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Violencia

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Para otros usos de este término, véase Violencia (desambiguación).

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complementar su verificabilidad.

Este aviso fue puesto el 26 de julio de 2019.


Algunas imágenes de los distintos tipos de violencia: En sentido horario desde arriba a la izquierda:
soldados del Ejército mexicano repeliendo una emboscada de algún cártel del narcotráfico, Policía
Nacional de Colombia reprimiendo a manifestantes durante las Protestas en Colombia de 2021,
Afiche en Bulgaria con el mensaje traducido que dice: "Abre tus ojos:una campaña contra la
violencia de género", ejecución en público de un ladrón en Irán, soldados rusos defendiéndose de
los nazis en la Batalla de Stalingrado.

La violencia es un tipo de interacción entre individuos o grupos, presente en


el reino animal, por medio de la cual un animal o grupo de animales,
intencionalmente causa daño o impone una situación, a otro u otros animales. 12
3

En las sociedades humanas civilizadas, la violencia se caracteriza por la


presencia del Estado como institución monopolizadora de la violencia y se
manifiesta como modalidad de una serie de conflictos sociales muy variados,45
de signo diverso, como la guerra, el genocidio, el crimen, el terrorismo de
Estado, el terrorismo, la legítima defensa, la violencia de género, la violencia
intrafamiliar, el Maltrato infantil, resistencia a la opresión, la esclavitud,
las cárceles, los duelos y riñas, algunos deportes y artes marciales, la crueldad
hacia los animales, etc.678
Desde la perspectiva de la salud humana, la OMS define la violencia como:
El uso intencional de la fuerza física, amenazas contra uno mismo, otra persona, un grupo o una
comunidad que tiene como consecuencia o es muy probable que tenga como consecuencia un
traumatismo, daños psicológicos, problemas de desarrollo o la muerte.

Organización Mundial de la Salud9

Puede producirse a través de acciones y lenguajes, pero también de silencios e


inacciones, y es valorada negativamente por la ética, la moral y el derecho, aún
en casos en los que pueda considerarse legítima. La violencia puede ser de
carácter ofensivo o defensivo (también se utilizan los conceptos de violencia
proactiva y violencia reactiva), habilitando en este último caso figuras de
justificación ética de la violencia, como la legítima defensa y el derecho de
resistencia contra la opresión.1011
Índice

 1Etimología
 2Concepto
 3Origen
 4Tipologías
o 4.1Violencia social
o 4.2Violencia interpersonal
o 4.3Violencia de Estado
o 4.4Violencia correctora y educativa
o 4.5Violencia criminal
o 4.6Violencia política
o 4.7Violencia simbólica
o 4.8Violencia económica
o 4.9Violencia psicológica y patológica
o 4.10Violencia natural
o 4.11Ciberviolencia
o 4.12Violencia de género
o 4.13Cultura de violencia
o 4.14Violencia religiosa
 5La violencia como fenómeno filogenético
 6Véase también
 7Referencias
 8Bibliografía
 9Enlaces externos

Etimología[editar]

Las estimaciones de años de vida potencialmente perdidos por la violencia física, por cada 100 000
habitantes en 2004.      sin datos     <200     200-400      400-600     600-800      800-1000     1000-
1200     1200-1400     1400-1600     1600-1800     1800-2000     2000-3000     >3000

Triángulo de la violencia de Johan Galtung: la violencia es un iceberg del cual solo asoma y es


visible una parte.
Caín asesina a Abel (pintura del siglo XV)

El término en español es un cultismo; se corresponde con el sustantivo


latino violencia, que deriva del adjetivo violens, -entis, que significaba
«impetuoso», «furioso». En última instancia, el origen latino de la palabra es el
sustantivo vis («fuerza», «poder», «potencia»).12
La violencia fue asociada desde tiempos muy remotos a la idea de
la fuerza física y del poder. Los romanos llamaban vīs a esa fuerza, al vigor que
permite que la voluntad de uno se imponga sobre la de otro. Vis tempestatis se
llama en latín a la "fuerza de una tempestad". En el Código de Justiniano se
habla de una "fuerza mayor, que no se puede resistir" (vis magna cui resisti
non potest), el concepto jurídico de fuerza mayor.
Vīs dio lugar al adjetivo violentus que, aplicado a cosas, se puede traducir
como ‘violento, impetuoso, furioso, incontenible’ y, cuando se refiere a
personas, como ‘fuerte, violento, irascible’. De violentus se
derivaron violare (con el sentido de ‘agredir con violencia, maltratar, arruinar,
dañar’) y violentia, que significó ‘impetuosidad’, ‘ardor (del sol)', ‘rigor’ (del
invierno), así como ‘ferocidad’, ‘rudeza’ y ‘saña’.
Cabe agregar que vīs, el vocablo latino que dio lugar a esta familia de palabras,
proviene de la raíz prehistórica indoeuropea wei-, ‘fuerza vital’.

