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org)
El porvenir del pasado'-
11 ti \lzate Avenda
sensibilidad leo
y democracia.
La derecha colombiana
de los anos treinta.
2007
Prohibida la reproducción o cita impresa o electrónica total o parcial de esta obra,
sin autorización expresa y por escrito del autor.
I S B N 978-958-98419-0-7
Impreso en Colombia
Prínted in Colombia
Nota del editor.
Este libro, primero de una trilogía sobre Gilberto Álzate Avendaño y
la generación conservadora de los años 30 elaborado por el profesor
César Augusto Ayala, es el producto de la asociación editorial de la
Fundación Gilberto Álzate Avendaño y de la Secretaría de Cultura
del departamento de Caldas, durante la administración del Alcalde
Mayor, Luis Eduardo Garzón y del Gobernador de Caldas, Emilio
Echeverri Mejía.
La denodada porfía 17
Una voluntad de plenitud histórica.
Belisario Betancur.
Introducción 29
Capítulo primero. 43
Para comprender a Gilberto Álzate Avendaño.
Las fuentes de su pensamiento.
El contexto cultural y político de su infancia y adolescencia
El leopardismo: la influencia inmediata
Desempolvando a Augusto Comte
Pensamiento y obra de la Acción Francesa y su traslado a Colombia
El determinismo o las conclusiones de sus tesis de grado
Bolívar en el baile de las ideas
El "Manifiesto nacionalista", ¿nacionalista?
El Debate, la estrategia anticomunista y el primer desencuentro
de los Leopardos con Laureano Gómez
Las conferencias de Laureano Gómez: "El Papagayo"
Otros nichos de la derecha colombiana.
Capítulo tercero 89
Gilberto Álzate Avendaño y la Página Universitaria de El Colombiano.
En el predio vecino.
Las convenciones conservadoras de julio de 1937: el gran
desencuentro entre los nacionalistas y Laureano Gómez.
La oreja de Laureano.
Álzate a flote y sin ambages. Recrudecimiento
del pleito sobre las generaciones.
Augusto Ramírez Moreno: la síntesis del leopardismo.
Gilberto Álzate Avendaño jefe supremo de las derechas
colombianas. La convención de las derechas de la derecha.
Rodrigo Jiménez Mejía: convocatoria y pensamiento derechista.
La convocatoria final.
El bautizo de fuego de la Acción Nacionalista Popular (ANP).
Se reúne la Convención.
La configuración de la Acción Nacionalista Popular (ANP). 296
C a p í t u l o trece. 371
La socialización oral del discurso de la sensibilidad leoparda.
C a p í t u l o catorce. 399
La decantación nacionalista.
Anexos. 507
"Aquí llegarán y aquí espero". Cinco documentos
clave para comprender al primer Álzate Avendaño.
Tuve el privilegio de ser uno de los más constantes contradictores y uno de los más
inminentes amigos de Gilberto Álzate Avendaño, quien hacía parte de los grandes
iconos de mi generación. Lo anterior requiere una precisión antes que una explicación.
La precisión consiste en que el heterodoxo que a veces fui, repudiado aunque aplaudido
por la ortodoxia, festejaba sus altas instancias intelectuales y seguía con entusiasmo
su conducción y su sapiencia rebeldes. La explicación expresa cómo el ortodoxo que
también fui, se alistaba y aprestaba en las huestes contrarias a las suyas, no sin
cierta displicencia proveniente de mis silenciosas sospechas de que aquellas discolías
un alto porcentaje de razón habían de tener.
En todo caso, alentaba ante él más aproximaciones que lejanías: me gustaba más lo
que pensaba y lo que decía, que la manera como ejecutaba las estrategias que trazaba,
señalaba y establecía; y de las que disentía, instigado por mis íntimas procelas
apologéticas. Era un deleite estar a su vera - y el discrepante que yo era, lo sentía y
disfrutaba—, por el espectáculo resonante de su inteligencia y el zumbido aleteante
de su críptico lenguaje, que yo más adivinaba que entendía. Por lo cual, participé en
su tertulia a base del complaciente "sí, sí, Gilberto", hasta el día en que me pilló in
ñagranti y me dijo: "Te tocaba decir, no".
Era, antes que nada, un simbolista de metáforas góticas, doblado del parnasiano que
sacrifica un mundo por pulir un verso.
En buena hora el docto historiador César Augusto Ayala Diago, ha penetrado con
profundidad y con rigor mediante un denso estudio biográfico, más allá de la anécdota,
en la existencia polifacética del gran pensador, del visionario director, del magno
orador. Y en buena hora la Fundación Gilberto Álzate Avendaño, la Gobernación de
Caldas y la Universidad Nacional, han editado el presente primer volumen, que
rescata aquella figura procera y la sitúa en el lugar histórico y pedagógico que le
corresponde, a quien hizo de la política un quehacer de dignidad y de limpieza, digno
de ser imitado, según Álzate escribiera con rigurosa fidelidad.
Muchos volúmenes han aparecido en torno a la vida y a la obra de Álzate. Esta vez,
el historiador Ayala Diago se ha detenido con profesionalismo, con dedicación, con
parsimonia, en fuentes primarias abundantes que le permiten situar la estampa del
Mariscal, como lo llamábamos cariñosa pero descriptivamente sus amigos, en el
lugar turbulento que le correspondió entre sus contemporáneos, como reformador
avanzado del Partido Conservador en el que militaba con amor y desamor; como
conspirador contra los excesos de su propia colectividad; como conciliador entre
distancias que parecían imposibles de aproximar.
Álzate Avendaño sí que tenía amigos, no sólo entre el caudal de sus irrestrictos, sino
también entre sus desafectos políticos, la mayoría de los cuales eran admiradores
suyos irredentos. Por ejemplo, no perteneció al grupo vanguardista conservador de
Los Leopardos -con Silvio Villegas, José Camacho Carreño, Augusto Ramírez Moreno,
Elíseo Arango y Joaquín Fidalgo Hermida-, que se oponía a la agonizante hegemonía
de su partido al final de los años veinte del siglo XX, y a la naciente República
Liberal; pero era tenido y temido como uno de ellos. Ni pertenecía al grupo caldense
de los grecolatinos, —con Fernando Londoño y Londoño, Joaquín Estrada Monsalve,
José Restrepo, entre otros—, pero se le tenía por tal, aunque de ellos denigrara en
páginas memorables.
Era el batallador indómito, pero al tiempo era también el conciliador infatigable. Era
el innovador desafiante, pero cuando se le convocaba a la unión era el conductor
analítico. Por eso su figura y su pensamiento sembraron, esparcieron y agitaron. Y.
por eso, también, copó parte importante de los episodios políticos de su tiempo.
Sus estudios y discursos, recogidos en los 15 capítulos, las conclusiones y los anexos
de la biografía del profesor Ayala Diago, lo mismo que los textos panegíricos de sus
contemporáneos, revelan al hombre de estudio y al hombre de Estado que había en
Álzate Avendaño; sus ensayos literarios y filosóficos, presentan el perfil de un pensador,
un escritor - y por qué no decirlo-, un poeta que soslayaba sus instancias de inspirado
lirismo por entre el follaje de metáforas inesperadas que iluminaban su prosa de
relámpagos y luciérnagas. En los editoriales se asoman el avizor del acontecer
cotidiano, el analista de los fenómenos que conmovían al mundo de entonces, el
polemista y el peleador de las más disímiles batallas, el cantor de mínimas cadencias
que elevaba a la categoría del incienso los trinos más tiernos. Y, antes que nada, en
el vasto y proceloso acontecer de la política colombiana de la primera mitad del siglo
XX, aparece el primer Álzate Avendaño, como una voluntad de plenitud histórica que
sacudió los cimientos adormecidos de aquel estuario que era la provincia, y erigió las
regiones olvidadas en epicentro de los movimientos políticos.
Aquellos cautivos pájaros de metal, guardados en las torres como una alcándara, se han de
convertir en caldo de estaño, hierro y cobre... Ya no resonarán más. Con aquella campana de
la Catedral de Colonia, cuyo badajo movían veinte hombres esforzados, se h a r á n obuses y
cureñas... Esa raza nebulosa y violenta, que ama la música y en ella pacifica sus instintos,
¿perderá sin protestas el toque matutino y vesperal de sus carillones? ¿No se sentirán las almas
u n poco áridas, desazonadas y perplejas cuando ya el cántaro invertido de las campanas no
derrame sus aguas melódicas, sus melodiosos acordes pausados sobre la paz aldeana y en los
rincones de las viejas ciudades hanseáticas? ... En los cantos de Vicente Huidobro las campanas
se desangran como corderos... En alguna balada de Meredith, el corazón oscila como una
campana a rebato, movida por un prior fantasmal, sobre una ciudad en llamas...
Amaba con ternura a su bella esposa, a sus hijos y a sus hermanos, en tanto que a
los jóvenes poetas los estimulaba así : le escribió un día a Tomás Calderón (a quien le
encomendara la defensa de las campanas):
Mi generación tuvo una adolescencia llena de versos furtivos. La poesía era para nosotros un
vicio solitario. En cada uno habitaba un poeta clandestino que, a escondidas de los demás,
trataba de descifrar en versos ramplones, en torpes balbuceos líricos, las ansias de su propio
corazón enigmático.
Un documentado análisis del Álzate Avendaño joven que comienza con su vida
universitaria y culmina en los inicios del gobierno de Eduardo Santos, hace Cesar
Augusto Ayala Diago, en el libro que entrega a la Fundación que lleva el nombre del
vigoroso dirigente político de Caldas. En 15 capítulos llenos de rigurosa historia,
colma el autor los años cruciales que para Colombia fueron los que van desde finales
de la década de 1920 hasta finales de la década de 1930. Es un periodo que abarca la
evolución de un mundo agitado con el asomo y fortalecimiento de los gobiernos fascistas
en algunas naciones de la vieja Europa, las repercusiones en la América Latina de la
crisis económica norteamericana y la ruptura de 45 años continuos de gobiernos
conservadores. Dentro de ese marco de referencia, en donde abundan las luchas
ideológicas entre derechas e izquierdas, surge la figura altanera y rebelde de Gilberto
Álzate, cuya historiografía comienza a construir, con precisión de relojero, Ayala
Diago. Es una investigación con gran rigor histórico y con exquisito estilo idiomático,
en donde con solidez narrativa invita a penetrar en lo que fueron los procelosos
tiempos de las querellas partidistas, caracterizados por la confrontación de tesis, de
temperamentos, de estrategias electorales, de influencias filosóficas, que despertaron
desde la mística hasta el fanatismo de los militantes de las dos colectividades históricas.
Por la pasarela construida por Ayala Diago pasan no sólo actores de los partidos
políticos colombianos sino figuras poéticas que alternaron con Álzate en las buenas
letras, como León de Greiff, Jorge Zalamea, Juan Lozano, Luís Vidales, Rafael Maya,
y quienes como Eduardo Carranza y Carlos Martín del grupo de Piedra y Cielo, en
muchas jornadas fueron escuderos de la derecha alzatista.
Narra con lujo de detalles Ayala Diago lo que fue la Convención Conservadora de
mediados del año 35, en la cual se declaró la abstención conservadora para marginarse
de las urnas. Álzate se dedicó a organizar y a movilizar las masas conservadoras
antioqueñas bajo las banderas de un nacionalismo de derecha que ambicionaba
modernizar el ideario conservador. Convocó en especial a las clases medias y su voz
tuvo eco en los pocos e influyentes diarios conservadores regionales que había. Alrededor
de El Colombiano se estableció el grupo Jerarquía, dirigido por Álzate, J u a n Zuleta
-quien fuera director de El Colombiano hasta 1984- y los panfletarios J u a n Roca
Lemus y José Mejía y Mejía. Allí Álzate demostró su independencia al no apegarse
tan íntimamente "al universo eclesiástico colombiano", como sí lo hicieron algunos
de sus compañeros de equipo que se abrazaban fervientemente a la Doctrina Social
de la Iglesia para oponerla a los principios de Jeremías Bentham que en esa época,
como a los radicales del siglo XIX, inspiraba el comportamiento ideológico de los
líderes liberales.
En el recorrido que hace el autor de este texto, hay una pausa literaria que subyuga
y refresca, y es la mención que hace de la oración "Por las campanas", con ocasión de
haber declarado el Tercer Reich alemán fundirlas para construir cañones. Es quizá
de lo más seductor que se ha escrito sobre lo que se han llamado "los cautivos pájaros
de metal". Tiene un valor literario de una belleza sin par por ser una prosa lírica,
depurada, sin metáforas empalagosas como se estilaban en aquellos tiempos.
Destaca el autor los actos de celebración del cincuentenario de la Carta de 1886 y los
describe con lujo de detalles. Aprovecharon los conservadores que en ese momento
estaban unidos, apara promocionarla como una herencia intocable y con ella oponerse
a la filosofía que entrañaba la reforma laicista de López Pumarejo en 1936. Medellín
y Manizales fueron escenarios de las grandes manifestaciones conservadoras. En la
segunda ciudad habló Laureano Gómez ante unas masas delirantes reclutadas por
el líder caldense. Ya Álzate, según Joaquín Estrada, era una realidad política.
Finalmente las celebraciones pasaron, y López impuso su reforma que sirvió como
primer escalón para que comenzara a treparse a una serie de modificaciones de la
Carta del 86, que culminarían con la reforma de 1991.
En el libro de Ayala Diago hay un capítulo que adquiere grandes dimensiones históricas
porque en él se intuye lo que sería posteriormente la gran división conservadora
entre Ospina y Laureano, que condujo posteriormente al golpe de Estado en 1953,
hecho que seguramente será materia de análisis en los próximos tomos que nos
anuncia el analista y escritor.
Se destaca en esta obra el papel de Los Leopardos, que fueron una especie de escuderos
del "mariscal" Álzate. Lo acompañaron en su rebeldía, llenaban plazas con su oratoria,
fundaron el partido nacionalista de vida efímera y que no prosperó a pesar de tener
a los mejores oradores de plaza pública de la época. Se desprendieron del conservatismo
en las elecciones legislativas de 1938, pero fueron derrotados por Laureano y sus
seguidores. Sin piedad fueron despanzurrados en unas elecciones en las que a duras
penas lograron elegir en solitario a Silvio Villegas como representante a la Cámara.
Laureano les había ganado la partida y si bien regresaron a las toldas conservadoras,
Después de este amplio recorrido, el lector queda a la espera de palpar al Álzate analista
y protagonista del segundo gobierno de López Pumarejo, de los dos gobiernos
conservadores de Ospina Pérez y Laureano Gómez. En este último mandato, ante la
enfermedad de Gómez, estuvo a punto de ser primer designado y luego presidente,
historia que ha estado revestida de misterios y especulaciones. Sin duda el profesor
Ayala Diago facilitará la revelación de la verdad histórica que aún permanece en
discusión. También existe el interés por analizar el Álzate Avendaño del gobierno de
Rojas, de cuyo advenimiento fue protagonista decisivo y del que se distanció
definitivamente oponiéndose a su reelección. Las discrepancias de Álzate con los
planteamientos del frente civil constan en sesudos editoriales que ponían a pensar a
Alberto Lleras y a otros importantes líderes políticos. En conferencia radial que pronunció
días antes de que se votara el plebiscito, Álzate denunció el carácter antidemocrático de
las nuevas instituciones que debilitarían los mecanismos de control político a la gestión
pública, favorecerían la pérdida de la fisonomía doctrinaria de los partidos y conducirían
a la clientelización de la política. Tales críticas y observaciones hoy se recuerdan como
válidas premoniciones de las falencias de las instituciones plebiscitarias que impidieron
aprovechar este experimento de reconciliación nacional para haber logrado la verdadera
transformación social del país.
Concluido este libro que hoy queda a disposición de los lectores, abrigamos la esperanza
de que el autor, Ayala Diago, acometa la investigación histórica del período que sigue
en la vida de Álzate desde el fracaso nacionalista hasta su muerte: El lector queda a
la espera del análisis de estos episodios, de sus conferencias, escritos y discursos
parlamentarios, en especial del que pronunció en la Cámara de Representantes en
1960 cuando se batió contra el laureanismo en unas intervenciones calificadas como
de las últimas más brillantes y eruditas que se oyeron en el Congreso colombiano.
La casi totalidad de los cuerpos colegiados del país se pronunciaron: los centenares de
mensajes de condolencia que llegaban, bien a la familia, bien a la redacción de La
República, expresaban sentimientos contrarios a los que constan todavía en la
historiografía colombiana: "Ratificar que los ideales de concordia que él defendió con
todo ahínco constituyen la única esperanza de salvación nacional [...] Que el doctor
Álzate Avendaño en el curso de su intensa vida pública, muy especialmente en los
últimos tiempos, estuvo dedicado con ejemplar abnegación y patriotismo a los ideales de
la paz y de la concordia entre los colombianos".5
2 Véase "El caos de las nuevas gentes. Ascensión y caída de la inteligencia. El héroe. Memorándum para más conferencias en el Instituto
Universitario de Manizales". en La Crónica Literaria, mayo 12 de 1934
3 Véase el discurso de Natanael Díaz en el funeral de Gilberto Álzate Avendaño en Álzate: Variaciones en torno a un nombre. Manizales.
Biblioteca de Escritores Caldenses, 1980, p, 290.
4 Véase ibid., p, 226,
5 Véase la prensa nacional del 27 de noviembre de 1960,
En el mismo tono se expresaron los medios, como se reflejó en los contenidos de los
editoriales:
Porque en él el interés por Colombia prevaleció en todo i n s t a n t e sobre cualquier interés
secundario. Amó a su patria fervorosamente y estaba en condiciones excepcionales para servirla
de modo insuperable, cuando más urgida se hallaba de la asistencia de talentos como el suyo
[...] en momentos difíciles para la democracia nacional, su palabra se alzó acusadora y severa.
Y valerosamente combatió por principios que a todos nos son comunes [...] Cuando la muerte
lo sorprende en la gloriosa plenitud de sus facultades, estaba entregado de lleno al servicio de
la política de entendimiento que consideraba irremplazable y que constituía la preocupación
esencial de su presente actividad y de sus esfuerzos. 8
Los liberales realmente se sentían satisfechos con el nuevo aliado. El que Álzate
sustituyera a Laureano era altamente positivo para el Frente Nacional, puesto que
les garantizaba, de todas maneras, ganar una personalidad, aunque controvertida,
m u c h o m á s d i n á m i c a y r e a c t i v a d o r a de u n p e n s a m i e n t o r e m o z a d o y
reestructurado.Gómez era ya un anciano con ingrato recuerdo entre los colombianos
liberales, no sólo por su contribución a la violencia partidista, sino por u n a
intransigencia difícil de permear. Además, pertenecía a la generación anterior, y los
ideólogos liberales del Frente Nacional conocían a Álzate, eran contemporáneos, y
con él habían convivido y compartido la vida de estudiantes, de jóvenes intrépidos en
la política, y lo comprendían mejor que los adversarios de la extrema izquierda e,
incluso, que los adversarios de su propio partido. Así, Carlos Lleras Restrepo, conocedor
profundo de Álzate, se expresó de esta manera en sus funerales:
Pero el recuerdo todavía nítido de las recientes ocasiones en que con él conversé largamente
sobre los problemas de la patria y de otras más remotas, cuando él y yo, al frente de ejércitos
Por eso, el ideólogo del Frente Nacional señalaba en su discurso lo que constituía
u n a explicación de la naturaleza de los funerales:
En cualquier momento la muerte de Álzate habría significado una gran merma del patrimonio
humano de la Nación; pero ahora tiene mucha más gravedad y es casi trágicamente irreparable
[...] De unas pocas personas depende hoy en realidad el futuro de la Nación; entre ellas estaba
Gilberto Álzate, y todos los que lo conocimos bien estábamos seguros de que en ese luchador
bronco y generoso tenía ahora el pueblo un guardián de la paz, y la República un celoso defensor
de las instituciones [...] Entendía la necesidad de un Frente Nacional sin exclusivismos odiosos,
buscaba consolidar la recíproca confianza de los partidos, pensaba, como pienso yo, que una gran
labor transformadora de las estructuras sociales, cumplida por el esfuerzo conjunto de liberales
y conservadores, era el único eficaz antídoto para las revoluciones anárquicas, 10
Era justamente eso: el rompimiento de un diálogo que para todas las partes había
empezado a dar frutos.
Este libro trata del comienzo de ese diálogo. Del primer Álzate Avendaño que va de la
época de su primera juventud hasta 1939 : la etapa de joven guerrero y político,
rebelde, abriéndose espacio en su provincia y en Antioquia, en Bogotá y en Colombia;
en su partido y fuera de él. Situado en la extrema derecha del partido de la derecha,
trazó, sin embargo, las coordenadas de un entendimiento democrático, superficialmente
comprendido por sus contradictores de la otra extrema, la izquierda; y por el sector
laureanista, supuestamente catalogado de democrático en este periodo. Fue,
justamente, en ese instante histórico, 1937-1939, cuando se inició el diálogo de la
generación conservadora de Álzate con la generación liberal que disfrutaba del poder
en el momento de su muerte.
En sus funerales estaban los legendarios leopardos: Augusto Ramírez Moreno, Elíseo
Arango, Silvio Villegas y sus contemporáneos. El entierro de Álzate mostró que a su
muerte se había convertido en un hombre que estaba sintetizando a gran parte de
los colombianos. Ad portas del poder, la muerte de Álzate era una tragedia generacional
para su casa política, para aquellos que estaban detrás de él, para quienes su triunfo
era el de ellos, para quienes sin su presencia en la cúspide del poder no podían
trascender, como, de hecho, no pudieron hacerlo. Ni siquiera lo podían camuflándose
en combinaciones extrañas surgidas después, como el lauro-alzatismo. Más bien,
tuvieron que arrimarse al anapismo ante la orfandad tremenda en que quedaron
una vez desaparecido "el Mariscal", como le decían. Su mejor ejemplo lo constituye
Daniel Valois Arce, que un día, después de haber enterrado a su entrañable jefe,
amigo y contemporáneo, escribió:
Álzate era cada uno de nosotros y era todos nosotros fundidos en una sola persona. Cuando
cualquier episodio inesperado nos alejaba un poco, se empezaba a pensar en el vacío, o mejor
en las tinieblas. Parecía que se ocultaba el Sol y volvíamos a él. Por eso personificaba una
época, toda una generación conservadora exigente e innovadora, un ciclo humano en la historia
del partido. Caro y Ospina significan el contenido doctrinario; Álzate aportó el contenido social.13
Si un gran caudal del alzatismo cogió por el sendero que abría la recientemente
creada Alianza Nacional Popular, Anapo, fue porque, de todas maneras, el Frente
Nacional volvió sobre sus propios fueros: los de la exclusión. Del ospino-alzatismo
sólo quedaría el ospino. Tan importante, por ello, es estudiar el pensamiento y la
trayectoria de Gilberto Álzate como el destino de los alzatistas.
14 El enfrentamiento con Laureano Gómez se presentó con acritud en dos oportunidades^ en 1937, en la Convención Conservadora de
julio, y en 1952. durante el gobierno de Urdaneta. En su última intervención en la Cámara de Representantes. Álzate hizo un
premonitorio análisis de la situación del país teniendo como referente principal sus confrontaciones históricas con Gómez.
En 1977, Héctor Ocampo Marín dio a la luz pública su libro Gilberto Álzate
Avendaño. En él, el autor intenta una aproximación biográfica al personaje aportando
información, reflexiones y anécdotas importantes. 19 En 1980, cuando se conmemoraron
los primeros veinte años de su fallecimiento, la Biblioteca de Escritores Caldenses
publicó un interesante libro que recogió 32 textos sobre Álzate Avendaño. En él. su
ló Véase Mahecha Enciso, Antonio y Vanegas Rojas. Miguel. Movimiento de Acción Nacionalista Popular. 1936-19-10. Bogotá, Universidad
Nacional, 1978.
16 Lema Echeverri, Rafael. "'La escritura de Álzate Avendaño ", en .Álzate Avendaño. Gilberto. S'us mejores paginas p 9
] 7 Dimensión intelectual de Gilberto Álzate Avendaño. Algunas de sus grandes páginas literarias y políticas. Manizales, Imprenta
Departamental. 1966.
] H Álzate Avendaño. Gilberto, Obras selectas. Bogotá. Cámara de Representantes. 1979.
1 9 Ocampo Marín. Héctor. Gilberto Álzate Avendaño Armenia. Editorial Quingráíicas. 1977.
20 Álzate: Variaciones... El libro se reimprimió en mejor formato y con nuevos textos en el año 2000, en conmemoración
de los cuarenta años de la desaparición del caudillo,
21 Lora Peñalosa, José Luis. El pensamiento vivo de Álzate Avendaño. 1969. En 1996 el autor publicó Álzate Avendaño: vida y mensaje.
Bogotá, Imprenta Distrital - Fundación Gilberto Álzate Avendaño. edición que actualiza y complementa la anterior.
22 Henao, Evelio. Gilberto Álzate Avendaño. Un hombre de carácter. Armenia. Ediciones Meridiano del Quindío, 1984.
23 Salom Becerra, Alvaro. Í7n ocaso en el cénit'- Gilberto Álzate Avendaño. Bogotá, Tercer Mundo Editores, 1985.
24 Mejía Rivera. Bernardo. Gilberto Álzate -Avendaño. Manizales. Biblioteca de Escritores Caldenses. 1985.
25 Eastman. Jorge Mario, Álzate. Bogotá. Fundación Publicaciones Consigna. 2000. Este libro de recopilaciones es otro más sobre la
obra de Álzate, Contiene un prólogo del compilador y una presentación de Belisario Betancur.
26 Véase Zaballa Beascoechea. Ana de (comp.K Utopia, mesianismo y nñlenarismo. Experiencias latinoamericanas. Lima. Universidad
San Martin de Porres. 2002,
Fue Álzate un hombre culto. Acumuló vastos conocimientos no sólo en los paradigmas
de su especialidad de abogado, sino también en los de la historia y la ciencia política.
Tenía un dominio de los clásicos de la literatura universal. De la mano de los autores de
la antigüedad, se explicó gran parte de los problemas nacionales. Pero era, ante todo,
un intelectual actualizado. Estaba al tanto de la dinámica editorial de su tiempo. Escribía
en varios géneros. Cuando recurría al histórico, lo hacía conservando las reglas del
arte : citaba exactamente la idea del autor que le interesaba, volcaba sobre el texto un
sinnúmero de autores, a todos permitiéndoles expresarse libremente. A diferencia de
Silvio Villegas, que se inspiraba en sus paradigmas y se regocijaba en derredor suyo,
Álzate era más expresivo, y en sus textos el adversario discurre y se posesiona como
una influencia más. El Álzate que interviene como dirigente principal de la Acción
Nacionalista Popular (ANP), incorpora autores socialistas no marxistas, novedosos
para la cultura leoparda. Pero, sin duda, creemos que el autor que más influyó en el
Álzate de este periodo fue el filósofo alemán Oswald Spengler (1880-1936). Justamente,
Rito y mito.
En la reconfiguración de las identidades, el rito y el mito fueron fundamentales,
como lo fue también la construcción de un enemigo. El conservatismo había perdido
sus rituales como partido, como movimiento, como acción. Los que tenía a finales
de la hegemonía eran ritos de poder, ya parsimoniosos y rutinarios. Los sentidos de
vínculo, pertenencia y solidaridad se habían desperfilado. Y en la medida que
avanzaba, a toda prisa, la liberalización de la sociedad y del electorado, al tiempo
que se hacía invencible el liberalismo en la intensidad de los primeros años de 1930,
el ritual conservador se desdibujaba. Había encontrado la nueva década a un Partido
Conservador sin rituales para la resistencia y la oposición. Puesta esa colectividad
contra la pared, en la violencia revanchista de los victoriosos liberales de 1930, el
sentimiento de estar acompañados, de hacerse fuertes ante el dolor, y el de vislumbrar
la reconquista del poder, creó la necesidad de reverdecer, de reactivar y modernizar
el ritual para que continuara y se adecuara a los nuevos tiempos el mito del Partido
Conservador; habla que evocaba la conservación de la tradición, de lo vernáculo, de
la religión católica, de la cultura nacional; de ese enorme capital de valores acumulado
en casi cien años de existencia de una ideología política.
27 Véase "La doble cara de Rusia y los problemas alemanes de Oriente", en Spengler, Oswald. .Seis ensayos. Santiago de Chile, Editorial
Mundo Nuevo. 1937. p, 27.
Su propuesta del ritual de "la acción en las calles", en oposición a la política laureanista
de la "legítima defensa", constituyó el momento cumbre de la comunicación entre
conservadores. En la muchedumbre sintieron poder, fuerza y capacidad transformadora.
Gracias a este ritual, entre otros, el militante conservador juzgó que él y sus copartidarios
podían mirar hacia un mismo objetivo. Se sintieron con una única voluntad de ser y
hacer. El ritual de reunirse en manifestaciones políticas de masas les mostró, les hizo
sentir las fuerzas internas de su mito, y les insufló el ánimo de estar vivos; les activó la
conciencia conservadora y les creó una ilusión de seguridad, de fortaleza, de continuidad
y, sobre todo, les hizo vislumbrar la reconquista del poder.
El libro está compuesto por quince capítulos, donde las voces de los protagonistas
están siempre presentes. Así lo hemos querido para que el lector viva y sienta la voz
del pasado, y no sólo la del autor. En muy posible que esto haga pesada su lectura,
pero, en cambio, va en favor del rescate de la memoria y fluye a favor de la
historiografía. En los primeros capítulos ahondamos en el contexto político y cul-
tural de la época en que creció Álzate; tratamos las fuentes de su pensamiento.
Abordamos la conjugación de la universidad y la política que hizo Álzate y que se
expresó en 1929 en la Página Universitaria de El Colombiano. Por primera vez
se aborda esta temática en la historiografía político-literaria colombiana.
Desde el capítulo décimo hasta el final, el libro aborda la Acción Nacionalista Popu-
lar (ANP), movimiento donde desemboca toda la experiencia acumulada por Álzate
y su sensibilidad política durante los años de la resistencia al régimen liberal.
Demostramos que es a partir de ella cuando emerge el alzatismo, y que de ella sale
un Álzate formado en ese momento no sólo como el hombre guerrero, el reconocido y
útil hombre de masas, sino como el hombre público por excelencia, el sofisticado
escritor político.
Cuando llegaron más ideas, las del nacionalismo europeo de derecha, en el pensamiento
de Álzate estaba ya el sedimento del arielismo. Pero hay también influencias
indirectas que suelen ser dramáticas porque provienen de la otra orilla, del adversario
culturalmente lejano y supuestamente inimitable. En Colombia, históricamente, no
se trasladaban las personas de un partido a otro. A medida que avanzaba el siglo XX
nadie osaba cambiar de colectividad para no correr con el mote de traidor. Pertenecer
a uno de ellos, sentirse en uno de ellos era cuestión de cultura. Más bien a lo que
aspiraban quienes allí nacían y quienes allí eran bautizados era transformarlos o
radicalizarlos a su derecha o a su izquierda. Es ese uno de los secretos para comprender
la perdurabilidad del bipartidismo colombiano: la intensa lucha que se da en el inte-
rior de cada uno de los partidos.
Gilberto Álzate Avendaño creció influido por intelectuales que consumían de manera
directa los libros que sobre el pensamiento social y político iban apareciendo en Europa
desde finales del siglo XIX. La literatura francesa realista ocupaba un lugar destacado:
Flaubert, Zola, Goncourt, Maupassant, Daudet. El naturalismo colmaba también un
sitio preferente. Se trataba de autores que plasmaban en sus obras la realidad en su
más cruda revelación. La crítica que leían en la novela, en el ensayo, en los trabajos
históricos era asimilada para interpretar el acontecer diario colombiano: Bourget, Renán,
Lemaitre, Faguet y Taine fueron leídos con ansia coyuntural.
Y justamente, se trataba de una época de gran crítica. Eran las lecturas que les servían
para contrarrestar las de los enemigos internos: el liberalismo y el socialismo. Fue
desde siempre estrategia conservadora meter en un solo saco al liberalismo y a todas
las corrientes del socialismo3. Era una manera de hacer más grande, más peligroso al
enemigo. Pero no era una invención, pues realmente el socialismo contaba en su accionar
político con el respaldo de un grupo de liberales de izquierda que intervenía como minoría
en la Cámara de Representantes. Así lo describe Torres Giraldo en sus memorias:
Por los primeros días de septiembre de 1927, los parlamentarios de izquierda, en la Cámara
Baja, configuraban un grupo que contaba con Gabriel Turbay, Armando Solano, Bossa Navarro
y Gustavo H e r n á n d e z Rodríguez, el cual se expresa por el Diario Nacional, que dirige
Solano, con ideas como éstas : "ir al pueblo y confundirse con él: oponerse a cuanto el pueblo
juzgue malo: aprovechar la presión de las multitudes: rechazar el título de partido constitucional:
no desechar ningún recurso para subir al poder" 4 .
- Villegas, Aquilino. Por qué soy conservador. Bogotá. Editorial Nueva, 1931. p, 29.
1
Al respecto puede verse el editorial "El renacimiento liberal", en E¡ Debate, mayo IS de 1929, p. 3.
• Torres Giraldo, Ignacio. Los inconformes. Historia de la rebeldía de las masas en Colombia. Bogotá, Editorial Margen Izquierdo, 1975,
p. 45.
Al respecto puede verse Dotti. -Jorge v Pinto. Julio 'Comp). Cari Schmitt: s u época y su pensamiento. Buenos Aires. Editorial
Universitaria. 2002
'• El Debate, mayo 1 ti de 1929, p. 1
El mencionado Aquilino Villegas llegó a afirmar: "no es de admirar que los pueblos
colombianos no se conocieran sino en las guerras civiles, en que los ejércitos de una
región iban a batallar en provincias lejanas. Es ésta la única ventaja verdaderamente
inesperada que nos trajeron las guerras civiles: el conocimiento mutuo" 9 . Así, la
identidad nacional pasó necesariamente por la conciencia de pertenecer a uno de los
partidos tradicionales. El colombiano nacía en cuna liberal o conservadora. El otro
no era el ciudadano del país vecino, el enemigo no era el venezolano ni el peruano,
sino el liberal o el conservador. Nos configuramos, pues, como enemigos entre nosotros
mismos. Desde entonces fuimos un país dividido, fragmentado en dos: los liberales y
los conservadores. No faltaron las condiciones subjetivas para que esto fuera así.
Brillantes intelectuales de una u otra parcialidad política desplegaron sus capacidades
para argumentar e interpretar y convencer del por qué debíamos seguir siendo lo
uno o lo otro.
7
Véase en profundidad- González, Fernán. Para leer la política. Ensayos de historia política colombiana. Bogotá. Cmep. 1997,
" Sobre el concepto convivialistas puede verse la obra de Braun, Hebert, Mataron a Gaitán. Vida Pública y violencia urbana en
Colombia. Bogotá, Universidad Nacional de Colombia, 1987.
" Citado en ibid.. pp.182-183.
Allí se agitaba una juventud insigne, cuya única ambición era descubrir diariamente una
nueva verdad científica, literaria o política. Nuestro ideal no era coronar una carrera sino
progresar en sabiduría y en belleza. Muy pronto dejamos atrás los libros escolares para lanzarnos
como maratonidas en el vasto estadio de la literatura, de la filosofía y de la ciencia. Todas
nuestras lecturas eran precipitadas como si se fueran a cerrar las bibliotecas. De los evangelios
pasábamos a Carlos Marx y de San Francisco de Asis a Federico Nietzsche. Nuestras aspiraciones
intelectuales eran ilimitadas 13 .
Fueron ellos quienes plantearon en voz alta las que serían las preocupaciones y las
temáticas de la política conservadora en la década de los años veinte. Cuando los
Leopardos saltaron a la palestra pública, Álzate estaba por los catorce años. La bulla
de los intrépidos jóvenes conservadores, aunque más bogotana que manizalita, llegó
a la capital caldense y cayó en suelo abonado por el arielismo. Serán ellos los socios
más cercanos a Álzate en el ejercicio de la política. Estamos hablando de muchachos
universitarios de provincia en Bogotá: Villegas, caldense; Arango, chocoano; Camacho
Carreño, santandereano 14 ; Ramírez Moreno, antioqueño; Fidalgo Hermida, valluno.
Se trata por eso de una historia de jóvenes intelectuales, de la manera como asumían
su rol en la sociedad. Su procedencia social era la clase media de entonces. Construirán
especies de tintes aristocráticos, rebuscarán sus orígenes españoles, pues eso les
apasionaba y entretenía. Su contacto con Bogotá, la ciudad cultural y universitaria
por excelencia en el país, y el ambiente de la Universidad Nacional los pusieron en
"' Villegas, Silvio. No hay enemigos a la derecha (Materiales para una teoría nacionalista). Manizales, Casa Editorial y Talleres
Gráficos Arturo Zapata. 1937. p. 57.
|:
Poco conocemos del itinerario de vida de este último personaje, salvo sus primeras apariciones con sus colegas. No terminó sus
estudios universitarios y sus rastros en la memoria del país son muy escasos.
'- Véase el artículo "Elíseo Arango", escrito por Augusto Ramírez Moreno, como editorial de El Debate. 20 de abril de 1929.
1
' Villegas, Silvio. jVo hay enemigos a la derecha..., pp, 75-76.
11
Camacho se había trasladado a Bogotá desde la época de sus estudios secundarios, que cursó en el Gimnasio Moderno y el San
Bartolomé.
Villegas aparece entonces con altos grados de influencia comtiana : "En El catecismo
positivista están las grandes bases de los movimientos contrarrevolucionarios de nuestro
tiempo"22, advertía en los años 30. Se trataba, pues, de una relectura del filósofo francés.
De esa fragua, Silvio Villegas se apropió de contenidos precisos:
Orden y progreso: familia, patria, humanidad; el amor por principio y el orden por base: el
progreso por fin; inducir para deducir, a fin de construir; saber para prever a fin de poder; el
espíritu debe ser siempre el ministro del corazón y n u n c a su esclavo: el progreso es el
desenvolvimiento del orden; la disciplina es la base del perfeccionamiento; los seres vivos serán
siempre y cada vez más gobernados por los muertos: el hombre debe subordinarse todos los
días más a la humanidad-'.
Hitler no ha hecho sino apropiarse una doctrina francesa [...] Maurras es la cantera donde se
nutren todos los movimientos contrarrevolucionarios de nuestro tiempo. Su influencia en Francia
es casi mística entre la juventud. Pero es mayor todavía más allá de las fronteras. Mussolini le
debe íntegramente la doctrina medular del fascismo. Oliveira Salazar lo reconoce como su
maestro. En los Balcanes se sigue con pasión. El nacionalismo español acuña sus verdades en
sus matrices soberanas 29 .
Por eso, cuando en 1928 ejercía como director de El Debate, Silvio Villegas hizo
una interesante reseña al polémico libro de Julien Benda La traición de los
intelectuales. Como se sabe, el libro enjuicia directamente a los escritores de la
Acción Francesa por su nacionalismo militante. Al contrario de Benda, Villegas
consideró que las pasiones políticas habían estado presentes desde siempre en la
actividad de los intelectuales. Estimó que los tiempos que corrían no necesitaban de
un intelectual pasivo y neutro:
- El 22 de diciembre de 1894 se produjo la condena de Alfredo Dreyfus. El 25 de junio de 1899 nació la Action Francaise. Sus ideólogos
fueron : Charles Maurras, León Daudet. Enrique Larpent. Jacques Delebecque y Thierry Maulnier.
-* Villegas, Silvio. No hay enemigos a la derecha.... p. 31.
-' Ibid.. p. 34.
111
El Debate, octubre 1 8 de 1928, p, 3.
11
Villegas, Silvio, No hay enemigos a la derecha.... p, 24.
1
Ibid.. p. 2 4.
Ibid.. p. 32.
Empero, el nacionalismo de los Leopardos es sólo uno de los tantos que con él coexistían
en la década de los años veinte. Expresaban sus celos con el uso que los demás hicieran
de tal categoría. No podría negársele al general Benjamín Herrera, por ejemplo, su
" Ibid., p. 43.
:!;
Arango, Eliseo. "Charles Maurras. un restaurador de valores humanos", en Revista Colegio Mayor, vol. 327, No. 334, octubre
noviembre de 1939, p. 478.
:ift
Villegas. Silvio. No hay enemigos a la derecha.... p. 27
:T
Ibid.. p. 23.
" Ibid.. p. 36.
!íí
Cobos Pinzón. Alejandro, "La juventud conservadora..,", pp. 33 y ss.
En 1924, Silvio Villegas y Elíseo Arango presentaron sus tesis de grado para optar al
título de abogados. Los dos trabajos sintetizan el procesamiento de las lecturas que
consumían. La de Arango, titulada "Resumen de algunas teorías y sucesos
comunistas ", es eso: un resumen provisto de las tesis del autor sobre el comunismo.
El que se haya ocupado Arango del tema en un evento trascendental como la escritura
de un trabajo de culminación de estudios superiores tiene enormes significados. En
una especie de división intelectual del trabajo, Arango se ocupará del análisis de la
doctrina adversa y Villegas de la doctrina aliada. El socialismo en Arango es una
idea antigua que data de los orígenes de la historia; lo novedoso es el marxismo, cuyo
mérito consiste en "haber confundido y hecho inseparables el pensamiento socialista
y el movimiento obrero" 43 . Por tratarse ahora no de la idea, sino de la acción, el
marxismo e instituciones suyas, como la III Internacional, deberían ser combatidos.
Arango inicia así una expedición por las corrientes de pensamiento que terminarían
confluyendo en el pensamiento y en la acción de Carlos Marx y sus seguidores.
10
Molina. Gerardo. Las ideas liberales en Colombia 1915-1934. Bogotá. Tercer Mundo Editores. 1979, p. 82
11
Véase Villegas. Silvio. No hay enemigos a la derecha.... p, 35.
'- Una opinión interesante de la Universidad Nacional de entonces y de su Facultad de Derecho puede verse en: Montaña Cuellar,
Diego. Memorias. Bogotá, Universidad Nacional de Colombia. 1996. pp. 101 y ss,
11
Arango, Elíseo. "Resumen de algunas teorías y sucesos comunistas", tesis de grado, Bogotá, 1924. p. tí.
Como era de esperarse, para Arango, la acción del marxismo había llevado "a ese
manto de luto, tendido sobre la humanidad, que es la revolución rusa [...] la crónica
dolorida, el tejido de infortunios del siglo XX"44. El ideólogo anticomunista enjuicia el
bolcheviquismo y el papel desempeñado por Lenine, figura tremendamente nefasta
por ser él, al fin y al cabo, quien llevó a doctrina de Estado la lucha de clases : "El
Estado es una potencia especial de represión, había dicho Engels, y Lenine lo define
como el empleo sistemático de la fuerza hecho por una clase contra otra [...] Es una
inversión, es el despotismo de la autocracia de los zares sustituido por el de la
democracia hambrienta" 45 .
Para Arango, lo que está pasando en Rusia en 1924, año en que muere Lenin —al
parecer la tesis es escrita antes de este acontecimiento—, es el triunfo del socialismo
asiático, una variante de la barbarie" 46 . Si Villegas había declarado su aprecio por la
obra de Alberdi en la Argentina en el sentido de su propuesta de desarrollo e
industrialización del país, no nos explicaríamos por qué los Leopardos habrían de
denostar de Lenin, que en el fondo estaba llevando a cabo una colosal obra de
industrialización del vasto territorio de Rusia. Los Leopardos miraban hacia donde
les convenía: posaban sus ojos en Alberdi, pero ignoraban conscientemente que allí
en la Argentina José Ingenieros estaba haciendo una lectura del fenómeno ruso
conocido por entonces como "maximalismo" por haberle abierto las puertas a una era
de inevitables revoluciones sociales. Anotaba el insigne intelectual argentino: "El
desarrollo de esta revolución no incomodará a quienes la esperen como la cosa más
natural, anticipándose a ella, preparándola, como expertos navegantes que ajustan
las velas al ritmo del viento, recordando las palabras de Máximo Gorki : 'Sólo son
hombres los que se atreven a mirar de frente el sol' "47. Eran otras razones las que
llevaban a Elíseo Arango y a los demás leopardos a su oposición ideológica contra
Rusia: el problema religioso. Era en los aspectos de la religión donde se expresaba en
su mejor forma el pensamiento del leopardismo.
Realmente, no eran infundios los de Arango. Asia había despertado. Desde la revolución
rusa de 1905 se habían desencadenado en ese continente movimientos contra el
sistema colonial europeo y contra las tiranías locales. En 1909 la 'joven Turquía'
destronó el gobierno despótico de Abdul Hamid IL el movimiento revolucionario de la
China, en cabeza de Sun Yat Sen, había conseguido en 1911 derrocar a la dinastía
Manchú y proclamar la República. En el corto lapso de 1910 a 1924 en China habían
transcurrido dos revoluciones. A su vez, Mahatma Gandhi, mediante la aplicación
del Satyagraha, había comenzado con éxito la movilización del pueblo indio contra el
imperio británico. Todo este fenómeno aparecía ante los ojos de los Leopardos como
" Ibid., p. 31.
13
Ibid.. p. 32
": Ibid.. p, 33,
1
Ingenieros. José. Los tiempjos nuevos. Buenos Aires. Editorial Losada. 1961, p, 48.
En su tesis 'La democracia en los trópicos", Silvio Villegas presenta las que hacia 1924
eran sus preocupaciones y sus lecturas 48 . Con anterioridad a las célebres conferencias
de Laureano Gómez de 1928, Villegas hace una lectura de las condiciones humanas y
geográficas con las que Colombia contaba para su progreso. Apela a las categorías de los
determinismos en boga, dentro de las cuales la raza, es una de ellas. Según concluye,
Hispanoamérica nació de razas históricas inferiores: indígenas sin capacidad de razonar,
negros sin sentido moral, criollos perezosos que no fueron ni indios, ni negros, ni españoles!
mulatos trepadores y anárquicos. De esta mezcla emergió la raza hispanoamericana,
caracterizada, según escribe, por la pereza, la tristeza y la arrogancia. Encuadrándose
en las posturas de Laureano Vallenilla Lanz, Villegas comparte y generaliza lo que el
ideólogo venezolano encontró para el mulato:
En él p a r e c e , que la d i s g r e g a c i ó n de los c a r a c t e r e s s o m á t i c o s de l a s r a z a s m a d r e s ,
correspondiera, como a u n a consecuencia necesaria, a la disgregación de los c a r a c t e r e s
sicológicos, relajando los lazos que deben unirla a la una o a la otra, para producir un tipo
aislado, sin ideas ni sentimientos colectivos, sin espíritu de sociabilidad, confiados siempre en
sus propias fuerzas para allanar los obstáculos que se opongan o su nivelación 49 .
Villegas hace uso de una transtextualidad en la cual mezcla sus autores, preferidos
unos, útiles otros : Le Bon, Taine, Benjamín Kidd, Adán Foullé, Spencer, Tocqueville,
etc. Apenas los interpela para volver al fondo de sus interpretaciones de la historia.
Se aparta de ellos cuando intervienen negativamente, para darle posibilidad al
optimismo y al desarrollo posible de los países tropicales. In extensus cita a Le Bon
!
* La Revista Jurídica, en su Xo 166-167 de junio-julio de 1924. anunció sobre la tesis de grado de Villegas.
,!
' Villegas, Silvio. "La democracia en los trópicos", tesis para el doctorado. Bogotá. Tipografía el Voto Nacional. 1924, p. 13.
"' Ibid.
• I b i d . p . 18.
' " I b i d „ p . 19.
•• Ibid., p, 20.
31
Véase Vela. Fernando. Abreviatura de principios de Sociología de H. Spencer. Buenos Aires. Ediciones déla Revista de Occidente, 1947.
33
Villegas, Silvio. "La democracia en los trópicos".... p. 32.
36
Véase Haya de la Torre, Víctor Raúl. Construyendo el aprismo. Buenos Aires, Colección Claridad. 1933.
La monarquía hubiera salvado a América del caudillaje y la barbarie, como ocurrió al Brasil,
bajo el reinado de Don Pedro II, pero nuestros constituyentes estuvieron animados por peligrosas
utopías inspiradas ya por el federalismo de Norte América, ya por el jacobinismo francés. Lo
único que en nuestro sentir, detuvo a la monarquía en América, fue el no haber encontrado un
príncipe a quien ofrecer la corona. 62
De Bolívar para acá, Silvio Villegas reconoció como positivas t a n sólo a las
personalidades políticas de la historia colombiana que hubieran estado cerca del
ideario del Libertador: Sergio Arboleda y Rafael Núñez. Así lo afirmó en su tesis de
grado de 1924 y lo reafirmó en sus posturas ideológicas de toda su vida. En el liberalismo
apenas se detuvo en Tomás Cipriano de Mosquera, contrahombre de Núñez; este
significaba en Colombia la "evolución pacífica, el triunfo de los principios de autoridad
y disciplina, la tolerancia, el centralismo" y Mosquera la "evolución que se consuma
con el filo de una espada triunfante" 63 . Comparando a Núñez con Rivadavia y Porfirio
Díaz, señaló que en el poder sostuvo el equilibrio de los partidos, mientras Mosquera
había perseguido a la Iglesia y divorciado sus intereses de los del Estado, confiscado
sus bienes, fusilado a sus enemigos e impuesto el militarismo. A través de Núñez,
Villegas robustece la doctrina conservadora, la apuntala; mediante la figura de
Mosquera le insufla vida al adversario histórico. Entiende, como lo había sentenciado
37
Villegas. Silvio, No hay enemigos a la derecha.... pp. 4 4 4 9
38
Villegas, Silvio. "La democracia en los trópicos",.,, pp. 35-40
w
Véase Vallenilla Lanz. Laureano. Cesarismo Democrático. Estudios sobre las bases soriológa-as de la constitución efectiva de
Venezuela. Caracas. Tipografía Garrido, 1961.
':': Villegas. Silvio. "La democracia en los trópicos",,., p, 10.
61
Ibid.
'•: Ibid.,p. 50,
" I b i d . . p. 61,
Hablando de la Revolución Francesa escribe estas líneas que coinciden con las justas
conclusiones de Taine en Los orígenes de la Francia contemporánea: "Suprimir
al rey, al clero y la nobleza, de una plumada, equivaldría a hacer repetir a un reloj,
en un segundo, las horas de algunos siglos"61.
José Camacho Carreño escribió su tesis en 1926: 'Defensa de Soledad Román. Ensayo
sobre las pasiones y la premeditación", donde hace uso de las ventajas científicas del
positivismo, pero realza la vigencia del sistema escolástico para abordar las cuestiones
del derecho penal. Se trataba de una joven que ante un delito de abuso sexual terminó
asesinando a su victimario. Camacho, como todos los Leopardos, gozaba de poder del
que se valdrá en su estrategia de ascenso social. El presidente de su tesis era el mismísimo
Presidente de la República, Miguel Abadía Méndez, a quien le explicaba su audacia de
retar a la Facultad de Derecho presentando una novedosa tesis de grado.
De manera intrépida, Camacho se sirve de las enseñanzas del cuerpo científico del
primer positivismo hasta llegar a basarse en positivistas jurídicos como Enrique
Ferri. Pero le interesa que las soluciones que propone para favorecer a su defendida
descansen en última instancia en la sabiduría de los doctores de la Iglesia. Es el
positivismo interpretado por los hermeneutas de la Iglesia lo que le conviene:
Pero esos mismos filósofos inducen la doctrina a conclusiones prácticas y la antigua fórmula de
construcción metafísica arrancada de la Summa de Santo Tomás se enriquece al presente con
demostraciones tomadas de la observación, acendradas por la biología, alquitaradas por el
gabinete y el laboratorio. Así han surgido figuras como las del Cardenal Mercier a desarrollar
en la universidad de Lovaina el gran renacimiento de la filosofía cristiana planeado por el
pontífice León XIII, y as! Pessina, autor estrictamente clásico, nos dice que la pena se dirige no
a destruir el hombre en el delincuente sino el delincuente en el hombre 6 ".
Finalmente, la joven es absuelta más por la ayuda del positivismo que por sus propias
interpelaciones de doctrinarismo católico. Es en esta tesis donde se revela, en toda su
extensión, el interés del grupo leopardo por basarse en los teóricos del catolicismo
para todas las explicaciones ante los problemas de la vida.
M
Villegas. Silvio. No hay enemigos a la derecha p. óo
33
Camacho Carreño. José. "Defensa de Soledad Agudelo. Ensayo sobre las pasiones y la premeditación", tesis de grado. Bogotá. Tallero
de Ediciones Colombia, 1926, p. 10.
¿Qué hacer, pues, frente a las aspiraciones maximalistas? Depende. Los que tengan anhelos de
más justicia, para ellos o para sus hijos, pueden saludarlas con simpatía: los que no crean que
pueden beneficiarlos, deben recibirlas sin miedo. Eso es lo esencial ser optimistas y no temer
lo inevitable. Cuando llegue, en la medida que debe llegar, sólo causará daños graves a los que
pretenden torcer el curso de la historia y a los espantadizos! la rutina hará víctimas, porque es
c a u s a de miedo, y el miedo ha e n g e n d r a d o los mayores males de que tiene memoria la
humanidad 6 6 .
Pero era miedo también al nuevo capitalismo que irrumpía sin proponer todavía una
alternativa. Les a s u s t a b a los dineros que empezaban a llegar gracias a la
indemnización por el robo de Panamá y a la organización de la economía, que le
brindaba al país grandes posibilidades de endeudamiento. Advertían una rebatiña
regional de estos dineros. El país se desfiguraría, la República amenazaba con
disolverse. Ante tal peligro, los Leopardos proponían la elaboración de una doctrina
integral de la patria que la previniera de fatales consecuencias. Daban a entender
que el sistema político colombiano existente era débil para manejar la situación de
desarrollo económico que vislumbraban. No compaginaba la economía con la política,
de tal modo que urgía la conformación de un bloque nacionalista que exorcizara los
peligros. Pero en ese bloque sólo cabrían los conservadores pura sangre. Ni siquiera
tendría cabida el republicanismo todavía latente en sectores del mismo conservatismo:
"El republicanismo en política es el relativismo filosófico, llevado a todas sus
consecuencias: la anemia, la timidez ante las ideas fuertes, la conciliación de principios
inconciliables, y, como lo ha dicho Luis Menard, es bueno únicamente para los períodos
estériles, imposible en las épocas fecundas. Colombia cursa el ciclo de su evolución
creadora" 67 . Tampoco cabrían los liberales cuyos "principios han sido desmentidos
(lí
' Ingenieros, dosé. Los tiempos nuevos.... p. 48.
17
Villegas. Silvio. No hay enemigos a la derecha.... p. 230.
Ante el individualismo extremo que disuelve el genio social y ante el comunismo que destruye la
integridad humana, el orden católico levanta el justo medio [...] Queremos para la República el
orden civil preconizado por la Iglesia, que opone a las libertades revolucionarias, destructoras del
Estado y del ciudadano, un concepto de libertades tradicionales. Buscamos la unidad nacional en
la unidad religiosa. La Iglesia católica es el vaso espiritual que guarda los tesoros de la raza; y las
religiones extranjeras no son ni ciertas, ni humanas, ni latinas. En el catolicismo, apunta un
El Manifiesto es, podríamos decir, un documento de tránsito. Las cosas no están aún en
orden, ni para ellos, ni para la misma Iglesia Católica. Habrá que esperar un poco más,
hasta la aparición de El Debate en 1927, para que se organicen, de acuerdo no sólo con
los mandatos superiores, sino con el recrudecimiento de los conflictos nacionales.
[...] es preciso conservar para reformar! porque toda reforma necesita una base prima, y esa base
es la tradición romana que nosotros invocamos [...] progresar es seguir las leyes de la adquisición
científica, conservar las verdades adquiridas [...] Van estas voces dirigidas a los hombres jóvenes
del conservatismo de Colombia, que son los más obligados porque son los más fuertes. 76
El Debate abrió la edición del primero de junio con la fotografía del nuevo director
para anunciar el acontecimiento 77 . Villegas portaba el aura de haber sido director de
La Patria y de haber empezado ya una carrera reconocida en las letras y en la
política. Mejor elección no habría podido hacer el periódico. Se trataba de un órgano
de expresión surgido en la coyuntura precisa. La Iglesia salía en defensa de sus
intereses cargando con la responsabilidad de ofrecer su doctrina social como alternativa
a otros pensamientos sociales. El tema obrero llenaba las páginas editoriales, el
socialismo tendrá en sus contenidos el adversario fortalecido. "La encíclica Rerum
Novarum de S.S. León XIII ofrece las únicas soluciones eficaces para el malestar
social"78, titulaba El Debate, a propósito de una entrevista a Ismael Perdomo,
arzobispo de Bogotá.
73
Ibid.
7,7
Ibid.. pp. 232-233,
' El Debate había comenzado a circular el 27 de mayo de 1927.
7
" Ibid.. abril 13 de 1928. p. 1.
Ella forma la opinión, y por medio de ella afirma y sostiene en su solio a los gobernantes o los
hace vacilar quitándoles el sostén en que se afirman, que es la autoridad. Ella forja en los
cerebros de los legisladores las leyes que le placen y ahoga en la garganta de sus adversarios las
voces de protesta. Con razón ha sido llamada el cuarto poder, arbitro de los otros tres ya que
ella pretende a su capricho dar o quitar la eficacia para obrar al ejecutivo, dictar las normas al
legislativo y hasta derogar y aún a veces imponer sus fallos al judicial 79 .
Consideraban los editores de El Debate —de ahí su nombre— que no sólo la represión
física era suficiente para eliminar el adversario. Por eso las posturas del joven Mariano
Ospina Pérez empiezan a seducir al grupo alinderado en el periódico: "A la ola
comunista es preciso oponerle más cerebros que bayonetas", escribía Ospina en un
telegrama a Silvio Villegas80; tesis que después amplió:
Es preciso combatir al comunismo realizando una intensa obra de dulzura y atracción a las
m a s a s , y ejerciendo una intensa obra de contagio en la juventud intelectual del país. A la
lectura fácil de los libros saturados de un empalagoso humanitarismo de Romain Rolland, de
Wells, de Anatole France; a la miseria mental que propagan en manuales revolucionarios las
librerías catalanas, debemos oponer el noble culto a la inteligencia que satura las obras de
Georges Guyau, de un Jacques Maritain, de un Georges Valois, de Jean Cocteau, de toda la
juventud francesa de nuestros días, que es seguramente católica y derechista 81 .
Este espíritu era compartido por El Colombiano en Medellín que, como El Debate
en Bogotá, era baluarte anticomunista : "Si Colombia ha sido la tierra escogida para
la siembra comunista, es a golpe de cerebro como debemos impedir el desarrollo de
esa nociva simiente. Dentro del idearium conservador caben todos los progresos de la
ciencias moderna y todas las justicias humanas en favor de las clases que se llaman
oprimidas"82. Amas de recomendación, era la conclusión a la que llegaba un colaborador
7
* Pastoral del 5 de abril de 1927. en ibid.. junio 4 de 1928. p. 1.
'" Ibid.
" Ibid.. p. 3.
*2 Véase El Colombiano, noviembre 25 de 1928. p. 1,
Así, con mayor razón, pues los Leopardos ya veían en el joven Ospina su portavoz,
El Debate hace la difusión de los llamados por el prelado en la citada pastoral:
[...] que todos los días festivos en lugar de la homilía o explicación doctrinal, se predique sobre los
deberes de los católicos en lo tocante al apoyo de la prensa buena y a la oposición de la mala, y
sobre los graves peligros que esta implica para la fe, las buenas costumbres, sirviéndose para ello
del concilio plenario americano o de las conferencias episcopales en lo relativo a este asunto: 2.
Que se promuevan por medio del apostolado seglar y especialmente por las juventudes católicas,
conferencias sobre los mismos temas en diversos centros como son los círculos obreros, asociaciones
y congregaciones de ambos sexos, en los colegios, en las escuelas, etc.: 3. Que se procure tratar
iguales temas en todos los periódicos y revistas católicos del país; 4. Que se ponga en práctica la
propaganda no menos eficaz de la conversación de tal modo que no haya católico que con un
propósito constante y eficaz deje de hablar con sus amigos sobre este problema: 5. Que se inicien
también algunas campañas especiales para colocar el nuevo diario en todos los hogares, para lo
cual se sugiere como muy eficaces las llevadas a cabo por comités de señoras, de jóvenes y de
caballeros que se distribuyan la población entera: 6. Que por iniciativa del párroco en cada
localidad o de otro sacerdote, asesorado por los dichos comités o por otros, se trabaje en todas
partes a fin de formar un cuerpo de agentes que busquen suscripciones 84 .
" Ibid.
•' El Debate, junio 1 de 1928. pp. 2-3.
Mi tesis es que esta tierra no es el marco natural espontáneo para una cultura humana; que
esa cultura puede fundarse aquí, pero solamente a fuerza de inteligencia, de trabajo y de
dinero. Que el país está equivocado fundamentalmente en la apreciación de los recursos de
que dispone y de los métodos que tiene en uso para alcanzar esa cultura. Y que si no cambia de
criterio y de conducta perecerá. Irrevocablemente perecerá" 86 .
713
Gómez. Laureano. Interrogantes sobre el progreso de Colombia. Bogotá. Editorial Revista Colombiana, 1970, p. 36.
77,1
Ibid., p. 75,
77
Basta recordar ias discrepancias entre Laureano Gómez y los futuros Leopardos en 1921 a raíz del debate del primero contra Marco
Fidel Suárez, en el que Silvio Villegas y Augusto Ramírez Moreno intercedieron a favor de! Presidente.
"" El Debate, jumo 6 de 1928, p. 3.
"• Ibid.
••" Ibid.
" Ibid.
El amplio editorial de Villegas fue aplaudido, como todo lo suyo, incluso por los
liberales, que se basaron en sus contenidos para caerle a Gómez. En medio de la
crítica a su primera intervención aparece como factor interesante la descripción
que se hace de la personalidad de Laureano Gómez, que la historia se encargará de
corroborar o desmentir, y las historiografías liberal y marxista de agrandar para
crearse su propio Laureano Gómez. En una columna que se llamó "El fracaso
intelectual del ingeniero Gómez", se reprodujeron textos críticos a la intervención
de Laureano, procedentes de otros medios. Un artículo de Ruy Blas reproducido allí,
dibuja a Gómez de cuerpo entero: "El señor Gómez logró probar que no es un hombre
de pensamiento [...] es el primer demagogo y el primer arengador de multitudes
primarias que existe en nuestro país" 93 . Silvio Villegas logró hacer un amplio uso
político de la conferencia de Gómez; de paso, colocó las primeras piedras en la
construcción de su principal adversario en el interior mismo del Partido Conservador.
Gómez fue acusado de pronorteamericano. Los contenidos mismos de su conferencia
se utilizaron para enlodarlo con los intereses de los países imperialistas en Colom-
bia. Tantas cosas se dijeron que resultan difíciles de encontrarles asidero. En otro
editorial al respecto, Villegas escribió:
El señor Laureano Gómez, prófugo de todos los partidos políticos, náufrago de su propia
conciencia, no encontrando hoy dentro de los partidos constitucionales del país un ambiente
propicio para llegar al poder, orienta sus miradas como Chamorro hacia la estrella polar, vasto
emporio de civilización y de progreso. El señor Gómez principia por predicarnos la resignación
ante la conquista extranjera, porque no tenemos derecho a equivocarnos y porque la humanidad
necesita de nuestra riqueza. Como en otro tiempo solicitaba la intervención de los banqueros
de Norteamérica, hoy parece invocar la de sus generales y marinos, Chamorro está a las
puertas de la República. Es preciso que la nación vigile94.
[...] queremos declarar en el primer número de El Debate que sale bajo la dirección nuestra
que la Acción Francesa representa ideas fundamentalmente contrarias a las de este diario y
que trataremos, si es que las ideas de Maurras y de Daudet tienen agentes en este país, de
combatir vigorosamente su influencia, tan peligrosa como la del socialismo, la del liberalismo y
la de las diversas formas de anarquía 96 .
Además, un hecho que les había permitido limar en parte su recalcitrante manera
reaccionaria de pensar y de actuar, lo mismo que evitar la imitación a ultranza,
había sido su intercomunicación, el diálogo con todo el conservatismo que se expresaba
en los mencionados periódicos. Era El Debate una publicación que se había creado
para la defensa de la Iglesia y de la religión católicas y los leopardos allí congregados
tendrían que sopesar entre las ideas de la laicizada Acción Francesa y la influyente
vena religiosa-clerical del conservatismo colombiano. Leemos en el primer editorial
de la nueva época del periódico:
Nada tenemos que ver con Carlos Maurras ateo y positivista y con el caudal de ideas que él y
sus compañeros representan en Francia. Cuando Maurras y Daudet tenían un alto prestigio
entre la juventud francesa por su adhesión aparente al catolicismo, solíamos deleitarnos con la
prosa compacta de Maurras en el diario monarquista. Admirábamos al escritor, pero nunca
participamos de sus ideas. Y cuando la iglesia católica vetó su obra y prohibió sus escritos,
dejamos de leer a Maurras, porque así nos lo exigían nuestras ideas religiosas, y porque la
Iglesia tiene demasiados panegiristas para que tengamos que apelar a la lectura de los reclutas 98 .
La nueva derecha era impulsada por gente joven. Su expreso ímpetu atendía a la
estrategia de posicionarse dentro del Partido Conservador y con él, en la sociedad
colombiana. Una pugna de generaciones se advertía. Respondía también al discurso
a través del cual los jóvenes liberales de la generación de los Nuevos se abrían espacio.
Era el reflejo en Colombia de las modernizaciones de la izquierda y la derecha clásicas
del mundo después de los resultados de la Primera Guerra Mundial: los espectros del
comunismo y del fascismo serán componentes inseparables de ese momento en
adelante en el devenir de la política colombiana.
17,7
/ b i d . junio I o de 1928, p. 3.
97
Citado en ibid.. junio 2 de 1928. p. 4.
98
Ibid., junio I o de 1928, p. 3.
Constituye delito contra el orden público toda asociación, agrupación o reunión que bajo
cualquier nombre, tenga por objeto alguno de los siguientes fines: i. Incitar a los delitos contra
la paz interior, el gobierno existente o la Constitución, contra la tranquilidad y orden público y
contra la religión y el culto, o cualesquiera otros delitos castigados por las leyes penales 107 .
Era una noticia llena de una carga semántica ideológica que bien hubiera podido hacer
las veces de editorial. Es decir, noticia y editorial iban a tono. Sólo que en el editorial de
la misma fecha se precisaron algunas de las hipótesis que aquí hemos intentado
desarrollar: que lo importante para los Leopardos era la fabricación de un enemigo
interno y en relación con esto su nacionalismo mostró inconsistencias. Silvio Villegas se
puso a favor de la compañía bananera:
Para la época que nos ocupa, a la estrategia de la construcción del adversario como
enemigo confluyó la del no reconocimiento del otro. O, mejor, la del reconocimiento
del otro en negativo. Nada le reconocían los Leopardos al liberalismo. Nada tampoco
le había reconocido Aquilino Villegas, representante de la generación anterior: ni
hombres probos, ni ideólogos, ni programa, ni presente, ni futuro. Para ellos ese
partido se encuentra en un desconcierto ideológico: "El Partido Liberal no ha logrado
implantar sus doctrinas porque no responden a las necesidades de la vida nacional"116,
escribía Fidalgo Hermida en plena decadencia del régimen en 1928. En medio de la
crisis de la hegemonía conservadora, no sospechaban que esta pudiera caerse: "la
política es el arte de durar en el poder", había declarado Elíseo Arango a El Tiempo,
en 1929, en plena campaña electoral suya a la Cámara 117 .
Así, los Leopardos eran más que un distintivo. Se trataba de un conjunto de ideas
supuestamente diferentes, nuevas y renovadoras, que servían al doble propósito de
sostener la ideología y el poder en manos del conservatismo y de desmontar el proceloso
camino del ascenso social. Si en lo primero tuvieron relativo éxito, lo segundo lo
conquistaron casi de inmediato: "Ha sido muy aplaudida la elección del leopardo Elíseo
Arango para Presidente de la Cámara de Representantes", titulaba El Debate, en su
u¿
' Véase ampliamente sobre el movimiento huelguístico de la época ; Archila Neira, Mauricio. Cultura e identidad obrera. Colombia
1910-1945. Bogotá, CINEP, 1991.
:
•• El Debate, abril 2 de 1928. p. 3.
;;!
Aunque no se descarta que el amplísimo texto "El -Júpiter bufón", en el que se critica la segunda conferencia de Gómez, haya sido
escrito por él, ya que aparece sin autoría. Véase ibid.. agosto 4 de 1928. p. 3. Véase también el articulo de José Alejandro Bermúdez
"La conferencia de Laureano Gómez", en El Debate, agosto 7 de 1928, pp. 3-4.
:
- Ibid.. agosto 4 de 1928. p. 3.
"!(i La Defensa, marzo 27 de 1928. p. 15.
' El Tiempo, jumo 3 de 1929, p. 10.
Álzate se hizo contertulio del grupo intelectual de los 'paradas', y sus escritos empezaron
a aparecer en periódicos y revistas de prestigio: El Colombiano, La Defensa, Revista
Universidad. Los temas y los tonos de sus textos están en ese momento influidos por
la Reforma universitaria de Córdoba, Argentina. Un tema que difícilmente hubiera
podido tratar desde Caldas, pero, ante todo, una temática que no faltará quien la encuentre
lejana a un joven conservador nacido en Manizales.
El Instituto Universitario de Manizales estaba estrechamente ligado al devenir cotidiano de la ciudad. Todo lo que allí acontecía se
reflejaba en sus patios y lo que en sus patios pasaba influía en la ciudad y cobijaba toda la región. Se trataba de un estudiantado sensible,
que participaba en los asuntos internos y externos de la comunidad, que. por lo regular, estaba en desacuerdo con las ansias estudiantiles,
que eran las suyas propias. Después, marchado Álzate, el Instituto continuó en ¡a tónica de la protesta y la participación. El Tiempo
cubrió, por ejemplo, una huelga estudiantil en agosto de 1930, que exigía la renuncia del rector. En el proceso de la huelga fue puesto
preso Miguel Ángel Gaitán. hermano del ya célebre Jorge Eliécer, asunto que demuestra la relación de los estudiantes bogotanos con
los manizaiitas.
El Manifiesto de Córdoba, a través del cual los jóvenes universitarios argentinos
convocaron a los "hombres libres de Suramérica", más conocido como la Reforma
universitaria de Córdoba, de 1918, tuvo gran repercusión en Colombia. El documento
estaba escrito en un tono altivo y categórico. Su crítica a la educación imperante en
la universidad argentina de entonces tenía un estilo al gusto de Álzate Avendaño.
Sus autores eran inmediatistas, querían soluciones al instante, se mostraban audaces,
retadores: "estamos viviendo una revolución, estamos viviendo una hora americana" 2 .
En medio de una apelación a la insurrección como derecho, señalaban los estudiantes
que "en adelante, sólo podrán ser maestros en la República universitaria los
verdaderos constructores de almas, los creadores de verdad, de belleza y de bien" 3 .
Sus demandas eran claras:
Los métodos docentes estaban viciados de estrecho dogmatismo, contribuyendo a mantener la
universidad apartada de la ciencia y de las disciplinas modernas [...] Los cuerpos universitarios,
celosos guardianes de los dogmas, trataban de mantener en clausura a la juventud, creyendo
que la conspiración del silencio puede ser ejercitada en contra de la ciencia [...] La juventud ya no
pide. Exige que se le reconozca el derecho a exteriorizar ese pensamiento propio en los cuerpos
universitarios por medio de sus representantes. Está cansada de soportar a los tiranos. Si ha sido
capaz de realizar una revolución en las conciencias, no puede desconocérsele la capacidad de
intervenir en el gobierno de su propia casa 4 .
1. Que la casi totalidad de los estudiantes de Criminología se rebeló contra la autoridad del
señor Profesor de dicha materia, negándose deliberadamente, previo compromiso firmado a
hacer una composición escrita que aquel les ordenó que hicieran; 2. Que los mismos estudiantes
se negaron a acatar las medidas que el señor Rector de la Universidad dictó sobre ejercicios
escritos [...] medida consistente en pedir al señor Director de la Educación pública que a su
turno insinuaríase a los Profesores que en las clases se hicieran mensualmente composiciones
escritas: 3. Que después de esta rebeldía un gran número de estudiantes protestó contra la
conducta observada por los señores Rector de la Universidad y Director de la Escuela de
Derecho, en las ocurrencias de que se ha hablado, y se solidarizó con la conducta de los
alumnos de segundo curso! 4. Que como sanción contra los estudiantes rebeldes el Consejo
Universitario, en su sesión del 19 de abril clausuró la clase de Criminología y tomó otras
medidas disciplinarias: 5. Que después de que tomaron tales providencias han continuado los
movimientos subversivos y, especialmente, la persistencia en no acatar la autoridad del señor
Rector de la Universidad [...] 8. Que es un deber legal y moral del Consejo Universitario
sostener a todo trance, sin vacilaciones, sin temores y con absoluta energía, su propia autoridad
y la del señor Rector y de los demás superiores de la Universidad [...] Clausúrase desde hoy e
indefinidamente 6 .
7
El Colombiano, abril 24 de 1928, p. 1.
7
Ibid.
Los intelectuales colombianos que han escrito sobre las primeras décadas del siglo
XX, coinciden en que los primeros congresos estudiantiles tenían la importancia de
eventos políticos de envergadura nacional 8 . Un acontecimiento como el de la huelga
de la Escuela de Derecho de la Universidad de Antioquia mereció que El Colombiano
dedicara su primera página al desenlace de los acontecimientos.
Villegas debió reflexionar sobre su escrito. Debió, también, recibir presiones porque
un mes después El Debate registró el viaje de Álzate en primera página. A sus pocos
años se lo llenaba de elogios propios para personalidades de más edad: " e s una de las
mentes más claras y castizas de la juventud conservadora de Colombia. Ha leído y
ha reflexionado demasiado, escribe en prosa clásica, y nutre su inteligencia con las
verdades tradicionales del catolicismo y con los principios sillares del conservatismo
colombiano"10. Yeso que era apenas un estudiante de secundaria. La noticia señalaba
el papel que Álzate iba a desempeñar en dicho Congreso: 'Va al Congreso estudiantil
de Ibagué en representación de los universitarios de Antioquia, y allí será un dique
firme contra las ideas anárquicas y disolventes de la juventud radical que se ha
tomado la personería de los universitarios capitalinos" 11 .
A los 17 años, Álzate no sólo conocía lo que le había aprendido a sus inmediatos
superiores, tan jóvenes como él: l 0 s Leopardos, sino que había leído a Leibniz, a
Taine, a Barres, bitácoras para él desde entonces. El nacionalismo de la restauración
monárquica, los contenidos del historicismo alemán dominan su mente. En Álzate
hay brotes de rebeldía que lo diferencian de sus mentores, pero, como ellos, padece el
77
Véanse 7 Molina, Gerardo. Las ideas liberales en Colombia...: Montaña Cuellar, Diego, Colombia país real y país formal. Buenos Aires,
Editorial Platina, 1963. Hay que anotar que la movilización social y popular que distinguía a la época llegaba incluso a las mujeres. En
diciembre de 1930 un congreso femenino sesionó paralelamente al congreso de los estudiantes,
9
El Debate, junio 26 de 1928. p. 3.
711
Ibid. julio 30 de 1928, p. 1.
7
Ibid.
Una misma necesidad nos agita, tanto a los unos como a los otros: defender nuestro fuero
interno, para agrandarlo luego, hasta el punto de que pueda abarcarlo y contenerlo todo. Es
este el ardor inconsciente que sostiene a cada ser en la vida. La huella que dejan los muertos
tras de sí. indica claramente la dirección de su existencia: ahora bien, el conjunto de esas
huellas nos aparece como un esfuerzo unánime para llegar a formularse una idea más amplia
del universo 14 .
Negar muchas cosas a los veinte años es signo de fecundidad / Nada más perjudicial a la patria
que el acuerdo unánime sobre las cuestiones fundamentales del gobierno, porque semejante
unanimidad cierra la puerta a las reformas y compromete el provenir / (...) es gran desgracia
para el hombre no tener, cuando llega a la edad madura, un inferior a quien menospreciar [...]
/ sólo la psicología del pueblo me interesaba. -¿Cuál es su alma? preguntábame a mi mismo-:
quiero conmoverme con ella, llegar a comprenderla por medio del análisis, como el "adversario"
y por medio del amor, como Berenice, quiero llegar a su conciencia. ¿Cuál habría sido la
conclusión, si me hubiera visto obligado a reconocer que había sido un completo error creer
que Berenice y Aigues-Mortes tenían algo de original? Habría tenido que renunciar en ese caso
a descifrar la tradición de la masa [...] / ¿no disciernes qué suntuoso tesoro es el alma popular?
Guarda el depósito de las virtudes del pasado y conserva la tradición de la raza: en ella, como en
un recipiente donde cada acción va exhalando su parte de inmortalidad, se prepara el porvenir
[...] He aquí lo que me enseñaron esos hombres groseros, esos ignorantes que, de vérmelos
frecuentar, te asombras. Son profesores sublimes, aunque ellos mismos lo ignoren. Cada uno
de ellos representa una etapa de mi alma al través de los siglos. Me aficioné a ellos, como al país
al cual hubiera llegado en una noche sin luna, y que no me dejara otro recuerdo que confusas
imágenes [...] ¡Cómo pudiste imaginar que hubiese preferido a aquellas multitudes de tan fiera
creación, tan desinteresadas y tan espontáneas, la mediocridad de los salones y la semicultura
de los bachilleres! Bien se ve que no conoce al adversario. A lo sumo tales gentes podrán
comunicarme hechos, nociones no siempre exactas: en cambio el pueblo me suministra un
alma; la suya, la mía, ¡la de la humanidad! [...] sólo las multitudes me han hecho palpar los
cimientos de la humanidad. En el estudio de mi yo no había sabido penetrar más allá de mis
- I h i d . p . 12
Ibid.. p. 1
71
Barres, Marinee. El jardín de Berenice. Paris. Boulevard Saint-Germain, [s.a.l, pp. 9 8 9 9 .
Los recuerdos de un pasado ilustre, los grandes colores fuertes y sencillos del paisaje, sus
carreteras que huyen, componen una melodía que nos llena de una larga emoción mística.
Nuestro corazón perecedero, nuestra imaginación tan viva se adhieren a esa colina de eternidad.
Nuestros sentimientos se unen con los de nuestros descendientes, se engrandecen y creen
encontrar en ello una especie de perennidad [...] Aquí sigue estando siempre el punto espiritual
de esta seria región; aquí es donde su vida normal se une a la vida sobrenatural 16 .
Álzate ya tenía en mente a Simón Bolívar; ese será el mito que ayudará a crear e
implantar como galvanizador de la identidad nacional. Ese era el muerto que habría
de resucitar. Le resultará más fácil convocar a los colombianos, fragmentados en dos
partidos, alrededor de un muerto ilustre que lanzarse a la incertidumbre de proponer
el nombre de un ilustre vivo. A los vivos ilustres había que combatirlos, bien por
anacrónicos, bien por liberales. Así, clamando por retornar al amor a Colombia "por
encima de sus virtudes y de sus vicios", declaraba que el país sentía "la urgencia de
un renacimiento nacionalista". Ese amor que reclamaba constituía a la vez uno de
los componentes de su propuesta nacionalista. Había que aceptar al país tal cual era
"sin conatos disolventes". Aludía, por supuesto, a la radicalización de la lucha política
en el país a la altura de julio de 1928.
Socialistas y liberales tenían en la mira a los obreros. Hacia ellos se dirigían sus
discursos y convocatorias y la recepción había sido positiva. El Partido Socialista
Revolucionario (PSR), creado el 2 de diciembre de 1926, estaba convertido en un
movimiento movilizador de los nuevos sectores trabajadores surgidos en el auge
económico que vivía el país. Con el PSR empieza en Colombia una moderna
movilización de las masas urbanas sin precedentes. Es el socialismo y no el liberalismo
el que se distingue en la movilización popular. Las muertes de los caudillos liberales
más reconocidos, Rafael Uribe Uribe y Benjamín Herrera, dejaron un vacío que sólo
el PSR pudo llenar con la participación de otro grupo de viejos guerreros liberales,
pero sin el carisma de los dos mencionados.
Fueron célebres las giras de la dirigente antioqueña socialista María Cano, que
recorría el país enarbolando la consignas reivindicativas, como la de los tres ochos
para toda la población colombiana: ocho horas de trabajo, ocho de estudio y ocho de
descanso. Pero no sólo se t r a t a b a de eso'- las giras de M a r í a Cano e r a n
escrupulosamente preparadas. Al tiempo que ella se ocupaba de arengar a las masas
y de satisfacer la curiosidad pública, los dirigentes avanzaban en la organización
política e ideológica del movimiento revolucionario: realización de asambleas, diseño
de periódicos regionales, discusión sobre la convocatoria a futuras huelgas. María
Cano era recibida con entusiasmo esperanzador en las plazas públicas de las
poblaciones donde se concentraba mayor número de personas; era la expresión de la
nueva composición social de la ciudad de entonces, de los poblados convertidos ya en
ciudades intermedias. Hacemos aquí estas reflexiones por cuanto creemos que la
movilización popular a partir de 1927, fue uno de los hechos que mayor impacto ha
debido causar tanto en el establecimiento conservador como en su nueva generación.
Ese fue el año de María Cano: recorrió en nueve giras la geografía económica del
país. La percepción del carácter de sus giras está narrado en las memorias de Ignacio
Torres Giraldo. He aquí una muestra:
[...] el fervor de multitudes que atraía la presencia de María Cano. En Calamar se concentró la
gente de la región; en Cartagena es suficiente anotar que hubo casos de asfixia, y que por causa
del caudal humano que apretaba la muralla, el poeta Jorge Artel que desde aquí quiso hablar,
hubo de renunciar a ello. En la marcha hacia una plaza que pudiera contener la multitud, el poeta
tenía su discurso escrito, nos lo entregó para que lo leyésemos después, comprendiendo que la
gente quería oír, ante todo, a la espléndida mensajera de las nuevas ideas1".
