12/8/2021 Web HTML Editor Online for RedCoolMedia

Los fundamentos bioeconómicos de nuestro sistema social

(Parte 1: El sistema bancario)
Recientemente, alguien publicó el siguiente comentario en un foro de Internet (¡"Z" significa "sionista", es
decir, "judío"!):

La privatización del derecho a la creación de dinero en relación con la carga de intereses sobre la
cantidad total de dinero en circulación es la causa central de nuestra situación actual, a partir de la
cual se han hecho intentos durante siglos.  La deuda se utiliza para reprimir países.  Si alguien se
niega a endeudar a su país, entonces viene la guerra. Con este sistema monetario y el dólar como
la principal (d) moneda que asegura la demanda global del dólar, Z-Hochfinanz tiene el poder
central para controlar una economía y así determinar la distribución de la riqueza y la pobreza. La
industria financiera ha hecho esclavos a las poblaciones al tomar el control de las naciones sobre el
sistema monetario, en consecuencia, la industria financiera también retiene la soberanía sobre
cuándo se inicia el colapso ...

En vista de la política de tasa de interés cero que destruye los bancos en todo el mundo, que ha estado
sucediendo durante muchos años, agregué con asombro:

¿Qué interés cobran? ¡Sin ironía, sino una pregunta!

Entonces la respuesta sin sentido pasa por alto el tema:

En el sistema anterior, todo lo que no generó nada ha surgido en forma de deudas por las que se
adeudan intereses.  Incluso un intento de reembolso resultaría en una fuerte reducción de la
cantidad de dinero.  La economía se paralizaría por falta de medios de intercambio y el resultado
sería el sufrimiento, el empobrecimiento u otros trastornos ...

“Sin sentido” porque la ideología de Gesell, Bernd Senf y el resto de críticos bancarios y de tipos de interés se
repite sin entrar en la evidente contradicción con lo que está sucediendo hoy, donde los bancos están al borde
de la quiebra por la política de tipos de interés cero.

Si el banco le otorga un préstamo, tendrá un efecto positivo en su balance, pero tendrá un efecto negativo en
el balance del banco. Incluso si los bancos crearon dinero de la nada, este dinero no los beneficia porque el
dinero siempre es una obligación. Obtienen ganancias (además de las tarifas y las ganancias especulativas)
solo con los intereses que el prestatario tiene que pagarles. Si no puede aumentar este interés y ni siquiera
devolver el préstamo, significa una completa catástrofe para el banco.

Y quien diga que los préstamos baratos de hoy estimularían la economía de una manera muy Geselliana no
reconoce que así se mantienen vivas empresas que deberían haber quebrado hace mucho tiempo.  Si estos
zombis realmente mueren algún día, es decir, si los préstamos horribles no se pueden reembolsar en una
escala masiva, entonces la catástrofe es perfecta, ya que todo el sistema bancario será arrastrado al
abismo.  ¡Una bola de nieve se convierte en una avalancha totalmente destructiva!  (¡Ni siquiera quiero
empezar con pensiones, seguros de vida y depósitos de ahorro en tiempos de la política de tasa de interés
cero! Ni siquiera con las diversas "burbujas", la explosión del precio del alquiler, etc.)

Los fundamentos bioeconómicos de nuestro sistema social (Parte 2: El

sistema monetario)
El dinero es una instrucción sobre el trabajo humano. Es una relación y tiene que ver con la confianza, no hay
“sustancia” que almacene nada, tampoco “energía” que, según Bernd Senf, tiene que “fluir libremente” o lo
que sea.  La energía orgónica aparece en un lugar completamente diferente: la red de relaciones de
obligaciones mutuas proporciona una red gigantesca de opuestos orgonométricos simples ("mutuamente
atractivos") ("→ ∫ ←"), que conducen a la excitación total y al nivel de energía orgónica de el Sistema
aumenta (potencial orgonómico). Allí, donde sólo hay monedas, como en la antigua "RDA" con sus ridículas
astillas de aluminio,  nadao en la utopía de Silvio Gesell anhelada por Bernd Senf (¡“Schwundgeld” sic!),
prevalece el potencial mecánico: un simple intercambio de bienes y servicios, sin ninguna tensión
orgonótica. Cualquiera que haya vivido conscientemente antes de 1989 y estuvo en la "RDA" sabe de lo que
estoy hablando.  Los personajes socialistas añoran un sistema así porque no pueden soportar la tensión
bioenergética. POR LO TANTO, únicamente por esa razón, estas personas son anticapitalistas.

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Nuestro sistema monetario, que supuestamente genera dinero de la nada, se basa en el hecho de que cada
centavo está cubierto por el trabajo humano.  Debe colapsar cuando la función del trabajo humano declina
significativamente en todos los ámbitos. Esto se manifiesta de tres formas:

1. Los políticos, los bancos centrales independientes y, por último, pero no menos importante, las instituciones
financieras internacionales están reaccionando a la erosión de la función del trabajo humano, que se está
volviendo cada vez más dramática en la sociedad antiautoritaria, de una manera cripto-social al abaratar
los préstamos. y más baratos y, en última instancia, imponiéndolos a personas con tipos de interés
negativos.  Como resultado, se toman decisiones de consumo e inversión completamente
contraproducentes.

2. La erosión de la función de trabajo (y el aumento asociado en el blindaje de los ojos, es decir, ¡la falta de
contacto!) Naturalmente, tampoco se detiene en las orillas.  En el contexto del antiautoritarismo
omnipresente, los consumidores, productores y países enteros reciben préstamos de una manera
completamente irresponsable que, si se sopesan racionalmente, nunca deberían haberlos recibido,
simplemente porque no podrán ganar el dinero que han pedido prestado.

