Exhumacion Restos de Jorge Isaacs (1905)

" " ..
' " ~
•......_ ~: ~:.-::.-::: .
I
'1i.1.ILI.I\ I\II'\I!:\'I' \ 111'111\1.
Este Libro Fue Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
Este libro fue Editado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República,Colombia
~EDELLlK.-IKPRENTA OFICIAL.
BANCO DE LA· REPUBLICA
81BUOTECA LUIS - ANGEL ARANGO
..cATALOGACIONli ..
LA GRAN APOTEOSIS DE ISAACS
Medellín, Abril de 1905.

Quizá pasen muchos años sin que Medellín
vuelva á presenciar un aeto tau solemne, á la vez
que tan enternecedor y ¡,impátièo, como la apoteo-
sis de .JoRGE ISAACS. Y-si exceptuamos la magni-
ficencia regia con que ConcE\pciúlI, la amena y pa-
triota población antioqueña, celebró el Centenario
de Córdobll.-quizá no haya habido en tOdlt la Re-
pÚblica. colombiana una manifestación en que la
suntuosidad, el entusiasmo, el buen gusto, la cor-
dialidad y la cultura se hayan extremado hasta im-
primir carácter honroso y envidiable á toda una
sociedad ..
La apoteosis del Héroe inmortal y la del glo-
rioso Bardo qne COllBU numen privilegiado lo en-
salzó admirablemente, dehía'n ser y fuer_on,en efec-
to, exeepciollales por sn excelencia.
De l~.primera, celebrada poco antes de esta-
llar la ÚIÜma ACiaga guerra de tres anos, no quedó
relación, probabl~eDte á causa de esa mÏsma cir-
eunstanci:t lamentable. De la otra Be han escrito
varias revistas, algunas de la8 cuales-las que te-
nemos á la mallo-se insertanGll este folleto, como
un ~een~rdo ~el. modo digno4bn que la. capital de
AlltlOqUl8,recIbIó 108 rest~ortales y honró y
honra la memoria del ilustre literato canoono.
. - - J-- ~.. " --",---{.~_--;'-¿~i~- -'" - ,.' ..
;A:demá;; . de áqueHosdGcumentos,
< reunimoA
.aquí los referentes á la exhumación de las cenizas
del vate y á la entrega de las mismas á la Diputa-
ción antioqueña.
En nombre de la Junta Jsaacs;'cumplimos con
un deber de justicia. y de gr~titud, insertando en
este lugar preferente los respetables nombres de
1M Sras. D~Mmia l. Arango de Llano, D~ Loren-
za Uribe de A. y D~ Eugenia Amador de P., )08
de las Sritas. Magdalena y Alicia Amador y eldel
Dr. José V. Maldonado, generosos y entusiastas
auxiliares de la JUllta, quienes con su oportuna in:-
tervellción la apoyaron galantemente, le dieron re-
alce é impulsaron su labor con extraordinaria efi-
cacia.
También mereCCn especial mención y la gra-
titud de la Junta, el Sr. Gobernador del Departa-
mento y sus Secretarios, por el, patri,6tico y d~cidi-
do apoyo que le han dado como empleados y cOmQ.
particulares .. ', ..
El grande y postrer deseo del Bardo queda

satisfecho.
No así el ùe la JuQta Isaacs, que, á nombre
de Antioquia, se ha impuesto el deber de señalar.
COllsencillo pero elegante, artístico y simbólico ino-
numento, ellug-ar donde aquellas cenizas esperan
la tesurrecQión ..
Mientras se cumple ese deseo contrariado por
la crisis que afectó todos 108 inte~~ inclusive el
depósito con que cOlltaba la Junta,;-laextensa.pla-
taforma de la eripta, rodeada de rosales, seguirá.
ostentando, en ~andes caracteres petrificados,. esta
sola palabra que~.todo un monumento de, gloria
n8ltional y que laageneraciones del orbe irán l'Opi-
. tiendo. con cariño, ~..'Tespectiva época de ensue-
ños'y ternura: .~ .
. ilSAAC~!
I
LA EXHUMACION
t •.•
DECRETO N~ 456
(DE 4 DE JULIO DE 1903)
por el cna1 Re honra Ir\ memoria del gran 1itlH'ato .TOIlCH: ISAACS, y se
~tl dispone la trU81nciún de los rest.os ¡\'l es lo ilJllign,) cancauo.
EL GOBERNADOR DEL DEPARTAMENTO DE A"TIOQm.,

CONSlpERANDO :
1 l! Que el distinguido escritor público Jorge Isaaos,

digno hijo del Departamento del Cauca, es una de las
más brillantes glorias de las Letras hispanoamericanas;
2'! Oue la esclarecida musa de Isaacs honró con su-
prema llî~gnanimidad al Departamento de Antioquia y
á los ant:oqueños i
31? Que p:ua completar su obra de generosa simpa-
tía hacia este pueblo, el ilustre poeta tuvo á bien favore-
cerlo con el precioso legado de sus restos mortales;
4? Que es un deber de gr~lÎtud corresponder á la
muy honrosa distinción que Ç,l;:¡granpoeta quiso otorgar
á Antioc.uia, y otro de cristi'ária hospitalidad satisfacer
su último y vehemente èeseo; y
S? Que la J unta encargada de atcnder él la trasla-
ción y colocación de los restos de Jorge Isaacs, ha juzga-
do que actos tan solemnes deben ejecütarsc ep nombre
--6 ...•
de todo el Departamento 'de Antioquia, y tener, por con-
siguiente, carácter visiblemente oficial, razón por la cual
ha excitàdo á est~ Gobierno á que tome la iniciativa en
los honores que han de hacerse á la memoria del ilustre
finado,
DECRETA:
Art. II! En nombre del Departamento de Antioquia,

regiamente glorificado por el estro de Jorge Isaacs, el
Gobierno de esta Sección de la República lamenta la
muerte del distinguido escritor colombiano que tánto re-
nombre dio á la Literatura p;¡tria, y tributa á su grata
memoria alto y sincero homenaje de veneración y grati-
tud.
Art. 2Ç1 La exhumación de los restos de Isaacs, así
como sU conducción al Departamento de Antioquia, su
recepción en la capital del mismo Departamento y su co-
locación en el Panteón de San Pedro, de esta ciudad, se-
rán'de carácter oficial, sin perjuicio de la cooperación
que en todos estos actos desea tener la Junta promotora I
de elIQs, y la que puedan y deban tener otras entidads - -

y los antioqueñ()~ en su condición de particulares.
Art. 3Ç1 Comisióna~ al General Pedro Nd Ospina,
que cop este objeto ha ofre,:ido espontáneamente sus ser-
vicios, para dar cumplimiento "1iW~..s primero~ ~untos
del artíçulo precedente, y con tal.tee le enviaran las
credenciales del caso, tanto pôr la SeCf.etaría de Gobier-
no comp por la Junta li4acs. -
~. -¡t:n el acta de e~humación se insertarán todOs.
compro~.antes que el Comisionado pueda. r~._JtÚ sobre
iWtenti~idad de los resto~ de Jorge Isaacs. takSéomo de-
çlaracises, certificados de personas conno~fl1S, &c.
- .Ãft. 4l! Oportunamente se dictarán last!isposiciones
referel1tes á la recepción públièa }' solemne de los restos
de Isaltcs en la capital dd Departamento.
Art. 5~ Sendos ejemplares de('ste Decreto, en edi.
ción de lujo, serán remï:_.;~ COif Jas oficios tie estilo, al
Excelentísimo Sr Vicep-- 'te de la ReplÍblic~. á la
Sra. viuda y á la familia de s. Asimisma~-envia-
rá este Decreto al Sr. Gobem r del Departamento del
Cauca, como prenda de fraternidad y simpatía que el
pueblo antioqueño da al caucano, prenda que pronto se-
rá ra.titicaPa con la eQtusiásti~ af~os&.}t pcrmaaeate
-¡-
..
o\'ación que aquí recibirán la gloriosa memoria y los rn-o
toS del hijo esclarecido de aquel Departamento.
Comuníquese y publíquese.
Dado en Medellín, á 4 de Julio de 1903·
CLODOMIRO RAMIREZ.
El Subsecretario de Gobierno, encargado del Des-
pacho,
OBDULIO PALACIOM.
El Secretario de Hacienda,
FRANCISCO E. TOBAR.
El Secretario de Instrucción Pública,
CAMILO BOTERO GUERRA.
COMISION
, la Diputación antioquel\a.
Medellín, 22 de Julio de 1904.

Sres. Gener,,} lJarceliano Vélez, General Rafael Uribe U., Dr. Ant~
niù José Cadavid, DI'. Dionisio Ara\l~ll, DI'. Samual Velilla, Dr.
Jnlio I!:. Botero, Dr. ,José J. de Larroche, Dr. Valerio A. Ho~'os y
D. ¡"ralJcisco de P. Reud6n.-Bogotd.
Muy apreciados señores nuéstros;
Como probablemente lo saben todos Uds., uno de
los que tenemos el honor de dirigir1e~ la presente carta
(Ospina), fue comisionado á fines del año pasado para re·
cibir y conducir á esta ciudad lo!; restos del literato co-
lombiano D. JORGE ISAACS. También sabrán que lOllgra-
ves sucesos que entonces ocurrieron en la República im-
pidieron el desempeño de aquella comisión.
Ho}' se pre-enta la ocasión de cumplir, en nombre
de Antiu'quia, la hospitalidad solemnemente prometida á
las cenizas del esclarecido plIeta que tántas pruebas de
cariño dio á nue~tra tierra, y que con su poderoso estro
la honro y glorificó extraordinariamente. Esa ocasión la
dan la presencia de Uds. en esa ciudad yel no lejano re-
greso de casi todos á Medellín, y en tal virtud, nos to-
mamos la libertad de suplicarles atentamente se sirvan
ponerse de acuerdo, con el fin de·determinarcuáló'cuá·
les de Uds. se dignan encargarse de todo lo relativo á la
exhumación y traslación de los restos del Sr. IAACS..
Obvias son la importancia y la solemnidad que al
acto dará la circunstancia de ser' los caballeros que hoy
representan al pueblo antioqueño, quienes empiecen á pa·
gar la deuda de gratifud que aquél tiene contraída para
con la memoria del poeta caucano. Esto justifica la co-
misión que, con el debido respeto, noS permitimos dar á
Uds. Confiando en su patriotismo, su benevolencia y sU
cultura, esperamos que la acepten y se dignen conferen-
ciar sobre el asunto con los Sres. Dr. Lisímaco Isaacs,
hijo de D. Jorge, y Dr. Juan Clímaco Arbeláez, amigo
del ilustre literato é iniciador del proyecto de traslación
de los restos de éste al Departamento de Antioquia.
Nos permitimos advertir á Uds. que la Junta Isaacs
considera como deber suyo hacer todos los gastos que
dicha traslación haya de causar. La sola intervención de
Uds., muy ,importante y honrosa, es lo único que la Jun.
ta pide atentamente y aceptará con el debido reconocí.
miento y suma complacencia.
La Junta desea que la recepción de los restos del
distinguido literato ISAACStenga toda la solemnidad po- \
sible, y, por tanto, querría que éstos llegasen, á más tar·
dar, el 25 de Noviembre próximo, fecha en que empeza-
rán á au~entarse las familias que hayan de salir al campo,
y á celebrarse los exámenes de los institutos públicos y
privados, seguidos de inmediata clausura de los mismos.
Ojalá, puedan Uds. comunicarnos oportunamente para
qué día se debe preparar la recepción.
Reiterándoles nuestras respetuosas excusas y antici-
pándoles las más cumplidas expresiones de nuestro reco-
nocimiento, tenemos"el honor, de subscribimos, con senti. l
mientas de alto aprecio, .
Sus muy atentos y seguros servidores y compatrio.·
,
ta:>,
MARfA I. ARANGO DE LLANO.-CAMILO BOTERO
GlTERRA.-JANUARIO HENAO.-CARLOS ARA~GOJ.-
CARLOSA. MOLINA.-EDUARDO ZULETA.-CARLOS E.
RESTREPO.-FruEL CANO.-PASCÚAL GUTIÉRREZ.-
MANUELJ. ALVAREZ C.-ENRIQUE MEfiA O.-GRE.
GORIO PÉREZ.-PEDRO NEL OSPINA.
-H-
RE~TOS DE ISAACS
Como lo saben yá nuestros lectores, pronto llegarán
ã esta ciudad los restos mortales del poeta ISAACS.
El 21 del pasado se exhumaron en Ibagué dichos res-
tos, y fueroR conducidos á Bogotá por los Sres. Juan C.
Arbdáez y Daniel Isaacs, hijo del poeta ..
La Diputación antioqueña, presidida por el Generai
Mar.:;eliano Vélez, los conducirá á Medellín, su postrer
morada.
En Bogotá permanecerán depositados, hasta el día
desa peregrinación á Antioquia, en la Capilla del Sa-
grario. El Dr. Maldonado, Capelirán del Sagrario, que
tllvo grandes amistades con ISAACS, ha ofrecido hacerle
honras y honores.
¡bague; 21 de NovÙ:mbrede 1904.

Sra. :Felisa G. de I8aacs.
Hoy á las diez a. m. se exhumarán los restos de D·
JORGE. Estamos preparados á acompañar al Dr. Arbe-
láez y á Daniel en la fúnebre ceremonia. Salúdolos res-
petuosamente.
Afectísimo, FELIX A. VÉLEZ.
F€li1. A. Vélez.-Ibagué
Con familia agradezco fino, atento telegrama.

Correspondemos saludo.
FELISA DE ISAACS.
(De Vida Nueva).
TELEGRAMAS
RepÚblica de Colombia-DejJartmumto de Alttioquia.-
Gobernación.-NÛmero 443.-Meddlín, 18 de Ne-
'viembrede 1904.
sra: D~ María Igna.cio. Arango ùe Llano.-PrC8mte.
Para conocimiento de Ud., como digna Presidenta

de b Junta Isaacs, tengo el honor de transcribirle el si.-
guie:nte telegrama:
-10-
:\~ogctá•.i S d~ N~~~"'e tie 1904-
..
"~bèrnadClr de Antloquia.-MedtlUtl.
"Mafiana seguiré á Ibagué á exhumar los restos de
Jorge Isaacs para remitirlos.á ese Departamel1to.
. "Espero que Antioquia carresponder-á dignamente á
la muestra <Jeafecto que le dio Isaacs al bacerla deposi-
taria do sus cenizas.
"JUAN C. .AUELÁEZ."
. A este telegrama se le dio respuesta satisfactoria, in·

ñicando al comillionado que debe lev~ntar acta de la ex-
humaci6n para comprobar la ~utf!!lticida9 d~ los restos y
dar cuenta de la fecha de la remisi6n de éstos á este De-
partam~nto ..
Dios guarde á Ud., ~eñora.
BENITO URIBE G.
"Ojieial.-Gobernaci6n.-Medellín, Novie11tÓre 18 de Z~O.f.

pro Juan C.Arbeláez.-Bogotá 6 lbagui
Doy á Ud. las más expresivas gradas-por- su atento

telegrama del 15. en que ~e digna. _comunicarme que el
,16 seguirá á Ibagué á exhum.ar los restos de Jorge Isaacs
para remitirlos á este Departamento. Puede Ud. ~star
seguro de que Antioquia corresponderá de una m.anera
digna á la simpatía y al efecto que hacia ella demostr6
tel ilustre pqeta caucano, al hacerlo depositario de sus ce-
nizas. Hoy he comunicado su telegC'ama al Presidente
de la Junta Isaacs y al GeneralPedr,o Nel Ospina, en-
cargado de disponer lo cOAveniente respecto de la exhu-
mación de los restQs de Isaac~ y su conducción á este
DepartallJ~nto. Sea esta la oportunidad. de recordarle>
que por decreto que tengo á la vista, d~4 de Julio de
'1903, Ud. debe levantar acta de exhuOlaciónen que se
inserten todos los comprQbantes que pueda teunir sobre
autenticidad de los restos. Convendría que- avisara la fe-
cha en que éstos serán enviados de allá y el en<:argádo
para conducirlos.
Afectísimo amigo, ,
BENITO URIBE G.
-L 11 -,
'lJllptd, li 29 de N~e de r9€'l:
Oob~ma.dor de Antioq nia..
El veintiséis (26) regresé trayendo conmigo los res-

tos de Isaacs. Entregarélos·Diputación antioqueña, para
su conducción á ese Departamento. '
Amigo afectísimo,
JUAN C. ARBELÁEZ
Oftcial.-MedclIÙt, JO de Noviembre de I901 •

•Jum C. Arbeláez.
Le agradezco aviso que me da en su telegrama de

ayer, de la exhumación de los restos del poeta Jorge
Isaacs y de que los entregará á la Diputación antioqueña.
Lo felicito por el buen desempeño de su comisión.
Todo está preparado aquí para recibir dignamente aquel
legado con que el gran literato quiso manifestar su afec-
to .i este Departamento.
Afectísimo,
BENITO URIBE G.
PERMISOS PARA LA EXHUMACION

Sr. Guberaador del Departamento,
Como recomendado que soy para exhumar los res-
tos del distinguido colombiano Jorge Isaacs, que se en-
cuentran en el Ceme'nteriode esta ciudad, ruego á Usía
de la manera más cOÎQllfdl~, se sirva autorizar dicha ex.
humación, con el o. de trasladar dichos restos á la
ciudad de Medellín, cumpliendo así la última voluntad
del ilustre finado.
Sr. Gobernador.
Ibagué, N~embre 2I de 1904.
JUAN C. ARBELÁEZ.
- 12 ..l-
Rept¿bliea de Colombia.-Depart.unento-ïie/ ToHma.-C().
/JeneaÛón del Departamento_-Ibagtll, Noviembre 21
de 1904.
Concédese el permiso que se solicita Cn elll1emo-

rial que precede.
Hágase saber al Alcalde del Municipio para que dic-
te las providencias que para el caso establece el Código
de Policía. -
FELIX A. VELEZ M.
El Secretario de Gobierno,
RAMÓN LAFAURIE.
Ministerz'o de Gobt'erno.-SeccióJt ¡3:-Bogotá, 30 de Nó-

viembre de 1904.
El infrascrito Ministro de Gobierno certifica: Que el
Sr. Félix A. Vélez M. desempeñaba las fl.!ncionesde Go- \
bernador del Departamento. del Tolima el día 21 del mes
en curso, y su firma puesta- al 'pie dela anterior resolu-
ción, es auténtica. t _
BONIFACIO VÉLEZ.
Dlmo. Sr. Obispo de Ibagué.

Comisionado' como he sido para trasladar los restos
del esclarecido colombiano ~r_Jorge Isaacs, del Cemente-
rio de esta ciudad en donde reposan á la de Med,Uín, su-
plicG á S. S~ Illma. se digne conceder el correspondiente
permiso para la exhumación de los expresados restos, pa-
ra- cumplir así la última voluntad del ilustre dífunto.
IIlmo. Señor.
Ibagué, Noviembre 2Idè'19q4..
Jt11N
.;:';="
C. ARBEL:\Ez •
Diócesis de Ibagué.-CobiC11zo Eclm·ástico.-:-:-:::lóagué, No-

viembre 21 de 19°4..
Concédese el permiso que se solicita.
, t ISMAEL
" •...Obispo de Iba~ué.
-13-
JORGE ISAACS
(EXHU?lIACIÓN DE SUS RESTOS)
" Vivi,. en corazones que dl[jamo$

de l/O$<7troseft pos, no es morir."
La ciudad de Ibagué despertó el día de hoy agrada-
blemente sorprendida por la presencia de los Sres. D.
Juan C. Arbeláez y un hijo suyo, y del Sr. D. Daniel
Isaacs, comisionado el primero por la Diputación antio-
queña en el actual Congreso de la República para llenar,
en conjunto con el último, el deber de exhumar los res-
tos del renombrado vate JORGE ISAACS, hijo predilecto
de las musas, honor de las letras é inspirado autor de Ma-
ria, muerto el I7 de Abril de I895.
Parece cierto que los hombres superiores, prematu-
ramente enfermos del espíritu más que del cuerpo, pre-
sicnten su término y lo ven acercarse con ser,::nidad. Con
dos años de antelación á su muerte escribió ISAACS á su
amigo Arbeláez una carta, en la cual, y á vuelta de ras-
gos que llegan al alma, el autor de ella dejó consignada
su última voluntad; la voluntad de que sus cenizas, pa-
sado cierto tiempo, fueran guardadas en la Patria que vio
nacer y se honra con los nombres de Robledo, de Córdo-
ba y Berrío. ' .
Serenado el tiempo después de la tormenta que so-
cavó desde sus cimientos el bienestar de la Patria, se pre-
scntan los dos comisionados: uno á representar á Antio-
quia en la recepción de los restos que un tiempo fueron
la encarnaciqn de un varón ilustre; el otro, á llenar el
más sagrado, pero también ci más conmovedor de los
deberes: remover la tumba que ha guardado por años las
reliquias vcnerandas de su progenitor.
La palabra humana, escrita ó hablada, no tiene poder
suficiente para expresar los grandes sentimientos que
un momento dado conmueven todo nuestro sér. Romper
la losa funeraria; remover los mudos despojos, revueltos
,::nlús despedazados restos que fueron caja mortuoria y
sudario, y separarlos uno á uno para no confundirlos •.. _
y hacer todo esto con la se:-enidad del que repetiría la
delicada operación en una clase de disecación anatómica.
valor ha sido tan grande. que por haberIo visto, como lo
vimos, recomienda las virtudes filiak'i>de Daniel Isaacs.
- 14;-
Antíoquia, por mandato de sus representantes, Y'
por dispo!;ición del testador, reclama los restos de JORGE
ISAACS,para colocarias en digno monumento que perpe-
túe la gloria de este distinguido colombiano; Ibagué, de.
positario de éstos por varios años y cuando aún no ha
desaparecido la generaci6n que supo apl'eciar en vida los
relevantes mét-itos del qoe fue su huésped ilustre, se siente
al entregarIos al digno comisionado, verdaderamente
acongojado, porque ellos dejan vacío el campo donde
-11Q blanqueaba el mármol-pero sí resplandecía el nom-
bre,.justamente laureado, de ISAACS .
. "Hasta luégo", fue la última palabra de despedida
que ISAACSdio á Juan de Dios Restrepo, muerto pocos
meses ant~5, el ático copiadorde nuestras costumbre~ na-
cionales, tan justamente apreciado en nuestra sociedad y
de quien pudo decirse con verdad que "era una. corteza
brusca que envolvía un diamante". Se van Jos resto!; del
uno y tto!Õquedan los del otro, en espera de igual apoteo-
sis; y mientras le llega, si ha de lIegarle, serán guardados
çon religioso respeto en el sagrado recinto de nuestro.
Cementerio. No mueren los que vivenen la historia yeD
la memoria de sus compatriotas, yùe :éstos son WACS y
R.eStrepo. "
Del solemne actoselevanl:ó acta por disposici6n del
comisionado por Antioquia, la misma que se inserta en
seguida.
Por último, el cortejo se dirigió custodiando la urna
,hasta el Palacio de la Gobernación, en donde fue deposi-
~a hasta la hora de marcha de los hon~~~ IaCDSa-
jeros. ,•
Ibagué, Noviembre 21 de 1904-
(De El To/Ùna).
ACTA
õe la ~:I1Dl,",i6n de lo. ~e.to8 del SI". D. ~. l•••
_.
En la ciudad de Ibagué, á veintiuno, cM· Noviembre
de mil novecientos cuatro, á las nueveá. m., el Sr. Dr.
Juan C. Arbe1áez, eomisionado para 1'ecibirlos restos del
Sr. Jorge Isaacs, se trasladó al Cementerio cat6lico de es-
ta. ciudad, provisto del permiso cor,.pondiente, acampa...
-- 1/5 -
fiado del Sr. Daniel isaacs, hijo del Sr. jorge IsUcs, y
de otros caballeros; y una vez en el campo santo se pro-
cedió á identificar el sepulcro que guardaba los restos
que s~ iban á exhum;¡r, y probado aquello plenamente,
s(: procedió á la exhumación en presencia yá de un nú-
mero considerable de personas.
Extraídos los restos y puestos á la vista de los con-
currentes, fueron satisfactoriamente identificados, proce-
diéndose en seguida á colocarias en la urna correspon-
diente, que fue debidamente cerrada.
Acta continuo se resolvió trasladarIa:; á uno de los
salones de la Gobernación; pero antes de dejar el campo
santo. habló el Sr. Aníbal Uribe en nombre riel pueblo de
Ibagué, discurso que fue contestado por el Dr. Arbeláez,
En seguida habló también el Sr. Gobernador del
Departamento, General Félix A. Vélez, como amigo que
fue del Sr. Jorge Isaacs, y también en nombre de An-
tioquía; y por último. tomó la palabra el Sr. Carlos Car-
vajal, en nombre de D. Daniel Isaacs, para dar las gra-
cias al pueblo de Ibagué y á los caballeros allí presentes,
á todos los cuales contestó el citado Dr. Arbeláez.
Colocados los restos en la Gobernación del Depar-
tamento, se dio por terminado el acto, por lo cual se ex-
tiende la presente acta que se firma por todos los que
concurrieron á la exhumación de los restos del Sr. D.
Jorge Isaacs.
JUa1e C. Arbcláez, Félix A. Vélez M., Jesú¡ Cuervo,
Daniel Isaacs, Eloy Caiceda, Nicomedes Bote,o, Rafael
Puya, Carlos Catvajal N, Julia Fajarda, Jarge Iriarte
R., lv[anue! A 11fa1lt'oBotero, Aníbal Uribe, Secundino Na-
~/arto, Rafael Martinez D., Juan N. Bumaventura, PH-
11iaUribe G., Antonio M~ Melo, ¡¡.famed Me}ía B., Julio
Véle~rG, Rafael Antonia Samper, Frallcisco Bernal A.,
Jorge E. Caiceda,Zacarias Caueda G., CelestinoAlvarez
U,ibe, Ricardo Cast£lIaB., Aurelio Figueras, Francisco
Lamus O., Francisco Macia lW., Rafael Vélez Macía, Juan
C. Arbeláez U.
J1'inzsteriode Gobiemo.-."'ccción )~-Bogotá, 30 de Di-

ciembre de 1904.
Sr. Félix A. Vélez M. desempeñaba las funciones de Go::
-16-
berna'dor del Departamento del Tolima, el día 21 del rnc!I 1
eIl-curso, y su firma, puesta al pie"de la anterior acta, es
auténtica.
BO~lIF'AClO 'ViLEZ .
•11/ •
CERTIFICADa
del Gobernador del "olima.
República de Colomóia,-Departame1tto del Tolima.-Go-

bernación.
, Los infrascritos Gobernador del Departamento y Se-
cretarios de la Gobernación, á petici6n verbal del Sr. Dr.
Juan C. Arbeláez,
CERTIFICAN:
Que los restos humanos exhumados en el Cemente-
rio católico de esta ciudad, en presenCia de respetable
grupo de caballeros, restos que debidamente colocados
en una uma le fueron entregados al citad~ Dr, Arbeláez,
son los del Sr. D. Jorge Isaacs, seputtados el día· 18 de
Abril del año de 189 S j ,
Que presenciaron el acto de la exhumación que tu-
vo lugar á las 10 a. m. del día de hoy, y que, dada la na-
turaleza de la tumba, la estructu'3 del cráneo y el estado
de algunas telas que se hallaron en él féretro, no hay lu-o
gar á confusión de ninguna clase,·
Ibag~é, 2 I de Noviembre de i904.
El Gobernador,
FÉLIX AoVf:LEZ M.
El Secretario de Gobierno, RAMÓN LAFAURIE.-EI-
Secretario de Hacienda, ELOY' CA1CEDÙ.-EI Secretario
de Instrucción Pública, RAFAEL -PUYO.
Mi1tisterio de G()bÙmo.-SecciÓn 1'!-Bogotá, 30 de N()-

vÙmbrc de 19°4.
Sr. Félix A. Vélez M. desempeñaba las funciones de Go-
bernador del Departamento del Toli~a el día 21 del mes
en curso, y su firma puesta al pie de 'la anterior certifi-
cación es auténtica.
BONIF ACIO VÉLEZ ..
- ~-.
----------. --------------.-.---------
----~
II
HONORES EN BOGOTA
CARTA
dei Secreta.rio de la. ".Tnnta ¡••
aacs" de Bo¡¡:otá.
Bogotá, Didembn 13 de I904.

Señora de toda mi consideración y aprecio:
En nombre de los Sres. Antonio J. Restrepo, Ber-
nardo Escobar, Santiago Ospina A., M. Antonio del CO"
rral y Gregorio Gutiérrez B., miembros de la Junta or-
ganizadora para la celebración del acto en que la fami-
lia de D. Jorge Isaacs debía entregar los restos de tan
ilustre colombiano á la Diputación Antioqueña, para con-
ducirlos á esa ciudad, me permitJ, en mi calidad de Se-
cretario de dicha Junta, dirigirme á Ud. par", remitirle el
acta autógrafa de la entrega de dichos restos.
Además, tengo el gusto de manift:star á U d., para
que tenga la bondall de ponerlo en conocimiento de la
Junta de ahí, que Ud. ha presid:do tan dignamente, que
la Comisión dè señoras y señoritas compuesta de D!' So-
ledad Portoei\rrero de Uribe y D!l Rosa G. de Ospina y
Srtas. Teresa Uribe R., Adelaida Uribe Gaviria y Pepa
Uribe K, ayudó de una manera eficaz ti la Junta anterior
para la celebración de todos esos actos.
La velada literaria en honor del poeta tuvo lugar el
sábado 10, á las 8. 30 p. m., en el Teatro Colón, y en
2
-18-
~ tomaron parte los Sres. Lisímaco- IpªÇ$, Juan ç.j\r-
beláez,Marce1iano Vélez, Rafael Uribe U ribe,Max. Gri-
llo, Antonio J. Restrepo y José M. Bonis. Una concurren- '
cia de lo más distinguido de la sociedatIbogotana demos-
tr6 que e~recuerdo del autor de "María" será imperece-
dero. '
Por disposición de la Junta, uno de los próximos
números de El Santo y Seña publicará todos los docu-
mentos del caso y varias producciones relativas á la glo-
ria de' Isaacs.
La urna la conduce el General Marceliano Vélez
con una corona de 4urel que la CQmi£ión de señoras y'
señoritas dedicó al poeta el día d'e .la velada.
Por todo lo anterior, verá Ud. que los antioqueños
residentes en la Capital hicieron cuanto estuvo á su al-
cance para honrar las cenizas de quien, por expresa vo-
luntad, quiso descansar en la tierra de Córdoba.
Soy, con todo respeto, de Ud. muy atento S. S.
Q. B. S. P.,
J. M. BONIS.
Â la Sra. ~ Marfa Ignacia Al'ang9 de Llano.-Medellífl.
(De Lecnra Amena.)
CIRCULAllES
Juan Clímaco Arbeláez, Antonio José R~$trepo y
J~sé María Bonis se permiten ínv,itar áU~. á una Junta.
.'que tendrá lugar el jueves, á las 4 p. m., en el Crédito
Antioqliteño, para tratar asuntos relàcionados con la tras-
lación de fos restos del poeta Jorge Isaacs á la ciudad de
Medellín.
Bogotá, Noviembre: 29 de 1904.
SdWt·
Nos· per~itimos enviar á Ud. la adjunta 19calidad pa-
ra que honre con su presencia el acto en que la familia
Isaacs entregará los restos del autOl" de>Maria á la Dipu-
taci~a.n,tioqueãa 'luedebe CQodu.c:ãtlos á'Medellin.
.. ~
[Iícho acto ¡;.ccelebrará. el sábado 10 del presente,í
tas 8 J' .30 p. m., en el Teatro Colón.
S. SS. SS,
,"'IJ/edad·Portocarrero de Uyibe.-Ro?Sa G. di! Ospi-

;'ltl.-- :"'~'YCsa UribeR.-Adelaitla Uribe G.-Pepa Uribe R.
}>:}rla Junta organizadora,
J. M. BONIS.
ACTA
dt3 1& entrt!ga. de 101. resto ••del poeta. :r••aRCH..
En Ia ciudad de Bogotá, á la una y media de la tar.
<le del diez de Diciembre de mil novecientos cuatro, re-
unidos en la iglesia de San Pedro (Capilla del Sagrario)
los Sns. Lisímaco Isaacs,hijo del finado Dr. Jorge Isaacs,
en rep'esentación de la señora viuda é hijos de éste; Ge-
neral J ::Jan C. Arbeláez, depositario de la voluntad de Dr.
lsaacs de que sus restos fueran trasladados á Medellín y
allí depositados; y General Marceliano Vélez, comisiona.
<:10 por la Diputación antioqueña á las Cámaras Legisla-
tivas, actualmente reunidas en esta capital, para recibir
y traslé dar á Medellín los expresados restos, procedieron
al acto en esta forma:
r.'? Los Sres. Isaacs y Arbeláez presentaron una ur~
na cernda, que lleva grabado en un extremo el nombre
"Isaacs" y que dijeron contener los restos de este ilustre
colombiano, exhumados por el General Arbeláez y por
el Sr. ;)aniel haacs en el cementerio de la ciudad de
Ibagué, segtin actíl formal levantada al efecto; restos que
fueron ;rasladadoll por eIlos,á esta ciudad y conservados
en la iglesia de San Pedro, bajo la custodia deI Sr. Dr.
Eduardo Maldonado c., Cura Párroco de ella;
2? Abierta la urna, los presentes pudieron observar
los eXI,resados restos, cuyas diferentes partes estaban
cuidadosamente envueltas en papel y colocadas dentro;
3? Cerrada nuevamente lél urna, los SrcR' Isaacs y
ArbcL!t z manifestaron al Sr. General V élc3 qqc le hacían
formal tntrega de los restos del Sr. Dr. Jorge Isaacs. eo
cumplinliento de la última voluntad de éste, para que Ile.
n.ra su comisión de trasladarias á Medellín. El Gencnd
-20-
Vélez dijo que prometía á la familia del finado yal Gene-
ral ArbeJáèz efectuar la' traslación con cariñoso respeta
y~ue en MedelHn sería colocado y conservado tan pre-
'cioso depósito en el monumento que el pueblo antioque-
iio, amante de la memoria del iJlspirado poeta, tenía pre-
parado al efec.to.
Terminó así el acto, al cual concurrieron también la
Sra. D~ Soledad P. de Uribe, la Srta.'~Tere5a: Uribe,
el Sr. Dr. Eduardo Maldonado c., Cura de la Parroquia
de San Pedro; los Sres. Jorge, Daniel, David y Efraím
Isaacs;, Dr. José M!l Bonis, Dr, Carlos Núñez, M. Anto-
nio del Corral, FranciscQ de P. Rendón y Ernesto Ar
Gaitán. '
Eduardl'JMaldo1tadoCalvo, Cura de San P"edro.-Mar-

çelt"attoVélez.- LÚímaco Isaacs.-Juan C. Arbeláez.-J.
M. Bonis.",,-M. Antollio del C01ral.-Danúl Isaacs.-Car-
les Núñez.-Ernesto A. Ga£tán.-Soledad P. de Uribt:.--Te-
resa Uribe R.-Francisco de P. Rendó1t.'-Efraím Isaacs.-
Jorge Isaacs.-David Isaacs..
(De Lec/lira AmeM).
VELADA ISAACS
En el Teatro de Colón, á las 8 p. m. del día 10 del
presente, se efectuó la que se tenía anuncia.da para so-
lemnizar la entrega que el General Juan C. Arbeláe1. 'de-
bía hacer al General Marceliano Vélez de la llave de la
urna que guarda los restos del inmortal autor de María.
El Dr. José María Bonis leyó el acta 'de lo acordado
por la Junta formada por la Colonia 'antióqueña para el
enunciado propósito, y terminada su lectura habló en pri-
mer término cI Sr. D. Lisímaco Isaacs, quien, como hijo
d el ilustre muerto, en un breve y- sentimental discurso,
manifestó el pesar quc él y su familia sentían al desha-
cerse de tan queridas prendas, pero que á ello se resig-
naban en acatamiento á la voluntad de su padre, y tam-
bién porque sabían que Antioquia custodiaría con cariño
esos restos, depositandolos en tumba que siempre estam
florecida.
Luégo el General Arbelátz, en sentida y correcta
peroracióR, cumplm su cometiàb entregando la preciosa
-:!1 -
llave, r el General Vélez, al reci~irla, interpretó igual-

mente expresivo y correcto, los sentimientos det puebla
antioqueño, que él representaba.
En seguida el Dr. Max. Grillo recitó tina poesía de
ISAACS, titulada La tumba de Belz'sar£o. El Dr. Grillo re-
citó muy bien y recibió merecidos aplausos.
El General Uribe U ribe recitó otra poesía de Isaacs,
Tierra de Córdoba, que dejó oír con voz clara y firme,
bie;) que es de sentirse no le hubiera dado tin poco más
de entonación poética.
Para finalizar el acto, en cuyos intervalos deleitó es-
cogida orquesta, habló el Dr. Antonio José Restrepo.
EmpezÓ por decir que se sentía colombiano en esos mo-
mentos, y al pronunciar esa palabra, surgió el orador de
inflamado verbo, que atrae, que conmueve, que fascina,
que arr~nca aplausos. Lamentó la falta de los l1amados á
completar aquella fiesta, y con frase de oro, pero que-
ma::1te como una ascua, marcó la indiferencia de esos ta-
les, egoístas para hermosear la alabanza de ISAACS. Re-
memorÓ las glorias de éste, lo esbozó por sus conceptos
más saliente.; de literato y poeta; dijo que ISAACS era
admirado al1ende los mares, en donde también se lloraba
sobre SllS páginas, y que aunque él-el orador-había
sentido las flechas de su carcaj, se honraba en mostrar
las cicatrices. Por último haLló del vínculo de unión que
para Antioquia y el Cauca gignificaban ser la una y el
.otro la cuna y la tumba de ISAACS, vínculo que el orador
deseaba ver cada día más y más fortificado. No habló,
pues, el Dr. Restrepo nada que hiriera al pueblo cauca-
no, como algunos 10 han creído, sino que, al contrario,
expresó vivas simpatías por ese pueblo heroico. Para
completar su improvisación, brote de admiración á ISAACS,
el Dr. Restrepo leyó su artículo Jorge Isaacs JI María,
que corre en Fuego Graneado, que el público conoce, y
que est;í escrito con el corazón.
Las palabras del Dr. Restrepo fueron cntrecortadas
por aplausos y más aplausos.
i Que Antioquia custodie siemp)Oe con cariño los res-
tos de ISAACS, y que las brisas de sus montafias los aca-
ricien con sus besos J
JORGE MÉNDEZ VALENCIA.
(De El Santo y Seña J.
-22-
DISCURSO
del Ur. Lif'Jím8CO I_aco;.
8t. dañaral H, MRrooIl~nóVélez.