La Iglesia renovó bríos, desempolvó fuentes sagradas y desvirtuó las tesis de los
líderes sindicales que le peleaban a la institución su feligresía obrera. Monseñor
Perdomo, al contrario, demostró los desvelos de la Iglesia por la clase obrera
colombiana, indicó los apartes de la Biblia dedicada a los obreros e invitó a los obreros
colombianos a ingresar a la Unión Colombiana Obrera (UCO), creada hacía poco por
la arquidiócesis de Bogotá y que completaba la formación de una serie de instituciones
17
Véase "El limo. Sr. Perdomo se dirige a los obreros de todo el país", en El Colombiano, abril 28 de 1928, p. 1
18
Torres Giraldo, Ignacio. Los inconformes..., p, 62, La historiografía de la historia colombiana del siglo XX tiene en la década de 1920
una de sus mayores preferencias. Es uno de los períodos más estudiados por la importancia que durante él tuvo el movimiento
socialista y las experiencias que de allí emanaron. Una muestra de ello puede verse, entre otros, en7 -Jaramillo Salgado Diego. Las
huellas del socialismo. México. UNAM. 19977 y en Tila Uribe, María. Los años escondidos. Sueños y rebeldías en ¡a década del veinte.
Bogotá, CEREC 1997.
[...] las aspiraciones revolucionarias serán necesariamente distintas en cada país, en cada
región, en cada municipio, adaptándose a su ambiente físico, a sus fuentes de producción, a su
nivel de cultura y aún a la particular psicología de sus habitantes [...] el maximalismo se
manifestará como la aspiración a realizar el máximum de reformas posibles dentro de cada
sociedad, teniendo en cuenta sus condiciones particulares. Es legítimo suponer que no habrá
u n m a x i m a l i s m o uniforme y u n i v e r s a l , sino t a n t o s p r o g r a m a s cuantos son los núcleos
sociológicos que reciban el benéfico influjo de la presente revolución social 19 .
7
Ingenieros José. Los tiempos nuevos..., p. 46,
Para Álzate era importante ir al Congreso porque pensaba que podía influir exponiendo
sus concepciones sobre la educación, de la cual pensaba que estaba plagada de
diletantes. Sugería abolir el diletantismo porque había producido "generaciones sin
resumen mental". En su lugar proponía crear defensas en los jóvenes contra las
influencias que los solicitaban. Es decir, para Álzate la juventud no estaba preparada
para recibir la cantidad de literatura a que estaba expuesta:
Ante todo hay que adaptar la imaginación y el corazón del niño a un procedimiento metódico.
P o r q u e no hay v e r d a d e r a ciencia sino se s i s t e m a t i z a n los conocimientos de modo que
constituyan un edificio en la mente. Leibnitz [sic] nombró a este proceso "apercepción", por
cuanto a lo anteriormente percibido vienen a adherirse las nociones nuevas. Al diletantismo y
la pansofía -que no prosiguen t r a s la verdad sino que acumulan noticias contradictorias
dispersando la inteligencia- bate victoriosamente este régimen. La carencia de síntesis mental,
síntesis consistente en la concentración de la actividad cognoscitiva en torno de determinado
número de ideas directrices, anonada el carácter y predispone a influencias pasivamente
recibidas. La pedagogía dictamina que toda enseñanza debe sistematizarse. De no hacerlo así
en nuestros institutos superiores, el descoyuntamiento intelectual de los hombres mozos
regalaría al país con una etapa declinante [...] Es preciso, para que la acción de la lectura sea
benéfica, que un método predomine en ella. La lectura ha de ser una disciplina que ordene la
inteligencia y no la práctica fisiológica de un vicio22.
Álzate se manifestaba entonces preocupado por la difusión de las ideas nuevas frente
a un repliegue supuesto de las ideas conservadoras. Ante la prevención y el miedo
leopardo que hereda, propone: "Los artículos que encarnen doctrina deben en cada
periódico estar orientados hacia ideas primordiales de cultura y progreso". Clamaba
ante el Estado para que editara por su cuenta numerosos periódicos "que ejercieran
la función docente, periódicos para repartir gratuitamente en la ciudad y los campos"23.
Era este el ambiente de fondo con el que se encontró Gilberto Álzate Avendaño cuando
el primero de agosto de 1928 llegó a Ibagué a participar en el III Congreso Nacional
de Estudiantes.
Un desequilibrio moral, con mengua de la inteligencia, fraguó el relativismo, definido por uno
de los a n a l i s t a s m á s sutiles del p e n s a m i e n t o francés como la ciencia complicada de la
metamorfosis intelectual y sentimental, como una actitud que nos permite, después de haber
realizado el viaje de las ideas, aceptar todas las doctrinas, buscando la línea sinuosa donde se
encuentran todas las causas 27 .
A partir de este, que podría ser su primer discurso político e ideológico, Álzate diseña
los primeros trazos de lo que será más adelante el grecolatinismo: "La cultura greco-
latina es la tradición, el vínculo fiel del pretérito, que es lo que le da al hombre actual
una superioridad rotunda sobre sus predecesores". Álzate ahondaba en los orígenes
77
El Colombiano, septiembre 1" de 1928. p. 3.
-7 El Comité Ejecutivo Nacional de Estudiantes estaba integrado por Abel Botero. J u a n Pablo Llinás, Ricardo Sarmiento Alarcón y Luis
Alberto Bravo. El Congreso estuvo dirigido así7 Carlos Lleras Restrepo. presidente 7 Horacio Gómez Jiménez, primer vicepresidente.
77
Ibid.
y
Ibid.
7
- Ibid.
-'" Ibid.
Álzate les hablaba a los estudiantes, convocados y alebrestados por los aires de los
nuevos tiempos, como diría José Ingenieros, de la importancia de no descuidar lo
clásico, por lo que él suponía efímero: "Los hombres que nacieron a la vida del país
días después del armisticio han asistido a demasiadas catástrofes históricas para ser
seducidos por el efecto óptico de las ideas, para entregarse a un diletantismo fácil que
los desintegre. Precisa para la enseñanza una norma rígida, si queremos sustraernos
a la posibilidad de disoluciones totales" 31 .
Analizando Carlos M a u r r a s la mísera lógica del pensamiento francés hacia fines del siglo
extinto, atribuye ese opaco crepúsculo a la carencia de estudios especulativos, que fomentan
largamente la actividad de la inteligencia. Defender, por ejemplo, la teología, no es un problema
de fe sino un negocio de disciplina interior. Lo que proporcionó potencia vehemente a Ernesto
Renán e Hipólito Taine para citar los grandes exegetas del siglo pasado, fueron las disciplinas
clásicas hechas en el seminario y reformadas luego en el pensamiento lógico de Herder y Vico.
Hoy el tesoro espiritual de Francia, como afirman Laserre, Tarde y Massis, sufre mengua en la
Sorbona, donde las humanidades fueron sustituidas por los torpes métodos germanos 33 .
El Debate, que cubría el evento, informó que el discurso de Álzate había provocado
"cierta inquietud entre la mayoría de los delegados"34. A propósito de una recepción a
la que habían sido invitados los delegados, reportó, a su manera, el estado de ánimo
del evento: "Algunos delegados amanecieron gritando y anunciando el advenimiento
de la revolución social35. No sobra anotar que este estado de ánimo era el reflejo del
bullir de un despertar latinoamericano, impulsado por la enorme circulación de ideas
en el ambiente universitario 36 .
770
Ibid.
77
Ibid.
:¡2
Jean J a u r é s había publicado ya su historia socialista de la Revolución Francesa y la nueva historiografía rusa de la historia moderna
contribuía a la revisión. Véase Ayala Diago, César Augusto, "La Revolución Francesa interpretada por los historiadores rusos", en
Memoria y Sociedad. No. 4, vol. 2, noviembre de 1997. pp. 111-119,
37
El Colombiano, septiembre 1° de 1928. p. 3.
71
El Debate, agosto 3 de 1928, p. 6.
-•• Ibid.. agosto 6 de 1928. p.12.
7h
Un libro interesante para percibir el momento puede ser el de Víctor Raúl Haya de la Torre. El Antiimperialismo o el Apra. Santiago
de Chile. Editorial Ercilla. 1936.
Juventud universitaria que comulga ideas integralmente derechistas y ortodoxas, espera ustedes
sabrán impedir desbordes anárquicos piensan hacer irrupción ese cuerpo por medio instrumentos
torpemente influenciados desconocimiento autoridad, destrucción orden. Si es menester
abandonar recinto señal protesta háganlo, s e g u n d a d respaldaremos sus actitudes siempre
ajústense normas agresivas de verdadero conservatismo y de invulnerables tradiciones católicas3".
En la reunión del sábado 4 de agosto, Álzate se vio obligado a pedir la palabra para
dejar una constancia en nombre de su grupo :
Vinimos al congreso con el ánimo real, en la seguridad de hallar ambiente propicio para la
emisión de todas las ideas. Pero la intransigencia que caracteriza a los colegas que forman en
las filas de la izquierda revolucionaria ha venido a traer su aporte de hostilidad. Ahincadamente
solicitamos que se opongan los razonamientos a nuestras doctrinas, y a los esdrújulos de la
agresividad, que t r a t a n de amenguar las ejecutorias de nuestra juventud grave y erguida.
Precisa para poder hacer labor serena que la ecuanimidad sea la común consejera, porque las
juventudes que llevamos son puras, puras y tremantes como las cuerdas de un arco noble. Por
otra parte se nos debe reconocer valor civil a los que no procedemos con instinto gregario,
aunándonos con las mayorías en este recinto colmado por fanatismos inferiores. Sin embargo
es menester tener en cuenta que no nos aterran ni ponen pavor los viles conatos agresivos que
han comenzado ya a hacer explosión; llegado el caso, estamos listos a afirmar nuestra varonía.
Anunciamos igualmente que estamos resueltos a abandonar la asistencia de las sesiones si se
persiste en el afán mezquino de querer anonadar nuestras ideas con los gritos de los dementes
populacheros, y si llega ese caso provocaremos un congreso de la juventud nacionalista y
católica, pues no aceptamos la unión estudiantil sobre la base de la prescindencia de nuestro
bagaje ideológico7"'.
El Congreso fue presidido por el líder estudiantil de Cundinamarca Carlos Lleras Restrepo
quien, por supuesto, jugó un activo papel en sus deliberaciones. Junto con José Francisco
Socarras, presentó una declaración de principios inspirada en la Reforma universitaria
17
El Debate, agosto 6 de 1928, p.12.
" Ibid.. agosto 2 de 1928p. 1.
1,7
Ibid.. agosto 5 de 1928p. 1.
'" Ibid., agosto 27 de 1928p, 2,
Con las firmas de Álzate Avendaño y de Carlos Lleras Restrepo, junto a las de
estudiantes marxistas, el Congreso aprobó un acuerdo que fijaba políticas para hacer
efectiva la lucha estudiantil contra el imperialismo:
La razón por la cual aparecía Álzate suscribiendo un acuerdo como el que se cita
estribaba en que parte de su naturaleza estaba a favor de sus consideraciones sobre
el regreso al mundo clásico. Oponerse a los Estados Unidos, que a la larga era el
imperialismo del que se trataba, iba en beneficio de la defensa de su visión de la
civilización occidental.
77
Venase El Espectador, agosto 12 de 1928, p. !'• y El Tiempo, julio 23 de 1928. pp. 1 -2
777
El Tiempo, agosto 7 de 1928, p. 6.
77
Montaña Cueilar, Diego. Colombia: país formal... pp, 136-137.
Se encuentra de nuevo entre nosotros este querido amigo y apreciado colaborador, quien
representó brillantemente a la juventud universitaria de Antioquia en el Congreso estudiantil
de Ibagué y ocupó en él la vanguardia derechista que supo hacerse respetar y temer, hasta el
punto de haber obtenido que la discusión del movimiento juvenil no quedara exclusivamente
en manos de agitadores izquierdistas, sino al contrario que en ella desempeñen papel primordial
valiosas unidades del conservadurismo. En la prensa de Bogotá movilizó Álzate Avendaño
fuerte caudal de ideas, tan sugestivas algunas como la de reunir un Congreso de juventudes
hispanoamericanas en Santa Marta, con motivo del centenario de la muerte del Libertador,
iniciativa que fue objeto de comentarios entusiastas en casi todos los diarios del país. Al afianzar
el prestigio de su voluntad y su talento, nuestro querido compañero ha sentado bases definitivas
para una carrera de triunfos 44 .
El Congreso fue productivo para todas las partes. Al contrario de fracaso, la presencia
de Álzate y demás miembros de la delegación conservadora produjo efectos positivos:
los colocó como personajes dispuestos a defender sus idearios en franca lid y les
afianzó la fama de una generación contradictora de las ideas que amenazaban con
convertirse en discurso hegemónico48. Y ganó la sociedad toda, pues amplió su proceso
dialógico. Una impresión de democracia emanó del Congreso. La posterior reforma
liberal tendrá en los congresos estudiantiles de los años veinte su base doctrinaria y
programática. Fue justamente en los Congresos estudiantiles, en este en particular,
donde comenzó el diálogo entre Gilberto Álzate Avendaño y Carlos Lleras Restrepo,
que quedaría roto con la muerte del primero en 1960, según expresión del segundo
durante los funerales.
47
Véase El Nuevo Tiempo, dieierabre 29 de 1930. p. 1.
177
Además los delegados conservadores propusieron una plancha para los cargos directivos que fue tenida en cuenta como puede
apreciarse. Plancha de la minoría conservadora 7 Elíseo Arango. Marco Naranjo López, Diego Luis Córdoba, Abel Botero, Carlos
Lleras Restrepo, Gustavo Pérez, Manuel Antonio Arboleda, Suplentes 7 Rafael Bernal Jiménez, Bernardo Mejía Rivera, Mario
Aramburo. Octavio Robledo. Hernando Echeverri, Guillermo Nanetti, y Luis Alberto Bravo. Plancha aceptada, principales 7 Marco
Naranjo López, Diego Luis Córdoba. Carlos Lleras Restrepo. Manuel Antonio Arboleda. Suplentes 7 Bernardo Mejía Rivera. Octavio
Robledo, Mario Aramburo, Gustavo Pérez y Guillermo Nanetti.
7
El Colombiano, mayo 28 de 1929. p. 7.
- Aunque se trataba de una sección dentro del periódico El Colombiano, en este capítulo la citaremos en negrita, dada la importancia
que tuvo en la carrera de Álzate Avendaño.
7
Ibid., abril 15 de 1929. p, 7
1
Ibid.
7
Ibid., abril 16 de 1929, p. 3.
6
Ibid., mayo 28 de 1929. p. 3.
En la primera edición de Página, Álzate escribió u n a crítica a Los nocturnos,
libro de Alfonso María de Ávila. Prefirió la supuesta neutralidad de la crítica literaria
para que la Página fuera evaluada no sólo por su carácter ideológico'político. La
mayoría de las veces, Álzate escribía en la columna denominada "Motivos". Desde
allí respondió a la crítica y entabló severas polémicas con La Defensa, uno de los
órganos pares de El Colombiano en Medellín,
[...] radicalmente moza por su alegría y su aparente insustancialidad; por su gesto de irreverencia
y su negación que nos hace grato el calificativo de "espontáneos"; por su carencia de mesura y
de cálculo! por su desvío del justo medio de los escolásticos y su apasionada tendencia a los
extremos: por su visión integral del mundo [...] El liberalismo y el conservatismo del siglo
pasado no nos satisfacen. La imprecisión de sus fronteras doctrinarias es tal, que vemos en
ellos u n solo g r a n p a r t i d o del centro, c o n t r a p e s o n e c e s a r i o p a r a n u e s t r a s f r e n é t i c a s
exageraciones. Liberalismo y conservatismo son etiquetas sin sentido actual, supervivencia de
un pretérito perfecto 11 .
Allí se expresaban también las aspiraciones de la región, que venían siendo también
las de la nueva derecha. En su adulación regional se expresaba la naturaleza de su
concepción nacionalista'- "El espíritu nacionalista se fabrica exaltando la comarca
que es la célula del organismo colombiano, para que llegue a sumarse a corrientes de
vida ultrapersonal, más elevada e intensa. La historia del mundo nos demuestra
que dentro del regionalismo se realizaron las más afortunadas tareas humanas y la
mejor acción de solidaridad entre los hombres" 14 . Eran los ecos en Colombia de una
confrontación europea que se había iniciado allá después de 1815. La confrontación
de dos nacionalismos, el que había bebido su influencia directamente de la Revolución
Francesa y el historicismo que se construye como reacción en Alemania y que pone
el énfasis en la región, en el pasado, en la lengua y del cual el romanticismo se nutre.
Álzate y la gente que le rodea representa esta sensibilidad y a ella son fieles, por eso
su compromiso con el idioma y con la tradición.
La sociedad, aún estudiada con criterio positivista, aparece como un producto histórico de muchos
y variados factores de progreso. La raza, el medio y el momento, que escribía Hipólito Taine, nos
presentan ya un todo complejo. La raza da con frecuencia pueblos en quienes predomina la
religión, o la afición artística, o la codicia mercantil. Y al cielo luminoso de Grecia y a su posición
frente al vagar fluido de las aguas egeas se atribuye la estética y la filosofía griegas [...] Para
nosotros es evidente que todo problema económico es un problema moral [...] En nuestra patria
el problema de nuestro progreso es también ante todo un problema moral. Porque una moralidad
muy fuerte se necesita para entrar decididamente en la época de la cooperación nacional que se
impone ya a la República, como única salvaguarda de su soberanía ante la amenaza de las
naciones imperialistas" 1 " 1 .
7
Ibid.
Ibid.
1
Ibid.. junio 11 de 1929. p. 3,
Ibid.. abril 30 de 1929, p. 3.
Incluir, llevar gente a la política, en particular a los jóvenes, fue mérito de Alzate :
"Lo único que exigimos a la juventud de los claustros es que se incorpore resueltamente
en las escaramuzas actuales de la política"17, escribía en la Página Universitaria
de El Colombiano.
Álzate iba al debate político armado del discurso que compartía ya con los controvertidos
Leopardos y que socializa entre los jóvenes antioqueños. Por entonces, no serán
muchas las distancias, pero, a diferencia de aquellos, llama a toda la juventud a
vincularse con la política independientemente del Partido Conservador. La coyuntura
saturada de la actividad que venía desarrollando el Partido Socialista Revolucionario
(PSR), que había desembocado en la huelga bananera de 1928, era propicia para
enunciar los contenidos de un discurso que tenía su acento en el anticomunismo
intensamente labrado por los Leopardos: "Es preciso precavernos de funestos destinos,
las agrupaciones colectivistas conducen hoy al mundo por itinerarios trágicos. Ese
mesianismo eslavo, que significa el opaco crepúsculo de una cultura, se prolonga con
urgencias imprevistas por todos los confines, produciendo en las clases laboriosas y
humildes una fatal embriaguez de odio"18, peroraba Álzate ante los candidatos
conservadores al Concejo de Medellín. Así, adiestrándolos, les explicaba en una oratoria
elegante la trascendencia del momento mundial que se vivía. No reparaba en el
fondo de la crisis del Gobierno conservador, ni tampoco se le ocurría pensar que se
trataba de un coletazo de la gran crisis económica por la que atravesaba el mundo en
1929. El problema para él era el advenimiento de la barbarie soviética y sus
consecuencias: el fin de la tradición. Por eso llamó a cada copartidario suyo a "levantar
en cada sitio una tribuna y si fuere preciso una barricada" 19 . Hasta ahí, nada nuevo.
Su pensamiento está en estrecha correlación con el de los Leopardos.
Pertenece a la cuadrilla de los caudillos tropicales [...] Al palacio de la carrera no puede ir nadie
que esté manchado de peculado y que aparezca tildado de traición a la patria [...] Vamos a ver
si la República quiere la candidatura de Guillermo Valencia, que significa el decoro de la patria,
que es infinitamente superior a todos los problemas. Valencia es el verdadero hombre de
estado, y frente a él se levanta la figura de Vásquez Cobo, robustecida por la gula y la ignominia 27 .
Antonio José Restrepo declaró en la misma línea de Villegas: "Le tengo miedo, él
tiene dones de mando, pero en exceso. Esa es una candidatura de arrabal, de cachos
y matorrales 28 . Tales declaraciones irían en contradicción con el tratamiento que la
sensibilidad de los Leopardos le había dado al papel jugado por los caudillos en el
continente. Contradicción apenas aparente. Realmente, buscaban un caudillo, pero
que correspondiera a los tiempos que corrían. La inspiración posiblemente venía de
los teóricos militares de la Alemania pre-hitlerista, que hablaban del conductor
moderno. De ahí que en la Página Universitaria, uno de los columnistas señalaba:
"Se hace necesario el conductor pensador, La juventud es la que debe escogerlo, no
hay en Colombia un solo conductor político. [...] El jefe político de hoy se define por
lo que odia a otro copartidario suyo : se hace, pues una política a base de odio y de
desintegración intelectual" 2 ".
277
El Colombiano, abril 5 de 1929, p. 1.
27
Colombia, agosto 16 de 1929. p. 1.
28
Ibid.. agosto 20 de 1929, p. 1.
2
' El Colombiano, abril 30 de 1929. p. 3.
Entre los valores de la civilización el económico juega el papel principal. ¿No depende de la
economía todo cuando se refiere al progreso técnico aplicado a la producción industrial? ¿La
riqueza, el bienestar de los pueblos, no están condicionados por el factor económico? Sólo por la
economía es explicable nuestra época y sólo a través de ella podremos comprender las anteriores 33 .
Las dos parcialidades promovieron por igual sus dos candidaturas, legitimadas ambas
por la casi igualdad de votos conservadores en el Congreso. Un voto de más había
conseguido el nombre de Valencia: 55 contra 54. Ismael Perdomo, el siervo de Dios,
entró en crisis y escribió una amplia carta al Presidente de la República para explicarle,
paso a paso, los pormenores de su decisión e, incluso, proponerle la fórmula de una
tercería que si bien no fue aceptada por Valencia, obtuvo respuesta positiva en Vásquez.
El Gobierno, entonces, apeló a la Santa Sede, que escuchó las aclaraciones de un
peligroso triunfo liberal que afectaría los intereses de la Iglesia Católica y se enteró
de los detalles de la coyuntura colombiana. El 23 de enero de 1930, los curas de todo
el país recibieron una circular que decía:
En vista del peligro que amenaza, las instituciones cristianas que nos rigen, por división de los
que las sostienen y por el ardor extraordinario con que el liberalismo se prepara a la lucha
eleccionaria, hemos determinado tomar una resolución definitiva, para que se unan todas las
fuerzas disponibles, resolución que está de acuerdo con la carta "Generálibus" y con el Decreto
656 del Concilio Plenario de la América Latina, pues el bien de la Iglesia y la Patria están por
encima de las consideraciones personales que nos obligan a grandes sacrificios que el mundo
no comprende pero que Dios recibe y premia. En tal virtud, juzgando que actualmente es el
único medio y por t a n t o obligatorio p a r a los católicos, declaramos que debe apoyarse, la
candidatura del Dr. Guillermo Valencia y sufragar por él, prescindiendo de simpatías personales
por j u s t a s y merecidas que sean, venciendo repugnancias y olvidando agravios. Hay que
advertir, pues, a los fieles que todas las que sean sus opiniones políticas, deben dar su voto en
el sentido indicado, para oponerse al triunfo del liberalismo, el cual traerá, tarde o temprano,
las consecuencias que registra la historia del país. Léase la presente circular a los fieles. Ismael,
Arzobispo de Bogotá' 2 .
:
" Ibid.
7
Ibid.
72
Citado por Orduz, Julio César. Monseñor Ismael Perdomo.... p. 172
77
El Colombiano, octubre 25 de 1929, p. 1.
La Página abogó también por una universidad social que, sin abandonar la cultura
clásica, se convirtiera en un laboratorio permanente de ideas. Rechazó el carácter de
museo que pudiera tener la universidad colombiana: "El concepto de universidad-
museo que es el actual concepto colombiano debe ser destruido por el concepto
universidad-laboratorio" 49 . Y ponía como ejemplo los institutos de Alemania, Estados
Unidos y Argentina, que desempeñaban una labor de interrelación, de comunicación
entre la universidad y la sociedad. En su justificación de un nuevo tipo de universidad
se acudía a Gabriel de Tarde y a Durkheim.
[...] no eran otra cosa que dos tiranías rivales, la una que tiene el poder y la otra que trata de
adquirirlo, reposando ambos sobre el abuso: el primero sobre el abuso de la propiedad privada,
el segundo sobre el de la propiedad colectiva [...] Sólo el catolicismo suministra a la sociedad su
verdadera fórmula organizadora. Situado a igual distancia de ambos, el catolicismo social es el
único camino para la reforma intelectual y moral de nuestro tiempo 9 .
1
Ibid.. abnl 20 de 1929, p. 3.
Ibid., mavo 6 de 1929, p. 3,
4
Ibid.
7
Ibid.
" Ibid.
7
Ibid.
- Ibid.
" Ibid.
Los resultados de estas elecciones eran cruciales por cuanto el candidato conservador
a la Presidencia de la República sería escogido por el Congreso.
Aunque siempre he abominado de las prácticas retóricas, no puedo menos de iniciar este
discurso conforme a la distribución clásica. Apelo a un exordio cauteloso para decir cómo me
atemoriza suceder en esta tribuna a un eximio orador, de cuyos labios fluyen los conceptos,
sucesivos, como un desfile de ménades, ebrias en la rítmica plenitud de la danza.
71
Ibid.
' Ibid.. mayo 21 de 1929, p. 3.
72
Véase "Ante el peligro", editorial de La Defensa, octubre 4 de 1929, p. 3.
En una convocatoria:
Por entonces no sólo se desconocía al adversario, sino que se le podía acusar con
razón o sin ella! lo importante era darle sentido al discurso de la confrontación.
Terminaba de la siguiente manera el editorial con el que empezamos este parágrafo:
El partido conservador representa la pureza en la administración de los fondos públicos y el
partido libera! la dispersión de ellos para premiar los fraudes indelicados y escandalosos: nuestro
74
La Defensa, octubre 4 de 1929, p.l
77
Ibid. octubre 5 de 1929. p. 4.
" Ibid.
Y hubo avisos curiosos como este: "No salga al campo mañana. El trabajo en las
mesas de todos y cada uno de los conservadores, es necesario mañana!! Puede pesarle
por mucho tiempo su desidia"18. O como este otro : "Mañana o Nunca. Ocho horas de
trabajo o quien sabe cuántos años de dominación comunista!!" 19 .
Los resultados fueron interesantes por cuanto muestran que no eran infundios lo del
temor que sentía el conservatismo ante el avance del comunismo. En 47 mesas
reportadas en la edición de La Defensa del 7 de octubre, los conservadores alcanzaron
3.463 votos, seguidos de los comunistas que pusieron 2.595, mientras los liberales
apenas llegaron a 287. Lo que significa también que el discurso socialista había
seducido al electorado liberal. En las elecciones de 1925, por ejemplo, los resultados
estuvieron más a tono con la dinámica del bipartidismo: conservadores: 7.2861
liberales: 6.36721.
Pero, además de haber ganado los conservadores en Medellín, para mayor mérito de
Álzate y su gente, ganaron los valencistas. Valencia ganó también en Manizales, Santa
Marta, Cúcuta, Ibagué, Barranquilla, Tunja, Duitama, Sogamoso y en su natal Popayán.
Así las cosas, las elecciones fueron ganadas por Valencia y eso lo legitimó como candidato
del partido. Con su triunfo vendría el de Álzate también. No fueron las cosas así en
Bogotá. Allí ganaron los liberales. Impresionó de tal manera el triunfo liberal en Bogotá
y otros municipios del país que a partir de entonces el conservatismo leopardo, es decir
el reunido alrededor de El Debate, presintió que el fin de la hegemonía conservadora
estaba cerca. El conservatismo no caería por la vía de la insurrección como aparecía en
los medios conservadores y como realmente lo querían sectores del PSR en la coyuntura
de 1928, sino por la vía electoral. Había ayudado a la derrota la división conservadora
que a esta altura era irreversible. El sector de Vásquez Cobo había sido acusado de
aliarse en listas con los liberales en algunos lugares del país. Cuestión muy importante
por cuanto permitiría otra veta para la interpretación histórica. El sector valencista
que se expresaba en el espíritu leopardo no aceptaba al otro, al contrincante: pensaba y
así lo declaraba: "La República es el partido conservador en su plenitud doctrinaria"22.
En esta coyuntura de 1929 la división del conservatismo volcó sobre su propio interior
7
Ibid.. octubre 1 de 1929. p. 3,
" /bití., octubre 6 de 1929. p, 1
" ibid. p. 12.
" Ibid.. octubre 7 de 1929. p. 3
77
Información tomada de ibid,. p. 1.
" El Debate, octubre 2 de 1929. p. 3.
El final de la c a m p a ñ a presidencial.
Socialistas y liberales consideraron pertinente presentar nombres. Se lanzó primero
la candidatura de Alberto Castrillón 25 , que significaba la fuerza del movimiento
socialista en el país, y luego la del embajador liberal del gobierno conservador, Enrique
Olaya Herrera, que sacó la campaña del pantano a donde había caído por el conflicto
entre los candidatos conservadores y la Iglesia. Olaya le dio altura al debate. Obligó
a los ideólogos conservadores a replantear las cosas. Nuevos líderes del conservatismo
aparecieron con un acento menos grave que el de los Leopardos: Mariano Ospina
Pérez, joven apuesto y con el don del equilibrio, resolvió contestar al discurso elec-
toral de Olaya desde los editoriales de El Colombiano: "Nosotros queremos situarnos
en el mismo plano de serenidad en que se ha colocado el distinguido estadista de
procedencia liberal, y pretendemos hacer el análisis comparativo de su programa y
de la labor del conservatismo en el gobierno, en el parlamento y en la prensa" 26 . Y
así, punto por punto, demostraba Ospina que las propuestas de Olaya habían sido ya
realizadas por los gobiernos conservadores.
Tiénese como hecho seguro la proclamación del Dr. Enrique Olaya Herrera, noticia que ha
despertado enorme entusiasmo. Anoche dióse la noticia en todos los teatros de la ciudad, y fue
23
Ibid. octubre 17 de 1929, p. 3.
77
Ibid., octubre 7 de 1929. p. 3.
7:7
El Colombiano anunció el 30 de noviembre de 1929, en su página 8. que "el partido socialista revolucionario nombró candidato a la
presidencia de Colombia al impresor Alberto Castrillón"". Más adelante, el 7 de diciembre de 1929, en la página i. a ocho columnas
y abriendo edición, el mismo periódico registró asi la noticia7 "Fue proclamada la candidatura de Alberto Castrillón".
"• Ibid.. enero 29 de 1929. p. 3.
Sin embargo, para el esquema ideológico que se dibujaba desde la derecha juvenil de
la sensibilidad leoparda, los acontecimientos de España a finales de enero de 1930
presagiaban malos augurios: "Ayer por la mañana cayó ruidosamente la dictadura
que implantó en España Primo de Rivera", fue el titular de El Colombiano del 28
de enero.
El 9 de febrero de 1930 se realizaron las elecciones presidenciales. Cuando la
candidatura de Olaya empezaba a imponerse en los lentos escrutinios, un titular de
El Colombiano llamó la atención: "Los leopardos se levantarán como un muro
para defender la legitimidad". A renglón seguido se informaba: "El leopardo Augusto
Ramírez Moreno dice en interviú de hoy "Si el doctor Olaya Herrera triunfa los
Leopardos se levantarán como un muro para defender la legitimidad. Esa victoria
tendría como escudo la Constitución decretada para este país por los conservadores 28 .
Si bien los conservadores perdieron las elecciones, bueno es rescatar el triunfo entre
ellos del valencismo, que significaba la reafirmación de los Leopardos y de Álzate.
Elíseo Arango había acompañado al candidato por todo el país. De haber ganado
Valencia la Presidencia, este grupo hubiera dominado en el Gobierno, hubiera
significado su arribo al poder. Gracias a ellos, Valencia ganó en Antioquia y allí, en
los municipios donde triunfó Olaya, fueron la primera fuerza conservadora: Medellín,
Sonsón, Yolombó, entre otros.
Hoy hemos hecho pública una breve exposición política a los hombres jóvenes del conservatismo
que es nuestro aporte a la necesaria obra de la unión conservadora. Ratificamos nuestras
certidumbres doctrinarias y nuestra convicción de que el resultado adverso de los escrutinios
nos abrirá todos los caminos de la victoria. Esperamos trabajar con ustedes en las grandes
jornadas de la Reconquista y recibir de ustedes el ejemplo de un noble desdén por quienes a
cuatro años de crítica sapiente, de batallar sin fatiga y de gloria cierta 29 .
El telegrama fue de buen recibo y aprovechado por la redacción del periódico para
intertextuar, para agregar consignas de esperanza: "Ni desmayos, ni timideces, ni
cobardías, ni entregas a discreción. Acción incesante, férvido entusiasmo, fe en el
porvenir y confianza en el triunfo y en Dios. De este programa nada tiene que temer
el presidente electo. Su entereza y sinceridad si perduran, encontrarán en el partido
conservador el más firme sostén"30.
27
Ibid., diciembre 19 de 1929p, 1
2
" Ibid.. febrero 11 de 193(1. p. 8.
271
Ibid.. febrero 20 de 1930, p. 3.
" ¡bid.
Es decir, se debería continuar con la misma estrategia del adversario como enemigo
y a través de una nomenclatura belicista.
Reconocen los Leopardos, como venían haciéndolo desde finales de la década anterior,
la necesidad de grandes transformaciones:
El conservatismo debe ser el intendente de las clases trabajadoras. Vivimos en una época
turbada, donde un confuso anhelo de justicia despierta en las multitudes sin fortuna. Para
evitar el triunfo de ideas dudosas en su origen, abusivas en su observancia y peligrosas en su
objeto, precisa incorporar en nuestro programa las reformas económicas y sociales que escoltan
y guarnecen los derechos del trabajo contra el cesarismo de la riqueza. La plutocracia es liberal:
significa la victoria del materialismo. Sólo dentro del cauce clásico puede deslizarse sin peligro
el Arca grandiosa de la humanidad nueva 33 .
Se verá si esto se consagra; por lo pronto es buen síntoma. Sin embargo, hay cierto
humor contradictorio en cuanto a la amplia representación social que anuncian,
puesto que más adelante en el Manifiesto se vuelve a la nostalgia del campo:
La reconquista del gobierno no podremos realizarla sino movilizando a nuestro servicio las
clases campesinas, que son el fundamento del orden, el origen de toda economía y la perennidad
de las naciones. Es innegable que los Estados, y señaladamente los que, como el nuestro,
participan de un fértil y extendido territorio, de copiosas selvas inéditas, deben mirar la
agricultura como el soporte del poder nacional. Necesitamos arraigar al campesino, substraerlo
a las ciudades indiferentes, vincularlo de nuevo a la tierra de sus padres. Toda economía, toda
cultura, es siempre agrícola: crece sobre su territorio materno y afirma una vez más los
invisibles lazos espirituales que unen al hombre sobre el suelo3'1.
Son los ecos de Barres, que siguen acompañando a los Leopardos, los que se expresan.
Y no es que no tengan razón. Con justicia reclaman por una moralidad que se
pierde en la medida que los pueblos descuidan el campo a favor de la urbanización.
Es el planteamiento que correspondería a una política de gobierno ante la inminencia
de la conversión de un país en urbano. En cambio, para los obreros y para las
pequeñas economías de las ciudades no hay una palabra en el Manifiesto. Evocan
71
Villegas, Silvio. No hay enemigos a la derecha.... p. 235.
72
ibid, pp. 238-239
" Ibid.. p. 236.
71
Ibid.. p. 237.
[...] es la parálisis de la acción, el cansancio de las ideas. La patria no puede construirse sino
sobre aquellas doctrinas a nombre de las cuales se puede morir. Si los partidos en el poder
necesitan estilos de conciliación y tolerancia, los de la oposición reclaman ánimo más intrépido
y voluntad más valiente. No es el tiempo de las transacciones que debilitan, sino la época de las
afirmaciones fecundas 37 .
El grecolatinismo.
La principal crítica a esta generación de jóvenes conservadores se ha hecho desde la
curiosa categoría del grecolatinismo caldense, donde supuestamente caben todos,
incluso algunos de sus contemporáneos liberales como Bernardo Arias Trujillo. El
término ha servido para alabar a sus supuestos integrantes o para denostar de ellos.
Fue puesto por el poeta Rafael Maya, dicen unos; otros que Germán Arciniegas. Alos
greco-latinos les alcanzó la vida para autointerpretarse desde esa categoría, que en
el fondo les enorgullecía. Álzate y Fernando Londoño, entre otros, escribieron al
respecto. El tema ha dado incluso para echar sobre ellos las culpas de los desaciertos
en el desarrollo urbanístico de Manizales y en el de todas sus miserias 40 . Más allá de
las condiciones históricas que han debido acompañar su surgimiento y desarrollo,
aquí valoramos su presencia en la circulación de las ideas de entonces, porque
•<: I b i d .
7,7
Ibid.
•: Ibid.
7H
Alvarez Restrepo, Antonio. Testimonio de un hijo del siglo. Bogotá, Ediciones Fondo Cultural Cafetero, 1992, p, 108.
" Ibid.
'" Véase Jaramillo Echeverri, Octavio. ¿Qué es el grecolatinismo? Manizales. Biblioteca de Escritores caldenses, 1988.
7
Moriega, Carlos Augusto. Mis antimemorias. n/d. 2004, p. 79,
El perfil de u n a época.
El comienzo de la década de los años treinta estuvo cruzado por cambios estructurales
en la mayoría de los países latinoamericanos. Las transformaciones en esos diez
años fueron lideradas por movimientos de naturaleza populista, que irrumpieron en
el poder en un proceso de derrumbe de viejas hegemonías conservadoras. Un
jalonamiento a la construcción del Estado-nación en las condiciones del siglo XX se
llevó a cabo en el continente.
1
Hobsbawm, Ene. Historia del siglo XX: 1914-1991. Barcelona. Editorial Critica, 1996. p. 111.
No son distintas las cosas en el mundo entero. La ideología del movimiento de
liberación de entreguerras en Asia estuvo inspirada en los postulados del populismo
ruso. Sun Yat Sen, Sukarno o Gandhi son expresión tambiénde cambios estructurales
a los que aspiraban sus sociedades. Lo mismo ocurría en África. Pero mientras los
pueblos del tercer mundo se debatían en la conquista de sus democracias, se
desbocaron hacia modelos autoritarios los países de Europa oriental, como Polonia,
Hungría, Rumania, Yugoslavia, Grecia y Turquía. Se salvaba de esta lista
Checoslovaquia. Del contagio autoritario no escapa Europa occidental. La Marcha
sobre Roma y el establecimiento del fascismo en Italia en octubre de 1922 produjo un
modelo político que tendrá en todo el mundo aspirantes a reproducirlo a imagen y
semejanza. En España, desde cuando en 1923 accedió al Ministerio de Gobierno el
mariscal Miguel Primo de Rivera, se desencadenó una dictadura militar que se
prolongó hasta abril de 1931 cuando los candidatos republicanos conquistaron la
mayoría en las elecciones municipales, y consiguieron con esto la abdicación del Rey
y el advenimiento de la República. Fue en extremo dramática y accidentada la
estabilidad de la Nación española entre 1931 y 1936. Tanto este proceso como el de la
guerra civil que sobrevino después (1936-1939) influyeron en Colombia como si se
tratase de una prolongación de sentimientos históricos e ideológicos. Por ejemplo, en
un debate de 1935, un parlamentario socialista colombiano sostenía que : "la República
liberal debe seguir el ejemplo marcado por los revolucionarios de España cuando
derrumbaron en gesto colérico la monarquía y la Iglesia de la península, única manera
de realizar la revolución liberal que tanto desea el pueblo colombiano"2.
Podemos pregonar a todos los vientos, que el gobierno actual no es, no puede ser, un gobierno
de partido y esto que estamos llamando la Concentración tiene mucha semejanza con el
movimiento de acción republicana de 1910: hoy como entonces, no estamos viendo marchar la
acción ejecutiva del gobierno paralela a la de los comités políticos, pero dentro de los lineamientos
del programa presidencial, está la idea liberal palpitante, el mismo concepto de patria de
Murillo Toro, de Uribe y de Herrera, la concepción de la verdadera república que tuvieron los
grandes conductores del liberalismo, ahí está en ese hermoso programa la expresión genuina
de la nacionalidad dentro de los más legítimos sentimientos de igualdad, libertad y fraternidad 4 .
Sabía que el Congreso todavía no era el que necesitaba el nuevo liberalismo pero esperaba
que en las elecciones de 1931 lo fuera.
Nuestros tratadistas al sentir el tintineo de los dineros provenientes de los empréstitos se lanzaron
valerosamente por el lado de las mejoras materiales, pero lo hicieron con tan mala suerte que el
país se halla incomunicado y siguiendo esclavo de sus ríos, de sus montañas, de todos los obstáculos
naturales. No hay vía que conduzca a ninguna parte, sino trozos de ferrocarril y carretera,
anémicos y embotellados. La república es un conglomerado de voluntades, temperamentos y
aspiraciones que no se conocen, de riquezas que no se cambian, de posibilidades que no se
realizan [...] Ya se vio que las dificultades económicas y fiscales afectaron hondamente el ramo de
las obras públicas, haciendo que la administración pasada llegara a su ocaso sin haber hecho nada
por cumplir el programa de la vialidad que inició, a no ser el de gastar los ingentes recursos de que
dispuso, sin provecho alguno para el contribuyente. Muchos llegaron a pensar que los dineros
obtenidos por los empréstitos se emplearían en estrechar los lazos que unen a las secciones, pero
las tristes emulaciones que se despertaron y las injusticias que se cometieron en el reparto ya se
vio a qué extremos nos llevó. Hoy no tenemos apoyo a la agricultura, vías de comunicación, ni
educación nacional que nos oriente con firmeza hacia los ideales colectivos6.
Dispone el referido proyecto que los municipios destinen un porcentaje de sus rentas por
concepto de licores hacia las compras de tierras de labor a fin de repartirlas entre los pequeños
c u l t i v a d o r e s m e d i a n t e la r e t r i b u c i ó n de un exiguo i n t e r é s [...] la v e r d a d e r a c a m p a ñ a
nacionalista radica en fomentar el desarrollo constante de la riqueza y de la a d e c u a d a
explotación que de ella se haga 7 .
El liberalismo a diferencia del conservatismo, debe conservar un contacto directo con las masas,
para que de este modo sepa el pueblo cuáles son los jefes que más fielmente interpretan sus
aspiraciones y cuáles los que tienen de la realidad económica nacional una concepción anticuada
y conservadora. La campaña electoral de febrero debe hacerse buscando la adhesión de las
masas y no la amistad de los políticos influyentes. El candidato debe ser hombre activo, emprendedor
y enérgico que pueda ir por las ciudades y aldeas enseñando a los miembros de la familia liberal
cuál es el espíritu que hoy anima al partido y cuáles las ideas que hoy preocupan a sus hombres 8 .
Pero la Manizales de comienzos de los años treinta no era patrimonio de los conservadores.
Esa es una impresión falsa. Ni siquiera el nacionalismo como categoría referencial le
pertenecía en exclusivo a esa colectividad. Un semanario liberal, con el sugestivo nombre
de Nacionalismo, circulaba por sus calles en el cabalístico año de 193010. Como los
conservadores, difundía el pensamiento de Bolívar. El periódico saludaba la presencia
de los Leopardos en gira por Caldas en enero de 1931, pero llamaba a la militancia
liberal a no asistir a sus concentraciones para evitar los insultos y las refriegas11. Su
7
Ibid., septiembre 28 de 1930. p. 1.
- Ibid.. octubre 19 de 1930, p. 1.
77
Esto periódico fue fundado on 1912 por Francisco de Paula Pérez, un año después de haber salido a la luz los órganos liberales El Tiempo
y El Liberal, el primero en relación estrechísima con el republicanismo y el segundo de ideario abiertamente liberal.
777
Nacionalismo. Política, intereses generales, buen y mal humor. 1930, año 1.
1
Ibid.. enero 3 de 1931, p. 1.
[...] nuestro partido es el único que en Colombia tiene el derecho para dirigir sus destinos y pol-
lo mismo a él debe apoyarse y sostenerse, si queremos tener patria grande y dignificada, como la
soñaron los fundadores de la República [...] Estamos asistiendo a la hora de la resurrección de la
República: la hora más significativa y de más alta trascendencia que hayamos contemplado y
debemos arrodillarnos, como buenos patriotas y tender los mantos a la vera del camino, para que
por ellos pase triunfalmente el salvador de la Patria. Hoy es día de gaudeamos 1 -,
Y fue precisamente este periódico el que tuvo a bien denunciar el uso y abuso del
lenguaje utilizado por los Leopardos en sus giras por Boyacá durante la brega política
inmediatamente después de la derrota de 1930. Abuso que según el periódico desencadenó
la ola de violencia que se vivió después de la mencionada fecha. Así, La Patria y los
Leopardos tuvieron en El Nacionalismo uno de sus principales contradictores. Se
sumaría a este coro La Voz de Caldas.
De este modo, la Manizales que dejó Álzate no era tan pacata como podría pensarse.
Pero Medellín, ciertamente, era más viva, al fin y al cabo era ya la segunda ciudad del
país y en cuestión de ideas nada tenía que envidiarle a la capital. En Manizales, por
ejemplo, si bien la protesta estudiantil era frecuente en tiempos de la secundaria de
Álzate, continuó siéndolo después de su partida, pero el movimiento estudiantil no tenía
el grado de organización que había alcanzado en la capital paisa. Apenas hacia 1930 se
comenzó a crear en esta ciudad el capítulo de la Confederación Nacional de Estudiantes.
Á l z a t e e n el I V C o n g r e s o E s t u d i a n t i l e n S a n t a M a r t a .
El año treinta fue, entonces, dramático para los conservadores. Nada más ni nada
menos : habían perdido el poder. Pero los tonos del nuevo gobierno que se instaló
auspiciaban tranquilidad. La promesa de una administración nacional expresada
en los nombres del nuevo gabinete calmó tensiones: "El partido conservador con
decoro romano, digno de las mejores épocas del imperio, entregó el poder al doctor
Olaya, en gesto de grandeza mezclada de dolor de inmortalidad, que le dan el perfil
de los acontecimientos" 13 , editorializó después del 7 de agosto de 1930 el diario
nariñense El Derecho.
No alcanzaron a conmemorar desde el gobierno el primer centenario de la muerte de
quien consideraban su principal símbolo: Simón Bolívar. Pero, de todos modos, pensar
a El Libertador (así se escribía y así se escribe todavía) en estas condiciones cubrió la
conmemoración del sabor fecundo de la derrota. Aunque hay que aclarar que Bolívar no
estaba sólo en el ideario de los jóvenes conservadores. En la misma Manizales,
Nacionalismo, periódico liberal al que nos hemos referido atrás, conmemoró el
centenario de su muerte con devoción, y quien presidía los actos de rememoración era
un presidente liberal, que coincidía con los estudiantes en la misma ciudad. Como
Bolívar era ya muy popular, los ferrocarriles nacionales suspendieron labores a la una
de la tarde y guardaron no uno sino dos minutos de silencio. Por doquier se colocaron
bustos, algunos traídos del exterior y erigieron monumentos".
72
Ibid.. agosto 7 de 1930, p. 1
7
Citado en El Tiempo, agosto 10 de 1930. p. 6
1
Kn Armenia la Sociedad de Mejoras Públicas acordó nombrar una junta para que recibiera al escultor Roberto Henao "quien viene de
París trayendo una estatua del Libertador que será colocada con motivo del centenario"", Ibid.. agosto 30 de 1931), p, ti
El evento de los estudiantes fue cubierto en primera página por los diarios locales. En
esta ocasión, Álzate hizo gala de su temprano aprendizaje en la política: en una hábil
maniobra consiguió aliarse electoralmente a los socialistas en desmedro de los liberales
para acceder a la primera vicepresidencia del certamen. Así, el evento fue presidido por
José Francisco Socarras, un radical de izquierda, y por Álzate Avendaño, un conservador
ya fundamentalista.
En esta época, también era corriente la participación activa de la reina de los estudiantes
en eventos de naturaleza académico-política como los congresos estudiantiles. Para
esta ocasión, doña Ana Sáenz -"doña" se le decía a la reina de los estudiantes-, preparó
unas palabras alusivas. En realidad, ella fue quien instaló el evento. Llamó a los
congresistas a ocuparse de la suerte de la mujer en los destinos nacionales y clamó por
la educación universitaria para las mujeres16. Habló a favor de la Cruz Roja de la
Juventud, una organización de caridad que asistía a los estudiantes en momentos
difíciles. Para la reorganización de la Casa del Estudiante, la reina les propuso que
pensaran en una cooperativa de consumo de artículos de primera necesidad para la
juventud universitaria. Finalmente, la soberana abogó por la fundación de la ciudad
universitaria. La reina hablaba cual si fuera toda una dama de Estado: "Quiero
expresaros para terminar, que solamente os deseo que la sabiduría y el amor patrio que
informaron la vida sin mancha del Libertador de cinco naciones, os asistan en vuestras
benéficas labores; que el espíritu del gran Bolívar flote sobre esta asamblea, de la cual
no falten nunca la abnegación y la concordia, señales distintivas de un gremio cuya
cultura debe ser proverbial"17.
También contaban esos jóvenes con Claridad, dirigida en Popayán por el joven
Guillermo León Valencia, hijo del poeta Guillermo Valencia, carísimo en los afectos
de la derecha colombiana. El primero de abril de 1933 salió Revista Colombiana,
dirigida por Laureano Gómez y José de la Vega. Era un órgano quincenal y expresaba
la voz de la sensibilidad conservadora de estirpe laureanista. El curioso nombre lo
justificaban sus editores en "nuestro fervor nacionalista"19. Entendían por ello cultivar
la tradición en lo que tiene de vivificante y fecunda. Sus editores consideraron
oportuno poner de presente lo siguiente:
La p r i m e r a p u e s t a en escena de un pensamiento
alternativo de resistencia o los brotes
de una anarquía conservadora.
Yo trato de explicar ¡a historia colombiana
como una porfía entre ¡a inteügencia y e¡ héroe.
Es la pálida logia, que se rodea en sus lujos
dialécticos, frente al agnánimo tipo humano
que oscuramente se sabe depositario de un
destino y lo cumple. El artificio de los sistemas
o el ímpetu orgánico, una lógica en vocablos o
la feraz evidencia del corazón 21.
4
Véase Revista Colombiana, abril T'de 1933. p. 1.
'" Ibid.. p. 2.
21
La Crónica Literaria, mayo 12 de 1934. p. 1-2.
Álzate había convertido su texto oral en escrito. Aunque lo que tenemos a mano es el
escrito, nos imaginamos la intervención oral tan llena del colorido de las figuras
literarias como el texto preparado para ser publicado.
Se excusaba Álzate, pues consideraba que los apuntes habían sido tenidos en cuenta
como guía para la exposición, pero justificaba rápidamente su audacia:
Valen por su tema, tal vez por la vehemencia que he puesto en ellos. Eso sí, yo estoy allí
plenamente. Esas ideas no se me han ocurrido al voltear la esquina, sino que han vivido
larvadas en mi intimidad, expresándose más en actos que en palabras. Pueden estar confusas
en su exposición, pero mi vida, particularmente mi conducta política aclara el texto. Creo que
esas conferencias representan una tentativa de definición para mi grupo, son casi un manifiesto
de espíritu y de voluntad política. No me siento solitario en estas palabras. La nueva generación
conservadora para salvarse de su caos interior tiende al fascismo, que entre nosotros se llama
cesarismo democrático. He dicho mi verdad. Con coraje y con justicia. No sé hasta dónde haya
atisbos lúcidos en mi análisis de las generaciones precedentes. No me importa su agudeza, sino
la veracidad del aserto 23 .
Era cierta la advertencia. A sus veinticuatro años, Álzate usaba su memoria como si
hubiera vivido un siglo. Declarando haber renunciado a las pedanterías de su primera
juventud, por las cuales había sido expulsado del plantel donde hablaba, proyectaba,
en su escrito, la imagen de un hombre maduro y serio: "Vuelvo al Instituto
Universitario distinto por dentro y por fuera, porque varios años han dejado su signo
en el cuerpo y en el espíritu" 21 .
Prometía decir su verdad, darle trascendencia, y por ello quería borrar la fama de
pendenciero para cubrir de solemnidad sus afirmaciones. Álzate quiso aprovechar su
regreso al Instituto Universitario para exponer ante los estudiantes lo que constituía
su pensamiento, identificado con el de los jóvenes conservadores de su edad, que
venían expresando sus idearios en la Crónica Literaria. Por eso abordó el tema
del que todos sus contemporáneos hablaban y escribían en ese momento histórico: el
de las generaciones. Se lanzó a la exposición de lo que había avanzado en una
interpretación de la historia colombiana apelando, entre otros, a la sugestiva
teorización del infinitamente emulado José Ortega y Gasset. Era, además, la primera
' Ibid. . p. 1,
77
ibid.
" Ibid.
Para Carlyle, la sociedad estaba fundada en el culto al héroe, y la historia del mundo
era obra de los grandes hombres; pero lo más importante consistía en que éstos, en
el enfoque de Carlyle, eran vistos como seres sociales y, ante todo, históricos. Es
decir, el culto a los héroes no es analizado como etapas graduales en la evolución
civilizatoria de la humanidad:
Álzate no ignora que entre nosotros el grupo generacional estaba atravesado por la
cultura política férreamente bipartidista de los colombianos. Por eso habla de dos
hemisferios de una misma generación: los Nuevos y los Leopardos. A los primeros los
tilda de fauna equívoca y les adjudica el haber introducido el marxismo a Colombia,
pero no los considera consecuentes con su prédica: "Ninguna literatura de clase
771
En esa gama de autores que desfilan por el texto estaban 7 Lenin, Lunacharsky. Kierkegaard, Bolívar, Waido Frank, Carlyle. Cecil
Jane, Víctor Hugo, Chateaubriand, Proust, Plejánov, Henry Beraud. .lean Richard Bloch. Théophite Gautier, Gerardo Diego,
Saint-Pol-Roux, Paul Valéry, Pablo Luis Lansberg y Ortega y Gasset.
7777
J. Parran y Mayoral, "Introducción", en Carlyle, Thomas. Los héroes. Barcelona, Ediciones Orbis. 1985 [l8411,
777
Thomas Carlyle había muerto el 5 de febrero de 1881.
-* Carlyle, Thomas, Los héroes.... p. 42.
•• Ibid.. p, 36
711
La Crónica Literaria, mayo 12 de 1934. p. 3.
El héroe que estaba buscando Álzate en 1934 no estaba vivo. Ni siquiera él daba
indicios de estarse autofabricando en el sentido del hombre necesario, del hombre
síntesis. No miraba en derredor: ni conservador ni liberal le servían. Más bien, la
parte conservadora correspondiente a su generación sería "el grupo transitivo" que
afectaría el destino de Colombia. "Yo trato de explicar la historia colombiana como
•: i b i d .
= ibid. p, i.
7
Ibid.
77
Véanse, entre otras, las ediciones de La Patria y El Colombiano de 1921 y 1922.
Toda esta argumentación la traía a cuento Álzate para apuntalar a su héroe princi-
pal poseído de originalidad. Los documentos célebres de El Libertador le servían de
comprobación, de cantera mágica donde reposaban sin alteración todas las soluciones
a los problemas de Colombia. En esto, curiosamente, tampoco Álzate era original.
Simplemente, compartía la relectura que de la vida y de la obra de Bolívar se estaba
haciendo en Venezuela y Ecuador para no citar más allá de Vallenilla Lanz o Velasco
35
La Crónica Literaria, mayo 12 de 1934, p. 3
7,7
ibid.
" Ibid.
7
" Ibid.
'" Ibid.
10
Ibid.
No somos europeos, no somos indios, sino u n a especie media e n t r e los aborígenes y los
españoles. Nuestro pueblo más que una emanación de Europa, es un compuesto de África y
América, pues hasta que la España misma deja de ser europea por su sangre morisca, por sus
instituciones, por su carácter. Nosotros constituimos un pequeño género humano, un mundo
a p a r t e cercado por dilatados mares, nuevo en casi todas las artes y la ciencia, aunque en
cierto modo viejo en los usos de la sociedad civil41.
[Bolívar] propone formas políticas nuevas, adecuadas a un continente original por su territorio,
su raza y su historia. Defiende los gobiernos paternales y fuertes sobrepuestos a la gazapera
parlamentaria, aptos para darse una ruta y proseguirla sin respiro. Una monarquía sin corona,
una presidencia discrecional y vitalicia, era lo que convenía para enderezar la turbulenta
mocedad de estos pueblos. La historia se ha puesto de su lado, los acontecimientos de un siglo
corroboran cuanto dijo42.
Ahí estaba el modelo. Hacia 1934 Álzate, en medio de la confusión, tenía cosas claras.
No le llamaba la atención establecer una polémica entre liberales y conservadores
sino entre juventudes de derecha y de izquierda, las dos expresiones del caos en ese
momento. Estaba seguro de que las primeras iban hacia el fascismo y las segundas
hacia el comunismo, que ambas estaban en contra del parlamento y de todos los
contenidos de la democracia occidental: "Las juventudes estragadas de la política
pequeñoburguesa, van hacia esos partidos extremos, donde encuentran no un museo
de dogmas sino una mística del poder, símbolos y mitos, la afirmación creadora
contra la duda metódica de los parlamentos" 43 .
Álzate se creía original. No lo era tanto, era casi imposible serlo. Simplemente,
estaba pensando, hablando, escribiendo y autocriticándose, al tiempo que utilizaba
ecos y voces de otros textos y discursos, esa vez muy de moda. En el fondo se trataba
de una autocrítica: "el caos viene de afuera", decía él mismo, y profundizaba:
En nuestros pueblos gaseiformes que continúan siendo una colonia o sucursal del alma europea,
había de repercutir inmediatamente este derrumbamiento anárquico, ese ir a tientas. Ya os
dije cómo América importa modas en el v e s t u a r i o y hábitos m e n t a l e s , m a n u f a c t u r a s y
pensamientos, maquinarias y esquemas teóricos [...] Ese desembarco sistemático de ideas o
larvas de ideas que vienen a aclimatarse y crecer entre nosotros con insólito brío, no nos
permitía permanecer inmunes al malestar europeo 44 .
Es cuando surge el nuevo intelectual, el de acción: "Tal fue el caso de Rusia cuando
Vladimir Ilich obligó a este clan irresponsable no a pensar sino a actuar la revolución.
Lunacharsky nos cuenta su cobardía y sus escrúpulos. En Italia, según Curzio
Malaparte, hubo algo semejante cuando el movimiento fascista. Los intelectuales
empalidecieron ante los apremios del acto"48. Álzate creía estar haciéndole una crítica
a toda la intelectualidad, cuando en realidad se refería al intelectual contemplativo y
saludaba el supuesto advenimiento del intelectual de acción, como si no hubiese
existido desde siempre, incluso en la historia misma de la Santa Madre Iglesia.
Álzate se creía viviendo en una época de anarquía y caos saludables para construir
su propio camino, el de los conservadores y el de Colombia toda: "Somos la anarquía,
salimos de la costumbre estadista y vamos hacia un orden nuevo, que vendrá en una
hora demasiado tardía para nosotros. Nuestra obra está en aceptar heroicamente
ese destino" 49 , termina así este primer ensayo de Álzate.
"' Justamente, desde el primer número, en marzo de 1932, La Crónica Literaria abrió edición con enorme titular: "La hora intelectual".
'• La Crónica Literaria, mayo 1 2 de 1934, p. 4.
'* Ibid.
19
Ibid.
'"• Villegas. Aquilino. Por qué soy conservador.... p. 20.
7
Ibid.. p. 80.
'•' Ibid.. pp. 33-34.
Las generaciones de Silvio Villegas y de Álzate, que eran también las del primer
centenario de la muerte de Simón Bolívar, terminaron por sustraerse de la influencia
del sector conservador de la generación del centenario, a la que pertenecía en toda su
expresión Aquilino Villegas. Los bolivarianos, como se autodenominaron Álzate y
Silvio, no podían coincidir ya con aquel cuando afirmaba:
[...] el liberalismo ha prosperado con mayor vigor entre el obrero y el artesano de las ciudades
grandes, en donde el orador demagógico ha desquiciado sus malas pasiones, para poder contar
con su voto el día de las elecciones o con su sangre el día de la guerra civil; y en cambio, el
conservatismo ancla sus raíces instintivamente entre el campesino, peón manual, labrador, y
pequeño propietario, hijo y amo de la tierra nutricia que sólo sufrimientos ha ganado en la
agitación revolucionaria y que siempre prosperó a la sombra de la mesura y de la tranquilidad. 713
[...] el partido liberal nuestro, necesita para vivir y prosperar, el fanatismo de sus multitudes
por un hombre, por un ídolo, por un tótem [...] El liberalismo no perdura sino a la temperatura
del frenesí [...] El general Herrera ha dejado de ser un jefe, un prestigioso jefe conductor de su
partido para convertirse en un ídolo intocable, en un ser sobrehumano, un bello y robusto y
majestuoso tótem que se pasea ante las absortas multitudes de nuestros conciudadanos liberales.
No se opina con él, se cree en Él; no es una opinión política la que anima a sus adeptos, es un
verdadero culto; no es entusiasmo, es fervor lo que los guía; no es un candidato político, es un
77
Ibid.. pp. 80-81.
7,7
Molina. Gerardo. Las ideas liberales en Colombia. 19151934. T. II. Bogotá, Tercer mundo. 1979, p. 79,
s77
Véase Villegas, Silvio. No hay enemigos a la derecha.... p. 196.
'' Villegas. Aquilino. Por qué soy conservador.... p. 239.
No obstante esta lectura del adversario histórico que hacía don Aquilino, en su propio
suelo, cabe recordar que en 1921, mientras él trabajaba y escribía, surgía un periódico:
La Patria, que construirá a la manera del odiado tótem de Villegas la figura de
Pedro Nel Ospina, de la misma forma como el liberal fabricaba la de su general
Benjamín Herrera: "El general Ospina puede decirse que representa en su estructura
intelectual los anhelos de la nación: su talento preclaro, su voluntad indomable cuando
se dirige al bien de la colectividad, sus condiciones ejemplares de trabajador, de
patriota, de hombre de Estado, capacitan a este varón egregio para ceñir a su pecho
la banda de primer mandatario de la República" 58 .
Álzate daba continuación a esa búsqueda de héroes que habían emprendido los
Leopardos. Preocupación, además, en un país que uno y otros emulaban: Alemania.
Aquí, Cari Schmitt, formulando un nuevo concepto de lo político aplicado a la crisis
que vivía ese país desde los tiempos de la República de Weimar, proponía la decisión
de una voluntad que se manifestara en un estado de excepción. Llamaba a la voluntad
como la última instancia del Estado. Exhortó a un poder fuerte, unificador, decidido,
según la antigua tradición 59 . Junto a esto se habló y se fundamentó la necesidad de
un conductor de masas de nuevo tipo.
Kl Directorio Departamental Conservador de Antioquia lo conformaban 7 Gonzalo Restrepo Jaramillo, Román Gómez. Manuel M. Toro,
Antonio Mauro Giraldo. Fernando Gómez Martínez 7 el secretario genera! era -José M. Bravo Márquez,
los obreros, a elevar su nivel económico, sin perjudicar nunca el derecho de propiedad, que
moralmente interpretado es una de las columnas de toda sociedad organizada. El proteccionismo
económico, la tutela de obreros, industriales y agricultores, por parte de los poderes públicos,
constituye un canon tradicional de nuestro partido, animado siempre por un vigoroso impulso
nacionalista. El conservatismo es una mayoría incuestionable en el Departamento y sólo la
indisciplina podría arrebatarnos una victoria que ya tenemos conquistada. Sucesos recientes
nos están demostrando que el liberalismo, a pesar de la ponderación y el equilibrio de algunos
de sus dirigentes, es anárquico y antisocial en sus programas y revolucionario en sus métodos.
Sólo u n triunfo indiscutible de nuestra colectividad podrá salvar a la República de sus dificultades
económicas, y de la amenaza cierta de la demagogia y de la anarquía 2 .
El 10 de mayo de 1933, los liberales Jorge E. Gaitán y Carlos Arango Vélez publicaron
un Manifiesto izquierdista, que podría parecer extraño por su contenido, pero
que era revelador del nivel de la lucha política en el interior del Partido Liberal:
[...] es el nuevo ídolo que no puede faltar a un partido en donde los personalismos tienen más
arraigo que la doctrina. Sigue siendo el sectario, el intransigente y el peligroso. Sigue siendo el
demagogo. Pero ya no es el hombre temible para el liberalismo, puesto que es el jefe, el nuevo
indiscutible, el ídolo de fin y de comienzos del año. Lo que pasa es que el partido liberal se ha
trasformado en un año tal como lo habíamos temido. Ya no predomina allí el elemento civil.
- El Colombiano, enero 1 / de 1931, p. 3. El Directorio Conservador de Caldas estaba conformado por7 Aquilino Villegas, Valerio A. Hoyos,
Pomponio Gutiérrez. Silvio Villegas, Julio Zuloaga. Eleuterio Serna, Bernardo Ramírez y Carlos Jaramillo Isaza.
'Ibid.. mayo 6 de 1933. p. 7.
7
Ibid.. mayo I 0 d e l 9 3 3 . p . 1.
De ahí que este medio anotara en otro de sus editoriales de final de campaña que
había que vencer a los liberales por cuanto quienes dirigían ese partido no tenían un
espíritu reposado como el de Miguel Samper y el de Nicolás Esguerra, sino que
estaban "poseídos de la furia sectaria que regía la palabra y la pluma dilacerantes de
Rojas Garrido y de Juan de Dios Uribe"6. Una postura en sentido contrario tendrá de
los conservadores el liberalismo más adelante.
En las conferencias del circo España se proclamó la enseñanza obligatoria, gratuita y laica. Y
el orador que eso dijo fue sacado en hombros. Tal el sentido de la lucha. Estamos avocados a la
defensa de la república cristiana. Todos los sabios postulados conservadores, los que le
imprimieron a la nación su fisonomía católica y conservadora; los que cimentaron la paz, la
libertad y el derecho; los que trajeron la tranquilidad de las conciencias y abrieron paso al
reconocimiento público de la soberanía social de Jesucristo, todos esos postulados hechos ya
sangre de la carne de los colombianos, son los que ahora se quiere echar a tierra. Está brillando
el sol de una victoria definitiva o de una definitiva derrota. La República de Colombia, dijo el
ilustre Suárez, tiene que ser conservadora, o dejará de ser10,
Curiosamente, el libro que recoge los resultados electorales en el que nos basamos
establece que "no fue posible hallar el dato correspondiente a los Departamentos que
no se incluyen", esto es, de Antioquia, Atlántico y Bolívar. Sin estos datos, el libro da
por r e s u l t a d o s g e n e r a l e s : 401.555 p a r a los l i b e r a l e s y 343.394 p a r a los
conservadores 15 . La realidad está acorde con la designación de los senadores
correspondientes a los resultados electorales que hicieron las Asambleas. Es decir,
las elecciones las ganaron los conservadores.
7
La carta estaba firmada por Gonzalo Restrepo Jaramillo, presidente del Directorio Conservador de Antioquia. Ibid., febrero 12 de 1931,
p. 1.
7
Ibid., febrero 20 de 1931. p. 3. El Directorio de Caldas estaba integrado por Daniel Gutiérrez y Arango, Gerardo Arias Mejía. Antonio
Alvarez Restrepo ejercía como secretario.
7
Seis reformas estructurales al régimen político. Resultados electorales de 1930 a 1982. Bogotá, Ministerio de Gobierno, 1982, p, 615.
Y para la victoria se prepararon los conservadores con el fin de afrontar las elecciones
a la Cámara del 10 de mayo. Era la época de los años treinta en que la gente estaba
en la calle o presta para salir a ella: sitio dinámico, divertido y casi el único de
esparcimiento. Era allí donde todo podía ocurrir: e l desahogo espontáneo o programado.
La política era el espectáculo. Las tardes transcurrían entretenidas: después de ias
cinco se programaban conferencias en plazoletas o se celebraban aniversarios y
homenajes, como ocurrió el 13 de febrero, cuando los liberales sabotearon una
manifestación conservadora en Bogotá en honor al general Luis Suárez Castillo después
de una exitosa correría electoral suya por el oriente del país. Mientras desde los
balcones del Hotel Europa Suárez Castillo y el leopardo Elíseo Arango hablaban a los
congregados, se desarrollaron choques que produjeron algunos contusos.
77
El Colombiano, abril 20 de 1931, p. 1.
7
Ibid.. marzo 16 de 1931, p. 1.
s
Ibid. marzo 24 de 1931. p, 1. El documento estaba firmado, entre otros, por Jesús Naranjo Villegas. Rafael Narajo Villegas y Abel
Naranjo Villegas,
1. La obligación de dar voto a una república como la nuestra, urge con justicia legal a todos los
que tienen el derecho de votar y obliga bajo pecado mortal a todos aquellos por cuya abstención
se teme prudentemente que se elija un número insuficiente de buenos católicos para trabajar
por la fe y por la patria: 2. Pecan no solo contra los hombres sino contra Dios, aquellos que
venden su voto o por cualquier causa lo dan a un ciudadano que es reputado como indigno, o
inducen a otros a sufragar por él; 4. Peca gravemente quien vota por un candidato cuyas ideas
religiosas son conocidamente malas; 5. Peca gravemente quien da su voto por un candidato
que le sea desconocido, sospechando que pueda ser adverso a la causa de la religión' 9 .
Los liberales, para paliar la avalancha de la Iglesia sobre ellos, sacaron a relucir una
carta que el Papa había enviado al Presidente saludando su advenimiento al poder.
El clero creyó conveniente aclarar a su manera las cosas :
Alerta Católicos: Habiendo los jefes liberales convertido esta bendición en arma poderosa para
incautar prosélitos para las elecciones de mayo, haciendo creer al pueblo que ya el liberalismo
no es pecado, conviene estudiar someramente las causas que movieron al Romano Pontífice a
bendecir al doctor Olaya Herrera al iniciar sus trabajos como presidente de Colombia, no ha
sido dada por el hecho de que fuera liberal. Ha sido dada a todo el pueblo, a la nación entera por
su promesa de que su gobierno sería católico. El sistema liberal cargará siempre con el anatema
y maldición fulminada por la Cátedra de San Pedro que pesará sobre él y jamás dejará de ser
pecado la cooperación al mínimo ya sea directa o indirectamente 2 ".
Como si fuera poco, el 16 de abril, el mismo periódico publicó una extensa pastoral de
monseñor Miguel Ángel Builes, obispo de la diócesis de Santa Rosa de Osos. El obispo,
que será célebre en lo sucesivo, expresaba satisfacción por ser fiel al lema de pelear
las buenas batallas de la fe. Acudió a la contribución de los mártires por la fe en la
historia del cristianismo desde sus orígenes hasta los tiempos presentes. Builes quiso
también poner las cosas en orden: "Y para que veáis que no se puede ser liberal y
católico a la vez, que no se pueden abrazar los principios del liberalismo y que sin
una protesta formal de tales ideas al menos en el foro de la conciencia no se puede
recibir la absolución, os expondré brevemente en esta instrucción pastoral lo que es
el liberalismo y sus grados según la doctrina de León XIII"21. Afínales de abril, el
mismo obispo produjo otro documento, más conciso en sus pretensiones: "No puede
ser más claro que el liberalismo es hoy el mismo de siempre, y peor, porque hoy está
contaminado de socialismo y de anarquía, y así lo vienen declarando enfáticamente
algunas asambleas actualmente reunidas, como lo ha informado ampliamente la
prensa, y algunos jefes del liberalismo" 22 .
Es útil tener en cuenta -como ya se indico— que en las vísperas de las elecciones a la
Cámara de 1931 ocurrió un acontecimiento que se registrará en el proceso histórico que
' Ibid.. abril 1 I de 1931. p. 1,
77
" Ibid., abril 1 1 de 1931. p. 1.
77
Ibid.. abril 16 de 1931. p. 3,
~ La Defensa, abril 30 de 1931. p. 1,
Cuando la gente leía lo anterior, la Iglesia ya había hecho lo suyo: había preparado
a sus fieles para comprender, asimilar y aprobar lo que leían: "Deber sagrado ha sido
siempre el del voto; hoy es además, necesidad de vida o muerte, condición indispen-
sable para la tranquilidad nacional; quien se abstenga de darlo, echa sobre sus
hombros la pesada responsabilidad del que pudo y no quiso evitar a su patria males
y amarguras" 2 4 . La Iglesia trabajaba en coordinación precisa con los ideólogos del
Partido Conservador: estaba primero, en el orden del discurso, la voz autorizada de
Dios, que se expresaba a través de los prelados; luego, el poder civil, manifestado en
los periódicos conservadores, completaba la información. La coherencia era perfecta:
El liberalismo convoca hoy a sus adeptos para un debate definitivo, igual convocatoria hacemos
nosotros a los conservadores y apelamos a la tradición gloriosa que hace de las montañas
antioqueñas el baluarte indomable de la república cristiana. Antioquia mantuvo vivo en medio
de las tribulaciones, el fuego sagrado del ideal conservador y dio el espectáculo admirable del
gobierno de Berrío, en una nación devorada por la anarquía organizada 25 .
Entraba así el pasado a jugar el papel que le era asignado: la justificación de una
prédica:
El conservatismo doctrinario que defendemos, busca en el pasado las raíces que lo vinculan a
los orígenes de la sociedad y conservan la estructura esencial de las agrupaciones por el
respeto a la religión, a la familia y a la tierra patria, pero es progresista y quiere un mejoramiento
constante, ya que la actividad del hombre, por razón de su divino origen, tiene como móviles el
perfeccionamiento, la ascensión, el progreso 26 .
La Convención Conservadora y el p r i m e r
p r o g r a m a conservador del siglo XX.
La situación política que vivía el país ameritó una Convención Nacional del
conservatismo 2 '. En Bogotá, delegados de todo el país se dieron cita en el mes de abril
y redactaron un programa que se proponía adecuar la doctrina conservadora a los
tiempos que corrían. Desde 1881 el conservatismo no se había dado a la confección
oficial de un nuevo programa, de ahí que se tratara, aunque tardío, del primero de
ese partido escrito en el siglo XX2fl.
27
Eí CoJombiano, abril 20 de 1931, p. 1.
" Ibid.
777
Ibid.
'-'" Ibid.
'•'•' "El programa de 1931". Lanzado por la Convención Nacional- En7 Los Programas del partido Conservador Colombiano'- 1819-1937.
Bogotá. Directorio Nacional Conservador, n/d. (Las citaciones corresponden a este texto). El programa conservador puede verse
también en las ediciones de El Colombiano del 27 de abril en adelante,
777
Firmaron el documento los siguientes miembros del Directorio Nacional Consenador 7 Miguel -liménez López. Víctor M. Salazar.
Manuel M. Rodríguez y Alejandro Cabal Pombo. Los anteriores programas del conservatismo databan de 1849, 1878. 1879 y 1881.
El conservatismo respondía a los nuevos tiempos, a las presiones que ejercían los
programas sociales y políticos puestos en circulación desde la década anterior por el
socialismo y, que, gracias al ambiente de apertura y de ilusión democráticas que
significó el advenimiento de los liberales al poder, empezaban a materializarse. Era
un programa esperado, ansiado. El conservatismo se lo debía a su militancia, que
empezaba a fatigarse de un discurso apegado excesivamente a su propio mito de un
pasado glorioso. Y el programa era producto, ciertamente, de la necesidad de ofrecer
una salida hacia el futuro, pero sin renuncias que sacrificaran la esencia del partido.
El campo, lo rural, sí, pero en el contexto de los tiempos que corrían, justamente
para que el conservatismo no cayera ni en el embrujo fascista de su juventud ni en
la aventura del nuevo liberalismo. Ese era el punto medio por el que los redactores
del programa quisieron encaminar su agrupación: "El partido conservador practica
la democracia dentro del orden social, no por la lucha violenta de las clases, sino por
una evolución reformadora, y por una colaboración sincera de los diversos elementos
de la producción"32. Eran los primeros avances de un programa social de conjunto 33 .
Le proponían a Colombia la creación del Ministerio de Asuntos Sociales, alrededor
del cual giraría la reforma social, que estaría a cargo de un verdadero estadista "que
pusiera toda su atención en el desarrollo industrial y agrícola del país" 34 . Se
comprometieron, además, en la promulgación de leyes sobre accidentes del trabajo y
seguros colectivos para los trabajadores, sobre sindicatos de patronos y obreros; y
abordaron el problema de la explotación de mujeres y niños. Señalaron que lucharían
por un sistema de participación de todos los trabajadores en las utilidades de las
empresas. Dedicaron espacio en su programa para comprometerse con "la protección
efectiva por medio de sanciones legales, para la mujer, contra la seducción y el
abandono, y protección y amparo a la maternidad" 36 . Se refería también el programa
al fomento de una inmigración que aportara en el desarrollo de la técnica moderna
aplicada al cultivo de la tierra y a la industria. Consideraron pertinente también el
fomento de cooperativas de ventas, crédito y consumo.
Sea este el momento para decir lo siguiente: e n la época que historiamos, los hombres
de letras, que eran a la vez los mismos políticos, estaban formados en el reino de la
retórica. Era la asignatura que mayor peso tenía en una educación escolar y
universitaria saturada de influencia católica. Para quienes hacían política, la retórica
era parte constitutiva de su comportamiento y la incorporaban a todos los actos de
sus vidas. El periodismo no podía quedarse atrás. Los métodos de la retórica, eficaces
en la acción comunicativa, no sólo constituían la osamenta del discurso de la
persuasión oral. En las estrategias que se ponen en movimiento, bien para seducir el
electorado, bien para conservarlo; o para atacar al adversario o para congraciarse
con los propios, los cuatro componentes de la retórica clásica estaban presentes en la
construcción de los titulares y en el desarrollo de la noticia. Por eso, a lo largo de
nuestra descripción nos hemos acompañado de los titulares por considerarlos piezas
importantes a través de las cuales los editores de los periódicos interesan y atraen a
sus lectores.
"• I b i d
"•• Ibid.
'" El Colombiano, abril 24 de 19,31, p, 1.
7
Ibid.. mayo ó de 1931, p. 1.
177
Ibid.. mayo II de 1931, p. 1,
Los Leopardos no perdieron un minuto en su visita a Medellín. Para los días jueves
7 y viernes 8 de mayo, la gente fue convocada a dos conferencias pagadas en el Teatro
Junín de la ciudad: "Camacho Carreño disertará ahora a las once y media sobre
temas sociales y de interés general. Nada de política. Única entrada treinta centavos.
Unión Nacional de Empleados" 47 . La siguiente sería dictada por Elíseo Arango en el
mismo lugar, pero un poco menos cara : veinte centavos. Se tocarían temas sociales
a beneficio de una obra de acción obrera. Advertían también que no habría política.
No solamente su voto necesita y le exige el partido el domingo. Es preciso que después de votar
ayude a otros copartidarios a hacerlo. Es preciso que se acerque espontáneamente a la Casa
Conservadora, frente al jardín del palacio Amador, ofrezca sus servicios para atender alguna
mesa de votación, o para cumplir en ese día trascendental alguna labor, si de veras es patriota,
es conservador. Es preciso que se penetre del deber indeclinable de esta hora y lo cumpla sin
vacilaciones ni temores. Es preciso que sepa que es ésta la jornada que va a decidir de la
República Cristiana. Es preciso conservadores, tener presente que Dios, la Patria y el partido,
exigen para el domingo el esfuerzo supremo 48 .
Era natural que las huestes al mando de Pedro Justo Berrío, que es la más pura conciencia
republicana de Colombia, salieran victoriosas ayer. Ese triunfo es nuestro también: nosotros
vivimos las horas preliminares de la defección, de la debilidad, de la expectativa, de la angustia
que precede todas las batallas. Los improperios de nuestros adversarios a los dirigentes y a las
tropas abnegadas que los siguen serán la mejor confirmación del éxito 49 .
Laureano Gómez había retornado al país el primero de julio de 1932. Luego de cuatro
años en el servicio diplomático por Argentina y Alemania, Gómez volvía a hacerse
cargo del conservatismo nacional. Había regresado pisando duro. Entre agosto y
septiembre de este año fueron recordadas sus catilinarias contra Román Gómez,
político conservador antioqueño que colaboraba con el gobierno liberal desde el Senado.
Su voz también se hizo sentir ante las jóvenes generaciones que le empezaban a
disputar el poder político dentro de la colectividad. El 11 de septiembre de 1932, en
Chía, Laureano Gómez explicó a sus seguidores los argumentos que lo separaban de
los Leopardos:
El genuino conservador hace de la patria el segundo de los sentimientos afectivos. Deséala
civilizada, y por eso es enemigo de la barbarie: la quiere libre, y detesta la opresión; acata el
orden constitucional, porque abomina la dictadura: repudia la violencia y las vías de hecho y se
hace servidor de la ley; ama la igualdad contra los privilegios; la justicia contra los abusos de
poder o del oro o de las castas y jerarquías basadas en la iniquidad; execra el absolutismo, con
cualquier título con que sea ejercido. Y se reposa en la garantía de las leyes como base de una
sociedad de hombres dignos y no temblorosos idiotas 33 .
