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TEORIA Y PRÁCTICA DE LA

ARGUMENTACIÓN

TEMA : DELINCUENCIA: SICARIATO JUVENIL

CARRERA : ARQUITECTURA

ALUMNO : ANYOSA MANCILLA JHONNY DANIEL

DOCENTE : TUDELANO VILLANUEVA CARLOS ALBERTO

SECCION : 20102

SEDE : LIMA CENTRO

FECHA : 28 DE NOVIEMBRE DEL 2019

2019 – 2
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Esquema de ideas del texto: Sicarios juveniles, un entrenamiento mortal

1. Introducción

1.1. Contexto: - Incremento de asesinatos y homicidios en Latinoamérica.


- Perfil criminal de los adolescentes ante un crimen.
- Los beneficios que se obtendría si se modifican las leyes
1.2. Controversia: ¿Consideras que se debería bajar la edad de inimputabilidad para
sicarios menores de 18 años que cometen delitos graves?
1.3. Tesis: A favor
1.4. Anticipación: Sustentación con tres argumentos.

2. sí, porque se ha comprobado que son principales los protagonistas del incremento de
homicidios y asesinatos encargados por bandas criminales.

2.1 Caso Argentina: Escuela de sicarios


2.1.1 Estudio Banco Mundial y Naciones Unidas (2009.) las organizaciones
criminales reclutan menores de edad para evitar condenas en las cárceles y generar
impunidad.
2.1.2 En 2010, se contabilizaron 255 detenciones de menores involucrados
en casos de asesinatos.

2.2. Caso de Honduras: Uno de los países más violentos del planeta
2.2.1. Informe Centro Electrónico de Documentación e Información Judicial señala
que entre 2009-2014 se iniciaron acciones judiciales contra 6835 menores de
edad por delitos de sicariato.
2.2.2. Los menores entre 12 a 18 años acusados de homicidio representan el 15 %
de todas las detenciones.

2.3. Caso de México: Adiestramiento para matar


2.3.1. Los registros policiales señalan que en la actualidad hay al menos diez
bandas criminales poderosas que incluyen menores de edad entre sus
miembros.
2.3.2. Un total de 624 menores fueron procesados por homicidios múltiples a causa
de un entrenamiento que recibieron para convertirse en máquinas de matar.

3. sí, porque la forma de su accionar demuestra que adquirieron una madurez precoz
como para hacerse responsables de sus propios actos delictivos.

3.1. Por madurez precoz entendemos que es la capacidad de comprender el grado de


responsabilidad de sus acciones delictivas, uso de la inteligencia para de cometer un crimen,
empleo de diversas estrategias en sus actos y la toma de decisiones sobre su tipo de
educación y entorno social y laboral con el fin de obtener un lucro, lo que manifiesta su
habilidad para cometer un homicidio.

3.1.1. Empiezan sus actividades ilícitas a cargo de personas que los preparan, por
medio de “escuelas” de sicariato, en donde reciben cursos teóricos y prácticas para
cometer un crimen a diario hasta perfeccionarse.

3.1.2. Realizan trabajos de sicariato a cambio de dinero fácil, asociándose con otros
delincuentes mayores que ellos para aprender de ellos y optar por una vida

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delictiva sin remordimientos, sin importarle la vida humana ni los derechos de los
demás.

3.1.3. Realizan un arduo trabajo de investigación con otros miembros de la


organización, labores de seguimiento y reglaje a sus víctimas antes de asesinarla
para conocer sus movimientos rutinarios y no fallar en su misión.

4. sí, porque las penas para los infractores deben ser aplicadas tal como lo establece la
constitución referida a la igualdad legal si se comprueba su participación en un acto
delictivo sin importar la edad que tenga.

4.1. Igualdad legal quiere decir la modificación de las leyes que protegen a los sicarios
menores de 18 años de ser procesados por delitos graves, lo que permitiría disminuir el
índice de criminalidad en nuestro país.

4.1.1. El endurecimiento de las penas para los sicarios adolecentes contribuye a


prevenir más hechos delictivos del mismo grado de violencia a futuro y que se
sigan formando nuevas generaciones, disuadiendo a potenciales delincuentes
juveniles.