A vos, señor, digno Representant~ de la Honorable
Oiputación Antioqueña, comisionad~ para recibir y tras-
ladar á Medellín los restos mortales de mi padre, os hago
entrega de ellos.
Cumplo así, en mi nombre y en el de mi madre y
hermanos, á quienes represento, doloroso pero sagrado
deber: acato la voluntad de mi inolvidable padre, expre
sada en carta intima que meses antes. de morir escrlbt6
á su leal amigo el Sr. Juan Clímaco Arbeláez, y corres·
pondo á la labor' espontánea y carii)õsa emprendida por
un grupo de sus compatriotas -en honor de su memoria .
. Antioquia es acreedora, por varios titulos, á las ce--
nizas de mi padre, y las demanda con solicitud y fervo~
ros~ simpatía, des:e pOCo tiempo después de muerto:
aÏlí están; le pertenecen!
Entregádselas, señor, acompañadas de nuestra amo-
rosa adhesión y eterno agradecimiento, y decid- alpue-
big antioqueño, que noble y generoSainente se constitu-
- ye depositario y guardián de tan arné1çlosresto's, que ate-
núa nuestro dolor al separamos de-è11os, la certidumbre
de que serán siempre guardados con eLrespetuoso cariño
que se merecen.
Bogotá, Diciembre Ia de 1904.
(De Lectura Amèna,)
DISCURSO
del General JuaaC. Árb!lláez.
8res. Minllitl'os, Sr. Gener'aI VéIe1.y detbâs tnlim1bros de la. DitllltaciónÁn.

- ti<iqllella, 8llJlofilS y ~el'iores.
Hace yá más de once años, cuando yo ie~idfa en el
Dèpartamento de Aritioquia, una tarde t'eclbf cóngrati-
tud y tri!teza la carta que, fechada ell Ibtlgué el 2 de
Agosto de 1893, me dirigió mi disting12!do amigo JORGE
ISAACS carta -que vosotras habéis leído.
j
1mposible me será decir lo

que sentí al ieer aquella
carta. Dios hizo en mí un sérsén5iblc; pero Dunca ni mi
-23-
lengua, ni mi pluma han podido exteriorizar 10 que eR
mi seno pasa. Aquella carta de Isaacs era el aviso que UIl
amigo íntimo me daba de que se anticiparía en el eterno
viaje, en circunstancias en que, cohibido yo ?or la distan-
cia y condiciones especiales, n0M>0día darle una muestra
expresiva de mi ternura ni volvÙ á verla más. Reprimí lag
lágrima;; que humedecían mis ojos, y guardl: aquella car-
ta, que contenía la última muestra de su· aiecto y la ex-
presión postrera de su decidida voluntad.
El día T7 de Abril de 1895, dijo Isaacs su último
adiós á esta tierra, que alumbró con los lampos de su ge-
nio; y con su muerte puso el sello de lo irrevocable á su
voluntad manifestada yá. Fue entonces cuando, para ha-
c'er]a conocer en el Departamento de Antioquia, incluí
una copia de la carta en que ella estaba contenida, á mi
amigo el Dr. Manuel Uribe Angel, á quien consideré co-
mo uno de los más autorizados representantes de las as-
piraciones y voluntad de aquel Departamento. En carta
qUê el Dr. Manuel Uribe Angel me dirigió, fechada en
Medellín el Jl! de Mayo de 1896, me dice lo siguiente:
"Me he hecho leer la ,carta de Jorge Isaacs, que me
incluíste en la tuya, y si no fuera porque mi corazón está
endurecido, debes estar seguro de que habría derramado
má" de una lágrima. Un hombre que á tiempo de morir
pide hospitalidad para sus huesos, es asunto sumamente
triste, y si el pueblo á quien se pide un último asilo lo
negara, sería digno de execración. Yo espero que An-
tioquia no sea ese pueblo.
"Soy hasta siempre tu amantísimo amigo,
"MAJ\"UEL URIBE ANGEL."
Dijo un filósofo que los hombres pretendemos ser lo

que menos somo~, y así es la verdad, El coraz6n del Dr.
Uribe Angel no se endureció jamás, vosotros lo sabéis
muy bien. El fue receptáculo de todo lo grande, lo no-
ble, lo que sublima al hombre, y por eso os dije que lo
consideraba como uno de los más autorizados voceros de
las aspiraciones y la voluntad de Antioquia.
Supe después con enternecimiento que me hizo amar
á Antioquia más de lo que hasta entonces la amaba, que
una de sus más distinguidas hijas, al saber que se' trata-
ba de erigir lin monumento para conservar en él los res-
-24-
tos de Isaacs, se había despojado de valiosa joya para de...
dicarla á aquel objeto. _
Armónico con aquel sentimiento íntimo y popular
del pueblo antioqueño, fue el Decreto número 456, del
.entonces, Gobernador d~Antioquia, Dr. Clodomiro Ra-
mírez, que dio forma ptáaka al sentimiento de aquel no~
ble pueblo. La opinión de Antioquia, emitida en triple
forma por óganos autorizados de aquella agrupación so~
cial, es prenda segura de que aquel Departamento reei·
birá con efusión y gratitud los restos mortales del insig-
ne novelador y del poeta.
La respetaHe familia de Isaacs, haciendo un saçrifi-
cio cuya iQtensidad no podemos apreciar, ha dado su
aquiescencia á la traslación de sus restos, confiando en que
en Antioquia, como aquí, habrá flores para su tumba y
plegarias que imploren del Cielo descanso para su alma,
Toca á nosotros hoy la honra de traducir en hechos
su voluntad expresada yá: á mí, en as.ocio de los hijos de
Isaacs, entregápdoos esos restos quel'idos, y á vosotros
conduciéndolos con religioso respeto al lugar de su últi-
ma morada.
Todos los pueblos qel mundo han tributado homena .•
jes de respeto á los restos de sus antepasados. Este he..
cho por sí solo es una prueba' deJa ,íntima persuasión que
la humanidad abriga de la inmOl;talida,ddel hombre. En
efecto, si todo nuestro sér terminara con la vida fisioló-
gica, ¿qué razón de ser tendrían esas manifestacioneS de
respeto, de amor y veneración rendidas á un polvo que
no habrá de levantarse nunca? Que todo hombre. es una
chispa desprendida de ese gran foco que llamamos DIOS,
es para la humanidad una verdad que armoniza con sus
más nobles aspiraciones; pero en esto, como es natural,
hay graduaciones: por eso· hay tumbas que son la ¡neta
de constantes per:tlgrinacion'es;y arrdando el tiempo, cuan-
do este depurador eterno nos haya despojado de las mi-
serias morilles que ahora nos ofuscan, la tumba de Isaacs
será una de ellas. Allá irán los que rindan cultoá la no-
bleza de sentimientos, los que sientan latir en su seno un
corazón que se inflame con todo lo que sublime nuestr'l
decaíclà raza; los que sientan amor sin impureza, amor
5ublime, amor desinteresado, y se renovarán de tarde en
tarde sobre sus yertas cenizas las flores trescas que sim~
poUzan tan elevados sentimientos, .
Si en su peregrinación por la tierra, las contrarieda-
des inherentes á la lucha por la vida, la ingratitud de los
hombres, y ese cúmulo cie miserias que son el farclo que
deprime nuestro linaje, amargaron las horas de la vida
de Isaacs, feli7. él que á lo menos realizó una de las no-
bles aspiraciones de su vida: "donde sólo halló escollos,
dejó un reguero de luz."
Será para Antioquia un tim1,re de gloria, unido á los
adquiridos yá. tener en sus montañas el polvo de uno de
lo~ más nobles corazones q Ile ha producido nuestra raza.
Él estuvo íntimamente unido al fue~o poético que, cOll1o
el mismo' Isaacs dijo: "es dón del Ciclo que hace admi-
rables á Jas hombres que lo poseen."
Isaacs no sólo inmortalizó su nombre; llevó envuelto
con su gloria el de su patria á regiones muy remotas.
Bien merece amoroso respeto el polvo de un corazón que,
como d de Isaacs, conmovió tántos y tan nobles cora-
zones.
(De El Santo y Seila.)
D rseu RSO
del Gener ••. rc ••liano Vél",z, :ll,el'l'f>se:nto.nto
l M ••. de h. 'Di·
putación o.ntioqu"ùa.
Los que para honrar la mememoria del poeta popu-

lar asisten á esta piadosa ceremonia, se preg-untarán, tal
vez, por qué Jorge Isaacs escogió al pueblo antioqueño
para guardián de sus restos mortales, prescindiendo del
esplendoroso Cauca, su cuna, y de csta culta capital, que
tánto sabe honrar á 10,5 hombre~ notables y que le dieron
gloria á la Patria com\ín, de la cual es corazón y cerebro,
centro político á cuyo rededor giran todos los elementos
de vitalidad de un pueblo, que no obstante sus desgra-
cias actuales, está llamado á altos destinos.
Esa extrañeza desaparecerá cuando se conozcan to.
dos los pormenûres de aquella vida sedie.nta de nobles
emociones, perseguidora de generosos ideales y que supo
rendir culto, siempre consecuente, á los afectos que le
dieron fuerza moral, cuando comenzaba, lleno de fe en el
porvenir, la labor literaria qu~ lo coloca entre los horn.
bres proI1ljnt"ntes cie Colomhia.
-26-
. Comenzaba la guerra civil de 1860. Los conserva-
dores del Cauca fueron derrotados en Sonso, y bl:lscáron
: ~os campamentos para combatir en defensa de 'U8
,«oovicciones y del Gobierno Nacional. El seccional dt'
Antioquia organiz6 fuerzas y las situó en Manizales; y
allí acudieron á tomar servicio varios jóvenes notables del
Cauca, entre ellos Jorge Isaacs ..
La juventud antiogueña voló taiDbién á- ese campa-
mento, y de allí vinieron esas amist8õttsJritirnas con los
hijos de agueI pueblo valeroso, que no ha conocido el
ègoísmo político. Me tocó vivir bajo una misma tolda
con Isaacs, Eliseo Arbeláez y Fortunato Cabal, ay de esa
vida común en dÍ¡as de grandes deberes r peligros, vinie 4
ton la estimaci6n mutua y el afecto que nada ha podido

extirtguir, ni la misma muerte.
Pensar en la causa que defendíamos, esperar y aun
desear las emocionnes de la batalla, la amena CODVer!8-
ción, la lectura, todo contribuía en esas gratas velad~s á
estrechar los vínculos de que he hablado. El porte ga-
llardo de Isaacs, su verbo chispeante, sus maneras atra-
yentes, lo rodeaban de una atmósfera de estimación, ca-
riño y simpatí<l que él ni quiso ni pudo olvidar. Descan-
sar en medio de aquel pueblo que lo comprendiót:uartdo
1!fa destonocidQj que adivinó su porvenir, que sospechó
su futura gloria, debió ser en alma tan grata como la su-
ya, una obsesión;
Se combatió el 28 de Agosto, y vino la Exponsión
que deb~ó haber puesto fin',á la guerra fratricida. I.a4~,'
mientrás se resolvía definitivamente el probl~d(na
páz ó la guerra, resolvió ir á Sons6n. ¿Quék1Hevaba á
eSá culta ciudad? Allí residía aqllelôtro poeta, astro lite-
ratk> dé primera magnitud, el más ~pular, el más leído,
el más aprendido de nuestros vatesj.~regorio Gutiérrez
Goozález. Atraído por ese foco de~ce poesía, Isaaa "
voló á su lado á modelar su estro naciente ar contadto dtr
aquella alma grànde,no sólo por sus concepciooctj:poéti-
'áa6, sino por su noble carácter .•y por tantas graRf,tes pren-
daS tfiÇ>rales é intelectua:le~' <Ille hicieron de'~a de las
pel'5Opàlidades más notab~de nuestra pana La amis-
tad que se~bleci6 entre ellos fue íntima, como debía.
serlo en dos nhllas soñadoras, que amaban lo grande, lo
bello, lo generoso. Este recuerdo, está. amistad, y laoS ex.•
. tensas y entusiastas relaciones queçontrajo en Sansón,
-27-
ciudad espiritual y expansiva, debieron también haber in~
fluído en Isaacs, para legar sus cenizas al pueblo que
guarda con veneración las de su poeta popular.
De Sansón pasó Isaacs á Medellín, en donde encon-
tró la más benévola acogida. La buena sociedad le abrió
sus salones, y los jóvenes se esmeraron en hacerle gra-
tas sus horas de des-:anso, mientras el clarín guerrero,
que tanto 10 fascinaba, lo llamaba. á nuevas lides. Era de
la aIcilla de los que usan lira y espada, como Hercilla,
Arboleda y Cervantes.
La Revolución triunfó y los defensores del Gobierno
se dispersaron á los cuatro vientos. Isaacs se fue al Cau-
ca y se dedicó á SllS trabajos literarios. Popular y cono-
cido yá en todo el país por sus producciones, volvió á
Medellín y desempeñó un papel político importante. En-
contró sus viejos y leales amigos, estimadores y coparti-
darias, y al abandonar el suelo antioqueiío, tan qu~rido á
su corazón, llevó imperecedero recllerdo de esa tierra,
que le mereció uno de sus mejores cantos.
Las montañas, esa irresistible atracción de los poe·
tas, mansión también de las águîlas, desde cllyas altas ci-
mas se ve cerca el cielo y los espacios infinitos, debió in-
fluír también en aquella alma contemplativa para desear
reposar en su seno, á su sombra. El estudió esas moles
abruptas, las amó, amando a! pueblo enérgico que en re-
cio trabajo fortifica StlS músculos y su carácter, y se hace
apto para defender la libertad y refractario á toda servi.
dumbre, á toda bajeza.
Conocemos yá, ó por lo menos creemos adivinar, los
motivos que determinaron á Isaacs para legar sus restos
al pueblo antioqueño. V camas ahora 10 que ha hecho
Antioquia para corresponder'a: honor que el poeta le
hizo.
Con entusiasmo general se recibió la noticia de su
piadoso legado, é inmediatamente organizó un Comité
que tomó á su cargo ptepar<rr el monumento que ha de
guardar los restos del que así honraba su suelo. Ese Co-
mité, que todo lo tiene preparado, ha instado para que
se exhumen los relitos, y designó la Diputación antioque-
ña al Congreso para conducirIos, la cual aceptó unánime-
mente la honrosa comisión.
Un antioqueño, amigo íntimo del poeta, y confiden-
te de su última voluntad, el General J nan C. Arbeláez, se
-28-
trasladó á Ibagué, exhumó los restos, los trajo á esta ciu-
dad, y de acuerdo con la familia, que honrando también
á Antioquia ha respetado benévolamente la última volun-
tad de su inolvidable Jefe, me ha hecho el honor d~ ele-'
girme para recibirlos, como representante de la Diputa-
ción antioqueña, honor que sin contrariar mi corazón, no
podía, no debía declinar. ,
Quiere la suerte que yo, que podría contar mis años,
y son muchos yá, por los dolores que la muerte ha lIe\'a-
do á mi espíritu arrebatándome tántos amigos, tántos se-
res queridos, cumpla este sagrado deber, haciendo triste
y pensativa compañía á los inanimados re~tos del que en
vida fue mi amigo y mi camarada. Iré á su lado recor-
dando sentidas palabras de aquel otro gran poeta de los
amores desgraciados, el cantor de Atala: "Mis más leja-
nos recuerdos reposan sobre cenizas, y han continuado
pasando de ataúd en ataúd. Como el Pandito indio reci-
taré las oraciones de los muertos hasta que' las flores de
mi rosario se hayan también marchitado."
Terminaré prometierrdo á la afligida y digna familia
del poeta, cuyos restos se me han entregado, que pronto
descansarán en tumba digna tie su gloria, en el hermoso
Cementerio de San Pedro, én la ciudad.-deMedellín, al
lado de aquel otro poeta, su amigo íntitDO y gloria im-
perecedera de Antioquia, guardados conrëligioso respe-
to por los hiJos de ese pueblo, admiradotde su labor li-
teraria. Y no será aventurado creer que algunas de esas
bellas Sunamitas que él cantó en inspiradas e",trofas, va:.
yan á esparcir flores y regar con sus lágrimas la losa de
su sepulcro, leyendo entre sollozos las úlj;imas dolorosas
páginas de su Mmía ..
'" (De El Sm¡.toy Seña),
PALABRAS y RECITACION
del Dr. Max. Grillo en lip.Velada Isaa.,fs.,
Entre las muchas composiciones buenas: de Isaacs,

y las tiene óptimas, he elegido para lee~ en 'esta velada,
en honor d~l poeta, uno de los cantos más- hermosos que
salió de su garganta de ruiseñor hebreo.
Tiene La tumba de Belt'sa, io el tono solemne de un
atambor que resuena después de terminada la batalla,
cuando los muertos, rígidos, clavan sus pupilas vidriosas
y frías en el cielo nebuloso, y las últimas quejas de 109
moribundos apenas se advierten entre los gritos compli-
cados de todas las cosas conmovidas por la matanza de
los hombres. i Qué ~olemnidad tan grandiosa tienen esas
estrofas! Fuc la tumba de un sér obscuro la que abrieron
Isaacs y sus compañeros en los jarales de la selva caribe,
y con todo, ¡qué grande la encontramos perdida en la
s,)ledad intrincada!
Quien desde una playa desierta haya visto desple-
gar las velas liliales de una nave que parece un pájaro que
abre las alas á los vientos salobres del mar, mientras éste
gime melancólicamente al estrellarse contra los arrecifes,
y los fulgores de una tempestad lejana alumbran el hori-
:wnte, comprenderá los versos del poeta caucano.
Muchos cantores de la nueva generación darían sus
versos todos por una sola estrofa de La tumba de Be!isa-
n'o, perfumada por el soplo de una melancolía tan in-
tensa.
Hé aquí la poesía del cantor egregio:
LA TUMBA DE BELISARIO (lO)

y dejamos su tumba para siempre
En el jaral de la marina selva,
Sola con los mugidos de los vientos
y el fragor de la mar en la ribera!
Aquel postrer adiós que no responden

Los mudos labios ni las manos yertas,
Ahogaron mis sollozos. y la fosa
Lentamente colmó la extraña tierra.
Después, envueltos en nocturnas sombras,

Infló el terrallas temblorosas velas,
y al fulgor de los pálidos relámpagos
Hicimos rumbo hacia la mar inmensa,
j Cómo responden al gemir del alma
Ecos y gritos de ,las olas negras
Que al viento arrojan sus penachos níveos
y en las rompientes iracundas truenan !
( ') Fiol j' denodado asi8tente del autor durante las exploraoionee
qtHI ~n IAAfl y 87 hizo en 108dOlJierto8de la C08ta Atlántica.
-30-
Cuán distante las cumbres de los montes
En los albores de la luna llena ... _
Qué lejano el desierto pavoroso
Donde su tu'mba solitaria queda !
Compañero leal, valiente amigo! ...•

e Qué dar en galardón y recompensa
De tu heroico y terrible sacrificio
.A los seres amados que te esperan?
Ahora ostentará plácida noche

En las verdes llanuras del Combeima
La veste salpicada de vampir-os,
Su nimbo azul de fálgidas estretlas.
Las brisas jugarán en los follajes

Que tu cabaña en el otero cercan:
Allí del hijo amado hablan gozosos .
Son sus pasos. __.Es él, que salvo llega!. _.•
y duermes ya en la tumba que te dimos
En el jaral de Ia mariR'" SeJVFl.
Sólo con los mugidos de los vientos
y el retumbo del mar en la ribe.ra t
JORGE ISAACS.
ENTREGA
de lo ••restos de J o,r~", 18,8.f'.cs.
"
La J unta Organizadora de laceleb[~6n del acto de
la entrega de los restos de D. Jorge~t •••~ á la Diputa.
ción antioqueña, presenta sus agradedDtklltos á las dis-
tinguidas Sras. Sole(iad Portocarrero dèUribe, Rosa Gó.
mez de Ospina, y Sritas. 'teresa Uribe R., Adelaida Uri-
be G., Pepa Uribe R. é IQé~ Gutiérrez Hoyos, por el in-
act~
..
terés que desplegaron en el mayor lucimiellWde dicho
-
,
Bogotá, Diciembre 12 de 1904.
(Ik El ~ y S¡iitt:).
III
RECEPCION EN MEDELLIN
TELEGRAMAS
Ofici,¡¡.-Gobernación.-Mcdellín, Diciembre 12 de 1904.
General .Juan C. Arbeláez.-Bogotá.
Recibido atento telegrama de hoy, en que a\'ísame
entrega restos de Isaacs al General Vélez. Agradézcole
fina atención. He transmitido su importante telegrama
Junta.
Amigo afectísimo,
BENITO URIBE G.
Oficíal.-Gobernació1z.-Medellí1l, DicÙm¿n 14 de 1904.

Dr. JUlIO C. Arlleláez.-Bog6t4 o"
Recibido su telegrama del 12. Está dada la orden á

Carac':JlÍpara poner peón á disposición del General Vé.
lez, para traer reitos Isaacs. Salúdolo afectuf>samente.
Afectísimo,
BEKITO URIBE G.
Oficial...-Gobemación.-Popayán, I7 de Diciembre de
I904·
Camilo Botero Gaona, Seeretario."~16 Junta Iaa:LOt'.-,l£edellífl.
El Cauca tendrá es~ complacencia en nombrar
representante para la recepj;ón de b5 restos del ilustre
hijo de este Departamento Jorge Isaacs. Para hacer de-
- 32 -'
signación. ruégole decirme cuándo debe vetjfi~arse lél.

acto.
Servidor,
(Fda.), PEDRO A. MOLINA.
Auténtico.-CJtica 1.
Sè(retaria de Gobierno.-Bogotá, 19 de Diciembre de [904.
Botero Gùerra, Sccretario.-¡}fedÛlín.
Refiérome telegrama del 17. Gobierno Cundinamar~
ea tuvo á bren designar Dr . .Francisco de P. Muñoz para
que represente Departamento recepción restos poeta
Isaacs.
(Fda.). BELISARIO AVALA.
Auténtico.-París .
• Gobernación.'-';;'Ióagué, 19 de Dicitmbre de 1904.

. D. Camilo Botero Gnerra.-Mldellín.
Me complace comunicar á Ud., en respuesta á su
atento telegrama del 17, que esta Gobernación ha tenidó
á bien nombrar representante para la recepción de restos
del inmortal Jorge Isaacs, al Dr. Enrique Ramírez G.
Amigo,
FÉLIX A. VÉLEZ M.
Auténtico.-Paris.
Ofida¡.-Puert~berYio. 19 de Dicúmbre·de 1904.

Seoretario de Gobierno.-Medellín ..
Hoy siguieron Dres. Véler. y Arango con los restes
de Jorge Isaacs.
Servidor, Alcalde,
. (Fda.), J. M. SALAZAR.
Auténtieo.- Tt'.tyïilo V.
_ , 1"'J'.
Gobernación.-Bucarant4tlsa,20 de Diciembre d, 1904.

Dr. Botero Guerra, Secretario do ¡l.·j'ûnta 18l\a08.-Medellín.
Correspondiendo á la excitación que me hace en te4
legrama del 17, hoy he designadcJ al Sr. Dr. Francisco
Molina para que represente á este Departamento en la
recepciÓn de los restos del ilustre poeta Dr. Jorge Isaacs.
El pueblo de Santander, amigo y admirador entusiasta
del de Antioquia, agradece que se le haga partícipe en la
ovación que se rinde hoy á la memoria de uno de los más
ilustres hijos del País.
Atento, S. S.j
ALEJANDRO PENA SOLANo.
Auténtico.-C. E. Fe/áez.
Bogotá, 21 de Ihâembl'e de 1904.

Dr. D. C,lmilo Botero Gllerra.-Meddlín.
Tengo el honor manifestar á Ud. que el Gobierno de
la Replíblica ha designado al Dr. Avelina Agudelo para
que lo represente en la fiesta que se prepara en ese De-
partamento para recibir los restos del ilustre caucano D.
Jorge J saacs.
BONIFACIO VELEZ.
Auténtico.-Quz"n/ero.
Bógotá, 2I de Diciembrt de 1904.

::;r.Secf(,tario de la. Junta Isa.ac8.-Medellín.
Refiriéndome á su telegrama del 17, me es grato
participar á Ud. que el Gobierno ha nombrado al Dr.
Avelino Agudelo pararepresentarlc- en recepción de los
restos del ilustrado Jorge Isaacs.
Compatril'>ta,
R EYES.
Auténtico.-Quintero.
TU11ja, 22 de Diciembrt' de 1904.

Secretario Junta Isaa.cs.-Medellín.
Gustoso particípole Gobierno este Departamento
nombró representante para recepción restos ilustre litera-
to y poeta Dr. D. Jorge Isaacs, al Dr. Abraham Moreno,
á quien comunícole.
Afectísimo,
NARCISO GARCÍA ME·DINA.
Aut;éntico.-Dttqu6.
3
-~-
Bogotá, 22 de Dic.ú1ll¡'re dé 1904-
JUDta 1aaac6.-Medt'Uán.
Interpretando. sentimientos antioqueõos residentes
esta Capital, enviámosles efusivos congratulamientos por
haber correspondido, amplia y generosamente, al último
deseo del esclarecido poeta I~aacs. c;uya glorificaci6n es
un alto honor nacional.
La Junta de Bogotá, Bernardo Escobar, Santiago
OsPina, Antonio J. Restrepo, Jl.'l. Antotlio del Corral, Jo-
sé Ma,Ia BOltz's,Gregorio Gutiérrez.
A uténtico.-Parls.
Ójicial.-Gobernadón.-Medellln, 22 .de DiciemÓ1C de

1904·
Goberuador.-Po-paydn.
Acabo de recibir su telegrama del 20. Dentro de tres
horas llegarán á esta Capital los restos del poeta Isaacs
en procesión solt:mne, organizada de la manera más pom-
posa. Serán conducidos á la Catedral Metropolitana,
donde permanecerán depositados hasta el día de la in-
humación que avisaré á Usía oport~namente,para que
pueda hacer el envío del Comisionado. Altas j1utorida ...
des administrativas y judiciales y todos los gremios so-
ciales encabezarán el desfile que se 'Prepara, para testifi.
car de una manera digna al más insigne de nuestros poe-
tas y literatos, la gratitud pública por el precioso legado
que tuvo á bien hacer á este Departamento.
Dias guarde á UsÍa.
BENITO URIBE G.
Ojicial.-Gobernación.-Mede¡¡ln, 23 de Diciembre de
1904·
Dr. Jnan C. Arbeláe2:.-Bogotd.
Ayer fueron recibidos restos poeta Isaacs de manera
digna y ceremoniosa. Después de desfile altos emplea-
dos y corporaciones públicas y privadas, flieron aquéllos
depositados Catedral Metrop.olitana hasta Enero próxi-
mo. Veri1i~aránse exequias inhumación y se rendirá más
cumplido homenaje al insigne novelista. gloria de Colom.
bia y hombre de corazón, quien supo legar el suyo á An-
-35-
tioquia, la que ha sabido y sabrá corresp, nder debida-
mente á esa manifestación de amor y defi.rencia de parte
del finado. Doy á Ud. este informe por haber sido ·Ud.
la persona á quien Isaacs confió el cu plimiento de su
legado, por la manera como ha sabido 'cumplir su comi-
sión y para que se digne hacerlo saber á la familia de
aquél.
Su servidor,
BENITO URIBE G.
Cartagma, 23 de J)iciembre de 1904.

Eot~rc·.-Medellin.
Refiérome telegrama del 17. Esta Gobernación ha
designado al Dr. D. Alejandro •... iarcía para representar
el Departamento de Bolívar er las ceremonias relaciona.
¿as con los restos del disting1.1do poeta Jorge Isaacs.
Dios guarda á L d., Gobernad.or,
LUIS PATRÓN R.
Auténtico.-Duque E.
Popayán,26 de Diciembre de 1904.

Secretario de Junta Isaacs.-Jledellín.
Ruégole decirme cuándo verificaráse inhumación res-
tos Isaacs ..
Servidor,
IRAGORRI ISAACS.
Auténtico.-París.
Gobemación.-Popayán, 27 de Diciembre de 1904.

Qobemador.-Medellin.
Agradezco á Usía importante aviso contenido en su
telegrama de 23, relativo á la llegada á esa capital de los
restos del ilustre caucano Isaacs. Este Departamento se
asocia al que dignamente gobierna Usía para tributar al
eminente poeta el homenaje que merece, para lo cual se
enviará el comisiem!.do que represente al Cauca el dia de
la inhumación, dé acuerdo con el aviso que ofreció Usía
darme. Aprovecho esta oportunidad para manifestat á
Usía cüán vív es el sentimiento público de gratitud d'el
Cauca, al inteli nte y labori9s0 pueblo de Antioquia por
Ia,parte prinèip 1que e'n la apoteosis del insigne v~~
~aucano ha qu«r €> tomar en esta vez. ' •
Atento, S. S.,.
i PEDRO' A. MOLll(A. [.]
A.uténtico.-Pa,.is.
Gobernación.":·Paslo, 27 de .Dici,1W6re tie '904.

hcretario Junta Is3lMl8.-M~lUft.
. Con grata satisfaccÍ'Sa ñe desigtl~do al Sr. PedrO'
Nel Ospina representante 'de este Depártame(lto" para la
fecepci6n de U,9 restos dei i1IAstre-colombiano D'r. Jorge
}saa~s. '
(Fl·O.), JULIÁN :B'GJ'CHELI.
Auténtico.-C. R Parls:r
Gobef'1tiZCióN.-Buca,a11UUlga, Ji tie E1UrtJ' de J905~

Ilr. Bo~ro Ga.ena.-Jlt'litllín.
Po, aus«ncia Dr. Molinâ' designé al Di. José Tomás.
Henao .
. Servido"
(Fda.) ALEJANDRO PEÑA SOLA>NO.
Auténtico.-Ck£ca A.
NOTA.-€omunic6sele qne e},DI'. HeDao también -*"aulMlnte,
Goberna&i'¡".-.8ucal'am~~ 27 de Enero de I995.

Jleraolio PM'1'&- V.-MelIel" •.
Si Dr. Zuleta'también se excusa, loautorizol'ara que-
diga al Dr. :lotero Guerra que queda fucul~ para de~
sign"r á mi nombre perSQaa que quiera r~tar á este'
.... _-
[-] Por tree vece8 8e anunci6 el dhi de la inJriliDaei6n; pero, pro-
1)ablelftenfe por baberse Ileparado de la GO~·· . en aquellos di."
el Dr. MoUDa '1 Db haberse encargado aun ~ .' el Dr, Valencia, no-
lle oo:vió el comision•• IÓ, Debido II; esto se 110 r6 aquí rllpreseutanto'
del Cauoa, al apreciable Sr. Lino R. Ollplna, quien desempelló digue.
y Mtillfactoriamentoflllu- oOlll.iMón-. ,
-37-
DepaTtamento en ceremonia Isaacs. Agradézcole inter·
vención. •
Set'Vidor,
ALEJANDRO PEÑA S.
A u téntica.-Parú.
Safe/amar/a,30 de Ellen) de L905.

