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IDEA BOOKS, S.A.

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Título de la colección
ATLAS TEM ÁTICOS

Texto e ilustración
© 1996 IDEA BOOKS, S.A.

Redacción / J. M. Thomas-Doménech

Ilustraciones/J. M. Thomas-Doménech

Diseño de la cubierta / Huís Lladó Teixidó

Printed in Spain by
Emegé, Industria G ráfica, Barcelona

ED ICIÓ N 1997

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A n g io s p e r m a s
R e lac io n e s y a fin id a d e s entre los
p rin c ip ale s g r u p o s u e g e t a le s

G im n o s p e r m a s

P te rid ó íito s

B rió fito s

Eum ¡c e le s
R o d ó íito s

G lo r o fíc e a s F ic o n u c e te s

C a ró fito s

M ix ó fito s
C o n y u g a d ó fito s

H é tc r o c o n la s

Esq u izófitos

Feófitos
C r is o fíc e a s

B a c ila rió íito s D in o fla g e la d a s

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La célula uegetal

En sentido biológico, la célula es la unidad Movimientos del citoplasma.— Son éstos de


fundamental de todo organismo. Fisiológica­ tres clases: a) movim iento de traslación de io­
mente considerada es indivisible, pero mor­ nes y de moléculas, formando corrientes que
fológicamente consta de dos partes vivas: el van en todos sentidos, los cuales son debidos
citoplasma y el núcleo, constituyendo ambos a los intensos fenóm enos físico -q u ím ico s
lo que se llama protoplasma, y de una tercera provocados, principalm ente, por el metabo-
parte, las membranas celulares, que forman ismo celular. Con ellos son arrastrados tam­
el metaplasma y vienen a ser como una se­ bién los corpúsculos más volum inosos, tales
gregación de las otras dos. como los plastidios, condriosomas y el mis­
mo núcleo. En la intensidad de estas corrien­
EL CITOPLASMA tes influye la temperatura, la luz, las cargas
eléctricas, el pH interno y externo, etc.; b)
El citoplasma tiene el aspecto de una sustancia m ovim iento pulsátil es el observado en los
viscosa, transparente, no soluble en el agua, vacúolos de algunos grupos taxonóm icos, y
de naturaleza coloidal complicada, pues no es consiste en contracciones rítmicas de diversa
un sol ni un gel; tampoco es una sustancia ho­ frecuen cia; c) m ovim iento brow niano es el
mogénea, ya que posee una estructura deter­ que tienen las moléculas contenidas en pe­
minada. En su masa se observan pequeñísimos queñas inclusiones y en el citoplasma. Con­
granulos más refringentes, los condriosomas, y siste en choques incesantes entre dichas mo­
otros corpúsculos diversamente coloreados y léculas y contra las paredes de la inclusión,
de naturaleza varia, llamados plasticlios. En las m o vim ie n to que se c o m u n ic a tam b ién a
células adultas existen en el citoplasma una o otros corpúsculos.
varias cavidades, los vacúolos. Todo este con­
tenido citoplasm ático constituye el llamado Los condriosomas
paraplasma celular (fig. 1). Son partes esenciales del citoplasm a, pues
La estructura del citoplasma está determinada aparte de algunos Esquizófitos existen en to­
por m acrom oléculas de proteína (fig 2), de das las células vegetales. Se trata de pequeñí­
peso m olecular a veces superior a 150.000, simas masas incoloras, visibles sólo con el ul­
constituidos por largas cadenas de am inoáci­ tramicroscopio o con el m icroscopio óptico
dos. De estas cadenas arrancan otras laterales si se emplea una tinción adecuada y median­
de composición quím ica muy diversa (figura te operaciones bastante delicadas (figura 8).
3), unidas entre sí mediante enlaces homopo- Desde el punto de vista físico-quím ico pare­
lares y heteropolares de cohesión y de valen­ ce que se trata de coacervatos, es decir, de
c ia , en laces que se producen y se anulan partículas coloidales en vías de deshidrata-
continuam ente. A sí pues, las m oléculas de ción, unidas por la tensión de las superficies
proteína se unen entre sí mediante sus cade­ de agua que las envuelven (fig. 6). Q uím ica­
nas laterales. Todo ello da lugar a la forma­ mente están constituidos por proteínas, lípi­
ción de un fino retículo, entre cuyas mallas dos y ácido ribonucleico. Este último es un
se encuentra agua con sales disueltas, cade­ á cid o o rg án ico de co m p lica d a m o lé cu la ,
nas y m icelas lipoides, etcétera, las cuales no compuesto por cuatro nucleótidos, o de un
están repartidas de un modo uniforme, sino múltiplo de cuatro (fig. 7).
que el agua se une a los grupos hidrófilos Por su forma los condriosomas se dividen en
(O N “, N H =) de las proteínas, y los lípidos, a m ito co n d rio s (fig. 8), de aspecto granular;
los grupos Iipófilos (C H 3~) de las mismas para condriocontos si tienen forma bacilar, y con-
condensarse con ellas (fig. 4). driom itos cuando se presentan en gránulos
La parte externa del citoplasma, la que está en arrosariados. En cuanto a su funció n, unos
contacto con el medio ambiente, tiene una es­ Darecen no tener ninguna y se les da el nom­
tructura algo distinta. Debido a la tensión su­ bre de condriosom as inactivos; otros, en los
perficial y a la absorción, se forma un estrato que se puede seguir una evolución hacia la
de moléculas lípidas dispuestas polarmente y forma plastidio, reciben el nombre de co n ­
formando mosaico con las proteínicas. Este es­ driosom as activos.
trato tiene propiedades muy importantes para Los centrosomas. — Orgánulos de composi­
el intercambio de iones y moléculas intra- y ción no bien conocida, que, situados cerca
extracelulares; es decir, su estructura determi­ del núcleo, proliteran hasta convertirse en un
na la semipermeabilidad de la célula y regula cuerpo alargado. Son el origen de los cilios y
los fenómenos osmóticos. Recibe el nombre los flagelos. En la cariocinesis se desplazan a
de membrana protoplasmática (fig. 5). los polos del huso.

ATLAS DE BOTÁNICA

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El c i t o p l a s m a
H/1

M em brana protoplasm ática

N úcleo
V acú o lo s

Fig. 2.- Fragmento de una m olécula de proteína.

H om opolares

Fig. 1.- Corte sem iesquem ático de


una cé lu la vegetal.

eteropolare

H eteropolares

H om opolares
Fig. 3.- N aturaleza de las cadenas laterales que
F ig -4.- Modos de en lace de las cadenas laterales
forman el retículo citoplasm ático.
entre sí.

Estratos lipoides

0 Á cid o fosfórico

Retículo
proteínico

1
Fig. 5.- Esquema de la estructura m olecular de la

a Pentosa (ribosa) membrana protoplasm ática.


Condriosfera Condriom itos

C ond rioco ntos

o2 q
Base p irim íd ica

ogo
Fig. 6.- Form ación de un coacervato. Fig. 7.- Estructura de un nucleótido. Fig. 8.- Condriosom as.

LA CELULA
ÉLULA ’VEGETAL

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La cé lu la u e g e t a l

LOS PLASTIDIOS m ultiplican por división directa.


Lo más esencial del cloroplasto son los gra­
Son pequeños orgánulos contenidos en el c i­ na, corpúsculos de color verde, cuyo tamaño
toplasma, que se forman a partir de los proto- oscila entre 0,4 y 2 p, y se colocan entre las
plastos, los cuales provienen, a su vez, de la mallas del estroma, paralelamente a la super­
evolución de ciertos condriosom as activos, ficie externa del plastidio (fig. 2). Tienen for­
llam ados por esta razón plastidiógenos. Su ma deprimida más o menos discoidal y están
función principal es trófica y de síntesis. formados por varios estratos proteínicos, de
La mayoría de ellos tienen la facultad de ela­ 250A de espesor, alternando con otros de le-
borar diversas sustancias y pigmentos. Según citina, de xantofila y de clorofila de 50Á (figs.
sea el color de éstos y la naturaleza de la fun­ 3 y 4). ^
ción plastidial reciben diversas denom inacio­ La lecitina. — Es un fosfoaminolípido forma­
nes: leucoplastos, si el pigmento es blanco o do por una molécula de ácido fosfórico este-
carecen de él: crom oplastos, cuando el pig­ rificada, de una parte, por el grupo alcohóli­
mento es de color rojo o amarillento y no es co de un am ino-alcohol (colina) y de otra,
apto para la síntesis de los glúcidos; amilo- por un alcohol polivalente de radicales gra­
pla sto s, si producen y acum ulan alm id ó n; sos (fig. 5).
cloroplastos, si contienen pigmento verde, el La clorofila.— Es el pigmento de color verde
cual puede estar enm ascarado por otro de contenido en los grana y el que com unica es­
color pardo, y entonces reciben el nombre te color a la mayor parte de os vegetales que
de feoplastos, o por otro de color rojo, desig­ lo contienen. Su macrom olécula tiene la es­
nándose en este caso con el nombre de rodo- tructura representada en la fig. 6. Se compo­
plastos. ne de una larga cadena fitólica y de un grupo
No se trata, pues, de diversas clases de plasti- porfirínico con los cuatro anillos pirrólicos
dios, sino de una sola entidad apta para de­ enlazados por el magnesio. Es un éster que
sempeñar diversas funciones fisiológicas, se­ por saponificación da una m olécula de fitol,
gún lo requiera el estado de la célula o del otra de alcohol metílico y un ácido bibásico.
vegetal. Así, el tipo cromoplasto puede trans­ La clorofila se dispone en películas unicelu­
formarse en el tipo cloroplasto, el leucoplas- lares entre los estratos de proteína y de leciti­
to en cromoplasto, etc. Estos cambios origi­ na, de modo que por su grupo pirrólico se
nan, en ciertos momentos, formas mixtas de une a la proteína y por su grupo fitólico, a la
transición, difíciles de determinar con exacti­ lecitina (véase figura 4). Mediante el análisis
tud, por lo que en estas fases los plastidios cromatográfico (uso de disolventes adecua­
reciben el nombre de plastidios intermedios. dos combinado con el poder de absorción de
algunos sólidos) se han podido separar dos
Los cloroplastos c lo r o f ila s p r in c ip a le s : la a - c lo r o f ila
(C55H720 5N4Mg), de color azul cuando sóli­
Tienen, en general, forma ovoide o redondea­ da, y la fc-clorofila ( C „ H 70O ,N 4Mg), de color
da (fig. 1 ). Su tamaño suele estar com prendi­ verde oscuro, soluble en alcohol m etílico,
do entre 3 y 10 p en la mayoría de las célu­ Ambas clorofilas tienen parecida estructura,
las. En las algas tienen mayores dimensiones diferenciándose solamente en que la ft-cloro-
y presentan formas variadas. Su masa está t’ila tiene un carbono oxidado más, en forma
formada por un retículo proteínico esponjo­ carbonílica.
so, el estroma, conteniendo entre sus mallas La xantofila. — Pertenece al grupo de los ca-
agua, lipoides, glúcidos, fermentos (clorofila- rotinoides. Éstos son compuestos politerpéni-
sa, deshidrasas, oxidasas, etcétera), compues­ cos con carbonos en número múltiple de cin ­
tos inorgánicos de hierro, hierro coloidal y co, formando largas cadenas abiertas con va­
p ig m entos: caro ten o (C 4ÜH - J y x a n to fila rios enlaces dobles y metilos esparcidos regu­
(C40H 56O 2). En su parte central existe un va- larmente (fig. 7). A estos dobles enlaces se
cúolo que contiene agua, glúcidos y materias atribuyen los espectros de absorción y la co­
proteicas. Los cloroplastos de ciertas algas in­ loración de estas sustancias. En la figura 7 se
feriores contienen uno o varios corpúsculos ha representado una m olécula del ^-carote­
centrales, los pirenoides, formados principal­ no, en la cual, si se sustituyen cada uno de
mente por proteínas cristalizables de reserva, los dos hidrógenos A y B por un hidroxilo
rodeadas casi siempre de gránulos de alm i­ O H , tendremos una m olécula de xantofila.
dón. El número de cloroplastos suele ser bas­ En el hígado de los animales y por la acción
tante elevado dentro de una misma célula, del enzim a carotenasa, la molécula de B-ca-
número que va aumentando a medida que rateno se rompe por C C , dando dos m olécu­
ésta crece, debido a que los cloroplastos se las de vitamina A.

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El c l o r o p l a s t o
R/2

IfClTINA
VClOKOfUA
Citoplasm a Cloroplastos P R O T E ÍN A
¡ ca . 50 A
ca. 250 Á
I ca . 50 A

1000 A = 0,1 /.i

Fig. 3 .- A lternancia y dim ensiones de los estratos


N úcleo proteínicos y clorofílicos en los grana.

i« T i iT lin I I i
P R O T E ÍN A

M em brana protoplasm ática

o
cu

Fig. 1.- U na célu la con


•<

11I I 1I1 1 I11


sus cloroplastos. o
cu

P R O T E ÍN A

Fig. 4.- D isposición y enlaces de las m oléculas de clo ro ­


fila, lecitina y xantofila en los estratos clo ro fílico s.

Fig. 2.- Cloroplasto con sus grana. A la


derecha, uno d_e los grana con sus es­
tratos disociados.

A lco h o l polivalente
co n rad icales ácido s

Fig. 6 .- M olécula de clo ro fila, formada por un


grupo p irró lic o , con m agnesio, y una larga
cadena fitólica.
A m in o alco h o l

Fig. 5.- N úcleo principal de una m olécula de lecitin a.


F¡g- 7.- M olécula de caroteno. Si se sustituyen los
Las R indican radicales ácidos.
dos H , situados en A y B, por dos O H , resulta una
m olécula de xantofila.

LA CÉLULA VEGETAL
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La cé lu la u e g e t a l

Función de los cloroplastos droliza, dando primeramente dextrina, luego


maltosa y, finalmente, glucosa. Esta es trans-
La clo ro fila, debido a su color, absorbe las aortada, en estado de solución, hasta las cé-
radiaciones lum ínicas cuya longitud de on­ ulas de los diversos órganos reservantes de
da se halla com prendida entre los 6000 y la planta (raíces, rizomas, tubérculos, bulbos,
los 7500A , o sea, las que corresponden a la etc.), donde, previa polim erización, vuelve a
luz roja. La energía de estas radiaciones ab­ formar alm idón, llamado en este caso alm i­
sorbidas sirve de manantial energético para dón secundario o de reserva (fig. 3).
el desarrollo del proceso llam ado fotosínte­ La forma de los granos de almidón es distinta
sis clo ro fílica , el cual consiste, fundam ental­ según la especie vegetal de donde proceden
mente, en que mediante el agua, el anhídri­ y es característica de muchas de ellas. Así,
do carb ó nico y la correspondiente energía son lineales y en forma de fémur (halterifor-
(energía lu m ín ica transform ada en energía mes) en el látex de las euforbias; poligonales
quím ica) se forma glucosa (células sacarót'i- en el m aíz; grandes y ovoides en la patata
las), la que por polim erización, con elim ina­ (véase fig. 3); múltiples y ovoides en los gra­
ción de una m olécula de agua, puede dar nos de avena (fig. 4), etc.
alm idón (células am ilófilas). De una manera
global el proceso puede expresarse como si­ IN CLUSION ES DEL CITOPLASMA
gue : 6 C 0 7+ 6 H 20 + 6 7 4 0 0 0 c a l . —>
—>C6H 120 6+ 6 0 2. Ciertas inclusiones tienen el aspecto de goti-
Un esquema del desarrollo del mismo viene tas lip o id es. Están form adas por otras aún
representado en la figura 1. Se han tomado más diminutas de grasa, englobadas por una
como punto de partida las siguientes cantida­ sustancia hidroproteica. Constituyen el lla ­
des: 8 cuantos de luz, 4 moléculas de agua y mado eleo som a . O tras inclusiones son los
4 m o lé cu las de an h íd rid o c a rb ó n ic o . Los cristaloides proteicos.
cuerpos A y B son m oléculas orgánicas de Los vacúolos.— Son cavidades de forma más
elevado peso atóm ico. También intervienen o menos irregular, situadas en la masa del c i­
diversos enzim as, tales como deshidrasas, ca- toplasma. Cuando la célula es joven son nu­
talasas, etc. Los 8 kV son los consumidos en merosos y pequeños; a medida que aquélla
el transporte de los 4 H desde A a B. El agua va creciendo son mayores y en menor núme­
actúa, en este caso, como dador de hidróge­ ro; en las células adultas ocupan casi todo el
no, y el anhídrido carbónico, como aceptor espacio celular, de manera que el citoplasma
del mismo. y el núcleo están como pegados a la mem­
Empleando luces m onocrom áticas, azules y brana. La zona que los separa del citoplasma,
verdes, se verifica el mismo fenómeno, aun­ sin límites propios, es de naturaleza lipoide,
que con menor intensidad, lo cual demuestra dispuestas sus moléculas de modo semejante
que tanto los carotenos como las xantofilas a las que forman la membrana protoplasmáti-
del plastidio intervienen en la absorción de la ca (lám . A/1).
energía lum ínica. El contenido de los vacúolos es variadísimo,
pero siempre de reacción ácida. Además del
Inclusiones de los cloroplastos agua, las principales sustancias en ellos con­
tenidas son: Antocianos, pigmentos glucósi­
La más frecuente es el alm idón, como pro­ dos que com unican los colores rojo, azul y
ducto resultante indirecto de la fotosíntesis violado a las flores, a los frutos y a ciertas ho­
clo ro fílica . Es un polisacárido formado por jas (cianina del azulejo, pelargonina del gera­
una cadena de radicales de a-glucosa en nú­ nio). Flavonas, heterósidos, que, solos o con
mero va ria b le y cuya fórm ula em p írica es la xantofila, dan el color am arillo o el blanco
(C6H 10Oc)n. E s poco soluble en el agua, dan­ según su concentración. Inulina, hidrato de
do con ella y en caliente el llamado engrudo carbono de reserva, sem ejante al alm idón.
de alm idón. Se colorea de azul con el yodo, Aleurona, granos formados por un cristal pro­
aunque hay variedades que se colorean de teico y gránulos de fitina (globoides) envuel­
rojo (almidón de arroz de lirio), otras de vio­ tos por una membrana común (fig. 5). Á cidos
leta (el de las algas verdes) y otras que no se o rg á n ico s (o x á lic o , tartárico). C rista les de
colorean (el de las Flageladas). El alm idón oxalato cá lcico (figura 6, A) individuales, en
elaborado por el cloroplasto y retenido den­ drusa o formando rafidio (fig. 6, B). G lu cósi­
tro de la célula (fig. 2) constituye el llamado dos, taninos, aceites, resinas, esencias, gra­
alm idón p rim a rio, autóctono o de asim ila­ sas, enzim as (I ipasas, amilasas, proteasas), al­
ción. Debido a la acción de ciertos enzimas caloides (atropina, cafeína, digitalina, estric­
(amilasas) y de los ácidos, este almidón se h¡- nina).

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El c l o r o p l a s t o
R/3

I?

Fig. 1.- Esquema de fotosíntesis clo ro fílica, tomando com o punto de partida 8 cuantos de lu z, 4 m oléculas de agua y 4 molécu
las de anhídrido carbónico.

Inclusiones del cloroplasto

Fig. 4.- Algunas formas de granos


de a lm id ó n : A , del látex de le-
c h e tre z n a ; B, d el m a íz ; C , del
grano de avena.
Fig. 2.- A lm idón prim ario elaborado Fig. 3.- Alm idón secundario ele reserva en las
por los cloroplastos. célu las del tubérculo de la patata.

Inclusiones de los vacúolos

Fig. 6.- Cristales de oxalato c a lc ic o . En A , un cristal


Fig. 5 .- G ran u lo s de aleurona en las células del tetraédrico y otros en drusa. En B, cristales aciculares
guisante. En el círcu lo , detalle de los mism os. constituyendo un rafidio.

LA CÉLULA VEGETAL
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La célula u e g e t a l

EL N U CLEO ordenarse en el plano ecuatorial al mismo


tiempo que se hienden y se dividen longitu­
El núcleo es uno de los componentes vitales dinalmente en dos. Cada mitad del cromoso­
de las células. Es constante en todas ellas. Sin ma constituye una cromátida.
embargo, los Esquizom icetes y Cianofíceas En la anafase se separan las dos cromátidas
carecen de él, al menos en su forma típica. de cada cromosoma, deslizándose cada una
Es de forma generalmente redondeada (fig. hacia polos opuestos del huso.
1), pero cuando la célula está repleta de gra­ En la telofase se suceden en orden inverso los
nos de alm idón, de aleurona, etc, el núcleo, fenómenos de la profase, mientras se inicia la
presionado por ellos, toma una estructura re­ división nuclear. Los cromosomas se unen y se
ticular. Su tamaño varía de 1 a 50 p siendo organizan para formar nuevamente un retículo.
algunas veces mayor. Aparecen os nucléolos. A la división del nú­
cleo sigue, en la mayoría de los casos, la del
Composición. — La sustancia principal es la citoplasma, llamada citodiéresis. Cuando ésta
crom atina, nucleoproteído constituido por no se verifica entonces se tiene una masa cito-
ácido nucleínico (timonucleico) (fig. 2) y pro­ plasmática sin tabiques divisorios con muchos
teína básica, unida por enlace iónico al gru­ núcleos, o sea, una polienérgida o cenócito.
po fosfórico del ácido nucleínico, formando
una estructura reticular. Los cromosomas
Entre las m allas está la cariolinfa o núcleo- Son cuerpos cilindricos de forma bacilar (fig.
plasm a, sistema coloidal más o menos dis­ 4), doblados en L o en V, a veces, esferoida­
perso, conteniendo proteínas y ácido ribonu­ les o puntiformes. Su tamaño oscila desde 2
cleico libres. En la periferia del núcleo, el re­ a 300 p. En algunos se observa una estrangu­
tículo crom atínico se condensa y form a la lación, la ceñidura cinética, en la que se in­
membrana nuclear. sertan las fibras del huso durante la mitosis.
Función del núcleo. — El núcleo interviene También pueden observarse unos pequeños
de un modo directo en los cambios de vida corpúsculos situados en los extremos, unidos
de la célula, siendo la relación núcleo-plas­ al cromosoma por un istmo sutil: son los lla­
ma indicadora del equilibrio biológico para mados satélites.
determinado régimen. La división del núcleo La estructura de los crom osom as varía de
(cariodiérisis) es causa e inicia la reproduc­ unos a otros, pero la base estructural es siem­
ción celular. pre la misma (véase fig. 4): un filamento heli­
División del núcleo. — Puede verificarse de coidal, el crom onem a, envuelto por una sus­
dos maneras principales: por división directa tancia gelatinosa, el calim a, matriz o hialo-
o amitosis, sin que la masa crom atínica sufra nema. El cromonema lleva alineados una se­
fases previas, y por división indirecta, mitosis rie de pequeñas esferas, los crom óm eros (los
o ca rio cin e sis, en la que dicha masa sufre «loci» de los geneticistas), que son los cen­
cam bios previos, encam inados a repartirse tros donde residen los determinantes (genes)
por igual entre los dos núcleos hijos. de los caracteres hereditarios. El cromonema
División indirecta o mitótica. — Se pueden está formado por proteínas no básicas; el ca­
presentar cuatro fases: p ro fa se , m etafase, lima lo está por nucleoproteínas (= ácido ti-
anafase y telofase (figura 3). Durante la pri­ m onucleico+proteínas básicas). Durante las
mera, el núcleo, por hidratación, aumenta de fases intermedias de la mitosis todas las par­
volumen, el retículo se rompe y la eromatina tes de un cromosoma se desdoblan en dos
se condensa y forma unas masas alargadas, para reorganizarse en la telofase.
llamadas crom osom as. Al final de la fase los Número de cromosomas.— Las células de ca­
nucléolos se disuelven y su sustancia pasa a da especie vegetal tienen un número deter­
formar parte de los crom osom as, al mismo minado de cromosomas, característico de di­
tiempo que éstos se estiran y forman un ovi­ cha especie. Las células sexuales, correspon­
llo es^iraloide. La membrana nuclear empie­ dientes a dichas especies, tienen la mitad y
za a desaparecer. su número se representa por n, número ha-
En la m etafase, el núcleo sufre una ligera p lo id e ; por lo tanto, el de las células somáti­
contracción, la membrana desaparece y se cas estará representado por 2n, número di-
forman dos casquetes diametralmente opues­ p lo id e. A veces, debido a diversas causas, es­
tos, de materia más refringente, que pronto te número puede hacerse superior y valer 3n,
invade todo el núcleo formando el llamado número triploide, 4n, 5n o mayor, llamándo­
huso crom ático. Los cromosomas tienden a se entonces número poliploide.

ATLAS DÉ BOTÁNICA
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El núcleo
fl/4

M em brana nu clear

C itop lasm a

Crom ocentros

N ucléolos
Pentosa
R etícu lo cro m atínico

Base p irim íd ica

Á c id o fosfórico

Pentosa
Fig. 1.- El núcleo en reposo

Pentosa

Base pirim íd ica Pentosa

o>
TraS
'X .

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Fig. 2.- M o lécu la de ácido tim onucleínico


de 4 nucleótidos.

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V)
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C eñid ura cinética
C alim a

Satélites

Crom óm eros
a
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Crom onem a
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Fig. 4.- Estructura de un crom osom a


El crom onem a desdoblado en dos
por mitosis.
Fig. 3.- El núcleo en división mitótica

LA CÉLULA VEGETAL
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La célula u e g e t a l

LA MEMBRANA CELULAR dal. Tiene carácter hidroarom ático, con al­


gunos O H libres y un 15 % de metilados. Es
La membrana celu lar envuelve y protege a un polvo negruzco que rellena el retículo de
toda célula vegetal, y, salvo contadas excep­ la m em brana, form ando estratos regulares
ciones (por ejem plo, en los plasm odios de de concentración creciente hacia el exterior
los M ixom icetes), existe siempre. Puede ser (figura 4). Su presencia com unica una rigi­
más o menos resistente, delgada o alcanzar dez y dureza extraordinarias a la membrana
un grosor tal que invadiendo el espacio celu­ (fig. 5).
lar deje sólo un pequeño lumen central (fi­ D) Membranas de cutina. — En los espacios
bras de algodón, de lino, cáscaras duras de intercelulares de la celulosa, las m oléculas
frutos y sem illas, etc.). de cutina se intercalan sin orden alguno, uni­
Estructura y crecimiento. — Se compone de das a las de celulosa por valencias acceso­
varios estratos de distinta refringencia, según rias. Su constitución no es conocida pero sus
sea el grado de concentración de las sustan­ reacciones son las de los ácidos grasos. G e­
cias integrantes. El crecimiento en longitud y neralmente tapiza, en grado variable de con­
en grosor se verifica, respectivamente, por in- centración, el exterior de las membranas ce­
tususcepción y por aposición de nueva sus­ lulósicas (fig. 6).
tancia. E) Membranas de esporopolenina. — Es un
politerpeno, no bien conocido, que forma la
Tipos de membrana mayor parte de la membrana que recubre a
Son varias las sustancias que entran a formar los granos de polen y a ciertas esporas.
parte de las membranas celulares. Según la F) Membranas de calosa. — Poliholósido de
naturaleza de aquéllas, éstas pueden ser: fórm ula (C 6H 1Q0 5)n, poco polim erizado. El
A) Membranas celulósicas. — Las células jó­ citoplasma lo ensuelve periódicamente y for­
venes tienen su membrana celular delgada y ma parte de la membrana de las células de
formada exclusivamente por la celulosa, glú- las vasos cribosos.
cido de fórmula (C6H ]0O r)n semejante al al­ G) Membranas de suberina. — Es un políme­
midón (figura 1) constituido por moléculas de ro de oxácidos grasos, tales como el flelóni-
celobiosa (= 2 mol de glucosa con elim ina­ co , C 1gH 360 5, el felónico, C 22H 440 3/ etc. Su
ción de 1 mol de H 70 ) , formando cadenas estructura no está bien determinada. Se unen
variables de 500 a 3000 moléculas y de una a la celulosa mediante proteínas. Acom pa­
longitud de 2500 a 15000Á. ñan a la suberina, ceras, grasas, g licerin a,
Las m oléculas de celulosa son filiformes (fig. etc.
2), se disponen entrecruzadamente y tienen Otras sustancias de las membranas. Las ceras
puntos de unión. Durante el crecimiento és­ (fig. 7), sustancias com plejas formadas por
tos se disuelven y, a trechos, las moléculas se ésteres de alcoholes y ácidos grasos, m ezcla­
ordenan paralelamente, formando los cristali- dos a glicéridos y a hidrocarburos saturados
tos o territorios ordenados, unidos por cade­ de gran número de carbonos. La m icosina,
nas no ordenadas, que saliendo de uno pene­ poliholósido nitrogenado, forma la membra­
tran en otro (figura 3). Todos los cristal ¡tos se na de algunos hongos. Los am iloides, de gran
disponen según una dirección definida, ge­ peso molecular, y de reacciones como el al­
neralmente helicoidal, formando la llamada midón, recubren las esporas de los Ascomi-
fase cristalina. Los territorios no ordenados cetes. Pigmentos tánicos y flobágénos, deri­
constituven la fase amorfa. En ella es donde vados éstos por oxidación de los tan ¡nos me­
se verifica la intususcepción de nuevas molé­ diante enzimas (oxidasas), son de color par­
culas de celulosa y la imbibición de diversas do o rojo (como la brasilina, rojo carm ín). El
sustancias. carbonato ca lcico de las células de algunas
B) Membranas celulosopécticas. — Son las algas (Rodófitos), de los pelos de Borraginá-
que, además de celulosa, contienen pectina. ceas, de las Cucurbitáceas y el que forma los
Esta es un polímero del ácido poligalacturó- llamados cistolitos (fig. 8). El oxalato calcico
nico parcialm ente m etilado. Es muy abun­ de las membranas celulosopécticas y de las
dante en la membrana de las células de los lignificadas. La sílice, S ¡ 0 7. H ,0 , intercalada
frutos maduros. Tiene estructura coloidal, ge- entre la cutina y la celulosa de las Ciperáce­
la t in iz a n t e , h id r o liz a d a en a ra b in o s a as, Gram íneas, etc. Si se incinera, a tempera­
C 5H mO -, y galactosa, C 6H 120 6; forma parte tura moderada, su tejido epidérm ico, se ob­
esencial de muchas gomas (goma arábiga). tendrá un encaje de sílice que reproduce su
C) Membranas de lignina. — Su m olécula, estructura, el cual se conoce con el nombre
de d ifícil form ulación, es de forma d isco i­ de espodograma.

♦ ATLAS P E BOTÁNICA
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La m e m b r a n a
celular fl/5

Fig. 1.- Fragmento de una m olécula de celulosa

Puntos de unión

Fase
cristalina

Fase amorfa

Fig. 2.- Estructura subm icroscópica de una membrana celuló- Fig. 3.- Fragmento de una fibra de algodón mostrando la dispo-
sica joven. Los filamentos son largas moléculas de celulosa. sición helicoidal de las fases cristalina y amorfa de la celulosa.

Estrato terciario (1 lám ina) C a n a lícu lo s que ponen en co m u n icació n el


m edial
interior de dos célu las

prim ario (2 lám inas)


secu nd ario (3 lám inas)

Estratos de celulosa cu tin izad a

Estrato de cutina
.Púas cu ticu lare s

ce lu lar

Fig. 5 .- C élu la "pétrea" de la nuez del


Fig. 4 C élu las con la membrana lignificada. nogal con gruesa membrana lignificada.

M em brana de celulosa

Fig. 6 M embranas ele cutina, de celulosa


cu tin izad a y de celulosa pura (cutina teñida por el
violeta de genciana; celulosa de a zu l, m ediante el
cloruro de z in c yodado).
Cistolito

Litocito

Fig. 7.- Filam entos de cera en las


célu las de la caña de azúcar. Fig. 8 Cistolito de carbonato cálcico .

LA CÉLULA VEGETAL
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Tronco I: Esquizófitos

Vista la célula vegetal, vamos a estudiar los ve­ o granulos de cianoficina, de naturaleza gluco-
getales unicelulares. Los más simples y de or­ proteica y situados en la periferia de la zona,
ganización más sencilla y primitiva son los Es­ aunque muchas veces también se encuentran
quizófitos. Carecen de núc eo, al menos tal co­ junto al tabique medial que separa dos células
mo lo entendemos corrientemente, y de cloro- contiguas de un tricoma.
plastos, si bien algunos poseen pigmentos sin- La membrana consta de una zona interna, el
tetizadores, incluso clorofila, pero en estado periplasto, y de otra externa de estratos poli-
difuso. La reproducción es asexual, aunque re­ péptidos que al contacto del agua se vuelven
cientemente parece que se han observado indi­ mucilaginosos y se hinchan considerablemen­
cios de unión sexual en algunos Bacterios. te. La membrana que forma el tabique medial
Multiplicación por esquizogonia, palabra que a menudo se halla perforada. Los hilillos de ci­
da nombre al grupo, la cual consiste en la divi­ toplasma que se inmiscuyen dentro de estas
sión ecuatorial o longitudinal de la célula ma­ perforaciones reciben el nombre de plasmo-
dre, mediante una fisura de crecimiento centrí­ desmos.
peto. Propagación, en general, por esporas, es Propágulos. — Según las especies, la propaga­
decir, por concentraciones citoplasmáticas, ro­ ción puede hacerse: 1 °, por endósporas des­
deadas o no de membrana, que se forman en nudas; 2.Q, por exósporas; 3 ° por nanocitos, es
la célula madre. Se denominan endósporas si decir, por diminutas células que por dividirse
se originan en su interior, y exósporas si se for­ rápida y prematuramente no han podido al­
man al exterior por gemación. canzar un tamaño normal; 4.Q, por artrósporas
Los Esquizófitos forman dentro del reino vege­ (fig. 4), células muy desarrolladas a causa de
tal un grupo aislado, sin probables relaciones la acumulación de reservas, sin pigmento, con
filogenéticas con los demás (véase la lám. de la la membrana engrosada, sin plasmodesmos y
portada). que al desprenderse del tricoma germinan y
Los esquizófitos se dividen en dos grandes cla­ generan una nueva colonia; 5 " , por heterocis-
ses: las Esquizofíceas, llamadas también Ciano- tes (fig. 4), semejantes a las anteriores pero de
fíceas, M ixofíceas o Algas azules, y los Esqui- reducido volumen, diáfanas y con plasmodes­
zom icetes o Bacterios. mos, presentando en los tabiques mediales
sendos abultamientos o ectoplastos; e I tricoma
Clase 1.- Esquizofíceas se rompe por ellas; 6.a por hormogonios (fig.
5), que son fragmentos de tricoma con un nú­
Organismos libres o reunidos en colonias, las mero variable de células (si sólo tienen una
cuales pueden ser lineales y formando un tri­ célula se llaman planococos), originados por
coma, o bien constituir un plano, o estar for­ gemación y dotados, al p rincip io , de cierta
madas siguiendo las tres direcciones del espa­ motilidad, inmovilizándose más tarde y recu­
cio. briéndose de una vaina; 7.Q, por hormocistes,
Si el tricoma lleva una vaina, se llama filamen­ fragmentos de tricom a envueltos com pleta­
to. Éste puede presentar falsas ramificaciones, mente por una vaina, originados también por
las cuales consisten en que dos fragmentos de gemación.
tricoma, divergentes, están unidos por la vaina Ecología. — Viven en medios húmedos, ricos
en su origen (fig. 2). Las Esquizofíceas pueden en sales minerales. Las hay terrestres y acuáti­
ser incoloras, pero generalmente están colorea­ cas (dulceacuícolas y marinas). Unas fijan el
das de verde azulado, de amarillo verdoso, de nitrógeno atmosférico, otras, el carbonato cál-
rosa o de violeta. cico. Una de las características principales es
Estructura. — El citoplasma consta de dos zo­ la de poder vivir en aguas termales de elevada
nas: la externa o cromatoplasma (fig. 1) y la in­ temperatura (entre 70° y 85°). La mayoría son
terna o centroplasma. La primera está colorea­ autótrofas, es decir, sintetizan su materia orgá­
da por pigmentos asimiladores: clorofila (ver­ nica mediante pigmentos; otras, incoloras, son
de), carotinoides (amarillo), ficocianina (azul saprofíticas y necesitan alimentarse de materia
violeta) y esquizoficoeritrina (rojo), contenien­ orgánica inerte preformada. Otras pocas son
do también reservas proteínicas, lípidos, glucó­ simbiotas, viviendo a costa de otro organismo
geno y burbujitas de gases, conocidas con el pero sin perjuicio mutuo, como Croococcus y
nombre de seudovacúolos. La segunda zona es Scytonema (lám C/7), que viven en simbiosis li-
incolora y contiene los endoplastos o granulos quénica con ciertos hongos; las que forman
de cromatina, que forman el llamado núcleo cianocecidios en las raíces de ciertas plantas y
abierto; los ectoplastos, de naturaleza proteíni- las cianelas, endosimbiotas de vegetales unice­
ca y adosados a los anteriores, y los epiplastos lulares y de los plasmas animales.

