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UNIVERSIDAD DON BOSCO

VICERRECTORÍA DE ESTUDIOS DE POSTGRADOS

TRABAJO DE GRADUACIÓN:
“ESTUDIO SOCIO-ECLESIAL DE LA MASACRE DE 1932, A PARTIR DE LA CARTA
PASTORAL NUMERO 46 Y DE LA SALUTACIÓN PATRIÓTICA DE 1935, DE
MONSEÑOR DUEÑAS Y ARGUMEDO.”

PARA OPTAR AL GRADO DE


MAESTRO EN TEOLOGÍA PASTORAL

PRESENTADO POR:
PBRO. LIC. JOSE NELSON ALVARENGA ALVARENGA
ASESORA:
PBRO. DR. JUAN VICENTE CHOPÍN

ANTIGUO CUSCATLÁN, LA LIBERTAD, EL SALVADOR, C.A


OCTUBRE, 2020
TABLA DE CONTENIDOS

INTRODUCCIÓN
CAPITULO 1:
Contexto sociopolítico de El Salvador en torno a los acontecimientos de 1932.
1.1. Las causas de la masacre de 1932 en el occidente de El Salvador.
1.2. Principales actores involucrados en los acontecimientos de 1932.
1.3. Participación de la iglesia católica en los acontecimientos de 1932.

CAPITULO 2:
Contexto histórico-doctrinal de la postura asumida por Monseñor Dueñas y
Argumedo ante la masacre de 1932.
2.1. Doctrina anticomunista y antimodernista en el magisterio eclesiástico vaticano.
2.2. Doctrina anticomunista en el magisterio de la jerarquía católica salvadoreña.
2.3. La Posición de la Santa Sede ante la masacre de 1932.

CAPITULO 3:
Elementos de la Teología Política en la carta Pastoral 46 y en la Salutación Patriótica
de 1935, de Monseñor Dueñas y Argumedo.
3.1 Respuesta pastoral de monseñor Dueñas y Argumedo ante la masacre de 1932.
3.2 Elementos de teología política en la carta Pastoral 46 y en la Salutación Patriótica de
1935.
3.3 Elementos del patriotismo en el ejercicio pastoral del episcopado salvadoreño

Conclusión
Fuentes principales y bibliografía
Apéndices
Anexo 1 carta pastoral xlvi de monseñor juan antonio dueñas y argumedo
(transcripción)
Anexo 2 Salutación Patriótica de 1935 (transcripción)
METODOLOGÍA DE LA INVESTIGACIÓN

Planteamiento del problema


La finalidad de esta investigación de carácter cualitativo es presentar histórica y
teológicamente un estudio socio-eclesial de la masacre de 1932, a partir de la carta pastoral
número 46 y de la salutación patriótica de 1935, de monseñor Dueñas Y Argumedo, para
mostrar la percepción de la jerarquía católica salvadoreña acerca de dicho acontecimiento.
Se tomarán como fuentes primarias de la investigación la carta pastoral número 46 y la
salutación patriótica realizada por el obispo Dueñas y Argumedo con ocasión de la segunda
toma de posesión del presidente Maximiliano Hernández Martínez, así mismo se indagarán
fuentes bibliográficas referentes a la masacre de 1932, así como documentos eclesiales y de
la Iglesia salvadoreña relacionados con el tema.
La palabra masacre según el diccionario de la Real Academia de la lengua española se
define como: la matanza de personas, por lo general indefensas, producida por un ataque
armado o causa parecida.

Objetivo General
Presentar un estudio socio-eclesial de la masacre de 1932, a partir de la carta pastoral
número 46 y de la salutación patriótica de 1935, de monseñor Dueñas Y Argumedo, para
identificar elementos de la teología política en la jerarquía salvadoreña.

Objetivos Específicos
1. Describir el contexto sociopolítico de El Salvador en torno a los acontecimientos
de 1932.
2. Analizar el contexto histórico-doctrinal de la postura asumida por monseñor
Dueñas y Argumedo ante la masacre de 1932.
3. Identificar elementos de la Teología Política en la carta Pastoral 46 y en la
Salutación Patriótica de 1935, de Monseñor Dueñas y Argumedo.
Preguntas de investigación
¿Cuál es el contexto sociopolítico de El Salvador en torno a los acontecimientos de la
matanza de 1932 en la zona occidental?
¿Cómo influye el contexto histórico-doctrinal en la postura asumida por monseñor Dueñas
y Argumedo ante la masacre de 1932?
¿Qué elementos de la teología política se encuentran en la carta pastoral 46 y en la
salutación patriótica de 1935, de monseñor Dueñas y Argumedo?
JUSTIFICACIÓN

Al describir el contexto sociopolítico de El Salvador en torno a la matanza de 1932 y


analizar la influencia histórico-doctrinal de la postura asumida por monseñor Dueñas y
Argumedo, se podrán identificar elementos de la teología política inmersos en la carta
pastoral 46 y en la salutación patriótica de 1935. De esta forma se podrá presentar y
entender la postura tomada por el obispo de San Miguel ante la matanza ocurrida en 1932
en la zona occidental de El Salvador.

Se cuenta con las fuentes para la realización de la investigación, también se tiene mucha
información histórica sobre la matanza de 1932, documentos pontificios y de la iglesia
salvadoreña relacionada con el tema.

Se realizará una investigación cualitativa, con el método histórico-crítico y con fuentes


primarias. Toda la investigación se realizará con fuentes bibliográficas, para el contexto
histórico de la masacre, para el contexto eclesial y con algunos documentos de época.
INTRODUCCIÓN

La Teología política, es un elemento poco estudiado por la iglesia debido a las variaciones
en las definiciones existentes dadas las tendencias dentro y fuera de la Iglesia.

Un primer intento de teología política se encuentra en Carl Schmitt, en su teología política


1 y 2 pero aclara que es desde un estudio filosófico y desde el estudio de las leyes. Así
mismo en la actualidad y desde el Salvador Ignacio Ellacuría habla de una filosofía y una
teología política.

El trabajo que ha nacido desde la curiosidad investigadora merece una atención especial
debido a que se comienza a realizar Teología desde los documentos o escritos de los
obispos de El Salvador. Este solamente es un pequeño asomo a los antecedentes, causas y
consecuencias de la masacre indígena campesina de 1932, así como también, la visión de la
Iglesia ante estos hechos, que la mentalidad contemporánea e histórica ha sido tildada como
uno de los mayores genocidios1 en América Latina.

Así mismo se estudian elementos de teología política dentro de las cartas pastorales y la
salutación patriótica de Monseñor Dueñas y Argumedo. Para notar elementos existentes de
la misma en los documentos mencionados.

El propósito no es ahondar en los conceptos sino en los elementos de la teología política y


en la respuesta pastoral que tuvo dueñas y Argumedo ante la masacre de 1932.

1
M. M. Ricardo, Genocidio cultural: diálogos teóricos, históricos y culturales sobre la represión de 1932,
Revista Realidad 133, 2012
CAPITULO 1:

Contexto sociopolítico de El
Salvador en torno a los
acontecimientos de 1932.
CAPITULO 1: Contexto sociopolítico de El Salvador en torno a los acontecimientos
de 1932.
1.1. Las causas de la masacre de 1932 en el occidente de El Salvador.

En el Salvador, a lo largo y ancho de su historia se pueden constatar, diversos alzamientos


campesinos desde la época colonial hasta la fecha, sin embargo no compete a este estudio
realizar un bosquejo de estos, sin embargo, para la constatación de causas de la masacre se
consultaran diversas fuentes que narran estas causas.

En primer lugar como en todos los lugares, las desigualdades entre pobres y ricos son de las
causas más evidentes, siempre en el salvador, ha existido la llamada oligarquía, que maneja
todo el poder factico en los países donde la brecha entre pobres y ricos es inmensa.

Siempre hay algunos acontecimientos en la historia que anteceden a otros, siendo el


detonante de alguna realidad histórica, que culmina en un desarrollo o retroceso en la
humanidad misma del hombre, en tantas situaciones de carácter individual o colectivo,
particular o general, social o político, en definitiva hechos que trascienden la misma
humanidad teniendo como resultado situaciones positivas o negativas para la humanidad o
grupos internos de esta.

Existen antecedentes históricos que explican de forma somera el por qué del levantamiento
indígena de 1932 y su relación o no con el partido comunista de la época.

Algunos datos de investigaciones posteriores revelan que todo esto giraba en torno a una
preocupación y disconformidad existente entre los indígenas, que venía desde la
expropiación de tierras que se hicieron a finales de 1800 época del naciente caciquismo
cafetalero, que fueron entregadas en manos de los que luego se convertirían en la clase
social que dominaría la historia económica salvadoreña.