BO'bel'O Guocra,-.lfedellín.
De1egóse facultad de designar representación del
Magdalena, en lo relativo á Isaacs, al Sr. Gobernador de
Antioquia.
JOSÉ GNECCO CORONADO,
Auténtico.-Caldet'Ó1Z G.
JtlRGE ISAACS
Los restos de este ilustre caucano, honra de Colom-
bia y sublime cantor de las glorias y virtudes del pueblo
antioqueño, entrarán á esta ciudad, conducidos por los
Sres. General Marceliano Vélez y Dr. Dionisio Arango,
mañana á las cuatro y media p. m.
La Comisión encargada de organizar la recepción de
tan preciosas reliquias, la ha dispuesto en la siguiente
forma:
A las tres y media p. m. deben estar reunidas las
personas y entidades del acompañamiento, debidamente
distribuídas, en el atriú de la Catedral, y á las cuatro des-
filarán en este orden:
I'? La Oficia1idad de la Guardia Civil )' la Gendar-
mería, precedida de la Banda de Cornetas;
2? Los artesanos de ta ciudad, distribuidos por gre-
mios r en filas de á seis personas;
3? El Sr. Alcalde de la ciudad. y los empleados mu-
nicipales;
4'? El Sr. Prefecto y los empleados de la Provincia
del Centro ;
S? El Honorable ConceJo Municipal de Medellín;
6? El Tribunal Superior y los demás empleados del
orden judicial;
t! Las ilustres Academias;
- :;8 -
8lJ' El Sr. Gobernador del Departamento, sus Secre.
tarit>s, el Comandante de la Guardia Civil y los demás
empleados departamentales;
9C! Los Representantes del Gobierno Nacional y de
los Departamentos; ,
10 Cuadro alegórico de Antioquia, en el cual serán
colocados los restos del gran poeta;
I I. La Colonia caucana;
12, Los Periodistas;
13 El Centro Artístico:
14. La J unta Isaacs;
IS. Los caballeros que no queden ~omprendidos en
alguno de los números que preceden; .
16_ La Banda Marcial.
La fuerza pública cubrirá los costados del acompa·
ñamiento.
Este saldrá del Pa:-quc de Berrío. por la Calle de Bo-
lívar, pasará á la Carretera del Norte por la calle de la ca-
pilla de Jesús, donde recibirá las reliquias del Poeta, y re·
gresará por la Calle de Carabobo, hasta la esquina de la
Veracr!Jz; de allí subirá por la Calle de Boyacá al Parque
de Bcrrío, y por los costados occidental, y sur. de éste, irá
á ocupar todo el oriental, frente al atrio, :donde se pro-
nunciarán los discursos de recepción.
Terminados éstos, las cenizas «\Jelilustre vate serán
depositadas en la Catedral, donde permanecerán hasta el
día en que conforme á los ritos eclesiásticos, se puedan
celebrar las honras fúnebres, que serán seguidas de la con-
ducción solemne de los restos al Panteón de San Pedro
de esta ciudad. '<
De .esto se dará aviso oportunq _lpúblico en nuevo
programa.
Medellín, 21 de Diciembre de 1904.
LA COMISIÓN.
..(Cartel que 116 fijó en las esquinas de la ciudad.)
• AL PUEBLO
Los infrascritos, miem6ros de la Çpoûsión nombrada
pbr la Junta Isaacs yel Centro Artístico para organizar
Jas diversos gremios de artesanos errla recepción solem-
ne de los restos del ilustre caua"lloJorge Isaacs, i~vitan
-3U-
encarecidamente al pueblo medellinense á concurrir á di-
cho acto.
Se excita á todos á honrar la sagrada memoria del
gran poeta que ensalzó á Antioquia con elogios sublimes
como éste:
¡De qué raza desCiendes, pueblo altivo
Titán laborador,
Q,ue le abreR, amoroso, til hogar al peregrino
y tienes, para humildes virtudes, galardón'
La hora la indicarán los respectivos programas.
Medellín, 21 de Diciembre de 1904.
JOSÉ ZAPATA LÓPEZ.-ERASMO RODRfGUEZ.-RA-
FAEL CHAVES MURCIA.-ANTONIO PASTOR,
(Cartel.)
ACTA
de lo. :recep-ciõn de loto restos del poeta J o1'2e Isaac ••
En la ciudad de Medellín, á las cuafro de la tarde
del veintidós de Diciembre de mil novecientos cuatro, los
infrascritos Benito Uribe G., Gobernador del Departa-
mento de Antioquia; Germán Herrío, Secretario de Go-
bierno; Eusebio Robledo, Secretario de Instrucción PÚ-
blica; Avelino Agudelo, Representante del Gobierno de
la República y Presidente de la Sociedad Antioqueña de
Jurisprudencia; Francisco de P. Muñoz, Representante
del Gobierno del Departamento de Cundinamarca; En-
rique Ramírez G., Representante del Gobierno del De-
partamento del Tolima; Julio Ferrer, Representante del
Departamento del Cauca, nombrado por la Colonia cau-
cana; Fidel Cano, Representante de la familia Isaacs y
Redactor de El Espectador; Laureano García, Prefecto
de la Provincia del Centro del Departamento de Antio-
quia; Apolinar Cálad, Comandante de la Guardia Civil
del mismo De(Jartam~nto; Nicanor Restrepo G., Alcal-
de del Municipio de Medellín; Carlos Mejía, Presidente
de la Acaqemia de Medicina de Medellín; J osé M~ Mesa
J., Secretario perpetuo de la Academia Antioqueña de
Historia; Carlos A. Molina, Director de La MtScelánea/
Nazario A. Pineda, Director de El Alltioqueño," Nicolás
Mendoza, Director de La Orga1zización/ Antonio J. Ca-
no, Director de Lectura y Arte y Redactor ae Vida Nue-
'va; Jorge de la Cruz, Redactor del mismo periódico;
-40-
Luis de Greiff, Vicepresidente del Centro Artístico; Li-
no R. Ospina y Gonzalo Vidal, individuos de la Colonia
C!lucana; José Velásquez García y Carlos Arango J.,.
miembros de la Comisión de la Junta Isaacs, y Camilo
Botero Guerra, Secretario de la misma Junta, se reunie~
ron enfrente de la Capilla de Jesús, en la carretera del
Norte, con un numeroso concurso compuesto de emplea-
dos de todas las categorías oficiales,.gt~~œero de par-
ticulares, miembros de las Academias y Sociedcldes esta-
blecidas en esta ciudad, y de la Junta Isaacs, periodistas,
artesanos, la Fuerza pública &c., con el objeto de recibir
y trasladar solemnerpente de dicha Capilla de Jesús á la
Iglesia Metropolitana los restos del ilustre poeta caucano
Sr. Jorge Isaacs, restos que el General Marceliano Vélez~
comisionado por la Diputación antioqueñ'a á las Cëimaras
Legislativas, condujo de la ciudad de Bogotá á la de Me-
dellín y luégo entregó formalmente, á la una y media de
la tarde del mismo día, al Sr. Camilo Botero Guerra, Se-
cretario y comisionado de la Junta Isaacs.
Se procedió á la solemnidad en la siguiente forma:
El Comisionado Botero Guerra extrajo de la Capilla,
donde pocas horas antes la había depositado con las de-
t>idas seguridades, la urna con los restos del poeta. Inme-
diatamente fue colocada en un lujoso carro alegórico que
representaba á Antioquia, y luégO"-leyó un discurso el
Dr. Avelino Agudelo, como Representante deI,Gobierno
de la Nación. Terminado el' discurso, empezó el desfile
del acompañamiento hasta el Farque de Berrío, en el cual
entró mientras la Banda Marcial tocaba el Himno colom-
biano.
~n el atrio de la Catedral leyeron sendos discursos
los Sres. Fidel Cano, Enrique Ramírez G., Lino R. Os-
pina y Camilo Botero Guerra.
Después fu~ depositada la urna, con las seguridades
del caso, en la Iglesia Metropolitana, en donde permane-
cerá hasta el mes de Febrero del año próximo, mes en
que se celebrarán solemnemente unos funerales y la co-
locación de los restos del poeta en el Panteôn de San
Pe4rode esta ciudad, en Ia cripta que _~ de servir de
base al mODumento en construcci6n.
Para constancia de lo expuesto'u;!e -firma esta acta
por cada una' de las personas arriba citadas y por el co-
misionado de la Diputación antiequeñ,a-
-41-
BENITO URIBE G., Germá1l Berrío, Euseóio Roóledv.
AvelÙw Agudelo, Marce/iano Vikz, Enrique RamIrez G.,
.F. di?P. Muiíùz, LuÙ de Gre£.û, Laureano García R., Na~
,~,¡rioA. pz'neda, José Ve!ásquez Garda, Carlos A. Moli-
na, Julio Ferrer, GOllzalo Vidal, Lino R. Ospina, Carlos
Arango J., Fidel Cano, Nicolás ¡IImdoza. A,ztonio J. Ca-
no, Jorge de la Cruz, NtCanor R.estrepo Giraldo, Carlos
MeJía, Apolinar Cálad, J. M. .Mesa Jaramillo, Cllmil()
Bottro Gltlrra.
(De Lectura Amclla.)
JORGE ISAACS
El día 22 de Diciembre se recibieron solemnemente
en esta ciudad los restos dcl ilustre colombiano D. Jorge
Isaacs, custodiados desde Bogot¡i por la Diputación an-
tioqueña.
Se han cumplido los deseos del autor de María, de
descansar en tierra antioqueña, y los deseos de Antio-
quia, de poseer y guardar para siempre los restos del va-
te insigne que cantó sus glorias.
En' carro aleg.c\rico, artísticamente decorado por el
Sr. D. Carlos Arango, miembro de la J unta Isaacs, fue-
ron conducidos los restos- en urna elegante, obsequiada
par la Colonia antioqueña residente en Bogotá-á la Igle-
sia Metropolitana-en medio dd mayor recogimiento, or-
den y respeto-por una concurrencia selecta y nume-
rosa, presidida por la Gobernación del Departamento,
con su tren de empleados. Hacían .parte principal del so-
lemne desfile los miembros de la Junta Isaacs, el Centro
Artístico, los periodistas, la Colonia caucana, el Repre-
sentante de! Gobierno Nacional, y los de los Departa-
mentos de Colombia, todas las Academias científicas de
la ciullad, y el pueblo antioqueño también dignamente
representado.
Además del elegante carro alegórico de que habla-
mos, que representaba á Antioquia, ricamente ata:viada
y majestuosa para recibir el invaluable depósito, se hizo
notar por su severidad respetuosa el carro que conducía
los presentes del Departamento del Tolima, lleno de co-
ronas que rodeaban el escudo nacional á todo lujo.
Al comenzar el destile, habló en nombre del Excmo.
-42-
General Reyes el Sr. Dr. Avelino Agudelo, en corta pe-
ro conceptuosa oratoria. Luégo. al concluír, en el.atrio
de la Catedral, hablaron : D. Fidel Cano, Representante
de la familia Isaacs; D. Camilo Botero Guerra, en nom.
ore de la Junta Isaacs y del "Centro Artístico"; D.En-
rique Ramírez G., en nombre del Departamento del To-
lima; D. Lino R. Ospina, en nombre del Cauca, patria
del poeta.
Los restos quedaron dep.ositados en la Metropolita.
na de esta ciudad, en tanto que se prepara la gran festi-
vidad para conducirlos al cementerio ..
Fueron deseos de Vida Nueva publicar todos los do-
cumentos relativos á esta fiesta. Sabemos que en un nú-
mero especial de Lectura A mena se recogerán próxima-
mente.
(De Vida Nueva.)
JORGE ISAACS
"Los restos de este ilustre caucano, ,honra -d'tCp.
lambia y sublime cantor de las glorias y virtudes del pue .•
bio antioqueño, entrarán á e~.taciudadôondúè1dos por
los Sres. General Marceliano Vélez y Dr. Dionisio Aran-
go, mañana á las 4J!z p. m."
Tal era el encabe7.amiento del cartel de gran ta-
maño que se fijó en las esquinas de esta ciudad el 21 de
Diciembre último.
El 22, á la hora indicada, se reunió en el Parque de
Berrío un numeroso concurso. Contra lo que se espera-
ba, en ateilción á lo vacío que está Medellín con motivo
de las vacaciones, millares de personas formaron el acom-
pañamiento, y éste desfiló solemnemente hacia la Capilla
de Jesús, donde debía recibir las cenizas del glorioso poeta.
Asistieron el Sr. Gobernador, sus Secretarios, el Tri-
bunal SupeFior del Centro, los empleados del Departa-
mento, de la Provincia y del Municipio, la"Academia
de Medicina, la d~ Historia, la Sociedad i\.ntioqueña de
Jurisprudencia, el Centro Artí~tico, la J ~nta' Isaacs, los
Representántes"nombrados por el Gobierno Nacional y
por los Departamentales, la Colonia caucana, los Di'recto-
res y Redactores de periódicos, gran número de artesa-
, nos y particulares y la Fuerza pública.
Enfrente de la Capilla de Jesús se recibi6 la artísti .•
ea urna en que la Junta de Bógotá envió Jas restos del
gran literato. Fue colocada en un Jujoso carro alegÓrico
que representaba á Antioquia recibiendo las cenizas de
su esclarecido é inolvidable cantor. En el mismo carro
iban colocadas las coronas enviadas por las entidades ofi-
ciales, científicas y literarias, por los Representantes y
por los particulares. Más de setenta nombres en tarjetas
y dedicatorias daban testimonio del entusiasmo y la ve-
neración con que eran recibidos los preciosos restos. La
corona ofrendada en nombre del Gobierno del Departa-
mento del Tolima iba, por separado, en un elegante carro.
El Dr. Avelina Agudelo, Representante del Presi-
dente de la República, leyó un discurso que fue aplaudi-
do con entusiasmo, r luégo siguió el desfile, por otra vía,
hacia el punto de partida. Al entrar al Parque de Be-
rrío, la Banda Marcial tocó el Himno colombiano en ho-
nor de esta nueva y csplendorosa l'gloria inmarcesible"
de la Patria y del mundo literar~o.
En la tribuna, colocada en el atrio de la Catedral,
leyeron sendos discursos los Sres. Fidel Cano, Represen-
tante de la familia Isaacs; Dr. Enrique Ramírez, en re-
presentación del Gobierno del Tolima,; Lino R. Ospina,
en reemplazo del Representante del Cauca y de la Colo-
nia caucana, y Camilo Botero Guerra, Representante del
Gobierno de A ntioquia, del Centro Artístico y de la J un-
ta Isaacs. Todos ellos rindieron el merecido tributo de
cariño, veneración y gratitud á la memoria del inmortal
vate caucano.
Tal fue, descrita á grandes rasgos, la imponente re-
cepción de los restos de Isaacs.
Para Febl'~o próximo se preparan las solemnidades
de la inhumaclón de aquellas rdiquias, que yá. son una
riqueza y una honra para Antíoquia, y que transitoria-
mente quedan depositadas en la iglesia Metropolitana.
La cristiana y culta sociedad de Medellín cumplirá
suntuosamente tan sagrado deber.
Sentimos no reproducir los discursos á que hemos
aludido, y que el simpático periódico LectllM Amena pu-
blicará próximamente.
(De La Patria).
-44-.
JORGE, ISAACS'
Conformeá la voluntad p05trimeradel ilustre bardo
t:aucano, sus cenizas-conducidas á esta ciudad desde Bo-
gotá por el General Marceliano Vélez y el Dr. Dionisio
Arango-Cueron el)tregadas á la comisión encargada de
organizar su recepcron, en la tarde del 22 de Diciembre
último, cerca á la Capilla de Jesús ..
A pesar de haber tenido lugar esta festividad en los
días en que Medellín se encúentra casi sola, por ser los
escogidos para veranear, la concurrencia que en la tarde
de1.z2 de Diciembre se reunió en el atrio de la Metro-
o. poli tan a, para el objeto indicado, fue numerosa y selec-
ta. No pudo hacerse el desfile conforme. á las instruccio-
nes dadas en el programa, pero sí vimos con gusto que
la excitación hecha á los altos empleados de la Naci6n,
del Departamento y del Municipio, lo mismo que á las
diversas corporaciones oficiales y científicas, para que
contribuyeran con su presencia á solemnizar la recepción,
fueron galantemente atendidas. '
Rompió el desfile un carro adornado elegantemente
con guirnaldas de flores, que conducía' la hermosa corona.
q~e en nombre del Gobierno y puebl0'd~1 Tolima pr.e~
sent6 el Dr. Enriqûe Ramírez G .. I
( Sigui<S á éste un lujoso carro alegórico en que se

destacaba la graCiosa y gentil figura de una rubilla de fac-
ciones finas, ojazos cbros y limpios, perfil correto y sua-
ve y ondulada cabellera. El atavío sencillo al par que ar-
tístico-como que se reducía á una blanca tunicelA;de se-
da y á un manto de rojo terciopelo-realzabp. 't-a~,<'belJeza
majestuosa de la niña, que, en la actituded~ a.guarda
Maria sobre una piedra la llegada de ~,: represen-
taba áAntioquia. en el momento dere~~"èrlegado con
que la honr6 el grantlove!ista. ' 'i<:~·.·, .
. Exornaban el catro, distribuídas con arte sumo, las
hermosas coronas de flores enviadas por corporaciones y:
particulares, En las tarjetas y lujosas cintas que llevaban,
vimos entre otros los siguientes nombres y dedicatorias:
María l. Arango de Llano, al autor de "María".
Raquel A. de CarrasquiU~.
Inés Villa. -
Ana J. Botero Sanin .. _u
Inés Sanín de Botero.
- ,};i -
Isabel CarrasquilIa de A.
Tulia C. de Arango ..
H~rtensia C. de Moreno.
El Gobernador del Departamento y sus Secretarío~.
El Departamento del Cauca; homenaje á su ilustre
hijo Jorge Isaacs.
El "Centro Artístico", al poeta Isaacs.
Por Cundinamarca. !lU representante, F. de P. Muñoz,
Academia de Medicina.
Academia Antioqueña de Historia.
La Colonia caucana.
La Junta Isaacs, al cantor de la tierra de Córdoba.
I,ectum y A rte.
La 1J1iscelánea. á Isaacs.
Camilo Ratero Guerra.
Tomás Carrasquilla.
Carlos Arango J.
Antonio María Pastor.
J osé Zapata López.
Erasmo Rodríguez.
Rafael Chaves Murcia.
La Orgmtización, al autor de María.
Al pie de esta corona se leían en una tarjeta los si-
guientes nombres:
Nicolás Mendoza, Carlos Adolfo Urueta, Manuel
Botero E., César Piedrahíta V., Alejandro López R., Li-
bardo López, Basiliso Uribe, Enrique Sanín, R. Botero
S., Luis E. Latorre, Francisco A. Latorre.
Había treinta y dos coronas más que perdieron sus
tarjetas durante el desfile.
Seguían al carro alegórico descrito, el Gobernador
del Departamento y sus Secretarios, el Prefecto, el Al-
calde, los representantes del Gobierno Nacional y de los
Gobiernos Departamentales, las ilustres Academias, el
"Centro Artístico", los periodistas, nutrido grupo de ca-
balleros, la Fuerza pública y la Handa Marcial.
Tocó á D. Camilo Botero Guerra recibir las cenizas
de Isaacs, guardadas en la artística urna que regaló en
Bogotá la Colonia antioqueña. Colo.:ad3 en el carro esta
reliquia que la tierra de Córdoba conservará con orgullo,
pronunció el Dr. Avelino Agudelo el discurso que en es-
ta hoja verán nuestros lectores, en representación del
Presidente de la República, General Rafael R;-yes.
-46-
Al regresar al atrio, habló en nombre del Departa-
mento del Tolima el Dr, Enrique Ramírez, con su decir o
especial en que suple la deficiencia de la voz y los incon-

venientes de su no muy marcial figura, con imágenés ro-
tundas y originales pensamientos.
D. Fidel Cano habló en seguida, en nombre de la
familia Isaacs. En frase galana y precisa, como sabe ha-
cerla nuestro gallardo polemista, manifest6 el profundo
agradecimiento de los deudos del poeta por el homenaje
que tributa Antioquia á su memoria.
D. Lino R. Ospina, representanle de la Colonia cau-
cana-emocionado con el recuerdo del bardo y con la so-
lemnidad de la fiesta-'-se hizo intérprete del sentimiento
de cariño y admiración que guarda el pueblo hermano
por el más ilustre de sus poetas.
Para terminar, habló en nombre del Gobierno De-
partamental, del "Centro Artístico" y de la "J unta Isaacs"
D. Cam\lo Botero Guerra, el más entusiasta admirador
del vate que al inmortalizarse con su canto á la Tierra
o de Córdoba, la asoció á sus glorias. Su elocuente discurso
será publicado en la próxima entrega de Lectura Amena.
Los restos d~l bardo fueron deposi.tados en la' Me-
tropolitana, en donde permanecerán hasta el I S de F e-
o brero, día señalado para la ceremonia religiosa y para su
traslación al Cementerio de San Pedro •.
Los oradores nombrados para ese día son D. Fidel
Cano y D. Pedro Nd Ospina.
LUIS DE GREIFF.
(De La Organización.)
DISCURSO
pronnnciado por el Dr. Avelino Agudelo, representante elel Gobierno
Nacional, en la recepción de 108reltt08 de Jorge I8a&OI.
Señores :
El Gobierno Nacional me ha 'hecho el honor de
nQm~rarme para"que lo represente en esta solemne cere-
moiua. ,
Cree el Gobierno, y con razón, que. no sólo el pue-
bl0 de Medellín, que no sólo el pueblo de Antioquia, que
es la Nació~ entera la que debe tomar parte en este tri ..•
-4;-
buto de honores á uno de sus hijos ilustres. Felices los
pueblos que honran á sus grandes hombres! Desgracia-
do~ aguellos que llevan sus disen!::Îones y sus odios hasta
más allá de la tumba!
Este acta, que reúne todos los partidos y todas las
opiniones, en un país dividido hasta ayer por cóleras des-
encadenadas y por lagos desbordados de sangre, es con-
solador para el patriotismo, porque augura días buenos
en lo porvenir y hace esperar que la cordura no nos
abandone jamás.
POI' otra parte, las Naciones que henran á sus hom-
bres notables se honran á sí mismas y riegan así la si-
miente que les da brillo y poderío.
Jorge Isaacs, con su prosa rebosante de galanura y
sentimiento, con sus versos llenos de pompa y majestad,
deja en nut'stra historia literaria páginas que nunca mo-
rirán, ante las cuales las ondas del olvido se retirarán
imllotentes y cansadas.
La Nación asiste complacida al espectáculo de un
pueblo hospitalario que recibe amorosamente las cenizas
de uno de los más esclarecidos colombianos.
Dormid, pues, Jorge Isaacs, el sueño eterno "á la
sombra de nuestras arboledas frondosas"; escritor insig-
ne, bardo sublime de nuestros valles y montàñas: que la
Gloria circunda de resplandores inmortales vuestro se-
pulcro!
(De La Organización.)
DISCURSO
leido l'or el Sr. Fidel Cano en la recepción de 108restos
del p'oeta J or¡jte IsaRct!.
SEÑORES:
He recibido de la respetable familia Isaacs el encar-
go por extremo bQDJ'oso de representaria en esta ocasión
tan conmovedora y solemne para ella como para el pue-
plo antioquefio.
Sin trabajo se comprende que los deudos del poeta
insigne que ha querido descansar por siempre en "la tie-
rra de Córdoba", no han tenido en cuenta al hacer la de-
signación de que hablo, prendas intelectuales ni dotes
oratorias de quien ha de representarles aquí, pues si tal
hubiese sido su criterio, no sería yo quien ocupase ahora
-,18-
, \ .
~ste lugar. be otro orden es, sin duda, el contingente que
me piden, y á fe que si fuere el que me imagino, no obs-
~te lo grande de la honra que me disciernen, han obra-
do con justicia: estoy pensando quec:s un corazón lo que
han buscado y que, habiendo medido el mío, no lo han
hallado falto. ' .
Fáltanme, sí, por desgrada, rtledios de expresarme
proporcionados á la magnitud de esta ocasión y á lo in~
tenso de los sentimientos que ella me inspira; mas, por
fortuna, los de la familia Isaacs tienen yá, en el hecho mis-
mo que aquí nos reúne, la más expresiva yelocuente for-
ma que revestir pudieran; pues, en efecto, no alcanzo á
imaginar demost.ración mayor, ni más significativa, de lo
• que sienten por Antioquia la viuda y' los huérfanos del
autor de Jf1áríù, que la entrega que nos hacen' de sus res-
tos para que los guardemos por siempre; de esos restos
que, á más de ser-como lo son para Colombia entera-
el símbolo de una gran gloria, constituyen para el hogar
que nos los envía reliquias tiernamente amadas, objeto de
justa veneración, de las cuales no han podido despren-
derse sin intenso dolor y amargo llanto quienes són hue-
so de los huesos del poeta, y alma de IiU alma.
Mucho han de amar á Antioquia-Iós que tal tesoro
le confían, siquiera lo hagan en acatamiento á la sagrada
voluntad del difunto ilustrè ; gran fe han de sentir, como
él mismo la sintió al señalar su tUfJlba, en là nobleza é
hidalguía de este pueblo que, si más de una vez recibió
de Isaacs la magnífica ofrenda._de sus cantos inmortales,
más de una vez le vio también, de cerca, entre los más
ardientes campeones de nuestras. luchas políticas, tan fe-
cundas en pertinaces odios y rencoJ:es; en muy alta esti-
ma han de tener las facultades del alma antioqueña quie-
nes nos creen dignos de guardar el cráneo que encerró
el poderoso cerebro de I,saacs ; .m~y J~a ide~ ban de
formarse de 10 que es ya y vendra á~tard.e el Ar-
te literario en la Montaña, quienes pierrsanq06'4-a Monta-
ña es acreedora á conservar para la posteridad las ceni-
~as del delicado artista que modeló á María,'. pero, sobre
todo, i qué profundo cariño han de sentir la viuda y las
hijas del poeta por sus hermanas de Antioquia, y cuánta
confianza abrigarán en su solicitud, piedad y ternura,
èuando las encargan por siempre de renovar sobré esta
amada y gloriosa urna funeraria las florea bañadas en lá-
-49-
grimas con que ellas la han cubierto tántas veces, y de
arrullar el eterno sueño del esposo inolvidable, del padre
idolatrado, con el santo rumor de las plegarias cristianas!
Antioquia no pu~de desmentir, no desmentirá, seiio-
res, el altísimo concepto eo que le-tiene la familia que
estas reliquias le encomienda, que con este tesoro histó.
rico espléndidamente le regala; y cada generación que
pase por nuestro suelo, se sentirá más obligada que las
precedentes á guardar y embellecer el sepulcro que reci-
birá mañana estos despojos, y á honrar la memoria del
bardo inmortal que con fuego divino los animaba ayer!
(De Lectum AmC1ta.)
DISC URSO
l.ronunclado por el Dr. Enrique l'lamíre. G. en la recep.
ción de lo ••restos de J or&l;6{saac ••
No pocHa el Tolima quedar s:n representación en es-

ta solemnidad, porque sobre ser su ilustrado y amplio
Gobierno admirador de las glorias nacionales, el varón
cuyas cenizas nos remite pasó sus últimos días en medio
de aquel pueblo heroico y hospitalario.
El encargado de esa representación es quien tiene
el honor de dirigiras la palabra, y quien reclama vuestra
benévola atcnción.
SE:\;O\.~ES :
Desele que hubo flaquezas y postrimerías, viene lla-

mándose, .en todos los tonos del hablar humano, á nues-
tra envoltura terrenal canu putre/acta, pasto Je los gusa-
nos, miserable polvo/ y sin que' nadie se haya detenido á
explicaria, el corazón y la conciencia se rebelan contra
esas sentencias decididamente. Y nada está más de acuerdo
con nuestros orígenes y nuestro destino futuro, que esa
callada protesta. '
De cierto sabemos que fuimos formados dcllimo 'de
la tierra; pero se nos enseñó, asimismo, que lo fuimos á
ima!~en y semejanza de Dios, y que este Omniscio Artí-
fice tuvo aqucllimo entre sus manos hienheGhoras.
¿ Có~_pensar que no sufrió él modificación esen-
cial, que e[)lJ(?bleciese por siempre el légamo primitivo?
4,
- tjû -
¿ Cómo resignamos á creer que literalmente tornaremo5·
al propio deleznable polvo de donde salió nuestro cuerpo?
·Nó!
El barro que amasó Dios no será el barro común, y
debe de guardar algo desu Divino Creador.
Cuán consoladoras son; p~r :èso, estas frases que po.
demos recoger en nuestra,s propias creencias: cuando los
mundos rompan su equilibrio, y se cl).oquen y perezcan,
la egregia compañera de ese polvo vendrá á recogerIo ;
con él tomará la forma y fisonomía queJes corresponden,
y compartirán los galardones ó castigos qúe sus actos les
señalen.
La arcilla que viene destinada á entrar en la morada
celestial, acompañando á un espíritu imperecedero, nu)}·
ca será polvo vil: ése es de oro, especialmente para quien
ama y espera .
. Todos los pueblos, y en todas las edades, han tribu-
tado culto-culto desinteresado-á los despojos de sus
queridos muertos; y las más antiguas leyes mandaban
que se tuviese por sagrado el lugar donde dormían.
El pueblo hebraico, el que vivió bajo la próvida ins-
pección de Jeho~lá, pueblo esencialmente espiiitualista,
en sus largas peregrillaciopes de pastor·i ,predestinado,
llevó los huesos de sus mayores, los acompañ6 de modo
inseparable; y abandonaba los rebaños, que eran su ri-
queza, antes que aquellas reliquias, porci6n querida de
su propio sér ...
Los grandes patricios, víctimas de la ingratitud de
sus conciudadanos, castigaban á éstos negando á la Pa-
tria la posesión de sus despojos.
y cuando la muerte tota á comunidád en ca1a ce-
menterio, no van á él los simples· devotos, pUeScsabemos
que está Dios en toqas partes y que recoge la férvida
plegaria, cualquiera que sea el lugar" donde se eleve. Al
cementerio van de preferencia los que aman y quieren
visitar tesoros que guardan allá, soñando en su descon-
suelo con que pueden poner calor sobre la lápida fría, ó
calentar las heladas tumbas con riego de lágrimasar-
dientes. ' .
Jamás-lloró tánto la madre desolada como cuando el
hijo fue arráslrado por las ondas, que se tragaron Sll
cuerpo maltratado. La ribera muestra las señales de la
dQlient~, que sube y baja por el río en pos de aquello que
-;)1-
llaman el polvo "il; porque es ése el único que puede

secar las frescas y honùas heridas que abrió la hoz de la
muerte en el corazón amante! ....
Ningún desconsuel'O superó al que tuvo Magdalena
cuando halló vacío el sepulcro de Jesús, á pesar de que
su querido muerto era conjunto renegrido de espinas,
sangre y saliva inmunda; y á pesar de que había desapa-
recido para mostrarse radiante de gloria y majestad.
y si no es cierto que vale nuestra frágil envoltura;
entonces ¿ dónde están Henoc y Elías, que anduvieron
por el mundo revestidos de caŒe de la que comen los
gusanos?
¿ Dónde el vaso que contuvo el alma ùe María, que
con ser pura y virginal tuvo también cárcel de barro?
¿ Y qué se hizo el cuerpo del Salvador, que aunque
sea la segunda persona de la augusta Trinidad, se huma-
nizó hasta ser circuncidado; hasta sudar sangre, porque
sentía dolor indecible; y hasta morir de ~l,uerte ignomi-
. ?
1lI0sa .... _
Todo nos quiere decir que los restos de la humani-
dad que va recluyéndose en la huesa, se aman y respc
tan, deben amarse y respetarse, más que la materia sim-
ple que los parásitos devoran. _..
Compenetrados de tan nobles y consoladoras ideas,
dete~gámonos delante de esta urna. que guarda restos
precIOsos.
i Cuán dignos son de respeto y Je acendrado cari-
no
- .•. __
I
Ellos fueron compai1eros de Ull espíritu superior;

d'~sde que fue creado, hasta el momento angustioso é im-
palpable en que el soplo de la muerte los separó para él
subir al Ciclo; para subir al Ciclo, ~eñores, porque JORGE
ISAACS en su lecho de agonía pidió el perdón de sus pe-
cados; docilitó las alas de su aIm" con el óleo santo; y
se abraz'Ó á la Cruz, Ancora scgura de salvación.
y fuera de esto, ellos, esos huesos, habrán de er-
guirse cuando por la voz podcro3a de la trompeta final
les diga el ángel: j levantaos l aquí está el alma!
Os conjuro, por tanto, para que hagáis de esta re~
<:epcíón una obra de amor perpetuo; para que huyáis del
baldón que alcanzó el soberano que negó permiso para
;5lorificar y poner signos de inmortalidad al autor de la~
más suavc~ halada~ alemanas ....
8ANCO DE LA Rt:PiJBLlCA
BIBLIOTECA LUIS - ANGel ARANGO
CATALOGACION
-52-
¿ En qué antro 'esconderia su verguenza cuando su-
po el cuitado que un pueblo extraño hacía suya esa nen:-
ra, y erigía un monumento al. dulcísimo Heine?
Hurtemos la faz all,átigo q\JC; cruzó el rostro de los
americanos que agraviar~n á Edgar Poe después de
muerto, golpe que 'Vibrópor sobr:e:las olas del mar, en-
vuelto en esta interpelación trem~da:
,"¡Qué! ¿ No hay polida en ese país qUMlsí se-per-
mite á los perros entrar á los cementerios ?" ....
i Cuándo habían de considerar esos hombres que S8
EL CUERVOùe Poe abre sus tiznadas alas, eclipsa los.
resplandores de cuantos áureos pala.dos edifique V4U1-
dervilt! •...
Agrupémonos y conctlrra,m()s,á la obra de hacernos
dignos de este precioso legado: por gratitud hacia el do-
nante, cuyo pensamiento al morir fue dejarnos lo único,
q,ue en el mundo le quedaba, en prend~ de paz y de ad-
hesión sincera; concurramos por afecto y en señal de ad-
miración, hacia el poeta cadencioso y primer novelista
colombiano; concurra.mos por nuestra propia honra, la
€ual resplandecerá el día en que á la futura opulent¿¡.Me-
dellin vengan viajeros ilustn:s, se deteÍl~an delante del
Monumento de'ISAACSy exclamenc:oBjusti~ieras voces:
"No fue de mercaderes este pueblo, una 'Vezque su-
po apreciar el Genio y le procuró aureolas; no fue de'
mercaderes, puesto que amó á los grandes hombres y
s~po il)mortalizarlos."
Mostremos, también, al Cauca, cuna del poeta; á la.
£amilia, centro de sus afecciones; á Colombia, lugar de
sus triunf<ls; y al Tolima, su último tranquilo refugio,
que sonI0S dignos de la dádiva, y que sabremos conser-
varIa con el celo, 'I el interés y el mimo propios de cora-
zones sensitAcs y apasiooados.
(De La Misceláll~a.)
DISCURSO
p:ronu.;u¡ciado por el Sr. Lino R. 06pi .•.••~ e1'l l. recepción
, de 108 re ••to8 de Jorae ~_ ••
Señores:
Inesperadamente fu.j designado hoy por la colonia
~aucana para dirigiros la J?alabra. en esta justa y conmo-
-53-
veÔora solemnidad, en mérito de indisposición en la sa·
lud del Sr. D. Julio Ferrer, comisionado para verificaria.
Mi insuficiencia y la premura de tiempo me brindaban
asidero para eludir tan delicada misión. Obró, no 'Übstalt-
te, en mi ánimo para escalar e~e pucl;to la 'circunstancia
de ser, á la vez que paisano, amigo, condiscípulo y admi-
rador del hombre cuyos restos guarda esa lIrna funeraria.
Sírvame de excusa lo expuesto para la brevedad é insig-
niÚcancia de mi discurso.
Señores: las grandes festividades de la humanidad

responden siempre á estímulos poderosos de expansión,
bajo la influencia de un gran bien que se consuma, de un
peligro que ha pasado ó de un brote de admiración al
genio que se eleva sobre el común de los hombres.
En la presente ocasión el pueblo a.ntioqueño de esta
'Capital se agrupa para ofrecer al malogrado vate cau-
cano, al inmortal autor de María, un alto homenaje de
su cariño y gratitud, saludar re verente sus cenizas y ha-
cer votos por su felicidad eterna.
Quiso Isaacs en la reconditez de sus designios que
al llegar su muerte, esa forma de la vida universal que
hoy le da la aya-eola de la gloria, reposaran sus restos, co-
mo amoroso holocausto, al amparo de las breñas de esta
tierra.
Revestía el espíritu de Isaacs una exquisita sensibi-
lidad, abrigaba la suprema exhuberancia de la nobleza,
sabía leer en el coraz6n, de sus semejantes las pasiones
'<Ille han sido cubier~ con los sudarios del olvido y no
-dudó por un instante que la dádiva que hacía sería acep-
tada.
La voluntad deI bardo se ha curr.plido. El cantor de
la tierra de Córdoba está vá en ella. El amor ha hecho
Sll obra y Antioquia se ha ~ngrandecido.
Así debía suceder, pOt'"qüe hay días en la vida de los
pueblos en que la_yirtudejerce en sus espíritus una in-
fluencia más ~da; días en que t<Jdo se perdona; días
C::1 que la C~d, ~~ja del Ciclo, parece arrodillarse ell
nuestros COl'al:ones e Implorar 111 permiso de permanecer
más tiC1tlpcr fecundando nuestra alma; días eR que todo
brilla co.a nueva serenidad, y en que c:sparcimos lá-
grimas de'íúbilo al sentir que el mal se ha fundido para
uo volver á torturamos. Hoy ,=s uno de esos días.
-54-
Rodantes y agitadas las ondas de la Vida egregia del
b,ardo colombiano Jorge Isaacs, reflejaron siempre la luz
<;~!'!.telleante de la poesía con los fulgores del amor íntimo
eJJ. todas sus tendencias y manifestaciones; era á la Vez
¡¡n delicado prosista'quesorprendía, con los colores y per-
files que encarnaba en sus producciones; era un paisajis-
ta que imprimía vida real á sus cuadros.
Coronadas por encomios Œe propios y de extraños
han corrido todas ellas de ciudad en ciudad, de gente en
, gerite. ¿Quién no ha leído á María? ¿Quién no se ha de-
leitaèo empapándose en las páginas de ese idilio, donde
campea un verbo siempre fresco, un pensamiento eterna-
mente puro, un ideal eternamente tierno? ¿Quién no se
ha detenij:!o á recoger los granos de oro que regaba en
sus estrofa s?
Celoso del pensamiento se le vio afrontar con inde~
cible entereza de alma las luchas de la tribuna y la pren-
, sa, y, si no vencedor en todas, salió siempre laureado po:'
el aplauso de sus conciudadanos; discernido. en desborde
de entusiasmo á los arranques de su genio sin tasa.
Odiaba el egoísmo, esa especie de vampiro que an-
hela nutrirse de la sangre humana, r~ndo huCjsos
inertes con carnes .inmortales, para denigqJlas .
.'. De estirpe limpia y franco proceder no esquivó nun-
é,a. la responsabilidad de sus actos en el campo de la po ...
htJca ..
La excelsitud de estos méritos, aunados á la ben~vo ...
lencia de liU corazón y á la mirada,.afectuosa del anligo,
abonan el alto valimiento de Isaa(",ê. y justifican el tributo
de admiración que se rinde á su memoria.
Antioquia, objeto de sus anhelos postrimeros y tum··
ha s~ñalada por él á sus despojos mortales, ha contestado
abriendo sus brazos para recibir tan inapreciable depósito
y guardarIo como un nuevo vínculo de fraternidad con el·
?ueblo caucano, en la necrópolis ·de' s benefactores de
la humanidad.
Por eso, señores, la Colo·nia del
buena voluntad á esta;gran solemnidad, _
hijos de Antioq uia su acendrada expr~Siiór _. urable
gratitijd, ~r e~.h.omenaje que, perso~tf:¡cado~ var~n
ilustre, se nnd,e eJl estos momentos a un pr. o genio
de la literaturácolombiana, á la justicia abstracta y ~l ca.,.
T.4cter ell su miÍe genuina significación.
No muy t~rde la filantropía de los hijos de la Monta-
ña levantará el monumento dende deben reposar las
cenizas del autor de María. Pasarán los tiempos; ese mo-
numento, como todo lo humano, "se desmoronará, sin du-
da, bajo la acczón lenta é implacable de los años/ mas el rc-
cllerdo de Jorge Isaacs y de su obra 110 perecerá nu.nca, y el
7Jia¡cro visitará conmovido esas ruinas consagradas por la'
P(l!'iólz y el sentimimto."
DISCURSO
leído por ell!!;;r.
Camilo Botero <luer ••••.en la recepción de
los restos del poeta .J orge Isaac •.
SEÑORES:
El Gobierno del Departamento, la Junta Isaacs y el

Centro Artístico, han querido, á última hora, que sea yo
quien os dirija la palabra y los represente en este acto
solemne y excepcionalmente tierno, en que las puertas de
Antioquia, la virtuosa y hospitalaria, se abren para dar
paso á los despojos de un mortal, despojos que llegan
call la mísera condición de lo inerme, pero amparados
por el poder de la Gloria, que hace que todas las frentes
se inclinen con reverencia ante un puñado de polvo.
Hablar en nombre de aquellas entidades, es hablar
en nombre de todo el pueblo antioqucño; y causa á mi
espíritu, más que sobresalto, verdadera congoja, tener
que representar pobremente, call recursos pálidos y mez-
quinos, al Titán que con sus méritos de infatigable labo-
rador y fiel depositario de virtudes bíblicas, logró ampliar
en el genio que animó esos restos, la asombrosa facultad
del numen, é inspira.rle uno de los más hermosos y envi-
diables cantos con que un pueblo puede pasar al lugar
que la Historia tiene señalado para todo lo que, por glo-
rioso, debe perpetuarse en el lcnto y aniquilador trans-
curso de los siglos.
Mas ya que, por circunstancias especiales é inconve-
nientes de actualidad, no es fáci: que cn nombre de An-
tioquta saluden hoy las reliquias del ilustre poeta cauca-
no todos ó algunos de los soberanos de la imaginación y
del verbo elocuente que en estas montañas admiran al
insigne vate y aman y veneran su memoria, escúchese la
-56-
VoZ del que para recibir tan inmerecíd() honor y para que
Be le eXcuse el deslucido desempeño de lâ'comisión que
se-le exige, sólo tiene la más sencilla, que también puecle
ãèr la más común de las causales': el entusiasmo ingénito
por las gloria~ de la Patria más simpáticas, por esas glo-
rias inmortales que surgen del maravilloso holocausto
donde en su propio fuego se consume el genio sublime y
podero~q.
Abride la puerta de nuestro hogar y dade cariñosa
acogida en él al pasajero anónimo é infeliz que, rendido
de fatiga y aterido de frio, pide hospitalidad, es una ac-
ción digna que en sí misma lleva, como la más grata de
las recompensas, la fruición dulce y misteriosa con que
Dios ha fomentado la caridad evangélica en nuestro co-
razón. A nuestras puertas llam6 con Vozafectuosa tin pa-
sajero ilustre de la vida, al tiempo de rendir su última
jornada, agobiado por las penalidades que el mun~o re-
serva para los espíritus superiore!';, y penetrado por el te-
•rrible frío de las decepciones. Las puertas de los alcáza-
res y lus palacios habrían sido abiertas ëon solicitud y
regocijo si, pronunciando su nombre de filma universal,
hubiese llamado á ellas. Las de Antioqùia han sido abier-
tás con cariño y entusiasmo, más aún, con gratitud y vc-
neración, y este acto, que también tiene condiciones de
generosidad, recibe desde hoy la más grande y valiosa
de las recompensas; porque si Jorge Isaacs hizo moral y
poéticamente inmortal á Antioquia con los regios favores
-de su estro, al. hacerla depositaria de sus ceniza_s.le ha
dado la celebridad que engrandece á los pueblos euâildo
hacia ellos se dirigen, no las miradas de los hombres den-
tíficos, de los industriales y de los espectiladores en cual-
quier forma, sino las de toda la hUlI1àni(!M, como ocurri-
ráen este caso; porque toda ella, <á11tès de apurar la
amargura del desengaño, pasa por los ensueños de la
primavera de la vida y por las incomparable!'; delicias de
làs pudorosas y fugac~s idealidades que embellecen la
adolescencia; y porque, en su obra delicada é inmortal,
elp,oeta de los amores câstos logró reproducirtoda la dul-
zura celestial del idilio eterno en que cada sér no es ac-
tor sino por contado número de instanté!! ..
Hé aquí el inmenso beneficio qUê; crt cambio de dog
\Taras de tierra antioqucña, nos ha: hecho el gran caucano
que con soberano esplendor enrlq~áclõ fa 'literatura uni·
-
.....f--
;J'
versai, y con ~rte divino y ptodigioso eternizó para la

humanidad amorosa las vibraciones del. sentimiento que
extrae néctar de las envent>nada5 flores del dolor y hace
luminosas y adorables las heridas del corazón. Y no con-
tento con tan sublime prodigalidad, quiso seguir siendo
magnánimo, y eligió á Antioquia como especial objeto de
sus complacencias; le manifestó con entusiasmo su admi-
ración; le con5agró el cariño que se inmortaliza con el
espíritu; la hermoseó con las preciosas y eternas galas de
su numen; ensalzó con vigor varonil y majestuoso á sus
héroes; pagó rico y singular tributo á la virtud y hermo-
sura de sus mujeres y al candoI' y ternura de sus púdicas
doncellas; glorificó á su pueblo hasta pon~rlo á la altura
del pueblo-rey, y cuando parecía que ci venero de su ge-
nerosidad se había agotado, cuando parecían dadas todas
las prendas de aquel cariño sin medida, un nuevo rasgo
de grandeza de alma se le ocurrió: quiso ser polvo de la
tierra que tánto amaba, y le legó sus restos mortales.
Por eso la imaginación ve hoy de gala á todo An·
tioquia. i Cuán nítida y vibradora habrá sido la luz que en
este día se ha reflejado en la argentada cima dd Ruiz!
j Cuán majestuosa se habrá exhibido la soberbia mole dcl
centinela colo~l del Sur! i Cuán límpida y hermosa se ha
mostrado la b6veda de este cielo patrio, en cuyo azul PlI-
rÍ:5imo se difunden las miradas, como si descubriesen la
misteriosa senda. de la ventura infinita! Y i cuántas armo-
nías inefables habrá habido para las almas poéticas en el
,rumor de las selvas y en las brisas de los valles; cuánta
frescura vigorizadora habrá descendido desde las sierras
á acariciar la frente de Q,ada titáll lab,lrador; cuántas vi,
siones lumi,nosas y placenteras habrán pasado por la cas-
ta mente de las vírgenes pudibundas y enamoradas para
quienes son aún enigmáticos el dulce arrullo de la palo-
ma y las blandas palpitaciones de su propio seno!
Es que u~genio gloriftcador ha entrado á la Ticll'a
de Córdoba; es que la musa virginal de Jorge Isaacs, son-
riente y esplendorosa como les espíritus que engendra
cada destello de las glorias sin ocaso, llega tras los restos
del inmortal poeta, y al ver cumplido el último y granad
anhelo que tuvo como colombiano, al ver que las cenizes
del ilustre bardo hacen yáparte de la tierra en que se le-
vanta la "cristiana Su llamita", se ha desprendido el velo
fúnebre y cambiado la expre"ión llorosa de 'su faz en la
__;'l8-
sonrisa con que .iespiraba ~l entusiasta cántor de las vír-

genes de IsraeL--!
Por eso hay tánta vida \}' animaci6n en la agreste y
majestuosa naturaleza antioqueña; por eso hay tánta com-
placencia, tánto regocijo en el pueblo inmortalizado por
el grande y enérgico poeta.
Algo le faltaba á la gloria del sublime bardo, algo
que no tuvo la de los genios que lo han precedido en la
senda de la inmortalidad: conquistar el corazón de una
madre que no era la suya, y reposar en el seno de aqué-
lla, como hijo esclarecido y muy amado.
Más lejos, todavía, ha ido esa gloria singular: Jorge
Isaacs ha completado la unión de su patria caucana con
su nueva patria antioqueña; ha estrechado los vínculos
de dos pueblos hermanos, y acercado los destinos de
aquella noble tierra de próceres y poetas á los de esta
tierra de obreros intrépidos é incansables.
Poeta egregio y generoso! Queda cumplido el últi-
mo deseo con que partisteis para la región de los inmor-
tales ! Vuestras cenizas han entrado en triunfo á reposar
en la patria de aquel Córdoba que os llenó de entusiasmo
y que arrancó de vuestro numen las vibracronèS y los des-
tellos hom~ricos que irán dilatándcse con los siglos! Dor-
miréis vuestro sueño de gloria en esta amada tierra, y
'l(uestras preciosas reliquias recibirán, como tributo de in-
terminable afecto, las cándidas ternuras de nuestras vír-
genes, los cantos de nuestros poetas, las flores y plega-'
rias de nuestro pueblo y las lágrimas dulcísimas de los
primeros amores de cada generación! .
(De ~.Jmena).
A JORGE ISAACS
(EN LA RECEl'CION DE SUS RESTOS).
¡La tierra de Robiedo recibe tus cenizas,