ATLAS DE BOTÁNICA
6
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Esquizofíceas

Estratos m ucilag inoso s de la


m embrana ce lu la r M em brana protoplasm ática
o periplasto

Centroplasm a
Epiplasto

Endoplasto

Ectoplasto

C uerp o central Crom atoplasm a

Fig. 2.- C o lo n ia de Esquizofíceas (Plectanem a) constitu­


Fig. 1.- Representación sem iesquem ática de una yendo tricom as y presentando una falsa ram ificación.
Esquizofícea libre.

C é lu las vegetativas

Protoplasto
Artrospora

M em brana ce lu la r

Artrospora

Artrospora

Heterociste

Fig. 3.- Esquizofícea (C h ro o co ccu s) libre y form an­


do colonias de dos y de cuatro individuos.
C é lu las vegetativas

Fig. 4.- Esquizofíceas con heterocistes y astrosporas.


Seudovacúolos*

Varna
Fig. 5.- Horm ogonio con seudovacúolos y epiplastos.

abierto
C é lu las en
9
C é lu la s proliferando

M em brana

H eterociste

Fig. 7.- Agolpam iento de tricom as de Rivularia (flor


Fig. 6.- Esquizofíceas con un hom ociste. En A ,
de agua) adheridos por sus vainas.
horm ociste desprendido, abierto y germ inando.

TRO N CO I: ESpUIZÓ FITO S


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Tronco I: E s q u i z ó f i t o s

Clase 2 . - Esquizomicetes La prim era está formada por un d esp laza­


m iento h acia la p eriferia y co n d en sació n
Los Esquizom icetes o Bacterios son de orga­ subsiguiente del co nd rio m a. Los mitocon-
nización todavía más sencilla que las Esqui- drios contienen todo el equipo enzim ático
zofíceas. Viven libres o formando agrupacio­ necesario para el metabolismo celular. Entre
nes diversas. Su forma es varia: arqueada o estos enzim as hay que destacar los citocro-
ensortijada, vibriones o espiólos, respectiva­ m os o enzim as respiratorios constituidos por
mente; en bastoncito, b a cilo s; filam entosa, Droteínas ricas en hierro. La membrana celu-
espiroquetos. Su tamaño oscila desde algu­ ar está formada por una red de m allas de
nas décim as de p, com o E sch e rich ia c o l i, proteína de 100 a 200 A de diám etro, c ir­
hasta 65 p, en Bacillus buetschlii. En algunas cunscribiendo alvéolos. La cápsula, que falta
especies que forman colonias filam entosas, en muchos Esquizom icetes, está constituida
éstas llegan a medir de 500 a 600 p de longi­ por m allas de polisacáridos con relleno de
tud. polipéptidos. D ebido a ello , la cápsula en
Estructura. — El citoplasma es fundamental­ contacto con el agua y otros líquidos se hin­
mente sem ejante al de las Esquizofíceas y cha, llegando a tener un grueso varias veces
tam bién al de las plantas su p erio res. Está superior al diámetro de la célula. En las espe­
constituido por ácido ribonucleico y com ple­ cies que form an co lo n ias filam en to sas, el
jos ribonucleoproteicos. En algunas especies conjunto de las cápsulas de las células cons­
contiene gránulos m etacrom áticos, formados tituye la vaina del filamento.
por sustancias ricas en metafosfatos, dispues­ Formaciones citoplasmáticas muy caracterís­
tos en cadenitas o constituyendo un corpús­ ticas de ciertas especies libres y móviles son
culo en cada extremo de la célula, tomando los flagelos (fig. 4). Son éstos unos latiguillos
el nombre, en este caso de corpúsculos bipo­ dotados de m ovim iento, compuestos de un
lares. En otras especies contiene orgánulos filam ento axial rodeado de una vaina cito-
semejantes a los cloroplastos y que contie­ plasm ática. El filamento tiene origen en un
nen un pigm ento, también verde, llam ado cuerpo diferenciado del citoplasma (corpús­
b a c te rio c lo ro fila o b a cte rio filin a . Adem ás cu lo basaI, blefaroplasto, etc.) en conexión o
,otros pigmentos carotinoides lo colorean de no con el núcleo. Su longitud es constante
am arillo o de rojo, siendo el más conocido la para cada especie; lo más corriente es que
bacteriopu rpu rina o b a cterio eritrin a ; otros, sean de 1/2 a 4 veces la longitud de la célula.
los antociánicos, lo tiñen de violeta, y, por Se mueven describiendo una superficie cóni­
últim o, las m elanínas lo colorean de pardo ca a una velocidad de 10 a 50 vueltas/segun­
negruzco. Com o material energético de re­ do. En los Esquizomicetes, el número y dis­
serva puede contener glucógeno, gránulos de posición de los flagelos obedece a tres tipos
azu fre, de hid ró xid o férrico o m agnésico, fundamentales: m onotríco, el que consta de
oxalato c á lc ic o , etc. En todas las especies un solo flagelo (véase fig. 4 ); lo fo tric o , si
son muy abundantes los vacúolos (fig. 1), re­ consta de varios dispuestos en copete y situa­
pletos de sustancias lípidas, tales como á ci­ dos en uno de los extremos o en uno de los
dos grasos, poliósidos, etc. lados de la célula, y peritrico, si tiene varios
El aparato nuclear, más rudimentario que el flagelos distribuidos por su periferia.
de las Esquizofíceas, está constituido por áci­ Reproducción. — Se verifica: 1 .Q, por esqui-
do tim onucleico organizado en elementos fi­ zogonia, que es la fase normal en todos los
gurados o gránulos de cromatina, portadores Esquizomicetes; 2.2, por fusión de dos núcle­
del bagaje hereditario. Por cierto, del análisis os de dos células, al parecer, idénticas, cons­
quím ico cuantitativo del ácido tim onucleico tituyendo el c ic lo h eterog á m ico, m uy fre­
que entra en la composición del aparato nu­ cuente en el pequeño grupo llamado de los
clear se ha deducido recientemente un méto­ Actinom icetales; 3.Q, por fusión de los núcle­
do infalible para el reconocimiento específi­ os de dos células distintas, m asculina y feme­
co de los B acterio s. Las relacio n es de los nina, y que constituye el c ic lo sexual, actual­
componentes de dicho ácido, adenina/timi- mente en estudio.
na, guanína/citosina y bases púricas/bases p¡- Propágulos. — La difusión se verifica en mu­
rim ídicas, son siempre ¡guales a la unidad; chos Esquizomicetes por endósporas o exós-
en cam bio, la relación adenina+timina/gua- poras. Las prim eras pueden ser centrales o
nina+citosina, cuyo valor oscila entre 0,4 y subcentrales (véase fig. 2), terminales o sub-
27, tiene un valor distinto y característico pa­ terminales, siendo o no deformantes según su
ra cada especie. diámetro.
Las membranas pueden ser tres: la citoplas- Otro medio de difusión son las zoos poras, es
mática, la celular y la cápsula. decir, esporas flageladas y, por lo tanto, mó-

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Esquizomícetes
B/2

G ra n u lo s d e azufre

G ran u lo s de crom atina

G ranulo s de azufre
Vacúolo s

Fig. 2.- Esporificación de los Esquizom icetes:


A , con endóspora central y subcentral;
B, con endóspora term inal;
Fig. 1.- Estructura semiesquemáti- C , con dos endósporas.
ca de un Esquizom icete (Bacillus). Fig. 3.- Bacterios del género C.roma-
tium con pigmento rojo (bacteriopur-
purina) y granulos de azufre.

M o notricos Lofotricos Peritrlcos

Fig. 4.- Esquizom icetes con flagelos m otrices: A , Vibrio m etch n ik o vii; B, Sp irillu m serpeñs y C , Proteus vulgaris.

Fig. 5.- S tre p to c o c c u s pyogen.es, eu- Fig. 6.- M ic ro c o c c u s aurantiacus, eubac- Fig. 7.- Sarcina lotea, eubacterial acuáti­
b acterial ca u san te de la se p tice m ia . terial que vive en el agua estancada. A u ­ co que forma masas cú b icas y produce
Aumento de 2 .5 0 0 diámetros. mento de 2 .5 0 0 diámetros. un p ig m e n to a m a r illo . A u m e n to de
5 .0 0 0 diám etros.

TRO N CO I: ESQUIZÓFITOS

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Tronco I: E s q u i z ó f i t o s

viles (lám. B/2, fig. 4). Cuando las condicio­ te, y que los transforman en H ,0 , C 0 ,+ H ,0
nes ambientales son adversas para el organis­ y C 0 2.
mo, entonces éste se contrae, se envuelve de Entrelos saprofitos los hay aerobiontes y ana­
una recia membrana, formada en el interior erobiontes. Los primeros provocan fenóme­
de la primitiva, y queda así en estado de vida nos de óxido-reducción de los glúcidos me­
latente y en espera de un cam bio favorable diante el 0 2 atmosférico, y los segundos pro­
del medio. Se ha formado una ciste. ducen los fenómenos de ferm entación o de
Ecología y biología. — Entre los Esquizomi- putrefacción según que ataquen a los glúci­
cetes los hay autotrofos y heterotrofos. De los dos o a los prótidos, respectivamente. Entre
primeros podemos hacer dos grupos: fotosin- los aerobiontes tenemos el A zotobacter chro-
tetizantes y quim iosintetizantes, según que coccu m , que para asim ilar el N atmosférico
u tilice n , com o m aterial energético para la toma la energía necesaria oxidando los glúci­
síntesis de su materia orgánica, la luz solar o dos del suelo, y el A cetobacter aceti, que pa­
la energía de una reacción quím ica exotérmi­ ra la misma asim ilación, verifica la óxido-re­
ca, provocada en el medio ambiente por su ducción del alcohol etílico (C H 3— C Ft7O H)
equipo en zim ático . De los heterotrofos los transformándolo en ácido acético (C H 3— CO-
unos son saprofitos, otros son simbiontes y O H )y agua (transformación del vino en vina­
otros son parásitos En el parasitismo, uno de gre). Entre los anaerobiontes que producen
los dos organismos queda perjudicado en be­ fermentaciones, tenemos los de la fermenta­
neficio del otro. Respecto al oxígeno, unos ción láctica, tales como el Lactobacillus aci-
son aerobiontes, es decir, adaptados a la pre­ dophilus y el Streptococcus lactis, que trans­
sencia de aquél, y otros son anaerobiontes, forman la lactosa (C6H 120 6) en ácido láctico
viviendo sin la presencia del mismo. Existen (C H 3— CHOFH— C O O H ), es decir, agrian la
otros que indistintamente pueden vivir con o leche; en cambio, el Lactobacillus bulgaricus
sin oxígeno, recibiendo e nombre de anae­ interviene en la producción del «yoghourt».
robiontes facultativos. Otra clase de fermentación es la butírica, es
Ejemplos. — Como ejemplos de Esquizomi- decir, la transform ación de los glúcidos en
cetes fotosintetizantes hay que citar a los Tio- ácido butírico, alcohol butírico y otros pro­
bacteriales, que sintetizan sus glúcidos va­ ductos (producción del queso), la cual es
liéndose del C 0 2 y de la energía lum ínica producida por varias especies de Clostridium,
captada por la bacteriofilina, la cual puede tales como el C. butiricum , C. pasteurianum,
estar enmascarada o no por la bacteriopurpu- etc. Una fermentación especial es la conoci­
rina. Pero así como en la función clorofílica da con el nombre de ferm entación am onia­
el donador de H es el H 20 , en este caso es el cal de la urea, la cual es producida principal­
SH 2. El S deshidrogenado queda retenido en mente por el M icro co ccu s uras que transfor­
forma de gránulos en el citoplasma. ma la urea de la orina en carbonato amónico
Los q u im io sin te tiza n te s a sim ila n tam bién ( C 0 3N2F-L), el cual se disocia en C 0 2, H 20 y
C 0 2 para la síntesis de sus glúcidos, provo­ n h 3.
cando como manantial energético un fenó­ Entre los anaerobiontes que producen putre­
meno de óxido-reducción. Entre ellos tene­ facciones debemos citar el B a cillu s putrifi-
mos los sulfatizantes o sulfobacterios, como cus, que ataca a los aminoácidos de las pro­
el Beggiatoa alba (fig. 2) que valiéndose del teínas, descarboxilándolos o desarrimándo­
0 2 atmosférico oxida el SH 2 del medio, dan­ los, originando productos tóxicos o m alolien­
do H .O y S, y oxidando, a su vez, este últi­ tes, tales como el indol, escatol, cadaverina,
mo, obtiene como productos resultantes H 20 etcétera, y liberando C O l; N H , o S 0 2.
y S 0 4H 2. L o s nitrosificantes o nitrosobacte- Entre los Esquizom icetes sim biontes citare­
rios, que transforman el N H 3, en N 0 2H, tales mos el R o h izo b iu m legum inosarum , aero-
como Nitrosom onas europaea, N itrococcus, bionte, el cual para asim ilar el N atmosférico
etc. Los nitrificantes o nitrobacterios que, co­ se provee de la energía necesaria producien­
mo el N itrobacter winogradsky convierten el do la óxido-reducción de los glúcidos de las
NCUFH en N 0 3H . Los ferrificantes, llamados plantas leguminosas. Vive en el interior de las
tam bién ferrobacterios, que com o los Lep- raíces, donde provoca la formación de unos
tothrix y Crenothrix (figura 3), transforman el tub erculito s, llam ados b a c te rio c e c id io s Al
F e C 0 3, en Fe (O H )3, el cual se deposita en el principio es un parásito de la planta, pero al
citoplasma o impregna la vaina. Finalmente, degenerar y debilitarse es absorbido por los
hay otros, como el Hydrogenom onas panto- bacteriocitos o células donde está contenido,
tropha, el Methanom onas methanica, el Car- beneficiándose la planta del N acumulado en
boxidom onas oligocarbophila, que viven en él.
aguas ricas en H , C H 4 y C O , respectivamen­ Algunos son lum inescentes, tales com o el

ATLAS DE BOTÁNICA
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Esquizomicetes

Fig. 1.- Representación gráfica, según Pauling, de la defensa de un organism o. Las proteínas (en azul), elaboradas por éste, blo­
quean la toxina (en rojo), anulando los grupos funcionales mediante los cuales ésta ejerce su acción nociva.

Zo os porás

Fig. 2.- Beggiatoa alb a, tiob acterial Fig. 3.- C renothrix sp., clam idobacte- Fig. 4.- Spaerolithus dichotom us, cla-
sin vaina, form ando filam entos m óvi­ rial con la vaina parcialm ente ferru­ m idobacterial presentando la llamada
les y conteniendo granitos de azufre. ginosa, que vive en las conducciones falsa dicotom ía. Aum ento de 670 diá­
Aumento de 350 diámetros. de agua. metros.

Gistóforo

tndividuos
aislados

Fig. 5.- C h a n d ro m y ce s p e d icu la tu s, Fig. 6.- C au lobacter sp., caulobacte- Fig. 7.- Treponem a pa llid u m , espiro-
m ixobacterial que vive en los excre­ rial que vive adherido sobre las plan­ quetal parásito del hom bre. Aumento
mentos. Aum ento de 650 diámetros. tas acuáticas. de 240 diám etros.

TRO N CO I: F^pU IZÓ FITOS


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Tronco I: E s q u i z ó f i t o s

Bacteriurn ph osph oreu m y el Seudom onas tos anim ales, pero sin invadir los hematíes;
lu cífe ra , los cu ales provocan o xid a cio n e s las Bartonelas, que viven en los hematíes y
lentas de ciertas sustancias llamadas t’otóge- producen enfermedades en los roedores, y la
nas, cuya energía liberada es energía lum íni­ verruga peruviana, y, finalm ente, las Clami-
ca en su mayor parte. dozoáceas, que producen, entre otras enfer­
Finalmente, entre los Esquizomicetes parási­ medades, el tracoma y la psitacosis (fig. 1).
tos, que, en contra del sentir general, son los Perineumoniales. — Se presentan en forma
menos numerosos, unos atacan a los anim a­ filamentosa con nodulos y con ram ificacio­
les, otros a las plantas, y otros, al hombre. nes que les dan un aspecto groseramente es­
Entre los patógenos para los animales pode­ trellado. Entre ellos podemos citar el Astero-
mos citar el A ctinom yces bovis, que produce co ccu s m ycoides, agente de la Perineumonía
la enfermedad llamada actinom icosis de los bovina, (fig. 2)
bueyes, y el Pasteurella avisepta, que ataca a Virales. — Son tan dim inutos que pasan a
las aves. De los que producen enfermedades través de los filtros Berkfeld y sólo pueden
en las p lantas m encio narem o s el Erw in ia observarse con ayuda del micrógrafo electró­
am ylivora, que produce fenómenos de mar­ nico. A sí, el de la viruela, que es uno de los
chitamiento, el Actinom yces alni y el Phyto- mayores, mide 200 pp (fig. 4), el de la rabia,
m onas tum efaciens, que producen tumores 125, el Fagus m axim us, 75, el de la fiebre
en los árboles. Entre los que son patógenos am arilla, 25, y el de la poliom ielitis, 16. En
para el hombre debemos citar el M ycobacte- cuanto a su forma, es cuboide en unos, po­
rium tuberculosis de la tuberculosis, el Strep- liédrica en otros (aparentemente esferoidal),
to co ccu s pyogenes de la septicem ia (véase y algunos tienen la forma de mazo, de bas-
lám. B/2, fig. 5), Eberthella typhosa del tifus, toncito, etc. Nunca son saprofitos, sino pará­
Clostridium tetani del tétanos, el Corynebac- sitos intracelulares y por lo tanto no cultiva­
terium diphteriecje de la difteria, el Klebsiella bles in vitro.
pneum onioe de la bronconeumonía, el Vibrio Clases de virus.— Según sea el organism o
coma del cólera, el Treponema pallidum (vé­ atacado, se dividen en tres grupos: fagos, los
ase lámina B/3, fig. 7), Las sustancias elabo­ de los Bacterios, zoofagíneos, os de los ani­
radas por los Bacterios patógenos dentro del males, y fitofagfneos los de los vegetales (figs.
organismo que parasitan, se llaman toxinas. 3, 4 y 5). Un carácter bastante general es que
Son compuestos bioquímicos muy com plica­ cada virus suele atacar a determinada espe­
dos, formados por am inoácidos en número cie, y, algunos, solamente a determinados te­
determinado según la especie; así, la toxina jidos. Así, el de la viruela ataca solamente el
diftérica contiene 13 aminoácidos, la betuli- tejido cutáneo (virus dermatropo), el de la ra­
nica 19, etc. Se distinguen de los tóxicos bia, los centros nerviosos (virus neurotropo).
in orgánicos (venenos) y de los a lca lo id e s Una particularidad de los fitofagíneos es de
(drogas) en que son antígenos, es decir, que ser cristalizadles (fig. 8), com o sucede con
inyectadas en el organismo provocan la for­ las m oléculas inorgánicas .
m ación de sustancias proteicas especiales Estructura. — Los viru s constan e se n c ia l­
(véase lám B/3. fig. 1), llam adas genérica­ mente de una parte central de ácidos nucleí­
mente anticuerpos, que, envolviendo la toxi­ nicos envuelta por proteínas. Son como su-
na, anulan los grupos activos de la misma. perm oléculas nucleoproteicas, formadas por
un gran número de am inoácidos y dotadas
Grupos de filiación incierta de un elevado peso m olecular (el de la gripe
tiene 680 000 am inoácidos y un p. m. de
Rickettsiales. — Más diminutos, en general, 100X1 O6 el de la poliom ielitis, 69 000 am i­
que los Bacterios, tienen una longitud com ­ noácidos y p. m de 10X 10b). También se sa­
prendida entre 0,3 p y 2 p, siendo la mayoría be el número de átomos de algunos, como
de unas 0,5 p. Su forma es la de cocos, más el del achaparrado d el tomate, que consta
o menos elipsoidales, y también de diploco- de 750 000. Después de innum erables ob­
cos; algunos son filamentosos. Viven en el in­ se rv a cio n e s y a n á lis is , Frae n ke l-C o n rat y
terior de ciertos Insectos y Arácnidos; la ma­ W illia m s pudieron averiguar la estructura
yoría son sólo cultivables en tejidos vivos, del virus M arm or tabaci (fig. 6), que consta
por lo tanto, son parásitos intracelulares. En­ de un cilindro central de m oléculas de á ci­
tre ellos hay que citar las Rickettsias que, co­ do ribonucleico, rodeado de una faja arro­
mo la R. prow azekii, agente del tifus exante­ llada en h é lice de más de 400 m oléculas
mático, son patógenas para el hombre y cier­ sencillas de proteína.

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Esquízomicetes

R IC K ET T S IA LES P E R IN E U M O N IA LE S

Fig. 1.- En A , una Rickettsia; en B, una Bartonella, Fig. 2 - A ste ro co ccu s m yco id es, agente productor
y en C , una C lam idozoácea. de la perineum onía de los bóvidos.

V IR A LE S (V IR U S )

Fig. 3.- El Phagus lacticala, virus fa- Fig . 4 .- El Barreliota va rio la e, viru s Fig. 5.- El M a rm o r tabaci, virus fitoíagíneo
godestructor de bacterios. Aum ento zoot'agíneo cau san te de la v iru e la . que produce el "m osaico del tabaco". A u­
de 2 5 .0 0 0 diám etros. Aum ento de 2 5 .0 0 0 diámetros. mento de 18.000 diámetros.

i-«-69Á-^|

°< *

49 subunidades cada 3 vueltas de espira En rojo, m oléculas de ácido nucleínico

Fig. 6.- Estructura subm icroscópica y dim ensiones del viral M arm or tabaci.

Fig. 7.- Virus causante del "achaparrado del tomate". Fig. 8.- virus causante del "m osaico de la ju d ía" com
Es uno de los virus más pequeños. Aum ento de 5 0 .0 0 0 pletam ente cristalizad o . Aum ento de 6 0 .0 0 0 diám e
diámetros. tros.

TRO N CO I: K Q U IZ Ó FIT O S

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Tronco II: M o n a d ó f i t o s

Grupo muy heterogéneo, cuyos individuos se zoosporas o por cistes endógenas de mem­
hallan, en su mayor parte, en el límite de se­ brana siIicificada. Organismos autótrofos.
paración entre los animales más sencillos y
as algas. Sus caracteres com unes son muy DIVISIÓN III. DINOFLAGELADAS
pocos: son unicelulares, están provistos de
flagelos y poseen plastidios (crom atóforos). O rganism os libres o formando colonias en
Este último carácter los separa de los anim a­ cadena. Asimétricos, con un caparazón (este­
les. ma) de naturaleza celulósica y formado por
Los Monadófitos se clasifican en 5 divisiones: dos casquetes (vease figs. 7 y 8) o por un mo­
Flageladas, o Flagelofíceas, C risofíceas, Di- saico de plaquitas, de superficie perforada, o
noflageladas o Peridíneas, Silicoflageladas y esculturada por aguijones (fig. 8), alas, co lla­
Fleterocontas o Xantofíceas. Todos ellos son res, etc. El caparazón suele presentar dos sur­
vegetales acuáticos, marinos y planctónicos cos: uno, longitudinal, en a cara ventral, y
la mayoría. otro ecuatorial; en su cruce hay dos flagelos
que se alojan en cada uno de ellos. Cloro­
DIVISIÓN I. FLAGELADAS plastos laminares pardoamarillentos, con un
pigmento rojo, llamado pirrofila, y con pire-
Organismos libres o formando colonias. A l­ noides rodeados de gránulos de alm idón. Po­
gunos emiten seudópodos, expansiones con­ seen púsulas. M ultiplicación por cariocinesis
tráctiles y cambiantes del citoplasma. Poseen elem ental, regenerando el caparazón una de
de 1 a 4 flag elo s, aunque tem poralm ente las células hijas o bien ambas. Perdurabilidad
pueden faltar. Plastidios en número y colora­ por cistes. Propagación, a veces, por zoospo­
ción variable (véase fig. 2). Núcleo bien dife­ ras. Existen especies luminescentes.
renciado y con nucléolo. Uno o dos vacúolos Las Dinoflageladas se dividen en dos clases:
pu lsativos, dotados de contracciones rítm i­ las Adiniferídeas y las Diniferídeas.
cas, situados cerca de la base de los flagelos
y que sirven para la expulsión del agua. En Clase 1 Adiniferídeas
algunos casos aquéllos vierten su contenido Sin surco (fig. 6).
en otros vacúolos inertes, llam ados púsulas
(véase fig. 2). A veces poseen un estigma, or- Clase 2 . - Diniferídeas
gánulo de color rojo intenso debido a los ca- Con dos surcos (figs. 7 y 8).
rotinoides y de función fotorreceptora. Mate­
riales de reserva: lípidos y gránulos de para- DIVISIÓN IV. SILICOFLAGELADAS
m ilo, glúcido semejante al alm idón. M ultipli­
cación por división longitudinal. Perdurabili­ Con esqueleto o caparazón silíceo (figura 9).
dad por cistes. Pueden ser autótrofas, saprofí­ Provistas de flagelos y de cromatóforos par­
ticas y parásitas. doamarillentos. Son todas organismos libres.
Consideradas filogenéticamente, las Flagela­
das constituyen un haz heterogéneo del cual DIVISIÓN V. HETEROCONTAS
probablemente han derivado todos los demás
grupos vegetales (véase lámina de la porta­ Organismos libres, con o sin membranas, a ve­
da). ces formando filamentos; en el primer caso, la
membrana está dividida en dos piezas; en el se­
DIVISIÓN II. CRISOFÍCEAS gundo, el organismo es ameboide; la membra­
na es de naturaleza péptica. Cromoplastos en
Organismos libres o en colonias, a veces fila­ número variable, verdeamarilientos y sin pire-
mentosas con o sin membrana celular, algu­ noides. Materiales de reserva: lípidos y leucosi­
nas con caparazón de piezas calcáreas (fig. na. Poseen uno o varios núcleos y dos flagelos.
5 ), lla m a d a s c o c o lit o s , C u a n d o e xiste la Reproducción por unión de dos células (game­
membrana celular o un caparazón, la motili- tas) iguales, llamada isogamia, o por unión de
dad se verifica mediante flagelos, cuando no, un gámeta móvil (masculino) con otro inmóvil
se verifica por seudópodos. Poseen uno o va­ (femenino), llamada heterogamia. Perdurabili­
rios crom oplastos de color pardo o am ari­ dad por zoóporas, por aplanósporas, es decir
llento. Materiales de reserva: gotitas de acei­ por esporas con membrana resistente formada
te, de grasa y corpúsculos de leucosina, glú­ en el seno de la célula madre (figura 10) o por
cido químicamente poco conocido. M ultipli­ acinetos, es decir, cuando todo el contenido de
cación por división simple. Propagación por la célula se transforma en una espora.

ATLAS DE BOTÁNICA
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Flageladas, crisofíceas, dinoflageladas,
silicoflageladas, heterocontas. B/5

División I. Flageladas
Crom atóforos

N ú cleo

Estigma
Estigma
Púsulas
Crom atóforos

N úcleo
Crom atóforos

Zoospora

N úcleo
Fig. 4.- C o la ciu m calvum

Fig. 1 Rhodom onas báltica


División II.
Fig. 3.- D yn abryon sertularia Crisofíceas
Fig. 2.- Euglena viridis.

División III. Dinoflageladas

C lase 1 .3 A d in iferíd eas C lase 2.- D iniferídeas

Fig. 5.- Syracosphaera pulchra

División IV.
Silicoflageladas
N úcleo

Fig. 7.- C o n io d om a acum inalum

Fig. 6 .- Exu viella lima

Fig. 8.- Ceratium tripos

División V. Heterocontas
Crom atóforos

Fig. 9.- D istephanus speculum

M em brana
A planóspo ras perdurables

Zoósporá,

Zoospora Fig. 11.- Botrydium


granulatum.
Fig. 10 .- Tribonem a b o m b y cin u m (Hetero-
coñtas). A , estado vegetativo. B, estructura de
la membrana.

TRO N CO II: VIO N AD Ó IITO S


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Tronco I I I : M i x ó f i t o s

DIVISIÓN ÚNICA. MIXOMICETES d esciend e al fondo y tom ando una forma


irregular, repta por él, mediante seudópodos;
O rganism os que durante mucho tiempo se es la form a llam ada m ixam eba (fig. 2, C ).
consideraron com o anim ales y designados Tanto el m ixom ónade com o la m ixam eba
con el nombre de Micetozoos, que significa son haploides. Las mixamebas, como verda­
«animal en forma de hongo». A raíz de pos­ deras gámetas que son, se copulan, originan­
teriores investigaciones, al observarse que su do formas diploides llamadas amebozigotos
ciclo vital presentaba fases haploides y d¡- (fig. 2, D), las cuales se dividen repetidas ve­
ploides, no se dudó en considerarlos como ces formando masas citoplasmáticas plurinu­
verdaderos vegetales. cleadas, conocidas con el nombre de plas-
Son organismos unicelulares y libres durante m odios (figuras 1 y 2, D), que vienen a ser el
las primeras fases de su existencia, reunidos cuerpo vegetativo de los M ixo m ice te s. En
más tarde en masas gelatinosas de estructura, ocasiones las m ixam ebas pueden dividirse
casi siempre reticular. Carecen de membrana antes de copularse. De plasmodios los hay de
celular durante buena parte de su vida, por lo dos clases: los plasm odios de agregación, cu­
que su forma es irregular y cambiante, estando yas células conservan su individualidad, y los
dotados de movimientos ameboides, los cuales plasm odios de fusión, cuando todas se fun­
verifican para su desplazamiento y para la cap­ den en una sola masa.
tación del alimento. Más tarde, cuando fructifi­ Una vez formado el plasmodio, como ser di­
can, elaboran una membrana celular, formada ploide que es, cambia de vida, sale del agua
por queratina y algo de celulosa. La queratina reptando por el sustrato por medio de seudó­
es una sustancia proteica muy compleja, con podos y busca un lugar húmedo y oscuro (fo-
azufre, de composición no bien conocida y de totactism o negativo), donde poder madurar.
aspecto córneo, que entra en gran parte en la Los plasmodios suelen ser de color blanco,
formación de ciertos tejidos animales (epidér­ rojo, am arillo, pardusco, etc.
mico, pelos, uñas, cuernos, pezuñas, etc). Los Cuando las condiciones ambientales son des­
Mixomicetes carecen de plastidios y de toda favorables, el Mixomicete se recubre de una
sustancia sintetizadora; por lo tanto, son hete- m em brana p lu rie stra tifica d a . Cuando esto
rótrofos saprofitos, existiendo alguna especie ocurre, en la mixameba se tendrá un micro-
parásita. Reproducción isogámica. Multiplica­ ciste; si ocurre en un plasmodio joven, será
ción por esporas. Perdurabilidad por varias for­ un m acrociste, y en un plasmodio adulto, un
mas císticas. Ciclo vital dividido en dos fases, esclerocio. Si las condiciones son favorables,
una haploide y otra diploide. el plasmodio adulto busca la luz (fototactismo
Son organismos acuáticos durante una parte positivo) y sufre un cambio total, formando un
de su existencia y medran en parajes húme­ cuerpo esporífero o esporangio, llamado así
dos y som bríos, donde se halla abundante por contener esporas (figs. 4 y 5). En su for­
materia orgánica en descomposición, princi­ mación interviene toda la materia del plasmo-
palmente materia vegetal. dio; parte de ella forma las esporas y el capili-
La humedad les es necesaria, puesto que en cio, filamentos queratínicos (fig. 3) que sirven
caso co n trario , por ca re ce r de m em brana para la dispersión de las esporas; la otra parte
protectora, estarían expuestos a perecer por forma el peridio o parte externa del esporan­
desecación. gio. Las esporas, al formarse, sufren la reduc­
El desarrollo de su ciclo vital es como sigue. ción cromática y de diploides se vuelven ha­
La espora (fig. 2, A) rompe su membrana y ploides. Los esporangios suelen presentar va­
lanza al exterior un pequeño grumo gelatino­ riadísimas formas y hermosos colores (fig. 4).
so de citoplasma con su núcleo, que, de mo­ Cuando se unen en masas, conservando la es­
mento, queda inm óvil. Más tarde emite un tructura reticular del plasm odio, forman los
largo y único flagelo con el cual puede nadar plasm odiocarpos; si la masa es de forma irre­
con rapidez dentro del medio líquido que pa­ gular e indefinida, forman etalios.
ra él forman algunas gotas de agua o de ro­ Los M ixom icetes se dividen en dos clases: las
cío, depositadas en alguna oquedad del sus­ Mixogastras y las Acrasiales.
trato. Esta forma viene a ser una zoospora,
conocida con el nombre de m ixom ónade (fi­ Clase 1.9 Mixogastras
gura 2, B). Su núcleo está situado cerca del Con plasmodios de fusión (fig. 4).
extrem o del flagelo y el extrem o opuesto
contiene un vacúolo pulsativo. Pasado algún Clase 2 . - Acrasiales
tiem po, el m ixom ónade pierde su flagelo, Con plasmodios de agregación (fig. 5).

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Mixomicetes
B/6

V acúolo pulsativo
M ixotlagelado

Espora

N úcleo

Flagelo

N úcleo
Fig. 1. Plasm odio del mixogastral Fuligo va?
Vacuo lo pulsativo Plasm odio A parato esporítero
rians, flor del tanino, em itiendo seudópo-
dos.
Fig. 2.- Distintas formas que toma un m ixom icete durante su c ic lo vita l. En A , esporas;
en B, forma de m ixoflagelada; en C , forma de m ixam eba. En D, c ic lo vital dividido en
dos fases: una haploide y otra diploide.

Ito#
X V X \\xO -
A P A R A TO S ESP O R ÍFER O S D E A L G U N O S M IX O M IC ET ES

Clase 1 Mixogastras
Fig. 3.- Eláteres de Tríchia.

Clase 2.- Acrasiales

Esporangios

Fig. 5.- Aparato esporítero co n esporan­


Fig. 4.- En A , de D lachea leu co p o d a ; en B, de Lam proderm a arcyn onem a; gios de P o ly sp h o n d y liu m vio la ce u m . En
en C , de Physarum lateritium ; en D, de Physarum v in d e ; en E, de A rcyria d e ­ A , detalle de uno de los esporangios.
núdala.