Los Leopardos, por su parte, continuaron moviendo sus tesis. Elíseo Arango contribuyó
al desarrollo de la campaña en Antioquia, departamento que se había convertido en
plaza obligada de los líderes del liberalismo nacional por el éxito de la resistencia
conservadora a la liberalización del electorado colombiano. A tal punto llegaron las
cosas, que los jefes nacionales de los partidos, Alfonso López, Gaitán y Laureano
Gómez, fueron postulados como candidatos a diputados por Antioquia.
El estilo de los Leopardos era el más conveniente para los intereses del conservatismo
en ese momento de no acercamiento. Arango exponía que el partido debía convencerse
de que estaba en la oposición y en ese sentido debía prepararse estudiando los problemas
fundamentales para hacer una crítica implacable sobre los resultados de la
administración liberal. Señalaba que la oposición al liberalismo debía hacerse:
[...] combatiendo sistema a sistema, doctrina a doctrina, en una permanente rectificación de
donde salga depurado el concepto político. La oposición de un partido es algo imprescindible en
la mecánica del equilibrio de los partidos y democracia que no cuente en su funcionamiento con
un partido de oposición organizado, marcha a la disolución, a la rutina o la imposición inverecunda
de un caudillo 6 '.
La Iglesia tampoco cesó. Una nueva pastoral del obispo de Santa Rosas de Osos se
difundió por doquier, por escrito en la prensa y en hojas volantes, y de forma oral en
los pulpitos. Esa vez, Builes advirtió de las malas consecuencias que traería para el
país la aprobación de un proyecto de reforma constitucional que como el que se
estaba estudiando, incluía la separación de la Iglesia y el Estado, la soberanía popu-
lar como fuente de toda autoridad, el matrimonio civil y el divorcio quoad vinculum,
la libertad absoluta de cultos, la enseñanza laica y obligatoria, etc5°.
577
El Colombiano, enero 16 de 1933. p. 1.
7,77
Citado por Henderson, James, Las ideas de Laureano Gómez. Bogotá, Tercer Mundo. 1985, pp. 5 6 5 7 .
'•' El Colombiano, enero 13 de 1933. p, 31 enero 21 de 193,3, pp. 1 y 4.
77
Ibid. enero 14 de 1933. p. 4.
Para estas elecciones, Gilberto Álzate Avendaño se presentó como primer suplente de
Roberto Luis Restrepo por el círculo de Andes, Antioquia. El cubrimiento de su
encarcelamiento por parte de El Colombiano, que acompañaba de una caricatura,
iba en beneficio de la promoción de su imagen. Mejor aún si eran titulares de primera
página: "Los médicos prescribieron salida de Álzate Avendaño de la cárcel de
Manizales". Según la información, la salud de Álzate había empeorado hasta el punto
de ser trasladado a su casa en estado preneumónico : 40 grados de fiebre, congestión
pulmonar y asfixia. Álzate dejó constancia de abandonar la cárcel en contra de su
voluntad, pues exigía libertad incondicional y una indemnización por el daño moral
que le habían hecho "las autoridades sectarias y perversas, que ahora se hallan
empeñadas en encontrar víctimas de rango" 56 . No faltó la hipérbole para consolidar
su imagen: "La ciudad está pendiente de la salud del joven escritor en forma que no
se habla de otra cosa"''.
Empero, fueron los liberales los grandes vencedores en el país : 553.824 contra 338.892.
Dos años atrás el conservatismo había ganado en ocho departamentos: Antioquia,
Boyacá, Caldas, Cundinamarca, Huila, Magdalena, Nariño y Santander del Norte.
Ahora su victoria se redujo a dos. En Boyacá, en el año 31, los conservadores eran
60.859 y los liberales 42.512. Dos años después se invirtieron las cuentas: 45.459
conservadores y 69.304 liberales. En Norte de Santander, en 1931, se contaron 28.359
conservadores y 20.165 liberales. En 1933 los conservadores se redujeron a 22.787 y
los liberales aumentaron a 47.873. Y así sucesivamente.
Entre los diputados por Antioquia estaban Laureano Gómez, Alfonso López, Gaitán,
Carlos Arango Vélez y Gabriel Turbay. Elíseo Arango consiguió diputación por Caldas.
Esta vez, Gilberto Álzate Avendaño aspiraba a llegar a la Cámara ocupando el lugar de
segundo suplente de Emilio Quevedo. Los futuros jerárquicos José Mejía y Juan Zuleta
La p r i m e r a r e c o m e n d a c i ó n que h a c e m o s a los c o n s e r v a d o r e s es la de la a b n e g a c i ó n .
Recomendamos la mayor actividad para concurrir a las urnas. No somos partidarios de la
abstención, y suplicamos a nuestros amigos que participen en la lucha democrática para dar fe
de su convicción por la doctrina. Tenemos noticias de que espíritus poco respetuosos de las
leyes y de los principios democráticos preparan en muchos municipios grandes fraudes electorales
para desvirtuar el peso de nuestras evidentes mayorías. Para estos casos, lo mismo que para la
plena comprobación de las violencias y coacciones que puedan presentarse, suplicamos a los
directorios departamentales y municipales que establezcan una especial vigilancia y den al
directorio nacional, con toda rapidez, los informes correspondientes. Esperamos que el partido
conservador levante el espíritu a los altos motivos que lo guían y al emprender este episodio de
la larga lucha en que se halla empeñado, para defender la civilización cristiana de los embates
revolucionarios y demagógicos, recuerde que tres ideales excelsos lo iluminan: Dios, la patria
y las instituciones conservadoras™.
El triunfo de hoy en las urnas tiene que ser y será tan ineluctable, cuanto ineluctable es para
el pueblo ordenado y consciente el mantenimiento de su haber moral. El partido conservador
está en pie, y contra la firmeza de su voluntad y su indiscutible mayoría, nada podrán ni la
parcialidad oficial, ni el fraude organizado por los dirigentes, ni la intimidación ejercida sobre el
campesino ni la amenaza ni la violencia.61
El titular de las ocho columnas esta vez rezaba: "El conservatismo obtuvo en Antioquia
un ruidoso triunfo". Lo acompañaba un extenso comentario temático:
El liberalismo presentó ayer el más vergonzoso certamen de incultura, agresividad y violencia
de que haya memoria en los anales políticos del departamento de Antioquia. Los fraudes, los
atropellos. Los abajos a la Religión y a Cristo Rey. El liberalismo oficial se movilizó íntegramente
contra los conservadores. Los vehículos del municipio al servicio de la chusma liberal. La policía
disparó sus revólveres y fusiles. La sangre conservadora tiñó las calles de la ciudad. En la
fracción de La América los liberales atacaron la Casa Conservadora. Conservadores arrastrados
por la turba liberal. La parcialidad de las autoridades. La consigna liberal. Todos los detalles de
las elecciones en la ciudad 62 .
Otro dirigente de la misma familia ideológica del anterior, en su columna, que esa
vez tituló "Se ha transferido para otra hora la victoria", anotó:
Cuando un partido tiene juventud y esa juventud dispone de coraje, la derrota no tiene otro
significado que el de hacerlo más fuerte. Las reservas frescas del conservatismo son las más y
son las mejores. Esta juventud continuará en las filas de peligro manteniendo encendido en el
pueblo la fidelidad a las doctrinas tradicionales, como una lámpara. Cada voz suya siempre que
sea pura aumentará el aceite. Porque es preciso hacer de estas ideas una especie de religión y
cada miembro suyo un apóstol de ella. Así no morirán nunca 64 .
177
Ibid.. mayo 15 de 193,3, p. 3.
11
Ibid.. mayo 19 de 1933. p. 3.
Las elecciones que acaban de pasar pueden sintetizarse con una sola palabra: fraude. La
inverosímil magnitud de los fraudes que el liberalismo señala como triunfos, fraudes visibles
de comprobación facilísima, han llevado al país la convicción de que la mayoría auténtica de los
e l e c t o r e s colombianos p e r t e n e c e n al p a r t i d o conservador. E s t e p a r t i d o que a c a b a de
experimentar en carne viva los atropellos y los vejámenes; que ha cerrado filas en torno de la
bandera y sabe cuántos son los soldados fieles, y que en cada caso se le arrebata con un proceso
indebido, sale del debate con la convicción arraigada de su mayoría numérica incontrastable en
buena lid, y solo contrarrestada por una cadena de delitos. También empieza a ver que no es
dable esperar justicia de su adversario y que debe buscarla él solo, por su propio camino 6 '.
Alas nueve de la noche del 10 de julio de 1933 se instaló en los locales de laAsamblea
de Cundinamarca, en Bogotá, la primera Convención Nacional de la Juventud
Conservadora, que deliberó durante doce días y que había sido convocada por el
Directorio Nacional Universitario Conservador, DNCU 72 . Se trataba del ambiente
espiritual de los congresos estudiantiles volcado al seno del conservatismo. Álzate
Avendaño no asistió. No ha debido ser casual su inasistencia. La derecha juvenil, en
proceso de conformación, estaba todavía dramáticamente fragmentada. Al tiempo
que el santandereano Carlos Vesga Duarte y el chocoano Daniel Valois Arce, por
ejemplo, estarán a favor de una línea abiertamente fascista, Azula Barrera y Manuel
Mosquera Garcés liderarán una corriente acorde con la tradición del conservatismo
en Colombia, es decir, un apego a los programas oficiales del partido y a las
orientaciones de las encíclicas papales 73 . La reunión tenía su mayor peso en la derecha
tradicional. El sector fascista que asistió estaba en minoría.
T
"Ihid..p. 2 y 3.
71
Ibid., p. 3
- Estaba integrado por Carlos Vesga Duarte, Hernando Borrero Cuadros y Carlos Ariel Gutiérrez
777
No obstante Que la conformación ideológica de los eonvencionistas no era homogénea, un evento paralelo se llevó a cabo en la capital:
la Convención juvenil conservadora democrática a la cabeza de Jesús Estrada Monsalve, Ernesto Martínez Capella y Agustín
Rodríguez Garavito. entre otros.
77
El País, julio 10 de 1933. p. 3.
"' Ihíd.. junio 6 de 1933. p. 3.
Por lo menos era eso lo que decía, aunque en la realidad el mundo del totalitarismo de
derecha en crecimiento moldeaba a los jóvenes derechistas. En el evento, el delegado
por Santander, Carlos Vesga Duarte, en forma enfática denunció la persecución dantesca
a que estaban sometidos sus copartidarios de Santander y Boyacá77.
Así mismo, la Convención declaró que acogía, como uno de los puntos de su programa
de acción política, el reconocimiento de los derechos políticos a la mujer colombiana.
Los convencionistas discutieron un proyecto sobre salario mínimo familiar. Gerardo
Valencia, Rafael Lema Echeverri, Alfonso Robledo Mejía y Carlos Ariel Gutiérrez
presentaron a la discusión un proyecto sobre la orientación internacional del partido,
y José Domingo Escobar uno sobre rebaja de créditos a favor de los municipios. Se
debatió también un proyecto sobre cuestiones agrarias.
Pero donde se presentaron las más enconadas disputas fue en la orientación ideológica,
al punto de llevar al retiro del sector fascista de la Convención, que propugnaba no sólo
por esa doctrina, sino también por la creación de un nuevo partido, a lo que Azula
Barrera respondió: "antes que conservador soy católico y no osaría nunca cambiar una
tradición de veinte siglos por un minuto de glorias perecederas y fugaces."79.
Finalmente, la Convención, como ha debido preverlo Álzate, terminó favoreciendo al
sector laureanista del Partido Conservador. Los convencionistas firmaron una
declaración programática que adhería a los postulados del partido y a los de las
encíclicas papales 80 . Pero, aunque divididos, era en esa sociabilidad, en la del DNCU,
n
De José Mejía Mejía en7 Ibid. julio 10 de 1933. p. 3.
77
Ibid.
7
" Ibid.. julio 12 de 1933, p, 1.
7S
Véase Ibid., julio 14 de 1933, p. 1.
"7 Véase Ibid.. julio 11 de 1933. p. 1.
[...] para el conservatismo es la policía un cuerpo enemigo, que siempre resuelve los conflictos
electorales en contra suya. En un país como el nuestro, donde la ciudadanía está secularmente
dividida en dos grandes bandos y la pertenencia a cada uno es blasón de la sangre, se necesita
todavía mucho más tiempo, mucha cultura política para que el individuo elevado a autoridad se
despoje de sus prejuicios banderizos 81 .
u|
El Colombiano, septiembre 11 de 1933. p. 4.
" Ibid.
- Ibid.
"7 Ibid.. septiembre 14 de 1933, p. 1.
*7 Ibid.. septiembre 16 de 1933, p. 4
-7 Ibid.
Yo siempre he propugnado por la organización fascista del conservatismo. A ella han tenido que
apelar todos los partidos de derecha en el mundo para su defensa. El fascio no es un museo de
principios, sino u n mito entusiástico, u n a dinámica interior independiente de la ideología
misma. Nosotros vamos en un plano inclinado. Hay que pensar en contener esta caída paulatina,
en restaurar nuestra voluntad de dominio quebrantada a la larga, en volver al partido agreste
y móvil como en sus orígenes. Esto es más válido que la dialéctica de paraninfo, que el examen
académico de los programas. Estamos perseverando en el error de hacer un partido intelectual
en pleno trópico, en un país donde concurren todas las sangres violentas. Muy bien p a r a
Francia, Norte América o algún pueblo polar y culto. Entre nosotros la acción va delante, la
opinión detrás. A través de la historia el gobierno es siempre para un núcleo enérgico que
coloca al margen el vasto público moroso. / Por supuesto que la conversión no puede verificarla
el partido i n m e d i a t a m e n t e . Es menester entrenarlo poco a poco frente al hecho. D u r a n t e
treinta años le estuvimos inculcando a una colectividad recién salida de la guerra civil respeto
al orden, sujeción a la autoridad y confianza en ella. Hoy no sabe el modo abrupto de mantener
sus derechos arrasados. Sigue pensando con los hábitos mentales y las propensiones volitivas
de partido de gobierno. En la oposición tiene el aspecto de un confuso montón de empleados
cesantes. / Es inútil que el conservatismo confíe en darse ahora g a r a n t í a s por su propia
voluntad y eficacia. No e n c u e n t r a en su espíritu impulsos bravios ni tampoco elementos
materiales de defensa. Ha de retirarse y eludir la escaramuza callejera, en la certidumbre de
que sería abaleado sin piedad. Está encima un gobierno que explotó a la ciudadanía bellacamente,
no en guarda del remoto confín amazónico, sino para armarse contra sus propios subditos. /
Por eso yo pido de ustedes la abstención conservadora en la ciudad para los próximos comicios.
Nuestra pertinacia en el sufragio traería consigo una numerosa degollación de inocentes. Más
vale notificarle al presidente Olaya que durante su cuatrenio la república civil que le entregamos
se ha convertido en una ingente parcela calabresa, mermada en territorio, en hombres y en
valores espirituales. Nuestra convivencia democrática es ya una farsa. La democracia -suele
repetir, como un estribillo Francesco Nitti a lo largo de su obra— no existe en las leyes sino en
las costumbres. / Esta jefatura se pone a discreción 88 .
Ibid.
Ibid.
Sobre la advertencia del peligro que significaba el arribo de los movimientos fascistas
al poder en casi todos los países del mundo, el Congreso llamó a los partidos comunistas
a evitar tal eventualidad. En esa dirección deberían auspiciar la creación de frentes
populares con las burguesías nacionales y democráticas que torpedeasen la acción
del peligro fascista.
Las directrices del Congreso comunista fueron acertadas. España, Francia y Chile
eligieron gobiernos del Frente Popular y en muchos otros países los comunistas
apoyaron los gobiernos reformistas, tal el caso del comunismo colombiano que respaldó
unívocamente al régimen de la Revolución en Marcha de Alfonso López Pumarejo.
En Brasil, para citar sólo un caso, el fascismo era una amenaza real. En el mismo
1
Citado en Dimitrov, Georges. Sobre el frente único obrero y popular. Bogotá, Ediciones CHIS, 1972. p. 82.
año de 1935 dos intentonas de golpe de Estado, una por parte del Partido Integralista,
la variante brasileña del fascismo, y otra a cargo del Partido Comunista, llevarían
más adelante a que Getulio Vargas escogiese la vía autoritaria del Estado Novo.
Se sentían pasos de animal grande. El rumor de una abstención total por parte del
conservatismo crecía día a día. El liberalismo, preocupado, analizaba la situación,
aventuraba hipótesis: que el general Berrío era quien estaba detrás de la propuesta
por "no poder contrarrestar la victoriosa organización electoral del liberalismo en
Antioquia, que es la única sección del país donde la transformación política de 1930,
había encontrado una resistencia aparentemente invencible" 6 . Al orgullo herido del
general Berrío achacaba El Espectador la descabellada fórmula. Múltiples
interpretaciones corrieron. El mismo editorialista de El País señaló que la abstención
integral llevaría a que el liberalismo invadiera todos los sitios y asumiera la
responsabilidad total del gobierno para que el proceso de disolución se precipitara".
Realmente, era una salida aventurada. Podría suceder y podría no suceder. Más que
disolución, las otras agrupaciones (el Partido Comunista, la Apen y la Unir) se
beneficiarían del espacio libre que dejaran los conservadores.
- Veáse Tirado Mejía. Alvaro. Aspectos políticos del primer gobierno de Alfonso López Pumarejo 19341938. Bogotá. Instituto Colombiano
de Cultura. 1981.
El Siglo, enero 31 de 1937, p. 1.
1
Sobre todo el proceso de la Apen puede verse Tirado Mejía. Alvaro. Aspectos políticos.... pp, 5 6 5 8 y 101-115.
7
Véase ""La Desobediencia civil"", en El Colombiano, abril 12 de 1935, p. 5.
' El Espectador, abril 5 de 1935, p. í.
Véase ibid.
Al parecer, la decisión no fue fácil. Una delegación viajó en avión a deliberar con
Berrío, el patriarca antioqueño, y sólo entonces se produjo el acuerdo. Silvio Villegas,
que no había estado presente en la Convención, escribió: "Cualquiera que haya sido
nuestro concepto sobre el tema, en torno al cual tenemos nuestras razonadas reservas,
aquí estamos para acatar la determinación adoptada" 12 . El artículo, publicado en El
Colombiano, que llevaba por título "La desobediencia civil", mostraba que la decisión
había sido, a todas luces, difícil y sorprendente. No había otro camino, entonces, que
legitimar la medida. Villegas le apostaba a un debilitamiento del liberalismo al
desaparecer de la competencia política el opositor. Confiaba en que la anarquía y la
lucha entre aliados carcomieran al partido de gobierno, y argumentaba que la lucha
entre radicales e independientes había sido la fuerza que condujo a Núñez al poder13.
El espectro del Mahatma Gandhi rondaba: "Y hablamos de resistencia pasiva porque
consideramos que es la menos grave para el país, y la única posible", anotaba Villegas.
El leopardo consideraba la guerra civil moral y doctrinalmente justificada, pero temía
que el Perú pescase en río revuelto. Además, la experiencia histórica estaba presente:
el Estado moderno había evolucionado a tal punto que estaba en capacidad no sólo de
debelar en poco tiempo cualquier pronunciamiento, sino también de defenderse. Así,
Villegas estará, esta vez, de acuerdo con su jefe supremo, el doctor Laureano Gómez.
El CAC inicia su vida frente al signo de la violencia anárquica que prepara la quiebra de
nuestras instituciones y la ruina de la unidad nacional. Su posición en el estadio de nuestra
política queda pues definida por la presencia de factores disolventes que desde el día en que
ascendió al poder el partido liberal conspiran contra la estabilidad social y preparan para
Colombia el madero de tormento en que ha sido sacrificado el pueblo católico de México 1 '.
77
Véase El Espectador, abril 9 de 1 935. p. 8. Entre los delegados que firmaron el documento estaban 7 Manuel Mosquera Garcés. Abel
Carbonell. Fernando Londoño Londoño. Francisco José Ocampo. Amadeo Rodríguez. Guillermo León Valencia, José Elias del
Hierro. Eudoro Galarza Ossa. J u a n Cristóbal Martínez. José Joaquín Moriega y otros,
- El Colombiano, abril 12 de 1935. p. 5.
Ibid.
7
El País, abril 1 2 de 1935. p. 5.
77
Ibid.
'" Ibid.. abril M de 1935, pp. 1 y 5.
77
El Colombiano, abril 12 de 1935, p, 1. Estaba en circulación la novela Los Leopardos, de Augusto Ramírez Moreno, la cual gozaba de
critica favorable. En octubre de 1 935. El i seo Arango ejercía como rector de la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional 7 Silvio
Villegas era de nuevo director de La Patria.
El espectro del fenómeno de Gandhi en la India recibe un uso político, una emulación
curiosa porque se trataba de condiciones en extremo distintas. Pero ahí estaba el
fenómeno para irradiar influencia. Laureano Gómez había escrito ya en 1933 un
interesante ensayo sobre Gandhi muy aproximado a lo que realmente estaba
sucediendo en la India, pero de esa escritura y de sus reflexiones surgió la inspiración,
la propuesta del conservatismo para su estrategia de abstención en Colombia19. La
prensa de todos los matices, es bueno advertirlo, informaba permanentemente sobre
las vicisitudes de Gandhi, así que el colombiano lector estaba informado al respecto.
Pero era un remedo la imitación de Gandhi; pudo ser apenas una inspiración que el
mismo proceso histórico que vivía el país con sus protagonistas y sus intenciones se
encargó de desvirtuar y de hacer que la abstención total tomara rumbos distintos a
los de la India. Los inspirados en el apóstol indio no advirtieron la naturaleza de su
convocatoria que era incluyente y totalizadora. El Satyagraha de Gandhi era una
estrategia para liberar al país no de una dominación virtual, hipotética y amenazante,
sino de una dominación colonial real. Colombia no era la India.
177
Citado por El Colombiano, abril 11 de 1935. p. 3,
,y
Gómez, Laureano. "Gandhi"". en Revista colombiana. Bogotá. No. 12. septiembre 15 de 1933. pp, 353-36 1.
771
El País, abril 21 de 1935, p. I.
Pero, en medio de la celeridad con que avanzaba el proceso histórico del país, la
constitución de un grupo autónomo de las derechas no sólo era lenta sino dramática
y accidentada. Querían los derechistas trabajar en y para el Partido Conservador.
Unos días avanzaban en ese propósito y otros retrocedían. Volvían a empezar, e,
igual, se encontraban con una pared de obstáculos construida por sus adversarios
del propio partido y por la presión en su contra que el liberalismo ejercía desde su
abundante y concurrente prensa.
El partido conservador no puede permanecer en una resistencia pasiva ante los problemas
sociales que agitan con inusitada inquietud el alma colectiva en todos los países del orbe.
Cruzados de una doctrina espiritualista que en las urgencias públicas debe ser "cordial y no
tósigo, antorcha y no tea" para aplicar una frase lapidaria de Núñez, nuestra misión adquiere
proporciones heroicas toda vez que tiende a provocar en estas desoladas regiones, que tanto
eco prestan a locuras ultramarinas, un nuevo renacimiento cristiano sobre las ruinas de la
civilización que agoniza 21 .
Sin embargo, la aceleración del proceso de reformas que impulsaba el nuevo gobierno
mejoró las condiciones para que las derechas volvieran a coincidir.
Casi inmediatamente después de su posesión, el gobierno de López Pumarejo puso
sobre las curules de los congresistas el paquete de proyectos gracias a los cuales se
transformaría en el país el régimen de propiedad y se introduciría el intervencionismo
de Estado. Los jóvenes de la derecha comenzaron a crear grupos de resistencia.
77
Ibid., junio 21 de 1934, p. 3,
Hemos resuelto constituirnos en centro de acción doctrinaria y política [...] Constituimos, los
jóvenes conservadores la v a n g u a r d i a de las derechas colombianas, moral, económica y
políticamente amenazadas por la revolución. Somos católicos, conservadores, nacionalistas y
reaccionarios. Católicos porque creemos, y porque dentro de un clima ético del catolicismo
hemos nacido a la cultura y al mundo, cuando los nuestros, no hace mucho tiempo, habían
modelado un país que no se sonrojaba de mirar hacia Roma, universal madre de los pueblos.
Conservadores, porque fueron los de este nombre quienes supieron imponer al respeto de
los extraviados el hecho católico colombiano, hoy inexpugnable, y porque fueron también ellos
los mantenedores del ideal bolivariano, realista y autoritario, que trajo orden y progreso a
nuestra humanidad criolla, urgida de frenos antes que de motores históricos. Nacionalistas,
porque defendemos lo que las minorías antecesoras modificaron para bien del pueblo en un
siglo de tanteos dramáticos mirando hacia nosotros mismos antes que al horizonte extranjero,
y porque sabemos que en la trayectoria sociológica indoamericana nos corresponde un lugar
directivo y primordial que no podremos cumplir sin antes haber delineado la contextura altanera
de Colombia. Reaccionarios, porque utilizamos toda nuestra fuerza para corresponder a la
violencia de la revolución, en un regreso al fanatismo necesario para las grandes empresas del
tiempo. Somos h e r e d e r o s de A n g o s t u r a s . Los nietos del 86. Los enemigos de Marx, el
contrafuerte de la avalancha revolucionaria, la reacción hacia el poder. He aquí nuestro lema.
Con él llamamos a la tropa de las reservas vivas de la nación en peligro 22 .
En el documento, que estaba firmado por Mosquera Garcés, presidente; Gerardo Valen-
cia, vicepresidente, y Fandiño Silva, secretario, los derechistas se propusieron como
objetivo central la organización del partido durante la decretada abstención total.
La ideología de la AND.
Eran los derechistas gente joven, incluso muy joven, con deseos de proyección social.
Todos, o casi todos, de clase media. Los había médicos e ingenieros, pero la mayoría
estudiaba derecho. Hacían dos profesiones a la vez, una de ellas era la política.
Mientras cursaban esta, se graduaban en la otra. Así fue la suerte de la generación
de Álzate, a diferencia de la de los Leopardos, que irrumpieron a la política justamente
después de sus graduaciones. Se trataba pues de un movimiento de universitarios
conservadores. Esto debe tenerse en cuenta a la hora de los análisis sobre su actividad
política, ideológica y cultural. La perspectiva de una República Liberal excluyente a
la m a n e r a de la experiencia de la larga República Conservadora ha debido
21
El País, jumo 7 de 1935. p. 1.
27
Ibid.
2,7
Ibid., p. 3.
27
Véase Gómez, Laureano, El cuadrilátero. Bogotá, Editorial Centro, 1935.
Como se habrá podido advertir, los jóvenes nacionalistas estaban por doquier,
desperdigados, en uno y otro periódico conservador, incluso en los que se
autoproclamaban tradicionalistas-democráticos, como La Voz de Caldas o El País.
Con Derechas en Bogotá y Clarín en Medellín, se lograrán medios autónomos.
Desde estos periódicos, con voz propia, los derechistas expresarán la ideología de
generaciones conservadoras en cruce. Para moderar su epocalismo o para transmitir
en un léxico nacionalizante su ideología de época, es decir, su asimilación del fascismo,
los nacionalistas buscarán en el pasado de su propio partido los componentes que
necesitaban para introducir lo nuevo. En una relectura de los paradigmas ideológicos
y culturales transmitirán la buena nueva : "Catolicismo, Nación, América, tradición"2*.
Simón Bolívar es uno de esos paradigmas. Es el mito perfecto. En su comunidad se
habla de Bolívar como si fuera un pariente. Los derechistas no pueden renunciar a
él. Es en él y a través de él como se van a expresar. Por eso se autoproclamaron la
generación bolivariana y ubicaron en ella a quienes habían irrumpido en la política
entre 1930 y 1935. Encontraban a Bolívar tan contemporáneo que propusieron
retroceder a su tiempo y aplicar sus fórmulas de gobierno en el presente como la
única salida a la crisis del país 29 . No era un paradigma que hubieran descubierto
apenas. Bolívar estaba muy bien posicionado en el conservatismo. Sin excepción,
2
" Derechas, enero 10 de 1936. p. 3.
-" Para los miembros de la Acción Nacional Derechista. "1 reloj biológico de la nación colombiana empezaba el 17 de diciembre de 18,30
con la muerte de Simón Bolívar, Así las cosas, para 1935, los derechistas se hallaban en el año 105 de la Era Republicana.
El grupo Jerarquía.
El viernes 31 de mayo de 1935, El Colombiano anunció en primera página que en
lo sucesivo la segunda sección de los sábados estaría a cargo del grupo Jerarquía, La
sección llevaría el mismo nombre. A su vez, el domingo anterior, día de elecciones
para Cámara, en las cuales no participó el Partido Conservador, había salido un
71
Villegas. Aquilino. Las letras y los hombres. Bogotá. Biblioteca de autores colombianos. Ministerio de Educación, 1952, p. 23,
77
Los programas del partido conservador.... p. 22.
'- Diario del Pacífico, noviembre 12 de 1936. p. 3.
En las tres primeras ediciones de Jerarquía se reprodujo el artículo "El caos de las
nuevas gentes. Ascensión y caída de la inteligencia: el héroe. Memorándum para
más conferencias en el Instituto Universitario de Manizales". que Álzate había ya
'" E! Colombiano, mayo 26 de 1935, p. 3.
1
Kl término jerárquico no era utilizado por estas personas para referirse a ellos mismos. Pertenece al autor
1. Las derechas son para nosotros una concepción totalitaria del mundo, con vertientes en la
política, en el pensamiento y en el arte: 2. Confesamos a Cristo. Su iglesia no sólo nos da una
esperanza escatológica y una certeza de raíces, entre la angustia y el vaivén del tiempo presente,
sino que las implicaciones sociales de su doctrina sirven para resolver el litigio secular entre
capital y trabajo. Familia cristiana. Escuela confesional porque toda vida interior activa se apoya
en un dogma: 3. Concibiendo al hombre como una dualidad de arcilla y soplo, con exigencias
prácticas y vocación hacia lo divino, estamos contra el materialismo histórico, que funda el
proceso humano en el t r á m i t e de la economía y niega el influjo de móviles no utilitarios,
imponderables; 4. Antiliberales. Como sistema filosófico, político y económico, el liberalismo es la
anarquía: 5. Mientras el deslinde y amojonamiento de las clases económicas por el avance
industrial del país propicia el régimen corporativo, preconizamos una política agraria hacia la
proliferación de pequeños propietarios y una sistematización de las leyes nombradas obreras,
dándoles coherencia y madurez; 6. En cuanto a la estructura del Estado, nuestro grupo propone
un regreso al bolivarianismo en que tuvo raíz el partido. Gobiernos fuertes, responsables y
honestos. Democracia directa contra los corrales vocingleros del capitolio: 7. Colombianidad,
Nacionalismo económico. Defensa de la soberanía territorial. Culto de los héroes que suscite el
amor de la hazaña y fortalezca la conciencia del vínculo histórico. Restauración de los prospectos
internacionales del Libertador; 8. Nuestro objetivo es restaurar en el partido la voluntad de
dominio, que es el pathos de la política, a fin de que no se suma en mansuetud [sic] y se convierta
en un pardo montón de empleados cesantes; 9. La política es un servicio, un deber sin gozo. En
este país, donde se vive de la nación y no para ella, queremos un tipo del político que sienta su
vocación apostólicamente, como vivencia tremenda: 10. Continuidad. Pasión, disciplina116.
77
La Crónica Literaria, mayo 12 de 1934. pp. 1-4.
77
El Colombiano, junio 1" de 1935. p. i. El recuadro de "Posiciones y Proposiciones"' alcanzó a salir en la mayor parte de las ediciones
de Jerarquía.
Una y otra vez apelaron a la religión católica porque consideraban que estaba allí la
solución a los problemas sociales:
Era el pensamiento fascista mediterráneo el que les seducía! de manera paralela con
el nacionalismo español, se van constituyendo como una organización de ese estilo.
Por eso no es casual su definición de la Falange: "La integran mozalbetes impávidos
que entreveran el curso universitario con los mítines de la plaza. Son un naciente
fascismo hispano, todavía en periodo caótico, bajo el comando de J. A. Primo de
Rivera" 42 . Se trataba, en realidad, de un discurso más alinderado con el fascismo
italiano, más definido. Barres y Maurras se diluyen, apenas son perceptibles. El
barresiano por excelencia del grupo, Álzate, está metido de cuerpo entero en la campaña
electoral para renovar concejo municipal, más aún cuando el partido había dado vía
libre a la participación en las elecciones.
Derechas no es un calificativo afortunado. Menos para los tiempos que corrían. Pero
sus gestores y dinamizadores en Colombia encontraron fundamentos para presentar
777
Ibid.
:w
Los componentes que distinguen a la derecha fueron magistralmente expuestos por Emile Michel Cloran en Ensayo sobre el pensamiento
reaccionario (Bogotá, Tercer Mundo Editores, 1985) a propósito del pensamiento de Joseph de Maistre,
•' Ibid.
777
Ibid.
17
Ibid.
777
El Colombiano, junio 15 de 1935. p. 1.
Las derechas en el mundo son hoy día reacción y contrarrevolución. Gestas de catolicidad y no
desfiles de gestos. Dogma y autoridad y no libre examen, democracia liberal o dictadura del
proletariado. Las derechas son confesionalmente romanas, doctrinalmente católicas. Roma
contra Moscú. Orden y jerarquía frente a dispersión y atomismo. Dogmática católica en materia
social y económica. Tratado de paz entre el capital y el trabajo mediante las cartas pontificias.
Propietarización [sic] de las clases trabajadoras y equilibrios de grupos económicos delante de
la lucha clasista. Bases moral y religiosa de la economía y no materialismo económico13.
Se ha establecido que liberalismo, individualismo, filosofía racionalista, son fruto del espíritu
de la revolución francesa, de la autoafirmación humanista, que empieza a pasar a la historia y
h a b r á n de perder su significado original. El individualismo creyó encadenar al hombro a sí
mismo, bajo imágenes que lo separaban de los demás hombres y del conjunto del mundo. Pero
esas cadenas caerán y esas imágenes habrán de borrarse. El colectivismo, su antítesis, afírmase
en la desjerarquización [sic] social, en la atomización del individuo y on la coerción de la secta.
Solo el dogma de Roma puede restablecer el equilibrio mediante el sacerdocio de su verdad.
Roma es síntesis en la contradanza liberal-colectivista411.
A medida que avanzaba el tiempo iba quedando clara la naturaleza del grupo. Junto
a la presencia reiterativa de los artículos de José Mejía Mejía irrumpen los temas
religioso-eclesiásticos escritos directamente por representantes del clero, en particu-
lar de sacerdotes jesuítas. Empieza a presentarse una intertextualidad coherente
entre los textos que produce el clero, interpelados de inmediato por el ideólogo de
Jerarquía. Ala altura del 15 de junio Mejía Mejía puede escribir: "Ni democracia
liberal ni colectivismo económico: catolicismo total es la síntesis conservadora de
nuestro siglo"47. Al lado de esta declaración empiezan a aparecer artículos de Georges
Goyau: "Catolicismo social y socialismo", por ejemplo, donde el autor explica paso a
paso el problema obrero y las soluciones que propone la Iglesia a partir de la encíclica
Rerum Novarum. Goyau hace una radiografía de las conclusiones a las que había
llegado en ella León XIII y encuentra que reposan en los textos sagrados y en la
evolución misma de los intérpretes de la Iglesia4".
77
Galindo A.. Campo Elias y Muñoz P., Isabel. "El Partido Conservador en Antioquia 1935", en Revista Universidad Nacional de
Extensión Cultural. Medellín, No. 22. diciembre de 1986. pp. 55-65.
77
Ibid.
77
Ibid.
'" Ibid.
' El Colombiano, junio 15 de 1935. Sección II, p. 1
'* Ibid.. julio 13 de 1935, Sección II. p. 1.
Pero las presiones no venían únicamente del contexto nacional. En junio de 1935
Colombia reconoce políticamente a la Unión Soviética, y se inician a las relaciones
comerciales entre los dos países. El gobierno de Lázaro Cárdenas en México radicaliza
la reforma agraria y los ecos de la guerra de los cristeros retumban no sólo en ese
país, sino también en Colombia. La prensa conservadora pondrá amplificadores a
cualquier movimiento religioso de ese país : "El Pueblo de Méjico solicita completa
libertad religiosa. El movimiento católico tomó ayer una fuerza incontenible. La
multitud recorrió las calles gritando vivas a Cristo Rey"55, eran titulares ubicados
estratégicamente para que sirvieran de prevención en nuestro país.
Sin embargo, para curarse en salud, Jerarquía solicitó a la dirección del periódico
que hiciera pública la autonomía con la que contaba la sección. El director no lo dudó
y escribió: "Concedí mi asentimiento para publicar un suplemento godo y católico
[...] No soy de los que se asustan por los síntomas de vitalidad que cada día muestra
el Partido Conservador. Me asustaría sí que en lugar de esos síntomas consoladores
y de muchas inquietudes, el partido a que pertenezco estimara que nada tiene que
decir, ni que reformar" 57 .
7,17
Ibid., agosto 5 de 1935, p. 5. Negrillas de la investigación
77
Ibid.. junio 26 de 1935, Sección II, p, 1.
™ Ibid.. junio 26 de 1935, Sección II, p, 1.
7>H
El grupo Jerarquía hacía parte del Comité Municipal Conservador de Medellín. Pero era Álzate el más comprometido con el trabajo
de organizador político. Los demás fungieron más como orientadores ideológicos.
7777
Citado por El Colombiano, julio 13 de 1935. p. 5,
177
Ibid.
Y así continuó la campaña. Los conservadores tomaron medidas para que la radio,
la prensa, la tribuna y el pulpito, se movilizaran y dieran "la voz de alarma a los
católicos colombianos para que estén dispuestos a defender los sentimientos y creencias
" Ibid.
777
Se informó, por ejemplo, que d u r a n t e la inauguración de la Casa Conservadora del Barrio Las Cruces en Bogotá grupos liberales
apoyados por la policía habían provocado una grave confrontación con los conservadores que asistían al evento. El saldo fue de
algunos heridos, contusos y detenidos. Augusto Ramírez Moreno. Luis Ignacio Andrade y Mario Fernández de Soto fueron
insultados y, amedrentados, tuvieron que salir del sitio. Numerosos universitarios fueron conducidos a instalaciones de la
policía. Desde ese momento la prensa conservadora empezó a hablar de un deliberado plan liberal para atemorizar al conservatismo.
Véase ibid.. septiembre 20 de 1935. p. 1.
67
Ibid.. agosto 15 de 1935, p. 1.
77
/bid,. agosto 12 de 1935, p. 5.
Sea como fuere, salvando posibles exageraciones, lo cierto es que las elecciones revelaron
el estado de incivilidad que caracterizaba el comportamiento político de los
colombianos. Las denuncias de la prensa conservadora así lo revelan:
1777
Ibid.. mayo 30 de 1935. p. 5,
7:7
Ibid.. octubre 4 de 1935. p, 5,
7i
" Ibid.. octubre 6 de 1935, p. 5,
7777
La Defensa, octubre 5 de 1935, p, I.
771
El Colombiano, octubre 7 de 1935. p. 1,
Ante el asesinato consumado antier en el adolescente compañero Luis Carlos Montoya por la
policía de Medellín, y reconociendo en éste una de las promesas heroicas del partido conservador
en sus nuevos capitales humanos; observando que el infante extinguido, constituía una risueña
esperanza para su familia, para el partido, y que la patria habría tenido en su inteligencia un
espléndido vigía, dada su temprana pasión por las ideas, CONSIGNA: Frente al conservatismo
colombiano y especialmente frente a las nuevas generaciones conservadoras que forcejean en
los claustros, que la muerte de Luis Carlos Montoya es en la historia del actual régimen el paso
de la violencia a la barbarie, y señala su sepulcro como el punto de partida donde saldrán las
legiones jóvenes de Colombia a restaurar la justicia y a vengar el derecho 72 .
Gilberto Álzate Avendaño dispuso que el cadáver del niño mártir fuera envuelto en la
bandera azul, símbolo del Partido Conservador. El féretro fue llevado en hombros de los
universitarios desde la que fue su residencia hasta la iglesia de la Candelaria y luego
hasta el cementerio. La pompa oficial conservadora fue impresionante. El ritual terminó
con un vibrante y conmovedor discurso de Rafael Naranjo Villegas en el cementerio.
En todo el país no fueron distintas las cosas. Las elecciones del 6 de octubre marcaron
el inicio de una confrontación, irreversible ya, entre las dos colectividades históricas,
que significaba el comienzo de una irregular guerra civil. Ante la incomprensión de
lo acontecido y ante la falta de solidaridad del diario El Espectador, que declaró que
la mayor parte de las víctimas habían sido liberales, el Directorio Nacional
Conservador emitió una resolución, uno de cuyos puntos decía: "Ordenar a los
conservadores que se abstengan de comprar El Espectador, de favorecerlo o de
apoyarlo en cualquier forma"73. La situación se complicó en Salamina, Caldas. Ante
las amenazas del liberalismo triunfante en las elecciones, los conservadores tuvieron
que abandonar la población y refugiarse en el campo o en Manizales. En la víspera
del día que se reunía en Bogotá la Convención Nacional del conservatismo, fueron
abaleados por la Policía en Fredonia una señora junto a tres de sus hijos; poco antes,
la población conservadora de esta localidad había iniciado un éxodo para eludir una
masacre previsible. La prensa conservadora se fue llenando de informes que revelaban
la situación de violencia en que habían concurrido los conservadores a las urnas. El
proceso de cedulación que acompañó la campaña electoral incidió en los resultados:
"el liberalismo ceduló no sólo todos sus efectivos electores legítimos, sino extranjeros,
menores de edad, privados de los derechos políticos y otorgó cedulaciones dobles y
aún triples. El fraude y la violencia se prepararon metódicamente para la famosa
jornada de la elección edílica"74, decía un informe desde Nariño, que terminaba así:
77
Ibid., octubre 7 de 1935, p, 5.
'•' Ibid. octubre 8 de 1936, p. 1,
7:7
La Defensa, octubre 9 de 1935, p. 1.
77
La Patria, noviembre 2 de 1935, p. 3.
Así las cosas, los liberales ganaron en Medellín: 9.936 contra 7.377 sufragios
conservadores. Pero el conservatismo ganó en el departamento: 52.060, frente a
47.828 votos liberales 76 . El primero obtuvo derecho a nueve concejales y los segundos
a seis. Los resultados electorales a nivel nacional favorecieron al Partido Liberal, y
ese fue uno de los costos de la abstención conservadora. Del total de votos sufragados,
los liberales consiguieron el 64 % (374.957) y los conservadores el 35.3 % (206.577)77.
Con todo, Gilberto Álzate Avendaño salió bien librado de la contienda electoral. Le
reconocieron su trabajo como organizador e incluso empezaron a llamarlo desde
entonces "capitán". El Colombiano escribió al respecto:
Gilberto Álzate estaba en todo. Rodeado de obreros y de estudiantes organizó esta campaña
cívica cumplida ayer. La cedulación, la inscripción, la instrucción de los jefes de zona y de los
vigilantes. A todo atendió. Después, cuando se perpetraba el ataque aleve de la policía enviada
dizque a defenderla, contra la Casa Conservadora, llevó al gobernador en persona para ver de
poner remedio al inaudito atentado. Y ya anoche, en el anfiteatro, ante el cuerpo exánime del
estudiante Montoya, reclamó la satisfacción dolorosa de ser él quien condujera a la casa del
luto los despojos de este muchacho sacrificado en la forma más inicua de cuantas puedan
imaginarse 7 8 .
"Un capitán de derechas", fue el título que José Mejía Mejía escogió para su co-
lumna, donde encomió a Álzate y le reconoció su trabajo:
No atendió únicamente al reclutamiento aritmético de nuestras masas. Como jefe del debate
municipal irrigó anímicamente el partido dándole un nuevo contenido de firmeza y emoción. El
conservatismo necesitaba ante todo un organizador tenaz de sus nervios. La disciplina requería
ajustamiento y tensión. Logró en pocos meses de cuajado afán ortodoxo la más alta educación
emocional y anímica que hayan realizado nuestros conductores políticos para la lidia testaruda
de un partido en los días decisivos de su angustia. El político empieza a invadir en él todas las
provincias sensibles y armoniosas. El conductor se perfila escuetizado y áspero. Las masas
77
Ibid.
777
Seis reformas estructurales.... pp. 296-298.
~ Ibid., p. 317.
777
El Colombiano, octubre 7 de 1935, p. 5.
En realidad, era el reconocimiento que le llegaba por haber hecho suyas las campañas
electorales del conservatismo desde las de 1929. Durante este periodo, había combinado
las vidas de intelectual y de político que lo dividían o que componían su ser. Era lo
uno y lo otro, pero predominaba el hombre político cuando no terminaba aún sus
estudios universitarios. Él y sus compañeros de Jerarquía se movían entre el mundo
de la universidad y de la política, que para entonces eran casi el mismo.
La Convención Nacional fue presidida por Laureano Gómez, Ignacio Rengifo y Gonzalo
Restrepo Jaramillo. Gómez, que acababa de lanzar su libro El cuadrilátero 8 -, presentó
un amplio informe sobre la situación nacional del partido. Se escucharon los informes
de las regiones, y todos coincidían en quejas sorprendentes sobre el estado de violencia
a que estaba sometida la colectividad. La Convención aprobó mociones presentadas
por Londoño Londoño, en las cuales se protestó por los atentados del que fueron
víctimas Clímaco Villegas y el diario La Patria. En sus considerandos se planteó la
falta de garantías para el ejercicio de la política de los conservadores. Álzate y Ramírez
Moreno fueron comisionados para presentar ante el Presidente de la República la
situación del partido. El gandhismo que merodeaba en la Convención iluminaba a
un sector de la colectividad, que llamaba a la aplicación de la desobediencia civil en
el sentido de no acatar la legislación que el Congreso liberal homogéneo estaba
aprobando, justamente por no representar la voluntad de todos los colombianos.
El hecho de haberse reunido la Convención en secreto y a puerta cerrada dio pie para
rumores y especulaciones. La prensa liberal, que manifestaba su preocupación en
columnas editoriales y que incluso presionaba para que sus puntos de vista fueran
incorporados a las deliberaciones, vaticinó: "Se asegura que entre el conjunto de medidas
reservadas o secretas existe hasta la de llegar a la revuelta armada, para lo cual se le
dio cabida en el directorio al general Amadeo Rodríguez, que en este caso vendrá a ser el
estratega del directorio, con la asesoría táctica de los generales Pedro J. Berrío e Ignacio
Rengifo, jefes supremos en los departamentos de Antioquia y Valle"87.
Hoy no se escucha a la patria, lejana, sino el atroz murmullo de la matanza, del incendio, del
asesinato colectivo, de la claudicación internacional, del prevaricato, del soborno, del fraude
electoral, de la guerra de ópera bufa, de la improbidad y de la bellaquería. - L a afrenta que se nos
lanza en el extranjero es terrible. —El mordaz comentario de News Week sobre Colombia. -"En
este inmenso hospital, donde gimen tantos desdichados, no hay dolor comparable al mío."92.
La noticia cerraba con broche de oro toda una intensa construcción noticiosa para la
cual el lector estaba ya preparado.
Después de las violentas elecciones de octubre, no hubo señales de concordia, todo lo
contrario. El jerárquico José Mejía Mejía se valió de un reciente artículo del leopardo
Silvio Villegas sobre el advenimiento del fascismo, para expresar en concreto, y
entonces sí abiertamente, su devoción por esa doctrina. Las condiciones de violencia
a las que estaba sometido su partido y las cosas que decía su emulado superior se lo
permitían. En su columna de El Colombiano, que tituló "El rearme de los espíritus",
daba a entender que el leopardo no estaba hablando de Italia, sino de la realidad
colombiana. Mejía, experto en el arte de decir cosas a propósito de lo que otros decían,
aprovechó, como siempre lo hacía, para decir lo suyo :
Mejía concordaba con Villegas en que el fascismo había surgido por la violencia de
las izquierdas y que ese era el nombre que tenían en ese momento los partidos
conservadores europeos: "La tensión psíquica de los partidos de derechas responde
como una terapéutica a la trayectoria destructora de los cuadros de izquierda. Es el
restablecimiento de la autoridad por encima de la metafísica de la libertad lo que
viene a justificar hoy día en las naciones europeas ciertos regímenes violentos de
excepción"94.
•>' I b i d .
*¿ La Patria, octubre 26 de 1935. p. 1.
77:1
El Colombiano, octubre 28 de 1935. p. 3.
1,1
Ibid.
Allí o desde allí se riega, se abona, se ara y se siembra, se vigila el desarrollo de las espigas
intelectuales, se fiscaliza la troje, se dispone del granero. El Ministerio de Educación es la
suprema amenaza para los propietarios y para los industriales, para el orden, para la tradición,
p a r a la católica armadura de nuestros juicios [...] Darío Echandía ha recibido el punto más
difícil, más influyente y alto del gobierno, tiene que dotar a la República Liberal de su equipo de
intelectuales doctrinarios, sistematizados en la defensa de las herejías del régimen 98 .
977
La Patria, noviembre 5 de 1935. p. 3
7,17
El Colombiano, noviembre 5 de 1935, p. 3.
,T
Ibid.
7777
La Patria, noviembre 3 de 1935, p. 3.
M
El Colombiano, noviembre 27 de 1935. p. 1.
7(777
La Patria, 29 de noviembre de 1935, p. 1.
7(77
El Colombiano, agosto 5 de 1935. p. 5.
rl
" Valois Arce, Daniel. Espiritualismo y fascismo. Bogotá, Imprenta Voto Nacional, 19351 Restrepo Jaramillo, Gonzalo. El pensamiento
conservador en Colombia. Medellín, Tipografía Bedout, 1936.
Finalizaba el año 35, el del auge del fascismo en el mundo entero. El jerárquico José
Mejía Mejía, que se había ausentado de las páginas de El Colombiano para cumplir
con sus deberes universitarios, regresó al periódico para elevar su voz de entusiasmo
por el lanzamiento de Derechas:
Las nuevas voluntades que se congregan bajo el vocabulario de Dios y Patria son gente que
h a n liquidado el trino p a r a ingresar sin melindres en la política. D e r e c h a s establece la
restauración de Bolívar. La angustia presente emana de todas las claudicaciones espirituales,
cometidas en homenaje a las democracias tropicales. Volver la mirada a Bolívar es pensar en
autoridad, jerarquía y disciplina frente a la anarquía, el caos y la francachela de las democracias
liberales. La misión de las nuevas gentes conservadoras está definida en la hora responsable
que vivimos. La revolución francesa que todavía parece nutrir nuestros credos políticos fue
simplemente la premisa de la revolución rusa. 1789 y 1917 son fechas disímiles en la superficie
pero afines en el subsuelo. La nueva generación conservadora tiene necesariamente que ser
antiliberal y anticomunista. Nuestra concepción católica de la vida es una visión totalitaria del
mundo. Derechas será el enunciado de esta política heráclida que no mira el presente sino que
ataca el porvenir. Nuestro destino no es de hoy. Ingrata misión la de los hombres nuevos,
escribió un día Jiménez Caballero capitán de derechas europeas 104 .
70:7
El periódico traía un subtítulo 7 "Al servicio de la Acción Nacional Derechista"7. Estaba dirigido por Gerardo Valencia, Carlos Ariel
Gutiérrez y Guillermo Camacho.
77,7
El Colombiano, diciembre 12 de 1935. p, 5.
7777
Desde su aparición, el 18 de febrero de 1932, El País le abrió de par en par sus puertas a la juventud conservadora y acogió toda la
sensibilidad de este nuevo estilo político e ideológico en el país. AI respecto puede verse la edición del 17 de abril de 1932. Después
de la Convención Conservadora de octubre de 1935, sus luces se tornaron tenues. Ante las mil veces anunciada aparición de El Siglo.
se rumoró que el periódico se convertiría en un órgano de la Acción Católica Colombiana. Dejó de existir el 15 de junio de 1936. En
El Siglo, periódico que lo suplió, los jóvenes de la derecha ya no contaron con el apoyo que habían recibido en El País.
7,777
La Patria, noviembre 22 de 1935. p. 5.
Realizó en el año que termina una de las labores intelectuales y políticas más intensas y
fecundas. Como jefe de los debates electorales trabajó sin fatiga, con incomparable fervor
político y con eficacia eficaz. A su inteligencia organizadora se debió en gran parte el éxito
alcanzado por el conservatismo de Medellín en las p a s a d a s elecciones. Cordialmente lo
despedimos 109 ,
Afínales de 1935, Álzate no se había graduado de abogado, pero como tal ejercía.
Paralelamente a sus estudios de derecho, cursaba otra carrera mucho más implicadora:
la de la política. Su participación en las campañas electorales de 1929 a 1935 lo
graduó de gran organizador político. De diversas latitudes fueron llegando los
reconocimientos. Dos años más tarde, desde El Colombiano, José Mejía Mejía, que
continuaba con su columna "Rúbrica" de los tiempos de Jerarquía, rememoraba lo
siguiente sobre el papel jugado por Álzate en las campañas electorales que hemos
tratado de reconstruir:
Tus días de jefatura electoral fueron la más idónea gimnasia psicológica para el electorado
conservador. Había necesidad de elevarles el ademán y encresparles los nervios. Delante de
una barbarie enflorada en burgomaestres y alguaciles, nuestras masas no podían continuar
con las m a n s a s costumbres de colectividad gobiernista. De comunidad pusilánime y lanar
teníamos que hacer el tránsito a partido oposicionista. Tú prologaste esa transformación interior
del conservatismo que es preciso continuar hasta adquirir la completa mutación cutánea en el
alma de las masas conservadoras 110 .
77
Ibid.. noviembre 3 de 1935, p, 5,
77777
El Colombiano, noviembre 13 de 1935, p. 5.
779
Ibid.. diciembre 20 de 1935. p. 5.
7,7
Ibid.. enero 20 de 1937. p. 6.
I m p o r t a c r e a r la república de l a s m a s a s ,
erguida sobre el oleaje h u m a n o como una
góndola. La plaza pública, estremecida de
presentimientos y clamores, es nuestro lugar
de cita. ¡El paraninfo, para las damas!'
Los contextos
La prensa conservadora auguró un desenvolvimiento melancólico del año 1936, y
sin titubeos afirmó:
Era así como los conservadores se referían al adversario en el poder. Era el resultado
de lo que venía pasando desde 1930. El Partido Conservador estaba marginado de
las decisiones fundamentales que se tomaban desde las alturas del poder. Las reformas
de los gobiernos liberales se habían llevado a cabo sin la participación del partido que
constituía la otra mitad de la Nación. El régimen de la Revolución en Marcha,
abiertamente liberal, constituido así gracias a la abstención conservadora en las
elecciones de 1934, se convertirá en el elemento principal alrededor del cual los
conservadores configurarán el adversario que necesitaban para fortalecer su identidad
y lograr la unidad partidista resquebrajada. En la nueva representación del enemigo
se activaron todos los ecos fabricados a lo largo de la historia republicana contra el
liberalismo: partido de masones, de ateos, de iletrados, etc. Las condiciones históricas
nacionales e internacionales les brindaron a los conservadores otro episodio, el más
" Véase el artículo de Joaquín Estrada Monsalve "La cita conservadora", en La Patria, agosto 3 de 1936, p. 3.
- El Colombiano, enero 2 de 1936. p. 3.
dramático, quizás, en el largo proceso de fabricar enemigos. La relación liberalismo-
comunismo les demandará nuevos esfuerzos e invectivas. Los frentes populares, esa
alianza de los partidos demócratas con el comunismo para atajar al fascismo les
propiciará el elemento que necesitaban para unir dos adversarios en un solo enemigo.
Obviamente, para ellos, eran los liberales quienes habían empezado la violencia, así
lo vivían y padecían. Los eventos políticos de los conservadores se realizaban al
compás de la violencia contra su militancia 3 .
Había razón en los augurios. Será 1936 un año de grandes realizaciones liberales y
por ello de tenaces confrontaciones con los conservadores. El Gobierno obtendrá
beneplácito al ver aprobadas por el Congreso liberal sus principales propuestas de
reforma constitucional. La oposición afrontará el debate desde la prensa y los jóvenes
derechistas arrojarán al recinto de la Cámara bombas de azafétida en protesta por
las medidas: "El viril acto de protesta de los derechistas se considera como el primer
brote de la reacción popular de la nación en contra de una representación que devora
las arcas del tesoro nacional en medio de la más grande esterilidad parlamentaria" 4 ,
opinó y legitimó la acción el periódico El Colombiano. De ahí que cuando apenas
empezaba el año, la prensa conservadora sentenciara:
La oposición no es un pregón de Año Nuevo, sino un sistema de lucha continuado que no
entrega ninguna de sus posiciones espirituales [...] el conservatismo ingresa al nuevo año no
con propósitos de capitulación con el poder, sino con nervios renovados y con equipos humanos
dispuestos al sostenimiento de unos principios y a la defensa de una patria que se amengua día
a día en manos extrañas 5 .
Nosotros no somos ciudadanos colombianos, constituimos una raza paria, a la cual se le niegan
hasta los derechos elementales del hombre. No podemos esperar justicia del régimen inicuo
que la república padece. Y a las elecciones no podemos volver sino c o n v e n i e n t e m e n t e
organizados para resistir la salvaje violencia de las autoridades y de las masas liberales. Debemos
alistarnos para el dominio de la calle, para el mitin constante, para una poderosa hazaña de
acción y de defensa. O resignarnos a ser indefinidamente una mayoría sojuzgada, el más
doméstico de los animales domésticos 14 .
" Ramírez procedía del Valle del Cauca 7 Arango que oficiaba como decano de la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional se había
desplazado desde Bogotá7 y .Álzate, que aún estaba radicado en Antioquia. se hallaba de vacaciones en su ciudad natal junto a Silvio
Villegas, que dirigía La Patria.
" El Colombiano, enero 11 de 1936. p. 3.
Ibid.. enero 3 de 1936, p. 1
7
Ibid.. enero 11 de 1936, p. 3.
Ibid.
' Ibid.
Ibid.
"' Ibid.
Como se advierte, el leopardismo estaba en pleno apogeo. Su lucha había tenido eco!
los Leopardos y la generación bolivariana confluían y daban la pelea en pro de un
nuevo tipo de militancia y de un nuevo modelo de hacer la política en el interior del
conservatismo: "La contrarrevolución que esperamos, para ser fecunda tendrá que
empezar por adueñarse de nuestro espíritu como una pasión ardiente y batalladora
que debe superarse todos los días. Nada sería más nefasto que buscar una victoria
sin la emoción de nuestras almas" 20 . Era la opinión de Elíseo Arango, que coincidía
plenamente con lo que pensaban Álzate, Mejía Mejía y los nacionalistas del centro
del país. La nueva estrategia de llegar a las calles de la ciudad no era de fácil
asimilación ni siquiera en el interior mismo de la sensibilidad nacionalista. El desdén
por lo popular urbano era parte de su concepción de la política. Un ejemplo de esto
fue la lectura que hicieron de la manifestación del primero de mayo de 1936, Día del
Trabajo, que fue todo un espectáculo.
El día de los trabajadores, toda la plebe colombiana desfiló frente al Lenin de Honda, para
rociarle la testa con aguardiente y alaridos como a cualquier gallo triunfador [...] Aquello fue
imponente. La calle de La Carrera no tenía nada que envidiarle a la perspectiva Newsky donde
se hacinaron las turbas moscovitas para escuchar la voz trepidante de Kerensky [...] Fueron
tres horas tártaras [...] Si Vieiras a Alfonsovitch y a los Diegoluises y a los Carrascales y a los
Jorgeliéceres y a los Margaritavillaquiráes triunfadores en esta hora de avance 24 .
Sus grandes amigos, que eran también sus copartidarios e impulsores, le dedicaron
sus columnas. El grado de abogado de Álzate fue utilizado por los líderes nacionalistas
para continuar y reafirmar la construcción del personaje que esta sensibilidad política
necesitaba: "Él puede ser el caudillo ambicionado desde la época aquella en que la
hegemonía conservadora entraba en el periodo comatoso"27, escribía 'Rubayata'. Un
¿2
Véase El Colombiano, mayo 2 de 1936. p. 3.
77
Ibid.
"Ibid.. mayo 4 de 1936. p. 3.
77
Ibid., mayo 6 de 1936, p. 5
S77
Ibid.. mayo 4 de 1936. p. 3.
2
Ibid.. mayo 9 de 1 936. p. 3.
[...] el partido de la tradición y del orden sólo requería, para entrar nuevamente al poder,
muchos sargentos en los cuarteles. Álzate Avendaño es el sargento efectivo dentro del escalafón
militar, y es un capitán generoso y benemérito fuera de él. El conservatismo antioqueño le ha
visto -jinete de las más intensas emociones- galopar por toda la montaña, recorriendo ocho y
diez municipios en u n día, alebrestando a las masas de Dios para que se empujen h a s t a
traspasar los lindes de la victoria 29 .
Y así, lleno de loas, regresó a Manizales el recién graduado, llevando en mente una
obsesión: movilizar a los godos caldenses, esa vez no desde las campañas electorales,
sino a través de conmemoraciones y funerales. "Alzo el brazo para despedir a este
capitán nobilísimo, orgullo de las generaciones que aún no han pensado en cerrar su
ciclo"30, clamó J u a n Roca Lemus.
En 1936 me dieron el diploma de profesional, que obtuve con una tesis pedante, sobre la
historia de los gremios, empezando desde los judíos del éxodo. Me fatigué cuando iba en los
"collegia" romanos y en las gildas de la edad media. Por eso quedó trunca, inconclusa. Sin
embargo, como citaba textos abstrusos y daba datos estadísticos sobre las finanzas de Egipto
bajo los lágidas, la junta de calificadores resolvió que era muy profunda. Por poco soy laureado
de la facultad 31 .
Aparte del buen humor y de la ironía, realmente se trataba de darles salida a hondas
preocupaciones intelectuales y políticas suyas. Su escrito es importante por los trazos
de lo que será su pensamiento político y prédica de toda la vida: la solidaridad con los
desvalidos, lucha contra la tendencia monopolista de la economía capitalista,
preocupación por una clase trabajadora más allá del proletariado obrero. El estudio
de los gremios le permitía a Álzate reafirmar en su conciencia el culto a los muertos
que había aprendido de Barres. Sus lecturas están en la dirección de su ideología
antiliberal y pro corporativista. Othmar Spann, entre otros paradigmas del
corporativismo y del protofascismo le influye grandemente. Este economista y filósofo
austríaco, crítico de la obra de Adam Smith, había sido traducido al español por
mediación de Ortega y Gasset. Algunas de sus obras circulaban en Colombia:
Filosofía de la sociedad, de 1928 (publicada en Revista de Occidente en 1933);
El Estado verdadero, de 1921 y Teorías principales de la economía política,
de 1928, textos que influirán, a su vez, en el nacionalismo español y portugués.
'" Ibid.
* Ibid.
" Ibid.
7
Véase Álzate Avendaño. Gilberto, "La indagatoria de Gilberto Álzate Avendaño", en Obras selectas. Bogotá. C á m a r a de
Representantes. 1979. p. 108.
Aspiro a establecer si en este país de "desarrollo combinado", para usar la terminología marxista,
d o n d e las clases no e s t á n s u f i c i e n t e m e n t e s e p a r a d a s y a l i n d e r a d a s , es posible cierto
corporativismo, no de tipo contemporáneo, pues supondría la presencia de la industria pesada
y la bifurcación neta de los grupos sociales, sino de vago acento medioévico, intermedio,
atemperado a nuestro estadio económico, a la falta de ordenación vertical en clases y horizontal
en profesiones. Si a eso se agregaren las implicaciones políticas de un movimiento semejante,
quedaría totalizado mi trabajo"'.
Es decir, su concepción de los gremios no tenía que ver con la que hoy tenemos de
ellos. En Álzate se trataba de una organización del trabajo de las pequeñas economías.
De una especie de solidaridad entre pequeños productores para afrontar las vicisitudes
de la vida. Encontraba en las antiguas sociedades formas de organización acordes
con la estructura social colombiana de su tiempo. De tal manera que el producto que
resultó de esta aventura intelectual fue una historia del trabajo. Le interesó destacar
la importancia del trabajo en la vida de los hombres y de las sociedades. Descubre
cómo la sociedad se constituyó gracias a las formas de asociación que se van
construyendo desde abajo. Para él es fundamental el espacio que han ido ganando los
trabajadores en la sociedad. Antes de concentrarse en las culturas pretéritas de
Grecia y Roma, Álzate recurrió al Antiguo Testamento y a las culturas de India,
China y Egipto. Señaló que en la construcción del Templo de Jerusalem hubo algún
tipo de agrupamiento por tareas y cierta jerarquía profesional. Destacó en el pueblo
judío su aporte al desenvolvimiento de los oficios. Dice Álzate en su tesis que fue el
único pueblo en el mundo antiguo que no menospreció a los obreros manuales. Cierta
concepción igualitaria en el mundo antiguo, a diferencia de la Grecia clásica, llama
la atención del graduando:
Las enseñanzas del Génesis sobre la homogeneidad del linaje humano y su común raíz en
Adán, las tablas de la ley y la voz de los profetas acerca del amor al prójimo y la piedad hacia el
pobre, la inmediata relación tribal que hacía de la raza judía una sola vasta progenie, sustentaban
el equilibrio social y s i t u a b a n a los hombres en un mismo nivel, por sobre menesteres y
fortunas".
Según Álzate, las cosas se tornaron complejas para los trabajadores manuales durante
la época de la Grecia clásica, a la cual está dedicado el primer capítulo de la tesis.
Álzate analizó la 'reforma solónica' como la primera legislación encaminada a la
formación de corporaciones, siempre y cuando no fueran contrarias al Estado. La
historicidad en la que se ha movido Álzate le lleva a buscar formas de equilibrar las
clases sociales. Advierte en Solón un primer intento de equilibrio social "aunque
existe una preferencia de los grandes propietarios y los caballeros, a quienes dentro
de esa timocracia o constitución censitaria se otorgan las altas funciones públicas,
los honores" 3 '. Alo largo de su investigación, el autor señala las contradicciones y el
1
Ibid.. p. 22.
Ibid.. p. 24.
7
• Ibid.. p. 26.
"• Ibid.. p, 35,
Triunfa el poder del dinero, la crematística, el capitalismo griego, produciendo vuelcos y avatares
sociales. Los grandes señores y los caballeros se han dedicado al comercio con ahínco, haciéndose
armadores y exportadores. La fortuna crea nuevas clasificaciones en la jerarquía ciudadana,
como la riqueza y la nobleza se fusionan en un solo estamento. Hay una ansia [sic] desbridada
de poseer. El rico, ávido y voluptuoso, ostenta un lujo insólito. Se busca el lucro para levantar
suntuosas residencias, tener bellas armas y objetos de boato, agasajar con vinos selectos y
joyas a las mujeres de la familia y a las cortesanas, servir opíparamente a los invitados ilustres
y a los parásitos del cortejo. En tanto los agricultores sudan vanamente en búsqueda de la
congrua subsistencia. Los obreros libres se ven en frecuente paro involuntario, por la abundancia
de mano de obra extranjera y servil. Se suscita de tal suerte una áspera lucha de clases, en la
que los unos se engríen en sus privilegios y los de abajo se exasperan con las arengas de los
demagogos. Hay una psicología de clases, afincada sobre el resentimiento. Los humillados por
la vida tienen una susceptibilidad mórbida. Cuando los distintos grupos encuentran que los
intereses económicos los separan se abre entre ellos un ancho foso. Los ricos se h a r t a n de
bienes hasta reventar. Los demócratas apelan a la violencia 36 .
Concluye el autor que los gremios en la antigüedad griega no tuvieron mayor desarrollo
por efectos del desprecio al trabajo manual. Sin embargo, afirma que los gremios
continuaron persistiendo "en su función de apoyo mutuo, celebraban los funerales de
los compañeros en su santuario particular y con sus sacerdotes, a veces hacían
fiestas de carácter jovial o participaban en las escaramuzas de las facciones, pero
arrastrando siempre sus días precariamente, en el tramonto de Grecia"37.
[...] ciertas prácticas de hermandades o sociedades de socorros mutuos. El auxilio recíproco fue
excepcional en Roma. La mutualidad sólo viene a aparecer con el cristianismo, al soplo de un
espíritu nuevo, en virtud de la caridad evangélica y el amor al prójimo, según se refleja en un
pasaje del Apologeticus, donde Tertuliano describe las diaconías cristianas fundadas p a r a
asistir y sepultar a los pobres, ancianos, desvalidos, huérfanos, menesterosos, náufragos y
cuantos estuviesen necesitados de su piedad. Ante la muerte sí mostrábase ampliamente el
sentimiento corporativo [...] los colegios intervenían para garantizar a los compañeros unas
exequias honorables, con la plenitud de los ritos prescritos 38 .
777
Ibid.. p.36
7
Ibid.. p. 38,
7
* Ibid.. p. 55.
En conclusión, por curioso que parezca, la historia que sale de la pluma de Álzate es
dialéctica y materialista. Es la realidad material el factor que incide en los cambios de
la sociedad. Fueron, por un lado, la economía de guerra y el sometimiento de los gremios
por parte del Estado las causas de la caída del Imperio Romano. Para Álzate, las invasiones
bárbaras habían operado cuando las reservas del imperio eran ya exiguas40.
La conspiración de Amadeo.
Según fuentes oficiales, una conspiración inspirada por el general conservador Amadeo
Rodríguez había sido debelada al promediar el mes de junio. Los dirigentes Primitivo
Crespo, del Valle, y Arcesio López, de Popayán, fueron arrestados. El primero, director
de Diario del Pacífico, que acababa de intervenir por los micrófonos de La Voz de
Colombia, fue deportado inmediatamente a Cali. En el allanamiento a su casa, el
general Amadeo Rodríguez, quien resistió a la invasión de ochenta policías, resultó
herido 42 . Dos ciudadanos más —el mayor Quintiliano Campuzano y el coronel Gonzalo
Medina—, fueron retenidos en el Valle.
Los altos dirigentes del conservatismo montaron en cólera, y no era para menos : se
trataba de importantes dirigentes del partido. Crespo era prácticamente el partido
en el Valle. Pertenecía a la sensibilidad del leopardismo, ya que era condiscípulo de
Ramírez Moreno. El Directorio Nacional Conservador (DNC) protestó: "es éste un
nuevo caso de persecución, fruto de la anormalidad en que vive la república"43. Ninguno
de los dirigentes conservadores calló: "La conspiración es una farsa", declaró airado
Laureano Gómez; Ramírez Moreno, a su vez, dijo: "La conspiración es una farsa
para reír como complot, y una farsa para crucificar como atropello [...] es una farsa
despavorida"44. Mariano Ospina Pérez atribuyó el hecho a imaginaciones del Gobierno;
el poeta Guillermo Valencia escribió: "Para exterminarnos, el gobierno tendrá que
decidirse a fusilarnos inermes, pues no caeremos en el lazo de la rebelión que
habilidosamente nos está tendiendo el régimen"' 0 . Por su parte, el general Berrío
declaró, que el gobierno sí merecía caer, pero le parecía estúpida la aventura de la
conspiración46. Más adelante, las emisoras liberales se enfrentaron a las conservadoras;
cada una difundía, con dicterios hacia el adversario, una versión diferente de los
hechos. La versión oficial era transmitida por la H.K.F, La Voz Catía, de Medellín, y
la Colombia Broadcasting, que nutrían además a los medios liberales de la capital y
de la provincia. Los conservadores intervenían por La Voz de Colombia, desde la cual
se radiaba toda la propaganda del partido. Por ella transitaban densas conferencias
779
Ibid., p. 56.
" Ibid., pp. 60-61.
77
Ibid., p. 61.
'- Establecer la verdad de los hechos es bastante complicado por cuanto las versiones en una prensa y en otra se contradicen. Aquí
seguímos los reportes de los diarios conservadores. Una interesante publicación del general Rodríguez, poco después, da cuenta de
su propia versión. Véase 7 Rodríguez, Amadeo. Caminos de guerra y conspiración. Barcelona, Gráficas Claret, 1955.
43
El Siglo, jumo 20 de 1936, p. 1.
" La Patria, junio 20 de 1936. p. 1.
77
Ibid.
417
Véase, ibid., junio 24 de 1936, p. 1.
1. Hacer una caricatura de república sobre la imagen de Colombia, y proyectar tan híbrida
concepción sobre el dolor, la sangre y las lágrimas de un gran partido vencido! 2. Atacar las
normas inmutables de la humanidad y pretender oponer al cristianismo cualquier movimiento
sofista, materialista y falsamente revolucionario; 3. Suprimir de la Carta Fundamental el nombre
de Dios: 4. Elegir un presidente inepto o veleidoso, que una vez en el solio de Bolívar llame a los
puestos de administración a los sectarios, escribas y fariseos de la política; 5. Absolver y aun
felicitar al jayán que asesina por la espalda a su magistrado; 6. Reducir a cenizas los hogares de
los ciudadanos de la región; 7. Encuadrar en la estancia de la mansión honrada las escenas de la
violación, del linchamiento y del robo; 8. Alejar todo un partido de las urnas eleccionarias, y
convertir los cuerpos colegiados en suntuoso banquete de apetitos; 9. Convertir un ministerio en
refugio de judíos y en foco de inmoralidad; 10. Llevar al espíritu de las generaciones nuevas el
morbo del materialismo y hacer olvidar con literatura extranjera el recuerdo de la cariñosa cruz,
con la cual todo colombiano ha despuntado la alborada de sus ojos19.
57
Ibid.
777
Ibid.
177
Rodríguez Amadeo. Caminos de guerra y conspiración.... p. 187.
Pero era también la influencia de los tiempos que corrían. El editorialista de La Patria
escribía en julio de 1936:
Antes de llegar al poder, Hitler, que todo lo preveía como conductor, lanzaba un presupuesto
determinado de mítines en el año. Nosotros quisiéramos lo mismo para el conservatismo de
Colombia [...] cinco o seis mil hombres disciplinados, marchando entre un bosque de banderas
imponen respeto al adversario. Sólo la acción pública puede crearle una conciencia nueva a
nuestra colectividad. 5Í
El evento era organizado directamente por el Directorio Nacional del partido. Aquilino
Villegas fue comisionado para llevar la palabra en su nombre en Manizales. El evento
se realizaría de manera simultánea en todo el país. En Bogotá tendría lugar el 18 de
junio y allí hablaría el leopardo Elíseo Arango, cuyo discurso sería transmitido a todo
el país por La Voz de Colombia. Una colecta nacional se llevaba a cabo para recoger
fondos para un monumento al mártir conservador en la capital de Caldas. Los
considerandos de la resolución de las altas directivas dicen de la estrategia de la
conmemoración: "El día en que cayó en la ciudad de Manizales bajo el artero plomo
asesino [...] fue muerto porque encarna la justicia, que es símbolo del partido
conservador [...] Que el recuerdo del eximio magistrado, honor de la juventud
colombiana, debe perpetuarse para ejemplo de las nuevas generaciones" 09 .
Ser muerto no es morir. Aquel cuyo recuerdo perdura, aquel cuya imagen se refleja en el
futuro, aquel cuyas p a l a b r a s germinan en surcos nuevos, ese no ha muerto. Nosotros no
morimos. Puede la deleznable arcilla deshacerse bajo el aguilón que engendra la noche en su
seno maldito, puede la pobre carne transitoria perecer, mas no perece aquel soplo de Jehová
sobre la intimidad de nuestro barro. Una gloriosa comunión nos ata y nos une en cadena sin
término, y desasidos transitoriamente de la tierra, seguimos conviviendo con los nuestros en
u n a radiación perenne de vida. Vivimos dentro de aquel círculo de soberana armonía que es
la comunión de todos los santos 62 .
Manuel Serrano Blanco, que era una especie de leopardo santandereano, promovió
sin duda y con énfasis el fascismo como método para reorganizar el partido y dar la
batalla contra "las demasías revolucionarias". Señaló que "para librar al país de
tanta concupiscencia vendría el fascismo purificador y restaurador" a derrotar a los
que habían hecho de "Colombia la grande, Colombia la pequeña". El orador señaló al
fascismo como "único medio de salvar al país" y declaró enfáticamente que era
preferible esa "guerra terrible llevada a cabo en los campos de batalla, que esta
odiosa e implacable a que hoy nos ha sometido el gobierno"64.
62
La Patria, junio 22 de 1936. p. 4.
7
" Ibid.
•" Ibid.
Y así aconteció. Primero fue el homenaje a Clímaco Villegas, luego vino el 25 de julio,
cuando se llevó a cabo en el circo Granada de Cali un masivo acto de desagravio a
Primitivo Crespo y a Arcesio López Narváez, dirigentes nacionalistas del Valle y del
Cauca respectivamente. Los dos líderes, según las fuentes oficiales, habían estado
comprometidos con la reciente conspiración contra el Gobierno y por ello habían sido
arrestados. El desagravio fue de masas, conmovedor, vital e imponente. De otro lado,
Joaquín Estrada Monsalve, que vivía por entonces en el departamento y movilizaba
las masas de la región quindiana, consideraba que el cincuentenario de la Carta
Magna "no debía celebrarse con banquetes sino con mítines, para que, mientras el
Congreso se atarea en reformarla, el pueblo renueve su fidelidad a aquellos capítulos
tutelares" 66 . Anotaba, además: "La orden del día del conservatismo debe ser la
procesionalidad [sic] [...] Hoy como nunca el partido necesita desplegarse sobre las
calles públicas, colmar ágoras y teatros, desbordar oceánicamente sobre las plazas y
avenidas. Sólo un partido asiduo a los ritos populares, de arengadores y caudillos,
dispuesto a ir hasta la demagogia, tiene razón de existencia en el momento espectacular
777
Ibid.. julio 28 de 1936. p. 3.
7777
Ibid., agosto 3 de 1936, p. 3
Y no era un acto regional. Laureano llegó a las once y media de la mañana en avión
al aeródromo de Cartago en compañía de la delegación de Antioquia, en cabeza de
Fernando Gómez Martínez y Gonzalo Restrepo Jaramillo. Lo acompañaba, además,
su hija Cecilia y el dirigente Fernando Londoño y Londoño. Allí, en medio de vítores,
aplausos y calle de honor, los recibió una amplia comisión de recepción presidida por
Silvio Villegas. Un grupo de damas de Cartago le entregó al jefe nacional conservador
u n a tarjeta de oro. No se debía desperdiciar u n minuto: vinieron los discursos.
Laureano agradeció las palabras a él dirigidas y señaló, como sabiendo dónde se
encontraba, que la doctrina conservadora era la única que podía salvar al país de la
barbarie comunista que amenazaba con aniquilar a Colombia.
Los carteles y pregones no irán en hilera sino entreverados con las banderas y esparcidos) los
abanderados se formarán en columnas de tres, cada una de ellas encabezando un cuerpo del
desfile; a las doce en punto del día se iniciará el acto en el parque Caldas. Las bandas de músicos
tocarán simultáneamente el himno nacional, que debe ser cantado por todos los conservadores
en una potente e impresionante masa coral. Los vítores deben corearse unánimemente. El
ondear de banderas y pañuelos ha de ser simultáneo. Al toque de silencio cesarán todos los
ruidos. Se prohibe dar "abajos" y "mueras" [...] Después de la marcha de banderas deben
evitarse los grupos vociferantes, pues el conservatismo quiere hacer uso plenamente de sus
derechos constitucionales de expresión, no suscitando deliberadamente disturbios. 7 "
El ritual de los festivos patrios se mezclaba con el ritual de las grandes concentraciones
fascistas de la época: "La ciudad reconquistada, después de un sitio de seis años"71,
decía 'Luis Yagarí', uno de sus organizadores.
7:7
Ibid.. diciembre 8 de 1936, p. 8.
71
El Siglo, agosto 10 de 1936. p. 3.
'•• Ibid.
777
Ibid.
77
Ibid., p. 3.
Pero esta vez se trataba de su adaptación a una ritualidad de veras nueva: pompa
católica, peregrinación conservadora ante las t u m b a s de los sacrificados e
incorporación del ritual fascista a la concelebración. Hacia la localidad se trasladaron
todas las organizaciones del conservatismo regional. La presencia de Gilberto Álzate
y de Fernando Londoño, comisionados para presidir el evento, llenó de entusiasmo a
la población y le insufló solemnidad a la conmemoración. De todos los municipios y
corregimientos del departamento se hicieron presentes delegaciones que portaban
coronas y emblemas distintivos de sus organizaciones locales, que impregnaban de
colorido el ambiente pueblerino. Sobre todo, destacaron las delegaciones de las
organizaciones de extrema derecha: Acción Nacional Derechista, que impactaba por
sus estilos novedosos para la población: arrogantes vítores y la alternación de banderas
que simbolizaban lo viejo y lo nuevo ; banderas azules, azul y blanco, y la verde y
negro del movimiento nacionalista. Por supuesto, alrededor de una solemne misa
giraban las actividades del aniversario y hacia allá se entronizaron viejos y nuevos
símbolos que llamaron la atención del periodista que cubría para La Patria el
acontecimiento: "Fue un momento de extraordinaria emoción, cuando al alzar la
hostia, todos los estandartes se inclinaron hacia el suelo, entre un vasto silencio,
mientras las gentes permanecían de rodillas" 80 . Finalizado el acto litúrgico, los
asistentes se desplazaron a la estación central del cable a la espera de los dignatarios
del partido: "Cuando la góndola que los conducía fue divisada inicióse un maravilloso
aleteo de pañuelos. Al entrar la vagoneta en la estación la banda de música tocó el
himno nacional [...] Los doctores Mejía Rivera, Londoño y Londoño y Álzate Avendaño
cruzaron por una calle de honor, bajo las banderas en arco, mientras toda la
muchedumbre hacía con el brazo en alto el saludo romano" 81 , escribió el cronista,
quien relató también que el desfile al cementerio, donde llevaron la palabra Londoño
y Álzate, estuvo cargado de vítores al conservatismo y a lo largo de la peregrinación
"los derechistas gritaban Roma sí, Moscú nó; derechas sí, izquierdas nó."82.