Concepto[editar]
Dibujo del Álbum de Madrid de Goya, realizado entre 1796 y 1797 que refleja una escena
de violencia de género.

La violencia es el uso inmoderado de la fuerza (física o psicológica) por parte


del violento o agresor para lograr objetivos que van contra la voluntad del
violentado o víctima. Pero la violencia puede proyectarse no solo contra
personas, sino contra animales (crueldad hacia los animales), plantas, objetos
artísticos o religiosos (iconoclastia) o no y entornos naturales o
medioambientales (contaminación ambiental). Puede incitarse con diversos
estímulos y puede manifestarse también de múltiples maneras asociada
igualmente a los variados procedimientos de la humillación, la amenaza, el
rechazo, el acoso o las agresiones verbales, emocionales, morales o físicas. La
consecuencia puede ser y es casi en todos los casos la lesión o destrucción en
parte o en todo de un ser o grupo humano, por un lado; de un animal o de una
especie natural, por otro; o de objetos, bienes y propiedades raramente propios
y más frecuentemente ajenos o comunes.
Aparte de la violencia física, hay que mencionar también la violencia emocional
independiente o que la suele acompañar, según la índole de la agresión. Es el
daño en forma de desconfianza o miedo sobre el que se construyen algunas
relaciones interpersonales insanas y se halla en el origen de problemas en las
relaciones grupales bajo formas como la polarización, el resentimiento, el odio,
etcétera; algo que, a su vez, ocultan, disimulan y potencian las redes
sociales en la tecnológica sociedad moderna.

Triángulo de Galtung (teoría y práctica)

Otro aspecto de la violencia para tener en cuenta es que no necesariamente se


trata de algo consumado y confirmado; la violencia puede manifestarse también
como una amenaza latente, sostenida y constante en el tiempo, que causa, sin
embargo, daños psicológicos severos en quienes la padecen, así como
repercusiones negativas sobre la sociedad. Pues, en efecto, la violencia posee
también un componente social.
En otro orden de cosas, cuando la violencia es la expresión contingente de
algún conflicto social, puede darse de manera espontánea sin una planificación
previa minuciosa. La violencia puede además ser encubierta o
abierta; estructural o individual.
Es un comportamiento deliberado, que provoca, o puede provocar, daños
físicos o psicológicos a otros seres, y se asocia, aunque no necesariamente,
con la agresión física, ya que también puede ser psicológica, o maltrato
emocional, la represión política o la intolerancia religiosa a través de
amenazas, ofensas o acciones. Algunas formas de violencia son sancionadas
por la ley o por la sociedad; otras son crímenes. Y distintas sociedades aplican
también diversos estándares de tolerancia y castigo en cuanto a las formas de
violencia que son o no son aceptadas.
El individuo violento se impone por la fuerza. Existen varios tipos de violencia,
incluyendo el abuso físico, el abuso psicológico y el abuso sexual. Sus causas
pueden variar, las cuales dependen de diferentes condiciones.
Se denomina estilización de la violencia a la estetización que de la violencia se
hace en distintas expresiones del arte, la cultura y los medios de comunicación.