Encórvanse á tu paso rosal, espiga y palma;
Mientras tu cuerpo se hunde, trocado en leves trizas,
Las velas del sepulcro, que ès nave eterna, rizas
y viertes en los Andes el resplandor de tu alma! "
AI soplo de tu gloria se vivil1ca y ~alta
El suelo donde es todo vernor y poesía;
El valle te saluda con su canción más alta
y tiende, como brazos que el vivo sol esmalta,
Sus árboles, repletos de flores y ambrosía.
V én á soñar bajo ellos! Harán perenne orq lIesta

Para arrullar tu olvido torrentes y maizales;
y alados trovadores saltando en la floresta,
Desde que aurora raya hasta que el sol se acuesta,
Serán de tus estrofas cantores inmortales.
Medellín, Diciembre 22 de 1904.
ENRIQU¡': W. FERNÁNDEZ.
(De l.ee/l/I·a Amelia).
LOS RESTOS DE JORGE ISAACS

El que llevó el nombre de Jorge Isaacs en el mundo,
en Ta política, en la milicia y en las letras, el poeta call-
cano, de la vwaz raza de Israel, selló en los últimos mo-
mentos de su vida su constante y vivo amor á la que
llamó La tierra de Córdoba, en una brillante poesía ex-
presando el deseo de que nuestras montañas abrigaran
sus cenizas.
Antioquia, generosa y hospitalari:l, debe aceptar
aquel honor. Dcbe acoger con munificencia y con cariño
la donación de una reliquia preciosa al menos en las le-
tras colombianas. Si JORGE ISAACS tuvo pasiones, y por
ellas enemigos, la losa de la tumba las ha matado en él y
debe matarias en los que hemos tenido la fortuna ó la
desgracia de sobrevivirle. Los muertos no son malos.
Antioquia debe honrar al autor de La María y
homarse ella misma retribuyendo call creces ci acendra-
do afecto que por ella' tuvo. Frecuentes fueron las oca-
siones en que conversando con cil, y en visitas de perso-
nas distinguidas, le oímos hacer con entusiasmo la apolo-
gía del pueblo antioqueño. Su carácter era franco y has~
ta rudo é incapaz de hipocresía; y es claro que le brota-
ban del alma su entusiasmo y :iUS elogios.
Jrátase ahora d~ aceptar debidamente el donoso re~
-60-,
galo, construyéndole un monumento de cariño, digno
del personaje y digno también del que obtuvo del poeta
tan amistosa preferencia, convencido como estaba de que
el pueblo á cuya hospitalidad encomendaba lo único que
de él habría de quedar sobre la tierra, no sería contami-
nado nunca por las plagas mortales del alcoholismo y la
coèicia.
Dícese que de las fosas ordinarias sede~prenden poI'
la noche luces efímeras, fuegos fatuos, pálidos y' tenues,
que la más leve brisa arrastra y cuyo brillo apaga fácil-
mente el más tenue resplandor ó se extingue disuelto ell
, ta ob'õCuridadde las tinieblas; de la tumba de JORGE ISA-
ACS se desprenderá, pe día y de noché, y perpetuamente,
el eterno resplandor de La Mar~a.
Medellín, Febrero 10 de 1905.

F. DE P. MUÑoz,.
ReprcsentMnte del Goblerilo del Departamento de CU1fdlnamal'c:I, en
li I hOllores á IslIncs.
(De Al·tíClilo~ 1 nisCllr.t'9'
CARTA
del Secl"et.a.rio de la Juã_..l__ e",
Medel/Í1z, 27 de Dicie1if!.re de 1904.

Sra~. D~ SolelÏa(l POl'toc:nrero del;rihe j' D~ Ro~a. G6mez,de OspiD;àJ
Sritas. Teresa IIi'lbo Restrepo, A(lolaida Uribe Ouviria, Pap'a:Un-
be Relltrepo (', InésOl1t\~rrllll HOj'oll; Sres. D. Lisímaco, D. Daniel,
D. Efraim, D .• Torgo y D. David Isaacs, Presbítero Dr. En'lIf'do
Malrlollado Cah'o. Oènerales Juan C. Arbelácll y ltafael Uri bo U.,
Dreil. Alitouio J. ltestretlo. Bernardo Escobar, Santiago Ollpiullo,
José Mar~a Bonis j' )1axirnili&lIo GrUlo, D. Gregorio Gut¡,érrez H.,
J). M. Autonio del Corral, D. Carlo. Nú.nez 'j' D. Ernosto A. Gui-
tú.u.-1Jo!lQtá ....
Muy respetadas señoras y señoritas, y estimados se-

fiares míos:
En nombre de la Junta Isaacs, tengo el alto honor
de dlrigirme á Udes. con el fin de manifesta"â.1a. muy
honorable Junta, últimat11'ente establecida en ëSà'dudad,
para honrar la memoria dd ilustre colombiano Jorge
Isaacs, y á las respetables damas y los .istinguidos caba-
lleros que en el mismo sentido han prestado valiosísima
-61-
cooperación, que el 22 del presente mes los Sres. Gene-
ral Marceliano Vélez y Dr. Dionisio Arango entregaron
al infrascrito, que como Secretario y representante de la
Junta Isaacs salió hasta la población de Girardota á rcci-
birlas, la rica urna con las reliquias del esclarecido poeta
caucano.
Los expresados Sres. Vélez y Arango desempeñaron
escrupulosamente la sagrada comisión de conducir los
preciosos restos, sin desampararlos en el trayecto de
esa ciudad á ésta.
Así era de esperar de tan honorables caballeros.
En la Capilla de Jesús, situada en la Carretera del
Norte (afueras de la ciudad), fueron depositados los res-
tos durante algunas horas, y con la debida seguridad, el
mismo día 22, hasta las 4 p. m., hora en que se presentó
por ellos el acompañamiento que, conforme al programa
adjunto á esta carta, desfiló desde el Parque de Berrío.
Tal acompañamiento fue numeroso, á pesar de la
ausencia de la mayor parte de la sociedad alta de Mede-
llín, con motivo de las vacaciones de fin de año, emplea-
das en pasatiempos campestres.
Antes de regresar el acompañamiento á la ciudad,
el Dr. Avelina Agudelo, representante del Sr. Presidente
de la República en el solemne acto, leyó un discurso cor-
to y elocuente, que fue como el saludo entusiástico y res-
petuoso á las cenizas del cantor de la tierra de Córdoba.
Asistieron á la imponente recepción el Sr. Goberna-
dor del Departamento 'de Antioquia, sus Secretarios, Ma·
gistrados del Tribunal, empleados de todas las categorías
oficiales, las Academias de Medicina é Historia, la Socie-
dad Antioq ueña de Jurisprudencia, la JU1Zta Isaacs, el
Centro Artístico, los representantes de la Nación y los
Departamentos, la Colonia Caueana, los periodistas, gran
número de caballeros y de artesanos y la fuerza pública.
Los balcones y ventanas de las pocas casas cuyos
dueños no se hallaban fuen de la ciudad, estaban ocupa-
dos por señoras y caballeros que presenciaban el desfile.
En lujoso carro alegórico, que representaba á Antio-
quia recibiendo los restos de su ilustre y generoso can-
tor, fueron conducidos éstos al Parque de Berrío. La Ban-
da Marcial tocaba el Himno de Colombia, y el entusias-
mo y la ternura levantaban el espíritu de los concurren-
tes, hasta la región de aquella grande y excepcional glo-
- H2 -
ria de la Patria colombiana, de la literatura universal y
de la humanidad sensible.
Tanto el Gobierno dei Departamento como las Aca-
demias, Sociedades y ] unfas, los representantes, los pe-
tiodistas y varias señoras y <;eñorita5pre,;entaron hermo-
sas coronas con inscripciones. La del Tolima iba en ca·
rro especial.
La tribuna, colocada en el atrio de la Catedral, fue
ocupada por los Sres. Fidel Cano, Dr. Enrique Ramírez
y Lino R. Ospma, quienes leyeron elocuentes yaplau-
didos discursos. como repn:sentantes de la familia del
poeta, del Gobierno dei Tolima y del Departamento del
Cauca y la Colonia Caucana, respectivamente. '
El infrascrito leyó otro discurso como representan-
te del Gobierno de Antioquia, de la Junta Isaacs y del
Centro Artistico.
Después fue colocada la IIrna con las reliquias en la
Iglesia Metropolitana, donde permanecerá depositada
hasta Febrero, mes en que se celebrarán solemnes fune-
rales, seguidos de la conducción dè Jas restos del poeta
al Panteón de San Pedro de esta ciudad. Allí se coloca-
rán ell la sólida cripta, yá terminada. que hade sèrvir-de
base al mOn¡lmento en construcción.
A pesar de lo aflictivo de la época, á pesar de que
el titá,t labùrador tiene hambre, y de que la inesperada y
terrible crisis, causa de tántas ruinas, afectó considerable-
mente los recursos que en depósito tenía la Junta Isaacs,
esos restos venerandos reposarán en un monumento cu-
ya importancia, aunque se agotaran los medios del arte,
nunca podría estar á la altura merecida por aquel- genio
cblombiano, pero qùe, por lo menos, atestiguará el afec-
to, el entusiasmo, el esmero y la gratitud con que Antio-
quia custodia eJ regia legado que su gëneroso y esclare-
cido cantor le ha hecho, para darle mayor celebridaad
ante el mundo culto y literario, que la alcanzada con to-
do el oro de SllSveneros ante el mundo industrial y mer·
cantil.
Réstame, para concluír, reiterar, en nompre de Ia
Junta Isaacs y de la digna señora que la preside, y que
por ausencia transitoria, causada por novedades domésti-
cas, no firmá esta carta, nuestras cordiales simpatías á to-
dos los miembros de la honorable familia Isaacs, así co-
mo la promesa de que los restos de sti - ilustre jcfe serán
- fi:; -
conservados con amoroso esmero, corno por segunda y
numerosa familia, que se honrará en representar á la pro-
pia,-y nuestras gracias muy atentas á las estimabilísi-
mas damas y á los apreciables caballeros que con gene-
rosa solicitud honraron suntuosamente los restos del in-
mortal poeta de las glorias y virtudes antioqueñas, hasta
remitírselos al Pueblo que los custodiará con cariño, gra-
titud y veneración.
Beso los pies á las respetables señoras y señoritas,
y saludo afectuosamente á los caballeros, de quienes me
subscribo muy atento y seguro servidor y compatriota,
C.ÜIILO BOTERO GUERRA,

Socretario do L. J u·II·la I8aaclI.
(De El Sal/to !I Selia).
ASI SIENTE EL PUEBLO

J-lacÙmdade San Pedro, Enero 8 de 1905.
Sr. DI'. D. Ant.onio José Rest.repo.-Boyotá.
Estimado doctor:
El propósito que actualmente tengo, no es otro que
el de felicitar en su digna perscna al pueblo antioqueño,
por el modo saliente con que supo corresponder al meri-
tbimo honor que recibió del eminente poeta Jorge Isaacs.
En las márgenes del río Bogotá se encuentra un
santandereano rudo, incapaz de producir ideas, relegado
al desprecio universal, pero admirarlor de lo verdadera-
mente grande, y es tal vez ésta la tínica condición que
posee.
¿ Lo conoce? __ • Es el m:smo que á Ud. está ha-
blando. aquél que admira y contempla la hora en que un
pueblo civilizado, como hel demostrado serio Antioquia.
se apresura á guardar en su seno, con amor maternal, las
cenizas del hombre que no sólo dejó honra á las Letras
colombianas, sino también á la misma literatura española.
En mi concepto, y hasta donde mis escasos conoci-
mientos me permiten juzgar, las obras de Isaacs son el
fruto de un entendimiento superior, que indudablemente
-64~
hubo de ocultarse en las profundas selvas para cazar las
presas que repartió en provecho de las labores intelec-
tuales.
----
-i Felices los pueblos que andan de brazo con' la civi-
lización! i Desgraciados los que detestan el progreso!
Soy de Ud., atento y seguro servidor,
FÉLIX MARfA DEL 'BUSTO.
(De El Sa'Rto'1/Seia):
LOS RESTOS DE ISAACS

La generalidad del público sabe que Isaacs el poeta,
el autor de María, al decir adiós á la 'vida, legó sus ceni-
zas al pueblo antioqueño .•
También sabe el público que tan pronto como aqui
se tuvo noticia de aquella testamentaria disposición, una
J unta, compuesta de 10 más sele ••to é inttlectual de esta
sociedad, nombró una Comisión para el efetto de traba-
jar en la traslación de los restos del poeta, y que aquella -
J unta, cuyos trabajos interrumpió la malhadada guerra
que acaba d€ pasar, ha vuelto hace algunos días á re-
anudar sus labores. con entusiasmo- y decisión, confiada
en que, en este nuestro pueblo, por lo general tan ajeno
á los idealismos del arte, no dejará de haber algunas
C::icondidas cuerdas que vibren .... Vendrán los restos de
Isaacs: la Junta ó Comisión yá expresada, presidid~' por
la inteligente y repetable matrona D~ María 1. de Llano,
Junta de la cual son miembros las distinguidas y espiri-
tual~5 Srtas. Alicia Amador y María Tereia Uribe, D.
Camilo Botero Guerra, el Dr. Carlos E. Restrepo y otros,
ha venido trabajando con gran tesón y energía, y actual-
mente se ocupa en buscar los medios más a,decuados pa-
ra colectar los primeros fondos que han de servir al pro-
yecto i.niciado de levantar un monumentoâ Is~cs.
El General Pedra Nel Ospina, hoy c::n el Senado de
la R~ública, ha sido designado para ir, á su salida de
esa CFÍ,t1)a,ra, ci. recibir en nombre de .f\,ntioquia aquellos
despojos. '
¡Bien por todos los que así ¡¡iliden cult,o á los gran.
d~5 artistas!
-65-
~
••
Isaacs nos regaló sus restos, y debemos prepararnos
para recibirlos, si no con la suntuosidad y el entusiasmo
que dIos merecen, como que son los deI primero entre
las n.)velistas colombianos, sí con el decoro, el respeto y
la admiración que se deben á la memoria de todo grande
ingenio. Porque no otra cosa fue Isaaci que un ingenio
y una alma de artista .
•••
Debemos mucho á Isaacs: el amó sill tasa esta tierra
montañosa y cantó repetidas veces el vigor de su raza; le
debemos las incomparables páginas de su prosa poética;
por su gloria como novelador de fama casi universal, Co-
lombia le debe en gran parte el que su nombre y su exis-
tencia sean conocidos entre los principales pueblos cultos
del haz de la tierra.
Veogan, pues, los restos del poeta. Antioquia, olvi.
dando sus incesantes afanes mercantiles, abrirá un parén-
tesis y se inclinará ante los reducidos despojos de aquel
que supo expresar, con el alma poderosa de su verbo pri-
vilegiado, las fruiciones y dolores de los amores de la
adolescencia. ~leguen los restos de Isaacs y reposen no
importa en qué rincón de nuestro Camposanto: en hu-
milde sarcófago ó en escondido nicho en el común osa-
rio. Lleguen. _•. No importa para la gloria reconocida
del poeta, suntuoso mausoleo; nó, q'Je la losa rayada de
su tumba por las seis letras de su nombre inmortal, do-
quiera que se halle, hará siempre latir ci corazón del vi-
sitante, 6 al menos saludar con emoción la gloriosa me-
moria del autor de llíaría.
PE-DRO URIBE GÓMEZ.
(De La PreNsa.)
IV
Funerales, apoteosis é inhumación ..
In .•.•.• ltll
HONORES
Á LA MEMORIA DEL ILUSTRE COLOMBIANO
JORGE ISAACS
Las solemnidades en honor d~l esclarecido y gene 4
roso cantor de la Tierra de Córdoba, se verificarán el

miércoles, 15 de este mes, en el orden siguiente:
.. A las 8 y media a. m., solem~es funerales en la
Iglesia Metropolitana, con-presencia de·los restos del in-
signe poeta caucano.
A este acto se invita, con espeçialidad, á toda la
cristiana y piadosa sociedad de Medellin .. - : ~.- -
,Las reliquias del bardo quedarán encapiUa ardiente
hasta el momento de conducirlas al Panteón.
A las 3!P. m., desnlehacia- el Panteón de San Pe-
dro, en esta forma:
II! Oficialidad de la Guardia ¿¡vil y de la Gendarme-
ría, precedida·de la Banda de cornetas.
z. o Las Escuelas oficiales del Municipio.
31! Carro oficial con la Bandera NacÙmal JI las afrm-
das del Gobier1Jf de Antioquia .
. Ac:' La Es~uela Nacional de Minas.
51! La Universidad de Antioquia .• '
6'.1 La Escuela Normal de Institutores y la Anexa á
ella.
-6;-
7<! Carro COlt las ofrmdas del Dejartamen/(} dd TtJ-
lima.
8? El Instituto Girardot.
9~ El Instituto de Caldas y los demás Colegios par-
ticulares de varones.
10. Los Sres. Alcalde de la ciudad é Inspectores de
]05 Barrios.
I I. El Sr. Prefecto y los empleados de la Provincia

del Centro.
12. Los representantes de las demás Provincias del
Departamento.
13. El Honorable Concejo municipal de Medellín y
el Sr. Personero municipal.
14. El Tribunal Superior del Centro y los demás em-
pleados del orden judicial.
15. La Academia Antioqueña de Historia y demás
personas respetables especialmente invitadas.
16. La Academia de Medicina de Medellín.
17. La Sociedad Antioqueña de ]udsprudencia.
18. Los Representantes del Gobierno Nacional y
de los departamentales.
19. La Escuela Normal de Institutoras, la Anexa á
ella, los Colegios particulares de niñas y las señoras y
seííoritas que se dignen honrar con su presencia el acto.
20. Carto alegórico LA FAMA.
21.El Centro Artístico.
22. La Junta Isaacs.
23. El Tandem-Club:
24. El Club Unión.
25. Los periodistaJ.
26. La Colonia CaQcana.
27. El Comercio.
28. La I:Ionorable Asamblea del Departamento.
29. El Sr. Gobernador del Departamento, sus Se-
cretarios, el Sr. Comandante de la Guardia Civil y)os
demás emp1eildos departamentales.
30. Carro alegórico. ANTIOQUIA CUSTODIANDO LOS
RESTOS DE ISAACS.
-68-
En esJ~ca,.'Yo serán conducidas las pncio~u relÙ¡uitu
tiel vate.
3 l. Los gremios de obreros é industriales .
. 32. CARItO ALEGÓRICO. LA GLO}l¡U CORONANDO Á
ISAACS ... ,
33. La Banda. MaTetat
La Fuerza pública cubrirá los costados del acompa-
iiamiento.
Este recorrerei, en filas dè. á !leis persona5, los costa-
dos norte, occidental y su! del Parque de Berrio;. entrará
en la Calle de Colombia, seguirá por lao·de Junín hásta
la de Maracaibo, y bajará por ést-aá la ". Bolívar, por la
&ual seguirá hasta el Panteón de San Pedro.
Tan pronto como la cabeza del at:ompaúamiento lle-
gue á la entrada del Panteón, aquél se detendrá. y se di-
vidirá, á uno y otro lado de la vía, en dos. filas, mientra~
pasan los carros, que irán á colocarse más allá de la en-
trada. Después de esto, la cOll'Currenci.aentrará en orden
á ocupar el puesto que en el patio-circutarseñalen los 01-
ganizaùores á cada- comunidad .... ·.: ,.c:~ ..
1'":
• . Antes de la inhumación de 105.níttœ del ilustre
poeta y de firmar el acta c9rrespondiente, NO HABRÁ
otra lectura ql.le la de los discursos de los Sres. Pedro
Nel Ospina, Fidel Cano y Carlos E. Restrepo, y la del
~nto "La Tierra de Córdoba", hecha por el St. Gabriel
Latorre.
A la·s 3 p. m. deben estar reunidas todas la comuni-
dades en el Parque de Berrío, á fin de que el qesfile em-
piece á las 3 y media y la solempitlad termine en el Pan-
te6n antes de las 6..
Los encargados de organiza.. el desfile son los Sres.
B. Tejada C6rdoba, Carlos A. Molina, Rafael Montoya~
Carlos de Bedout, José Zapata López, Erasmo.R.odrí-
guez, Rafael Chaves'Mllfcia y Antonio M~ Fa&tor.
Medellín, 13 de F cbrero de 1905·
LA COMISIÓN.
~Ca'td.)
- 69 -y
"--i~
¡)
~! LA JUNTA ISAACS (((j
e; invita atentamente á la culta sociedad de Mede- (I
C ) llín á los funerale3 ~I
(i ,)
e) e)
C) DEL PRECLARO HIJO DEL CAUCA, SR, ()
e ) ()
1j JORGE ISAACS II
)~,C( Y á la conducción de las preciosas reliquias de Ci ~
. este bardo, gloria imperecedera de Colombia y }¡

¡ de Ia literatura universal, y eminente cantor de Ia \
d d
¡! TIERRA DE CORDOBA, ~
il( ) al Panteón de San Pedro, el miércoles 15 del
-I
I)
~('
i me<c" _.J ¡
t~._:e:e~:~I~:e.l'eb~e~:~:;:;~ I
cu",o (11
tl1líõi"'*~~~~ *_~~!
n~*.M*a"*;!"H
Bl Gobernador del Departament~, sus Secretarios y
runa,:i_UOEIl
los Presidentes de la Junta Isaacs y del Oentl'o ArUso .

tico, tienen el honor de saludar á lrd. é in1,itarlo á las ,
lWRrtls fúnebres por el descanso del alma del esclarecido
i
poeta caucano, JORGE ÍSAACS, y á la conducción de los
restos de este il'U8tre literato cOWmMarw al Panteón de f,
Salt Pedro, donde serán inhurnarios elt la cripta del mo, ¡
nU1nt!nto en co7Uttrucoión. I
I Las honraa se '1Jeriflcarán á laa g~ a. m. del mUrco, I
I
I
I
le,s 15 del presente mes, en la, Iglesia Met1'opolitana, y el
desJil.e de la procesión que ha de conducir la urna con
los restos, empezará á las 3~ p. ?It. del miBmo día.
.1)n el programa, que Op(}rtullame~te se publicará,
'/Jerá Ud. el lugar que ell el desfile SIl le Be señala.
Se agradecerá debidamente el honor de su asiste1tCÏa
lÍ dicho8 actos, así como el de 8U IJuntualidad en ella,
' :
I
especialmente por la tarde, ti fin de que la sol6mn1'dad
.~erealice antes de las 6 p. m. I
1JledcU{n, 8 de Feb,.e1'o de 1-905. (Esquela.) ,
ih••••
M'j!ItH~ __ .~ __ •• *~ltE~'l_*_~'f
~'5"
- 1tt -
~;;~
~ invita atentamente á la ,",.iedad de Medellin á ~
la inhumación de los restos del ilustre poeta f"
.~ ISAACS ..
L
Febrero 14 de .1905.
( Cartel. )
.~~~~
••••••••
~~a ••••••••••
IlL fJEITB&ABTI8'1'lt&·
•
I ': INVITA RESPETUO!;AMENTE
ALA INHUMACION DE LOS RESTOS

Á UD.
I
d
.
DEL POETA ISAACS
Medellín, Febrero 14 de 1905·'
~ •••••••••
(Tarycta.)
~.
II
a
LA JUNTA DIREQTIV A
DEL TANDEM-CL UB
suplica á todo!; los socios se sirvan concurrir á
la inhumación de los restos del poeta
,JORCEI8AACS
á. la hora, fijada en los programas.
Medellín, 14 de Febrero de 1905.
(Cartel).
-71-
~;-OO(rêrÕ-(rlrOolfoo(foõ.
'6ooõo~
¡<:, o(
~: AL PUEELO ~
1<::' Low iufrascritos invitan á todos los gre- 01.
~, mios de obreros é industriales de la ciudad, á ç;.{
>C' concurrir á los funerales dei gran poeta cau- ç;.{
~ c~ ~
~ :a:RG:E %S.l.ÃCS~ ~
f<:l rá la conducción de los restos de este entu- e>(
?o siasta cantor d'el pueblo antioqueñ~ alCemen- o<
~
'-,
terio del Norte.
Dichas funciones se verificarán, respecti-
o<
C>(
r- vamente, á las 8 y media a. tri. y á la3 3 y mc-
~
r- J
dia p. m., del miércoles IS del presente mes.
Se suplica mucho esmero en colocarse en
5
""""'\
'¡<) lilas de á seis personas y con el orden y la mo- o{
)o de ración de costumbre, en el lugar que les co- o{
~ rresponde en la procesión» cerca al carro ale- o<
¡o górico de . ex:
~ LA {fLORIA CORONANDO A ISAACS, ~
)0 lVIe~lín, 13 de Febrero de 1905· o:
(o JosÉ ZAPATA LÓPEZ.-ERASMO RODRí- o{
}c GUEz.-RAFAEL CHAYES MURCIA.-ANTO- . o<
la NIO MARíA PASTOR. o{
)c -. (Cartd.) o{
)c c ~
ë1?QJ2JLQ9J2. QJLR.fI-QJ2JU¿x.Q-º--Q QJL~
ACTA
de 1&iobu.mación de los restos del pOf"ta
., .TORGE l~A.A.CS
En la ciudÏfae Medellín. cap~tal del Departamento'

de Antioquia, República de Colombia, á quince de Fe-
brero de mil novecientos cinco, los ¡nfraseritas, reunidos
á Jas seis de la tarde en el Pantc6n de San Pedro, en pre-
-72-
senda de un numeroso concurso compuesto de emplea-
dos-de todaï. las' categorías oficiales, Representantes del
Gobierno Nacional y de los departamentales, comunida-
des de diversos 'establecimientos de educación é instruc-
ción oficial y particular, miembros de l~' Academias y
_ Sociedades establecidas en la ciudad, la Jurrta Isaacs, pe-
t fiodistas, gremios industriales y -la F~ù pública, des-
pués de haber conducido con la de~ ,solemnidad los
restos del ilustre poeta colombiano/Sr. JORGE ISAACS,
hjjo del Departamento del Cauca, procedieron á inhumar-
los en la cripta que ha de servir de base al monumento
en construcción, tpediante las siguientès formalidades:
Primera.-'J!.l Sr. Camilo Botero Guerra, Secretario
de la Junta' Isaacs, presentó una urna cerrada (la que fue
conducida en procesión' desde la iglesia Metropolitana
hasta el Panteón, y que lleva grabado en un extremo el
nombre "Isaacs") y manifestó que es la misma que el
veintidós de Diciembre de mil novecientos cuatro recibió
del General MarceIiano Vélez; que desd~ aquella fecha
hasta hoy estuvo depositada, con las seguridades del ca-
S0, en la Catedral, y que contiene los restos del poeta
caucano JORGE ISAACS; --~"..~ , -_
- Segunda.-Abierta la urna, los piiSé~t~ vieron lo~
expresados restosTtuyas diferentes patteS'WAban cuida-
dosamente envueltas en papel y colocadas'dentro. El Sr.
BoteroGuerra declaró qqe tales restos son los mismos
que contenía la urna cuando la recibió de manos del Ge-
neral Vélez;
Tercera.-Antes de cerrar ,Ja urna se fir¡na.ù dos
ejemplan;s de esta: açta" uno pará 'el .archivo de 'U Junta
Isaacs y otro para colocarIo, coo vanos documentos refe-
rentes á la exhumación, .entrE.g8;y recepción de los restos
de ISAACS, en un vaso de cristal con tapón esmerilado,
vaso que se colocará de otro dela urna; .
Cuùrta.-Hecho esto se pondrá naftalina en diver-
sos puntos de la urna, se cerrará ésta y le, ¢9tocará den-
, tro de otra de cobre-inalterable, barn~ .,r . Jftterior y ex-
teriormente, cuya tapa, que será sold' ~'. eèn la par-
o te ex.tcrior)~na'placa metálica con estilo cripdón bien
grabada ~
"Podtr Jtic C,prgii Isaacs-_nJiqua jacent.-AnHus
MCMV."
,..0
-/.-,-
Con esto y con la colocación de la doble urna en la
cripta, cuidadosamente revocada interior y exteriormen-
te con cemento romano, se dará por terminado el acto,
después de la lectura que del canto de ISAACS "La Tie-
rra de Córdoba" hará el Sr. Lino R. Ospina,'y de la de
sendos discursos de los Sre·:¡. Pedro Nel Ospina, Fidel
Cano y Carlos E. Restrepo.
El Gobernador del Departamento de Antioquia.,
BENITO URIBE G.
El Secretario de Gobierno, GERMÁN BERRío.-EI
Secretario de Hacienda, CARLOS DE LA CUESTA.-El
Secretario de Instrucción Pública, EUSEBIO ROBLEDO.-
El Pre~idente de 12.Asamblea del Departamento, DIONI-
SIo ARANGO.-El Representante del Gobierno Nacional,
AVELINO AGUDELO.-EI Presidente del Centro Artísti-
co, RICARDO OLANO.-El Alcalde del Municipio de Me-
dellín, NICANOR RESTIŒPO G.-EI Comisionado de la
J unta Isaacs, CARL-OSARANGO J.-El Secretario de la
J unta Isaacs, CA~nLO BOTI::RO GUERRA.
NOTÀ.-Por ser muy avanzada la bora. no pudieron
firmar el acta los Presidentes de las d~más Sociedades,
Di los ¡fe~ empleados y representantes que, á causa.
de ]¡l cxtl,'~r<linaria concurrencia, no lograron acercarse
al lugar donde se ce]eoraba e] acto.
(Dc La Patria.)
'.LOS.TOS DE ISAACS
U na vérdadera solemnidad ha revestido el acto de
su inhumación. Un concurso numerosísimo y selecto lle-
nó los ámbitos de la Metropolitana en las honras fúnebres,
}' muc~~íÙRo_mayor fue el que acudió, con profundo or-
den, á_~.ucción de ellos al Cementerio de San Pedro.
Sin tiempo, por hoy, para revistar esta pomposa ceremo-
nia. nos limitamos á dar cuenta breve de ella. En nues-
tro próximo número verá ei público una revista detalla-
da, que prepara el competente escritor Sr. D. Benjamín
Tejada Córdoba.~La Patria.)
-74-
LOS RESTOS DE ISAACS
(PARA "LA PATRIA.")
Medellín, la cristiana slInamita, la ciudad hospitala.
ria, acaba de cumplir un gran debet, y cumpliéndolo, ha
echado 'sobre sus hombros el manto estrellado de una
gloria imperecedera. Al recibir, estrechar entre SllS bra,.
EOS y depositar en su seno aquellas prenda~ sagradas, le-
gadas por el genitor afortunado de la inmortal MARfA,
Medellín ha pasado los umbrales del templo de la cari-
dad, para ir á tocar, con recio golpe, á las puertas de la
fama. '
Cese yá para Antio~uia esa frase despectiva y mo-
nótona, de doble sentida; ese calificativo "de pueblo Ide
la dura cerviz", Siga ella titulándose y llámesele"Tiè.
rra de Córdoba y predilecta del Genio" ..
Desde el día" catorce, muy temprano, aparecieron

carteles de invitación de diversas entidades" entre ellas el
muy lujoso en fondo negro y letras doradas de la Junta
Isaacs i y los del Centro Artístico. el Tándem-Club, los
repr~entantes del pueblo Sres. Zapata LOpa, Rodri-
guez, Chaves MJ.trcia y Pastor. Todo augu,raba, pues,
que Ja fiesta, paciente, pero tenazmente prepatada por Ja
.a
J unta Isaacs y el Centro Artístico, iría á ser de una so-
lemnidad augusta por er fin; pero no, jamás, lIna festivi;.
<'ad inusitada y sorpre~de~te com.o ella resul;ó, ....i..k.
La naturaleza, no Indiferente á las alegnas del
hospitalari~ de Antioquia, d.~cotÓ .'. ,/tJn
...•~Ldía f/:lUi"i!!!l!.-
profundo CIelo azul, y prendlO de _ . ultos _ de
oro, los brillantes cortinajes de b ': y gulll a~que or-
namentan un 'día de verano. '- •.
La Metropolitana, cionsu delicado traje ~ro, hecho
por manos al parecer femeniles Y con el cual s~· reci-
bir á Jas hijos que piden un momento de re en ,.!!Is
.amplias naves, ostentaba en Sil centro el -en~
.ciJ.si hundido entre la próvida floresta de lasonas.-y
ejecutado por los artistas Can~; Vidal y. To ón Mejía,
-para. rcrcibirJa urna que contenia las cemzas del bardo.
Este mOllumellt():lo forma~a una el.eg.~ _el te.y atrevida pi.
_rámide, de no muy ancha Dase, aho~clP por una elegan-
te ffi«;>lduray terminada en un heaWilio símbolo. En la
· flarte media y al frente se leía, en tipo modernista y !lU"
gestivo: ·'Isaacs". Distinguiéronse los grandes funeralet
por la selecta y recogida concurrencia; por la orquesta
feliz que ostenta los arcos de D'Alemán, Gaviria 1. y
otros; la flauta de Posada, esa E,oñación de Orfeo, y el
canto de Arnau; pero, más que todo, por haherle toca-
do oficiar en el altar, al Dr. Suáre7., de firme, honda y
resonante voz, bien como aventajado discípulo del Dr.
J eSlís M. Mejía, el de canto yá tradicional.
Los restos permanecieron en capilla ardiente hasta
las tres y media de la tarde, hora en que fueron recibi-
dos en la Plaza de Berrío, por una numcrosísima, orde-
nada y consciente concurrencia, en la que se distinguían
las varias entidades que formaron el cortejo, y en el or-
den en que lo indicaba el programa, publicado yá en el
número anterior de este mismo periódico.
La nota saliente, la nota imprevista y que dio á la
fies';a carácter de apoteosis de un dios, por las calles de
la antigua Atenas, fue la que dieron los cuatro carros
ale{~óricos, cuya ejecución se debió á las Sras. Isabel C.
de Arango é Ignacia Arango de Llano ~y á los yá cono-
cidcls artistas Tomás Carrasquilla y Carlos Arango J.
El primero en el desfile, contenía las ofrendas del De-

partamento del Tolima y era conducido con lujo verda-
deramente notable.
Lo ocupaba una corona metálica de grandes dimen-
siones y gran precio, decorada con cinta blanca y esta
dedicatoria en letras de oro: EL TOLIMA, Á JORGE
IsAACS. Su Representante, E1lTÙjue Ramírez G.
Al frente iba una lira formada de flores blancas,
naturales; la perfeœión y arte con que fue hecha, llama-
rOll vivamente ]a atención del numeroso concurso.
Fuera de esto, el carro sobredicho iba exornado con
ricas y vistosas telas)' con la Bandera Naciona], todo 10
cual nos fuerza á decir que fue aquel Departamento el
que con más interés y liberalidad SI:: hizo representar en
esta civilizada solemnidad.
Por elIo merece justos aplausos el Gobierno del To-
lima, y muchísimos, también, el Dr. Enrique Ramírez,
tan celoso porque salga hien todo lo que se pone á su di-
Ùgente cuidado.
-76-
Seguíale á distancia el carro de "La Fama". La de-
licada y hermosa niña, 'Mariana Gómez Posada, se desta- •
,caba allá arriba, coronada de lauros la cabeza erguida, la
trompa de met<llen una d~ sus manos y sobre un artísti-
co y brillante carro alado, en cuyo adorno dominaba la
hoja simbólica del valor, Su manto rojo, sobre la blanca
túnica, la semejaba á un incendio recorriendo el espacio.
El tercer carro represèntaba, tál como todos lo sen-
timos, y cotno ello será, á Antioquia custodiando los res-
tos de isaacs. Ceñida la frente COll dos helechos de oro,
alba la elegante y fina túnica, caído el manto granate, en
.descuido perceptible, significando, acaso, su afán con que
se apresuró á recibir aquellos restos envidiables, veíase á
un lado, cubierto como de verde césped, el sepulcro de
Isaacs, decorado con un medallón de mano maestra, con
- el relieve del poeta, y al frente la urna que conducía los
huesos. Tenía esta figura la péculiaridad de ostentar en
el pecho de la diosa una X, diciendo acaso. cón ello que
.Antioquia ~s una incógnita sin despejar todavía, ó que se
ignora la finalidad de su suerte como pueblo. Represen.
tó á Antioquia la bella Srita. Genoveva Arango J.
Cerraba la serie el carro alegórico La 'Gloria. Un'
manto azul como el cielo y estrellado como él, cayendo
en majestuosos pliegues sobre un otero de coronas, y de-
jando caer sobre la cabeza del gran poeta una de las va-
liosas preseas que ella disci~rne á sus elegidos, marchaba
La Gloria, llevando como distintivo principal el Aguz"la,
sinónimo de los grançles vuelos de la inteligencia, de la
rapidez asombrosa del pensamiento y d.e la n9bleza de
,las grandes acciones. La niña Magdalena Arango J. ca-
racterizó admirablemente esta figura.
El cortejo desfiló en orden riguroso, recorriendo par-

