Entre las propiedades dermatológicas de la avena, las que mas interesantes me
resultan son el efecto limpiador que ejercen sus partículas sobre la piel y que, al estar compuesta de lípidos evita la deshidratación de la piel con lo que mantiene el efecto barrera de la piel. También se puede destacar que, debido a su composición en fósforo, disminuye la dureza del agua con lo que ejerce poder suavizante. Y que las proteínas que la contienen contribuyen a mantener el pH 5,5 en la piel. Además tiene un elevado poder hidratante y emoliente de la piel. ¿Cómo negarse a utilizar un jabón de avena? En la composición de mi jabón decidí ir más lejos, por ello incorporo germen de trigo que es una fuente importante de vitamina E la cual neutraliza los “radicales libres” que son responsables del envejecimiento de la piel. Resumiendo: Limpiador de la piel, potencia el efecto barrera de la piel, suavizante, mantenimiento del pH, emoliente, anti-envejecimiento. El jabón de avena es benéfico para cualquier persona con piel grasa o propensa al acné, debido a que la avena absorbe el aceite sin resecar. La avena tiene propiedades astringentes y ayuda a extraer el aceite de la piel. Usar jabón de avena puede restaurar el pH natural de la piel y no interfiere con la efectividad de otros tratamientos contra el acné o productos para la piel. JABÓN DE AVENA Rendimiento: de 12 a15 piezas Tiempo de preparación: 1 semana Ingredientes: 150 g de avena 300 g de jabón neutro 1 taza de leche Esencia de su preferencia (opcional)* 300 ml de agua Preparación: Remoje la avena en la leche durante dos horas. Coloque el jabón rallado en el recipiente de metal con 300 ml de agua e introduzca al baño María; cuando adquiera una consistencia de pasta semilíquida, retírelo del fuego. Vierta de inmediato en la cacerola la mezcla de avena, ponga a calentar a fuego suave y agregue el jabón para formar una especie de atole, moviendo constantemente con la pala de madera hasta incorporar el jabón; la pasta estará lista cuando al revolverla se pueda ver el fondo de la cazuela. Finalmente, agregue la esencia, agite durante diez segundos y retire del fuego. Envasado y conservación: Vierta el jabón en los moldes y déjelos secar aproximadamente una semana. Cuando estén completamente secos de arriba voltéelos. No olvide colocarles una etiqueta con el nombre del producto y la fecha de caducidad. Es conveniente envolver los jabones con papel celofán y guardarlos en un lugar limpio y seco. El producto elaborado mediante esta tecnología tiene una duración aproximada de tres meses.