Origen[editar]
La violencia generada por los seres humanos ha sido estudiada desde muy
antiguo; hay dos teorías modernas de sesgo evolucionista, la hipótesis del
cazador, mayoritaria, y la del mono asesino de Raymond Dart y Robert Ardrey.
Pero desde el punto de vista de la antropología cultural, al menos para el
antropólogo René Girard (La violencia y lo sagrado, 1972) la violencia es
consecuencia de un proceso de mímesis social que termina disfrazándose
como mito religioso pagano. La produce un deseo que no se dirige al bien, sino
hacia aquello que desea el otro y solo puede tener él, porque no es divisible.
Posee, pues, tres elementos: el uno, el otro y lo que desea el otro. La evolución
de este deseo, en el deseo de todos contra todos, acaba por destruir ese tercer
elemento a fin de salvar la sociedad y lo que sí podemos compartir. Eso
produce una rivalidad, competencia o envidia y una violencia dañina de la que
la sociedad solo se libera mediante el uso del llamado chivo expiatorio o
víctima injusta-inocente, que luego es divinizada o mitificada para disimular el
violento fundamento social y político de la comunidad. El sacrificio expiatorio es
el fundamento violento de todas las religiones paganas con una finalidad
sociopolítica; pero en el caso del cristianismo, sin embargo, se invierte este
fundamento mediante el amor y el autosacrificio: ya no se adopta la perspectiva
de la sociedad, sino la de la víctima del sacrificio: es una religión sin violencia. 13
Girard propone una lectura del Edipo rey sofocleo desde esa
clave hermenéutica. La desgracia tebana aparece representada por
la peste (símbolo, según la interpretación propuesta, de una reciprocidad
violenta que se adueña del todo social), pero la culpa es transferida a las faltas
individualizadas (parricidio e incesto) de Edipo, convertido en chivo expiatorio.
A Creonte y Tiresias les corresponde el papel de acusadores; su éxito logra
que el bellum omnium contra omnes dé paso al todos contra uno, cuyo odio
unánime restablece el vínculo comunitario y permite, en consecuencia, eludir
la anomia que resultaría del enfrentamiento generalizado14
Pero Girard generaliza el mecanismo victimario: no solo es fundamento de
la religión, sino que de él surge el proceso de hominización, la cultura y las
instituciones; todos los mitos contendrían un linchamiento fundador
escondido. Los resultados de la performance de Marina Abramović Ritmo
0 parecen confirmar esta desoladora conclusión.

Tipologías[editar]
Violencia representada en el teatro
Según Johan Galtung, existen diferentes tipos de
violencia: directa, estructural y cultural. Puede ser ejercida contra otros,
pero también autoinfligida (autolesiones, suicidio). Además, se considera
como tal cualquier forma de ella que lesione o sea susceptible de dañar
la dignidad, honor, integridad o libertad de las personas. Puede presentarse
prácticamente en cualquier ámbito: en la pareja, familia, escuela, trabajo,
comunidad o instituciones y puede llegar en último extremo a la muerte. La
violencia puede ser:

1. Física. Cuando se ejerce contra el cuerpo de otros seres humanos,


animales o cosas.
2. Emocional o psicológica. Cuando se ofenden sus sentimientos.
3. Intelectual. Cuando se miente o engaña deliberadamente a un individuo o
a una colectividad (posverdad), por lo que esta última se solapa y es
especialmente difícil de detectar, además de que suele conducir a las otras
(sus formas históricas más frecuentes son la ideología —política o religiosa
— excluyente, la censura, el adoctrinamiento, el racismo,
la publicidad maleducada, la obsolescencia programada, la manipulación
informativa interesada (por ejemplo, cuando grupos de presión orquestan
campañas de posverdad y demonización contra medidas beneficiosas para
la mayoría de los otros, como el Obamacare15...).
La violencia intelectual es tal vez, por ello, la más peligrosa a largo plazo,
pudiendo acarrear incluso genocidios. Otras formas de violencia intelectual
consisten en enmascararla superficialmente con estrategias de rebranding,
por ejemplo los llamados «lavados de cara»
(pinkwashing, purplewashing, redwashing, greenwashing...)
Los muchos tipos de violencia distinguibles varían (y sus definiciones)
según las épocas, los lugares, los medios, las culturas, los ordenamientos
legales, las distintas evoluciones sociales y tecnológicas, etcétera. Pero
también pueden estudiarse conforme al tipo de personas que seleccionan
para la agresión (victimología).
Violencia social[editar]
La violencia social adopta muchas formas, pero una de las más conocidas y
estudiadas es la estigmatización. Erving Goffman define el estigma
social como el proceso en el cual la reacción de los demás estropea la
"identidad normal"16 y reconoce tres formas de estigma:

 El cuerdismo o mentalismo por imposición de un diagnóstico médico


de trastorno mental (o la experiencia del trastorno).
 Un tipo de deformidad o diferenciación no deseada.
 Asociación a una determinada raza, creencia o religión (o ausencia de esta).17
Según Goffman los estigmas sociales pueden provocar lo que
llama institucionalización en cárceles u hospitales psiquiátricos.
Las enfermedades mentales, las discapacidades físicas, la obesidad, el
ser hijo ilegítimo, la orientación sexual, la identidad de género, el color y
tono de piel, la nacionalidad,181920 el proclamarse de una cierta etnicidad o el
vivir en un entorno con altos índices de criminalidad son objeto de estigma
social en gran variedad de contextos sociopolíticos y en muchas partes del
mundo. La percepción o atribución de lo correcto e incorrecto y
criminalizable (por el propio individuo o por la sociedad) acarrea un intenso
estigma social. Y en especial vivir en entornos de altos índices
de criminalidad se percibe también por la sociedad como fuera de la norma
o anomia.
Las personas estigmatizadas son enviadas al ostracismo, devaluadas,
rechazadas y vilipendiadas. Experimentan discriminación, insultos, ataques
e incluso asesinatos, y aquellos que se perciben a sí mismos como
miembros de un grupo estigmatizado (lo sean o no),
experimentan estrés psicológico.21
Existe el principio jurídico de la presunción de inocencia porque
precisamente siempre existe en la sociedad uno o varios grupos contra los
que se proyecta una "presunción de culpabilidad" por parte de las mayorías
más representadas (véase, por ejemplo, el Incidente del observador de
aves de Central Park). Los afroamericanos, en EE. UU., por ejemplo,
suelen ser víctimas de un trato más vejatorio y agresivo por parte de las
fuerzas del orden que el brindado a los blancos anglosajones protestantes,
a veces estereotipados (véase Karen), hasta el punto de haber generado
el homicidio o asesinato de la persona estigmatizada (véase asesinato de
George Floyd). Inversamente, la agresión contra un miembro de una
minoría puede desatar una violencia hasta entonces contenida por parte de
la minoría en forma de disturbios contra la mayoría u otras minorías
(véase Disturbios de Los Ángeles de 1992) y, al mismo tiempo,
movimientos ciudadanos y políticos para protestar legítimamente,
como Black Lives Matter / "Las vidas negras importan".
Violencia interpersonal[editar]
Es la conducta de dominio o asertividad que emplea la fuerza física (golpes,
violación, tortura…), social (agresión relacional) psicológica o psicosocial
(injurias, doble vínculo, hostigamiento, acoso, estrés, gaslighting, privación
de derechos humanos y jurídicos o libertad, abuso de posición
dominante…). Estos comportamientos pueden ser conscientes o no. Esta
categoría incluye la violencia de pareja, violencia en el noviazgo, violencia
contra la mujer, violencia contra el varón, violencia doméstica contra el
varón, violencia psicológica en la pareja, la violencia doméstica, de género,
de padres a hijos (y viceversa), así como diferentes formas
de adoctrinamiento; las violencias externas son las cometidas en el
contexto laboral por parte de elementos externos a su organización
(clientes, usuarios, alumnos...). En efecto, parece ser que los trabajos en
que se trata con gente en forma directa suelen ser especialmente duros
psicológicamente y más expuestos a este tipo de violencia
(sanidad, periodismo, enseñanza, policía...).
Violencia de Estado[editar]
La aparición del Estado en la sociedad humana está relacionado con el
objetivo de crear una institución que asuma el monopolio de la violencia,
para poner fin a la práctica tribal de la venganza.22
Desde antiguo se constata la preferencia del mal menor sobre el bien y
la utopía para gobernar, doctrina conocida como razón de Estado y
sostenida desde El Príncipe de Maquiavelo. Los Estados practican
discretamente o reivindican, según la célebre definición de Max Weber, un
«monopolio de la violencia legítima», para ejecutar las decisiones judiciales,
asegurar el orden público o, en caso de guerra o riesgo de guerra (se
intenta entonces legitimarla con las doctrinas de la «guerra justa»). Esta
última puede degenerar en terrorismo de Estado u otras formas de violencia
más extremas como el genocidio. El periodista Dan Rather dijo al respecto:
«Si matas a un hombre, te envían a la silla eléctrica; si matas a diez, te
llaman asesino en serie y ruedan una película; y si matas a cien mil, te
invitan a Ginebra, a negociar». Y Stalin: «La muerte de un hombre es una
tragedia; la de cien mil, una estadística». Véase banalidad del mal.
También puede considerarse como violencia de Estado cuando se trata de
un Estado fallido, porque en esas condiciones, según Abel Pérez Rojas, los
ciudadanos tratan de «sobrevivir y humanizarse, individual y
colectivamente, en contextos dominados por la descomposición y el
desmembramiento del tejido social». 23
Violencia correctora y educativa[editar]
También se ha usado la violencia como método educativo para los niños,
esto es, correctivo, en forma de castigo corporal en mayor o menor grado
desde la más remota antigüedad en el ámbito escolar, familiar, judicial e
incluso militar. Michel Foucault ha sido el filósofo moderno que más ha
estudiado este tipo de represión, por ejemplo, en Vigilar y castigar /
Surveiller et Punir (1975). Fustigar y azotar a los alumnos y a los marinos
díscolos ajenos a la disciplina y la autoridad ha sido una costumbre habitual
entre los británicos hasta bien avanzado el siglo XIX (en Francia se abolió