Como dato interesante se transcribe al respecto un extracto del artículo de Erik Ching en el
Libro El Salvador Historia Mínima:
“Desde finales del siglo XIX, las tierras altas del occidente de El Salvador
y sus pueblos indígenas, habían sido sometidos a intensas presiones de
transformación. Los indígenas perdieron sus tierras comunales por medio
de decretos gubernamentales en la década de 1880, aunque, incluso
recibieron parte de sus tierras bajo la forma de propiedad privada, la
mayoría de las principales tierras para café pasó a ser propiedad de
ladinos especuladores y de hacendados capitalistas”2.

Como se observa hay un antecedente que motiva en la interioridad de los indígenas al verse
privados de su propia tierra, esto causa en los indígenas, organización y rebelión dado que
los ladinos se habían apropiado de lo que no les correspondía.
Otro dato histórico que apoya esta versión se encuentra en el libro de historia de El
Salvador 2 del MINED (Ministerio de Educación) y dice lo siguiente:

“Los especialistas sobre el tema consideran que fueron varias las causas
del alzamiento. Para algunos autores, el despojo de tierras en 1881 y
1882, cuando el Estado decretó la abolición de las tierras ejidales y
comunales para favorecer la propiedad individual, afectó a muchas
comunidades indígenas y creó el descontento. Esta causa se conoce como
“el malestar agrario””3 “… Sobre los sucesos del 32 no hay a la fecha una
sola interpretación, sino diversas, cada una de ellas enfatizando aspectos
claves, como lo fue el despojo de las tierras durante la segunda mitad del
siglo XIX o el factor del “resentimiento” étnico que se vino acumulando
desde los viejos tiempos de la colonia”4.

Esta versión también menciona otros aspectos claves como el resentimiento étnico, el cual
no se abordará en esta investigación, sin embargo es bueno tomarlo en cuenta. Lo que
resulta interesante es que estas dos fuentes concuerdan con el tema de la expropiación o
despojo de las tierras.
2
Secretaría de Cultura de la Presidencia, El Salvador Historia Mínima 1811- 2011, Editorial universitaria, UES
2011, Pág. 67
3
MINED, Historia de El Salvador, Segunda Edición, 2009, Pág. 114
4
. Ibíd. Pág. 115
Ciertamente toda esta preocupación y enojo de parte de los indígenas se ve motivada en
este contexto de 1932 por la crisis económica que se venía arrastrando desde 1929, siendo
un detonante de la situación de miseria y explotación en la que estaban viviendo todas y
cada una de las familias que vivían de la tierra y en específico de las cortas de café en toda
la zona occidental; esta irrupción, se ve motivada por la organización llevada a cabo por el
naciente partido comunista salvadoreño, aunque hay autores que mencionan que son dos
movimientos paralelos, lo cierto es que seguramente estos se aprovecharon de la coyuntura
y organizaron a los campesinos- indígenas que tenían esta problemática5

Estos antecedentes históricos mencionados: la pérdida mediante decreto ejecutivo, de las


tierras comunales de 1880 y la crisis económica arrastrada desde 1929, junto a la
organización probable de los indígenas a manos del partido comunista de la época, hacen
que la población campesina e indígena, al mismo tiempo; sea vista y vislumbrada por los
que antes minimizaban su labor y condición social. Ciertamente estos antecedentes
mencionados generan una especie de irrupción campesina- indígena, que aunque violenta,
da a conocer el resentimiento interior de los indígenas, con quienes les gobernaban,
oprimían y les habían despojado de sus tierras.

Debemos también mencionar como asomo algunas situaciones precedentes al hecho como
tal, se venía de una dinastías que fue represora, la crisis económica mundial, el gane de Pio
Romero Bosque, y el derrocamiento del Presidente Araujo, como hechos históricos, que
generan un descontento previo en las masas populares organizadas como también de los
campesinos e indígenas del país y sobretodo de la zona occidental del País.

El Salvador siempre ha estado en constante ebullición social, con lapsos mínimos de


cordura los cuales se dan gracias al populismo que a veces hay en los dirigentes o
personajes de aceptación masiva entre las masas populares. La aceptación al principio y en
el período de bonanza económica entre 1912 hasta la crisis internacional, posicionó a la
oligarquía cafetalera como grandes tenedores de tierras, las cuales fueron quitadas a los
campesinos e indígenas para poder contribuir a los plantíos de los que sería por muchos

5
Cfr. MINED, Historia de El Salvador 2, Pág. 115
años el motor agroexportador de el Salvador con el rubro del café. No es raro entonces
encontrarse ante una ebullición social que pasa por los asesinatos de presidentes como el
presidente Manuel Enrique Araujo que comienza los cimientos de un estado cafetalero; y
luego asesinado en un concierto de una forma extraña, para el posterior ascenso de lo que
sería la Dinastía de los Meléndez –Quiñonez, quienes como oligarquía cafetalera, se
enriquecieron así mismo, desmejorando las condiciones de muchos campesino, obreros,
mujeres e indígenas, estos últimos siendo vistos como nada.

Las condiciones de poder antes mencionadas, traen a relucir la injusticia social, oligárquica
y represora en la que vivían los más humildes de la época y razones clave para el
levantamiento.

1.2. Principales actores involucrados en los acontecimientos de 1932.


Dentro de una obra teatral, son importantes los acontecimientos que se suceden uno a uno,
tal y como se ha resumido en las anteriores páginas, sin embargo, hay algo no menos y
estos son los protagonistas que circundan el hecho importante, el cual merece una atención
importante:

Los EEUU, El gobierno del General Maximiliano Hernández Martínez, El ejército


salvadoreño, los campesinos, indígenas y no indígenas, el PCS (Partido Comunista
Salvadoreño), la iglesia católica; parecen ser de los principales actores involucrados en la
masacre de 1932.

Los EEUU, ofrecieron ayuda militar para poder contrarrestar esta insurrección sin embargo
se negaron a recibirla:

“Uno de los efectos del alzamiento fue la consolidación del general Hernández
Martínez en el gobierno. Aunque el reconocimiento de Estados Unidos siguió
pendiente, el temor a un alzamiento comunista hizo que se enviaran tres barcos
de guerra al puerto de Acajutla, uno de ese país y dos canadienses, para ayudar a
reprimir la rebelión. El jefe de operaciones militares de la zona, general José
Tomás Calderón, rechazó la ayuda, ya que según les comunicó, ya había
“liquidado” o “neutralizado” a los “bolcheviques”” 6.

El pensamiento de época constatado en la anterior cita demuestra que la manera de


contrarrestar este avance fue liquidando a los alzados. Se puede ver que hubo una
combinación de los pueblos indígenas que se manifiestan contra el gobierno opresor y el
Partido Comunista Salvadoreño (PCS) naciente, que realiza sus primeros pasos para poder
llegar al poder y así poder derrocar a la oligarquía cafetalera que por siglos estaba
oprimiendo al pueblo más vulnerable.

El Partido Comunista Salvadoreño (PCS) es presentado como el creador de una gran trama
comunista, que se insertó en los indígenas y campesinos, intentando el apoyo de ciertos
mandos del ejército. Según esto el General Hernández Martínez intentó parar el avance del
comunismo7

Así mismo se habla de la situación anticomunista y se presenta como un temor paranoico


que justifica muchas veces el accionar de los principales actores de la siguiente forma:
“El recuerdo del levantamiento es la causa del temor anticomunista casi
paranoico que se ha apoderado de la nación desde entonces. Dicho temor se
expresa en la acusación de comunista que se lanza contra cualquier movimiento
de reforma, por más modesto que sea. Tal vez se manifiesta mejor en el hecho
de que, a partir de 1932, todos los presidentes o jefes de Estado que ha tenido el
país han sido militares. El complejo laberinto político de El Salvador
únicamente se puede explicar en función de la experiencia traumática de la
insurrección y la matanza”8

Esta es una consecuencia del recuerdo del levantamiento, desde esa época y anterior a ella,
se nota ese recelo oficialista en los gobiernos hacia la gente de a pie, al trabajador, al

6
Ibíd. Pág. 119
7
Pérez Brignoli. “La rebelión campesina de 1932 en El Salvador”, pág. 25
8
Bellver Amaré, Fernando. (2001). El tiempo en la historia. Una metodología dinámica y activa en la ESO.
Zaragoza, España: Editorial Luis Vives.
campesino, al obrero se le ve como un enemigo del oficialismo presidencia, llámese militar
o civil. Es por ello que se llevan a cabo tantas injusticias.