te muy principal de la ciudad, profusamente adornada, y
en ese orden ocupó las herlOos~s galerías del Panteón de
San Pedro.
Ocuparon la tribuna los Sres. Dr. Carlos R. Restre-
po, General Pedro Ne] Ospina y D. Fidel Cano. Este
.como representante de la Junta Isaacs.y del Centro Ar-
tístico. Sus discursos, dichos con àcent~ conmovido, pe-
ro con clara voz, sail grandes piezas, sobre las que nos
abstendremos de emitir juicio alguno, puesto que ,el pú-
-77-
blico las va á juzgar. Nósotro~ no conocíamos un derro.
che igual de pensamientos elevados, nobles ideas y opor·
tunas enseñanzas, como las que corren por tan bien ela.
beradas oraciones.
Dos descargas de fusile ría atronaron la atmósfera é hi-
cieron conmover aquel recinto tranquilo, como aplauso á los
oradores y como sello ruidoso para tan brillante ovación.
Se abrió la urna para satisfacer en algo la justa cu-
riosida.d de los concurrentes, que deseaban conocer ese
cráneo privilegiado.
Se introdujo después un frasco que contiene doeu·
mentes relativos á la exhumación y conducción á Mede-
l1:'n,de los restos. Sendos números de Lectura Amena,
de LA P ATRIA, La Organización y Vidre Nueva, de esta
ciudad, con piezas de propaganda y documentos oficiales
y, por fin, el acta solemne levantada allí mismo y firma-
da por el Sr, Gobernador D. Benito Uribe G., sus tres Se-
c:retarios Dres. de la Cuesta, Robledo y Berdo; el Presi.
'dente de la Asamblea, Dr. Dionisio Arango; el Presiden-
te del Centro Artístico, Sr. Ricardo Olano; el muy dig-
no Representante del Gobierno Nacional, Dr. Avelino
Agudelo; el Representante de la Junta baacs, D. Carlos
Arango J.; el Secretario de la misma, Sr. Camilo Bote-
rD G., y el Alcalde de la ciudad, D. Nicanor Restrepo
Giralda. Incontinenti fue forrada la cincelada urna en
otra de metal y respetuosamente colocada en la cripta
que, con el nombre "ISAACS", se prepad en punto her-
moso y central, y que es la base del monumento que la
"Tierra de C~rdoba" [cuyo poema leyó allí D. Lino R.
Ospina, meritorio conterráneo del Cantor caucano], le-
vantará al Tirteo de sus glorias.
Se distinguier<?n una vez más, en esta ocaSlOll, el

cumplido, progresista y entusi':lsta por la cultura de su
tierra, caballero D. Benito Uribe G., y sus Secretarios;
el nunca bien alabado Dr. Víctor Escobar L., Vicario y
Representante de la Autoridad eclesiástica, quien se ha
colocado á la altura de tolerancia generosa, que es el ver-
dadero báculo de un Pastor cristiano; el Sr. Cálad y el Sr.
Restrepo Giraldo, tan cultos como activos y respetuosos.
Entre las ofrendas remitidas, las había de un valor
artístico inestimable. La tarjeta con el relieve de Isaacs,
-78-
de Lectura y Afte; la de la Academia de Medicina, la
del Centro Artístico, las coronas enviadas por las Redac-
ciones de Lectura Amena, La Orgaflz"zacz"Ó1t, El Indus-
trial, La Prensa, La Miscelánea, y otras empresas perio-
dísticas; la de la Colonia caucana (de metal), del Alcal-
dç municipal, de la Corporación municipal, del Repre-
sentante del Magdalena, D. Pedro Uribe Gómez; del Re-
presentante de Cundinamarca, Dr. F. de P. Muñoz; del
d,e Santander, Dr. Eduardo Zuleta; del de Nariño (De-
p~rtamento), General Pedro Nel Ospina; del de Boyacá,
D. Abraham Moreno. Y en profusión incontable de ele-
gantes tarjetas y cintas los nombres de "Tándem-Club",
flor de la juventud; la "Junta Isaacs". "Academia An-
tioqueña de Historia", el Gobernador del Departamento
y sus Secretarios, la Comisión de Señoras y Señoritas d~
Bogotá, Nicanor Restrepo G. y empleados del ]iiiiiici':'.
pio, el Club Unión, el Cuerpo de Gendarmería, Univer-
sidad de Antioquia, Escuela N. de Institutoras, Carolina
G. de Mendoza, María, Alicia I' Paz Mendoza, Ricard<>
Olano, Enrique Mejía O., Luis de Greiff,-Raquel Ama-
dor de c., Mercedes Ferrer de Arani;p~Jorge Angel, Jo-
sé\~pata López, Rafael Chaves Murcià;'Erasmo Rçdrí-
guez y Antonio Pastor (por el pueblo); Enriquè·,.VidaT,
Marco Jabón Mejia, F. A. Cano, Carolín-a Vasquez de
Ospina, Inés Sanín de Botero, Matilde Moreno d~ Olano,
Isabel Carrasquilla de Arango, Tomás Caí-rasquilJa y
Claudino Arango, María IglHicia A. de Llano, Tulia Ce-
ballos de A., HortensiaC.,de Moreno, y Amalia Sala1.:ar•.
Estas, entre las muchas' <ige }iabía y que en el tra}1:tfu·
se desprendieron de las respectivas coroflas. Di!bèse- á
eso la omisión involuntaria que aquí se verá, de nombres
de entidades é individuos ...
Si hemos llenado, Sr. Director,~!\uestro cometido,
Ud. lo 9irá; -tene~os para nosotros~nno cabe en tan
estrecho "espacio una completa revista.·1fl Una tan refina.
-da ovación.
La Junta Isaacs y elC,ent~Aitístico .puederiestar
de plácemes, pues han cU,mp~P:C? un deber y halCsàtisfe-
cho una ambición tan noble çomo sagrada, clñendo la
frente de Antioquia èon u~~àtô-de luz imperece'dera.
Febrero 16 de 1905.
•• 79 -
EN HONOR DE ISAACS
La festividad en honor del ilustre bardo Jorge Isaacs,
se v<:rificó el día 15 de los corrientes, conforme con 01
programa organizado por la Comisión ó Junta designada
:para el caso.
El homenaje rendido al gran vate por el pueblo an-
tioqueño, en la ceremonia de la inhumación de sus pre.
ciados restos, fue un homenaje sincero, profundo y so-
lemne, digno de la memoria del autor de MARfA.
Públicas demostraciones de sentimiento, de admira.
ción y de respeto, ofrendáronse á la memoria del esclare-
cido novelista. Los hijos de I-a Ttena de Córdoba, toca-
dos en las escondidas íntimas fibras de Sil sensibilidad al'·
tística, demostraron que saben sentir hondo y bien, co-
rres?ondiendo al glorioso legado del poeta, con toda cla-
se de honores y de alabanzas, tributadas en fraternal con-
sorcio.
La ceremonia religiosa con que se dio principio á la
festividad en la iglesia Metropolitana, fue pomposa. Ba-
jo las negras y amplias colgaduras que festoneaban la na-
ve central, en arcadas 'regulares y severas, entre luces,
coronas y plantas, rodeado de columnas, circuído de lau-
rel y de mirto, erguíase el túmulo á Isaacs, en especie de
obelisco, sencillo y elegante, ceñido en su base por artís-
tica lira de flores (I).
Profusión de coronas cubría la urna cineraria. Se-
lecta concurrencia de eli! intelectual llenaba el templo.
Presidía la festividad el Sr. Gobernador acompañado do
los más altos empleados de la Gobernación; asistían,
además, los Representantes de los Gobiernos Nacional y
Departamentales, las autoridades militares, varias asocia-
ciones 'y colegios, muchas personalidades de la política y
de la literatura, y completaban la armónica concurrencia
brillantes y numerosos grupos de hermosas y gentiles
damas.
La orquesta, que dominaba el conjunto desde lo al-
to del coro, regaba sus acordes bajo la alta techumbre
de las naves; subían las preces de los sacerdotes en me-
dio de las palpitaciones de la concurrencia, y ascendían,
(1) Esta bermosaJira fueofrenda.da pbr el 81'. D. Abra-
bam Moreno, en nombre del Departa.mento de Boyacá..-
Nota dei Sccre/ltrio de la Junta Isaacs.
-80-
pintadas por la luz de la mañana, lél$.ondas del incien~;o
__ .Era una elegía, un cántico
•• r á la gloria del poeta.
fsaacs r~cibía rendido homenaje: el alma sensible del,
·"'tán Laborador", limpia de sus asperezas, comulgaba
en los altares del arte y ofrecía al vate ilustre su admira-
ción y su respeto ...
, ..
•
La cÍviça procesión que condujo al Campo Santo las
reliquias del bardo, empezó su desfile al atardçcer, par-
tiendo del Parque de BerrÍo.
Abrió el desfile la Banda de cornetas, seguida de la
oficialidad de la Guardia Civil y de la Fuerza Pública,
luégo las Escuelas Oficiales del Municipio y un hermoso
carro cori la Bandera Nacional y las ofrendas del Gobier-
no de Antioquia. A continuación marchaban losalum- .
nos de la Escuela Nacional de Minas, de la Universidad
de Antioquia, del Instituto Girardot y de otros varios co-
l~gios, privados y públicos, de varones y de señoritas.
Asistieron, además, los empleados del Municipio, los re-
presentantes de las provincias, el Tribunal Superior del
Centro, las Academias de Histor~ y de Medicina, la So-
ciedad de Jurisprudencia, el Centro Artístico, los. Clubs,
los representantes de la Prensa., la Asamblea Departa-
menul, lès Representantes del Gobierno Nacional y de
los Departamentos, el Sr. Gobernador acompañado de
sus Secretarios y del Comandante de la Guardia Civil, y
otras muchas colectividades que sería largo y prolijo
enumerar.
Colocados á distancias regulares sobresalían en la lar-
ga procesión, por la alegría de sus colores,la hermosura .
de su ornamentaciÓn }' lo elegante del arreglo, el carro •
de las ofrendas del Departamento del Tolima, sobdo y
sencillo, presentado por el Dr. ~amírez ; .el carro alegó-
rico de La Fama con sus trompetas y clarines, y el de
AlllÍoquiacustodiando las cenizas de Isaacs. En esteúlti-
mo, aliado de la urna cineraria, destacábase el busto se-
vero. del poeta (I.)
El desfile estuvo imponente. Gran multitud se api-
ñaba en tod~s partes: en los balcones, en las ventanas y
. {l) El·autof de esta notable Revista olvidó mencio-
na,r el tercer carro alegórico, La GWHa cqronando á Isaac).
-.Vota del Secretario ~e la Junta [saMs •
..•.
-81-
l~n las puertas lucían sus galas y sus tocados nuestras ~ás
hermosas damas; verdadero derroche de flores, de guir-
nald.iS, de coronas, de colgaduras, adornaban las calles
pOt las que transitó la larga procesión •..•.•
•••
Terminó la festividad, después de haberse inhuma-
do las reliquias del vate y tirmado el acta de usa.uza, con
hermosos y brillantes discursos de los Sres. General Pe-
dro Ne! Ospina, D. Fidel Cano, D. Carlos E. Restrepo, y
con la lectura del canto á La TÙrra de Cfrdobtl, comisión
~~lIecorrespondió al bien conocido hombre de letras D.
Lino R. Ospina, compatriota de Isaacs .
... " _.... y el día murió. Se apagaron suave y
lentamente las luces de la tarde; murieron en los espa-
cios insondables del cielo todos los ruidos y los ecos de
los af:1nes del día; pobláronse de sombras los campos y
sonar:)n indecisos y vagos rumores en la misteriosa ne-
crópolis del silencio y de la muerte.
(De La Prensa) U.
JORGE ISAACS
I-SU APOTEOSIS
Vamos á dar cuenta, aunque ligera, del modo como
Antioquia ha sabido recibir dignamente los restos que,
en hora feliz, le legara el autor de María y de tántas
otras páginas inolvidables. Pronto se publicará un libro
ó folleto con la relación detallada y completa de lo ocu-
rrido.
En los días 13 y 14 habían circulado profusamente
invita<:Îones del Gobernador y de los Presidentes de la
Junta Isaacs y del Centro Artístico>, tijóse en las esquinas
el gran cartel-programa y los carteles de hiS J untas men
cionadas y del gremio obrero; y en tin, todas las Corpo-
raciones cientíticas y literarias se prepararon para la so-
lemnidad. '
A. las ocho y media de la mañana empe~á en la Ca.
tedralla solemne función religiosa, con asistencia del Sr.
Gobcmador y sus Secretarias, los representantes de la
Asamblea y el Tribunal Superior; los representantes del
6
-~..:...
Go&il!rno N'acíoná1, :der Tolima, Santander, CauCéi' r d~"
más Départamentos; los de la Municipalidad de Mede,
ltío, la Universidad, Colegios y Escuelas' públicas; el Co-
mandante de la Gendarmeria- y la fuent¡pública y U'hl
distinguido concurso dé señocas y caballeros. El templo
estaba sencilla pero elegantemente clecorado; la preciosa
urna descansaba at pie de una hermosa cOi-umna sobre
lin túmulo f.ol!ieado de oellas coronAs de las entidadeS'
aludi<fuy del ChI/; UNión, Tándem-Club, la JU'1¡ta Isaacs,
la Escuela Normal de Institutoras, de los àrtesanos y al-
gunas damas y jóvenes de Rue6tra sociedad. I.a del Toli-
má era singularmente lujosa, y demu, buen gusto laS'
.de la Sra. Mercedes Ferrer de Arango" L~ctU'l'a Amlna
'1 La Prensa.
En las' columnas del t.ernptG 'lucíaIf adecuadas ins-
cripciones "",u!rivasal poeta, y por entre'fragantes fl\:)resy
á la luz de l;a.santorchas se' leían los nombres de JORGE
ISAACS y de MAR.tA.
A gra!lde y magní/tca orquesta'. se celebró la misal'
.que, concluyó á las diez de la mañana.
A las tres de la tarde empezó á reunirse en el atrio
y en las afueras del Parque de Berrio un inmenso gentío;
.el cuàl desfiló así: 1.0 O{icialidad. de Ja Guardia Ci\'il y
de la Gendarmerm, ~on su ~ancftl"de cornetas. zl:! Las'
Escuelas oficiales del Distrito (n"íos y.niijas). 31:! EL CA-
RRO DEL DEPARTAMENTODEL -TOLIltfA, ósea l,ma pre-
ciosa canastilfa de fi'Of'es y coronas, espeCie d~ ;:tlta!'per~
fumado, gue n:tandó prep'arar con todo el gus.to que sabe
gastar E"nri9ue Ramírez G. .4<.' La Escuela N¡(Cionat'de
Minas. S.(J El Instituto Girardot regido por D: José Joa-
quín Zapata.6~ El Instituto' de CaldaS' -dirigido por D~
Antonio J. Saldarriaga. ¡I:!. ~1.Alcalde de la ciudad D.
Niéanor Restrepo G. é Inspe\::tore!l Jde -iDS Barrios, 8? E.L
Prefecto del CerU:ro D: Laureano G'arcía R. y so Secreta:-
rio. g~ Er Corrc.ejo Municipal de Nledellín y el Sr.Perso,.
nero. g? La ACàdemia Antíoqueña de Historia ymuchaS'
otras personas notables. 10. La Academia' de Medicina.
, 11.- La Sociedad Antioqueña de Jurisprudencia. 12. Los:
Dres. Avelino Agudelo, F. de P. Muñoz, Eduardo Zule-
ta, Enrique Ramíre7. G. y otros, representantes el prime-
ro del Gobierno Nacional, el segundo de Cundinamarca,..
,el tercero ae Santander, el cuárto del Tolima, y los der-
·snâs de otr.os Del'artamentos, J3. La Escuela Normlll' ~
-- 83 -T
InsHtiitotas y su anexa. 14. LA FAMA,represel1tada ést~
por la bella Srta. Mariana Gómez Posada. 15. El Centto
Artístico. 16. La Junta Isaacs. t 7. El Tándem.:..Club¡'
(Sea (,ste el lugar de decir que el simpático centru soci<d
así llamado invitó especialmente por medio de èartele~ á
la festividad del día). lit El Club Unión: (Esta impor-
taflteasociación engalanó sus balcones con' flores, festo-
n'(~sy coronag muy propios dé la gente cUlta que la diri~
ge). 19. Los periodistas, presididbsi por ¡1Ucstro decano
D, FicicI. 20. La 'Colonia caucana. 2 I. El Comercio. 22.
La Asamblea Departamental, presidida por D. Dionisio
Arango. 23. D. Benito Uribe G., GobemadQr de Antio~
quia, )' sus Secretarios¡Sres. Germán Berrío¡ Carlos de
la Cuesta y Eusebio Robledo. 24. Carro alegprico: AN::'
tlOQUIACUSTODJANDO los RESTOS DE ISAACS. La her .•.
mosa B~ñoritaGenoveva .(\rango, regiamente ataviada,
custodiaba la urna con los restos del POETA. 25. Los gre .•.
mias de obreros c
industriales. 2Q. Carro alegórico: LA
GLORIA CORONANDO Á ISAACS. La distinguida señorita
M'lgdal<ma Arango llevaba una cQrona en a'deQ1án de co-
locaria sobre el busto, de extraordinario parecido, del
BARDO. 27. La ~anda Marcial. La mar. •.. verdadera.
mente, la mar de geHte.
La procesión cívica dio )a vuelta al Farque de Be-
rrío í sllbió por la Calle de Colombia, una cuadra; dobló
poda de J unín, t~es cuadras .al N?rte; siguió ill Occiden-
te, dos çuadréJ,s, á t,oruar el Camellón de' Bolívar; y df
aquí, línea recta, al Cementerio de San Pedro .
. Describir aqu.el gran desfile, aquella marJ::ha triunfal,
aquel agoJpqr:;lilenpu,er.tas, .ventanas, balcQ~es, bocaca~
].les, por toda» partej3, U,11 gentío inm.enso, compl,lesto de
señoras, hombres y i1i~os de todas las clases sociales ¡ ha~
blar de las flores, ,palmas. [estones, coronílS y ,banderas
que engalanaban las casas y edificios desde el' Parque de
BerrÍo hasta el Cementerio; dar cuer\ta detaUada del grau
concurso que llegó hasta el, MOIlumeqto de Isaaes, serí~
ta,rea inlposible por ahora.
En la tribuna leyeron sendos ~ljagistra¡es discursos,
por su orden, los Sres. Carlos E. Restrepo, Pedro N61
Ospina y Fidel Cano; y D. Lino R. Ospina leyó el gra~l
çanto del POE'j',\: La Tierra de Córdoba. Al escuchar su
lectura, parecía como si el ilustre vate diera jas gracias.
li modo'.de despedida eterna, al pueblo que lo (e,cil>iÚ
.......
84-
:,'morosamente en sus btazos para depositario en el serJ()
~õ¢'lag atule.s montaña5 que él tanto admiró en vida,. .
\ Dos disparos de fusilería dieron la señàl d~ disper-
!li9R. Llegaba la· noche y la· luna ill1tn1naba las blanca&
tumbas delcarttp09antCit ... ' .
Luégo se abrió la urna pêra colocar en dIa un fras-
'co hermétiéamente cerrado que cot1ticne làs actas antéll-
ticàS dê la opotcost's y todas las publicaciones hechas· des-
de la salid:t de Ibagué hasta et momento de sepultar los
restos. En seguida se colocó la urna de madera dentro
de otra de cobre, dé igual forma, fuertemeótesoldada, so-
bre cuya tapa, en hermosos cara<;teres latinos, se 'Iee :
"Aquí yacen las. reliquias del poeta Jorge Isaacs. Año de
190'5." L~go fue puesta en là ~rlptaabierta bajo la ba-
se del Monumealto, y al cenar la puerta de aquélla, el
St. D. CamHo Botero Guerra y unas pocas personàs más
que allí permanecían, elevaron al Cielo una oración por
eleteroa descan!O de JORGE ISAACS-. Eran las sieto de-
la nothe.
Así quedaron cumplidos los deseos' dd ilustre colom-
biano !
Dijimos en el t1úmero anteriot qoe habían ocupado-

la tribuna en: el Cementerio, lœ Sres. Carlos E. Restre-
-po, Pedto Nel O~pinà y Fidel Cano, leyendo sendos ma-
lgistrales discursos. y es la verdad; frase g~lana¡ pensa-
mientos felrces, símiles oportunos, conceptos delicadoS y
profund/ls, eso y mucho más encontrará el lector en ellos
cuando se publiquenj pero si hemos de detir la verdad
entera, ¿y por qué n6, debemos agn!~T que la oratoria
dejó algo que desear en tan di!ltit'lguidos
escritotes.
5610 ~l Sr. Ospina supo comunicar á la palabra, en
algunos pásos, el color óel el\tu5iasmo de la frase. El mal
èS muy general hoy en Colombia; vOz' débil ál aire lib •••
y ante nUmero~o auditorio aéciófI désgarbada <5 inerte,
que no son propias de .aquella tribuna plÍblita. D. Lino
R. Ospina no puoo leer bien el poema sin duda por fcllta
dé lU£.. Î Cuán escasos :.on, en efecto, los bllenQs oradores t.
De los ~Ut hëtñóS conocido en Antioquia, recordamos á
Camilo A. Edlevérri y Federico Jarafuil'1o, notabiHsimos f-
á }Ullft C. Tobón, de entonación valiente en su juvefttud~
, 'M Ti,.,.,\", F. JI••.araëfoâ:'''da: á Lá.at:O·T~r()
.(.t ;•••
-85--
Z., de frase 5ueltd. y precisa; á Luis Eduardo Vil1ltgas,
e1e~~antey fácil; á Alejandro Botero U., de verbo abun-
dante; á Luis M~ Botero, cuya sonora VOil: enmudeció en
la tribuna desde hace muchos años; á Rafael Uribe Uri~
be, de períodos elocuentes y enérgicos, aunque de voz
dejativa y de pronunciado acento antioqueño; á Antonio
José Restrepo, fecundo, atra}'ente, inimitable; á Juancho
Uribe, ardoroso como su candente plum,l. Importa, pues,
que' no se extinga tan gloriosa tradición.
Constituyen unas de las notas más altas que se die-
ron en esa festividad, Jas cuatro cuadros alegóricO'l: en el
del Tolima pusieron sus blancas manos Ja Sra. Mercedes
<le Ramírez y sus hermanas, formando preciosa LÙa de
fltJres; en Jas de La Pa1Ha,La Gloria y Antioquia, lució
su habilidad la Sra. Isabel CarrasquiIJa de Arango, se-
cundada por el ingenio de D. Carlos Arango y nuestro
novelista D. Tomás Carrasquilla, En Jos <:arros se veían
<lo,;retratos, de notable parecido de Isaacs, uno de rneda-
!lón, de José Ignacio Cano, y el otro, un busto hecho por
Constantino Carvajal.
En la Pla7.&principal se destacaban, elegantemente de-
corados, el Hotel del Sr. Silva yel del Gral. Rafael A. An-
gel M. En la Calle de Junín, diez columnas pregonaban
hermosos pensamientos dedicados al poeta, á nombre de
los diez Departamentos colombianos. ¿ Colombianos to-
dos? j Ah nó! que sólo la ilusión del patriotismo dejó aHí
intacto su puesto á Panamá, el hermano que nos volvió la
espalda y huyó de la casa paterna para sacrificarse j inf~-
liz! en aras de Mammon. En cambio, lucía por primera
vez el hermoso Nariño, "el Benjamín de la familia", co-
mo le llamó en su discurso el General Ospina.
Dificil, casi imposible, es hacer completa enumera-
ci6n de las personas que más directamentt: han contri-
buído hasta hoy á la erección del Monumento y á la ova-
ción del día 15. Se nos perdonad, por tanto, cualquier
olvido en que incurramos, pues será Í;1voluntario de nues-
tra parte.
Puden dividirse en dos grupos las señoras: l. o El
presidido por D~ María Ignacia Arango de Llano y D~
Lorenza Uribe de Amador, y 2. o El que ha dirigido la
Sra. Isabel de Arango, yá citada. Muy efic~z ha sido
también la inteligente colaboración de la Sra. Eugenia
A-madoor de ~d:rahit'a.
., At ladb de filn selecto personal del bello shó, tÍo
• I'
han tenido reposo en sus brillantes tareas, tan esplén~Ji~

~amente coronadas por el éxito, D. Camilo Botero Gue-
rra, alma, corazón Y brar.o de la empre'sa, quién, enaso~
fio de D. Juan C. Arl?eláez, ,es como el ejecutor testa-
mentario d~1 BARDO CAUCANO: D. Carlos Arango, de
gNsto exquisito par~ el deçorado ,Y las alegorías; Tómët.s
ç:arrasquilla, hermano de Isaacs por la inteligencia y p'or
las aficiones; y, en fin, muchas d~ras personas. J
Hemos afirmado que la apoteosis de Isaacs no ha

f;ido,superada f:)or ninguna otra en ,t\ntioquia, Y creemos
estar en lo ciertb. La entrada triu.nfal del General TTU-
jillo á Medellín, en18n. no tiene, es verda~,paralelo en
nuestros anales; p.ero elIp fue obra de un solo. partido.
La inauguración de I~ estatua del Dr. Bertío en. 1896. sí
bien rayó muy alto ~n mar,nificencia, fue,tambicEn mani-
festación del espíritu de p;:!ttido. Los honores tributados
áIsaaci, nô: todas las parciãlidades. todas las opínioJ}e!i.
f.un deponiendo algunos vi~joll, y. enconados rencores,
han contribuído espontáneamente á.dar inusitado brillo
al homenaje grandioso que el pueblo de Antioquia le ha
tributado á s~ ~alltor insigne. Las, excepciones, si lai
hay, serán pocas; y no hay para que tbm~rla.sen cuent~ .
. i Quieran los siglos y las generaçiones futuras reii"
petar ese homen~é.y guardar intacta y glpriosa'la memo ...
tia del bardo, del escritor y del novelista I
AVELINO AGUDÉLd.
(De La. Qrganifa;';ón.l
. ,:
APOTEOSI~
. La tiesta con que Medellín ho~rq. Ías.ctlnizas del e~Íi.
ncnte bardo israelita que en buertliora se
las legara, será
,perdurable en nuestros anales. ' ,'.' .
., Hé aqu,í U!1~ muestra de civilidad y cultura, de ol,vi-
do de bajas pasiones; de agradecimiento; de a<;lmiración~
~n fiQ. " l. " .
, OrguUo,)egítit;no orgullo, inSpira esta apoteosis del

Failtar caucahQ, ,de ~!l Tierra de Córdoba; del trabajador
infatigable y del guerrero .
. C~~ó con af!tic\R,,:ciôp.se había anunciado, tuvi.ron
\ugâ~ en la Metropolitana las honras fúnebres en la nt•.•
flatla del 15. Sev-ero y decidor estaba el túmulo, }' á su
pie, en elegante profusión, artísticas coronas enviadas pot
los admiradores de Isaacs, por los periodistas y por los
J'epresentantes de los Departamentos colombianos: la del
Tolima, postr.er alberg.ue y primer sepulcro del poeta,
~untuosa y bella; la de Santander, -severa. heroica, de lau-
reles de 109 en que él ha sido tan íec¡,¡ndo. del Cauca, de
Boyacá, de Cundinamarca, del Magdalena; en fin, fiares
y perfumes .en profusión,
A las cuatro de ia tarde empe1.ó el desfile; la COIl-
-oucción de los restos del bardo al Ceme'nterio de San
h:d ro.
Conforme 10 rezaban los programas y debtdo al buen
lino de los organizadores de la fiesta y á la culta colabo-
ración de la policía, el orden fue aùmirable; el éxito so-
brepujó á toda previsión.
Escuelas, colegios y corporaciones en (:orrecta for-
mación marchaban; los carros alegóricos, de forma seve-
'(~1,y arte exquisito, nada dejaron qué ùesear; sorpren-
dían, causaban admiración,
Ya ea el Panteón la muhitud se desbandó con sor-
prendente Pec06imiento y compostura que denotan que
-este pueblo sí sabe honrar ia memoria d·e sus grandes
llOmbres y 'que Isaacs al anunciarle grandes destinos en
el futuro, profetizaba como aquellos patriarcas de su raza.
Los discursos de los Sres. D. Carlos E. Restrepo, D.
Pedro Net Osplna }' D. Pidel Cano. como es natural, fue-
ron bellísimos, adecuados al acto y estuvieron á la altura
.de ~sta grandiosa fiesta.
y aRora. vayan nuestras muy sinceras matlifestacio-
iles á la .1 J UNTA ISAACS" y con especialidad á aquellos
de sus miembros que han tenido qué recorrer una vía do-
~orosa para .llegar á esta cima de sus anhelos: D~ María
Ignacia Arango de Llano, l)~ Lorenza U. cte Amador y
sus hijas, D!'- Emiliana Campuzano de Lil~ce, D~ María
Villegas de Vida~, œ M:lría y D~ Alicia Mendoza y U.
Camilo Botero Guerra, valiente inidador y coronador de
Ja g'rande obra.
LUIS E. LATORRE.
(De La Org,ani::aa'gll.)
-88-
POR GRATITUD
. En UM hert1\osa revista de la apoteos~ del poeta
·:IèIMlcs, revÎsta publicada en el últimori-Ûmero de La
~n¡stJció", y firmada por el Sr. Luis E. Latorre, se
hacè meftCión honrosa de algunas delas personas que
han tomado parte en aquella obra patriótica y culta.
Sin desconocer y, por el contrario, adminíndola de-
bidamente, la activa y generosa cooperación de las res-
petables señoras y señoritas allí citadas y de muchas
otras personas, tales como los socios del Centro Artísti-
co, varios miembros de la J unta Isaacs y no pocos arte-
sanos de Medellín, nos permitimos completar aquelh\ lis.
ta con el hombre de la Sra. D~Isabel CarrasquiUa de A.,
distinguida dama de gusto artístico bi~n aquilatado, y
eón el del Sr. Carlos Arango J., no menos distinguido
por su fecunda inventiva en asuntos de arte, y por la ac-
ti..,idad, el entusiasmo y el desprendimiento con que ha
trabajado y trabaja en empresas de interés público, como
la Biblioteca de Santodomingo, el Monumento de Cór-
doba y el de Isaacs.
La Sra. Carrasquilla de A. y el Sr. Arango, genero-
samente auxiliados por el Sr. Tomás Carrasquilla, ellite-
r.to ùe fama naciona~ por la Srta. Ana Alvarez R.. y por
los jóvenes hijos de la primera, idearon y construyeron
los lujosos carros alegóricos que tánto esplendor dieron
á la Fiesta de Isaacs, y que con tánto entusiasmo admiró
là sociedad medellinensé. A estos apreciables y genero-
sos cooperadores se debe, en rigor, casi todo el buen éxi-
to -de la festividad.
Sea esta la ocasi6n de manifestarptíbJicamente, en
nombre y por recomendación de la Junta Isaacs, los sen-
tiitlientos de gratitud que la animan en favor de \anbon-
dadoaos colaboradores, y la de hacer extensivo su cumpli-
dQ agradecimiento por el apoyo eficaz que le han presta-
do, á S. S! el Gobernador dc:l Departam~to r lOi demás
empleados y autoridades de cada orden, 4 las rellpetabtes
Sociedad!'s científicas y literarias y á los apreCiábles Di-
rectores de Colegios y Escuelas de la ciudad, al Tandem-
Club y al Club Unión, centros caracterizados por el e6-
píritu público, á los Honorables Representantes de les
Gobiernos Nacional y Departamentàles, á los Periodistas,
al Comercio, á los art!èsImos.y tOdU Jes personas q~ se
-~m-
dignaron adornar la vía recorrida por la procesión cívica.
Del generoso Centro Artístico hay que hacer mención
especia~; pues, si su entusiasmo no ha superado al de
la Junta Isaacs, sí se ha puesto á la misma altura de é&
te, y, como el elegante Tándem-Cluh, hizo invitación es-
pecial ¡lIas solemnidades en honor del egregio cantor de
La Tierra de Córdoba.
Tráiganle á Medellín el buen nombre y las conside-
raciones que merece, los actos de cultura, generosidad y
patriotismo con que ha honrado la memoria y las cenizas
del ilustre poeta caucano.
Medellín, Febrero IS de 1905.
CAMILO BOTERO GUERRA,
• Secretario de la Junta lsaaœ.
(De La Organización).
LA APOTEOSIS DE ISAACS
El 22 de Diciembre del año pasado, en la carretera
dd Norte, frente á la Capilla de Jesús, se verificó la re·
ct:pcién de los restos del poeta Isaacs, traídos á esta ciu~
dad desde la capital de la República, por el comis.ionado
Dr. l\larceliano Vélez, en compalÎía del Dr. Dionisio
Aran~~o. El Dr. Avelino Agudelo, á nombre dcl Gobier.
no Né;cional, en discurso expresivo y corto, hizo el reci-
bimiento oficial. Colocada la urna que los contenía, rega-
lo de la Colonia Antioqucña en Bogotá, en un carro ale.
górico, que representaba á Antioquia aceptando. el legado,
y cu~.todiado por las primeras autoridades, las Acade-
mias de la ciudad, el Centra Artístico y lIna buena con-
currencia de todas las clases sociales, llegó hasta el atrio
de la Catedral en donde el Dr. Enrique Ramírez, como
representante del Tolima; D. Fidel Cano, á nombre de la
familia del poeta; D. Camilo Botero Guerra, llevando la
voz de la ] unta Isaacs y del Centro Artístico, y D. Lino
R. Ospina, comisionado por la Colonia Caucana, prolllull-
daron sendos discursos.
Por espontáneo ofrecimiento del Sr. Vicario Capitu-
lar, los restos se depositaron en la Metropolitana, y alH es-
tuvieron hasta el 15 último, fecha illdicada para hacer la
condllcción solemne al cementerio de San Pedro.
A fas ocho dè la mañana del día exprt:sâdo, 'clln unll
.eoncurrencia selecta y un coro formado por los mejores
. attis&as, se dio principio á los funerales. Veíase en medi •
..,de la igleliia. al pie de unsenciHo "cátafalco, la urna caSi,
perdida entre la.••cotonas. Allí; làs de los representantes
de les Departamentos, las del Gobierno, las de la Prensa
y los Clubs y muchos particulares; las de arriba y las de
abéljo, inclihadas todas en hcnnosa unión ante el que en
vida fue "la aristocracia del talento".
Llegadas Ia,¡¡tre>;de la tarde, nora que retaba el pro-
grama, comenzó á colmarse el atrio de gente.
La organización del desfile estuvo á cargo de los co-
misionados de la Junta Isaacs, del Centio Arilstieo y del
gremio de obrero!. Al:1ríarilo \rarios colegios y escuelas
públicas. Iba en seguida un hermoso carro representando
La Fama y en pos suya las AcademIas de J urispruden-
cia, de Historia y de Medicina, y los periodistas. Otro
tarro, Antioquia custodiando los res/os del/Qe/a, escoltado
por el Centro Artístico; el correcto y simpático Tandem-
Club, las autoridades del Departatnento, y por último,
.para cerrarIo, otro carro: La Gldria corOtla",io ttl poe/a,
con el medallón modelado por Ignacio Cano y qUê será
el que ha de colocarse en el monumento I al pie de este
carro marchaba el gremio de obreros: Las calles que rc-
corría el desfile fueron adornadas con coronas y colgadu-
ras. La Cblonia Caucaná, un número no escaso de co-
merciantes respetables, la Fuerza pública, y para que na-
da faltara, muchas de nueitras damas, almas sensibks
que no olvidan Ias gratas emociones despertadas por el
artista que las engalanó con sus estro~s .• que las supo
apreciar y que las amó desde su lejano r:eíiro.
.' En carro especial lucían las corOlla's ofrecidas por d
Dr. Enrique Ramirez, Repr6gentanre del Departamento;}
del Tolima.
Durante el desfile alt~rrtahan las cornetas de guerra
con las marchas de la Banda oficial, y era de verse el en'-
tusiasmo con que se agrupaba la multitud al paso de, la
comitiva que engrosaba cada vez más. Y a!'í, respirando
atmósfera de una verdadera apoteosis, de la más solemnl~
que haya presenciado Antioquia, aumentando por mo··
mentos el número de los que acudian respetllosos á ren-
dir su tributo de admiración, se llegó' al Cementerio.
Hermoso y Justo homenaje al genio que triunfa, al taleo-
_HI_
to <tuè al fir1 se ~mpone arrollando los egoísmOs euyo 1m.•

