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DEFINICIÓN DETRUEQUE

Se conoce como trueque al intercambio de bienes y servicios por otros bienes y servicios sin que se utilice dinero para

completar la transacción. Para acceder a un trueque, dos partes debe aceptar un contrato denominado permuta.

El trueque apareció hace aproximadamente 10 milenios, durante el neolítico, junto con las primeras incursiones del ser

humano en la agricultura y la ganadería. Gracias a haber dejado atrás la caza, propia del paleolítico, para convertirse

en una especie productiva, el hombre comenzó a gozar de un excedente en sus alimentos, un porcentaje que no era

necesario consumir inmediatamente.

El excedente permitía a las personas dedicar su tiempo a la creación de diversos  productos, como ser ornamentos y

cuencos de cerámica, los cuales podían intercambiar con los ganaderos y agricultores. Algo que desde la perspectiva

actual parece tan simple y tan natural, cambió la vida de nuestros antepasados, dando lugar a  la propiedad privada y

a la riqueza, que era directamente proporcional con la cantidad de producción en exceso.

También comenzó a desarrollarse el concepto de división del trabajo, para lo cual era necesaria una organización que

asegurara la producción de excedente de forma constante, de manera tal que todos los trabajadores no tuvieran que

dedicarse a las mismas tareas.


El trueque consiste básicamebnte en intercambiar un objeto o servicio por otro sin que medie dinero en la
operación. En este sentido, puede decirse que el trueque forma parte de la prehístoria de la economía. Se trata
del precursor del comercio como lo entendemos hoy en día y quizás de la primera forma de comercio que haya
existido.
El trueque fue lo que permitió a los primeros asentamientos humanos dar el siguiente paso y crecer hasta convertirse
en poblados. Aunque posiblemente se practicase desde siempre, el trueque empieza a cobrar fuerza cuando surgen los
primeros excedentes productivos en las comunidades como método para mejorar su eficiencia. Si un determinado
terreno no era apto para el cultivo o sus habitantes eran buenos cazadores, podían prescindir en parte de esa actividad e
intercambiar su caza por plantas, armas o cualquier otra cosa que necesitase.
Sin embargo, el trueque presenta importantes limitaciones desde un punto de vista del desarrollo económico. La
primera es que será necesario encontrar a alguien que quiera intercambiar lo que nosotros deseamos por lo que él
ofrece, lo que puede consumir mucho tiempo. Como respuesta a este problema surgen las casas y mercados de
intercambio en las que bastaba con depositar la pieza para que ellos se encargasen de llevar a cabo el trueque. Esto nos
lleva al que quizás sea el mayor inconveniente de este sistema: la dificultad de calcular el valor exacto de las cosas
que vamos a intercambiar. Al tratarse en muchos casos de alimentos perecederos, animales y herramientas, resultaba
complicado determinar el ratio de intercambio. ¿Valen lo mismo dos gallinas que un cerdo? ¿Y que una lanza y una red
de pesca? ¿Y si el cerdo parece enfermo?
Como respuesta a este problema empezaron a surgir diferentes unidades de medida hasta el nacimiento de las
monedas. La sal, debido a sus propiedades para conservar los alimentos y ser por lo tanto un bien necesario, fue una de
las medidas más utilizadas. La aparición de las monedas hizo que el trueque se convirtiese en comercio y dio lugar a
los primeros sistemas económicos ‘modernos’.
Aunque limitado, el trueque siguió existiendo y de hecho ha llegado a nuestros días. ¿Quien no ha intercambiado unas
horas de bricolaje por, por ejemplo, ayuda con el ordenador? En épocas de crisis es cuado el trueque revive como
fórmula de ahorro, ya que no implica ningún gasto monetario. No sólo lo practican los particulares sino que ya hay
empresas que promocionan el trueque o bartering como fórmula para hacer negocios y abaratar costes. Algunos viveros
de empresa de nueva creación se basan en estructuras que fomentan el trueque de servicios entre sus componentes
como forma para recortar costes, al tiempo que comparten gastos.
En definitiva, el trueque ha sido, es y será una fórmula recurrente de comercio.
El trueque o intercambio no está sólo creciendo a nivel de población de a pie, sino que también se está extendiendo a
nivel empresarial a través del intercambio entre empresas o ‘Bartering’.

En la actualidad, el trueque o intercambio no está sólo creciendo a nivel de población de a pie, sino que también
se está extendiendo a nivel empresarial a través del intercambio entre empresas o ‘Bartering’. Mercados de
tiempo, mercado de las pulgas… suponen métodos reavivados para conseguir productos en tiempos de crisis.