TRO N CO III: MIXÓFITOS


27 '
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I Tronco IU: C o n y u g a d ó f í t o s

DIVISION UNICA. CO N YUGAD AS aplanósporas, pero ambas form aciones son


muy raras entre las Conyugadas. El nombre
Organismos unicelulares libres (figuras 1, 2, de «Conyugadas» les viene de que antes de
4 y 5), a veces formando cadenas o unidos la fecundación se aproxim an dos individuos
por sus extremos formando filam entos (fig. o gámetas, se ponen en contacto y el conte­
7). No poseen flagelos en ninguna fase de su nido del uno, que se considera el m asculi­
vida, por lo que también se les ha designado no, se vacía dentro del otro, que es el feme­
con el nombre de A contas. En cuanto a su nino (fig. 3).
forma, unos son cilin d rico s (figs. 1 y 7) de En las especies filamentosas, como por ejem­
más o menos longitud, otros fusiformes (fig. plo en la Spirogyra (fig. 7), la reproducción se
5), estrellados, lobulados, y otros están for­ verifica como sigue. Dos filamentos se apro­
mados de dos mitades, tecas, separadas por ximan uno al otro pero sin entrar en contacto
una ce ñ id u ra , menos por su parte central y se sitúan paralelamente (fig. 6). Poco des­
(figs. 2 y 4). La membrana celular es de celu­ pués se forma un tubo, el llamado tubo c o ­
losa rica en pectosa, ácido poligalacturónico pulado^ que une dos células próximas. Por
m etilado p arcialm ente, com binado con la este tubo pasa uno de los gámetas a fecundar
c a l; puede presentar poros, aguijones, laci­ al otro, considerándose el gámeta móvil co­
nias, etc. A veces está rodeada por una secre­ mo m asculino, pues ambos son morfológica­
ción mucilaginosa relacionada con los m ovi­ mente iguales, aunque fisiológicamente dis­
mientos de traslación del individuo. Poseen tintos. En la fecundación, el cromatóforo del
un solo núcleo bien diferenciado, haploide, gámeta m asculino se destruye y ambos nú­
situado generalmente en el centro de la célu­ cleos se fusionan, llamándose cariogamia a
la, tanto si es simple como si está formada esta función. Constituido de esta manera, el
por dos mitades, hallándose en estas últimas zigoto se recubre de una triple membrana y
en el centro de la ceñidura (figs. 2, 4 y 5). Po­ perm anece en estado de reposo fisiológico
seen plastidios o cromatóforos (uno solo o durante bastante tiempo. En muchos casos, el
• varios), grandes, de un verde intenso, debido zigoto también suele formarse en el tubo co-
a la clorofila, de forma muy diversa: cilind ri­ pulador.
ca, com prim ida, laminar, rectangular, acinta- Durante la germinación, el núcleo del zigoto,
da, estrellada, etc., con pirenoides grandes y que es diploide, se divide dos veces consecu­
brillantes (fig. 8), rodeados de gránulos de al­ tivas, dando, por lo tanto, cuatro núcleos, los
midón. El protoplasma contiene vacúolos en cuales son haploides debido a la reducción
número variable, los cuales, a veces, ocupan crom ática (m eyosis). De estos núcleos, tres
todo o casi todo el lumen celular, de manera degeneran y el cuarto, por cario cin esis, da
que el núcleo se halla como suspendido en origen a las células del nuevo filamento, las
el centro de la célula por sutilísim as bridas cuales son haploides.
citoplasm áticas (figura 7); en cam bio, otras El fenómeno de la copulación puede variar,
veces los vacúolos son pequeños y situados según las especies de Spirogyra, y se presenta
en determinada región del citoplasma (fig. 6). bajo dos modalidades distintas: que el tubo
Otros corpúsculos que se encuentran con fre­ copulador se origine en células de un fila ­
cuencia en el citoplasma de las Conyugadas mento para alcanzar a las del otro, o que se
son los llamados carioides (fig. 5), de natura­ verifique entre dos células contiguas de un
leza album inoide. mismo filam ento. En el primer caso tendre­
Reproducción sexual m ediante gámetas, al mos la copulación escalariform e, llamada así
p arecer iguales (iso g á m eta s), no c ilia d o s por la forma de escalera que presenta el con­
(aplanogámetas). De la unión de dos gámetas junto, y en el segundo caso, la copulación la­
se form a un zigoto (figura 3), que cuando teral. Las células que contienen a los gámetas
germina y después de la reducción del nú­ se les designa con el nombre de gametan-
mero de cromosomas o meyosis, da origen a gios.
cuatro núcleos, de los cuales degeneran dos Las Conyugadas son esencialmente acuáticas
o tres. y viven exclusivamente en las aguas dulces.
La m ultiplicación se verifica por cariocinesis Algunas especies son propias de las turberas,
normal y en las que forman filam entos, las viviendo entre los esfangos, y otras, muy po­
células hijas van naciendo en sentido del fi­ cas, viven sobre la nieve de los países nórdi­
lamento. Perdurabilidad y propagación por cos.
esporas in m ó v ile s, sin flag e lo s, llam adas Forman un grupo bien definido, con cierto
acinetosporas, y formadas por la célula en­ parentesco con las Flageladas verdes y con
tera, es decir, que un solo individuo da una ciertas Clorofíceas (vease lám. de la portada
sola espora. También pueden verificarlo por y láms. C/3 y C/4).

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Conyugadas O / 7
/ i

N ú cle o fusionándose

romatoforos

N tic leo N úcleo

M em branas

Fig. 2.- Cosm arium sp Fig. 3.- Formación del zigoto de un Cosm arium
por conyugación de dos individuos.

Vacúolo s

Fig. 1.- Spirotaenia sp

N úcleo
N úcleo

Fig. 4.- Xanthidium fasciculatum


Crom atóforos
Tubo cop ulad or

C arioid es

Crom atóforos
Fig. 5 .- C losterium m oniliferum

G ranos de alm idón

Fecundación

Pirenoides

Crom atóforo

Fig. 6.- C opulación en la Spirogyra. Fig. 7.- Spirogyra crassa. Fig. 8.- D etalle de un pirenoide.

TRO N CO IV: CO N YU G AD Ó FITO S

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Tronco U: B a c í l a r i ó f i t o s

DIVISIÓN ÚNICA. BACILARIÓFITAS 5) distribuido en dos gametangios, los cuales


salen al exterior provistas de dos flagelos (fig.
Las Bacilariófitas o Diatom eas son organis­ 6), luego se copulan dos a dos y forman zigo-
mos unicelulares, libres o formando colonias. tos tetraflagelados; cada zigoto se reviste de
Su form a general es variad ísim a, pero son un frústulo y produce un individuo normal.
siempre dim inutas y sus dim ensiones están En las Pennales la reproducción es sexual y
comprendidas entre 2 p y 0,4 mm. se verifica comúnmente como sigue. Al apro­
Su membrana celular está constituida funda­ ximarse dos individuos (fig. 7) su contenido
m entalm ente por pectina, fuertem ente im­ celular se divide en dos y su núcleo se divide
pregnada de sílice , de modo que resiste la dos veces consecutivas, dando como resulta­
acción de los ácidos y bases fuertes; se le da do la formación de 4 núcleos, 2 grandes y 2
el nombre de frústulo. Está constituida por pequeños; estos dos últimos degeneran. Apa­
dos partes o tecas, que encajan una en la rece un tubo copulador que enlaza a los dos
otra com o la tapa y el fondo de una caja de individuos, y los núcleos fértiles se fecundan
cartón. Cada teca (figs. 1 y 2) consta de una con los del otro individuo. Inmediatamente
pieza lateral, la pleura o banda co n ectiva , se verifica la auxosporulación, quedando los
que en la zona de yuxtaposición con la co­ dos individuos primeros aumentados de ta­
rrespondiente a la otra teca forma el cíngu- maño. Hay algunas variantes.
lo. Norm alm ente a la pleura está la valva, Perdurabilidad mediante una armazón o es­
pieza plana con poros y grabaduras. En al­ queleto silíc ic o interno, llam ado cratícula,
gunos grupos la valva está recorrida por un eventual, formada y adosada debajo del frús­
surco, la rafe, que presenta un abultamiento tulo. También pueden protegerse formando
en cada extremo y en la parte media, llam a­ dos o más frústulos encerrados uno dentro
dos, respectivam ente nodu los term inales y del otro.
n o d u lo c e n tra l. La estru ctu ra s ilic ific a d a Motilidad por mucus expulsado por los poros
consta de una superficie interna finamente y canalizado por la rafe; por lo tanto, las que
agujereada, llamada placa fundam ental (fig. carecen de ella son inmóviles
3), que lleva hacia el exterior unas placas, Las Diatom eas viven en las aguas m arinas,
llamadas líneas de engrosam iento, que lim i­ dulces y salobres. Algunas son atmofíticas, es
tan áreas poligonales regulares y que hacia decir, viven en el suelo húmedo. La mayoría
arriba presentan dilataciones que circu n scri­ son planctónicas; otras son bentónicas y vi­
ben espacios circu lare s. En muchos casos, ven o fijas en los objetos sumergidos o desli­
en vo lvien d o las tecas, existe una cu tícu la zándose por el fondo. Algunas, muy pocas,
gelatinosa. son saprofíticas. Las Diatomeas se dividen en
El citoplasma contiene uno, dos o varios cro- dos clases: las Céntricas y las Pennales.
motóforos de color pardo, que además de
clorofila, contienen diatomina (complejo de Clase 1A Céntricas
pigmentos pardos: ficoxantinas, filoxantina,
etc.) y pirenoides sin alm idón. Uno o dos Frútulo de forma discoidal o cilind rico , con
grandes vacúolos. Material de reserva: gotas poros y estructura radiada o co n cé n trica .
de aceite y grasas. Núcleo diploide. Sección circular, elíptica, poligonal o triangu­
M ultiplicación por división, según un plano lar. Sin rafe. Auxosporulación vegetativa. Re­
paralelo a las valvas y con aparición de un producción por ¡sogámetas (micrósporas) fla­
centrosoma. Cada célula hija regenera la teca gelados haploides.
que le falta. Teniendo en cuenta que la teca
que se regenera es la menor, se comprende Clase 2 . - Pennales
que el tamaño irá disminuyendo en las gene­
raciones sucesivas. Para compensarlo se veri­ Frústulo de forma bacilar, simetría bilateral y
fica el fenóm eno llam ado au xosporulación estructura pennada. Con rafe; móviles según
(figs. 4 y 7), con modalidades distintas según la dirección de la misma. Reproducción se­
la clase de Diatomeas. Consiste en que cada xual isogám ica. M arinas, d u lce acu íco las y
una de las células hijas abandona la teca ma­ bentónicas; algunas son epífitas (viven sobre
terna, se rodea de una delgada membrana algas).
péctica, llamada perizonio, aumenta de volu­
men y regenera, por debajo del perizonio, el Las D iatom eas o B acilarió fitas tienen rela­
frústulo completo. ción directa con las Flageladas pardas (véase
Reproducción en las Céntricas por isogáme- lám. de la portada), sin relación alguna con
tas, llamados m icrósporas, producidas por di­ otros grupos vegetales, ni sencillos ni supe­
visiones sucesivas del contenido celular (fig. riores.

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Bacilariófitas o Diatomeas
B /8

N o dulo cen lral íneas de engrasam iento

N o d ulos term inales


Crom atóforos N ú cleo Zona
conectiva

Fig. 2.- Corte transversal


de las valvas.
P laca fundam ental
Fig- 3.- Estructura del frústulo de una D iato
Fig. 1.- Nom enclatura de las diversas partes de una m ea. Aum ento: 850 diám etros.
Diatom ea (Pinnularia viridis). En A, vista por su cara
valvar; en B, por su cara conectiva.

Clase 1.- Céntricas

orna totoras

Crom atóforos

Fig. 4.- Auxosporulación en una B id du lph ia

M icrospora ciliad a

Fig. 6.- B iddulphia form ando esporas

A uxósporas -------

Fig. 5.- M icrosporulación en una Biddulphia


Clase 2 . - Pennales
FASE D IP L O ID E FASE H A P L O ID E

jsió n de los núcleos

C ro m atóforos N úcleos
N ú cleo copulativos

irenoide
-Eirenoide

N ú cleo

M icro nú cleo
Valvas
G am etas

Fig. 7.- Reproducción sexual y auxosporulación subsiguiente en una Pennada (Brebissonia).

TRO N CO V: BACILAR!ÓFÍFOS

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Tronco Ul: Feófitos

Hasta aq u í hemos estudiado los vegetales de ram ificaciones con ventosas term inales,
unicelulares, en los que una sola célula asu­ llamadas hapierios.
mía todas las funciones vitales, es decir, era a Reproducción. — Existen en las Feofíceas dos
la vez organismo vegetativo y elemento re­ clases de reproducción: la asexuada o multi­
productor. Reproduciéndose a sí m ism a en plicación, y la sexuada. La primera se verifica
un todo, la célula venía a ser, al menos teóri­ por zoosporas biflageladas, que nacen de es­
camente y descontadas las causas fortuitas, porangios (zoosporangios) uni o plurilocula-
un ser inm ortal. De ahora en adelante nos dos. La segunda se produce por isogámetas o
encontraremos siempre con organismos plu­ por heterogámetas, y en este caso el gámeta
ricelulares que más pronto o más tarde están femenino, macrogámeta, es de mayor tamaño
destinados fatalmente a la muerte. que el gámeta m asculino, microgámeta (fig.
2, C ); ambos pueden ser m óviles, mediante
El talo. — Es la más sencilla agrupación celu­ flagelos, o sólo lo es el m asculino. En la hete-
lar que puede presentar el cuerpo de un ve­ rogamia, los gámetas fem eninos, oosferas u
geta . Carece de raíz, tallo y hojas y de teji­ ovocélulas, se forman en esporangios llama­
dos bien diferenciados. En su máximo grado dos oogonios, y los masculinos, anterozoides
de d iferen ciació n puede constar de partes o esperm atozoides, en otros llamados anteri-
llamadas rizoides, cauloides y filoides, mor­ dios. Los anteridios y oogonios pueden hallar­
fológicam ente semejantes, respectivamente, se mezclados, formando grupos (fig. 2, C) o
a los indicados órganos. reunidos en grupos distintos, llamados soros,
Son talófitos: las algas, los hongos y los li­ protegidos o no por una membrana (figura 3,
qúenes. B y C), o también en cavidades llamadas con-
ceptáculos (fig. 5, B y E). En todos estos casos,
DIVISIÓN ÚNICA. las células sexuales se hallan protegidas por
FEOFÍCEAS O ALGAS PARDAS filamentos estériles, llamados paráfisis (fig. 5,
B y C). La fecundación tiene lugar cuando un
Talo p luricelular, filam entoso (fig. 1), foliar espermatozoide penetra en una oosfera, for­
(fig. 4, A), laminar (figs. 2, A y 5, A), discoi­ mándose entonces una oospora, que, germi­
dal, etc., dispuestas las células en uno o va­ nando, dará un nuevo ser.
rios estratos. En algunos grupos el talo mues­ Entre las Feofíceas las hay m onecas (monoi­
tra rizoides, cauloides y filoides (fig. 4, B). El cas), cuando un mismo individuo lleva ante­
tamaño puede variar de unos milímetros has­ ridios y oogonios, y diecas (dioicas), cuando
ta 200 m en el M acrocystis pyrifera (fig. 4, B). sólo llevan anteridios u oogonios. Muchas de
Coloración verdeolivácea, pardoam arillenta ellas poseen la llamada generación alternan­
o negruzca. Células uninucleadas con mem­ te, o sea, que si un individuo se reproduce
branas de celulosa y pectosa, feoplastos dis­ asexualm ente por esporas, da otros in d ivi­
coidales de color pardo, pues además de clo­ duos hijos que se reproducirán sexualmente
rofila contienen ficoxantinas. Vacúolos con­ por gámetas; de ellos nacerán otros que se
teniendo fucusana, sustancia tanoide produc­ reproducirán asexualm ente, y así sucesiva­
to de o xid ació n de la fico xan tin a que im­ mente. El primero recibe el nombre de espo-
pregna el citoplasm a. Materiales de reserva: rófito y los segundos, el de gametófitos. El es-
gotas de aceite, grasas y laminarina (hexosa- aorófito es diploide y los gametófitos son es
na levógira). No siempre las células del talo laploides y, en muchos casos, morfológica­
tienen un aspecto uniforme; a veces las más mente distintos del esporófito. En unas espe­
externas son pequeñas y fuertemente colore­ cies el esporófito es desarrollado y vistoso,
adas, y forman una zona cortical; las más in­ en ca m b io , el gam etófito es pequeño, en
ternas son algo alargadas, con membranas otras sucede lo contrario (figs. 2, D y 4, C).
cribosas, formando un seudotejido conductor Las Feofíceas derivan filogenéticamente de las
o zona medular. El talo presenta, en ciertas Flageladas pardas (véase lám. de la portada ).
especies, vesículas llenas de gas, llamadas Utilidad. — Casi todas son ricas en yodo. Es­
aerocistes (fig. 5, A), que sirven para mante­ te elemento está contenido en ciertas células
nerlo enhiesto dentro del agua, y pueden ser del talo (células yodógenas), que lo ponen en
pediculadas, como en Sargassum, o no, co­ libertad bajo ciertos estímulos. Son, pues, úti­
mo en Fucus (fig. 5, A), o a manera de boya les para la obtención del yodo, a pesar de
en la base de los filoides, como en Nereocys- que este elemento hace tiempo (1843) que se
tis. El rizoide puede presentar, además de la extrae del nitrato de Chile. Las más utilizadas
forma normal, la de un disco adhesivo o la son los Fucus y los Idalydris.

ATLAS D EPO TÁ N IC A

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Feofíceas

*• G am etas m a scu lin o s sujetando a Gam etófitos

un gámeta fem enino inm ó vil

Esporoíito
G ám eta fem enino
Oogoní&^\

Zigoto G ám etas m asculinos


A nteridios
Fig. 1.- Ectocarpu s sp. con esporangios, uno de ellos
expulsando los gám etas. En A ,'g am etas m ascu lino s,
G ám eta fem enino
femeninos y zigoto.
A nteridios
Soro Fig. 2.- Cutleria m ultifidia. A , talo; B, anteridios y oogonios; C , gámetas;
D , c ic lo generativo, esquem atizado.

Esperm atozoide •r* . •

«5

Pelos

Fig. 3.- D ictyota dichotom a. A , talo com pleto; B y C , fragmentos de talo con anteridios y oogonios,
respectivamente; D, fragmento de talo con 3 tetrasporangios.

Gam etófitos

Zoósporas

Esporofito

Fig. 4.- Dos lam in ariales: en A , el Agarum g m e lin i; e n B, el M a cro cystis p yrifera ; e n C , ciclo"generativo.
C o n cep táculo s A ero cistes O o g o n io s . O osferas
m ascu lin o s % rA .
\ \ / f c ir á t t s iv

Esperm atozoides

f kWJ /
A n te rid io ! A nteridio
Fig. 5.- Fucus vesicu lo su s. A , fragmento de talo con sum idad fértil; B, conceptáculo fem enino con oo­
gonios; C , oogonio maduro con paráfisis; D, oosfera rodeada de esperm atozoides; E, conceptáculo
m asculino.

TRO N CO v | FEÓFITOS
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Tronco U11: Rodófitos

DIVISIÓN ÚNICA. por esporas; reproducción sexual mediante


RODOFÍCEAS O ALGAS ROJAS grandes o vo célu las y esperm atozoides sin
flag elo s, in m ó viles, llam ados esp erm a cio s
Talo pluricelular, filamentoso, sencillo o ra­ (fig. 1).
mificado. En este último caso las ram ificacio­
nes recubren total o parcialmente el filamen­ Clase 2 . - Florídeas
to principal, tomando entonces el talo aspec­
to caulinar. También es corriente que los fila­ Talo formado por filamentos apretados y con­
mentos sean concrescentes y se dispongan crescentes, regularmente ram ificado. En los
aaralelamente, presentando el talo la forma de apariencia foliar y lam inar está formado
am inar (figs. 1, 5 y 8) o un aspecto mixto, por filamentos ramificados también concres­
entre laminar y caulinar (fig. 3). Como en las centes. Reproducción sexual por carpogonios
Feofíceas, el talo puede presentar un alto gra­ con tricógina (véase más adelante) y esper­
do de diferenciación, reconociéndose en él m acios; con cistocarpos (véase también más
rizo id e s, cau lo id es y filo id e s; los rizoides adelante).
pueden estar transformados en tenues fila ­ Reproducción. — Los órganos masculinos o
mentos embrollados o en estolones Las Ro- an terid io s, llam ados aq u í esperm atangios,
dofíceas pueden presentar diversa co lo ra ­ aroducen los espermacios, uno para cada cé-
ció n : roja, pardorrojiza, púrpura, vio lácea, ula madre (fig. 2, 1). Los órganos femeninos
pardoazulada, verdeazulada. Algunas se im­ u oogonios están constituidos por grandes cé­
pregnan de carbonato cálcico , formando ma­ lulas o carpogonios, fijas en el extremo de
sas pétreas de gran dureza (fig. 6, A) y seme­ una ram ita del talo, que se alargan en un
jantes a las corales, por lo que han recibido apéndice filiforme que sobresale del talo, lla­
el nombre de Coralinas. mado tricógina (fig. 2, 2). Puesta ésta en con­
Las células que forman el talo son uni o plu­ tacto con el espermacio, éste queda pegado
rinucleadas, con membranas de celulosa y a ella, se deshacen las membranas en contac­
pectosa, que con el agua se vuelven mucila- to y el núcleo del espermacio recorre el inte­
ginosas, y presentando perforaciones de célu­ rior de la tricógina hasta fusionarse con el del
la a célula, semejantes a los plasmodesmos. carpogonio (fig. 2, 3). El zigoto resultante
Los cromatóforos son de color rojo (rodoplas- arolifera rápidamente y da otras células em-
tos) y, además de la clorofila, contienen fico- arionarias, cuyo conjunto constituye un goni-
cianina y un pigmento rojo, la ficoeritrina, m oblasto (fig. 2, 4), que a su vez da origen a
prótido de acción fotosintética. Como mate­ espo ras llam ad as c a rp ó sp o ra s (fig . 2, 5).
rial de reserva contienen am iloporfirina, glú- Cuando el gonimoblasto queda envuelto por
cido con algunas de las propiedades del al­ células estériles del talo se forma un cistocar-
midón, llamado por ello alm idón de floríde- p o (fig. 2, 6).
as. Algunas célu as, llamadas yoducos, acu­ Una variante de este proceso la constituye el
mulan yodo en sus vacúolos, no pudiendo ue las células de la base del carpogonio,
precisarse si lo hacen con el yodo libre o ba­ I amadas célu la s nutricias, se fusionan con
jo la forma de yoduros. éste, formando una gran célula que dará ori­
Reproducción sexual por heterogamia y car- gen a un gonimoblasto, el cual puede trans­
pogam ia (véase más adelante) con gámetas formarse también en cistocarpo.
inm óviles; reproducción asexual por esporas Otra variante es que cuando se ha formado el
y tetrásporas. embrión emite filamentos de con junción que
Las Rodofíceas son algas m arinas, aunque se alargan hasta ponerse en contacto con cé­
hay alguna especie dulceacuícola. La mayo­ lulas especiales, llamadas células auxiliares,
ría son autótrofas. con las que se unen. Después de esta unión
Forman un grupo muy evolucionado y bastan­ se inician nuevos carpogonios y gonimoblas-
te aislado de los demás. Pueden relacionarse tos.
en cierto modo con las Clorofíceas (láms. C/3 Algunas Rodofíceas tienen utilidad para el
y C/4), aunque los lazos de parentesco son hombre. De muchas de ellas se extraen mu-
muy dudosos (véase lám. de la portada). cílagos, gelosas, que tienen diversas aplica­
Las Rodofíceas se dividen en dos clases: las ciones industriales. Las del género Celidium
Ba ngia les y las Flor ideas. proporcionan el agar, sustrato muy empleado
para el cultivo de Bacterios; las de los géne­
Clase 1.a Bangiales ros Chondrus y Gigartina dan el carraguín,
producto industrial; las del género G loiopel-
Talo filamentoso o laminar, uni o pluristrati tis proporcionan una cola m uy tenaz y se
ficado, no ram ificado Reproducción asexua emplean en Oriente como alimento.

ATLAS DE BOTÁNICA
34
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Rodofíceas
C/2

C lase 1 .a Bangiales
C lase 2.- Florídeas
A n terid io s o esperm atangios
Esperm aci
Esperm acio

Anteridio:
Tricógina
O vo cé lu l as

O v o cé lu la s en
O v o cé lu la s y Esperm acio
división

Esperm acio:

Fusión de los núcleos

Fig. 1.- En A, talo de Porphyra laciniata; en B, írag


mentó de talo con anteridios y o vocélulas: en C , fe
Carpogonio Carpogonio
cundación de las Bangiales.
Tricógina arpogom
D esarro llo de las esporas

C istocarpo

G onim oblastos Fig- 2.- Fecundación en las Florídeas Tetrásporas

A L G U N A S ESPECIES D E F L O R ID E A S

Fig. 4.- C elid iu m corn eu m .

Fig. 6.- A , Lith oph yllu m racem us, alga calcárea;


B, Cora/lina rubens, alga calcárea. Fig. 7.- Lam entaría articulata. Fig. 8.- D e l esser ¡a sanguínea.

TRO N CO VII: RODÓFITOS


35
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Tronco U111: E u t a l ó f i t o s

Talo reducido a una sola célula o formado de dar origen a una nueva planta o, previa
por varias células, con membranas de diversa reducción cro m ática, d ivid irse y dar n a ci­
naturaleza. Unos son autótrofos, libres o sim­ miento a zoosporas haploides, que dan ori­
b iontes, provistos siem pre de c lo ro fila , y gen a nuevos talos. Las Clorofíceas pueden
otros son heterotrofos, habiendo entre ellos ser monoicas y dioicas.
saprofíticos, simbiontes y parásitos. Vegetales Por un lado se relacionan directamente con
acuáticos (marinos o dulceacuícolas) y terres­ las Flageladas verdes, y, por otro, con los
tres, éstos generalm ente atm ofíticos. Unos Cormófitos (véase lámina de la portada).
probablemente proceden directamente de las Las Clorofíceas se dividen en cuatro clases:
Flageladas verdes (véase lám. de la portada), P ro to co ca les, U lo trica les, S ifo n o cla d a le s y
otros, en cam bio, se relacionan con los M¡- Sifonales.
xófitos y Rodófitos.
Los Eutalófitos se clasifican en tres grandes Clase 1 Protococales
divisiones: las Clorofíceas o Algas verdes, los
Carófitos y los Eumicetes u Hongos. Células casi siempre con un solo núcleo, ais­
ladas y móviles mediante 2, 4 o 6 flagelos, o
DIVISIÓN I. inm óviles, formando agregados con cubiertas
CLO RO FÍCEAS O ALGAS VERDES m ucilagino sas, cenobios, e tc ., pero nunca
formando filamentos. Contienen casi siempre
Organism os unicelulares que viven aislada­ un cloroplasto que se transforma en leuco-
mente, reunidos en colonias de forma y es­ plasto en las heterótrofas; a veces se tiñen de
tructura diversa, o formando un talo de forma rojo debido a gotitas de hematocroma (caro-
muy variada. Las colonias pueden ser de sim­ tinoide). Algunas especies tienen vacúolos
ple agregación, es decir, que los individuos pulsativos, cerca de los flagelos. O tras, sin
no están en contacto sino separados por mu- flagelos, poseen m ovim ientos am eboideos.
cíla g o , o c o n stitu ir un ce n o b io , es d ecir, Reproducción asexual en Volvox (fig. 1, A)
cuando los individuos que forman la colonia por células especiales o gon id ios que, des­
Dertenecen a una misma generación y aqué- prendidos de la superficie, generan en el in­
la toma forma determinada y constante para terior del cenobio colonias hijas. Reproduc­
cada especie (figs. 1 y 4); los cenobios se ge­ ción sexual por isogámetas o por espermato­
neran ya dentro de la célula madre (figs. 3 y zo id es y oosferas producidas en cenobios
4 B). dioicos (figura 1, B y C). Perdurabilidad por
El talo puede ser filamentoso simple (figs. 5 y hipnocistes (fig 2), es decir, por acinetos largo
8) o ramificado (lámina C/4, fig. 1, A), foliar, tiem po en reposo, o por p o lie d ro s (fig. 3),
laminar dicotóm ico, en forma de disco o de que son esporas de forma irregular estrellada,
pulvím ulo (fig. 6), etc. En algunas especies el originadas dentro de un zigoto largo tiempo
talo es cenocítico (lám. C/4, figs. 2, 3 y 4). A en reposo.
veces la colonia puede ser m óvil, mediante La mayoría viven en las aguas marinas, dul­
los cilios o flagelos de los individuos periféri­ ces o salobres, no faltando especies atmofíti-
cos (fig. 1, A). Células uní o plurinucleadas. cas, epi o endofíticas, simbiontes liquénicas
Cromatóforos conteniendo sólo clorofila, lle­ y otras, llamadas zooclorelas, que viven en-
vando pirenoides casi siem pre. M aterial de dosimbióticamente en ciertos animales infe­
reserva: alm idón, raras veces cuerpos grasos. riores.
Membrana celu lar totalmente de celulosa o
bien con algo de pectosa. Clase 2.a Ulotricales
Reproducción asexual o m ultiplicación por
zoosporas con 2 ó 4 cilios o flagelos iguales Células uninucleadas, provistas de un cloro-
(fig. 5) o, más raramente, con una corona de ulasto; algunas especies son rojizas debido a
pestañas (lám ina C/4, fig. 5). Perdurabilidad a hematocroma. La mayoría forman talos fi­
por acinetos y aplanósporas. Reproducción lamentosos, simples (figs. 5 y 8) o ram ifica­
sexual por isogámetas flagelados móviles, los dos; otras especies los tienen acintados, lam i­
cuales copulándose forman zigotos inmóviles nares o foliáceos uni o pluristratificados, en
o m óviles (zigozoósporas), diploides, y con forma de disco (fig. 6), etc. M u ltip licació n
un número doble de flagelos que los isogá­ por zoosporas biciliadas (m icrósporas) o cua-
metas. También se reproducen por heteroga- triciliad as (m acrósporas). Reproducción se­
mia, por medio de anteridios, que producen xual por isogámetas (fig 5) o mediante anteri­
espermatozoides, y de oogonios con oosfe­ dios y oogonios (lám. C/3, fig. 7). Perdurabili­
ras. De la unión del espermatozoide con la dad por aplanósporas y acinetos. En algunas
oosfera surge una oospora diploide, que pue­ especies d io icas, las m ascu lin as, llam adas

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Clorofíceas
C/3

Clase 1 Protococales

Fig . 3.- P o lie d ro de Pedias-


trum generando un joven ce­
Fig. 2.- H ipnociste de una
nobio.
V olvocal.

C enob io m ascu lin o Fascícu lo d e C e n o b io fem enino


con esperm atozoides esperm atozoides co n 5 oosferas
Fig. 1.- V olvox aureus. En A , cenobio com pleto contenien­
do colonias hijas producidas por vía vegetativa; en B, frag­
mento de cenobio con una célula madre de esperm atozoi­
des (a); en C , ídem ídem con una joven oosfera (b).
Fig. 4.- H yd ro dictyon reticulatum . En A , fragmento de
un ceno b io ; en B, una célula generando en su interior
un joven cenobio.

Clase 2.- Ulotricales

E s p e rm a to z o id e
b icilia d o
Fig. 6.- Talo com pleto de C oleo ch aete soluta
Gam eta
O o g o n io con
Anteridio*
revestim iento
co rtical
Fecundación
G am etas ^
copulándose

Zoospora
O o g o n io m aduro
abierto
Fig. 5.- U lo trix zonata, filam ento maduro Fig. 8.- O edogon iu m sp
En A , célu las vegetativas; en B, form ación Fig. 7.- Reproducción de un C o leo ch a ete mediante anteri-
y salida de las zoosporas; en C , ídem ídem dios y oogonios.
de los gametas.

TRO N CO Vllb EUTALÓFITOS

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Tronco U111: E u t a l ó f i t o s

nanandros, son diminutas (lám. C/3, fig. 8), y contener aceites y grasas. M u ltip lic a c ió n ,
jara la fecundación nadan hasta adherirse a cuando la tienen, por zoosporas pluriciIíadas
os oogonios de las femeninas. (fig. 5). Reproducción sexual por ¡sogamia,
La mayoría viven en aguas marinas dulces o mediante gámetas formados en gametangios
salobres, si bien las hay atm ofíticas, rupes­ o por heterogamia, por medio de anteridios y
tres, epífitas de algas y de plantas terrestres y oogonios. Perdurabilidad por aplanósporas.
endofitas. Algunas pocas son simbiontes li- En las Vaucheriáceas la formación de los oo­
quénicas y otras parásitas. gonios se ve rifica com o sigue: en el sifón
aparecen divertículos que más tarde se cie­
Clase 3.- Sifonocladales rran por un tabique (fig 5); los núcleos apri­
sionados dentro del divertículo degeneran to­
Células algunas veces libres, pero casi siem­ dos menos uno, que será el de la oosfera. De
pre formando un talo. Las células son pluri­ un modo análogo se forman los anteridios,
nucleadas, con cloroplastos reticulados (fig. pero con la diferencia que los núcleos no de­
1, B) y llevan pirenoides; algunas veces son generan sino que forman otros tantos esper­
muy pequeños y numerosos, de forma discoi­ matozoides biciliados.
dal. El talo puede ser filamentoso y siempre Las Sifonales son todas marinas y autótrofas.
muy ram ificado (fig. 1, A) y a menudo con
los filamentos cenocíticos; también puede te­ DIVISIÓN II. CARÓFITOS
ner la forma de un disco constituido por arte­
jos radiales (fig. 2, A y B) sostenido por un si­ El talo es pluricelular, erguido, formado por
fón, es decir, por un tubo unicelular o ceno- una sola hilera de células, unas largas, célu ­
cítico; a veces toma la forma laminar reticu- las internodales, y otras cortas, células noda­
lada, etc. La célula inferior suele llevar ex­ les, dispuestas alternativamente. De las noda­
pansiones filamentosas a modo de rizoides. les parten verticilos de ramitas que llevan, a
M ultiplicación por esporas bi o cuadricilia- su vez, verticilos de otras ramitas (figuras 6 y
das. Reproducción sexual por ¡sogamia y he- 7). El eje y las ramitas pueden ser desnudos o
terogamia. La primera se verifica con isogá- llevar un revestimiento formado por una capa
metas b iciIiad o s m orfológicam ente iguales de células, células corticales (fig. 7).
(fig. 2, C ); sin embargo, en algunos se ha ob­ Las células contienen numerosos y pequeños
servado el heterocrom osom a o cromosoma cloroplastos, situados en la periferia, y gran­
sexual. La segunda tiene lugar mediante es­ des vacú o lo s en la parte más interna. Las
permatozoides, salidos de anteridios y oosfe­ membranas son de celulosa impregnada de
ras contenidas en oogonios. La oosfera fecun­ carbonato cálcico . Como material de reserva
dada u oospora da nacimiento de 1 a 8 zoos­ contienen almidón.
poras biciliadas, que dan lugar a otros tantos No se reproducen asexualmente, pues care­
individuos. Perdurabilidad por acinetos. cen de zoosporas. Reproducción sexual por
En algunas especies, principalm ente en las oogonios y anteridios; éstos están contenidos
Cladoforáceas, se presenta la alternación de en un órgano independiente o anteridióforo.
generaciones, la cual se produce de la si­ Hay especies monoicas y dioicas. Los oogo­
guiente forma: el individuo diploide, engen­ nios son ovoides (fig. 7), protegidos por brac-
drado por la copulación de dos gámetas, pro­ teolas y formados por 5 o 10 células tubula­
duce zoosporas haploides, de las que nacen res, arrolladas helicoidalmente y terminando,
individuos que dan gámetas también haploi­ cada una, por un filoide; el conjunto de filo i­
des, y éstos, copulándose, dan nuevamente des constituye la corónula. El anteridióforo,
individuos diploides. de forma esferoidal, está constituido por 8
anteridios. Cada uno consta (fig. 8. A) de un
Clase 4.- Sifonales escudete triangular, que en su parte interna
tiene un vástago, el manubrio, en cuyo extre­
Talo cenocítico, es decir, unicelular y pluri­ mo lleva unas células esféricas, el capítulo,
nucleado, formado por un sifón único y po- de las que parten los filamentos anteridianos,
lienergético, de forma filamentosa sim ple o los cua es están formados por numerosas cé­
ramificada o en pincel. En algunas especies lulas discoidales (fig. 8, B), originando cada
el talo presenta partes diferenciadas en rizoi­ una un espermatozoide. Son aplobiontes; la
des, cauloides y filoides (figs. 3 y 4). Cloro­ fase diploide es la de oospora.
plastos lenticulares o laminares con o sin pi­ Los Carófitos forman un grupo aislado, sin
renoides. Como materiales de reserva pueden ninguna relación con los demás.

