que ata el pectoral tro (símbolo ajaw) dividido en dos mitades, una
del jaguar moldeado en una tapa de esta misma de las cuales tiene manchas oscuras (que pro-
ofrenda. pongo es una piel de jaguar manchado, como
Las cintas de los ancestros laterales fue- se ve en estas orejeras). Jeroglífico que según
ron estampadas con manos negras. Lleva tres el Miller y Taube a su vez implica señorío (Miller y
de la derecha; y con dos el de la izquierda; lo Taube, 1993: 102; en Valverde, 2004: 259). Y trai-
que pensando secuencialmente y a sabiendas go estas citas a colación para decir que si bien
de que el central no ha terminado su proceso las orejeras de los ancestros bajo los codos de la
metamórfico, nos hace conjeturar que esta por iguana-jaguar, tienen forma de pata de jaguar, y
formársele una. A raíz de la misma comprensión no de un rostro ajaw, exhiben la misma configu-
solo los moños de los laterales han completado ración. Tal vez los creadores de la escritura maya
su color en rojo. Seguramente las manos estam- escogieron esta piel para indicar: que dentro de
padas en las cintas blancas que atan el tocado las coesencias de un mandatario siempre esta
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te lleva una adhesión de piel ventral de reptil la nariguera del venado, hecha de dos cuen-
sangrante como la que delimita al saurio y está tas tubulares verdes de jadeíta, que rematan
colmada de glóbulos oculares que miran de en una esferas (metáfora del grano con lluvia).
frente, mismos que llorarán para proporcionar En su coesencia de venado, conserva el tercer
el sustento a los hombres, pues este animal es ojo del que brota una planta verde, adornada
coesencia de su portador, es decir, es parte de con tres círculos huecos, que están por formar
él mismo. Lleva el color amarillo en sus escamas ojos. Estas características me permiten afirmar,
como semillas de maíz (igual que la iguana). que los wayo’ob del gobernante y los poderes
El personaje de la derecha (F8C), tiene que adquiere con ellos, no le abandonan ni en
un tocado de pecarí que Campaña (2004: 388) la muerte, sino que los conserva y puede igual-
identifica como danta, seguramente por la pro- mente usarlos al ser invocado; aún después de
nunciada nariz que poseen ambos animales. Sin haber dejado este mundo. Así pues el venado
embargo la del pecarí termina con la forma de muere, al tiempo que brotan de sus chorros de
la abertura de una campanilla a diferencia de la sangre: flores, de la misma manera que sucede
de danta, que termina recta. La lleva sangrante con su coesencia humana noble. El venado fue
igual que los otros elementos sangrantes de los un animal sumamente codiciado por su carne y
otros tocados indicando que ha muerto con su reverenciado por sus astas y huesos con los que
portador al ser su coesencia. Tiene sobre la ca- se hacían punzones para obtener sangrías.
beza, un objeto ovalado horizontal, con un gló- La forma espiritual del mandatario, flota
bulo ocular al frente igual que el dios del maíz sobre una cama de sangre (F1) que escurre del
(F3). Salen de él, dos brotes de planta, pintados deceso de su cuerpo mortal fusionado con sus
en verde; al de la parte posterior, se adhiere una coesencias sagradas y animales. Este charco de
banda en rojo y amarillo, (como la que bordea la fluidos, a los costados se va transformando en
silueta de la iguana) de la que brotan 3 glóbulos epifanías solares de guacamaya; lo que puede
oculares de frente, igual que en el ancestro de indicar que murió de un Tacnás (enfermedad)
la izquierda. Es el pecarí una imagen recurren- traído por ellas, es decir: en medio de fiebres
te del Clásico temprano maya, se encuentra en que se intentaron controlar con la ofrenda de
muchas vasijas, algunas son observables en el estas (que seguramente fue el contenido de la
catálogo Fields y Reents, 2005 a: 129, 253, 160, fuente con guacamayas atadas de esta misma
242: figuras 33, 149, 59, 138 respectivamente ofrenda). La sangre corre debajo y sobre una
(en las dos últimas los animales llevan como angarilla con forma de escalera, donde segu-
orejas el fruto en crecimiento del la deidad del ramente se depositó el cuerpo real como lecho
maíz, quien es en realidad es una deidad de mortuorio. Fue fabricada con dos varas que
las plantas, quizá en esta ocasión haciendo re- se ven a los costados del individuo unidas por
ferencia al ramón del cual se alimentan); en la otras transversales (tal vez simulan cañas de
agarradera de la 48 (montado por Itzamnaaj, maíz, como las que pisa el dios del maíz en el
dicen las autoras); e incluso la pieza 61, es un mural de San Bartolo). La escalera fue también
cráneo de este animal. un símbolo de ascenso y descenso al inframun-
El personaje central (F8B), porta un yelmo do como la Ceiba por ejemplo. Sin duda, simbo-
de venado muerto en proceso de transfigura- liza el medio por el cuál el dignatario desciende
ción, igual que él. Ostenta sus astas de su lengua al inframundo para completar su metamorfosis
colgante, nacen flores. Todo es incoloro; salvo, a la nueva vida; mismo por el que asciende al
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L os I nvestigadores de la C ul tu ra M aya 19 • T omo I
cielo al completar el proceso, independiente- ción, al que podría empalmársele con un tipo
mente de que lo haga sobre su nube de sangre. de purgatorio, como el que llaman los tzotziles
Escurriendo de este mismo charco y detrás de Katibak (Ruz, 1991: 22).
su cabeza tres chorros de sangre, continúan en
delgados hilos para gotear sobre la fuente los Nombres mayas de la iguana
21 cartuchos vacíos de sangre que la adornan.
Respecto a mi propuesta referente a que En el diccionario (CORDEMEX b, 1980: 199) a
pudo ser una enfermedad tratada como un tan- la iguana se le designa: baat =iguanido gran-
cás de guacamaya, podemos decir que en el Ri- de con cresta (CORDEMEX a: 1980: 39); biil huh
tual de los Bacabes se indica una oración para (CORDEMEX a, 1980: 56); huh; huh kay=iguana
curarla que recuerda este charco de sangre y peje sin pies ni manos, peje iguano; hpach’=
comienza rezando así: iguana grande con cresta (CORDEMEX a, 1980:
A ti me dirijo Mo Tancás / a ti Cuyum Kik 240); itsam (CORDEMEX a, 1980: 272), es por
“Sangre-coagulada”…. (El ritual de los Bacabes, esto que posiblemente esta iguana representa-
1987: 301; en de la Garza, 1985: 55). Misma que ra a Itsamná K’awil como way del gobernante;
es la que rodea la imagen del señor muerto. k’an pach (CORDEMEX a, 1980: 378); tankelem
Otras posibilidades de muerte que po- huh (CORDEMEX a, 1980: 773) joven; tolok (COR-
drían estar retratadas aquí, pudieron ser las traí- DEMEX a, 1980: 805) con cresta; t’ol huh iguana
das por cuatro de los señores del inframundo. que tiene en el lomo una línea de espinas muy
Pues como lo narra el Popol Vuh. Xiquiripat (an- prominentes (CORDEMEX a, 1980: 840); (ah) t’ol
garilla voladora, según Ximénez –como la que (CORDEMEX a, 1980: 840) macho; y de manera
vemos debajo del gobernante) y Cuchumaquic muy interesante también significa columna,
(sangre reunida) eran los causantes de las he- que lo coloca de nuevo como otro ser que pue-
morragias, como las que vemos brotando de de ocupar uno de los bastiones de quincunce,
toda la coesencia) o bien por Xic (gavilán) y Pa- como en este caso.
tán (mecapal) los causantes de vómitos de san- Solo resta decir que la iguana, tiene ca-
gre en los caminos (Popol Vuh, 1947: 123-124). racterísticas físicas tan significativas que fue
La escena podría significar también (si se relacionada con It’zamná (como su nombre lo
compara con la representación que mencione indica), dios principal de los mayas yucatecos
anteriormente del monumento I de Chalcatzin- durante el Clásico quien también porta el tercer
go) su descenso a una cueva acuosa, inundada ojo en las portadas zoomorfas de los edificios.
con su sangre, del que resurgirá terminada su Otras características físicas de las iguanas.
transformación en wayo’ob para flotar en todos Físicamente el hombre adquiría los atri-
los espacios del cosmos maya y coexistir con butos que poseía su coexistencia animal, así
su descendencia. De hecho cuando se narra el que procederé a mencionar las que hayan ca-
descenso de Hun-Hunahpu y Vucub-Hunahpu a racterizado esta parte del dignatario. Tiene un
Xibalbá, se dice que antes de llegar a este lugar tercer ojo (Ojo parietal), consistente en fotosen-
se encuentra una encrucijada de cuatro cami- sibilidad. Es venenosa (aunque su veneno no es
nos donde el negro conduce a este destino (Po- suficiente para un hombre). La Iguana iguana
pol Vuh, 1947: 129-130); sin embargo, no se dice verde o teyú es un lagarto de sangre fría, ovípa-
a donde conducen los demás, tal vez uno de los ro, herbívoro y ágil escalador arbóreo y saltador,
otros tres conducía a este lugar de transforma-
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L os I nvestigadores de la C ul tu ra M aya 19 • T omo I
puede caer en un colchón orgánico, de hasta 10 296)… Es posible que Kanhel fuese representa-
m sin lastimarse, llega a medir hasta 2 metros de do como un ente alado a la vez que serpenti-
longitud de cabeza a cola y a pesar más de 15 no…. Los kanhele [s] ik’ se traducen como “los
kg. Tiene cresta de escamas dorsales (con una ángeles del aire” (Roys, 1933: 67; en Coggins,
orla), muy afiladas en la sección de la cola, es 1988: 133)– concepto que no distan mucho de
muy vistosa en los machos, pues es más grande la representaciones de los ancestros en esta ta-
y protuberante, misma que suelen utilizar como padera, pues si bien no son alados, flotan sobre
látigo como defensa. Puede emitir resoplidos al nubes de sangre serpentina que sustituye sus
poser un bolsa gular en la garganta. Tienen una piernas.
barbilla similar a una papada que en el macho Asimismo dice Coggins: “K’ik es la palabra
es más grande. El macho escupe un líquido si- principal palabra para sangre” (Coggins, 1988:
milar a la saliva con el que marca su territorio; 135). Compuesto que no es de extrañarse pues
tiende a cambiar a un color anaranjado durante la muerte misma trae siempre consigo el desan-
la época de apareamiento y aunque esta carac- gre, o más bien dicho el deslíquide del cuerpo,
terística no es exclusiva de los machos, es siem- junto con la última exhalación. Representación
pre más brillante y fuerte en ellos (mismo color gráfica que podemos ver en los dientes la igua-
que lleva el cuerpo del dios del maíz en el plato, na limados en forma de T (símbolo de ik) y ba-
F7). Pueden zambullirse en el agua hasta por 15 ñados en sangre; indicando la salida espiritual
minutos es decir bucear. del cuerpo coexistente, arrojada al inframundo
a través de la última exhalación, para segura-
Recapitulación mente después de unos días (lo que duran los
funerales) llegar al cielo. Puede este concepto
En resumen: la tapadera ilustra el proceso de explicar así la función de los cuartos con ven-
la muerte física de un gobernante recibido en tanas con forma de T (entradas para los ances-
el otro mundo por dos de sus ancestros. Ellos tros), como áreas de invocación de los antepa-
son la contraparte familiar en más allá que le sados de sangre real (poderoso fertilizante) que
ayudan a completar el proceso. Los dos ante- son traídos por el viento. De la misma manera
pasados van desangrándose continuamente estarían funcionando los psicóductos que se
por los cielos para fertilizar la tierra como nu- han encontrado en las tumbas reales, es decir,
bes de sangre y fluidos; aunque ahora le ayudan permitir la salida del espíritu del ancestro traí-
(fundido con sus coesencias donde domina la da por un viento. De hecho ik, también signi-
forma de iguana) a descender buceado a una fica alma (CORDEMEX a, 1980: 266). Las formas
cueva inundada sosteniéndolo por los codos. alargadas o tubulares funcionan en todo caso
En dicha cueva, ubicada en el inframundo com- como conductores de cualquier elemento has-
pletara su metamorfosis que le hará como ellos ta nuestros días; casualmente, es esta la forma
y tomara las mismas funciones básicas aunque general de los reptiles. Quizá por esta caracte-
seguramente tendrá particulares, pues al pasar rística se eligieron para representar la venida de
al otro mundo se conserva la unipersonalidad. ancestros y dioses.