Pero remontémonos al origen del trueque, casi tan antiguo como la historia de la humanidad. El trueque nace por el
excedente de un producto, lo que lleva a intercambiar ese producto que sobra, por otro que se necesita y no se
tiene. Estas fueron las primeras formas de comercio entre los hombres y se denominan ‘permutas’.  No intermedia
dinero en la transacción. 

 ¿Por qué se abandonó el trueque?

Nacieron nuevos bienes de consumo. Si un panadero quería zapatos, necesitaba encontrar un zapatero que quisiera pan.
Empezó a resultar un sistema poco práctico.

También fue un problema determinar el valor exacto de un producto. ¿Valía más un par de zapatos o 2 barras de pan?
Esto llevó a buscar un producto de referencia, por el cual se establecería el valor del resto de mercaderías: surgía
así el origen de la moneda.

En la actualidad, debido a la crisis, el trueque vuelve a resurgir, e internet ha sido una fantástica herramienta para ello,
ayudando a crear comunidades de usuarios que quieren intercambiar cosas. Un modelo más sostenible se impone
debido a la necesidad.

Otra de las variantes del trueque, son los bancos de tiempo. En ellos, el intercambio no es dinero, sino una medida
de tiempo. Es como un intercambio de servicios, y no de productos, un intercambio de favores por favores.

Otra alternativa es el mercado de las pulgas*, un mercado donde encontrar antigüedades y productos de segunda
mano, y donde se da la práctica del regateo. En Madrid, un mercado de pulgas sería el Rastro, por ejemplo. El nombre
tiene su origen en el mercado francés de Saint Ouen, “Marché aux Puces”, el mayor del mundo con casi 11 millones de
visitantes cada año.

En cuanto al intercambio entre empresas o Bartering es un intercambio de productos entre Empresas sin necesidad
de mediar dinero. Así, pueden canjear entre ellas, de forma multilateral, todo aquello que precisen. La mayor de las
ventajas, es que obtienen otra forma de ‘pago’.

La IRTA (Asociación Internacional de Comercio Recíproco) registró una subida del 9% de la cifra de intercambio


entre empresas en 2012 (llamadas permutas), superando los 6.500 millones de dólares. El dato supone casi medio
millón de dólares más respecto a 2011, lo que da una idea de la buena acogida de este sistema en tiempos de crisis.

Qué es Trueque:
Se denomina trueque al intercambio de bienes y servicios sin que para llevar a cabo la transacción haya dinero de
por medio, en este sentido se diferencia de la compra-venta.
El trueque surge en el Neolítico. En el este periodo, la economía humana pasó de basarse fundamentalmente en la caza,
la pesca y la recolección, tal como en el Paleolítico, a ser productiva. Las comunidades humanas empezaron a practicar
la ganadería y la agricultura, así como la fabricación de herramientas y utensilios.
El excedente de cada actividad, es decir, los bienes que no necesitaban consumirse, era empleado como material de
trueque, produciéndose así la división social del trabajo, donde cada quien podía dedicarse a un oficio distinto e
intercambiar sus productos por los del otro. De esta situación, surgen también los conceptos de riqueza y propiedad
privada.

El principal problema con el trueque era que podía darse la situación de que aquello que nosotros queremos o
necesitamos, no lo podamos compensar con lo que nosotros podemos ofrecer. De allí que, posteriormente, haya
aparecido el dinero, que solucionaría este problema, siendo que los bienes y servicios se adquirirían a cambio de una
cantidad de dinero.

Por otro lado, el contrato por medio del cual dos personas acceden al trueque se llama permuta.

Sinónimos de trueque serían: canje, cambalache o permuta.


En inglés, trueque puede traducirse como barter. Por ejemplo: “The barter system might have been the earliest form
of sharing” (el sistema de trueque podría haber sido la forma más antigua de intercambio).
Trueque mudo
Se conoce como trueque mudo o silencioso aquel en que el intercambio se produce sin que medie la palabra. En él, un
grupo A deja un conjunto de productos u objetos en un lugar acordado, al cual acudirá un grupo B, una vez el grupo A
se ha retirado. Este grupo B evalúa el intercambio, si los productos u objetos que hay allí le interesan, deja a cambio los
productos u objetos que considera justos, y se retira. A continuación, el grupo A regresa y si lo que ve le parece justo,
lo toma, si no, vuelve a tomar sus cosas y se retira. Entonces, el grupo B regresa y se atiene al resultado.

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