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Plumas de Carga y Motonería

PLUMA DE CARGA 

Es el sistema normal empleado para maniobrar las mercancías que se arruman en la bodega.
Consta de la pluma propiamente dicha, aparejos, cables y cabos para guarnirla, guinches y
accesorios en cubierta. La carga máxima (safety weight loads) que puede admitir se encuentra
marcada en el cuerpo (en general 5 toneladas); la resistencia de los elementos que la
componen debe estar en relación con aquel limite. Por ningún concepto se rebasara la carga
admisible. 

PLUMA (PUNTAL O MASTIL) 

Es una percha de madera o acero de gran longitud, mediante la cual se suspenden y


remueven pesos. Las que llevan los buques mercantes son de acero tubular resistente,
reforzado en el centro y con sostén en el pie del palo macho o en otra construcción afirmada,
frente a cada escotilla de bodega, con giro en todo sentido e instalada con carácter
permanente. 
En buques de escaso porte y en embarcaciones en que la manipulación de peso es ocasional
y estos en general son livianos, las perchas suelen ser de madera maciza. 

GENERALIDADES 

La cabeza o penol, lleva un zuncho circular con cuatro armellas (anillas) en cruz, a las que se
engrilletan o enganchan los cables y/o aparejos que la maniobran o retienen, salvo la inferior a
la que va cosida la catalina, por la que laborea el amante, o en la que se arma el palanquín
cuando se trata de un guarnido doble para movilizar grandes pesos. El otro extremo, la coz,
posee un encastre por lo general al pie del palo y acomodada al movimiento del penol en
cualquier dirección. 
El puntal va trincado normalmente en posición horizontal en su cuna o calzo, aunque los
grandes – algunos hasta de 60 toneladas- se aseguran al palo macho en posición vertical
mediante un collar. 
Para el giro vertical o retención del penol a una altura determinada dispone de un amantillo, ya
sea de cable sencillo o un aparejo palanquín, combes o real, de acuerdo a la potencia. Cuanto
más largo sea el amantillo, más sufre la instalación al mover pesos (máximo con pluma
horizontal); los esfuerzos se reparten con la pluma a 45º. 
El amantillo va asegurado a la armella superior del zuncho, pasa luego por una catalina cosida
a la armella, para continuar hacia cubierta. En su caída tiene intercalado un perigallo (fuerte
chapa triangular de acero) con larga boza de cadena, la que una vez que la percha haya
alcanzado en ángulo vertical deseado, se engrilleta a un cáncamo dispuesto en cubierta. 
El guinche proporciona la potencia necesaria para izar o arriar la pluma. Para efectuar dichas
maniobras hay que hacer tomar al chicote del amantillo cinco o seis vueltas en el tambor
auxiliar de aquel – pocas vueltas son propensas a resbalar; el sentido del arrollamiento
depende de la dirección del movimiento a dar al puntal. 
Para el movimiento transversal de orientación del puntal, el equipo cuenta con un par de
ostas, que consiste en cabos o cable dispuestos desde la armella hacia las bandas las cuales
me permite mover el penol hacia los laterales. Se cobran a mano o tomando unas vueltas al
tambor auxiliar del guinche, y simultáneamente lascando de la osta opuesta. Llevada la
percha a la posición de trabajo se tensan ambas por igual, haciéndolas firmes a las
cornamusas que se encuentran en las bandas para realizar dicha maniobra. 
Para izar o arriar pesos, la pluma dispone de un amante con su gancho de carga en el chicote
libre. El amante es un cable de acero resistente cuyo seno pasa por una catalina cosida a la
armella inferior del zuncho de la cabeza, laborea sucesivamente por un motón guía en el
centro del cuerpo y por una catalina de retorno cerca de la coz, que lo presenta al tambor
principal del guinche, en donde toma vueltas. 
El gancho de carga va engrilletado al chicote del amante o al cuadernal del aparejo. 
JARCIA DE LABOR 

La jarcia de labor o cabullería comprende los diversos cabos y aparejos de trabajo diario a
bordo, destinados a mover, bracear, embicar u orientar las plumas, picos, perchas, vergas,
como así también en los veleros para izar o arriar velas. 

-Amantillo: Es el nombre que recibe el cabo o cable que desde un palo o mastelero va al penol
o cabeza de una pluma, tangón , botalón, pico, verga o cualquier otra percha, con el objeto de
mantenerla en posición horizontal, embicarla es decir levantarla, y en general para todo
movimiento vertical de dichas perchas. 
-Amante: Es el nombre que en general se da a todo cabo grueso o cable que, laboreando por
un motón herrado o catalina, en la cabeza de la pluma, palo, verga, etc. al ser accionado
desde uno de sus chicotes por un guinche, cabrestante, aparejo u otro aparato mecánico,
permite hacer grandes esfuerzos desde el otro. 
Ostas: Son los cabos o aparejos que encapillan al penol de un pico, pluma, percha, etc. y se
afirman a cáncamos de cubierta, guarniéndose una a cada banda. Sirven para dar a la pluma,
pico, percha la orientación necesaria y la sujeción en los balances del buque. 
Vientos: Son los cabos o cables que mantienen firme a la a una percha en sentido proa –
popa 

PARA UN MEJOR RENDIMIENTO 

El rendimiento de la maniobra habitual puede mejorarse al dar una ligera escora al buque en
el sentido conveniente, de manera que el peso propio de la lingada ayude a realizar el
movimiento de traslación sobre cubierta (escora hacia tierra para la descarga y hacia adentro
para la carga). En oportunidades, se puede echar mano como el de fijar la pluma en una
posición y arrastrar la carga con el amante sobre un plano inclinado. 