Los campesinos e indígenas alzados, por el descontento de hacía años, por la repartición de
las tierras a causa de las fincas de café en apogeo por el modelo agrícola de la economía,
así como por la discriminación sufrida por las autoridades, se arman de valor organizándose
en varios departamentos del país.

El gobierno tuvo la acción de suprimir y erradicar este levantamiento, utilizando la fuerza


letal tal y como lo constata Héctor Lindo Fuentes, en la Revista de Historia N° 49-50
(enero-diciembre, 2004), con el título, Políticas De La Memoria: El Levantamiento De
1932 En El Salvador donde narra lo siguiente:

“El 21 de enero los periódicos anunciaban que el gobierno había abortado un


complot comunista en la capital y declarado estado de sitio en seis
departamentos. Alrededor de la medianoche, entre el 22 y el 23 de enero, las
fuerzas rebeldes atacaron comunidades en el oeste del país: Tacuba,
Ahuachapán, Juayúa, Salcoatitán, Nahuizalco, Izalco, Sonsonate, Sonzacate, y
Colón. Atacaron primero sitios estratégicos y las principales edificaciones que
representaban el poder del estado: cuarteles de policía, oficinas de telégrafos,
oficinas municipales. También asaltaron casas de terratenientes y saquearon
comercios locales. Los rebeldes descargaron su ira contra miembros de los
grupos de poder: alcaldes, cafetaleros, comerciantes, y comandantes militares.
Decenas de personas murieron víctimas de los asaltos. Las estimaciones más
altas del número de muertos víctimas de la furia rebelde llegan al centenar.”

Dentro de esta narración evidentemente oficialista constatamos la participación de rebeldes,


según lo descrito, que atacaron puntos estratégicos , saqueando casas de terratenientes,
evidentemente era una gesta patriótica en contra de las injusticia y contra el poder
dominante, en la cual los actores principales eran los miembros de este complot comunista,
por una parte el naciente Partido Comunista Salvadoreño y por el otro los campesinos e
indígenas inconformes, que vistos por separado se aúnan en un solo objetivo la lucha
reivindicativa, en contra de un sistema opresor.
El Presidente de la republica tuvo ocasión de explicar su parte en el acontecimiento, Héctor
lindo nos lo detalla de la siguiente manera:

“El 4 de febrero, el General Martínez tuvo la oportunidad de presentar su lado


del asunto en el discurso de apertura de sesiones de la Asamblea Legislativa. Se
refirió a los acontecimientos sin usar una sola vez la palabra indígena o indio,
silenciando cualquier posibilidad de comprender el carácter étnico del asunto.
Esta extraordinaria omisión era indispensable para que la única interpretación
posible de los acontecimientos fuera la del comunismo” 910

Miguel Mármol cuenta la persecución de la cual eran objeto los miembros del partido
comunista Salvadoreño:

“En la medida que el trabajo de organización comunista fue haciéndose menos


vacilante y más exitoso, el asedio contra nosotros creció. La prensa burguesa, los
curas, la radio reaccionaria, vomitaban acusaciones e insultos. El anticomunismo
se puso de moda y los camaradas salvadoreños fuimos el blanco predilecto de la
reacción derechista. Bien pronto salió a relucir la bandera de la «leyenda negra
del comunismo en el año 32 en El Salvador». Fue entonces que apareció el libro
calumnioso de Schlesinger, dirigido a aislarnos y a lograr que el vacilante
gobierno de Arévalo tomara medidas, expulsándonos del país o
encarcelándonos”11.

Poco después del levantamiento fue la bandera izada por la derecha opresora en El
Salvador, tildando de rebelde sedientos de sangre a los miembros del partido comunista
salvadoreño y una buena excusa para perseguirlos. Sin embargo se puede constatar de esta
9
Lindo Fuentes Héctor, Políticas de la memoria, La masacre de 1932,
10
Mensaje del Señor Presidente de la Republica, General Maximiliano Hernández Martínez leído ante la
asamblea Nacional, en el acto de la apertura de su periodo de sesiones ordinarias, el día 4 de febrero de
1932.
11
Roque Dalton. Miguel Mármol. Los sucesos de 1932 en El Salvador. San Salvador: UCA Editores, 2ª edición,
1997, págs. 458.
forma que el partido comunista salvadoreño tuvo un papel importante en la organización
del levantamiento de campesinos y obreros que luego culminaría con la matanza.

Los actores principales dentro de la historia son aquellas dos partes involucradas en un
hecho histórico, para cada cual en su pensamiento propio las decisiones fueron positivas,
sin embargo el valor de la vida debe superponerse a los intereses propios de poder y
anhelos de abundancia económica para los grupos pudientes de todas las épocas, en este
caso tomando opción por los masacrados se puede decir que: Los actores principales:
indígenas, campesinos y obreros, fueron masacrados por pedir un cambio en la forma
injusta en que las cosas se realizan. Estados Unidos, tuvo una participación fuerte aunque
minimizada por las autoridades de época ya que no los dejaron proceder aduciendo que
ellos podían detener el levantamiento, en este caso se debe tomar en cuenta que a los
estados unidos le daba temor el avance de revoluciones comunistas en el continente, sobre
todo después de la revolución Rusa. El PCS da sus primeros pasos en el Salvador, con la
dirigencia principal de Miguel Mármol como organizador de masas.

1.3. Participación de la iglesia católica en los acontecimientos de 1932.


La Iglesia católica siempre se ha manifestado ante los hechos históricos en cuanto a su
pronunciamiento en pro o en contra de estos, a veces se malentienden estas tomas de
decisión porque se analizan a través de una visión póstuma la cual no es mala pero si un
poco parcial, al definir los acontecimientos de antaño con nuestro pensamiento de época.

La Revolución Rusa puso en alerta a todas las regiones del mundo sobre todo occidentales,
que vieron cómo se iba poniendo en práctica la teoría marxista sobre la lucha de clases y el
verdadero ascenso al poder del pueblo, es una ruptura hacia los poderes oligárquicos en
cuanto a la relación burgueses, medios de producción y fuerza de trabajo, cuando toda esta
relación se pode a disposición de la sociedad, siendo el carácter social la premisa, quitando
los privilegios a los poderosos.

Cierto es que la iglesia al ser parte de la superestructura de dominación mental tanto en lo


religioso y lo moral, ve en esta nueva teoría como si fuese el mismo diábolo (división).
Una revista salesiana de la época dice lo siguiente:

“el mundo está hecho de tal suerte por la Providencia Divina que los ricos necesitan
de los pobres, y los pobres de los ricos”12

Es muy interesante esta postura desde una parte de la iglesia sobre todo religiosa que está
subyugando al pobre respecto al rico, como si fuese voluntad divina, inclusive justificando
desde la sagrada escritura esta subyugación:

“Esclavos, obedeced a vuestros amos de este mundo con respeto y temor, con
sencillez de corazón, como a Cristo no por ser vistos, como quien busca agradar
a los hombres, sino como esclavos de Cristo que cumplen de corazón la
voluntad de Dios; de buena gana, como quien sirve al Señor y no a los hombres;
conscientes de que cada cual será recompensado por el Señor según el bien que
hiciere: sea esclavo, sea libre." (Biblia de Jerusalén Efesios 6, 5-8).

A ciencia cierta y en el momento en que la biblia o el texto se redactó se puede constatar la


existencia de esclavos, si se realizara un análisis profundo del texto sin embargo no es ese
el cometido que nos embarga sino más bien lo que la iglesia menciona o piensa del hecho.

El siguiente texto de la revista salesiana es un poco más largo para el análisis pero muy
evidente en la postura de una parte de la Iglesia católica ante los hechos de 1932.

…los trabajadores han de mantenerse con la debida moderación, al reclamar sus


derechos deben mostrar respeto a la propiedad... Recobren la confianza de
antaño, destierren aquel prejuicio tan común hoy día de que todo rico es un
enemigo de los pobres. Procuren de su parte cumplir lo mejor posible con las
obligaciones de su estado. Convénzase de que quien sabe trabajar y economizar,
más tarde o más temprano, se encontrará con que disfruta de una relativa
prosperidad y bienestar… Más téngase presente, que ni el Estado, ni la clase rica
ni el proletariado harán nunca nada, sin los auspicios de la religión católica...
Vuelvan a Cristo a las escuelas vuelva a los tribunales… el caballo rojo (del
apocalipsis)... parece significar los siniestros resplandores rojos del comunismo

12
Don Bosco. Revista Mensual Redactada por los Padres Salesianos. Ano XXVI, No. 2, Febrero de 1932.
mundial, que con bramidos de indómita fiera, con tragones de tormenta
desatada, con furor de llamas inmisericordes y vaho de sangre humana blande
sus múltiples armas pretendiendo con loco intento abatir el secular edificio de la
civilización… Reciente es en nuestras tierras el paso de esta bestia apocalíptica,
sus huellas son esos incendios y asesinatos que han sumido en el luto a
numerosos hermanos nuestros”13

Esta es una parte de la postura de la iglesia que Ernesto Cáceres menciona en la revista de
la UCA, donde una parte de la iglesia menciona que deben ser obediente, que los gobiernos
no actúan sin la venia de la Iglesia, que no se dejen llevar por los resplandores del
comunismo mundial, entre otras situaciones.