4.1.2. Las sanciones drásticas contra los sicarios juveniles y para aquellos que
comentan otro tipo de delitos fortalecerán las instituciones básicas de la sociedad
en la lucha contra el crimen.

4.1.3. Las penas impuestas a los jóvenes que cometan sicariato u otro acto
delictivo servirán como lección para que los jóvenes tomen conciencia y puedan
retornar hacia las actividades legales. 

5. Cierre

5.1. Conector: En conclusión


5.2. Resumen: si se debería bajar la edad de inimputabilidad, debido a que a su grado de
responsabilidad, suficientemente conscientes de sus actos y las leyes establecen
igualdad para todos.
5.3. Reflexión: Modificación en las leyes peruanas.

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Sicarios juveniles, un entrenamiento mortal

No cabe duda que la delincuencia juvenil es un fenómeno muy representativo desde


muchos atrás, ya que las cifras de homicidio y asesinato crecen cada día más, no solo en
nuestro país, sino también en todo Latinoamérica. A diario somos testigos de delitos
cometidos por menores de edad, quienes son utilizados para cometer diversos crimines,
entre ellos, el más despiadado: asesinatos por encargo, según afirma el Banco Mundial
mediante sus datos estadísticos estremecedores. Aparte de ello, debido a la manera
meticulosa de manejar sus actos y tomar decisiones demuestran que son lo
suficientemente “maduros” como para hacerse responsables de sus acciones delictivas y
asumirlas como mayores de edad. Nadie derecho a pisotear la constitución, mucho
menos delincuentes que escudándose detrás de la menoría de edad genere impunidad en
las calles ¡Igualdad para todos! ¡Mano dura contra la delincuencia señores! Por ello, es
que nos hacemos la siguiente pregunta: ¿Consideras que se debería bajar la edad de
inimputabilidad para sicarios menos de 18 años que cometen delitos graves? Desde
nuestro punto de vista, consideramos que es evidente que sí se debería bajar la edad de
inimputabilidad. A continuación, pasaremos a sustentar nuestra tesis con tres
argumentos sólidos.

En primer lugar, se ha comprobado que son los principales protagonistas del incremento
de homicidios y asesinatos ocurridos en distintas partes de Latinoamérica. Un país
donde se comprueba ello es Argentina, cuyo índice de sicariato juvenil se ha
incrementado en los últimos años. De hecho, un estudio elaborado por el Banco
Mundial y Naciones Unidas en el 2009, reveló que las organizaciones criminales
reclutan menores de edad para evitar condenas en las cárceles y generar impunidad,
trayendo como consecuencia la detención de 255 menores por asesinatos en el 2010.
Incluso, señala que en 2012 fueron recluidos por delitos graves 873 jóvenes y aumento
la cifra a 1,142 adolescentes en el 2014. Esto ha producido resultados negativos para la
sociedad argentina. Otro país donde se evidencia una situación similar es Honduras, que
presenta un mayor número de cifras debido a homicidios producidos por menores de
edad. De acuerdo a un informe hecho por el Centro Electrónico de Documentación e
Información Judicial, entre el año 2009 a 2014, revela que se iniciaron acciones

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judiciales contra 6835 menores de edad por delitos de sicariato y que 45,000
adolescentes son investigados por delitos del fuero común. Además, los menores entre
12 a 18 años acusados de homicidio representan el 15% de todas las detenciones. Esto
se debe a que las bandas criminales hondureñas cada vez se aprovechan más de menores
de edad para que cometan homicidios. En México, la situación con los delincuentes en
muy similar. Los registros policiales de ese país señalan que en la actualidad hay al
menos 10 bandas criminales poderosas que incluyen menores de edad entre sus
miembros y son precisamente ellos lo que cometen el crimen siendo guiados por los
líderes que son mayores de edad. Esto trajo como consecuencia que un total 624
menores fueran procesados por homicidios múltiples a causa del “entrenamiento” que
recibieron para convertirse en máquinas de matar.