En el Diccionario Maya CORDEMEX, se La cabeza dentro de las fauces de la igua-
encuentra registrado que Kanhel o ángel son na es muy parecida a las que salen a través de
palabras casi homófonas (CORDEMEX a, 1980: las fauces de las barras ceremoniales. Puede ser
que el alma de un gobernante residiera (simbó-
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L os I nvestigadores de la C ul tu ra M aya 19 • T omo I
licamente) después como ancestro dentro de Agradecimientos a mi amigo Hector Lobato quien me ayudo
ellas. En este sentido, las barras ceremoniales en la corrección de estilo.
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L os I nvestigadores de la C ul tu ra M aya 19 • T omo I
Lámina 1. PONENCIA
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L os I nvestigadores de la C ul tu ra M aya 19 • T omo I
Lámina 2. PONENCIA
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L os I nvestigadores de la C ul tu ra M aya 19 • T omo I
Lámina 3. PONENCIA
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Producción de Herramientas
Líticas en el Drenaje del
Río Champotón, Campeche, México
Jerald Ek
Josalyn Ferguson
Capítulo XIII
L os I nvestigadores de la C ul tu ra M aya 19 • T omo I
Producción de Herramientas
Líticas en el Drenaje del
Río Champotón, Campeche, México
Jerald Ek
Facultad de Antropología
Josalyn Ferguson
Universidad SUNY Albany
Resumen
E
sta ponencia examina los patrones en-
contrados en la producción, distribu-
ción, y consumo de herramientas líticas
en varios sitios arqueológicos localiza-
dos en el municipio de Champotón, Campeche.
Los resultados de la investigación reflejan exigua
evidencia de producción local de herramientas
de pedernal en el drenaje del río Champotón. El
análisis del desecho lítico reveló datos sobre las
últimas etapas de reducción y reciclaje, con esca-
sos datos que nos remitan a las primeras fases de
la producción. Además, las herramientas líticas
de diversos sitios presentan evidencia de recicla-
je extensivo, reflejando así escasez de materias
primas de este material en la región. Los resulta-
dos de este análisis sugieren que las mercancías
líticas formaron parte del sistema económico
de Champotón únicamente como productos ya
terminados, y los cuales se obtenían a través del
comercio interregional. Esta información es con-
sistente con observaciones en otra parte del dre-
naje del río Champotón demostrando la impor-
tancia de las redes de intercambio interregional
en los sistemas económicos regionales durante
los períodos Clásico y Posclásico
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L os I nvestigadores de la C ul tu ra M aya 19 • T omo I
abandonados hacia el período Clásico Terminal, proceso de selección bipartito. Las zonas del es-
con la migración de poblaciones a los sitios lo- tablecimiento se dividieron en “macro-grupos”,
calizados cerca de la costa. La investigación en o grupos espaciales grandes de arquitectura
curso por el CRSS fue diseñada para probar este residencial que variaban entre unidades habi-
modelo demográfico preliminar. tacionales y ciudades. Los macro-grupos fue-
La fase del recorrido de asentamiento del ron seleccionados aleatoriamente para estudiar
proyecto consistió en el levantamiento intensi- cada una de las siete zonas del recorrido. Den-
vo dentro de una muestra de sitios selecciona- tro de cada macro-grupo, una muestra estratifi-
dos de los datos regionales mencionada ante- cada escogida al azar basada en el volumen ar-
riormente. El recorrido del asentamiento y los quitectónico fue dibujada para seleccionar los
pozos de sondeo únicamente se realizaron en edificios individuales para la prueba. Las exca-
el interior del drenaje del Río Champotón y su vaciones consistieron en unidades de 1x2 m es-
margen costero adyacente (Figura 2). Los sitios tablecidas en áreas adyacentes de montículos,
seleccionados para el recorrido extensivo fue- con el fin de encontrar depósitos de basura. Es-
ron Chakanputun/Champotón, Niop, Rancho tas excavaciones proporcionaron muestras de
Potrero Grande, Kaymuch, El Zapote, Ulumal, desecho residencial que fueron cruciales para
y San Dimas. Debido a que la cobertura com- reconstruir cronologías ocupacionales exactas
pleta de la Cuenca del Río Champotón estaba y entender la organización de la producción y
más allá del alcance de esta tesis doctoral, esta distribución local, el grado de integración de las
muestra de siete bloques de sondeo fue selec- unidades domésticas y las comunidades dentro
cionada para proporcionar una representación de las redes interregionales de intercambio, y
del rango de variabilidad ocupacional (urbano/ los patrones cambiantes de la afiliación política
rural), ambiental (costero/interior/ribereño), y dentro de un contexto regional.
temporal (Clásico Tardío/Clásico Terminal/Pos- El análisis de todos los artefactos recu-
clásico/multi-fase) dentro de la región. La mayor perados fue emprendido después de la ter-
parte de estas zonas recorridas abarcaron áreas minación de cada temporada de campo y du-
de aproximadamente 1 km2, con una cobertura rante las temporadas de laboratorio en 2009 y
total del examen de 7.2 km2. Durante el reco- 2010. El análisis de los materiales cerámicos de
rrido, cualquier concentración de artefactos en las colecciones de superficie y de las unidades
superficie fue levantada utilizando GPS y las co- de excavación fue utilizado para construir una
lecciones superficiales de artefactos recogidas secuencia cronológica regional preliminar. El
en el campo. Un total de 261 colecciones de desarrollo en curso del marco cronológico de
superficie fueron recolectadas durante el reco- Champotón proporcionará continuidad al tra-
rrido, proporcionando información significativa bajo actualmente realizado por el Dr. Donald
en respecto a las cronologías ocupacionales en Forsyth basado en la cerámica de la ciudad mo-
diversas partes de cada sitio. derna de Champotón (Forsyth 2004, 2008; Fors-
El programa de pozos de sondeo consis- yth and Jordan 2003). La secuencia cronológica
tió de unidades ubicadas a las afueras de los preliminar incluye tres fases que abarcan los pe-
montículos con la finalidad de encontrar basu- ríodos Clásico Tardío y Terminal (Figura 3).
reros adjuntos a estructuras residenciales. Los El análisis de los materiales líticos fue
métodos de muestreo para la selección de las realizado por Josalyn Ferguson y Jerald Ek. Este
áreas de excavación estuvieron basados en un análisis incluyó un análisis de los patrones de
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altamente modificada. La construcción de esta a cabo por CRSS han documentado evidencia
plaza incluyó la expansión de la cuesta natural substancial de materiales del Clásico Terminal
de la colina en una pirámide truncada, en la que cerca de los límites noreste de la ciudad mo-
descansaron un conjunto arquitectónico cívico/ derna, incluyendo algunos montículos substan-
ceremonial. La cuesta de la plaza de la cima del cialmente intactos (Ek 2006a, b, 2008, 2009b;
cerro está taraceada, y está conectada con la Folan et al. 2002; Folan et al. 2004; Forsyth and
plaza más baja a través de una rampa o una Jordan 2003). Un patrón similar se ha documen-
escalera muy grande. Varios grupos residencia- tado en el sitio de Moquel, situado a lo largo de
les de la élite están situados al sur y al oeste de los bancos norteños del Río Champotón. Una
las dos plazas principales. Aunque las excava- gran estructura en la parte central de la ciudad
ciones realizadas en San Dimas fueron menos moderna de Moquel, la cual tiene una crono-
extensivas que las de Ulumal. Los datos de las logía similar a la de Champotón, con ocupacio-
colecciones de superficie y de las excavaciones nes substanciales del Período Formativo y una
sugieren que el desarrollo inicial del centro del ocupación posterior durante el Período Clásico
sitio comenzó en la parte final del Período For- Terminal (Folan et al. 2002; Forsyth and Jordan
mativo Tardío (Champotón 1b), y el período de 2003). Es posible que estas dos áreas hayan sido
florecimiento tuvo lugar durante la parte final focos de poder durante el Período Clásico Ter-
del período Clásico Tardío (Champotón 6). minal, antes de la centralización de las poblacio-
Durante el período Clásico Terminal, Ulu- nes y el poder político en Chakanputun durante
mal cayó en un declive y posterior abandono, el posterior período Posclásico (Ek 2008, 2009a;
mientras que San Dimas se reorientó política- Ek and Rosado Ramírez 2005). Es probable que
mente y económicamente con la región de Che- Champotón haya comenzado su ascenso como
nes al este. A excepción de San Dimas, las partes dominador de la región durante este período.
interiores del área de estudio se despoblaron A las afueras de Champotón y Moquel, el
durante el Período Clásico Terminal (Figura 4). asentamiento es altamente disperso. Las zonas
Las ocupaciones del período Clásico Terminal de asentamiento costero fueron documentadas
de las zonas costeras se ampliaron grandemen- en Niop y Rancho Potrero grande, y ambos lu-
te, con la re-ocupación de muchos montículos gares presentan evidencia de reocupación de
del período Formativo en Niop, Rancho Potrero plataformas del Formativo Temprano durante
grande, Moquel, y Champotón. Sin embargo, el Período Clásico Terminal (Figura 4). Ambas
como en el Período Formativo Tardío, el patrón áreas se caracterizan por la presencia de múlti-
de asentamiento observado en la costa es alta- ples grupos residenciales, comúnmente rodea-
mente disperso. dos por plataformas residenciales más grandes
Dos posibles estructuras de poder a lo y algunos complejos pequeños, posiblemente
largo de la costa durante el Período Clásico Ter- públicos. El patrón de asentamiento tanto en
minal se encuentran cercanas a la ciudad de Niop como en Rancho Potrero grande está alta-
Champotón y en el sitio de Moquel, aunque la mente descentralizado, careciendo de un pre-
destrucción asociada a la construcción histó- cinto central o cualquier centro público monu-
rica y moderna ha complicado el entender la mental.
trayectoria política durante este período. Sin
embargo, las excavaciones realizadas en el Pro-
yecto Champotón y las investigaciones llevadas
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producción alimentaria agrícola. Una cantidad reciclaje extensivo. Este grado de reducción y
mucho menor de herramientas de este tipo fue- reciclaje continuo es consistente con los datos
ron halladas en la costa (Ek 2009b). provenientes de los conjuntos de desperdicio
Los conjuntos de herramientas líticas lítico, que son primordialmente producto de
halladas en la costa incluyen muy pocas herra- actividades de reducción secundario, reciclaje
mientas, con un número modero de bifaciales y reafilamiento. Estos datos reflejan el gran es-
finas, navajas con pedúnculo, navajas prismá- fuerzo puesto en el uso eficiente de materias
ticas, y puntas de proyectil. Mientras que los primas líticas. Esto es probablemente debido
conjuntos de herramientas líticas en los sitios a la dificultad con la que se obtenían materias
costeros son muy pobres, esto podría reflejar primas localmente. Estudios futuros enfocados
simplemente los diversos sistemas de produc- en el análisis de las fuentes de las materias pri-
ción alimentaria practicada en estas áreas. Los mas en el drenaje del Río Champotón son ne-
conjuntos de herramientas de los sitios coste- cesarios. Esta información será de gran ayuda
ros incluyen una alta frecuencia de pesos para para entender la distribución y disponibilidad
redes (Figura 11). Dos tipos de pesos de redes de recursos líticos en el área. Sin embargo, los
son ubicuos en los depósitos de los períodos datos disponibles actualmente indican que las
Clásico Tardío y Terminal. La forma más co- materias primas líticas, particularmente aque-
mún consiste en tiestos cerámicos con mues- llos de alta calidad, no estaban disponibles en
cas que probablemente fueron usadas como la región local. La única excepción a esta regla
pesos en las líneas de pescar. Pesos más gran- es San Dimas.