Es un texto un poco triste al ver la gran matanza, que es justificada por una parte de la
iglesia, ya que la gente ha sido contaminada por el jinete rojo del apocalipsis, el jinete del
comunismo.

En la revista salesiana también se hace mención de lo siguiente:

“Que ha habido abuso de parte de algunos grandes propietarios... no lo podemos


ni lo debemos negar, sin faltar a una verdad públicamente conocida... por lo cual
y de la manera más imparcial y desinteresada, nos limitaremos a mencionar
algunos de dichos abusos… En cuanto a salario, muchas veces no se ha dado a
los trabajadores un salario justo, ni relativa ni absolutamente. Aún resuenan en
nuestros oídos las palabras de un pobre hombre que nos decía que en la casa
donde se encontraba trabajando le pagaban 14.50 al mes, sin mantención, y sólo
de mantención él tenía que pagar 15.00. Ahora nos preguntamos ¿y ese hombre,
con qué se viste, con qué pagará alquileres, qué podrá economizar? y éste no ha
de ser ciertamente el caso más grave, pues nuestro ¿hombre ni tiene familia, ni
es el peor, retribuido… Todo trabajador, cualquiera que sea su condición debe
tener sus ‘tres tiempos’. Ahora bien, esto no se ha observado, por lo general le
han dado casi en todas partes, dos tiempos de mala comida…” 14

13
Citas de Cáceres Ernesto, Después del 32´Boletin de Ciencias Económicas y Sociales, Universidad Centro
americana José Simeón Cañas, año IX número 2, marzo-abril de 1986.
14
Editorial Don Bosco, La cuestión comunista., Año XXVI, No. 3, Marzo de 1932.
También los salesianos hacen una denuncia de los malos salarios pagados a los trabajadores
llamándolos abusos de parte de los grandes propietarios, quizá la postura más fuerte de la
época es la del arzobispo de San Salvador monseñor Belloso advierte del peligro comunista
si no se tratan bien a la gente, hace un cuestionario a los capitalistas de la siguiente forma:

“1) Sabe usted cómo viven sus colonos?

2) Tienen ellos en sus viviendas cierta comodidad e higiene?

3) Se les paga el salario suficiente, no sólo para el vivir cotidiano, sino también
para que sostengan a su familia, a base de economía y honradez?

4) Los colonos y empleados todos, trabajan de tal manera que pueden cumplir
con sus obligaciones religiosas?

5) Se les da facilidades para que sus hijos reciban la instrucción conveniente?

6) Cuentan con médico y medicinas para sus enfermedades ordinarias,


particularmente si viven en zonas malsanas?

7) No se abusa de la debilidad de los niños obligándoles a trabajos incompatibles


con su edad?

8) Se impone a las mujeres, sobre todo a las que son madres, obligaciones que
les imposibilitan atender a sus niños?

Si todos los patronos tratan a sus trabajadores de modo que no se deje ni una
sola de estas cosas sin cumplir, creemos, y estamos seguros de ello, que el
peligro comunista quedará completamente conjurado” 15

Ciertamente en el cuestionario hay preguntas incomodas para los ricos de la época, dado
que son las injusticias por las cuales ocurrió el levantamiento. Monseñor Belloso advierte
tales injusticias contra las personas humildes.

De la parte oriental del país también se nota la voz de la iglesia en las palabras de monseñor
Juan Antonio Dueñas y Argumedo, que se analizará en los próximos capítulos.

15
“Monseñor Belloso y nuestro palpitante problema social”. El Día, 20 de enero, 1932, p. 4
Se nota que la iglesia tiene un papel importante en la opinión y también en la movilización
de la conciencia de las personas, esto hace que su crítica al respecto de la
instrumentalización política de parte de los comunistas, sea vista como un peligro, en un
primer momento, pero también se nota, la incomodidad de la iglesia ante la matanza de los
campesinos y obreros, es por esto que se dan las preguntas en el cuestionario a los
capitalistas, interesante, en contraposición de los comunistas, que habían movilizado el
levantamiento.
CAPITULO 2:
Contexto histórico-doctrinal de la
postura asumida por Monseñor
Dueñas y Argumedo ante la masacre
de 1932.

La iglesia como madre y maestra a lo largo de la historia ha sentado postura ante


acontecimientos históricos, en lo que tiene que ver con los gobiernos de turno, monarquías,
imperios, en fin, con todo lo que tiene que ver con la parte temporal, de esta forma se
intentará definir las doctrinas circundantes del magisterio vaticano y algunos asomos de lo
que piensa la iglesia salvadoreña sobre todo en la persona de Monseñor Juan Antonio
dueñas y Argumedo.

2.1. Doctrina anticomunista y antimodernista en el magisterio eclesiástico vaticano.


A lo largo de la historia la iglesia se ha pronunciado sobre todo desde la Rerum Novarum
sobre lo que se llamará en este documento los socialis problems, que identifica a todos los
acontecimientos sociales que de una u otra forma afectan a un sector de la sociedad o al
mundo en cada particularidad, de forma ya sea negativa o positiva, porque vamos,
ciertamente las revoluciones industriales y políticas conllevan crisis que son negativas pero
también un tipo de avance que no es del todo negativo.

El magisterio eclesiástico nos habla del anticomunismo y anti modernismo, pero qué es el
modernismo y qué es el anticomunismo en palabras sencillas:

El diccionario de la Real Academia Española (RAE) define el comunismo como: un


movimiento y sistema político, desarrollados desde el siglo XIX, basados en la lucha de
clases y en la supresión de la propiedad privada de los medios de producción. Y define
modernismo como: un movimiento religioso de fines del siglo XIX y comienzos del XX
que pretendió poner de acuerdo la doctrina cristiana con la filosofía y la ciencia de la época
moderna, y que favoreció la interpretación subjetiva, sentimental e histórica de muchos
contenidos religiosos.

Pues bien en su momento la iglesia por las ideas comunistas fue tenida como parte de una
superestructura de dominación que ayudaba a los poderosos “un fantasma recorre europa
es el fantasma del comunismo. Todas las fuerzas de la vieja Europa se han unido en santa
cruzada para acosar a ese fantasma: el Papa y el zar, Metternich y Guizot, los radicales
franceses y los polizontes alemanes.” Siendo esta la frase famosa con la que inicial el
manifiesto comunista, escrito por Marx y Engels. Si se presta atención a la profundidad de
este párrafo, se puede constatar la problemática, el miedo y la aversión a las ideas políticas
nacientes del siglo XIX que criticaban la acumulación de riquezas de unos pocos en
detrimento de la clase trabajadora y campesina, comúnmente explotada por quienes llama
burgueses. Esto no cayó en gracia en muchos sectores con pertenencia oligárquica o
dominadora, la iglesia en cierta forma también formó parte de esa clase dominante, al tener
una estructura de modo imperial, sobre todo en lo que respecta a sus ceremonias religiosas,
pero también a la jurisdicción que le corresponde regir. De hecho también la iglesia se
opone a las ideas modernistas por ser cuestionadoras de lo que la iglesia planteaba como
verdades de fe, resaltando la libertad de pensamiento sobre todo en filosofía y en las
ciencias.

El papa Pio X en su Motu proprio Sacrorum antiistitum, pide a todo el clero, los pastores,
confesores, predicadores, superiores religiosos y profesores de filosofía y teología en los
seminario que realicen un juramento en el cual se alejan y no profesan ideas modernista, es
un manotazo al avance científico, pero también la forma en que la iglesia se salvaguarda de
ideas no gratas para la vivencia de fe en este caso ideas modernistas.

