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Universidad Nacional de Piura

Curso: Realidad Nacional y Regional


Profesor: Nicolás Cueva Palacios
Estudiante: ___Marbil Parrilla
Valle_____________________________________________
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• Lee y subraya las ideas principales del siguiente artículo

Un Estado sin República


Por: Nicolás Cueva Palacios.
En los albores de la independencia, los Padres de la Patria definieron la estructura
del Estado peruano de apariencia burgués. La Constitución Política de 1828
establecía que el Poder Nacional estaba constituido por tres poderes: el
Legislativo, el Ejecutivo y el Judicial. Esta estructura de Estado era una de las más
adelantadas de la época. Se iniciaba de esta manera la historia republicana.
Pero nuestros diputados liberales eran conservadores, porque al fundar la
República copiaron las instituciones políticas (Poderes del Estado y ciudadanía) de
Europa, especialmente de Francia, sin originar cambios sustanciales en las
estructuras socio- económicas. Dichas instituciones modernas coexisten con una
estructura patrimonial e incluso sultanista de poder, sobre los cimientos de una
sociedad de señores, siervos y esclavos y con una economía pre-capitalista.
El Estado republicano se establece en una sociedad donde no todos eran
ciudadanos. Algo más, los liberales no fueron capaces de eliminar los privilegios
coloniales: latifundios y privilegios eclesiásticos: diezmos, primicias. De esta
forma, la colonia continuó viviendo en la república.
La guerra por la independencia ocasiono la destrucción del aparato administrativo
y la burocracia colonial. Este vacío del poder dio origen al gamonalismo. EL
corregidor, el cura y el curaca fueron reemplazados por el gamonal.
El Estado peruano del siglo XIX al igual que el Estado oligárquico tuvo un carácter
antidemocrático.
El Estado oligárquico es una forma de Estado semicolonial, en manos de elites
señoriales. La base fundamental de este Estado es la dictadura. Aunque en ciertas
oportunidades se sustentó en dictablandas. El poder del Estado se funda sobre
todo en la violencia institucional y no en el consenso.
En nuestro país, el Estado oligárquico organizó y combinó la dominación racial,
étnica y social de las elites criollas, señoriales y terratenientes sobre una sociedad
multicultural donde la servidumbre y la discriminación étnica fueron focos de
explotación social.
En el plano político, el Estado oligárquico se caracterizó por excluir al sector
popular, particularmente al campesinado, de los elementales derechos
democráticos, mediante la violencia institucional del Estado, por neutralizar a la
clase media mediante la represión y la integración y por imponer el dominio
exclusivo y excluyente de la oligarquía.
La reproducción del orden social predominante en nuestro país fue posible a la
violencia ejercida por el Estado y por el gamonalismo. Para ilustrar esta afirmación
hay que recordar la fuerte represión con las que fueron sofocadas las
movilizaciones de los campesinos y las huelgas de los trabajadores. Tal vez sirve
como ejemplo la masacre de los obreros petroleros de Talara el año 1931. Hechos
sangrientos de los cuales los libros de historia no dan cuenta.
El Estado oligárquico era un gobierno indirecto y mediado, pues mantenía los
poderes locales del gamonalismo. Las movilizaciones campesinas de los años
sesenta del siglo pasado y de la posterior Reforma Agraria de Velasco Alvarado
originaron el declive del Estado oligárquico. Para los científicos sociales existe un
antes y un después en la historia del Perú tras la dictadura de Juan Velasco
Alvarado, especialmente en cuanto se refiere al desarrollo de la ciudadanía en el
campesinado. Para muchos sociólogos, el velasquismo fue una dictadura que trajo
cambios sociales que las democracias no querían comprometerse a realizar, a
pesar de que se conocían las demandas y las movilizaciones de distintos sectores.
El Estado actual.
Según Jorge Basadre, la existencia de un Estado empírico, inauténtico, frágil,
corroído por la corrupción; y las grandes desigualdades sociales que caracterizaba
a la sociedad peruana del siglo XIX fueron las causas de nuestra derrota en la
guerra con Chile. Lamentablemente, este diagnóstico que realizo este historiador
en cuanto al Estado y a la sociedad peruana, aún tiene vigencia en pleno siglo XXI.
En el Estado actual aún persisten algunos rezagos del pasado. La corrupción es un
problema trasversal en las distintas esferas del Estado. En el poder Ejecutivo, el
patrimonialismo ha permitido que los gobernantes capturen los aparatos e
instituciones del Estado y las administren como si fueran su chacra. Razón por la
cual, los últimos ex presidentes tienen serios problemas con la justica. Hoy en día,
con la captura del Estado por grupos privados se habla de un patrimonialismo
moderno.
El Estado actual tiene un carácter anti democrático. La educación no llega a todo
el territorio, no alcanza a toda la población. Las provincias de la costa son las
mejor atendidas en desmedro de las de la sierra y de la selva.
No todos asisten ni concluyen la secundaria. El 40% abandona sus estudios
secundarios y no logra, por consiguiente, adquirir una de las herramientas que le
permite romper el círculo vicioso de la pobreza. Las provincias de la costa son las
mejor atendidas en desmedro de las de la sierra y de la selva. No se puede
