Patricia Meza Os invito a que si hay una palabra de urgencia o
Rodríguez* emergencia, alguna o alguien tiene algo que tiene que ser dicho, que lo diga ahora y si no pues podríamos dejar que todo esto se asiente y haga su trabajo porque esta tarde va a haber mucho tiempo para volver con “exactitud y con el alma”, que decía Chiara −por los tiempos y el restaurante−, pero está ese espacio y el tiempo también para esa palabra de emergencia si alguna la tiene o alguien la tiene.
¡Es muy grande lo que has traído, Patricia!
Núria Monrós Grases
Sólo darte las gracias, enormes. Y sólo decir que cerrar sin que nadie diga nada me parece demasiado fuerte. Entiendo que es mejor quedarse recogiendo el silencio, este silencio en cada una de nosotras con tu aportación, enorme. Pero cerrar sin ni una palabra de acompañamiento me cuesta, me cuesta que ocurra. Simplemente esto. Gracias.
Gloria Luis Peralvo
Sólo decir que el silencio también es de acogida y es un espacio para que las palabras hagan su trabajo. Entonces es un silencio amoroso y de acompañamiento. Yo también quiero dar las gracias tanto a Patricia como a Candela porque es un tema que nos toca la piel y que es muy fuerte. Amorosamente agradecida por ser tan valientes de estar aquí y haber respondido a nuestra petición, que no era fácil. Gracias.
Patricia Meza Rodríguez
Sé que es complicado, es fuerte. Creo que tiene razón la compañera que no recuerdo su nombre, que es muy fuerte cerrar sin nada, pero la verdad es que no se me ocurre cómo poder cerrar aliviando un poco nuestro corazón y
* Transcripción de Isabel Ribera Domene.
DUODA Estudis de la Diferència Sexual / Estudios de la Diferencia Sexual 57 | 2019
poder consumir los alimentos. Es complicado, pero yo creo que nos podemos ir con la esperanza, como decía también ayer Chiara, de que es fuerte, de que duele, pero que se puede salir, que se puede estar, que se puede vivir, que la vida después de estas experiencias es grande. Y es tan grande que yo hoy estoy aquí del otro lado del océano y que si no hubiera llegado a ese punto de salir estaría en casa, supongo, haciendo no sé qué. Pero salí y estoy aquí.
María-Milagros Rivera Garretas
Y además estás aquí sin espasmos. Te lo digo porque cuando hiciste la reseña de los poemas del incesto de Emily Dickinson para la revista DUODA –el libro se llama Ese día sobrecogedor− tu escritura era espasmódica como es espasmódica la suya. Lo digo en el sentido más positivo de la palabra. En cambio, yo diría que en el proceso de escritura de este texto de hoy has cumplido alguna cosa que te hace hablar con una soltura tremenda, es decir, como si un obstáculo hacia la creación y hacia la apertura al mundo sin miedo se hubiera disuelto. Que da muchísima esperanza, mucha esperanza y mucha luz. Y, de todas maneras, como decía Gloria, este silencio es muy elocuente. Es muy elocuente y estamos a la espera de encontrar las frases adecuadas para hablarte esta tarde.
Nieves Muriel García
Esperanza se llama tu madre y el retorno a la vida después del dolor. A mí esto me ha tocado mucho. Cuando el incesto deja de doler se retorna a la vida. Esto es grande también.
Patricia Meza Rodríguez
Creo que lo dejamos aquí, lo dejamos aquí.
115 El cos es confessa: l’incest / El cuerpo se confiesa: el incesto. Tema monogràfic