des y pesados hechos en piedra de molienda,
probablemente fueron usados para hacer que
las redes de pescar se hundieran, y también se Sistemas de distribución de
hallaron comúnmente. Estas diferencias dramá-
ticas existentes entre los conjuntos de herra-
herramientas líticas
mientas de las zonas costeras e interiores son
Debido a que la mayoría de los sitios investiga-
consistentes con la información obtenida en el
dos dentro del drenaje del Río Champotón no
patrón de asentamiento, reflejando estrategias
muestran ninguna evidencia de producción lo-
de subsistencia muy diferentes. Las comunida-
cal de lítica, el objetivo ha de ser la determina-
des interiores como Ulumal y Niop estuvieron
ción de los mecanismos a través de los cuales
enfocadas principalmente en la producción de
estas comunidades adquirieron artefactos líti-
productos agrícolas, mientras que las poblacio-
cos. Las dos respuestas más probables es que se
nes costeras se centraron en la obtención de re-
hayan adquirido a través de redes de intercam-
cursos marinos.
bio regionales o interregionales. Sin embargo,
Finalmente, una diferencia importante
debido a problemas inherentes a las fuentes de
entre las herramientas líticas encontradas en
materias primas líticas, es difícil determinar las
sitios costeros e interiores yace en los patrones
fuentes precisas. A pesar de estas problemáti-
de consumo. Las herramientas costeras exhiben
cas, se pueden obtener importantes conclusio-
a menudo reciclaje, complicando el identificar
nes acerca de la naturaleza de los sistemas de
la forma original de las herramientas. De hecho,
distribución de bienes de pedernal.
la mayoría de las herramientas líticas encon-
Una posible explicación para los patro-
tradas en sitios costeros tienen evidencia de
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L os I nvestigadores de la C ul tu ra M aya 19 • T omo I
nes observados es que San Dimas servía como do en San Dimas, particularmente el color rosa
un foco de producción de herramientas líticas a púrpura moteado que es tan común en el últi-
en la región. En este modelo, las mercancías mo sitio, es relativamente raro en otros sitios de
producidas dentro o cerca de San Dimas se la región. En cambio, había frecuencias mucho
habrían movido a través de redes comerciales más notables de pedernal de grano fino y calce-
intrarregionales a las comunidades ubicadas al donia fuera de San Dimas, particularmente en
oeste, probable a lo largo del Río Champotón. los sitios situados a lo largo de la costa. Estos
Tales sistemas intrarregionales han sido bien datos sugieren que los consumidores dentro
documentados en el norte de Belice, donde el del sistema económico regional de Champotón
sitio de Colhá funcionó como un lugar de pro- no obtenían la mayoría de sus mercancías líticas
ducción de herramientas líticas (Masson 2001; de los productores en San Dimas.
McAnany 1986; Shafer and Hester 1983, 1991). La presencia predominante del pedernal
Sin embargo, los resultados de nuestro análi- de grano fino de alta calidad en los sitios cos-
sis de materias primas no son consistentes con teros plantea preguntas significativas sobre los
este modelo intrarregional de intercambio. Pri- sistemas de distribución de herramientas líticas.
mero, no hay evidencia de que la producción Los conjuntos de herramientas hallados en la
de herramientas líticas se acerque a la escala costa incluyen grandes cantidades de pedernal
documentada en Colhá. Mientras que futuras de alta calidad de color miel, café y gris, a me-
investigaciones en San Dimas podrían revelar nudo con bandas pronunciadas. Estos materia-
evidencia de una producción más intensiva de les muestran una extraordinaria semejanza con
herramientas líticas para intercambio, los datos el pedernal encontrado en la Zona de Obten-
actualmente disponibles son más consistentes ción de Pedernal en Belice (Hester and Shafer
con la producción local para los miembros de la 1991; Masson 2001; McAnany 1986, 1989, 1991;
comunidad. Es más probable que los talleres en Shafer and Hester 1983, 1991). Aunque aún no
San Dimas produjeron herramientas únicamen- podemos concluir que las herramientas líticas
te para su consumo local. fueron importadas de los talleres bien docu-
En segundo lugar, los materiales líticos de mentados en el norte de Belice como Colha, es
San Dimas consistieron predominantemente de posible que estos materiales eran llevados has-
pedernal de grano medio a burdo. El conjunto ta Champotón vía redes comerciales costeras,
lítico de San Dimas es dominado por pedernal quizás incluso vía terrestre o utilizando los ríos
cuyo rango de color cambiaban de un tono de la península del Yucatán. La otra categoría de
blanco a uno púrpura, con frecuencias meno- materia prima lítica de grano fino en Champo-
res de calcedonia y pedernal de grano fino. La tón es calcedonia que variaba de un color claro
presencia predominante de este tipo de mate- a rosa. Un material similar de grano fino pero
rial en San Dimas es probablemente indicativa de un color rojo muy marcado probablemente
de la existencia de una fuente de materia prima sea la misma calcedonia pero después de ha-
cercana al sitio, aunque la ubicación exacta de berla expuesto a un tratamiento térmico. Una
estas fuentes no se conozca actualmente. En vez más es muy difícil determinar la fuente de
cambio, las muestras líticas de otros sitios en la origen de estos materiales, aunque es impor-
región fueron dramáticamente diferentes, pre- tante señalar las similitudes que presentan con
sentando una amplia gama en textura, color, y la materia prima lítica predominante hallada
tipo. El material de grano medio a burdo halla- en Mayapán. Tampoco podemos concluir que
244
L os I nvestigadores de la C ul tu ra M aya 19 • T omo I
estos materiales fueron introducidos al norte líticas, es más probable que las herramientas
de Yucatán a través de la costa, hipótesis que líticas llegaban a manos de los consumidores
se podría examinar más detalladamente en el como herramientas terminadas vía sistemas de
futuro. intercambio a larga distancia.
Aún sin tomar en cuenta la procedencia
de los materiales, los patrones de consumo de
estos pedernales de grano fino y calcedonias Discusión
sugiere que eran altamente valorados por los
grupos locales hallados en el drenaje del Río Nuestro análisis de los conjuntos de desperdi-
Champotón. Las herramientas hechas de pe- cios y herramientas líticas en Champotón nos
dernal de grano fino y calcedonia exhiben la permitió observar varios patrones con signi-
evidencia más extensa de reciclaje. Además, el ficativas implicaciones en respecto a los siste-
desperdicio de este material se restringe casi mas de producción, distribución, y consumo de
enteramente a lascas muy pequeñas producto mercancías líticas en el drenaje de Río Champo-
de la última etapa de reducción, reciclaje y rea- tón. El estudio de los patrones espaciales en la
filamiento. Lascas más grandes de este material distribución de herramientas líticas, desde una
exhiben con frecuencia evidencia de retoque, perspectiva regional, refleja la diversa magni-
reflejando el uso del desperdicio como navajas tud de los sistemas de producción alimentaria
informales. Estos datos demuestran un extremo en las zonas costeras y de tierra adentro. Las he-
grado de preocupación entre los consumidores rramientas asociadas a tareas agrícolas repre-
de conservar estos materiales a lo más posible, sentan los tipos de herramientas predominan-
para un alto nivel evidente de eficacia en los pa- tes en los sitios hallados tierra adentro como
trones de consumo. Ulumal y San Dimas, mientras que herramientas
Los datos presentados anteriormente su- como navajas, cuchillos, y raspadores predomi-
gieren que las herramientas líticas se incorpo- nan en los sitios costeros. La combinación de
raban al sistema económico regional de Cham- estos datos a la alta frecuencia de pesos de re-
potón vía intercambio a larga distancia. El único des y concheros en los sitios costeros, sugiere
sitio que parece haber estado afuera de este una marcada distinción entre las comunidades
sistema de intercambio era San Dimas, pues al agrícolas halladas tierra dentro y los grupos cos-
parecer produjo sus herramientas de manera teros involucrados en la extracción de recursos
local. Sin embargo, San Dimas, claramente, no marinos. Esta distinción costa/tierra adentro
exportaba las materias primas o las herramien- podría ser en parte temporal, pues sitios como
tas acabadas a otros sitios hallados dentro del Ulumal cayeron en el abandono a la vez que las
área de estudio del proyecto. Debido a la relati- zonas costeras presentaban un aumento pobla-
va escasez de herramientas y desperdicio en la cional (Ek 2008, En Prensa; Ek and Cruz Alvarado
mayoría de los sitios en la región, las semejan- 2010; Ek and Rosado Ramírez 2005).
zas entre las materias primas líticas en Cham- Además, los patrones de distribución y
potón con los centros ubicados en la Zona de consumo de las mercancías líticas mencionadas
Obtención de Pedernal en Belice y el norte de anteriormente sugieren que las comunidades
Yucatán, y la extensa evidencia de medidas to- dentro del drenaje del Río Champotón procu-
madas a cabo por parte de los grupos locales en raron mercancías líticas bajo la forma de herra-
lo referente al consumo de materiales primas
245
L os I nvestigadores de la C ul tu ra M aya 19 • T omo I
mientas terminadas empleando redes interre- previas que han examinado los cambios econó-
gionales de intercambio. La única excepción a micos asociados a la descentralización política
este patrón es San Dimas, situado en el extre- que ocurrió a lo largo de las Tierras Bajas Mayas
mo este del área de estudio de este proyecto. al final del Período Clásico Tardío. Estas transfor-
El resto de los sitios investigados en la región maciones económicas incluyendo un cambio
parecen tener acceso muy limitado a la lítica de comercio de bajas cantidades y artículos de
en general y tomaron gran cuidado en la con- alto valor en la esfera de prestigio a un comer-
servación de las materias primas líticas debido cio de grandes cantidades a través de rutas ma-
a su escasez. Estos datos son consistentes con rítimas. Estos procesos eran parte de un patrón
otras fuentes de información que reflejan una Pan-Mesoamericano de incremento comercial,
extensa participación en las redes de comercio intercambio interregional, y una consolidación
marítimo durante el Período Clásico Tardío. La general de conexiones entre partes previamen-
evidencia más notable del papel del comercio te separadas en Mesoamérica (véase Andrews V
interregional proviene de la cerámica. Para el fi- and Sabloff 1986; Berlo and Diehl 1989; Braswell
nal del Período Clásico Tardío, los sitios costeros 2003; Freidel and Sabloff 1984; Masson et al.
en el área de estudio del proyecto eran partici- 2006; Milbrath and Peraza Lope 2003; Sabloff
pes en la esfera cerámica de Canbalam (Ek 2010, and Rathje 1975; Smith and Berdan 2003)
En Prensa; Ek and Cruz Alvarado 2010). Otros
sitios ligados dentro de esta esfera cerámica
incluyen poblaciones costeras ubicadas en la Bibliografía
costa occidental de la península del Yucatán,
incluyendo Dzibilchaltun y Xcambó. El grado Andrews V, E. Wyllys and Jeremy A. Sabloff
regional de esta esfera se centra claramente en 1986 Classic to Postclassic: A Summary Dis-
cussion. En Late Lowland Maya Civilization: Classic
el margen costero, extendiéndose de la Laguna to Postclassic, editado por Jeremy A. Sabloff and E.
de Terminos a Bocas de Dzilam en Yucatán. Esta Wyllys Andrews V, pp. 433-456. University of New
esfera cerámica costera podía representar un Mexico Press, Albuquerque.
indicador de comercio e interacción entre los
Berlo, Janet C. and Richard A. Diehl (editors)
centros comerciales costeros durante el Perío-
1989 Mesoamerica After the Decline of Teoti-
do Clásico Tardío. Además, las cerámicas de pas- huacan. Dumbarton Oaks, Washington DC.
tas finas producidas en el Bajo Usumacinta, las
Planicies de Tabasco, y la Costa de Veracruz son Bishop, Ronald L., M. James. Blackman, Erin L. Sears, William
muy comunes en el conjunto cerámica hallado J. Folan and Donald W. Forsyth
2006 Observaciones Iniciales Sobre el Consu-
en Champotón entre los períodos Clásico Tardío mo de la Ceramica de Champotón. Los Investigado-
y Posclásico Tardío. Estos datos reflejan lazos co- res de la Cultura Maya 14:137-145.
merciales cercanos con las unidades políticas al
sur y al oeste a lo largo de la Costa del Golfo. En Braswell, Geoffrey E.