ATLAS DET30TÁNICA

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Clorofíceas.
Carófitos

Clase 3.§ Sifonocladales

Picenoides

Isogám etas b iciliad o s

D Aplanósporas

Fig. 1.- C ladophora glom erata. En A , talo com ple­ Fig. 2.- A ceta b u la ria m editerránea. En A , grupo de indivi
to; en B, célula del m ism o, polienérgida y con un dúos; en B, verticilo en sección longitudinal; en C , un isogá
retículo clo ro fílico . meta y otros dos copulándose.

Clase 4.§ Sifonales

sperm atozoide

O ogonio Zoospora

omatóforos

N úcleos

Fig. 5.- Anteridio y oogonios de Vaucheria

Fig . C a u le rp a m a c ro d isc a
Fragmento del talo. Fig. 4.- H alim eda tuna. Talo completo
Esperm atozoides

División II. Carófitos

C é lu las corticales

C o ró n ula
O ogonio

ospora
¡lam entos anteridianos
ogonio Esperm atozoide

actéo las

A nteridióíoro scudetes

anubrio

nteridióforo
A nteridio O ospora

c- r , ... . . Fie. 7 .- Fragmento del talo de • r* a


n g . b.- C hara tragihs, parte ap ica l ch a ra fra silis 8' ’ E'ementos sexuales de Chara tragihs. En A,
del talo. En A , detalle de una ramita c uno de los escudos del anterid io ; en B, detalle de
con anteridios y oogonios. un filam ento anteridial con esperm atozoides.

TRO N CO VIII. EU TA LÓ FITO I


y

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Tronco U N I : E u t a l ó f i t o s

DIVISIÓN III. EUMICETES U H O N G O S ción puede verificarse entre filamentos micé-


licos de un mismo talo (copulación homotáli-
Talo sencillo, unicelular o filamentoso ramifi­ ca) o entre filamentos de talos distintos (co­
cado, cenocítico o tabicado. Células sin clo­ pulación heterotálica).
roplastos, y membrana celulósica, con o sin Los Ficomicetes son hongos saprofíticos o pa­
quitina, sustancia poliholósida nitrogenada, rásitos, de pequeño tamaño y muy difundi­
análoga a la de los Artrópodos. Si las células dos. Más de una tercera parte son acuáticos.
se disponen en filam entos, éstos se llaman Como ejemplos pueden citarse: el «mildiu de
hifas; el conjunto de h¡fas constituye el m ice­ la vid» (Plasmopara vitícola), la «podredum­
lio, que es de crecimiento apical y puede al­ bre seca de la patata» (Phytophora infestaos),
canzar un desarrollo considerable; también las Saprolegnia (fig. 1) y el «moho del pan»
puede tomar el aspecto de un falso tejido o (M ucor m ucedo) (figura 2).
hifenquima, muy desarrollado en los aparatos
esporíferos. Las células que forman las hifas Clase 2.- Ascomicetes
pueden ser uninucleadas y, en este caso, el
m icelio se designa con el nombre de m icelio M icelio tabicado, con células uninucleadas
prim ario (m icelio haploide), o ser plurinucle­ o, aunque raramente, también p lu rin u clea­
adas y entonces tendremos un m icelio secun­ das; a veces está poco desarrollado o puede
dario (m icelio diploide), cuyo origen es la fu­ faltar; otras, es denso y muy ramificado (fig.
sión de dos m icelios prim arios. Reproduc­ 7). Tiene crecimiento apical. Según sean las
ción asexual y sexual según diversas modali­ condiciones am bientales, el m icelio puede
dades, que estudiaremos en cada clase. O r­ recubrirse de una capa protectora, formándo­
ganismos heterótrofos, siendo unos saprofíti­ se un cuerpo duro y resistente llamado esc/e-
cos, otros parásitos y otros simbiontes. rocio. (fig. 6, A y B). M ultiplicación por coni­
Los Hongos parecen derivarse de las algas, dios, oidios, yem as, picnidios, es decir, re­
principalm ente de las Rodofíceas, habiendo ceptáculos conteniendo conidios, corem ios,
perdido su vida autótrofa. Se dividen en tres es decir, manojos de hifas esporógenas, etc.
clases principales: Ficom icetes, Ascom icetes En algunos grupos pueden c o in c id ir dos o
y Basidiom icetes. más de estos tipos de m ultiplicación, llam án­
dose entonces pleomorfos. La reproducción
Clase 1 .§ Ficomicetes sexual se verifica como en los Rodófitos, por
anteridios y oogonios (en este caso llamados
Talo unas veces m icroscópico y unicelular y ascogonios).
otras c e n o c ític o , engrosado y ram ificad o El proceso típico de reproducción sexual se
cuando joven, y tabicado cuando adulto o verifica como sigue. Algunas hifas se hinchan
vetusto. M ice lio desarrollado, a veces muy y se agrandan, convirtiéndose en ascogonios
desarrollado, aunque hay especies que care­ con una tricógina, siendo ambos plurinuclea­
cen de él. Membranas de quitina o de celulo­ dos. Junto al ascogonio se desarrolla otra hi-
sa. M ultiplicación por diversas clases de es­ fa, también plurinucleada, que es el anteridio
poras, zoosporas, planetocitos o células mó­ (fig. 3, A). Los núcleos de la tricógina dege­
viles mediante cilios, conidios o esporas ága- neran y todos los del anteridio, pasando por
mas, producidas o no por conidióforos (fig. la tricógina, penetran en el ascogonio (fig. 3,
2); oidiósporas o esporas asexuadas, de extre­ B) y se aparean con las de éste, constituyen­
mos truncados y resultado de la desintegra­ do cada par un dicarion. Poco después el as­
ción celular de las hifas; clam idósporas o es­ cogonio emite hifas ascógenas, en las que
poras formadas en el interior de una célula y penetran los pares de núcleos. La célula api­
que además de su membrana llevan la de la cal de cada hifa ascógena recibe un dicarion
célula madre, etc. Reproducción sexual se­ y en su extremo nace una prolongación en­
gún tres modalidades distintas: a) copulación corvada, el uncínulo, en el que penetra uno
de espermatozoides y oosfera; b) copulación de los núcleos que forma el dicarion (fig. 3,
de núcleos espermáticos, formados en anteri- d). Ambos núcleos se dividen y de los 4 nú­
dios, y con oosferas contenidas en oogonios cleos resultantes dos del sexo opuesto se sitú­
(fig. 1, B y D), dando como producto, en am­ an en el ápice de la cé lu la , y de los otros
bos casos, una oospora; c) copulación de nú­ dos, el uno penetra en el uncículo y el otro
cleos espermáticos y núcleos ovulares, pro­ permanece en la base de la célula. Al mismo
ducidos todos en hifas especiales llamadas tiem po se forma un tabique que separa la
gametangios (fig. 2, B), dando como resulta­ parte binucleada del resto. En este punto es
do la formación de un zigoto o zigóspora (fi­ cuando se verifica la cariocinesis. El núcleo
gura 2, C y D). En este tercer caso la copula­ diploide resultante se divide después tres ve-

ATLAS DE^BOTÁN ICA

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Eumicetes
C/5

Zoosporas Clase 1 Ficomicetes


O ogonio
Conidióforo

G am etangio s
Suspendí

Esporogonio Zigósp'

C o lu m e lc j® A
Zdosporangio
M em brana v a c ía ífr Z ig o to ^ ^ ^ ^ ^ C

Fig. 1.- M ultiplicación y reproducción del Saprolegnia. En A , zoos- Fig. 2.- Multiplicación y reproducción del M u co r muceclo. En A, cor-
porangios, el uno emitiendo zoosporas; en B, oogonio; en C , zoos- te de un esporogonio; en B, copulación de dos gametangios, con zo-
pora enquistada en su membrana, y otra, abandonándola; en D, es- óspora resultante; en C , unión sexual de micelios y producción ase-
quema de la fecundación del oogonio mediante los anteridios. xual de esporangióforos; en D, zigóspora emitiendo un conidióforo.

A sco g o n io ''U n C ÍI\ ' ” Clase 2 .~ Ascomicetes / M u ltip lic a ció n por g e n ^ í n ^

/ ‘M É llh í H if a s a s c ó g e n a s A ^ , ^ A . T x

N úcleos

C onid ios

A nteridios

A sco

Fig. 3.- Fecundación y form ación de los ascos. En A , ascogo Fig. 4.- En A , la levadura de la cerveza (Saccharom yces cere
nio con el anteridio adosado a é l; en B, los núcleos del ante visiae). En B, extrem o de un conidióforo de Penicillium sp
ridio han penetrado en el ascogonio; en C , ascogonio emi con cadenas de conidios.
tiendo las hifas ascógenas; en D , form ación de los ascos.
Peritectos,
A paratos esp o rífero si Ü C o n id io s

Esclerocips
H ifas sub him eniales

Fig. 5.- U n oídio (Erysiphe com m unis). Aparatos


esporíferos, conidios y m icelio.

A paratos esporíferos
Fig. 6.- El cornezuelo del centeno (C la vicep s purpurea).
En A , espiga atacada; en B, esclero cio em itiendo aparatos
esporíferos; en C , detalle del extrem o de un aparato espo-
rífero; en D , detalles de un peritecio.

Fig. 7 , Tres hongos D iscom icetes: A , P eziza auran


tía; B, M o rch e lla escu len ta ; C , Tuber aestivum .

TRO N CO VIII: EUTALÓFITOS


41
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Tronco U N I : E u t a l ó f i t o s

ces consecutivas, dando 8 núcleos haploides, m án d o se al m ism o tiem p o dos tab iq u es


los cuales, rodeándose de citoplasm a y de transversales, que separan la fíbula de la par­
una tenue membrana, constituyen otras tan­ te apical y ésta del resto de la célula. La parte
tas ascósporas. apical se ha constituido en una célula, llama­
Com únm ente son 8, pero tam bién pueden da célula basidial, con dos núcleos de distin­
ser 4, 12 o más. La hifa que las contiene se to sexo. Estos núcleos se unen dando un nú­
llama asco. El conjunto de ascos dispuestos cleo diploide, el cual, más tarde, dividiéndo­
ordenadamente, alternando con paráfisis, re­ se dos veces, dará los 4 núcleos haploides de
cibe el nombre de him enio (lám. C/7, fig. 5, un basidio típico. En el extremo libre de la
G ); también pueden estar contenidos en apa­ célula basidial se forman cuatro apéndices,
ratos esporíferos en forma de copa, llamados los esterigmas, terminados cada uno por una
apotecios (lám. C/7, fig, 1, B) o en utrículos vesícula en las que se alojan los 4 núcleos,
situados en la periferia de un esporangio es­ formando cuatro exósporas o basidiósporas.
feroidal, llamados peritecios (lám. C/5, fig. 6, Mientras tanto, la membrana que separa la fí­
B, C y D). bula del resto de la célula desaparece, y el
Ejemplos de Ascomicetes son: las levaduras, núcleo que aquélla contenía va a aparejarse
tales como el Saccharonyces cerevicias de la con el que había quedado en la hifa, volvien­
cerveza (lám . C/5, figura 4, A), el 5. ellipsoi- do ésta a tener dos núcleos. El número co­
deus, del vino, el 5. apiculatus, de la sidra, rriente de basidiósporas es el de 4, pero pue­
etc., los «mohos» Penicillium (P. cruslaceum , den ser 1, 2, 3 o más por basidio.
P. notatum, etc.); los «oídios» (Uncinula ne- El desarrollo de un Basidiomicete es como si­
cator, Erysip h e co m m u n is); el «cornezuelo gue. De la basidióspora nace un m icelio ha-
del centeno» (Claviceps purpurea), cuyos es- ploide (m icelio primario), cuyas h¡fas pueden
clerocios contienen un principio tóxico lla­ unirse a otras cu alesq uiera, sean o no del
mado ergotina (lámina C/5, fig. 6). Otros tie­ mismo sexo (figura 2), constituyéndose en­
nen el aparato esporífero muy desarrollado y tonces un mice io diploide (m icelio secunda­
son com estibles, tales como los representa­ rio). La fase haploide es breve; en cambio la
dos en la fig. 7 de la lám. C/5. fase diploide dura toda la vida del hongo. El
Algunos Ascom icetes son simbiontes de las m icelio crece en forma d isco id al, desarro­
raíces de ciertas plantas; esta simbiosis recibe llándose las hifas en todos sentidos. Cuando
el nombre de m icorriza. Los m icelios de di­ ha alcan zad o cierta extensión em piezan a
chos hongos envuelven las raíces, unas veces morir las partes centrales, formando las hifas
sin penetrar en las células radicales, micorri- periféricas una especie de corona que va cre­
zas ectótrofas, o penetrando en ellas, m ¡corri­ ciendo por su parte externa y muriendo por
zas endótrofas. Entre las primeras se encuen­ la interna.
tra la trufa (Tuber cestivum). C u a n d o lleg a el m ic e lio a la m ad u rez y
cuando son favorables las condiciones am­
Clase 3.a Basidiomicetes bientales, las hifas se reúnen y se enlazan en
ciertos puntos para formar el aparato esporí­
M icelio pluricelular, a veces temporalmente fero o basidióforo. Los basidióforos de mu­
cenocítico, de crecimiento apical, con mem­ chos hongos los conocemos vulgarmente con
branas intensamente quitinizadas. M ultiplica­ el nombre de «setas», siendo el verdadero
ción por conidios, oídios o yemas. Carecen cuerpo del hongo el m icelio. El basidióforo
de órganos sexuales, existiendo solam ente está constituido, en ciertos grupos (Himenia-
sexualidad en los micelios. les), por un pie o pedícu\o (de ahí el nombre
Las esporas, en este caso basidiósporas, se de Basidiom icetes: de básis = pedestal, y my-
forman de una manera análoga a las ascópo- kes = hongo), el cual soporta una especie de
ras. De la fusión de dos m icelios primarios se sombrerillo, el p íleo (fig. 2). Cuando el basi­
forma el m icelio secundario, que, como sa­ dióforo está en edad juvenil, el pedículo y el
bemos, está constituido por células binuclea- píleo están recubiertos por dos membranas,
das. En el ápice de una hifa binucleada y la­ que forman una cáscara, llam ada volva. Al
teralmente (fig. 1) se forma una bolsa o fíbu­ m adurar el basidióforo, rompe la volva, el
la. Ambos núcleos se dividen en dos; uno de pedículo se alarga y el píleo se abre y expan­
los dos núcleos originados por el núcleo más siona. Algunos restos de la membrana exter­
cercano a la fíbula penetra en ella, mientras na de la volva quedan adheridos al pie del
que el otro se apareja con uno de los dos ori­ ^edículo, así como en la cara superior del pí-
ginados por el segundo núcleo inicial, colo­ eo; en la parte superior del pedículo quedan
cándose ambos cerca del ápice de la célula; los restos de la membrana interna, formando
el cuarto queda en la base de la misma, for­ el anillo. En la cara inferior del píleo existen

I ATLAS P £ BOTÁNICA

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Eumicetes
C/6

Clase 3.- Basidiomicetes

Fig. 1.- Form ación de un basidio

Fig. 2.- Desarrollo de un Basidiom icete con pí


leo y pedículo.

Fig. 3.- N íscalo (Lactarius delicio su s)


Fig. 4.- Rebozuelo (Cantha
rellus cibarius).

Fig. 6.- Seta matamoscas


(Am anita m uscaria).

Fig. 5.- Pie de rata (Clavaria flava).

TRONCO VIII: EUTALÓFITOS


4 Í

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Tronco U111: E u t a l ó í í t o s

lam inillas radiales, poros o trabéculas, cada Cuando el Liquen es de forma foliar existe en
una de las cuales lleva multitud de basidios; la cara inferior del mismo un estrato o capa
junto a los basidios se hallan también paráfi- cortical interna, semejante a la externa pero
sis. menos gruesa y de diferente color. Se fija el
Los Basidiomicetes son saprofitos, parásitos y sustrato mediante hifas más largas, llamadas
sim biontes. Entre los primeros, los más nu­ rizinas o hapterios (fig. 3), que les sirven tam­
merosos, están comprendidas casi todas las bién para absorber el agua.
setas que conocemos De éstas unas son co­ El talo que acabamos de describir se llama
m estibles y otras son tó xicas o venenosas, talo heterómero, pero existe también el talo
pudiendo algunas causar la muerte. Los prin­ hom óm ero, en el que los gonidios se hallan
cipales tóxicos contenidos en ellas son de va­ irregularmente dispersos por el m icelio (fig.
rias clases: la muscarina, base cuaternaria de 1, B).
amonio, no mortal, pero produce excitacio­ Las hifas apresan el alga de diversas maneras
nes p síq u ic a s; los p rin c ip io s h e m o lític o s, (fig. 2). A veces, el extremo de la hifa engrue­
muy extendidos entre los hongos (casi todos sa y su membrana se pega a la del gonidio
quedan destruidos por la cocción), producen (fig. 2, 1); otras veces las hifas rodean total­
hemoglobinuria e ictericia; la amanita, poli- mente al gonidio (fig. 2, 2), pero en otros ca­
péptido mortal en el 80 % de los casos, ataca sos las hifas penetran dentro de los gonidios
y produce lesiones graves en el hígado y en por medio de haustorios (fig. 2, 3).
los riñones. Entre los parásitos de los vegeta­ La m ultiplicación se verifica por soredios, los
les superiores, cuyos m icelios penetran en cuales están constituidos por gonidios rodea­
sus tejidos y emitiendo haustorios, producen dos de hifas (fig. 3, A). Los soredios se for­
graves enfermedades: citaremos las «royas», man en la capa gonídica, que se fragmenta
producidas, entre otros, por la Puccinia gra- en pequeños grupos (fig. 3) y éstos escapan
m inis; los «tizones», producidos por hongos hacia afuera por resquebraduras de la capa
del género Ustilago, tales como el U. tritici, co rtical. T a im ié n pueden form arse por mi­
sobre el trigo, U. avence, sobre la avena; la gración de los gonidios de la capa gonídica
«caries de los cereales», producida por Tille- hacia el estrato medular, en donde se rodean
tia tritici y T. loevis, etc. Finalmente, unos po­ de hifas. La reproducción sexual se verifica
cos, tales como los de los géneros Rhipido- en el hongo como hemos visto en la clase
nema y Thelephora, forman simbiosis liqué- correspondiente; en cambio, el alga lo hace
nicas con Cianofíceas de los géneros Croo- por vía vegetativa m ediante zoosporas. El
co ccu s y Scytonema. hongo nacido de una ascóspora no medra si
no puede captar el alga nacida de una zoos­
Clase 4.§ Liqúenes pora; en cambio, ésta vive en medio líquido
sin el concurso del hongo.
En realidad, los Liqúenes form an, más que Los liqúenes se subdividen en dos grupos:
una c la s e siste m á tica in d e p e n d ie n te , un A seolíquenes y Basidiolíquenes, según la cla­
apéndice de las clases 2.- y 3.- de los Hongos se a que pertenece el hongo. Como ejemplos
o Eum icetes, pues son siempre el producto de los primeros, que son la inmensa mayoría,
de la asociación entre un alga y un hongo. tenemos las tres especies representadas en la
Este últim o pertenece, en la mayoría de Li­ figura 4 ; com o ejem plos de los segundos,
qúenes, a la clase de los Ascomicetes, pero que existen en ínfima m inoría, tenemos las
también forman liqúenes algunos Basiodio- dos especies de la figura 5, en las que se da
micetes; el alga puede ser una Clorofícea o el caso curioso de que un mismo hongo, el
también, aunque con menos frecuencia, una Thelephora, según sea la especie del alga,
Cianofícea; las algas en los Liqúenes consti­ forma especies distintas de liqúenes.
tuyen los gonidios (figs. 1, 2 y 3). Los liqúenes están muy difundidos por todo
Un Liquen está formado por una capa corti­ el Globo hasta el punto de que pueden sub­
c a l extern a integrada por hifas de gruesa sistir en regiones impropias para toda otra es­
membrana y densamente dispuestas. G ene­ p e cie ve g e ta l, com o su ce d e con los que
ralmente aparece vivamente coloreada de ro­ constituyen las «tundras» árticas. Los hay ru­
jo, am arillo, verde, gris, etc. (fig. 1, A). Por pestres, contribuyendo a la degradación su­
debajo de ella está la capa g o n íd ica , en la perficial de las rocas, preparando así el terre­
que las hifas son escasas y se halla repleta de no para el enraizamiento de otras plantas e
gonidios. Inferiormente hay un tercer estrato, iniciando de esta manera la form ación del
la capa medular; formada por hifas alargadas. suelo.

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44 ' '

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C/7

Clase 4.- Liqúenes

C ap a gonídica A potecio
C ap a co rtical C o n id io s
Parálisis

H ifas m icelian as Haustorios

' H ifas m icelianas^ C ap a m edular M C o n id io s

H ila s i
Fig. 1.- Estructura de los liqúenes: en A , talo heteróm ero; en B, talo homómero
Soredios
¡versas formas de unión entre el
■fc. i» $ . ¿ . -v^ - L ~ .___ — -—' H ifas

C o n id io s

Fig. 3.- M u ltip licació n de un liquen mediante sore


dios. En A , detalle de un soredio.

Fig. 4.- Tres ascolíquenes: en A , el Cladonia rangifera y, en B, el C ladonia verticillaris, dos lí


quenes ram ificados o cespitosos; en C , el Peltigera canina, liquen crustáceo o foliar.

C
Fig. 5.- Dos basidiplíquenes debidos a la unión de un mismo hongo, el Thelephora, con dos algas distintas: en A , el Cora pavo-
nia, formado por el alga C ian o íicea del género C ro o c o c c u s; en B, el D yctyon em a sericeu m , formado por el alga C ianofícea del
género Scytonem a, y cuya estructura se detalla en C .

TRO N CO VIIR EÜ IA I ÓFITOS


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Tronco IK: Cormófitos

Histología y Organografía son los b u lb ilo s, pequeñas yem as epígeas


con los catafilos engrosados por sustancias
El cormo. — Es el cuerpo vegetal pluricelular, de reserva, que se desprenden de la planta y
cuyas células se diversifican y se agrupan for­ al germinar en el suelo reproducen una nue­
mando tejidos definidos, los cuales constituyen va planta. Pueden originarse en la axila de
órganos adecuados para cum plir las diversas las hojas, como en las saxífragas, en una in­
funciones vegetativas y reproductoras del vege­ florescencia, como en algunas cebollas (fig
tal. El cormo se compone del brote o vastago y 5), en las hojas, como en algunos heléchos.
de la raíz. El primero está diferenciado en tallo Otra variante son los turiones, renuevos que
y hojas. por conservar los catafilos son como largas
Los vegetales que estudiaremos en adelante yemas desnudas, con el vástago lleno de re­
son cormófitos, excepto los Musgos y las H e­ servas, como ocurre en los espárragos (fig. 4).
páticas (lám. E/1), que son briófitos, tipo inter­
medio entre el talo y el cormo. EL TALLO

LA YEMA El tallo puede definirse como el eje del cor­


m o que lleva las hojas. Es de forma cónica,
La yema es el rudimento de un vástago prote­ generalmente muy alargada, y posee geotro­
gido por hojitas transform adas o ca ta filo s, pismo negativo. Consta de dos partes: la una
combadas sobre él y colocadas en forma im­ es el eje hipocótilo, que se forma al germinar
bricada (fig. 2). Los catafilos más externos se la sem illa (véase lám. F/6), y es el tallo pri­
hallan, a veces, recubiertos por resinas o de mordial comprendido entre el arranque de la
pelos para favorecer su im perm eabilidad, y raíz y el punto de unión de los cotiledones, y
forman una envoltura algo coriácea y de cier­ la otra es el eje epicótilo, que se origina en la
ta resistencia, que ha recibido el nombre de yema terminal, situada en el ápice del hipo-
pérula. cotilo entre los cotiledones (fig. 1).
En el vástago rudimentario se distinguen el ápi­ Crecimiento del tallo — Debido a la actividad
ce vegetativo (fig. 2, B), los rudimentos foliares, del ápice vegetativo, el vástago crece en lon­
que a medida que se alejan van transformán­ gitud, aumentando la distancia entre las ho­
dose en catafilos, y los rudimentos caulinares, jas, tanto más cuanto más alejadas están del
situados en la axila de los anteriores. ápice vegetativo. El punto de inserción de las
Clases de yemas. — En cuanto a la naturale­ hojas recibe el nombre de nudo, y la porción
za de vástago, la yema puede ser: foliffera, del vástago com prendida entre dos nudos
florífera o mixta si origina, respectivamente, consecutivos, el de entrenudo. El crecimiento
una rama con hojas, un grupo de flores o am­ de los entrenudos va disminuyendo de arriba
bas cosas a la vez. También puede ser peru- abajo y cesa a partir de cierta distancia de la
lada o desnuda si está o no protegida por una yema terminal. Sin embargo, en algunas plan­
pérula. tas (en las Gramíneas), la zona basal de los
Según la posición que ocupa en el tallo (fig. entrenudos también posee actividad de creci­
1), la yema puede ser: terminal, la situada en miento (crecim iento intercalar), por lo que es­
el ápice; axilar normal, la situada en la axila tas plantas crecen con gran rapidez, algunas
de la hoja, acompañada o no de yemas axila­ hasta unos 5 cm o más por hora.
res accesorias; extraaxiliar, la situada a lo lar­ Ramificación del tallo. — Las yemas axilares
go del tallo; cotiledónica, si se origina entre dan origen a tallos de segundo orden, llama­
los cotiledones; hipocotílea, cuando se inser­ dos ramas, y el fenómeno recibe el nombre
ta en el tallo por debajo de los cotiledones; de ram ificación. Cuando el eje principal va
radical, si se forma en la raíz. creciendo y echando ramas laterales, tendre­
En algunos vegetales las yemas pueden for­ mos la ramificación m onopódica (fig. 8), pro­
marse en el tallo, en la raíz y aun en las ho­ pia de las Coniferas (abeto, ciprés, etc.); cuan­
jas, mucho tiempo después de creados estos do cesa pronto la actividad de la yema termi­
órganos, recibiendo entonces el nombre de nal, entonces prosigue el desarrollo una de
adventicias. las ramas laterales y tendremos la ram ifica­
Vernación o prefoliación. — Es la posición ción sim pódica (figura 9), propia de casi to­
que adoptan las hojas en la yema, bien con­ dos los arboles D icotiledóneos (castaño, no­
siderando la hoja de por sí o bien su posición gal, encina, etc.). Cuando la especie es arbó­
recíproca (fig. 3). rea, el conjunto del ramaje constituye la c o ­
Variantes de las yemas. — Yemas especiales pa.

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La y e m a .
! \
El tallo

Yema term inal Yema e xtra a xila r

A p ice
Yem a term inal
vegetativo Rudim entos foliares
Yema
axilar C a t a filo s \ &

1 D oblada 2 C o n d u p licad a 3 C irc in a d a 4 Convoluta


nom<

•fntrenudó
Nudo
5 Revoluta
Eje epicótil

cotiledóni
H o jas prifv
Rudim e
o cotilecfcrt C ica triz
folia resj
Eje h ip o c a foliar

8 In d u p lica d a 9 Valvar
Fig. 2.- En A , una yem a; en B, corte
esquem atizado de una yem a.

R aíz / jA \ \
Región
s e c u n d a ria / f T -nc
/ / i __________ pi litera
R aíz prim aria f P ilo rriza

Fig. 1.- El corm o. Esquema de sus 10 Sem iequitante n Equitante 12 Im bricada

partes en una D icotiledónea joven. Fig. 3.- Diversas form as de vern ació n. En A , pos­
tura de cada hoja; en B, disposición recíproca de
las hojas.

O stíolo

C é lu las ep id érm icas C ám ara subestom ática


Fig. 6.- Estoma aerífero; en A , visto de f¡
B, corte. Vaso c r ¡ b o s o .J j
C é lu la anexa \

C é lu la m eristem ática

Fig. 8.- Ramificación monop'odica del tallo


Colénquima cortical Epidermis F Íp 7 - M
Parénquima cortical , , . ’
Vaina amilífera \\ Radio Epidermis
Vasos libenanos \ \ . \ \ / me('u',lr
Células nieristemáticaív\ ^ v
,, , - \ \ \ Vasos leñosos
vasos leñosos \ \ ■
v * \
\ Farénquima*
l'arénquima medular
medular . fKafc#’V y \ V '.

Médula W Médula
Trnqueiria Tráquea Parénquima leñoso Tráquea
Parénquima Traqueida Vaso ( olxiso
anillada punteada punteada
leñoso anillada Traqueida anillada

Fig. 10.- Esquemas de la estructura del tallo en una D icotiledónea. En A , estructura prim aria sim ple; en B, estructura primaria
com pleta; en C , estructura secundaria, sin crecim iento del leño.

TRO N CO IX: CORM ÓFITOS (Histología y organografía)


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Tronco IX: C o r m ó f it o s

Anatomía del tallo yoría de las D icotiledóneas, el cerrado y el


concéntrico (fig. 2) de casi todas las Mono-
El ápice vegetativo está constituido por un cotiledóneas.
te jid o , el m eristem a p rim o rd ia l , form ado Estructura secundaría del tallo. — El cre ci­
por cé lu la s pequeñas, cuboides y apreta­ m iento del tallo en grosor se ve rifica me­
das, dotadas de la facultad de crecim iento diante la m ultiplicación ce lu lar de los me-
y de gran actividad reproductora. En él se ristem as secu n d a rio s. U no de e llo s es el
distinguen un estrato externo, el dermató- cambium, originariam ente situado en forma
geno, que dará origen a la epiderm is; una de arco entre el xilem a y el floema en los
zona cen tral, el pleroma, que dará el c ilin ­ haces abiertos (lám . D/1, fig. 10, A), pero al
dro central , y una interm edia de varios es­ co m en zar el engrosam iento se unen estos
tratos, el periblem a, que dará origen a la a rc o s, fo rm an d o el ca m b iu m una banda
co rteza . Estas tres zo n as co n stitu ye n los continua que produce leño secundario ha­
histógen os. Las c é lu la s a m ed id a que se cia el interior y líber secundario hacia el ex­
alejan del áp ice se alargan, form ando los terior, del modo que se indica en la fig. 7 de
m eristem os prim arios , los cuales son tres: la lám . D/1. Como que al engrosamiento del
la protoderm is , el desmógeno , que formará cilindro central ha de seguir el de la corte­
los vasos liberoleñosos, y el meristema fun­ z a , se forma en una zona variab le de ésta
damental, que dará origen a los tejidos pa- otra banda m eristem ática, el felógeno, que
renquim áticos. produce hacia el exterior el súber o corcho
Estructura primaria del tallo — Es la más y hacia el interior la feloderm is; el conjunto
se n cilla que puede ofrecer el tallo . En las de estos dos tejidos forma la per ¡dermis, que
Dicotiledóneas (lám . D/1, fig. 10) consta de sustituye a la epidermis. En las pocas Mono-
las siguientes zonas, procediendo de fuera cotiledóneas leñosas que existen , el cam ­
adentro: A) Epidermis , formada por células bium se forma en todo el p ericiclo (fig. 2 ) y
de membrana celulósica con la externa cuti- da hacia el interior haces liberoleñosos de
n izad a, que constituye la cutícula o capa tipo cerrado; por fuera del parénquima cor­
protectora. B) Corteza , constituida por tres tical poseen una zona felogénica que da ha­
capas: el colénquima cortical', células alar­ cia e exterior un revestimiento suberoso se­
gadas de membrana engrosada en los vérti­ mejante al de las Dicotiledóneas y Conife­
c e s ; el p a rén q u im a c o rtic a l, c é lu la s de ras.
membrana sutil con cloroplastos y grandes En la estructura secundaria se destruyen los
va cú o lo s, dejando espacios in tercelu lares estomas, por lo que son sustituidos por las
(meatos) y con estomas aeríferos (lám . D/1 y Ientícelas (fig. 4), que ponen en com unica­
lám ina D/5); por último, la vaina amilífera o ción el parénquima cortical con el exterior;
endoderm o , poco d iferen ciad a y, m uchas sirven para el intercam bio de gases, m ien­
veces, conteniendo gránulos de alm idón. C) tras dicho parénquima es clo ro fílico , oblite­
Cilindro central , constituido por el parén­ rándose a su vez cuando el súber crece en
quima medular, sin cloroplastos, que forma grosor.
la médula y los radios medulares, y por los Aspecto interno del tallo en las Dicotiledó­
haces liberoleñosos. Las células periféricas neas y Coniferas. — Los meristemas mues­
del cilin d ro central, extendiéndose a veces tran una gran actividad en prim avera y ve­
por debajo de la endodermis, forman el pe- rano, paralizándose en invierno; por lo tan­
riciclo. to, cada año se forma un an illo de leño por
H A CES L IB E R O L E Ñ O S O S . — Cada haz se su cara interna y otro de líber por la externa
compone del xilema (de color castaño en la de modo que el leño y el líber más antiguos
figura), conjunto de vasos leñosos (traqueí- están, respectivamente, cerca de la médula
das), de parénquima xilem ático y de fibras y en la periferia del tallo. El leño aparece
leñosas, y del floema (de color am arillo en en círcu lo s claros y oscuros (fig, 1 ); los pri­
la figura) o conjunto de vasos cribosos, cé­ meros están formados por grandes vasos (le­
lulas anexas y parenquimáticas. El haz pue­ ño temprano o de primavera) y los segun­
de ser abierto o cerrado según que entre el dos por otros más pequeños y apretados (le­
xilem a y el floema existan o no células me- ño tardío o de otoño). En algunos ta llo s,
ristem áticas. En cuanto a la posición re cí­ cuando el leño más interno muere se o b li­
proca del xilem a y del floem a, el haz puede teran estos vasos, la zona se tiñe por tani-
ser colateral cuando están el uno junto al nos haciéndose im putrescible, toma un co ­
otro en sentido radial, y concéntrico cuando lor más oscuro y constituye el duramen o
el uno rodea completamente al otro. El haz corazón de la madera; el resto constituye la
abierto y el colateral son propios de la ma­ albura.