En segundo lugar, la forma de su accionar demuestra que adquirieron una madurez


precoz como para hacerse responsables de sus actos delictivos dejando de lado su
apariencia física y su edad. Por madurez precoz entendemos que es la capacidad de
comprender la responsabilidad de sus acciones delictivas y toma de decisiones sobre su
tipo de educación, entorno social y laboral, con el fin de obtener un lucro lo que
manifiesta su habilidad para cometer un homicidio. Como se puede contemplar, para
obtener la madurez no necesariamente se necesita cumplir los 18 años de edad. Al
estudiar este mundo delincuencial, se aprecia que inician sus actividades ilícitas a cargo
de personas que los preparan, por medio de “escuelas” de sicariato, lugar en que reciben
cursos teóricos y prácticas para cometer un crimen, la asistencia es a diario hasta
perfeccionarse criminalmente. Además, realizan trabajos de sicariato por encargo a
cambio de la suma de 2,000 soles, y hasta menos, por persona muerta, realizan
publicidad por las redes sociales de sus servicios y se les puede contratar por internet
como una manera de proteger la identidad de la persona que los contrata. Siempre se
encuentran asociados con delincuentes mayores que ellos para aprender más, decidiendo
así una vida sin remordimientos, no importándoles la vida humana ni mucho menos los
derechos de los demás. Por si no fuera poco estos “niños del mal” realizan un arduo
trabajo de investigación con otros miembros de la organización, labores de seguimiento
y reglaje a sus víctimas antes de asesinarla para conocer sus movimientos rutinarios y
no fallar en su misión. “Cuando las personas tienen enemigos y no se quieren
comprometer, contratan a los menores de edad para que los asesinen, es la mejor manera

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de buscar impunidad”, tal como lo menciona Fernando Murillo Orrego, ex jefe de la
División Antisecuestros de la Policía Nacional.

Por último, las penas para los infractores deben ser aplicadas tal como lo establece la
constitución que va referida a la igualdad legal que poseen todas las personas si se
comprueba su participación en un acto delictivo sin importar la edad que tenga.
Igualdad legal quiere decir que deben modificarse las leyes que protegen a los sicarios
menores de 18 años de ser procesados por delitos graves como el Código Civil Penal y
el Código del Niño y al Adolescente, lo que permitiría disminuir el índice de
criminalidad en distintas partes de Latinoamérica. Como se observa la igualdad legal, no
tiene nada que ver con la menoría de edad si se comprueba el grado de culpabilidad al
cometer actos delincuenciales, tal como sucede en el caso de otros países que sus
tribunales juzgan y castigan a menores de edad por cometer actos delictivos,
estableciendo por encima la ¡Justicia! Al tomar estas medidas radicales podría traernos
múltiples beneficios en bien de a sociedad, por medio del endurecimiento de las penas
para los sicarios adolecentes prevendría más hechos delictivos del mismo grado de
violencia a futuro y que se sigan formando nuevas generaciones, disuadiendo a
potenciales delincuentes juveniles. Además, estas medidas no solo fortalecerían las
instituciones básicas de la sociedad en la lucha contra el crimen en la delincuencia
juvenil, o en un ámbito global. Sino también, serviría como lección para que los
jóvenes tomen conciencia, ordenen sus ideas y piensen dos veces antes de tomar una
mala decisión en su vida civil, que tengan presente que retornar hacia las actividades
legales debería convertirse en su principal objetivo. 

En conclusión, consideramos que sí se debería bajar la edad de inimputabilidad para


adolescentes que cometen delitos graves, debido a las estadísticas reveladoras que
comprueban que ellos son los principales protagonistas por la ola de homicidios y
asesinatos en distintas partes del mundo. Además, por la forma de su accionar
demuestran que han adquirido una madurez que podría compararse a la de un mayor de
edad, lo suficiente como para hacerse responsables de sus actos criminales. Inclusive,
las penas deben ser aplicadas como lo establece la constitución que va referida a la
igualdad legal que poseen todas las personas si se comprueba su participación en un
acto delictivo sin importar la edad que tenga. Por ello, el Poder Legislativo debería

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modificar las leyes penales con respecto a los procesos judiciales y medidas correctivas
que se imponga en contra los menores de edad que cometen un crimen, modificar el
Código del Niño y el Adolescente para evitar que lo sigan utilizando como escudo
generando impunidad y aumentar la severidad de las condenas para jóvenes y
adolescentes sicarios, debido a los diversos sucesos demostrados en el presente ensayo.

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