2003 Postclassic Mesoamerican Obsidian Ex-
resumen, los datos de los conjuntos líticos en
change Spheres. En The Postclassic Mesoamerican
Champotón son consistentes con investigacio- World, editado por Michael E. Smith and Frances F.
nes anteriores indicando el papel fundamental Berdan. University of Utah Press, Salt Lake City.
del intercambio de materias primas líticas a lar-
2004 Lithic Analysis in the Maya Area. En Con-
ga distancia en el sistema económico regional. tinuity and Changes in Maya Archaeology: Perspecti-
Estas conclusiones refuerzan investigaciones ves at the Millenium, editado por Charles W. Golden
246
L os I nvestigadores de la C ul tu ra M aya 19 • T omo I
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247
L os I nvestigadores de la C ul tu ra M aya 19 • T omo I
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Utah Press, Salt Lake City.
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Agradecimientos
Quiero agradecer Lic. Delio Carrillo Pérez, Leticia Barrera, y el Dirección de Difusión Cultural del la Universidad Autónoma de
Campeche para organizar y invitarme a participar en encuentro “Los Investigadores de la Cultura Maya.” También me gustaría
agradecer al Consejo de Arqueología del Instituto Nacional de Antropología e Historia, el Centro INAH Campeche, William Fo-
lan, Lynda Florey Folan, Marilyn Masson, Donald Forsyth, Josalyn Ferguson, Wilberth Cruz Alvarado, José Antonio Hernández
Trujeque, Roberto Rosado Ramírez, Robert Rosenswig, Michael E. Smith, Tomas Arnabar Gunam, Felix Arcoha Gómez, Carlos
Peraza Lope, Elizabeth Graham, el Centro de Investigaciones Históricas y Sociales, Universidad Autónoma de Campeche, el Na-
tional Science Foudnation, el Foundation for the Advancement of Mesoamerican Studies, el IIE Fulbright Program, y el Institute
for Mesoamerican Studies
248
L os I nvestigadores de la C ul tu ra M aya 19 • T omo I
Figura 1. Mapa de Mesoamérica con la ubicación de Champotón en la Costa del Golfo, con
la distribución y jerarquía política de centros prehispánicos en la costa central
de Campeche.
249
L os I nvestigadores de la C ul tu ra M aya 19 • T omo I
Figura 3. Cronologia y complejos cerámicos preliminares para los sitios en la cuenca del
Río Champotón. La tipología final de tipos, variedades, fases, y esferas seguirán
las conclusiones finales del análisis cerámica actualmente en desarrollo por
Donald Forsyth.
250
L os I nvestigadores de la C ul tu ra M aya 19 • T omo I
251
L os I nvestigadores de la C ul tu ra M aya 19 • T omo I
Figura 8. Tipología para el análisis del desecho lítico, incluyendo fases de producción.
252
L os I nvestigadores de la C ul tu ra M aya 19 • T omo I
Figura 10. Frecuencias de herramientas líticas en los sitios pertenecientes de la cuenca del
Río Champotón.
253
L os I nvestigadores de la C ul tu ra M aya 19 • T omo I
Figura 11. Dos tipos de pesas de red encontrados en sitios costeros: tiestos cerámicos con
muescas para hilos de pesca y de piedra más grandes y pesadas utilizadas para
sumergir redes.
254
L os I nvestigadores
de la
Universidad Autónoma
255
de
C a m p ec h e • 2010
C ul tu ra M aya 19 • T omo I
Capítulo XIV
L os I nvestigadores de la C ul tu ra M aya 19 • T omo I
Introducción
D
istante unos 20 km al suroeste de la
actual población de Champotón se
localiza el asentamiento prehispánico
denominado Playa Esmeralda, el cual
está situado geográficamente en la costa cen-
tral de Campeche (Figura 1). El sitio arqueológico
consta de al menos 250 estructuras precolombi-
nas registradas, la mayoría de ellas de cualidades
domésticas, que se distribuyen sobre las peque-
ñas elevaciones naturales del terreno lo cual les
permite contar con un buen drenaje.
Varios de los inmuebles están asociados
tanto por su cercanía a otros montículos como
por su distribución formando un total de 50 gru-
pos arquitectónicos. Lo anterior fue más notorio,
cuando además, se identificaron albarradas que
delimitaban algunos de dichos conjuntos, ya sea
de manera total, o bien parcialmente; inclusive
muchas veces presentaban uno o más accesos.
Cabe indicar que también se registró el núcleo
del sitio así como montículos aislados.
Entre las características del asentamiento
se identificaron bancos de material para cons-
trucción o canteras, así como chultunes para el
almacenamiento de agua. Asimismo, numerosos
metates con sus respectivas manos de muela es-
tuvieron presentes en el área de estudio.
259
L os I nvestigadores de la C ul tu ra M aya 19 • T omo I
Durante las excavaciones de las diversas estruc- las mismas fases cerámicas, sobre todo cuando
turas del sitio Playa Esmeralda se recuperaron se trata del Preclásico Tardío y los inicios del Clá-
un total de 17,746 fragmentos de cerámica. Di- sico Temprano. Por ejemplo, en Playa Esmeralda
chos tiestos fueron analizados mediante el sis- no están presentes los tipos cerámicos del nor-
tema tipo-variedad con el objetivo de obtener te de Yucatán como Xanaba, Shangurro y Perce-
una secuencia cronológica del sitio. Con este bes, entre otros. A pesar de tales discrepancias,
análisis también se logró proponer las posibles muchos de los argumentos que propone Ball
rutas de contacto de dicho asentamiento con (1977b, 1978) son corroborados en el sitio de
otras áreas, tanto cercanas como distantes, a Playa Esmeralda.
través de los diversos periodos de ocupación. Por su parte, Forsyth (2007, 2008) y, For-
Entre los resultados que se obtuvieron syth y Jordan (2003) proponen datos impor-
con el análisis tipo-variedad se puede mencio- tantes para el sitio de Champotón, el cual com-
nar que el sitio arqueológico Playa Esmeralda parte muchas semejanzas con las cerámicas de
presenta una larga ocupación humana que ini- Playa Esmeralda, a excepción del periodo Pos-
cia desde el periodo Preclásico Medio y se ex- clásico. En el sitio de Playa Esmeralda práctica-
tiende hasta el Clásico Terminal y, aunque se mente se carece de evidencia posclásica, por lo
reportaron escasos fragmentos del Posclásico menos en las estructuras intervenidas durante
(Tabla 1), el periodo de mayor ocupación se dio este proyecto arqueológico; en tanto que en el
durante el Preclásico Tardío (Figura 2). El estu- sitio de Champotón abunda la cerámica de este
dio de Playa Esmeralda contribuye a la arqueo- periodo.
logía de la costa del centro y sur de Campeche, Otro sitio que cuenta con un estudio cerá-
área que había sido poco estudiada en lo que mico es El Aguacatal, el cual tuvo una ocupación
se refiere a la cerámica. Entre los trabajos más importante durante el Preclásico Tardío. El aná-
citados en la zona están los de Ruz (1969), Ball lisis cerámico fue realizado por Matheny (1970),
(1977, 1978), Forsyth y Jordan (2003), Benavides quien emplea denominaciones diferentes a las
et al. (2003, 2005) y Matheny (1970), y reciente- de la zona para referirse a la cerámica de este
mente Suárez et al. (2008), Ancona et al. (2009) sitio. Sin embargo, con base a las descripciones
y Ek (2010). y a las ilustraciones de Matheny (1970) es po-
Es importante mencionar que en los tra- sible hacer comparaciones con la cerámica de
bajos de Ball (1977, 1978) se propone una se- Playa Esmeralda. De igual forma, el trabajo de
cuencia cronológica con fases cerámicas pro- Ruz (1969) puede ser utilizado para comparar
pias para las costas oeste y norte de la península la cerámica de Playa Esmeralda, debido a que
de Yucatán (Tabla 2). Nuestra área de estudio muchas de las vajillas descritas por Ruz están
quedaría comprendida en uno de los sectores presentes en nuestro estudio y corresponden a
del trabajo de Ball (1977, 1978). Debido a esta la misma temporalidad.
situación fue necesario hacer una correlación Para el periodo Clásico es posible relacio-
entre la secuencia cerámica de Playa Esmeral- nar a la cerámica Playa Esmeralda con la cerámi-
da y las fases de las costas oeste y norte de la ca de otros sitios de la costa de Campeche y Yu-
Península de Yucatán de Ball. Sin embargo, la catán como Jaina (Benavides et al. 2003, 2005)
cerámica de Playa Esmeralda muestra diferen- y Xcambó (Jiménez 2002) respectivamente. Es-
cias significativas con la cerámica de otros sitios pecíficamente nos referimos a la esfera cerámi-
analizados por Ball (1978) y que corresponden a ca Canbalam, propia de la costa noroeste de la
260
L os I nvestigadores de la C ul tu ra M aya 19 • T omo I
261
L os I nvestigadores de la C ul tu ra M aya 19 • T omo I
262
L os I nvestigadores de la C ul tu ra M aya 19 • T omo I
Forsyth (2007) y, Forsyth y Jordan (2003) repor- cerámico Chicanel, si bien, puede mostrar rela-
tan una gran cantidad de fragmentos fechados ciones con los sitios de la cuenca del río Can-
para el Preclásico Tardío en el sitio de Champo- delaria. Tampoco se puede omitir algún tipo de
tón. Los grupos más abundantes son el Sierra, relación con los sitios del norte de Yucatán (ho-
Flor, Polvero y Achiotes. Los datos de Champo- rizontes Nabanché Tardío y Komchén), ya que
tón indican que este sitio tuvo una ocupación algunas pastas y acabados de superficie de las
importante durante el Preclásico Tardío. Posi- cerámicas de Playa Esmeralda son un tanto pa-
blemente esta ocupación humana no se limitó recidas a las de dicha región.