Pero si las derechas del occidente del país utilizaron los ritos luctuosos, sus
contemporáneos de la Acción Nacional Derechista en Bogotá adoptaron la simbología
fascista europea. Durante el segundo semestre de 1936 desde Derechas, los
17
Álzate, citando el libro de F. Nietzsche Asi hablaba Zaratustra
' La Patria, octubre 24 de 1936, p, 1.
71
Ibid., septiembre 7 de 1936. p. 3.
7
Ibid.
' Ibid.
En este mismo orden de los rituales, los conservadores, en particular los jóvenes,
protagonizaron eventos con el propósito de que su presencia fuera advertida como un
advenimiento. Le dieron especial énfasis a su vestimenta e insignias, así como a las
maneras agresivas de presentarse en público. Así sucedió el 20 de septiembre de
1936 cuando los espectadores de las salas de cine de Bogotá presenciaban en cortos
previos a la función central reportes de la guerra española. La muchachada derechista
invadió los recintos vivando a la revolución española y a sus jefes. En el mismo
sentido recorrieron las calles céntricas de la ciudad preconizando entre la ciudadanía
la urgencia de que la sociedad se defendiera del Gobierno84. De otro lado, se organizaban
ágapes derechistas para celebrar el ingreso de obreros e intelectuales a las falanges.
Álzate fue convidado a uno de esos eventos, realizado en los alrededores de Bogotá en
septiembre de 1936.
La Acción Nacional Derechista trabajó duro durante todo el año de 1936 para
consolidarse como expresión de todas las vertientes de las derechas nacionales:
bolivarianos, corporativistas, falangistas, integralistas y fascistas. Laureano Gómez,
que no veía con buenos ojos las ínfulas de autonomía de la juventud derechista,
presionó para la desarticulación de la ADN, llegando incluso a prohibir la impresión
del semanario Derechas, que se realizaba en los talleres de El Siglo. Además, la
adopción de la parafernalia fascista por parte de la ADN, acrecentó las diferencias
e n t r e conservadores clásicos y profascistas. Aspirando a u n a s j u v e n t u d e s
conservadoras obedientes y sumisas, Laureano Gómez encontró en la sensibilidad
leoparda una feroz resistencia a sus anhelos de jefe supremo del conservatismo; sin
embargo, vislumbró en la Unión Nacional de Estudiantes Conservadores la fuerza
juvenil que necesitaba para sus planes de aplastar a la juventud profascista.
La Unión N a c i o n a l de E s t u d i a n t e s Conservadores
Colombianos (UNEC).
H e r m a n o s de b a n d e r a : E s h o r a de los
sacrificios, de ¡as g r a n d e s r e s i g n a c i o n e s .
Cuando Dios es ultrajado y la j u s t i c i a es
envilecida, un puesto de combate es una puerta
para el sufrimiento. Nos esperan las cárceles,
las bayonetas asesinas del gobierno, pero qué
importa todo eso si como dijo el otro- no hay
m u e r t e sin resurrección. N u e s t r o grito es
"¡Organicémonos!, ¡Organicémonos" Y vamos
a las plazas, a las calles de la ultrajada provincia.
Prediquemos las ideas que dieron p a t r i a a
nuestros padres y que h a n de ser pan para
nuestros hijos 85.
7
Véase las ediciones de Derechas en el segundo semestre de 1936.
1
Ibid.. septiembre 21 de 1936, p. 1.
5
Véase el mensaje del Comité Ejecutivo de la UNEC a la Asamblea General. El Siglo, junio 14 de 1936, p. 3.
Fue nuestra primera medida enviar a cada uno de los establecimientos de Bogotá, circulares en
las cuales comunicábamos nuestros deseos y dábamos las instrucciones necesarias para llenar
nuestro cometido. Luego nombramos en las universidades y colegios, comités permanentes que
se encargaban de desarrollar una labor de propaganda a los proyectos sometidos. Y todos a una
sola voz, orgullo es confesarlo, contestaron al llamamiento y empezaron a laborar de una manera
eficaz y definitiva87.
La UNEC estaba vinculada directamente con las altas jerarquías del conservatismo
con el objetivo de neutralizar la influencia en la juventud de los grupos nacionalistas:
AND, Haz Godo, entre otros, aunque sus formas de persuasión tenían parecido:
"creer, obrar, combatir". No sólo los identificaba la acción, también las fuentes de
inspiración. César Tulio Delgado, uno de sus directivos, como los derechistas
nacionalistas, se amparaba en Charles Maurras y compartía con ellos su visión
catastrófica del presente nacional e internacional: "El cuadro que se vislumbra no
puede ser más triste y desolado. Sangrante y descompuesta como una virgen violada,
la patria colombiana tirita y lloriquea de angustia y de dolor bajo el alero en ruinas
de su grandeza difunta."88.
Emulando a sus superiores, los jóvenes declararon mártir del partido al joven Roberto
Vargas Archila "abaleado en forma cobarde en los claustros del Colegio de Boyacá por
defender valerosamente su credo político"90, y aprobaron una proposición en la que
anotaron que no tolerarían la reelección de Olaya Herrera porque representaba "un
pasado atormentado y doloroso para la patria" 91 .
86
Su Comité Ejecutivo Nacional estaba integrado por J. Eliécer Suárez, Pedro J. Buitrago, Héctor Acevedo, César Tulio Delgado, Mario
Vélez Escobar, Carlos Acosta, y como secretario Carlos Daniel Sánchez.
"'" EJ Siglo, junio 14 de 1937, p. 3.
88
La Patria, mayo 29 de 1937, p, 7.
89
El Siglo, junio 14 de 1936, p. 1.
7777
Ibid., p. 3.
771
Ibid.
'" Ibid.. jumo 21 de 1936, p. 1,
Álzate Avendaño estuvo en las reuniones constitutivas del nuevo organismo político.
Se le reconoció como jefe y caudillo de derechas y fue saludado a la romana. En una
de las reuniones constitutivas, Álzate esclareció sobre la historia del Partido
Conservador y ahondó en lo que serían los nuevos métodos tácticos, lo mismo que
sobre la nueva plataforma programática del movimiento. Propuso que al sindicato
rojo se opusieran los gremios de oficios, y a la violencia ejercida desde el poder, las
brigadas defensivas del conservatismo. Por primera vez se propuso la fórmula de No
hay enemigos a la derecha para atraer todas las fuerzas políticas afines. Los miembros
de Haz Godo serían identificados con el carné godo y el nuevo movimiento tendría un
ordenamiento jerárquico: Consejo Supremo del Haz, una secretaría general y asesorías
técnicas. En todos los municipios del departamento tendría filiales y a él podrían
afiliarse personas de todas las clases sociales. El Consejo Supremo quedó integrado
por Juan Roca Lemus, José Mejía Mejía, Abel Naranjo Villegas, Guillermo Fonnegra
Sierra, Víctor Carvajal Ortega, Manuel Betancur y Gabriel Congote, y como secretario
general fue elegido Gabriel Aramburo. Como órgano del movimiento se anunció la
aparición del semanario El Clarín, que estaría bajo la dirección de J u a n Roca
Lemus, José Mejía Mejía y Víctor Carvajal Ortega. Mientras tanto, fungiría como
vocera la revista Tradición. Durante las primeras reuniones se estudió la posibilidad
de convocar a un Congreso Nacional de derechas en el mes de noviembre en Medellín,
que contara con la participación de la juventud conservadora de todo el país. Haz
Godo aprobó una proposición de saludo a Laureano Gómez y al general Pedro J.
Berrío, "los más cimeros jefes de la oposición".
José Mejía Mejía, el destacado ideólogo de Jerarquía, pasó a hacer parte de Haz Godo.
Se sentía a sus anchas y tenía todos los valores necesarios para iluminar a esa agrupación.
No hizo otra cosa que trasladar a la nueva tolda sus prédicas de Jerarquía. Incrustó
entre los pilares del nuevo edificio el decálogo ideológico denominado entonces Posiciones
y proposiciones. Los diez puntos que aparecen en el capítulo anterior fueron aprobados
como la plataforma de Haz Godo. Se estableció así el vaso comunicante entre una
agrupación y otra: Página universitaria (1929), Jerarquía (1935) y Haz Godo (1936).
En las tres, Mejía Mejía contó con la supervisión y colaboración de Álzate Avendaño.
Ambos personajes se sentían trabajando en la misma dirección. Por eso, al final de la
plataforma del nuevo movimiento, Mejía anotó lo siguiente:
Gilberto Álzate Avendaño y el autor de estas líneas establecieron desde el año de 1931 una
nueva modalidad mental en el partido. Gestores, animadores e iluminadores de una briosa
gesta derechista, n u e s t r a s actuaciones casi pudiéramos decir que carecían de acústica, el
partido estaba sumido en la sensibilidad gobiernista del imperio hegemónico. Inteligencias
insulares como la de Álzate Avendaño y la nuestra abrieron el desbrozamiento de una agitación
dura y cuajada como la que ahora contemplamos. Las premisas de aquella época, edificadas
casi contra el coro de nuestra pusilánime generación, forman e integran el estatuto mental de
estos días. Sobre nuestros hombros quedan estos atrevidos mandamientos. La responsabilidad
es corajudamente de los que en sangre y espíritu podemos responder por la tremenda sinceridad
de estos principios 98 .
97
Véase La Patria, septiembre 21 de 1936, p. 3.
"" Ibid.
Mejía Mejía y con él, Haz Godo, querían que el conservatismo acogiera sus puntos
de vista, que eran los del fascismo: "Es una verdadera impertinencia retórica
creernos ubicados en el subsuelo de los principios fascistas que rigen hoy día la
vida de otros pueblos [...] El Haz Godo aspira precisamente a una adaptación
rigurosa de las ideas con los hechos y a que el partido conservador estruje la
historia con u n a doctrina de su altura" 102 .
Haz Godo se organizaba a toda prisa. El epicentro del movimiento era Medellín. El
desenlace de la guerra civil española a favor de su manera de pensar los empujaba.
En la oficina del movimiento, la misma de la revista Tradición, ubicada en la pieza
14 del Edificio Comercial, en el centro de la ciudad, al tiempo que los jóvenes se
inscribían firmaban una declaración de adhesión al Gobierno provisional de Burgos,
c o n s i d e r a d o " r e s t a u r a d o r de la civilización e s p a ñ o l a a m e n a z a d a por el
bolcheviquismo". Se configuraron las asesorías: orientación social, conexiones,
organización y estatutos, movilización, fondos, propaganda, universitaria, empleados,
y se anunció la creación de las asesorías obrera y campesina. Todas estaban integradas
por hombres probados en la militancia de la derecha. J u a n Zuleta Ferrer y Abel
Naranjo Villegas hacían parte de la asesoría de orientación social, Juan Roca Lemus
de la de conexiones, Jorge Luis Arango de la de fondos y Mejía Mejía de la de propa-
ganda. La asesoría de movilización acordó iniciar la formación de una brigada
compuesta por mil hombres distribuidos en diez brigadas, lo mismo que una milicia
infantil y una retaguardia goda. Era un liderazgo masculino; las mujeres aparecerán
más adelante. A diario, el movimiento emitía boletines de información de generosa
recepción en las páginas principales de El Colombiano, que, además, publicaba
entrevistas a sus impulsores. El entusiasmo era delirante, todo el mundo proponía
iniciativas: que el carné debía llevar foto, que se publicara una página especial en un
779
El Colombiano, septiembre 21 de 1936, p. 3.
7
"' Ibid.
"" Ibid.
77777
Véase "La plataforma ideológica del Haz Godo", en La Patria, diciembre 3 de 1936. pp. 3 y 7.
70:7
El Colombiano, septiembre 18 de 1936, p. o.
777
' ibid,
77,7
ibid.
1776
Ibid.. septiembre 21 de 1936, p. 2.
77,7
ihid., noviembre 23 de 1936, p. 3.
•'•' Ibid.
'"" I b i d .
Se trataba, además, de otra estrategia: la suya propia para escalar las posiciones
dentro del partido y dentro, también, de la sociedad colombiana. Reconocían, sin
embargo, los ideólogos de Haz Godo la presencia de Álzate en el movimiento. Era
como si estuvieran trabajando para él. Según Abel Naranjo Villegas, Álzate era el
hombre predestinado. Así lo afirmaba al explicar que la causa que había originado el
movimiento era la amenaza soviética que se cernía sobre el país y el bárbaro régimen
liberal que no hacía nada por evitarlo. Decía que Álzate sentía "la urgencia de acomodar
a nuestra derecha en la dirección universal y ha buscado el roce con núcleos de
intelectuales que en todo el país hagan la promoción de los cuadros del conservatismo
hacia los climas de heroicidad que la época y el régimen están solicitando para re-
sponder a su desenfrenada insolencia"111. Sostenía Naranjo que se trataba por entonces
de un núcleo de intelectuales universitarios interesado en darle uso al godismo como
hecho histórico. Eran pocos, sí, y en ellos pesaba la influencia de Cristo y del
cristianismo. Tal como ellos había empezado Cristo, con apóstoles, y era justamente
la acción lo que había convertido al cristianismo en un inmenso rebaño:
"Desempeñamos el papel de Bautistas pero confiamos en nuestro oficio mesiánico
porque tenemos seguridad de que el que ha de ser está ya entre nosotros. Vamos a
prepararle el escenario" 112 . Si duda, se trataba de Álzate.
Pero hay algo nuevo que merece la pena mencionarse. Con Haz Godo disminuye el
empecinamiento de los conservadores por el campo y por los campesinos. A esta
altura de su configuración, la asesoría campesina no arranca. Sus líderes y sus
miembros son urbanos y es en la ciudad donde están trabajando. "Nuestra gesta
quiere una política de masas", es una frase tardía, pero que Mejía Mejía y Álzate
Avendaño asumen finalmente. El proceso histórico colombiano los estaba presionando
para superar el prejuicio conservador de ver las multitudes como lo habían aprendido
de Gustave Le Bon.
77
ibid.. septiembre 27 de 1936. p. 4,
7
Ibid.. septiembre 18 de 1936. pp. 1-2.
1
Ibid.
La estructura de corporaciones por profesiones u oficios en que todos son técnicos y conocen
por sí mismos sus problemas, sería una formación ideal del Estado [...] El actual parlamento
podría ser reemplazado por Cámaras profesionales en las que sólo tuviesen votos consultivos
los respectivos cuadros técnicos sin considerar su origen social o su antigua extracción política11".
Juan Roca Lemus, intelectual de prestigio que, como ya sabemos, firmaba su columna
"Periscopio" de El Colombiano con el seudónimo de 'Rubayata', se convirtió a finales
de septiembre en el presidente del Consejo Supremo de Haz Godo. Un ciclo de conferencias,
donde se anunciaba la participación de Álzate con una ponencia sobre la política, daría
inicio a la creación de una escuela de formación política. Las primeras conferencias
versarían sobre el proceso de la guerra civil española, justamente en momentos que los
nacionalistas estaban próximos a coronar la victoria. En octubre continuó en firme la
organización de Haz Godo. La asesoría obrera entró en plena actividad. Se inventaron
una cinta azul para distinguir a todas las personas que se inscribían y se puso en
marcha una agresiva campaña para recolectar fondos para el movimiento. Un
manifiesto de adhesión dio inicio a la asesoría de la mujer goda. Gilberto Álzate
Avendaño iba y venía de Manizales a Medellín. Estaba de lleno en la configuración
del movimiento nacionalista. El 14 de octubre participó en las deliberaciones donde
el Consejo Supremo aprobó el 'Plan bienal' que trazó el itinerario del movimiento en
tres periodos: agitación, organización y movilización. En el primero se intensificaría
la matrícula de los afiliados y se promovería con ahínco el nuevo espíritu militante
dentro del partido en ciudades y campos; en el segundo se verificaría el encuadramiento
en vanguardias juveniles y formaciones de adultos con potencialidad de choque; y en
el tercero se procedería a movilizar los efectivos de Haz Godo en la lucha política
contra el régimen. Álzate intervino sobre los prospectos tácticos y programáticos del
movimiento. La reunión saludó la aparición del primer número de Clarín, el
semanario de la organización, que estaba bajo la dirección de Roca Lemus y José
Mejía y Mejía. Se aprobó la convocatoria de un concurso para escoger la letra del
futuro himno del movimiento, y como escudo se adoptó el mismo de la Acción Nacional
Derechista, con el Libertador enmarcado en la cruz latina, y se aprobó también el
saludo a la romana, con el brazo en alto. Finalmente, Álzate, que se aprestaba para
viajar a Manzanares a una concentración política fue despedido con efu-sión. Sus
aconsejados hicieron votos por el pronto regreso del caudillo y por el éxito de sus
empresas políticas.
777
Ibid.. septiembre 21 de 1936. p. 2.
777
Ibid.. noviembre 20 de 1936, p. 5.
77
Ibid.
En octubre, poco después de creado Haz Godo, Álzate concedió una entrevista al
periódico La Patria. Allí, el capitán -como le decían- hizo algunas declaraciones en
las cuales confirmó su temple. Se mostró tan partidario de la abstención integral
como lo hubiera estado Laureano Gómez. Con la experiencia del hombre de elecciones
que ya era, sonreía cuando le preguntaron su opinión sobre algunos conservadores
que consideraban necesario regresar a las urnas :
Nadie se imaginaría a esos orondos señores capitalinos en unas elecciones caliginosas de la
provincia, al pie de muchedumbres inermes, afrontando el riesgo físico y la responsabilidad del
debate [...] Nosotros nos negamos a sacrificar copartidarios indefensos para darle empleo en la
C á m a r a a t a n t a gente conspicua. No se puede supeditar una táctica de vasto alcance a la
nostalgia de algunos parlamentarios sin escaños 117 .
7777
Diario del Pacíñco. noviembre 5 de 1936. p, 3.
17
La Patria, octubre 4 de 1936. pp. 1 y 3,
7777
Es bueno anotar que la táctica del conservatismo en este momento era la abstención. En septiembre de 1936, la DNC había rechazado
la invitación a participar en el Gran Consejo Electoral.
En horas de la noche se llevó a cabo una retreta frente a los balcones de la casa donde se
hallaban hospedados Álzate y Londoño. En medio del jolgorio, Londoño llevó la palabra.
La fiesta continuó al día siguiente. El descanso dominical corrió por cuenta del evento
conservador que se celebraba. En la tarde tuvo lugar el acto central de la conmemoración:
la exhumación de los restos mortales del General Flórez y su traslado al nuevo cemeterio
de la ciudad. Para tal propósito se llevó a cabo un solemne desfile que recorrió las
principales calles de la población, y se detuvo en la casa donde se hospedaban Álzate y
Londoño. Empezaron los discursos. Primero habló don Tomás Mejía, dirigente del
conservatismo de Aranzazu, que llevaba de esa población a Pensilvania el estilo y la
7777
Citado por La Patria, octubre 20 de 1936. p. 1.
Se trata del más cobarde y alevoso crimen realizado en nuestro departamento. El secretario de
gobierno, faltando a su palabra y a su condición obligada de caballero, mintió a Fernando
Londoño Londoño y Gilberto Álzate Avendaño. —Se desplegó ejército, policía, bandoleros de las
r e n t a s d e p a r t a m e n t a l e s y policía b a r r e r i s t a de Armenia, para asesinar al conservatismo
indefenso. -Terrible despacho acusador de Álzate Avendaño y Londoño Londoño. "Enjuiciaremos
al gobierno por este espantoso asesinato cometido con perfidia y engaños", dicen. -Detalles que
precedieron a la matanza. Se pide el acuertelamiento de la policía. —Hoy deben ser sepultadas
las víctimas. -Todos los muertos y heridos son conservadores. -Todos los detalles.
Porque los políticos de derechas fueron incautos y plegadizos en los primeros años de la
república, porque el ejército estuvo en un inicial balanceo dubitativo, porque la burguesía
pusilánime se hincó ante los nuevos amos, se hizo preciso que los legionarios de Franco
recorrieran como bestias épicas, entre escombros, los desolados páramos castellanos 129 .
716
Ibid., octubre 20 de 1936, p. 1.
l¿7
El Colombiano, septiembre 18 de 1936. p, 2,
''" La Patria, noviembre 8 de 1936, p. 3.
'-' Ibid.
7717
Diario del Pacifico, noviembre 10 de 1936, p. 5. El Colombiano, en un editorial de fin de año, consignó7 "La sangre, la lengua, la religión
y la historia nos unen a España, y por eso debemos estar pendientes de la Península y de sus experiencias". El Colombiano. 21 de
noviembre de 1936. p. 3.
771
Véase. "Guía de venganzas", en ""Periscopio", la columna de "Rubayata". El Colombiano, noviembre 21 de 1936, p. 3.
Hay que anotar, sin embargo, que el pensamiento de Primo de Rivera, aunque lo dijeran,
no podía ser adaptado, en este instante, a las condiciones colombianas! eran más sus
gestos guerreros que su ideario lo que ha debido cautivar a los conservadores locales
que a diferencia del sacrificado jefe de la Falange española no hablaba de partidos, no
reconocía a ninguno, apenas a la patria. Su discurso era abarcador e incluyente, así
estaba consignado en el concelebrado discurso constituyente de su movimiento:
El movimiento de hoy, que no es de partido, sino que es un movimiento, casi podríamos decir un
anlipartido, sépase, desde ahora, no es de derechas ni de izquierdas [...] sepan todos que nos
escuchan de buena fe que esas consideraciones espirituales caben todas en nuestro movimiento:
pero que nuestro movimiento por nada atará sus destinos al interés de grupo o al interés de clase
que anida bajo la división superficial en derechas e izquierdas. / La patria es una unidad total en
que se integran todos los individuos y todas las clases: la patria no puede estar en manos de la
clase más fuerte o del partido mejor organizado. La patria es una síntesis trascendente, una
síntesis indivisible, con fines propios que cumplir: y nosotros lo que queremos es que el movimiento
de este día y el Estado que cree, sea el instrumento eficaz, autoritario, al servicio de una unidad
indiscutible, de esa unidad permanente, de esa unidad irrevocable que se llama patria 133 .
Ya en julio anterior, La Patria había dado cabida a un interesante artículo, del que
reproducimos algunos apartes claves para la comprensión del fenómeno que aquí
reseñamos:
777
Véase, el "Credo de la Falange", en La Patria, noviembre 22 de 1936, pp 1 y 7.
77
El Siglo, noviembre 19 de 1937. p. 3.
71
La Patria, noviembre 28 de 1936. p. 8.
77
ífud.. julio 27 de 1936, p. 3.
717
Christie, Keith. Oligarcas, campesinos y política en Colombia. Aspectos de la historia socio-política de la frontera antioqueña.
Bogotá, Universidad Nacional. 1986. pp. 152153
No hay para los conservadores libertad de reunión ni libertad de palabra, y es un nuevo hecho
probatorio de que nuestros copartidarios sólo son tolerados como contribuyentes, que carecen
en absoluto de derechos políticos: y sabiendo, además, que sería absurdo esperar garantías y
justicia de la república liberal que trata a los nuestros como a enemigos extranjeros 139 .
Es claro que si a la oposición se le cierran todos los caminos legales tiene que apelar a la
acción directa, al tumulto, a la revuelta [...] Si el liberalismo no quiere tolerarnos las actividades
cívicas, apelaremos a la suprema terapéutica que necesitan las democracias enfermas: la
contrarrevolución del orden. El partido conservador no ha sido ni es una colectividad de
acción directa: quiere y acepta las soluciones de la libertad; pero tampoco renuncia al derecho
de defensa 140 .
Y un poco más tarde, cuando terminaba el año, Laureano Gómez trató sobre la
democracia, otro de los conceptos caros para el liberalismo, poniéndola en entredicho:
Desde que asumió el mando el liberalismo, desapareció la democracia en Colombia. Hay demagogia,
pero no hay democracia. Hay vencedores y vencidos, opresores y oprimidos, gobierno de partido,
gobierno de Alfonso López para sus amigos y aduladores. Todo menos democracia, menos gobierno
de opinión, menos garantías para los conservadores a quienes se les niega el agua y el fuego143.
Hay que anotar, para terminar este aparte, que la estrategia del ritual funerario para
mantener en dinamismo su militancia se llevaba a cabo justamente en poblaciones
mayoritariamente conservadoras. No estaban los conservadores violentando poblaciones
liberales, no se las estaban tomando, hacían sus rituales de la resistencia con sus
copartidarios, entre su propia gente.
774
Ocampo, Francisco José. Memorias inconclusas de un amnésico. Bogotá. Editorial, Cosmos, 1979, pp. 157-158.
7 77
La Patria, diciembre 7 de 1936. pp. 1 y 8.
7777
Ibid.. diciembre 9 de 1936. p. 4.
Ibid.. pp. 1 y 7.
Se trazaron directrices para una meticulosa organización del partido, de tal manera
que cubriera en detalle la marcha de las actividades partidistas de abajo hacia arriba,
es decir, desde las veredas remotas hasta la capital del departamento. Los inspectores
de provincia estarían al pie de esta iniciativa y su trabajo sería remunerado. A la
política laicizadora del régimen liberal los conservadores caldenses opusieron una
agresiva política de resistencia:
P a r a oponernos a la instrucción comunista del pueblo, obra que realizan la prensa izquierdista,
las imprentas oficiales, el magisterio, el gobierno y los agitadores extranjeros, nos proponemos
p e n e t r a r i n t e l e c t u a l m e n t e en la m a s a . N a d a podrá oponerse a la movilización de las
inteligencias conservadoras. La intelectualidad tiene que convertirse en u n cuerpo docente
y apostólico. Las reuniones obreras de carácter ilustrativo, la repartición gratuita de folletos
doctrinarios, las hojas volantes, la desanalfabetización, las conversaciones cotidianas sobre
las ideas, deben promoverse en todo tiempo y lugar 151 .
7
ibid.
7
Ibid., p. 4.
7
El informe completo puede verse en La Voz de Caldas, diciembre 11 de 1936. p. 4.
Ibid.
Más aun cuando los comunistas estaban apoyando al régimen y este necesitaba de
ellos. Fieles a la geografía económica de su región, los conservadores caldenses pusieron
énfasis en sus campesinos:
La difusión ideológica de la doctrina hay que efectuarla especialmente sobre las gentes del
campo. En Caldas mora el labriego ejemplar. Por su espíritu de trabajo y su dura cohesión
católica, ha mantenido a raya la infiltración comunista. Aislado por virtudes autóctonas, es él
quien mejor convive con el sacrificio y el desamparo a que lo avoca una política tributaria intensa
y un peligro de expropiación agraria por las injustas leyes del gobierno. El liberalismo lo lisonjea
y engaña, para entregarlo presto al comunismo. El campesino caldense debe ser anticomunista 163 .
Como habrá advertido el lector, una de las características de los jóvenes conservadores,
que iba incluso contra ellos mismos, era su vocación mesiánica: creerse salvadores.
Los esfuerzos que invertían en esta tenaz cruzada que, no obstante su juventud, los
desgastaba, iban en desmedro de esfuerzos que hubieran podido dirigirse hacia el
planteamiento y la resolución de los problemas sociales que afectaban de veras a la
población colombiana.156
77,2
El Siglo, agosto 3 de 1936, p. 1.
"" Ibid.
57
Ibid.
155
La Patria, diciembre 11 de 1936. p. 3.
VM
Véase a este respecto
Y continuaba la extensa carta, que era un alegato ideológico más en secreto, pero que
las presiones políticas convirtieron en público justamente cuando había finalizado la
Convención regional, a la que no concurrió el republicano Aquilino Villegas. Era el
punto de llegada de una disputa que tenía ya años. Aquilino no sólo les permitía la
discusión sobre el relevo generacional, sino que también les garantizaba el desarrollo de
la polémica ideológica. El triunfo del sector nacionalista en la pasada Convención
departamental fue utilizado por Silvio Villegas, director de La Patria, para sacar a la
luz la discusión. Ahora que Aquilino daba papaya- 'Yo creo que ustedes prudentemente
debieran con toda cortesía liquidar aquellos escritos, o liquidarme a mí." La Patria
decidió liquidar al republicano, liquidarlo púbbcamente. Al contrario de lo que aspiraba
don Aquilino, el director del periódico le contestó reafirmando las tesis nacionalistas
que, además, ya no tenían nada de improvisación; hacía quince años, por lo menos, que
los Leopardos habían irrumpido en la palestra política y desde entonces no habían
cesado en sus propósitos ideológicos. Así contestaba Silvio Villegas:
El diario liberal La Razón, que decía ser "el reflejo auténtico de la vida colombiana",
que vio la luz pública el 18 de septiembre de 1936, para la defensa del liberalismo
republicano, pero como oposición liberal directa, y que estaba bajo la dirección del
liberal J u a n Lozano y Lozano, salió también al ruedo.
La consecuencia lógica de la valerosa actitud de Aquilino tiene que ser el retorno a la política
nacional, real y patriótica, que salve lo que aún puede salvarse del conservatismo histórico.
Volver a la política de moderación, aceptar el partido constitucional, colaborar en las soluciones
de los problemas que afectan a los colombianos, no sustraer al servicio de la nación capacidades
de primer orden, es el secreto de evitar los peligros que Aquilino señala y que está en la obligación
de ayudarnos a combatir167.
1776
La Patria, diciembre 13 de 1936, pp, 1 y 4.
1777
íhid.
77777
Ibid.. diciembre 11 de 1936. p. 3.
77777
Diario del Pacifico, noviembre 12 de 1936, p. 3.
7777
La Patria, diciembre 16 de 1933. p. 3.
77
Ibid.
En lo que algunos han llamado derechas conservadoras hay jóvenes de nobles y avanzada
cultura mental, jóvenes de vigoroso espíritu y de amplio corazón, hay que llamarlos, no repelerlos,
atraerlos, no expulsarlos. Ellos representan el porvenir de la patria, son el patrimonio social y
político de la nación. Son escuadrones generosos de nobles ambiciones, movidos, con algunas
excepciones, por un amor profundo a su partido, cuyas doctrinas defienden en toda su integridad. 1 '"
Sepa el doctor Aquilino Villegas y quienes lo acompañan en sus ideas, que el derechismo no
pretende importar directamente, y para su uso personal y exclusivo al fascismo italiano. El
fascismo en Italia es un fenómeno vernáculo, peculiarmente de allí. Pero el fascismo, como la
democracia, tienen ideas y aspectos de universalidad que son aplicados a todos los meridianos
y bajo todos los soles176.
ibid.
ibid.
La Voz de Caldas, diciembre 10 de 1936. p. 3.
La Patria, diciembre 16 de 1936. p. 3.
ibid.
77
Véase. La Voz de Caldas, diciembre 22 de 1936, p. 2.
Gilberto Álzate Avendaño
y la secretaría general
Partido Conserva
IX
El país y el mundo salían de 1936, año crucial en el ascenso del fascismo. En España
la guerra civil inclinaba cada vez más la balanza hacia los nacionalistas. Los
congéneres colombianos vivieron estos avances con triunfalismo. La juventud
conservadora siguió contando, además de su propia prensa, con el respaldo siempre
incondicional de La P a t r i a y de El Colombiano. Indistintamente los jóvenes
derechistas del occidente colombiano escribían sus artículos doctrinarios en uno y
otro periódico. Comenzando enero, por ejemplo, José Mejía Mejía trasladó su alegato
antiliberal y anticomunista de Jerarquía a La Patria. Al tiempo que realizó un
pormenorizado balance de los avances de las derechas en el año inmediatamente
anterior, analizó la situación interna del Partido Liberal. Mejía señalaba las diferencias
entre las dos tendencias del liberalismo: la de Eduardo Santos, que se expresaba en
la precandidatura de Olaya Herrera y la del presidente López que, según señalaba,
estaba influida por el comunismo a través del Frente Popular. Ambos partidos
tradicionales estaban divididos. De la manera como una corriente de extrema derecha
agitaba el interior del conservatismo, pareciera que una de extrema izquierda hiciera
lo propio en el liberalismo. Curiosamente, la democratización interna de ambos
partidos parecía fluir desde sus extremos.
2
Véase al respecto 7 Fausto, Boris. O pensamiento nacionalista autoritario (1920-1940). Rio de Janeiro. Jorge Zahar Editor, 2001: Hélgio.
Trindade. Integralismo. O fascismo hrasileiro na década de 30. Sao Paulo, Difel, 1979.
La época de grandes y extremas confrontaciones que se vivía, hacía que los jóvenes
nacionalistas arguyeran a favor del occidente nacionalista y en contra del oriente soviético.
Replicaban cuanto en el mundo se dijese al respecto. Podían llegar a reconocer la calidad
de los líderes fundadores del régimen soviético, como en el caso de Lenin y Trotski, pero
cuando se adentraban en el comunismo colombiano la oscuridad se intensificaba:
En naciones sin cultura como la nuestra todo avance del comunismo marca un retroceso hacia
las formas rudimentarias de vida, hacia la época en que el hombre era t a n solo un salvaje
roedor de raíces. Su triunfo nos obligaría a volvernos picapedreros, y con la religión, la moral,
la libertad y la justicia desaparecerían todas las formas de arte, de belleza, de refinamiento, de
gracia y de sociabilidad que exaltan y magnifican la vida 5 .
Si nuestras juventudes quieren saber cómo pensamos y si nuestras masas necesitan saberlo,
si una convención muy próxima tiene el derecho de obligarnos a hablar, creo que es preferible
77
La Voz de Caldas, enero 27 de 1937, p. 1.
7
Véase, por ejemplo 'Periscopio', la columna de 'Rubayata' en El Colombiano, enero 22 de 1937, p. 3, donde el polémico intelectual, lista
en mano, divide a los conservadores entre derechistas y antiderechistas. Entre estos últimos destaca a Aquilino Villegas y a Gonzalo
Restrepo. La lista de los derechistas cubre la mayoría de los hombres ilustres del conservatismo. Curiosamente, Laureano Gómez no
aparece en ninguno de los dos lados polarizados.
77
Véase editorial 'El Paraíso proletario". La Patria, enero 16 de 1937. p. 4.
7>
Derechas, enero 28 de 1937. p. 1,
[...] las derechas de Colombia no pueden reducirse a una minúscula aspiración de minorías
intelectuales o juveniles, sino que deben ser u n a organización t o t a l i t a r i a de las fuerzas
conservadoras, regida por los que siempre han sido nuestros jefes naturales - e n t r e los cuales
Aquilino Villegas se destaca en Caldas- que haga frente a los vientos tártaros que socavarán la
cultura evangélica 8 .
Siete meses atrás - y a lo hemos dicho-, Álzate había terminado su carrera de Derecho
en la Universidad de Antioquia y estaba radicado en Manizales. Como ha quedado
expuesto, fueron años intensos en su vida juvenil! venía participando sin cesar en la
movilización política conservadora del occidente colombiano. Sus méritos estaban en
su capacidad de organizador político y esa fama la había labrado justamente en
Antioquia, adonde, según El Espectador, se dirigió en las vísperas de la Convención
Nacional a pedido del Consejo Supremo de Haz Godo para mediar a favor de las
derechas en la designación de delegados al evento próximo a realizarse en Bogotá.
Aquilino Villegas, que había seguido escribiendo contra las juventudes derechistas,
envió u n a carta al patriarca conservador general Pedro J. Berrío para solicitarle su
reacción ante la 'fascistización' del partido en que estaba empeñada la derecha juvenil.
Aquilino y La Defensa, de Medellín, llamaron a la militancia a manifestarse con-
tra los intentos de tomarse la dirección del partido por parte de los jóvenes fascistas!
sin embargo, su convocatoria no tuvo éxito. Pero el affaire de los Villegas continuaba,
se desarrollaba, tenía nuevos episodios. Gonzalo Restrepo Jaramillo, director de
Tradición, renunció a la dirección de la revista:
Obedece mi retiro al hecho de que habiendo tenido la revista en su primera época una completa
unidad doctrinaria, aparece en sus últimos números afectada por el caos de ideas de estos
m o m e n t o s que vivimos. C u a n d o yo sigo s o s t e n i e n d o los p o s t u l a d o s d e m o c r á t i c o s del
c o n s e r v a t i s m o colombiano, otros de sus colaboradores, dignos de toda consideración y
acatamiento, enrumban la revista hacia una ideología autoritaria, que no está de acuerdo con
mi modo de pensar 9 .
7
ibid,
8
Ibid., p. 5.
9
Véase El Espectador, enero 19 de 1937, p.
777
La Patria, enero 31 de 1937, p. 1.
77
Ibid., febrero l ü de 1937. p. 1.
72
Ibid.
" Ibid.
'' Ibid.. febrero 4 de 1937. p, 1.
En 1935 intervine como jefe del debate en la cedulación del conservatismo antioqueño, en ardua
brega contra las truhanerías manzanillas, que podría relatar en un libro prolijo sobre picaresca
política. Hoy sería la misma carrera de obstáculos. El liberalismo sabe que dejarnos cedular y
votar sería un suicidio. Con cédula o sin ella, la oposición no tendría acceso a las urnas. Sólo se
nos darán garantías bizantinas, que no pongan en peligro el predominio del liberalismo, como la
libertad de protestar en acre prosa y el derecho a elegir minorías irrisorias, previamente
determinadas para que aglutinen al partido de gobierno, lo legitimen y actúen como la oposición
de Su Majestad. Esta es la verdad política de hoy y de mañana. Sería una equivocación histórica
hacerle el juego a semejante truco democrático y simulacro de orden jurídico 15 .
Destacaba el reportero del diario liberal que el general Rodríguez había tenido una
intensa actividad convenciendo de este propósito a los delegados a la Convención.
Iniciadas las deliberaciones, La Razón continuaba argumentando sobre la presión
que hacían las derechas para que Álzate fuera elegido secretario del partido. El diario
75
Ibid., enero 15 de 1937, p. 1.
1,7
El Espectador, enero 30 de 1937, p. 6.
77
Ibid.
78
La Razón, enero 31 de 1937, p. 1.
Por entonces fungía como director de La Patria Silvio Villegas. Era el diario caldense
uno de los que mayormente pontificaba sobre los asuntos del fundamentalismo
conservador: "Está asegurado el triunfo de la fórmula del momento: No hay enemigos
a la derecha", fue el subtitular que destacó el periódico el 2 de febrero20.
Álzate habló dos horas y media en la penúltima de las sesiones. El orador defendió la
tesis de su paisano y cercano copartidario Silvio Villegas, que era la del conjunto de
las derechas: no había excusas para dividir el partido hacia la derecha. Se refirió a la
situación mundial y fijó su posición dentro de la generación del momento 21 . El orador
fue convincente. Nadie se pronunció en contrario. La fórmula de no hay enemigos a
la derecha fue aprobada unánimemente como muestra de cohesión en el conservatismo
al cerrarse la Convención.
Tras cuatro días de trabajo, la Convención terminó sus labores a las nueve de la
noche del 3 de febrero. Al rechazar Laureano algunas propuestas de asumir la dirección
única del partido, alegando ir en contravía de la doctrina conservadora, se eligió un
Directorio Nacional de siete miembros: Laureano Gómez, Primitivo Crespo, Augusto
Ramírez Moreno, Elíseo Arango, Agustín Noriega, Pedro Justo Berrío y Víctor Dugand.
Además de u n a representación ideológica, la composición del DNC revelaba u n a
intención de cubrimiento geográfico. Laureano tendría la representación de Bogotá y
Cundinamarca, Crespo la del Valle, Noriega la de los santanderes, Berrío y Ramírez
la de Antioquia, Arango la de Caldas y Dugand la de la Costa Caribe. Álzate, Carbonell
y Bernal Jiménez quedaron comisionados para preparar un mensaje de la Convención
al país. Así las cosas, los jóvenes nacionalistas conservadores se vieron representados
en los leopardos Ramírez Moreno y Arango, lo que nos permite concluir que se trató
de un directorio mixto no sólo en términos regionales, sino también ideológicos. La
Razón señaló una verdad: "Augusto Ramírez Moreno tuvo una espléndida victoria
al triunfar en la reelección para el directorio contra la voluntad del señor Gómez"22.
En efecto, Laureano Gómez había vetado al leopardo para aislarlo del partido. Los
conservadores se vieron obligados a conformar una comisión para que discutiera con
el jefe conservador las razones del veto. Los comisionados declararon en su informe:
"El doctor Gómez manifestó que no gustaba del leopardo porque en las sesiones del
directorio era el único que discutía sus proyectos y le formaba debate en torno a sus
proposiciones" 23 . Contrariando el pensar de Gómez, la Convención eligió por
unanimidad a Ramírez Moreno.
La prensa liberal, que con matices era la del régimen —salvo el caso de La Razón-
hizo su propia lectura de los resultados del evento conservador, que había logrado
una perlocución importante. La Convención había tenido en vilo al partido de gobierno,
al que le preocupaba la situación del adversario, que en últimas era su legitimador.
El Espectador escribió sobre las desventuras del partido conservador. Se refirió
con sorna a la manera como era considerado el liberalismo y el país en el informe
oficial que presentó el conservatismo al final de su Convención: "En verdad que no
pudieron ahorrarnos la tortura de saber que en Colombia ya no existen la libertad, la
justicia, la religión, la propiedad, el honor ni el derecho a la vida! que el peligro que
e n t r e nosotros corre la cultura, es inminente, gravísimo, desconcertante y
amenazador" 32 . El Espectador se lamentaba del triunfo de la tendencia nacionalista
en el conservatismo. Había razones para tal lamento por haber sido de buen recibo
en ese partido la fórmula de Villegas en la que se expresaba todo el espectro de
ultraderecha, que aparecía como cruzada, antiliberal y anticomunista. Así estaba
dicho desde Jerarquía y así se continuaba afirmando después de la Convención:
Dentro de esta fórmula [No hay enemigos a la derecha C. A.] caben todos los que quieran
acompañarnos en las empresas del porvenir, en la lucha contra el comunismo avasallador
cualquiera que sea su ubicación política del momento. [...] La fórmula aceptada, que es fórmula
conciliadora, y solución media de tesis extremas, ha unido poderosamente al conservatismo
para la única empresa que le importa: detener el avance del comunismo y darle a la nación la
prosperidad y el orden que todos los colombianos echamos de menos".
[...] nadie duda que se opera un proceso mundial de formación de dos campos : ¡izquierdas y
derechas! [...] Las derechas en Colombia h a n dado u n gran paso en la formación del campo
reaccionario, le han puesto una divisa que aglutina los matices que arma sus ejércitos para la
lucha contra las izquierdas, que bombardea de paso el centrismo en nuestro país. Y es frente
a esta situación, frente a la compactación de las derechas, que las izquierdas tienen que
responder con su divisa : No hay enemigos a la izquierda 37 .
Nosotros comunistas, lanzamos a todos los vientos del país una consigna: unión de todas las
fuerzas de izquierda. [...] esta alianza sincera y constantemente perseguida por el partido
comunista tendrá que ser mañana carne de realidad, pésele a quien le pesare y opóngase quien
se oponga, si es que queremos salvar a la patria colombiana de la zarpa sangrienta de la
reacción obscurantista 3 9 .
Y en los mismos términos, sólo que, como hemos dicho, en contrario a los llamados
a somatén de los conservadores, Ignacio Torres Giraldo escribió:
Alertamos al partido comunista de manera especial para que se prepare rápidamente contra el
bandidaje que se puede levantar en armas de un momento a otro. Que sea nuestro partido el
clarín que anuncia el peligro, y que a la cabeza del pueblo organice el amplio caudal de la
energía popular para oponer la violencia a la violencia. Que sea nuestro partido el ejército rojo
de avanzada que clave la bandera de la libertad en los campos de la democracia colombiana 40 .
'" Ibid.
77
ibid.
777
Tierra, enero 23 de 1937, p.3.
77
ibid.. febrero 13 de 1937. p. 5,
•" ibid.
779
Tierra, febrero 6 de 1937. p. 3.
771
Ibid.. febrero 6 de 1937, p. 4,
Gilberto Álzate Avendaño fue nombrado secretario general del partido. Ese cargo
estaba en sintonía con la nomenclatura de los partidos comunistas. Al rechazar
Laureano Gómez la jefatura única, el secretario general será una función de consid-
erable importancia. Era el lanzamiento, ahora sí, de Álzate como líder nacional del
conservatismo. Diario del Pacífico comprendió la situación al considerar que se
trataba de un "reconocimiento a sus condiciones de organizador y de elemento de
pujanza en la acción del partido" 41 . Salvo el silencio de El Siglo, la designación de
Álzate fue destacada por la prensa capitalina y regional de ambas colectividades
tradicionales. "Es la más valiosa adquisición que nuestra política ha hecho en los
últimos tiempos" 42 , destacó La Patria. José Mejía Mejía, que firmaba sus escritos
con J para que se asociara la letra con su nombre y con el de Jerarquía, dedicó su
c o l u m n a de El Colombiano al acontecimiento. Repitió y enfatizó en los
reconocimientos a Álzate como el guerrero que había reconquistado la plaza pública
para el partido. A él se le debía la movilización de los conservadores, que se habían
acostumbrado a la parsimonia del poder. Habló de Álzate en los mismos términos
que lo había hecho en 1935. Estas dos figuras, la de Mejía Mejía y la de Álzate, eran
m u t u a m e n t e complementarias. El primero ideólogo furibundo, y el segundo
combatiente y plasmador en las mentes de las masas conservadoras de lo que pensaban
ambos. La estrategia de Álzate, que pensaba como Mejía, de dedicarse al trabajo de
masas le había labrado un vínculo estrecho con estas, una comunicación directa que
lo convertía en un hombre de tremenda ascendencia en ellas. Ala hora de las cuentas
en el contexto global del fascismo, cuando el modelo se venga a pique después de la
Segunda Guerra Mundial, Mejía se hundirá y Álzate podrá salir a flote justamente
por su vinculación a la política por abajo. Pero por entonces Mejía seguirá desde las
páginas de El Colombiano cantando los avances políticos de Álzate, que son también
los suyos: "En la secretaría general del partido, Gilberto Álzate Avendaño es una
presencia victoriosa"43.
El enemigo está a la izquierda. Allí está el adversario demoníaco. No queremos que se practique
entre nosotros la republicana tolerancia con el comunismo. El comunismo debe ser exterminado.
Rechazamos la política epicena, canija y zalamera de los liberales de todos los partidos. Pero
pedimos que el fuego purificador se emplace para arrumbar la escoria moscovita trasmutada
en pavesa, y no para achicharrar a los propios vigías de la patria 46 .
[...] la cedulación no es sino un aspecto del proceso electoral. La cédula les sirve para todo a los
conservadores, menos para votar. En el día de las elecciones a la violencia tumultuaria se suma
la coacción asesina de las autoridades. Auténticas cuadrillas de malhechores les impiden, aún
en los grandes centros urbanos, el acceso a las urnas a nuestras masas7'2.
Las cosas estuvieron delicadas en Bogotá y Medellín. Los roces otrora entre
conservadores y liberales los cubrió la nueva confrontación entre los partidarios de
Santos y Echandía. Desde las horas de la tarde Bogotá vivió en tensión. Una agitada
manifestación se llevó a cabo cuando todavía se desarrollaban los escrutinios. Derechas
no, izquierdas sí, fue la consigna. Los echandiístas rompieron retratos de Santos y
destruyeron propaganda de esta campaña. Un herido fue el resultado de las
confrontaciones en Medellín.
,7>
ibid., abril 4 de 1937, p. 4.
577
Véase ibid.. abril 5 de 1937, p. 3.
77
Ibid.
f
'* Véase ibid.. p. 1.
Prensa informa he sido nombrado miembro Comando Derechista Cauca. Agradecido declino
señalado honor en forma irrevocable por no participar integralmente orientaciones movimiento
derechista, ni e n t u s i a s m a r m e con robustecer una táctica destructora sólo de sus propios
secuaces, máxime ahora cuando sus más destacados jefes lo han sacado fuera de los partidos
históricos colombianos, es decir, fuera del conservatismo cuyas banderas surgió el derechismo
que engrosó sus filas con jóvenes capitanes y soldados conservadores [...] Un sentimiento
elemental de lealtad a mis ideales políticos y a ustedes que han confiado en mi caballerosidad
me obliga a devolverles la espada que ustedes han puesto en mis manos. Cumplo así mi deber
ineludible de conservador y de amigo 71 .
Las posturas entre los miembros de la AND llevaron a que cada una de las facciones
se erigiera representante del derechismo. La organización de Comandos y la redacción
de comunicados por separado mostraban que el movimiento estaba escindido. La
facción de extrema derecha reorganizó su comando con los nombres de Rodrigo
Jiménez Mejía, Alonso Pinzón, Carlos Vesga Duarte, Carlos Gramas, y con Francisco
García y Hernando Zamora como secretarios; contaba, asimismo, con un cuerpo
consultivo que mostraba ya una participación de derechistas del occidente del país 75 .
Otro grupo más moderado, que se orientaba por permanecer en el conservatismo,
conformó su propia dirigencia con los nombres de personalidades fundadoras también
de la AND: Gerardo Valencia, Francisco Fandiño Silva, Víctor G. Ricardo, Carlos
Echeverri Herrera y Francisco Plata Bermúdez 76 .
77
La Razón, mayo 7 de 1937, p. 2.
77
La Patria, mayo 1-1 de 1937. p. 3.
77
El cuerpo consultivo fue conformado por destacados derechistas del occidente del país7 Eduardo Zuleta Ángel. Rafael Lema Echeverri,
Carlos Robledo. García Cárdenas, Francisco Jaramillo Montoya. Amadeo Rodríguez, Abel Naranjo Villegas, Antonio Vicente Arenas,
Carlos Echeverri Cortes, Elias Salazar García, Javier Serna Gómez. Julio Zuluaga Arango. Arturo González Guarnizo, J u a n Roca
Lemus, Guillermo Camacho Montoya, Darío Robledo y Mario Camargo. Véase La Patria, mayo 5 de 1937. p, 4.
777
Cabe señalar que dicho comando apareció publicado en La Razón. El Espectador y El Tiempo.
" César Túlio Delgado, Secretario General de la U.N'EC La Patria, mayo 29 de 1937, p. 7.
Aun así, la UNEC había tenido que vérselas con el ideario nacionalista. En Caldas,
por ejemplo, la organización estuvo estrechamente ligada al espíritu del derechismo
que en esa región lideraba La Patria. Allí tuvo su propia página estudiantil que
salió a la luz en la edición del 19 de abril de 1937 con el nombre de Somatén 82 . Los
precoces jóvenes declararon desde un principio:
Al comenzar esta página, nos hemos propuesto desvincular cordialmente el movimiento
derechista de Caldas de las directivas derechistas de Bogotá lideradas por Carlos Ariel Gutiérrez
y Rodrigo Jiménez Mejía, entre otros. Si se entiende por débil esta declaración, precisa y
sincera, nosotros nos anticipamos a proclamar una doctrina derechista ceñida a los fueros
tradicionales de la armonía conservadora. Tales son los propósitos que acompañan a los directores
de esta página universitaria, siguiendo fiel y lealmente la norma de nuestras directivas políticas 83 .
7
" El Siglo, abril 10 de 1937, p. o.
9
La convocatoria de la Convención se realizó por resolución emanada de la junta directiva el 30 de marzo último. Estaba firmada por7
César Túlio Delgado, presidente 7 Héctor Acevedo. vicepresidente: Pedro J. Buitrago Galio y Carlos Arturo Acosta, vocales: y por el
secretario Carlos Daniel Sánchez.
"' El Tiempo, junio 23 de 1937, p. 15.
77
Ibid.
"~ El grupo directivo manizalita de la UNEC estaba integrado por los jóvenes Alberto Cardona Jaramillo. Edelberto López. Osear Hoyos
Botero, estudiantes de los principales colegios de la ciudad.
" La Patria, abril 19 de 1937. p. 2.
77
ibid.. mayo 26 de 1937. p. 8.
[...] hemos convertido su nombre en altar, la vida en ejemplo, en espuela para la conciencia el
martirio y su recuerdo en llama. Podemos crear un mito bello y tónico, místico y racional,
mostrándole a la niñez conservadora el joven fuerte y hermoso que fue Clímaco, trocado en
Ángel de la G u a r d a de n u e s t r o partido, tendiendo la mano fiel p a r a guiar los corazones
inexpertos que ya hicieron voto de amor a las ideas que profesamos con fe86.
Según Ramírez, el ejercicio de la política debía proyectarse hacia el futuro. Pero para
esto era necesario tener en cuenta la tradición y las experiencias pasadas:
El centro de gravedad de los pueblos no está en el devenir atropellado, proceloso e inestable,
sino en los cementerios sagrados e inmóviles. El mundo de los muertos es inmensamente más
dinámico que el mundo de los vivos. Sepamos que en cada Necrópolis hay un cuartel general
p a r a l a s t r o p a s de a v a n c e . Somos un p a r t i d o de m e n t e filial con el p r e t é r i t o : somos
tradicionalistas, y con sereno orgullo invocamos los grandes nombres del pasado para vencer
las inicuas brutalidades del presente 87 .
Sostenía el leopardo que el culto a los muertos debía servir para crear una mística en
el conservatismo, cuestión ya planteada y desarrollada por Álzate Avendaño, pero
que era preciso resaltar ante un nuevo auditorio de jóvenes conservadores. Ramírez
Hí
La Casa Conservadora quedaba en el Edificio Latorre. situado en la calle 14 entre carreras 7a y 8'7 .
* El Siglo, mayo 24 de 1937, p. 7.
7
- ibid.
El voto femenino continúa siendo bandera y esperanza y oferta que le tendemos a las mujeres
trabajadoras y a las mujeres contribuyentes, a las madres y a las esposas y a todas nuestras
damas, porque consideramos que son por lo menos la mitad de la patria. Negar por más tiempo
el voto a las mujeres, constituye una alta herejía política y equivale a sostener contra ellas una
forma de esclavitud. Para mis hijas yo no quiero el yugo sino el mando 90 .
El programa expuesto por Ramírez Moreno tuvo eco inmediato. La Patria enalteció
la tarea difusora del leopardo porque acercaba el partido a las masas: "El partido que
entre nosotros se preocupe más por el porvenir que por el presente será el que conquiste
la confianza definitiva de las masas desencantadas de oportunistas, traficantes,
demagogos y taumaturgos" 91 , afirmaba el diario manizalita. De la misma manera,
La Patria destacó algunos de los puntos señalados por Ramírez Moreno, tales como
el mantenimiento de un orden social católico fundamentado en la doctrina social
católica, el aumento de los salarios para obreros y campesinos y la defensa de estas
mayorías desamparadas: "El partido conservador no es, ni puede ser el intendente de
los privilegios capitalistas, sino el apoderado diligente de los derechos de los
humildes" 92 . La Razón, el periódico de la derecha liberal, aunque ridiculizó sus
contenidos, catalogó la intervención de Moreno como discurso-programa-bomba, en
lo que tenía razón.
" ibid,
7771
Ibid.
777
La Patria, junio 25 de 1937. p. 4.
"' Ibid.
'" El Tiempo, mayo 28 de 1937. p. 11.
Haz Godo, a través de su ideólogo José Mejía Mejía, reportó y celebró el 11 de junio la
instalación en Bogotá del Comando de la Extrema Derecha. Aprovechó tal noticia para
avanzar sobre sus lectores algunas correcciones a su propio pensamiento, difundido por
mar y tierra. La crisis de la derecha y las respectivas confrontaciones habían calado en
el dirigente antioqueño, que en ese momento parecía haber aprendido la lección:
Fabricamos todavía mucho pastiche europeo y se trasplantan en bruto afirmaciones políticas
completamente extrañas al crecimiento histórico del país. Hitler o Mussolini no deben ser
digeridos por las derechas nacionales sin tener la más simple noción de vida colombiana.
777
La Patria, junio 3 de 1937, p. 3.
95
Ibid.
97
ibid,
7,7
Ibid.
"" Ibid.
99
Ibid
Las izquierdas han incubado en los núcleos proletarios el delirio clasista, la noción febril de sus
prerrogativas y derechos, y el sentimiento enconado contra la supremacía económica de las
clases superiores. Y esta recia dramatización del proletariado constituye sin duda alguna la
más tremenda palanca de la revolución social. Las derechas poseemos un repertorio de ideas
sociales suficientemente acérrimo y vigoroso para tumbar la fiesta y el engaño de las izquierdas
al pueblo trabajador. Nuestros revolucionarios han realizado apenas una conquista sentimental
de las masas. A las derechas nos corresponde la conquista pura y racional 105 .
77,7
El Colombiano, junio 11 de 1937. p. 5.
77
ibid.
7172
ibid.
7778
Ibid.
'•"' Ibid.
'""• Ibid.
706
El Tiempo, jumo 1° de 1937. p. 10.
70,
Sobre la renuncia del presidente López puede verse, además de la prensa nacional, la amplia historiografía al respecto. Por ejemplo7
Tirado Mejía, Alvaro, Aspectos políticos del Primer Gobierno...'. Medina, Medóñlo. Historia del Partido Comunista...: Comisión del
Comité Central del Partido Comunista de Colombia. Treinta años de lucha del partido comunista de Colombia. Bogotá, Ediciones Paz
y socialismo, 1960.
El DNC había empezado una campaña pro retorno definitivo a las urnas. Correrías
especiales fueron diseñadas para visitar los departamentos. Los Leopardos, que eran
amos y señores del DNC, fueron los primeros programados 110 . Elíseo Arango,
considerado el más moderado del DNC, fue designado para una correría por los
Santanderes, que debía empezar por la complicada región de García Rovira. Ramírez
Moreno visitaría Valle, Cauca y Nariño.
77W
"Carta de Pedro Celestino Arango a "Rubayata"", en El Colombiano, junio 19 de 1937, p. 3.
7,777
Véase reporte de Antolín Díaz en El Tiempo, junio 3 de 1937. p. 15.
77,1
Los cinco leopardos resultaron siendo tres. Es decir, el leopardismo se había reducido a los nombres de Ramírez Moreno. Elíseo
.Arango y Silvio Villegas. Camacho Carreño no comparte ya con sus antiguos socios las mismas maneras de pensar y actuar. En esta
coyuntura está más cerca del laureanismo que del DNC. Algunos artículos suyos son publicados en los periódicos La Defensa y El
Siglo, que son la contraparte del universo-mental de los leopardos. Es posible que la abstención conservadora lo haya llevado a cerrar
filas con la APEX. De Joaquín Fidalgo Hermida nada se sabe
La jornada de octubre será nada menos que la colocación de la primera piedra en la reconstrucción
de nuestro poder. De nuestro poder, hemos dicho, al referirnos al poder nacional, a la hegemonía
en la república. Porque eso es, y nada menos ni nada más que eso, el derechismo colombiano:
la patria. La patria, que va a ser restaurada por los desalojados del poder. El derechismo se
apresta para festejar su Añonuevo. Un año nuevo que principia en octubre 112 .
Su presencia en la dirección nacional conservadora indica una nueva era para la juventud de
derecha. Amigo de una política clara, sin vacilaciones, su perfil rampante, su agilidad y su
inteligencia congregan en torno suyo a intelectuales, a políticos y a juventudes esclarecidas.
Con él comparten la responsabilidad del momento algunos valores mentales del conservatismo
que esperan el momento de darle un timonazo a la nave para e n r u m b a r l a hacia caminos
nuevos, en donde el coraje, las brigadas de choque, la polémica, el grito en la plaza, indiquen la
hora de los falangistas que espera la república 114 .
Mientras Álzate duscutía y daba directrices sobre la situación del partido en Antioquia,
en Bogotá se reunía el Gran Consejo Electoral. Los delegados liberales, José Umaña
Bernal, Jorge Uribe Márquez, Julio Rubiano, Benjamín Burbano, Manuel G. Arango,
Alberto Arango Tavera y Gabriel Turbay, pidieron al Presidente López recomponer
esta entidad, invitando a los conservadores a participar ante la renuncia de sus
representantes, Alfredo Vásquez Cobo, Gonzalo Restrepo Jaramillo y Emilio Ferrero.
Luego de varios telegramas cruzados entre el ministro de gobierno, Alberto Lleras
Camargo, y el DNC, los conservadores aceptaron la propuesta y anunciaron la
participación de tres nuevos delegados. La salida conservadora reintroduciría al par-
tido en la vida política nacional. El fin de la abstención se veía venir, pero con ella
vendría también una sonada crisis. Las gestiones se habían desarrollado por mediación
del DNC, donde Laureano Gómez estaba debilitado y automarginado.
L a u r e a n o e n s a n t a i r a . L a c r i s t a l i z a c i ó n d e l a s dos
g r a n d e s e irreconciliables corrientes del conservatismo.
El 18 de junio, La Patria abrió con un titular a ocho columnas: "Para octubre fue
levantada oficialmente la abstención conservadora". La noticia daba cuenta de la
manera como se había procedido: consulta a los directorios seccionales, unanimidad
positiva de estos para la participación en las elecciones, designación de nombres por
parte del DNC y nombramiento respectivo por parte del Gobierno central. El titular
era la muestra del respaldo de La Patria al DNC. Lo mismo hicieron El Colombiano
y Diario del Pacífico. El Siglo, es decir, Laureano, tituló el editorial de ese
mismo día "Una claudicación inexplicable". A su modo de ver, los tres cupos en el
Consejo Electoral no correspondían a las mayorías conservadoras. Muy poco en
comparación con los sacrificios del partido:
Si creen que el partido conservador es mayoría, ¿con qué derecho aceptan una representación
numérica irrisoria, de tres contra seis? Si consideran que el partido conservador es minoría están
en abierta pugna con el sentimiento unánime e irrevocable de sus masas, que sienten la efectividad
de sus mayorías, justamente en la necesidad en que está el régimen de acudir periódicamente a
los crímenes más atroces para impedir su predominio en la vida de la república11".
Si López no nos reconoce m á s que tres miembros en el Gran Consejo Electoral debemos
aprovechar este poco juicio del señor P r e s i d e n t e p a r a conquistar los r e s t a n t e s que nos
corresponden [...] ¿Esperar más? ¿Solicitar más garantías? ¿Exigir el cumplimiento estricto de
los programas democráticos del gobierno? ¿Conservar la esperanza de que vendrá un liberalismo
honesto capaz de respetar los derechos constitucionales, las libertades públicas y el ejercicio del
sufragio? No seamos candidos 120 .
[...] este sistema de la abstención hay que romperlo un día. La abstención no es una táctica
permanente sino transitoria. Pero si el Dr. Gómez espera para ponerle fin, que el liberalismo,
tal cual es, nos reintegre oficiosamente nuestras plazas de mayoría en los cuerpos electorales,
en cámaras, asambleas y concejos, pensamos que está predicando la abstención eterna. Esto
que se llama el partido conservador no será una colectividad política activa y militante, sino el
nirvana. Si estamos equivocados, díganos el doctor Gómez cuándo será el momento de volver
a la actividad cívica del sufragio y por qué caminos insospechados llegaremos 121 .
Tenía lugar la más grande crisis del conservatismo en lo corrido del siglo. La
sensibilidad que aquí hemos denominado leoparda y que había conquistado espacios
en el interior del conservatismo no estaba dispuesta a cederlos en momentos que era
arte y parte del DNC. Laureano sabía que sus contendores, aunque jóvenes, eran de
peso pesado y que no podía repetir las hazañas que lo hicieron célebre en su pelea de
otrora con don Román Gómez. No estaba solo, por supuesto. Daba la pelea con su
periódico, su prestigio, su pluma y su vocabulario ofensivo, que repartía dicterios a
diestra y siniestra. Se consideraba jefe único, aunque aparentemente lo negara. Era
así, y así lo concebían miles de copartidarios. La crisis revelaba que dos corrientes se
estaban cristalizando en el partido. A su lado se hicieron La Defensa, de Medellín,
La Voz de Caldas, de Manizales, y el Directorio conservador de Antioquia, entre
otros. Masas conservadoras se expresaron a favor de uno u otro bando en los
respectivos diarios por donde transitaban las polémicas. Con página entera en El
Siglo contaron los laureanistas del país para respaldar, en amplio plebiscito, las
tesis de su adorado jefe. El sagrado espacio del editorial de El Siglo, consagrado
para su director, fue cedido para reproducir los escritos que a favor de Laureano
escribía en La Defensa don Aquilino Villegas, que aprovechó la oportunidad para
cobrarles a los jóvenes del DNC cuentas aún pendientes, sobre todo a Alzate :
Contra mí se levantaba una logomaquia plagiada: "No hay enemigos a la derecha". Y bajo esa
palabra confusa se movían los destructores de nuestra disciplina [...] Entre tanto se preparaba
la convención conservadora, y el manzanillo derechista se movió con habilidad: yo apenas
conozco las maniobras caldenses. Y de antemano se puso la puntería sobre el único empleo
remunerado del partido conservador: la Secretaría del Directorio. En Manizales era sabido que
el director del derechismo iba por aquel sueldo y aquel excelente puesto de intriga. Laureano
'">' Ibid.
Ibid
120
El Colombiano, junio 21 de 1937, p, 4.
77
- Ibid.. junio 20 de 1937, p. 3.
Nunca he dicho que deba prohibirse votación en aquellos afortunados municipios donde puede
sufragarse con libertad; pero sería absurdo dictar medida de carácter nacional cuando la
coacción oficial es la regla, y el ambiente de garantías, la excepción. Por eso he considerado que
debe dejarse a los directorios departamentales y municipales completa autonomía para pesar
las circunstancias y aprovecharlas allí donde fueren favorables, sin hacerme muchas ilusiones
sobre el resultado final, porque la experiencia nos dice hasta donde llega el espíritu sectario e
inescrupuloso del gobierno 130 .
En Jo que disentimos de El Siglo es en el propósito de pedir tan solo una votación parcial en
algunos municipios. La movilización hacia las urnas debe ser general, porque de lo contrario
el l i b e r a l i s m o p o d r í a l l e v a r s u s f u e r z a s s o b r a n t e s h a c i a los m u n i c i p i o s de m a y o r í a
127
Ibid., julio 16 de 1937, p. 3.
7778
El Tiempo, junio 18 de 1937. p. 4.
7277
La Patria, junio 17 de 1937. p. 3.
7377
El Siglo, jumo 19 de 1937, p. 1.
737
Véase las ediciones de El Colombiano, junio 19 de 1937. p, 11 y La Patria, junio 19 de 1937. p. 1.
Laureano Gómez entró en santa ira. Señaló que el Partido Conservador no podía
declinar ante los cargos ofrecidos por el Gobierno liberal, y mucho menos en la
proporción numérica que había ofrecido el Gobierno en los cargos de consejeros
electorales. Anotó que el Partido Conservador, como colectividad mayoritaria, debía
recibir una paridad en el Gran Consejo Electoral. Señaló que el DNC no representaba
los intereses de la mayoría de sus miembros, por lo cual sus directrices no debían ser
acatadas. De otro lado, dio a entender que se trataba de una jugada de los jóvenes
nacionalistas miembros del DNC, que permanecían más tiempo en Bogotá en
comparación con el general Pedro Justo Berrío, que vivía en su finca de Santa Rosa
de Osos, Primitivo Crespo, que residía en Cali, Víctor Dugand, que vivía en
Barranquilla y José Agustín Noriega, que permanecía en San Gil. Gómez se refería
a Elíseo Arango, Augusto Ramírez Moreno y Gilberto Álzate Avendaño que, según
afirmaba, "promulgarán de forma autónoma sus apreciaciones sobre la táctica
conservadora", y terminó anotando que el conservatismo se manejaba por
correspondencia y que la "cooperación" con el régimen liberal no era la solución135.
Primitivo Crespo recibió de Gómez un telegrama que a la letra decía : "Saludólo.
Acabo informarme nombramiento suyo en Gran Consejo Electoral. Mi amistad
muéveme advertirle no acepto esa política. Combatiréla. Abrazos. -Laureano" 136 . En
los mismos términos recibió Víctor Dugand el suyo. Dugand le respondió diciéndole
que él había estado de acuerdo con el fin de la abstención, mas no con la participación
en el Gran Consejo Electoral, y le prometió que a su vuelta a Bogotá renunciaría al
Directorio Nacional137. Crespo no se amedrentó, apoyó la decisión del DNC y en carta
de respuesta le recordó que la Convención Nacional era la suprema autoridad del
partido y que lo que estaba haciendo el DNC era desarrollar sus directrices. El
dirigente caleño anotó, entre otras cosas: "El cumplimiento del deber y la obediencia
disciplinaria, altísimas normas a las que rindo pleitesía, me llevan a discrepar en
este punto de su parecer [...] Tenemos que salir de la inmovilidad si aspiramos a
1772
La Patria, jumo 19 do 1937, p. 3.
7,7
El Tiempo, junio 12 de 1937, p. 3.
774
Ibid.. junio 19 de 1937, pp. 1 y 18. R e s ú m e n e s de los t e l e g r a m a s de los directorios d e p a r t a m e n t a l e s se pueden consultar en:
El Colombiano, junio 20 de 1937, pp. 1-2.
77is
Véase El Siglo, junio 18 de 1937, p. 4.
7:777
La Patria, junio 19 de 1937. p. 1.
7:7,
El Colombiano, junio 19 de 1937, p. 1.
Los señalados delegados conservadores ante el Gran Consejo Electoral, desde sus
diarios, llamaron al orden y a la disciplina: "Directores tiene el conservatismo y su
voz es la única que las huestes disciplinadas deben escuchar y obedecer", señalaba
vehementemente El Colombiano140. Elíseo Arango y Augusto Ramírez Moreno fueron
incisivos al señalar que Laureano Gómez se había marginado del Directorio Nacional
para dedicarse a sus oficios periodísticos. Sin embargo, Arango y Ramírez enfatizaron
que Gómez fue invitado a las reuniones e informado sobre las actividades del Directorio
Nacional Conservador, pese a su ausencia 141 . Ante los ataques de El Siglo contra la
autoridad y la jerarquía legítima representada en el Directorio Nacional Conservador,
Ramírez Moreno contraatacó. Resaltó que en la Convención de enero-febrero de 1937
el sector derechista promovió la jefatura única para Laureano Gómez, designación
de la cual desistió el líder conservador alegando que el sentido democrático que
destacaba al Partido Conservador no permitía que hubiera un caudillo comandando
la colectividad. A su vez, Primitivo Crespo resumió sus actividades en el Directorio
Nacional defendiendo las decisiones de sus compañeros 142 .
[...] repetir sin descanso que Bogotá es el corazón de Colombia como dice un sugestivo lugar
común, pero no es Colombia. Nuestra república no es urbana, ni está en sus grandes centros
poblados! su entraña vital es preciso buscarla en las llanuras, en los valles, en las cordilleras, en
los cafetales, en las minas de oro y de hulla, en las aldeas y veredas. Todo entre nosotros es
r u r a l . Hacia las veredas y los campos hay que dirigir la n u e v a orientación económica,
7l7S
La Patria, junio 19 de 1937 p. 1. Véase también Diario del Pacífico, junio 19 de 1937, p. 4.
77777
Véase El Siglo, jumo 19 de 1937. p. 1.
740
El Colombiano, junio 17 de 1937, p. 3.
747
Véanse La Patria y El Colombiano, junio 19 de 1937. Para las declaraciones de Augusto Ramírez Moreno, véase su libro La crisis del
partido conservador en Colombia. Bogotá. Tipografía Granada. 1937, pp. 58 y ss
772
Diario deJ Pacifico, junio 19 y 21 de 1937. p. 3.
77
L a i ' a t r i a . j u n i o 2 0 d e 1937, p. 3.
El dirigente del sur de Caldas, Joaquín Estrada Monsalve, también intervino sobre
las desaveniencias con Laureano:
Tengo la convicción de que nuestro partido, aguerrido en el retiro del sufragio, moralmente
obsesionado con la reconquista de sus derechos públicos, está mejor dotado hoy para su legítima
defensa. Por esto, debiérase preparar el retorno a las elecciones con una soberbia movilización
popular de nuestras masas, fortificándolas en el mitin, con nuevas exaltaciones de su mística. 145 .
Desde Medellín, José Mejía Mejía resaltó el apoyo de las derechas antioqueñas a las
directivas nacionales exaltando el fin de la abstención electoral146. Desde la misma
ciudad, Juan Roca Lemus, el conocido 'Rubayata', en carta dirigida a Silvio Villegas,
manifestaba su desagrado por las críticas que hacía Laureano Gómez al DNC, ya que
era una actitud que atentaba contra las prácticas democráticas de la colectividad147.
La designación de miembros del Gran Consejo Electoral, hecha por el Ejecutivo en los doctores
Silvio Villegas, Primitivo Crespo y Fernando Gómez Martínez como principales, y en los doctores
Alejandro Cabal Pombo, Gilberto Álzate Avendaño y Hernando Uribe Cualla como suplentes
está diciendo a las claras que ese grupo con garras ha querido hacer un asalto a las más altas
posiciones, sin importarle una higa p a r a el logro de sus propósitos el golpe asestado a la
indiscutible autoridad del doctor Laureano Gómez. De ahí que se escogiera para representar al
conservatismo en la primera corporación electoral de la república a los enemigos no por ocultos
menos evidentes del doctor Gómez, como lo son los Dres. Fernando Gómez Martínez, Gilberto
Álzate Avendaño y Alejandro Cabal Pombo, el segundo de los cuales no se ha contentado con
pasar de su puesto de semi-caudillo político en Caldas a la secretaría del Directorio Nacional
Conservador, sino que aspira a escalar otras posiciones más altas. Y el movimiento tiene
procedencia geográfica, señor director. Ha sido el occidente colombiano de donde ha partido la
consigna contra el doctor Laureano Gómez. Caldas, Antioquia y Valle han querido tomar las
riendas del partido, arrebatándoselas al más autorizado paladín de la causa 148 .
El Directorio Conservador de Antioquia entró al debate. Para tal efecto sacó a colación
las conversaciones que se habían desarrollado con el secretario general en su reciente
visita a la ciudad:
Expresamente se le manifestó al doctor Álzate Avendaño que si la aceptación de las ofertas del
gobierno encerraban el peligro de ocasionar discordancia pública o privada entre los miembros
del Directorio Nacional Conservador y el jefe supremo del partido doctor Laureano Gómez,
debía desistirse en un todo de la aceptación de dichas propuestas, pues aun cuando estas
produjeran algún beneficio al conservatismo, este beneficio vendría a ser completamente nulo
al romperse la armonía entre los miembros de la directiva nacional, lo cual tendría funesta
repercusión en el seno de la colectividad. El directorio de Antioquia considera que el punto
primordial de la política conservadora es mantener la compacta unión del partido a costa de los
mayores sacrificios y cree que si p a r a el sostenimiento de esta unión es necesario, por
divergencias que h a y a n podido surgir o que surgieren en el futuro, entre el señor doctor
77
Ibid.
"•Ibid.. junio 21 de 1937, p. 3.
7777
El Colombiano, junio 21 de 1937, pp. 1-4,
777
ibid. junio 22 de 1937. p. 3.
" El Siglo, jumo 20 de 1937, p. 5.
De otro lado, lo poco que había quedado de la UNEC le declaró la guerra a Álzate. La
pelea contra el secretario general se había iniciado a poco de la culminación de la
Convención de mayo. Los directivos de la UNEC acusaban a Álzate, a quien llamaban
el jefe de las derechas, de querer imponerles ideas y sistemas fascistas. Denunciaron
la conversión de la Casa Conservadora en sitio de reuniones de los camisas negras,
declararon a Álzate enemigo de la juventud tradicionalista y anunciaron la remoción
de los comités regionales de Caldas y Antioquia, donde los derechistas se habían
apropiado de la dirección del movimiento estudiantil. Ricardo Silva expresó
repugnancia por las derechas y propuso su expulsión del partido 152 . Días después, el
23 de junio, la UNEC anunció que estaba dispuesta a emprender una campaña de
carteles y hojas volantes contra Álzate por considerar su actuación en este cargo
como maquiavélica y manzanilla. La UNEC dirigió al DNC un manifiesto, con más
de trescientas firmas de estudiantes universitarios conservadores, en el que señalaba
su descontento con el secretario general. Decía el documento que este había vulnerado
todos sus derechos y desconocido las iniciativas y órdenes de las entidades supremas
de la colectividad, y que había perseguido como único objetivo el ascenso de las
derechas. Anotaba, además, que Álzate había tomado poderes que las asambleas no
le habían dado, y pedían encarecidamente su destitución por tratarse de un elemento
perjudicial en la organización conservadora 153 .
Las acusaciones fueron subiendo de tono. La prensa que apoyaba a Álzate llamó a la
calma y al diálogo. Joaquín Estrada Monsalve clamó serenidad:
Nuestra actitud es de apacible plática para discutir un problema de partido. Con los nuestros,
ni buscamos querellas, ni las aceptamos. Lo único que buscamos es una solución conciliatoria.
Pero ¿cómo la encontraremos, si a la serenidad que explica, se nos contesta con la efusión que
<B
Ibid.. junio 19 de 1937, p. 1.
571
Ibid., junio 21 de 1937, p, 4.
sl
Ibid., junio 24 y 27 de 1937, p. 4.
72
El Tiempo, junio 3 de 1937, p. 2.
73
Véase ibid., junio 23 de 1937, p. IB
A todas luces, se trató de un triunfo político de Álzate. Pero había sido muy difícil
llegar a ese punto. La imagen del secretario general estaba salpicada de intrigas,
odios, enemistades e incomprensiones. Enfrentarse a Laureano tenía un costo, era
como pelear contra dos enemigos a la vez: contra él y contra El Siglo. La única
manera que encontró Álzate de menguar la influencia de este ya poderoso diario
conservador fue valiéndose de la prensa liberal. En ella tuvo cabida la respuesta del
conservatismo nacional al plebiscito sobre el levantamiento de la abstención, que
promovió el secretario general. Publicar estas respuestas era la única forma de
legitimar su iniciativa, su táctica y su experiencia. Así lo consignó El Colombiano:
"La actitud de El Siglo al publicar fragmentariamente el mensaje reservado del
Directorio Departamental de Antioquia colocó al DNC en trance de hacer públicos
varios documentos políticos"156. Para Álzate, El Siglo, como periódico de la capital
que llegaba a la provincia, cumplía con la función de informar a las masas
conservadoras, pero con su actitud lo que hacía era tergiversar la información 10 '.
Con el final del mes parecía llegar la calma. En Medellín, el 26 de junio, en horas de
la tarde, se reunió el general Pedro Justo Berrío con el Directorio Conservador de
Antioquia para debatir los asuntos del partido. El general Berrío manifestó su acuerdo
con el levantamiento de la abstención electoral siempre y cuando se les permitiese a
los departamentos y municipios decidir sobre la conveniencia de retornar a las urnas.
Berrío insistió en la necesidad de convocar a una Convención Nacional para debatir
los temas que causaban divergencias en la colectividad158. En horas de la noche, el
DNC aprobó la solicitud de convocatoria y la programó para el 25 de julio en Bogotá.
Coincidirían entonces dos convenciones conservadoras: la de los muchachos de la
derecha y la de los mayores. Días antes transcurrirá, como si fuera poco, la de los
liberales. Los miembros de la Dirección Nacional anunciaron su renuncia, para
dejar vía libre a la designación de un nuevo Directorio Nacional Conservador, y
resolvieron que en la Convención sólo tendrían derecho a la palabra. La resolución
de convocatoria incluyó una nota: "El DNC hace constar en el acta de la sesión de
7774
La Patria, junio 24 de 1937, p, 3.
7oS
Esta reconstrucción se realizó con base en la información de los periódicos liberales El Espectador, junio 25 de 1937. pp. 1 y 7 y La
Razón, junio 26 de 1937. pp. 1 y 3.
7477
El Colombiano, junio 22 de 1937. p. 1.
77,7
El Espectador, junio 21 de 1937, p. 3.
77
'" El Colombiano, junio 27 de 1937, pp. 1 y 7.
En el caso de que los partidarios de la tesis preconizada por El Siglo impongan sus puntos de
vista en la próxima convención, los consejeros electorales conservadores se abstendrán de
hacer los nombramientos de consejeros departamentales, dejando de esta manera toda la
responsabilidad de la suerte de las elecciones de octubre a los amigos de la tesis sostenida por
el citado diario 160 .
Como cosa enteramente natural y lógica, hemos visto que algunos copartidarios de Bogotá y
Medellín han enfilado todas sus baterías contra el actual secretario general del directorio,
Gilberto Álzate Avendaño. Y decimos que hemos visto esta campaña como cosa lógica y natural,
porque el hombre en su afán de lucha, leal y desleal, nunca ataca a los seres pusilánimes, a los
inválidos ni a los cobardes. El hombre aspira siempre a vencer y p a r a eso busca que su
contendor sea superior. / Tienen razón nuestros amigos de Bogotá. Entre los hombres menores
de treinta años que actúan en las avanzadas de combate del conservatismo, es Álzate Avendaño
el que tiene mayores dotes de conductor y perfiles indiscutibles de caudillo, aparte de una hoja
de servicios que lo acreditan como a uno de nuestros mejores capitanes. Sabemos de sobra que
a él no le agradan estos conceptos elogiosos, no porque le hieran en su modestia, que no la
tiene, toda vez que esta es una virtud negativa, sino porque él sabe mejor que nadie hasta
dónde llega su fuerza interior y no necesita de sahumerios para hacerse visible. / Tampoco nos
extraña la campaña que desde nuestras propias filas se ha iniciado contra Álzate Avendaño,
porque lo presumíamos desde cuando fue nombrado secretario general del partido. Y así tenía
que suceder. El ambiente cortesano y genuflexo de Bogotá se sentía herido con el gesto
altanero, la voz de mando y el ademán brioso y afirmativo de Álzate Avendaño. Hombre de
provincia, de la provincia campesina y productora del país que es Caldas, se trasladó a la capital
7577
La Patria, junio 28 de 1937, p. 1.
7877
El Colombiano, julio 6 de 1937, p. 1.