Así mismo se debe tener en cuenta la doctrina social en boga en esta época para lo cual se
expone en el siguiente cuadro:

La Iglesia a lo largo de la historia, ha tenido que dar respuesta a algunos acontecimientos


sociales, que tienen mucha incidencia en el mundo, para este conocimiento, solo se
mencionaran algunas de las encíclicas sociales y de lo que tratan dado que el estudio de las
mismas vendría a ser un trabajo arduo que se debe presentar en otro tipo de investigaciones
al respecto.
Encíclica Año Contenido Principal
16
Rerum Novarum del Papa 1891 Sobre la situación de los Obreros
Leon XIII
Quadragesimo Anno17 del Papa 1931 Sobre la restauración del orden social en
Pío XI perfecta conformidad con la ley evangélica
al celebrarse el 40º aniversario de la
encíclica Rerum Novarum de León XIII

16
León XIII, Rerum Novarum, 1891
17
Pío XI, Quadragesimo Anno, 1931
Como se ha visto en el recuadro anterior, de parte de los Santos Padres, siempre se ha
tenido una preocupación constante por el tema social. De esta manera se confirman las
enseñanzas de la Iglesia en la cuestión social.

Pero no solamente tenemos antecedentes eclesiales al respecto de la cuestión social,


también existen antecedentes históricos que explican de forma somera el porqué del
levantamiento indígena de 1932 y su relación o no con el Partido comunista de la época.

Algunos datos de investigaciones posteriores revelan que todo esto giraba en torno a una
preocupación y disconformidad existente entre los indígenas, que venía desde la
expropiación de tierras que se hicieron a finales de 1800 época del naciente caciquismo
cafetalero, que fueron entregadas en manos de los que luego se convertirían en la clase
social que dominaría la historia económica salvadoreña.
Como dato interesante se transcribe al respecto un extracto del artículo de Erik Ching en el
Libro El Salvador Historia Mínima:

“Desde finales del siglo XIX, las tierras altas del occidente de El Salvador y sus pueblos
indígenas, habían sido sometidos a intensas presiones de transformación. Los indígenas
perdieron sus tierras comunales por medio de decretos gubernamentales en la década de
1880, aunque, incluso recibieron parte de sus tierras bajo la forma de propiedad privada,
la mayoría de las principales tierras para café pasó a ser propiedad de ladinos
especuladores y de hacendados capitalistas”18.

Como se observa hay un antecedente que motiva en la interioridad de los indígenas al verse
privados de su propia tierra, esto causa en los indígenas, organización y rebelión dado que
los ladinos se habían apropiado de lo que no les correspondía.

Otro dato histórico que apoya esta versión se encuentra en el libro de historia de El
Salvador 2 del MINED (Ministerio de Educación) y dice lo siguiente:

18
Secretaría de Cultura de la Presidencia, El Salvador Historia Mínima 1811- 2011, Editorial universitaria, UES
2011, Pág. 67
“Los especialistas sobre el tema consideran que fueron varias las causas del alzamiento.
Para algunos autores, el despojo de tierras en 1881 y 1882, cuando el Estado decretó la
abolición de las tierras ejidales y comunales para favorecer la propiedad individual,
afectó a muchas comunidades indígenas y creó el descontento. Esta causa se conoce
como “el malestar agrario””19

“… Sobre los sucesos del 32 no hay a la fecha una sola interpretación, sino diversas,
cada una de ellas enfatizando aspectos claves, como lo fue el despojo de las tierras
durante la segunda mitad del siglo XIX o el factor del “resentimiento” étnico que se vino
acumulando desde los viejos tiempos de la colonia”20.

Esta versión también menciona otros aspectos claves como el resentimiento étnico, el cual
no se abordará en esta investigación, sin embargo es bueno tomarlo en cuenta. Lo que
resulta interesante es que estas dos fuentes concuerdan con el tema de la expropiación o
despojo de las tierras.

Ciertamente toda esta preocupación y enojo de parte de los indígenas se ve motivada en


este contexto de 1932 por la crisis económica que se venía arrastrando desde 1929, siendo
un detonante de la situación de miseria y explotación en la que estaban viviendo todas y
cada una de las familias que vivían de la tierra y en específico de las cortas de café en toda
la zona occidental; así mismo se ve motivada por la organización llevada a cabo por el
naciente partido comunista salvadoreño, aunque hay autores que mencionan que son dos
movimientos paralelos, lo cierto es que seguramente estos se aprovecharon de la coyuntura
y organizaron a los campesinos- indígenas que tenían esta problemática21

Todo lo anterior denota una participación enorme de la iglesia ante las ideas comunistas y
modernistas, algunos obispo de la época, denuncian el comunismo como un monstruo que
hace que las personas buenas cambien, otro denuncia el asesinato de hermanos engañados
por los comunistas, pero también hay alguno que demuestra que el asesinato no es la forma
de llevar a feliz término una confrontación.

19
MINED, Historia de El Salvador, Segunda Edición, 2009, Pág. 114
20
. Ibíd. Pág. 115
21
Cfr. MINED, Historia de El Salvador 2, Pág. 115
Lo que es por demás cierto, es que la iglesia salvadoreña, tiene como respaldo los
documentos de la Iglesia para respaldar o rechazar esta hecatombe ocurrida en 1932 hacia
los indígenas y campesinos de la zona occidental de El Salvador, es decir, se justifica la
actitud tomada por algunos de los obispo de época en cuanto al pensamiento socialista y
comunista, dado que algunos documentos del magisterio lo denuncian y hasta lo condenan.

“A todos, finalmente, es manifiesto con cuá n graves palabras y cuá nta


firmeza y constancia de á nimo Nuestro glorioso predecesor Pío IX, de f. m.,
ha combatido, ya en diversas alocuciones tenidas, ya en encíclicas dadas a
los Obispos de todo el orbe, contra los inicuos intentos de las sectas, y
señ aladamente contra la peste del socialismo, que ya estaba naciendo de
ellas.”22

Como antecedente del comunismo está el socialismo y ya León XIII lo denuncia


fuertemente, hay palabras muy fuertes que inclusive se pueden tomar como de obligatorio
cumplimiento al decir el pontífice que estas situaciones deben ser cortadas de raíz:

“Muy de lamentar es el que quienes tienen encomendado el cuidado del bien


común, rodeados de las astucias de hombres malvados, y atemorizados por sus
amenaza, hayan mirado siempre a la Iglesia con ánimo suspicaz, y aun torcido,
no comprendiendo que los conatos de las sectas serían vanos si la doctrina de la
Iglesia católica y la autoridad de los Romanos Pontífices hubiese permanecido
siempre en el debido honor, tanto entre los príncipes como entre los pueblos.
Porque la Iglesia de Dios vivo, que es columna y fundamento de la verdad
enseña aquellas doctrinas y preceptos con que se atiende de modo conveniente al
bienestar y vida tranquila de la sociedad y se arranca de raíz la planta siniestra
del socialismo.”23

El magisterio de León XIII, muy social por la encíclica Rerum Novarum, también aconseja
a los poderes de la tierra devolverle a la iglesia el lugar que le corresponde y combatir la
peste del socialismo, antes mencionado en este estudio, como antecedente del comunismo:

22
Quod apostolici muneris, Leon XIII n. 12
23
Ibíd., n.13
“Por lo cual, Venerables Hermanos, Nos, a quien actualmente está confiado el
gobierno de toda la Iglesia, así como desde el principio de Nuestro pontificado
mostramos a los pueblos y a los príncipes, combatidos por fiera tempestad, el
puerto donde pudieran refugiarse con seguridad; así ahora, conmovidos por el
extremo peligro que les amenaza, de nuevo les dirigimos la apostólica voz, y en
nombre de su propia salvación y de la del Estado les rogamos con la mayor
instancia que acojan y escuchen como Maestra a la Iglesia, a la que se debe la
pública prosperidad de las naciones, y se persuadan de que las bases de la
Religión y del imperio se hallan tan estrechamente unidas, que cuanto pierde
aquella, otro tanto se disminuye el respeto de los súbditos a la majestad del
mando, y que conociendo, además, que la Iglesia de Cristo posee más medios
para combatir la peste del socialismo que todas las leyes humanas, las órdenes
de los magistrados y las armas de los soldados, devuelvan a la Iglesia su
condición y libertad, para que pueda eficazmente desplegar su benéfico influjo
en favor de la sociedad humana.”24

Es un llamado a que no se dejen gobernar por estas nuevas ideas que están en apogeo, que
quieren instaurar la separación de la Iglesia, porque no decirlo de lo que por años se venía
practicando en la sociedad. Así mismo detalla que la Iglesia tiene los medios para combatir
al socialismo e insta a las instituciones devolverle poderes a la iglesia para ese mismo
cometido.

Entonces es lógico pensar que el pensamiento antecedente a la masacre de 1932, en la


Iglesia salvadoreña, responde al magisterio eclesiástico de ese entonces.

Años después de la masacre también pio XI se pronuncia en la Divini Redemptoris hace


una condena del comunismo.