ATLAS D EMBOTA NICA

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El tallo

L e n tic e la s Epiderm is

P a ré n q u im a
Parénquim a cortica co rtical

Súber
Súber
Fibras liberianas
Felógeno
Vasos I¡bedanos

Feloderm is

Fie. 4.- En A, lenticelas en un


tallo de Paulow nia, En B, sec­
ción de una lenticela.-

Epiderm is

“ Líber en cu ñ as ^
Leño de prim avera C anal resinífero

C am b ium Z o n a cam bial

Leño tardío

Leño de prim avera Leño


estival
‘ R adio m edular

ftrrénquim a adió m edular


m edular T raq u e id ávco n
M éd ulla
punteaduras
1.- Estructura de un tallo
D ic o tile d ó n e a con tres R adio m edular

I
- 1 Planta acau le

2 C álam o

6 Escapo Suculento 8 Volubre sinistrórsum 9 Trepador por m edio de raí- 10 Trepador m ediante
r n r irlb / irn n tn r acú leo s o aguijones

TRO N CO IX: CORM ÓFITOS (Histología y organografía)


49
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Tronco 18: C o r m ó f i t o s

Aspecto interior del tallo en las Monocotile- de acúleos o aguijones, como en la zarzamo­
dóneas. — La sección del tallo muestra una ra (lám. D/2, 10). Tallo repente, también poco
superficie uniforme, clara, con pequeñas má­ consistente, que se tumba y crece apoyándo­
culas oblongas en sentido radial y dispuestas se en el suelo, como en la calabaza ( 1 ); cuan­
siguiendo líneas concéntricas (lám . D/2, fig. do, además, echa raíces por los nudos, se lla­
2 ), que son los haces liberoleñosos. ma radicante, como el del anágalo (2). Esto­
El ritidoma. — Los tejidos que se forman al lón, brote lateral que nace en la base del ta­
exterior del súber van m uriendo a medida llo, apoyándose en el suelo o por debajo de
que son sustituidos por otros nuevos; a su é l; puede e n ra iza r dando origen a nuevas
conjunto se le llama ritidoma. Falta en algu­ llantas, como en el violeta (3); si es epígeo se
nos árboles, como el haya. El ritidoma puede lama latiguillo, como el de la fresa (4).
persistir sobre la corteza, como en el casta­ Modificaciones de los tallos. — Son Filócla-
ño, pero casi siempre se desprende en forma dos, ramas cortas de crecim iento lim itado,
característica para la especie. A sí, en forma com prim idas, de forma y aspecto foliar, ver­
de anillos en el abedul y cerezo, en tiras lon­ des y, por lo tanto, con función clorofílica,
gitudinales en el eucalipto, en escamas irre­ como en la espina cruz y en el brusco (5).
gulares en el plátano de sombra. Cladodios. ramas comprimidas, de color ver­
de, asum iendo la función clo ro fílica y con
Morfología del tallo h o jita s ru d im e n ta ria s, co m o las del higo
Por su forma general el tallo puede ser: arbó­ chumbo (6). Zarcillos caulinares, ramas fila­
reo,. cuando es leñoso, grueso, m acizo , de mentosas, herbáceas, sin hojas, que sirven a
más de 5 m de altura, con una porción sim­ la planta para agarrarse, como las de la vid
ple comprendida entre la base y la ram ifica­ (7). Espinas caulinares, ramitas cortas sin ho­
ción (la cruz) en los de ram ificación simpódi- jas, con la punta aguda y endurecida, como
ca, y entre la base y la cúspide de la copa en las del tojo y de Cytisus (8 ); se distinguen de
los de ra m ifica ció n m o no pódica, llam ada los aguijones (lám. D/2, 10) en que éstos son
tronco; arbustivo , cuando es leñoso, se rami­ de origen epidérm ico y se desprenden con
fica desde la base y su altura no llega a los 5 facilidad, mientras que las espinas están vas-
m, llamándose mata cuando no alcanza 1 m cularizadas y al arrancarlas se produce des­
de altura; herbáceo, cuando no es leñoso; ge­ garro de tejidos.
neralmente blando y verde. Tallos anómalos. — Morfológicamente los t¡-
Clases de tallos. — Cuando es tan corto que d o s que siguen en nada se parecen a los ta­

la planta parece no tenerlo, se dice que ésta los. Rizomas, tallos hipogeos, generalmente
es acaule (lámina D/2, 1), como en el llantén horizontales, radiciformes, con catadlos, ye­
y en las saxifragáceas. Cálamo, cuando es mas y raíces, como el de la caña y el de los
herbáceo sin ramas ni nudos, como en el jun­ polígonos (9). Los hay estoloníferos, como el
co (lám. D/2, 2). Caña, tallo leñoso, con nu­ de los Carex (10). Bulbos, tallos hipogeos,
dos, fistuloso, como en el bambú, o macizo, deprimidos, en forma de disco (platillo), con
como en el maíz y en la caña de azúcar (lám. gran yem a term inal, también hipogea, con
D/2, 3); cuando es muy fina, casi capilar, se catadlos repletos de materias de reserva; pue­
llama brizna. Estípite, tallo leñoso, largo, no den ser tunicados, cuando el tallo queda en­
ramificado, con un penacho o un rosetón de vuelto com pletam ente por las bases de los
hojas en el ápice, como las palmeras y fraile- catadlos, siendo simples, como el de la cebo­
jones (lám. D/2, 4 y 5). Escapo o bohordo, ta­ lla ( 1 1 ), o compuestos , como el del ajo ( 1 2 );
llo herbáceo, largo no ramificado y sin hojas, escamosos, cuando los catafilos se disponen
rematado por un ramillete de flores, como en en form a im b rica d a , com o en la azucena
el narciso (lám D/2, 6). Tallo suculento, grue­ (13); macizo, cuando el platillo es abultado y
so, carno so y jugoso, com o en los cactos los catadlos papiráceos, como en el azafrán
(lám. D/2, 7). Tallo trepador, poco consisten­ (14). Caulobulbo, tallo interiormente engro­
te, que crece encaramándose a un soporte; si sado, como el de las orquídeas espífitas (15).
se enrosca en él tenemos el tallo voluble y, Seudobulbos, tuberosidades mixtas, de natu­
mirándolo desde arriba puede hacerlo hacia raleza caulinar y radical, propias de las or­
la izquierda como en las cam panillas (lámina quídeas terrícolas (16). Tubérculos caulina­
D/2, 8 ) o hacia la derecha, como en el lúpu­ res, porciones de tallo, generalmente hipoge-
lo; puede trepar mediante raíces adventicias as, engrosadas por acúmulo de sustancias de
adherentes, como la hiedra (lám. D/2, 9), me­ re se rva , con pequeños c a ta filo s y yem as
diante zarcillos, como la vid (7), o por medio (ojos), como los de la patata (1 7).

ATLAS DE BOTÁNICA
30
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El tallo
D/3

D E T A LLO S

1 Repente

3 Estolón, c

2 Radicante

M O D IF IC A C IO N E S D E L T A L LO

5 Fíló cla d o s, c 6 C lad o d io s 7 Z a rc illo s ca u lin a re s, c 8 Espinas cau lin ares

9 Rizom a
11 Bulb o tu n ica d o 12 Bulb o tunicado
10 R izom a estolonífero
sim ple com puesto

14 Bulbo m acizo 16 Seudobulbo


17 Tubérculo ca u lin a r
13 Bulb o escam oso 15 Caulo bulb o

TRO NCO IX: CORM ÓFITOS (Histología y organografía)


51
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Tronco IK: C o r m ó f i t o s

LA RAÍZ células corticales, las cuales se alargan ra­


dialm ente y se suberizan o Iig n ifican , for­
La raíz es el eje del cormo gue crece en di­ mando la llamada exoderm is (fig. 1). El pa­
rección inversa a la del tallo y, por lo tanto, rénquima cortical no es clo ro fílico y la en-
posee generalmente geotropismo positivo. In­ dodermis resulta más m anifiesta. Por último,
troducida en la tierra, en el agua o en otros los haces liberianos están intercalados entre
medios, extrae de ellos las sustancias nutriti­ los leñosos, de manera que el cambium es
vas que necesita el vegetal para su desarrollo sinuoso. La secundaria (fig. 1) es idéntica a
y existencia. Ramificándose e introduciéndo­ la del tallo , con form ación de lenticelas y
se profundamente en el suelo, sirve, además, de ritidoma.
de soporte eficaz para la planta. Un rasgo ca­
racterístico de este órgano es su incapacidad Morfología de la raíz
para producir hojas y flores. Carece de color
verde, pero puede verdear en presencia de la Según el medio donde se desarrollan, las raí­
luz (véase lo dicho sobre el plastidio, lam. ces pueden ser: hipogeas, si es bajo tierra;
A/2). En algunas plantas perennes o bienales acuáticas, si es en el agua, y aéreas, si es en
sirve también de órgano reservante (rábano, el aire, como las de las orquídeas epífitas.
remolacha). Por su forma la raíz es: axonomorfa , si tiene
Partes de la raíz. — En la raíz se distinguen: el eje o raíz principal preponderante, con raí­
el ápice o cono vegetativo protegido por la ces secundarias poco desarrolladas, como la
pilorriza o caliptra (fig. 2, A) y la zona pilífera del pino y de la lechetrezna ( 1 ); fibrosa\, raíz
(lám. D/1 fig, 1). Esta última es una porción muy prolongada y fina, no ram ificada, como
de la raíz provista de pelos (pelos radicales ), en la lenteja de agua (2 ); ramificada , cuando
que em pieza a pocos milímetros de la pilorri­ la principal pronto se ramifica en primarias,
za y que tiene una longitud variab le (lám . éstas, a su vez, vuelven a dividirse en secun­
D/1, fig, 1). Los pelos son unicelulares y for­ darias y así sucesivamente, como la del pere­
mados por expansiones de las células espi- jil (3); fasciculada, la formada por un haz de
dérmicas (figura 2, B), las cuales constituyen raíces, todas más o menos del mismo calibre,
el estrato pilífero. La duración de los pelos como las del ajo (4); barbadilla, es la raíz fas­
radicales es efímera; los más viejos se secan ciculada de raíces muy finas, como la de mu­
y se desprenden, siendo sustituidos por otros chas gram íneas (5); tuberiforme, si tiene la
nuevos que se forman cerca del ápice. Estos forma de tubérculo, como la de la dalia ( 6);
pelos se llam an también pelos absorbentes napiforme , es la raíz axomorfa muy engrosa­
porque siendo su m em brana m uy su til, la da, como la de la zanahoria (7) y la del nabo
atraviesan el agua y las sustancias que ésta (8); tuberosa, cuando presenta tubérculos ra­
lleva disueltas, las cuales son llevadas a tra­ dicales, como la de la chufa (9).
vés del parénquima cortical hasta los vasos En general se llama raíz adventicia toda raíz
leñosos, y éstos, a lo largo de la raíz y del ta­ que no nazca en el sitio habitual. En reali­
llo, las conducen hasta las hojas. dad, lo son las fasciculadas (4, 5 y 6) ya estu­
Ramificaciones de la raíz. — La raíz se rami­ diadas. Las raíces adventicias pueden origi­
fica lateralm ente, formándose las raíces se­ narse en cualquier sitio del tallo: en la base,
cundarias (lám. D/1, figura 1), de éstas salen como en el ricim o ( 1 0 ), en el ápice, como en
las terciarias y así sucesivam ente. El n aci­ la zarzam ora ( 1 1 ) o a lo largo de él, como en
miento de las raíces se verifica en el perici- la hiedra (12). Columnar, raíz adventicia epi-
clo, mediante una hernia, que al crecer atra­ gea que partiendo verticalmente de una rama
viesa la corteza y forma al exterior una nueva le sirve de apoyo, como en la higuera de las
raíz. pagodas (10). Fúlcrea , raíz epigea, ram ifica­
da, que sostiene el tallo en alto, como la del
Anatomía de la raíz pandano (14).
Com o raíces muy m odificadas pueden citar­
El ápice vegetativo tiene una estructura aná­ se los neumatóforos o raíces con geotropis­
loga a la del ápice del tronco, produciéndose mo negativo, que se elevan verticalm ente y
los mismos histógenos. sirven para la aireación en los terrenos ane­
Estructuras primaria y secundaria de la raíz. g ad o s, co m o los de A v ic e n n ia (15). Los
-— La estructura prim aria es muy semejante h a u sto rio s son ra íce s ch u p a d o ra s de las
a la del tallo. Sólo difiere en lo siguiente: la plantas parásitas, que penetran dentro de los
epiderm is , una vez cum plida su misión de tejidos de la planta hospedante como los de
em itir pelos radicales, muere y se despren­ algunas Lorantáceas (16), de la cuscuta y
de, siendo sustituida por el primer estrato de del muérdago.

ATL AS DE BO IÁ N IC A
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La r a í z
D/4

<

C ilin d ro central
Líber prim ari
Exoderm is Parénquim a co rtica Líl>er
Vasos leñosos Secunda
Pe/o, u n icelu lar
Periblem

Estrato p ilífero
Epiderm is

Plerom

Endoderm Exoderm is

Súber

M édula
P ilo rriza

3 Ram ificada
2 Fibrosas 5 B arb ad illa

1 A xonom orfa

Tubérculo
radical
7 N apiform es 8 9 Tuberosas

6 Tuberiform es

12 A d ven ticias en
el ta llo y adheren-
tes, ra

11 A d ve n ticia s en el áp ice del tallo, ra 13 C o lu m n ares 14 Fú lcreas 15 N eum atóforos 16 FHaustorios, h

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Tronco IH: C o r m ó f ít o s

LA HOJA de la haz, con muchos cloroplastos y con po­


cos meatos, es la capa en empalizada; la in­
Se llama hoja , en sentido general, a todo ór­ ferior consta de células oblongas, con menos
gano que brota lateralmente del tallo o de las cloroplastos, dispuestas irregularmente y de­
ramas, de crecimiento limitado y de forma la­ jando entre ellas grandes meatos o lagunas,
minar. Atendiendo a la sucesión en el tallo, por lo que esta zona ha recibido el nombre
hay cinco categorías, que, de abajo arriba, de capa lacunosa.
son: cotiledones o embriofilos, catadlos (ya En el centro de la lámina foliar se presenta la
descritos), nomofilos u hojas propiamente di­ sección del haz principal del nervio medial,
chas, hipsofilos y antuofilos u hojas florales. acompañado o no de otros haces longitudi­
Los cotiledones tienen la función protectora y nales de menor importancia; todos tienen el
nutricia del em brión; los catadlos, la protec­ líber hacia el envés y el leño hacia la haz.
tora de los rudimentos y la reservante; los no­ Cada hacecillo está envuelto por una vaina
mofilos, la de síntesis clorofílica y de transpi­ am ilífera, y el conjunto, por un parénquima
ración; los hipsofilos , la protectora de la flor, incoloro, el parénquima acuífero, cuyos es­
y los antofilos la de reproducción. Aquí sólo tratos externos son colenquim áticos, forman­
trataremos de los nomofilos e hipsofilos , de­ do una capa resistente y protectora que late­
jando para más adelante los antofilos y coti­ ralmente enlaza con la epidermis inferior.
ledones. LO S ESTO M AS. — Son pequeñas aberturas
La hoja p ro p iam e n te d ic h a , o n o m o filo , situadas principalm ente en a epidermis del
consta de tres partes (fig. 1 ): la vaina, el pecí­ envés de la hoja (véase figura 2 y en lám.
olo y la lámina foliar o limbo. La vaina es la D/1, fig. 6), franqueadas por dos células reni­
base más o menos ancha de la ho ja, que formes, las células oclusivas , que cierran y
abraza parcial o totalmente al tallo. El pecío­ abren la abertura según las condiciones am­
lo es el rabillo, que une la vaina al limbo. El bientales externas. El canal que queda entre
lim bo es la porción la m in a r de la hoja y ellas se estrecha en su parte media. El apara­
consta de dos caras: la haz o cara superior y to estomático presenta las siguientes partes:
el envés o cara inferior, y de tres regiones: la el ostíolo u orificio externo, el vestíbulo ante­
base, el ápice y las márgenes o bordes. rior, el poro central y el vestíbulo posterior, el
La lámina foliar está recorrida en toda su ex­ cual com unica mediante otro orificio con la
tensión por los nervios, cuyo conjunto y dis­ cámara subestomática que sirve de colector
posición recibe el nombre de nervadura. Son de los gases que circulan por los meatos del
Hacecillos fibrovasculares que conducen en mesofilo. Todas estas partes sufren variacio­
la hoja los productos absorbidos por las raí­ nes importantes, presentando el estoma va­
ces (savia bruta) y los elaborados en ella (sa­ riedad de tipos.
via elaborada) que se dirigen hacia el tallo,
La nervadura consta de un nervio medial o Morfología de la hoja
principal, que destaca por su tamaño de los
demás y cuyas ramificaciones constituyen los Son variadísim as las formas que puede pre­
nervios secundarios, terciarios, e tc., desig­ sentar la hoja y, por lo tanto, muy copiosa la
nándose con el nombre de nérvulos las últi­ nomenclatura correspondiente. Ante la impo­
mas ram ificaciones. sibilidad de exponerlas todas, nos lim itare­
Cuando éstas se anastomosan la nervadura se mos a citar las más importantes.
llama cerrada; si terminan libremente, la ner­ Cuando la planta carece de hojas (espina de
vadura recibe el nombre de abierta. Los ner­ cruz, cactáceas, etc.) se llama afila. El tama­
vios hacen resalte en el envés y quedan hun­ ño de la hoja puede variar desde apenas 2
didos en la haz. mm, en las hojas imbricadas del ciprés, a 2
m en las hojas flotantes de Victoria amazóni­
Anatomía de la hoja ca.
A) Por el limbo. Puede ser asimétrica (1), or­
En un corte transversal del limbo (fig. 2) se bicular (17), oval (5), oblonga (9), ovada (6),
observa que está limitado por arriba y abajo, poligonal, triangular, etcétera. Por analogía,
por uno o dos estratos de células epidérm i­ se llam a: cordiforme (8 ); reniforme; espabila­
cas, la epidermis superior y la epidermis infe­ da ( 1 0 ); cocleariforme ( 1 1 ), en forma de cu­
rior, revestidas de cutícula, muy gruesa en la ch ara; cuneiform e (23), en form a de cuña;
epidermis superior. Entre las dos existe un te­ panduriforme ( 20 ), en forma de guitarra; fla­
jid o parenquim ático, el m esofilo, formado belada (24) en abanico; sagital (18), en fle­
por dos zonas: la superior consta de células cha; lanceolada ( 1 2 ); acinaciform e (16), en
alargadas en dirección normal a la superficie sable curvo; ensiforme (13), en forma de es-

ATLAS D E _B O IA \IC A

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La h o j a

FO R M A S D EL LIM B O

Borde o
Nervios
margen

7 O bovada
4 Em arginada
6 O vad a
1
o 2 A piculacla
3 M ucronada

12 Lanceolada

10 Espatulada
14 Vitiform e
8 C ord ifo rm e
N ervio principa
o medial
13 Ensiform e

Pecíolo
23 Cuneiform e

15 A c ic u la r 16 A cianifo rm e

Fig. 1.- Esquema de una hoja.

18 Sagital 20 Panduriform e
Hastada 24 H abelada

FO RM A S D EL B O R D E

28 Dentada
32 Pinnatipartida

30 Lobada
25 O ndeada 31 Pinnatífida
27 Aserrada 34 B ip innatisecta 35 Tripinnatisecta

2 9 Festoneada
33 Pinnatisecta

37 Tripartida

4 0 Palm atipartida 42 Digitada

36 Bipartida

38 Palmeada

39 Palm atilobada 41 Palm atisecta 43 Pedatisecta


H O JA S C O M P U ESTA S
Parénquim a clo ro filia n o
N ervadura co n colénquim a
en em p alizada
• Epiderm is superior

l»MI
44 Paripinnada
47 Trifoliada

45 Im p aripinnada 4 6 Aristada

Estoma Epiderm is inferior

Parénquim a Parénquim a acuífero


50 Laciniada c lo ro filia n o , lagunoso
48 Biternada 51 C a p ila r N ervio m edial con
49 Lirada H aces liberoleñosos co lén q uim a
52 Bicom puesta

Fig. 2.- Sección transversal de una hoa de D icotiledónea.

TRO NCO IX: CORM ÓFITOS (Histología y organografía)

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Tronco IH: C o r m ó f i t o s

Tada; vitiform e (14), en cinta; acicu lar (15), cin iad a (50) y si son filam ento so s, ca p ila r
arga delgada y puntiaguda. Si el limbo pare­ (51). También puede ser varias veces com ­
ce como desgajado, lacerada (2 1 ), y si los ga­ puesta: bicom puesta (52), biternada (48), etc.
jos son arqueados hacia el pecíolo, runcina- (lám. D/5).
da (22). Cuando el ápice es muy agudo, acu­ C) Por la nervadura. — Cuando los nervios
m inada; si forma bruscamente una punta o secundarios arrancan del m edial com o las
un pezón tendremos, respectivamente, la api- barbas de una pluma, la hoja es pinnatiner-
culada (2) o la mucronada (3); si el ápice es via ( 1 ); si todos arrancan de un mismo punto,
entrante se llamará emarginada (4). Cuando palm atinervia ( 2 ) y si son paralelos entre sí
la base lleva apéndices divergentes, auricula- paralelinervia (3). En esta última, si los ner­
da ( 2 1 ), si son transversales, bastada (19). vios son rectos, rectinervia (4), si son curvos,
Si la superficie es lisa, se llama glabra; si está curvinervia (5) y si desde la base hasta el ápi­
recubierta de pelos m uy cortos y tupidos, ce son paralelos también a los bordes, cam-
aterciopelada; si son finos y suaves, p u b es­ pilodrom a (6 ).
cente; si son inclinados y relucen como la se­ D) Por su inserción con el tallo. — Cuando
da, seriícea; si son gruesos y ásperos al tacto, la hoja carece de pecíolo, se llama sésil; si
híspida; si son intermedios entre los pubes­ además el limbo circuye totalmente al tallo,
centes y los híspidos, vellosa, y si son ramifi­ perfoliada ( 1 0 ); cuando la vaina abraza par­
cados y se enmarañan como borra, tomento­ cial o totalmente al tallo, envainadora (8), y
sa. Estas denom inaciones tam bién pueden si el pecíolo se inserta en el centro del limbo,
aplicarse al tallo. peltada (7). En cuanto a sus posiciones mu­
B) Por el borde del limbo. — La hoja se dice tuas en el tallo: opuestas ( 1 2 ) si se hallan dos
entera cuando tiene el borde liso; ondeada en cada nudo en posición encontrada; si ade­
(25) si además presenta ondulaciones; sinua- más son superpuestas las de nudos alternos,
da (26), si presenta senos poco profundos; tetrásicas (1 3), si forman cruz las de dos nu­
aserrada (27), con dientes agudos inclinados dos contiguos, decusadas (1 6), y si están sol­
hacia el ápice; dentada (28), con dientes po­ dadas por sus bases, connatas (15); cuando
co agudos; festoneada (29), con festones; lo­ son tres o más que se disponen en cada nu­
bada (30), dividida en porciones redondea­ do, verticiladas (17); si só o se insertan en la
das y puede ser pinnatilobada (30) o palmati- base del tallo, en roseta ( 1 1 ), y si se disponen
lobada (39). Si presenta profundas entalladu­ siguiendo una hélice, esparcidas (14). La par­
ras pero éstas no llegan a la mitad del semi- te de la morfología que estudia la ordenación
limbo, pinnatífida (31). Si son más profundas, de las hojas en el tallo ha recibido el nombre
sin llegar al nervio m ed ial, pin n atipartida de filotaxis.
(32) y palmitipartida (40), pudiendo ser ésta
bip a rtid a (3 6 ), tripartida (37) o palm eada Modificaciones de las hojas
(38), según que los segmentos sean 2, 3 o
más, respectivamente. Cuando las entalladu­ Cuando el limbo está perforado, tenemos un
ras llegan al nervio medial, pinnatisecta (33) cletró filo (19). La hoja puede transformarse
y palm atisecta (41); si la primera se divide en zarcillo, bien por el raquis (20 ) o bien por
nuevam ente, bipinnatisecta (34), tripinnati- la vaina (21), y también en espina (35). Pue­
secta (35), etc.; si en la segunda los segmen­ de presentar formas cerradas, tales como los
tos tienen bordes divergentes, digitada (42) y ascidios (32) y utrículos (33). Cuando el pecí­
si las entalladuras afectan a los nervios se­ olo se hace foliar se llama filo d io (30). Las
cundarios, pedatisecta (43). estípulas (27 y 28) son apéndices laminares
HO JAS C O M P U ESTA S. — Cuando los seg­ en la base foliar, que también pueden trans­
mentos toman la forma de hojitas, folíolos, formarse en espinas (34); las de las gramíneas
con sus pecíolos (peciólulos) arrancando del se llaman lígulas (29).
nervio m edial, en este caso llamado raquis, Los hipsofilos — Son las brácteas (22, 26 y
la hoja recibe el nombre de com puesta (lám. 31), situadas en la proximidad de la flor, que
D/5), pudiendo ser pinnaticom puesta (44, 45 difieren de la hoja normal por su forma, co­
y 46) y palm aticom puesta. En la primera el lor y consistencia, y las bracteolas (24), situa­
raquis puede terminar por dos folíolos, pari- das en un eje lateral de una inflorescencia
pinnada (44), por uno solo, im paripinnada (lám. F/5). Cuando abrazan el tallo son am-
(45), o libremente, aristada (46). Cuando en plexicau les (26). Las brácteas situadas alrede­
la imparipinnada el segmento apical es gran­ dor de la flor forman un involucro (23 y 25) y
de y redondeado y los demás van dism inu­ las bracteolas, un involucelo (23; Puede exis­
yendo hacia la base, la hoja se llama lirada tir otro involucro que envuelva al primero,
(49). Si los folíolos son largos y estrechos, la­ llamado filario (25).

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La h o j a
D/6

C LA SES D E N ER V A D U R A S

6 Cam pilodrom a

1 Pinnatm ervias 5 C u rvin e rvia

2 Pálm atinervias 4 Rectinervia


3 Paralelinervia

IN S E R C IO N C O N EL T A L LO Y R E L A C IO N E S M U T U A S

8 Envainadora
7 Peltada

12 O puestas
9 Equitantes 13 Tetrásicas
14 Esparcidas

10 Perfoliada

11 En roseta

15 Connatas R epresentació n grá


17 V erticilad as 18 Im bricadas fica de la filotaxis.

M O D IF IC A C IO N E S D E LA S H O JA S

2 4 B racteo las, b
25 Invo lucro , i
1 9 Cletrófilo 22 Brácteas, b
20 Z a r c illo s fo rm ad o s por Filario , f
el raquis foliar 23 In vo lu cro , i
21 Z a r c illo s fo rm ad o s por In vo lu celo , n
la va in a fo lia r J

34 Espinas c ' origen


estipular /

28 Estípulas
26 Brácteas 33 U trícu lo
am p le xicau le s

27 Estíp ulas, e
35 Espinas de origen
30 Filodios 32 A scid io s, a
foliar

TRO N CO IX: CORM ÓFITOS (Histología y organografía)

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Tronco IX: Cormófitos
arquegoniados
DIVISIÓN DE LOS CORM ÓFITOS Clase 1 .- Musgos
El gametófito. — Todo Musgo (fig. 1) al salir
Acabamos de ver en los cuatro capítulos ante­ de la espora forma el llamado protonema (fig.
riores que los Cormófitos son vegetales pluri­ 2 , sup.), filamentoso o laminar, a veces muy
celulares, con tejidos y órganos bien diferen­ ramificado, semejante a un alga pero con los
ciados, como son el tallo, la raíz y las hojas. tabiques transversales de sus células oblicuos.
También hemos visto que poseen en sus célu­ Del protonema, provisto de algunos rizidios
las abundantes y diminutos cloroplastos, sien­ incoloros, nacen mediante yemas los caulidios
do por lo tanto, autótrofos, excepto alguna con sus filidios, que constituyen el gametófito
que otra especie degradada saprofítica o pará­ (fig. 1 ), el cual posee todavía muchos de los
sita. Añadiremos aquí que poseen casi siem­ caracteres del talo. El caulidio (fig. 2, inf.) en
pre multiplicación vegetativa. La reproducción las especies más evolucionadas, consta de un
sexual tiene una fase diploide, el esporófito, y haz central de células xilem áticas, el hadro-
otra haploide, el gametófito (para estos térmi­ ma, rodeado de otras floemáticas, el leptoma.
nos, véase lám . C/1). Ambos pueden llevar Los filidios son sésiles y están formados por un
una vida autónoma o no, y en cuanto a su im­ solo estrato de células con abundantes cloro­
portancia, unas veces está más desarrollado el plastos, aunque en la parte axial presentan ca­
esporófito y otras, el gametófito. Los Cormófi­ si siempre un engrasamiento pluristratit'icado a
tos ofrecen la particularidad de presentar una modo de nervio, a veces ramificado.
fase juvenil, el embrión, que unas veces se de­ En las sumidades de los caulidios se forman,
sarrolla sobre la planta madre (el gametófito) y en unas, los anteridios y, en otras, los arquego­
otras, dotado con antelación de materiales de nios, con paráfisis intercaladas y rodeados de
reserva (la semilla), prosigue su desarrollo li­ un involucro de filidios (figs. 3 y 4). El arque-
bremente. Debido a la existencia de un em­ gonio es el órgano sexual femenino, ampuli-
brión, los Cormófitos se designan también con forme y de largo cuello, que lleva en su inte­
el nombre de Embriófitos. rior la oosfera u ovocélula.
Los Cormófitos probablemente proceden de las Tienen además multiplicación vegetativa, pues
Clorofíceas (véase lám. de la portada), pues así cualquier parte es apta para producir un proto­
parece indicarlo, entre otros, la similitud de los nema. También se m ultiplican asexualmente
elementos fotosintetizantes. Se clasifican en dos por propágulos aislados o reunidos en glomé-
grandes divisiones: Arquegoniados y Antófitos. rulos (fig. 4, D). '
El esporófito. — El cuello del arquegonio se lle­
DIVISIÓN I. ARQUEGONIADOS na de un mucus, el cual atrae los espermatozoi­
des salidos del anteridio, uno de los cuales fe­
Reproducción acuática por anteridios, que pro­ cunda a la ovocélula. De esta fecundación se
ducen espermatozoides, y arquegonios conte­ origina el embrión (esporófito o esporogonio),
niendo oosferas. El embrión (esporófito) se de­ que afianzándose en el fondo del saco arque-
sarrolla en el gametófito, con o sin destrucción gomal, va creciendo en forma de tallo erecto
subsiguiente de éste. Se dividen en dos grupos (fig. 5, A), llamado seta. Las paredes del arque­
o subdivisiones: Briófitas y Pteridófitas. gonio debido al crecimiento del embrión, se
%
desgajan, quedando los restos en la parte supe­
SUBDIVISIÓN I. BRIÓFITAS rior, donde forman la cofia, mientras el extremo
superior de aquél se abulta para formar la urna
V eg etales con el cu erp o d ife re n c ia d o en o esporangio. Cuando éste llega a la madurez
caulidios, rizidios y filidios, análogos a los tallos consta de las siguientes partes: un engrasamien­
raíces y hojas de los vegetales superiores. Exis­ to de la seta, no constante y situado en la base,
tencia de un primordio llamado protonema , fi­ llamado hipófisis; una cámara, saco esporóge-
lamentoso o laminar. Alternación de genera­ no, conteniendo las esporas, sin eláteres y atra­
ciones en dos fases íntimamente unidas, v i­ vesado axialmente por la columela, y un dispo­
viendo el esporófito como un verdadero pará­ sitivo oclusivo que consta de una opérculo, y el
sito sobre el gametófito. Éste, que lleva los an­ anillo o peristoma formado éste (fig. 5, B) por
teridios y arquegonios, está supeditado al dientes o filamentos que rodean el orificio, cu­
agua, pues ésta es el único vehículo para que bierto o no de una membrana (figura 5, A).
los espermatozoides alcancen a la oosfera.
Las Briófitas se dividen en dos clases: los Mus­ Clase 2.a Hepáticas
gos y las Hepáticas, Las Hepáticas presentan diversidad de for-

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Briófitas
1/1

Clase 1 Musgos A nteridios


Paráflsis

Esporófito

R izid io

H adrom a

am etófito Leptoma
C a u lid io

A ,d m *r 'm m m !£ e £ i3 3 X ? F¡g. 3 .- El anteridio: en A , involucro terminal


de un ca u lid ¡o de niusgo con anteridios y pa-
Fig. 1.- Dos musgos: en A , el Polytrichum ju- ráfisis; en B, detalle de un anteridio
n iperin u m ; en B, el Brachythecium glaciale.
A rqüegonios desarrollados Fig. 2.- El protonema y sección transversal del caulidto. Cofja

/ \ . i . » ' A rquegonio O v o c é lG l| Embnón/ " ' Mem-


i | | \ J U ux ác ' "\% i x 1® / Jk / A O p é rcu lo bránula
i i /a eJ ’ Í Iv U é U ^9 mtírQfV^i n/ « » / Urnc^ Jm
1 1 M v i J l ! l Wm Í Í W \ í / w l l i l jEfe lV a (S m Á A n illo

Propágulo
o lum ela

D ientes

Peristoma esporogeno

Eláter

Arqüegonios
Arquegoniótoro

\rquegonióforo

O v o cé lu la

Anteridióforo'
A rquegonio

Fronde

Fronde Esporogon
Anteridiófo Anteridic
Cestill

Eláteres
Anteridióforo'

Esperm atozoi

Fig. 6.- La hepática M archantía Polym orpha. En A , conjunto de la planta; en B, fragmento de una fronde m asculina con un ante­
ridióforo y corte parcial del m ism o; en C , arquegoniótoro y detalle de un arquegonio; en D, esporogonio y un eláter; en E, cesti-
lla de propágulos.

TRONCO IX: CORMÓI IJO S ARQ U EG O N tAD O S


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Tronco IK: C o r m o f i t o s a r q u e g o n i a d o s

mas. Unas veces, la parte vegetativa del ga- Sin embargo, el gametófito todavía necesita
metófito consta de caulidios con dos filas la­ el concurso del agua para que se cumpla la
terales de filidios y otra ventral de anfigastros fecundación y por lo tanto son ciliados los
(pequeños filid io s aplicados al cau lid io ), y espermatozoides.
otras veces es taloide (lám. E/1, fig. 6, A y B). Las Pteridófitas se dividen en 5 clases princi­
El protonema es reducido y foliar. En el espo­ pales: Licopodiinas, Isoetinas, Psilotinas, Arti­
rofita (esporogonio) falta la cofia como tal y culadas y Filicinas.
la colum ela, en cambio, posee eláteres, célu­
las alargadas estériles (lám. E/1, fig. 6, D) si­ Clase 1.a Licopodiinas
tuadas en el saco esporógeno y reducidas a El esporofita posee un tallo no diferenciado
membranas con refuerzo espiral, que sirven en nudos y entrenudos, con m icrofilos espar­
para la diseminación de las esporas. En algu­ cidos o insertados helicoidalmente, raras ve­
nas especies se presentan anteridióforos y ar- ces v e rticila d o s. Esporofilos agrupados en
quegonióforos ( ámina E/1, fig. 6, A, B y C). verticilos bien individualizados (fig. 1 ) en el
También existe la m ultiplicación por propá- extremo del tallo y poco distintos de los tro­
gulos fofilos. Esporangios solitarios, situados en la
base de la haz o en la axila de los esporofi­
SUBDIVISIÓN II. PTERIDÓFITAS los. R aíces cortas ram ificadas dicotóm ica-
mente. Gametófito (protalo) de forma varia­
A sí como en las Briófitas el gametófito (ha- ble, hipogeo, en simbiosis con m icorrizas y
ploide) predomina sobre el esporofita (diploi- m onoico. Espermatozoides b iciliad o s, rara­
de), en as Pteridófitas sucede lo contrario, el mente m ulticiliados.
esporofita es el predominante y el gametófito Los licopodios están difundidos por todo el
es de proporciones casi insignificantes G lo b o . La m ayoría son terríco las, pero los
El gam etófito. — El gam etófito re cib e el hay epífitos.
nombre de protalo ; es de forma casi siempre Muchos son conocidos porque de sus espo­
laminar, aunque, raramente, también puede ras se obtiene el «polvo de licopodio», em­
ser filam entoso; unos presentan coloración pleado como absorbente cutáneo.
verdosa, y entonces son autótrofos, epigeos y
provistos casi siempre de rizoides; otros son Clase 2.- Isoetinas
incoloros, hipogeos o viviendo en el interior Esporofita con tallo grueso y corto, bulbifor-
de la espora. En ambos los anteridios y ar- me, leñoso, con corteza secundaria. Esporofi­
quegonios se hallan embutidos en su espesor, los semejantes a los trofofilos, largos, estre­
y son más simples que en las Briófitas. chos, dispuestos en roseta, provistos en la ba­
El esporóflto.— La ovocélula fecundada da se de la lígula (fig. 2 ) y de una cavidad donde
lugar a un embrión o joven esporofita que se aloja el esporangio. Los externos llevan un
consta de un tallo incipiente, de uno o dos m acrosporangio y los más internos un m¡-
cotiledones, de raíces y del llam ado pie, es­ crosporangio, recubiertos por una membra­
pecie de haustorio con el cual succiona el na, lam ada indusio. Las m icrósporas dan
alim ento que le suministra el gametófito. El protalos m asculinos y las m acrósporas los
esporofita adulto tiene el tallo de estructura dan fem eninos. El protalo es, por lo tanto,
más com plicada que el de las Briófitas. Se dioico y tan incipiente que no sobresale de la
aprecia una corteza, con epiderm is, el co­ espora que lo ha producido. Espermatozoides
lénquim a y con endoderm is, y un cilin d ro m ulticiliados. Raíces largas con división d¡-
central con p e riciclo , haces conductores y cotóm ica.
una m édula. En cuanto a las hojas las hay Los isoetos son acuáticos o propios de los pa­
de dos tipos: los m icrofilos u hojas muy pe- rajes húmedos.
ueñas, com o las de los licopodios (fig. 1 ),
e los psilotos (fig. 3) y de los equisetos (fig. Clase 3.- Psilotinas
4), y los m acrofilos u hojas desarrolladas, Esporofita con tallo ram ificado por bifurca­
como las de los heléchos (lám . E/3), llam a­ ciones sucesivas, no diferenciado en nudos y
das también frondes. Las frondes reciben el entrenudos (fig. 3); con un hacecillo conduc­
nombre de trofofilos cuando su función es tor axial. Sin hojas o con numerosos m icrofi­
trófica y el de esporofilos cuando llevan es­ los. Esporangios bi o triloculares situados so­
poras. bre esporofilos bipartidos, hacia el extremo
Las Pteridófitas provienen del grupo de Clo- de las ramas. Protalo (gametófilo) hipogeo,
rofíceas que dio origen también a las Briófi­ sin clorofila, en simbiosis con hongos endo-
tas, habiendo evolucionado mucho más que celulares y provisto de rizoides. Plantas viva­
éstas en sentido de la adaptación subaérea. ces por rizomas, sin raíces.