787
Ibid., junio 30 de 1937. p. 1.
7
Ibid.. julio 4 de 1937. p. 5.
7
ibid., noviembre 10 de 1937 p. 3.
En el predio vecino.
Mientras todas estas cosas sucedían en el Partido Conservador, el liberalismo
aprovechaba para ampliar sus espacios. Había comenzado ya su campaña presidencial
de 1938 con un candidato consolidado que recorría con éxito la geografía del país. Y
mientras el conservatismo debatía la conveniencia o no de participar en las elecciones
municipales de octubre, el liberalismo llenaba las plazas de la Costa Caribe
promoviendo el nombre de su nuevo candidato a la Presidencia. Es decir, la política
abstencionista había retrasado al conservatismo, y alcanzar al adversario histórico
le costaría la recuperación del tiempo perdido, de todas maneras perdido, así lo
justificaran en contrario sus ideólogos. M i e n t r a s el P a r t i d o Conservador
fundamentaba su resistencia en el deber ser, los liberales avanzaban a pasos
agigantados. Santos, en ese momento candidato ungido en las urnas, prometía
continuar el intervencionismo de Estado de López. Un discurso que favorecía la
conformación y el mejoramiento de la clase media completaba entonces el mensaje
seductor de su nueva campaña electoral. Mientras los conservadores fundamentaban
su oposición amparados sólo en la palabra, los liberales edificaban y sobre esa
materialidad se consideraban invencibles. Justamente, en esta coyuntura los
telegrafistas consiguieron que se les reconociera su prima de Navidad y las empresas
del Estado consolidaban sus cooperativas, sólo por poner un ejemplo.
Os pido que tendáis la hidalga mano abierta a quienes no están aquí presentes, a que la tendáis
sincera y lealmente en espera de que ellos vengan a esta convención a cumplir el deber de
representar en ella al liberalismo que los eligió, y a asumir la parte de responsabilidad que les
corresponde en los actos de la s u p r e m a corporación liberal, así como a d a r sus votos y a
expresar sus opiniones con entera libertad, sin que esas opiniones o esos votos afecten en
ningún caso el criterio que me ha guiado, que es el mismo criterio de amplitud y tolerancia en
que aspiro gobernar 4 .
1
Véase La Patria, junio 28 de 1937. p. 1.
2
El Tiempo, julio 21 de 1937, p. 4.
7
ibid., p. 1.
' Ibid.. p. 7.
Hemos hecho juntos esta travesía desde el puesto del Comando. En los archivos queda la
constancia de una obra callada e intensa, que es el diseño de un partido militante. Respecto a
la política electoral del Directorio determinante de la presente crisis, el tiempo ha de comprobar
como testigo para justificar sus ventajas y altos móviles. Uno de los mayores galardones de mi
modesta vida pública es el de haber pertenecido a semejante cuadro directivo. Les agradezco a
ustedes su asistencia leal en mi tarea, el crédito de confianza y el entero respaldo que siempre
tuve. Ingreso a la Convención como miembro principal del Directorio de Caldas 10 .
s
La Patria, julio 26 de 1937, p. 3.
10
Ibid., julio 29 de 1937, p. 3.
71
Véase EJ Siglo, julio 12 de 1937. p. 4.
La oreja de Laureano.
El domingo 25 de julio se dio inicio a la Convención Conservadora. Presidió el general
Pedro J. Berrío y ejerció la Secretaría General Fernando Londoño Londoño. Los
nacionalistas tomaron parte activa en las deliberaciones: Elíseo Arango, Londoño
Londoño, Álzate Avendaño y Ramírez Moreno. Prensa y política estaban representadas
en los nombres de Primitivo Crespo, que dirigía en Cali Diario del Pacífico, Silvio
Villegas, que tenía la dirección de La Patria, y Gómez Martínez, quien era el director
en Medellín de El Colombiano.
[...] después de la marcha sobre Roma, en los primeros años del fascismo, Mussolini quiso
conservar la mecánica de los partidos, coexistir con las oposiciones dentro del parlamento,
sujetarlas a la legalidad del nuevo régimen. Pero los grupos hostiles, después del asesinato de
Matteoti, resolvieron abandonar la cúpula del Montecitorio y abstenerse de su rol parlamentario.
Esta maniobra fue bautizada con el nombre clásico de 'retirada del Aventino'. Los populares,
republicanos, socialistas de Amendola, ineptos para organizar una revolución en la calle, se
inmovilizaron y se limitaron a vociferar desde la prensa extremista. Mussolini aprovechó la
coyuntura para darle vía libre al movimiento fascista, aniquilar las antiguas formas políticas e
implantar el Estado totalitario. Tiempos después en sus diálogos con Emil Ludwig, el escritor
judío, lo interrogó sobre el caso. 'Sus enemigos'- le preguntó - 'le ayudaron abandonando el
parlamento. ¿Lo deseaba usted entonces? - 'Claro' - replicó Mussolini - . 'Ellos se retiraron al
Aventino. Esa es una colina de cuantos se trepan a ella'27.
27
Ibid.
" Ibid.
El conflicto de generaciones puede ser el más absurdo de todos, pero es un conflicto eterno.
Cada promoción trae su sed y un concepto nuevo de los problemas vitales y políticos. De la
propia manera que no puede prescindirse de la sabiduría y experiencia de la madurez y de la
ancianidad, es insensato olvidar el ímpetu y la intrepidez de los que llegan. Así tienen que
comprenderlo y aceptarlo los miembros del nuevo directorio, donde hay biologistas como el
doctor Jiménez López que conocen el proceso perpetuo de la renovación humana 3 2 .
Nuestra generación tiene que hacer de la acción política una voluntad, una inteligencia y sobre
todo un ensueño. Es necesario atreverse a corregir brújulas, rectificar itinerarios y fijarle una
ruta cierta al presente borroso de nuestro partido. Los hombres de hoy no podemos descansar
sobre las bases movedizas de un pasado en quiebra. Entre nosotros y un hombre de 35 años
existen varias generaciones fracasadas. Tenemos que cumplir u n a función de análisis, de
crítica y de rectificación y un destino personal intransferible. /Nuestra época se caracteriza por
2W
Ortega y Gasset, José. El Tema de Nuestro Tiempo. El ocaso de las revoluciones el sentido histórico de la teoría de Einstein. Santiago
de Chile. Editorial Cultura. 1935. p. 11.
» EJ Tiempo, julio 30 de 1937, p. 7.
77
Ibid.
72
La Patria, julio 28 de 1937, p. 3.
Por eso, la juventud derechista tomó en serio las tesis sobre las generaciones de José
Ortega y Gasset. La teoría orteguiana les caía a todos como anillo al dedo para hacerle
el quite a la lucha de clases y fundamentar su estilo y vocación. En Argentina, país que
todos admiraban y anhelaban emular, la historia parecía haberse desarrollado a través
de compulsivas generaciones que se alternaban en el poder con el mérito de haber
puesto a ese país a la cabeza del progreso en el continente latinoamericano.
Gilberto Álzate tuvo entonces la oportunidad de explicar a toda la Nación, que estaba
pendiente del pleito entre los conservadores, el punto de llegada de su pensamiento. Lo
que aparecía en boca de otros distinguidos ideólogos de la derecha, en ese momento, es
enunciado y argumentado por Álzate, quien al hacer dejación de su cargo de secretario
general del conservatismo, y de haber sido, prácticamente, expulsado de las altas
directivas del partido, pudo expandirse ideológicamente. Ya no tenía necesidad de la
prudencia que le exigía su representación en el DNC. Volvió Álzate sobre sus tesis de
septiembre de 1933, cuando propuso la organización fascista del partido como salida a
la persecución liberal. Tesis recogida de inmediato en las páginas del mismo diario
donde se expresaba: "El partido necesita darse una rígida organización militar, con
absoluta unidad de acción y de propósitos, si quiere resistir contra el imperio de la
violencia que parece entronizado como sistema de gobierno. El acero corta por la íntima
cohesión de sus moléculas"34. Que era, además, una alternativa a la propuesta de
Laureano Gómez, de emular la resistencia en el apostolado de Gandhi:
La táctica gandhiana de pasividad heroica como un impulso activo del alma que resiste la
crueldad y corresponde a ella con amor, está muy bien para el hinduismo escéptico que se baña
de olvido en el agua sagrada de sus ríos y que siembra su paisaje espiritual de silencios y
ausencias. Pero en el trópico impulsivo y ardiente, no se aclimata como medio táctil de victoria
y reivindicación, la amorosa doctrina del apóstol de oriente 35 .
Ya en 1937, Álzate, retomando el hilo, sostenía que el partido no podía anclar en los
postulados demo-liberales de la Revolución Francesa y que necesitaba incorporarse a
las corrientes universales del pensamiento, adecuarse a las nuevas concepciones del
Estado y de la economía política. Sostuvo que en la época contemporánea al Sol se
partían entre la izquierda y la derecha, el materialismo histórico y una versión
trascendente del mundo. Intentando contextualizar lo que estaba pasando en el inte-
rior de su partido y en Colombia, anotó:
Es tan intensa esa solidaridad a través del espacio que los conservadores asisten con ansiedad
a las peripecias de la revolución española como si fuera una guerra civil colombiana. Ninguno
ignora que se trata de un pronunciamiento fascista. Esa propaganda a los rebeldes de Franco,
73
De José Mejía Mejía en El País, julio 10 de 1933, pp. 3-4.
74
El Colombiano, septiembre 2.3 de 1933, p. 3.
77
ibid.
Su defensa de los patrones metálicos, por ejemplo, no tiene sentido cuando la crisis mundial
puso en vigencia teorías como la de Knapp, según la cual la moneda no es una mercancía
intrínseca sino una creación jurídica del estado. El movimiento de las derechas tiene una raíz
católica y bolivariana. Las nuevas generaciones traen soluciones sociales inéditas que se inspiran
en la justicia esencial de Cristo. No quieren que el partido sea un palafrén de la plutocracia.
Buscan aliviar el dramático desespero de los de abajo. En cuanto al ordenamiento del estado
preconizan los gobiernos paternales y fuertes contra el confuso vocerío demagógico de las
asambleas. Juzgan que en el país la democracia, es un simulacro, que siempre ha existido entre
las leyes y las costumbres, entre la norma y la obra, entre la letra y el espíritu 37 .
El sufragio o la insurrección marchan ahora sobre Roma o la Conquista electoral del Reich, no
dependen de la doctrina sino de las circunstancias. No hay que confundir las formas con las
esencias. Las nuevas gentes preconizan un orden social cristiano y un retorno a la concepción
bolivariana del gobierno. Pero que algunos sobrevivientes del republicanismo, cuya osatura
mental no se amolda a las nuevas formas, quieren decomisarle a la juventud sus pensamientos
augúrales como mercancía de contrabando. Nunca podrán, sin embargo, invadir el recinto
insobornable de su espíritu. Pueden descargar sobre las derechas el peso de u n a mayoría
gregaria e indeliberadamente en la asamblea del partido. Pero a ellas les pertenecen "las
auroras que no han nacido". El porvenir es una cuestión de tiempo. El partido debe ensanchar
su área ideológica para que allí convivan la vejez y la mocedad, el espíritu que añade, los
albaceas de un legado histórico y los plenipotenciarios de la vida nueva 3 ".
17
Carta de Silvio Villegas a Ramírez Moreno, en ibid., p. 65.
42
Véase EJ Tiempo, julio 28 de 1937, p. 4.
,:
" La Patria, julio 28 de 1937. p. 3.
44
Ramírez Moreno, Augusto. La crisis del partido conservador.... p. 99.
7,7
A la fecha Ramírez había escrito los libros: El político: Episodios: Las ideas socialistas y el problema presidencial: IMS Leopardos:
los personajes: Los Leopardos: la acción. Puede verse de él Obras Selectas. Bogotá, Cámara de Representantes, 1984. El libro sobre
la crisis del Partido Conservador apareció a inicios de agosto y fue recibido con generosas reseñas. Una de ellas puede verse en La
Patria, agosto 7 de 1937, p. 3.
M
Fue formulado por Aristóteles y está centrado en lo bello y en su contrario lo feo. Sus polos son, pues, el encomio y el denuesto o
vituperio.
47
Ramírez Moreno, Augusto. La crisis del partido conservador.... p. 20,
Para el leopardo, Gómez desatendió las tareas que le exigían los nuevos tiempos:
La primera obra de un jefe conservador digno del nombre es organizar el partido. Darle un
encuadramiento electoral, guarnecerlo con elementos de choque amaestrados, dotarlo de una
tesorería [...] es preciso rejuvenecer el contenido espiritual de nuestro augusto programa.
Buscar el proletario y el campesino, regar literalmente el corazón sobre sus quejas, probando
con hechos que es el conservatismo un partido cristiano, no lo intentó el omnímodo. Nutrir de
raíces católicas y de radicales pontificios la sed de acción social que nos agita, fue apaciblemente
ignorado por el monstruoso ovejo de la oposición49.
El capital y el trabajo aullan como lobos en estepas de impiedad. El árbol de la Cruz ha sido
taladrado por colmillos de cerdo. Las voces de caridad y de paz, cada instante más ralas y frías,
vuelan como rotas palomas extraviadas bajo el dombo inclemente. Jesucristo en su trono,
abrigado con manto inefable en que cada pliegue es otra eternidad, ve que los ricos son crueles
como raposas y que los pobres son crueles como coyotes 51 .
Nada es para mí tan odioso como la normal actitud del hombre ante la mujer. Prácticamente la
ha expulsado de la especie humana, se cree que el amor propio, el honor y el corazón radican
exclusivamente en el mezquino ánimo del varón [...] Ningún motivo intelectual, sentimental ni
biológico justifica que a la mujer se la declare parte separada del pueblo y ajena a él. Ella
contribuye como el hombre, ella padece el efecto de las malas leyes y de los gobiernos pésimos
t a n t o como el hombre, y en la conservación de la familia, de la sociedad, en la correcta
administración del común las mujeres tienen un instinto privilegiado que las hace superiores
por muchos aspectos al hombre 54 .
Era lo más coherente con lo conservador que había producido la sensibilidad leoparda.
Tremenda tarea la que debía emprender el conservatismo, pero para eso se necesitaba
un guía con un perfil distinto al por entonces jefe del partido:
La crisis conservadora es honda y categórica: es triple, porque no quiere el jefe del partido que
sea una colectividad cuyos contingentes vivan modernamente organizados: porque no quiere
ampliarse, actualizarse y renovarse el indudable contenido social de nuestro programa, y
porque en la pura materia política la sordo-ceguera ama lo rutinario y rehusa tender vista y
oído sobre la palpitación incoercible del pueblo supliciado 55 .
Desde los años veinte los Leopardos venían avanzando en la fabricación de héroes, en
contradicción con la supuesta doctrina del conservatismo que ios rechazaba. Había
sido el punto de divergencia con los jefes republicanos que como Aquilino y el mismo
Gómez se oponían a jefes únicos por considerarlos propios sólo del liberalismo. Pero
el hombre que fungía como tal no les satisfacía, en esto hemos insistido ya. El papel
de la personalidad en un proceso histórico, y su influencia en la psicología de las
masas era bastante estimado por la sensibilidad leoparda, que apostaba por un caudillo
prototipo de los tiempos que se vivían, pero que no estaban dispuestos a reconocer en
Laureano Gómez. "En frente al caudillismo liberal, debemos probarle al país que
somos enemigos del caudillaje"06, había dicho Gómez cuando le ofrecieron en la última
convención la jefatura única. Alo que Ramírez contestó: "Es esta una frase sin valor,
porque hoy hay más caudillismo en el partido conservador que en el otro. Laureano
Gómez manda sobre el partido y contra la voluntad y las conveniencias del partido,
siendo umversalmente acatado"57. Ramírez era de la opinión de conformar un directorio
pequeño en número acompañado de un jefe único :
[...] apto, beligerante, sin temor de salir a todas las plazas de Colombia y persuadido de que
nuestro problema no es doctrinario, sino un problema de poder, puede evitar este repliegue en
marcha infatigable a cuya cabeza marcha el doctor Laureano Gómez, exponiendo la doctrina
del siglo pasado. El porvenir conservador es negro. Ni quiere ir a la guerra, ni quiere incorporarse
a la ley. Ni sigue, ni se queda, ni se devuelve, como dijo el doctor Álzate. El doctor Gómez no
tiene plan, ni manera: solo tiene un prestigio hercúleo. Dijo que lo único interesante era estar
al pie de la doctrina. El partido, muy satisfecho y emocionado, aclama a su digno jefe. La
doctrina es el supuesto esencial, elemental y tácito de toda acción política. De la doctrina en
adelante es donde se prospecta, se crea, se demuestra con hechos que un hombre es un jefe.
Quedarse en la doctrina, como en un ciego orificio, no es de un hombre, sino de un armadillo
o de un lagarto. Cualquiera es jefe con semejante programa: la doctrina 58 .
77
Ibid.. p. 34.
777
Ibid.. p. 35.
77
ibid.. p. 34.
77
ibid.. pp. 96-97.
"•" Ibid.. p. 97.
"•" Ibid.. p . 9 8 ,
Por primera vez, por lo menos en esta coyuntura de los años treinta, se instruye un
juicio contra el sistema bipartidista nacional, y se propone la creación de una
organización política independiente, un antipartido, según afirmaba, que representara
a todas las fuerzas del orden. Ese antipartido sería un partido único que defendería
la integridad nacional y se confundiría con el Estado mismo.
Cambiar este simple saludo es un delito en Colombia, país situado en la América, que es el más
moderno de los continentes. Pero más curioso es aún el caso si se considera que estos hombres
que se detestan por pertenecer a diversos partidos son exactos en ideas: los editorialistas de El
Siglo y La Razón se han llamado hermanos ante las ideas individualistas de la Revolución
Francesa. Los doctores Gómez y Lozano rivalizan en su liberalismo económico, se parecen en
ideas como una gota de agua a otra gota y, sin embargo, se detestan porque el uno dizque es
liberal y el otro conservador 67 .
Para Jiménez, ambos partidos tradicionales eran liberales, y, en ese sentido, ambos
tenían responsabilidad en cuanto a los resultados de la aplicación de esa doctrina en
el país : "el espectáculo doloroso de siete millones de hombres arruinados, y
disminuidos, contra un millón de gentes de alguna categoría" 68 . Su crítica está
dirigida contra todos los componentes de la doctrina liberal vengan de donde vinieren.
A diferencia del conservatismo republicano, del que eran devotos en este instante
Laureano Gómez y Aquilino Villegas, Jiménez se pronuncia contra el individualismo
de la Revolución Francesa, que considera una teoría abominable, y en su lugar
opone: "una Acción popular nacionalista a base de concordancia y de patria grande,
de defensa de la cultura y de las instituciones: creemos en el Estado y no en el partido,
» Ibid.
67
Ibid.. julio 17 de 1937, p. 4,
" Ibid.
Fue largo e intenso el proceso de la unión de las derechas de Bogotá, divididas en dos
sensibilidades: la de la Acción Nacional Derechista (AND), integrada por Pineros
Suárez y Eduardo Carranza, entre otros; y la del Alto Comando de Extrema Derecha,
de Jiménez Mejía y Vesga Duarte, entre tantos. Las conversaciones de acercamiento
se celebraron a comienzos de julio, y gracias a ello se logró una fórmula de
entendimiento condicionada a un firme programa ideológico y a la conformación de
89
Ibid.
777
Véase. El Siglo, septiembre 22 de 1937, pp. 1 y 11
77
La Patria, septiembre 23 de 1937. p, 8.
72
Ibid.
7
" Ibid.
71
Ibid
La convocatoria final.
El Alto Comando de las Derechas expidió el siguiente comunicado a su militancia de
todo el país:
7
El Espectador, julio 16 de 1937, p. 6.
ibid.
El Tiempo, julio 24 de 1937. p. 5.
El doctor Rodrigo Jiménez Mejía, un jurisconsulto excelente, pero un político desorbitado, capitanea
un pequeño grupo extremista que trata con idéntica agresividad a los conservadores y liberales,
como si se les pudiera hablar el mismo idioma a las personas a quienes se desea atraer y a las que
se combate [...] Por fortuna en la convención de derechas predomina un equipo insigne de
intelectuales y hombres de acción, tradicionalmente vinculado al conservatismo, que aspira a
una poderosa integración de todas las fuerzas contrarrevolucionarias' 8 .
1. Una posición de serena indiferencia ante los ataques de cientos de republicanos y ancianos
eximios que intentan borrarnos del mapa político del país, obstruyendo tercamente nuestros
afanes de sincera restauración colombiana; 2. Organización jerárquica y disciplinaria de
nuestras fuerzas en ejecutivos nacionales y departamentales, dejando de un lado intereses
de región y ambiciones y personalismos desmedidos: 3. Ratificación de nuestra conformidad
con las fórmulas de justicia social que p r e g o n a n l a s encíclicas pontificias, p r o c u r a n d o
realizarlas como están escritas, sin mediatizarlas con un criterio burgués sino aplicándolas
en su íntimo sentido restaurador 7 9 .
La ruta del poder para las derechas colombianas no está en los manuales europeos, ni en las
cartillas de aprendizaje fascista editadas en Roma y Berlín [...] A l a s masas conservadoras que
nos prestan alguna atención es preciso respetarles sus ataduras sentimentales con el pasado y
777
La Patria, julio 26 de 1937. p. 3. Véase también artículo de José Mejía Mejía, "Lo que pensamos frente a la extrema derecha nacional",
en La Patria, julio 16 de 1937, p. 3.
78
Ibid., julio 22 de 1937. p. 3.
'»Ibid.. julio 23 de 1937, p.3.
Les pedía Mejía a los delegados que llevaban la vocería de Antioquia que plantearan
en la Convención el tránsito de la etapa literaria de las derechas a una etapa política
y de acción cuyo remate debería ser la configuración de un frente popular de derecha.
Que los portavoces del mensaje del ideólogo antioqueño fueran precisamente literatos
no dejaba de sonar paradójico. Roca Lemus era un consagrado poeta, escritor y
columnista. Naranjo era el timonero de Tradición, la revista doctrinaria de la derecha
antioqueña. Justamente, este último presentó la siguiente propuesta, de tres puntos,
para ser puesta en consideración en el magno evento:
1. Unidad. El movimiento de derechas se unifica nacionalmente no como empresa política
sino como promoción social destinada a interpretar la realidad espiritual y económica de la
nación colombiana; 2. Cooperación colombiana. Nuestro movimiento no se organiza con
hostilidad previa contra colombianos. Busca aglutinar en una empresa de futuro a todos los
hombres que piensen nacionalmente a través de sus necesidades y no de sus convencionalismos;
3. Ni revolución m a r x i s t a n i reacción p l u t o c r á t i c a . N u e s t r a e m p r e s a es u n c a r t e l de
reivindicación campesina, obrera y de clase media que busca identificar en idéntico plano de
colaboración entre trabajo y capital. Buscamos la prioridad del trabajo sobre todos los títulos a
la propiedad y a la razón social del Estado. Reconocemos en el sistema actual de producción el
anacronismo de minorías antinacionales y acaparadoras, internacionalizadas por el capitalismo
y el sovietismo, que son dos formas polares de imperialismo 82 .
"7 Ibid.
" Ibid., julio 29 de 1937, p. 3,
*77 Haz de Fuego quedaba ubicado en la calle 12 entre carreras 6fl y T de Bogotá.
Estaría, además, Haz de la Juventud Goda, el Grupo Balilla "Luis Carlos Montoya",
y el Grupo Colombia Nacionalista.
El bautizo de fuego de la
Acción Nacionalista Popular (ANP).
El 24 de julio, cuando desfilaban hacia la Quinta de Bolívar, los jóvenes derechistas
fueron atacados a garrote y piedra por una manifestación comunista preparada
justamente para impedir los propósitos de la derecha. La manifestación de izquierda
había desfilado echando "abajos" a Franco, a Mussolini y a Hitler, y "vivas" a la
revolución social y al conservatismo democrático, lo que quería decir que algo de
laureanismo había en medio de la protesta.
Los muros de la ciudad estaban empapelados desde días anteriores con carteles adversos
a la influencia del fascismo en el país. Una de las hojas volantes, que circulaba en la
ciudad, de nutrido contenido antifascista, terminaba de la siguiente manera:
Esa gente embustera y criminal no engañará a nuestro pueblo, no deberá permitirse que
ostenten su petulancia y ofendan la memoria de nuestro Libertador en plenas calles de la
aguerrida Bogotá del 20 de julio, del 13 de marzo y del 8 de junio. Atrás esos canallas. Todos los
obreros, todos los demócratas sinceros, los liberales, los socialistas, comunistas, católicos,
protestantes o ateos, debemos de salir a la calle a la hora que los falangistas conservadores
anuncien su salida para hacerlos volver a sus guaridas 85 .
Desde las páginas del periódico Tierra, los comunistas prepararon a su gente para
la arremetida. El 23 de julio, justo un día antes del inicio de la Convención derechista,
el periódico abrió con una imagen del Libertador en su extremo superior izquierdo,
con una leyenda que decía : "Simón Bolívar, cuya memoria pretenden ultrajar los
fascistas el día de su natalicio con un homenaje que es una ofensa a la democracia"86.
En el extremo superior derecho se leía en recuadro: "Trabajadores: Los fascistas
quieren profanar la memoria del Libertador, con un desfile ante su estatua el 24.
Evitémoslo" 87 . En la edición siguiente, el periódico abrió con una caricatura que
traía la leyenda: "Matarratas 'Roedor', especial para fascistas". Álzate y Pineros
Suárez, caricaturizados como ratas, huían espantados ante la fumigación a la que
habían sido sometidos. Seguía un frondoso titular: "En una vergonzosa fuga culminó
la salida de los fascistas el sábado pasado. El pueblo los batió en toda la línea". El
periódico hacía aparecer los hechos como si hubieran ocurrido espontáneamente.
Tierra cubrió los acontecimientos en tres actos. Afirmó el reportero que los roces
habían empezado desde las ocho de la mañana cuando algunos obreros, indignados
por los "abajos" a la democracia y al gobierno de López pronunciados por grupos de
camisas negras, se abalanzaron contra ellos. Narraba el cronista que los había
indignado el uso de escudos con la imagen de Bolívar que portaban en sus sacos los
fascistas criollos. Al parecer, los trabajadores cumplían la consigna de despojar a los
convencionistas de los escudos, algunos de los cuales eran mostrados como botín de
guerra. La caza de escudos obligó en un segundo momento a los fascistas a
[...] transitaba pacíficamente por la carrera séptima al oír los gritos en la calle doce trató de
aproximarse con el único propósito de contemplar la zambra. Algunos elementos lo reconocieron
prestamente y dieron la orden de atacarlo. Un jayán se abalanzó sobre él, descargándole un
bastonazo sobre el lado derecho de la cara, el cual alcanzó a dejarle un ligero cardenal en el ojo.
El doctor Álzate se botó a la mitad de la calle y emprendió la lucha a puñetazo limpio, contra sus
atacantes, logrando derribar a tres de ellos, a quienes luego dio de puntapiés 9 ".
Hemos librado victoriosamente la primera batalla. El homenaje que nos tributó en forma
espontánea el comunismo criollo, es algo que nos llena de gratitud imperecedera, porque
somos enemigos de la vida fácil. Todos los que nos atacan de palabra y obra estarán mañana
con nosotros bajo nuestras banderas, porque somos la revolución nacionalista y católica en
marcha. Yo estoy satisfecho del éxito de la primera jornada, porque el comunismo ha visto en
Se reúne la Convención.
Compañeros derechistas! Vigilad la heredad
nacionalista. Tenemos ¡a auténtica
representación del espíritu, y somos el orden
contra la anarquía, la fe contra la negación, ¡a
libertad pura contra el libertinaje, el poder de
¡a i n t e l i g e n c i a c o n t r a la oclocracia. Os
e n t r e g a m o s e s t e m e n s a j e como u n a
afirmación de fe en la indestructible cohesión
de nuestra gente, y como una voz henchida
de esperanzas en la victoria final de nuestra
causa m .
Se nombraron dos comisiones, una para estudiar los proyectos sobre la plataforma
ideológica y otra para la elección del nuevo comando nacional. En la primera se
comprometieron los nombres de Eduardo Carranza, Arturo González Guarnizo y
Elias Salazar García; mientras que de la segunda hicieron parte los delegados por
Antioquia y Rodrigo Jiménez Mejía. Independientemente de esta comisión, para su
discusión, Abel Naranjo Villegas presentó un proyecto de plataforma ideológica,
Restauración Nacionalista, que fue ovacionado.
7,2
Ei Tiempo, julio 26 de 1937. p. 4.
27
Del "Manifiesto de las derechas caldenses a la juventud conservadora ". en La Patria, julio 1° de 1937, p. 1.
Conocidos los avances de la Convención oficial del partido, que, como hemos dicho,
laboraba simultáneamente con la derechista en el sentido de excluir a los nacionalistas
de la agrupación, comenzó a tomar más fuerza de la que traía la constitución de una
nueva agrupación. En su sesión del 26 de julio, la Convención discutió el nombre que
debía llevar y los delegados coincidieron en la denominación de Acción Nacional
Popular (ANP).
La Convención de las derechas designó una comisión, integrada por Carlos Ariel
Gutiérrez, Rodríguez Garavito, González Guarnizo, Luis Eduardo López Holguín
(sobrino del presidente López) y Hernán Álzate Avendaño, para que presentaran una
nómina de nueva directiva nacional. De la misma manera, facultó al Comando
Nacional para que estudiara modos de quitarle al movimiento todo carácter
extranjerizante que pudiera ridiculizarlo, y cambiara la camisa negra por un uniforme
netamente nacional.
La última generación conservadora, la de mil novecientos treinta, la que está hoy matriculada
en las derechas, no llegó a nuestro campo el domingo de ramos bajo el abanico de las palmas,
entre delirantes aclamaciones de esperanza. Se presentó el viernes de dolores, cuando soplaba
el viento trágico de la derrota y el aire se poblaba de sentencias de muerte. No vino a recibir
gajes y honores, sino a compartir la persecución y el martirio. Su mérito es insigne y si no vale
un aplauso, al menos no se le puede castigar con un rechazo 98 .
El movimiento se estructura en forma piramidal, cuya base son militantes y cuyo vértice es la
jerarquía. No trabajamos para hoy ni m a ñ a n a , sino para el porvenir. El nombre de Acción
Nacionalista Popular da a entender su ánimo de beligerancia actuante: quiere hacer su historia
y no vivir de la historia de los demás. Comprendemos el profundo sentir nacionalista de ir con
el país y no con una fracción de él. Popular significa nuestra firme voluntad de redimir la masa
p a r d a , a q u i e n e s sufren la c o y u n d a a p a b u l l a n t e del a b u s o c a p i t a l i s t a . Somos
contrarrevolucionarios y no reaccionarios, porque somos partidarios del orden nuevo y no del
desorden tradicional 101 .
•• Ibid.
• 7 íbid,,julio28de 1937, p. 1.
77
ibid.. p. 3.
77
La Razón, julio l7' de 1937, p. 9.
"" La Patria, agosto 1° de 1937, p. 3.
17
Ibid., julio 31 de 1937, p. 1.
La inacción es una manera poco elegante de querer la muerte. Hoy el triunfo se reserva para
quienes agitan y luchan al frente de las muchedumbres. Una bandera a la cabeza de una
multitud fervorosa y entusiasta, con voluntad heroica, tiene más grandeza, infunde más emoción
que los viejos pabellones, pasto de las polillas en los rincones de las bibliotecas. El dominador de
la hora, el caudillo, no es el frío señor que se guarda en su gabinete. Necesita la acción, el agitar
seguido, los intentos de violencia, que le coloquen al frente de sus dirigidos deseos de transitar
por zonas de beligerancia" 104 .
Aspiraba la ANP a cortar la influencia del comunismo en el país, vista por sus
ideólogos como: catástrofe internacional. Salazar García escribía por ello sintetizando
lo que sus pares pensaban: "El izquierdismo es preciso combatirlo en todos los frentes.
A la revolución violenta debe oponerse la contrarrevolución violenta, a las promesas
de un ilusorio paraíso para las masas es urgente predicar una justicia social perfecta
y practicable" 105 . De los tres significantes, el más nuevo era quizás el de popular,
porque aspiraba a hacerle contrapeso al frente popular de liberales e izquierdistas.
Por ello, presentar el significante ante los colombianos implicaba llenarlo de contenidos:
"lejos de la feroz lucha de clases preconizada por las fuerzas de izquierda, busca el
mejoramiento de todos aquellos sectores que por razones diversas no han sido
favorecidos con los dones graciosos de la fortuna" 106 .
772
Ibid.. agosto 1Q de 1937, p. 4. Este joven dirigente era hermano de Elias Salazar García, quien, como sabemos, también militaba en la
derecha.
077
Ibid., agosto 1° de 1937, p. 3.
777
Ibid.
"' Ibid.. p. 12.
7777
Ibid.. julio 30 de 1937, p. 3.
07
La Patria, agosto I o de 1937. p. 3,
XI
7
La Patria, agosto 2 de 1937, p. 6.
- La Razón, julio 1 de 1937. p. 9,
Respaldos y adhesiones comenzaron a llegar. El 3 de agosto se conformaron los comandos
de la ANP en Barranquilla e Ibagué. El Alto Comando de la ANP (ACANP) nombró
comités permanentes y emitió su primer boletín informativo. Todos los núcleos
derechistas, dispersos hasta el momento, quedaban unificados y encuadrados en la
ANP, y se les conminaba a organizar los respectivos comandos. El significante comando
se distinguía de directorio, que usaban los partidos tradicionales, y que era, a la vez,
una metáfora traída del universo militar. El ACANP anunció la elaboración de una
plataforma ideológica que incluía un programa máximo y uno mínimo, y se comprometió
a preparar un libro de exégesis que ampliaría y sintetizaría los programas ideológicos
del movimiento. Campesinos y obreros tendrían su propia cartilla nacionalista, en la
que estarían expuestos de forma elemental los principios cardinales del movimiento.
Finalmente, todos los escritores afiliados a la ANP debían firmar sus artículos y ensayos
con la anotación de pertenencia a la agrupación, cosa que cumplieron al pie de la letra. 3
El ACANP dio pautas para la formación de una red de órganos de difusión en varias
ciudades del país, 4 y se organizaron seis grandes comités permanentes en Bogotá,
conformados por los principales dirigentes del movimiento. Tales comités fueron los
siguientes: Organización, Propaganda, Relaciones Exteriores, Orientación Social,
Estudios Bolivarianos y Tesorería.6 En la misma fecha fue editado el libro Política de
misión, de Eugenio D'Ors, prologuista de las obras de los fascistas portugueses e
ideólogo nacionalista español, que luchaba al lado de Francisco Franco. La publicación
de estos postulados servía de complemento a la ya nutrida ideología de la ANP, o, a lo
mejor, de síntesis simbólica de una plataforma nueva que demoraba en llegar y que
todos pedían: "Son 21 puntos que están clavados como banderas sobre el terreno filosófico
de toda la política contemporánea de las derechas".6 De otro lado, una serie de conferencias
con propósitos ideológicos, políticos y organizativos fueron proyectadas en Bogotá. El
tema principal giró alrededor de la estructuración del movimiento en los niveles
departamental y municipal, que permitiera, entre otras cosas, la realización del primer
censo derechista del país.
Aunque hubo algunos cambios en la estrategia global, las elecciones tuvieron el mismo
carácter de las anteriores. Fueron convocadas por todas las partes con idéntico estilo: la
salvación nacional. Los contrincantes se consideraban salvadores de algo, y por ello la
convocatoria electoral continuó realizándose en la metáfora de la guerra y la prevención.
El Partido Comunista, por ejemplo, miró con recelo el regreso de los conservadores a las
urnas, y se lanzó desde muy temprano a prevenir a su gente poniendo las cosas como
una disyuntiva: "La reaparición del conservatismo en la arena electoral crea para las
fuerzas progresistas un dilema concreto: facilitar por medio de una división de las
masas populares el paso de la reacción influenciada por los Hitler y los Mussolini, o
unirse en un amplio frente democrático para asegurar las instituciones repubhcanas y
propender al progreso y fortalecimiento de una patria libre".12
Mientras que el Partido Conservador se prepara para un torneo cívico, nuestros hermanos los
nacionalistas españoles luchan en el mar, en el aire, en el suelo y el subsuelo por los mismos
ideales que nosotros defendemos. Hechos de nuestra misma carne perecedera, dominan el
villano miedo animal en combate como ángeles exterminadores. A n u e s t r a s m a s a s no les
pedimos ese sobrehumano esfuerzo. Todo lo que les exigimos es su voto, dado, eso sí, a cualquier
precio. Es preciso considerar como una traición la fuga ante el estallido del primer petardo que
arrojan los adversarios porque esto es legalizar la iniquidad y la violencia. 11
717
El Colombiano, septiembre 4 de 1937, pp. 1-2.
Ibid.. p. 2,
'•- Tierra, agosto 5 de 1937. p. 4.
77
La Patria, septiembre 1" de 1937, p. 3.
Eudoro Galarza Ossa, director de La Voz de Caldas, fue designado jefe de debate.
Silvio Villegas, Antonio Alvarez Restrepo y Sinforoso Ocampo se posesionaron como
representantes del conservatismo en los consejos electorales del departamento.
Así, el primero de agosto se organizó en Manizales la primera jornada proselitista.
En la misma fecha, Silvio Villegas pronunció una conferencia en Santa Rosa de
Cabal. En ella, arengó contra de la República Liberal y manifestó la necesidad de
organizar doctrinariamente el Partido Conservador para lograr reconstruir la
República de Colombia. Advertía Villegas la urgencia de actualizar el programa so-
cial de la colectividad poniendo énfasis en las inquietudes de las masas campesinas
y obreras: "El Partido Conservador no puede ser un aliado del capitalismo. El Par-
tido Conservador está y estará defendiendo los intereses de las clases humildes,
conciliando sus aspiraciones con las aspiraciones del capitalismo".15 Para el leopardo,
estas tareas debían ser llevadas a cabo por las fuerzas contrarrevolucionarias que se
estaban organizando, es decir, por el movimiento derechista, por lo cual invitaba a
las masas conservadoras a adherirse a ellos.
Al tiempo que recorría su región, Silvio Villegas iluminaba a los cuadros dirigentes
y a las masas letradas con densos editoriales. En ellos, pese a las faltas de garantías
y a las dificultades que el fraude y la violencia pudieran ocasionar, destacó la
importancia de la organización de los conservadores para el debate electoral.
Enfatizaba en que tal organización significaba el respeto que sentía esa colectividad
hacia el sistema republicano, no obstante la tentación de otros métodos para llegar
al mando : "Sólo existen dos maneras de conquistar el poder: por medio de una táctica
insurreccional o por medio del sufragio. Nosotros no desdeñamos el primer método;
pero nos parece impracticable teniendo en cuenta nuestra organización política y la
tradición civil de la república"19. Renunciaba así la sensibilidad leoparda a los métodos
insurreccionales como vía para la reconquista del poder. Asunto que no advirtió o
que no creyó la comunidad comunista del país, que convocó a su gente para atajar la
supuesta insurrección fascista votando por sus candidatos. En ese momento, otro
era el acento de la convocatoria de Villegas:
1
Ibid., agosto 16 de 19.37, p. 4.
7
Ibid.
'ibid., agosto 11 de 1937, p. 3.
7
Ibid.
Con todo, otro tono se advierte en estas elecciones. En esos momentos, los conservadores
llamaban también al liberal para que los apoyaran. Llamaban al liberal de orden, que
según las cuentas de La Patria, con angustia y sobresalto miraba el avance de la
Revolución en Marcha. Poco a poco, el conservatismo caldense iba moldeando una
propuesta de restauración que envolvía en un paquete de presentación cívica.
771
ibid.
77
Ibid.. agosto 7 de 1937, p. 3.
12
Ibid.. agosto 20 de 1937, p. 3
i-' Ibid
TUid
Ibid
Las ideas que plasmaba en su editorial no eran de entonces, sólo repetía y se escuchaba:
Nuestra República no es urbana, ni está en sus grandes centros poblados: su entraña vital es
preciso buscarla en las llanuras, en los valles, en las cordilleras, en los cafetales, en las minas de
oro y de hulla, en las aldeas y veredas. Todo es rural entre nosotros. Hacia las veredas y los
campos hay que dirigir la nueva orientación económica, administrativa y constitucional del país. 26
Pero no se trataba sólo de una saudade barresiana. Villegas recurría a las cifras y a
los hechos concretos del gobierno de López Pumarejo. Señalaba que Antioquia y
Caldas producían en café y oro el 40 % del cambio internacional del país, lo cual no
se reflejaba en la retribución que el Gobierno, desde Bogotá, debía hacer a estos
departamentos. La andanada de críticas al centralismo continuó con las políticas del
Gobierno Nacional frente a los costos de los fletes desde los puertos marítimos hacia
Bogotá y las capitales de departamento. Para Villegas, resultaba alarmante que,
pese a la distancia, el precio de trasporte de carga por tonelada entre Buenaventura
y Bogotá costara $ 29,50, mientras que entre Buenaventura y Manizales este mismo
servicio valiera $ 36,00. De la misma manera, el leopardo acusó al Gobierno de
elevar los precios del transporte de las compañías navieras por el río Magdalena, en
detrimento del puerto de Barranquilla y a favor del Ferrocarril del Pacífico.
Pero el problema que más objetó Villegas sobre el centralismo fue el de la educación
pública. Para el leopardo, mientras en Bogotá las propuestas de educación defendidas
por el gobierno de López Pumarejo abarcaban la edición de la criticada Revista de
Indias y la construcción de la Ciudad Universitaria, las escuelas primarias de los
departamentos y las universidades oficiales de Cartagena, Medellín, Pasto y Popayán
pasaban malos ratos por la escasez de fondos públicos. Frente al gran centro de la
cultura centrabsta que significaba la Ciudad Universitaria, el Bloque Occidental debía
dirigir su mirada hacia la Universidad del Cauca, donde se "recogen todos nuestros
grandes empeños espirituales".27 Finalmente, exigía el leopardo que las escuelas normales
y el cuerpo de los maestros debían tener una organización federalista, para responder a
las diferencias geográficas e históricas de cada una de las regiones del país.
Esta opinión también era compartida por Antonio Alvarez Restrepo, compañero de
equipo en la contienda electoral, quien señalaba la configuración de un bloque político
con gente de los departamentos del Occidente del país que defendieran sus intereses:
Robustecer esa conciencia [la conciencia autonomista], y hacer que se extienda y llegue a todas
las capas sociales es la tarea del momento impuesta por la necesidad de la propia defensa. La
prensa, la radio, la conferencia pública, el manifiesto, la convención, deben ser medios de
propaganda activa. Que las gentes se empapen de los problemas que directamente les conciernen,
que se den cuenta de las desventajas económicas creadas por un centralismo glotón; que sepan
hasta dónde les son perjudiciales determinadas medidas como las que aluden al crédito bancario,
y entonces la gran masa obrará uniformemente y con valentía en el camino de las reivindicaciones
necesarias. Surgirán entonces diputaciones integradas por elementos de diversas tendencias
políticas, pero homogéneas y leales al ideal descentralizador. Y en el Parlamento el grupo de
occidente, que es mayoría numérica, podrá dar forma real a todas las truncas esperanzas de
ahora y a las esperanzas de mañana. 2 9
-'" Ibid.
777
Ibid., agosto 23 de 1937. p. 3.
,7)
El Colombiano, agosto 3 de 1937. p. 3
77
Ibid.
' Ibid.
377
La Patria, septiembre 27 de 1937, p. 3.
El comunismo hoy, de modo más acentuado que otros movimientos similares del pasado,
contiene en sí una idea de falsa redención. Un seudoideal de justicia, de igualdad y de fraternidad
en el trabajo impregna toda su doctrina y toda su actividad con cierto falso misticismo que
comunica a las masas, halagadas por falaces promesas, un ímpetu y entusiasmo contagiosos,
especialmente en tiempos como los nuestros, en los que a la defectuosa distribución de los
bienes de este mundo ha seguido una miseria que no es la normal. 41
Aceptada esa realidad del avance incontenible del comunismo, los doctores de la
Iglesia la interpretan, buscan sus causas y proponen correctivos. Continúan la crítica
al liberalismo, que había preparado el camino al descristianizar a las sociedades.
Pero esta crítica iba dirigida a aquellos países donde el liberalismo había estado en el
poder, como Brasil, por ejemplo, donde el populismo de Getúlio Vargas encontraba
razones para presentarse en oposición al liberalismo de la vieja República, pero, ¿se
justificaba en Colombia, donde el poder había estado en manos del conservatismo,
justamente, en estrecha relación con la Iglesia? Complicada situación.
Advierten los redactores del magno documento que el uso de una propaganda
verdaderamente diabólica, que jamás había conocido el mundo, había contribuido al
ensanchamiento del comunismo: "propaganda que se hace en folletos y revistas, en el
cinematógrafo y en el teatro, en la radio, en las escuelas y hasta en las universidades y
que penetra poco a poco en todas las clases sociales, aun en las más sanas, sin que se
aperciban casi del veneno que insensiblemente va infiltrándose cada vez más en todos
los espíritus, en los corazones todos".I2 La encíclica culpa de los avances comunistas al
silencio de la prensa capitalista, incapaz de cubrir en toda su extensión los vejámenes
contra la Iglesia en la URSS, en México y en España. Los redactores del documento
enjuician a industriales y empresarios dirigentes de la sociedad occidental por no haber
tomado en serio la apbcación de la DSI expuestos, por lo menos, en la anterior encíclica,
la Quadragesimo Anno'- la penetración de la justicia social y del sentimiento de la caridad
cristiana en el orden económico y social.
Es, por desgracia, verdad que las prácticas a d m i t i d a s en ciertos sectores católicos h a n
contribuido a q u e b r a n t a r la confianza de los trabajadores en la religión de Jesucristo. No
q u e r í a n aquellos comprender que la caridad cristiana exige el reconocimiento de ciertos
derechos debidos al obrero y que la Iglesia los ha reconocido explícitamente. ¿Qué decir de
ciertos patronos católicos que en algunas partes consiguieron impedir la lectura de nuestra
encíclica Quadragesimo Anno en sus iglesias patronales? ¿Qué decir de aquellos industriales
católicos que todavía no han cesado de mostrarse, hasta hoy, enemigos de un movimiento
obrero recomendado por Nos mismo? 4:!
" Ibid.
"• Ibid.
40
ibid.. p. 262.
47
Ibid.. p. 269.
42
Ibid. p. 263.
477
Ibid.. p. 276.
La caridad nunca será verdadera si no tiene siempre en cuenta la justicia [...] una caridad que
prive al obrero del salario al que tiene estricto derecho, no es caridad, sino un vano nombre y
una vacía apariencia de caridad. Ni el obrero ha de recibir como limosna lo que le corresponde
por justicia; ni con pequeñas dádivas de misericordia pretenda nadie eximirse de los grandes
deberes impuestos por la justicia. La caridad y la justicia imponen deberes, con frecuencia
acerca del mismo objeto, pero bajo diversos aspectos! y los obreros, por razón de su propia
dignidad tienen pleno derecho a mostrarse muy sensibles en la exigencia de los deberes que los
demás tienen para con ellos.46
[.,.] especialmente al obrero pobre; más aún, en general, id a los pobres [...] Los pobres, en
efecto, son los que están más expuestos a las insidias de los agitadores, que explotan su
desgraciada condición para encender la envidia contra los ricos y excitarles a tomar por la
fuerza lo que les parece que la fortuna les ha negado injustamente; y si el sacerdote no va a los
obreros y a los pobres, para prevenirles o para desengañarlos de los prejuicios y falsas teorías,
se convertirán en fácil presa de los apóstoles del comunismo. 18
Llamado que, por supuesto, en Colombia acogerían los directamente implicados tanto
como los intelectuales conservadores que intervenían justamente como sacerdotes (hijos
seglares). Todo lo hecho, decía el documento, es poco en comparación con la inmensidad
del problema; de ahí la importancia y el reconocimiento que se le daba en el texto a la
proyección de la Acción Católica, incluso, no es insensato pensar que el nombre de la
Acción Nacionabsta Popular esté inspirado en aquella denominación. En segundo lugar,
1
Ibid., p.
mío., p, ¿t
271i.
"• Ibid.. pp. 275-276.
" Ibid, pp. 276-277.
47
Ibid., p. 277.
4
» Ibid., p. 280.
La Doctrina Social de la Iglesia, conformada por una literatura que crecía día a día,
hizo parte fundamental de la fuente del discurso en que bebieron sin saciarse todas
las corrientes de la sensibilidad conservadora colombiana.
La configuración programática.
La naciente Acción Nacionalista Popular, que padecía ya su primera crisis, demoraba
la entrega a su militancia de una plataforma ideológica adecuada a la nueva situación.
Las charlas y las conferencias ofrecidas por algunos de sus más destacados miembros
en la sede de Haz de Fuego en Bogotá, apuntaban en esta dirección.
77
Ibid, p. 286.
77
El Tiempo, septiembre 18 de 1937, p. 15.
77
El Siglo, septiembre 25 de 1937, p. 5.
77
Los programas del conservatismo. Bogotá, Editorial Renacimiento, 1971. p.ll 7.
Que no basta impugnar las doctrinas y prácticas socialistas, sino que es necesario ofrecerles a
los pueblos, desengañados con las falaces promesas del marxismo, la cooperación de u n gran
partido político, para buscar dentro de lo humano, fórmulas y sistemas menos flamantes pero
más prácticos, que atenúen las desigualdades económicas, combatan el individualismo egoísta,
hagan cumplir los deberes sociales, que impone la propiedad, eviten la explotación del hombre
por el hombre, aseguren una justa retribución al trabajo, y, en una palabra, hagan reinar en lo
posible la justicia social.55
El intervencionismo del Estado, que era asumido como un asunto de la ideología bberal
en el poder, fue finalmente asimilado por el Partido Conservador como un componente
más de su ideario. Le bajó el tono, pero lo aceptó. Para ellos, la intervención estatal en
la industria debía bmitarse a mejorar las condiciones de salubridad y seguridad púbbcas
y a proteger los derechos de trabajadores y empleadores. Y debía abarcar a las empresas
de servicios públicos para asegurar su normal funcionamiento frente a problemas que
pudieran generar las huelgas obreras. Empero, su intervencionimo de Estado en la
economía privada se inspiraba, es cierto, en el pensamiento corporativo, pero se nutría
'•' Ibid.
'•'• Ibid.
"•Ibid.. p. 118.
56
Me inspiro en el tratamiento que hace Mijaíl Bajtin de los géneros discursivos. Véase, de él, Estética de la creación verbal. Buenos
Aires, Siglo XXI Editores, 2005.
7)7
Los programas del conservatismo.... p. 118.
"'" Ibid.
"íb,d,.p, 119.
La A N P dando tumbos.
Durante las conferencias que se desarrollaban en Haz de Fuego, los ideólogos de la
ANP fueron concibiendo la idea de no participar en los comicios de octubre. 63 El 23 de
septiembre, se oficializaron las cosas : "El Alto Comando de la Acción Nacionalista
Popular ordena a sus afiliados abstenerse de formar parte de las próximas elecciones
para consejeros municipales. Rodrigo Jiménez Mejía, Carlos Vesga Duarte, Eduardo
Carranza, Nolasco Betancur, Carlos Orasmas, Hernando Zamora, secretario
general". 64 No aparecía la firma de Álzate. José Mejía Mejía, en un editorial de El
Colombiano, titulado "La altanería de la inacción", replicó y fustigó la actitud del
ACANP: "Como derechista de vieja data, tenemos que anunciarle al Alto Comando
nuestra sincera desobediencia a su última voluntad. Antes que la sumisión a la
jerarquía visionaria, nos interesa la gran masa conservadora que no divaga, el
esfuerzo y el sacrificio del pueblo que no admite hombres en fuga sino tercos lidiadores
cosidos a su entraña y entrabados con su dolor".65 Mejía sostenía que las derechas
pertenecían al Partido Conservador y eran su puesto de avanzada doctrinario y
7777
El Siglo, septiembre 25 de 1937, p. 6.
777
El Tiempo, septiembre 25 de 1937. p. 4.
172
Ibid.
177
La Razón, septiembre 22 de 1937, p. 3.
777
El Espectador, septiembre 23 de 1937, p. 1,
77:7
El Colombiano, septiembre 25 de 1937, p. 3.
Ibid.
Ibid.
El Espectador, julio 10 de 1937, p. 7.
La Patria, septiembre 24 de 1937, p. 3.
Ibid.
Ibid.. octubre 3 de 1937. p. 3.
Ibid.
Las elecciones del 3 de octubre ratificaron la tendencia del nuevo electorado colombiano.
El Partido Liberal superó con gran ventaja al Conservador: 427.840 votos contra
209.160. Es decir 218.680 sufragios más que los conservadores. Así las cosas, el
liberalismo obtuvo el 66.32 % y el conservatismo el 32.42 % de la votación general.
Hubo 5.146 votos comunistas. El país contaría con 3.820 concejales liberales y 1.440
conservadores. 74 Sólo ganaron estos en el departamento del Huila. Perdieron en
Antioquia, donde habían triunfado en 1935. Pero digamos que la votación
conservadora, no obstante los obstáculos, aumentó ligeramente respecto a los
resultados de las elecciones de dos años atrás: 1935 = 206.577; 1937 = 209.160. Al
término de la Revolución en Marcha, los conservadores quedaron convertidos en una
reconocida inmensa minoría: casi 33 % del electorado colombiano. Salvo en Santa
Marta, en el resto de las capitales hubo mayoría liberal. Bogotá pasó a tener un
Concejo de lujo: Jorge Eliécer Gaitán, Gabriel Turbay, Gilberto Vieira, quienes
coincidirían allí con Mariano Ospina Pérez, Esteban Jaramillo, Jorge Leyva y Pedro
María Carreño, entre otros. Se trataba del Concejo que tuvo bajo su responsabilidad
la celebración del cuarto centenario de la ciudad.
77
La Patria. 6 de octubre de 1937, p. 3.
77
Ibid.
Además, el redactor de los puntos del programa escribía en un estilo que aspiraba a
llegar al corazón de la gente: "Profesamos amor entrañable por Colombia". El
proponente no violentaba así la cultura religiosa del colombiano: "Respetamos y
defendemos la moral del cristianismo y la religión católica, como bases fundamentales
7
La Tradición, octubre 9 de 1937. pp. 540-541.
que son de nuestra civilización".2 Y advertía: "No somos capitalistas, no somos
liberales, no somos marxistas, sino espiritualistas [...] Somos una revolución
nacionalista". 3 Eso sí, no dijo "no somos conservadores"; es un silencio en el documento,
que resuena dada su estrecha relación con esa cultura política. Autoafirmarse
nacionalista quería decir, en su universo mental, apelar al espacio, a lo local, a lo
interior, a diferencia de otras revoluciones que supuestamente no lo eran: "Somos
una revolución nacionalista, en contra de la revolución partidista", 4 que era el otro
tipo de revolución que deambulaba en el ambiente político-ideológico nacional. Los
puntos base del futuro programa estaban sintonizados no sólo con lo popularmente
aceptado y conveniente, de acuerdo con la naturaleza cristiana de su proponente,
sino también con aspectos relacionados con la prédica del liberalismo representado
en la Revolución en Marcha:
Pedimos que se eleve el Ejército a la preeminencia nacional a que tiene derecho. Pedimos que
el pie de fuerza se eleve a cincuenta mil hombres. Pedimos la reeducación del pueblo por medio
del servicio militar; pedimos una enérgica política de defensa y formación de la raza, pedimos
que se favorezca la inmigración de razas asimilables y que se prohiba la de pueblos disímiles:
pedimos instrucción militar obligatoria, pedimos reeducación del pueblo por medio del servicio
militar; pedimos que la memoria del p a d r e de la Patria, don Simón Bolívar sea objeto de
veneración y culto permanente. 7
Pero no eran sólo coincidencias con los liberales en muchos de los aspectos que trataba
el programa. También las había con el nuevo programa del Partido Conservador:
defensa de la propiedad privada, de la pequeña industria y de la legislación laboral.
Ambas plataformas estaban dirigidas a neutralizar los destinatarios positivos del
liberalismo: campesinos y obreros.
7
Ibid.
Ibid.
• Ibid.
'• Ibid
77
Ibid.
7
ibid.
" Ibid.
Hace cuatro meses, cuando nosotros proclamamos la urgencia de intervenir en las elecciones
municipales, el Partido Conservador partió de cero. Nada teníamos entonces. Hoy podemos
continuar trabajando sobre el inmenso capital político que representan doscientos cincuenta
mil votos, a pesar de la abstención de trescientos municipios. En las próximas elecciones
podemos avanzar en cien o doscientos mil votos. Y esta será una fuerza temible para concurrir
a elecciones de representantes y diputados. La contrarrevolución está aquejada de anemia y de
parálisis: su estado de salud exige una terapéutica de movimiento permanente."
El 15 de octubre, en el editorial "El tema vigente", Villegas enfatizó aún más en este
punto:
Para nosotros la voluntad de concurrir a las elecciones presidenciales debe salir no propiamente
de las entidades directivas, sino del seno mismo de las masas que van asumir esta responsabilidad
suprema. El candidato debe tener el mismo origen. Nosotros deseamos conocer la opinión de
los periodistas conservadores y de los ciudadanos que se sientan con capacidad de opinar.
Proponemos un plebiscito en torno de este negocio capital. Hi
Como este tema tendrá que definirlo una gran convención, convocada por el Directorio, hemos
querido sondear la opinión de las masas, a quienes corresponde la decisión suprema. Los
movimientos populares tienen que formarse de la periferia al centro. Los delegados deben ir a
la convención con un criterio definido, y lo que esta resuelva, será unánimemente acatado por
nuestra colectividad. 17
Para Villegas, la candidatura nacional de Ospina Pérez era una propuesta que buscaba
sanar las divergencias surgidas entre los dos sectores del Partido Conservador:
1
ibid.. octubre 15 de 1937. p, 3.
7
ibid.. octubre 11 de 1937. p. 3,
177
Ibid.. octubre 12 de 1937. p, 3.
7
Ibid.. octubre 15 de 1937, p, 3.
» Ibid.. octubre 12 de 1937. p. 3.
En esto de fabricar un nuevo héroe, un héroe vivo, ya que Bolívar estaba muerto, La
Patria era experta. Justamente, su nacimiento en 1921 había estado en conexión
con la fabricación de la candidatura de Pedro Nel Ospina, tío de Mariano. Y fabricó
candidatura y candidato con éxito. Lo hizo con métodos supuestamente ajenos a los
de la cultura conservadora: el culto al héroe. Y esa vez, no obstante las influencias
extranjeras que concurrieron a semejante despropósito, la fuente principal fue el
Partido Liberal colombiano. Este eco, esta experiencia, estas voces estaban presentes
en los finales de 1937 cuando La P a t r i a y El Colombiano se inventaron la
candidatura de Mariano Ospina Pérez. Se trataba, además, de una estrecha relación
de la sensibilidad leoparda con la histórica familia Ospina. De ahí que Joaquín Estrada
Monsalve se manifestara de la siguiente forma :
Con Mariano Ospina Pérez tornaría al poder el ospinismo. que no es tan sólo un ilustre
gentilicio colombiano, sino todo un sistema de gobierno, un método de administración pública,
una teoría de la nacionalidad. Tan noble linaje tiene equivalentes exactos en el idioma,
comprobados a lo largo de nuestra historia: honradez y decoro, carácter y autoridad, actividad
constructiva y crédito interno y externo, hombría y dignidad militares, orden jerarquizante y
antimanzanillismo, audacia económica hasta la temeridad e inmaculado honor internacional,
nacionalismo aduanero y sentido nacional de la política de partido. Sobre cada uno de los
aspectos del ospinismo como sistema de mando pudiera escribirse un tratado. Ese ilustre
cúmulo de virtudes públicas y privadas las llevaría al poder Mariano Ospina Pérez, restableciendo
con ellas la vida desfalleciente de la república. 19
Silvio Villegas tomó del discurso nacionalista de la guerra civil española el vocabulario
de salvación que necesitaba para argumentar y persuadir a los conservadores e,
incluso, a los colombianos, de las bondades de la candidatura de Ospina: "Cruzada de
Restauración Pública", "Cruzada de Restauración Nacional", "Empresa de Salvación
Pública", "Restauración de la Sociedad y de la Patria" y "Campaña de Restauración
Pública". Significantes metafóricos que mezcló con las combinaciones criollas'-
"Candidatura Nacional", "Candidatura Popular". Repetían constantemente los
periodistas de La Patria y de El Colombiano que al doctor Mariano Ospina Pérez
le distinguía una particular "conciencia social". La construcción del nuevo héroe
contó con aseveraciones como la siguiente: "El doctor Ospina Pérez no es propiamente
un candidato de partido, sino el paladín de los más elevados anhelos públicos".20 Para
Villegas, la candidatura de Ospina significaba un acontecimiento que llamaba a una
etapa de conciliación nacional, en la cual se superarían las divisiones partidistas que
habían caracterizado el desarrollo de la política en Colombia. "El país debe libertarse
de la odiosa esclavitud de las pasiones partidistas, como lo han hecho todas las naciones
europeas, conscientes de su destino. Todo para la nación; nada fuera de ella. Su
grandeza es la nuestra". 21 La convocatoria aspiraba a llegar lejos: "Sólo con el pleno
respaldo del conservatismo, de las derechas, y de un grupo liberal si es que hay
liberales independientes, nosotros asumiríamos la responsabilidad de una cruzada
restauradora". 22 Es más, Villegas se remitió al pasado exitoso de Ospina Pérez como
administrador agrícola, ingeniero y miembro de la Federación Nacional de Cafeteros
para lanzar esta aspiración presidencial como la candidatura que representaba a los
sectores económicos de la sociedad colombiana. La Patria abrió su edición del 14 de
octubre de 1937 con el titular: "La candidatura nacionabagraria de Ospina Pérez".
En otra edición, Villegas señaló: "Ospina Pérez tiene sobre otros posibles candidatos,
las siguientes ventajas: su prestigio en todas las zonas del país, sin distinción de
partidos, ni de clases! su vida inmaculada; su linaje de conductor y estadista; su
preparación administrativa; su general aceptación en todos los grupos de derechas,
desde la Acción Nacionalista Popular hasta el Directorio Conservador". 27
Ante la candidatura de un "varón predestinado para el mando", como era presentado
Mariano Ospina Pérez, Silvio Villegas continuó la construcción en negativo de la
candidatura liberal de Eduardo Santos, a quien consideró como el "Abadía Méndez
del Partido Liberal", 28 en alusión a la aversión que expresaban la izquierda liberal y
los seguidores de Alfonso López Pumarejo por tal candidatura. Señaló que Santos era
un "candidato impopular", 29 en cambio, la de Ospina era una "candidatura popular",
era el verdadero "candidato nacional representante de los sectores económicos
productores y de las justas reivindicaciones sociales". P a r a Villegas, Santos
representaba la "oligarquía antinacional". 30
27
Ibid., octubre 14 de 1937, p. 1.
24
Ibid.. p. 3.
'"• Ibid.. noviembre 6 de 1937, p. 3,
'"• Ibid.. octubre 12 de 1937, p. 3.
57
ibid,. octubre 19 de 1937, p. 3.
2
' Ibid.. octubre 12 de 1937, p. 3.
277
Ibid.
377
Ibid.
77
Álzate Avendaño, Gilberto, Obras selectas.... p, 68,
Llegado el Gobierno por un azar aritmético, sin entrenamiento mental para el poder ni rumbos
fijos, el liberalismo tuvo que improvisar hombres e ideas. Su ideología, batida universalmente
por la tormenta de los hechos, ocupaba el desván de los trastos dialécticos del partido. Sólo la
defendían los sobrevivientes de la vieja guardia radical. El liberalismo vióse en trance de
gobernar con estadistas y principios de la hegemonía conservadora. Esteban Jaramillo, con su
inteligencia magistral, puso el país a salvo del hundimiento económico. La Constitución del 86,
con sus vértebras intactas, sirvió como excelente h e r r a m i e n t a administrativa y política al
nuevo régimen. Los liberales se satisfacían con el aprovechamiento burocrático del mando y
con la retaliación contra los godos. Pero la república liberal debía justificarse en una teoría de
gobierno. Era menester ladearse hacia la izquierda, obtener del socialismo un prospecto de
reforma. Algo análogo en el injerto uterino de la avutarda que narra la fábula. El liberalismo
exhibió un complejo de novedad, determinado por el resentimiento. Importaba destruir la obra
de "la vieja iniquidad". Sobrevino la nueva era. Hasta la sintaxis de la Constitución fue vuelta
al revés. Las leyes sociales, descuadernadas, fomentaron copiosamente una demagogia urbana,
u n a minoría de obreros industriales repletos de privilegios, mientras la vasta humanidad
campesina continuaba sufriendo un mísero nivel de vida. Los impuestos aumentaron por la
codicia fiscal, sin que el estímulo a la producción compensara los nuevos gravámenes. Una y
ahita se puso a enjugar en su pañuelo de bolsillo el sudor del pueblo, la juventud del claustro se
convirtió, en un conejo de laboratorio experimental de métodos y pénsumes. Las industrias
incipientes vienen siendo castigadas con la tributación, las cargas sociales y la competencia
extranjera, favorecida en los tratados comerciales. Tanteos, desorden, despilfarro. Es el balance
económico del régimen. En el orden político predomina el interés de la facción. En cuanto a los
conflictos espirituales, basta citar el actual proyecto sobre divorcio, que ha puesto en estado de
alarma la conciencia católica del país.:,:l
En Colombia surge por épocas un designio auroral de superar los intereses creados y los odios
heredados de los partidos, en servicio de una patria real más próspera. La Nación trata entonces
de convertir su archipiélago h u m a n o en un continente, congregando los insulares núcleos
políticos en un haz filial. Entonces se tienden puentes y no se cavan fosos. Ese movimiento de
cohesión nacional tiene siempre un concreto objetivo histórico. Aparece r e g u l a r m e n t e en
todas las crisis espirituales o económicas del país. Hay cierto ritmo alterno. Cuando el virus de
la facción conduce a las gentes al desvarío, actúan a la postre como fagocitosis la voluntad de
convivencia, oscuro instinto de equilibrio social. Al sarampión sectario, que desgasta la energía
nerviosa de las masas, sucede un período de restauración nacional. Es como si el numen de
Bolívar, desde su tremenda soledad, continuase inspirando los itinerarios colombianos. 34
En el editorial, y en los siguientes que escribirá. Álzate hace un balance del proceso
histórico padecido por el país y por la militancia conservadora desde el advenimiento
de la República Liberal. Balance que demuestra a todas luces la evolución de su
72
La Patria, octubre 1 7 de 1 937. p. 3.
" Ibid.
' Ibid.
En medio de la oscuridad, Álzate creía ver la luz a través del nombre de Ospina, y
pensaba que las condiciones estaban dadas, que la misma crisis que vivía el país había
producido el fenómeno. Criticó la evolución del régimen überal y continuó combatiéndola,
pero se propuso y propuso hacerlo en un vocabulario sin sedimentos sectarios, de tal
manera que pudieran llegar a los mismos liberales del país "empleando un acento
colombiano".37 Y para esto acudió a su principal maestro: Ortega y Gasset, a quien citó
con generosidad, destacando:
[...] para hacer grandes tareas la peor es la táctica de la introversión y la exclusión. Precisamente
p a r a que sean fecundas ciertas eliminaciones ejemplares es necesario compensarlas con
magnánimos apelativos de colaboración, con llamamientos generosos hacia los cuatro puntos
cardinales, que permitan a todos los ciudadanos sentirse aludidos. Las revoluciones y los
cambios victoriosos h a n solido hacerse con ideas de amplísimo seno. 3 "
Nosotros queremos hablar para todo el país en un idioma que entiendan las clases productoras
agobiadas. Por eso, frente al sectarismo político, frente al caos gubernamental, frente a la
improvisación legislativa, enarbolamos como empresa y divisa el nombre de un preclaro
estadista, que escribió en el umbral de un libro suyo desnudo de ornamentos retóricos, esta
sentencia concisa: 'Gobernar es administrar'. 3!l
7
ibid.
Ibid.
7
Ibid.
7
ibid,
1
Ibid.
' Ibid.. octubre 20 de 1937
Las urnas o la insurrección, no existe un tercer término. Hay que escoger forzosamente. Si el
conservatismo colombiano no tiene propensión anímica o armamentos para pronunciarse, no
puede menos de recurrir al sufragio. El poder no le va a llover del cielo como el maná a los
israelitas. Tiene que conquistarlo con amor y dolor [...] un asedio a la Presidencia de la República,
con ímpetu de reconquista es más útil que los alegatos orales y escritos contra el Gobierno [...]
Nuestro designio es que las masas recuperen la rutina heroica de votar bajo los rigores del
régimen. Que desfilen impávidamente por la plaza pública. No hay que exacerbar su complejo
de inferioridad con testimonios desesperados, sino nutrirlas con esa rauda voluntad de poderío,
que es el pathos de la política. Spengler la definía como un anhelo de ser historia en vez de
padecer la historia ajena. 43
Pero no produce el novel político textos tristes en esa micro coyuntura de editoriabsta.
Le alienta el apoyo que está recibiendo la candidatura de Ospina : "Estas voces de
apoyo representan las postreras fuerzas vivas de la contrarrevolución, la leva de
combatientes, nuestro pie de guerra"; 44 la metáfora de la guerra en el contexto en
que es utilizada adquiere un viso optimista. Este editorial, que lleva por título "Masas
y jefes", tiene como objetivo establecer la coincidencia feliz de encontrarse en un
buen momento la relación entre los jefes y las masas. Por ello, Álzate describe con
detalle las capacidades del estado mayor que estaría con la nueva candidatura
presidencial propuesta: Fernando Gómez Martínez, José Agustín Noriega, Elíseo
Arango, Anacreonte González Padilla, Alejandro Cabal Pombo, definidos por Álzate,
parodiando a D'Ors, como "políticos de misión", que constituían el liderazgo alternativo
al laureanismo, pero que indicaban también un alejamiento de la prédica de la
sensibilidad de la ANP.
Aunque Manizales es el asiento de una economía agrícola, no puede menos de preocuparse por
su adelanto industrial. No aspiramos a que la ciudad se convierta en un bosque de chimeneas,
con t a n t a s fábricas como Medellín, Barranquilla, Cali o Bogotá. Pero el Concejo sí debe propiciar
17
Ibid.
" Ibid.
77
ibid.
44
Véase el editorial "Masas y jefes", escrito en La Patria el 24 de octubre de 1937, en Álzate Avendaño, Gilberto. Obras selectas.... p. 71.
77
Ibid.. p. 77.
La prensa conservadora.
En La Patria se pronunciaron los principales líderes derechistas sobre el tema de
la candidatura presidencial de Mariano Ospina Pérez. La posición de Álzate Avendaño
y Silvio Villegas fue seguida incondicionalmente por parte de los miembros de la
Acción Nacionalista Popular, como lo veremos más adelante. En Medellín, el directo
implicado de todo este revuelo, Mariano Ospina Pérez, señaló de modo lacónico a El
Espectador- "Tal vez más tarde tendré oportunidad de comentar el editorial de La
Patria". Desde Bogotá, los leopardos Elíseo Arango y Ramírez Moreno se expresaron
a favor de la candidatura de Mariano Ospina Pérez: "Me parece magnifica la
candidatura del doctor Mariano Ospina Pérez. Creo que el partido abandona la política
gandhiana y entra en la lucha", 48 dijo Elíseo Arango a El Espectador. "Usted sabe
que yo no soy político, pero como simple elector conservador puedo decirle que me
parece magnifica la candidatura del doctor Mariano Ospina Pérez y estoy dispuesto
a votar dos veces por él", declaró el esquivo Augusto Ramírez Moreno, quien aprovechó
la oportunidad para recordar los argumentos que sobre táctica política había defendido
el antiguo DNC y criticar la táctica asumida por Laureano Gómez.
Las derechas antioqueñas estamos dentro del conservatismo y esto no es del agrado liberal.
Sustentaremos al candidato que articule un vasto plebiscito o nos integraremos a esta lucha
con nuestros carteles ideológicos respaldados por la más nutrida adhesión de las masas. Si la
voluntad popular favorece al doctor Mariano Ospina Pérez, las derechas no tendremos otra
bandera que su nombre.773
El plebiscito suscitado en torno a la candidatura presidencial del doctor Mariano Ospina Pérez
continúa su marcha victoriosa. El conservatismo, legítimamente representado en sus masas,
quiere asumir la beligerancia de las urnas, sin medir las consecuencias a que pueda someterlo
un régimen constelado de culpas contra la democracia. Este vibrante despertar de nuestras
legiones no es otro que el anhelo de r e s t a u r a r el sepulcro de la República, pisoteado por
s a r r a c e n o s del poder. Si es cierto que n u e s t r o regreso integral a las u r n a s t r a e lógica
consecuencia copiosa en sacrificios, no es menos evidente que si nos dormimos a la sombra de
n u e s t r o s laureles doctrinarios, pereceremos t r i t u r a d o s por las mandíbulas mongólicas del
m a r x i s m o . En torno a la p a t r i a d e s a m p a r a d a es u r g e n t e que se movilicen las fuerzas
nacionalistas, estructuradas en el martirio. Si dejamos que el señor Eduardo Santos ascienda
al poder, sin darle siquiera la impresión de que el conservatismo significa más de la mitad de los
colombianos, valerosamente dispuestos a rendirlo todo en aras de la libertad y la justicia,
tendremos un régimen tembloroso: aprisionado en el anillo de los sindicatos revolucionarios.
Para ese temperamento asustadizo —política con sangre de liebre— nada significan las reservas
espirituales de la República, con tal de no verse atrapado por las hordas comunistas. 7 '
''- El documento estaba firmado por -losé Mejía Mejia. Cayetano Betancur, Abel García Valencia, J u a n Zuleta Ferrer. Guillermo Fonnegra
Sierra. Tulio González, Germán Fernández Jaramillo, Marco Tulio Osorio. José Luis Aramburo. Pedro José Toro. Ernesto González.
Julio Arias Roldan y Gabriel Villa Villa. Véase /'."/ Colombiano, octubre 17 de 1937, p. 1.
7
ibid,
77
La República, octubre 22 de 1937. p. 8.
En Cali, Diario del Pacífico, bajo la dirección de Primitivo Crespo, se asombró por
la manera cómo se hizo la postulación de la candidatura presidencial de Ospina. Con
menos pasión y con un tono más moderado que sus pares de La Patria, Crespo
señaló su vocación de movilizador de masas, pero solicitó meditar esta iniciativa, ya
que de la elección acertada dependía la cohesión del Partido Conservador. Asimismo,
destacó que era función del Directorio Nacional Conservador decretar si el partido
participaba en el debate electoral. Apartes de ese editorial, titulado "Candidatura
presidencial", reforzaron esta posición:
Vl
La Defensa, octubre 18 de 1937. p. 4.
"* La Voz de Caldas, octubre 26 de 1937. p. 3.
7,7
Diario del Pacífico, octubre 19 de 1937, p. 3
Porque modificar sustancialmente la política que ha venido siguiendo el partido como la más
adecuada a su situación en frente de un adversario que se ha obstinado en negarle todos los
derechos y que diariamente lo escarnece hasta en sus más limpias y justas aspiraciones, es
cuestión que debe decidirla cuando menos una convención que represente a la totalidad de ese
partido, pero no asunto que pueda resolverlo por sí y ante sí un solo jefe por prestigioso e
ilustre que este sea. Hasta dentro de la organización militar más rígida, la del comando único,
existen estados mayores en los que se aconseja el jefe supremo. 09
Está muy bien que el conservatismo regrese definitivamente a la vida civil. Está muy bien que
los conservadores cumplan con la obligación ciudadana de asistir a la lucha electoral [...] La
probabilidad de que sea lanzado el nombre del doctor Ospina Pérez nos entusiasma porque de
esta manera tendrá el liberalismo al frente un adversario tanto más serio cuanto es más digno
de ceñir la banda presidencial [...] Enfrentados Santos y Ospina Pérez en el debate eleccionario
la lucha no será de un nombre contra otro nombre : será sencillamente la colocación en la
balanza de conservatismo y liberalismo como dos fuerzas políticas puras [...] La política que
preconiza el doctor Villegas sería temible para el liberalismo si el partido no constituyera una
fuerte mayoría, porque es una política honrada, ambiciosa, agradable p a r a el oído de las
777
El Espectador, octubre 15 de 1937, p, 3.
777
Véase La Patria, octubre 14 de 1937, p. 1.
El Espectador saludó con beneplácito el regreso del Partido Conservador a las justas
presidenciales. Las garantías dadas por el Gobierno uberal en las elecciones entreabrieron
la posibilidad de que el conservatismo pensara en la conveniencia de volver al juego
democrático, dejando de lado la política abstencionista defendida por Laureano Gómez:
No podía ser distinto el procedimiento del partido de oposición [la candidatura presidencial de
Mariano Ospina Pérez] después de las elecciones del tres de octubre, en las que se demostró
ampliamente, con hechos rotundos y reconocidos, la efectividad de las garantías democráticas.
y el sistema de depuración del sufragio. He ahí [en el editorial de La Patria titulado "La lucha
presidencial"], expresaba con franqueza laudable, las ideas que deben regir al conservatismo
para que ese partido, entregado durante años a una pasividad que no podía obtener objetivos
d e m o c r á t i c o s , r e c u p e r e su c a r á c t e r t r a d i c i o n a l de fuerza de o r d e n , s u b o r d i n a d a al
desenvolvimiento pacífico de la nacionalidad. Lo que nos satisface profundamente es el hecho
de que el Partido Conservador se muestre resuelto a volver al camino que ha de t r a n s i t a r
forzosamente si quiere mantener su fisonomía, y librarse de las finalidades de subversión a
que anhelaban encaminarlo quienes h a s t a hace poco detentaron el comando único, como
autores responsables de su fracaso y su desorganización. 66
177
El Tiempo, octubre 13 de 1937. p. 4.
4
El Espectador, octubre 13 de 1937, p. 4
"' La Razón, octubre 16 de 1937. p, 5.
Más adelante, las cosas se compucaron por las divergencias administrativas y económicas
entre el director del periódico, Laureano Gómez, y el máximo accionista, Alejandro
Ángel, que fueron interpretadas por la prensa liberal como diferencias políticas. Ante
las cifras del último balance de la empresa, Ángel propuso la reducción de gastos y
salarios de los dirigentes del periódico, además de orientar las ganancias que dejaba la
empresa hacia su capitalización y no hacia la repartición entre sus accionistas. Esta
actitud pronto despertó la inconformidad de Gómez, que se retiró de la dirección de El
Siglo arrastrando a los trabajadores del diario. Durante los días 22 y 23 de octubre, el
periódico cesó actividades. Luego de largas conversaciones entre Alejandro Ángel y un
grupo de amigos de Laureano Gómez (Esteban Jaramillo, Jesús María Marulanda,
Pedro María Carreño, el general Víctor Manuel Salazar, Francisco de Paula Pérez y
Emilio Laserna) se logró comprarle a Ángel sus acciones y devolverle la dirección a
Gómez. El Tiempo y El Espectador señalaron que las divergencias entre Ángel y
Gómez eran políticas, ya que el primero quería apoyar la candidatura presidencial de
Mariano Ospina Pérez desde El Siglo, a lo cual se había opuesto Gómez. El 24 de
octubre, cuando El Siglo salió de nuevo, Gómez aclaró las cosas:
Nos interesa dejar establecido, una vez más, que entre los directores de El Siglo o entre estos
y los accionistas de la e m p r e s a no ha mediado el más ligero desacuerdo en orden a las
orientaciones de la política conservadora. Obedecemos todos a un ideal común, nos inspira el
mismo anhelo de restauración nacional, y nada ni nadie lograrán romper el frente único
formado para combatir sin descanso el régimen de iniquidad que padece la República. 69
rM
' El documento estaba firmado por Laureano Gómez, Miguel Jiménez, Jorge Vélez e Ignacio EscalJón. secretario general, en
17 de octubre de 1937. Véanse El Siglo, octubre 17 de 1937, p. 1, y El Tiempo, octubre 18 de 1937. p. 4.
7777
El Siglo, octubre 24 de 1937, p. 1.
7,1
El Tiempo, octubre 26 de 1937, p. 15,
Los seguidores del primer grupo tenían influencia en Manizales y Medellín, la cual
irradiaron por los departamentos de Antioquia, Caldas, Cauca y Valle del Cauca. Desde
esas dos ciudades, y por medio de La Patria y de El Colombiano, la Acción Nacionabsta
Popular de esta parte del país buscó reivindicar su conexión ideológica con el Partido
Conservador y exaltar su espíritu dinámico, que los llevaba a contemplar la movilización
de las masas conservadoras como la táctica principal para recobrar el protagonismo
político. Para ellos era evidente que la ANP y el Partido Conservador no podían entenderse
como movimientos independientes. Por el contrario, ambas organizaciones se conjugaban
como la "fuerza contrarrevolucionaria" no reaccionaria de la Nación.
Los movimientos derechistas del Brasil y de Chile deben convencer a los enamorados de
nuestros principios, con nostalgia de la Revolución Francesa, a aquellos que todavía celebran
los cultos del gorro frigio, de que la Roma de ahora vuelve a ser la cabeza del mundo. Contra
la anarquía sólo podrán prevalecer quienes luchan por el establecimiento de un orden nuevo.
1
La Patria, noviembre 2 de 1937. p. 5.