al sitio de Champotón, sino que varios sitios de Playa Esmeralda fue un sitio importante
la costa de Campeche fueron partícipes de una durante el Preclásico Tardío, ya que este pe-
interacción importante. Desafortunadamente, riodo representa la mayor ocupación de dicho
aún faltan datos para especificar la interacción asentamiento. Los tiestos del Preclásico Tardío
de dichos asentamientos durante el Preclásico incorporan el 59.64% del total de la muestra
Tardío. Sin lugar a dudas la cerámica de Cham- identificada mediante tipología, cuyos grupos
potón y otros sitios de la costa fue partícipe de cerámicos diagnósticos son Sierra, Flor, Polvero
la gran expansión maya señalada por la esfera y Achiotes, específicamente el tipo Sapote es-
Chicanel (Forsyth y Jordan 2003:58-59). triado (Figuras 5h, 6 y 7). En los grupos cerámi-
Tampoco se debe de perder de vista que cos con engobe como Flor, Sierra y Polvero pre-
otros sitios relativamente cercanos a la costa de dominaron los cajetes de base plana y paredes
Campeche, pero ya en tierra adentro como los rectas y divergentes, los cajetes con un reborde
de la cuenca del río Candelaria, muestran una labial, los cajetes de silueta compuesta y los
ocupación importante durante el Preclásico Tar- cuencos, así como también algunas ollas. Por el
dío. Entre los sitios de la cuenca del Candelaria contrario, en el tipo Sapote estriado únicamen-
con esta evidencia cerámica se encuentran Ce- te se encontraron ollas con el cuerpo globular.
rro de los Muertos (Ancona et al. 2010), El Tigre Este sitio no fue el único en la costa du-
(Delgado 2002) y Pozas de Ventura (Gamboa y rante esta época sino que también estuvieron
Veléz 2004). En dichos asentamientos abunda la ocupados Champotón (Forsyth y Jodan 2003),
cerámica Sierra, Flor, Polvero y Achiotes. Especí- Tixchel (Ruz 1969), El Aguacatal (Matheny 1970),
ficamente en el sitio de Cerro de los Muertos se Villamar 1 y Villamar 2 (Suárez y Ojeda 2007;
reportó una cerámica con un acabado de super- Suárez et al. 2010), por mencionar algunos.
ficie ceroso y bicromo (rojo y crema-bayo). Esta
cerámica fue clasificada tentativamente como
tipo Mateo rojo: variedad Cocción diferencial. Complejo cerámico aguada
Posiblemente esta cerámica esté indicando una
producción particular de los sitios de la cuenca
del clásico temprano
del Candelaria, ya que no es frecuente en los si-
El material cerámico del Clásico Temprano de
tios del Petén, ni en los del norte de Yucatán. Sin
Playa Esmeralda representa un 5.33% del total
embargo, en las colecciones de Playa Esmeralda
de los fragmentos identificados tipológicamen-
se reportaron fragmentos de este tipo.
te. Los grupos diagnósticos son Aguila y Triunfo
De manera general se puede concluir que
(Figura 8 a-d), los cuales presentan una amplia
la cerámica del Preclásico Tardío de Playa Esme-
distribución durante el Clásico Temprano, por
ralda es semejante a la cerámica del horizonte
263
L os I nvestigadores de la C ul tu ra M aya 19 • T omo I
lo que es difícil establecer una relación directa y tipológicas que han sido bien establecidas en
de Playa Esmeralda con un sitio específico. So- otros sitios del área maya. Con base a la presen-
lamente podemos mencionar que comparte la cia de ciertos tipos cerámicos se hace una se-
cerámica del Clásico Temprano con la región paración en el complejo Laguna y se proponen
del Petén Guatemalteco-Campechano y con facetas cerámicas en dicho complejo cerámico.
sitios más al norte como Edzná (Forsyth 1983), De igual forma se presenta una correlación con
Jaina (Benavides et al. 2003), Xcambó (Ceballos las fases ya establecidas por Ball (1977, 1978)
2003) e Isla Piedras (Observación personal en para las costas norte y oeste de la península de
las colecciones del taller de cerámica de la FCA- Yucatán.
UADY). El Complejo cerámico Laguna representa
Las formas recurrentes son los cajetes, el 9.2 % de total de la muestra cerámica. La ma-
cuencos, cazuelas y ollas con un engobe de co- yor cantidad de tiestos reportados del Clásico
lor naranja, y los cajetes con un reborde medial Tardío y Clásico Terminal en Playa Esmeralda
decorados con un engobe naranja lustroso con corresponden al horizonte Canbalam, el cual es
diseños pintados de color negro y rojo (tipo Dos propio de la costa noroccidente de la penínsu-
Arroyos naranja policromo). También están pre- la yucateca. Los grupos más comunes son Baca
sentes las ollas con cuellos altos con un acabado (Figura 8 e-g), Nimun (Figura 9 a-c) y Koxolac,
sin engobe y con estrías (tipo Triunfo estriado). los cuales se encuentran de manera abundante
Los escasos fragmentos y la mala conser- en Jaina (Benavides et al. 2003), Uaymil, Xcam-
vación de los mismos solo nos permiten mar- bó (Jiménez 2002), Champotón, ciudad de Cam-
car un periodo de tiempo como lo es el Clásico peche y Los Guarixes (Forsyth y Jordan 2003;
Temprano y, a grandes rasgos, relacionamos a Ruz 1969). La cerámica Canbalam llegó hasta
estos grupos cerámicos con el horizonte cerá- los sitios de tierra adentro del norte de Yucatán
mico Tzakol. Aunque por ahora no podemos dar como Dzibilchaltún (Simmons 1980).
más datos al respecto, lo que sí es factible, es En Playa Esmeralda también se hallaron
correlacionar a este periodo (Clásico Temprano) fragmentos del horizonte Tepeu que es común
con las fases cerámicas de Ball (1977, 1978) de- en los sitios de las tierras bajas. Los grupos diag-
nominadas Salitre 2 y Salitre 3. nósticos del horizonte Tepeu en Playa Esmeral-
da son Encanto (Figura 10 a), Tinaja y Palmar.
Materiales similares se han reportado en sitios
Complejo cerámico laguna del de la costa como Xcambó (Jiménez 2002) y Jai-
na (Benavides et al. 2003).
clásico tardío/clásico terminal Es importante mencionar la presencia de cerá-
micas de pasta fina, principalmente de los gru-
En los materiales cerámicos de Playa Esmeralda
pos Chablekal y Silho (Figura 9 d-f ). Estas vajillas
no se logró dividir con exactitud a los grupos
de pasta fina indican una posible relación entre
cerámicos del Clásico Tardío de los del Clásico
Playa Esmeralda y los sitios ubicados en la cuen-
Terminal, debido a la escasez de datos estrati-
ca del río Usumacinta (Bishop y Rands 1982;
gráficos y a la erosión de los fragmentos, por lo
Rands et al. 1982). Existe la posibilidad de que
que se decidió emplear un complejo cerámico
la relación no haya sido de manera directa, sino
que contemple a dichos periodos. Empero, se
a través de intermediarios que intercambiaban
presentan algunas comparaciones cronológicas
estas vajillas de pasta fina por toda la franja cos-
264
L os I nvestigadores de la C ul tu ra M aya 19 • T omo I
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L os I nvestigadores de la C ul tu ra M aya 19 • T omo I
Simons, Michael
1980 The Arqueological Ceramics of Dzibil-
chaltun Yucatan, the ceramics tipology. Manuscrito
inédito, Archivo técnico, Sección de Arqueología,
Centro INAH Yucatán, Mérida.
267
L os I nvestigadores de la C ul tu ra M aya 19 • T omo I
268
L os I nvestigadores de la C ul tu ra M aya 19 • T omo I
Figura 4. Grupos Joventud y Pital. a-b, d Tipo Guitara inciso; c) Tipo Desvario achaflando;
e-f) Tipo Pital crema.
269
L os I nvestigadores de la C ul tu ra M aya 19 • T omo I
Figura 5. Grupos Chunhinta, Achiotes y Flor. a) Tipo Chunhinta negro; b) Tipo Centenario
acanalado; c-f) Tipo Achiotes sin engobe; h) Tipo Mateo rojo sobre crema.
270
L os I nvestigadores de la C ul tu ra M aya 19 • T omo I
Figura 7. Grupos Polvero y Flor. a, c) Tipo Polvero negro, b) Tipo Lechugal inciso; d-g)
Tipo Flor crema.
Figura 8. Grupos Triunfo, Aguila y Baca. a-c) Tipo Triunfo estriado; d) Tipo Dos Arroyos
naranja policromo; e-g) Tipo Baca rojo.
271
L os I nvestigadores de la C ul tu ra M aya 19 • T omo I
Figura 9. Grupos Nimun y Silho. a) Tipo Tixkokob inciso; b-c) Tipo El Arenal estriado;
Figura 10. Grupos Encanto y Kukula. a) Tipo Encanto estriado; b, d) Tipo Pencuyut inciso;
c) Tipo Xcanchacan negro sobre crema.
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Especial modelado
Especial acanalado y
CHICANEL
ESMERALDA pintura roja
Especial inciso y
pintura roja
(300 A.C.-250 D.C) Lechugal inciso No especificada
Polvero
Polvero negro No especificada
Escobal rojo sobre
Escobal No especificada
bayo
Sierra rojo No especificada
Laguna verde inciso No especificada
Sierra
Altamira acanalado No especificada
Ciego compuesto No especificada
Durante todo Sapote estriado No especificada
Achiotes
el Preclásico Achiotes sin engobe No especificada
Especial con
Mediacaña
PRECLÁSICO Joventud Joventud rojo No especificada
MEDIO Guitara inciso No especificada
MAMOM Guitara inciso Ranurada
Desavario achaflanado No especificada
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L os I nvestigadores de la C ul tu ra M aya 19 • T omo I
1200-1400 D.C.
GUARNICION TASES
(1000-1200 D.C)
600-1000 D.C.
(700-1000 D.C)
CLÁSICO
JONUTA
(550-700 D.C.)
SALITRE 3
TEMPRANO
250-600 D.C.
CLÁSICO
SALITRE 1 y 2
(150-450 D.C)
300 A.C.-250 D.C.
PRECLÁSICO
NIZUK
TARDÍO
ESMERALDA CHICANEL
(50 A.C.-150 D.C.)
CIENAGA
(300-50 A.C.)
700/600-300 A.C.
PRECLÁSICO
MEDIO
PLAYA MAMOM
275
LAS MUJERES GOBERNANTES:
PUENTE ENTRE DOS CASAS REALES
Capítulo XV
L os I nvestigadores de la C ul tu ra M aya 19 • T omo I
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L os I nvestigadores de la C ul tu ra M aya 19 • T omo I
pero el padre no es mencionado. Varias hipó- 2002:161, Puga 2009:135) (Figura 5). Debido a
tesis se han creado al respecto: el padre era de la corta edad de su hijo ella siguió ejerciendo
un estatus inferior; hubo una ruptura con la el poder durante 25 años, con su muerte en el
casa dinástica de Naranjo o bien, todo el poder años 640 d.C. Pakal comenzó a gobernar (Mar-
se depositó en ella con el interés principal de tin y Grube 2002:61, Roberts 1997:198, Schele y
transmitirlo a su hijo (Hewitt 1999:256, Martin y Freidel 1999:281).
Grube 2002:75, Puga 2009:129).