DOS PLUMAS GIRANDO EN PAREJA O A LA AMERICANA 


Si una carga supera la capacidad de una pluma, puede ser manipulada mediante el empleo de
dos plumas que trabajen aparejadas como si se tratara de una. Cuando se trabaja de esta
forma pero con grúas la maniobra se denomina Géminis. 
Disponiendo los amantes adecuados estos se engrilletan a los extremos de una barra de
levantar, una osta de la misma longitud de la barra de levantar une los dos penoles de las
plumas, a esta osta también se la suele denominar pajarito. Para descargar se iza el peso en
cuestión, haciendo trabajar parejo a los dos amantes, hasta que queden bien claros sobre la
brazola; actuando sobre las ostas, ambas plumas se giran en conjunto – en armonía- y
cuando la carga presente sobre el muelle es arriada. 
La maniobra exige un buen trabajo de los guinches para que la barra no se incline; si la carga
comienza a balancearse, podrá ser necesario, inclusive arriar la lingada sobre cubierta e ir
cambiando paulatinamente la posición de las plumas. 
A causa de que este sistema resulta engorroso en la faena y difícil en el manejo, debe ser
usado con gran precaución. 
Instalando un motón en el seno del amante se puede trabajar cuando no exista otro medio
disponible, pues es una maniobra difícil. La gran ventaja de este sistema es que la capacidad
de carga es igual a la suma de los dos amantes, pero siendo más seguro utilizar un 75 % de
este valor. 

RECOMENDACIONES 
Al cargar y descargar, téngase en cuenta las siguientes observaciones: Para hacer firmes las
cañas, catalinas y cuadernales de carga no se usaran grilletes cuyas bocas tengan ancho
superior al estrictamente necesario para engrilletar. 
El empleo de dos plumas de carga, con sus amantes engrilletados trabajando en común, una
al centro y otra al costado, solo está indicado cuando los ojos en los que se han de guarnir las
ostas de las plumas y las propias ostas posean suficiente resistencia. El chicote del amante
hecho firme en el tambor del guinche deberá tener una longitud tal que, durante su uso,
siempre queden en aquel por lo menos tres vueltas. 
Téngase sumo cuido al realizar estas maniobras de carga y descarga, teniéndose en cuenta
que cualquier negligencia puede poner vidas en peligro. Por ningún concepto se rebasara la
carga admisible que llevan marcadas las plumas, grúas, cadenas, motones, y otros medios de
maniobra. Conviene tener presente que existen tablas de las que se puede deducir la
resistencia del gancho de carga y cuadernal móvil en función del tipo de pluma y del bulto que
se ha de suspender y que no se debe someter a los cabos, cables y cadenas a un esfuerzo
superior al de su carga de rotura y siempre dejar un margen de seguridad. Para salvar
cualquier obstáculo y para no someter al amantillo a fuertes tensiones no debe izarse la carga
más que lo preciso. Previamente debe inspeccionarse todo el material a utilizar. 

MOTONERIA 

Toma este nombre el conjunto de motones, cuadernales, pastecas, vigotas, etc. Por los cuales
se hacen pasar los cabos para formar los aparejos que se emplean en la faena a bordo y
fundamentalmente en la maniobra de la jarcia de labor. 
MOTON 

Es un dispositivo, polea, compuesto de una rueda móvil alrededor de un eje, con un canal por
donde pasa un cabo, alambre o cadena, para transformar una energía. Pueden ser metálicos
(hierro, bronce) o de madera dura y resistente (nogal, roble, caoba) y están formados por una
caja ovalada; la parte superior se llama cabeza o cuello y la inferior cola; las cara laterales se
denominan quijadas. La caja lleva una abertura denominada ojo o cajera, dentro de la cual va
la roldada, que gira sobre un perno que se apoya en las groeras situadas en el centro de la
quijada. 
Las cajas de los motones pequeños se hacen de una sola pieza, y en los mayores se fabrican
separadamente las quijadas y se unen por medio de pernos en el cuello y en la cola. 
En el aparejo de los antiguos veleros existía gran diversidad de motones, que recibían
distintos nombres según su forma, disposición y aplicación, hoy día tienen poca aplicación en
los buques de propulsión mecánica. 
Los motones en sí, sirven para cambiar la dirección del movimiento de los cabos, cables o
cadenas. Cuando dos motones o dos cuadernales, o una combinación de ambos, componen
un sistema conveniente para multiplicar potencia o vencer grandes resistencias con poco
esfuerzo, el conjunto toma el nombre de aparejo. 

DISTINTOS MOTONES 
Los motones que tienen más de una cajera se llaman cuadernales, y se denominan
cuadernales de dos, tres o cuatro ojos, según sea dos, tres o cuatro el número de sus
cajeras. 
Es un motón sin caja, enteramente metálico de roldada de gran diámetro y usados para
trabajar con cables o cadenas, especialmente en las plumas de carga, con grandes pesos. 

PASTECAS 
Son motones metálicos que se abren por sus cabezas o por encima de la roldada de una de
sus quijadas para poder meter por seno un cabo sin necesidad de pasarlo por el chicote; se
llaman también motones de retorno, y son muy necesarios a bordo para diversas maniobras
en que hay que cambiar la dirección de un cabo de labor. 

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