Aún así, la Acción Nacionalista Popular del occidente colombiano buscó resaltar la
admiración que tenían hacia el pensamiento bolivariano y la Doctrina Social de la
Iglesia, al mismo tiempo que delimitó su cercanía con los movimientos derechistas
europeos. Arturo Cardona Jaramillo, un "soldado de la ANP", se pronunció sobre
este tema así :
Mientras esto pasaba en el occidente del país, en Bogotá el Alto Comando de la ANP
se pronunció por la búsqueda de un candidato propio. A mediados de octubre, cuando
los nombres de varios prohombres del conservatismo fueron propuestos como posibles
candidatos presidenciales, Rodrigo Jiménez Mejía y Carlos Vesga Duarte sugirieron
el de Pedro Nel Ospina Vásquez, hijo del general ex presidente y primo hermano de
Mariano, como candidato de las juventudes derechistas capitalinas. 76 Ante esta inusual
propuesta, Ospina Vásquez envió un telegrama en el que desautorizaba la iniciativa
y brindaba su adhesión al DNC. Pese a esto, los miembros de la ANP de Bogotá
buscaron lanzar su candidato propio por fuera del Partido Conservador. Esta política
estaba en la lógica de la ANP capitalina, que tenía como finalidad la conformación de
un partido político independiente del conservatismo, así como vincular el pensamiento
de la extrema derecha europea al cuerpo doctrinario de la ANP. Como se ha visto, los
José Mejía Mejía fue el principal crítico de la ANP de Bogotá. El bder antioqueño exigió
a Rodrigo Jiménez Mejía la posición de los nacionabstas capitalinos sobre candidaturas.
Los antecedentes mostraban que en las elecciones municipales el Alto Comando de la
ANP había decretado la abstención de sus militantes y la separación de estos del Par-
tido Conservador, a lo cual los militantes del movimiento nacionabsta de varias regiones
del país se negaron. Ante esta postura, Mejía y Mejía expuso las divergencias políticas
e ideológicas surgidas entre las derechas capitalinas y las provincianas:
La lucha de las derechas provincianas no tiene posiblemente el rango académico ni los atuendos
fonéticos del movimiento capitalino. Sólo que nosotros poseemos una acción más experimental,
un frote más objetivo con los fenómenos reales, mejores anclas y mayor velamen para navegar
en una cautelosa política de masas. Nuestras directivas de Bogotá son partidarias de una
orgullosa política de claustro, mientras nosotros nos inclinamos por una humilde tarea de
obreros cotidianos dentro de un grueso clima de multitudes. 7 6
Las derechas provincianas han expresado, pues, en una u otra forma, su pensamiento favorable
a la votación conservadora en el próximo debate para Presidente de la República. ¿Que pueden
decir ahora las autoridades derechistas de Bogotá? ¿Piensan seguir una política insular que los
mismos subditos no comparten y que las masas encuentran pueril e impertinente? Esperamos
que el alto comando capitalino regrese a la normalidad y que todos sus miembros vuelvan a ser
habitantes de la Tierra. Ahora la acción derechista no puede ensayar historia con frases, ni
aventar gestos para perforar la inédita y azarosa virginidad de un horizonte futuro. Un decreto
de abstención firmado por la ANP no tendría más jurisdicción que un electorado de cinco miembros
principales y cinco miembros suplentes que integran esta admirable corporación. El conservatismo
derechista del país sufragaría sin otra contrariedad que estos diez votos pasivos y solitarios.77
777
El Colombiano, octubre 21 de 1937. p, 5.
7
" Ibid.
' La Razón, octubre 26 de 1937, pp, 1- 2,
La situación es decisiva, y los elementos que ofrecen a nuestro criterio para adoptar una resolución
son precisos: Silvio Villegas ha propuesto a consideración nacional el nombre de Mariano Ospina
Pérez para enfrentarlo, como abanderado de los trabajadores de la ciudad y el campo como guión
de toda empresa civilizadora y ordenada, a las corrientes que en predios adversos pugnan por
imponer sus hombres para asegurarles su continuidad al peligroso ensayo anticolombianista de
hoy, y la Acción Nacionalista Popular, representada aquí por la Falange Bolivariana, no puede
eludir el llamado: e s así como convoca a todas sus gentes a congregarse alrededor de Mariano
Ospina Pérez, en quien las derechas ven un guía certero, un conductor sagaz y un técnico
indiscutible, para que en la patria no sea nunca un simple engendro banderizo, sino el hogar, el
abrigo y el sustento de cada colombiano [...] La Falange Bolivariana de Caldas, sin renunciar a
uno solo de los objetivos que informa el programa de la Acción Nacionalista Popular, y antes bien
conformándolos, declara con ardiente entereza y con irrevocable decisión, su adhesión al nombre
de Mariano Ospina Pérez, e invita a todos los miembros de la ANP en Caldas a formar con
nosotros una sola voluntad, solidaridad en anhelo de la victoria, homogénea en el ritmo implacable
de la lucha única e indestructible en la creadora pujanza de su resolución y su firmeza.80
777
El Colombiano, octubre 28 de 1937, p. 3.
•"" Ibid., octubre 25 de 1937, pp. 1 y 7.
[...] la abstención, en manos de una directiva incompetente no ha sido sino la voluntaria entrega
de nuestras posiciones electorales y parlamentarias, la política de los brazos cruzados. El Partido
Conservador ha venido perdiendo así la voluntad de dominio. Los débiles de espíritu, los de ánimo
menguado y corazón vacilante, se refugian en el cómodo burladero de la abstención. 84
7
Ibid.. octubre 26 de 1937, p. l: El Espectador, octubre 26 de 1937. p. 10.
2
Un día antes, el 23 de octubre, los partidarios de la candidatura presidencial de Ospina Pérez en Bogotá se entrevistaron con el gerente
de La Voz de Colombia, Cipriano Ríos Hoyos, para solicitarle la transmisión a todo el país de la conferencia de Silvio Villegas. Ríos
Hoyos contestó que era necesaria la autorización de la junta directiva de la emisora de la cual hacía parte Laureano Gómez, quien
rechazó la solicitud. Véase El Tiempo, octubre 24 de 1937, p. 1.
a
La Patria, octubre 25 de 1937, p, 3.
4
Ibid.
Sólo hay dos herramientas para la acción política: la guerra o el sufragio. Un partido que no se
siente capaz de votar menos preparado está todavía para la apelación de las a r m a s . Si la
oposición no vota, mientras exista la república liberal, le diagnostico a esta una vida más
prolongada que la de la propia dinastía japonesa, que va a cumplir dos rail quinientos años de
gobierno [,..] La abstención no es una política porque tarde o temprano llega el instante en que
es preciso salir de ella para los comicios o para la guerra civil. No hay evasivas posibles. 87
Villegas señaló que el objetivo principal de las derechas era convencer a las masas
conservadoras de participar en las elecciones presidenciales, pese a los problemas de
violencia y de falta de garantías. Crearles a estas masas una nueva mística de lucha
era el objetivo de las juventudes derechistas, puesto que este tipo de liderazgo no se
hallaba en el DNC, que promovía la abstención y la apatía:
T e n e m o s , en fin, u n a o p o r t u n i d a d de t r i u n f o si l o g r a m o s c r e a r l e s a las f u e r z a s
contrarrevolucionarias un estado del alma épico, una conciencia y una voluntad de dominio
capaz de avasallar el porvenir. Es en el destierro, en el campo cenagoso de la derrota, entre el
dolor de los ejércitos despedazados que el héroe o el político de misión han dado la consigna
suprema: Triunfar. Es una tremenda tarea gritarle: "vuelvan caras" a un ejército destrozado:
por eso mismo hay que intentarla. 88
Ibid
Ibid.
Ibid.
Ibid.
Y el recurso de la elegía y del culto a los muertos que también era característico de
la comunidad a la que pertenecía Villegas volvió a utilizarse: "Colombia, ¿qué has
hecho de tus glorias pretéritas?, ¿dónde están Julio Arboleda, Manuel Briceño, Juan
Nepomuceno Valderrama, Marceliano Vélez, Próspero Pinzón? ¿Acaso se extinguió
ya la raza de los paladines? Que vuelvan todos ellos a su sepulcro y no vengan a
turbar el envilecido reposo de los que nada pueden con el recuerdo acusador de sus
gloriosos hechos".90
•'" ibid.
'•' Ibid.
" Ibid.
•- liad.
Por primera vez, desde una de las sensibilidades conservadoras, se hacía una
convocatoria amplia para que liberales y conservadores apoyaran a Ospina como
expresión de una candidatura nacional:
Ahora quiero hablar para todos los colombianos, sin distinción de clases ni de partidos, para
invitarlos a formar un vasto movimiento nacionalista, dentro de un programa de renovación
intelectual, social, económico y político. No somos reaccionarios sino contrarrevolucionarios;
no queremos un regreso al pasado, sino una marcha hacia el porvenir. Por esto mismo yo
invito al esclarecido grupo de patriotas que me acompañen a sostener no una candidatura de
partido, sino una candidatura nacional. 96
Villegas reiteró toda la argumentación que había hecho en sus editoriales para oponer
a la "candidatura oligárquica y antinacional" de Santos, la nacional de Ospina. Reiteró
que se trataba del "caudillo natural de las clases agrarias, industriales y mineras",
777
Ibid.
81
Ibid.
» Ibid.
96
Ibid.
[...] ciertos servicios como el Ejército, las relaciones exteriores, el sistema monetario y de
aduanas, mientras se les otorga a los departamentos la recaudación y la organización de ciertas
rentas, la administración de las obras públicas, la dirección de la beneficencia, algunos ramos
educativos, las obras y los servicios municipales. Sólo así tendremos eficacia y economía en la
recaudación, en la inversión y en el servicio. 98
El solidarismo moderno no es sino la caridad con nombre laico. Las derechas no solamente le
ofrecen pan, bienestar y seguridad al obrero, sino también el luminoso despertar de una vida
eterna. El materialismo de la riqueza está t a n lejos de nosotros como el materialismo de la
miseria. Ni capitalismo, ni socialismo. Somos los campeadores de una sociedad unida en la
creación, en la distribución y en el goce de la riqueza. Aspiramos a la gradual elevación de los
salarios. Si la economía patria está retrasada es por el infierno económico y moral, a donde una
sociedad sin Dios avienta a las clases trabajadoras. 1110
Ibid.
Ibid.
Ibid.
'" Ibid.
Yo estoy de acuerdo con usted en la necesidad de abrir la discusión amplia y serena sobre la
tesis electoral, y por ello me complazco por haber contribuido al respecto, aun cuando indirecta
y negativamente. Pero logrado este objetivo y habiéndose presentado el aspecto que a t r á s
enuncié, de un posible desconcierto de erradas interpretaciones con motivo de la discusión de
mi nombre, es preciso definir la situación creada y resolverla en la forma más patriótica
posible. Yo creo que el debate puede ya adelantarse en forma abstracta sobre la conveniencia
o inconveniencia de concurrir a la elección presidencial, manteniéndolo en un tono de mayor
serenidad posible. Por lo que respecta al servicio que mi modesto nombre hubiera podido
prestar, creo que ya está cumplido en la forma que dejo analizada, y por consiguiente estoy en
condiciones de prestar ahora, esta vez sí por propia iniciativa, el segundo servicio de retirar mi
nombre de cualquiera discusión de candidaturas presidenciales, p a r a facilitar la unión y la
pujanza de la causa. Como usted ha sido el iniciador y el pregonero elocuente de esta posible
candidatura y son su pluma y su verbo los que la han impulsado, es usted a quien debo hacer
esta solicitud encarecida. Consideraré siempre como una página honrosísima para mí la gallarda
iniciativa de usted y la opinión espontánea de quienes lo han acompañado en ella y seguiré
siempre listo a servir al país y a mis ideas políticas en cualquier otro campo. 103
• Ibid.
'- Ibid. Es interesante para comprender el estilo utilizado por Villegas en su perorata, ia lectura del texto de Oswald Spengler. Años
de decisión. Alemania y el desarrollo histórico mundial. Santiago de Chile, Ediciones Nacionales y Extranjeras. 1934.
7
El Colombiano, mayo 12 de 1938, pp. 1-3.
7
Ibid.. p. 2.
7
Villegas. Silvio. No bav enemigos... p. IX.
Ibid.
La frase "No hay enemigos a la derecha", no es un principio doctrinario, sino una norma táctica.
El Partido Conservador no conquistará el poder como partido político, sino como centro de un
movimiento contrarrevolucionario. Mi ideal es un político que realice en Colombia lo que está
operando en Francia Joaquín Doriot, quien ha organizado la resistencia contra la penetración
soviética agrupando a todos los partidos de carácter nacional. En torno de ese socialista renegado
se agrupan hoy sus antiguos adherentes, la Federación Republicana de Francia, el Partido
Agrario, y los grupos nacionalistas de la Acción Francesa. Mañana vendrá el Partido Social
Francés del fracasado coronel La Rocque y el ala derecha del radicalismo socialista. Después... la
victoria. Núñez no obró de manera distinta. Los partidos que no están en el poder deben formar
únicamente carteles de oposición. Hay que eliminar todo lo que nos divida y afirmar todo lo que
nos una. No llegaremos al gobierno sino cuando militen en el mismo campamento, para una gran
campaña nacional contra las izquierdas ya maduras, el Partido Conservador, las derechas, las
corrientes moderadas del liberalismo y el año decisivo. Preparar este momento supremo es la
misión política de la juventud. El futuro es de los que no desesperan ni se cansan. 109
El modelo era, sin duda, el Frente Popular, y la propuesta, por ende, era un frente
popular de las derechas. Pero en su editorial Villegas, ante todo, complementó los
que consideró vacíos importantes de llenar. Para él era fundamental contarles a sus
lectores que los Discursos de Maquiavelo lo habían influido; los Discursos, mas
no El Príncipe. Decía que lo más importante de este autor era que había fundado
su sistema político basado en la experiencia y en la observación. Pero señalaba, ante
todo, que a él y a su grupo los había influido Goethe, cuya obra veneraba:
El contacto permanente con el mundo de los sentidos le infundió a Goethe la idea del orden. En
la inteligencia, en el arte, en la vida, en la política quería imponer el dominio de la razón
moderadora. Odiaba tanto a los que provocaban las revoluciones, introduciendo el desorden en
el Estado, como a los que las cumplían [...] amaba la tradición, la jerarquía, la necesaria
disciplina. Fue la lectura de Goethe la que le dio a nuestro grupo político la idea suprema de la
república financiera, que no es una tesis materialista, sino un concepto objetivo de la cultura
[...] era el más conservador y tradicionalista de todos los hombres [...] El parlamentarismo era
a los ojos de Goethe una de las formas más claras del despilfarro desorganizador. 11 "
7,7
Por tratarse de un libro de campaña electoral debió haber tenido un tiraje muy grande, pues todavía se consigue con relativa facilidad
en librerías de segunda.
'"'" La Patria, noviembre ti de 1937, p, 3
•'", I b i d .
"" Ibid. Véase también Villegas. Silvio. La imitación de Goethe. Medellín. Editorial Teoría - Librería Siglo XX, 1945, pp. 1 1 3 .
El libro, como todas las cosas de Silvio Villegas, fue bien recibido. Luis Eduardo
Nieto Caballero escribió una extensa reseña en El Tiempo, en la que reconoció los
méritos de escritor y de intelectual que acompañaban al autor. Aprovechó la reseña
para mostrar que en el espectro de los liberales también se leían los paradigmas del
nacionalismo conservador. Y, por supuesto, no avaló los planteamientos de Villegas,
sino que, por el contrario, manifestó que la sensatez doctrinaria conservadora estaba
con Laureano Gómez: "Este prestigioso y severo conductor de recuas es u n soldado
de la democracia";112 señaló, al mismo tiempo, que no sólo había enemigos a la derecha,
y que seguiría habiéndolos, y dio a entender que la misma comunidad política a la
que pertenecía Villegas lo era. Y, finalmente, a la consigna de "no hay enemigos a la
derecha", opuso la suya : "No hay enemigos en Colombia".113
77
Justamente, desde 1934 circulaba en el país una colección popular de ""Problemas contemporáneos 7 ", cuyo primer número fue
dedicado al texto ya citado de Oswald Spengler, Años de decisión. También circulaba otro libro de Oswald Spengler 7 Seis ensayos.
Santiago de Chile, Editorial Mundo Nuevo. 1937, que recoge conferencias de este autor sobre diversos temas de la política alemana
de entonces.
" 2 El Tiempo, diciembre 12 de 1937, p. 5.
7777
Ibid.
774
Álzate, Gilberto, Obras selectas..., p. 88.
7777
Véase "Conductor ad portas", en la columna "Periscopio", de "Rubayata", El Colombiano, noviembre 9 de 1937. p. 3.
7777
La conferencia de Álzate fue editada en folleto especial7 "Conferencia de Gilberto Álzate Avendaño". Manizales, Tipografía Éxito,
1937. En dicho folleto se anunció la publicación de "El desenvolvimiento histórico de las corporaciones de trabajo", "Tesis de grado",
7
"E1 secretario general del partido", "Documentos políticos", "Nosotros", "Doctrina y táctica del movimiento nacional de derechas",
supuestos textos de Álzate que nunca salieron a la luz pública. Hemos seguido la versión de la conferencia publicada en7 Álzate
Avendaño, Gilberto, Obras selectas...
Consciente de los conocimientos que sobre los problemas en discusión tenían los
oyentes, Álzate decidió abordarlos directamente desde la teoría política. Trató con
altura los temas del poder con la intención de meter a la militancia del partido en esa
dinámica; y aprovechó para construir sentencias, máximas y aforismos. Su conferencia
consistió en una lección de teoría y filosofía políticas. Nada le importó que parte
considerable de su audiencia fuera analfabeta. Amalgamó en su análisis a nuevos y
viejos autores: Eduard Spranger, Oswald Spengler, Cánovas del Castillo. El primero,
filósofo y pedagogo alemán, le sirvió para darle a su tratamiento del poder un aire
psicológico: "Eduard Spranger, al estudiar la política en su levadura psicológica,
conceptúa que ella se funda sobre el deseo de poder, quien niega el poder, dice, niega
la política".118 Y continuó intertextuando con el filósofo alemán: "El poder es una
facultad de realizar los valores y los fines propios, apoyada sobre hechos físicos y
espirituales. No se puede extirpar ese designio de la vida, pues vivir significa, ya de
suyo, poder algo [...] Esta fuerza, que es médula y motor de la política, pertenece lo
177
La Patria, noviembre 7 de 1937, p. 3.
* Spranger había escrito textos interesantes sobre Wilhelm von Humboldt (1909) y sobre Goethe (1933). Era autor, entre otros títulos,
de Cormas de vida (1914), Cultura y educación (1919) y Comunidad nacional. Estado, educación (1932).
Política es el modo y manera como la existencia fluyente de un hombre, una generación, una
estirpe, una clase o un pueblo, se afirma, crece, triunfa sobre las otras corrientes, que en el
oleaje de los grandes hechos se atacan y defienden recíprocamente. La vida, en su sentido
máximo, es política, es vigilia, es ritmo y tensión de lucha. Todo hombre quiéralo o no, participa
de ese acontecimiento militante, como objeto o como sujeto. La energía vital, ese quid que en
nosotros quiere ir arriba y adelante, ese impulso cósmico hacia la preeminencia, esa voluntad
de dominio, es lo que determina si ha de serse "sino" o ha de sufrirse el "sino". Pues se crece o
se perece. No hay una tercera latitud, un término neutro. Quien no puede imponer su historia
a los otros, tiene que padecerla. 122
Como se ve, la alocución era, además, una lección de cultura política. Álzate movió
los mojones de la comprensión de la caída del régimen conservador; la sacó de la
explicación Iglesia — partido - candidatos, que se había convertido más en un morbo
político que en una razón científica. Para el jefe de la ANP, fueron más profundas las
cosas:
La pérdida del poder por los conservadores se explica en ultima instancia porque el viejo
partido gobernante no tenía ya ánimo de dominio, ni mitos eficaces, sosteniéndose apenas
sobre esa ley de inercia que prolonga el movimiento después de que ha cesado la fuerza motriz.
Su quehacer histórico parecía cumplido. Un sistema de hábitos y r u t i n a s reemplazaba la
voluntad política, que no conoce la holganza y el tranquilo disfrute, sino que se encuentra
siempre atareada de creación. Era eso un régimen de funcionarios —larvas del presupuesto—
que confundían el orden con la inmovilidad. Pero como la vida fluye sin pausa y busca cauce,
imponiendo un continuo reajuste en la estructura del Estado, pronto sobrevino una colisión
entre "el país real" y "el país legal", entre las fuerzas vivas y las fuerzas caducas. Esto produjo
el estallido y derrumbamiento del vetusto andamiaje. Es un juicio sin profundidad, que sólo
examina el sobrehaz del suceso, al decir que la hegemonía conservadora fue abatida en una
encrucijada electoral, por la dispersión de sus grupos. Tal dispersión, si se estudia a fondo, más
parece efecto que causa. El viejo régimen no tenía estímulos funcionales, prospectos y metas
que congregasen sus fuerzas vacantes. La elección presidencial fue apenas el puñetazo a un
paralítico, para usar la ruda expresión de León Trotsky.12"1
En la misma tónica que sus colegas de la sensibilidad leoparda, Álzate evaluó los
resultados de la abstención conservadora: "No hay más que dos vías para llegar al
poder. Una legal y otra extralegal. Las urnas y la insurrección", dijo.125. Y explicó su
apoyo a la abstención porque encontraba en ella "el umbral de la acción directa". Y
culpó de no haberse desencadenado la insurrección a la "generación vagotónica del
centenario": "les faltaba el sentido de la vida, vocación por la gesta. Sus hábitos
mentales, sus supersticiones jurídicas les impedían ponerse fuera de la ley".126 Y a
renglón seguido anotaba: "En las masas tampoco había levadura revolucionaria. En
tales condiciones no era posible la insurrección". 127 Por ello, Álzate consideró que,
como no había ningún plan insurreccional ni tampoco recursos físicos para cumplirlo,
la única solución era volver a las urnas.
Como lo hemos reiterado a lo largo del libro, múltiples factores hicieron que las
generaciones conservadoras de los Leopardos y la de Álzate confluyeran y terminaran
constituyendo lo que he denominado "la sensibilidad leoparda". Las intervenciones de
7277
Ibid.
724
Ibid., p 80.
721
Ibid.. p 81.
7217
Ibid.
727
Ibid.
'•'" Ibid.. p 83.
Tan funesta como la existencia de los estados federales, guerreando unos contra otros y
dividiéndose la túnica inconsútil de la soberanía, puede serlo una coerción centralista que
sofoque la vida regional, quitándole estímulos y recursos. Esto aflojaría la solidaridad colombiana,
relajando sus vínculos. Las provincias no van a resignarse a sudar plusvalía en beneficio de
una oligarquía financiera con asiento en Bogotá. Hay que respetar sus fueros. El regionalismo,
el apego terruñero, expresa la vitalidad del país y es blasón de una economía de productores. 128
Si los cargos están sujetos a un vaivén electoral y al capricho de los gobernantes de turno, el
servicio siempre se resentirá de improvisación y desorden. Lo que da a las luchas políticas
colombianas tanta virulencia es que en ellas se juega el goce del presupuesto. Los partidos son
agencias de colocaciones para su respectiva clientela [...] El funcionario será en adelante
inamovible, pero neutral. Las derechas aspiran al gobierno del Estado no como botín, sino
como herramienta de historia. 130
7277
Ibid, p. 87.
77717
Ibid.. p. 90.
777
Ibid.
,:7 2
" Gracias a Gilberto Álzate Ronga, el autor contó con un ejemplar de este texto, que está firmado por Gilberto Álzate en 1927, y aparece
subrayado como un libro de estudio.
77:7
Guyau, Georges, Aspectos del catolicismo social. Madrid, Casa Editorial Saturnino Calleja, s/f, p. 52
Con Guyau y Spengler, con Eduardo Spranger y Herriot, con André Siegfried y Antonio
Ferro, con Bolívar y Primo de Rivera, entre otros críticos de la inmoralidad liberal,
Álzate hace su propuesta, que endosa a Ospina Pérez:
A] dogma marxista de la lucha de clases, la contrarrevolución opone una colaboración de clases
al servicio del interés nacional. En vez de consentir los sindicatos proliferando anárquicamente
al margen del Estado, los inserta en los cuadros legales, dentro de una organización corporativa
de la economía. Así, pues, el frente nacional no es reaccionario, sino contrarrevolucionario.
Representa un orden nuevo, no un desorden tradicional. Desde luego eso no significa ruptura
con antiguos valores, en cuanto tienen de inmutables, sino reajuste formal ante los nuevos
hechos sociales. Hay que conservar del pasado las esencias pero no ese aluvión de palabras e
imágenes m u e r t a s que se depositan en el cauce de la historia. La tradición también fluye.
Primo de Rivera advertía que ella no era un estado sino un proceso.133
Fallida la abstención como estrategia política, no cabe vacilar siquiera en el retorno del
p a r t i d o al sufragio, no sólo como método de l u c h a pero sí como ú n i c a g i m n a s i a p a r a
sostener en estado de reto la m u s c u l a t u r a electoral de n u e s t r a s m a s a s [...] A la j u v e n t u d
y a las masas militantes, que cruzáronse un día p a r a el rescate de la república, el lánguido
monarca de la abstención quiere obligarlas a vivir en puntillas, para que ni el eco de las
derrotas ni el ruido de las a r m a s le t u r n e n su indiferente sueño. 142
Todas las energías impulsadoras de la nacionalidad vienen de las campiñas. Nuestro país es
una vasta ciudad rural; somos agricultores por tradición y por idiosincrasia. El sentido histórico
de Colombia, o su carisma, para usar la frase de Weber, es agrícola por excelencia. Toda otra
definición de este país no es un retrato, sino una caricatura. Gobernarnos desatendiendo esta
voz íntima de la n a t u r a l e z a peculiar colombiana, es cultura ficticia, riqueza en préstamo,
traición a las fuerzas vitales del país." 7
[...] es preciso crear el sentido industrial de la raza, estimulando las empresas de vasto alcance
destinadas a la transformación industrial de nuestros frutos [...] Sólo podemos llamarnos un
pueblo poderoso cuando la manufactura nacional sea capaz siquiera de satisfacer nuestras
p r o p i a s n e c e s i d a d e s . M i e n t r a s t a n t o , no p a s a r e m o s de ser u n pueblo consumidor, u n
protectorado agrícola, una colonia de cautivos labriegos. 149
Habló entonces del técnico de Estado, "un tipo medio entre la grotesca acción sin
ideas y la aérea inteligencia [...] molde de gobernantes, creador de pueblos, progenitor
de la cultura, porque conjuga, en maridaje perfecto, el vuelo directivo de la inteligencia
y la geometría fluyente de la vida. Su pensamiento es una ecuación entre el
entendimiento y las cosas".153 Su propuesta de la nueva República abogaba por una
técnica en lo administrativo, en "la dosificada delegación" de la autoridad suprema,
en el Parlamento, en la política internacional, en la agricultura y en la industria, en
las aduanas y en la instrucción pública, en la reglamentación de las profesiones y
empleos, y hasta en la aplicación de la inteligencia como herramienta de gobierno.
Sería entonces la técnica una varita mágica para desengranar la marcha del Estado.
En la mente de Mariano Ospina Pérez parece que se encuentran calculados todos los elementos
e impulsos de la nacionalidad, en volumen, peso y medida: la superficie cultivable de nuestro
suelo, con la exacta localización de las distintas zonas de cultivo, el índice estadístico de su
productividad, sus abonos adecuados, el promedio de su pluvialidad y su distancia de las vías
'" Ibid.
772
Ibid.
7577
Ibid.
'•"' Ibid.
75S
Ibid.
7777
Ibid.
7S7
El Espectador, octubre 26 de 1937, p. i; ibid., octubre 28 de 1937, p. 10. Un artículo sobre la exaltación de la juventud universitaria
payanesa puede verse en La Patria, octubre 31 de 1937. p. 5.
7
''' La Patria, noviembre 20 de 1937. p. 3.
7777
El Espectador, noviembre 25 de 1937, p, 6.
leo £ ¡ Tiempo, noviembre 20 de 1937. p. 17.
767
Ibid.. noviembre 20 de 1937. p. 17.
José Mejía Mejía retomó la palabra para continuar sus enunciados respecto a las
posturas de Jiménez Mejía. Opinó que, por el contrario, la ANP tenía que ser un
movimiento dentro del Partido Conservador o perecería necesariamente. En un toque
realista, contrapunteó al jefe de la derecha bogotana:
Gilberto Álzate Avendaño, caudillo de aguzado olfato histórico, está identificado con nosotros
en esta dura afirmación. Las masas derechistas son las masas conservadoras y no los borrosos
equipos de izquierda que el doctor Jiménez Mejía piensa conquistar con su inofensiva dialéctica
de ultrajes al pasado y a los partidos de tradición. Si esta fuerte mentalidad derechista residiera
algunos minutos en tierra y se vinculara brevemente a los hechos reales de la politica colombiana
vería que sus posiciones no pueden ser más solitarias. 168
Presenciamos el hecho absurdo que funcionen dos sedes derechistas en sentido contrario, con
propósitos diversos y dentro de plataformas casi antagónicas. Gilberto Álzate Avendaño fue
designado por la convención nacional jefe supremo de las derechas colombianas. Naturalmente
el alto comando quedaba supeditado a la jefatura y la dirección de la política derechista no podía
someterse a un ignorado conciliábulo capitalino. Las directivas nacionales han adoptado una
norma de conducta anárquica a la consignada a la asamblea de julio y los resultados de esta
acción arbitraria no pueden ser más objetivos [...] El Alto Comando nos pareció desde su
nombramiento una firme reprobación porque no considerábamos idónea aquella autoridad
para ejercer la jurisdicción nacional que ahora detenta. / Álzate Avendaño se ha lanzado a la
Acción Nacionalista con la candidatura presidencial de Mariano Ospina Pérez, postura que no
aceptan los autores de una insurrección derechista al margen de la colectividad conservadora.
Nosotros personalmente aceptamos la tesis del joven conductor y nos situamos adentro de la
táctica adoptada por los máximos gestores de la acción derechista nacional. Gilberto Álzate
Avendaño ya ha sido señalado también como un desertor por el alto comando de la capital. Sin
embargo, continúa capitaneando el movimiento por derecho propio y sin sujetar la trayectoria
histórica de un movimiento a la impubertad. 169
L a n z a m i e n t o de la c a n d i d a t u r a de Ospina Pérez
desde Bogotá. Silvio Villegas en su mejor momento.
La candidatura de Ospina Pérez es el himno
de resurrección en esta hora y yo le gritó a
Colombia : levántate y anda, 113
Habló primero Silvio Villegas. Reiteró sus posturas ya conocidas y difundidas en las
páginas editoriales de La Patria y en la conferencia de octubre pasado. Algunas tesis
fueron reiteradas tal cual teniendo en cuenta que esa vez hablaba para el oriente y el
norte colombianos: "Este movimiento [candidatura presidencial] ya es conocido en el
occidente colombiano, y hoy me dirijo al oriente del país porque desgraciadamente no
hemos tenido en esta ciudad un órgano imparcial de información que le diga a la Nación
su verdadero contenido",175 señaló. Esta vez, Villegas agregó varios puntos importantes.
Primero: madrugarle a la cedulación del conservatismo:
El beneficio de una campaña electoral es conseguir que se acabe de cedular el partido, que las
masas concurran a solicitar el instrumento de ciudadanía, y segundo, lograr una organización
"" ffcid.
Ibid.
- Véase El Colombiano, diciembre 16 de 1937, p. 2,
77
De la conferencia de Silvio Villegas en Bogotá. La Patria, diciembre IB de 1937, p. 3
1
El Tiempo, diciembre 10 de 1937. p. 11.
7
La Patria, diciembre 10 de 1937, p. 3.
Por u n momento se creyó que la candidatura de Eduardo Santos era una reacción contra el
desorden, pero todos sus actos se han e n c a r n i z a d o en d e s m e n t i r esta v a n a e s p e r a n z a ,
especialmente su célebre cablegrama de Florencia que instituye una entrega a la izquierda.
Sus palabras tienden a las derechas pero todos sus actos favorecen la revolución en marcha
[...] Ahora o nunca. Si el doctor Eduardo Santos llega a la Presidencia es por nuestra cobardía
o nuestra abulia. Durante muchos años no se había presentado un candidato más impopular
que es igualmente mirado con desconfianza por industriales y capitalistas, y en las plazas ya lo
hemos visto lapidado por las masas de izquierda. 179
Esa noche del 15 de diciembre, también habló Eliseo Arango. El leopardo legitimó la
iniciativa de lanzar un candidato para el estudio y posterior ratificación o rechazo en
una convención de partido. Sostuvo que él y los auspiciadores de la candidatura de
Ospina hacían parte de un partido abierto al debate :
En la última convención conservadora llevé la voz del penúltimo directorio, y allí pude afirmar
que el Partido Conservador es una comunidad de hombres libres al servicio de la Nación. Por
ningún motivo ni circunstancia ni bajo ningún pretexto, renunciamos a la libertad de pensar:
no estamos dispuestos a abdicar del atributo esencial de la dignidad humana. 181
Además, Arango, con su característica irreverencia hacia las autoridades del partido,
declaró: "respetamos a los grandes jefes del partido, pero exigimos acción dentro de
la realidad que reclama la hora, y que no vivan como narcisos contemplando sus
viejas obras [...] Nosotros en esta lucha trabajamos por sacar avante nuestras ideas.
Hemos establecido la verdad política contra el prestigio político".182 Criticando con
7777
ibid
77
Ibid
•'•~ I b i d
' : " Ibid.
7477
La Patria, diciembre 16 de 1937, p. 3.
• Ibid.
'•' Ibid.
'"•• Ibid.
"" Intervención radial de Eduardo Carranza en Bogotá. La Patria, diciembre 19 de 1937. p. 2.
747
Ibid.
En declaraciones dadas al final de las conferencias, Silvio Villegas anunció sin reparos:
Nos proponemos desarrollar ahora una intensa labor de propaganda, iremos a la calle, a la plaza
pública, a la prensa. Discutiremos con amplitud y a toda marcha. Queremos demostrar que este
movimiento no se realiza en secreto, que n u e s t r a política no es la de la maniobra y la del
conciliábulo. ¡Si nos derrotan, que nos derroten en la plaza pública! Haremos una política limpia187.
'"' Ibid.
7777
El Espectador, diciembre 16 de 1937. p. 3.
El Tiempo destacó la "conspiración del silencio" que realizó El Siglo ante la visita
de Silvio Villegas a Bogotá. Igualmente, el diario liberal manifestó que el Directorio
Nacional Conservador había enviado comunicados secretos a las directivas
departamentales para desautorizar los contenidos de las conferencias de las juventudes
derechistas. 189 El Partido Comunista, a su vez, se alarmó por las conferencias de los
promotores de la candidatura de Ospina, a la que tildó de peligrosa, reaccionaria y
antipopular. Nada reconocía el comunismo en las luchas ideológicas del interior del
conservatismo, y asumía los nuevos tonos democráticos de sus dirigentes como un
engaño a las masas : "¡El pueblo colombiano conoce al conservatismo y no lo olvida!
Aún sobre su piel cuelgan las cicatrices de Encizo y Palonegro, de Barrancabermeja
y la zona bananera. No vale que ahora el godo se disfrace de cordero".190
"" Ibid
797
Álzate. Gilberto, Obras selectas.... p. 570.
147
Ibid.. p, 572.
[...] sólo a ustedes señoritos sin conciencia y carentes de responsabilidad se les puede ocurrir
robarse para biombo de sus fascistizantes empresas la sacra figura de Bolívar. No, señoritos
d e r e c h i s t a s : S i m ó n Bolívar no les p e r t e n e c e . ;No es de u s t e d e s , n e g a d o r e s de toda
independencia, destructores de la cultura, esclavizadores de las masas, quien luchó su vida
entera por la liberación de América, por la libertad de los esclavos, por la grandeza y ventura de
la patria! ¡El Libertador es nuestro! ¡Lo reclamamos por la fuerza de la historia y de las ideas!
¡La sombra de Bolívar marcha con nosotros, con los defensores de la democracia, con los que
luchamos por los derechos e intereses del pueblo, de su pueblo colombiano, de sus pueblos de
América! Para ustedes fascistas criollos, les queda apenas la encarnación y la figura trágica de
Fernando VII y el grito de "¡vivan las cadenas!". 197
Ibid.
' Tierra, dic: nbre 17 de 1937, p. 1.
Ibid.. p, 3.
Sin embargo, en el Valle, las cosas no pintaban bien para los propósitos de la
sensibilidad leoparda. Primitivo Crespo, el esquivo, pero siempre aliado suyo, no
estaba muy seguro de las bondades de la candidatura de Ospina Pérez. Su voz, en ese
momento escuchada y acatada, se alzó para obstaculizar su difusión en el suroccidente,
tierra sagrada para el conservatismo nacionalista. Silvio Villegas aceptó el reto y se
dirigió a Cali desafiando el poder del directorio departamental. En la mañana del
domingo 9 de enero de 1938, el reconocido leopardo intervino en la ciudad desde el
Circo Granada. Su discurso fue transmitido por las emisoras La Voz del Valle, de
Cali, Nueva Granada, de Bogotá, Voces de la Ciudad, de Manizales, y Claridad, de
Medellín. La prensa reportó que en algunos municipios los conservadores se habían
reunido en las plazas principales, en los cafés, en los atrios de las iglesias y en
7
La Patria, enero 12 de 1938. p. 3.
familia a escuchar el discurso. Villegas empezó rindiendo culto a la memoria de Ignacio
Rengifo, destacó su ascendencia en el viejo partido nacional, heredero, según señaló, de
los ideales bolivarianos, "sus palabras eran actos y sus actos eran parlantes", dijo.2 En
su homenaje a Rengifo había una crítica a la que era la dirección nacional del partido
por esos días : "Cuando veo la pasividad, la cobardía, la resignación de nuestras masas
degradadas por la abstención, pienso que Ignacio Rengifo sentiría hoy vergüenza de
nosotros. Los muertos ilustres hablan, y las palabras de ultratumba son amargas". 3
Pero también hubo crítica a Primitivo Crespo, el aliado de ayer: "Al que se crea dueño
de la ciudad de Cali, señor de vidas y conciencias, lo invito a que me haga descender de
esta tribuna, para que sienta la reacción de una ciudad orgullosa a la cual no se le
ofende considerándola como una vereda silvestre, donde no puede escucharse sino la voz
del amo".4 Denominó una "conspiración de la hipocresía" el comportamiento de Crespo
hacia él. "La desdicha de todos los neófitos y conversos es que se resienten y se tornan
fanáticos perseguidores de su antigua fe",5 anotaba. Villegas realmente estaba en sus
territorios. Era ampliamente conocido en todo el departamento por las masas
conservadoras que le reconocían su trabajo de opositor al régimen liberal. De hecho, la
población del norte de la región era de su misma raza, y la vida económica, política,
social y cultural entre Caldas y el Valle era dinámica y estrecha. Todo podía permitir
Villegas menos que le impidieran el acceso a su propio predio: "jefecillos hipotéticos han
querido negarme hasta el derecho a hacer uso de la palabra ante multitudes que me
han visto sufrir y padecer al lado suyo. Ni siquiera a conductores auténticos he querido
reconocerles título alguno para calificar mis servicios; menos podía tolerárselo a media
docena de improvisados sargentos".6
Y era apenas el comienzo. Enseguida Villegas ratificó y afirmó sus posturas políticas
e ideológicas, y, como Álzate, las endosó a la candidatura de Ospina. Las conferencias
emitidas por radio y el método que encontraron los jóvenes ideólogos nacionalistas
para promover dicha candidatura servían para expresar oralmente lo que los miembros
de la sensibilidad leoparda habían ya manifestado por escrito. En ese momento sus
palabras llegaban a un auditorio mucho mayor, con el peso de la emoción y el énfasis
que suele a veces perderse en el texto escrito. Así, de discurso en discurso, Villegas
apuntalaba y perfeccionaba la coherencia de su pensamiento. Se repetía, hacía uso
de los textos de sus editoriales de La Patria, producidos a lo largo de la década.
Ponía en sus labios lo que ya era texto escrito. Él mismo se encargaba de divulgarlos
oralmente, consciente de la importancia y trascendencia del medio radial a su
disposición. Quienes no lo hubieran leído tenían entonces la oportunidad de oírlo. La
novedad era su prosodia, la emoción que le colocaba a su disertación: "El despertar
de las provincias será el amanecer de Colombia", dijo al plantear en alta voz el
problema de la descentralización que venía pregonando de tiempo atrás:
Bogotá es la negación de nuestra cultura aldeana. Nuestra república no está en los grandes
centros poblados: su entraña vital es preciso buscarla en las llanuras, en los valles, en las
cordilleras, en los cafetales, en las minas de oro y de hulla, en las aldeas y veredas. Todo entre
nosotros es rural [...] En los últimos años nos hemos convertido en simples colonias de la
metrópoli, porque hemos perdido la viril arrogancia de los abuelos. Los directorios seccionales
de ambos partidos, cuando no se nombran desde la capital, parecen simples m a r i o n e t a s
manejadas desde las redacciones de los periódicos bogotanos. Pero ya se ha dado el grito del
Libertador, De ahora en adelante Cali, Bucaramanga, Barranquilla, Medellín o Cartagena,
tendrán tanto derecho como Bogotá para señalarle inéditas odiseas a la República. 7
2
Ibid.. enero 10 d. 1938, p. 1.
Ibid.
4
Ibid.
' Ibid.
" I b i d . p. 7.
7
Ibid.
Los Leopardos eran intelectuales que rendían por escrito y oralmente. Eran buenos
para ambas cosas, pero en esta coyuntura preferían desarrollar su vocación de
oradores porque consideraban era la parte más importante de un sistema de propa-
ganda con óptimos resultados. Consciente de esto, Villegas se valió de uno de sus
émulos: "La palabra gobierna al mundo, hay que hablar sin descanso, con fervor y
denuedo para romper esta atmósfera de mudez que circuye todos nuestros problemas
[...] De silencio está hecha la atmósfera de los sepulcros". 8 Empero, no los emulaba
tan sólo, como lo he dicho atrás, el inspirador positivo de sus ideales, sino también el
adversario: "La fuerza que dio al marxismo su asombroso poder sobre las
muchedumbres no consiste en la obra constitutiva escrita y preparada por sus
intelectuales, sino el formidable diluvio de propaganda oral que esta en teoría descargó
sobre la multitud en el curso de los años", 9 decía.
Sin tener la responsabilidad oficial del partido, los leopardos con la generación del año 30, nos
pusimos a la cabeza de las multitudes, desafiando en las plazas públicas a los asesinos uniformados.
En fulgurantes mítines recorrimos el país desde Tunja hasta Popayán. Fue así como el partido
ganó las elecciones de 1932, en la época más sangrienta de la lucha política contra la nueva
iniquidad [...] Cuan magnánima fue esa generación del año 30 que hoy escarnecen y excomulgan
aquellos mismos que permanecieron en la retaguardia durante las rudas jornadas de la oposición,
observando desde lejos ese vasto dolor y esa pujanza indómita, mientras el régimen que masacraba
Ibid
Ibid.
" Ibid.
Que la supuesta extrema derecha del partido pidiera democracia interna y autocrítica
nos resulta paradójico, pero era la realidad. Los jóvenes nacionalistas luchaban por eso,
es decir, por un Partido Conservador democrático, con voz y voto para su mibtancia. Así
lo sostiene Villegas en voz alta, para que toda la militancia lo escuche: "El partido
necesita autocrítica. Las enfermedades no se destruyen con analgésicos",13 eran reclamos
al tratamiento que Laureano les había dado en la pasada crisis de junio.
" Ibid.
77
Ibid.
" Ibid.
177
Ibid.
'"" Ibid.
21
Véase, Ospina Pérez, Mariano. Economía industrial y administración. Bogotá, Editorial Minerva, 1936.
22
La Patria, enero 10 de 1938, p. 7.
777
Ibid.
24
Es interesante anotar que La Razón reprodujo íntegramente un documento de la Internacional Comunista en que se les daba instrucciones
secretas a los miembros de esta organización para seguir utilizando el régimen liberal para los propósitos de la revolución proletaria.
El estilo en que estaba redactado el documento muestra la dimensión y el carácter de la intromisión y la influencia de la Komintern
en el comunismo criollo. Véase La Razón, enero 2 de 1938, pp. 1, 3 y 11.
27
Ibid, p. 8.
26
La Patria, enero 12 de 1938, p. 1.
2
" Ibid., enero 1 3 de 1 938. p.4.
2
- Ibid.
La correría por las principales ciudades del suroccidente del país le permitió a Villegas
apreciar la aceptación de la candidatura presidencial de Ospina Pérez entre las masas
conservadoras. En sus notas de viaje, Villegas agradeció a los líderes de los comités
ospinistas de Cali y Popayán sus atenciones y señaló satisfactoriamente: "En el
occidente colombiano las masas conservadoras pueden dividirse en diversos grados
de fervor por la candidatura de Mariano Ospina Pérez. Lo que no hay es enemigos
suyos. A pesar del hosco silencio de las directivas el pueblo conservador se asocia
instintivamente a este movimiento, con indomable voluntad de vencer"30.
Más aun, las conferencias le servían como recordatorio al silencioso Directorio Nacional
Conservador para que diera solución a esta cuestión política. Para el 10 de enero se
hablaba del retorno a actividades de la dirigencia conservadora nacional. La prensa
liberal capitalina seguía con particular interés el desenvolvimiento de la candidatura
presidencial de Ospina Pérez y anunció la realización de una convención nacional
conservadora en febrero 31 . En El Colombiano, José Mejía estuvo de acuerdo con la
convocatoria de la convención nacional de su partido, la cual debería legitimar el
clamor de las masas conservadoras de lanzar la candidatura presidencial de Ospina
Pérez. Para su éxito, esta reunión debía contar con la asistencia de delegados
departamentales elegidos democráticamente por los seguidores locales del partido.
Era la única manera de sortear la animadversión surgida en los directorios
departamentales ante la propuesta presidencial de Ospina Pérez, puesto que la
dirigencias conservadoras de doce departamentos —con excepción de los directorios
departamentales de Antioquia y Caldas— se hallaban influenciadas por el Directorio
Nacional presidido por Laureano Gómez32. "Convención Democrática y No Plebiscito
de Directorios", escribió airadamente el periodista antioqueño 33 . Así, la sensibilidad
leoparda recurría a los métodos democráticos y a la opinión pública representada en
las masas conservadoras para protocolizar la candidatura presidencial de Mariano
Ospina Pérez.
77
El Espectador, enero 11 de 19.38. p. 6.
7B
El Tiempo, enero 19 de 1938, p. 3.
17
Ibid.. enero 23 de 19,38. p. 7; y enero 27 de 1938. p. 3.
74
La Patria, febrero 8 de 1938. p. 3.
En ninguna parte puede realizarse tan fácilmente un movimiento de coordinación entre todas
las fuerzas contrarrevolucionarias, porque todos comulgan en una misma doctrina [...] en
torno del grupo de El Derecho se m u e v e n dos o r g a n i z a c i o n e s e j e m p l a r e s : la F a l a n g e
Nacionalista y el Centro Marco Fidel Suárez, cuyos esfuerzos es preciso unificar. La Falange
está animada por el idioma, la doctrina y la táctica de las derechas. Allí están los hijos de los
nuevos y de los antiguos jefes, el despertar del Tolima en la primacía de sus flores. La Falange
entiende la vida como un sentido de misión. Fundamental para estas agrupaciones juveniles es
completar sus equipos con obreros y campesinos. Esta es la tarea que puede y debe cumplir el
Centro Marco Fidel Suárez, creación de la mente apostólica de Eugenio Varón Pérez, quien se
encuentra hoy empeñado en realizar un censo completo de las fuerzas restauradoras en el
departamento. 4 0
La Razón, que pescaba en río revuelto, que opinaba sobre la política conservadora de
acuerdo con sus intereses, es decir, que halagaba a nacionabstas o a laureanistas según
le conviniera, terció y vaticinó esta vez a favor del espíritu de las políticas de Gómez:
Los viejos políticos conservadores son de parecer que ese partido debe ofrecer su apoyo irrestricto
al señor Santos para la lucha contra el desorden social. Parece que su tesis triunfará, pues el
mismo grupo histórico que tiene muy efectivamente en sus manos la jefatura del conservatismo,
comprende que no sería posible combatir racionalmente a un jefe de Estado que se presenta
con el amplio programa conciliador del señor Santos. A este respecto la actitud del diario El
Siglo es muy tranquilizadora. 4 1
74
Ibid
" Ibid.
' La Razón, febrero 6 de 1938. p. 5.
2
La Patria, febrero 19 de 1938, p. 15.
La gira de Silvio Villegas por Barranquilla, Cartagena y Santa Marta hacía parte de
la estrategia de organizar conferencias y difundirlas por los medios radiales, además
de publicarlas en su totalidad en la prensa escrita de la sensibilidad leoparda. Las tesis
expuestas en las ciudades de la Costa ya estaban difundidas en el interior del país. Se
trataba, por un lado, de convencer a la opinión política de esa región de las bondades de
la candidatura de Ospina Pérez. Por otro lado, se pretendía coadyuvar a la organización
de las derechas regionales y jalonar al conservatismo costeño hacia el nacionalismo. De
ahí el comentario de Benigno Acosta Polo, jefe redacción de La Patria•'
No es una fiesta de palabras la que lleva el director de este diario. Es un itinerario de futuras
y riesgosas actividades nacionalistas. Va a proponerlo, de m a n e r a especial, a los hombres
nuevos de todos los partidos. A quienes tienen un futuro por delante, de anchura nacional, sin
un pasado estrecho, ensombrecido por el sectarismo. Va a sacudir corazones, a inquietar
inteligencias, a estremecer el árbol canceroso de los prejuicios políticos, para pedir a las últimas
promociones h u m a n a s de Colombia que lo desarraiguen con mano firme [...] En las nuevas
promociones colombianas aspiramos a construir nuestro credo colombianista. Este credo tiene
como finalidad una Colombia bolivariana, cristiana, nacional y corporativa. Los ideales del siglo
pasado cumplieron ya su ciclo histórico. Están realizados y sepultos. Para una empresa de
temerarios empeños, carecen de contenido y de sentido. La ceniza es abono nada aconsejable
para una cosecha de heroísmos y de fervores místicos. 43
Villegas viajaría a la Costa Atlántica con la cabeza grande. El comienzo de año había
estado saturado de trascendentales acontecimientos, el más importante de los cuales
había sido la celebración del Tercer Congreso del Trabajo, reunido en Cali entre el 20 y
el 25 de enero de 1938. Este evento constituyó un éxito para el movimiento comunista
internacional, lo mismo que, por efecto de sus resultados, para el Hberabsmo colombiano,
que prácticamente se quedaba con la dirección de la Confederación Sindical de Colom-
bia. Al mismo tiempo, la Iglesia organizó en Medellín la Segunda Semana Social de
Colombia, cuyo propósito era paliar la influencia del Congreso Obrero de Cali. A la
famosa frase del Manifiesto comunista- "Proletarios de todos los países unios", los
organizadores de la Semana Social propusieron: "Acudid trabajadores de todas las lati-
tudes, unios en un solo corazón y en una sola alma a la sombra bendita de la Cruz de
Jesucristo"." El evento contó con la participación del sacerdote Félix Restrepo, quien
disertó sobre la influencia del comunismo en el país. 45 Reconocía Restrepo que
numéricamente el comunismo valía poco, pero señalaba que "como infección en los
centros obreros es tan grave que en cualquier momento puede llegar a paralizar la
República y a poner en peligro la vida ordenada y la pacífica convivencia de los
ciudadanos".lfi Para sus considerandos anticomunistas, se vaha de la metáfora biológica,
tan usada en el campo de la argumentación científica de la época :
De nada valdría mejorar la situación del obrero, si se deja circular libremente la infección por
medio de la propaganda comunista. Por sano que sea un organismo puede infectarse de un
momento a otro. Así como la higiene obliga a los individuos y a los gobiernos a no permitir la
Sostenía Restrepo que la lucha contra el comunismo debía abarcar dos frentes: usar
una acción enérgica contra su propaganda, y velar por el mejoramiento del nivel de
vida de las clases trabajadoras. Le preocupaba al sacerdote jesuíta que la Iglesia
perdiera su influencia sobre los obreros y sobre sus fieles en general. Llamaba la
atención sobre su trabajo en los campos de Cundinamarca y Antioquia a través de
sindicatos agrícolas, sociedades de mutuo auxilio y cooperativas. Por medio de la
creación de una Liga de Justicia Social, una asociación de patronos católicos resuelta
a poner en práctica los postulados de la justicia social, proponía romper el monopolio
que ejercía el Gobierno sobre los obreros de los centros urbanos. Los empresarios que
estuvieran de acuerdo con la iniciativa debían comprometerse a elevar lo suficiente
el nivel de vida de sus obreros, no sólo para cubrir sus necesidades básicas, sino
también para que pudieran formar sus propios capitales que les permitieran atender
la educación de sus hijos y la superación de los imprevistos propios de la vida. Esa
vez, la voz autorizada de Restrepo daba salida real y en la práctica a la Doctrina
Social de la Iglesia: "dar a los obreros participación en las utilidades de las empresas,
no una participación miserable sino digna. Un 20 o un 10 por ciento siquiera de las
utilidades de cada balance anual, repartido entre los obreros, resolvería de un golpe
la multitud de problemas sociales".48 Villegas le siguió la cuerda al padre Restrepo en
editorial que saludaba y desarrollaba los contenidos de su conferencia de la Javeriana :
"Estas ideas hay que proclamarlas oportunamente e inoportunamente en la prensa,
en el pulpito, en plazas, teatros, calles y circos, si aspiramos a contener los avances
del comunismo",49 escribió! y en el mismo estilo de Restrepo, el de la metáfora biológica,
anotó: "Cuando la sociedad tiene suficientes antitoxinas no hay peligro de infección.
Un organismo sano se defiende por sí mismo".50 Bajo la influencia de Restrepo, Villegas
se comprometió con una campaña por la elevación de los salarios campesinos! por
habitación barata, pan, educación, higiene! por un régimen de justicia y armonía
que se opusiera al sindicalismo revolucionario.
De otro lado, los ideólogos de la ANP difundían las bondades de la Falange española
como oposición también al sindicalismo comunista-liberal. Se distinguía entre estos
ideólogos Carlos Ariel Gutiérrez, quien se esmeraba en difundir el programa social
de la Falange que ocultaban sus críticos. Para ello reproducía los veintiséis puntos
originarios del movimiento y destacaba su anticapitalismo y su vocación social: "El
Estado nacional-sindicalista no se inhibirá cruelmente de las luchas económicas
entre los hombres ni asistirá impasible a la dominación de la clase débil por la más
fuerte. Nuestro régimen hará radicalmente imposible la lucha de clases, por cuanto
todos los que cooperan a la producción constituyen en él una totalidad orgánica". 61
Nuestro movimiento tiene una raíz bolivariana y católica, no es una importación de tesis
foráneas. En el pensamiento desmesurado de Bolívar cupo la América, con sus problemas y sus
soluciones. La concepción bolivariana del Gobierno es la que más se acerca a las necesidades
nacionales. La doctrina social-católica nos suministra la clave de un orden nuevo, justiciero y
cristiano. 58
Así, el 18 de febrero de 1938, Silvio Villegas partió del aeródromo de Cartago rumbo
a la Costa. Alas cuatro de la tarde aterrizó en Soledad, donde fue recibido como héroe
por los miembros del Directorio Conservador del Atlántico, integrado por los
77
La Patria, febrero 16 de 1938. p. 3.
77
Ibid.
77
Ibid.
77
Ibid.
77
Ibid.
- Ibid.
'" Ibid.
"' Ibid.
Mi m a y o r a n h e l o es que se d e r r i b e n l a s
murallas del odio que hoy separan a nuestros
partidos políticos y que oscurecen el futuro.
P o l í t i c a m e n t e a s p i r o a un r é g i m e n de
concordia: económicamente a un régimen de
armonía: social y moralmente a la justicia y el
equilibrio. 01
[...] l a s derechas gobiernan: l a s izquierdas
discuten. Las derechas trabajan en los telares
de ¡a realidad: ¡as izquierdas en el laboratorio
de la quimera. Las derechas construyen: las
izquierdas hacen ruido.6'2
Llega, grávido de pensamientos, para verter desde esta cumbre, gólgota de heroísmo otrora,
ideas de renovación que vienen canalizando un nuevo cauce que roturará el suelo de la patria
desde el Caribe hasta el Amazonas. Ideas, pensamientos, palabras forjadas al rojo-blanco más
puro del nacionalismo que se objetivizan en el enunciado equilátero de autoridad, orden,
libertad y justicia social.63
Amplio espacio dedicó Villegas al comunismo. Lo presentó de tal manera que puso al
auditorio en el dilema de alinearse entre la izquierda y la derecha a costa de sacrificar
las antiguas militancias liberal y conservadora. La candidatura de Ospina sintetizaba
ese proceso:
Eran posturas extraídas de las columnas que en su propio periódico escribían los
líderes de la derecha y que el leopardo compartía e intertextuaba. Vivía por entonces
el país una abierta confrontación entre izquierda y derecha. En Cali se había realizado
un congreso sindical que asustó a los nacionalistas que se volcaron a escribir sobre
las bondades de la Falange española:
Se trataba de la realización del Tercer Congreso del Trabajo, que había sido importante
tanto en sus formas como en sus contenidos. Había contado con una amplia
participación internacional, tuvo un carácter antifranquista y antifascista y, gracias
a la influencia del Partido Comunista en él, los liberales se alzaron con los principales
cargos directivos. La suerte del comunismo colombiano se ató al liberalismo. 69 Esta
66
La Patria, febrero 21 de 1938. p. 1
7777
Ibid.. p. 2.
777
Ibid.
7777
Ibid., febrero 5 de 1938. p, 5.
677
Véase ampliamente Medina. Medófilo, Historia del Partido Comunista.... p. 326 y ss.
Poetastros, intelectualoides, generales, veteranos de los Mil Días, escribidores y toda la plana
mayor, la élite de aquel ex partido político h a n sido vencidos por unos cuantos t r u h a n e s
encabezados por la vivacidad intelectual de Gerardo Molina, Diego Luis Córdoba, Gilberto
Vieira, Armando Solano y Ángel María Carrascal. Toda la truhanería organizada por el presidente
López el primero de mayo de 1936 —emboladores, alhamíes, zapateros remendones, maritornes,
barrenderos y demás mesnadas de inconscientes elementos de los explotadores comunistas—
se adentró en el Congreso Sindical de Cali para proclamar la urgencia de la dictadura del
proletariado que en forma disimulada, se ha venido imponiendo. 70
[...] el liberalismo sigue, sin quererlo, un candidato presidencial que tiene el alma candorosa de
Francisco de Asís cuando se propuso domesticar al lobo de Gubia. Al doctor Eduardo Santos lo
llevarán al Palacio de la Carrera únicamente para que le guarde el puesto a su sucesor. La
Presidencia de la República será un ejemplo vacante en el próximo cuatrienio [...] En torno
suyo no existe ningún fervor de muchedumbres. Puede garantizarse que no alcanzará en las
elecciones de mayo más de trescientos mil votos. El doctor Santos es el Miguel Abadía Méndez
del Partido Liberal. 72
De esta manera, Villegas llamó a participar en las elecciones como la única medida
para oponerse a la República Liberal. Su convocatoria abarcaba esta vez a los liberales,
a quienes consideraba traicionados por el lopismo : "El régimen está importando
mercancía soviética con etiqueta liberal. Yo denuncio este contrabando en grande
escala, para que se vigilen de ahora en adelante las aduanas", 73 dijo. Reiteró y
profundizó en los paradigmas nacionalistas de la época, de los cuales tomaba sus
modelos. Puso como ejemplo lo que Mussobni y Hitler habían hecho en pro del progreso
de sus naciones después de siglos de atraso. Refiriéndose al primero, dijo:
Su obra realiza el milagro de acelerar el proceso histórico, recuperando en quince años lo que
Italia había perdido en veinte siglos [...] A la voz imperial de Mussolini tiemblan las potencias
desdeñosas que la humillaron, desde la Francia senecente hasta la orgullosa Inglaterra. Su
figura se hombrea con la del propio Julio César, sobrepuja a Napoleón, se destaca con la
majestad cimera de un monolito en la soledad de su siglo.' 4
Su obra verdaderamente monumental fue evitar que Alemania cayera en poder del comunismo.
Ninguna nación más amenazada que esta. Sin la energía dominadora de Hitler, Europa estaría
7,1
La Patria, febrero 8 de 1938, p. 3.
77
Ibid.
77
Ibid., febrero 21 de 1938. p, 2.
77
Ibid.
77
Ibid.. p. 5.
Pero más que esta influencia, Villegas acude a la del proceso español, que considera
incalculable por razones de tradición y de cultura:
Todo nos une a la península: la lengua, la raza, la religión, la historia, el culto perenne del ideal.
La ruta restauradora del general Franco prolonga el viaje de Colón y la travesía de los misioneros
[...] La ciclópea lucha iniciada desde un peñón colérico de Marruecos, compromete todos los
valores humanos que fundan el orden y m a n t i e n e n u n a disciplina intelectual y moral: e l
respeto religioso de la familia, de la tradición, de la propiedad, condiciones elementales de
prosperidad cívica en el espacio y en el tiempo. 76
Villegas habló con detalle de los exabruptos, de los excesos del frente popular español
que, según afirmaba, habían superado los de las revoluciones Francesa y Rusa. Se
apoyó en declaraciones de Goebbels para señalar los estragos de la peste comunista en
la familia y el matrimonio: "vilipendio de la esposa, socialización de la mujer, martirio
del niño, son los principios que rigen sus actos".77 Aportó cifras y fue patético: "Se le
hiela a uno la sangre al tener que recorrer ese infierno de martirio y de dolor. Ya no son
hombres quienes conciben y realizan esto. Quizás sean demonios desencadenados en el
mundo por un destino inexplicable y misterioso."78 Y les advertía a los cartageneros y a
los colombianos en general: "Este es el aciago provenir que le está reservado a nuestra
amada Colombia si no frenamos oportunamente la revolución, si bberales y conservadores
no forman un frente nacional contra la barbarie cosmopolita".79 Villegas recurrió a las
cruzadas, explicó sus contenidos, dijo que por primera vez en la historia del mundo se
había luchado no por odios de frontera, sino por la fe y por las ideas. Que se había
tratado de un frente unido de Europa contra Asia :
En España luchan hoy franceses, alemanes, españoles, rusos, americanos, sin distinción de
fronteras, por el triunfo de determinados principios políticos: la cultura contra la barbarie, la
propiedad privada contra el colectivismo, la familia cristiana contra el amor libre de los milicianos,
el orden contra el colectivismo, la familia contra la anarquía. Cristo contra Lenin. Los pueblos
que tienen gobiernos de derechas se sienten hoy unificados, así tengan intereses nacionales
en pugna [...] La humanidad vuelve de tiempo en tiempo a sus fuentes espirituales. Del triunfo
de las derechas españolas depende en gran parte el porvenir de la humanidad. En los antiguos
dominios de los Reyes Católicos, desde Cartagena hasta el golfo de Magallanes, se advierte un
anhelo de integración nacionalista. Al rememorar la gesta de los nuevos cruzados parece que
pasara sobre las multitudes un hálito de primavera. 80
'•'• Ibid.
76
Ibid.
77
Ibid.
777
Ibid.
78
7bid,
'" Ibid., pp. o y 8.
El 23 de febrero de 1938, Silvio Villegas fue recibido en Santa Marta por dirigentes
conservadores y derechistas, que lo acompañaron hasta la Quinta de San Pedro
Alejandrino. Allí estaba programada su intervención. El evento se hallaba colmado
de hondos significados. El leopardo hablaría del personaje más importante para los
sueños de su propia sensibilidad política e ideológica. Lo hacía en la casa que fuera la
última morada de Bolívar, el héroe, el modelo que le permitía a la derecha la
legitimación de todo su pensamiento, el mismo en cuyas ideas se escudaban los
idearios criollos y extranjeros del nuevo nacionalismo.
La ceremonia constituía el punto máximo del proceso a través del cual los nacionalistas
habían buscado una identidad heroica nacional más allá de los héroes con los cuales
se identificaban los dos partidos tradicionales. Aunque peleaban por la herencia
bolivariana desde los conservadores hasta los comunistas, los nacionalistas insistirán
en hacer parecer el ideario bolivariano al suyo. Lo importante era que el personaje
estaba aferrado positivamente a la conciencia de todos los colombianos. Hablar de
Bolívar significaba llegar a un destinatario total. Pero había algo más : desde el
amplio ideario de Bolívar era posible verter la ideología nacionalista acusada de
extranjera y poco original.
Villegas llamó a elaborar una mitología heroica para proponérsela a los colombianos
en tiempos de la República Liberal, cuando supuestamente estaba en decadencia el
culto a los héroes de la independencia. Para el leopardo era necesario rescatar el
amor al pasado. Para él, una mitología heroica, glorias y alegrías comunes constituían
el capital sobre el cual se fundaba una nación. Se apoyaba en Renán, pero, ante todo,
acudió a su admirado Gustave Le Bon: "Un pueblo donde se debilita la idea mística
de patria desaparecerá de la historia sin tener tiempo siquiera para recorrer las
etapas de su decadencia".82 Villegas estuvo solemne: 'Vengo a este gigantesco estuario
de la gloria a pedir inspiración y consejo",83 dijo. No escatimó superlativos: jefe,
dominador, superhombre, Dios de los Andes, genio libertador de América, semidiós
extraviado en un mundo de pigmeos. Justificando sus posturas desde los idearios de
Bolívar, le adjudicó al Libertador una voluntad cesárea y un temperamento imperial.
Entonces Villegas se mostraba partidario del cesarismo. Convencido de que la historia
era producto de algunos hombres providenciales, no citaba a Laureano Vallenilla,
sino a Eduardo Laboulaye, el jurisconsulto, político y escritor francés, cuya obra
estaba ampliamente difundida en América Latina:
777
De la conferencia de Silvio Villegas en Santa Marta, Ibid.. febrero 24 de 1938. p. 8.
47
Ibid.
4
Ibid.. p. 1.
Bolívar sabía que en verdad, el gobierno representativo no podía establecerse aquí, que la
democracia en cualquier forma concebida era utópica, que la mentira constitucional traería
nuevos elementos de descomposición como todas las teorías inaplicables, y precipitaría a nuestros
pueblos en la guerra civil tras banderas de ilusión o bajo la dictadura sin freno de los caudillos. 87
Hoy sí que tenemos que volver a este ideal bolivariano. La única reforma que no han querido
hacer nuestros legisladores es la que establece la independencia y la inmovilidad de los jueces.
En todas partes se adivina una administración venal y corruptora, los jefes políticos nombran
los jueces por conducto de sus diputados, y al propio tiempo litigan ante ellos. Hoy se venden
sentencias como artículos viles en la feria.88
La parcialidad política y una historia escrita conforme a ciertas ilusiones jacobinas, ha querido
presentarnos al Libertador como un girondino de la democracia, un paladín del liberalismo
anárquico [...] Cabezas estériles y menudas han querido convertir a los parricidas de la noche
747
Ibid. p. 3.
43
Ibid.
<* Ibid.
•' Ibid.
" Ibid.
Un país tiene sus leyes históricas inexorables: descifrarlas es la empresa del verdadero hombre
de Estado. Cuando a un pueblo se le impone una constitución fuera de ellas, viene fatalmente
una serie de perturbaciones y de guerras civiles que producen el caos [...] La constitución de un
país no está en los textos escritos por los legisladores. Ninguna nación puede darse jurídicamente
instituciones que no existen como realidades sociales [...] La verdadera constitución de un
pueblo sería la organización social y económica que perdurarán el día en que fueran destruidas
por incendio todas las leyes escritas. En Colombia, ejército, propiedad privada, burguesía,
organización bancaria, armonía entre la Iglesia y los ciudadanos, departamentos, municipios.
El legislador tiene que escribir lo que es, antes de lo que debe ser. El matrimonio civil puede
publicarse en nuestras leyes, pero la sociedad no aceptara sino el matrimonio eclesiástico: si el
Estado decreta la enseñanza laica continuará en los hogares la educación religiosa. 90
"4 Ibid.
741
Ibid.. p. 8.
777
Ibid.. p. 3.
2
" Ibid.
" Ibid.
Dentro de la Amazonia hay todos los recursos que la tierra y el agua y el sol pueden procrear.
La última era del progreso h u m a n o podría desde hoy denominarse periodo amazónico. Se
caracterizará por el concierto de la mayor suma de elementos naturales con el desarrollo de
las máximas capacidades de la mente y de la técnica. Una vez consumada esta proeza mágica,
que ya n u e s t r a ciencia v i s l u m b r a como perfectamente factible, el dominio del resto del
planeta será cosa resuelta. 9 5
Lo único que p u e d e h a c e r i n e v i t a b l e en
Colombia una dictadura es el comunismo. La
cirugía es un crimen si trabaja en organismos
sanos! cuando se p r e s e n t a la g a n g r e n a no
<" Ibid.
"•' Ibid.
"' Ibid.. p. 8.
"7 El Tiempo, febrero 25 de 1938, p. 6,
" La Razón, febrero 24 de 1938. p. 6,
Hoy el programa de nuestras colectividades históricas está ya realizado o superado. Los grandes
temas que nos dividieron en el pasado: centralismo y federalismo, república plebiscitaria o
parlamentaria, libertad y autoridad, relaciones entre la Iglesia y el Estado, encontraron ya una
solución nacional o están para recibirla. Liberales y conservadores adelantaron una lucha a
muerte por mitos fenecidos, mientras el comunismo y las izquierdas avanzan tumultuosamente
en la sombra, sin obstáculo [...] Hay que tener el valor de contemplar el problema de nuestro
tiempo frente a frente. Lo cierto es que toda n u e s t r a cultura —propiedad, personalidad,
jerarquía, arte, religión, patria, refinamiento, amor a lo bello, a lo verdadero y a lo bueno— está
amenazada por u n a nueva forma de barbarie, más oscura, más oprobiosa, más abominable,
que la antigua [...] La lucha está ya claramente planteada entre izquierdas y derechas, entre
nacionalistas y comunistas, entre el materialismo dialéctico y la concepción espiritualista de la
historia y de la vida. Toda actitud intermedia favorece la anarquía y estimula la revolución. La
amplitud de los peligros que nos amenazan exige en nuestro tiempo la plena definición de los
espíritus. La crisis es tan trágica y tan decisiva que los propios muertos se alzan de sus tumbas
para combatir: ahora mismo estamos viendo los fantasmas de Carlos Marx y del Cid Campeador
l e v a n t a n d o ejércitos en la p e n í n s u l a española con u n furor comparable al de la llama.
Desgraciados los que no se decidan en esta hora de prueba. 102
Era esta la razón que evocaba Villegas para que el país, sobre todo el liberal, mirara
con otros ojos el liderazgo del fascismo italiano y del nazismo alemán. Y no sólo al
liderazgo: "En los movimientos de derechas de Europa hay fermentos de vida que
pueden y deben ser aprovechados en todos los continentes para adelantar la lucha
mundial contra el comunismo. A España no la salvó la elocuencia desbordante de Gil
Robles sino la espada de Francisco Franco, fulgurante como la del Arcángel". 106
717:7
Ibid.
'"' Ibid.
"•: Ibid.
'"' Ibid.. p. 8.
A los labriegos podemos decirles: somos la pequeña propiedad, la higiene rural, el crédito
agrario, la enseñanza técnica a la población campesina, las cooperativas agrícolas, la justicia
social para los asalariados del campo. Nosotros consideramos a las estirpes aldeanas como el
depósito de las energías de la raza. Queremos para ellas lo que hasta hoy no han tenido, sujetas
secularmente a la servidumbre del agro. El régimen de izquierdas únicamente se ha preocupado
por halagar al proletariado urbano, colmándolo de prerrogativas demagógicas. Los campesinos
laboriosos que en la inclemencia de la zona tórrida sudan y sufren para sostener el ocio de las
ciudades, han quedado en el olvido y desamparo. En favor suyo no se aplican las leyes del
trabajo. Nosotros ofrecemos a esas mayorías rústicas restablecer el equilibrio en la intervención
del Estado, p a r a dotarlas de bienestar económico, garantías laborales, defensas higiénicas
frente al trópico, cultura y dignificación humana. A los obreros: Nosotros no los consideramos
como i n s t r u m e n t o s serviles de la producción, como tuercas de una m a q u i n a r i a sórdida y
anticristiana. Nuestro designio es reemplazar p a u l a t i n a m e n t e los rigores del régimen del
salariado, por un vínculo mixto de contrato de sociedad y arrendamiento de servicios que les
haga partícipe de los beneficios industriales, elevando su nivel de vida y estimulando la economía
nacional. A nuestro juicio el problema social no se cancela con mejor jornal y menos horas de
trabajo. Los seguros, las vacaciones, el descanso son necesarios y benéficos, pero no bastan
para extirpar el origen de los conflictos entre patronos y obreros. Nosotros preconizamos el
7777
Ibid.. p. 8.
777
" Ibid.. febrero 26 de 1938. p. 5,
Iban quedando las cosas claras y el concepto de nacionalismo tomaba forma. Por este
último, Villegas entendía el predominio del interés común sobre los intereses, las
pasiones y los designios de los partidos, de tal manera que se necesitaba un estadista
capaz de nacionalizar el Estado. Villegas reconocía los esfuerzos en esta dirección de
la generación del centenario, pero le reprochaba la carencia que había tenido de una
"concepción fuerte y varonil del Estado" al buscar en la fusión de doctrinas
irreconciliables el ideal cesáreo. Tenía razón Villegas al considerar que el problema
radicaba en que en Colombia el poder se ejercía desde una parcialidad política, aunque
su convocatoria carecía de peso moral al tener su vocero un compromiso tan aferrado
histórica y culturalmente al Partido Conservador, y, además, por la contradicción de
llamar a la unidad de la Nación excluyendo sectores políticos e ideológicos influyentes:
"La patria de nuestros amores y de nuestros sacrificios, la que aprendimos a amar
en las páginas tempestuosas de la epopeya emancipadora, el himno místico que
despertó nuestra primera esperanza, es hoy un inmenso estadio, donde se prepara la
doble carnicería de la lucha política y de la lucha de clases". 110
Así llegaba a su final la conferencia, y con ello cerraba Villegas su gira por la Costa
Caribe, llamando a la juventud a consagrar sus energías al servicio de una Colombia
unificada. Había llegado la hora de sacudirse del yugo de los partidos. Pero era
necesario, por último, hacer un juramento: "Juremos sobre las cunas y sobre los
sepulcros, que Colombia nunca caerá bajo el puño de los forajidos internacionales
que pretenden esclavizarla".111
Pregón, que aparecería todos los lunes en la segunda página de La Patria, prometía
dar a conocer el pensamiento de los intelectuales del movimiento derechista en el
país. Sus inspiradores convocaron con nombre propio a los principales intelectuales
de la derecha, departamento por departamento, para que enviaran sus colaboraciones
al nuevo órgano. Así justificaron los editores la convocatoria: "Los ensayistas de las
derechas podrán exponer, en este pregón del amanecer, la motivación histórica,
económica y social de la nueva política. En su alinderada parcela del periódico deben
sembrar en los gérmenes, la próspera semilla de su ideario para una próxima
recolección. Pregón ha de ser una cátedra de adoctrinamiento popular". 117
Por el pago equitativo de los accidentes de trabajo, descanso dominical y seguro colectivo por
todas las empresas, no dejando recaer esta carga sobre u n a s pocas entidades industriales
únicamente; por u n salario correlativo al mínimo de los obreros de las industrias, para los
soldados, el servicio militar general, y obligatorio; por un mínimum de instrucción obligatoria
a base de moral, higiene, nacionalismo y agricultura, incorporando la mujer a la vida cívica y
cultural; por la creación de la Cruz Roja Obrera, luchando por conseguir servicios higiénicos y
sanitarios por cuenta del Estado, salas cunas, salas de maternidad para las familias de los
trabajadores; por el amparo de la niñez obrera y campesina y abaratamiento de la educación,
la cual, hoy por hoy, debido al elevadísimo precio de las pensiones, textos y matrículas es
artículo de lujo para los hijos de la clase media y el obrerismo. 125
7777
La Patria, febrero 28 de 1938. p. 2.
71
Ibid.
157
Ibid.
'"' Ibid.
777
Ibid.. marzo 9 de 1938, p . 4
P o r q u e mi c o r r e r í a t i e n e objetivos m á s
trascendentales que la lucha presidencial, la
continuaré mañana como si no hubiera pasado
nada. 1
Hay que anotar, sin embargo, el sinsabor que nos queda de este episodio. Estamos de
acuerdo con Augusto Ramírez Moreno cuando afirma que en la selección del nombre
de Ospina se cometió un yerro : "¿Fue Ospina, acaso, un candidato? Jamás. Es decir,
¿obró él o tuvo la dignidad, el brío, la autonomía heráldica de un candidato?". 8 Tal
como ocurrieron las cosas, Ramírez llamó, en carta privada y en secreto, a cambiar
de candidato con tal de no renunciar a una candidatura presidencial; y llamó, sobre
t o d o , a d a r l e u n a dirección al m o v i m i e n t o , c u e s t i ó n que c o n s i d e r a b a
injustificadamente aplazada: "Nadie puede desconocer que Silvio se ha coronado de
laureles y todos le debemos admiración y pleitesía! pero ni él ni Fernando quieren
confesarse directores del movimiento. Les puse telegrama a Medellín para que no se
separaran sin reunir una convención que le diera jerarquía y orden al frente nacional
y rogándoles que ofrecieran reemplazar el candidato". 10
4
Véase ibid., marzo 9 de 1938, p, 1.
3
Ibid.. marzo 7 de 1938, p. 3.
77
La Patria, marzo 7 de 1938, p. 3.
7
Ibid.
- Ibid.. marzo 9 de 1938. p. 4.
77
Véase La Voz de Caldas, abril 11 de 1938. p. 2.
174
Ibid. Más adelante se conocieron cartas cruzadas entre Ospina y Silvio Villegas, que dan más luz sobre este asunto de la candidatura.
Véase El Colombiano, mayo 12 de 1938. pp. 1-3.
Nuestro anhelo es reconciliar todas las clases en un frente único de trabajo, terminar con las
luchas partidaristas, hacer de los proletarios campesinos, propietarios rurales, enseñarle a la
juventud el sentido heroico de la vida ; hacer de cada ciudadano un soldado y de cada soldado un
ciudadano; vivir exclusivamente de n u e s t r o s recursos y no comprarles sino a los que nos
compren; colocar a Dios y a la patria por encima de todos los intereses personales; hacer de
Colombia la primera nación del continente. 16
Después de la conferencia de Medellín, Villegas emprendió una gira por los municipios
del suroeste antioqueño, Támesis, Valparaíso y Caramanta. Lo acompañaban los
nacionalistas José Mejía Mejía y J u a n Roca Lemus, periodistas sobresalientes de El
Colombiano, quienes ejercieron como reporteros del acontecimiento del cual eran
protagonistas. La comitiva fue recibida con lluvia de flores por una multitud que le
77
La Patria, marzo 7 de 1938, p. 1.
2
Ibid.
77
fbid., p, 3,
11
Ibid.
' ¡bid.
7,7
Ibid.. p. 4.
Las fuerzas nacionalistas fueron atacadas por un grupo liberal armado de puñales y revólveres,
y encabezado por el alcalde. Los derechistas hicieron frente, con gran serenidad y valor al
salvaje ataque del que eran víctimas. Aunque el abaleo de los liberales era nutrido y a quemarropa,
la multitud nacionalista no vaciló en avanzar contra ellos para castigarles la osadía, suscitándose
de esa manera una refriega en la que resultaron varios heridos. 18
Nuestro movimiento ha tenido su bautismo de sangre, lo cual significa que la lucha debe
intensificarse para restaurar el orden en Colombia y el ejercicio de garantías que hoy se niegan
a bala y puñal en las plazas, que debieran estar abiertas al uso de la palabra libre. Nosotros
enjuiciamos al alcalde y a la policía de Valparaíso como autores y cómplices de este atentado
77
7bid„ marzo 9 de 1938, p, 1.
'•"Ibid.. pp. 1, 3-4.
Los tremendos agravios pronunciados provocaron la reacción entre los liberales que escuchaban
pacíficamente, bajo la convicción sencilla de que ningún epíteto injurioso iría a herir sus
sentimientos políticos. Los liberales respondieron los inusitados ultrajes a su causa con sonoros
vivas al Partido Liberal y a sus mejores hombres públicos, a lo cual contestó el conservatismo
con un ataque inesperado y violento, trabándose un verdadero combate a bala, donde también
salieron a relucir toda clase de armas blancas. 21
De otro lado, los acontecimientos fueron utilizados por El Siglo para justificar su
estrategia de abstención. El diario del conservatismo oficial legitimó entonces la
política defendida por el Directorio Nacional Conservador sobre la falta de garantías
del Gobierno y fustigó el afán protagónico de las derechas nacionalistas: "Mas nuestra
prudente mudez queda compensada por las descargas oficiales de Valparaíso".22 Ante
esta afrenta, los derechistas no hicieron esperar su respuesta. En Bogotá, Ernesto
Martínez Capella envió un telegrama a El Colombiano para mostrar la insensibilidad
del DNC ante la sangre hermana:
Siglo hoy doctor L a u r e a n o Gómez afirma sangre vertida Valparaíso cubre ridiculo Silvio
Villegas. ¿Afirmación impía será aplaudida por Directorio Conservador de Antioquia? Es primera
vez califícase ridicula matanza de hermanos, pero esto no sorprende en quien felicitó a Olaya
Herrera por elecciones sangrientas mil novecientos treinta y uno, en quién aseguró presidencia
López engañando a los nuestros, ni en quien ahora usa mercenarios y traidores averiados para
ayudarle combatir hombres cuya lealtad odia, cuya vida inmaculada envidia, cuya honrosa
pobreza económica desprecia. P a r a quién apoderóse jefatura Partido Conservador sangre
conservadora es ridicula y traición remunerada título a la apoteosis. 23
79
Ibid., p. 4.