“Este peligro tan amenazador, como habréis comprendido, venerables hermanos,


es el comunismo bolchevique y ateo, que pretende derrumbar radicalmente el
orden social y socavar los fundamentos mismos de la civilización cristiana.” 25…
Frente a esta amenaza, la Iglesia católica no podía callar, y no calló. No calló
esta Sede Apostólica, que sabe que es misión propia suya la defensa de la

24
Ibid., n. 32
25
Divini Redemptoris, Pio XI, 1937. N 3
verdad, de la justicia y de todos aquellos bienes eternos que el comunismo
rechaza y combate. Desde que algunos grupos de intelectuales pretendieron
liberar la civilización humana de todo vínculo moral y religioso, nuestros
predecesores llamaron abierta y explícitamente la atención del mundo sobre las
consecuencias de esta descristianización de la sociedad humana. Y por lo que
toca a los errores del comunismo, ya en el año 1846 nuestro venerado predecesor
Pío IX, de santa memoria, pronunció una solemne condenación contra ellos,
confirmada después en el Syllabus. Dice textualmente en la encíclica Qui
pluribus: «[A esto tiende] la doctrina, totalmente contraria al derecho natural, del
llamado comunismo; doctrina que, si se admitiera, llevaría a la radical
subversión de los derechos, bienes y propiedades de todos y aun de la misma
sociedad humana». Más tarde, uno predecesor nuestro, de inmortal memoria,
León XIII, en la encíclica Quod Apostolici numeris, definió el comunismo como
«mortal enfermedad que se infiltra por las articulaciones más íntimas de la
sociedad humana, poniéndola en peligro de muerte», y con clara visión indicaba
que los movimientos ateos entre las masas populares, en plena época del
tecnicismo, tenían su origen en aquella filosofía que desde hacía ya varios siglos
trataba ele separar la ciencia y la vida de la fe y de la Iglesia. 26

Aquí pio XI menciona y cita la anteriores condenas que del comunismo’ socialismo hay, es
por ello que entendemos la forma en que la iglesia comprende el comunismo desde su
interior, viéndole como la sociedad misma lo percibe, como una lucha entre la fe de la
Iglesia y estas ideas que se le llaman peligrosas.

“…hemos condenado los principales errores de esta nuestra triste edad,


hemos procurado excitar vuestra eximia vigilancia episcopal, y una vez y
otra vez hemos amonestado con todo nuestro poder y exhortado a todos
Nuestros muy amados los hijos de la Iglesia católica, a que abominasen y
huyesen enteramente horrorizados del contagio de tan cruel pestilencia.”27

26
Ibid., n 4
27
Encíclica Quanta cura y Syllabus, Pio IX, 1864
Es por ello que se entiende la postura de la iglesia ante las ideas comunistas y modernistas,
todo el magisterio anterior a la masacre y posterior a las ideas modernistas y socialistas,
desenmarañan un lucha entre estas ideas en apogeo, la sociedad y la iglesia.

2.2 Respuesta pastoral de Monseñor Juan Antonio Dueñas y Argumedo


Como se mencionó al inicio de este apartado teórico, la Iglesia da respuesta a
circunstancias determinadas en la historia, eso se ha podido visualizar en el contenido de
cada una de las encíclicas mencionadas.

Los obispos en cada una de sus diócesis ante circunstancias: catequéticas, políticas,
culturales, tradicionales, etc., utilizan la forma de documentos eclesiales con el nombre de
Carta Pastoral que: “es un documento consultado por los obispos o por las conferencias
episcopales, en el ejercicio de su ministerio pastoral. Su contenido abarca las cuestiones
relativas a la fe y la moral; también se utiliza para iluminar y explicitar algún
acontecimiento significativo. Algunas repiten e interpretan lo que han recibido del
magisterio supremo, otras veces reiteran principios morales aceptados o hacen aplicaciones
prudenciales de principios morales, sobre situaciones complejas de nuestro tiempo o
asimismo establecen normas pastorales.”28 La finalidad que estas tienen es: “la orientación
y la formación de la conciencia de los fieles, en los asuntos de la fe y la moral.”29

A lo largo de las 75 cartas pastorales recopiladas de Monseñor Dueñas y Argumedo (entre


1914- 1941) se nota que la definición citada anteriormente, cabe a lo largo y ancho de este
trabajo pastoral arduo de redacción y enseñanza. Ahora bien, debemos adentrarnos poco a
poco a la respuesta pastoral de Monseñor Dueñas y Argumedo ante los hechos acaecidos
en 1932, conocidos como la matanza o la masacre de 1932.

Para ello debemos conocer una estructura sencilla de toda carta pastoral, tomaremos de
ejemplo la carta 46 (XLVI) de Monseñor Juan Antonio Dueñas y Argumedo para algunas
partes:

28
La función de las cartas pastorales, en http://www.adabi.org.mx/content/descargas/cartas_pastorales.pdf
29
Ibíd.
Autor: “…Nos Juan Antonio Dueñas y Argumedo, por la misericordia de Dios y
benignidad de la Santa Sede Apostólica, Obispo de San Miguel, asistente al Sacro Solio
Pontificio…”30
Destinatarios y Saludo: “A nuestro Ven. Consejo Diocesano, Señores Vicarios Foráneos,
Párrocos y Clero Regular y amados diocesanos: salud, bendición en N. S. Jesucristo Rey”31
Contenido: todo lo concerniente a esta carta (se mencionará más adelante)
Conclusión: toma decisiones respecto a lo que se habla en el contenido.
Bendición: (no siempre está presente):
Lugar y fecha: donde se escribió
Rubricas: La firma del obispo y el Secretario Episcopal, Vicario o Canciller

Ha llegado el momento de analizar paso a paso la carta pastoral de Mons. Dueñas y


Argumedo, en este caso se profundizará el contenido de la carta 46 (XLVI), que consta de
14 páginas, se irán citando al pie las partes consideradas en este estudio más importantes.

Al inicio de la cuaresma de 1932, el obispo de San Miguel nos habla de la piedad y


misericordia que Dios tiene con nosotros, así mismo hace alusión a los acontecimientos
terroristas que han sucedido en el suelo salvadoreño.32

Así mismo resalta que estos hechos violentos son hechos por Lenines criollos33 que no
respetan la autoridad ni los hogares.

En un manifiesto hecho por el ejército salvadoreño se hace de conocimiento que son los
comunistas los culpables de llevar la decadencia a esta zona occidental 34, quienes han
“contaminado ya no solo a los trabajadores de la ciudad, sino a los antes, pacíficos,
honestos y cristianos habitantes de nuestros campos… ”35
30
Dueñas y Argumedo, XLVI Carta Pastoral, Pág. 1
31
Ibíd.
32
“Nuestra pastoral de cuaresma, viene hoy a vosotros, venerables Sacerdotes y amados diocesanos , orlada
de luto , como enlutado está nuestro corazón por los tristes y lamentables acontecimientos terroristas, de
estos días, que han vestido de luto los hogares salvadoreños; y han ensangrentado, con sangre de
hermanos, el suelo venerado de la amada Patria… ” (Dueñas y Argumedo Carta XLVI)
33
Dueñas y Argumedo, XLVI Carta Pastoral, Pág. 1 citando el diario el Tiempo Nº 784
34
Dueñas y Argumedo, XLVI Carta Pastoral, Pág. 2 citando Manifiesto del ejército a la nación
35
Dueñas y Argumedo, XLVI Carta Pastoral, Pág. 2
Después de esta breve descripción monseñor cita la encíclica social Quadragesimo Anno de
Pío XI, como temática del magisterio de la Iglesia en la que se apoya, en la descripción que
él titula: Quienes son los comunistas, donde se hace hincapié en que la rama más violenta
del socialismo es el comunismo36

Para el obispo de San Miguel, el comunismo tiene por finalidad, “la lucha encarnizada de
las clases sociales y la desaparición de la propiedad privada”37, está última entra en sintonía
con algunas cuestiones estudiadas en los antecedentes históricos descritos en este estudio,
dado que los indígenas habían sido expropiados de sus tierras, es un fin confirmable, del
cual se tiene claridad, sin embargo en la carta Pastoral no se ahonda en esta temática, sino
en la contaminación que los comunistas han hecho de los mas humildes; así mismo se
mencionan algunos temas en torno a la familia, la sociedad y la Iglesia38

Del mismo modo se mencionan cinco razones de porque ha brotado el comunismo, entre
ellas están: primera, “La supresión en las escuelas y colegios oficiales del Estado, de la
enseñanza religiosa”39. Segunda, “La laicización de las leyes e instituciones nacionales” 40.
Tercera, “la renta nacional de licores”41. Cuarta, “la tolerada y libre propaganda
bolchevique”42. Y quinta, la propaganda luterana y protestante.