en 1845), aunque también había asociaciones opuestas a estos
procedimientos en Gran Bretaña, como la Liga Humanitaria, creada en
1891 y disuelta en 1919 a causa de la oposición general al pacifismo de
entonces. Existen otro tipo de castigos más saludables y que cumplen con
el fin de corregir mucho mejor, siempre que cumplan tres puntos: la norma
debe ser previa y conocida y el castigo debe ser proporcionado e inmediato,
no diferido. Por otra parte existen técnicas de corrección como el
compromiso, la sobrecorrección (rehacer lo malhecho), la saciación, la
negociación o los sistemas de recompensas y puntos. 24
Un estudio de Unicef recogía en 2014 que el 80 % de los niños del mundo
de entre 2 y 14 años ha recibido algún tipo de castigo físico. 25 Miles de
trabajos en el área de la psicología han llegado al muy amplio consenso de
que el castigo físico «pone a los niños en riesgo de sufrir daños físicos y
emocionales, así como problemas de salud mental, de conducta y
cognitivos»;26 de hecho, se ha demostrado que el castigo es
contraproducente e incrementa las conductas no deseadas, no tanto a corto
como a largo plazo: la violencia genera violencia; 27 en 1989 la ONU prohibió
los castigos corporales a los niños por medio de la Convención sobre los
Derechos del Niño, ratificada por 192 países, pero no
por EE. UU. y Somalia;28 por otra parte, la ceguera de los docentes ante las
conductas de acoso y bullying entre alumnos es también un tipo de
violencia por omisión. Resulta curioso que en la modernidad muchas veces
la violencia escolar se haya invertido y se ejerza contra los propios
docentes. En el seno de la educación familiar, se comprueba también que
la orfandad (ausencia de padres) o la violencia contra los hijos genera a la
larga efectos insatisfactorios; grandes genocidas de la historia han tenido
casi siempre padres abusadores, alcohólicos y siempre violentos: Mao
Zedong, Stalin, Hitler, y más a pequeña escala, numerosos asesinos en
serie o delincuentes de menor fuste.
La castración estuvo de moda en algunos países de ideología totalitaria no
solo por eugenesia, sino por movedizos criterios morales y correctivos en
forma de castración química de homosexuales, que padecieron incluso
lumbreras como Alan Turing; durante un tiempo estuvo de moda evitar
la epilepsia y algunas otras enfermedades mentales con lobotomías que
dejaban reducido al enfermo a un estado vegetal más cómodo para sus
familiares y cuidadores. La sharia autoriza el uso de castigos corporales a
través de hadices o declaraciones de Mahoma, el Profeta, en el islam:
«¡Que Alá se apiade del hombre, que cuelga el zurriago en casa y lo usa
para educar a su mujer!», dice Abdulá bin Dinar, citado por Al-Zamajari,
quien a su vez evoca el famoso hadiz «cuelga el zurriago donde tu mujer
pueda verlo», que transmite Al-Bujari. En el islam es habitual el uso de
procedimientos violentos de castigo como el fustigamiento, la violación
punitiva o cortar la mano a los ladrones, o se recurre a procedimientos de
ejecución como la lapidación, o arrojar desde un balcón o encerrar en vida
en el caso de las lesbianas. Inversamente, a veces esta violencia correctora
es autoinfligida y verdaderamente educativa cuando se trata de una forma
de expiación religiosa o penitencia.
Violencia criminal[editar]
El crimen espontáneo o el organizado (bandolerismo, piratería, mafias...),
puede tener unas causas sociales y económicas (anomia, pobreza,
exclusión social) o psicológicas (paranoia, esquizofrenia, etc.). Se
manifiesta en formas penalizadas por la ley como la violación y
el asesinato, entre muchas otras. Esta forma de violencia constituye según
algunos autores el anverso de una violencia estática y/o simbólica. Sus
causas identificadas son el urbanismo, los conflictos (violencia
institucional, estructural, sistémica, patronal, interpersonal…); la pobreza y
las desigualdades.
Existen determinadas causas o factores de riesgo vinculados
estrechamente con la delincuencia o la conducta criminal, pese a ser difícil
determinar o identificarlos con exactitud en el propio delincuente. Desde
este punto de vista, prima relevancia señalar la existencia de dos modelos
destinados y enfocados a la prevención de estas conductas criminales,
identificando factores de riesgo y factores de protección.
A) Modelo de riesgo acumulado (RA). Se apoya en considerar que el
comportamiento criminal es producto de la oncurrencia de múltiples factores
relacionados entre sí (causas económicas, pobreza, educación, exclusión
social, etc).
B) Modelo Cascada Dinámica: Prima atención al desarrollo de
competencias y resiliencia por parte del delincuente.
Violencia política[editar]
Artículo principal: Violencia política
Agrupa todos los actos violentos por parte del Estado (véase antes
violencia de Estado) o de sus súbditos contra él que sus autores legitiman
en nombre de un objetivo político (revolución, resistencia a la
opresión, derecho a la insurrección, tiranicidio, «causa justa», terrorismo...).
En su forma intelectual consiste en distintos tipos
de mentira, propaganda y manipulación. Ciertas formas de respuesta
violenta pero proporcionadas (y de resistencia o servicio al restablecimiento
del Estado de derecho), cuando otras soluciones no son ya posibles son
corrientemente admitidas por la moral, por el derecho y por la doctrina de
los derechos del hombre; en caso de legítima defensa, por ejemplo, o
de estado de necesidad, o en caso de resistencia a la opresión de un tirano.
Violencia simbólica[editar]
Artículo principal: Violencia simbólica