Durante el gobierno de K’ak Tiliw Chan
Chaak se erigieron varias estelas en las que se Las mujeres y la política
representa con su madre. En una de ellas (estela
18) Seis Cielo porta el titulo de Oxh’ Kin K’alomte Aunque no todas las mujeres que mencionan
el cual corresponde al título máximo al que po- los registros epigráficos fueron gobernantes,
día acceder un gobernante (Puga 2009:129. el ser esposas también les daba estatus y rol
político, algunas como representantes de los
Palenque (B’aakel) gobiernos de sus esposos, algunas en ámbitos
rituales, y algunas con importancia simbólica
Yohl Ik’nal B’alam fue la primera mujer gober- que permitían legitimar el gobierno y poder de
nante de Palenque a la muerte de su padre los gobernantes .
quien no tuvo herederos varones (Martin y Gru- Como ejemplo se pueden mencionar a
be 2002:159) (Figura 4). Su asenso se registra en dos mujeres de Chichén Itzá, la primera de ellas
el año 583 d.C. cuando ella tenía 34 años (Ro- es: Lady K’ayam a quien su hijo, K’inil Kopol, re-
bertson 1997:197). Las inscripciones la regis- gistra claramente como su madre en contraste
tran con títulos de oficio completos lo que hace con la identidad de su padre puesto que nin-
suponer que la elite y la sociedad de Palenque gún glifo de parentesco es usado al referirse a
le reconocieron el derecho legítimo de gober- él (Krochock 2002:159). La segunda mujer es
nar (Coe y Stone en Puga 2009:133). Disfrutó de Lady Ton Ajaw, madre de Lady K’ayam, esta mu-
un periodo entero de gobierno durante casi 21 jer ha sido identificado por Krochock (2002:160)
años. como la fundadora o representante de un lina-
Su muerte es registrada por Pakal en su je, lo cual otorgaría a sus nietos (K’ak’upakal y
sarcófago indicando que Yohl Nal tuvo lugar en K’inil Kopol) el derecho de gobernar.
el año 604 d.C. a la edad de 55 años. Le sucedió Un ejemplo más aparece en Toniná, en
uno de sus hijos Aj Ne’Ohl Mat quien fue ayuda- el Gran Juego de Pelota el Gobernante 8 se
do por su hermano Janaab’ Pakal, ambos murie- menciona como ‘el hijo de Lady K’awiil’ (Ayala
ron en el año 612, el primero no tuvo herederos 2002:109). El monumento también menciona el
por lo que la hija de Pakal ocupa el trono (Puga deceso del ‘hijo de una mujer’ Ayala (2002:110)
2009:134, Martin y Grube 2002:160-161). a inferido que se trata del hijo mayor de Lady
Sak K’uk le entrega el poder a su hijo en K’awiil, esta autora también señala que el poder
el año 615 d.C. cuando este tenía 12 años por se trasmitió a través de ella.
tal hecho mandó a erigir monumentos artísti-
cos como propaganda política para legitimi-
zar su gobierno y el de su hijo (Martin y Grube
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L os I nvestigadores de la C ul tu ra M aya 19 • T omo I
Figura1. Mapa área maya (tomado de Martín y Grube 2002 modificado por los autores)
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286
LAS CASAS CON TEJAS EN EL ÁREA MAYA.
SIGLO XVI Y XIX
Pascale Villegas
Antonio Julián Yánez Tun
Pedro Zamora-Crescencio
Capítulo XVI
L os I nvestigadores de la C ul tu ra M aya 19 • T omo I
Pascale Villegas
Antonio Julián Yánez Tun
Pedro Zamora-Crescencio
Centro de Investigaciones Históricas y Sociales,
Universidad Autónoma de Campeche
E
n la península yucateca, la vivienda indí-
gena remonta su origen a la época pre-
hispánica. A finales del siglo XVI, la ma-
nera que los indios tenían de hacer sus
casas “era cubrirlas de paja, que tienen muy bue-
na y mucha, o con hojas de palma, que es propio
para esto (…) Tenían una portecilla atrás para el
servicio necesario y unas camas de varillas y en-
cima una esterilla donde duermen cubiertos por
sus mantas de algodón” (Landa, cap. XX, p.34).
Una casa muy parecida a la del fresco de los mu-
rales del Templo de los Guerreros en Chichén Itzá
(Figura 1), en el que se puede apreciar una choza
de paja semejante tanto a la descrita por el padre
Landa como a las que podemos observar todavía
en la actualidad en el medio rural de la Penínsu-
la. Esto permite afirmar que los sistemas de cons-
trucción han venido transmitiéndose de genera-
ción en generación y que las viviendas actuales
poco han cambiado desde la época anterior a la
Conquista.
En las Relaciones histórico-geográficas de
la gobernación de Yucatán, la pregunta número
31 era relativa a “la forma y edificio de las casas, y
los materiales que hay para edificarlas, en los di-
chos pueblos o en otras partes, de donde los tra-
jeren”. Los escritos de los encomenderos de cada
Relación concuerdan en la manera y en el ma-
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L os I nvestigadores de la C ul tu ra M aya 19 • T omo I
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L os I nvestigadores de la C ul tu ra M aya 19 • T omo I
lla del Carmen, a las 3 de la mañana del 16 de gación en archivos, hasta ahora las primeras te-
marzo de 1850, por las cocinas del comercio jas de barro que llegaron a la costa campechana
principió un incendio que destruyó 43 casas, no provenían de Marsella sino de Bélgica el 11,
las oficinas de la Aduana y las 3 escuelas. Dos de noviembre de 1852 haciendo una escala pre-
días después, en la mañana del 18 de marzo via al puerto norte americano de Mobila, el ber-
de 1850, un segundo incendio que empezó en gantín “Transit” de 214 toneladas cargaba con
una panadería destruyó todas las casas que se- 51 000 tejas de barro a 15$ el millar y 23 900 la-
guían en pie, además de las llamas, “el espeso drillos a 10$ con muchas otras mercancías para
humo que a más de 200 varas de altura elevaba el puerto del Carmen (AGN, Fondo: Hacienda
un huracán que soplaba a sazón” (AGEC, Fon- Pública, Sección: Aduana, caja 934, s/n de exp.,
do: Reservado, Sección: Siglo XIX, caja 12, exp. s/folio). En 1854, llegó al puerto de Carmen el
939, s/folio). Las pérdidas se elevaban, para la mismo bergantín belga “Transit”, que según la
época, a 2 millones de pesos. El fuego no res- factura, provenía del puerto de Amberes con
petó edificios de pizarra, ni de techo de vigas 92 000 tejas de barro, guardadas en 300 cajas
como los de los eminentes comerciantes la B. que sirvieron de lastre (AGN, Fondo: Hacienda
Anizan y Cía, la de Juan Tomas Certucha, la de Pública, Sección: Aduana, caja 1133, s/n de exp.,
Andrés Fernández (AGN, Fondo: Administración s/folio). En nuestras primeras salidas al campo,
Pública, Sección Aduana, caja 1048, s/n de exp.), encontramos muy pocos lugares que tienen to-
la del administrador de la Aduana marítima de davía tejas mecánicas de Bélgica (F. Cools, An-
la Isla del Carmen Pedro Celestino Pérez. Sólo vers, Belgique): la ex hacienda San Luis Carpizo,
quedaron un almacén y dos tiendas, ninguna la ex hacienda Kanisté (en Campeche) y en Pa-
botica, ninguna iglesia, multitud de familias lizada.
quedaron en una desesperada indigencia. Rei- La gran mayoría de las tejas de barro co-
naba el silencio de un sepulcro en medio de las nocidas y difundidas son las marsellesas que
ruinas de más de 300 casas. Después de las ave- son idénticas a las belgas ya que las tejerías
riguaciones, se determinó el 24 de abril de 1850 de la época siguieron el modelo original de los
que el origen de la desgracia fue efecto de la hermanos Gilardoni quienes patentaron el 25
casualidad (AGEC, Fondo: Reservado, Sección: de marzo de 1841 las tejas tal y como las cono-
Siglo XIX, caja 12, exp. 939). cemos ahora (Figura 3). Fácil de instalar, estable
Años previos al desastre, en 1845, se tenía al viento, durante los años que siguieron la pa-
consciencia del peligro de cobijar las casas con tente, cedieron licencias a los industriales que
guano y las autoridades pedían la introducción vieron en esas tejas mecánicas un ahorro en el
de materiales libres de todo derecho por un peso y la superficie evitando fijar de forma indi-
año con el noble objeto de que la población se vidual cada teja en el armazón como es el caso
adelantara en caserío de tejamaní, pizarra, tejas de la teja plana.
para librarse de los incendios que tan frecuen- Rápidamente, en las afueras de la actual
temente amenazaban (AGEC, Fondo: Reserva- ciudad de Marsella (Francia) a orilla del mar
do, Sección: Siglo XIX, caja 5 exp.362, s/folio). Mediterráneo, alrededor de los pueblos de
Así es como la memoria popular da origen a la L´Estaque, Saint Henri, Saint André y Mourepia-
llegada de las primeras tejas de barro de Marse- ne empezaron a brotar las tejerías debido a su
lla a Campeche. cercanía con las canteras de arcilla de la Cuenca
A través de un asiduo trabajo de investi- de Seón. Esos pueblos pertenecían a la parro-
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L os I nvestigadores de la C ul tu ra M aya 19 • T omo I
quia de Saint Henri, nombre que aparece en las edificios privados y públicos empezaron a tener
tejas de Marsella presentes en Yucatán, Campe- su techumbre de tejas de Marsella. Para 1868,
che, Tabasco y Veracruz. Carmen registraba:
Según las fuentes documentales, en -el llamado hospital viejo: de un piso y
1856, llegaron las primeras tejas y ladrillos pro- paredes de mampostería y techos de tejas de
venientes de Marsella que desembarcaron en el barro, completamente arruinado
muelle de Campeche junto con toneladas de te- -la cárcel y el hospital, paredes de mam-
las, vasijas, botellas de vino y de champaña, pia- postería y techo de teja de barro. En regular
nos y medicinas. El comercio con el puerto fran- condición y se está reparando la parte del hos-
cés del Mediterráneo existía desde varios años pital
atrás, aunque según los registros de los movi- -la casa que sirve de local a la escuela de
mientos marítimos era más asiduo el comercio la Asunción, paredes de mampostería y techo
entre Campeche y el puerto norteamericano de de tejas de barro. En regular condición.
Nueva Orleans durante la primera mitad del si- -la Galera pública que sirve para abasto y
glo XIX que con los puertos europeos. mercados construida de madera y techada de
A partir de allí, los barcos provenientes teja de barro. En buen estado (Memoria anual
de Marsella que anclaban tanto en Carmen del jefe político del Partido del Carmen del Esta-
como en Campeche no cesaron de aumentar. do de Campeche, p.16, AGEC, Fondo: Municipio,
Cada año, llegaba un promedio de 20 barcos de Sección: Carmen, caja 9, s/n de exp.).
Marsella cargados con un abanico de mercan- En 1873, en la ciudad de Campeche, se in-
cías europeas, tejas y ladrillos y regresaban con virtió la cantidad de 3000 pesos para los gastos
miles de quintales de palo de tinte al igual que de tejas, ladrillos, madera y mano de obra para
todos los demás barcos europeos. mejorar el mercado público.
Vendidas por millar, su costo no era muy La península de Yucatán siempre ha sido
elevado. En Campeche, según el periódico El bondadosa con la madera y los mayas tenían a
Reproductor Campechano entre 1888-89, mil su disposición una variedad de árboles para sus
tejas costaban 60$ (El Reproductor Campecha- diferentes utilizaciones. Según las Relaciones
no, de abril de 1888 a julio 1889), en Carmen histórico-geográficas del siglo XVI, el cedro era
eran un poco más baratas: 45$ por millar (AGN, madera buena para tablazón de navíos, cajas y
Fondo Administración Pública, Sección Adua- puertas y el chakte´ para vigas de casas (Rela-
na, caja 2673, exp.). A modo de comparación ción de Tekit, vol. 1, p. 287). La madera dura con
con los artículos importados, tres docenas de la que la gente del siglo XIX armaba el armazón
botellas de cerveza inglesa costaban 75$, mil para sostener las tejas era generalmente de
ladrillos franceses 45$ y una libra de té negro producción local. Hacia el municipio de Cham-
superior 50$. potón utilizaban el jabín (Piscidia piscipula (L.)