perio termina allí donde cubre un puñado Je tierra los
restos del poeta.
Desde la rotonda del Cementerio se dejarón oír las
Voces de D. Carlos E. Restrepo, D. Pedro Nel Ospina y
D. Fidel Cano. En fra~es sentidas, con p'!\labrá5.brôtadas
d,;: lo más hondo del alma ele los que han experimentado
las ternuras de llfaría, se habló del poeta y de su obra y
con la discreción dcl caso se vapuló á la intransigencia,
cuya voz de odio aÚn no se ha extinguido. Para terminar
la ceremonia leyó D. Lino R. Ospina "La tierra de Cór~
doba" .
. Después de identificados los restos del poeta, de le-
vahtar el acta respectiya y llenar las demlÍs Formalidades
acostumbradas en tales ocasiones, se depositaron en la
cripta que sirve de buse al monumento, que todo un pue~
blo ha de elevar mañana. Los que glorifican hayal artis-
t,a, los que de veras lo aman no deben separar del recuer-
~() de la fIesta á los que. lucharon para coronar la obral
y entr,;: e~os nombres debe estar sobre todos ci de D. Ca-
milo Botero Guerra. cuyo entusiasmo no cesó hasta ver
convertido en realidad su mejor deseo.
No decimos que Antioquia se haya pÓrtado hoy.con
cordura porque esC! sería desconocerle el cumplimieri~
to de sus deberes, y el llenar éstos no merece alabanza ¡
pero si. .diremos que se ha mostrado orgullosa al aceptar
el legado que le hizo uno de los más esclarecidos hijos
de la hoy infortunada Colombia.
El que desde el h'ermoso valle evocaba rçcuerdos ca~
rjñosas y enviaba la preciosa dfrenda en sentidas cstrofas,'
duerme ahora acariciado por la gentil smtamittr. Ella sa-
brá arrullarlo ahora que reposa entre los que el amó; ella
sabrá conservar frescas ias tiares que ha depositado 50-
br,: su sepulcro ..
Ailá duerme él artista. Allá, entre los cipreses repo-
sa el que áorillasdel Combeiitia soM bellezas y creó tipos
qe vida tan completa y delicada, que hacen gozar con sus
alegrías y tocar á las puertas del corazón, haciéndQlo llo~
raI' con sus amores desgraciados. Ese monumento senci-
llo enseñará mañana á los que vengan, el abra1.O tierno
del hermano proscrito; él les contará sus amores, les ha!'
~lará de ,su tiertla María. Allí entre los cipreces vagará
el alma de Efraím buscando en vano su amada. Allá irán
-9~-
á morir sobre esa tumba los últimos restos de odiosida-
des necias, dejando en cambio, co'no guardián eterno, el
cariño de un pueblo, la veneración de las almas delicadas.
M. T. M.
Medellín, Febrero 20 de 19O5.
(De La Miscelánea.)
EL CREADOR DE "MARIA"
Conforme al programa acordado por una Comisión
respetable. formada por representantes dI':'! Gobierno ne';'
partamental, por la Junta I!'aacsy por algunos socios det
Centro Artistico, se verificó el lS del presente mes ta in-
humación de los restos del poeta Isaacs.
ÙI. ceremonia fúnebre religiosa-con toda la pompa
exigida por los méritos del ilustre varón-revistíó los más
altos caracteres de solemnidad que para casos eSI)Cciales
guarda la Iglesia Metropolitana; música vocal é instru-
mental de primera fuerza, encomenda.la aquélla, cuando
el .caso lo exigía, á la voz robusta y afinada del Pbro.
Suárez ó al bien combinado y mejor dir~gido coro de d;-
cha iglesia, y éstaá la clásiL'a orquesta en que lueeo SIlS
dotes de compositores inteligentes y de hábiles ejecutall-
tes nuestros más afamados al1:istas muskates; I.¡s preces
rituales de tos que allí, po.r costumbreó por ·<Ieber,ofi-
cian, y ias que en araa de un noble sentÜrncotQalza-
"ban los labios sin mancilla de la "crilitia-nasunahlÍota", uni-
das.á las ondas de vagaroso incienso que desde ricos pe-
beteros bañaban el busto severoe~ que guardó artista
consumado las líneas correctas:'flue modelaron la hanno-
sa cabeza del más ilustre de nuestros, intelectuales; et
ambiente de ar.te supreluo que circundaba el rico ·catafal-
GO, obra de Cano, Vidal y Tobón Mejillt,.y el vivo· senti-
miento de amor y de admiración que l!mba~atGdos
los ánimos, dahan á la ceremonia realce majestuoso.
El Dr. Víctor Escoba'\" L., Jefe actual de la Igle-
sia católica de la Diócesis. se mostró.en esta oca<;ión be~
névolo y tolerant~ cualidades naturales en UA sacer-
dote de ~rtudes y
de ilustración. sólidamente posetda£ r
con justicia acatadas ..
-93-
A las tres y media de la tarde la Banda de corneta!
. dio ),1 señal del desfile hacia la tranquila necrópolis. Ad-
vertidos, por el pro rama, de la vía señalada, todos aque-
llos á quienes la insinuación iba dirigida, se apresuraron
éi. decorar-con más ó menos gusto y propiedad-los bal-
<:one::;y las ventanas de sus casas; por el tino en la elec-
<:ión de adornos y su artística combinaciÓn, nos llamó es-
pecialmente la atención, el local del Círculo del Comer-
cio,que dirige D. Isidoro Silva Landá7.llri.
M uy lejos estamos de pretender describir fiel y exac-
tamente la manera como se verificó la procesión cívica,
de recordar ·siquiera el orden en ql,le iban los diversos
grupos y entidades que formaban tan numeroso y brillan-
te séquito; haremos, n'o obsta.lte, un esfuerzo, no sin el
temo.r de incurrir en omisiones que, desde luégo, salva.
mos '::omo involuntarias.
A la Banda de cornetas seguían: la Fuerza Públi-
ca, l;¡ Guardia Civil, con su culto y simpático Jefe, Ge-
neral Cálad; el Prefecto de la Provincia, General Lau-
reano García R.; el Alcalde Municipal, D. Nicanor Res-
trepo Giraldo; D. Benito Uribe G., Gobernador del De-
partamento, y sus Secretarias Dres. Berrío, de la Cues-
ta y Robledo; las Escuelas oficiales; la Escuela Normal
ée ItI~titutoras; la Escuela Nacional de :Minas; la Uni-
versidad; el Instituto Caldas; el Instituto Girardot; la
Academia de Medicina; la Sociedad Antioqueña de Ju.
risprudl"ocia; la Academia Antioqueña de Historia; la
J unta Isaacs; el Centro Artístico; la Honorable Asam-
ble:\ Departamental; el Tribunal Superior; el Club Tán-
dem; los Periodistas; los Representantes de los Gobier-
nos Nacional y Departamentales; la Colonia .caucana;
D. J u an J osé Botero, Representante de la Municipalidad
de Rionegro y del "Salón Literario" de esa simpática
ciudad; un lucido grupo de damas y caballeros y-para
cerrar la comitiva-la Banda Marcial del Departamento.
Dieron á la festividad suntuoso aspecto de verdade-
ra apoteosis los carros alegóricos, iconológicamente cons-
truídos y adornados con las ofrendas de los admiradores
dd barùo. Marchaba á la vanguardia el que conducía las
ofrendas del Tolima (una rica corona de; bronce y una ar-
tística lira de musgos y azaleas). Es digno de encomio el
cdo desplegado por el Dr. Enrique Ramírez, Represen-
tante de ese heroico y noble pueblo.
~H4-
Convenientert1ente distribuídos en el vasto ácõrnpét.-
. liamicnto, desfilaron 105 carros simb61icos en el orden sl~
guil:0tc: I ~ La Fama, representada par la graciosa niña
Mariana Gómez, gallardamente coJocáda en el clásico ca~
rro alado que sir:nboliza su poder, en sù mano el clarío
de épicos ~Olles, y en su frente la coro.na de laureles, Tán-
talo eterno de la soñada humaWda~; ~l manto de rojQ
terciopelo aobre su suel1a túniC,El.de seda, alba como su
frente diademada, formaban el vestido de la niña, tan
llenci~lo como apropiado.
2~ La Glor.ia / ataviada con alba t~njca de sedal co-
. ronada do estrellas;. ceñi~a air.osamentè ~ J¡¡ cintura COD
rica banda .azul tachdnada de oito, se destàcaba majes-
tuosa la niña Magdalena AraDgó. Respl3Jld~cía en su'
diestra ~u.rea cotona de ~au.rel quê amagaba dejar sobre el
busto del poeta. El águila de oro completaba el emble .•
ma de esa 6leidad tan veleidosa como atrayente .
. El último carro ~egóri£o representaba á Antioqui;l
custodiando los restos do Isaacs. Como inarqstado en un
bloque de granito, grabó él artistà Ignacio Cano un sO-
berbio medallón en que al dejar ell relie~e el busto de
Isaacs, .puso también de relieve el poder de .su genio. Al
par qué tendía su manto de grana sobre la 1Jrna que guar·
daba las çe~i7.as del vate, eón amorosá solicitud, espácia-
ba la dulce .$liña GenOveya Arango la luz de S11 mirada.
en esa J;lJ.ultitud heterogénea-al parecer-pero qUf. en
e~e momento tenía un solo .coiazón y un solo cerebro:
aquél, noble, para sentir Gomo el creador de María supo
hacerlo, y amplio, éste, para apreoiar su labor meritísi·,
ma, dejando Á un lado mezquinas preocupacioncs.
ESpélrcidas con arte exquisito y tan proful'amenttl
wmo era de esperar.e, exorna~ los car.ros aJegórico;;
las coronas y guiniàldas de flores ofrendà~as por los ad.
miradores del poeta • .En .lastarjew ,y lujosas cintas, vi .•
~l1ó~ntre otr05.-.10$ siguientes nombres éinscripciones¡
El Gobernador de Antioquia }' sus.Sécretarios j Ni.
canor Restrepo Giraldo, Alcalde de ·Ia ci¡,¡dad, y los em"
pleados del Muniçjpio; Dr. Avelina Agudelo, Represen-
tante delGobierno Nacional; Dr. F. de P. Muñoz, por
Cundinamarca; Pedro Uribe 'Gómezj prit Magdalena;
Dr. E. Zuleta, por Santander; Abraham Moreno, por
BoylJ.cá; Pedro Nel Ospina, par NariJ}o; Dr. Enrique
Ramír~z, por Tolima ¡el .C~H~rpo.:~.G.cndllrmecla ¡ la.
..•....
95-
eorporaci6n Municipal; la Academia de Medicina; fif
Junta Isaacs, al Cantor de la Tierra de Córdoba; el Cen-
tro Artístico, al Poeta Isaacs i la Academia ¡je Historia,
la Sociedad Antioqueña de Jurisprudencia; el Club
Unión; el Tándem Club i la Escuela Normal ,le Institu-
toras; la Univ.eraidad de AntiQquia ; la Colonia caucana;·
Lectura J' Artll; Lectura Amefla; La Organizaciótl; La
MiscdáflUl,. La Pret1Sa,' El bd/tstrial,. Raquel A. de
Carré.squill~ i Carolina de Greiff de Mendoza; María,
Alicia y Paz Mendoza; Carolina Vásquez de Ospina.¡.
Mercedes Ferrer de A.; Inés Sanín de Botero; Matilde
M. de OLmo; María I. Arango de Llano; Isabel Carras.,.
quilla de Arango; Amalia Salazar M.; Adelfa Arango;
Ana j. Botem Sanín; Carlota, Josefina y Rosa Arango i
Rafael A. CarrasquilIa; F. A. Cano; Marco Tobón Me-
jia; Enrique Vidal; Tomás ,carrasquilla; Ricardo Ola-
no; B. Tejada Córdoba; Camilo Botero Guerra; Eras-
mo Rodriguez; Rafael Chaves Murcia; José Zapata L~
pez; Antonio Pastor¡ Carlos Arango J.; Jorge Angel ¡.
Qaudino Arangof y muchas más .quQ: sería difícil .re-
cordar.
Al llegar el carteJo ai Cementerio de San Pedro, con

el oden y c~postura apetecidos, se agolpó la muche-
dum':lre al rededor de la Rotonda del pa.tio ciccular. an-
siosa de escueh'ar los discursos· con que de~pedirían al
poeta tres de nuestros hombres públicos más ilustrados.
Habló primero el Dr. Carlos E. Re$trepo, con voz
RO muy eJetensa, p6tO de timbre agradable y de clara y
precisa dicción. Nos dijo cuánto era el atractivo de la
~erra de Córdoba para ~ljardo israelita, que sintió la
nostalgia de su raza en su.l'mba primitiva, "á orillas del
Combeima en esa tierca'1ibre donde parece escucharse
f
aún la guazabara del indomable Pijao ; tierra de esos gue-

.rilleros para qyienes el morir .fue deleitoso festival";
tierra delas mozas.garridas "de tez qae cd beso ardiente
del sol puso morena, que tras un velo obscuro de melan-
colía transparentan el hervir de las pasiones que incendió
la canícula". }ustific0 el homenaje de Antioquia á Isaacs,
tachado l.ínicamente por los que "no alcanzan sino á las
botas del revolucionario y no elevan la vista á. las alturas
donde late el corazón del poeta y donde refulge la imagi~
NaciÓn del nov¢lista~'. Mostrç> cómo el nombre pc: .Jsaac~
-96-
sería de los pocos que resistirían la acción del tiempcr en
ese hormiguero anónimo del Panteón. porqwe supo.d:jar-
lo acompañado con el de Matía. "tipo de la mujer eter-
lia que durará 10 que dure el eterno femenino". Disertó
eruditamente en el estudio del feminismo, mostrando su
predilección por Li mujer que domina por su delicadeza,
no por las que usurpan las prerrogativas ordinarias del
macho. El nombre de Isaacs, dijo con sobra ·de razones
el Dr. Restrepo. vivirá unido al de Maria como nna crea-
<:ión artística perfecta, como viven Con Dante, Beatriz,
con Shakespeare, Ofelia. Desdémona y Julieta, con Cer-
vaates Dulcinea y Goethe con Margarita.
Habló en seguirlaD." Pedro N.elOspina en nombre
del Gobierno de este Departamento y del de Narifio, el
"Benjamín de la República'! .. Presentó la apoteosis de
Isaacs como base de unión entre dos pueblos igualmente
Bobles: el Cauca, cuna del poeta ilustre, y sepulcro An-
tioquia, de esas. cenizas veneraooas. Vence el General
Ospina las dificultades orgánicas que tiene para orador
60n la vehemencia de su verbo, que. fulgura con relám.
pagos vivaces, con súbitos chispazos de talento impresio-
nista.
Don Fidel Cano subió luégo .vibUD~ekÜepre- a
sentación del "Centro Artístico" yùe_:~~jUnta Isaacs".
Hizo más que un discurso de efecto, uàaJitudin serio y
filosófico del alcance de la festividad, como obra que en-
carna la voluntaà nacional, no el regionalismo exagera-
do nuéstro, y que "para no .convertirse en mera fiesta de
histriones" nos impone .eldcber de ser ·sinceros, deabri.
gar consciente y profundam~t~ ~l sentimiento de amor
al poeta, el convencimiento de:t¡ue-;ese "colombiano vive
yá la vida inmortal de la Histn,,~¡cie afirmar qOON aúo
y que suá por siempre, siquierá eRé tornado en polvo lo
que de él nos era antes visible y pal~~le." .
. No pudieron el "Centro ArWitu:o" y la "Junta
Isaacs" hallar quién, con más acierto :y dert:oGhe deelo-
cueneia, interpretara los sentimientos deadmir.ación que
abrigan esos dos Cuerpos por la memoria-dd:œeadol' de
Marlct. ~.:. ~t
Naestras felicitaciones sinceras á D. Fidel, al Dr.

Restrepo y 'al General Ospina por el triunfo que akan.
zaron con su brillante oratoria, y á Di" María 1. Arango
de Uano, D~ Isabel Carrasquilla de, Arango, .D. Camüo
< '"'." •
- ~)7 -
Botero Guerra y demás organizadores de la festividad.,
por el éxito obtenido.
.
,(De Lectura
LUIS DE GREIFF •
Amena.)
DISCURSO
del ~r_ 1..).Carlos E. Re8tr~po en el CeUlenterio de San
I"'cdro.
SEÑORAS V SEÑORES:
A orillas del Combeima dormía Jorge Isaacs su sue-
ño último.
iQué escenario para el novelista-poeta soñar la tra-
gedia de la muerte!
El río, al descender de las crestas de la cordillera
cectral, rugiendo entre el basalto, parece cantar la rapso-
dia antediluviana de "la pirámide excelsa del Tolima", y
decir lo que esta Esfinge canosa cuenta sobre el viejo es-
plendor de las cumbres americanas, como Siluria á Fa-
lIÓll, cuando:
"Las celestes montañas que cruzaban
de confín á confin el patrio suelo
por cima de las nubes perfilaban
sus vastas cumbres en el Jimpio cielo.
"Cumbres que fueron trono soberano,
regia mansión en fuerzas opulenta,
donde empuñó con fulminante mano
su flamígero cetro la torment2. :
"donde regaba arrebozada en nieblas
sus jazmines el alba veladora,
y separaba el sol delas tinieblas
con jardines de luz la rubia aurora."
A jorge Isaacs, que fue guerrero esforzado, también

le cantó el Combeima el himno de los ,·alientes: entre el
fragor dei río que se retuerce contra las rocas del lecho,
y se alza, se arremolina y ruge, se cree escuchar la gua-
.zabara del indomable Pijao, el aullido salvaje del libre
aborigen que muere antes qu~ rloblar la cerviz al yugo
opresor.
- !l8 -
Y allá, al sitio hermoso donde el guerrero yacía,
descienden las brisas del Quindío, que son brisas deli-
bertad, porque vienen de cumbres inaccesibles, donde el
hombre no ha domado al hombre, y sólo tocadas por el
Condor, águila victoriosa de los Incas. Y, calladas espec-
tadoras, le asistían las almas de los guerrilleros tolimen-
ses; para quienes el mo~ir fue d~l~jtantefe!)tival.
Para Isaacs, novehsta, tertia' su
tumba de ayer en-
canto peculiar: el espíritu de Manuela, la calentana p'í-
cante de Eugenio Díaz, vaga por las tórridas llanuras det
Tolima, y ei viajero que las atraviesa con la sangre en-
cendida por el calor tropical, piensa que ta garrida moza
.va á surgir en los bohíos del tránsito6 en las bregas de
lo~ tabacales, con su traje claro de vaporosa mugelina, re-
velador de lo que encubre; esbelta y movediza; con la
tez que el beso ardiente del sol puso morena; y con
aquellos ojos que, tras un velo obscuro de melancolía,
transparentan el hervir de las pasiones que encendi6 la
canícula.
Y, sin embargo, no quiso Isaac!> tal e3Cenari:) para
soñar la tragedia de su muerte.
Allá sentía la nostalgia de su tierra y de su raza,.
que siempre creyó ver representadas en ..Antloquia. En
la gente que brota innúmera.
"Desde Amaime y N abarco hasta las fuentes
hoscas del Guarinó,"
que pasea por todas partes la fiebre del trabajo y dellu-
era, que se multiplica como descendencia patriarcal y que
en su peregrinación incesante se distingue de cualquiera
otra gente, porque lleva el Corazón apasi~!!~o~cl espíri-
tu inquieto y la cabeza erguida .... batió, ~ucho de su
pueblo, el judío errabundo, conquiStador'yaltivo.
Pero, ante todo, le faltaba la I1lojèT;¡:Ùitroquda. Fal-
tabais vosotras al bardo israelita, tales' C'omo os pintó en
sus salmodias bíblicas; oid cómo os oye, mirad cómo
,
09 v~:
"y cantos de doncellas y sus alegres risas·
se oyen en las frondas ro1.anas del mai zal.
Hay en sus voces trinos de turpiales,
dulces mimos de 'amor,
arrullos de palomas, caricias maternales. _.' ~
~usurros de sauceras do el vie.Qto revoló.
-nn-
i Bellas y pudibundas como fucr<1n
las hijas de Jessé;
en árabe tocado rebosan los cabellos.
refulgen en sus ojos las noches del Kedén.
Efluvio exhalan de la selva virgen.
y en el talle gentil,
pudor encantos vela de Ruth ca"ta y humilde;
son un bendito germen vedado al vicia. vil."
Isaacs aseguró 'que el tesoro del antioqueño estaba
"abierto á desvalidos que sufren hambre y sed";
y,:omo en la Cruz Jesucristo-que fue de la raza de
Isaacs, cllal éste lo declaró al múrir-cI vate moribundo
tuvo hamhre y sed ciel tesoro de vuestros corazones. ¿Le
negaréis flores cn Sll tumba, y no dejaréis oír sobre ella
vuestros cantos v risas, los dulces mimos de amor, los
arr¿:ncados arrullos de palomas y las caricias de vuestras
voces purísimas?
Sabéis que Jorge Isaacs pidió un asilo para sus res-
los en el valle y ciudad que pintó con estos colores,
.arra.ncados á la paleta inagotable de la Biblia:
"En c1lujo5o valle do serpcan
corrientes de zafir,
al sol que la enamora' detiene y embelesa,
cristiana Sunamita, la hermlJsa l'lcdellín.
Jazmines y fluridos naranjales
sus perfumes le dan,
y arroyos de los montes deseiendcn á brindarlc
en baños de Odalisca sus ondas de cristal.
j Cómo la miro en estrelladas
e
noches
Cll mi sueños aún!
Formándole cojines se agrupan los aIcores,
la cubren las montañas con su azulino tu!."
Tal VCT. haya quién vacile en darle, con la· sepultura,
el monumento que memoria tan esclarecida está pidiendo.
El mOl1um(;nto que se eleva á un nombre es la con-
sagración que hace la historia, ungiendo Vara siempre á
q uÍl:n lo ha I1t:vado. Por lo mismo, 10 q tie hoy tratamos
de hacer es gravar en mármol una pág-lIlél histórica del
arte americ;mo.
l'ara escribirla con justicia, estamos demasiado cerca
de J :)rge Isaàcs. La grandeza de los hombres como la al.
- 100-
tura de las cordílleras¡ no puede apteciarae sino á ton ve-.•.
niente distancia, y creo que los que hornO' quieren anti-
cipar el ~ufragio de la historia á Jorge Isaacs, éll'P0r;qOe'
miran su grandeza muy de tercá: rnu~hos no él}tanzan
sino á las botas del revoludonario, pero no elevan la vis-
ta á la! alturas donde late el corazón der poeta y donde
refulge la imaginación dél novelista.
y no est~mos tan ric(jS de grandc?tIS para que renun-
ciemos á é!oota,que nO'sha pedido el abrigo de la muerte.
Porque, debemos confesado, si los allfioqueños he-
mos hecho algo como pùeblo, fletnos sidO' bien paco co-
mo personalidades. Y si na, despojaa9 dt vuestras afec-
tos particulares. y diréis si eS exacta la absérvacÎón peno-
sa que he verificado al visitar nuestrÓ1t do!' cementeri09 :
se lee un nambre y otro nambre, un epitafiO' y atra epi-
tafio, sc repásan las lápida~ para hojear en el libra de la
muerte, el libro de la vida extin:a, y, de cuán pacfls nO'
puede hacerse la interrogación desolada de Estechetti:
"¿Quién será éste?"; qué raras san nuestras notabilidades,
c:uya biagrafía-así como el papel en que se escribió-nO'
haya ido, primero amarillando, y luégo convirtiéndose en
indescifrable pergamino, _..
Para aseguraros que el nombre de Jorge Isaacs na
!rerá alimento del voraz Olvido; me basta recordaros que
él fue el creador de una mujer, de un tipo de mujer eter-
na, que habrá de durar lo que dure entre nosotras, el
"ETERNO FEMENINO".
t La Mujer!
¡'Ob damas que me oís: quizá nunca habéis penSado
en la magnitud y trascendencia del problema que se en-
carna bajo la suave ondulación ~ vuestros cabellos, en-
tre vuestra cutis de niño, en vuestras formas dé diasa y
sobre vuestros pies delicadísimos y breves!
A vosotras apenas habrá llegada el ecO'desvanecido
de la re"olución que mueve en el tnuhdo la hembrA cos-
rtlopoIita que levanta la bandera del fèininismo. Espero
que la idea cristiana y la tolerancia de la civilizaci6n, for-
snarán el tipo de la mujer cantemporánea, que g~e de
todos ~ns dt'Techos, pèr"() siil perder ninguna de StlS en-
cantos. }f.á!tame ahora enunciar esta faz Gel problema,.
para indicar su impórtancia, y también para protestar en.
hombre de llil:hstétita, del èntendimièllto, del corazón, y
aGO ~n \'I'Olnbf~ ~ lá eattte', ~I\M ese m.tfmacho l"4cti-
- 101 -
lil'WO, que el SjJort deforma, que el tráfago varonil desna-

turaliza y que, en el reclamo de prerrogtivas que debe!1
concedérsele, llega á la exageración de ambicionar lo que
oja;á no tuviéramos los hombres: el privilegio de la intri.
ga de las miserias y de las pequeñeces.
La mujer que importa á mi pensamiento es la que
rea'iza el problema de lo bello; á la que se refiere Guyau
cuando afirma que "el tipo de la emoción estética es la
emoción del amor, mezclada siempre ùe un deseo más ó
menos vago y refinado. La belleza superior, diga Kant
lo çue quiera, es la belleza femenina". Hablo de la mujer
que siente hasta vibrar, que ama hasta el éxtasis, que
sueiia hasta el delirio; de aquella de cuerpo ebúrneo en
q uicn el amor delineó las curvas gentiles de las ánforas
gncgas.
Tanta importancia ha dado la humanidad á la reali-
zación del tipo femenino, en cualesquiera de los domi-
nios elel Arte, que ha hecho inmnrtales á los pocos que
han sabido infundir en él vida perfecta. Y la humanidad
inte~,esada en este problema no es sólo la que forman los
di/eitantis literarios, sino la que ama y la que siente, la
que aprecia lo bello y lo desea: esto es, la humanidad
entera. Es ella la que desde los tiempos más remotos ha
falIado sobre los verdaderos inmortales.
"Si las glorias de Aquiles son de Hornero", lo son
también, y con no menos fulgor, las de la griega Elena.
El más alto tribunal de la belleza, el paganismo he-
lénico, agotó los aplausos sobre Fidias por la estatua de
Minerva y, desaparecida la diosa entre las ruinas ate.
nienses, el fallo victorioso sigue transmitiéndose por los
siglos.
Tanto como los hechos heroicQs de Eneas, vivirán el
.¡mor africano de la reina Dido, para honor inmarcesible
~ie Virgilio.
Dante promete á Beatriz que la hará inmortal, y las
generaciones se han encargado de cumplir la promesa,
glorilitando la creación del güelfo ilustre.
Las madonas de Rafael idealizaron la hermosura ita-
Lana, y ante ellas siguen postrándose los creyentes de la
Fe y los devotos del Arte.
Shakespeare, el creador que, después de Dios, ha
hecho vivir con mayor intensidad la vida humana, .dura-
ni lo ~ ésta dure, aoomJ!a:ñado doe M.a.cheth, la ambi-
BANCO VE LA R~ ..ôLJCA
B1BlIOTEÇA LUIS - ANG[l ¡·R¡lNGO
CATAL.Q~CION
.
Este libro fue Editado por la Biblioteca Luis
'
Ángel --
.....
Arango del Banco de la República,Colombia
-= 102 -
ciosa ,homicida; .de Ofelia, en quien tornó figura esbelta
:~_or casto, vaporoso y perseverante de su raza; de ia
veneciana Desdémona, mártir de la pasión cosmopolita:;
de Julieta, la amante ideaL de la noble caballería italiana.
Perdurará Cervantes en la memoria de los hombres,
no sólo porque en ella estará presente con D. Quijote y
Sancho, sino también por el amor del Manchego por Dul-
cinea, símbolo eterno de la raza que se embriaga en la
copa de las quimeras.
Y, en fin, para que Gœthe viviera en el mundo de
los inmortales, le bastaría moStrar en' él su Margarita,
per~onera d.eliciosa de las mujeres del Rhin, puras y ar-
dientes; que llevan entre la venas la sangre exuberan-
~ de !u pueblo y en el alma de las cándidas neblinas de
su encantado río.
A pueblos más incipientes, por modos más humildes
-y en escenario más primitivo, pero en forma acabada,
Jorge Isaacs nos da un tipo de mujer dulce y amante: el
tipO"de la doncella americana.
Hé aquí por qué pienso que entre los que hemos con-
venido en llamar nuestros varones ilustres, muchos de los
cuales no serán más qile indigentes á la·-p~ert.a de la His-
toria, uno de los pocos que por ella ha' de ea1rar habrá
de ser Jorge .Isaacs; no va solo :lleva del brazo á María!
Señoras: para no hablar más que del corazón, juez
infalible cuando es femenino y cuando eÍl materia de sen-
timientos falla. el de vuestras madres, el vuestro y el de
las futuras generaciones de mujeres hispano-latinilS, ha
encontrado y encontrará·en María la hermana gemela del
amor; sus fruiciones castísimas son las' vués.fras. como lu
son sus lágrimas. María os enseña las delicadas lecciones
de las novias angeJÍcales, os susurra al oído palabras q lie
tienen la pureza y dulzura dé los besos vírgenes, os em-
briaga con el aroma del idilio agreste y entra en la inti
midad de las confidencias que hacéis á solas, en la casta
blancura de vuestros lechos.
El creador de María, el padre de vuestra hermana,
que pasó la vida errante, "con su ambici6n, pobre y pros-
critO", no acabó la febril odisea con la muerte: yá veis
que la ha continuado; el ,hijo nómade de los desiertos ju-
daicos, viene á que alcemos para siempre su tienda fune-
ral entre nosotros ..
Aleémosla, y del mOdo m"'opulento que p~os ;
- 10J -
ella tesponde á los dos sentimientos que más os embe-
lIece1: la piedad y el amor. Este será un monumento
que 110S honre al que vendrán los artistas en respetuosa
peregrinación y los amantes en férvida romería.
(De [a l11iscelállca.)
DISCURSO
It'ida PO!' el !"ôr.I"edra Ne! <.>spinn en el Cenu~llteria de
~an Pedl'o.
SE.\'ORAS y SE~ORES:
~'e ha servido el Sr. Gobernador del Departamento
darme el encargo d~ llevar por éste la palabra en la so-
lemne celebración á que asistimos, y el ~r. Gobernador
dcI Departamento de Nariño el de representar en ella á
tan importante y simpática sección, pidiéndome que de-
posite una corona en la tumba del autor de lllalÍa en
nümbre del Benjamín de los hijos de esta desgraciada
madre querida: Colombia: Quede el público testimonio
del aprecio que hago de tan altas distinciones y de la gra-
titud á que ellas me obligan.
Si en el país entero esta mode~ta función ha de des-
petar el más explicable interés, ese interés es para An-
tioquia excepcional. Porque en esta hora r de esta ma-
nera cumple la voluntad última del ilustre muerto, que
legó á nuestra tierra sus cenizas en prenda de amor; por-
que estl ocasión lo es de probar espléndidanente ante la
N aci6n entera, la alte7.a de alma de nuestro pueblo, que
á las mezquinas consideraciones sugeridas por los cho-
ques y :resistencias de transitorios intereses y de pasiones
vergonzantes, sabe anteponer el concepto potente de la
gloria inmaculada del genio; y porq ue es ésta la consa-
gración solemne de la solidaridad efectiva y trascendeh-
tal á que han llegado al fin, después de largos años de
error, dos de los pueblos más meritorios de la Nación co-
lombiana, el que dio cuna y el que da tumba á Isaacs,
llam:ldos, por la compenetraciÓn cada día m¡ís íntima de
sus afectos é intereses, á formar el más poderoso baluarte
de nuestra nacionalidad amenazada, y á dar á sus her-
manos, á pesar de reveses recientes pf(lducido5. en el fon-
do, por las caídas inevitables en la via dolowsa que á la
- 1(J4 -
p'a:tría infortunada le ha tocado recorrer en los últimolf
,.e
añoa. el ejemplo de la prosperidad moral y material á que-
llega por el trabajo: por el trabajo que es virtud y que'
hace posible la bien entendida independencia. sin la cual
suelen resultar un !Dito el propósito y la esperanza de la.
dignidad en la: vida. \
No se dirá de Antioquia que fue probada y hallada
falla en esta ocasián; que es de pueblo~ nobles como de
hombres noblesl no saber emplear la memoria del coraz6n,
sino para recordar con gratitud los beneficios recibidos.
iy cuántos y de qué magnitud son los que debemos.
al genio delicado ). sutil de Jorgl: Isaacs! ....
De9de luego, el haber, por la mágica virtud de su
creàción inmortal, logrado que puèda núestra pobre Pa-
tria contarse entre las naciones afortunadas que han pro.
ducido hijos capaces de legar á la humanidad entera, pa·
ra enseñanza y solaz de las venideras edacies, acabado!i
modelos de arte. En seguida el deldte sublime y la nu·
trición estética de nuestras alma!t, obtenidos como lo fue·
ron para lá generación que nos precediú y lo serán para
Jas que nos 51gan, per las impresiones, las emociones, las
5t1¡:estiones, las ideas y las fruiciones ennoblecedoras que
brotan de las páginas de Maria y que, semejantes á la9
variadas y frescas enredaderas, ricas en flores perfuma~
das y visitadas por aves de dulce y misterioso £antar, que
envuelven y protegen el tronco carcomido y rugoso, han
engala.nado generosamente lamonótonâ vida de nuestros-
espíritus1 hablado á nuestra oído, con yerbo penetrante y
discreto, las palabras milagrosas del amor y de la espe-
ranza, infundido á nuestros sentimientos fuerza y pUieza.,
y dado alas de an:ángel á la5 vagas ansiedades y á los
hondos anhelos melancólicœ del despertar de la pasión
en nuestros corazones .••••
Quic:n haya leído á .J{arí.t, si, poT inepcia nativa, ó
por educación viciosa, ó por perversión del criterio, no
carece de )a sensibilidad honesta y de la facultad de apre-
ciar en su justo valor los factores morales y estéticos, ten-
drá que reconocer que esa lectura mejoró y tonillcó su
alma, al par que la deleitó soberanamente y le infundió
puros afectos, nobles ideales y propósito!! de perfecciona-
miento y de lealtad para consigo mismo. Afirmar que el
autor de obra semejante debe ser contado entre los más
eminente!! benefactores <k almas, es apenas hacerle justi·
- 10,)-
cia; y tributar reverente gratitud á Sil memoria en nom-

bre del pueblo que mereció (~r.tre todus la predilección
del genin, es i la par \ln honor y un licher á cuyo goce y
á cuyo cumplimiento no se comprende que puedan opo-
nerse ni los espíritus más obtusos {"obcecados.
Posible es que al mismo tiempo que en otros países
cultos, especialmente en los que usan nuestra misma ha-
bla, se sostiene en creciente pro~resi(in la entusiasta ad-
miración por. el pCH:tacaucano, de tal suerte que quien al
vi;;itarlos puede declararse paisano del autor de María,
tiene rá con eso ~allado un título al anrecio y considera-
ciones de las gentes educadas, llegue alguna vez en nues-.
tn'·. atormentada Patria á formarse, en :a escuela del des-
orden y la ignorancia y de los ejemplos escandalosos de
sordidez y de miseria de espíritu que é.bundan en las so-
ciedades revueltas y anarquizadas, alguna pobre genera-
ción, fruto antes de madurar podrido Je un árbol maltra-
tado, que reducida á la caquexia intelectual, no del todo
desprovista de soberbia, que linda con el analfabetismo,
re5ulte incapaz de darse cuentil. de lo que vale en nuestra
pobre historia literaria, la obra-casi ine~plicabl(' de pu-
ro ~,encilla y perfecta-de aquel creador ingenuo; pero al
deplorar ese caso posible, asignémosle animosamente des-
de élhora su causa real, y tengamùs compasión de las víc-
timas inocentes de errores y locuras quc, por los efectos
generales que producen, acaban por anular ó torcer, si-
quiera sea sólo transitoriamente, la fuerza del criterio,
que es la función más dificil y alta del espíritu. Y espe-
remos que nunca se prest"nten esos pasajero5 eclipses y
que, si ocurren, jamás lleguen á hacerse visihles fuera de
Colombia. Entretanto, la influencia del libro querido
perd :.lfará ; de las manos de una generaciÓn pasará, fresco
r lleno de encanto, á las de la que la siga; y de sus pá-
ginas adorables seguirán brotando las voces melodiosas á
~Iue sólo los espíritus groseros pueden ser sordos, y en
que, como et! los ángeles de Milton, sc: siente que van uni-
das e:l místico consorLio la virilidad y lf( delicadeza, la
fuerza y la gracia, esas dos paralelas que hacen conver-
ger el arte.
Ese libro inmortal es, al propio tiempo que obra
e5encialmente sentimental, un epítome :Jocial lleno de
verdad y cuyo alcance no ha sido aún, en mi concepto,
debida.mente apreciado. En él son idealizadas, con sencí-
- lOG -
ne? pasmosa, Ii.\s virtudes modestas y las vidas humildes.'
La realidad de sus descripciones y relatos no ha sido
igualada, á mi juicio, por obra alguna de esa íddole entre
nosotros: el paisaje, el cielo y ia vida sbn' en ella de tal
manera reales y est.¡p tan candorosamente tratados por
el artista, qlle queda uno sorprendido á lin tiempo misUlo
de la hermosura del cuadro y de la facilidad de crearse
uno para sí esa misma vida. Esta es una realidad de ayer
no más: cristiana, castiza, sencilla, amplia, libre y pura,
sin la simplicidad artificiosa de los idilios hueras de la de·
cadencia, sin los melindres y postizos exotismos que han
acabado por hacer de nuestro vivir de ahqra una misera-
ble parodia risible. La antigua y yá entre nosotros olvi-
dada noción de corrección universal. base de todo un
edificio de sinceridad y de justicia, según la clJal no hay
.más caballero que el hombre de bien, resulta allí airosa-
mente restablecida. Y la sencillez, y la sobriedad, y el
trabajo, y la lealtad, como virtudes sociq.les eminentes,
son insensible pero poderosamente preconizad:ls en esas
pocas páginas, hasta el punto de remover éstas en el lec-
tor los sentimientos más hondos en que se depositaron en
el alma las santas lecciones brotadas de los labios de la
madre en la edad venturosa de que no se guardan re-
cuerdos.
Bendito libro que hace pasar ante nuestros ojos ex-
tasiados, la doncella gentil, la virginal aparición hunlilde
y casta! Como un rayo de luna sobre tiérra estéril y de-
solada, el tierno idilio doliente cae misericordioso sobre
las almas quebrantadas por la sordidez y la huraña y
mezquina tristeza del mísero vivir que nos ha tocado, re-
conforta las fuerzas del bien á punto de ceder.,yá dentro
de nuestro sér, y, trayéndonos el mensaje místico del
élmor que llega ó d recuerdo sagrado del amor que fue,
nos hace sentir todavía capaces de la virtud y de la lucha.
Envidiable ~Ioria la del poeta egregio' cuyo laurel
seguirá por siglos reverdeciendo, regado por el lIant9 de
los corazones !-iensibles y buenos! Confidente de almas
vírgellcs. refugio de cora¡wnes adoloridos y creyentes,
amigo cariñoso de los perseguidores de irieal que se es-
fuerza.n,. en adusto silencio, por que no todo lo noble, her-
moso y alto perezca ell esta i.nundacíón de lo vulgar, de
lo feo y de lo bajo que por todas partes nos amenaza,
a<tuellibro inocente encierra los tesoros de la sabiduría
- Wi -
del sentimiento y es como lin santuario misterioso que
recih~ discretamente, en emocion::s y l,ígrimas, el mudo
homenaje de nuestros corazones conmovidos. __ .
El legado de los restos mortales de quie~ tal hizo,
de qnien eso logró. entreg::.do corno precioso talismán á
IJUesTro pueblo, no podia ser por éste recibielo de otra
manera que con el revercnte reco~'i1l1iento de que en esta
hora solemne estamos dando prueba. L1 tierra de Cór-
doba, madre fecunda en otro tiempo de varones esclare-
cidos, siente sin duda que su seno se fortalecerá de nuevo
para esa obra de salvaciora fect1l1t~ación, con el tesoro que
ahora le cornfiamos; y sábe que hoy vale lilás que antes,
:porque guarda las cenizas de su cantor inmortal!. ...
Vivamos y \ucht:mos. Mantengámonos siempre en
capacidad de compren,lcr el sublime SlirSl/m cmda que
palpita en la obra del poeta. Alcemos los ojos para bus-
car en el más allá remoto, lejos de \,IS miserias de este
valle: de dolores, algo que merezca el saaificio; y rodee-
mos cariñosos este sepulcro, esforzándol~as por permane-
cer dignos dc11egada recibido, hasta que, según la honda
frase del salmista. "pase esta iniclllidaJ y 10 que es mor-
tal se 10 sorba la ViJa".
He dicho. ~l)e I-a ¡¡fÚcdâllCil.)
DISCURSO
},-(do l'0r .,1 !o;l'. ]). 1.<'iùel C'auo eu el Cen.ent"rio de SllU
Pt~dJ·o, t~n ln iululIuHci6u de lo~ retii10s de J'orge II'n.acs.
SEi\OKAS y SE!\'ORt:!':
La Junta Isaac~ y el Centro Artístico de Medellín