Es la tesis de Pierre Bourdieu, quien designa numerosas variedades de


violencias: verbal (eventual primera etapa antes de pasar al hecho); o
invisible, institucional: es también la violencia estructural (Johan Galtung)
cara a la cual los individuos parecen impotentes. Esta última designa
numerosos fenómenos diferentes que favorecen el dominio de un grupo
sobre otro y la estigmatización de pueblos, y puede conducir hasta la
creación de un chivo expiatorio o «cabeza de turco».
Violencia económica[editar]
En derecho civil, la violencia económica es un caso reciente de falta de
consentimiento que justifica anular los contratos cuya conclusión se fundó
sobre esta falta. Es admitida con ciertos límites por los tribunales. Y es en la
actualidad considerada por ciertos juristas como una nueva forma
de violencia tradicional.29 En Francia, la primera cámara civil del Tribunal de
Casación, en una sentencia del 3 de abril de 2002, y sobre el fundamento
del artículo 1112 del Código civil francés, ha juzgado así que «la
explotación abusiva de una situación de dependencia económica, hecha
para aprovechar el temor del mal que amenaza directamente a los intereses
legítimos de la persona, puede viciar el consentimiento de la violencia». 30
Violencia psicológica y patológica[editar]
Es cualquier acto u omisión que dañe la estabilidad psicológica y puede
consistir en: negligencia, abandono, descuido reiterado, celotipia, insultos,
humillaciones, devaluación, marginación, indiferencia, infidelidad,
comparaciones destructivas, rechazo, restricción a la autodeterminación...
Ciertos desórdenes mentales se acompañan de raptos de violencia; en el
ámbito sexual, por ejemplo, el sadismo. En el psicoanálisis también puede
manifestarse como un tipo de represión aprendida patógena, esto es, que
origina enfermedades nerviosas o mentales. Sigmund Freud afirma de
hecho que una pulsión de muerte o tánatos se opone destructivamente a un
segundo principio vital que llama libido o eros. Pero Erich Fromm, por otra
parte, hablando sobre la pulsión de muerte en El miedo a la libertad (1941),
afirma que ese principio tiene un origen exterior o social:
El impulso de vida y el de destrucción no son factores mutuamente
independientes, sino que son inversamente proporcionales. Cuanto más el
impulso vital se ve frustrado, tanto más fuerte resulta el que se dirige hacia la
destrucción; cuando más plenamente se realiza la vida, tanto menor es la
fuerza de la destructividad. Esta es "producto de la vida no vivida"31
Por otra parte, en Anatomía de la destructividad humana (1973), llega a
un compromiso en la controversia entre los instintivas como Lorenz, que
declaran la destructividad del hombre herencia de sus antepasados
animales, y los conductistas como Skinner, para quien no hay rasgos
humanos innatos y todo se debe al condicionamiento social: concede
que existe un tipo de agresión humana que comparte con la animal,
pero de índole defensiva: destinado a garantizar su supervivencia,
mientras que la agresión maligna o destructiva, cuando el hombre mata
sin objetivo biológico ni social, es solo humana y no instintiva. Forma
parte del carácter humano: es una de las pasiones, como el amor, la
ambición y la codicia, tras lo cual hace un estudio clínico o
psicobiografía de Himmler, Stalin e Hitler. En cuanto a la agresión
humana, una de sus fuentes más importantes es "el narcisismo
colectivo... y sin embargo, como todas las demás formas de agresión
defensiva, es reacción a un ataque contra intereses vitales. Difiere de
otras formas de agresión defensiva en que el narcisismo intenso en sí
es un fenómeno semipatológico".
El etólogo Konrad Lorenz, por otra parte, en su obra Sobre la
agresión (1963), demostró que el origen genético de la agresividad
humana provenía del comportamiento observado en muchos animales
cuando estos defienden su territorio (territorialidad), lo que le valió los
ataques académicos de los aferrados a las doctrinas de lo
"políticamente correcto". La superpoblación hace necesaria la defensa
del espacio y la guerra, mientras que la desertización hace
inversamente necesaria la cooperación y el comercio.
Se encontrado recientemente en la orina y en la sangre de pacientes
afectados por ciertas enfermedades mentales una toxina que parece
anormalmente producida por su organismo. Esta toxina (una bufotenina)
no ha sido encontrada en esas dosis más que en pacientes que
presentan trastornos psicológicos y también en pacientes no drogados y
sin contacto con anfibios, pero violentos.32 Se la encuentra en la orina o
sangre de pacientes para todas las grandes enfermedades
psiquiátricas, hasta el punto de que se la ha propuesto como indicador
de diagnóstico.33
La toxina es idéntica a la que se encuentra entre
las bufotoxinas (alucinógenos que provocan síntomas como una
psicosis de tipo esquizofrenia) del veneno de numerosas especies
de sapos. Pero se ignora aún si este proceso está implicado en los dos
casos34 y en determinar si esta molécula está en el origen de los
trastornos mentales en el hombre,35 o si ella misma es un subproducto
de otro proceso patológico. Unos indicios argumentan en todo caso en
favor de ciertas similitudes entre la acción de la bufotoxina sobre el
cerebro, y en particular sobre la degradación de la serotonina y unos
procesos que intervienen en los desórdenes mentales. 36
Violencia natural[editar]
Es la violencia de las fuerzas de la naturaleza; de
las tempestades, inundaciones, sismos, incendios forestales, tsunamis y
otras catástrofes naturales. Es a veces la violencia que el ser humano
percibe del mundo animal (el instinto de caza, rituales de dominación,
etc). Para el filósofo Jean-François Malherbe, no se podría propiamente
hablar de violencia en este último caso:
Se dice que Grecia en la Antigüedad consideraba que la cuestión de la violencia ("bia") no
se planteaba para los animales ("zôoi"), sino solamente en el dominio de la vida humana
("bios"). Esto significa precisamente que la cuestión de la violencia tiene que ver con la
palabra propia de lo humano y sugiere que los animales no son, propiamente hablando,
violentos: sus comportamientos obedecen simplemente a las leyes inexorables de la
naturaleza. La «violencia animal» no es pues más que una proyección antropomórfica
sobre el comportamiento animal
37