También podían venderse sueltas, 44 Sarg), para el municipio de Campeche el lolón
tejas a 10 centavos para el escusado de la es- (del género Cordia sp), para la región de los ríos
cuela municipal de varones en Palizada en 1899 el palo de tinte (Haematoxylum campechianum
(AGEC, Fondo Municipio, Sección Palizada, caja L) y la caoba (Swietenia macrophylla King). A
4, s/n de exp. Cuentas correspondientes al mes pesar de esa generosidad de la naturaleza para
de abril 1899). Rápidamente por cuestión de proporcionar el material de construcción, los
seguridad y por un claro costo-beneficio, los barcos de Nueva Orleans y de Nueva York traían
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L os I nvestigadores de la C ul tu ra M aya 19 • T omo I
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L os I nvestigadores de la C ul tu ra M aya 19 • T omo I
cito permanente, Jefe político del Partido y Presidente del Expedición de Hernando de Soto a la Florida. Co-
respetable Ayuntamiento de esta villa, 7 abril 1850 lección Austral, Espasa-Calpe, Buenos Aires, Méxi-
Fondo: Hacienda Pública, Sección: Aduana, caja 934, s/n de co, 1952.
exp., s/folio.
Fondo: Hacienda Pública, Sección: Aduana, caja 1133, s/n Landa, Fray Diego
de exp., s/folio. Relación de las cosas de Yucatán. Porrúa, México,
Fondo Administración Pública, Sección Aduana, caja 2673, 1982.
s/n de exp.
Oviedo y Valdés, Gonzalo Fernández de
Historia general y natural de las Indias. Publícale la
Real Academia de la historia por D. José Amador de
Bibliografía Los Ríos, Madrid, Imprenta de la Real Academia de
la Historia, 1851, 1era parte.
Ciudad Real, Antonio de
Tratado curioso y docto de las grandezas de la Mercedes de la Garza, Ana Luisa Izquierdo, Ma. del Carmen
Nueva España. Edición, estudio, apéndices, glosa- León y Tolita Figueroa
rios e índices por Josefina García Quintana y Víctor Relaciones histórico-geográficas de la Gobernación
Castillo Farreras, Universidad Nacional Autónoma de Yucatán (Mérida, Valladolid y Tabasco), bajo la
de México, instituto de Investigaciones Históricas, coordinación de Mercedes de la Garza. Universidad
1993, 2 vols. Nacional Autónoma de México, Instituto de Inves-
tigaciones Filológicas, Centro de Estudios Mayas,
México, 2008, 2 vols.
De Elvas, Fidalgo
294
L os I nvestigadores de la C ul tu ra M aya 19 • T omo I
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GRAFFITIS PREHISPÁNICOS EN BONAMPAK.
ELEMENTOS PARA SU INTERPRETACIÓN
Capítulo XVII
L os I nvestigadores de la C ul tu ra M aya 19 • T omo I
Introducción
H
ablar sobre Bonampak es referirnos a
un sitio monumental de las tierras ba-
jas del área maya de gran importancia
cultural para el periodo Clásico meso-
americano. Dentro de la literatura arqueológica,
es común encontrar referencias a Bonampak,
dada la importancia de su pintura mural, especí-
ficamente referiendonos al Edificio 1.
El edificio de las Pinturas fue construido
durante el gobierno de Chaan Muan II (776-796?
d.n.e.), último Ahau conocido de Bonampak, y
dado que la fecha referida en una de las cláusu-
las de los murales es 792 d.n.e., y la de los dinte-
les 1 y 2 del mismo edificio se ubican en el año
787 d.n.e., ha sido común ubicar la construcción
del edificio cercanamente a esta fecha. Por otra
parte, existen restos de pintura mural contempo-
ránea en otros sitios arqueológicos de la región,
como son el edificio 33 y 41 de Yaxchilán, la Pasa-
dita y el Tecolote, estos dos últimos situados en
Guatemala y a poca distancia del primero. Estos
tres sitios arqueológicos son también de interés
para nuestro tema por poseer graffitis, sobre los
cuales regresaremos más adelante.
El estudio de la “pintura mural” ha sido un
tema ampliamente desarrollado en los últimos
años, debido en parte al creciente interés de his-
toriadores del arte y arqueólogos que ven en di-
cho material arqueológico una amplia gama de
posibilidades de interpretación de la formación
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L os I nvestigadores de la C ul tu ra M aya 19 • T omo I
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L os I nvestigadores de la C ul tu ra M aya 19 • T omo I
Calakmul, Chicanná, Chichén Itzá, El Cayo, Ho- neas rojas o negras colocadas perimetralmente
chob, Holmul, Kinal, Labná, La Mar, Nakum, Pa- en los muros exteriores bajo la cornisa inferior,
lenque, Payan, Piedras Negras, Río Bec, San Cle- sin embargo, no se alcanza a percibir ningún
mente, Santa Rosa Xtampak, Uaxactún, Uxmal, tipo de graffiti asociado.
Kichmook (Kampen, 1978, pp 155-180, citado
por Tinoco y Rodríguez, op. cit., pp 2-3), el Plan-
chón de Las Figuras (García, 1995), el Tecolote Grafitis del edificio 3
(Golden, et. al., 2005), Yaxchilán, Bonampak, en-
tre otros, lo que nos muestra la importante pre- El edificio 3 se ubica en la primera terraza de
sencia de este tipo de manifestación cultural. la Acrópolis (Figura 1), en el extremo opuesto
En Tikal, el arqueólogo Michael Kampen (este) al que ocupa el edificio de las Pinturas.
(op. cit.), encontró varios graffitis de suma im- Tovalín y Ortiz (2008) consideran que este
portancia para el estudio de la cultura maya, edificio pertenece a una etapa constructiva in-
donde sobresalen representaciones arquitectó- termedia dentro de la historia de la Acrópolis,
nicas de templos, un juego de pelota en plena hacia la primera mitad del siglo VII (Tovalín y Or-
ejecución, además de una escena de sacrificio. tiz, op. cit., pp 96-97). Al interior, el monumento
Akira Kaneko (2009, p 83), por su parte, conserva la mayor parte de sus aplanados de
menciona la existencia de graffitis delineados estuco, todos de color blanco.
en negro sobre un fondo rojo amarillento, que Los restos de pintura a manera de graffitis
representan a tres personajes con lanzadardos se localizan al interior del edificio 3 en varias zo-
y dardos, plasmados en un muro de la crestería nas que incluyen el muro norte, el muro sur, así
del edificio 6 de Yaxchilán y ubica su temporali- como las jambas de cada uno de los vanos de
dad en el Clásico Terminal (Kaneko, op.cit., p 85), acceso al templo.
cuestión que regresaremos más adelante. Para el caso del muro sur al interior del
Para el caso de Bonampak, hay que men- edificio 3 (ver Figura 2), encontramos dos con-
cionar que hasta el momento, con excepción del juntos de motivos figurativos, divididos en dos
edificio de las Pinturas (Montgomery s/f ), no se sectores. Sin embargo, se advierten algunos
habían reportado con certeza la existencia de restos más de pintura al centro del muro, que
graffitis al interior de los edificios. No obstante, actualmente se encuentra lleno de líquenes.
en el año 2008 durante la “10ª Temporada de La pintura del sector este del muro sur, se
Campo” del Proyecto Arqueológico Bonampak, trata de una figura muy deteriorada por efec-
y como una de las tareas complementarias en to de la humedad al interior del edificio. En la
lo que respecta a las labores de mantenimiento parte superior de la figura se observa un trazo
mayor del sitio, se realizó una limpieza parcial lineal que parece formar parte del mismo mo-
en varios sectores de los edificios 3, 5 y 6; que tivo. Sus dimensiones son de 62 cm de alto por
precisamente eran los templos en los que se 35 cm de largo (ver Figura 3).
advertían restos de pintura y graffitis a su inte- Se trata de un posible faldellín o cintu-
rior. En el resto de los edificios abovedados de la rón. Dicho motivo, puede formar parte de la
acrópolis de Bonampak se han encontrado tam- indumentaria de un personaje maya a manera
bién restos de una sencilla decoración pictórica, de boceto, ya que solo se observa su delinea-
muestra de ello es el edificio 6, donde se han do en negro. Lamentablemente el dibujo se ve
localizado principalmente delgadas bandas o lí-
301
L os I nvestigadores de la C ul tu ra M aya 19 • T omo I
interrumpido por los graves efectos que la hu- presentados en petrograbados y pintura de di-
medad ha ocasionado en gran parte del interior versos sitios mesoamericanos e incluso de algu-
del edificio. Finalmente cabe mencionar que nos códices. Los ejemplos son muy numerosos
los trazos están en color negro, bajo la clave de de los cuales se describe una selección. En Tikal,
la tabla Munsell: 7.5 R Black N2.5/0. Guatemala contamos con ejemplos interesan-
El siguiente conjunto de motivos que se tes de graffitis esgrafiados sobre estuco, donde
alcanza a percibir en el muro sur del mismo edi- se aprecian templos y figuras humanas aso-
ficio (ver Figura 4), se localiza en el sector oeste ciadas. En el Planchón de Las Figuras, Chiapas
y está conformado por al menos 5 figuras que contamos igualmente con representaciones de
se encuentran muy erosionadas por efecto de templos tallados sobre la roca caliza. En Comal-
la humedad. En la parte superior, se observan calco, Tabasco se cuenta con esgrafiados sobre
algunos trazos a manera de manchas (ver Mo- los ladrillos de las construcciones que nos ha-
tivo 1 de la Figura 4), debajo de éste se localiza blan de un estilo pictórico similar fechados ha-
una figura zoomorfa (ver Motivo 2 de la Figu- cia el Clásico Tardío (Navarrete, 1992, p 222). En
ra 4), a la derecha algunas formas geométricas Yaxchilán, también se tiene reportada la repre-
igualmente a manera de manchas (ver Motivo 3 sentación gráfica de un templo, sólo que en esta
de la Figura 4), debajo del motivo zoomorfo se ocasión no esta esgrafiado, sino pintado (Gar-
localiza otra figura en forma de ovalo alargado cía, op. cit., pp 16-18). Así mismo en Chicanná y
con relleno (ver Motivo 4 de la Figura 4) y final- Rio Bec-B en Campeche, también contamos con
mente en la parte inferior derecha, se localiza diseños esgrafiados sobre estuco que represen-
un posible diseño arquitectónico (ver Motivo 5 tan templos muy estilizados (García, op. cit., p
de la Figura 4). 27). En otros casos también contamos con la
Los motivos de los cuales podemos argu- representación de figuras humanas estilizadas
mentar algunas ideas son el 2 y 5. El motivo 2, en Tikal, Guatemala, en Palenque, Chiapas (en
se trata de una figura zoomorfa (ver Figura 5). el Templo de las Inscripciones) y representacio-
El rostro de la misma, demarca bien la forma de nes de patollis esgrafiados sobre piedra para los
los ojos, así como la trompa y el lomo del ani- sitios de La Mar, El Planchón de las Figuras y el
mal. Se alcanzan a percibir algunos trazos en Cayo también en el estado de Chiapas, además
la parte inferior del motivo que posiblemente de los conocidos patollis identificados para Pa-
haga referencia a sus extremidades, se trata lenque en el mismo Templo de las Inscripciones
probablemente de alguna especie de cuadrú- (García, op. cit., p 21).
pedo o cánido. Finalmente tanto el motivo 1 y 4 se tratan
El motivo 5, se trata de un posible templo de figuras geométricas, y el motivo 3 de restos
maya (ver Figura 6). En la parte superior de la de pintura difícil de identificar alguna forma es-
figura se observan tres barras horizontales, que pecífica, ya que se tratan de trazos bastante de-
posiblemente representan la cornisa del edifi- teriorados por efecto de la humedad al interior
cio, similar a la cornisa inferior del edificio 1 de del edificio. Respecto al color, sigue siendo el
la Acrópolis del sitio. Debajo de ello, se observa mismo que el motivo descrito al inicio de este
un trazo lineal representando el muro y debajo artículo, es decir, de tonalidad negra y mono-
de este se aprecia lo que puede ser la banqueta croma.