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Pteridófitas

Clase 1.a Licopodimas Clase 2.- Isoetinas


Espiga de esporofilos

Protalo
Esporofilo

Esporangio

A nteridio

M acrosporangi

M acrospora
A rquegonio
M icrospora
Yenia
R aíces
Espora

M icrosporangio
Fig. 2.- Esporófito de Isoétes lacustris, planta com pleta.. En
R izo id es a v A, parte basal interna de un esporofilo con un m icrospo­
Esperm atozoide rangio; eg. B, ídem , ídem, con un m acrosporangio; en C ,
una m acrospora y una microspora.
Fig. 1.- Ram itas del esporófito de Lycopodium clavatum con es­ Clase 3.§ Psilotinas
pigas de esporofilos. En A , un esporofilo con el esporangio; en
B, espora; en C , protalo, anteridio y arquegonio.
t

Clase 4.- Articuladas (Subclase: Equisetales)

Espiga de esporofilos
Esporangios1

Esporangio

Ram as
|J Espora

Fig. 3.- Esporófito de Psilotum triquetum , parte superior de


la planta. En A , esporangio abierto dando salida a las espo­
ras; en B, detalle de una espora.

A nteridio

Prótalo;

Arquegen io
Hapterios

- n y v f
Rizom a

Fig. 4.- Esporófito de Equisetum arvense. En A , rama fértil; en B


rama estéril; en C , esporofilo con esporangios; en D, esporan
Esperm atozoide
gios dehiscentes; en E, espora con las bandas espirales (hapte­
rios) del perisporio arrolladas; en F, esporas sueltas. F¡g- 5.- Gam etófitos de Equisetum arvense. En A , protalo
m asculino ; en B, protalo fem enino.

TRO NCO IX: CORM ÓFITOS ARQ Ü EG O N IAD O S


61 .
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Tronco IX: C o r m ó f i t o s a r q u e g o n i a d o s

Clase 4.a Articuladas esporangios situados en el envés de las fron­


des, aunque en algunos casos pueden hallar­
Daremos sólo la descripción de la subclase se situados en los bordes; se agrupan en so-
de las Equ isetales o Equ isetíneas, pues las ros.
otras cuatro subclases en que se dividen las Gametófito o protalo tuberiforme, lenticular,
Articuladas ya se extinguieron hace millones cordiforme, aplanado, epi o hipogeo, con o
de años y sólo se hallan en estado fósil. sin clorofila y con rizoides o con m icorrizas,
Esporófito con el tallo articulado presentando monoicos. Espermatozoides pluriciliados (fig.
nudos y entrenudos manifiestos (lám. E/2, fig. 5, B).
4), con ramas verticiladas en los nudos. Es­ El ciclo vital de los heléchos está representa­
tructura del tallo formada por una epidermis, do esquemáticamente en la fig. 1. De la es­
un colénquim a y un cilindro central con ha­ pora germinante nace un protalo (gametófito)
cecillos de tipo colateral; todas las células se que lleva anteridios y arquegonios (m onoi­
hallan muy silicificadas. Las ramas verticila­ co). Los anteridios producen esperm atozoi­
das llevan microbios dispuestos en verticilos des pluriciIiados, que nadando dentro de una
alternos. gota de rocío, por ejemplo, se dirigen a los
Esporot'ilos peltados, de forma subhexagonal, arqueonios para fecundar a las oosferas. El
formando e conjunto una espiga en el extre­ zigoto resultante da lugar a la formación del
mo de las ramas. Cada esporofilo lleva deba­ embrión, el cual forma una plántula (esporó­
jo del borde (lámina E/2, fig. 4, D y C) de 5 a fito) que absorbe y destruye al protalo. En los
12 esporangios sésiles. Las esporas, además frondes del esporófito se forman esporangios
de las dos capas (endosporio y exosporio), con esporas fértiles y el ciclo se repite. Re­
comunes a todas las de los Arquegoniados, cordemos que la fase haploide es la del ga­
poseen una tercera, el episporio, que al llegar metófito y la fase diploide, la del esporófito;
a la madurez se desgarra en cuatro bandas o la reducción cromática se verifica al formarse
cintas (hapterios) ensanchadas en los extre­ las esporas.
mos; son higroscópicas, debido a lo cu a l, Las Filicinas presentan cuatro tipos.
con am biente seco perm anecen arrolladas En unas, el esporófito (fig. 2) tiene las frondes
sobre la espora (id. E), perm itiendo a ésta divididas en una parte fértil y otra estéril (fig.
cam biar de lugar impulsada por el viento; en 2, A), con los esporangios colocados en los
cam bio, con ambiente húmedo y favorable, bordes de la primera (id. B); el gametófito
se distienden, anclando a la espora en el lu­ (protalo) sin co ro fila , hipogeo, con m icorri­
gar adecuado para su germinación. zas; anteridios y arqueoonios situados en la
Algunas especies presentan dimorfismo cau- parte superior e inferior (id. C).
linar, es decir, que del tallo hipogeo o rizoma En otras, el esporófito (fig. 3) tiene frondes
salen vástagos fértiles, sin clorofila (id. A), los grandes palmati o pinatisectas, con estípulas
cuales, después de producir y dispersar las en la base; los esporangios en el envés, agru­
esporas se secan, dando lugar a que se pro­ pados a veces, form ando sin an gio s (id A).
duzcan otros verdes de función trófica. Protalo laminar, con clorofila, con anteridios
El gametófito (lám. E/2, fig. 5) es dioico, con en ambas caras y arquegonios en la inferior.
el protalo masculino más pequeño que el fe­ Un tercer grupo lo forman los Heléchos pro­
menino, provistos de clorofila y de rizoides. piamente dichos. El esporófito (fig. 4) tiene
Los equisetos abundan en los parajes de sue­ grandes frondes uniformes, pero, a veces, se
lo arenoso y húmedo de las zonas templadas diferencian en trofofilos y esporofilos; espo­
y subtropicales. Cuando están secos y debido rangios de dehiscencia lateral por medio de
a su contenido en sílice, se usan para pulir un dispositivo higroscópico llamado anillo y
metales, objetos de marfil y otros. reunidos en soros (id. A y B), protegidos o no
por un indusio. Protalo aplanado, cordiforme
Clase 5.a Filicinas o Heléchos (fig. 5), con los anteridios, arquegonios y ri­
zoides en la cara inferior.
Esporófitos con tallo la mayoría de las veces El últim o grupo lo forman pequeños H elé­
hipogeo (rizoma), careciendo por lo general chos acuáticos o palustres con el tallo repen­
de nudos y entrenudos. Trofofilos (frondes es­ te o rizomatoso (fig. 6), frondes sencillas, con
tériles) y esporofilos (frondes fértiles) no loca­ hojas radiciform es; con m acro y microspo-
lizados en regiones especiales del tallo y se­ rangios reunidos en soros unisexuales, que se
mejantes entre sí, grandes y muy desarrolla­ hallan sobre hojas modificadas en recipiente,
dos; cuando jóvenes presentan vernación cir- llamadas esporacarpos (fig. 6 , B y C). Protalos
cinada. Cada esporofilo contiene numerosos reducidos, dioicos (fig. 6 , D).

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Pteridófitas

A n te rid io Clase 5.3 Filicinas


P ro talo Arquegom o

Esp o ra

Esporangio n ♦i
™ > Protalo y
JP \ E s p o ró fito plántula

Fig. 1.- C iclo vital de los heléchos.


A nteridios
Arquegonios

Em brió

Estípula

Prótalo
Fig. 3.- Esporófito de A n giopteris evecta. En A , esporan
gios en la cara inferior de una fronde fértil.
Fig. 2.- B otrychiu m lunaria. En A , esporófito, planta com pleta; en
B, ramita fértil con esporangios; en C , gametófito (prótalo) y sec­ Arquegonios

ción transversal del m ism o, con anteridios, arquegonios y un em ­


brión.

Fronde
Pínnulas

A nteridios

R izo id e

Fragmento de p ínnula seccionad

A nteridio

Indusio

Arquegoni

Fig. 5.- Gam etófito (protalo) de D ryopteris fihx-m as.


En A, detalle de un anteridio y de un arquegom o; en
B, espermatozoides de algunos heléchos.
Fronde circin atl
H o jas flotantes
Rizom a Esporocarpo M acrosporas p^ a |0

Raíces X \ J \ T \
—l \ tSN V
Fig. 4.- Esporófito de D ryo p teris filix-
mas. En A , segmentos foliares (pínnu­
las) con soros; en B, sección de un soro
con los esporangios; en C , detalle de
un esporangio.
H o jas a c u á tic a ¿ ^ -j
M acróspora

6.- Salvinia natans. En A , esporófito flotante visto por la cara superior; en B, un ver­
ticilo visto de lado con los esporocarpos; en C , soros con m acrosporas y m icrósporas; en
D, m acróspora con el protalo.

TRO N CO IX: CORM ÓFITOS ARQ U EG O N IAD O S


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Tronco IX: Cormófitos
antófitos. (Reproducción)
REPRO DUCCIO N flor completa. El número de verticilos puede
variar de 1 ( flor m onocíclica) hasta 16 (flor
En los Antófitos, la reproducción se localiza policíclica). El número de antofilos de cada
en la flor. La flor, en sentido botánico, es un verticilo puede también variar desde 1 a 30,
brote de crecimiento definido con hojas que y se disponen de manera que las de un verti­
producen órganos reproductores. De estas cilo alternan con las del verticilo inmediato.
hojas, las más apicales o internas son esporo- Relacionando entre sí el número de antofilos
filos y las más inferiores o externas son anto- de cada ve rticilo , se llam ará homómera la
fi los. flor que tenga el mismo número de piezas en
Las flores externas, hermosamente colorea­ cada verticilo (núm. 5); heterómera, la que
das y que a menudo exhalan perfume, tienen tenga un número distinto de piezas en los
por función, además de proteger los órganos verticilos (núm. 7); heterocíclica, la que tiene
reproductores, atraer aquellos insectos que el mismo número de piezas en todos los ver­
puedan facilitar la reproducción. ticilos menos en uno ( número 6).
Si la comparación se hace en relación al nú­
PARTES DE LA FLOR mero de estambres, la flor será: isostémona, si
el número de estambres es el mismo que el de
Una flor com pleta de Angiosperm a (véase las piezas de cada verticilo (núm. 14); anisosté-
lám.) consta de las siguientes partes: 1 .Q, el mona, si este número es distinto, pudiendo ser,
pedúnculo , rabillo que sostiene la flor. 2.- El en este caso, meyostémona, diplostém ona
tálamo, parte del eje, en general algo ensan­ (núm. 16) o polistémona, según que el número
chada, donde se insertan las piezas florales de estambres sea, respectivamente, menor, do­
3.Q Los sépalos , antofilos poco modificados ble o mayor que el doble del número de piezas
que forman el cáliz. 4 ° Los pétalos, antofilos de cada verticilo periántico. Cuando sólo exis­
ya mucho más modificados que constituyen te un verticilo estaminal, la flor es haplostémo-
la corola ; cáliz y corola forman el perianto. na (número 15). Teniendo en cuenta el número
5 ° El androceo, compuesto por los estambres. total de estam bres, la flo r será: monandra
6 ° El gineceo, formado por los carpelos. (núm. 1 1 ), diandra (núm. 1 2 ). triandra... po-
liandra, según tenga 1, 2, 3 ..., o más estam­
El pedúnculo bres. Finalmente, si en la flor son visibles los
estambres, será fanerostémona , y si por ser
El pedúnculo puede definirse como el último aquélla tubulosa no son visibles los estambres
entrenudo del tallo situado debajo de la flor. desde el exterior, será criptostémona (núm. 17).
Puede ser sencillo si soporta una flor; bifloro, Com parando el número de carpelos con el
el que se bifurca y lleva dos flores; ramoso o de las piezas de cada uno de os verticilos
muitifloro, el de una inflorescencia (véase lám. periánticos, tendremos la flor isógina, cuan­
F/5), llamándose pedicelos a las ram ificacio­ do aquel número es el mismo (núm. 14). y la
nes del principal. Por su posición en la planta: ahisógina, cuando el número es distinto, tan­
terminal, si remata un tallo; axilar, el situado to en más com o en m enos. Si el gineceo
en la axila de una hoja: caulino, el que nace consta de un solo carpelo, tendremos la flor
en el tronco; peciolar, el situado en el pecíolo monógina y si consta de varios, la polígina.
de una hoja, y radical, el que nace en la raíz. Según la forma del tálamo y la situación rela­
Cuando falta el pedúnculo, la flor es sésil. tiva del gineceo con los otros verticilo s, la
flor será hipógina cuando, siendo el tálamo
El tálamo convexo, los demás verticilos quedan por de­
bajo del gineceo (núm. 1 ); perígina si el tála­
El tálamo viene a ser un eje con nudos y en- mo es urceolado (núm. 2 ) o acopado (núm.
trenudos muy próximos. Las piezas florales se 3) y los otros verticilos quedan aproximada­
insertan en él según una línea helicoidal (flor mente al mismo nivel que el gineceo, y epígi-
acíclica), o parte de ellas se disponen en ver­ na, si en el caso anterior tálamo y gineceo
ticilos (flor hemicíclica), o bien son todas las son concrescentes y los demás verticilos que­
que se disponen en verticilos (flor cíclica). En dan por encim a del gineceo (núm. 4).
general, el perianto forma 2 verticilos, el an­
droceo 1 ó 2 y el gineceo 1 , o sea, un total El perianto
de 4 ó 5 verticilos; es decir, que la flor será
tetra o pentacfclica, llamándose esta última El perianto puede faltar y entonces la flor se

m m. ATLAS DE BOTANICA
64
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La flor.
El c á l i z

sta m b re s

Pétalos

Pistilo

1 H i p á g in a
3 Perígina
acopada

2 Perígina
urceolada Tá la m o
Sépalos
4 Epígina

Partes d e u n a flor

5 H om óm era

10 Apétala

7 H eteróm era 9 A sépala


8 H ap lo ciam íd ea

6 H etero cíclica

14 Isostémona

19 Sem ifló sculo


11 M onandra
13 C in a rid ra
12 D iandra

18 Flósculo

17 Criptostém ona

15 H aplostém ona 16 D iplostém ona


21 H em ip elo ria
El cáliz 20 Peloria

1 D ialisé p alo 7 Carpostegio, c


5 A crescente

2 C am óse pal o 3 Tubuloso 4 V e sicu lo so 6 Sépalos conniventes


8 C a líc u la , c

% |£Í
TRO N CO IX: CORM OFITOS A N TO FITO Sf (Reproducción)
65 ‘ ............. ..........
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Tronco IH: C o r m ó f i t o s a n t ó f í t o s

llama aclamídea (núm 12) o desnuda. Si sólo tre éste y las primeras brácteas, las cuales for­
tiene un solo verticilo se llama haploclamí- man el calículo (lam. F /l, núm. 8 ).
dea (núm. 8).
Si tiene dos y difieren por la forma, consis­ La corola
tencia y color de sus respectivas piezas, ten­
dremos la flor heteroclamídea, y si todas las La corola constituye el segundo verticilo del
piezas del perianto son iguales o muy seme­ perianto. En sus antofilos o pétalos se distin­
jantes, la flor es hemoclamídea ; en este caso guen dos partes: la uña, que es la parte estre­
el perianto se llama perigonio, y las piezas cha por la que se une al tálamo, y la lámina
del cáliz y de la corola, tépalos. o limbo, que es la parte ensanchada, cuya
morfología es semejante a la de la hoja sim­
El cáliz ple. Tanto la corola como el cáliz son díme-
ros, trímeros, tetrámeros, pentámeros, etc.,
Es el verticilo más externo de la flor y está for­ según que el número de piezas florales sean
mado por antofilos, llam ados sépalos , casi 2, 3, 4, 5, etc.
siempre de color verde. Si los sépalos son li­ La corola puede ser dialipétala (número 1) o
bres, el cáliz es dialisépalo (lám. F /l, núm. 1 gamopétala (núm. 2 ) y actinomorfa (regular)
del cáliz) o corisépalo. Si están unidos entre si­ o zigomorfa (irregular). Entre las dial ¡pétalas
en una longitud variable, es gamosépalo (id., actinomorfas hay las formas siguientes: cruci­
núm. 2 ), constituyendo la parte soldada, el tu­ form e, con 4 pétalos opuestos dos a dos
bo, y la parte libre, el limbo; la unión entre (núm, 7); cariofilácea o aclavelada, con 5 pé­
ambos forma la garganta. Si en un cáliz gamo- talos de uña larga y estrecha (núm. 8 y 9); ro-
sépalo las entalladuras son muy profundas, se sácea, con 5 pétalos de uña corta (núm. 10).
llama partido (bipartido, tripartido, multiparti- En las dial ¡pétalas zigomort'as sólo hay la for­
do); si lo son poco, hendido (bífido, trífido, ma papilionácea, con 5 pétalos, uno grande
multít'ido) y si el limbo forma sólo dientes, den­ y ancho (núm. 1 2 ), el estandarte o vexilo, dos
tado (bidentado, tridentado, multidentado). laterales más pequeños y simétricos, las alas,
El cá liz, tanto el dialisépalo como el gamosé­ y otros dos inferiores, unidos por el ápice,
palo, es actinomorfo o regular, cuando tiene que forman la quilla.
por lo menos dos planos de simetría, y zigo- Entre las gamopétalas actinomorfas, tenemos:
morfo o irregular cuando sólo tiene uno. El la tubulosa (núm. 15); hipocrateriforme, tu­
cá liz actinom orfo puede ser: campanulado bulosa pero que remata en un limbo m ani­
(lám ina F / l, núm. 2); tubuloso (id., número fiesto (núm. 17); campanulada, en forma de
3); vesiculoso (id., núm. 4), urceolado, etc. El campana (núm. 19); infundibuliforme, en for­
cáliz zigomorfo puede ser: labiado, si se divi­ ma de embudo (núm . 16); rotácea, con el
de en dos gajos; gateado, cuando alguno de limbo que recuerda los radios de una rueda
los sépalos tiene forma de casco; espolona- (núm. 1 1 ), y urceolada, con el tubo muy ven­
do, cuando lleva una abolladura aguda. trudo y el limbo reducido (núm. 1 8). Entre las
En cuanto a su permanencia en la flor, es cae­ gam opétalas zigom orfas tenem os: labiada,
dizo si se desprende cuando se marchita la igual que el cá liz del mismo nombre, llamán­
flor; fugaz, si lo hace antes de abrirse la coro­ dose gálea el labio superior y labíolo el infe­
la; persistente si se mantiene hasta la madu­ rior (núm 13, A y B); personada o gibosa,
ración del fruto, y si persiste pero marchito, cuando el labíolo tiene una abolladura, lla­
marcescente. Cuando además de ser persis­ mada paladar, que cierra la garganta (núm.
tente crece formando una envoltura membra­ 14); ligulai; cuando el limbo tiene un solo ga­
nosa alrededor del fruto, se llama acrescente jo, tri o quinquedentado, formando una len-
(lám. F /l, núm. 5) y si además se transforma güecita (lám. F / l, núm. 19). Esta flor se la lla­
en pelos plumosos, cerdas estipitadas, etc., ma también sem iflósculo (lám ina F / l, núm.
que acom pañan al fruto maduro, forma los 19); tlósculo (lám. F / l, núm. 18) cuando es
llamados vilanos (núm. 1, 2, 3 y 4, inf.). En tubulosa, pentámera y forma parte del capítu­
algunas flores sin corola, los sépalos, colore­ lo de una com puesta (véase lám . F/5). En
ados o no, pueden ser conniventes, es decir, cuanto a la simetría, hay una tercera clase de
separados por sus bases y unidos en el ápice flor: la asimétrica (núm. 15), es decir, sin nin­
(lámina F / l, núm. 6). En la garganta de algu­ gún plano de simetría.
nos cálices existen cerdas especiales de pro­ Los métalos de algunas corolas llevan apéndi­
tección que forman el llam ado carpostegio ces ¡guiares que forman hacia el interior co­
(id., núm. 7). mo una segunda c o ro la lla m a d a corona
El calículo. — A veces el pedúnculo puede (núm. 20 ) o paracorola.
llevar otras hojitas por debajo del cáliz y en­ Algunas flores, debido a la anomalía llamada

ATLAS D EMBOTA NICA


f

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La flor.
La c a r o l a

La corola

2 G am o p étala

1 D ia lip é tá la 4 Irregulares

6 Papaverácea 10 Rosácea

8 C a rio íilá ce a

9 A clavelad a
7 C ru cifo rm e
5 A sim étrica

12 Papilionada 15 Tubulosa
13 B ilo b iad as 14 G ib o sa

11 Rotácea

17 H ipo craterim orfa 19 A cam panada


2 0 Corona
1 8 U rceolada

1 6 Infundibuliform e

21 N ectaria V ilano s

TRO N CO IX: C O R M Ó FITO |^ N TÓ FITO S. (Reproducción)


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Tronco IH: C o r m ó f i t o s a n t ó f i t o s

peloria, aparentan un grado de simetría supe­ Formas de estambres.— El filamento es a ve­


rior al que en realida tienen. Así, la flor de Li­ ces laminar, otras es ramificado y con la base
naria (lámina F/1, núm. 20), que normalmen­ soldada a las bases de los demás, formando
te es pentámera y zigomorfa, aparece como un androceo meristémono (B, 2). El filamento
actinomorfa con 5 espolones, llamándose he- puede ser arborescente (B, 1) o también pue­
mipeloria (id., núm. 21) si aparece sólo con 4 de faltar y entonces la antera es sésil. A ve­
espolones. ces, los estambres son de tan exiguas dimen­
siones que son estériles, recibiendo el nom­
El androceo bre de estam inodios (B, 3 ); pueden llevar
apéndices, apéndices estaminales (B, 4).
El androceo es el conjunto de órganos mas­ Clases de anteras. — Según el lugar donde se
culinos de la flor. Estos órganos, en número inserta el filam ento en la antera, ésta será:
variab le, se llam an estambres , y en la flor dorsifija (D, 1), apicifija (D, 2) o basifija (D,
completa forman el tercer y cuarto verticilo 3), si el punto de inserción está, respectiva­
flora . El estambre consta de dos partes: el fi­ mente, en el dorso, en el ápice o en la base.
lamento estaminal y la antera (figuras 1 y 2 ). La antera consta casi siempre de dos tecas,
El filamento es la parte estéril del estambre pero en algún caso una de ellas aborta y se
que sostiene la antera y de forma general­ transforma en una lámina petaloide; entonces
mente filamentosa. La antera es la parte más la otra teca constituirá una antera monoteca
abultada del estambre y consta de cuatro ca­ (D, 5); en cam bio, en otros casos puede tener
vidades o sacos polm icos que reunidos dos a hasta cuatro tecas.
dos forman las tecas. Éstas contienen las mi- La dehiscencia de la antera puede ser longi­
crósporas, llamadas granos de polen , y están tudinal cuando la fisura se produce en senti­
unidas entre sí por un tejido estéril, el conec­ do del eje de la teca; transversal si es en di­
tivo. El estambre viene a ser el homólogo del rección perpendicular al mismo (D, 4); apical
microsporangio de los heléchos. si se verifica mediante un orificio apical (D,
Estructura y dehiscencia de la antera. — En 6), y foraminal si tiene lugar por orificios late­
el interior se halla un tejido esporógeno, el rales con ventallitas (D, 7).
arquesporio, cuyas células darán origen a los C u a n d o las an teras están e n v u e lta s o se
granos de polen, rodeado de un tejido nutri­ abren hacia el centro de la flor, se llaman in-
cio, llamado tapete; envolviendo el anterior trorsas (D, 8); si en sentido contrario, hacia
está el estrato mecánico o fibroso (figura 2 ) a afuera, extrorsas, y si adoptan una posición
cuyas tensiones se debe la dehiscencia de la intermedia, laterales
antera; en la parte más exterior existe una Los granos de polen. — Cada grano de polen
epidermis. es una cé lu la generalm ente redondeada u
ovoide, de 2 p a 250 p, protegida por dos
Tipos de androceos membranas: una, externa, llamada exina , rica
en esporopolenina, y otra interna, la intina,
Si los estambres son libres, el androceo será con pectina. En la exina se presentan peque­
dialistémono y si son concrescentes, gamos- ños redondeles hundidos, los poros germina­
témono. Cuando son concrescentes con la tivos (véase fig, 3), donde aquélla es suma­
corola, los estambres son corolinos, y si lo mente delgada.
son con el gineceo se llam arán epfginos. La exina, en algunos granos de polen, consta
Cuando los estambres son aproxim adam en­ de dos zonas: una interna, la endexina (fig.
te de igual longitud, el androceo es homodf- 4), y la ectexina, más externa, recubierta, a
namo , y en caso contrario heterodfnam o , veces, por una membrana o tectum. La su­
denom inándose mono, di, tri, tetra y penta- perficie aparece adornada por grabaduras di­
dínamo , según tenga 1, 2, 3, 4, ó 5 estam­ versas (fig. 5), pudiendo ser rugulada, estria­
bres m ás d e s a rro lla d o s que los d e m á s. da, reticulada, etc.; a veces presenta excres­
C uando están todos los estam bres unidos cencias tales com o verrugas, m am elones y
por sus filam entos, el androceo es monadel- púas. En la fig. 4 se han representado de un
fo (núm. 3), si forman 2, 3, 4 o más grupos modo esquem ático las diversas estructuras
de estambres unidos, el androceo será dia- que puede presentar el grano de polen: 1 ,
delfo (4), triadelfo , tetradelt'o (5) o poliadelfo con colum elas sencillas; 2 , con tectum perfo­
(6 y 7) respectivamente. Si los estambres tie­ rado; 3, con colum elas digitadas; 4, con co­
nen sus anteras en contacto, connivente (8); lumelas confluentes; 5, con la ectexina abo­
si están soldadas, sinantéreo (9), y si, ade­ llada. En las restantes figuras la mitad supe­
más, están soldados los filamentos, sinfian- rior corresponde a un grano ¡ntectado y la in­
dro (10). ferior a otro tectado; en ellas se representan

OTÁNICA
68
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La flor.
El a n d r o c e o ff 3

Sacos polínicos El androceo


A . T IP O S D E A N D R O C E O B. FO R M A S DE ESTAM BRES

C o nectivo
6 Poliadelfo
1 Tetradinam o
4 D iadelfo 1 A rborescente
3 M onadelfo 2 M eristém ono
5 Tetradelfo

Filam ento
estam in

2 H eterodinam o
10 Sinfiandro
3 Estam inodios 4 A péndices
8 Connivente
estam inales, a
7 Poliadelfo 9 Sinantéreo
D . C LA SES D E A N TER A S
C . T IP O S D E C O N E C T IV O
Estrato

1 D o rsifija 3 B asifija .
4 Transversal

2 A p ic ifija

5 M onoteca , . ,
6 Apicai

Conectivo

Fig. 2.- Corte transversal de una antera.

EL PO LEN 7 Forammal 8 Introrsa

3.- G ranos de polen de diversas especies.


Regulada Estriada Reticulada
«

Fig. 4.- Esquema estructural del grano de polen. La end exina, en oscuro, y Fig. 5.- Algunos tipos de grabaduras del grano
la ectexin a, en claro . de polen.

TRO N CO IX: CORM ÓFITOS ANTÓFITOS W •>.' 'ducción)

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Tronco IK: C o r m ó f i t o s a n t ó f i t o s

diversas clases de grabaduras: 6 y 7, gem ada; 4, números 2, 5 y 6) y axial si los rudimentos


8 , baculada; 9, clavada; y 10, equinada. seminales parecen brotar del centro de la ba­
se del ovario. En cuanto a su posición en el
El gineceo ovario puede ser: parietal, cuando las placen­
tas se hallan en las paredes del ovario (fig. 4,
El gineceo es el conjunto de órganos fem eni­ todos menos los números 3 y 8 ); y central si
nos de la flor. Estos órganos, en número va­ se encuentran en el eje (fig. 4, núm. 3, 4 y 8),
riable, son los carpelos y en una flor com ple­ pudiendo ser en este caso apical y basal se­
ta forman el quinto y último verticilo floral. El gún se hallen en el ápice o en la base del eje.
carpelo consta de tres partes: el ovario, el es- El estilo. — El estilo es la parte superior del
tilo y el estigma. ovario, prolongado en forma de estilete; teó­
El carpelo es una hoja m odificada, plegada ricamente habrán tantos estilos como carpe­
sobre si misma (fig. 2). En las Gimnospermas los com pongan el o vario , pero no ocurre
queda abierta, pero en las Angiospermas, sal­ siempre así, pues en no pocos casos aunque
vo algunas excepciones, queda cerrada, for­ el ovario sea pluricarpelar el estilo es único
mando el ovario. El carpelo es el homólogo (fig. 3, núm. 5).
del macrosporofilo de los heléchos. Cuando son varios los estilos, pueden ser li­
Si el gineceo está formado por varios carpe­ bres (id., núm. 4), concrescentes en la base o
los sep arad o s in d e p e n d ie n te s, form ando en una mayor o menor longitud (id., núm. 3).
otros tantos ovarios, se llam ará ap ocá rpico También puede ocurrir que los estilos no se­
(fig. 3, núm. 1), y si los carpelos son concres- an apicales sino laterales o que aparentemen­
centes en mayor o menor grado, será sincár- te arranquen de la base del ovario, estilo gi-
p ico (id., núm. 2 ), llamándose paracárpico si nobásico (id., núm. 9). En cuanto a su estruc­
la concrescencia es solamente por los bor­ tura interna, el estilo unas veces es fistuloso y
des. otras está relleno del llamado tejido con d u c­
El ovario. — El ovario es como un recipien­ tor, en el que se introduce el tubo polínico
te constituido por la base de la hoja carpe­ antes de la fecundación en el ovario.
lar, cerrada a causa de la concrescencia de El estigma. — Es la porción apical de la hoja
sus bordes, o por varias hojas carp elares, carpelar y remata el estilo. Puede tener forma
que circuyen una cavidad llamada cavidad variada (fig 3, número 10) y corresponder a
ovárica. Debido a la unión de los bordes del un estilo o a varios cuando éstos tienen con­
carpelo (fig. 2 ), queda en la parte externa un crescencia total. Cuando el estilo falta, el es­
surco, la sutura ventral, y por la parte inter­ tigma es sésil. Para poder retener el polen, su
na un tejid o en resalto, que constituye la estructura es unas veces glandular, rezuman­
placenta, por más que dicha placenta puede do líquidos azucarados o pegajosos, y otras
tomar diversas posiciones dentro del ovario, es plumoso, como en las Gram íneas. Cuando
como veremos más adelante. El interior de la flor carece de estigma, como en las G im ­
la placenta está recorrido por un pequeño nospermas, se llama astigmática.
haz liberoleñoso. el h a cecillo placentario, y
en la parte m ed ial de cada hoja ca p e la r El rudimento seminal
existe otro h acecillo , llamado h a ce cillo m e­
dial. En la placenta se insertan, por medio El rudimento seminal de las Angiospermas es
de un cordoncillo o fun ícu lo, los rudim en­ el corpúsculo, ovoide por lo general, que se
tos sem inales. forma sobre la placenta y que consta de un
Clases de ovario. — Si el ovario no es lateral­ cuerpo interior (fig. 5) o núcela envuelta por
mente adherente con el tálamo, se llama li­ uno o dos tegumentos que arrancan de su ba­
bre o súpero (véase lámina F/1, núm. 1); si, se, llamados prim illa, el externo, y secundi-
por el contrario, es adherente con el tálamo, na, el interno, dejando un orificio en el ápice
se llam a a d h e re n te o in fe ro (id . núm . 4) en forma de un pequeño canal, llamado mi-
Cuando form a una sola cavid ad , se llam a crópilo. En el interior de la núcela existe una
unilocular; si forma 2, 3 ..., o más cavidades gran célula, llamada saco em brional, homo­
se llamará bi, tri... plurilocular. loga a la macróspora de los heléchos. Como
P L A C E N T A C IÓ N . — Recibe el nom bre de ya hemos d ich o , el rudim ento se une a la
placentación la situación de la placenta en el placenta por el funículo, cuyo interior está
carpelo y su posición en el ovario. Según lo recorrido por un hacecillo que termina en la
primero tendrem os: placentación marginal, base de la núcela base que lleva el nombre
cuando la placenta se halla en los bordes del de calaza. La pequeña área de unión del ru­
carpelo (figura 4, números 1, 4 y 7); laminal, dimento con el funículo recibe el nombre de
si se encuentra en la lámina carpelar (figura hilo.

ATLAS DE BOTÁNICA
' 70
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La flor, j , j . l

El g in e ce o

Esli^nw El gineceo
Hacecillo
Sutura
placentario
Funículo

ovarica
H ac e c illo
placentario
4 Estilos libres 5 Estilos
soldados
Ovario 1 A p o c á r p ic o 3 Estilos
Rudimento concresceptcs
H acecillo
medial seminal

corte del mismo

8 Ginóforos
6 Carpelos 7 .Estigma sési
Fig. 1 . - Partes del ginoc-eo so ldad os _ j

9 Estilo ginobásico 1 0 Formas d e estigmas


Micrópllo Placenta Fig. 3.- Algunos tipos de gineceos
Fig. 4.- D iversas formas de placentación
S e c u n d ina

Saco
N úcleo D I A G R A M A S FLO RALES embrional
vegetativo
Núcela
Núcleo
Funículo Ortótropo Campilótropo Anátropo
generativo
Fig. 5.- El rudimento y sus tres tipos

Gametófitos, fecundación, embriogenia


Suspensor
Granos de ;
k P ° l en Oosfera „

N úcleos
N ú c le o s espermáticos
polares

C)osíera Sinérgidas

N ú c le o s
espermáticos

N ú c le o 1
vegetativo
d esvanecid o

Fig. 6.- Gam etófitos y desarrollo del tubo políni- Fig. 7.- Penetración del tubo polínico en Fig. 8.- Prim eras fases de la tor­
co. A , grano de polen m aduro; B, saco em brio- el rudim ento sem inal y la doble fecun- m ación del em brión.
nal- dación en el saco em brional.