Estos son también por otra parte otros tipos de violencia que tienen por
característica la ausencia aparente de conciencia o de voluntad.
También puede hablarse de un tipo de violencia que se ejerce contra el
entorno natural: la vida vegetal de los bosques, las especies animales,
etc.
Ciberviolencia[editar]
Violencia que consiste en que una persona use la violencia (física o
verbal) para ridiculizar a alguno y haga un vídeo, una publicación o
cualquier otra forma de comunicación y la divulgue por Internet o en sus
redes sociales. El 7 % de los vídeos publicados por Youtube en 2010,
esto es, 50.000, pertenecen a ciberviolencia. Y hay una escalada
notable en importancia de la popularidad de este agresivo y agresor
fenómeno estimada en un aumento de más del 57 %.
Violencia de género[editar]
Artículo principal: Violencia de género

La Organización de las Naciones Unidas (ONU) define la violencia


contra la mujer como todo acto que cause «un daño físico, sexual o
psicológico para la mujer, inclusive las amenazas de tales actos,
la coacción o la privación arbitraria de libertad, tanto si se producen en
la vida pública como en la privada». Esto es, violencia doméstica,
asaltos o violaciones sexuales, prostitución forzada, discriminación
laboral, el aborto selectivo por sexo, violencia física y sexual contra
personas que ejercen la prostitución, infanticidio con base en el
género, feminicidio, castración parcial o total, ablación de clítoris, tráfico
de personas, violaciones sexuales en guerras o situaciones de
represión estatal, acoso y hostigamiento sexual —entre ellos
el sadismo y el acoso callejero—, patrones de acoso u hostigamiento en
organizaciones masculinas, represión de la sexualidad heterodoxa y
ataques homofóbicos y transfóbicos hacia personas o grupos o su
tolerancia, entre otras. La erradicación de la violencia de género puede
ser llevada a cabo bajo la transmisión de información y modelos de vida.
Las dependencias gubernamentales, el sector empresarial y los medios
de comunicación tienen un papel de suma importancia en esta acción
así como la constante participación de la sociedad.
Cultura de violencia[editar]
Artículo principal: Cultura de violencia