comparar la calidad de una escuela del Estado donde se educan los hijos de los
sectores populares con la de una escuela privada en donde se educan los hijos de
las clases medias y altas? Las escuelas unidocentes solamente existen en las zonas
rurales; es decir, en las zonas más pobres del país.
En el sector de salud, existen menos de 12.8 médicos por cada 10,000 habitantes,
porcentaje muy por debajo del promedio de la Organización para la Cooperación y
el Desarrollo Económicos. Existe una inadecuada distribución de médicos en Perú,
llegamos a cifras bastante inferiores en algunas regiones, como las de la
amazónica Loreto, donde solo hay 6.2 médicos por cada 10,000 habitantes. Según
el Minsa, solo el 11% de médicos atiende a los sectores de extrema pobreza,
mientras que el 40% de médicos en Perú atiende a las poblaciones de mayores
recursos.
La pandemia del Covid 19 desnudo no solo nuestras carencias sanitarias, sino
también las injustas e insultantes desigualdades que caracterizan a nuestro país.
Dicen que el virus no discrimina. Lo que discrimina es el acceso y la calidad del
sistema de salud, el acceso al agua potable, el hacimiento en los barrios
populares, la desprotección social que vive la gran mayoría de la población
relacionada con la altísima tasa de empleo informal y el acceso a una educación
de calidad.
En nuestro país, los sistemas de educación y de salud pública son un desastre,
lejos de ser mecanismos de igualación de oportunidad, constituyen espacios de
discriminación.
Al Estado le cuesta reconocer la rica diversidad cultural del país. Somos un país
pluricultural; pero, sin embargo, el Estado ha mantenido su carácter monocultural.
Las minorías nacionales conformadas por quechuas, aymaras y afroperuanos
exigen políticas sociales (educación, salud, justicia, seguridad) sustentadas en la
interculturalidad. Las etnias de la selva, demandan el reconocimiento de su
identidad, del territorio que ocupan y de formas de representación propia. Existe
un divorcio histórico entre el Estado y la sociedad andina y amazónica. Nuestro
Estado no está organizado en función de una nación pluricultural compleja.
Un poder Legislativo que no tiene legitimidad ciudadana. Congresistas que sufren
de negación psicótica, no son capaces de leer de manera objetiva la realidad
social. Existe un fuerte rechazo de la ciudadanía hacia los congresistas. El
desprestigio de los parlamentarios no es gratuito. Los actos de corrupción en los
que se ven comprometidos los congresistas son muy frecuentes. La inmunidad
parlamentaria ha sido utilizada para lograr impunidad.
Ayer fueron Dreyfus y Meiggs los que sobornaban a los políticos de su época. Hoy
Odebrecht y el Club de la construcción compran a los que se arrogan el nombre de
clase política. Las grandes empresas nacionales e internacionales que financian las
campañas electorales de Presidentes y congresistas y que luego nos pasan la
factura. Empresarios que tiene a sus propios congresistas lobistas. Muchas de las
leyes son promulgadas con nombre propio.
Este desprestigio del Legislativo en cierta medida tiene que ver con lo que está
sucediendo con los partidos políticos, cuya existencia es puesta en duda. Hace
más de un siglo Manuel Gonzales Prada en su obra: Horas de Lucha calificaba a los
partidos políticos como “Sindicatos de ambiciones malsanas, clubs eleccionarios o
sociedades mercantiles”, y a sus caudillos como “Agentes de las grandes
sociedades financieras, paisanos astutos que hicieron de la política una faena
lucrativa …” Afirmaciones que aún cobran vigencia.
El ciudadano de a pie percibe que en el Perú no hay igualdad ante la ley ni hay
justicia para todos. La gente se siente discriminada en la aplicación de la ley. La
Ley y la justicia no llegan por igual a todo el territorio ni cubre a todas las clases
sociales. Los aparatos de justicia no tratan a todos por igual y no aplican la ley de
la misma manera a todos. Están sometidos a los poderes económicos, políticos,
mediáticos y religiosos.
En resumen, el Estado actual no ha sido capaz de construir una comunidad política
ya que las demandas de la población no son procesadas en derechos.
Si la República significa una comunidad de ciudadanos e igualdad ante la ley, el
actual Estado tiene serias dificultades para construirla. Dicho de otra manera, el
Estado actual es un Estado sin República.

• Escribe un comentario personal acerca de este tema.

En la actualidad el estado peruano se considera como un estado sin


república ya que se caracteriza por ser antidemocrático, esto se puede ver
reflejado en la desigualdad que existe ante la ley y la justicia, también en la
desigualdad en la distribución de las políticas públicas en los diferentes
sectores, pues solo llega a cierta parte del territorio y no cubre a todas las
clases sociales.
Además, la presencia de la corrupción en los diferentes poderes ha
generado un fuerte rechazo de los ciudadanos hacia nuestras autoridades,
esto debido a los distintos actos de corrupción ocurridos y el uso de la
inmunidad parlamentaria para lograr la impunidad, ha favorecido a muchas
autoridades dejando ver que la aplicación de la justicia y la ley no es igual
para todos los ciudadanos.

• Formula dos preguntas referidas a este tema.

• ¿Qué es y cuál es la base Fundamental de un estado oligárquico?


• ¿Por qué se considera a la corrupción como un problema transversal en los
diferentes poderes del estado?

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