me han honrndo á u na con el encargo de ~epresentarles
en los nuevos honores que hoy tributa al egregio poeta
caucano la Capital de Antioquia. La benevolencia, que
en estas designaciones suele ser causa de graves yerros,
lo ha sido en la prc~ellte ocasión de uno gravísimo; y es
lo peor que, no obstante mi buena voluntad, no he podi-
do yo acudir á enmendarlo siquiera en parte, porque á
ello se han opuesto conjuntamente lo escaso del tiempo
que me dejan mis diarias ocupaciones, yel hondo 'que-
branto que á mi espiritu han traído mÚltip]es desgracias
y pesares. Oigaseme, pues, con in.lulgencia que iguale
á la generosidad de las dos respetables corporaciones que
- 108 -
me hanllamad0 á esta tribuna, y no se achaque á pre,-
sunción mía el ocuparia, sino al doble deseo de ser defe-
rente con quienes tánto me honran, y de contribuir á lle-
nar, respecto á nuestro ilustre huésped -'difunto-pero di-
funto inmortal-el que considero deber magno é indecli-
nable del Pueblo antioqueño.
Si la grandiosidad de esta apoteosis no estuviese
pregonando por sí misma los méritos ganados por la J un-
_,ta Isaacs Y por el Centro Artístico ante los admiradores
del poeta á quien honrarnos y ante ~os amigos del buen
, nombn:! de Antioquia, no debería YQpasar de aquí sin
alabar antes los esfuerzos n0blt r1\ente hechM é inteligen-
temente encaminados por la J unta y por el Centro, en d
sentido de lograr que esta solemnidad resulte, cOmo va
resultando, tan digná del colombiano insigne á quien ha
sido consagrada, como del pueblo que se la dedica; pero
el acto mismo habla por mí y pregona con más e1ocuen-
.cia que pudiera yo hacerla, la nobleza, patriQtismo, acti-
vidad y acierto sumos con que las dos entidades en cuyo
nombre os hablo, han sabido mover la voluntad y senti-
mientos de nuestros compatriotas hacia la glorificación
de Jorge Isaacs. , ,
A otro asunto puedo, pues, concretar esta oración;
y no será, por cierto, coroa debería suceder si os habla:.e
en distinto lugar y tuviese facultades de que carezco-el
elogio literario de Isaacs. Quede tan hermosa empresa
para quien posea facultades críticas y primores de len-
guaje dignos de ella, á la par que haya de realizaria en el
seno de una academia ó ante un cenáculo de poetas, no
en un sitio como éste donde hasta los vivos matices de
las rosas palidecen melan::ólicamente y hasta los laureles
y las palmas del triunfo parecen doblarse con la triste
languidez del sauce.
De lo que considero f>1"opiohablaros. ahora, y voy á
hablaros en efecto, es de una consideración que más de
una vez me ha ocurrido en situaciones como la presente,
y :cuya oportunidad me parece constante y fuera de ·du-
.da, sobre todo cuando se trata de pueblos jóven~s, sUje-
tos á frecuentes vacilaciones en su camino, y má.•expues-
tos ~ que los envuelvan y extravíen las tinieblas que se-
guros de ser fielmente guiados por la simbólica columna
luminosa del desierto.
Refi.étome á la necesidad de que toda manifestación
- 109 -
tomo la actual signifique en el fondo algo serio y eleva·
do, sin lo cual, por más solemnes r her:llOsas que parez·
can á la vista, no serán en realidad sino meras fiestas de
histriones, más ó menos brillantes y ruidosas mientra!l
duren, pero seguramente ridículas una vet, deshecho su
aparato.
Para toda apoteosis debe haber en el alma del pue-
blo que la conceda, sinceridad de sentimi{:nto semejante
á la q.le ha de existir en el alma del creyente para toda
oración; y no se c:ntienda ello única, ni siquiera princi-
palmente, respecto á la persona del hombre á quien se
consa¡;re por inmortal, sino, sobre todo, respecto á los
ideale:; pnr él representados.
Los honores tributados á Jorge Isaacs con ocasión
de haber vcnido sus restos mortales á descansar en nues-
tras rr,ont-.ñas, tienen sin duda mú:tiples significados. y
no debo ni quiero desconocer que entre otros móviles
obedecen al deber de gratitud, de cortesía y de nobleza
que Antioquia reconoce tener para con el hombre que le
hizo la más oblig;¡nte y s;¡grada demanda de hospitalidad
que h.lcerse pueda: la de sepultura. Pero, señores, esa
obligación no e:-.-por más v;rande que la consideremos-
la causa sola, ni siquiera la causa primordial del homenaje
á qlle asistimos. Para llenarla cumplida y decorosamente,
hubiera bastado con menos de lo que se ha hecho; y
siendo Antioquia no más la obligada, la participación del
resto de la Rt'pública en los honor':s rendidos á las ceni-
z<:.sde Isaacs, resultaría innecesaria y sobrante.
Se trata, hien lo sabéis vosotros, de a:go más que de
dar sepultura á un muerto y cumplir la postrera volun-
tad de uno que yá no es: se trata de proclamar 50lemne~
mente que un colombiano vive yá la vida inmortal de la
Historia; de afirmar que ts aún y que Stra' por siempre,
siquiera esté allí tornado en polvo 10 que de él nos era
arltes visible y palpable.
y en esta empresa no estamos solos: desde que fue-
ron exhumados en Ibagué, para ser traídos aquí los res-
to~ de Isaacs, vienen siendo ellos y la memoria del poeta
objeto de numerosas y entusiásticas manifestaciones: la
capital del Tolima los despide con respeto; la. de la Re-
pí.blica. los recibe con esplendidez y agasajo, y así nos los
envía; Medellín los acoge de igual suerte; por segunda
\rez le~ tributa hoy !Solemnes honores y dispuesta se ha~
-110-
Ua á' guardarias como gloriosas reliquias y á levantar llO-
bre la cripta que va á recibirlos, artístico y perdurable
monumento; y lo mismo ahora que el día en que entraron
b"iunfah'nente á esta ciudad, los centros y entidades más
importantes de la Nación se asocian oficial y particular-
mente á nuestro entusiasmo.
La apoteosis Je Jorge Isaacs tiene, pues, carácter
nacional, y Colombia honra espontánea y conscientemen-
te al ilustre hijo suyo cuya tumba será de hoy más, tim-
bre de honor y causa de orgullo para Medellín. Y hé
aquí á dónde quería yo venir á parar.
¿ Qué significado íntimo tiene esta manifestación na-
cional harto más extensa y solemne que el suceso domés-
tico antioqueño que la ha ocasionado, apenas acasiona.
do ? En ini sentir-tal vez diría mejor si dijese en mi es-
perar-la apoteosis del poeta Gaucano es un signo.de vi-
da, ó, si queréis, de resurrección, que surge de repente
en ese vasto cementerio de glorias. de virtudes y de idea-
les que se llama Colombia, harto más tristé y desolado
que el camposanto donde ahora nos vemos.
Como una palpitación en el que creíamos cadáver
anuncia la persistencia de la vida y engendra esperanzas
de salud y hasta de felicidad; como u~ jirón azul que se
muestra súbitamente entre las negras nubes de una tem-
pestad, nos recuerda el cielo limpio y nos promete los es-
plendores del verano, así cuando un pueblo infortunado
y decaído convierte de pronto sus miradas y su entusias-
mo á sus héroes, á sus poetas, á sus próceres, á quienes-
quiera que le hayan da(lo gloria ó por él hayan hecho sa-
crificios, el patriotismo puede regocijarse con la supervi-
vencia del alma nacional y abrir la esperanza al retorno
de las grandezas idas, á la ref10rescencia de las marchitas
glorias, á la resurrecciÓn de las virtudes muertas, al res-
tablecimiento de los derrocados ideales sobre las aras de
donde los derribó la apostasía ó bajo las cuales supo es-
conderlos la habilidad juglaresca.
La presente solemnidad no tiene significación poltti-
ca alguna para los partidos y ,bandos en que Colombia se
ha visto dividida, y,antes bien, cuantos aquí nos hemos
juntado para honrar á Jorge Isaacs, hemos puesto en 01.
vido 10 que él fue cn aquellos campos·y 10 que obró en
ellos, para contemplar tallsolo cuanto dio por contingen-
te á la gloria de la Patria, que por cierto fue lo ç,astante
J11 -
para hacer sonar' lisonjera y dignamente dnombre de
ulla y otro en lejanas tierras, y p;¡ra merecer él que ella
le cuente, mientras sea, en el número cie sus más precla-
r05 hijos. Pero si ampliamos y ennoblecemos el signifi-
cado del vocablo política; si tenemos en ctlenta que sal-
vo en los felones, los :ia .guinarios, los merodeadore3 y
los venales. generalmente hay en el fondo de quienes en·
tran en las lides políticas un vivo y noble :;entimiento de
amor patrio-oro csconclido bajo la dureza de la roca ó
entre IlS arenas movedizas; si, apartando lo que en Ilues-
tra, vida nacional ha sido yerros comllne~, ponemos la
mente en las prendas y virtudes i¡-¡equívocas de aquellos
de nuestros conterráncos que han merecido el dictado de
patriobs; y si, en fin, consideramos cómo e:;tá constituída
la multitud cie ciudad;¡nos que ahora rodea la urna fune-
raria de Jorge Isaacs, este acto sí tic:ne un", gran signifi-
cación política y de él emana-á lo menos para mí-ulla
gran consolación.
Por más que este homenaje vaya principalmente di-
rigido al gran poeta que creó á ¡![alÙ y que cantó la
"Tierra de Córdoba", y aunque de modo expreso haya-
mus convenido todos en no tencrlc hoy en cuenta-ni
para la alabanza ni para el vítuperio-su carácter y obras
como hombre de partido, hay a]~o que vale mucho y que
no pod,~mos separar de su personalidad, y wn sus condi-
ciones l títulos de patriota: Isaacs amó á Colombia con
arëor, ;Î la RepÚblica con vehemencia, á la Libcrtad con
frenesí; y al verIe honrado por conciudadanos suyos de
todos los partidos y de todos los matices que en éstos ha
habido, yo me con Corto y regocijo creyendo que-digan
lo (lue dijeren las apariencias-en lo íntimo del alma co-
lombiana tienen todavía altares y culto la Patria y los
preciosos dones que al crearIa le dieron llllt'stros padres.
Otro valor tiene para mí esta manifc-.;t:\ción en que
aparecen olvidados odios y disidencias políticos, y es el
de anuncio cierto de estar para realizarse uno de los más
hermosos ideales de nuestra prescnte vida colcctiva: el
de :a concordia nacional. Esta solemne y cc,rdial recoll-
cili¡;.ción de los vivos con un muerto insigne que fue ar-
diente, atrevido y franco lidiador, y la tregua que para
clla celebran y respetan las parcialidades, paréceme feliz
y seguro síntoma de conciliación cntre los vivos mismos.
y no es este el único de los buenos ideales presentes
- 11~-
que recibe iocienso juntamente con la memoria de Isaacs
en esta apoteosis: el Trabajo, el trabajo no sólo como dig-
na 'Ocupación de la vida individual sino también como
medio de redimir y engrandecer la Patria-tuvo entre sus
apóstoles "y obreros al autor de María, tÍ quien pudiera •
llamarse, como él á los hijos de Antioquia-"Titán labo-
radar"; y cuenta que el Trabaj0 honrado y enaltecido en
la persona de Isaacs, no es el que se limita al empleo
útil de las fuerzas materiales-único que muchos parecen
considerar hoy como digno y verdadero-sino el que
_ consiste en la provechosa aplicación de todas las faculta-
des humanas: el valeroso é infatigable explora,lor de
Sierra Nevada llevó consigo su pluma y su lira á aque-
lla excursiónl y con ellas trabajaba por la Patria y por su
propia gloria en los breves altos de su peregrinad.)n. El
trabajador de nuestras montañas también suaviza· y ale-
gra su ruda labor con sus canciones, sin perjuicio de la
tarea, y en ocasiones con provecho del canto, que pare-
ce impregnarse de los aromas de la selva y acordarse con
el diapasón de sus rumores.
Para terminar y resumiendo, osdjgo, señor~s, que
si el poder de la gloria, á guisa de soberanp cDnjuro, 50-
plue sobre esas cenizas el viento de la, .resurrecc\ÓIt, del
fondo de esa urna se alzará el gran p~, el fogoso re-
públicó, el ardiente patriota, libre sí-pot virtud de las de-
puraciones que han de obrars.::: en ultratumba-de odios,
exageraciones y todo género de yerros, pero tan enamo-
rado de la Patria, de la República y de su!'; Libertades;
y prerrogativas, como Jo fue en su primera vida. S~· de
ese polvo surgiría un caballero gallardo y varonilmente
hermoso como Orlando, noblemente soñador como el hé-
roe manchego, lista la espada .para 1&.defensa del honor
patrio, lista la pluma para todas las ,reivindicaciones del
Derecho, listos el pico y la uacla,p-ua toda labor fecun-
da, y encordada la áurea lira para éantar las glorias pasa·
daa de Colombia, lamentar con irritado acento sus desdi •.
chas presentes y entonar el himno evocador :Y profético
de su futuro engrandecimiento,
y ahora, señores, meditad á cuánto. nos obliga el es-
tar aonrando el hombre que, si se alzase de la _tumba, se
levantaría como acabo de pintároslo, y pensad que no Ile~
nar esa obligación, sería darle il esta solemnid&d el tristc,
carácter de merañesta de histrio~.,.,(De Lectura Amena.)
- 113-
DISCURSO
del /!Sr.Alvaro Re ••trello Eu ••e.
(El 8r. Alvaro 'Restrepo ElIse, aunql1e fue advel'

sario ùe Isaacs en el último período de la vida polhi~
câ de esh~ colombiano, supo compl'euder r admirar al
ilustre literato y agradecer el invaluable honor con
que favo¡'eció á Alltiot¡uia. Por el>O quiso hOOl'ar la
memoria del Poeta en el notable discl1rso que fi, cou-
tinuación 80 inserta. Fila 1I0ve(lac1 ~n la salud del
Sr. RelStrepo E. impidió que el pÚblico estimara uno.
yez más las dotes oratorias quo 10 distinguen).
SEÑO~ES
Impulsaùo por un sentimientu de patnùtlsmo y ùe

frater:Jidad, vengo á tributar el homenaje de admiración
y re!ipeto á la memoria del Poeta ilustre cuyos restos
mortales vienen á repo~ar entre nosotros por disposición
de su alma generosa, al desprenùerse de las ligaduras te-
rrenas.
j Bien venido sea este tesoro de gloria á la. ciudad
que gJarda, entre tántos ilustres varones, las cenizas del
dulcísimo cantor de las montañas, del inmortal Gutiérrez
Gonzá:ez !
Objeto de santa peregrinación para Jas aJmas nobles
y virtuosa:>, esta nueva tumba será faro luminoso para
la juventud antioqueña, quien al acepta::' el sagrado depó-
sito, queda. obligada á mantenerse digna de guardarIa, pa·
l'a corresponder así á los anhelos del Poeta y al noble
impulso de Jas dígnísimas damas antióqueñas á cuya ini-
ciativa se debe esta espléndida manifestación de grati-
tud y de amor.
Hace cuarenta años que la generaCiÓl'l que se educa-
ba en la capital de la República fue sorprend:da por la
aparición de un nuevo astro en el horiwnte literario de
la Patria. Todos se agrupaban en las calles para conocer
al joven poeta, quien, en un círculo literario, acababa de
recibir de manos de la inspirada matrona colombiana D~
Agripina Samper de Ancízar, la carona que el entusias-
mo y la admiraci6n de sus oyentes consagran!. para ceñir
las si~~s dtl bardo caucano, que én' la cónstéÏación de
8
114-
inteleçtualidades d.eesta tierra fecunda, tomaba sus pri-
meros resplandores en el cielo de la Patria,
Poco tiempo'después, è~e primer destello de gloria
creció, se esparció por 'odos los ámbitos de Colombia. in-
vadió la América, atravesó los mares y fue á llevar á las
ciudades de Europa, en dulcísimas notas castellanas, el
caudal de inspiración de ese cerebro vigort.so, las palpi'.
taciones de esa alma nobilísima que mecía sus ensueños
y ~us esperanzas en la privilegiada comarca sobre la cual
derramó el Creador todos los encantos de la Naturale7.a,
y las ansias y anhelos de un corazón de fuego formado en
lait ardientes luchas de la Democracia.
Colocado nuestro país en la espléndida zona que re-
cibe perpetuamente los rayos del sol.en toda la fuerza de
su actividad, la vida del hombre está sometida á la at:-
ci~n poderosa de esas energías, que desarrollan con rapi-
dez asombrosa la existencia de los seres, los envuelve en
una atmósfera embríagadora y les presta todas las galas,
todos 101i encantos, todas las armonías de la Naturaleza,
para confundirias prontamente en el seno de la Madre
común. Así, lá vida ei corta y rápido el desarrollo de la
inteligencia ..
Gravs:error es tratar de medir la existencia de nues-
tros hombres de genio y su fecundtd.ad al paso lento,
mesurado y tranquilo de.quien~s,~ las zonas templa-
das, pueden dar á su espíritui'" la amplitud que de-
sean, sin tener qué cuidar.~Ja lucha por la vida mate-
rial y lejos del )lervidero de pasiones que abrasan y c.on-
sumen los esfuerzos de la inteligenciaon esta, hoy, nues-
tra desgraciada Patria ...
Cuaudo nuestra juventud ·se pe(letre bi~n de la idea
de que en esta regron sólo un tercie de la .vida se utiliza
en. nutrir la intéligencia y dar vuelo á las inspiraciones
del genio, será más cuidadosa de sus fuerzas, más es-
merada en el cultivo de sus dotes, (l)ás prudente en el
ejercicio de sus facultades. Pronto llega la madurez, ccll-
culadora y egoísta, y en seguida la vejez, desapacible,
intolerante y fría..
. Muchos años hace que estas ·últimas presiden en
C9lombia el desfile de las generaciones, y han logrado
imprimir el sello de su propio carácter á la Patria .
. Es yá- tiempo de que la juventud entre, atrevida y
r<;s.~dta,en.la lueha>del .porvenir, ~partando, con r~·sp~to.
-11,)-
y gt~titud !'>Í, perl:>con energía, las manos heJ.,da!; cie In!!

anciano!> y la ayuda interesada de todo!; aqucl1o~ que han
pasado yá la edad de las ~ublimes in!>piracíones .
. N uestra regeneración morat se impone hoy con toda
la fuerza de una suprema necesidad; y ella nunca podrá
venir dc las ruinac; de un pasado que sopla sobre las con~
ciencias el huracáll del remordimiento.
La actual generación se halla dispue,ta .i abandollar
la senda que nosotros hemos traíd,,, para desgracia de la
Patria, y escribe en sus estandartes bel1a~ palabra.;; de es-
peranza. Vida 1ileeva es su grito de combate; y la Pa;r"
fecu;ldada en la Justicia y en la Fraternidad, el proj¡ra.
ma que ofrece cumplir.
j Esta es la juventud que os recibe, ilustre Poeta, pa-
ra abrigaras con amor, con entusiasmo y con orgullo!
Venid á dormir el último sueño en la tierra de Cór-
dob:1. Las generaciones antioqlleñas aclamarán,en un so-
lo grito, ta gloriosa espada del Héroe y el cetro brillante
del Poeta.
N unea, sobre la cru7- que guarde vuestra sepultura,
,se posará ci cUervo agorcm de vuestro inmortal Poema.
Delicadas manos femeninas cuidarán de ella; y regarán
StlS tiares, lágrimas de amor y de ternura, arrancadas á
las almas por las páginas sublimes que nos habéis dejado.
Las brisas de Medellín pueden muy bien evocar en
vuestro espíritu inmortal, ecos de la espléndida' comarca
do se: meció vuestra cuna y se abrió vuestra aima á las
inspiraciones de lo Bello.
Trinos Je miscñores y arrullos de palomas formarán
,perenne concierto, que sólo interrumpirá la voz de la la-
ma para repetir á las generaciones que pa:>an, la frase qlle
grabaron los ftorentinos at pie cie la estatua de Dante Ali-
ghieri:
"Olloyate t'alttissi11w P()et/~·'.
He dicho.
TELEGRAMAS
Bogotá, 21 de Febrero de 190.5.
Botero Gllerra.-Med~l1ill.
Profundamente agradecidos comtant~s homenajes
honor' tributados nuestro padre. Rogámosle expr~sarto
- 116-
clignóGdbierno, miembros junta Isaacs, pueblo a.ntio.•
'1ueño. Saiudámosló.
FAfllIL1A ISAAC8 .
..
Auténtico.-Duqpc G.
OjiC£al.-Gobe1'fltlciÓfl.-Mede/lín, J.tbrir» I6de 1905.

Góbernadór del Caucn.-Popagt1n.
Ayer ve"rificóse en Cementerio de San Pedro inhu-
mación de los restos del insigne vate y gran novelista
c:::aucanoJorge Isaacs. Urna que los contenía fue con-
ducida de la Catedral Metropolitana al P<tnteón. con so-
lemne y numeroso concurso, en el cual. estuvie;:ron pre-
sentes las Corporaciones y A utoridades Superiores presi-
didlls por el Gobernador, la Honorable Asamblea Depar-
tamental, el Tribunal Superior, la Fuerza pública, los es·
tabledmiéritos ,de e(!ucación, las corporaciones dent-ficas
y literarias existentes en la ciudad y los representantes
de todos los gremios sociales, sin distinción de ninguna
especie. Llamaron la atención en el desfile .tres hermosos
carros alegóricos, y fueron muy aplaudidos los tres elo-
cuentes discurso!; qlle precedieron á la inhumación, y la
reèitación deI Poema La Titrra de Córdoba. Antioquia
ha demostrado; pues, ('on lujo de entusi ••.smo, el awecio
que ha sabido hacer del valioso legado del poeta;. y al
honrar su memoria de modo tan ~pléndid-:>, ha sabido
hacer también alto honor á su hidal¡{uía y á sus senti-
mientos artísticos, honrando á la vez á Antioquia y á la's
Corporaciones encargadas de recibir, con llljo y aprecio,
el legado que se nos hizo.
Atento, servidor..
B¡":NITO URIBE G.
Oji&ial.--Gobernación.-Popaydn, 18 de Febyeyo de 19<>5.'

G~berDador 0'- M eifel/i..
Quedo impuesto, con suma satisfacción. de que el
quince d~I corriente se verificó ~n el Cementerio de Sarl
Pedro de esa ciudad, la inhumación dé l~ restos del 'in-
»¡ne vate y gntl noveli,.;ta cauca,oo Jorge !sub, Y q~e
.);t: •••• 'Cineral'tll ~.econducida pot'·1lu•••. f)50 y sàecltit
- 117-
,l£oqavaü;¡miénto, formado de lai Corporaci.otÍe& y A"te-
,idades Supel ¡ores, presididas por el Sr. Goberu.doc. 4~
ia Honomble Asamblea, el Tribunal Superior, la Fura
Pública. Id! Establecimientos de educaciÓn y, en general,
de cuanto hay de respetable en aquella opulenta Capital.
Tan espléndida manifestación en honor de uno de los li-
teratos más brillantes, no solo de nuestra Patria, mas
también de las Repúblicas sudamericana;, es una prueba
de que el noble pueblo antioqtwño, fiel ;Í sus hidalgas
tradiciones, ha sabido hacer el aprecio debido del valia.
so dc:pósito que de sus despojos mortales le hizo el exc61-
so pintor de nuestra l1a~uraleza tropical. La ovación en
honor de Isaacs. á la vez que estrechará más, si cabe, los

Jazos de simpatías entre los Departamentos de Antioquia
yel Cauca, es motivo de persona: complacencia para etl
encargado de este Departamento, y título de ju •.tísimo
(IrgulIo para los hijos del Cauca, quienes nunca olvidarán
que el autor de MARfA fue su hermano.
Refiérome á su telegrama cid dieT. y seis.
(Fda.) ULPIANO RIASCOS.
Auténtico.-Cltica A.
(De La Prmsa.)
LA GLORIA DE1./ BARDO

; Llevadllle :i Jas \'~gag que b~ÙlL ese rio:
.T01'k~A Jeaacs.
Yá duerme el poeta su Último sueño en ellas.

Descansan yá sus restos en el Panteón de San Pe~
dro, en la vega del Medellin, á pOCl distancia del río, cu-
yos murmurios llegan por la noche, tristes y misteriosos,
ci la silenciosa morada del reposo sagrado é imperturbable.
Los fosal e" y las azucenas de la montaña que co•.
dean su tumba, difundirán allí, cada vez que tlor.er.céJ.Q,
perf"mes tan delicados como aq lIe\los que difundierOf/.
106 rosales del huerto de los amores de Efraim, y IQS lirios
con que el enamorado adolest'entc d~c\araba la pureza ile
S'.IS sentimientos ci :\1aría. La brisas de Santadcna y l~
luna de Pandeazúcar, que tan patEtices halagos tuviel"U
p.ltA III "'ke y deliwcl1aliQ vate del MankQllÚo. it«__-
- 11S-
no' privilegiado de Isaacs, tnien, las primeras, blándasca.
rki~i par •• esa tumba, que los jóvenes)' las vír~eJ)..es (.'Ou""
\Q~rá.n t.:oh inefable ternura, y la otra la cubre con el
velv siltil y argentado de su luz, cuando en'tas noches
límpidas y,azules se eleva tras la breñ9sa y pintoresca
moh:o
La as",iración flnal del creador del más sublime de

Jos idilios amorosos, se cumplió COll caracteres de majelt-
tàd y gloria: solemne entrega de los restos del poeta,
hecha pOI ci entusiasta y culto Dr. Félix A. Vélez, Go-
berllaùor del Tolima, al General' Juan C. Arbeláez, en la
hospitalaria Ibagué; conducción esmerada y cariñosa de
108 mismos, al cuida.dode este leal amigo de Isaacs; reeep-
dón solícita de las cenizas, hecha por Un virtuoso é ilus-
trado sacerdote, amigo también del poeta, el Dr. Eduardo
Maldonado, quit:n Jas depositó decorosamente y las eus..:
todió en la Capilla del Sagrario de Bogotá; solemnísimos
a<.:tosell la elegante y culta metrópoli colombiana, para
hacer la entrega de los restos á la Diputación antioqueña,
actos que 'se verificaron en la Capilla, con asistencia de
distinguidas damas y honorables caoaHeros, y en el tea-
tro C",lón, ante selecta y numerosa.concurr~lIcia que oró,
con aquella fruición rara que sólo el 5enio produce, á
Antonio José Restrepo y Maximiliano Grillo, gloriQsos
artistas. del verbo; al Dr. Juan C. Arbeláez, el liable y
tiel amigo á quitn Isaacs hizo sus últimas confidencias;
á LisÎmaco Isaacs. hijo dd ilustre bardo, que, en repre-
sentación de la respetable viuda y los demás hijos de és-
te, entregó ..:on frases de filial ternura, aquel)as reliquias
venerandas, y al General Marce1ia:no Vélez, el gran re-
publkano, cuya alma heroica y abnegadllvibró annóni-
camente ton la del cantor de la Tierra de Córdoba, en
sus ansias de gloria para Colombia ;peregrinacjón del,
mismo General Vélez. en compañía del Dr. Dionisio Aran-
go. intdigente y entusiasta admiral:or de baacs, deSde Bo~
gotá hasta Medellín, sin de~amparar un sólo momento el
depóslto- inet.timable ùe los restos del poe;a que ofrecie-
ron conducir á Autioquia; suntuosa reCépdón de éstos en
la capital dd Departdmenlu. y, por último. espléndida
apowosis en ljue d liclllim;clllo crisliano, el amor á las
glOJias'ptrtrias y las aspiraciolleS estét,ï¡;às;:qúedaron lu-
- lLH-
josamente colmados, y realzada COll mereci,\[\ suhlimidad
la figura del esclarecido bardo.
La gran fiesta. final empczó con Los fUl1eraLes en la
Catedral Metropolitana, el I5 de Febrero próximo pasa-
do.
La escogida concurrencia que ocupó el templo; la pre-
senda è.el virtuoso é ilustre Dr. Víctor Escobar L., Dig-
nísimo Vicario de la Arquidiócesis; la del Venerable Ca-
pítulo Catedral. del Sr. Gobernador del Departamento,
de Jos altos empleados de los tres órdenes político. judi-
cial y militar; de las sociedades científicas r literarias y de
varios institutos; la orquesta, magistralment,~ desempeña-
da por nuestros mejores artistas, que parecían inspirados
por la gran solemnidad del acto; las preces ùe los Minis-
tros dominadas por la voz .sonora y privilegida del Pbro.
\<.omán Suárez, otro artista admirable que ha sorprendido
á Medellín; la severa y majestllosa decoraciÓn del templo
y la proligalidad ete.flores, coronas é inscripciones en ho-
nor de Isaacs, dieroo singular mé. ito á esta primera parte
de la apoteuis, sin duda la más importante, por cuanto era
encaminada á aumentar, no la gloria del poeta sino la del
creyente, que con la misma entereza Cùn que soportó las
adversidades de los últimos años de su vida, confesó stem-
PTt: al Divino modelo de la abnegación, diciendo: "Soy
de su raza y me acojo á su misericordia ",
Las inscripciones col~adas en las columnas del tem-
plo eran un como resume~e los méritos del ilu!>tre li-
terato, de la gloria con que su numen tavoreció á Antio-
quia y de la gratitud con que é~ta retribuye tan excep-
cional honor. ,
Allí se leían_ en carteles dorados, estas frases:
"J\ntioquiaguardará COll cariño, gratitud y respeto
el legado in~ble de su egregio cantor."
"Poeta sublime, que hasta en la. adversidad soñó aca-
riciado por la más tierna, delicada y generosa de la"
M usas,"
"Su espíritu fue creadQ para la eterna labor del sen-
timiento y la idea, á los,.~ales sirvió call ~lIblime m¡¡gni-
ficenci a." . ','.
"Bardo generoso é inmortal, digno tie la gl' riosa
estirpe que dio un vencedor de ángeles y quiln detuvie-
ra el soL",.
"Héroe deltrabajo, aspirófe~,cuchar c1t'sde el fOIl-
- ]20-
do de su sepulcro los animados rui4q$'f", h~(~adeI ti...
táo labarador."
'''Engrandeçió á A ntioquia cop. los regias honores
.~. sólo el genio puede conferir."
"Fue incan~ablc atleta del pensamiento, esforzad~
lidiador de la idea, admirable ens.ll.acior del sentimiento
q!,1e puriftca y en~randece.:'
. "Lo cantará todo lo que en sí lleve gérmenes de m~-
jaJblosa vitalidad: los roncos fragores del Ruiz, las tor.
n\eRtas de los Andes. el estruendo de las selvas colam.
l>ianas azotadas por el vendava1."
"Con el precioso legado de sus restos ha dado á
l\.ntioquia más celebridad ante el mundo cqltoy litera.
rio, que la alcanzada por aquélla, con todo"d,oro de 1I1l¡$
veneros, ante el mundo indus~tial y mer~~~:;' ..
"La admiración y la gratitud haçlt~èë:O al nombre
de Jorge Isaacs en la mente y en el ~tl de cada an-
tiO'QIJ'~~~·~~comMrable poema, La ~a' de Córdoba,es

joya valiosísima con que enriqueció la corona de nues-
tras montañas y el tesoro de las letras nacionales."
"Su nombre sonar~, glorificado, en todo ruidQ. ~Jl
1;odo eco que produzqr1a.ruda labor del pu~~.¡ •.•
mort~Hzó, <:"
~oda di;U~;t Ql,le signifique un~T9 det
trabajo heroICO. >¡ .~.
"Pidió para reposo de"ceni?as un lugar donde se
escuche el misterioso rumoto=que en Sión inspiraba sq~_
mos inmortales." ...:. _. _::
, "Hizo resonll/." en América, mitáAe aqo~ d8J_
de rotas, las cuerdas del arpa de Davi~~_ .
Algunos de estos pe.nsamientos, 1 ,-.-. :."presivos
y correctos, son de Fidel Cano ...
En la cara prinèfpal del último cuerpo de la base
que sostet}.ía la gran Pirámided.el. ,túmulo, se leía esta fra-
se, que résume el amor y el en'tuslasmo que el poeta seQ'"
tí¡¡ por Antioqui~! frase á que ~vía de marco una~râa.
de y preciosa carona de pensaa¡J~tos. ~,"
... -~-i''' '.<
"1 y no tener siquiera ocho ó die? años de vida. de
vigor, de tarea futur~! para ganarle al titán gl()rioso al-
gunas hojas de laurel\
- J:!l-
Poco antes de babl"r dicho lo que precede, á uno de
sus amigos, el gran poeta había escrito ,i otro de éstos,
en Julio de 1893, cuando apenas le quedaban veintiún
meses de vida, 1<J que en seg-uida insertamos, aurique pa-
rezca extr,¡ño en esta desaliñada n"rración, porque es
preciso que todo Antio~lIia, inclusive el nuevo Departa-
mento que de parte de su territorio se ha formado, ac ••-
be de conocer con más claridad, cuánto cariño, cuánta
admiraciÓn, cuánto entusiasmo conquistó en aquella al-
ma grande:
" __ .. Y presentía entonces, como años antes, y lo
mismo qtle ahora, cuánto podrá hacer ¡¡quel pueblo viril
é infatigable, de raza exótica en América, rico de savia y
virtudes, en defensa de ]a Libertad, y trabajando firme y
sensatam'~nte por el progreso y buen nombre de Colom-
bia. Precedentes inolvidables y circunstancias de actua-
lidad, que lo enaltccen, vienen "eñalandolc la misión de
qtle hahlo. [.:1 la cumplirá; esté Ud. seguro de que la
cumplirá; y yá en su ohra, si en sus cabañas y talleres,
en las ese uelas de sus hijos, ó en el Consejo y en la lid. _
_ _.. recuerda algunas veces el canto mío (La Tierra de
Córd.Jba J, tomaré parte gloriosa en sus tareas y batallas,
aunque yá oculte mis huesos y mi carne la tierra de la
tumba.
"Eso, eso quise hacer en aquellas estrofas: decir ell

ellas lo qJe está rebosando en mi alma; despertar en los
corazones de aquel pueblo, reminiscencias, no muertas en
él, de un pasado en que probó dolores é ;nfortunios;
mostrarle sangre suya en los peñascos }; abrojos del ca-
mino, nombres de sus ascendiente:, remotos, que SOI1 to-
davía faros de la humanidad, y á CÓrdoba, su héroe de
ayer, linaje de los otros; y á las montañas que tánto me-
recen mi amor, á ésas donde acampó en noche tenebro-
ga el enjambre perseguido. _.. dejarle,¡ así mi despedida
y algo que en ellas repercuta cuando yo h3ya muerto."
" .. _.Si el amor dpl pueblo de Antioquia ha gana-
do para mí ese canto, como Ud. y otros amigos dicen,
toda gloria, ante esa enorme recompensa, es desprecia-
bl~ y míser¡¡,. No quiero má~."
No quiso más, pero alcanzó más, excesivamente
más: todo lo que ese gen<:roso corazón merecía! Logró,
sin pretenderlo, que sus cenizas fueran recibidas en triun-
- 122-
fp, como las de un glorificadorsublillle; que Antioqu'ia
las aQogiera con la cordialidad de una madre' amorosa y
c:nterneçida; que este pueblo gastara todo el fuego, todâ'-
la. luz de su entusiasmo en la apoteo&lsde S11 cantor" ¡
~gregio.
Así debía ser; porque si ha muerto el regionalismo'
ridículo, bastardo y egoísta, no ha muerto ni morirá nun-
cael que Julián Páez llamó" base de las libertades mu-
nicipltles", el que procura dar lustre al terruño propio sin
detrimento de los demás, Del amor regional bien enten-
droo surge aquel otro amor que se engran.ece, con es-
plendores de gloria, ante el pabellón de la Patria, Tal
vez los regionalistas sinceros de cada rincón de la Repú.
blica; los que no nos hemos 'cegado con los relumbrones
del cosmopolitismo acomodaticio y engañoso, que elude
fríamente los sacrificios, se yergue iracundo contra un
impuesto municipal, y se funda, con debilidad anémica,
cn el amor al género, quizá por no tenerlo á la especie y
menos al illdividuo-pues aquel amor absoluto y gene-
rosO sólo es privilegio de los heroicos misioneros evangé-
licos, quienes le han dado el verdadero nombre, que es
el de frattmidad crz'stia1ta,' tal vez los qu~ profesamo!l
el principio, preconizado por Bourget, de que ~¡ e/e1!ado
civis1N(1,/tI lu,eszdad de amar y hacer amar la cÙ/dati, .ill
org-uiloPOy ti rÙ1Có1l C1I que ,¡'t,onace, e/empeño POy nu.fo-
raI siempre, dan origen á las gi1tlrósl'dadu en materia de
cdlKaáóII; tal vez ésos hemos llorado desde lo más hon-
do del alma y con lágrimas más amargas, las desventu"
raS de la bendita. madre Colombia, y experimentado con
más vehemencia la ira justa é inflexible contra la inicua
traición que vulneró su integridad y le robó su más pre-
dada joya!
Pues bien: ese regionaliSmo' que con la fe pura de
Abel.haee ofrendas dignas de la Patria, fuc' suntuosa-
mente estimulado por el genio glorioso de Isaacs, y el
pueblo antioqueño ha sabido comprender al poeta y'
agradecer los beneficios de su divina y poderosa musa.
Es cierto que la codicia de los pocos que en hora
menguada se olvidaron de Dios y de la Patria, el agio
cruel é insaciable y la especulación con de5enfreno de
gula brutal; dejaron en espaóto~a postración y llena de
injusta afrenta á la generosa Tierra d~ Córdoba. Pero
eUa,-QStcomo su nuevo y digno hemnlflódel Sur, exce-
- 12;{-
lente merecedor de los elogios del poeta, tièrra q.uerida,
tierra de C.5rdoba también, donde queda la mis~1l $an-
g re, donde queda el mismo "pueblo viril é inf~tigllble,
rico de savia y virtudes", se levantará del inmerecido
abatimiento en que yace, la vará \a afrenta 110 menos in-
merècida. y á la sombra de la paz y COll imperturbable
cl)llstancia en el trabajo, volverá coh vigor y C1wrgía por
su honra y por su crédito, comprometidos por un puña-
do de implUdentes. Entonces repetirá con veneración y
cntusiasmo el hermoso y sugestivo canto del poeta, en
sus cabañas y talleres, en las escuelas de sus o~, en el hit'
C')l1sejo, en las lides gloriosas del progreso re¡¡ )' tr¡ns-
formador.
Asi lo ha presentido el incansable titá~, y Par eso
se ha esmerado Cil presentar á la mCOloriá de su glorifi-
caJor insigne los más significativos homenajes de la ve-
neración y el entusiasmo.
Desde las diez de la mañana del mencionado 15 de

