Andrea Fernández, el éxito del coaching deportivo

Esta profesional paraguaya se ha convertido en el coach más popular del fútbol

argentino gracias a su buena labor en distintos clubes de una de las ligas más
competitivas e intensas del mundo.
La importancia de contar con un guía que nos ayude a saber gestionar nuestras
emociones y buscar la manera de sacar lo mejor de nosotros mismos, está muy clara
en Argentina, un país que es el número uno mundial en cuanto a la cantidad de
psicólogos por persona que existen.
Es lógico que una práctica como la del coaching deportivo se entienda como una parte
fundamental del entrenamiento de los equipos de fútbol argentinos. Pero no sólo es
importante en el deporte rey sino en prácticamente cualquier modalidad, la coach que
nos ocupa es un ejemplo. Andrea Fernández ha trabajado con Boca Juniors y
Estudiantes de La Plata, entre otros, pero también con jugadores de póquer como
Pablo Tavitián, uno de los más importantes de Argentina y ganador entre otros títulos
de un torneo del Latin American Poker Tour, el mayor campeonato del continente
latinoamericano. Para poder ganar una competición de este calibre, en la que Tavitián
se tuvo que imponer a más de 1.000 contrincantes, el propio jugador reconocía -en
una entrevista a Poker10 Argentina- la importancia de contar con la ayuda de un coach
deportivo: “ella me ayudó a controlar lo emocional. Uno está peleando por plata y
alrededor hay demasiado ruido de fichas, gente; entonces es fundamental contar con
alguien como Andrea”.
Fernández, cuya formación se realizó a caballo entre España y Argentina, no es
psicóloga de profesión pero utiliza una de las herramientas que más buenos resultados
están dando a los psicólogos deportivos. El psicólogo y coach gallego Joaquín
Dosil explica qué ser coach deportivo es una especialidad específica que se puede
aplicar sin haber estudiado psicología.
Andrea Fernández es una de esas personas que saben hacer las preguntas adecuadas,
escuchar y ayudar a encontrar las opciones que hagan que la consecución de metas a
nivel individual lleve al alcanzar un objetivo colectivo.
Los medios de comunicación argentinos se hicieron eco de los éxitos de Fernández
cuando Rodolfo Arruabarrena, conocido como El Vasco, se la llevó como parte de su
equipo al empezar a entrenar Boca Juniors. El mítico conjunto argentino empezó a
conseguir mejores resultados y, sobre todo, cambió de actitud de manera notable. Sin
embargo, el trabajo de Fernández con los jugadores, tanto a nivel individual como
grupal, ya se había notado en otros clubes.
En Tigre, también junto al Vasco, no sólo logró que el equipo se salvase del descenso
sino que fuera subcampeón. Con Estudiantes trabajó en la adaptación de nuevos
jugadores de la cantera a la máxima categoría; con San Lorenzo ayudó a que se
consiguiese la primera Copa Libertadores del club; y también colaboró con Temperley
en el año de su ascenso a la B Nacional.

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La base de la metodología que utiliza Andrea Fernández es la conversación: escuchar,
preguntar y, a partir de ahí, proporcionar las herramientas para que cada uno llegue a
ser el jugador que siempre ha soñado ser. Según la prensa deportiva argentina, el
malestar provocado por la filtración de algunos de los materiales utilizados en estos
ejercicios, como un vídeo motivacional, hizo que Fernández decidiese dejar de trabajar
con Boca. 
La cuestión, en cualquier caso, es que este tipo de ejercicios funcionan. “Miss Coach”,
como se la llegó a llamar en Argentina, es un buen ejemplo de ello. Ahora bien, como
ella misma dice, “que salga bien depende de la apertura y del compromiso de los
jugadores con el objetivo”.