Es la que se ejerce sobre el individuo y la colectividad heterodoxa por


medio de una cultura ortodoxa acrítica, autorizándola como una
respuesta legítima a cualquier forma de conflicto moral, social o político
e imponiéndola por medio de una ideología, una religión, una cultura,
una moral, una conducta, una educación o simplemente un rol.
Según Johan Galtung crea un marco legitimador de la violencia y se
concreta en actitudes. Se divulga por medio de prejuicios y se plasma
en juguetes, narraciones, películas, dibujos animados, series de
televisión y deportes violentos (caza, toreo, boxeo...) o mediante el
fomento y protección del coleccionismo de armas o la permisividad ante
estas por parte de los estados (venta libre de armas sin control en los
Estados Unidos, uso de minas antipersonales y de armas de
destrucción masiva, etc.) o de las redes
sociales de Internet (ciberviolencia). La educación además interviene en
autorizar o asumir unos roles o conductas violentas u hostiles
determinadas hacia animales, personas, razas o sexos. Impregna la
literatura generando incluso estructuras narrativas que se repiten
incesantemente en culturas como la occidental y dan lugar a lo
que Walter Wink ha llamado el «mito de la violencia redentora». 38 La
facilita el soslayamiento o evitación de conductas empáticas como los
modales o urbanidad. Otro aspecto de esta violencia es la creación
de posverdad o propaganda invisible por medio de la manipulación, por
parte de los medios de comunicación de masas, del pensamiento
colectivo, común o gregario, generando la llamada por Antonio
Gramsci hegemonía cultural. Este tipo de violencia puede ser tácita o
implícita, cuando se ejerce como persecución subliminal,
la censura implícita o en forma de autocensura y autocontrol que se
espera generar en diferentes individuos sin que se pida abiertamente.
Violencia religiosa[editar]

Masacre del día de San Bartolomé, por el pintor hugonote François Dubois

Artículo principal: Violencia religiosa

Entre las creadas por el fenómeno denominado ideología, es la que


inspiran las distintas religiones o creencias exclusivistas contra aquellos
(casi siempre en proporción minoritaria) que no son de su fe o credo o
no comparten similares ritos, a causa de no haberse desarrollado en su
sociedad un grado suficiente de tolerancia humana y social.
Véase ortodoxia y heterodoxia.

La violencia como fenómeno filogenético[editar]


Un grupo de investigadores españoles ha investigado la violencia como
fenómeno filogenético, manejando coeficientes de violencia de especies
animales y humanas a lo largo de la prehistoria y de la historia. Sus
resultados estiman que el progreso humano ha bajado la violencia del
homo sapiens del 2 % al 0,001 moderno actual.39 Por otra parte,
la Declaración de Sevilla de 1986, elaborada por un grupo de científicos
de la UNESCO, enfrentó las teorías ambientalistas y biologicistas sobre
el origen de la violencia concluyendo lo siguiente:
Es científicamente incorrecto afirmar que tenemos una tendencia a
la guerra heredada de nuestros ancestros animales. Aunque la lucha sea un
fenómeno frecuente en el reino animal, se conocen pocos casos de lucha
organizada entre grupos de la misma especie, y en ninguno de estos se
emplean herramientas como armas [...] Es científicamente incorrecto afirmar
que la guerra o cualquier otra forma de conducta violenta está genéticamente
programada en la naturaleza humana [...] Es científicamente incorrecto afirmar
que en el curso de la evolución humana ha habido una selección hacia la
conducta agresiva en mayor medida que hacia otro tipo de conducta [...] Es
científicamente incorrecto afirmar que los humanos tenemos un "cerebro
violento" [...] Concluimos que la biología no condena a la humanidad a la
guerra, y que la humanidad puede librarse de las ataduras del pesimismo
biológico y, afrontar con confianza los cambios necesarios para ello.40

Véase también[editar]
 Acoso escolar o Bullying
 Agresividad
 Censura
 Ciberacoso
 Estigmatización
 Gaslighting
 Genocidio
 Guerra
 Homicidio
 Impunidad
 Ira
 Linchamiento
 Limpieza étnica
 Mal
 Maltrato emocional
 Miedo
 No violencia
 Pacifismo
 Represión
 Sadismo
 Sometimiento
 Tortura
 Triángulo de la violencia
 Victimología
 Violencia simbólica

Referencias[editar]
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Toooth and Claw: Violence in NonHuman Animals». The Oxford Handbook of
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14. ↑ Cf. J. A. Sucasas, op. cit., p. 142.
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Bibliografía[editar]
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