Febrero. hora en que terminaron los funerales, hasta las
cuatro de la tarde, hora en que empezÓ él desfile para el
Cementerio, los restos del esclarecido \'ate quedaron en
capilla ardiente y con guardia de honor, en la Catedral.
Durante aquellas seis horas. desfiló ante el túmulo gran
parte de la sociedad medellinense, y la memoria del poe-
ta recibió de aquélla el tributo más yalioso y tierno: el
de las plegarias que por \ln alma querida elevan á la mi-
sericordia de Dios lüs espíritus creYMte-s.
La gran manifestación popular, espléndido comple-
mento de la apoteosis, se veriñcó durante el desfile ha-
ciad Panteón y al tiempo de inhumar los restos.
La multitud, debidamente ordenada y clasificada en
gremios, corporaciones, institutos, &c., salió del Parque
de Berrío y recorri6 la vía indicada en el programa. Los
edificios de ésta habían sido adornados con buen gusto y
çxpresiva sencillez, r aun call esmero artístico, como los
tie los Sres. Rafad A. Angd t Isidoro Silva, en d Par-
que mencionaùo, Y ca~i todos Jos de las calles de J unin.
Maracaibo y Bolivar. Colgaduras, conínajes, palmas,
coronas, festones. ramus y gallardetes, en variadlsimas
combinaciones, en qu~ alternaban l~s vistosos adornos
del triunfo con los emblemas fúnebroiS, sc;: exhibían por
toda9 partes y hacíall que la mente recibiera suce!\vas
- 124 -
impre¡iones de alegría, por el reflejo que daba la gloria
d~lpoeta, y de tristeza. por lo que aquella gloriat~Jlía
_._?J:l;p6~tumo, pero constantemente dominadas par la ml¡·
\l'!8tuosa seriedad del ac~o. -_
ElIternecía ver la espontaneidad cariñosa eon quo
fueron adornadas hasta las últimas casitas -de pobres'jor-
••aleros, situadas en lôs confines de la ciudad, ell el ca-
mellón del Cementerio del Norte. AHí, aotfe esos mo .•
des tos .adornos, fue donde vimos la gloria de Isaacs en
toda su grandeza 1
Entre los adornos -de la Calle de T unín resaltaban
diëz columnas, colocadas de dos en dos' y á -trechos, á
unQ y otro lado, en representación de los diez Departa-
meatos de Colombia. Cada columna de esas tenía el
nombre de unn de ¡os Departamentos y una de las ins-
cripciones siguientes:
" Con el poder de su numen y la generosidad de sus
~ntimientos, estrechó más los destinos del Cauça, pue.
blo de héroes y de bardos, y de Antioquia, pueblo in-
cansable y laboÀoso. "
" Aunque era soñador de idilios, se e'fhibi6 siempre
, eon serenidad heroica y majestuosa en las 'má,$ am~rgas
vicisitudes de la vida," , ..
"'D~ ~uestras montañas y de nl,l~stia raza habló
siempre con acendrado amor. "
"Su musa, pródiga, dulce}' enamorada, le inspiró
el más precioso y nacional de los idilios. "
"Murió pobre en medio de los tesor9i de .au nlJm~n
y de los esplendores eje la gloria incompara.b~ -wn que
. coronó á su Patria. " ...
" Amaba á Antioquia con el entu~i~mo leal y sin
r~as ~eI corazón caucano, que jamá~ ha conl>i-idoá
medias 19.,5 pasiones grande~ y sul;llimes, "
" El numen enérgico y poderoso del vateçaucano,
creó bellezas admirables que nunca se cansar~ 4e pl,loJi-
~r la Fama. "
" Pulsó el laúd de las entonaciones inmortales y col-
m6 lop ecos de las montañas antioqueñas. "
" Las hijas de la Tierra ele Córdoba tributan inefa-
blelõ ternuras á la grata mer.:oria del gr~A poetacaucano
q"e las glorificó. " .
. La col,,~~ que fepreselltaba el De~lIfta~tq 4e
-- 1~,)-
:Panamá tenía, al t'ie del nombre de éste, la siguiente ín~.•
<:rípción : .
"Como el látigo que la divina indignación hizo vi-
brar sobrc los profanadores ùc] Templo, su estro airado
y poderoso habría vibrado terribkmente :,obre los traido.
res d e la Patria. "
lJ no de los pormenores m~s imponentes del desfile,
fuc el aspccto que prcscntó la Carretera de Bolívar, ocu-
pada en toda su extcnsión hasta el Cem'=nterio, que es
de milS de veinte cUddras, por la numerosa y bien orde-
nada .:oncurrencia, sobre la cnal descollaban, á grandes
trechos, los lujosos y elegantes carros alegÓ, Îcos. A lín es-
tàb •• en la ciudad el último extremo de aquel desfile gi-
gante~:co, cuando yá habían entrado al Panteón las Cor-
poraciones que lo encabezaban.
Al contemplar aquella enorme procesión y la mul-
titud cstaciom.da á los lados de la vía, recordámos esta
alucim:ción de que habla el poeta Maximiliano Grillo en
una de sus siempre frescas y precio:;as concepciones lite-
rarias;
" ... _Nos figurábamos ver el clJerpo del poeta em-
balsamado con mirra y ungÜentos orient;¡}e~, colocado
en un ataúd artístic'.), y que lué~o Ibagué, la ciudad no.
del tod:) insensible al esplendor de Ja grandeza del poeta,
veía á sus hijos alzar en hombros los preciosos restos, y
emprender marcha hacia la culta Bogotá p.ua depositar-
Io en Ull mausoleo de mármol blanco que coronara la es-
tatua de la Poesía. _
"i Cómo veíamos desfilar por las llanuras del Toli-
ma el cortejo fúmbre! Allí llevan el cuerpo del poeta,
decían las madres á sus hijas; y Jas doncellas con los ne-
gros rizos :;ueltos al airc y los ojos en que asomaba una
lágrima, sonrientes, decían á sus novios: allí va muerto
el cantor de Maria, el que inmortali7Ó á su amada!
"y al llegar á la estación del Ferrocarril de la ciu-
dad de Quesada, qué espectáculo el que se presentaba á
la vista: una multitud de veinte ó treinta m;! almas que
espera el cortejo, en silencioso recogimiellto: allí estaban
Pombo, Cahlacho Roldan, Fallon, Caicedo Rojas, Valen-
zuela y lil Municipalidad, el Gobernador, los Ministros.
AIlf el Presidente de la República, al recibir las llaves
de:l ataúd, expresaba ante la multitud, en nombre de Co-
lombia entera, el duelo que sentía la Patrie.
- 12(;-
nMás lodo' era una alucinación. o 'o 'o "
j Ah ! esta ve;" para honra de Ántioquia. no era.

alucinación! Allí no estaban los grandes litera.to!l bogo-
tanos, pero sí muchos de sus hermanos en el arte; no es-
taban el Presidente de la República y sus Ministros, pe-
ro sí los di~nos Representantes de éstos y de los Gobier-
nos Departamentales, el. Gobernador de Antioquia, la
Asamblea del Departamento, los Magistrados. la Muni-
cipalidad, toda clase de empleados onciales, los centros
científicos y literarios. el Tándem Club. de severo unifor-
me, los institutos públicos y privados, millare!l de obre-
ros, y lo que más importancia y belleza daba á aquel sé-
quito variado y nunca visto en Medellín, multitud de
damas, todo lo que con justicia podía. llamarse la përso-
. nincación de los afectos y virtudes de la "Cristiana Su-
namita".vírgenes que hacían guardia de honor á los pre-
ciosos re,stos del bardo, y que, agitado el pecho por la
emôción é iluminado el semblante por sonrisa placente-
ra, 'iban acariciando con ~us castos pensamientos la me-
moria del poeta que exhibió con m;¡l<;delicadeza las ter.'
nuras y los ensueños del prim~r amor. Allí también ha-
bía novias gentiles de miradas húmedas, que al pasar Ja
. urna con las cenizas del cantor de M'aria, le"pagaban el
tributo angelical de su admiración y sU~ simpatías •• o •
j Allí todo era afectos, dulcísimas emociones, espléndida

gl9rificación ! '
La multitud invadió' el ,extenso patio central del
Panteón. ansiosa de presenciar los últimos pormenores de
la solemnidad. Los pretiles de las fuentes, las escaHnatas
de las tumbas, las verjas. las columnas y aun Jas ramas
de los cipre:;es, toda. eminencia, todo· punto culminante
era ocupado con afan-pero sin C"\USar perturbaciones,
porque la reverencia señfJreaba los ánimos-por, perso-
nas de todas las clases sociales que, como pueblo agra~
decido, iban á rendir á la memoria del poeta, ci último
homenaje ùe afecto, en aquella ocasión. Todos quedaron
inmóviles mientras lbs oradores hicieron, desde la eleva·-
da rotonda, las más bella..'i apologías con que ha sido hon-
rada la memoria de Isaacs. Carlos E. Restrepo, Pedro
Ne! O~pina y FidelCano desbordaron àllí la fuente de la
elocuencia. y exhibieron, sucesivamente y del.modo más
brillante, el gran poder de su verbo. Luégo le.yó D. Lino
R. Ospi"a el canto predilect" de Isaacs, "La Tierra d~
.,-l:ti-
u
Córdol:Ja • Era la solemne despedida que, por boca de
su amigo y paisano, daba el poeta al pueblo por quieo
tánto cariño experimentó; era la postrera vibración que,
en presencia de los restos dei insigne bardo, producía c:n
millares de espíritus la divina y privile~iada musa que al
prodigarle sus favores, lo tornó maJestad literaria .•...
i Qué sublime espectáculo fue aquél! Esa multitud
conmoviùa, atenta y apiñada en pintoresco desorden,
confundida con 105 mármoles de los monumentos, som-
breada á trechos por el espeso follaje de los pinos y á
trechos bañada por el reflejo dorado del1'tltimo arrebol,
ci'a como la manifestación final y en alto gracia expresi-
va de la apoteosis del poeta. Es de sentirse que, por fal-
ta de buena luz, á causa de lo avanzado del día, los fo-
tógrafos no hubieran podido tomar esa y otras vistas de
la gran fiesta, como las del desfile en la Calle de Junín y
en el Camellón de Bolívar.
Aún ~ubo dos episodios tiernos que pasaron inad-

vt:rtidos para la mayor parte del público. Fue el primero
la presencia de Epifanio Mejía en el Panteón, adonde se
le con~jujo, probablemente á instancias suyas, desde el no
lejano Manicomio. Allí estaba contemplando ia apoteo-
si5 de su herman'o, call mirada triste y fija, el dulce can-
tor dt: las auroras antioqueñas. ¿ Qué ideas concibió
aquella mente que soñó los sueños de las almas grandes,
bajo la mirada pura y creadora de la Po.esÍa? "i Qué her-
moso es esto!U fue lo único que pudimos oírle al pasar
junto á. él en medio del turbión de gente.
Elotro episodio ocurrió al tiempo de volver á colo-
car en la urna el cráneo del poeta. que había sido extraí- .
do de allí para identificar los restos al tiempo de firmar
el acta de inhumación, y que hubo que poner en alto pa-
ra que la preciosa reliquia pudiera ser contemplada por
la multitud que anhelaba verla; las dama::. inmediatas á
la mesa en que estaba la urna pidieron algunos de los ca-
bellos adheridos al cráneo, y naturalmente, se accedió á
esa solicitud hecha con afectuosa delicadeza. Esta mani-
festación de cariño al glorificador de las vírgenes de la
Montalia, manifestación que le asimila á los sert:s ama-
dos que ~e nos adelantan en el camino de la eternidad,
es, sin eluda, la más poética y angelical de todas. Entre
los honürl:s que la gloria humana cùncedt: á la memoria
- 128-
de un muerto, no hahr! nlngultô <lu~ superei en trtagni.
licencia al de qll~ parte, siquiera Sèa mínima, de !liS reli~
q~ de éste quede custodiada por tÍn Córatón éasto y
virginal. .
Las dos salva$ de fusileríà,. la colocación de la urml
ártística en ótra de m~tal inalterable, y la de éstas en la
'C'riptá, tuya puerta Se cerró con !lÓlido muro de ladrillo
y cemento romano, fueron 109 actos finales de la gran
ceremonia .
.Sobre la cripta, en la plataforma que ha de servir d~

base á la gran cruz de granito yal busto del poeta; sa-
gún el diseño del artista Cano (I), fueprovisior1almente
talladàen grandes caracteres de relieve la.palabra ISAACS.
La planta del futuro monumento, sombreaùa pot los pi-
nos, con esa sola inscripción roçleada de rosales y azu-
cenas de la montaña, tiene un aspecto hermoso é impo-
nente, resultado de la sencillez de la obrá, tál como está,
combinada con la grandeza de ese nOtn.b ••e fav€>recido y
proclamado por la fama.
Alli queda con los de Uribe Angel, Ospina Rodrí-
guez, Berrío, Echeverriy muchos otros.qûé la vi~tud; êl
patriotismo y el genio inmortalizaron, y ~,etlê6 llena de
maj¢stad los ámbitos del gra" Pantem.:,.. •. AUí queda
esa tumba recibiendo las frescas caricias de las brisas de
Santaelena, los vagos rumotal.de la v«Jga; las misteriosH
confidencias de la luna de Pandeazúcar yel homenaje in.
terminable de ternura y simpatías que cada generaciÓR
le rendirá en la primavera espléndida y fugaz de sus amo-
tes y en ·la tarde melanc6lica dt sus recuetdos !
t Hé aquí la inmensa y plácida gl&ria dél bardo.!
Medellín, Abril de 1905: .. _

CAMIL<1 BoTERO GttgRRA.
(De La .Afùce/áma).
(1) ·Véase el número 3.° de Lecí1Wa y .dl'le.' .
"V
CONCLUSION
•.••. t
Juzgamos que en este folleto, destinado á librar del

• it.
olvido todos los pormenores de la gran apoteosis de Isaacs,

Guadrarán como remate los siguientes documentos.
Uno de ello!; es el hermoso y ¡entimental artículo
que LUCIANO RIVERA Y GARRIDO, corazón de oro, al-
ma dulce y nobllísima, escribió en el mismo escenario
donde se realizó el idilio Maria. Bien merece quedar
cerca del de Isaacs el nombre de aquel leal amigo suyo,
gloria simpática del Cauca y de las letras colombianas.
Otro de los artículos que reproducimos es el que
consagró el importante periódico La Caridad, de Bogotá,
á la memoria del bardo caucano, el día en que se cumplió
el décimo año del fallecimiento de éste.
También queremus que quede aquí constancia de la
sinceridad con que la honorable familia Isaacs agradece
lo~ honores que el pueblo antioqueño ha tributado al je-
fe de la misma.
En fin, consideramos justo dejar en este mismo folle-
to, por patriotismo y por gratitud. un recuerdo de la pri-
mera representación de la zarzuela María, y por eso in-
sc~tamos una revista del insigne literato y periodista Fi-
del Cano, y 100; párrafos de un discurso. Aquella obra,
lIámesela ensayo ó como se quiera, y por' más defectos
que se le pongan, será siempre, como dice Cano "un
noble, gallardo y feliz esfuerzo del Arte nacional ".
No será aventurado decir que cuando los sentimien-
tO!;puramente personales-tanto más avasaJladores cuan-
to más inconscientes-no perturben el criterio, serán ad-
miradas. e~ alto grado la difícil naturalidad eon que ma-
gistralmentt: se PU!;oen acción escénica un idilio, que es
lo que menos se prest(l á ello, y las grandes bellezas de
aquella partitura con rasgos verdaderamente sublimes .•••
9
'-~l3(f-
EN .EL HOGAR DE SUS MA rOBES
.A.mi lUio .A.lbe~.
Deslumbrado pot Jos esplendores de !traria y lleno'
el espíritu coo el recuerdo. de Jorge Isaacs, he venido(
peregrino' del ideal, á esta mansi6n encantadora, consa-'
grada para siempre por el llanto de fresgeneraciones co-
mQ el santuario bendito del sentimieltt& y la ternura. _. ~
Y.ante el incomparable panorama qne contemplan mi9
ojos asombrados, huésped en la morada que sirvió 'de es-
~enario al purísimo idilio, mi alma se siente conmovida
llasta el solTozo y simultáneamente la invaded la admira-
ciôh y la melancolía.
Cua~<fo, después de haber atravesado las llanuras d~
Fajoi'tales y Santaelena, avisté la casa de' la heredad fa-
mosa,'-'~cuántas almas soñadoras, me dije, de todas lu
f.}uesienten' y aman desde Chile hasta Méjíco, me envi-
diarían en esfos momentos augustosJ" ,
Ascendí lentamente' la tendida falda, que (ifien ses .•
gaóas franjas- de arbQlados mediano~ y cortan' cercas de'
vetusta piedra, y yá nO' volví á separar las nlira,das de es~
habitaci6n, lajoso adorno del natural joyel. Y á medida.
C!tuesubía,. el Valle iba desarrollando tr~de mí sli!t'vas-'
tos hor~Z'ontes de mudables tintes, y en el-fondo del ro-
mántico paisaje la s~rra azul se dibujabali.,npia sobre el
fundo pcüido del cielo.
Pasado ~d blanco pó,tico" que da entrada al exten"
'so patio d.t la casa, kéme a<,¡uíyá, temblorf>SO de emoci6n,
al pie de la elegante grada que conduce al corredorprin-
eipal. A derecha é izquierda,. los balcones- de' las piezas
que terminan el edificio, sombreadœ porlermosos na"
ranjas y sauces; y sobre las pilastras' ,q'a:~!ádornan las-
rampas, de la gr.adería y sitven de prolongaciót\ al baran--
dado del corredor, grande!' tazas y jarras donde,. mecidas
por el v.iento de la' vecina montafia •.se mu~ven bra~da-
mente las aba!licadas hajas de la iraca. Sobre mi co1lQez.;t,.
Ia majestad c,alIada' del' infinito az1l'l i y elt contorno, la
verdura descolorida de los horizontes leja1los, el atercio-
péJado turquí de las selvosas sierras y el incesante rnmor
de perladas corrientes que se deslizan retozonas sobre d
prado y forman un concierto perenne <iue anhna y pres-
ta nueva vida á esta naturaleza sin riv'aL ... '
V~ estoy en la galería q~e da, al Poniente; y desde'
- 131 -
ese elc\'ado mirador-acaso único en el mundo-tenien-,
do delante de mí el anchuroso círculo de un hori'zonte'
inmenso, formado por planicies magníficas que encierran
en gigantesco abrazo -distantes cordilleras, me he repeti-
do lo que tántas veces pensé en el secreto de mi alma:
"Hé ahí el genitor de la grandiosa concepcié-n de Isaacs! '
¿Cómo crecer aquí, en la contemplación perpetua de'este
espectáculo maravilloso, y no sentirse consagrado sacer-
dote excelso de la pasión y el sentimimiento ••.. ?" j Oh,
J org-e ! cómo he comprendido tu alma pri vilegiada en es-
tos momentos inolvidables!
De la misma respetuosa manera con que se entra en
un temp~o, y con los sentidos embargados por imponde-
rable conmoción, descubierta la cabeza, he a'{anzado con
le'ntos pa.sos en ese amplio corredor, y de él he pasado al
salón.
La casa está inhabitada por el momento: así la de-
seaba mi alma, así la ambicionaba mi sed de emoción y
de ternuJ"a; no de otra manera sino sola, como en aque-
lla "inolvidable y última noche" pasada por Efraím "en
el hogar de sus mayores", la quería mi espíritu.
En aquel vasto salón de alta techumbre, testigo tán-
tas veces de los castos diálogos de los desventurados
amantes, resonaban lúgubres mis pasos de visitante soli-
tario; y al dirigir las miradas hacia los ángulos de la de-
sierta. estancia, y fijarlas en los distintos objetos que los
decoran, paredame que de repente iba á encontrarme allí
con Efraím y con María; y, extraño importuno, iba á tur·
liar aquellas dulces confidencias que han deleitado y con-
movido tántos corazones sensibles .
.'\. la derecha, una larga serie de aposentos de techo
elevado, terminados hacia el Sur por el huerto, encerra-
do entre vallados de musgosas piedras, enantes lleno de
tiares, árboles, aves y aromas, abandonado y mustio hoy .
.. . . ; y á la izquierda, otras piezas que la luz colma y
alegra como para una fiesta nupcial, y desde cuyas ras-
gadas ventanas se descubren agrestes y poéticos paisajes
formados por colinas de suave IQmo, que coronan orlas
motosas de tupido bosque. Después del salón se encuen-
tra el corredor interior, que da el frente á la montaña y
tiene en el extremo meridional-cruzando hacia el Orien-
te-el comedor y los demás departamentos del servicio
doméstico, con "ocb.~ patio resguardado por tapias me-
- 132-
.'dlall~s y sombreado por alt<ls naranj~ •••• ~Haciael NOl' ••
te, el cuarto de Efraím .. _. ¡Cómo reviven en fatnènt~
làs palpitantes páginas del inmortal libro, cuaado se He•.
ga al dintel de esa pequeña estancla-engrandecida por
~I aliento poderoso de la pasión y del dolor-el Cuarto tIç
Efraim. _.. AUí estaba la mesa que adornó el jarrón de
florès de María; allí está la ventaha á cuya vera creció
el ros¡Ù simbólico de sus amores y desde donde Efraím
contempló en sus noches de agitación y angustia el cielo
tachonado de astros, cerrado hacia el Levante por la den •.
sa y obscura masa de la Rlontai'ia; aUí agitó sus alas la fa~
tidica ave negra, fúnebre mensajera de desgraeia: allí se
dijeron los dos jóvenes esas palabras sublimes de inocen~
te pasión, que han sido repetidas después tántas veces ef\
el silencio dolorido de los corazones amantes; aUi. __.
El sol de la tarde ilumina con limpios destellos la
selvosa cañada por donde Efraím, seguido del viejo y
leal Mayo, se encaminaba hacia la posesión de José. El
tupido arbolado recubre los flancos de las lomas con man-
to de apretado foUaje, y de algunas de las arrugas y hon-
donadas surgen leves columnas de humo azul, que van lÍ,
perderse en el diáfano espacio. Por allá, 'entre laderas es-
carpadas yen el seno de quiebras r
desmoronando de~
formes pei'iones, se precipita el río â la sombra de ftore~
cidos carboneros y forma c~orros espumosos y sonoras
cascadas. Los yarumos y los caî'jilverales labran, al en-
tretejer su ramajes, grutas obscuras que cruzan humildei
manantiales; y al voltear de las breñas verdosas, qve
desde aquí contemplo con .absoluta claridad, debe escon-
derse el sitio que ocupó la estancia del patriarca antio~
queño. Más allá se levant~n las copas· de los higuerones.
y ceden al impulso del viento los plumajes sedosos de las
guaduas, de un verde que pasa al amarillo. á fuer~a de
ser tierno. No lejos de allí mí meüte adivina la estrecha
vega que sirvió de escenario á ·la famosa cacería· del
tigre.
Atraído por mlsteriosoimáo, vuelvo al correddr oc-
cidental: á corta distancia; hacia el Norte, alcanzo á. ver
la piedra célebre en donde Efraím, Emma y Maria se con-
gregaban en las taldes hermosas del verano para lèer el ..
primero y escuchar absortas, las ¡egl1ndas, las obr~s' del
.inás religioso y sentimental· de los prosadores fl"an~ses
de- estesigto. AI;t>fl: del enorme pedrusco-.;...partid¿":Oo\"
- l:~:~
-
profunda grieta hacia la mitad de su extensión y ç6ier.
to de fiemo por la mano del tiempo-diBcurre t1anspa.
rente fuente cilla, que ríe alborozada entre limpias guijas,
como inocente aldeana, hija de los campo:>; y en avance
de la mirada, que deja atrás, desdeñosa de tánta belleza,
la afelpada peildiente y los amenos collados, se extiende
con r,lsgos de indescriptible majestad y hermoliura todo
el centro del silencioso Valle, panorama soñado, cuya
conte,-¡plación nunca fatiga, porque fue hecho por el
Creador para eterno asombro del poeta.
Debió de ser en alguno de los aposentos que siguen
al salÓn, hacia la derecha-acaso en el que está vecino
al hU~'rto-donde se efectuó aquella escena dolorosa en
q'Je Efraim se despidió de su madre y de María, al tiem~
po' de partir para el largo viaje de ultramar; y allí mis.
mo d~bió de exhalar el último suspiro la encantadora '
cuanto infortllllada niña; y fliC en esa misma estancia
donde, en noche terrible, el desdiçhado joven entró solo
y sombrío para aspirar en su congoja irremediable los úl-
timos aromas dejados allí, al marchitarse para siempre,
por eS"l flor divin3.-lIfaría-que súlo para él ostentó su
esplendor y sus ardores; noche espantosa de pesadum-
brc incomparahle, cuyo recuerdo trágico ha hecho derra-
mar después tántas tágrimas y oprimido tántos corazo-
nes. _ . _
1la llegado la noche y la luna brilla serena en el fon-
do de lin firmamento lechoso, casi al fin de su primer
cuarto creciente. Vagas sombras velan el extenso hori-
zonte, salpicado aquí y acullá por los fulgores de lejanos
pa:on¡¡ies incendiados. Hacia el Oriente se levanta som-
bria la altiva montaña, colmada de obscuridades medro-
sas. La voz doliente lIe algunas aves nocturnas llega
hasta mí, y los torrentes resuenan clamorosos en el fon-
do de misteriosa espesura. Nunca, como en estos mo.
mentas, se había apoderado de mi espíritu con má¡> in-
tensidad la obra de Isaacs; nunca había pensado en el
hombre con mayor admiración y cariño. Imagínolo ado-
lescente, colmado de ilusione!', gallardo y amable, vivien.
do en ()I seno de esta naturaleza prodigiosa, bajo el ala
tibia del h~gar paterno y al lado de todo lo que le fue
querido, El, genio poderoso y fecundo, j cuánto pensa-
ría en los mismos sitios que yo visito en estos instantes
de emodón santa, que formarán época en mi vida!.. Véo~
- 134-
"
lo ~
.
los ,ojos del alma en todos los lugares que descri-
be en '~u libro; y absorto en la contemplación de un pa-
sado fugitivo que huyó para siempre, paréceme en cier-
tos momentos que el acento de su voz simpática resuena
en las vacías salas, qtte voy á vede aparecer tras una de
esas puertas, insinuante y festivo cual solía, que va á ten-
derme aquella noble mano que estreché cariñosa tántas
Veces. Pero i ah! la visión desaparece, y sólo el silencio
yla soledaè reinan en esta suntuosa mansión, poblada
enantes por las voces argentinas del placer, callada y te-
nebrosa hoy como una tumba .•••
Aquí todo habla del poeta y de su obra. Doquiera
que se dirijan las miradas, el alma recibe hondasé inolvi-
dable!' impresiones. Compréndese desde luego que el
pintor aprove~hó los detalles del grandioso panorama, ,sin
descuidar ninguno. La naturaleza le sirvió de paleta y
el excelso artista supo sacar prodigioso partido de todos
los colores que en infinita gama quiso ella procurarle.
iCosa singular! tos muros de las espaciosas habi-
taciones han sido adornados por sus posteriores dueños
con coronas y láminas de variada clé\$e,pues se encuen-
tran 'eRtre ellos asuntos enœramen~ heterogéneos, desde
el que representa á la casta Susana. eo,f:lbaño, que de-
cora la testera del comedor, y al .e&téldist.a. inglés Glads-
tone, en uno de los cuartos del coaUdèt .principal, hasta
los que exhiben en bellos dibujos' de Toutmouche y Ba-
yard, escenas de la vida parisiense, sin hablar de otros
muchos, que así muestran cabezas de estudio como pai-
sajes europeos-una pura vergüenza delante de el del Va-
lle del Cauca que se contempla al natural, en todo su es-
plendor, desde la galería occidental.-:-:-~ocreo que en los
mu~bles y demás accesorios de ésta, ell otro tiempo lu-
jósísima morada, haya nada de la. épo~ de Mar{a/ el
oriênial baño sombreado por C9poBœnaranjos, ha des-
aparecido. pues el estanque natural formado por el río
á córta distancia de la casa-bellísimo por cierto_no. es
la poceta artificial de que se nos ha\ll~ en el libro. Enlas
-paredes no se encùentra~como sucede en los sitias céle-
bres de otros países-un solo pensamiento, escrito de pri-
sa por algún 'visitante espiritual, enamorado del popular
idilio; ni una estrofa improvisada al ~a.lor de recuerdos
sagrados; ni un nombre, siquiera, que revele que alguien
haya venido aquí como peregrino del arte ó del $enti.
-- 135 -
miento, paJ'a tributar homenaje de lágrimas en los mis .•
mos sitios que inmortalizaron con su presencia los inol .•
"idables amantl~s. Pero no hace falta: todo, todo habla
aquí de Eli'aim y de María, de sus dulces y castos ardo-
res y de la pavorosa catástrofe que puso ñn á aquel him-
no sublime y doloroso: así los campos con su grama ver-
de y aterciopelada, como las arboledas umbrías; así las
llanuras como las montañas; las contadas flores que ador .•
nan el melancólico jardín, como las aguas límpidas yes-
pumosas que corren entre pedrejones y murmuran, jugue.
tonas, como un eco postrero de alegrías extinguidas ...•
y en las estancias solitarias y sonoras, en los vastos co-
rredores, y donde quiera que quedó el aroma de la más
triste de las historias de amor, vive perdurable su recuer~
do ....
Amanece yá. Todas las aves del paraíso se han da-
do cita en estos selvosos contornos para alegrar la obra
de Dios ccn sus voces variadas: 10 mismo las que seme-
jan las notas suaves y delicadas de melodiosa flauta, co-
mo las que imitan los trinos de consumada cantatriz .. _.
El espacio se llena de una luz rosada que lentamente in-
vade los campos azules del firmamento, hasta conve:-tir-
los en infinitos mares de oro fundido. A lo lejos, las mon-
tañas aparecen embozadas por tenues gasas de niebla, y
los llanos y los bosques se visten con los tintes de la es-
meralda y del topacio.
Entri:Jtecida el alma con el recuerdo del hombre que
completá aquí la obra divina, sirviéndola de revelador,
pero animado al mismo tiempo por místico placer, me
alejo de estos sitios para siempre célebres. El tiempo pa~
sará; esa morada suntuosa, cuyos blancos muros yeleva-
da techumbre contemplo aun al atravesar las llanuras del
Zabaletas, se desmoronará, sin duda, bajo la acción lenta
é implacable de los años j más el recuerdo de Jorge
Isaacs y de su obra no perecerá nunca, y el viajero visi-
tará conmovido esas ruinas poéticas, consagradas por la
pasión y el sentimiento.
(Cauca), Junio 30 de 1895.
LUCIANO RIVERA y GARRIDO.
(De El HW!tlIlo, 'de Bogotá).
~ 136 ~
JORGE: ISAACS
Hoy hace diez años falle~íó en tbagué este e~clarea

tido colombiano. Consagramos á su memoria lin recuer~
do respetuoso. Gustamos de tributar nuestro homenajê
átodo hombre distinguido qu-=dio á la Patria días de ha .•
nor y de gloria.
Fue ISAACS un poeta eminente que levantó sli espí-
ritu á las regiones puras del idealismo, atento siempre á
todo 10 grande y 10 bello. Su repentina aparición .en el
~eatro de las letra.••.patrias fue saludada con alborozo y
admiraci6n. ¿Y cómo no ?"SU voz reson6 dulcísima en
lQl! corazones delicados, y su robusta entonación impuso
silencio á los que buscan en los hombres de ingenio- sólo
lunares y. errores. Traía ideales bellos y un estilo propio
que revelaba acucioso estudio' y gusto educado. En SU!!
estrOfas se sentía algo' como el perfu~e, de lasselvaircau-
canas.
No ¡nvad_os terreno extraño al estampar en nu.el~
tras columnas el nombre del célebre poeta. ISAACS:per-
tenece á nuestro rebaño, pues.aaurió en ebstlno.oe la Igle-
sia. Es público y notorio que~cibió los' últimos Sacra ..,
mentas y exhaló su postrer suspiro en brazos de la Re~
1igión. Refiérese qlle,.~ndo el sacerdote le preguntó sí
c:i-eía en Nuestro Señor 1esucristo Hijo de Dios, '[~P1?J"~,
ditS:" Soy de su raza }"espero en sU!llis~icórdia! " i.fi:;
Jabra:S,s~blimes .que rev~lan <we en aqu~l m~)Qlento ~es"
~endlo ~,~ alm2: un. d~¥llo:)âe ~~;l, J?lC~O~ alma: g"::6
se'~coglO}a la ffilSer1~orp,la,d,ç~!¥)Q,q~I?av~d,.deAQuÉL
que bo~ro los límites .d~,!~
l~a~,,~tlll?~~andolos h~taJ~9.
extremIdades del UDIverso.. ,Alma tan· bella tenía que.
hundirse
,
eo el océano de' fa 'Be1lc~J'~absoluta
' ~.:
'
.. -
. j Paz á las cenizas del poeta! Seañ -f;staS1íne~Sc.una

pobre corona que deposita¡nosñoy '~nsù lejana 'tumba.
Abrill7 de 1905.

Exhumacion Restos de Jorge Isaacs (1905)

Cargado por

Información del documento

Descripción original:

Título original

Derechos de autor

Formatos disponibles

Compartir este documento

Compartir o incrustar documentos

Opciones para compartir

¿Le pareció útil este documento?

¿Este contenido es inapropiado?

Copyright:

Formatos disponibles

Exhumacion Restos de Jorge Isaacs (1905)

Cargado por

Copyright:

Formatos disponibles

" " ..

Medellín, Abril de 1905.

El grande y postrer deseo del Bardo queda

EL GOBERNADOR DEL DEPARTAMENTO DE A"TIOQm.,

1 l! Que el distinguido escritor público Jorge Isaaos,

Art. II! En nombre del Departamento de Antioquia,

de elIQs, y la que puedan y deban tener otras entidads - -

Medellín, 22 de Julio de 1904.

¡bague; 21 de NovÙ:mbrede 1904.

Con familia agradezco fino, atento telegrama.

Para conocimiento de Ud., como digna Presidenta

. A este telegrama se le dio respuesta satisfactoria, in·

"Ojieial.-Gobernaci6n.-Medellín, Novie11tÓre 18 de Z~O.f.

Doy á Ud. las más expresivas gradas-por- su atento

El veintiséis (26) regresé trayendo conmigo los res-

Oftcial.-MedclIÙt, JO de Noviembre de I901 •

Le agradezco aviso que me da en su telegrama de

PERMISOS PARA LA EXHUMACION

Concédese el permiso que se solicita Cn elll1emo-

Ministerz'o de Gobt'erno.-SeccióJt ¡3:-Bogotá, 30 de Nó-

Dlmo. Sr. Obispo de Ibagué.

Diócesis de Ibagué.-CobiC11zo Eclm·ástico.-:-:-:::lóagué, No-

" Vivi,. en corazones que dl[jamo$

J1'inzsteriode Gobiemo.-."'ccción )~-Bogotá, 30 de Di-

República de Colomóia,-Departame1tto del Tolima.-Go-

Mi1tisterio de G()bÙmo.-SecciÓn 1'!-Bogotá, 30 de N()-

Bogotá, Didembn 13 de I904.

(De Lecnra Amena.)

,"'IJ/edad·Portocarrero de Uyibe.-Ro?Sa G. di! Ospi-

Eduardl'JMaldo1tadoCalvo, Cura de San P"edro.-Mar-

llave, r el General Vélez, al reci~irla, interpretó igual-

(De El Santo y Seña J.

8t. dañaral H, MRrooIl~nóVélez.

8res. Minllitl'os, Sr. Gener'aI VéIe1.y detbâs tnlim1bros de la. DitllltaciónÁn.

1mposible me será decir lo

"MAJ\"UEL URIBE ANGEL."

Dijo un filósofo que los hombres pretendemos ser lo

Los que para honrar la mememoria del poeta popu-

ton la estimaci6n mutua y el afecto que nada ha podido

Entre las muchas composiciones buenas: de Isaacs,

LA TUMBA DE BELISARIO (lO)

Aquel postrer adiós que no responden

Después, envueltos en nocturnas sombras,

Compañero leal, valiente amigo! ...•

Ahora ostentará plácida noche

Las brisas jugarán en los follajes

Bogotá, Diciembre 12 de 1904.

Oficíal.-Gobernació1z.-Medellí1l, DicÙm¿n 14 de 1904.

Recibido su telegrama del 12. Está dada la orden á

signación. ruégole decirme cuándo debe vetjfi~arse lél.

• Gobernación.'-';;'Ióagué, 19 de Dicitmbre de 1904.

Ofida¡.-Puert~berYio. 19 de Dicúmbre·de 1904.

Gobernación.-Bucarant4tlsa,20 de Diciembre d, 1904.

Bogotá, 21 de Ihâembl'e de 1904.

Bógotá, 2I de Diciembrt de 1904.

TU11ja, 22 de Diciembrt' de 1904.

Ójicial.-Gobernadón.-Medellln, 22 .de DiciemÓ1C de

Cartagma, 23 de J)iciembre de 1904.

Popayán,26 de Diciembre de 1904.

Gobemación.-Popayán, 27 de Diciembre de 1904.

Gobernación.":·Paslo, 27 de .Dici,1W6re tie '904.

Gobef'1tiZCióN.-Buca,a11UUlga, Ji tie E1UrtJ' de J905~

tiO'QIJ'~·comMrable poema, La ~a' de Córdoba,es