Todas estas razones son la causa, según Dueñas y Argumedo, de la contaminación de los
individuos que se vieron envueltos en el levantamiento de indígenas- campesinos que se
llevó a cabo en la zona occidental del país, como se nota hay cuatro de estas razones que
para el obispo conciernen al gobierno y la última es un tanto pastoral dado que es la

36
Ibíd.
37
Ibíd.
38
“El comunismo socava los fundamentos de la familia; destruye el orden, tranquilidad y paz de la sociedad,
arrasándola con la tea incendiaria, con el saqueo y el pillaje, el asesinato, el estupro y desenfreno sexual, sin
respetar pudor ni dignidad de la mujer… El comunismo es enemigo nato de todo gobierno o autoridad
constituida… El comunismo por su carácter impío e injusto es enemigo abierto de la Santa Iglesia y del
mismo Dios…” (Dueñas y Argumedo, Carta XVLI, Pág. 3 )
39
Dueñas y Argumedo, XLVI Carta Pastoral, Pág. 3
40
Ibíd., 4
41
Ibíd.
42
Ibíd.
competencia que la Iglesia tiene en esos lugares. Las dos primeras dan a conocer el forcejeo
que la iglesia tuvo en esos años por la laicización en el sistema público y la enseñanza
religiosa que en las cartas de Monseñor Dueñas y Argumedo son un tema muy central dado
que esto moralizaba las conductas de las personas al inculcarles el temor a Dios,
básicamente este avance comunista en estos sectores, es culpa del gobierno pero también
culpa de la Iglesia y el avance protestante, que contamina con esas ideas a los pobres
campesinos, se debe a falta de una pastoral más grande, por ello propondrá mas tarde, las
famosas “tandas de misiones católicas”43

Cabe destacar que en relación a si apoyó al gobierno o a los indígenas, de forma escueta
habla de la sangre salvadoreña derramada pero al dar la respuesta pastoral en el que
debemos hacer denota que su apoyo total es para el gobierno al resaltar lo siguiente:

“Nuestro supremo mandatario, con brazo pujante, alma humanitaria y corazón de


patriota, ha dado a las naciones un bello gesto de óptimo gobernante, reprimiendo el
feroz asalto de las hordas disociadoras contra pacíficos hogares, la propiedad, el orden
público y la vida de indefensos moradores de la familia salvadoreña” (Dueñas y
Argumedo Carta XLVI, Pág. 5)

Ciertamente las hordas disociadoras de las que habla son los indígenas-campesinos,
organizados (o no), por el Partido Comunista Salvadoreño y los indefensos moradores, son
las autoridades y familias de terratenientes o alcaldes a los que se atacaron. Lo interesante
es que justifica la acción del mandatario supremo que en este caso es El General
Maximiliano Hernández Martínez (recordado y aclamado por muchos en este tiempo de
violencia) que tuvo “la imprescindible necesidad de sofocarlos con mano fuerte” 44, así
mismo se pone al lado del gobierno al citar el manifiesto presidencial y haciendo lo dicho
allí como suyo propio:
“Lamentamos, de corazón con el Gobierno “el derramamiento de sangre y las restricciones
a las libertades que se vio obligado a decretar para reprimir las vandálicas actividades
comunistas” sangre de hermanos, sangre salvadoreña es la que se ha derramado: preciosas
vidas de compatriotas las que, en mala hora se han segado. Víctimas y victimarios en su
mayor parte, han sido humildes campesinos, gente sencilla de nuestro pueblo, acaso
43
Ibíd., 8
44
Dueñas y Argumedo, XLVI Carta Pastoral, Pág. 3
engañados por halagüeñas y seductoras promesas de situación de la parcela de la tierra del
derecho al “Minimum vital”… ”45

En la segunda parte del texto justo después de las comillas internas se encuentra una
especie de acompañamiento pastoral a las victimas sin embargo se remata con la cuestión
del engaño, o sea fueron engañadas, tomaron esta u otra decisión, y por eso las mataron, sin
embargo hay una pequeña propuesta crítica que se debe dejar a los tribunales la
restauración y no la obra de exterminio.46

La postura de la Iglesia en Mons. Dueñas es conservadora, al lado del poder y el gobierno,


sin embargo y con mucho tacto va diciendo algunas cosas que se deben y no se deben hacer
pero de forma escueta.

Una relación enorme entre monseñor Dueñas y Argumedo, el gobierno y este


acontecimiento lo encontramos algunos años después (1935) en una Salutación patriótica
en el TE DEUM de transmisión del poder presidencial a Maximiliano Hernández Martínez:

... “… con vibrantes y atronadores vivas a los esclarecidos ciudadanos nimbados de


gloria, cual otros Moisés declarados legítimos conductores de su Pueblo…” (Dueñas y
Argumedo, Te Deum 1935, Pág. 8) “…Ciudadano católico, como sois señor Presidente,
ilustrado en vuestra fe religiosa sabéis que si el pueblo os ha elegido y designado
gobernante, la Autoridad para gobernar la recibís directamente de DIOS…” (Dueñas y
Argumedo, Te Deum 1935, Pág. 8) “… y que dirigiéndose al pueblo salvadoreño, le
dice: este a quien habéis elegido como vuestro presidente, yo le constituyo con mi divina
autoridad, vuestro Jefe y Mandatario: oídle, acatadle, obedecedle. Porque el que resiste a
la potestad, resiste a la ordenación de Dios. (San Pablo)…” (Dueñas y Argumedo, Te
Deum 1935, Pág. 12) “… he aquí de que manera se instruye al obrero en los antros
comunistas, hasta que salga de esas otras terroríficas catacumbas con la tea incendiaria
en la mano y con el puñal homicida, dispuesto a incendiar y asesinar (como en el
horroroso siniestro de 1932, del que Vos nos salvasteis, Excelentísimo Señor)…”
(Dueñas y Argumedo, Te Deum 1935, Pág. 18)

45
Ibíd. 6
46
Cfr. Dueñas y Argumedo, XLVI Carta Pastoral, Pág. 6
Lo que se pretende resaltar en este apartado con esas citas textuales del Te Deum, es el alto
grado de adulación de parte de la Iglesia y en específico de monseñor Dueñas y Argumedo
al Presidente Martínez, cabe destacar que le resalta como guía de su pueblo, como Moisés,
y como Salvador en 1932. Tres años después en la salutación que hace al Presidente, resalta
con el “salvasteis” el accionar del presidente Martínez por lo tanto su accionar queda
justificado, y en este sentido esos indígenas tuvieron la culpa por dejarse engañar por los
comunistas.

A manera de conclusión hay que resaltar que el contexto religioso de la época justifica el
accionar del obispo de San Miguel, para mantener su status quo dentro de las élites
dominantes, así mismo está justificada su pastoral desde la Quadragesimo Anno del
magisterio de Pío XI el cual cita el obispo y se ha hecho mención en esta investigación.

Quedan algunas preguntas en la mente investigadora y consultora al respecto de esta


decisión de apoyar grandemente al gobierno y dejar de lado a los que habían sido
masacrados, que quedarán nada más en la mente y en las investigaciones de posteriores
estudiosos al respecto de las cartas pastorales de Monseñor Juan Antonio Dueñas y
Argumedo y su respuesta pastoral ante los hechos acaecidos en 1932 en la zona occidental
de El Salvador. Así mismo, se puede concluir después del análisis hecho en las fuentes que
la respuesta pastoral que el obispo dio fue su apoyo al gobierno del Presidente Hernández
Martínez y no a los indígenas masacrados.

Y se debe tener en cuenta también que el magisterio eclesiástico condenaba los avances de
las ideas comunistas y socialistas de la época lo cual es una situación justificante de la toma
de postura del obispo de San Miguel.

Así mismo, se nota la relación íntima de Iglesia y estado lo cual, aunque se le han quitado
los privilegios a la Iglesia, denota un acompañamiento eclesial a los mandatarios de turno
en el Salvador.
CAPITULO 3:
Elementos de la Teología Política en
la carta Pastoral 46 y en la
Salutación Patriótica de 1935, de
Monseñor Dueñas y Argumedo.
La teología como ese intento de tratar de explicar lo concerniente a lo espiritual desde el
punto de vista humano y razonable teniendo en cuenta la fe, merece un asomo es por ello
que se tratará de definir, teología, política y teología política para poder resolver el
problema de si existen elementos de la teología política en la carta 46 y la salutación
patriótica que Argumedo hace respecto a los hechos acaecidos en 1932.