3. Las masas no buscan el problema en sí mismas, es decir, en la bioenergética, sino económicamente en el

“sistema”, el “sistema bancario”, el “sistema monetario”, el “sistema de intereses”, y caen en una
conspiración cada vez más fascista. Las teorías, algunas de las cuales pueden no serlo, son absurdas,
pero  nadie ve el problema  bioenergético  básico  , es decir, el  problema básico de la estructura
del personaje , e incluso se está volviendo “cada vez más invisible”, por así decirlo.

Los fundamentos bioeconómicos de nuestro sistema social (parte 3:

capitalismo, socialismo, democracia laboral)
El hombre no es lo que los entusiastas místicos de la izquierda imaginan que es.  Por naturaleza, no es un
socialista que lo comparte todo desinteresadamente, sino que está determinado en gran medida por el
agon. Si uno mira más de cerca a los Trobrianders, tal como fueron presentados en varios volúmenes por
Bronislaw Malinowski, uno ve que incluso sus vidas fueron moldeadas por la competencia y la ambición
personal.

En  el colapso de la moral sexual forzadaReich describe cómo los trobriandeses acumularon riquezas
("ñames") en sus islas frente a Nueva Guinea con el fin de aumentar su prestigio social a través de la
generosidad que esto hizo posible.  En particular, esto lo hace el jefe, quien en última instancia compra la
lealtad de sus súbditos, que exprimió de antemano. Este sistema, en el que cada uno da "hacia arriba" según
sus capacidades y el tesoro así acumulado es luego distribuido más o menos igualitariamente por el superior
entre todos, por así decirlo, "según sus necesidades", es la esencia del socialismo. .  Así es como han
funcionado todas las sociedades, a nivel mundial y desde tiempos inmemoriales.  Esto se refleja no menos
importante en los rituales religiosos (de los que se derivan en última instancia toda Caritas y la ética): se
sacrifica una vaca a los dioses,

Este socialismo se puede encontrar, por ejemplo, con los vikingos o las tribus árabes.  De esta manera, el
príncipe normando, pero también Mohammed, por ejemplo, compró la lealtad de sus guerreros.  Cada
guerrero se apoderó de todo lo que pudo durante las redadas, dio la mayor parte de su botín al líder tribal,
quien lo recogió y finalmente distribuyó el tesoro de manera uniforme. Sirvió a una pacificación social mutua:
el miembro de la tribu compró la benevolencia del líder de la tribu ofreciendo tanto como le fue posible y, a la
inversa, el líder de la tribu compró el amor de sus súbditos a través de su justicia ciega: todos recibieron la
misma Porción.

Este es el socialismo, que en última instancia se basa en el dolor y la violencia. Los guerreros debían tener
miedo del príncipe violento (de lo contrario no se habría convertido en príncipe ni sería reconocido como tal) y
lo calmaron con sus dones, tratando de superarse entre sí. El príncipe, por su parte, debió tener miedo de los
guerreros, razón por la cual repartió gran parte de su fortuna entre ellos. En última instancia, la lealtad era
más valiosa que todo el oro del mundo. Al mismo tiempo, este mecanismo aseguró que existiera una cierta
igualdad entre los guerreros, que de otro modo se habrían golpeado entre sí por envidia y el deseo de llegar a
la cima ellos mismos. La función del príncipe era volver a poner el reloj a cero, por así decirlo, para que el
agón pudiera empezar de nuevo.

El socialismo es simplemente un mecanismo para permitir una coexistencia razonablemente próspera con las
bestias salvajes, es decir, los humanos. Y cuanto más armada está la gente, más apremiante se vuelve este
motivo. En consecuencia, el socialismo moderno en Escandinavia, Rusia, etc. no es nada realmente moderno,
sino una continuación directa de lo que quizás sea el sistema social más antiguo del mundo. Este sistema sólo
se convierte en fascismo rojo cuando se le quita la base, a saber, el miedo visceral a la violencia.  Si los
gobernantes ya no temen a los gobernados y si los gobernados permanecen en paz entre ellos, incluso si no

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hubo una redistribución desde arriba, es decir, si las masas se han convertido en despreciables perros
falderos, entonces tenemos el fascismo rojo frente a nosotros. Figuras mediocres como Stalin,

Por cierto, basado en Gunnar Heinsohn (¡solo que sin construcciones atrevidas de una historia alternativa
siguiendo los pasos de Velikovsky!), El capitalismo también puede derivarse de esto. Todos reciben la misma
cantidad en una (¡recurrente!) Hora cero, y el Monopolio puede seguir su curso. El asesinato y el homicidio
continúan hasta que el sistema amenaza con colapsar mediante la formación de un monopolio y se debe
presionar el botón de reinicio socialista para que el juego capitalista pueda comenzar de nuevo.

La democracia obrera está fuera de esta locura y al mismo tiempo forma su base.  Por ejemplo, cuando los
habitantes de Trobriand construyen una canoa, todo está determinado por los conocimientos y habilidades
adquiridos por los trabajadores y la racionalidad del proceso de trabajo. Las pasiones “irracionales” o el agón
que todo lo impulsa sólo se superponen y dependen de esta base democrática obrera “materialista”. Cuanto
menos orgásmicas son las personas impotentes, más claramente sale a relucir la democracia laboral, más allá
del socialismo y el capitalismo.

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