'" El Tiempo, marzo 9 de 1938, p, 1.
a7
Ibid.
22
Tomado de La Patria, marzo 10 de 1938, p. 1.
277
Ibid.
7,77
El Espectador, marzo 29 de 1938, p. 10.
777
El Siglo, abril 1° de 1938. p.4.
477
Ibid.
39
Véase ibid.. abril 4 de 1938, pp. 1 y 3.
El Directorio del que usted hacía parte no protestó jamás, que yo sepa, contra las doctrinas
anticonservadoras de La Patria, ni nos defendió de estas maniobras secretas para ponérsenos
en manos e x t r a ñ a s [...] Ese Directorio, en el cual había dos nacionalistas, como apareció
después, no merece nuestra confianza sino todo lo contrario, nuestra mayor desconfianza. 41
Ocampo le escribió también al DNC para indicarles a sus integrantes que las medidas
tomadas por ellos desconocían la autonomía política del conservatismo caldense,
defendidas celosamente por el pueblo conservador. 42 Realmente, se trataba de una
pelea dura. Laureano salía al ruedo con toros de casta. El conservatismo caldense
era, si no el más cualificado del país, uno de los más fogueados junto al de Antioquia,
ambos casi asimilados a la sensibilidad leoparda, nada dispuesta a dejarse arrinconar.
15
Eí Colombiano, abril 2 de 1938. p. 2.
'" Ibid.
47
De la entrevista de Álzate al diario caleño Relator abril 9 de 1938, p. 2
En su visita, Álzate concedió una amplia entrevista al diario liberal Relator, la cual
aprovechó para concretar y explicar puntos controvertidos de la ideología del
nacionalismo que profesaba. Se trató de un documento importante, que dio luces
sobre lo que Álzate estaba pensando en esta coyuntura. El dirigente nacionalista
contestó todas las preguntas en el lenguaje y en la argumentación de la sensibilidad
leoparda, se defendió desde el discurso que esta comunidad había construido hasta el
momento, y expuso para el auditorio vallecaucano razones ya esgrimidas por él en
otras intervenciones para justificar el nuevo partido y reafirmar su versión sobre los
motivos por los cuales había caído el conservatismo en 1930. Recalcó que en ese
momento la crisis del partido era peor de catastrófica que la que se había producido
por el derrumbe de la hegemonía conservadora. Sostuvo que el conservatismo, en la
situación en que se encontraba, no volvería nunca al poder. Considerando aniquilado
ese partido, dijo que los derechistas quisieron "irrigarlo de savias vivas", pero no los
habían dejado. Le contó al país las razones de la crisis generacional que vivía el
En el comienzo de esta crisis la culpa pertenece al doctor Gómez [...] hizo que el partido
rompiera con las nuevas gentes, con pretextos de homogeneidad doctrinal [...] En el subfondo
de ese conflicto lo que había era la inexorable lucha vital de las generaciones. Los hombres
maduros se mostraban impermeables, cerrados y hostiles. La juventud tuvo, a la postre, que
liar su equipaje o irse del vetusto caserón, cara a la vida. El conservatismo se hacía cada vez
más extático, más inactual [...] había una pesada atmósfera de recelos seniles. La ubicación de
las derechas dentro del conservatismo no ofreció d e m a s i a d a s dificultades doctrinales. El
bolivarianismo se hallaba en el hontanar de nuestra historia política, aunque su influjo apareciese
desvirtuado por las complicidades liberales de las generaciones precedentes. En cuanto a la
doctrina social católica, cuyo ápice sería el régimen gremial, estaba destinada a quitarle al
conservatismo ciertas trazas de palafrén de la plutocracia. No lograr cumplir ese modesto plan
de reformas. La generación vagotónica del centenario, instalada en el comando de la oposición
había cambiado sus viejas rebeldías en rigidez autoritaria. Eso ocurre siempre. En todo dogmático
hay un heresiarca fracasado. En todo caso, el núcleo de las derechas, perteneciente a la
promoción p e n ú l t i m a , fue excomulgado y p r o s c r i t o de la secta c o n s e r v a d o r a por los
ultramontanos. Luego le tocó el turno al grupo de los "leopardos", que habían sido en la política
una especie de "trust del cerebro". Mucho les debía el conservatismo a Silvio Villegas, Eliseo
Arango y Augusto Ramírez Moreno, que le habían dado un estilo a la oposición, evitando la
fuga de las masas y el abandono de las juventudes. Pero eso nada valía ante la virulencia de las
rivalidades y los resentimientos en cuanto a los actuales equipos universitarios, ellos van
emergiendo en la vida pública, razón que los ata a las viejas formaciones banderizas. 52
¿Acaso el acta de fundación de la democracia figura en los protocolos de los sabios de Fontibón
o tiene patente colombiana como invento nacional? ¿No vino esa teoría de gobierno por la
misma ruta de las carabelas? Las ideas, en cuanto valores puros, no tienen domicilio geográfico.
Pero resulta paradójico que estos políticos de gorro frigio, que prolongan más allá de su vigencia
histórica el vocabulario demagógico de la Revolución Francesa, nos acusen de introducir
ideologías ultramarinas. 5 3
[...] entre nosotros siempre estuvieron en desacuerdo las teorías y los hechos, la letra inerte de
los códigos y la realidad histórica. Detrás de una fachada constitucional democrática no hubo
más que gobiernos facciosos, bandas acampadas en el poder, clanes dominantes que expulsaron
de la vida civil a las oposiciones vencidas. El advenimiento de un partido se señala por la
revancha contra los grupos antagónicos. Durante sus primeros años, con obstinada voluntad
de dominio, sólo se preocupa por hacerse hegemónico. Cuando h a aniquilado las fuerzas
Prefería Álzate otra cosa en vez del embeleco de la democracia. Analizaba otro tipo de
gobierno con mayores réditos en creación y progreso: "individualidades poderosas",
como Bolívar, Mosquera, Núñez, Reyes y Ospina. Decía que la historia activa la
habían hecho estos "caudillos eficaces, sobrepuestos a la gazapera parlamentaria, a
las logias letradas y a los intereses creados de los partidos". 56 Justificaba esta postura
afirmando que el mismo Olaya Herrera había ejercido como un dictador legal que
había gobernado dentro de sucesivas facultades extraordinarias, para salvar "el tem-
poral de la crisis económica y del cambio político".57 Y justificaba lo que él y su
comunidad de habla pensaban: "Hay un retorno universal al héroe, a la eminencia
h u m a n a sobre 'la vana equidad de la llanura', después de un ciclo de racionalismo y
burocracia". 58 Y, más que renunciar al concepto de democracia, lo precisaba. Le
parecía que la democracia cristiana, de la que tanto se hablaba, no aludía a formas
de gobierno, sino a un criterio social, y que no se podía comprometer a la Iglesia en
la defensa de principios demo-liberales. Afirmaba que la concepción católica del mundo
estaba centrada sobre la persona humana y no sobre el ciudadano. "Aquella es un
valor espiritual y este es una creación política",59 señalaba. Para Álzate, la democracia
era algo simplemente formal, que no se subordinaba a fines superiores, que ignoraba
"la verdad y entrega su descubrimiento al cómputo mecánico de la mayoría,
empadronando a los hombres como en un censo pecuniario". Estaba más de acuerdo
con la democracia funcional, que no era individualista ni demagógica, sino corporativa
y técnica. Aceptaba también el concepto de democracia directa, que establecía un
vínculo activo y espontáneo entre el caudillo y su pueblo. En esta categoría, Álzate
incluía a los gobiernos no parlamentarios que existían en la "España nacional",
Portugal, Alemania e Italia. Anotaba, además, que no era distinta la fórmula
bolivariana sobre un poder ejecutivo discrecional, que procedía de la voluntad del
pueblo, "pero con suficiente recaudo coercitivo para no sufrir el vaivén de las mareas
populares y la obtusa demagogia. Son regímenes demonios, más que demócratas. No
se gobierna por el pueblo, sino para el pueblo". 60
Ellos tuvieron una razón de ser histórica en el siglo pasado, representando el conservatismo
las fuerzas centrípetas y el liberalismo las fuerzas centrífugas de la sociedad, este como
abanderado de la libertad y aquel como personero del orden. La política de esa época se movía
en la órbita de la Revolución Francesa. Su conflicto central eran las libertades públicas y los
derechos del hombre. En nuestro tiempo, cuando las masas han entrado en la escena, rencorosas
y desesperadas ante los rigores del régimen económico y la indiferencia del Estado abstencionista
la política está centrada en el orden social y en el sistema de producción. Nos movemos en el
ciclo de la revolución rusa. Entonces si desde ese nuevo ángulo visual se examinan las doctrinas
clásicas de los partidos seculares es menester darse cuenta de que el conservatismo no es
77
Ibid.
'" Ibid
77
Ibid.
•' Ibid
••' Ibid.
"' Ibid.
Álzate avanzó, esta vez, en una concepción de la cultura política colombiana atada a
una naturaleza particular del bipartidismo nacional que va en contra del progreso
mismo del país y de su política: los partidos como cultura:
Álzate calculó los adeptos a su corriente en sesenta mil personas y confió en poder
iniciar la lucha por el mando cuatro años más tarde. No descartó la posibilidad en
un futuro de que un candidato nacionalista tuviese que enfrentarse a una coalición
liberal - conservadora. Manifestó que no le preocupaba la inmediatez de conquistar
el poder: "Al proyectar nuestra acción en el tiempo, poco nos importaría que el éxito
estuviera más lejos de nuestra vida individual. Sabemos que si nosotros no realizamos
estos sueños, habrá siempre una generación que los recoja".67
El robustecimiento de la ANP.
Agrupamos a nuestro alrededor fuerzas nacionalistas, muchas de las cuales actúan dentro del
Partido Liberal. No nos interesa, pues, la procedencia conservadora: nos interesa atraer al
Ejército, a la clase media, a la industria, al campesinado. Es un movimiento fundamentalmente
distinto del que ha dado vida a los bandos tradicionales, en que se han educado los conservadores
disidentes. 69
•7 I b i d .
'•' I b i d .
7777
El Espectador, marzo 8 de 1938, p. 5.
La mística de las multitudes siempre fue revolucionaria. La masa está dispuesta a destruir, y
revolución supone cierta destrucción para construir nuevos edificios. La palabra revolución
tiene un gran poder cabalístico que embriaga a los pueblos y los entrega atados al demagogo.
Nosotros no podemos desechar esa fuerza. Con ella, hecha electricidad, Danton y Marat volcaron
la historia de Francia y con ella, convertida en símbolo en el fascio y en los acordes de Giovinezza,
Mussolini reconstruyó un imperio arruinado hacía quince siglos. La revolución social, inevitable
como la esencia misma de las cosas, irá a su fin con nosotros. Contra nosotros jamás. 77
La democracia nacionalista.
En medio de la aguda crisis conservadora, la ANP desarrollaba su campaña de
organización. Un aviso en La Patria rezaba: "Conciudadanos: La Acción Nacionalista
Popular tiene sus oficinas en la carrera 12 entre calles 13 y 14, número 320, edificio
contiguo al Banco de la República. Allí está permanentemente abierta la inscripción,
allí se le expedirá a usted la cédula de la ANP en cualquier hora del día entre las 8 a. m.
y las 5 p. m.".78 Más adelante, otro aviso decía: "Incorporaos a la Acción Nacionalista
Popular; adquirid hoy mismo vuestra cédula si estáis animados de un sincero y puro
deseo de contribuir a la grandeza de Colombia y a vuestro bienestar".79 Por otro lado, en
abril reapareció el semanario Falange, que en Barranquilla dirigía Armando Zabaraín,
y reflejaba el peso del nacionalismo en la región. Los nacionalistas barranquilleros,
entre quienes se encontraban, además de Zabaraín, José Manuel Insignares y Luis A.
Bernal, sostenían que en Caldas estaba la salvación de Colombia.80
Ibid.
Ibid.
Véase ibid.. abril 2 de 1938. p. 8.
Ibid.. abril 29 de 1938, p. 4.
»' Véase ibid.. jumo 1.3 de 1938, p. 2.
47
Ibid.. abril 11 de 1938. p. 2.
»"' Ibid.
Al pueblo se le asesina en su nombre. Hemos hecho demagogia con su respaldo: invocándola, los
gobiernos justifican sus procederes antidemocráticos [...] Hemos desarrollado la democracia
electoral que es en realidad la antidemocracia. Hemos confundido el derecho a votar con la
legalidad de los gobiernos. Yo creo en la democracia como fuerza orgánica, no como registro
numérico, ni como inventario pecuario. Contar los votos, y orientar la república según la supuesta
voluntad de los MAS, es hacer el registro numérico del pueblo y no auscultar sus deseos.83
Sostenía que el hombre colombiano no tenía sensibilidad política, sino hambre y sed
de elecciones. Tenía un carácter aristocrático la nueva concepción que de la democracia
difundía la ANP. Esta se debía crear y desarrollar desde el gobernante hacia el
gobernado a través de un proceso de análisis minucioso de los actos de las ejecutorias
de quienes mandaran y no a la inversa, esto es, del individuo al Estado por imposiciones
en que pocos electores son la base del gobierno, es decir, la voluntad popular. Jaramillo
desarrollaba, de igual manera, la nueva concepción frente a las colectividades históricas
aplicando el método socio-biológico tan utilizado entonces. Escribía que los partidos
políticos eran una enfermedad epidérmica hereditaria, un virus sentimental, "se es
conservador o liberal, como se sufre de psoriasis, o se es romántico. El papel del
colombiano, su influencia en la marcha del Estado, se circunscribe a un pasajero
episodio electoral, a una interina acción en las urnas. El jefecillo de villorrio, la
autoridad inferior, domina al hombre-masa, y su libertad es un péndulo que oscila
entre dos caciques".84
747
Ibid.
•' I b i d .
47
Véase Ayala Diago, César Augusto. "Entre el positivismo y el populismo 7 la experiencia brasileña'. en Ahumada, Consuelo y Angarita.
Telma (edits). La región andina- entre los nuevos populismos y la movilización social. Bogotá. Observatorio Andino. 2003, pp, 175-186
La descentralización.
N u e s t r a aspiración es que el nacionalismo
incorpore en su e s q u e m a d o c t r i n a r i o la
redención de l a s p r o v i n c i a s , ya que ¡os
verdaderos intereses locales nunca pueden
e s t a r en contra del i n t e r é s n a c i o n a l .
P o l í t i c a m e n t e , q u e r e m o s una a u t o r i d a d
centralizada: en lo económico a s p i r a m o s a
v i t a l i z a r l a s r e g i o n e s [...] N o s o t r o s los
nacionalistas amamos ¡a provincia y provincia
es también Cundinamarca, con un sentido
místico. El rostro de nuestra amada Colombia
tiene color rural. Todo sistema político que no
parta de esta base indeformable es exótico y
forastero entre nosotros 6 9
77
El Colombiano, abril 4 de 1938. p. 5.
Ibid.
2
Véase La Patria, abril 5 de 1938, p. 4,
n u d . a b r i l 9 de 1938. p. 3.
7
Ibid.
• Ibid.
17
Véase al respecto García, Antonio. Geografía económica de Caldas. Bogotá, Controlaría Nacional. 1937. Kxiste una segunda edición
de 1978 de! Banco de la República.
7
La Patria, julio 21 de 1937, p. 3.
Una vez se ha demostrado que el sentimiento partidarista es lo que obstruye entre nosotros los
caminos de toda empresa redentora, un pueblo unido, palpitando de fervor místico, con voluntad
de realizar una empresa histórica, se ve perturbado por un grito salvaje, que no corresponde a
ninguna realidad nacional [...] Las colectividades políticas restan: la Nación une y congrega. Las
fuerzas que trabajan por una tarea histórica se dispersan en insensatos episodios partidaristas. 98
En Medellín, en plena Plaza de Berrío, el jueves 7 de abril se llevó a cabo una grandiosa
manifestación, durante la cual se dio a conocer el nacimiento del movimiento
descentralizador. El nacionalista caldense Londoño Londoño alternó la palabra con el
gobernador de Antioquia, que se convirtió en caudillo de la causa. Los oradores coincidieron
en la exigencia de rentas propias para los municipios, que superaran las políticas de
auxilios; pidieron créditos bancarios extendidos para municipios y veredas. El grito por
la descentralización fiscal fue unánime.
Debemos acondicionarnos a las circunstancias sin los arrebatos del grupo caldense que ha
transformado el pensamiento inicial del movimiento en algo completamente distinto a lo que
se dijo en 1935. Tampoco entendemos ese neonacionalismo con un acentuado y odioso perfil
regionalista. En otras palabras parece que se trata de un nacionalismo desintegrador. Esto no
lo entendemos. 1 0 1
Se había separado también del ideario leopardo la comunidad pobtica que giraba alrededor
de Diario del Pacífico, que se convirtió en pugnaz crítica de las actividades de los
nacionalistas aliados de ayer. Escribía uno de sus editorialistas que, en vez de
autodenominarse Partido Nacionabsta, los ideólogos caldenses debían pensar, más bien,
en otro nombre: "Partido Manizabsta". 102
Camacho Montoya continuó trabajando su tesis de equiparar el nacionalismo caldense
con un movimiento desintegrador. No compartía la manera como la sensibilidad
leoparda afrontaba y planteaba el problema del centralismo bogotano, y consideraba
una contradicción ideológica lo de la descentralización por la que abogaban. Horadaba
77777
Ibid.. jumo 28 de 1938. p. 1.
11,1
EJ Siglo, abril 13 de 1938, p. 4.
1772
Véase Diario del Pacifico, abril 12 de 1938, p. 4.
Quizás el movimiento nacionalista de Caldas que acaudilla esa brillante generación se mueva
más próxima en ideas y sensibilidad a la acción falangista de José Antonio Primo de Rivera, que
al anacronismo monárquico del pensamiento maurrasiano. Regresar a la Nación, esculcar el
subsuelo histórico para suministrarle al pueblo inéditas savias, indagar los manantiales puros
de la patria y volver al pretérito de la Nación sin reproducir sus errores, he ahí el esqueleto
emocional y mental del nacionalismo peninsular que propugnaba el mártir de Alicante. 105
A pesar de los deseos y razones del fiel amigo antioqueño, los nacionalistas caldenses,
atando su prédica a la descentralizadora, no renunciaron a Maurras. Al contrario,
volvieron sobre él y con él compartieron sus tesis sobre la constitución de los
municipios, y lo citaron:
Descentralizar: reconstruir Francia. Hay que reconstruir la vida local. Hay que rehacer la
propiedad terrícola, condición de la vida local. Hay que rehacer la familia, de la que depende
todo [...] Reconstrucción de las provincias, autonomía de las universidades, reinstauración de
poderosos patrimonios industriales y territoriales, autonomía sindical, autonomía confesional
he aquí exactamente lo que falta a nuestro presente, lo que nuestro pasado aconseja, lo que
reclama nuestro porvenir. 106
Y acudieron los nacionalistas al fenómeno portugués con ahínco: "Uno de los doce
principios de la producción adoptados por el integrabsmo portugués, que es el movimiento
europeo al cual aspira a parecerse más el nuestro, dice: 'Proclamamos la Nación eterna
como razón primera de nuestra existencia social; a la Nación viva y activa, a través del
color específico de la provincia, de la región y del grupo económico' ".10?
77:7
El Siglo, abril 13 de 1938, p. 4,
" I b i d . . abril 18 de 1938, p.4.
05
El Colombiano, abril 19 de 1938. p. 5.
1,77
La Patria, abril 30 de 1938. p. 3.
177
Ibid.
77
La carta estaba firmada por los antiguos militantes de la Acción Nacional Derechista 7 Guillermo Camacho Montoya, Víctor G,
Ricardo, Rafael Azula Barrera, Gabriel Carreño Mallaríno. Alvaro Ortiz Lozano, Francisco Plata Bermúdez. Julio Zuluaga Arango,
Juan Manuel Pachón. Arturo González Guarnizo. Manuel Briceño Pardo. Jorge Buitrago Roa y Alejandro Vanegas. Véase El Siglo,
abril 28 de 1938. p. 1.
" Ibid.
" Ibid.
Véase El Colombiano, abril 30 de 1938, p. 3.
7
Ibid.. abril 26 de 1938, p. 3.
" La Razón, abril 30 de 1938. p. 4.
4
El Siglo, mayo 12 de 1938. p. 4.
77
Véase La Patria, abril 13 de 1938, p. B,
7
'Ibid.. abril 12 de 1938, p. 1.
Hay que confiar, para bien de Colombia, que el señor Gómez siga dirigiendo con su fuerte
puño el Partido Conservador por muchos años. Este grande enemigo del Partido Liberal es
un liberal por ideas y un verdadero demócrata. Colombia necesita antes que todo y sobre
todo mantener su organización democrática y liberal contra toda asechanza funesta de la
izquierda y de la derecha. 124
Allí dejamos los mejores años de nuestra juventud combativa. Detrás de esos muros patinados
se quedan m u c h a s cosas nobles que hemos amado. Hoy un deber nacional nos obliga a
27
Ibid.
777
La Razón, abril 18 de 1938, p. 5.
25
Ibid., abril 29 de 1938, p. 5.
2,7
El Colombiano, abril 18 de 1937. p. 3.
27
Ibid.. abril 28 de 1938, p. 3. Véase el texto del manifiesto en la edición del 27 de abril, p. 3. El documento estaba firmado por José Roberto
Vásquez, Eudoro González Gómez, Samuel Escobar, Miguel Calle Machado, Gabriel Vélez, Luis Ospina Vásquez y Néstor Castro.
277
Véase la columna de José Mejía Mejía "Nuestra adhesión al nuevo Directorio"', en ibid., mayol6 de 1938. p. 5.
Nosotros no llamamos a nuestro lado sino a los que estén resueltos a luchar y a morir; nuestro
movimiento será una batalla continua. La sangre vertida por Gilberto Álzate Avendaño cae
sobre la vía de la redención y el sacrificio. No en vano la cruz está en la cima del rescate y es el
camino, la verdad y la vida. Nuestros combatientes caídos serán reemplazados sin dificultad
por los propios hijos de los que hoy nos persiguen y vilipendian.1:l"'
Arturo Arango Uribe, uno de los miembros del nuevo comando nacionalista, se expresó
en el mismo sentido:
Por la sangre de Gilberto Álzate Avendaño nosotros llamamos a Colombia a que reniegue de los
viejos odios históricos y se una contra los partidos políticos y sobre los partidos políticos, para
realizar su destino. Somos los herederos señalados en el t e s t a m e n t o del Libertador, los
colombianos a quienes da su muerte para consolidar la unión. Si para que cesen los partidos es
necesaria no sólo la sangre sino la vida, no importa morir. La muerte es general e inevitable, y
nosotros creemos en la inmortalidad y en la gloria.13S
7
Ibid.. abril 19 de 1938, p. 1
7
L7 Colombiano, abril 19 de 1938. p. 1
7
La Patria, abril 19 de 1938, p. 3.
7
Ibid.
7
Ibid. p, 1.
7
El Colombiano, abril 19 de 1938, p. 4,
7
La Patria, abril 2 1 de 1938. p. 6.
• Véase ibid.. abril 19. 2 3 2 1 de 1938.
En el Gobierno los partidos son movimiento, son la historia en marcha, la conjugación legalizada
de sus principios doctrinarios: y en la oposición son la crítica que orienta y que construye, que
sufre los excesos del régimen imperante, que celosamente vigilan el cumplimiento de las
funciones institucionales: en toda parte son el diálogo vivaz y útil sobre el progreso y sobre la
cultura, sobre los medios más seguros de la civilización, sobre el imperio de la moral, en una
7777
El Colombiano, abril 21 de 1938. pp, 1 y 7.
7,77
El Siglo, abril 21 de 1938. p. 4.
777
Ibid.
72
Ibid.
""' Diario del Pacífico, abril 23 de 1938, p. 4.
44
La Patria, abril 23 de 1938. p. 3,
77
Ibid.
'•" Ibid.. abril 22 de 1938, p. 3,
777
Ibid.
7 lf7
El documento estaba firmado por Ciro Molina Garcés, J u a n Antonio Bonilla, Leonardo Tafur Garcés. Julio Ocampo Vásquez. Ricardo
Velásquez, Alfonso Llórente Arroyo, Alberto Warnier, Armando Orjuela. Evaristo Charría y Luis Haramann. Véase ibid.. abril 24 de
1938, p. 2.
" ' Ibid. pp, 1-2.
7771
Véase ibid.. mayo 19 de 1938, pp. 1 y 8.
747
Véase la página de Pregón en ibid.. mayo 2 de 1938, p. 2. Vale anotar que fue esta la última edición de Pregón.
74
Ibid.
Ya dijimos otra vez que el Partido Conservador tiene que basar toda su política en sí mismo, sin
esperar nada de los adversarios, ni siquiera de lo que es debido por mandato de la ley. Para
nosotros es utópico confiar en que podemos cimentar n u e s t r a acción en g a r a n t í a s que no
saben dársenos o que se nos niegan voluntariamente. Esa es la causa para que preconizáramos
una política de acción, tendiente a crear en el conservatismo un temperamento de lucha capaz
de afrontar todos los peligros, de moverse en la adversidad, entre el aire enrarecido de garantías
y dispuesto a una gesta de sacrificios.u'4
La Razón reportó que la visita de los jefes nacionales del conservatismo a la capital
caldense se había distinguido por la frialdad e indiferencia con que habían sido acogidos
Gómez y Jiménez. Resaltó el silencio de La Patria ante la visita de los ilustres
visitantes, y reconoció el prestigio de los líderes nacionalistas en el conservatismo
caldense 161 . Empero, no obstante la desconfianza que le producía el jefe supremo del
conservatismo, no tuvo inconveniente en afirmar:
Lo que a este país le importa, es conservar y afianzar la estructura civil y democrática que se
ha dado. Sean cuales fueren los móviles de los individuos que acompañen nuestro partido en
esta grande obra, lo importante es que contribuyan en la medida de sus fuerzas a afianzar al
liberalismo en el poder. Esa es la labor que en treinta años de ímprobos esfuerzos ha realizado
el señor Laureano Gómez." i2
7
La Patria, mayo 9 de 1938, p. 3.
Clemente y Viterbo. En el Parque Robledo, Londoño exaltó a Bolívar, a Colombia y a
las falanges españolas de Francisco Franco ante un auditorio de cinco mil
simpatizantes, según anotaba el reportero. Decía, además, que se trataba del mayor
conglomerado humano recogido en la ciudad desde su fundación en los tiempos de la
Conquista. Londoño tomó juramento a los comandos nacionalistas masculino y
femenino, y asistió a una velada cultural amenizada por la banda Santa Cecilia, de
la municipalidad. A diferencia de no lejanos tiempos, durante la misma República
Liberal, esa vez el saboteo corrió no por cuenta de los liberales, sino de los laureanistas,
que prohibieron a sus copartidarios asistir a la manifestación. 2
Mientras tanto, Arturo Arango Uribe y Silvio Villegas llegaron a Aranzazu a bordo de
una de las vagonetas del cable aéreo. La multitud los recibió ondeando las banderas
verde y negra del movimiento nacionaüsta, el brazo en alto y cantando el himno nacional.
En el desfile hacia la plaza principal de Aranzazu, la banda municipal entonaba el
himno de la Falange española. El reportero calculó en dos mil personas los asistentes a
la manifestación. En su intervención, Arango abordó la cuestión agraria y convocó a los
pobladores a vincularse a las filas nacionalistas. Por su parte, Villegas habló de las
tácticas y objetivos ideológicos del movimiento, y también con el brazo en alto, hizo
jurar al pueblo defender hasta la muerte el ideario nacionalista.
Nos calumnian de buena fe —pero no nos calumnian— quienes señalan a este movimiento
tutores intelectuales de ultramar, cuyos nombres escriben o pronuncian, sin saber a que hacen
referencia. Ni Hitler, ni Mussolini, ni los grandes teorizantes del nacionalismo francés tienen
nada que decirnos en cuanto a la solución de nuestros problemas propios, terrígenos, raciales,
autóctonos (...] El fascismo de Mussolini, sería torpe aconsejarlo a Colombia, en donde no
tenemos ni ambiciones ni necesidades coloniales. El fascismo italiano fue determinado, más
que otra cosa, por la demografía y la conformación geográfica de aquel pueblo. Es un nacionalismo
expansionista, en tanto que nosotros predicamos un colombianismo defensivo. Pero quedan
descalificados nuestros calumniadores de mala y de buena fe, porque casi todos ellos miran con
frenético regocijo el avance de Franco y el constante debilitamiento de las líneas estratégicas
de los rojos españoles. Si fuéramos a aplicar el mismo torpe y torcido criterio de aquellos
censores de pega-pega, de inmodificable ignorancia o de incurable perfidia les diríamos que sus
ideas son falangistas, porque aplauden a rabiar los éxitos de los soldados que en la Península
2
Véase ibid.. pp. 1-2,
7
Ibid. p. 3.
"Conserve su derecha".
4
Ibid
'• Ibid.. julio 9 do 1938, p, 3.
77
Véase ibid., mayo 9 de 1938, p. 2.
El domingo 10 de julio, la cita de los nacionalistas fue en Santa Rosa de Cabal. Hacia
esa población se dirigieron Silvio Villegas, Arturo Arango Uribe, Antonio Alvarez
Restrepo y Jorge Mejía Palacio. En la localidad de Tarapacá, fueron esperados por
una comitiva que, en una caravana de automóviles y en medio de vítores y saludos
desde los balcones de las casas, los introdujo en la plaza principal de la ciudad. Los
oradores explicaron sus tesis corporativistas y nacionalistas. Gran importancia le
dio el comando nacionalista de Caldas a la programación de una manifestación en
Neira, el domingo 17 de julio. Se anunciaron discursos ideológicos y doctrinarios por
parte de la plana mayor nacionalista. Más que en cualquier otra localidad, esa vez se
7
/i)id..julio21 de 1938. p. 3.
4
Ibid.. julio 7 de 1938, p. 2.
Ese Bolívar, que quería construir naciones por encima de las parcialidades políticas,
y que pensaba que no bastaba decretar para crear, es el que Álzate estaba
redescubriendo. El joven dirigente se colocó por encima de las agrias polémicas
entabladas por los Leopardos, décadas atrás, contra Vasconcelos. Al contrario de sus
copartidarios en esos momentos, compartía con el intelectual mexicano su concepción
de la raza cósmica. Además, revivía los temas de las discusiones de tiempos recientes
y lejanos, que sólo sus lectores y escuchas sabían y podían recordar, ubicar e incorporar
a la interpretación. Así, Bolívar, a diferencia de Laureano Gómez, no juzgaba ineptos
para una cultura superior y sofisticada a los países ecuatoriales, antes bien, en ese
sentido era optimista: "sentía en cuerpo y alma la potencia germinal del trópico.
Estaba seguro de que una nueva sociedad se incubaba en su violento marco físico,
entre los grandes ríos, las llanuras cálidas, los valiosos contrafuertes y la selva
alucinada y sagrada", 17 escribía. El mesianismo característico de la sensibilidad
leoparda lo veía Álzate en el Bolívar que estudiaba, y también encontraba allí los
componentes del corporativismo. Su concepción de la democracia la identificó en
Bolívar, un demonio que defendía a los de abajo contra las oligarquías parlamentarias.
Desde entonces, Álzate invitó a pensar en los conceptos que se usaban sin significado
preciso. Lo mismo se confesaban demócratas los regímenes soviético, francés o inglés
que los totalitarios. En el fondo, Álzate defendía la versión totalitaria de la democracia,
en la cual el héroe encarnaba la expresión y las ansias populares; por eso, sostenía
que Alemania, Italia y Portugal eran países democráticos. En ellos reinaba una
especie de nuevo cesarismo, en donde el César dirigía la democracia. Y sostenía
Álzate su postura, como siempre acostumbraba a hacerlo, basándose en una literatura
de procedencia contraria a la de sus paradigmas, como en este caso, en el que apeló
a Georges Roux, un intelectual republicano. Le interesaba fundamentar un héroe
antiparlamentario, providencial, que hubiera construido lazos extrarracionales con
el pueblo, un héroe espiritual, siguiendo la clasificación de Unamuno, alejado del
intelectual propiamente dicho, pero ligado a los hombres naturales, es decir, a las
masas. "El intelectual a secas, una clase media de la cultura, está provisto de
imágenes, plasmas y fórmulas rígidas, que lo inhiben para servir de intermediario
entre el espíritu y la naturaleza, porque se interpone el artificio de los sistemas", 18
escribía. Pensaba que Bolívar, desconfiado de las constituciones escritas, había intuido
esto. Sostuvo en su ensayo que los procesos políticos eran de naturaleza psicológica"•
"Unas cuantas palabras elementales y anodinas pueden inflamar el corazón com-
bustible de las muchedumbres y determinar una mitología popular, mejor que la
más armoniosa doctrina, porque la política se nutre de sentimientos. Las ideas influyen
cuando se cargan de potencia emotiva". 19 El líder nacionalista, a lo mejor, consciente
de la situación material en que vivía la gente común de su época, pensaba, ante todo,
en el aspecto subjetivo de los procesos históricos. Para él, lo importante era apuntalar
su concepción del héroe necesario. El liderazgo totalitario de derecha reinante en
Ibid. p. 21.
7
Ibid.. p. 9.
4
Ibid.. p 14.
7
' Ibid.
El Presidente colombiano es un dictador legal, aun sin el refuerzo de las facultades extraordinarias.
En línea vertical nombra y remueve a los funcionarios del Estado, pues no existe un escalafón
administrativo estable. Distribuye privilegios financieros, contratos de vías públicas y concesiones
sobre el subsuelo. Es constitucionalmente el comandante de los ejércitos de mar, tierra y aire.
Maneja las relaciones exteriores sin consultar a las cámaras. Puede turbar el orden público a su
antojo, suspendiendo el vigor del estatuto jurídico, sin salirse de la legalidad. Sus ministros no
e s t á n expuestos al veto p a r l a m e n t a r i o . Tiene derecho a convocar e x t r a o r d i n a r i a m e n t e al
Congreso y está facultado para objetar las leyes. Por tiempos, si hay crisis económicas, un
conflicto político de magnitud, una tensión internacional o u n pretexto cualquiera, se hace
investir de prerrogativas discrecionales. Así el reparto funcional del Estado en tres órdenes es
apenas un simulacro. Aunque el ejercicio de la soberanía se distribuya nominativamente entre
ellos, el ejecutivo ocupa el vértice del poder, con los máximos tributos. No hay más protagonista
que el Presidente en el escenario. El Parlamento, al fondo, actúa como una comparsa. 21
Hablando en nombre del nacionalismo popular, decía Álzate que su objetivo, lo mismo
que el de su generación, era Uamar a las cosas por su nombre y desmontar la fraseología
superpuesta, para que el país se conociera a sí mismo, en su faz auténtica, sin
metáforas y circunloquios; para que el país se pusiera en claro consigo mismo. Creía
que este comportamiento se debía a la mentalidad abogadil de los colombianos, un
legado psicológico de la hipocresía granadina. Sostenía que en Colombia andaban en
pugna el país legal y el país real. De tal manera que el Bolívar que los colombianos
conocían era un Libertador embalsamado, con mortaja neogranadina e imágenes
postizas. Su nacionalismo popular, entonces, se proponía sacarlo de su "yerto
catafalco", para que recorriera de nuevo "la vía de su pasión, atravesando el corazón
de estos pueblos".23
"Ibid.. p. 15.
47
Ibid.. p. 16.
12
Ibid.. p 17.
-" Ibid.
'-'' Ibid.. p, 19.
En cambio, habían sido distintas las cosas después de su muerte: "Donde dejó una
potente nación, hoy existen cuatro repúbbcas diminutas, recelosas y hostiles".26 Y seguían
siendo peores las cosas en 1938, cuando no existía, siquiera, una política internacional.
Así, el líder de la ANP creía haber redescubierto a Bolívar. Por lo menos, su análisis
del pensamiento del Libertador le había permitido poner en claro tópicos claves de la
polémica en que el nacionalismo estaba inmerso: 1. No eran los nacionalistas quienes
importaban teorías y posturas! la "democracia inorgánica", es decir, la de los partidos
pobticos tradicionales colombianos, era una invención, un plagio histórico y la tradición
indígena que sustentaba la clase dirigente del país, una superstición importada; 2.
En cambio, el nacionalismo colombiano era más original al basar su pensamiento en
Simón Bolívar; 3. El tiempo pasado influía sobre el presente y este sobre aquel,
animándolo y aclarándolo; 4. El pensamiento político del Libertador y la doctrina
social de la Iglesia constituían los manantiales ideológicos de que se nutría la ANP.
"Una pausa", fue el titular del editorial de La Patria que saludó el discurso de
posesión del nuevo Presidente. Al periódico nacionalista le gustó el tono y el
distanciamiento que tomó desde un principio Santos respecto del Gobierno y del
"extravagante" estilo de López Pumarejo. Salvo el nombre de Carlos Lozano en el
Ministerio de Gobierno, los demás le parecieron señal de buenos augurios. 27 El Siglo
también se congratuló: "Porque sería inútil desconocer que hay muchas esperanzas
fincadas en el doctor Eduardo Santos para la enmienda varonil de los múltiples
yerros cometidos por su antecesor en el Gobierno".28
"' Ibid.
• ibid.
7
Véase La Patria, agosto 9 de 1938. p. 3,
" Eí Siglo, agosto 8 de 1938, p. 4.
' Ibid.. agosto 15 de 1938, p. 4.
La juventud yocista fue creada en 1933 por Luis Murcia. Proveniente de una tradición jesuíta, esta organización fue una imitación de
los movimientos yocistas europeos que incorporaban los postulados del corporativismo y de la Doctrina Social de la Iglesia. Ante la
temida amenaza comunista, el movimiento yocista elaboró una plataforma doctrinal dirigida a satisfacer las necesidades de campesinos,
obreros, y empleados no cualificados, para clamar por la organización sindical. El yocismo adoptó una organización militar jerárquica
y la simbología del fascismo internacional. En 1938, el yocismo contaba en Colombia con los semanarios El Trabajo y El Bien Social
Todos los jóvenes que pertenecen a aquella institución se preparan cuidadosamente para el
ataque y la defensa por medio de prácticas militares, de ju-jist, esgrima, etc. Una prueba de esto
es el hecho de que al lado del desfile de antorchas de los yocistas desfilaba una brigada de choque
encargada de hacer guardar el orden y de castigar a aquellas personas que de alguna manera
expresaran su descontento por la demostración de la fuerza de que hacían gala los desfilantes. 34
Sobre la Acción Nacionalista Popular, agregó: "En el lugar donde más intensificación
ha tenido la actividad derechista es en Caldas. Por medio de concentraciones de
masas derechistas sucesivas en las principales poblaciones del departamento se
77
El Siglo, agosto 15 de 1938. p. 4.
74
El Liberal, agosto 16 de 1938. p. 14.
:
" Ibid.
'• Ibid.
Las actividades del yocismo estaban en concordancia con las de la sensibibdad leoparda.
A finales de agosto, el sacerdote Félix Restrepo pronunció en Buga la conferencia
"Corporativismo gremial y corporativismo sindical", reseñada así en La Patria: "La
conferencia del padre Félix Restrepo sobre el Estado corporativo, es, por así decirlo, la
armadura del programa nacionabsta que nosotros preconizamos para Colombia. Nadie
ha interpretado en forma tan exacta nuestras ideas. Nosotros recomendamos
especialmente su lectura y difusión a todos los comandos del país".37 El acercamiento
programático corporativista de los nacionalistas con el yocismo se extendió hasta la
campaña electoral de marzo de 1939. De ahí que no resulte extraño la invitación que el
23 de noviembre de 1938 hizo La Patria:
Hoy a las 6 de la tarde, el gran orador sagrado presbítero Félix Restrepo S. J., dictará por los
micrófonos de La Voz de Colombia una trascendental conferencia, la cual versará sobre el
palpitante tema : 'Corporativismo y democracia'. Esperamos que todos los receptores sintonicen
La Voz de Colombia para escuchar la voz erudita de uno de los más destacados miembros del
clero colombiano. 38
77
Ibid.
"' Ibid.. septiembre 1° de 1938. p. 5
77
La Patria, noviembre 23 de 1938, p. 1.
•4 Ibid.. p. 1.
74
Ibid.. diciembre 3 de 1938. p. 1.
171
Ibid.. pp. 5. 6 y 8,
La manifestación que se verifica hoy en Armenia, tiene los perfiles de una cruzada. Sede del
Quindío pujante y agrícola, donde la riqueza se ha creado no sobre el crepitar férreo de las
fábricas, sino sobre la tierra y con un paisaje de montañas, Armenia es el símbolo de la raza
en su labor de cultivo. El Quindío es la mejor parcela económica de Caldas, y lo mejor de la
raza antioqueña sentó allí sus reales para demostrarle a la historia, que la riqueza es una
labor del hombre y no un caso fortuito. Cada capitán de vereda reconstruye en su vida la
epopeya colonizadora y entrega a sus hijos el legado justísimo de su honorabilidad y limpieza.
El Quindío sólo ambiciona u n a t r e g u a en las l u c h a s s e c t a r i a s . L i b e r a l e s y a p e n i n o s ,
conservadores y nacionalistas rompen sus lanzas guerreras, sus apetitos de venganza cuando
se t r a t a de salvar la heredad, y fortalecer el porvenir de su comarca. El nacionalismo está
más allá de los partidos políticos. Si su esfuerzo proselitista se circunscribiera a predicar los
viejos odios, y a recrudecer las pasiones de fin de siglo, su papel como fuerza nacional estaría
limitado por las cercas tradicionales, por los rótulos que aún tienen sonoridades sangrientas
e incitan al duelo y a la muerte."12
Hacia las once de la mañana ingresó a la ciudad la plana mayor del Alto Comando
Nacionalista de Caldas: Silvio Villegas, Gilberto Álzate Avendaño, Fernando Londoño
Londoño, Antonio Alvarez Restrepo y Arturo Arango Uribe, quienes iban acompañados
por Hernán Jaramillo Ocampo, Jorge Mejía Palacio, Arturo Cardona Jaramillo y
Bernardo Zapata. Los invitados se estacionaron en la Plaza de Bolívar, la cual estaba
decorada con carteles de adhesión y propaganda nacionalista de los comandos
municipales presentes, que así decían: "No más odios políticos; Colombia sobre los
partidos", "El poder, el poder, todo el poder", "Por Cristo, por Bolívar, por Colombia",
"Filandia presente", "Circasia firme", "Pereira firme", "Calarcá firme", "Montenegro
presente". 43 Desde los balcones del Hotel Imperial, sitio donde se habían instalado los
micrófonos de La Voz de Armenia, Antonio Alvarez Restrepo empezó la serie de
discursos nacionalistas. Lo siguieron, en su orden, Fernando Londoño, Jorge Mejía
Palacio y Silvio Villegas, quienes expusieron los fundamentos del nacionalismo
colombiano. El evento llegó a su máximo furor cuando Villegas tomó el juramento
nacionalista de las masas que abarrotaron la Plaza de Bolívar.44
77
Ibid.. agosto 13 de 1938. p. 3.
12
Ibid. agosto 28 de 1938, p. 3.
"Ibid.. agosto 29 de 19.38, p. 4,
77
Ibid.. agosto 31 de 1938. p. 5.
Los nacionalistas p e r m a n e c e n
en el G r a n Consejo Electoral (GCE).
Laureano Gómez exigió al Gobierno Nacional el ingreso del conservatismo al Gran
Consejo Electoral. Sin embargo, como ya hemos señalado en capítulos anteriores, los
tres espacios destinados para el conservatismo fueron ocupados en junio de 1937 por
líderes contrarios al laureanismo: Silvio Villegas, Fernando Gómez Martínez y
l7>
El Comando Departamental estaba dirigido por Pablo Torregoza Pérez, .losé Constante Bolaños, Néstor Serge y Máximo Visbal.
"• La Patria, septiembre 29 de 1938. p. 8.
Lo que sí pienso es que el Partido Conservador debe remozar más sus programas, como lo está
haciendo, porque, con la mentalidad antigua se estaba pareciendo demasiado al antiguo Partido
Liberal. Cosa que no he hecho, ni haré quizás, es agraviar como agravian otros a los conmilitones
de ayer, a esos viejos amigos con quienes me ligan caros afectos y a quienes quiero ver
reintegrados un día a las viejas toldas conservadoras, ya que son unas mismas, como lo expresó
fielmente Guillermo Valencia, las bases filosóficas de su pensamiento y el nuestro. 47
Nosotros constituimos una nueva agrupación politica, exenta de complejidades con los viejos
partidos. Nada es común con ellos. Es absurdo que se nos catalogue como u n a disidencia
conservadora. Silvio en el Gran Consejo Electoral es el personero del movimiento. No representa
allí las viejas clientelas electorales. El clan de Gómez ha dicho torpemente que Silvio se está
abrogando la representación de la recua bovina de los notables. N a d a m á s inexacto. Los
partidos constituyen conglomerados voluntarios y no son entidades de derecho público, ni
categorías jurídicas, ni órganos constitucionales del poder. Las leyes no crean artificialmente
un conservatismo y un liberalismo con los cuales funciona la maquinaria política. Silvio actúa
en el Gran Consejo como ciudadano, simplemente, pero respaldado por la ingente fuerza
numérica de la Acción Nacionalista Popular. Sería estúpido suponer que quienes se separen de
los dos partidos históricos, se colocan en incapacidad legal de elegir, ser elegidos y escrutar.
Además, nosotros somos hoy los únicos portavoces de la oposición contra el régimen, porque
las mermadas huestes ortodoxas de los Gómez son políticamente un apéndice del Gobierno e
ideológicamente una sucursal del liberalismo. Programáticamente no existe diferencia entre
el apenismo y el laureanismo. 49
47
Diario del Pacifico, septiembre 29 de 1939, p. 4.
'-" El Liberal, septiembre 29 de 1938. p. S.
'" La Patria, octubre 2 de 1938, p. 2.
Las presiones del conservatismo ante el Gran Consejo Electoral continuaron. Laureano
Gómez exigió a Gómez Martínez que votara junto a Primitivo Crespo por las listas
del Partido Conservador. En una actitud gallarda, Gómez Martínez señaló que
accedería con la condición de que el Directorio Nacional Conservador se retractara
de las acusaciones hechas a la anterior directiva conservadora. Así, el 3 de octubre,
se reunió el GCE con la asistencia de tres representantes conservadores y cinco
liberales. Se eligió como presidente a Pedro J u a n Navarro. Un día después, el GCE
sesionó para elegir a los consejeros departamentales. La minoría política, representada
en los conservadores y los nacionalistas, llegó fragmentada a la última reunión: el
conservatismo laureanista, encabezado por Crespo; el conservatismo doctrinal,
representado por Gómez Martínez; y el nacionalismo, dirigido por Villegas. Los
resultados finales mostraron como gran perdedor a Laureano Gómez. El Liberal
destacó que el nacionalismo había logrado doce consejeros,53 Gómez Martínez siete 54
y el laureanismo diez.55 La Patria, sumando los de Gómez Martínez, totalizó en
diecinueve los consejeros departamentales nacionalistas, y en once los de Laureano." 6
,77
Ibid. p. 3.
57
Ibid., p. 5,
"- Ibid.
77
Delegados en los departamentos de Atlántico, Bolívar, Caldas, Cauca, Huila, Magdalena. Santander. Norte de Santander, Tolima y la
intendencia de Chocó.
77
Delegados en Valle del Cauca. Boyacá, Caldas. Cauca, Huila, Magdalena. Nariño y Santander del Sur.
'"'Atlántico, Antioquia. Bolívar, Boyacá, Cundinamarca. Nariño, Santander del Norte. Tolima. Valle del Cauca y la intendencia de Chocó.
'* La Patria, octubre 5 de 1938, p. 1,
Las celebraciones del final de año, y el advenimiento de 1939, estuvieron, para los
líderes nacionalistas, pasadas por la política. El primero de enero se organizó en las
horas de la tarde un "ágape nacionalista" en el casino de la ciudad, con asistencia de
los dirigentes de la amplia comarca del occidente colombiano. Estaban allí, entre
tantos, Rodrigo Jiménez Mejía, en representación del Alto Comando de la ANP, Elias
y Gustavo Salazar García, Rafael Lema Echeverri; había gente nueva, por ejemplo,
Jaime Sanz Hurtado, dirigente pereirano; y, por supuesto, asistía la plana mayor del
nacionalismo: Álzate Avendaño, Silvio Villegas, Antonio Alvarez Restrepo, Fernando
Londoño Londoño, todos recibidos por los asistentes con el brazo en alto. El denominado
"ágape nacionalista" abrió y cerró con la entonación del himno nacional seguido del
57
Ibid., p. 1.
" Ibid., enero 2 de 1939. p. 3.
Las intervenciones fueron transmitidas por Radio Manizales y por la emisora Voces
de la Ciudad. El entusiasmo del primero de enero lo expresaban en vivas a Cristo, al
nacionalismo, a Colombia y a Bolívar. Todos, al unísono, gritaban "no al comunismo".
Para cerrar el acto de inicio de la campaña electoral de 1939, los asistentes escucharon
"Germinal", el editorial-programa de Silvio Villegas, juraron lealtad, sinceridad y
firmeza a Cristo, al nacionalismo, y a los destinos imperiales de América, y "salieron
a la calle, brazo vertical —como una espada— cantando el himno nacional, el himno
de la Falange española, vivando a Colombia una, grande y libre, y al generalísimo
Franco, caudillo de la hispanidad". 62 Dejó dicho Silvio Villegas que la participación
del nacionalismo en estas elecciones era apenas la primera etapa de un largo proceso:
"De las próximas elecciones no saldrá la nueva Colombia, ni allí está nuestro marco
[...] no constituyen sino un episodio de la gran lucha que nos espera", 63 manifestó.
Empezaba así el año, con entusiasmo desbordante, sin descanso, con una mística
política jamás vista en las formas de hacer la política en el siglo XX. 'Luis Yagarí'
escribía, por ejemplo, en su primera crónica del año: "No hay nada mejor que el gozo
de ser nacionalista. En mi vida hay dos recuerdos que se juntan: el día en que me
puse el primer chaleco y aquel en que me hice nacionalista. Es una alegría toráxica.
Lo primero que se advierte al tomar la nueva fe, es que el pecho se ensancha, se
crece el corazón".64
7
Ibid., p. 8,
7
Ibid., p. 3,
7
ibid,
7
Ibid., p. 2.
7
Ibid., p, 3.
7
Ibid.
7
Véase ibid
"jArmas a discreción!", les decimos nosotros a los conservadores para que marchen a la defensa
de las libertades públicas amenazadas, de la dignidad humana prostituida, del derecho individual
convertido en una añagaza, de la propiedad vuelta escombros, de la libertad de trabajo sometida
a la voluntad de un hombre, de la libertad de prensa estrangulada por la inquisición totalitarista,
de la libertad religiosa puesta debajo de la bota de un dictador que no tiene mas ética que su
omnímoda voluntad europea. "¡Armas a discreción!", decimos nosotros a los conservadores de
Caldas para que marchen a defender la vieja trinchera gloriosa: para que los neonacionalistas
les señalen el sitio que corresponde a los iscariotes, y para que cierren filas en torno a la
doctrina conservadora y coronen la próxima jornada electoral con la más estupenda victoria. 68
147
i b i d , enero 7 de 1939. p. 3.
777
El ciclo de conferencias se programó de la siguiente manera 7 8 de enero. Antonio Alvarez Restrepo y Hernán Álzate Avendaño: 15 de
enero, Gilberto Álzate Avendaño y Carlos López García: 22 de enero. Fernando Londoño Londoño y Alfonso Muñoz Botero: y 29 de
enero, Arturo Arango Uribe y Marco Álzate Avendaño
,7
" í.a Voz de Caldas, enero 3 de 1939. p. 7.
Fue ese el título que escogió Álzate para su alocución. Como Canal Ramírez, el dirigente
nacionalista echó mano del concepto revolución, monopolio de la sensibilidad de
izquierda. Se trataba de labrar una nueva identidad, trabajar sobre nuevas
identidades, diferenciarse en este momento ya no sólo de los liberales, sino también
del viejo conservatismo. Para ello, reiteró posturas y tesis, construidas unas
individualmente y otras en colectivo, la mayoría ya expuestas de manera escrita y
oral. Consciente de tener en las masas conservadoras a su principal destinatario
positivo, confesó la saudade que le había implicado, a su comunidad ideológica,
renunciar al Partido Conservador:
No es posible negar que dejamos el vetusto caserón solariego con una áspera melancolía. Allí
nos quedaban pertinaces memorias [...] La ruptura nos produjo un desgarramiento interno,
un traumatismo sentimental, pero nos la imponía nuestro ideario misionero [...] Cada uno de
nosotros, en el confín insobornable de su espíritu, pudo decir aquella despedida final: 'Me voy,
como quien se desangra'. 7 "
1
La Paíría. enero 17 de 1939, p. 2.
Ibid.
Es muy posible que la crisis personal por la que estaba pasando el liderazgo nacionalista
la estuviesen viviendo sus seguidores y admiradores. Álzate se mostraba humano
como ellos. Leía, explicaba y se desahogaba:
Durante ocho años montamos guardia al pie de la bandera estrujada, acosando y devastando al
régimen [...] En 1930 encontramos unas masas en desbandada, un pardo montón de empleados
cesantes, los remanentes de un partido desmoralizado por la derrota y huérfano de conductores.
Con ellos improvisamos una milicia, un núcleo de resistencia, que se batía a intemperie contra
la nueva iniquidad [...] Para nosotros nunca hubo la resortada blandura de las curules, sino el
rudo tránsito por la plaza pública, jalonado de riesgos. No hemos vivido de la política sino para
ella. Desde nuestras mocedades la entendimos como un servicio, como un deber sin gozo, como
una vivencia tremenda. 7 2
77
Ibid.
777
Ibid.
77
Ibid.
El mito es el pensamiento que se carga con un potencial de fe, la creencia militante, el concepto
o principio que abandona su limbo teórico para convertirse en una feraz evidencia del corazón.
Ninguna política, por vertebrada y sólida que sea su ideología puede realizarse sin que sus tesis
adquieran la sublimación política. Sólo así los programas, los lemas, los rótulos, albergados en
el yo profundo de las masas, tienen fuerza motriz para desencadenar los actos. 75
Ibid.
Ibid.
' Ibid.
Ibid.
Ibid
Álzate reconocía dos tradiciones congruentes y vivas en el país, cuyas matrices habrían
de plasmar la historia nueva : el catolicismo y el pensamiento político del Libertador,
El primero debía servir como norma moral de conducta y como herramienta de
pacificación de las clases sociales; y el segundo "debería representar el destino mayor
de la República, potente y orgánica, frente al movimiento centrífugo de los partidos".82
En su intervención, Álzate se preocupó por transmitirle a la audiencia la necesidad
de un estilo propio de hacer política, de militar, de afrontar las adversidades. Anotaba
al respecto:
El estilo es más que una voluntad de forma, es la cruz plástica del carácter. Es la personalidad
en acción. Es nuestra actitud definitiva. Ante el universo, que irradia en las más grandes obras
y en los más triviales ademanes, comunicándoles un sello propio, un aire de familia, ese callado
ritmo que constituye la unidad vital. Cada política tiene su estilo, sus modos peculiares de
actuar y expresarse, que sirven como marca y contraseña. 83
74
Ibid.
- Ibid.
" Ibid
'2 Ibid.
" Ibid.
" Ibid.
47
Ibid.
Álzate, recogiendo el pensamiento que él y sus amigos habían ido elaborando, aspiraba
con sus palabras de síntesis coadyuvar a la formación, a la transformación del nuevo
cuadro político de la derecha. Habló de la necesidad de un nuevo dirigente al que le
caracterizara el fanatismo de la verdad y el amor por los valores absolutos; que se
sintiera convocado por la voz profética que resonaba en los héroes, que conociera su
deber y no dimitiera, que presintiera las grandezas de las afirmaciones cuya garantía
eran el dolor y la sangre. Por eso, sacaba a relucir, una y otra vez, el paradigma: "El
valor histórico de esta generación —exponía con voz honda José Antonio, fundador,
testigo y mártir de la nueva era— consiste en que percibe el sentido trágico de la
época y no sólo acepta, sino que reclama para ella la responsabilidad del desenlace".87
Entre los documentos programáticos del nacionalismo que circulaban, Álzate destacó
"Germinal", el artículo-editorial de Silvio Villegas. Dijo que ningún nombre resultaba
etimológicamente más adecuado. "Germinal es el misterio gozoso de los surcos, la
respiración de las semillas, el reventar de las cosechas, el campo que grana. El
vocablo traduce esta siembra de verdades activas, palabras como gémulas, en el
alma popular". 92 Comparando este documento con los antiguos y nuevos programas
liberales y conservadores, consideró a "Germinal" como el mejor programa político
que circulaba en el país.
En su alocución, Álzate opuso a las reformas liberales un cambio integral del Estado.
Señaló que los principios básicos de la Revolución en Marcha:
[...] hieden a la cadaverina de la Revolución Francesa, una vieja carroña que ambula por las
calles sin resignarse a bajar al pudridero. La libre concurrencia económica, la concepción
atomística de la sociedad, el estado neutral, la democracia inorgánica, el régimen parlamentario
y la mecánica pendular de los partidos pertenecen a un ciclo histórico que se va. Las épocas
también nacen, crecen y perecen. 93
Y reiteró que los partidos, incluyendo las izquierdas, eran versiones distintas del
mismo liberalismo doctrinal, aferrados a formas estatales caducas, y declaró algo
novísimo para el movimiento nacionalista:
Solamente nuestro movimiento asume una actitud revolucionaria al plantear radicalmente el
tránsito de un estado a otro, del sistema liberal al régimen corporativo. Con nosotros, la revolución
está a la derecha [...] Es necesario reivindicar ese vocablo cachorro y rampante, que inspira a las
gentes un terror supersticioso y que ha sido monopolio verbal del frente rojo. No siempre la
revolución tiene un compás catastrófico. Puede ser la vehemente sacudida hacia un orden nuevo
[...] Revolucionario, en nombre de la verdad, fue Jesucristo, al derrumbar los valores del mundo
antiguo y desatar esa revancha de amor sobre las almas. Era revolucionario Bolívar cuando
rompió el vínculo secular con España e hizo estallar los vestigios del decrépito Virreinato. Hay
revoluciones benéficas y revoluciones nefastas. Las hay pacíficas y guerreras. Unas que aspiran
dominar en las plazas y otras que quieren tomar posesión de los espíritus. Nuestra revolución
radica en el advenimiento de un orden auténtico sobre los desórdenes habituales, sobre la
anarquía vuelta estatuto. Para ello no tenemos que buscar teorías de emergencia y préstamos
políticos ultramarinos. Nos basta izar la cruz católica como mástil y amarrarle el trapo tricolor de
la bandera. Con semejante velamen queremos surcar los trabajos y los días. Tesis cristianas e
ideales bolivarianos. Nada más. En todos los pueblos colombianos, en la plaza mayor, existe un
templo de Cristo y una estatua del Libertador, Las gentes cruzan sin percatarse muchas veces
ante esos monumentos pétreos e inmóviles. Pues en nuestro corazón empiezan a andar, a
animarse, a encarnarse, plenos de sentido augural. Somos, pues, revolucionarios. Pero es preciso
fijar los contornos de esa palabra. Con ella no queremos incurrir en un pronunciamiento verbal,
en una denotación fonética, tan usuales en aquellos políticos que quieren tomarse el Estado con
7,7
ibid.
777
Ibid, p. 3,
777
Ibid.
'•"' Ibid.
¡Hipocresías granadinas! El país ha tenido muchas dictaduras, desde las que apareja el régimen
presidencial, hasta las que resultan del monopolio político de los partidos. La presidencia de
Olaya Herrera fue una dictadura encuadrada dentro de la Constitución. La república liberal es
la dictadura del tumulto. A los colombianos no los atemoriza la dictadura, sino el vocablo que la
designa. Nosotros, sin supersticiones verbales, planteamos escuetamente el problema, nadie
ha propuesto soluciones dictatoriales, sino un Estado fuerte, un poder coactivo, una disciplina
tutelar. La dictadura depende de las circunstancias: es una política quirúrgica. Es posible que a
veces el orden nuevo necesite p a r a nacer de la operación cesárea. No hay que confundir
entonces la laparotomía con el degüello, ni al cirujano político con Jack el Destapador. 95
Laureano Gómez se reunió con Eduardo Santos y exigió del Gobierno un escarmiento
ejemplar a los culpables. Los nacionalistas, a su vez, aprovecharon los sucesos de
Gacheta para caerle a Laureano Gómez y fortalecer la legitimidad de su prédica:
En repetidos editoriales hemos dicho que no es posible derribar un régimen adulándolo [...]
Nosotros, en cambio, declaramos que no es posible hacer más mientras no se organicen las
744
Ibid.
"• Ibid.
%
Ibid.
" El Siglo, enero 10 de 1939, p. 3.
7,77
Entre ellos los generales Eduardo Ortiz Borda y Amadeo Rodríguez, J u a n Uribe Cualla, Camilo de Brigard, Jorge Leyva, Carlos
Monroy Reyes, Guillermo Camacho Montoya y Francisco Fandiño Silva.
7477
Según la versión de El Siglo.
17777
Ibid., enero 10 de 1939, p. 3.
El 13 de enero, Aquilino Villegas propuso la adopción, de nuevo, por parte del Partido
Conservador, de una táctica de legítima defensa, y recomendó el final de la convivencia
nacional, mientras clamaba por una estrategia política más dinámica para su partido:
Y ahora: si la convivencia es imposible porque la chusma liberal logra espantar al gobierno del
señor Santos y obligarle a replegarse con sus ideas de respeto por los derechos de los conservadores,
no nos queda más recurso que el derecho natural a la propia defensa, y debemos aconsejar a
todos nuestros copartidarios a una serie de medidas elementales, mostrando que no somos
mancos y dondequiera que podamos ser fuertes, rescataremos por la fuerza nuestro derecho, y
que es peligroso atentar contra nosotros, más peligroso para los jefes que para las turbas. 104
[...] los delegados de los municipios del departamento de Cundinamarca y de la intendencia del
Meta, que integran esta convención, juran solemnemente, del modo más explícito, ante Dios,
ante el país entero y por el honor del partido que la representación política de la provincia del
Guavio será conservadora y por tanto no se permitirá que en los cuerpos electivos nacional y
departamental sea usurpada por sujetos que no pertenezcan a nuestra colectividad política. En
fe de lo cual los representantes auténticos del partido en el departamento, al estampar sus
firmas en este documento, comprometen no sólo su honor personal sino el de toda la colectividad
en la puntual y rigurosa ejecución de esta medida, que se toma con pleno conocimiento de
causa, después de grave y detenida meditación y en vista de que la colectividad está oprimida
h a s t a la desesperación por la impunidad sistemática y que los altos principios que tiene la
misión de defender para salvar en el país la cultura cristiana no pueden ser abandonados y
desamparados ante la insolencia de los asesinos. Publíquese por la prensa y por carteles.1ÜG
7777
La Patria, enero 10 de 1939. p. 3.
7077
Véase ibid., enero 12 de 1939. p. 3.
77774
Véase ibid., enero 11 de 1939, p. 3.
77,4
El Siglo, enero 16 de 1939. p. 4.
7
'"' 7bid„ enero 22 de 1939. p. 1.
7,777
Zbi'd., p . 4.
7777
La Patria, enero 16 de 1939, p. 3.
Creemos que una norma semejante de conducta política desdiría de la índole misma de nuestro
partido, eminentemente civil [...] y de otro lado, aquella manera de proceder sería ocasionada
por la agravación del mismo mal cuyo correctivo se busca, pues fácilmente daría margen al
peligro de que actos de barbarie como el que t a n h o n d a m e n t e deploramos se repitiesen y
generalizasen con perjuicio de la tranquilidad pública y con desdoro del hombre colombiano. 109
77)77
Ibid., enero 25 de 1939, p. 3.
17777
El Colombiano, enero 29 de 1939, p. 5.
710
La Patria, enero 27 de 1939, p. 3.
Mientras tanto, continuaron las giras por la provincia. Carlos López García y Gilberto
Álzate Avendaño se dirigieron a Filandia. Allí, este último reafirmó sus tesis como si
fuera la primera vez que lo hacía, pero con la experiencia de estarlo diciendo en todo
momento. Aclaró que la reconquista del poder se haría a través de la Acción
Nacionalista Popular.
Abel Carbonell, quien ocupó el asiento abandonado por Berrío, puso en consideración
de la Convención una proposición, presentada por Primitivo Crespo, que le otorgaba
la jefatura única a Laureano Gómez:
Sabemos que usted hubiera deseado la unanimidad para el apoyo a su política de enérgica y
legítima defensa que usted considera vinculada a las declaraciones de la Convención de
Cundinamarca sobre el abominable crimen de Gacheta; pues bien: en nuestro sentir, dicha
unanimidad se ha realizado al proclamar la Convención Nacional del partido, con el voto de la
totalidad de los delegados, que usted es el jefe supremo del partido y al ratificarle solemnemente
la confianza plena de la colectividad; pues dicha moción fue votada afirmativamente aún por
nuestros ilustres copartidarios de la delegación de Antioquia, antes de su retiro de la corporación. 115
Los delegados antioqueños, aunque por fuera de la Convención, dieron su aval, pues,
como lo anotó el editorialista de El Colombiano:
La jefatura única de Laureano Gómez lo hace responsable exclusivo de las orientaciones que
le imprima a la comunidad. Para él son desde hoy la honra de las victorias y el mérito de los
éxitos, pero al mismo tiempo la carga íntegra de las responsabilidades. Ahora a los conservadores
sometidos a su disciplina no les queda sino obedecer. No hay derecho a deliberar. Es una de las
ventajas de esa clase de jefaturas. 116
Y, como siempre sucedía, Gómez desistió de este ofrecimiento, pues con él o sin él,
como tal ejercía y sin la responsabilidad de ser el jefe único. Y sin haber culminado
el magno evento conservador el jefe supremo desapareció. Nadie sabía de su paradero.
Corrían rumores: que había salido para Panamá rumbo a Suiza, que había dejado
dicho que se retiraba por completo de la política; que no, que estaba en Bogotá, en
fin. Una comisión de convencionistas fue designada con la consigna de agotar todos
sus esfuerzos para encontrarlo.
Todos los pasos que da la Convención Nacional tienen como punto de partida nuestra táctica
y n u e s t r a doctrina. Convencidos de que los viejos programas —el de Caro y Ospina, el de
José María Samper, el de los parlamentarios de 1930— no valen absolutamente nada, y son
incapaces de apasionar a las multitudes, han tenido que redactar a última hora una inocua
declaración de principios sobre cuestiones sociales y económicas. Esto es como pretender
resucitar un cadáver con inyecciones de agua tibia. Lo que las masas exigen es una revolución
profunda en las estructuras del Estado, cambiando la constitución individualista de 1910 por
un estatuto orgánico corporativista. 117
Jorge Vélez fue nombrado para despachar los asuntos urgentes del partido mientras
Gómez asumía la jefatura única. El conservatismo antioqueño, que representó en la
Convención el eco del nacionalismo, no enmudeció. En un manifiesto titulado
"Rechazamos la pobtica de violencia pregonada por don Laureano Gómez", el Directorio
Conservador de Antioquia declaró: "Habiéndose empeñado una gran mayoría en
sostener la resolución aprobada por la asamblea de Cundinamarca, con cuyos
procedimientos no podemos solidarizarnos, y en proclamar la candidatura única del
doctor Laureano Gómez como ratificación de la política de violencia y del atentado
personal, nos vimos obligados a retirarnos de la Convención, después de agotar
esfuerzos para salvar la unión del partido". 118
Cuando la Iglesia romana define temas de moral, creóme obligado a rendirme sin discusión a su
enseñanza, porque soy fiel a mis convicciones religiosas: y si el primado de Colombia condena el
a t e n t a d o personal, yo tengo que rechazarlo, al tiempo que miro con tristeza cómo algunos
católicos no atienden esa ley, esa definición de la Maestra Indiscutible y Única. No fue nunca el
conservatismo chusma de asesinos: presentarlo como tal e incorporarle como tesis táctica una
grave apostasía, es traicionarlo [...] Intrépida acción la de esos capitanes —los Directorios
Conservadores Nacionales y de Cundinamarca—, porque en vez de usar como instrumento a
quienes les obedecen se ofrecen a cumplir los juramentos y a sobrellevar los castigos. 129
Finalmente exhortó a los conservadores a no dejarse llevar por los odios y venganzas
personales.
727
Ibid., febrero 20 de 1939, p. 7.
7277
Ibid.
729
Ibid.
730
Ibid.
El texto que leía esa noche Álzate era el mejor discurso de cuantos había escrito y
pronunciado en su carrera pobtica. Estaba en un momento de productividad intelectual
excelente. Terminaba un texto, lo difundía de forma verbal y escrita, y emprendía la
redacción del siguiente. En este se percibe que el joven dirigente había puesto un
empeño extraordinario en su confección. En él estaba sintetizado su pregón y el de su
sensibilidad y sociabilidad. Su palabra fluyó diáfana y contundente, la dialéctica era
el eje de la disertación. El líder nacionalista apuntó:
177
Ibid.. febrero 27 de 1939, p. 7,
72
Ibid.. febrero 21 de 1939, p. 5.
77
La Patria, febrero 11 de 1939, p. 3.
77
Ibid.
Aunque reiteraba las posturas que venía sosteniendo en pueblos y veredas, esta vez
se tomó tiempo para entrar en preciosos detaUes, que llenaban de democracia popular
sus planteamientos: "Ahora que la política tiene un acento social e irrumpen los de
abajo en la escena histórica, nosotros predicamos un credo antiguo y nuevo,
contemporáneo de todas las épocas, cuyas raíces arrancan del Sermón de la Montaña,
conservan su fertilidad a través de los siglos y mitigan el áspero clamor de las
muchedumbres desamparadas". 136 Quería meter a todos en el universo político:
No puede nadie ponerse al margen de la política, porque no existe un lugar fuera del Estado,
donde el ciudadano se aisle. Hoy la política es el destino. Ella interviene en todo, en lo que
comemos y en lo que pensamos. Ni siquiera el que se entrega a cultivar rábanos en su huerta
recoleta, puede escapar a los hechos políticos, que repercuten h a s t a en el precio de las
verduras. La historia, según Spengler, nos obliga a participar del acontecer militante, como
objetos o como sujetos. El que no se esfuerza en ser historia p a r a los demás, tiene que
padecer la historia de ellos. 137
Rescataba para la política y para su heterodoxia los contenidos del cristianismo, los
sacaba de las iglesias y los ponía a la consideración de las masas. Decía encontrar
más contenido humano, más justicia y más garantías para los proletarios en el
evangelio y en las doctrinas esparcidas por la Iglesia Católica que en el Manifiesto
comunista y en la demagogia de la revolución soviética. Las soluciones de los
problemas sociales, para Álzate, radicaban en relación con un regreso al cristianismo,
y pensaba que en las doctrinas de la Iglesia estaba la fórmula. Y con su ayuda el
joven dirigente nacionalista emprendió su crítica a la economía liberal.
Se pasmarían si alguien les expusiera la teoría del bien común en Santo Tomás, que establece
la propiedad de los bienes necesarios y la simple gerencia de los superfluos, grabados con una
servidumbre social [...1 El cristianismo empieza por elevar el rango social del trabajo. No lo
considera una mercancía inerte, sino como algo que suda, que padece, que piensa. Es un
hombre, una criatura de Dios, que en su lucha económica desigual debe ser fortalecido por las
leyes, para restablecer el equilibrio. Ante la quiebra de la economía liberal que se encuentra en
los antípodas del Evangelio, ha de sobrevenir un orden nuevo, auténticamente cristiano [...] La
doctrina sociahcatólica tiene su ápice en el corporativismo, que evita el desbordamiento de la
lucha de clases, mediante una colaboración orgánica del capital y el trabajo. Es un regreso al
idilio medieval de los oficios corporados. El régimen corporativo entraña un nuevo ordenamiento
del Estado. Es incompatible dentro de la mecánica p e n d u l a r de los partidos políticos. El
corporativismo implica una democracia funcional, articulada económicamente, pero destruye
el sufragio inorgánico y las clientelas electorales. Mientras el Estado liberal se apoya sobre la
actividad contradictoria de los partidos, el Estado corporativo tiene su centro de gravedad en
los sindicatos verticales. Por eso no se puede plantear el corporativismo desde la vieja política.
Hay que renunciar a la concepción partidista si se adopta ese orden económico y social que es
la fórmula del porvenir, pues resuelve la tensión polar de las clases. Nosotros hemos dicho
dialécticamente: individualismo: tesis: comunismo: antítesis: síntesis: el régimen corporativo. 138
175
Ibid.
771
Ibid.
777
Ibid.
748
Ibid.
Los fisiócratas califican únicamente como clase productiva a los labriegos, que con el cultivo del
suelo crean los bienes anuales del país. Las demás clases eran estipendiarías y estériles. Esa
clasificación entre nosotros es exacta. Nuestro campesino se encorva de sol a sol en la santidad
de la fatiga para abastecer los ocios de una copiosa burocracia citadina. Suda plusvalía en
provecho de la urbe parasitaria. El Estado se preocupa escasamente de esa vasta humanidad
rural, que ha carecido siempre de higiene, crédito, escuelas y garantías laborales. Basta leer el
código del trabajo para darse cuenta de la desigualdad ante la ley que existe entre el exiguo
proletariado industrial y los jornaleros rústicos, porque el oportunismo de los gobiernos busca
alagar la demagogia urbana y convertirla en clientela electoral. 139
Emergía Álzate con un planteamiento popubsta surgido desde una raíz de pensamiento
cristiano y conservador, y como el equivalente a Jorge Eliécer Gaitán en la comunidad
conservadora. Clamó por una activa asistencia médica en las veredas, que defendiera
la raza contra las inclemencias del trópico, que destruía endémicamente las reservas
humanas. Habló de la importancia de una enseñanza rural práctica, que dotara a la
niñez campesina de conocimientos útiles sobre la tierra, que estableciera métodos
racionales en los cultivos y acabara con las supersticiones heredadas. "Sin máquinas
de labor, sin abonos químicos, sin regadío para las zonas de secano, los labriegos se
d e s g a s t a n i n ú t i l m e n t e sobre el suelo avaro", 1 4 1 s o s t e n í a . Y p r o m e t í a el
intervencionismo de Estado para el campo:
Nosotros sostenemos una política agraria que beneficie los productos terrígenas, que los proteja
con tarifas aduaneras, que funde cooperativas rurales y que eleve el nivel humano total del
campesino. Hay que librar cuanto antes a los labradores del agio aldeano, mediante el concurso
más amplio del Estado. La producción se torna macilenta cuando falta el riego económico del
crédito p a r a las clases medias rurales. Los propietarios de los pequeños fundos no tienen
ahorros disponibles para mejorar sus siembras, introducir maquinaria y pagar sus peones
antes de la cosecha. Sin un sistema amplio de préstamos agrarios, sobreviene el colapso de la
agricultura, que según Rouz es una industria cuyas fábricas se extienden horizontalmente con
el sol por motor [...] Agrónomos y no abogados. Semillas y no literatura. Técnica y no burocracia.
Eso es lo que el país necesita y nuestras voces reclaman. Un acto de contrición con la tierra y
un acercamiento vivaz a las aldeas donde una raza patriarcal sufre, lucha y espera [...] Si
alguna vez las derechas reconquistan el dominio del Estado, esa empresa restauradora ha de
714
ibid.
•7" Ibid.
'" Ibid.
Para ellos [los neonacionalistas] que abominan la democracia, para ellos que dicen que los jefes
no se equivocan, para ellos que aman a los dictadores, para ellos que son, según la frase ya
célebre, los mensajeros del Espíritu Santo. Nosotros los conservadores nos quedamos con la
democracia, luchando con el pueblo y para el pueblo, sintiendo los dolores y las alegrías de la
masa, prefiriendo engañarnos con el pueblo, o haciendo su felicidad.'"'
Londoño acusó al Gobierno liberal de hacer creer a todos los colombianos que la
derecha cristiana era enemiga de los desvalidos, cuando, justamente, en el
pensamiento cristiano se encontraba "la fraternidad, la dulcedumbre de la concordia
entre los hombres y la reivindicación de los pobres".149 Londoño se defendía de ataques
recientes; quienes lo escuchaban lo sabían'- "Nuestro movimiento es una cruzada en
la cual se reúne toda la pasión, el espíritu y el estilo de lo que es la derecha bien
entendida y practicada, con toda la responsabilidad de hacer de la tarea una obra de
cristianismo y humanidad". 130 Aprovechó la oportunidad para llenar de contenidos el
significante plutocrático que habían encontrado para los laureanistas: "han hecho
que todo el poder vaya a los que tienen fortuna y representación en las inversiones y
las utilidades de las sociedades anónimas". 151 Se refirió al olvido en que había caído el
4
La Voz de Caldas, marzo l77 de 1939. p. 3,
5
ibid., marzo 6 de 1939, p. 3.
77
Ibid.
7
La Patria, marzo 3 de 1939. p. 3.
" Ibid.. marzo 4 de 1939. p. 4.
s
Ibid.
° Ibid.
7
Ibid.
Agregaron que la exégesis del nacionalismo estaba en las encíclicas Rerum Novarum,
Quadragesimo Anno y Divini Redemptoris. 1 0 4 Finalmente, los nacionalistas
reafirmaron el conocido editorial "Germinal", de Silvio Villegas, como la plataforma
política del movimiento.
El 5 de marzo se celebró en Buga el Consejo General del Comando del Valle, con la
presencia de Fernando Londoño Londoño como invitado especial.156 Fueron aprobados
los nombres de Eliseo Arango y Silvio Villegas para encabezar las planchas de Cámara
y Asamblea respectivamente.
774
Ibid.
'••' I b i d .
771
Ibid, p, 3.
77,s
Véase íbj'd., marzo 6 de 1939, p. 2.
777(7
Esta reunión fue presidida por el Comando Departamental, del cual hacían parte Leonardo Tafur Garcés, Alvaro Calero Tejada, Ciro
Molina Garcés y J u a n Antonio Bonilla, y el cual contó con la participación de 177 delegados municipales.
Si nos habéis llamado porque encontráis mayor vigencia histórica en nuestro programa, en
nuestros símbolos y en nuestra mística, acá estamos para actuar en este movimiento en una
forma autónoma, con nuestro rótulo y nuestros programas. Es infantil llamarnos renegados,
apóstatas o herejes: estas manifestaciones nos están demostrando la comunidad de espíritu
que hay entre nosotros y las masas del viejo partido. Vamos a luchar contra el liberalismo
acantonado en el poder y en la mentalidad burguesa de las castas privilegiadas que están
dirigiendo al conservatismo de Antioquia. 160
Una comisión de la ANP antioqueña, integrada por J u a n Roca Lemus y Jorge Luis
Arango, cursó invitación a Silvio Villegas y a Álzate Avendaño para que presidieran
el 7 de marzo la Convención del nacionalismo regional, que escogería candidatos.
Una alianza electoral con la Acción Popular Conservadora se preveía. Cabe señalar
que, aunque el director de El Colombiano no se vinculó a la ANP en la Convención
de Portobelo, era un hombre cercano a la sensibilidad leoparda y había abierto espacios
en su diario a los nacionalistas del departamento: "El grupo político que capitanea
Fernando Gómez Martínez ha sido noblemente generoso con nosotros. Allí se les han
abierto ampliamente las puertas a nuestras ideas y a nuestros hombres. El
Colombiano ha sido siempre fiel a la fórmula no hay enemigos a la derecha. En
Medellín se ha constituido un comité de acción política que anhela la organización de
un cartel de derechas para quebrantar electoralmente la dictadura del general
77
Véase Ea Patria, marzo l'7 de 1939. pp 1 y 4
7,77
El Colombiano, marzo 3 de 1939, p. 4.
74
Ibid.
"'" Ibid.
Aunque la prensa liberal destacó el orden y la tranquilidad durante los comicios, los
conservadores no compartieron ese balance. La Voz de Caldas reportó que en Bogotá,
Amadeo Gutiérrez e Ignacio Escallón fueron atacados por liberales; que en Toledo.
Santander, el conservatismo se había abstenido de sufragar por amenazas de la pobcía;
que en Soatá, Boyacá, los conservadores fueron ultrajados por la policía con un saldo de
un muerto y un herido; y que en Santander de Quilichao, en Marsella y en Anserma
también hubo bajas conservadoras, producto de confrontaciones con los liberales.
No se compadecieron los votos con las energías, con el gran esfuerzo desplegado por
los dirigentes nacionalistas. La palabra trascendente, arrogante, imponente y
apocalíptica no recibió en votos el respaldo ansiado. Pero a la hora del raciocinio,
Silvio Villegas no renunció a ella ;
Los cabalísticos 6.666 votos nacionalistas de Caldas sirvieron apenas para un escaño
en la Cámara de Rrepresentantes para Silvio Villegas, y uno para Fernando Londoño
Londoño en la Asamblea de Caldas. En Antioquia, los nacionalistas de la ANP
alcanzaron 2.324 votos y la Acción Popular Conservadora 1.551. En el Valle el
nacionalismo sólo logró 943 sufragios, y en el Cauca a duras penas alcanzaron el
respaldo de cuarenta simpatizantes. El leopardo Augusto Ramírez Moreno consiguió
en Cundinamarca 2.722 sufragios frente a los 46.414 de la lista laureanista. Muchos
votos, los de Ramírez, diría uno, si tenemos en cuenta que el comunismo, que llevaba
más tiempo en la brega política, alcanzó en la región 3.078 votos. En total, la
sensibilidad nacionalista sumó entonces 14.246 votos. Lastimosamente, no se
conocieron los votos nacionalistas de la Costa Atlántica.