TRO N CO IX: CORMÓFITOS^lANTÓFITOS. (Reproducción)

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Tronco IX: C o r m ó f i t o s a n t ó f i t o s

Por su disposición en el ovario el rudimeto es que las distancias que separan los pedicelos
ortótropo o atropo si se forma rectamente de fueran nulas. C a p ít u lo . — Flores sésiles en el
modo que el hilo, la cálaza y el m icrópilo es­ ápice dilatado del eje principal, llamado re­
tén en línea recta (lám. F/4, fig. 5); anátropo, ceptáculo, que puede tener forma más o me-
si el rudimento gira 180° y se invierte hasta nos convexa, t ana o ligeramente cónica. Es
que el m icrópilo se sitúa junto al hilo y el fu­ como una um aela cuyos radios fueran nulos.
nículo se suelda al rudimento, constituyendo E s p ig a . — Es un racim o con flores sésiles.
una línea en resalto, llamada rafe; si al girar, A m e n to . - ,Como la espiga pero más denso y
al mismo tiempo se encorva de modo que el de eje flexible, péndulo, caedizo, generalmen­
micrópilo se acerque a la cálaza, se llamará te de flores unisexuales y aclamídeas. Esp ád ice.
cam pilótropo (lám. F/4, fig. 5). — Espiga con el eje grueso y carnoso, a veces
con una gran bráctea o espata.
Tipos sexuales de flores
Inflorescencias cimosas simples.
Cuando una flor posee androceo y gineceo, Son aquellas en las que tanto el eje principal
se llama hemafrodita. Si falta el androceo, la como los pedicelos tienen crecim iento lim i­
flor será fem enina; si falta el gineceo, la flor tado, de ahí el nombre de definidas, y rema­
será m asculina. Cuando por falta de desarro­ tan en una flor. Corresponden a la ramifica­
llo la flor carece de androceo y de gineceo, ción simpódica. Los tipos principales son: C i­
se llamará neutra y será estéril. m a u n íp a r a o M o n o c a s io . — Cuando debajo
de la flor en que termina el eje principal se
Prefloración forma una sola rama lateral, que, a su vez,
sólo produce otra y así sucesivamente. Si las
La prefloración es la disposición de las piezas ramas sucesivas arrancan de uno y de otro la­
florales en el capullo. Existen seis tipos prin­ do alternativamente, la cim a se llamará C im a
cipales (fig. 1 ). h e lic o id e y si arrancan de un mismo lado, C i­
m a e s c o rp ió id e a . En la helicoide se distinguen
INFLORESCENCIAS dos tipos: el R íp id io , que tiene todas las ra­
mas en un mismo plano, y el B ó s t r i x , con ra­
Se llam a in florescen cia a una ram ificación mas en planos distintos. En la escorpióidea
terminada por flores. Cada una de las ramitas también hay dos tipos: el d r e p a n io , con las
del eje prim ario o raquis, que sostiene una ramas en un mismo plano, y el c in c i n o , con
flor, se lama p e d ice lo . Cuando sólo existe las ramas en distintos planos. C im a b íp a ra o
una flor en el ápice del tallo o en la axila de d ic a s io . — Cuando por debajo de la flor ter­
una hoja, no hay inflorescencia, y la flor se minal del eje se forman dos ramas, de cada
dice entonces que es solitaria. una de las cuales arrancan otras dos y así su­
Las inflorescencias se dividen en dos grupos cesivamente. También hay la t r íp a r a y la m u l­
principales: las racemosas o indefinidas, y las t íp a r a , según se formen tres o más ramas.
cim osas o definidas. Unas y otras pueden ser,
a su vez, sim ples o compuestas, según que el Inflorescencias compuestas
eje primario produzca pedicelos con una so­ Los tipos principales son: P a n íc u la o racimo
la flor o que estos pedicelos se ramifiquen de de racimos. P a n íc u la c o m p u e s ta . — Cuando
nuevo. en la anterior los tallitos secundarios son a su
vez racimos compuestos. A n t e la . — Semejan­
Inflorescencias racemosas simples. te a la panícula, pero las ramitas laterales su­
Aquellas cuyo eje tiene crecim iento teórica­ peran a cada eje respectivo. C im a u m b e lifo rm e .
mente ilimitado, de ahí el nombre de indefini­ — Umbela cuyos radios son formas cimosas.
das con que también se las conoce. Corres­ C o r im b o t ir s o . — Es un corimbo de corimbos.
ponden a la ramificación monopódica. Son de R a c im o de u m b e las. — Racimo cuyos pedice­
este tipo: R a c im o sim ple. — Consta de un eje los llevan umbelas. R a c im o de espigas. — Raci­
principal que se ramifica monopódicamente a mo cuyos pedicelos son espigas. U m b e la c o m ­
intervalos regulares. C o r im b o . — Ramificación p u e sta . — Umbela cuyos radios Llevan umbe­
como en el racimo pero los pedicelos son de las. E sp ig a c o m p u e sta . — Espiga de espigas. Sí-
tal longitud que las flores se abren al mismo c o n o . — Conjunto de espigas muy contraídas
nivel. U m b e la sim p le. — Eje principal ensan­ colocadas en un receptáculo cóncavo. C ia t io .
chado en el ápice, de donde arrancan radial­ — Formada por una flor central femenina lar­
mente los pedicelos, llamados en este caso ra­ gamente pedunculada, rodeada de flores mas­
dios de la umbela. Es como un racimo en el culinas de un solo estambre.

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La f l o r
F/5

Prefloración

Valvar Contorta Juicuncial . Imbricada Vexilar Cari nal

Fig. 1 . - Tipos de prefloración.


Inflorescencias

Umbela

Corim bo

Amento
Racimo

¿OVA,

Ripídio de Dicasio
eje recto (cima bípara)

D repanio de
M onocasio e je recto

Panícula
o tirso
Drepanio
(cima escorpiódea)
Pleyocasio
(cima umbel¡forme)

Panícula Corimbotirso
compuesta Antela
Um bela de
umbelas

Sicono

Racimo
d e espigas Ciatio
R acim o d e umbelas
Lspiga de espigas

Fig. 2 .- Tipos de inflorescencias.

TRO N CO IX: CORM ÓFITOS ANTÓ FITO S. (Reproducción)

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Tronco IX: C o r m ó f i t o s a n t ó f í t o s

GAM ETÓFITOS, FECUNDACIÓN mándose una hernia (lám. F/4, fig. 6 ) en uno
Y EMBRIOGENIA de los poros germinativos del grano de polen,
hernia que al alargarse forma el llamado tubo
El gametófito masculino p o lín ico . En él penetra el núcleo vegetativo
que preside las funciones tróficas del tubo en
Al tratar el grano de polen (lám ina F/3) vimos su crecim iento a lo largo del tejido conduc­
que cada célula del arquesporio daba cuatro tor del estilo, hasta ponerse en contacto con
células polínicas. Estas células, por haber su­ el saco e m b rio n a l. S ig u ié n d o le de ce rca ,
frido la reducción cromática, son haploides y también penetra en el tubo polínico el nú­
toman el carácter de micrósporas. Al princi­ cleo generativo, el cual se divide en dos nú­
pio, la célula polínica es unicelular y uninu- cleos esperm áticos. El núcleo vegetativo se
cleada pero pronto se vuelve bicelular o plu­ desvanece y los dos núcleos esperm áticos
ricelular, aunque no se forman las membra­ penetran en el saco embrional, donde reali­
nas divisorias o desaparecen después de for­ zan una doble fecundación: el uno se une
marse. En las Angiospermas existen dos nú­ con la oosfera y el otro con el núcleo secun­
cleos: el n ú cleo vegetativo (véase lám. F/4, dario (id., fig. 7).
fig. 6), último vestigio del protalo masculino
de las Pteridófitas. y el n ú cle o generativo, Formación del embrión y del endosperma
que luego, como veremos más adelante, se
divide en dos, los núcleos esperm áticos, los Verificada la fecundación de la oosfera (óvu­
cuales constituyen los microgámetas. lo) por uno de los núcleos espermáticos, se
forma un zigoto (diploide) que pronto se divi­
El gametófito femenino de en dos células, mediante un tabique trans­
versal de dirección perpendicular al eje del
La célula madre de las megásporas contenida rudimento sem inal. De la más próxima al m¡-
en la núcela da por meyosis cuatro megáspo­ crópilo se forma el llamado suspensor (véase
ras de las cuales germina una sola, desvane­ lám. E/4, figura 8 ), y la otra, que inicia más
ciéndose las demás. La megáspora, homolo­ tarde la división, da origen al embrión.
ga a la macróspora de los heléchos, se divide Después de la fecundación del núcleo secun­
tres veces sucesivas y forma 8 núcleos, cons­ dario por el otro núcleo espermático, se for­
tituyendo una gran célula, llamada saco em­ ma otro zigoto (triploide), el cual, dividiéndo­
brional, homologa al protalo femenino de las se activamente y alimentándose de la núcela,
Pteridófitas (id., figura 6). Por lo tanto, el saco da el tejido nutricio del embrión, llamado al­
em brional constituye el gametófito femenino bumen o endosperma.
y el rudim ento seminal, el m acrosporófito de El embrión. — El embrión es el rudimento de
las Angiosperm as. De los ocho núcleos en la planta. Consta de cuatro partes: un tallito,
que se divide la megáspora, tres de ellos, la el hipocótilo, una pequeña raíz, la radícula,
oosfera y otros dos llamados sinérgidas, se si­ cuyo ápice está dirigido hacia el m icrópilo;
túan en el extremo más próximo al micrópi- una yemecita terminal, la plúm ula, y de uno
lo, constituyendo el llamado aparato ovular; (M onocotiledóneas), dos (Dicotiledóneas) o
en el extremo opuesto están otras tres, las an­ más (Gimnospermas) cotiledones u hojas pri­
típodas, y hacia el centro, las dos restantes o m ordiales (lám. F/6 figs. 1 y 2). El embrión se
núcleos polares, que más tarde se reúnen en nutre de endosperma, acum ulándolo en los
uno, el núcleo secundario (id., fig. 7). cotiledones, los cuales quedan así muy desa­
rrollados y abultados; otras veces éstos son
Polinización m uy exiguos y el endosperm a se acum ula
fuera de ellos (lámina F/6 , fig. 2).
Se llama polinización el transporte d el grano
de polen desde la antera al estigma o hasta el LA SEMILLA
o rific io m ic ro p ila r en las G im n o sp erm as.
Puede ser verificad a por el aire (anemóga- Lo dicho anteriormente nos da una definición
ma), por los insectos (entomógama) o por el de la semilla de los Antótitos: es el embrión
agua (hidrógama). en estado de vida latente, acom pañado o no
de tejido nutricio y protegido p o r el episper-
Fecundación ma. Los tegumentos del rudimento sem inal,
primina y secundina, se transforman después
Puesto en contacto el grano de polen con la de la fecundación en dos: testa y endopleura,
superficie glandular del estigma, se produce respectivam ente, que juntos constituyen el
la germ inación de aquél. Ésta em pieza for­ episperm a o tegumento externo de la semilla.

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La s e m i l l a .
El fruto
F/6

Radícula La semilla Albumen

Cotiledones
Plúmula
Endosperma

Cotiledón

Epispermo
Micrópilo Embri
Embrión

Fig. 2 .- Esquemas de sem iltas de D icotile


Fig. 1 . - M orfología de una sem illa (alubia)
doñeas. A , con album en; B, sin album en.

Fig. 3.- Sem illas con apéndices: A , con a rilo ; B, con a rilo id e ; C , con ca rú n cu la ; D, con estro fío lo ; E y F, aladas
C , con vilano.

F R U T O S S E C O S D E H IS C E N T E S

3 Legumbre

6 Lam entos

1 1 Silícula latisepta
4 Legumbre bilocular

1 Folículo 2 Plurifolículo

9 Craspeclio 7 Lomento d ru p áce o

8 B ilomento
1 2 Silícula angustisepta
1 0 Silicua

Septicida L Septítraga

D iv e r s a s cla se d e d e h is c e n c ia s

Cápsulas septicidas 1 7 Cápsula ventricida 2 0 Pixidio

TRO N CO IX: CORM ÓFITOS ANTÓ FITO S. (Reproducción)


7<
^5
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Tronco IH: C o r m ó f i t o s a n t ó f í t o s

El episperm a, llam ado tam bién tegum ento que parecen biloculares debido a un falso ta­
seminal, se halla más o menos cutinizado y bique de origen placentario, como el de Ade-
puede ser liso o bien presentar crestas, sur­ nocarpus (id ., núm. 4), L o m e n t o es una le­
cos, mamelones, etcétera. Otras veces el te­ gumbre indehiscente, con ceñiduras tabica­
gumento se desarrolla m ucho más que su das por las que se desarticula el fruto en lle­
contenido, formando expansiones o alas, co­ gando a la madurez, como en Coronilla glau­
mo las del pino (lám. F/6 , fig. 3, E) y de la ca (id ., núm ero 6 ) y en H ip p o c re p is (id .,
Spergula (id., F) o se desarrolla en forma de núm. 5); hay lometos con mesocarpo carno­
vilano, como la de Vincetoxicuhn officinale so. L o m e to d r u p á c e o , como en Prosopis (id.,
(id., G ). En algunas especies está revestido de núm . 7 ) . C r a s p e d io es otra variante del lo­
pelos, como en G ossipium (algodón). mento, que así como éste se desarticula com­
Algunas sem illas llevan excrecencias carno­ pletamente, en el craspedio queda la arma­
sas que las rodean más o menos extensamen­ dura marginal adherida al pedicelo, como en
te (lám. F/6, fig. 3). M im osa (id., núm. 9), S il ic u a , fruto bicarpelar
con placentación marginal y parietal, dehis­
EL FRUTO cente por las placentas y comenzando por la
base; con las semillas prendidas de un falso
Según el concepto clásico, el fruto es el ova­ tabique o rep lo , com o en C ardam ine (id .,
rio desarrollado, con tenien do la sem illa ya núm. 1 0 ); a veces termina por una porción
formada. Cuando después de la fecundación indehiscente muy desarrollada, llamada ros­
los rudimentos seminales sufren las modifica­ tro. B ilo m e n t o es una silic u a indehiscente,
ciones que anteriormente hemos visto para como en Rhaphanus (id., número 8). Cuando
constituir la sem illa, el ovario también se mo­ la silicu a es muy corta se llam a S i l i c u l a y
difica profundamente, y ambos constituyen el puede ser latisepta o angustisepta según que
fruto. La cubierta del ovario, formada por la el replo sea tan ancho o menos ancho que el
hoja u hojas carpelares, persiste en el fruto fruto, respectivam ente, com o en A lyssu m
más o menos m odificada, constituyendo el (id., núm. 11) y Lepidium (id ., número 12);
per i carpo. también puede hallarse la silicula divida en
El pericarpo suele estar formado por dos ca­ dos mericarpos y entonces recibe el nombre
pas: el epicarpo, que es la más externa, y el de dídim a como en Biscutella (id., núm 1 3).
endocarpo, la más interna. En muchos frutos C á p s u la , fruto pluricarpelar, sincárpico, que
existe una tercera capa intermedia, llamada se abre lo ng itud inalm ente; la d eh iscen cia
m esocarpo. Así, en el melocotón, cuya flor es Duede ser: septicida, si se verifica por los ta­
u n ica rp e la r, el ep icarp o es la piel que se biques (id ., núm. 16); lo cu licid a , si se abre
monda, el mesocarpo es la parte carnosa y por los nervios mediales de los carpelos (id.,
jugosa que se come y el endocarpo es la par­ núm. 14); septífraga, si se verifica la ruptura
te central dura y rugosa, llamada vulgarmen­ de los tabiques paralelamente al eje del fruto;
te «hueso». ventricida, cuando se verifica a lo largo de
las placentas, como en Nigella (id., núm. 17).
Clasificación de los frutos P ix id io , fruto capsular de dehiscencia por po­
ros o agujeros, como en Antirrhinum (id., nú­
Los frutos se dividen en dos grandes catego­ mero 18) y Papa ver (id., núm. 19). S a c c e d o ,
rías: los que proceden de una sola flor o fru­ fruto cap sular con dehiscencia desgarrada,
tos propiam ente dichos y los que proceden como en Chenopodium .
de una inflorescencia, o infructescencia, pero Frutos secos ¡ndehiscentes. — Son el A q u e -
con apariencia de un solo fruto, como el hi­ n io y sus múltiples variedades, que procede
go y la piña americana (lám F/8 , núms. 19, de un ovario uní, bi o pluricarpelar, con pe­
20 y 21). Los primeros pueden ser seco s o ricarpo seco e indehiscente. N u e z , aquenio
carnosos y ambos dehiscentes o indehicen- generalmente unilocular y con una sola se­
tes, según que su pericarpo se abra o no. m illa con pericarpo leñoso, como en Cory-
Frutos secos dehiscentes. — Son: F o l í c u l o , lus (núm. 13); si es muy pequeño se llama
fruto unicarpelar, con varias sem illas, dehis­ N ú c u l a . C ip s e la , aquenio procedente de un
cente por la sutura, com o el de la peonía ovario infero y de más de un carpelo, como
(lám. F/6 , núm. 1). P l u r i f o l í c u l o , compuesto en las C o m p u e sta s (n ú m . 1 ). C a r i o p s i s ,
de varios folículos por proceder de un gine­ aq uenio con el p ericarp o m uy delgado y
ceo apocárpico, como el del heléboro (id., soldado al tegumento de la sem illa, como
núm. 2). L e g u m b re , unicarpelar, dehiscente en las Gram íneas (núm. 14). G l a n d e , aque­
por la sutura y por el hacecillo medial, como nio pluricarpelar de pericarpo coriáceo, con
en la habichuela (id., núm. 3); hay algunas la base envuelta por una pieza acrescente

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El fruto
F/7

F R U T O S S E C O S IN D E H IS C E N T E S

5 Biaquenio

6
1 Cipsela 3 Tetraquenio

4 G la n d e Diaquenios

2 C rem ocarpo

10 c.
Samaras
11

9 Regma 1 2 Samaridio

8 Poliaquenio

1 4 Coriopsis

1 3 Nuez

1 6 Balaústa
1 5 Utrículo

FRUTOS C A R N O SO S

4 Baya bicarpelar

3 Trima
Drupas 5 Baya tricarpelar

6 Baya tricarpelar apirena

8 B i baya 9 Hesperidio
7 Baya pluricarpelar

TRONCO IX: ( ( )RMÓF 11( )S ANTÓHTOS. (Reproducción)

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Tronco IX: C o r m ó f i t o s a n t ó f i t o s

llam ad a c ú p u la , com o en Q u e rcu s (lám . p e la r , como el dátil y la banana (id., núms. 5


F/7, núm . 4). D i a q u e n i o , conjunto de dos y 6 ) y baya p lu r ic a r p e la r , como el caqui (id.,
aquenios procedentes de un ovario infero núm. 7). Flay bayas que toman nombres es­
bicarpelar, com o en Bupleurum (id ., núm. peciales, tales son: F Ie s p e rid io , procedente de
6 ) y D aucus carota (id, núm. 7). T e t r a q u e - un ovario súpero pluricarpelar y sincárpico,
n io , conjunto de cuatro aquenios proceden­ con el epicarpo delgado y rico en esencias,
tes de un ovario bicarpelar, en el que cada el m eso carp o e sp o n jo so y el e n d o ca rp o
carpelo ha formado dos aquenios, como en membranoso y tapizado de pelos repletos de
S a lv ia b e rb e n a c a (id , n ú m . 3 ) . S á m a r a , jugo, como el limón (id., número 9) y la na­
aquenio procedente de un ovario monocar- ranja. P e p ó n id a , procedente de un ovario in­
pelar, que presenta una expansión membra­ fero de 3 a 5 carpelos, sincárpico, cuyas pla­
nosa en forma de ala, como en Ulm us (id,, centas muy desarrolladas llegan desde el eje
núm . 1 0 ). S a m a r i d i o , co m p u esto de dos hasta la pared carpelar, com o la calab aza
aquenios alados procedentes de un ovario (núm. 1 2 ) y el melón (núm. 1 3 ) . P o m o es un
b ica rp e la r, com o en A c e r (id ., núm . 12). fruto com plejo procedente de un ovario infe­
C r e m o c a r p o , a q u e n io p ro ce d e n te de un ro y sincárpico, con la parte central, que es el
ovario bicarpelar infero, que cuando madu­ verdadero fruto, coriácea y dividida en tantos
ro se descom pone en dos, suspendidos de com partim ientos como carpelos, siendo la
un carp ó fo ro , com o en Carum c a rv i (id ., parte carnosa el tálamo enormemente desa­
núm. 2 ) . B ia q u e n io , procedente de un ova­ rrollado, como la manzana (núm. 1 0 ) y la pe­
rio bicarpelar que da dos aquenios concres- ra (núm. 1 1 ).
centes, como en G alium (id ., núm. 5). Po- Frutos compuestos. — Pueden ser designa­
lia q u e n i o , procedente de un ovario pluricar- dos con este nombre los procedentes de una
pelar que da otros tantos aquenios, como el sola flor y que se componen de varios carpe­
C lem atis (id ., núm. 8 ). R e g m a , procedente los diferentes; muchos de ellos ya los hemos
de un ovario de dos o más carpelos con los visto, tales son la m ultidrupa, poliaquenio,
estilos soldados, que al llegar a la madurez plurifolículo, etc. C i n o r r o d o n es un seudo-
se separan inferiormente del eje, junto con fruto formado por un tálamo acopado, acres-
el correspondiente carpelo, como en el Ge- cido, que encierra varias núculas, como en la
ranium (id ., número 9). U t r í c u l o , fruto sin- rosa (número 1 5 ). S o r o s is , cuando los frutos
cárpico con una sola sem illa (id ., núm. 15). procedentes de una sola flor son concrescen-
B a l a ú s t a , fruto sincárpico procedente de un íes y recubiertos a modo de epicarpo por el
ovario infero, con dos estratos de carpelos conjunto de carpelos apiñados y coherentes,
superpuestos, y en cuya form ación también como la chirim oya (núm, 1 8 ) . P l u r i n ú c u l a o
interviene el tálamo floral acopado y solda­ C o n o c a r p o , cuando el tálamo se desarrolla y
do al o va rio ; se h alla repleto de sem illas se vuelve carnoso y jugoso, quedando las nú­
con episperm a jugoso; el del granado (id, culas en la periferia, como en la fresa (núm.
número 16), caso único en el reino vegetal. 17).
Frutos carnosos. — Son: D r u p a , fruto de me- Infructescencias. — Son las que proceden de
socarpo carnoso con una sola sem illa y pro­ varias flores de una inflorescencia, y siendo
cedente de un ovario súpero monocarpelar, concrescentes forman una sola unidad carpo-
como en el melocotonero (id., núm. 1 ), en el lógica. Tales son la P l u r i n ú c u l a del plátano
olivo (id. núm. 2 ), en el ciruelo, cerezo, etc. de sombra (núm . 2 0 ) y el S í c o n o del higo
Si en la drupa el epi y mesocarpo son carno­ (número 19).
sos pero en la madurez se vuelven desjuga­ Frutos de las Coniferas. — Son frutos pero
dos como en el nogal, o coriáceos, como en no en el sentido clásico de la palabra. E s ­
el almendro, o fibrosos, como en el cocotero, t r ó b i l o , formado por un eje leñoso en torno
la drupa recibe el nombre de T r im a (id., nú­ del cual se disponen, c íc lic o o h e lico id a l­
mero 3 ) y puede ser bicarpelar (nogal) o plu- mente, brácteas protectoras que llevan en su
ricarpelar (cocotero). N u c u l a n i o es una dru­ interior escamas sem iníferas, soportando de
pa con varios huesos o con un hueso plurilo- 1 a 9 rudimentos seminales (números 2 2 , 2 3
cular, como en Rhamnus y Sam bucus. B a y a , y 2 4 ) , llam ándose c o n o el de los pinos, y
fruto procedente de un gineceo monocarpe­ g á l b u l o si el estróbilo es esferoidal, carnoso
lar, con el epicarpo muy delgado y el meso- e indehiscente, como el del enebro (núm.
carpo y endocarpo carnosos, como en Berbe­ 2 4 ).
rís; pero también puede proceder de un gine­ Algunas formas de frutos. — En la lámina da­
ceo de varios carpelos concrescentes y en­ mos algunas de las innumerables formas que
tonces recibirá los nombres de B a y a b icarp e- puede adoptar el fruto. Llámase induvias a las
l a r , como el tomate (id., núm 4), B a y a t r i c a r - partes floales persistentes que acompañan al

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El fruto
F/8

FRUTOS C A R N O SO S

Pomos Pepónidas

FRUTOS CO M PUESTO S

1 7 C o n o c a rp o

1 5 Cinorrodon

1 6 Multidrupa
1 4 Poliaquenio 1 8 Sorosis

F R U T O S DE C O N I F E R A S
IN F R U C T E S C E N C I A S

2 3 Estróbilo

2 0 Plurinúcula

19 Sícono

2 1 Sorosis 22 Cono
24 G álbu lo

A L G U N A S FO RM AS DE FRUTOS

6 Fruto con
2 Fruto tricoco « W í 4 Fruto fa lc a d o
carpótoro, C
5 Fruto deprimido
1 Fruto helicoidal 3 FmIo alveo|ado
7 Fruto c o n ¡nduvio

TRO N CO IX: CORM ÓFITOS ANTÓ FITO S. (Reproducción)


79
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Tronco IX: Cormófitos
antófitos. (Sistemática)
fruto y lo recubren o protegen, como el pe­ mes o peltados, dispuestas en cono o piña;
rianto en Rurnex (núm. 7) y formaciones de flores fem eninas formadas por cogollos de
naturaleza axial, como en las castañas. Cuan­ m acro sp o ro filo s con los m acrosporangios
do el tálamo se prolonga en un pedículo, se marginales (fig. 1, B y C ); fecundación por
forma un ginóforo (Ilám. F/4, fig. 8), que trae espermatozoides ciliados. Plantas dioicas.
en alto el gineceo; al formarse el fruto, forma En Am érica está muy extendido el género Za-
el carpóforo (id., núm. 6). m ia; el género Dioon se encuentra en M éxi­
co, y el género Cycas vive en Asia, Madagas-
DIVISIÓN II. ANTÓFITOS car, Australia y Polinesia. De muchas de estas
especies se obtiene el «sagú»
Fecundación fuera del agua, mediante dispo­
sitivo característico (tubo polínico). Gametó- Clase 2 A Ginkgoinas
fitos, masculinos y femeninos, insertados so­ Arboles de mediano porte, dioicos; los pies
bre el esporófito como si fueran órganos su­ m asculinos, de copa cónica alargada; los fe­
yos. El embrión, provisto de materiales de re­ meninos, de copa algo más redonda. Ramas
serva y de cubiertas protectoras (se m illa), formadas por brotes largos o m acroblastos,
abandona el organismo materno y prosigue renovados anualmente, de los que arrancan
el crecim iento independientemente de aquél. otros muy cortos de crecim iento limitado y
Los antófitos se dividen en dos grupos o sub­ que llevan un ram illete de hojas, llamados
divisiones: Gim nosperm as y Angiosperm as. braquiblastos. Hojas largamente pecioladas,
flabeladas, cuneiformes, escotadas o biparti­
SUBDIVISIÓN I. GIMNOSPERMAS das. Flores situadas en la axila de las hojas
terminales de los braquiblastos; las m asculi­
El aparato reproductor se compone unas ve­ nas en am entos (fig. 2, B), con dos o tres
ces de elem entos fro n d ifo rm es, pero casi brácteas en la base y constituidas por hojas
siermpre de elementos escuamiformes, reuni­ estaminales, llevando dos sacos polínicos ca­
dos en espigas, en estróbilos o raramente ais­ da una; tubo polínico ram ificado; flores fe­
lados. Rudimentos sem inales colocados so­ meninas (fig. 2, A), formadas por un largo pe­
bre macrosporofilos, llamados escam as sem i­ dúnculo simple o bifurcado, que lleva en su
níferas, que no llegan a cerrase para formar extrem o dos rudimentos sem inales ortótro-
un ovario: sacos polínicos situados sobre o pos. Fruto algo parecido a una drupa.
debajo de microsporofilos, llamados escamas Una sola especie, el Ginkgo biloba, espontá­
poliníferas. Granos de polen casi siempre ae- nea solamente en el Extremo Oriente.
rodivagantes por medio de dos saquitos lle­
nos de aire (fig. 3, D), que facilitan la disemi­ Clase 3 A Coniferas
nación. Tallo siempre leñoso, simple o, gene­ A rb o les o arbustos m uy ra m ifica d o s, casi
ralmente, con ramificación monopódica. Ho­ siempre monopódicamente, más raramente,
jas persistentes, aciculares, laminares (pinna- sim pódicos; con macro y braquiblastos. Ho­
das o no) o escuamiformes. jas pequeñas, escuamiformes, lineales o lan­
Se dividen en siete clases: Cicadofilicinas, Ci- ceo adas, a veces aciculares (fig. 3). Micros-
cadinas, Bennettitinas, G inkgoinas, Corda i ti­ p o ro filo s e s c u a m ifo rm e s , d isp u e sto s en
nas, C oniferas y G netinas, de las cuales la amentos axilares, y en la base, un involucro
primera, tercera y quinta se han extinguido y de catafilos escuamiformes. Macrosporofilos
sólo se conocen en estado fósil. tam bién escuam iform es, dispuestos en un
conjunto generalmente estrobiI¡forme, y con
Clase 1A Cicadinas involucro de catafilos en la base. Por excep­
Plantas de tallo leñoso, cilindrico o tuberifor- ción, en el género Taxus los macrosporangios
me, raram ente ram ificado, que lleva en el son aislados (fig. 4). Las escamas se vuelven
ápice un rosetón de hojas dispuestas helicoi­ coriáceas y leñosas después de la fecunda­
dalmente (fig, 1). Hojas grandes, pinnadas o ción, así como el tegumento de las semillas,
bipinnadas, con pínnulas lineales o lanceola­ pero en el enebro (Juniperus) se vuelven car­
das, paralelinervias o pinnatinervias, con los nosas, concrescentes y forman un gálbulo.
nervios secundarios perpendiculares al prin­ Las Coniferas se dividen en siete fam ilias,
cipal. Raíz axonomorfa, más o menos ramifi­ sien d o las más im p o rtan tes: las Taxáceas
cada. Flores masculinas formadas por nume­ (ejem. el tejo), las Araucarias, exclusivamente
rosos microsporofilos (fig. 1, D), escuamifor­ de S u d am érica, las P in á cea s (ejem . pinos,
tff: —M a
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/VETAS D E B OTA NICA

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Gimnosperm as
G /C1

Clase 1 Cicadinas

Clase 2.- Ginkgoinas

Fig. 1 . - C ycas revoluta. A, conjunto de la planta; B, flor fem eni­


na formada por un cogollo de m acrosporofilos; C , detalle de un
m acrosporofilo con rudim entos sem in ales; D , flor m ascu lin a
Fig. 2 .- C in k g o b ilo b a . A , braquibiasto con
formada por un cono de m icrosporoíilos, que en su parte infe­ flores fem eninas; B, braquibiasto con flores
rior llevan multitud de microsporangios.
m asculinas.

Clase 3.§ Coniferas Clase 4.- Gnetinas

C
S aco s aéreos

Fig. 3 . - Pino silvestre (Pinus silvestris). En A , inflorescencia


m asculina; en B, inflorescencia fem enina; en C , m acrosporo­ Fig. 5.- Belcho (Ephedra dis-
filo con dos rudimentos sem inales; en D, grano de polen ae­ Fig. 4 .- Tejo com ún (Taxus bacca- ta ch ya ). In flo re s c e n c ia s fe­
rad ¡vagante. ta). Ram itas con sem illas. m eninas.

TRO NCO IX: CORM ÓFITOS ANTÓ FITO S. (Sistemática)


81
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abetos, cedros) y las Cupresáceas fejem. c i­ ninas con ovario infero, de 2-6 carpelos con-
prés). crescentes y con 1-2 rudimentos sem inales
cada uno. Arboles o arbustos monoicos; ho­
Clase 4 A Gnetinas jas sim ples; anemógamos. Dos fam ilias: Be-
Plantas de tallo simple (lám. G/1, fig. 5) o ra­ t u l á c e a s , como el avellano (C o rylus avella­

m ificado o muy ramificado y constituyendo na), y F a g á c e a s , como la encina y el roble


bejucos, es decir, tallos sarmentosos encara­ (fig. 1 ).
m ados a otros á rb o le s. H o jas in d iv isa s y JU G LA N D A LES. — Flores unisexuales, de pe­
opuestas. M icrosporofilos filamentosos, con rianto se n cillo o desnudas; las m asculinas
perianto bracteal y con 2 a 8 sacos polínicos con 2-40 estambres; las femeninas con 2 car­
en el ápice. Macrosporoíilos aislados, con un pelos concrescentes; ovario infero, unilocu-
solo rudimento sem inal ortótropo, rodeado ar, con un solo rudimento seminal. Árboles
de un tegumento que forma un tubo micropí- leñosos, m onoicos; hojas com puestas; ane­
Iico. Las Gnetinas se dividen en tres fam ilias: mógamos. Una sola fam ilia: J u g a n d á c e a s , co­
Efedráceas, W elwitschiáceas y Gnetáceas. mo el nogal (Juglans regla).
SA LICA LES. — Flores unisexuales desnudas;
SUBDIVISIÓN II. ANGIOSPERMAS las m asculinas de 2 a muchísimos estambres;
Las características del aparato reproductor (la las femeninas con 2 capelos concrescentes y
flor) ya las hemos visto en la «Reproducción» ovario unilocular; placentación parietal y con
de los Antófitos. A esta cuestión sólo hemos m uchos rudim entos sem in ales anátropos.
de señalar que la diferencia fundamental con Árboles o arbustos leñosos; hojas con estípu­
las Gim nosperm as es la de que, en las An- las; anemógamos o entomógamos. Una sola
giospermas, los rudimentos sem inales están fam ilia: S a l i c á c e a s , como los chopos (Popu-
siempre situados dentro de una cavidad car­ lus) y los sauces (S a lix ).
pelar cerrada. Por lo demás, son plantas her­ U R T IC A LE S . — Flores u n isexu ales, actino-
báceas o leñosas arbustivas o arbóreas, con morfas, con perigonio de 2-6 tépalos, gene­
el tallo generalmente con ram ificaciones sim- ralmente con 4; flores m asculinas ¡sostémo-
pódicas. Hojas de forma y nervadura muy va­ nas; flores femeninas con ovario súpero, uni­
riadas, caducas o persistentes (plantas cadu- locular, formado por 1 carpelo o por 2 carpe­
cifolias o perennifolias). En cuanto a la dura­ los concrescentes; con un solo rudimento se­
ción de su vida, pueden ser: anuales, si sólo m inal. Plantas casi siempre leñosas, pero las
viven un año; bienales, si viven dos años, y hay herbáceas; hojas estipuladas; anemóga­
perennes, si viven tres o más años. Las An- mas o entomógamas. Tres fam ilias principa­
giospermas se dividen en dos clases: D ico ti­ les: U l m á c e a s , como los olmos (Ulm us), Mo-
ledóneas y M onocotiledóneas. r á c e a s , como las higueras (fig. 2 ) y el árbol

de Jack (Artocarpus), y U r t i c á c e a s , como las


Clase 1A Dicotiledóneas ortigas (Urtica).
Tallo con los haces fibrovasculares dispuestos PRO TEALES. — Flores unisexuales o herma-
circularm ente en torno del eje y con estructu­ froditas, homoclamídeas, casi siempre tetrá-
ra secundaria de círculos concéntricos de le­ meras; androceo ¡sostémono, coralino, gine­
ño y líber. Hojas con pecíolo casi siempre y ceo m onocarpelar y ovario súpero. Plantas
nervadura varia, muy ram ificada. Raíz princi­ leñ o sas; entom ógam as. U na sola fa m ilia :
pal preponderante, verticilos florales pentá- P r o t e á c e a s , como G revillea.
meros o tetrámeros. Embrión provisto de dos SAN TALALES. — Flores unisexuales o herma-
cotiledones. froditas, hom oclam ídeas, raramente hetero-
Se dividen en dos subclases: C oripétalas y clam ídeas, casi siempre haplostém onas; gi­
5 impétalas. neceo de 1-3 carpelos y ovario infero, con 1
rudimento sem inal por carpelo. Siete fam i­
SU BCLA SE 1 A CO RIPÉTALAS lias, siendo las principales: S a n t a l á c e a s , co­
Flores desnudas, m onoclam ídeas, o dial ¡pé­ mo el sándalo (Santalum álbum), y L o r a n t á -
talas. Los órdenes principales son: c e a s , como el muérdago (figura 3).
V ER TIC ILA D A S. — Flores m asculinas monan- P O LIG O N A LES. — Flores unisexuales o her-
dras, con 2 pétalos; flores femeninas aclamí- mafroditas, haploclamídeas o diclam ídeas, y,
deas, con ovario bilocular. Plantas leñosas, a veces, heteroclam ídeas; actinom orfas; an­
m onoicas, anem ógam as. Una sola fa m ilia : droceo con 6-9 estambres; gineceo con 2-6
C a s u a r in á c e a s . carp elo s y otros tantos estilo s, con ovario
FAGALES — Flores generalmente unisexua­ uní ocular, súpero, y con un solo rudimento
les, de perianto bracteoide; las m asculinas sem inal. Plantas la mayoría herbáceas, algu­
con tantos estambres como tépalos; las feme­ nas leñosas; hojas esparcidas, con estípulas

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Rngiosperm as
6/2

Clase 1.a Dicotiledóneas


C O R IP É T A L A S

Fig. 1 . - Fágales (fam. Fagáceas): Ro­


ble (Q uercu s robur).
Fig. 2 . - U rtica le s (fam . M o ráceas): H i­
guera (Ficus carica).