perimetral del edificio. Al respecto, existe una Ahora bien, hacia el muro norte al interior
gran similitud con el trazo de otros templos re- del edificio 3 (ver Figura 7), también contamos
302
L os I nvestigadores de la C ul tu ra M aya 19 • T omo I
con restos de pintura, formándose dos conjun- específicamente al uso del algoritmo Decorre-
tos de motivos figurativos, divididos en dos sec- lation (DStretch), pudimos obtener varios de los
tores que están delimitados por las dos pilastras dibujos, incluyendo el último rostro antropo-
del edificio. Actualmente gran parte del muro morfo descrito con anterioridad.
se encuentra lleno de líquenes. Lo que aquí se Además de este graffiti antropomorfo,
describe es la pilastra del sector este. contamos con uno más de similares caracterís-
Se trata de figuras muy deterioradas por ticas en cuanto al tipo, grueso y color del trazo.
efecto de la humedad al interior del edificio. Se Este motivo al cual nos referimos se localiza en
observan algunos trazos que parecen corres- el muro este del cuarto 3 del edificio 1 o “edi-
ponder a restos de figuras antropomorfas vistas ficio de las Pinturas” (ver Figura 9). Específica-
de perfil. mente se trata de una figura humana vista de
La pilastra este, cuenta con al menos dos perfil, donde destaca la cabeza de un personaje
motivos antropomorfos. El primero mantiene a través de trazos muy esquemáticos; además
una posición de perfil, en la cuál se observa su se logra apreciar una figura ovalada represen-
rostro, dorso, extremidades superiores y parte tando su ojo y otros trazos que forman su na-
de un posible tocado, además cuenta con ele- riz y boca; finalmente se observa un delineado
mentos asociados que consisten en tres líneas más, representando el cuerpo incompleto del
diagonales. El otro motivo consiste en restos de personaje. Este graffiti llama mucho la atención,
un posible rostro visto de perfil. pues esta sobrepuesto a los murales de Bonam-
Siguiendo con el muro norte (interior), en pak que datan del periodo Clásico Tardío meso-
su pilastra oeste observamos lo que en realidad americano, lo que nos da una buena pista sobre
se trata de una figura muy particular, ya que es su posible temporalidad.
un motivo antropomorfo, específicamente de Finalmente encontramos algunos restos
un rostro maya, donde se observan algunos tra- de pintura en los vanos este, central y oeste del
zos a manera de cuentas, además de su cuello mismo edificio 3, específicamente en lo que re-
se desprende un elemento lineal no identifica- fiere a sus jambas.
ble que consiste en dos trazos lineales que se En el caso del vano este, justo en su jam-
desprenden directamente del personaje, las di- ba oeste, específicamente en su esquina supe-
mensiones de esta pintura son de 22 cm de alto rior, localizamos un motivo geométrico muy
por 30 cm de largo (ver Figura 8). interesante. Esta figura nos refiere a un rombo
Cabe mencionar que gracias a la aplica- de medidas exactas que van de los 18 cm de
ción del método de “ampliación decorrelación alto por 18 cm de largo. Está formado por tres
de imágenes digitales” del programa ImageJ1 y líneas perimetrales y un pequeño triangulo en
su parte media, cabe mencionar que la esquina
1 El programa ImageJ permite que se manejen imágenes de alta superior derecha del motivo se encuentra muy
resolución con una fluidez de trabajo muy conveniente para
la investigación arqueológica. Algunas características de erosionada (ver Figura 10). Al igual que los gra-
este extraordinario programa es que la aplicación del mismo ffitis descritos con anterioridad es de tonalidad
corre en cualquier sistema operativo: Linux, Windows o Mac
negra.
OS X. Otra de las ventajas de este programa es su código de
lenguaje Java que está disponible de manera gratuita para el Respecto al símbolo del rombo, podemos
dominio público con previa autorización del autor: http:// desentrañar su significado desde la antigüedad
www.dstretch.com/ y no requiere de licencia para su uso,
además de que abre y guarda cualquier archivo de imáge-
nes como: JPG, TIFF, PNG, RAW por medio de extensión GIF (Lozada, 2010, p 139).
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occidental, en el cuál era atribuido a cuestio- Los muros internos y externos de los ocho edi-
nes de fertilidad. Con el tiempo, por asociación ficios con bóveda maya existentes en la Acró-
el rombo asimiló el sentido de la fertilidad en polis fueron cubiertos con aplanados de estuco
general, no sólo de la tierra sino también de lo blanco. En el caso de los edificios 5, 6, 7, 8 y 9 se
humano. Con esto podemos entender que los aplicaron al interior pintura negra sobre el estu-
graffitis localizados al interior del sitio arqueo- co. Fuera del edificio de las Pinturas, ninguno de
lógico de Bonampak, esconden un significado los restantes fueron decorados con pintura mu-
esencial que a través de una metodología ade- ral, por lo que la presencia de graffitis al interior
cuada es posible de inferir su significado. de algunos edificios no formaban parte del pro-
yecto constructivo-decorativo original de estos
Comentarios finales inmuebles y debieron ser aplicados tardíamen-
te, cuando la entidad política de Bonampak ha-
Si bien el programa ImageJ de “ampliación de bía entrado en franca decadencia y la función
decorrelación” fue desarrollado y escrito por original de los edificios cambió o quedó en des-
el Dr. Jon Harman para uso exclusivo sobre uso, todo esto posteriormente a la última fecha
pinturas rupestres, hemos demostrado que su conocida para el sitio arqueológico, inscrita en
aplicación va más allá de la gráfica rupestre, los murales y que corresponde al año 792 d.n.e.
pudiéndose aplicar para el registro de graffitis Reforzando la propuesta anterior, la so-
sobre enlucidos de estuco, restos de pintura breposición del motivo antropomorfo presente
mural e incluso decoración pictórica sobre ce- en el muro este del cuarto 3 del edificio de las
rámica. Gracias a la amplia selección de rangos Pinturas o edificio 1, nos indica un fechamiento
de color y herramientas digitales que contiene relativo posterior a los propios murales, bajo el
el programa, ayuda a obtener un mejoramien- principio básico de sobreposición de imágenes.
to sustancial en nuestras imágenes. Ejemplo Además en el edificio 6, contamos con restos de
de ello, fueron los dibujos obtenidos gracias a pintura negra directa sobre la roca caliza que
la aplicación de este programa digital, que pu- perdió su enlucido de estuco, lo que reafirma
dieron registrarse sistemáticamente a través de la idea de que los productores de estos graffi-
la generación de una “Cédula de registro par- tis, representaron dichas imágenes en un mo-
ticular de representaciones pictóricas en sitios mento en el que ya estaba en desuso el sitio, sin
monumentales mayas”, creada en el 2008 por el mantenimiento aparente.
Proyecto Arqueológico Bonampak del Centro Los graffitis del edificio 3 debieron ser
INAH Chiapas (Anexo 1). hechos por un mismo grupo de gentes y por lo
En términos culturales, aunque las refe- tanto son contemporáneos entre si, ya que el
rencias más tempranas de Bonampak datan de estilo que presentan, el color y el trazo son si-
principios del siglo V (Arellano, 1998, p 258). La milares. En cuanto a la pintura, hace falta deter-
arquitectura en pie observada en la Acrópolis minar su composición, no obstante, podría ser
abarca principalmente los siglos VII y VIII (To- óxido de manganeso o negro humo. Respecto
valín y Ortiz, op. cit., pp 90-100), alcanzando su a la colorimetría, cabe mencionar que también
época de mayor esplendor durante el gobierno contamos con graffitis de color blanco (caolín),
de Chaan Muan II, en el último cuarto del siglo sobre fondo negro en los edificios 5 y 6 de la
VIII, previo a la súbita declinación del sitio en los Acrópolis de Bonampak.
albores del siglo IX. ¿Quiénes fueron los autores de estos gra-
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fitis? Una posibilidad es que miembros del pro- dos los elementos dibujados son característicos
pio pueblo los hayan realizado al caer el sistema del período Clásico y Terminal.
político del lugar a finales del siglo VIII, mismos Dada la temática representada en los gra-
sujetos que pudieron ser también los responsa- ffitis de Bonampak, a primera vista podemos
bles de la destrucción de los ojos de diversos distinguir que se tratan de imágenes alusivas
personajes plasmados en los murales. a ciertos personajes, posiblemente de gran je-
Otra propuesta es la llegada de invasores rarquía (nótese el tocado e indumentaria de los
en la misma época de decadencia o poco pos- antropomorfos), asociados a templos y anima-
terior a ésta. Al respecto debemos hacer refe- les considerados como sagrados; así mismo, las
rencia a los ejemplos existentes en otros sitios imágenes geométricas de carácter abstracto,
de la región, que por el tipo de motivos y trazo nos hablan de códigos específicos, restringidos
nos parecen comparables con los de Bonam- a ciertos individuos o grupos de individuos, ad-
pak. Nos referimos al sitio El Tecolote, Guate- quiriendo un carácter de tipo privado, es decir,
mala, sitio satélite de Yaxchilán, donde existen aptos para ser consumidos sólo por determina-
diversos dibujos en línea negra, entre los que dos miembros del grupo social.
destaca la garra de un ave, y el propio Yaxchilán, Un dato que nos ayuda a entender esta
donde hay la representación de varios guerre- idea, es que si bien el símbolo del rombo pre-
ros (Kaneko, op.cit., pp 131-132). En este senti- sente en los graffitis de Bonampak, lo encon-
do, podemos retomar la propuesta de diversos tramos desde decoraciones cerámicas del Pre-
investigadores donde la presencia de pastas fi- clásico en el Centro de México hasta motivos
nas en los sitios Altar de Sacrificio y Ceibal fue cerámicos del Clásico maya, esta representa-
el fundamento de la hipótesis del intercambio ción no tuvo mejor asimilación que en los pro-
o invasión de grupos mayas chontales o putu- pios diseños textiles. El rombo, a diferencia de
nes en la cuenca del río Usumacinta (Sabloff y otras figuras geométricas, es el diseño que con
Willey, 1967; Thompson, 1970; Sabloff, 1973; mayor frecuencia se representa en los borda-
Sharer, 1994). dos de Chiapas y específicamente representa
Akira Kaneko, señala la presencia signifi- a la fertilidad. Es por ello, que probablemente
cativa de cerámica anaranjada, gris y café fino ésta y otras figuras, pueden estar representan-
en Yaxchilán y propone la hipótesis de que ocu- do ciertas peticiones en un momento de caos,
pantes putunes utilizaron el sitio de Yaxchilán militarismo y hambruna, a través de posibles
como un punto de guarnición de la ruta de co- ritos de petición y veneración a los ancestros,
municación por el Usumacinta y los soldados que fueron plasmados directamente sobre los
pudieron haber dibujado su victoria militar en enlucidos de estuco, y que hoy los hemos regis-
este sitio (Kaneko, op.cit., p 136). trado y definido como graffitis, valdrá la pena en
En el caso de Bonampak, la presencia de ese sentido, valorar este tipo de manifestacio-
pastas finas es escasa (Tovalín, 2010), por lo que nes culturales, como complejas insurrecciones
habría que dudar de una presencia invasora a las paredes, donde su carácter muchas veces
como la señalada en el párrafo anterior, por lo clandestino como sistema de comunicación,
que pensamos que el propio pueblo fue el au- también funcionan como verdaderos sistemas
tor de estos graffitis. Asimismo, descartamos de almacenaje simbólico.
por lo pronto, la posibilidad de que hayan sido
de autoría del pueblo lacandón actual, pues to-
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Figura 3. Motivo pictórico del sector este del muro sur del
edificio 3. Dibujo: Josuhé Lozada.
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