777
El Colombiano, julio 19 de 1939. p. 5.
774
La Patria, marzo 20 de 1939. p. 1,
74
Ibid.. p. 3.
77711
Seis reformas estructurales..., p. 641,
16 Victoria 32 6 127
17 La Dorada 52 6 533
18 Riosucio 2.092 73 1.473
19 Neira 1.156 214 503
20 Aguadas 960 388 286
•2] Arma 45 19 139
22 Aranzazu 1.137 220 212
En Antioquia, la victoria liberal fue estrecha: 62.815 contra 61.101, pero llena de
significados. El liberalismo conquistaba finalmente el mayor baluarte conservador
del país. En los departamentos del centro oriente y de la Costa Atlántica, los liberales
ganaron también. De tal manera, la representación política en la Cámara de
Representantes quedó distribuida así: 77 liberales, 40 conservadores y un nacionabsta.
Mientras que para las asambleas departamentales el liberalismo contaría con 172
diputados, el conservatismo con 94 y los nacionalistas con uno.
Ante las tempestades que levantaba el periódico La Patria y que hacían galopar por los aires
las radiodifusoras r o m a n i s t a s , nosotros llevamos n u e s t r a i n g e n u i d a d h a s t a creer que
verdaderamente, en este Departamento, el conservatismo era un cadáver. Pero los resultados
electorales le p r u e b a n al pueblo colombiano que ese periódico, y que esas radiodifusoras,
capitalizaron durante veinticuatro meses consecutivos todas las mentiras y toda la chismografía,
y todas las murmuraciones que se puedan producir en este país. 184
7
Ibid.
7
El Siglo, marzo 22 de 1939, p. 1.
7
El Liberal, marzo 27 de 1939, p. 5.
1
La Voz de Caldas, marzo 20 de 1939, p. 3.
Hf
' La Patria, marzo 20 de 1939, p. 3.
"' Ibid.
•' Ibid.. marzo 21 de 1939. p. 3
" Ibid.. marzo 22 de 1939, p. 2.
"' El Liberal, agosto 29 de 1939, p. 6.
747
La Razón, marzo 21 de 1939. p. 10.
7,1
Álzate Avendaño, Gilberto. Variaciones en torno a un nombre..
2
" La Patria, marzo 21 do 1 939, p. 3.
El 19 de marzo nos dio por primera vez la sensación del número. Si hace diez años éramos solo
un puñado de ilusos los que nos atrevíamos a hablar en un idioma nacional, franco y erguido,
¿quién que no desvaríe, puede llamar fracaso a la conquista de 11.000 hombres? Este es el
hecho político que nosotros planteamos a los recelosos desconfiados e incrédulos. Éramos diez,
a lo sumo veinte. Ahora somos una legión, tras una breve faena de diez meses. Supóngase
usted las sorpresas del futuro. 194
Realmente, habían pasado sólo dos años desde que el nacionalismo había dejado el
"vetusto caserón". La campaña electoral fue una proeza comparada con años de
historia conservadora. En síntesis, el movimiento nacionalista obtuvo más de 13.000
votos, cifra no despreciable para un movimiento disidente de escasa trayectoria, y en
contravía de la inercia política cultural. Respecto a los datos publicados en La Patria,
los nacionalistas les ganaron a los conservadores en cuatro poblaciones: Apía,
Palestina, La Virginia y Mistrató. En ninguno de los municipios a donde repetidas
veces fueron los nacionalistas a hacer política lograron ganarle al oficialismo
conservador. La curiosidad pública los acompañó masivamente en Pacora, Aranzazu,
Marulanda, Manzanares, Santa Rosa, Pueblo Rico, Pensilvania y Samaná, pero los
votos fueron para el oficialismo.
Para demostrar que se podía seguir luchando por los ideales nacionalistas dentro del
Partido Conservador, Mejía dictó una conferencia en la Casa Conservadora, en la
cual planteó la cuestión social como preocupación no sólo de las izquierdas, sino
también de su partido. Demostró cómo el conservatismo había contribuido
históricamente a su resolución a través de leyes desde el Congreso, y aprovechó para
recalcar el estado en que se encontraba el programa doctrinario del partido:
Una ilustre convención nacional conservadora estatuyó muy sabiamente que entre la revolución
igualitaria, materialista y utópica del comunismo marxista, y la doctrina individualista, burguesa
y no menos utópica del liberalismo tradicional, nosotros defendemos y proclamamos la norma
de la justicia cristiana que, respetando el principio, el derecho de propiedad privada, impone a
los ricos la obligación de hacer partícipes de sus bienes superfluos a los pobres. 201
7,7
El Colombiano, marzo 23 de 1939, p. 3.
"" Ibid.. julio 19 de 1939. p. 5.
77777
Ibid., abril 12 de 1939, p. 5.
: 7
'" Ibid.
2771
Ibid., octubre l 7, de 1939, p. 4.
El doctor Londoño Londoño votó nada menos que por el doctor Aquilino Villegas, el
más infatigable y violento enemigo de las juventudes derechistas. El doctor Aquilino
Villegas ha llegado hasta descuidar su pluma frente a las ocurrencias peligrosas del
régimen liberal para afilarla diariamente contra juventudes que, como Londoño y
Londoño, se siguen mostrando como defensores impertérritos de la patria, llegando
hasta dar certeramente su voto por su implacable opositor.202
2772
Jbíd., abril 27 de 1939, p. 5.
2077
La Patria, abril 20 de 1939, p. 3.
' " I b i d . mayo 6 de 1939, p. 3.
2775
ElLiheral. mayo 16de 1939, p. 5.
m
Ibid.
2717
Ibid., mayo 15 de 1939, p. 3.
Anhelamos que todas las fuerzas conservadoras de Caldas que hubieran podido dispersarse en
corrientes adventicias o se hubieren abstenido por una u otra razón, permaneciendo al margen
del pasado debate, regresen a la casa común y se congreguen bajo la tradicional bandera, sin
recriminaciones y depuestas transitorias diferencias que no tienen razón de subsistir. El
momento es propicio, porque no sólo ese fue el ánimo que predominó en la convención de junio
sino porque el partido ha sabido remozar en el ostracismo sus principios, alimentando los
renuevos de su ideología con la savia de sus profundas raíces, que se hunden en la entraña
misma de los eternos principios cristianos. 2 "
" ' I b i d . . p. 1.
27
" ' Ibid.. junio T d e 1939. p. 3.
2
" Véase Ibid.
" La Voz de Caldas, jumo 8 de 1939, p. 4.
274
Ibid.
47
• Ibid.
27
Ibid.. junio 9 de 1939. p. 3.
A pesar de los magros guarismos electorales, todas las victorias son nuestras. Obligamos al
conservatismo a levantar la abstención, que lo estaba destruyendo: logramos que oficialmente
sus directivas se incorporaran en el poder electoral; al sacar nuestras masas a la calle sacamos
también las suyas: la última convención conservadora aprobó, en parte, nuestro programa,
aceptando las ideas corporativistas. Le hemos impuesto al conservatismo nuestro vocabulario,
nuestro estilo y nuestras ideas. A una colectividad pétrea, impermeable, le injertamos una vida
nueva. Desde esta arrogante posición insular hemos tenido más influencia que cuando estaban
en nuestras manos algunas de las palancas de mando". 210
Así que de conservatismo nada tenían que enseñarle los nuevos jefes.
"Una pausa" fue el titular que utilizó Silvio Villegas en su editorial del 15 de julio de
1939, para despedirse del periódico. El ilustre director declaró que asumía su curul en
la Cámara de Representantes, en nombre de todo el pueblo caldense. Escribiendo en
plural, agregó que desde el Congreso lucharía por las ideas de su sensibilidad política
expuestas en la campaña electoral, algunos de cuyos ejes giraron alrededor de la
descentralización, desarrollo de la infraestructura regional, elevación del nivel de las
instituciones armadas, oposición a los impuestos de exportación del café y a los elevados
sueldos de los parlamentarios, y establecimiento de una marina mercante nacional.
Pero aclaró que se comportaría de acuerdo a su consigna de "no hay enemigos a la
derecha". Y en esta dirección no descartó la posibilidad de apoyar al laureanismo en sus
propósitos de revisar las reformas de los congresos liberales homogéneos. Le reconocía,
curiosamente, al régimen de la revolución en marcha avances sociales como el de la
tributación, pero rechazaba la ley de tierras por efectos, según argüía, contraproducentes
para los campesinos y por haber creado la inseguridad que en ese momento padecía la
Nación. Sorpresivamente, declaró: "El país sabe que no somos reaccionarios, ni queremos
una vuelta al pasado, sino que aspiramos a una patria mejor".217 Sin embargo, enfatizó
que haría una oposición sistemática al Gobierno y la justificó así: "La oposición atrae
los mejores espíritus de cada época, es decir, los más desinteresados, los más dignos, los
que no le tienen miedo a la intemperie. Todas las oposiciones tienen razón porque
representan un ideal de perfeccionamiento humano". 218 Se trataba de un texto nuevo,
más dúctil, lleno de los intereses del también nuevo Silvio Villegas.
417
La Patria, junio 21 de 1939, p. 1,
217
Ibid.. p. 2.
217
Véase ibid.. julio 15 de 1939, p. 3,
274
Ibid.
2774
Aid., julio Kide 19,39. p, 3,
Álzate reconoció en López a una personalidad histórica fuerte, se declaró anti nazi, y
agregó: "En la actualidad soy el mejor escritor político de Colombia, y algunos de los
mejores editoriales que se publicaron en La Patria, como soy un fugitivo, se los
2277
La Razón, julio 18 de 1939, p, 11.
77777
Diario del Pacifico, agosto 23 de 1939. p. 2.
222
Ibid. p. 2.
424
Ibid.
Álzate Avendaño entró en ira: "Acepto que se me ataque, pero no que se parapeten en
mi nombre para decir mezquindades y estupideces",226 dijo. El dirigente nacionalista
envió telegramas a Cali para desmentir la autenticidad de la entrevista y rechazar
sus contenidos, que calificó de apócrifos. "Entrevista falsa, malévola, matrera, baja
y ruin", escribió a los editores del diario caleño. 226 Señaló que su charla con el poeta
Antonio Llano había girado sobre temas intelectuales y literarios, mas no sobre
política, puesto que consideraba inapropiado dar declaraciones a un medio de
comunicación de diferente parecer ideológico. Finalmente, Álzate enfatizó en que sus
relaciones con Silvio Villegas eran invulnerables, y que el nacionalismo concurriría
a las próximas elecciones. Llanos se defendió de las acusaciones hechas por Álzate
Avendaño y ratificó sus contenidos: "No sólo declaróme que le había hecho los mejores
editoriales a Silvio Villegas, sino que igualmente le escribió las dos mejores conferencias
que pronunció durante el debate nacionalista, o sea las de Cartagena y Cali".227
7724
Ibid.
226
El Liberal, agosto 24 de 1939, p. 7.
2217
Ibid. El Espectador del 26 de agosto, en su página 7, informó que Álzate había presentado denuncia por calumnia contra Diario del
Pacíñco, ante el Juzgado Segundo Penal del Circuito.
227
Diario del Pacíñco, agosto 25 de 1939, p. 5.
228
De Joaquín Estrada Monsalve al conservatismo del Quindío, En La Patria, septiembre 27 de 1939, p. 8.
"• La Patria, septiembre 7 de 1939, p. 8.
2770
El Colombiano, septiembre 14 de 1939, p. 3.
27,1
Ibid.
272
Véase Tradición. X" 45. septiembre 24 de 1939, pp. 1.278-1.279.
2777
La Patria, septiembre 9 de 1939, p. 1.
Hombre de lucha, no convengo con la abejadiza displicencia de las masas, juzgo suicida la
abstención e improcedente toda actitud deliberadora del partido. Lo único imperdonable es la
lucha estéril. Es necesario infundirle al conservatismo un heroico espíritu antrderrotista. Una
raza fuerte no tiene porque temerle a la adversidad: la historia parece haberse escrito sólo para
enseñarnos que la derrota no es sino una forma estratégica de la victoria [...] Pregono la
unidad plena: contra la guerrilla de grupos, la generosa consolidación; contra la anarquía de
programas, un decálogo unitario; contra la pugna de generaciones, la continuidad biológica de
ellas; sobre el pasado, el porvenir. El conservatismo debe ser un continente y no un archipiélago.
En torno a los jefes naturales, lo enrularemos al poder. Esta ambición que se adueñó de mí
desde que nací a la política, constituye la razón de ser de mi espíritu y la explicación de la
permanente intervención en la vida pública colombiana. 235
A su vez, Silvio Villegas invitó a votar dentro de la fórmula "no hay enemigos a la
derecha". 236 Tradición comunicó que iba a las elecciones con autonomía, y llamó a
cada militante a comportarse como un "soldado de la nueva Colombia"237. El 25 de
septiembre de 2007 se reunieron los dirigentes nacionalistas de Caldas: Álzate
Avendaño, Londoño Londoño, Alvarez Restrepo, Arango Uribe, Mejía Palacio y Alberto
Hoyos y emitieron una declaración, en uno de cuyos apartes decía: "Decretar la
abstención total en las próximas elecciones para concejales dentro del municipio de
Manizales. Prevenir a los militantes del nacionalismo contra posibles sorpresas y
engaños, advirtiéndoles que el nacionalismo no ha inscrito ni ha autorizado lista
alguna de candidatos en Manizales, y por lo tanto, deben abstenerse disciplinariamente
de sufragar el domingo próximo"238
234
Ibid., septiembre 24 de 1939. p, 1.
2:75
Ibid.. septiembre 27 de 1939, p. 8.
27777
Ibid. Véase, además, ibid., septiembre 28 de 1939, p. 1,
2777
Véase Tradición, N° 45, septiembre 24 de 1939, p. 1.293.
2
" El Liberal, septiembre 26 de 1939, p. 16.
27777
Eastman. Jorge Mario. Seis Reformas estructurales... p. 353.
2I
" Ibid.
247
Véase Eastman, Jorge Mario. Seis reformas... pp. 326-327, 353.
242
El Liberal, octubre 29 de 1939, p. 16.
2,3
La Patria, octubre 28 de 1939. p. 4.
'"' Ibid.
245
Ibid.
En los manifiestos últimos que hemos dado a la prensa se dice que propugnamos por un
nacionalismo de tipo nacionalista, colombiano, criollo, no por un nacional-socialismo alemán.
Socialismos nacionalistas son, en Indo-América, el de Lázaro Cárdenas en México, o el del
malogrado coronel Germán Busch en Bolivia: los admiramos por su lucha contra el imperialismo
y por su programa de nacionalización de los petróleos. Pero arquetipos de gobiernos europeos no
hemos acogido en nuestro programa. El nacionalismo proclama los valores de la nacionalidad y
sostiene que el perfeccionamiento de estos valores debe fundarse en una reintegración del
espíritu nacional. Junto por rechazar todo criterio internacional expansionista o agresivo, propugna
una sana política nacionalista, que restituya a Colombia su poderío material y cultural y le dé, en
el plano continental, un rol orientador y constructivo. Naturalmente, este nacionalismo nuestro
es muy distinto al nacionalismo "lírico" de Barres, de que tan enamorado vive el doctor Villegas.249
Yo comprendo que en política no existen obligaciones irredimibles. Pero tampoco puede ser ella
un cómodo hospedaje en todas las estaciones de veraneo. La vida pública de Villegas, que quiere
presentar como una parábola ascendente, es un zig-zag extravagante, que va del diletantismo
barresiano a la república financiera y llega, entre corbetas, a la Acción Nacionalista Popular,
escarpado islote de rebeldía. La bajamar lo devuelve como una resaca a su vieja querencia. 250
Álzate afirmó que los resultados electorales del 19 marzo de 1939 habían dividido al
nacionalismo, y que las actuaciones de Villegas al restringir en La Patria la
publicación de noticias sobre la Acción Nacionalista Popular sorprendieron a la
militancia. Dijo que, desde La Patria, Villegas se propuso desmoralizar y disolver
el movimiento. Pero exaltó la política de abstención de la ANP en las elecciones
municipales: ""Nuestra abstención produjo un descenso vertical de los guarismos
conservadores en 20.000 sufragios menos sobre las antiguas estadísticas".251 Sabéndose
del morbo del escándalo, Álzate hizo un balance de lo acontecido:
2
" Ibid.. p, 1.
247
La confección de la lista para Concejo de Bogotá, por ejemplo, tuvo un proceso largo y cupieron en ella realmente todas las corrientes
liberales 7 Gaitán, Alberto Lleras. Jorge Bejarano, Antonio Garcia, Lucas Caballero y Jorge Villaveces, entre otros,
''" La Patria, octubre 28 de 1939. p. 1.
7,s
• El Liberal, octubre 29 de 1939, p. 15,
J7
" JJjid.. p. 16.
477
Jbid,
Así, Villegas, sin pundonor y en afrenta a la política de misión que defendía desde
meses atrás, había caído en el juego del bipartidismo.
Álzate Avendaño respondió esa misma noche a los argumentos de Villegas, a quien
trató de ingenioso truhán.
Todo el estado mayor nacionalista sabe que yo revisaba, corregía y aumentaba las conferencias
políticas de Villegas. Yo inspiraba y escribía sus editoriales sobre temas sustantivos. Durante el
debate preparatorio de las elecciones, le impuse mi voluntad a gritos. Villegas se batía con mis
frases, que renovaban sus viejos trucos literarios [...] Villegas se ha sostenido siempre con
empréstitos mentales. Su profusa obra de escritor y orador es un ejemplo típico de la prosperidad
a debe. 2 '"
' Ibid.
7
Ibid.
1
Ibid.. noviembre 4 de 1939. p, 12
7
Ibid.
" Ibid.. p, 4
José Mejía Mejía, de regreso de la Acción Popular Conservadora, después de las elecciones
de marzo, terció a favor de Villegas: "Nunca leímos otra cosa que doctrina conservadora
en los editoriales nacionalistas de La Patria de Manizales. El nacionalismo de Silvio
Villegas no fue otra cosa que una predicación conservadora al margen de las directivas
supremas del partido. Hoy regresa a la disciplina, y no a la doctrina".257 En cambio, los
comandos de la ANP antioqueña, luego de rechazar los argumentos esgrimidos por
Silvio Villegas para justificar su retiro, le dijeron en un largo telegrama:
Su afán de asimilarnos ahora nazismo, fascismo, falange, es recurso oportunista indigno sus
antecedentes intelectuales. Usted sábelo con evidencia nuestra antipatía por transplantaciones
e x t r a ñ a s . S u g e r e n c i a s p a r a hacernos aparecer p u g n a catolicismo son m e z q u i n a s y sin
equivalencia entre nuestra propaganda y la suya. Nosotros hemos luchado por algo y no contra
algo. Esa es la diferencia. Usted trabaja con el movimiento caldense contra cierto caudillo
conservatismo que para nosotros es apenas un incidente. Si su egregia inteligencia, ilustración,
no sírvenle para recoger dialéctica pensamiento, en puro sentido colombiano, es gallardo
e n t r e g u e curul n u e s t r o genuino vocero doctor Álzate Avendaño. Sus actuaciones contra
movimiento no liquídanlo sino vigorízanlo certidumbre de que políticos son los destructores de
la Patria. Cristo y Bolívar enjuicien su conciencia por juramentos traicionados. Saludárnoslo. 2 '' 8
2,7
El Colombiano, noviembre 5 de 1939, p, 3.
'""" El Liberal, noviembre 5 de 1939, p. 10. El telegrama estaba firmado, entre otros, por Félix Ángel Vallejo, Antonio Osorio Isaza,
Alberto Gómez Montoya. Gabriel Henao Mejía. Abel Naranjo Villegas, José Luis Aramburo, Jorge Luis Arango, Alejandro Muñera.
Guillermo Botero. Belisario Betancur, Marco Tulio Ceballos (siguen dieciocho nombres más).
259
Ibid.. noviembre 6 de 1939. p. 10,
2
'" Ibid.. noviembre 10 de 1939. p. 10.
277
Ibid., noviembre 6 de 1939, p. 15. Firmaron Rodrigo Jiménez Mejía, Ignacio Pineros Suárez. José V. Sánchez. Eduardo Carranza. Felipe
A. Molina, Carlos Martín, Alberto Duran Laserna. Jaime Sáenz, Jorge Guerrero y Carlos Ortiz Silva.
2772
El Colombiano, noviembre 3 de 1939, p. 3.
Álzate se declaró disgustado con él mismo por haberse referido a su intervención en los
discursos y editoriales de Silvio Villegas. Se excusó, pero no se retractó: "Lo hice por un
2777
Ibid.
'"" Ibid.
"" Ibid.
2
"' Ibid.
2(77
7bid., noviembre 3 de 1939. p. 3. Véase también El Liberal, noviembre 5 de 1939, p. 10.
m
La Razón, octubre 25 de 1939, p. 11.
27777
El Liberal, noviembre 1° de 1939, p. 5,
2771
Ibid.. noviembre 5 de 1939, p. 8.
Se trató de una situación muy difícil para la sensibilidad leoparda, una de las partes de
la ANP, la más importante, a lo mejor. Álzate había Uevado el discurso de esta sensibüidad
a niveles muy altos de sofisticación ideológica, muy comprometedores con una manera
particular y nueva de concebir la política. En ese momento, podía autoproclamarse el
mejor escritor político del país, pues, con la Acción Nacionalista Popular, se había
convertido en un excelente comunicador de la política. La ANP lo completó, y entonces
ya no era solamente el hombre-masa, el gran organizador y conductor, sino un ideólogo.
Por ello hacía las veces de puente entre la generación de los Leopardos y la de los
jóvenes que impulsaban el ala radical de la ANP, que lo veían como tal, pero que, sobre
todo, intuían en él un tránsito hacia una comunidad política distinta a los partidos
tradicionales. Después de tan elevado esfuerzo, Álzate estaba éticamente impedido a
desertar! no podía regresar a toda máquina, sin negociación, sin ser llamado ni esperado.
Quedar a disposición de Laureano Gómez, el enemigo fabricado con creces, no creemos
que le sedujera. Le convenía más pensar en un aforismo que se evocaba en circunstancias
parecidas: la política es el arte de esperar.
Creemos haber dado luces sobre el primer Gilberto Álzate Avendaño, su generación y
la de los Leopardos, que terminaron confluyendo en lo que aquí denominamos la
sensibilidad leoparda. Fue nuestro interés mostrar a Álzate Avendaño en colectivo,
esto es, no como un genio extraño a su tiempo, formándose a solas, sino como producto
de un esfuerzo grupal, intergeneracional. Estuvo entre sus pares —tan capaces como
él—, entre sus superiores y entre la gente común de su partido. Se trató de un
hombre consecuente y coherente con la cultura política de un colombiano nacido en
una familia conservadora, y crecido en una región de fuertes y arraigadas tradiciones
ligadas a un universo político tradicional.
Abonaba este terreno el acontecer mundial. La política colombiana, como mal podría
pensarse, no era local, no era una cosa de provincia. Manizales o Medellín no se
diferenciaban grandemente de Bogotá en cuestiones culturales e intelectuales. No se
conocían a fondo las realidades locales. La ciencia social en Colombia pendía todavía
de la natural, y esta apenas despuntaba. En cambio, Europa, su historia y su
historiografía, su política y su politología, su filosofía y todos sus problemas circulaban
y e m u l a b a n la cotidianidad colombiana. Álzate y la gente con quienes se
intercomunicaba tenían en la historia europea las fuentes de sus conversaciones, de
sus escritos y de sus lecturas.
Lo que he querido señalar es que la fuerte resistencia a los cambios que vivía el país
durante los gobiernos liberales era correspondiente al peso de la Iglesia Católica en
la sociedad colombiana, y al peso también en ella de su vocero: el Partido Conservador.
Hoy puede parecer una hipérbole, pero para los conservadores, acostumbrados al
dominio del poder, lo que existía en Colombia era una república católica, construida
lenta y meticulosamente, de la cual estaban orgullosos, por lo cual no podían asistir
impávidos a su desaparición después de 1930.
Antes de que Álzate movilizara las masas, trabajar con la muchedumbre, como
hemos demostrado en el texto, era casi un patrimonio de las culturas liberal y
sociabsta. Álzate desechó esta apropiación e hizo reabdad lo que la sensibibdad leoparda
pensaba de la movilización popular. Rescató el mesianismo, un poco extraviado para
los conservadores, y tomó de los liberales el culto a las personalidades como mecanismo
de refuerzo de la doctrina conservadora, experimento que puso a prueba en las
manifestaciones políticas e, incluso, en la confección de imágenes de Laureano Gómez,
su contradictor interno, repartidas con profusión. Representaba otro modelo de
modernidad en el ejercicio de la política que apelaba al campesino godo. Llegaba al
hombre del campo, que, desalojado de su lugar de origen y desplazado, lo escuchaba
ya no en la aldea, sino en los poblados. Era enérgico en la confrontación, y, gracias a
ello, la dialogicidad fluía en un país en el que, si bien era peligroso vivir, resultaba
interesante para la polémica política. Con Álzate, el conservatismo no se arrinconó,
salió de la madriguera, se desperezó y se expresó por su voz, que se identificaba con
la de la sensibilidad leoparda. Sin la experiencia de Álzate en los años veinte y treinta,
no hubiera sido posible el Álzate que el país conocerá más adelante, y a él y a la
sensibilidad leoparda le deberá el Partido Conservador su presencia y permanencia,
en una época en que pudo haber desaparecido.
Documento 1.
Bases p a r a u n programa nacionalista. 1
Por Rodrigo Jiménez Mejía
D o c u m e n t o 2.
El conservatismo es hoy un patentado fantasma escocés.2
En el "hall" del Alférez Real el doctor Gilberto Álzate Avendaño departe con sus amigos.
El cronista se anuncia. Relator solicita del líder nacionalista unas declaraciones
sobre la actualidad política.
- Yo estoy ideológicamente en las antípodas de Relator, pero accedo a darle una
entrevista, seguro de que se publicará iealmente cuanto diga, con un criterio
informativo.
- ¿Qué lo trajo a Cali?
- Una gestión profesional
- ¿Y qué lo llevó a Popayán?
- El deseo de aprovechar dos días vacantes.
- ¿Cómo se encuentra el movimiento nacionalista en el Cauca?
- Hay un estado de efervescencia preparatoria. El mejor conjunto universitario, por
su calidad y por su número, está matriculado en el movimiento. Son cien cadetes
nacionalistas en las facultades superiores, sin nexos con la vieja política, que hablan
el lenguaje auroral de esta cruzada. Los obreros payaneses se aproximan al
nacionalismo con curiosidad y simpatía. En todos los municipios de ese departamento
unas masas desencantadas de los vetustos partidos hallan en nosotros su centro de
gravitación, su polo magnético. Sólo falta encuadrarlas. Después de las vacaciones
próximas, al retornar a las aulas, la juventud publicará un semanario como trinchera
y portavoz del nacionalismo en el Cauca.
- ¿Usted pronunció un discurso político en Popayán?
- No tuvo el carácter teatral de un discurso. Hice apenas una plática ante los
estudiantes y los obreros acerca de la organización autónoma, el contenido doctrinal,
la táctica y el estilo del movimiento.
El nacionalismo en el Valle.
- ¿En el Valle tienen ustedes muchos afiliados?
- El nacionalismo ha invadido el norte del departamento, cuyas masas se incorporan
fervorosamente a nuestros cuadros. En Cali también hay seiscientos trabajadores
empadronados y u n estado mayor, un equipo mental de primera magnitud. Ayer
- Entrevista a Gilberto Álzate Avendaño publicada en Relator, abril 9 de 1938, pp. 1-2 y 8.
El p o r v e n i r del p a s a d o 509
estuve conferenciando largamente en la Casa Nacionalista con los dirigentes obreros.
Ellos divulgan nuestra ideología entre las clases populares con fe, con júbilo, con
voluntad misionera. Cali puede ser una central nacionalista para el occidente. Aquí
el pueblo está receloso de los desvarios demagógicos y los mitos marxistas, después
de las deliberaciones explosivas del congreso sindical, pero tampoco encuentra solución
y acomodo dentro de las antiguas estructuras políticas. Nosotros representamos
para los de abajo un orden nuevo, justo, fuerte y cristiano, sin lucha de clases, pero
sin privilegios de clase. El núcleo inicial de la Acción Nacionalista Popular en Cali,
que venía cumpliendo una efectiva tarea catequizadora, se ensancha y se refuerza
hoy con nuevas masas y con altos guiones intelectuales. Acabamos de constituir un
prestigioso comando provisional del Valle, con un cuerpo consultivo y unas secretarías
técnicas, mientras se reúne en mayo la convención nacionalista colombiana, cuyo
objetivo es promulgar un programa concreto y establecer una organización definitiva
en todo el país.
Doctrina y táctica.
— ¿Podría usted decirnos, esquemáticamente, cuáles son la doctrina y la táctica del
nacionalismo popular?
— Esa pregunta puede ser absuelta mejor en un ensayo o en una conferencia que
dentro del breve marco de un reportaje. Sin embargo a riesgo de dar a este diálogo
demasiada pesadez académica, aprovecho la oportunidad para esclarecer un poco el
sentido histórico de este movimiento, sobre cuyas tesis o propósito se han escrito los
más extravagantes folletines, por incomprensión o por perfidia.
— A ustedes los acusa la prensa laureanista de importar al país teorías exóticas,
novedades políticas europeas sin clima propicio en Colombia.
— Ya demostraré la inexactitud de esa aseveración, pero comienzo por advertirle que
en Colombia no hay formas políticas, sociales, económicas, jurídicas, artísticas o
religiosas de origen nacional. Nuestro idioma es español, romana la iglesia, francesa
la jurisprudencia, y el estatuto constitucional una mercancía de contrabando, una
colcha de retazos ideológicos o un baúl trotamundos cubierto con las etiquetas
multicolores de todas las doctrinas forasteras. No olvide usted que los ideólogos de la
independencia quisieron hacer una República a imagen y semejanza de otros pueblos.
Sus proyectos sobre el Estado eran versión y plagio de la carta orgánica francesa o
norteamericana. La gesta libertadora se hizo con ideas importadas. Es oportuno
recordar que Bentham escribía en el siglo pasado constituciones de encargo para las
repúblicas tropicales, pues los diletantes políticos de estos confines creyeron siempre
en la existencia de un arte de construir Estados, sujeto a reglas mecánicas como la
fabricación de relojes o armonios o cerraduras. El país ha vivido siempre de préstamos
espiritual y económicamente. ¿Qué replican a esto nuestros sedicentes demócratas
criollos? ¿Acaso el acta de fundación de la democracia figura en los protocolos de las
sabios de Fontibón o tiene patente colombiana como invento nacional? ¿No vino esa
teoría de gobierno por la misma ruta de las carabelas? Las ideas, en cuanto valores
puros, no tienen domicilio geográfico. Pero resulta paradójico que estos políticos de
gorro frigio, que prolongan más allá de su vigencia histórica el vocabulario demagógico
de la revolución francesa, nos acusen de introducir ideologías ultramarinas, cuando
nuestro movimiento recoge las concepciones del Libertador, el único estadista original
del continente. Era Bolívar quien pedía frente a los leguleyos que saboteaban su obra
Influencia de Ultramar.
- Pero es evidente que la juventud nacionalista recibe un potente influjo de los
movimientos políticos de Europa.
- No lo niego. Claro que el caso no abarca únicamente a las nuevas promociones, ni
a las minorías letradas, sino a todas las gentes. El avión, el radio y otros inventos
han acortado las distancias físicas y espirituales entre los pueblos, estableciendo
una solidaridad ecuménica. Si dentro de la interdependencia económica del mundo
los cafetales de Kenya amenazan la economía colombiana y una crisis en Australia
repercute sobre nuestra industria textil también los sucesos políticos universales
cambian la mentalidad del país, su criterio y sus hábitos. Los colombianos vivos no
pueden pensar con la misma parsimonia de los abuelos de la patria boba o mantenerse
confinados espiritualmente dentro de un horizonte parroquial como las masas del
siglo pasado. Ya la política no se hace entre jicaras de chocolate santafereño y las
ideas no viajan a lomo de muía. En otras épocas la información internacional era
privilegio de las altas clases intelectuales y sociales, suscritas a las publicaciones
extranjeras. Hoy en la casa más modesta de los suburbios basta mover el botón del
aparato de radio para asistir a la marcha triunfal de Hitler hacia Viena o para
conocer exactamente el avance cotidiano de las líneas de Franco. Puedo asegurar
que la moral del conservatismo, a pesar de su aniquilamiento político en el país, ha
sido sostenida por los éxitos del falangismo español. Parece absurdo, pero es exacto.
La oposición conservadora siente un vínculo oscuro, una espontánea y total fusión
del ánimo con el movimiento rebelde de la península, una razón ínexpresada que la
impulsa a seguir con ansiedad la guerra en España como si se estuviera combatiendo
dentro de los lindes patrios. Esas masas no ignoran la forma totalitaria del nuevo
Estado español, las tangencias y concomitancias de Franco con el fascismo. Sin
embargo braman de alborozo cada vez que sus fuerzas rinden una nueva ciudadela
del gobierno democrático de Barcelona. ¿Es que han renegado de la democracia, o
nunca han visto su huidiza faz, o jamás creyeron en ella [ilegible] bajo un rótulo
anacrónico bulle ya una nueva concepción política? Pero es tan patente el caso que el
doctor Laureano Gómez ha pedido en un discurso su matrícula en la falange española
y usa, metafóricamente, un gorro de requeté para dormir. Es este un dato
meteorológico sobre la dirección de los vientos.
No quieren ser lógicos, sin embargo, esos fracasados conductores. Se declaran
falangistas en España y antifalangistas en Colombia, después de afirmar que este
país está señalado con rayas rojas en el mapa político del mundo, lo que exigiría un
procedimiento análogo. La misma prensa que nos hostiliza, declarando a su amaño
que somos devotos del Estado totabtario no omite propaganda y loas a Hitler, Mussobni
y otros dictadores, no obstante los alegatos contra eUos de cierto descuadernado bbraco
nombrado El Cuadrilátero. Es una falta escandalosa de probidad mental.
Definición de democracia.
— ¿Cuál es el pensamiento de ustedes sobre la democracia?
—Antes conviene alinderar el significado de ese vocablo político. ¿Qué se entiende por
democracia? Nadie sabría hoy definir ese concepto deformado por el uso y por el
abuso. Es un balón verbal, un poco de viento sonoro, un fíatus vocis. Los más
a n t a g ó n i c o s s i s t e m a s se j u s t i f i c a n d e t r á s de la mitología d e m o c r á t i c a .
Simultáneamente se declaran demócratas el régimen soviético, la monarquía inglesa,
el frente popular francés y los gobiernos totalitarios de Europa. Vallenilla Lanz quiso
conciliar dos términos al parecer contradictorios con su teoría del "cesarismo
democrático", construida para legitimar las dictaduras tropicales y exaltar a J u a n
Vicente Gómez, el gobernante cerrero del llano, como arquetipo del tirano bienhechor.
Al doctor Primitivo Crespo, mi ilustre compañero de travesuras políticas en tiempos
pronto olvidados, le oyó la última convención nacional conservadora, ligeramente
consternada, explicar que a su juicio la única democracia contemporánea era Italia.
En verdad no hallábase equivocado nuestro inexorable censor de ahora, que con
tanto celo prepara autos de fe contra los cismas fascistas, porque si la democracia
consiste en que el poder se ejerza con el consenso colectivo, ninguna nación es más
democrática que el Estado italiano, donde el duce se apoya sobre la voluntad unánime
y orgánica del pueblo. Mediante el plebiscito, forma solemne de la consulta popular y
recurso de cesares, Hitler demuestra que lo acompaña no una precaria mayoría
electoral sino la unanimidad germánica. Así pues es un galimatías que nadie esclarece.
7
Francesco Saverio Nitti (1868-1953) fue un destacado político italiano. Presidente del Concilio de Ministros en 1919
y 1920. Jugó un rol decisivo durante la Primera Guerra Mundial y la inmediata posguerra. Hizo parte del
movimiento ideológico del meridionalismo. Esta nota y las siguientes fueron agregadas por el autor de la investigación.
El p o r v e n i r del p a s a d o 5 1 3
Democracia cristiana.
Movimiento autónomo.
4
Nicolai Alexandrovitch Berdiaeff, pensador ruso, nació en 1874 y falleció en Paris en 1948. Dos de sus obras. El
sentido de la historia (1922) y Una nueva Kdad Media (1924), ejercieron gran influencia en Europa e Hispanoamérica
en los años que antecedieron a la Segunda Guerra Mundial.
5 1 4 El p o r v e n i r del p a s a d o
Los partidos.
- La vieja disputa no tiene doctrinalmente vigencia. En la política colombiana presente
los marbetes, rótulos o divisas distintas contienen más o menos el mismo específico.
El doctor Jorge Eliécer Gaitán dijo una vez con exactitud ejemplar, aludiendo a las
viejas colectividades: "Igualdad ideológica, desigualdad afectiva". Ambos partidos son
dos pasiones supérstites Sobre un aluvión de formas yertas, sobre palabras
destalonadas, sobre ideas volcadas por la tormenta de los hechos, subsiste en ellos
cierto fondo mitológico un virulento complejo sentimental.
En Colombia se presentan curiosas situaciones, paradojas colectivas. Muchos
conservadores y liberales coinciden en ciertas opiniones políticas, pero nunca se
encuadran para una empresa común. Hasta los burgueses apeninos votan por la
revolución, contra sus intereses y sus ideas, antes que sumarse a los godos. El rencor
ancestral, las repelencias hereditarias los separaran irrevocablemente. Como nuestra
historia está cruzada de cruentos acontecimientos y en los bandos no se empadronan
los individuos sino los linajes, un oscuro resentimiento que viene del pretérito impide
que se entiendan las fuerzas ideológicamente homogéneas, con perjuicio del país. La
política no depende en Colombia de las ideas sino de los sentimientos. Desde hace
cincuenta años decía Caro que en este pueblo no había partidos políticos sino odios
hereditarios.
El país tiene una mentalidad "conservadora", no en el sentido político formal del
vocablo, sino como actitud del hombre ante la vida. Acaso se explique por su economía
pastoril y por sus tradiciones espirituales. Sin embargo esta República deriva cada
vez más hacia los desvarios revolucionarios, por los motivos ya expuestos. Es inútil
convocar gentes liberales bajo el pabellón azulenco del conservatismo. Lo que se
necesita es reagrupar con autenticidad las fuerzas políticas, determinar una nueva
alineación nacional. El nacionalismo, con un programa válido, tan exento de utopías
como de anacronismos, se propone desempeñar esa función catalítica.
Los tradicionalistas más cerriles se quejan de que nuestro movimiento segmente o
parta en dos una colectividad contrarrevolucionaria, pues a su juicio apenas nos
vamos a surtir de muchedumbres conservadoras. Tal vez eso puede ocurrir
transitoriamente, pero a la postre el régimen mismo se tambalea por la dispersión
de su clientela heterogénea, pues el liberalismo no es ya un partido unitario sino un
cartel de izquierdas, aglutinado negativamente por odio y temor a la restauración
conservadora.
El c o n s e r v a t i s m o no v o l v e r á a l poder.
Además no se necesita tener don profético para anunciar que el conservatismo tal
como es no volverá nunca al poder. El derrumbamiento de la hegemonía se debió a
que el partido había cumplido su ciclo histórico, no a una fortuita división de sus
efectivos electorales. En alguna conferencia explicaba yo la muerte por parálisis de
la hegemonía. "La pérdida del poder por los conservadores —escribía- se explica en
última instancia porque el viejo partido gobernante no tenía ya ánimo de dominio ni
mitos eficaces, sosteniéndose apenas por esa ley de inercia que prolonga el movimiento
después de que ha cesado la fuerza motriz. Su quehacer histórico parecía cumplido.
Un sistema de hábitos y rutinas reemplazaba la voluntad política que no conoce la
Una revelación.
¿Tuvo el conservatismo antes posibilidades de recuperar el poder?
— Tuvo varias. Tal vez en el gobierno hubiera conseguido remozarse, actualizarse,
tal como aconteció con el liberalismo, que tuvo súbitamente la responsabilidad del
poder por la caída de la hegemonía, viéndose en trance de incorporar a sus viejos
mitos demagógicos unas concepciones sociales. Hoy se parece al radical-socialismo
francés, en su proceso, sus obras y su conjunto humano.
Varias coyunturas se le ofrecieron al conservatismo para alcanzar otra vez las palancas
de control del Estado. Hay una que no nombro. Otra fue una candidatura de coalición
propuesta por el doctor Olaya Herrera en las postrimerías de su período, para evitar
el advenimiento del doctor Alfonso López. El doctor Olaya Herrera suministraría
u n a terna para que los parlamentarios conservadores escogieran al candidato
presidencial. Se formaría un bloque en el Congreso. Los designados a la presidencia
serían cambiados. Según entiendo el pacto fue escrito por el doctor Miguel Jiménez
López de su puño y letra. Lo firmaron cerca de cuarenta representantes y senadores
de la oposición. El doctor Olaya estimó que el número era insuficiente. Entonces
recibieron los doctores Primitivo Crespo y Anacreonte González la comisión de recoger
nuevas firmas. Cuando hubieron alcanzado la cifra de sesenta, el doctor Jorge Vélez
lo llevó al palacio de la carrera. El doctor Olaya dijo que era demasiado tardío. Ese
mismo día el doctor Gabriel Turbay era nombrado ministro de gobierno. La
candidatura liberal de Alfonso López estaba a salvo. ¿Que había ocurrido? Impuesto
el doctor Laureano Gómez, jefe del conservatismo en las Cámaras y lopista fervoroso
entonces, sobre el curso de los acontecimientos y la inminente decapitación de su
amigo por un cartel nacional, planeó un sabotaje efectivo contra esa maniobra antes
de que se llevara a cabo. Esto lo sabe en detalle el doctor Marco Antonio Aulí, senador
lopista, quien intervino en las idas y venidas, vueltas y revueltas del director de El
Siglo. El doctor Olaya Herrera había exigido previamente que el pacto se hiciera sin
conocimiento del doctor Gómez, por creerlo al servicio del presunto candidato
decapitado. Entiendo que el doctor José Manuel Mora Vásquez tiene una copia del
reservado documento, protocolo de la coabción nonata. El doctor Camilo Muñoz Obando
podría, si quisiera, hacer públicos algunos antecedentes. Si esa política se realizara
el liberalismo hubiera perdido el poder.
Oposicionista.
— ¿Ustedes harán la oposición a Santos?
- ¡Naturalmente!
- ¿No hablan pues sobre la concordia nacional?
- Pero no en un sentido republicano. Algunos han supuesto que nosotros somos algo
análogo al viejo diván de Carlos E. Restrepo. Nada más absurdo. Nos separan no
solamente las ideas políticas y el temperamento mansurrón de esa tertulia, sino
toda una concepción del mundo. Los republicanos eran relativistas y escépticos,
nosotros somos dogmáticos, "ellos actuaban como espectadores neutrales del drama
humano, nosotros tenemos una filiación y una fe". Ellos constituyeron una
confederación de negaciones, nosotros preconizamos un credo por el cual se pueda
vivir y morir. El doctor Eastman, ideólogo del republicanismo, decía que para
pertenecer a esa secta no era preciso coincidir en las premisas, sino estar de acuerdo
en ciertas conclusiones. Ellos hacían de la política una ecuación mental, una actividad
en tiempo lento, sin pasiones ni sobresaltos. La vida era para ellos un dejarse ir a la
deriva. Nosotros pretendemos en cambio inaugurar un nuevo estilo histórico, crear,
hacer de la política una vivencia tremenda y un vasto deber nacional. Ellos eran
críticos y nosotros queremos ser misioneros. Si el republicano se ubicaba en el centro.
La crisis de junio.
- ¿Qué es lo que ustedes llaman la crisis de junio?
— La disidencia del doctor Laureano Gómez contra el penúltimo directorio nacional
conservador, donde yo ocupaba el cargo de secretario general del partido. El doctor
Gómez nunca quiso intervenir en las debberaciones, molesto porque su bsta de candidatos
para el alto comando había sido modificada por la comisión, en ejercicio de sus
atribuciones supremas. Un día le puso una zancadilla al directorio, en torno a la
concurrencia a las elecciones municipales. Ya todas las directivas departamentales
habían opinado a favor de esa medida, conceptuando además que para no hacer una
movilización baldía era menester conseguir inspectores de cedulación que removieran
muchas trabas, y vigilantes en los escrutinios. El gobierno ofreció al directorio designar
inspectores y consejeros electorales, con candidatos propuestos oficialmente por el partido,
seis miembros del directorio nacional, incluyendo al general Berrío estuvieron conformes.
El doctor Gómez, que no tenía la investidura formal de jefe supremo, se opuso. Nosotros
aceptamos los cargos no remunerados del poder electoral. Entonces hizo contra nosotros
un plebiscito colérico declarando que éramos claudicantes y politiqueros. Vino la
convención. Los directorios departamentales se replegaron despavoridos ante la violencia
combativa de El Siglo. Cuatro meses después ya vencido el partido en las urnas el
doctor Gómez y sus consejeros sobcitaron en papel señado los inspectores de cedulación,
con suculentos sueldos para premiar a sus amigos políticos. Esa torva conjura rompió
la solidaridad afectiva entre los altos conductores del conservatismo, el partido nunca
se repondrá de semejante traumatismo interno. Apartir de entonces al doctor Gómez lo
rodean, no los bizarros líderes de la oposición sino una tribu nómade de olayistas,
romanistas y republicanos renegados.
Entre generaciones.
- ¿Qué hubiera podido evitar la bifurcación total de las fuerzas contrarrevolucionarias?
- Tal vez la candidatura presidencial de Ospina Pérez.
- ¿Cuáles son las diferencias entre las viejas y las nuevas generaciones, en cuanto al
criterio de interpretación de los fenómenos políticos?
- La vieja guardia considera que la política es estática en sus formas. Nosotros, al
contrario, concebimos al Estado en su vuelo, en su trayectoria histórica, sucediéndose
a sí mismo por las mutaciones morfológicas que apareja el tiempo. Para nosotros es
un organismo y para ellos un mecanismo. Su concepción del Estado era la de un
vasto establecimiento policíaco, una albóndiga enorme para alojar los remanentes de
la vida social. Nosotros consideramos que la misma tradición fluye, pues "no es un
estado sino un proceso". Si los revolucionarios profesionales divagan a costa del
porvenir, los reaccionarios divagan a costa del pasado. Ambos olvidan la gran
ejemplaridad del presente.
- ¿Y el sentido social?
- La vieja guardia niega que en Colombia existan problemas sociales. Nosotros
afirmamos que son perentorios y dramáticos. No se trata apenas de jornales y
salarios, sino que en este país las masas soportan una existencia infrahumana.
Vasta ver la servidumbre rural, el campesino analfabeto, roído por las enfermedades
tropicales sin bienestar y sin anhelos. Nosotros encontramos que las reformas laborales
del presente régimen son demagógicas, pues sólo tienen en cuenta al proletariado
urbano, fuerza de choque y clientela electoral, dejando desamparadas al labriego y al
artesano que son la mayoría trabajadora de este país. Los apeninos de ambos partidos
rechazan las huelgas, como un desorden social, pero no le ofrecen a los de abajo otra
defensa ante la libre concurrencia y el Estado neutral. Nosotros consideramos que la
huelga debe ser suprimida de la legislación del trabajo, por ser contraria a la economía
y al interés de la nación, pero encuadrando al país dentro de un sistema corporativo
que elimine orgánicamente los conflictos entre el capital y el trabajo. Nuestro concepto
sobre la propiedad que se nutre de la teoría del bien común de Santo Tomás, aterroriza
a la burguesía de ambos partidos. Nos califica de demagogos socialeros si nosotros,
dentro de la mayor ortodoxia social catóbca, hablamos de reemplazar, paulatinamente
el régimen del asalariado por un contrato mixto de compañía de arrendamiento de
servicios.
I n i c i a r á n la l u c h a p o r el poder.
Documento 3
Germinal.
Tesis nacionalistas. 5
El 16 de abril de 1938 será una fecha clásica en la historia del movimiento nacionalista
colombiano. Ese día la Convención Conservadora de Caldas, oficialmente constituida,
adoptó como suya la nueva política, dentro de la fórmula "No hay enemigos a la
derecha". Así mismo se constituyó un comando nacionalista para el departamento
formado por Fernando Londoño y Londoño, Antonio Alvarez Restrepo, Gilberto Álzate
Avendaño, Arturo Arango Uribe y Silvio ViUegas. Este hecho rompe todos los itinerarios
que teníamos calculados para nuestro movimiento, porque nos da, de un solo golpe,
la mejor organización política del país. Alos jefes sólo les corresponderá ahora integrar
y organizar algunos comandos locales. Todo lo demás está hecho.
En el seno de la convención Fernando Londoño y Londoño, Gilberto Álzate Avendaño
y Joaquín Estrada Monsalve, pronunciaron tres oraciones imperecederas, aclararon
el alcance del movimiento, sus razones espirituales, económicas y tácticas. Pasarán
muchos años sin que vuelva a escucharse nada semejante. Después de oírlos no era
posible en el seno de la convención disidencia alguna; brazo en alto fue aprobada
unánimemente la resolución que comentamos.
El doctor Estrada Monsalve, en una sintaxis perfecta, con asombroso caudal de ideas,
estremecido por el soplo de las profecías, en definir el movimiento dentro de la fórmula
"No hay enemigos a la derecha". La convención con profundo sentido táctico, aceptó
ese punto de vista, rectificando así las recientes declaraciones de Guillermo Valen-
cia.
Hablar de deserciones y apostasías es sencillamente ridículo. Nosotros somos los
herederos históricos de los ideales cesáreos de la generación libertadora.
5
Editorial de Silvio Villegas en La Patria, abril 18 de 1938. p. 3. Este documento fue reconocido como la plataforma
ideológica de la Acción Nacionalista Popular (ANP).
El p o r v e n i r del p a s a d o 5 2 3
Ideológicamente entendemos así los principios animadores del nacionalismo
colombiano:
El nacionalismo se funda en la concepción cristiana del universo de la Patria;
Aspiramos a una República autoritaria que mantenga la disciplina social y el
orden político;
Creemos en la eficacia libertadora y creadora de la verdad, de la fuerza, de la
jerarquía, de la propiedad, de la herencia!
Creemos que el orden de las sociedades importa más que la libertad de las personas,
puesto que aquél es el fundamento de ésta;
Creemos que la historia activa del país la han hecho y harán en el porvenir los
caudillos eficaces y no los parlamentos vocingleros;
Aceptamos la democracia funcional, que no es individualista y demagógica sino
corporativa y técnica;
Creemos que la lucha contra el comunismo le corresponde al Estado, que es la
encarnación jurídica de la nación;
Aspiramos a una justicia social plena; pedimos una elevación gradual de los salarios;
Queremos más higiene, más pan, más educación para las clases desvalidas!
Creemos que las estirpes aldeanas son el depósito de las energías de la raza, y
aspiramos a libertarlas de la servidumbre del agro, por medio de la intervención del
Estado, dotándolas de bienestar económico, garantías laborales, defensas higiénicas
frente al trópico, cultura y dignificación humana;
A los obreros los consideramos como criaturas de Dios y no como instrumentos
serviles del proceso económico. Nuestro designio es reemplazar paulatinamente los
rigores del salario, por un vínculo mixto de contrato de sociedad y arrendamiento de
servicios, que los haga partícipes de los beneficios industriales, elevando sus
condiciones económicas y estimulando la producción nacional;
Ante el sindicalismo revolucionario proponemos un régimen corporativo, que debe
ser la armadura de las nuevas instituciones patrias. La lucha de clases debe
desaparecer por medio de una acción enérgica del Estado. Como el gran fenómeno
nacional es la producción, hay que eliminar todo lo que tienda a disminuirla o
perturbarla. Por eso mismo, aseguradas todas las leyes que amparan a obreros y
campesinos, el derecho de huelga debe desaparecer;
Lucharemos por colocar a Colombia a la cabeza de América por la cultura, por su
economía, por sus instituciones armadas;
No somos una sucursal mestiza del fascismo italiano, del nazismo alemán, ni siquiera
de la Falange española. Creemos en la colombianidad y en los valores propios,
vernáculos, creados en este confín ecuatorial por el aluvión de las generaciones
sucesivas. El numen tutelar de Bolívar alienta nuestra visión histórica de la patria.
Pero es obvio que no somos indiferentes, no obstante nuestro fiero e insular
nacionabsmo, a la lucha descomunal que se libra en el mundo moderno entre derechas
e izquierdas, entre una concepción espiritualista y otra material de la vida;
Con apasionado fervor seguimos la lucha de todos los que luchan por ideales
semejantes en todos los continentes;
Queremos la reconstrucción de la Gran Colombia, sobre el marco de los ideales
bolivarianos;
Creemos en Dios, en Bolívar y en la Patria;
Nosotros responderemos con la vida del cumplimiento de estas ideas en el gobierno;
Tenemos, pues, una doctrina, la más coherente, la más afirmativa, la más actual
D o c u m e n t o 4.
La revolución está a la derecha.6
Por Gilberto Álzate Avendaño
Compañeros:
Aquí, en el umbral del año que empieza, conviene volver la vista hacia atrás,
panorámicamente, para abarcar la magnitud de las jornadas cumplidas. Ninguno
de nosotros pudo prever el raudo crecimiento de la nueva pobtica, que viene superando
los más generosos augurios. Ayer era apenas la semilla de un sueño, pugnando por
convertirse en destino. Ahora ese polen mental ha salido de los bodegones universitarios,
donde refugiábamos el descontento, hacia las anchas plazas soleadas, en cuyo recinto
la muchedumbre hierve con el rumor de un colmenar.
El pueblo ha retribuido con creces la porfía de nuestra fe en sus virtudes latentes,
soterradas bajo una espesa costra de inercias y supercherías. Nosotros comenzamos
a limpiar esa caparazón deleznable buscando los yacimientos vitales del país, el
humus histórico en barbecho desde la gesta de los libertadores. Ya el pueblo trasciende
a sembradura, a brote germinal, a corazón removido. Tras unos meses de laboreo,
nos cabe exclamar con el rapsoda de las falanges españolas: "Qué olor de historia
naciente!".
B
La Patria, enero 17 de 1939, pp. 1-3.
7
Max Scheller (1874-1928), fue un filósofo alemán de gran importancia para el desarrollo de la filosofía de los valores,
la sociología del conocimiento y la antropología filosófica. Simpatizó con las teorías de Henri Bergson y Edmund
Husserl. Utilizó la fenomenología para estudiar los fenómenos emocionales.
El p o r v e n i r del p a s a d o 5 2 7
La crisis de los partidos.
Hemos de agradecer a los viejos clanes políticos su fobia contra nosotros. Tal vez sin
esa mezquina incomprensión que nos hizo soltar amarras, hubiéramos permanecido
anclados en el malecón reaccionario, las velas al pairo, sin ningún rumbo. Pero la
obtusa intransigencia de los notables nos ha puesto en trance de ser nosotros mismos,
dueños de nuestro albedrío y dispuestos a ir en pos de quiméricos vellocinos. Ahora el
movimiento cobra su plenitud y avanza sin pesos muertos hacia su alto destino. No
hay capitulación, ni compromiso, ni tregua. Nos acoraza una mística. Sabemos que
nuestro programa es el único que puede darle un rango imperial a Colombia.
Nos hemos segregado definitivamente de las decrépitas comunidades que se parten
el sol en la República. Ambos partidos tuvieron una razón de ser en el siglo pasado,
representando el conservatismo las fuerzas centrípetas y el liberalismo las fuerzas
centrífugas de la sociedad, éste como abanderado de la libertad y aquel como personero
del orden. La política de esa época se movía en la órbita de la revolución francesa. Su
controversia radicaba en las libertades públicas y los derechos del hombre. En nuestro
tiempo, cuando las masas han entrado en escena, desesperadas ante los abusos de la
libre concurrencia y la neutralidad del Estado abstencionista, la política tiene su
centro de gravedad en el sistema económico. Nos movemos en el ciclo de la revolución
rusa. Entonces, al examinar desde ese ángulo visual las doctrinas clásicas de los
partidos seculares, es menester darse cuenta de que el conservatismo no es
ideológicamente sino una disidencia liberal. Ante la economía —dije alguna vez—los
dos enemigos históricos resultan hermanos siameses.
Los antiguos frentes no tienen vigencia doctrinal. En la política colombiana presente,
los marbetes, rótulos y divisas distintas contienen más o menos el mismo específico.
Gaitán expuso en cierta ocasión con exactitud ejemplar, aludiendo a las viejas
colectividades: "Igualdad ideológica, desigualdad afectiva". Esos partidos son dos
pasiones supérstites. Sobre un aluvión de formas caducas, sobre palabras destalonadas,
sobre ideas volcadas por la tormenta de los hechos, subsiste en ellos cierto fondo
mitológico, un virulento complejo sentimental.
El encono larvado, las repelencias ancestrales separan irrevocablemente a liberales
y conservadores. Como nuestra historia está cruzada de cruentos acontecimientos y
en los bandos no se empadronan los individuos sino los linajes, un oscuro resentimiento
que viene del pasado mantiene la feral contienda. Desde hace tiempos decía Miguel
Antonio Caro que este país no tenía partidos políticos sino odios hereditarios.
El v o c a b u l a r i o difunto.
Las palabras no son yertos instrumentos gramaticales, sino que participan del
acontecer social. A veces están repletas de sentido y en ocasiones resultan cóncavos
recipientes vacíos. Las palabras tienen el mismo signo representativo de la moneda.
Valen la cantidad de vida y por el metal humano que las respalda. Sin eso son
fonemas vanos, ruido acuñado.
Las palabras llevan una existencia dramática. Nacen y mueren al pie de unos
conceptos, con ellos fulgen y se apagan. Cuando una palabra ha perdido su alma, el
principio activo que contiene, debe ir a reposar al panteón, en vez de permanecer
insepulta. Hay cementerios en el diccionario.
"Grandes cadáveres obstaculizan nuestro camino —dice Jean Richard Bloch9— son
las palabras muertas. Las palabras nunca se ciñen estrictamente a su objeto, pero
durante algún tiempo la coincidencia del vocablo con la idea satisface al espíritu.
Cuando las realidades se desplazan y las palabras quedan, nos apercibimos
inmediatamente que ellos ya no cubren nada. Se enseña a los alumnos de filosofía
que no se tiene conocimiento ni posesión de una cosa hasta que no se la nombra. La
palabra que designa una idea es la única reabdad que nos es asequible. Los primitivos,
maravillados por esa comprobación, conceden al verbo un rango mágico. Ellos lo
desprenden del objeto, lo consideran preexistente, lo veneran como un dios".
Esa idolatría de las palabras es lo que queda en pie de los credos políticos extintos.
Nada más. Unos fetiches idiomáticos, a los que rinden culto sus fieles, sin preocuparse
de que carecen de poder, vitalidad, ímpetu y destino. Así creen conservar la tradición,
reteniendo las formas y dejando que se escape como un fluido su espíritu.
Una nueva política que aspire a formular y contener todas las latentes motivaciones
del pueblo, ha de empezar por un lenguaje cabal y expresivo, licenciando una
nomenclatura inerte, cuyo catálogo de voces ha prescrito.
Ahora deben retirarse del servicio activo las grandes palabras míticas de la revolución
francesa, para dar curso a los nuevos vocablos representativos: Orden, jerarquía,
disciplina, servicio, integración, gremio, justicia, Estado, imperio. Sobre todo, DIOS.
4
Francis Delaisi (1873-1947), fue un escritor, periodista y economista francés. Hizo una brillante carrera periodística
en el periodo de entreguerras. Sus preferencias políticas se orientaron al socialismo. Fue miembro del comité
central de la Liga de Derechos del Hombre, en 1935, y miembro director del Comité de vigilancia de los intelectuales
antifascistas, hasta 1939.
7
Jean-Richard Bloch (1884-1947), escritor francés, fue miembro del Partido Comunista Francés y trabajó junto con
Louis Aragón en el diario nocturno Ce Soir. De tendencia vitalista. anhelaba regenerar la vieja sociedad occidental
en los planos cultural y político.
El p o r v e n i r del p a s a d o 531
El sentido fluvial de la tradición.
¿Seremos nosotros acaso una pequeña guerrilla iconoclasta, que reniega del pasado,
creyendo fanfarronamente que la historia empieza con ella? J a m á s . Nada peor que
el fácil nihilismo de los intelectuales desarraigados, a semejanza de Manuel Azaña 10 ,
quien dijo con desdén una vez que su país era "heredero-histórico", como si se tratase
de una tara.
Los filósofos han hecho el diagnóstico de esa intebgencia desolada, sin raíces, "floración
única y mala yerba del empedrado ciudadano". A ella se opone la profunda sabiduría
de las estirpes campesinas, el espíritu hecho sangre, el misterioso manantial de los
sentimientos, la vitalidad de las emociones hereditarias, la persistencia de una
memoria más profunda que la vida. Hay más civilización trascendente —escribe un
pensador contemporáneo— en el alma terruñesa y simple del paisano, que en un
académico citadino o en un devorador de impresos, porque aquel ha recibido un
depósito espiritual sin palabras y lo transmite, con una aptitud sutil para transformar
sus oscuras sensaciones en monedas sociales.
El hombre puede ser definido, como un animal que recuerda. En la memoria reside
la eminencia de la especie. Las bestias no acumulan historia, no avanzan sobre sí
mismas, no aumentan su caudal instintivo. Sin un sentido histórico, subsistiría el
remoto habitante de las cavernas. Habría vidas individuales desparramadas, pero
no un destino ascendente de la humanidad sobre el planeta.
Nuestro mismo rótulo de nacionalistas implica devoción y respeto por la herencia
genuina de nuestro pueblo, por sus constantes históricas, por sus caracteres estables.
Con ese nombre nos filiamos, nos ahincamos sobre la tierra donde reposan los huesos
de los antepasados y la semilla de los nietos. Si el patriotismo se define como una
piedad territorial, el nacionalismo abarca la defensa de los valores inmateriales del
país, que pueden peligrar sin que la frontera sea físicamente invadida.
Pero es necesario alinderar los vocablos, mediante definiciones. Muchos estiman que
la tradición es un repertorio de anécdotas, un costal de sucesos inertes, la pesadez de
u n a s formas caducas que debemos apuntalar. Para nosotros es una suma de
experiencias espirituales. Nuestro tradicionalismo no es un ritual hierático ante las
momias de los faraones, con pasión senil de egiptólogos. La historia no es arqueología.
Lo que importa es buscar tiempo arriba la sabia germinativa del pasado, la esencia
del acontecer histórico, el genio nacional que se manifiesta a través del torrente de
los hechos. La tradición apenas se refiere a valores profundos, permanentes,
intransferibles. Es la yema, sin cascaras ni cortezas.
"La tradición es transmisión —ha dicho uno de los mayores intelectuales del siglo.
Ella acopla las fuerzas del suelo y de la sangre para que continúen influyendo sobre
su curso. La tradición no es inercia. Como en todo legado, es preciso inventariar y
deducir su pasivo".
Las formas se suceden. Unas nacen y otras mueren. Sólo quedan en vigor algunos
cimientos. Las raíces esenciales y fecundas. El único modo de conservar la tradición
es insertar en las nuevas condiciones del mundo, no su aparato externo, sino su
substancia. Así ella renace.
Giménez Caballero" califica como "muertos vitales" el conjunto de memorias, valores,
principios y nombres que constituyen la raíz genital de una nación. Lo que habiendo
sido —penado, sufrido, vivido, anhelado— quiere seguir siendo. Aquellos muertos han
177
Manuel Azaña Díaz (1880-1940), fue Presidente del gobierno español de 1931 a 1933, y Presidente de la Segunda
República Española (1936-1939). Se consagró como uno de los políticos y oradores más importantes en la escena
ibérica del siglo XX. Consiguió el premio nacional de literatura con la obra La velada de Benicarló, que versa sobre
la guerra civil de su país.
17
Ernesto Giménez Caballero (1899-1988), fue un ideólogo, político y profesor español. Animador de la vida intelectual
de la década de 1920 e impulsor de las vanguardias literarias en España, tales como el surrealismo, el ultraísmo y
el futurismo. Autor de Notas marruecas de un soldado (1923).
532 El p o r v e n i r d e l p a s a d o
dejado al morir lo más vivo que tenían. Su carácter, su espíritu, la levadura nacional
del país. El profeta de la Nueva España llama tradición la prosecución de esa alma
profunda.
La tradición va fluyendo. Es una esencia que se continúa y perdura sobre las formas
perecederas. No es una cisterna de aguas muertas. Tampoco se compone del aluvión
de escorias que deja el tiempo. Si así fuese, tendríamos un caos de tradiciones
contradictorias, muiscas e hispanas, chapetonas y criollas, revolucionarias y
reaccionarias, estáticas y dinámicas, católicas y anticlericales, pacíficas y guerreras,
liberales y conservadoras. Un heterogéneo surtido de ejemplos para justificar
históricamente todos los extravíos.
Para nosotros en el país no existen más que dos grandes tradiciones congruentes y
vivas, cuyas matrices han de plasmar la historia nueva. El catolicismo, como religión
revelada, como norma moral de conducta, como pacificación de las clases sociales en
la plenitud amorosa del Evangelio. Luego, en un plano temporal, el pensamiento
político del Libertador, que representa el destino mayor de la República, potente y
orgánica, frente al movimiento centrífugo de los partidos.
Nuestras tesis.
En numerosos documentos hemos examinado todas las cuestiones cardinales del país.
Cada tema ha sido cogido por las astas, sin escamoteos ni evasivas.
Comenzamos por la democracia inorgánica, que es una máquina constitucional de
registrar votos, sin que contenga ningún valor normativo. Ella parte de la concepción
roussoniana del contrato social. La voluntad del conglomerado no unánime se entrega
al voto de las mayorías, a ese cubilete de dados que es la urna. El número es el único
ídolo de un Estado que carece de principios y verdades. El número resuelve con su
oscuro poder los conflictos de esa sociedad de átomos. Alguien escribió que esa confianza
en la armonía política creada por voluntades contrapuestas, es una superstición tan
grosera y ridicula como la creencia de las tribus bárbaras en que el estiércol humano es
la simiente del antílope. Frente a esa democracia formal hemos preconizado la democracia
funcional. Contra ese Estado neutro, hemos repetido la nueva consigna: "El Estado es
una doctrina en acción".
Expusimos la servidumbre del agro, la sordidez del marco aldeano, donde los labriegos
llevan una existencia infrahumana de acémilas, sin tierras, sin higiene rural, sin
crédito agrícola, sin escuelas y sin garantías, porque el régimen demagógico apenas se
preocupa por aumentar su ingente burocracia, abastecer el ocio de las ciudades
parasitarias y aplacar la insurgencia de los obreros urbanos. Nosotros le hemos dado a
nuestra política un entrañable acento agrario, pues para el nacionalismo el regreso a la
tierra es una cuestión de ritmo. Hay que volver a la sementera, la dehesa y el aserrío,
para encontrar las definiciones de un país pastoril. No basta descuartizar latifundios y
adjudicar baldíos, fomentando una clase de pequeños propietarios rústicos. Es menester
elevar el nivel humano total del campesino.
Hemos hablado sobre la organización de los oficios, sobre el encuadramiento profesional
en organismos precorporativos. El Estado liberal no ha podido resolver sus antinomias,
sus contradicciones latentes. La revolución francesa disolvió las corporaciones y las
guildas. La urgencia de agruparse para la defensa de sus intereses solidarios, contra la
libre concurrencia, dio origen posteriormente al sindicato obrero, que hoy prolrfera
anárquicamente, sin encontrar un ordenamiento constitucional. Es entonces cuando
"Germinal".
A manera de trazado arquitectónico de un Estado nuevo, el comando acogió las
fórmulas condensadas de "Germinal", artículo escrito en numerales por Silvio
Villegas, cuyo titulo ha desatado el aspaviento tartufo de algunos filisteos. Ningún
nombre más adecuado, en su obvio sentido etimológico. "Germinal" es el misterio
gozoso de los surcos, la respiración de las semillas, el reventar de las cosechas, el
campo que grana. El vocablo traduce esta siembra de verdades activas, palabras
como gémulas, en el alma popular.
"Germinal" no es una summa ideológica, una enciclopedia nacionabsta, sino un conjunto
de normas genéricas. Esas posiciones y proposiciones nos ubican en el mapa de las
ideas, fijan latitudes y meridianos espirituales. Cada numeral es un mojón definitivo.
Podemos declarar sin vanidad que "Germinal" está más cargado de pensamiento y
de porvenir que la pragmática girondina del señor Mariano Ospina Rodríguez, un
septembrista, que si no pudo herir al Libertador en el cuerpo, quiso hacerlo en el
alma, desvirtuando el ideario y los rastros estelares del genio. Vale más intrínseca y
potencialmente "Germinal" que la cartilla liberaloide del señor Samper, reverenciada
como un catecismo laico por los cavernícolas. Tampoco es posible parangonar esa
12
Robert Poluet (1893-1989), escritor y periodista belga, alcanzó notoriedad gracias a su novela Handit. Tuvo un
recorrido intelectual amplio, que lo llevó del dadaísmo al rigorismo católico, pasando por el fascismo y el anarquismo
de derecha. Fundó el diario La Nouveau Journal, en colaboración condicional con los ocupantes nazis.
536 El p o r v e n i r d e l p a s a d o
pendular de los partidos pertenecen a un ciclo histórico que se va. Las épocas también
nacen,crecen y perecen.
Ambos partidos históricos son versiones distintas del mismo liberalismo doctrinal.
Ellos se aforran desesperadamente a formas estatales caducas. También las izquierdas
vocingleras alojan su demagogia dentro del mismo marco. Solamente nuestro
movimiento asume una actitud revolucionaria, al plantear radicalmente el tránsito
de un estado a otro, del sistema liberal al régimen corporativo. Con nosotros, la
revolución está a la derecha.
Es necesario reivindicar ese vocablo cachorro y rampante, que inspira a las gentes
un terror supersticioso y que ha sido monopolio verbal del frente rojo. No siempre la
revolución tiene un compás catastrófico. Puede ser la vehemente sacudida hacia un
orden nuevo.
Revolucionario, en nombre de la Verdad, fue Jesucristo, al derrumbar los valores del
mundo antiguo y desatar esa revancha de amor sobre las almas. Era revolucionario
Bolívar, cuando rompió el vínculo secular con España e hizo estallar los vestigios del
decrépito virreinato. Hay revoluciones benéficas y revoluciones nefastas. Las hay
pacíficas y guerreras. Unas que aspiran dominar en las plazas y otras que quieren
tomar posesión de los espíritus.
Nuestra revolución radica en el advenimiento de un orden auténtico sobre los
desórdenes habituales, sobre la anarquía vuelta estatuto. Para ello no tenemos que
buscar teorías de emergencia y préstamos políticos ultramarinos. Nos basta izar la
cruz católica como mástil y amarrarle el trapo tricolor de la bandera. Con semejante
velamen queremos surcar los trabajos y los días. Tesis cristianas e ideales bolivarianos.
Nada más. En todos los pueblos colombianos, en la plaza mayor, existe un templo de
Cristo y una estatua del Libertador. Las gentes cruzan sin percatarse muchas veces
ante esos monumentos pétreos e inmóviles. Pues en nuestro corazón empiezan a
andar, a animarse, a encarnarse, plenos de sentido augural.
Somos, pues, revolucionarios. Pero es preciso fijar los contornos de esa palabra. Con
ella no queremos incurrir en un pronunciamiento verbal, en una detonación fonética,
tan usuales en aquellos políticos que quieren tomarse el Estado con heroicos
derramamientos de tinta o saliva. El país está mitridatizado contra los vocablos
patéticos, contra las descargas oratorias. Nadie toma en serio esos toques de botasilla
y somatén. Por eso nos limitamos a decir sobriamente, lacónicamente, seguramente,
nuestra verdad sin permitir que las palabras vayan más aprisa que los actos.
D o c u m e n t o 5.
Vieja y Nueva Política.13
Vamos a hablar sin rencor, bmpia la mente de escorias, trasegando entre pensamientos
cimeros. Esta es una fecha decisiva. Puede ser fausta o infausta. Un ciclo histórico
se clausura y comienza una nueva era. Estamos en la efervescencia preparatoria de
13
Texto de la Conferencia dictada por Gilberto Álzate Avendaño. por los micrófonos de Radio Manizales el miércoles
8 de febrero de 1939. Publicado en La Patria, febrero 11 de 1939. pp, 3 y 9.
5 3 8 El p o r v e n i r d e l p a s a d o
los tiempos que vienen. Atrás queda el pasado yacente, con sus glorias y con sus
yerros. Ya sus albaceas tendrán oportunidad de hacer el inventario y balance de esa
mortuoria. Acaso se deduzca un pequeño saldo líquido. Pero, entretanto, la historia
continúa su curso, fluyendo, creando, retoñando, sobre los escombros de los hechos y
las ideas caídas. Ella apareja decadencias y advenimientos, muertes y resurrecciones.
Ante el cadáver de la vieja política, nosotros alzamos la mano a la altura de la visera,
para rendirle honores postumos. A veces ella tuvo un hálito de grandeza, no obstante
su obtusa cerrazón ante el porvenir. Muchos designios, plausibles, algunos episodios
abnega-dos, ciertas cosas nobles habitaron en ella. Ha perecido por la terca
incomprensión y la vanidad delirante de sus hombres representativos, al pie de sus
cenizas puede escribirse el siguiente epitafio: "La vieja política se ha suicidado. No se
culpe a nadie de su muerte".
Anticipaciones.
Cuando nos resolvimos a cancelar nuestra matrícula en los vetustos cuarteles,
seguros de su decrepitud inexorable, ninguno de nosotros supuso que estuviera tan
próximo el derrumbamiento final. Nuestros sismógrafos políticos habían previsto el
terremoto, pero sin determinar su fecha exacta. Los hechos han sido más veloces
que nuestra imaginación.
Ahora podríamos reivindicar orgullosamente cierta veta de profecía, u n don
premonitorio, nos anticipamos al tiempo, descubriendo los síntomas mórbidos, los
gérmenes letales, las grietas orgánicas que desintegrarían la vieja política. Quienes
fueron impermeables a nuestras amonestaciones, quienes vieron con desvío nuestro
pregón de alarma, quienes creyeron que nos movía una pasión rencorosa, se
encuentran súbitamente con que los hechos comparecen como testigos de abono para
corroborarnos. Esta es nuestra revancha.
Después de empeños frustrados y vanas porfías para enderezar el rumbo de la oposición
conservadora, que iba al garete, hubimos de soltar amarras y seguir solos nuestra
travesía, haciendo con la bandera nacional un velamen, con las encíclicas pontificias
un cuaderno de bitácora y con el magnético numen bolivariano una brújula de marear.
Por eso, en la total catástrofe, solo permanece en marcha nuestra proa, erguido
nuestro palo de mesana, ondeantes nuestros pendones. Desde el puente de mando
arrojamos salvavidas a los náufragos.
L a crisis total.
Muchos pensaron que nuestro movimiento tenía origen en una rivalidad de personas
dentro del alto comando conservador. Que estaba determinado por la altanería de
unos jóvenes capitanes, más dispuestos a la ventura que al reposo. Ahora, cuando el
doctor Laureano Gómez, considerado como el personaje confbctivo, abandona nuestro
circo democrático, nosotros apenas tenemos palabras elocuentes para el púgil en
derrota, al par que afirmamos con mayor pertinacia que nunca el sentido trascendental
de la nueva política. Al golpear hercúleamente contra Gómez, nosotros no
ejecutábamos una represalia privada, sino que combatíamos un sistema catastrófico,
cuyas incongruencias se agravaban por la inverosímil ineptitud del demagogo
crepuscular.
Vida nueva.
Cuentan las crónicas de la conquista el tremendo rito funerario que se cumplía entre
las tribus chibchas a la muerte de sus caciques. Con el jefe difunto se enterraba su
vasta familia, su servidumbre numerosa, sus áureas joyas y sus vasijas de barro torrado.
Era un culto lúgubre de los huesos mondados y las calaveras, que condenaba a los vivos
a agonizar posternados ante el yacente sarcófago. No es posible que esa piedad indígena
se prolongue en la política colombiana. Las muchedumbres no deben marchar
sombríamente, con las banderas a la funerala, a sepultarse en el panteón donde se
disgregan sus mitos corruptibles. La pobtica no es guardia de catafalcos, sino actualidad
multante. Las derechas, si no quieren convertirse en un cementerio civil, han de bbertarse
de esos hábitos mentales supersticiosos.
El hombre efímero no se resigna a la caducidad de las cosas que ha amado. Su orgullo
lo lleva a considerar perennes sus pequeñas obras. Vanidosamente proclama el dogma
de la permanencia en el espacio y en el tiempo de doctrinas temporales precarias. En
Colombia se califica de eterna la vieja política, las gentes han venido asegurando que no
tiene principio ni fin. Todo conato de novedad se juzga como una utopía. Creen que la
posteridad va a cargar a cuestas ese gravamen, transmitido a través de sucesivas
generaciones sin que pueda aspirar a sacudir su yugo ominoso. Se desploman los
imperios, periclitan las culturas, sucumben las razas, la vida se renueva y el mundo va
rotando, pero en este pequeño rincón del planeta un séquito político reaccionario se
empeña en negar esa ley de la historia, según la cual las épocas mueren alguna vez, esa
senil cofradía sesiona en una cripta arqueológica, reverenciando los fetiches y amuletos
del pasado. "Es preciso que volváis a nacer", así lo dice el libro santo, aludiendo al
misterio glorioso de las palingenesias espirituales, en que el alma bota su costra y se
llena de un sentido inaugural. Algo o alguien muere en nosotros, para que florezca la
vida nueva. El movimiento nacionalista, ante la defunción de la vieja política, habla a
las masas de derecha en nombre del verbo renacer.
El régimen corporativo.
Ahora que la política tiene un acento social e irrumpen los de abajo en la escena
histórica, nosotros predicamos un credo antiguo y nuevo, contemporáneo de todas
las épocas, cuyas raíces arrancan del Sermón de la Montaña, conservan su fertilidad
a través de los siglos y mitigan el áspero clamor de las muchedumbres desamparadas.
Un pensador eminente dijo alguna vez que nada es tan actual como lo eterno. Pasan
El p o r v e n i r del p a s a d o 545
restauración colombiana. Nuestro programa se fertiliza con la humedad, la savia
germinativa, los oscuros sumos vitales del agro.
Si se pretende consobdar la famiba, que es el primer coágulo patriarcal de las naciones,
hay que ir al marco social campesino, donde ella mantiene su fuerza cohesiva. Si se
busca un sentido plenario del orden, allí reside. Si se exalta el trabajo, donde tiene su
plenitud cotidiana es en el campo. El país se sostiene económicamente con el café,
con la ganadería, con los productos agrícolas de sus variados climas. Eso es decisivo.
Pero lo es más todavía que se nutra del espíritu territorial, de las virtudes campesinas.
Toda autenticidad depende de la tierra. Es la armonía entre el hombre y su paisaje.
El fondo telúrico de la vida colombiana son unos cielos reverberantes y una tierra en
preñez. Nuestro tipo humano representativo, es un labriego en actitud de sembrar o
u n vaquero a caballo, que cruza los horizontes. El campo es continuidad,
perseverancia, arraigo, orden, primacía de las familias, honesta regla de conducta.
Nosotros proclamamos el destino campesino de Colombia. Pedimos un retorno
elemental y urgente a la tierra, para que la República recupere su valor y su vigor.
La vieja política le ha dado ventaja y fuerza a la voluntad de la ciudad sobre el
campo. Se legisla para las minorías urbanas, se erigen suntuosas arquitecturas
metropolitanas, se repletan de comodidades y servicios las capitales, sin que nadie se
acuerde de la población rural, que tiene que batirse sola a la intemperie, contra la
naturaleza montaraz, contra el trópico bravo, contra la manigua palúdica. Ni crédito,
ni caminos vecinales, ni higiene rural, ni escuelas técnicas, ni regadíos, ni socorros
para los cultivadores del campo, explotados sin piedad por el Estado. Contra tanta
injusticia secular, se alza nuestro pregón de protesta.
Emprender la ruta de regreso al limo fértil de la tierra. Ese es nuestro programa
nacional. Así es como el país ha de recobrar su fisonomía auténtica, su carácter, su
vitalidad. Lo demás es artificio, nubes mentales de la teoría. Si la ciudad es pasión el
campo es reflexión. Hay que unir ambos términos en amoroso encuentro nupcial,
para que surja como síntesis fecunda la inteligencia apasionada.
Agrónomos y no abogados. Semillas y no literatura. Técnica y no burocracia. Eso es lo
que el país necesita y nuestras voces reclaman. Un acto de contrición con la tierra y un
acercamiento vivaz a las aldeas donde una raza patriarcal sufre, lucha y espera.
Si alguna vez las derechas reconquistan el dominio del Estado, esa empresa restauradora
ha de partir de las aldeas, espiritualmente intactas, donde decanta la tradición sus
mejores substancias. No serán los parlamentos parleros, ni los papagayos demagógicos,
ni las clientelas electorales, ni los motines urbanos, los que salven al país e inauguren
un nuevo ritmo histórico. Han de ser campesinos rudos y lentos, fuertes haces labriegos,
varones de la mano callosa que construyen en silencio la patria.
77
José María Gil Robles (1898-1980). fue un político y abogado español. Colaboró con la dictadura de Miguel Primo
de Rivera en 1923. Militó en la Acción Nacional, creada por Herrera Oria y rebautizada como Acción Popular.
Mantuvo la postura del "accidentalismo", según la cual lo importante no era la forma del Estado (monarquía o
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El p o r v e n i r del p a s a d o 549
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