F ig . 3 . - S a n ta le s (fa m . L o ra n tá c e a s ):
M uérdago (V iscum álbum ).

Fig. 4 .- Centrosperm as (fam. Nictagináce- Fig. 5 . - O p u n c ia le s (fam . c a c tá c e a s ):


as): Buganvilla (Bougainvillea spectabilis). Cacto (Lobivia lateritia).

Fig 6 .- Ranales (fam. Ranunculáceas):


Aguileña (A quilegia vulgaris).

Fig. 7 . - R a n a le s (fa m . N in fe á c e a s ): Fig. 8.- Readales (fám . Papaveráceas)


Ninfa (N ym phaea hybrida).
Am apola (Papaver rhoeas).

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a xila re s concrescentes por am bos bordes, ditas, cíclica s; cáliz y corola bien diferencia­
formando una pieza u ocrea; anemógamas o dos, con 2-4 piezas en cada verticilo, rara­
entomógamas. Una sola fam ilia: P o lig o n á c e ­ mente con 5; estambres en igual número o
a s , como el ruibarbo (Rheum). mayor que los pétalos; gineceo de 2 o más
C EN TR O SP ER M A S. — Flores unisexuales o carpelos concrescentes, ovario unilocular o
hermafroditas, haploclam ídeas o diclam íde- dividido en compartimentos por falsos tabi­
as, hom oclam ídeas o heteroclam ídeas; an­ ques. Plantas generalmente herbáceas; hojas
droceo con un número variab le de estam ­ esparcidas, sin estípulas. Cinco fam ilias, sien­
bres, desde 1 a muchos, pero generalmente do las principales: C r u c i f e r a s , como las coles
isostémono; gineceo con un número variable (Brassica olerácea), la cloriflor (B. o. brotytis),
de carpelos, ovario súpero o infero; rudimen­ el nabo (B. napus), el rábano (Rhaphanus sa-
tos sem inales con placentación central (es tivus), los berros (Nasturtium officinale), y P a ­
característica del grupo). Plantas generalmen­ p a v e rá c e a s , como la amapola (id., fig. 8).
te herbáceas. Hojas sin estípulas. O nce fami­ PARIETALES. — Flores hermafroditas, helico-
lias, siendo las más importantes: Q u e n o p o - cíclicas o cíclicas, heteroclamídeas, general­
d iá c e a s , como la remolacha (Beta) y las espi­ mente pentám eras; estam bres ind efinid o s,
nacas (Sp¡nacía); N ic t a g in á c e a s , como la bu- carpelos también indefinidos; algunas veces
gambilla (lám. G/2, fig. 4) y dondiego (Mira- pueden existir 3, concrescentes; placentación
bilis jalapa); A m a r a n t á c e a s , como el moco de p a rie ta l. O rd en e xte n so , que co m p rend e
pavo (Amarantus caudata), M e se m b ria n te m á - treinta y una fa m ilia s, las p rin cip ales son:
c e a s , com o los géneros, Lam pranthus, Rus- V io lá c e a s , como la violeta (figura 1), T e á c e a s ,
chia, etc. como las cam elias (figura 2 ) , P a s if l o r á c e a s ,
O P U N C IA LES . — Flores hermafroditas, acti- como las pasionarias (Passiflora), C a r ic á c e a s ,
nomorfas; piezas periánticas pasando insensi­ como el papayo (Carica papaya ) , G u t í f e r a s ,
blemente de sépalos a pétalos; androceo de como el mangostán (G arcinia mangostana),
estambres numerosos; gineceo de 4-8 carpe­ el mamey (Mammea americana) y B e c o n iá c e -
los concrescentes, con un solo estilo y for­ a s , como las begonias (Begonia).
mando un ovario unilocular; rudimentos se­ RO SALES. — Flores hermafroditas helicoida­
minales numerosos. Plantas de tallo suculen­ les o cíclicas, heteroclamídeas, actinomorfas
to; afilas o casi afilas, de hojas efímeras. Una o zigomorfas; androceo isostémono, diplosté-
sola fam ilia: C a c t á c e a s , como los géneros Ce- mono o polistémono; gineceo con 5 carpelos
reus, Lobivia (id. fig. 5), chumbera (Opuntia). libres o concrescentes, a menudo sólo uno.
RANALES. — Flores diploclam ídeas, hetero­ Orden extenso, con dieciocho fam ilias, las
clam ídeas y dialipétalas, helicoidales o c íc li­ principales son: C r a s u lá c e a s , como la siem­
cas, actinom orfas o zigom orfas, epíginas o p reviva (Sem p ervivu m ), H a m m a m e lid á c e a s ,
hipóginas; androceo con numerosos estam­ com o el liquidam bar (Liquidam bar styraci-
bres; gineceo de 1 a muchos carpelos, gene­ flua), P it o s p o r á c e a s , como los pitosporos (Pit-
ralmente libres. Comprende dieciocho fami­ tosporum ), P la t a n á c e a s , com o los plátanos
lias, siendo las principales: R a n u n c u lá c e a s , de sombra (Platanus), R o s á c e a s , como las ro­
como la aguileña (id. fig. 6); N in f á c e a s , como sas (fig 3), las fresas (Fragaria), el manzano
las ninfas (id. fig 7 ) ; M a g n o liá c e a s , como la (M alus dom estica), el ciruelo , el cerezo, el
magnolia (Magnolia grandiflora) y el anís es­ albaricoque (todos del gén. Prunus), los pera­
trellado (lllicum verum); A n o n á c e a s , como el les (Pirus), el níspero (M espilus germ ánica),
chirim oyo (Anona ch erim o lia ); M ir is t á c e a s , e tc., y las L e g u m in o s a s , com o las mimosas
como la nuez moscada (Myristica fragans), y (M im osa), los guisantes (figura 4), las habas
L a u r á c e a s , como el laurel (Laurus nobilis), el (Vicia faba), las habichuelas (Phaseolus).
aguacate (Persea gratissima). M IRTIFLO RA S. — Flores hermafroditas, c íc li­
A R IS T O LO Q U IA LE S . — Flores casi siempre cas, heteroclamídeas; androceo haplostémo-
hermafroditas, monoclamídeas o diploclam í­ no, cliplostémono o con estambres numero­
deas, en este caso homoclamídeas; androceo sos; gineceo de varios carp elo s soldados,
de 6 a muchos estambres; ovario de 3 a mu­ ovario casi siempre infero. Plantas leñosas.
chos lóculos con placentación axial o unilo­ Con veintitrés fam ilias, las principales son:
cular con placentación parietal. Tres fam ilias: R iz o f o r á c e a s , como el mangle (Rhizophora),
A r i s t o l o q u i á c e a s , com o las a risto lo q u ia s L e c it id á c e a s , como la nuez del Brasil (Bertho-
(Aristolochia), R a f f le s iá c e a s , como la Rafflesia lletia), M ir t á c e a s , com o los eucaliptos (Eu-
arnoldii, cuyas flores son las mayores que se ca ly p tu s), el m irto (M y rtu s co m m u n is), el
conocen (casi 1 m de diám.) y las H id n o r á - guayabo (Psidium guayaba), el granado (Púni­
c e a s , como las del género Prosopanche. ca granatum), y O noteráceas, como las fuc­
READALES. — Flores casi siempre hermafro­ sias (lám . G/3 fig. 5).

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C O R IP É T A LA S

Fig. 2.- Parietales (fam . Teáceas): Cam elia


Fig. 1.- Parietales (fam. Violáceas): V io le­ (Cam elia japanica).
ta (Viola odorata).

Fig. 3.- Rosales (fam . Ro sáceas):


Rosa (Rosa centifolia).

Fig. 5.- M irtiflo ra s (fam . O n o te rá ce a s):


Fig. 4.- Rosales (fam. Leguminosas): Guisante
Fucsia (Fuchsia hybrida).
de olor (Lathyrus odoratus).

Fig. 6.- M álvales (fam. M alváceas): M alva


( Mal va m oschata).

Fig. 7.- G e ra n ia le s (fam . G e ra n iá c e a s): Fig. 8.- G eraniales (fam. Rutáceas):


G eranio ( Pelargonium zona le). Naranjo (Citrus aurantlum).

TRO N CO IX : C O R M Ó F IT O S ANTÓFITOS. (Sistem ática)


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M ALVALES. — Flores generalmente herma- pelar y unilocular; un solo rudimento semi­


froclitas, c íc lic a s , heteroclam ídeas, actino- nal. Una sola fam ilia: P lu m b a g in á c e a s , como
morfas, raramente zigom orfas, pentámeras; las de los géneros Armería y Limonum.
estambres en dos verticilos, el interno ramifi­ P R IM U LA LE S . — Flores herm afroditas, ha-
cado y soldado en varios o en un solo cuer­ ploclam ídeas, generalmente pentámeras, ac­
po; gineceo con 2 o muchos carpelos con­ tinomorfas, raramente zigomorfas; corola ga-
crescentes. Plantas arbóreas, arbustivas y her­ mopétala; 5 estambres epipétalos, ovario uni­
báceas. Con siete fam ilias, siendo las princi­ locular súpero generalm ente; de 1 a varios
pales: M a lv á c e a s , como las malvas (id., fig. rudimentos sem inales. Consta de tres fam i­
6 ), T iliá c e a s , como los tilos (Tilia), E s t e r c u liá - lias: T e o f r a s t á c e a s , como el género Clavija,
c e a s , como el cacao (Theobroma cacao). M ir s in á c e a s , como el género A rdisia, y P r i­
G ER A N IA LES. — Flores hermat'roditas o uni­ m u lá c e a s , como las primaveras (Prímula).
sexuales, c íc lic a s , heteroclam ídeas, actino- ER IC A LES. — Flores herm afroditas, actino ­
morfas o zigom orfas, pentám eras general­ morfas, pentámeras o tetrámeras; estambres
mente, menos el gineceo, que se compone epíginos o hipóginos casi nunca soldados a
de 5 a 2 carpelos; rudimentos seminales de 1 la corola; ovario con 2, 4 ó 5 carpelos con­
a 2 por carpelo. Plantas arbóreas, arbustivas crescentes, formando otros tantos lóculos; de
o herbáceas. Consta de veintiuna fam ilias, 1 a varios rudimentos seminales en cada ló­
siendo las principales: G e r a n iá c e a s , como los culo. Consta de tres fam ilias, cuya principal
geranios (id., fig. 7 ), T r o p e o lá c e a s , como las es la de las E r ic á c e a s , como los rododendros
capuchinas (Tropaeolum), R u t á c e a s , como la (Rhododendron).
ruda (Ruta), el naranjo (id., fig. 8), el limone­ EBEN ALES — Flores hermafroditas, a menu­
ro (Citrus limonum), el bergamoto (C. berga- do unisexuales, diplostémonas o triplostémo-
mica), y E u f o r b iá c e a s , como el árbol del cau­ nas, por aborto haplostémonas; estambres en
cho (Hevea brasiliensis) y la mandioca (Ma­ número indefinido; corola gamopétala, ova­
nihot). rio súpero o infero, plurilocular; uno o pocos
S A P IN D A LES . — C o in cid e con el anterior, rudimentos seminales en cada lóculo. Plantas
sólo difiere en la posición de los rudimentos arbóreas. Siete fam ilias, siendo la más impor­
seminales, que aquí son apótropos, es decir, tante la de las S a p o t á c e a s , como el caimito
cuando siendo anátropos, el funículo se ha (Chrysophyllum caimito).
doblado hacia la pared carpelar. Comprende T U B IFLO R A S . — Flores hermafroditas, gene­
veinticuatro fam ilias, siendo las principales: ralmente de corola tubulosa, pentámeras, z i­
B u x á c e a s , como el boj (Buxus), y A q u i f o l i á ­ gomorfas, a veces actinomorfas; estambres en
c e a s , como el mate (llex paraguariensis). un solo verticilo, en número igual al de péta­
RA M N A LES. — Flores hermafrod i tas, c íc li­ los en las actinomorfas, y en número menor
cas, diploclam ídeas, o apétalas (por aborto), en las zigom orfas, y siem pre soldados a la
con un solo ve rticilo estam inal alternando corola, gineceo de dos carpelos, formando
con los sépalos; de 2-5 carpelos concrescen­ un ovario bilocular súpero; rudimentos semi­
tes en un ovario; rudimentos seminales de 1- nales en número de 1 o de varios por cavi­
2 por carpelo. Comprende dos fam ilias: R a m ­ dad. Consta de veintidós fam ilias; las princi­
n á c e a s , como el azufaifo (Sizyphus), y V itá c e - pales son: C o n v o l v u l á c e a s , como el boniato
a s , como la vid (fig. 1). (Ipomoea), B o r a c in á c e a s , como el heliotropo
U M BELIFLO R A S. — Flores hermafroditas, c í­ (Heliotropum ), V e rb e n á c e a s , como la mana-
clicas, heteroclamídeas, haplostémonas, pen­ luisa (Lippia citriodora), L a b ia d a s , com o la
támeras o tetrámeras y generalmente actino- salvia (Salvia officinalis), el orégano (Origa-
morfas; gineceo de 1-5 carpelos, frecuente­ num vulgare) y S o la n á c e a s , como la patata
mente sólo con 2, ovario infero; un solo rudi­ (Solanum tuberosum ), la tomatera (S. lyco-
m ento se m in a l. C o m prende tres fa m ilia s : persicum ) y el tabaco (figura 3).
A r a l i á c e a s , com o la hiedra (H ederá helix), C O N T O R T A S . — Flores herm afroditas, de
C o r n á c e a s , com o las del género Cornus, y corola retorcida en el capullo, actinomorfas,
las U m b e lífe r a s , como el anís (Pimpinella ani- pentámeras o tetrámeras; androceo isostémo-
sum) y la zanahoria (fig. 2). no; gineceo bicarpelar y ovario súpero; hojas
opuestas o ve rticila d a s. Con seis fam ilias,
SU BC LA SE 2 .a SIMPÉTALAS siendo las principales: A p o c in á c e a s , como la
Flores con perianto doble y gamopétalas. Sus adelfa (lám. G/4, fig. 4), A s c le p s iá c e a s , como
órdenes principales son: la flor del lagarto (Stapelia variegata), y O l e á ­
P LU M B A G IN A LE S — Flores herm afroditas, c e a s , como el olivo (Olea europoea) y la lila
haplostémonas, pentámeras y actinom orfas; (id., fig. 5).
corola a veces d ¡al i pétala; ovario monocar- R U B IA L E S . — Flores herm afroditas, pentá-

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G/4

C O R IP É T A LA S

Fig. 1.- Ram nales (fam. Vitáceas): Vid ( Vi-


tis vinitera). SIM PÉTA LA S Fig- 2.- U m b el¡flo ras (fam . U m b e lífe ra s):
Zanahoria (D aucus carota).

Fig. 3 Tubifloras (fam. Solanáceas): Ta­


baco (N icotiana tabacum).

4.- Contortas (fam. A p ocináceas):


Adelfa (N erium oleander).
5 .- Contortas (fam . O le á ce a s)): Lila
vulgaris).

Fig. 6.- Rubiales (fam. C ap rifo liáceas): M a­


dreselva (Lonicera caprifolium ).

Fig. 7.- Cam panuladas (fam. C am p anilláo Fig. 8.- C am p an u lad as (fam . Com pues­
as): C am p an illa (Cam pánula persicaefolia) tas): Margarita dorada (Chrysanthem um
segetum ).

TRO NCO IX: CORM ÓFITOS ANTÓ FITO S. (Sistemática)


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meras o tetrámeras, actinomorfas, raramente tacíclicas, trímeras; estambres reducidos a un


zigom orfas o asim étricas; un solo verticilo solo verticilo de tres o uno solo. Semillas fe­
estam inal, con 4 o menos estambres, ovario culentas. Trece fam ilias, las más importantes
uni o plurilocular, infero. Con cinco fam ilias, son: B r o m e liá c e a s , como la piña americana
siendo las p rin cip ales: R u b iá c e a s , com o la (Ananas com osus), y C o m m e lin á c e a s , como la
gardenia (Gardenia), el café (Coffea arabica) Zebrina.
y C a p r i f o l i á c e a s , com o la m adreselva (id ., G LU M IFLO R A S . — Flores hermafroditas, ra­
fig. 6) ramente unisexuales, perianto reducido o nu­
C U C U R B IT A L E S . — Flores herm afrod itas, lo. O vario supero, unilocuiar; un solo rudi­
pentám eras; androceo isostémono, con es­ mento seminal. Fruto no indehiscente. Plan­
tambres concrescentes de varia manera; ova­ tas herbáceas. Dos fam ilias: C ip e rá c e a s , como
rio infero, generalmente tricarpelar y trilocu- las chufas (Cyperus sculentus), y G r a m ín e a s ,
lar. Una sola fam ilia: C u c u r b it á c e a s , como el como la caña común (Arundo donax), la ca­
melón (Cucúrbita meló) y la calabaza (C. p e ­ ña de a zú ca r (Sacch arum o fficin a ru m ), el
po). arroz (O ryza sativa), el trigo (Triticum sati-
C A M P A N U LA D A S. — Flores hermafroditas, vum), el m aíz (Zea m ays), la avena lanosa
actinomorfas o zigomorfas, casi siempre pen­ (fig. 4).
tám eras; un solo verticilo estam inal, isosté- ESC ITA M IN EA S . — Flores herm afroditas o
mono, anteras conniventes o soldadas, con unisexuales, cíclicas, zigomorfas o asim étri­
los filamentos libres; ovario de 2-5 carpelos, cas; androceo reducido, a veces formado por
infero. Comprenden seis fam ilias, siendo las un solo estambre; ovario tricarpelar, tri o uni-
más im portantes: C a m p a n u lá c e a s , como las locular. Hojas de nervadura pinnada. Cuatro
cam p anillas (Cam pánula), (id ., fig. 7) y las fam ilias: M u s á c e a s , como la estrelitzia (fig. 5)
C o m p u e s ta s , como la margarita dorada (id., y la banana (Musa paradicíaca), Z in g ib e r á c e ­
fig. 8), el girasol (Helianthus annuus). a s , como el jengibre (Zingiber otticinale) y el
cardamomo (Ammomum), C a n n á c e a s , como
Clase 2 A Monocotiledóneas las canas (Canna), y M a r a n t á c e a s , como el
Tallo con los haces fibrovasculares esparci­ arrurruz (Maranta).
dos, generalmente sin crecim iento secunda­ M IC R O S P ER M A S . — Flores herm afroditas,
rio. Hojas generalmente sin peciolo, inserta­ cíclica s, homoclamideas o heteroclamídeas,
das directam ente al tallo , o m ediante una displostémonas o con el número de estam­
vaina, con nervadura casi siempre paralela. bres reducido; ovario tricarpelar, tri o unilo­
Raiz principal de crecim iento lim itado, na­ cuiar, infero; rudimentos seminales en núme­
ciendo a su alrededor otras adventicias o se­ ro indefinido. Plantas herbáceas. Dos fam i­
cundarias. Flores de tipo trimero. lias: B u r m a n n iá c e a s , cuyo género principal es
Los principales órdenes son: Burmannia, de flores muy vistosas, y O r q u i ­
H ELO BIA LES. — Flores hermafroditas o uni­ d á c e a s , como la cattleya (fig. 6), el cipripedio
sexuales, diploclam ídeas, hom oclam ideas o (Cypripedium ) y la vain illa (Vanilla planit'o-
diferenciadas en c á liz y co ro la ; estambres lia).
uno solo o numerosos; carpelos también uno PRINCESAS. — Flores unisexuales, homocla-
o varios, o muchos, libres o no, estilos libres, m ídeas, actinom orfas y trím eras; androceo
ovario súpero o infero. Plantas acuáticas o de com únm ente con 6 estambres; gineceo tri­
terrenos húmedos. Con siete fam ilias, la prin­ carpelar y con un rudimento sem inal cada
cipal: A lis m a t á c e a s , como el llantén acuático uno. Plantas de tallo monopódico sin creci­
(Alisma). miento en grosor, estipitiform es, hojas con
LlLIIFLO R A S. — Flores hermafroditas, homo- nervadura palmeada o pinnada. Inflorescen­
clam ídeas o heteroclamícleas, pentacíclicas, cias con una gran bráctea o espádice. Una
a ctin o m o rfas: androceo con 6 estam bres; sola fam ilia: P a lm á c e a s , como el palmito (fig.
ovario tricarp elar y trilo cu lar. Plantas casi 7), la palmera de dátiles (Phoenix dactylít'e-
siempre herbáceas. Con nueve fam ilias; las ra), la m acanilla (Guilielm a gasipaés) y el co­
principales son: J u n c á c e a s , como los juncos cotero (Cocos nucífera).
(Juncus), L i l i á c e a s , como el tulipán (fig. 1), E S P A T IF LO R A S . — Flores herm afroditas o
los ajos y las cebollas (Allium ), la yuca (Yuc- unisexuales, c íc lic a s , haploclam ídeas o d i­
ca), los espárragos (Asparagus), los jacintos ploclam ídeas y homoclamideas, o bien des­
(Hyacinthus), A m a r ilid á c e a s , como los narci­ nudas; androceo reducido, a veces, a un solo
sos (fig. 2 ) , Ir id á c e a s , como el lirio cárdeno estam bre; gineceo también reducido. Inflo­
(fig. 3). rescencias en espádice con una gran espata.
FA R IN O SA S. — Flores herm afroditas, c íc li­ Dos fam ilias: A r á c e a s , como los aros (Arum),
cas. homoclamideas o heteroclamídeas, pen­ la piñanona (Monstera deliciosa), y las Lem-

A T L A S D E BOTÁNICA
88

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Rngiosperm as.
Mono c o t i l e d ó n e a s G/5

Fig. 1.- Lil i ¡floras (fam. Liliáceas): F¡g- 2.- Lilüfloras (fam . A m arilidáceas):
Tulipán (Tulipa). Narciso (N arcissus p o eticu s y N. pseu-
donarcissus).

Fig. 3.- Lilüfloras (fam. Iridáceas):


Lirio cárdeno (Iris germ ánica).

Escitam íneas (fam . M usáceas): Es-


(Strelitzia reginae).
Fig. 4.- G lum iflo ras (fam. G ram íneas): Avena
nosa (H o lcu s ¡anatas).

Fig . 6 .- M icro sp e rm as (fam . O rq u id á c e a s ):


Cattleya (Cattleya m ossiae).

Fig. 7.- Princesas (fam. Palm áceas): Pal­ Fig. 8.- Pandanales (fam. Tifáceas)
mito (Cham aerops hum ilis). Anea (Typha latifolia).

TRO NCO IX: CORM ÓFITOS ANTÓFITOS. (Sistemática)

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Tronco IX: C o r m ó f i t o s a n t ó f i t o s

n áceas, como la lenteja de agua (Lemna). y 6 debajo) de papel secante; después, se


PANDANALES. — Flores unisexuales, desnu­ procede del mismo modo con una segunda,
das o con parianto reducido, homoclamídeas una tercera y así sucesivamente hasta haber
o heteroclamídeas, en inflorescencias densas: preparado todas las alantas reco lectad as.
androceo de 1 o muchos estambres; gineceo Luego se apilan todas as hojas y pliegos, co­
de 1 o muchos carpelos. Plantas arbóreas o locando el tocio entre dos tablas de madera,
herbáceas, con hojas lineales. Tres fam ilias: cargando la superior con un gran peso (pie­
T i f á c e a s , como la anea (lám. G/5, fig. 8), P a n - dras, libros). Hay que cam biar las hojas de
d a n á c e a s , como los pándanos (Pandanus), y papel y las camisas una vez por día durante
E s p a r g a n i á c e a s , como el género Sparganium, quince o veinte días, al término de los cuales
de los países fríos. puede ya trasladarse la planta al herbario. A l­
gunas flores al marchitarse pierden su color o
* se ennegrecen, como ocurre con las orquídeas,
por lo que después de tenerlas 4 o 5 horas
A LG U N A S IN S T R U C C IO N ES GEN ERALES prensadas, se sacan y se colocan sobre un le­
PARA LA HERBORIZACIÓN Y FORMACIÓN cho de arena finísima contenida en una cu­
DE UN HERBARIO beta de las de ir al horno, en la que se ha ca­
lentado a 100°. Se cubre luego mediante una
Herborización. — La salida al campo para la pala de madera, de otra capa de arena calen­
recolección de plantas destinadas al estudio tada también a 100°, sobre la que se pondrá
es uno de los pasatiempos más útiles y agra­ una tabla cargada de peso y se procurará
dables. El equipo es sen cillo : indumentaria mantener el todo a una temperatura constan­
propia de todo excursionista, un pequeño za­ te de 65° durante unas 6 horas como m íni­
papico, unas tijeras de podar, un cortaplumas mo, pasadas las cuales puede ponerse en el
de varias piezas (tijeras, punzones), una car­ herbario.
peta de 30X40 cm que contenga una o dos
docenas de pliegos o cam isas de papel se­
cante gris o de un buen papel de estraza, al­
gunos sobres y un pequeño bloc de notas.
Las plantas hay que arrancarlas con la raíz
mediante el zapapico, y antes de ponerlas en
los papeles de la carpeta sacudirlas suave­
mente para quitar la tierra adherida. Junto
con la planta se pondrá dentro de la camisa
una nota indicando las características del lu­
gar de la recolección (altura, bosque, pradera
o yerm o, naturaleza del terreno, etc.) Si al
arrancar la planta se desprenden los frutos o
las sem illas, se guardarán en un sobre, en el
que se indicará a qué planta corresponde.

Preparación de la planta para el herbario. — El herbario. — Para formarlo se monta cada


Las flores hay que estudiarlas en estado fres­ planta ya desecada sobre una hoja de papel
co, por lo que se recogerán unas cuantas, así de estraza, fijando aquélla con cinta adhesi­
como los frutos y otros órganos interesantes va. En la parte inferior derecha se pega una
de cada planta, los cuales se pondrán en fras­ etiqueta, en la que constará el nombre y la
cos con alcohol de 70° para su ulterior ob­ fam ilia de la planta, el lugar y la fecha de su
servación. recolección.
Cada planta recogida se pone dentro de un El herbario es atacado por los insectos. Para
pliego o cam isa de papel secante, procuran­ evitarlo se sumerge caca planta algunos mi­
do extender las hojas y flores, pero sin forzar nutos en una solución al 4 % de sublimado
la tendencia natural de la planta. Luego se corrosivo en alcohol de 90°. Mucho cuidado
colocará este pliego entre 12 hojas (6 encima con el sublimado, pues es muy tóxico.

ATLAS DÉJ30TÁN ICA


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!

CUADRO
DE MATERIAS
E ÍNDICE

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LA CÉLULA VEGETAL Clase 3a. Basidiom icetes..................................... C/6
El citoplasm a............................................................... A/1 Clase 4a. Liq ú e n e s.................................................. C/7
Los plástic!ios. Los cloroplastos........................A/2
Los cloroplastos. Inclusiones del citoplasma.A/3 TRO N CO IX: CORM ÓFITOS
El núcleo. Los cromosomas............................... A/4 Histología y Organografía. La yema. El tal lo.D/1
La membrana celular..............................................A/5 Anatomía del ta llo ...................................................D/2
Morfología del ta llo ................................................D/3
TRO N CO I: ESQUIZÓFITOS La raíz. Anatomía y m orfología......................D/4
Clase 1 .a Esquizofíceas.......................................... B/1 La hoja. Anatomía y m orfología.................... D/5
Clase 2.a Esquizom icetes......................................B/2 M odificaciones de las h o ja s .............................D/6
Esquizomicetes........................................................... B/3
Grupos de filiación incierta................................B/4 TR O N CO IX: CORM ÓFITOS
A R Q U EG O N IA D O S
TRO N CO II: M ONADÓFITOS División I. Arquegoniados. Subdivisión I.
División I. Flageladas. División II. Briófitas. Clase 1a. Musgos. Clase 2a.
Crisofíceas. División III. Dinoflageladas. H epáticas....................................................................... E/1
División IV. Silicoflagelaclas. División V. Subdivisión II. Pteridófitas. Clase 1a.
Heterocontas................................................................B/5 Licopodinas. Clase 2a. Isoteínas. Clase 3a.
Psilotinas.........................................................................E/2
TR O N CO III: M1XÓFITOS Clase 4 a. A rticulad as. C lase 5a. F ilicin a s o
División única. Mixomicetes. heléchos.......................................................................... E/3
Clase 1a. Mixogastras. Clase 2a. Acrasiales.B/6
TR O N C O IX: CORM ÓFITOS
TR O N CO IV: C O N YU G A D Ó FITO S AN TÓ FITO S..................................................................F/l
División única. Conyugadas.............................. B/7 Reproducción. Partes de la flor......................... F/1
Partes de la flor............................................................ F/2
TRO N CO V: BACILARIÓFITOS Partes de la flor............................................................ F/3
Clase 1a. Céntricas. Clase 2a. Pennales.......B/8 Partes de la flor............................................................ F/4
Inflorescencias.............................................................F/5
TRO N CO VI: FEÓFITO S..................................... C/1 Gametófitos, fecundación y embriogenia.
División única. Feofíceas o algas pardas ..C/1 La sem illa........................................................................F/6
El fru to ............................................................................. F/7
TRO N CO V II: RODÓFITOS El fru to ............................................................................. F/8
División única. Rodofíceas o algas rojas. División II. Antófitos. Subdivisión I.
Clase 1a. Bangiales. Clase 2a.Florídeas.......C/2 Gimnospermas. Case I a. Cicladinas.
Clase 2a. Ginkgoinas. Clase 3a. Coniferas ..G/1
TRO N CO V III: EUTALÓFITOS Clase 4a Gnetinas. Subdivisión II.
División I. Clorofíceas o algas verdes. Angiospermas. Clase 1.a Dicotiledóneas..G/2
Clase 1a. Prototococales. Clase 2a. Dicotiledóneas...........................................................G/3
U lo tricales.................................................................... C/3 Dicotiledóneas.......................................................... G/4
Clase 3a. Sifonocladales. Clase 4a. Sifonales. Clase 2 .a Monocotiledóneas..............................G/5
División II. C arófitos..............................................C/4 Algunas instrucciones generales para la
División III. Eumicetes u hongos. Clase 1a. herborización y formación de un
Ficomicetes. Clase 2a. Ascom icetes..............C/5 herbario................................................................. pág. 90

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LA CÉLULA VEGETAL T R O N C O VIII: EUTALOFITOS

A/1 El citoplasma. C/3 .— División I. Clorofíceas.


A/2 .- Los plastidios. C/4 .— Clorofíceas
A/3 .- Los cloroplastos. y División II: Carófitos.
A/4 . — El núcleo. C/5 .— División III. Eumicetes.
A/5 . La membrana celular. C/6 .— Eumicetes.
C/7 .— Liqúenes.
TRO N CO I: ESQUIZÓFITOS
T R O N C O IX: CORM ÓFITOS
B/l .— Clase 1 .a Esquizofíceas.
B/2 .— Clase 2.a Esquizomicetes. D/1 .— El cormo. - La yema. - El tallo.
B/3 .— Esquizomicetes. D/2 .— El tallo. - Estructura.
B/4 .— Esquizomicetes D/3 .— El tallo. - Clases de tallos.
y grupos de filiación incierta. D/4 .— La raíz.
D/5 .— La hoja.
TR O N C O II: M ONADÓFITOS D/6 .— La hoja.

B/5 .— Divisiones: CO RM Ó FITO S A R Q U EG O N IA D O S


I, Flageladas.
II, Crisofíceas. E/1 .— Subdivisión I. Briófitas.
III, Dinoflageladas. E/2 .— Subdivisión II. Pteridófitas.
IV, Silicoflageladas. E/3 .— Pteridófitas.
V, Heterocontas.
CO RM Ó FITO S ANTÓFITOS.
TR O N CO III: MIXÓFITOS REPRO D UCCIÓ N

B/6 .— División única. M ixomicetes. F/1 .— La flor.


F/2 .— El cá liz y la corola.
TR O N CO IV: CO N YU G A D Ó FITO S F/3 .— El androceo.
F/4 .— El gineceo.
B/7 .— División única. Conyugadas. F/5 .— Inflorescencias.
F/6 .— Fecundación y embriogenia.
TR O N CO V: BACILARIÓFITOS F/7 .— El embrión. - La sem illa. - El fruto.
F/8 .— El fruto.
B/8 .— División única. Bacilariófitas.
CO RM Ó FITO S ANTÓFITOS.
TR O N C O VI: FEÓFITOS SISTEMÁTICA

C/1 .— El talo. G/1 .— Subdivisión I. Gimnospermas.


División única. Feofíceas. G/2 .— Subdivisión II. Angiospermas.
Clase 1 Dicotiledóneas.
TR O N C O VII: RODÓFITOS G/3 .— Dicotiledóneas.
G/4 .— Dicotiledóneas.
C/2 .— División única. Rodofíceas. G/5 .— Clase 2.a Monocotiledóneas.

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A T L A S
T E M Á T I C O S
R E L A C I Ó N D E T Í T U L O S

Atlas de Matemáticas (Análisis + Ejercicios)


Atlas de Matemáticas (Álgebra + Geometría)
Atlas de Física
Atlas de Química
Atlas de Prácticas de Física y Química

Atlas de Geología
Atlas de Mineralogía
Atlas de la Naturaleza
Atlas, de los Fósiles
Atlas de la Arqueología

c ie n c ia s n a t u r a l e s
Atlas de Zoología (Invertebrados)
Atlas de Zoología (Vertebrados)
Atlas de Parasitología
Atlas de Biología
Atlas de Botánica

Atlas del Átomo


Atlas de la Astronomía
Atlas de la Meteorología
Atlas de la Microscopía
Atlas de la Informática

Atlas de Anatomía Animal


Atlas de Anatomía Humana
Atlas del Cuerpo Humano
Atlas del Hombre
Atlas de la Cirugía

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