Qué es Teología, en un primer asomo a la palabra compuesta por dos palabras griegas en su
origen, Theos (θεός) que podría definirse como Dios o la divinidad y Logos (Λόγος)
significando tratado, razón o palabra: de esta forma podríamos definir teología como el
tratado sobre Dios, o por lo menos algo escrito que habla en todo su contenido sobre Dios,
claro está desde nuestro discernimiento humano.

En el caso de política encontramos en esta palabra también dos de origen griego Polis
(πόλις) y nuevamente Logos (Λόγος), pudiéndose definir en un principio como tratado
sobre la ciudad.

Ahora bien entonces la teología política vendría a ser ese estudio sobre Dios inmerso en las
realidades de la ciudad, en la toma de decisiones ante hechos netamente humanos pero
desde un punto de vista teológico cristológico, teniendo en cuenta los valores del Reino de
Dios en cada actuar en beneficio del Pueblo.

La cristología es la que guía en su contenido y elementos a la teología política, son


principios tales como los valores del reino, las obras y palabras de Jesús, ante los círculos
dominantes de la época: fariseos, saduceos, el rey Herodes, Pilatos, el sumo sacerdote, y en
definitiva el emperador.

Siempre el anuncio del reino de Dios y la denuncia profética ante las injusticias estuvo
presente en Jesús, les devolvió, también su salud a los enfermos y no solamente eso, su
dignidad, perdonó pecados etc.

Pero hay una actitud frente a las injusticias que se llevan a cabo por ejemplo:
"Jesús los llamó y les dijo: «Ustedes saben que los gobernantes de las naciones
actúan como dictadores y los que ocupan cargos abusan de su autoridad. Pero no
será así entre ustedes. Al contrario, el de ustedes que quiera ser grande, que se
haga el servidor de ustedes," (Mt 20, 25-26)

Ciertamente dentro de estos dos versículos de la biblia resuena una denuncia, los
gobernantes de la tierra actúan como dictadores, por qué decía esto Jesús, porque
ciertamente las cargas que ponían al pueblo eran muy grandes, impuestos, que no podían
pagar, muchas veces genocidios como el que ocurrió cuando pasa la huida a Egipto, en fin,
un momento histórico lleno de tiranía y con voces denunciantes y entre ellas la de Jesús.

También la iglesia toma postura política ante acontecimientos: guerras, comunismo,


relativismo, capitalismo, gobernantes de turno o anteriores, haciendo presente el evangelio
en cada una de sus denuncias. Los Teólogos, sean del clero o laicos también escriben o
delimitan las injusticias que en sus propios contextos se van sucediendo, se tienen por
ejemplo a filósofos y teólogos, los más conocidos del clero que en la época de guerra
fueron asesinados por denunciar desde la intelectualidad filosófica y teológica las
injusticias de la guerra civil salvadoreña, a Monseñor Romero como voz que grita en el
desierto, a sacerdotes, religiosos y religiosas que en su práctica cotidiana hacían teología,
así como también laicos, catequistas, que del mismo modo fueron silenciados por
escuadrones de la muerte en la época de guerra.

Ante estos hechos muchas veces la parte más conservadora de la Iglesia, guardo silencio y
acallo estas voces tildándolas muchas veces de impregnados con ideas comunistas, lo cual
no es cierto.

Si es cierto que las partes conservadoras de la iglesia hablan poco o nada ante
acontecimientos históricos, por temor quizá a su status quo dentro de las esferas políticas y
dominantes de un país, inclusive pareciera la existencia de dos tipos de teología política una
conservadora y la otra liberadora. En parte en este texto atañe la primera dado que en la
época en que se vive la masacre de 1932 es una época eminentemente conservadora con
luces liberadoras en la parte de los teólogos evangélicos que nos han llevado la delantera en
algunas premisas sobretodo en la teología política.

Las Cartas Pastorales

Los obispos en cada una de sus diócesis ante circunstancias: catequéticas, políticas,
culturales, tradicionales y de índoles diversas; utilizan la forma de documentos eclesiales
con el nombre de Carta Pastoral que: “es un documento consultado por los obispos o por las
conferencias episcopales, en el ejercicio de su ministerio pastoral. Su contenido abarca las
cuestiones relativas a la fe y la moral; también se utiliza para iluminar y explicitar algún
acontecimiento significativo. Algunas repiten e interpretan lo que han recibido del
magisterio supremo, otras veces reiteran principios morales aceptados o hacen aplicaciones
prudenciales de principios morales, sobre situaciones complejas de nuestro tiempo o
asimismo establecen normas pastorales.”47 La finalidad que estas tienen es: “la orientación
y la formación de la conciencia de los fieles, en los asuntos de la fe y la moral.”

A lo largo de las 75 cartas pastorales recopiladas de Monseñor Dueñas y Argumedo (entre


1914- 1941) se nota que la definición citada anteriormente, cabe a lo largo y ancho de este
trabajo pastoral arduo de redacción y enseñanza. Ahora bien, debemos adentrarnos poco a
poco a la respuesta pastoral de Monseñor Dueñas y Argumedo ante los hechos acaecidos
en 1932, conocidos como la matanza o la masacre del 32’.

3.1 Elementos de teología política en la carta Pastoral 46 y en la Salutación Patriótica


de 1935.

Surge una pregunta ¿la predicación de Jesús tiene elementos políticos?, y podemos
contestar sin vacilación que exactamente tiene elementos de carácter político, de su entorno
político, de hecho hay causas políticas de su muerte, en relación a su predicación, le acusan
de estar y predicar contra el Cesar, quien fuera el emperador, y soberano de esas provincias,
ven con recelo a quien entra en Jerusalén montando un burrito a quien llaman rey.
47
Mario Medina Balam, Para una valoración doctrinal y jurídica de los Documentos Eclesiásticos, Universidad
Pontificia de México, México,02007, p. 157
Jesús predica el Reino de Dios, lo cual no es de menos ya que no solamente es un reino de
este mundo ni como los de este mundo, sino diferente, pero sí, claro que sí, podemos
comenzar a vivirlo en este mundo.

Un elemento importante serían los valores del reino de Dios en la predicación del obispo
dueñas y Argumedo, que de justicia, paz, verdad, gracias, amor, etc. Hay dentro de esta
carta pastoral 46.

Otro elemento no menos importante que el anterior es el anuncio evangélico y la denuncia


hecha ante los acontecimientos que el menciona en su carta pastoral.

“Nos llega el Santo tiempo de cuaresma, amados fieles, tiempo saludable de penitencia,
de arrepentimiento y dolor de nuestros pecados; tiempo aceptable a los divinos ojos;
tiempo propicio para demandar, con corazón contrito, al Divino Corazón del bondadoso
Padre ofendido, su piedad y su misericordia; diciéndole con nuestro pueblo: “Piedad,
piedad, Dios mío – Piedad el alma implora. “Fiada en las grandezas – de tu
misericordia.” Miserere mei Deus, secundum magnam misericordiam tuam.”48

El Obispo de San Miguel comienza su carta haciendo mención del tiempo litúrgico que
comienza, en este caso la cuaresma de 1932 que comenzaría el miércoles 10 de febrero. La
carta pastoral es del 5 de febrero días antes del inicio de la cuaresma.

Luego de ello viene lo que atañe a nuestro estudio desde su inicio:


“Nuestra Pastoral de Cuaresma, viene hoy a vosotros, venerables sacerdotes y amados
diocesanos, orlada de luto, como enlutado está nuestro corazón, por los tristes y
lamentables acontecimientos terroristas de estos días, que han vestido de luto los hogares
salvadoreños; y han ensangrentado, con sangre de hermanos, el suelo venerado de la
amada Patria.”49

Esta parte trae una denuncia de los lamentables acontecimientos terroristas que han
ensangrentado, con sangre de hermanos el suelo venerado de la amada patria, el obispo
48
Dueñas y Argumedo, XLVI Carta Pastoral pág. 1
49
Ibíd.
informa algo que ha ocurrido que trae consigo una actitud terrorista que ha facilitado el
derramamiento de sangre de hermanos, esta denuncia se puede también confrontar con la
biblia en el momento en que Caín mata a Abel y Dios pregunta, donde está tu hermano, la
sangre de Abel clama a mi desde el suelo 50 es la denuncia que hace el pastor ante un hecho,
que muestra una iniquidad, el derramamiento de sangre que a lo largo de la historia ha
enfrentado al hombre con el hombre51, al hombre con la naturaleza y en definitiva al
hombre con Dios52.

Pero trae a cada uno la pregunta de qué terroristas está hablando el obispo, más adelante
quedara claro de a quienes se refiere como terroristas el obispo Argumedo en su escrito,
vale destacar también que se utilizan citas de periódicos y revistas de la época, citando el
periódico el tiempo en su número 784 que dice lo siguiente:

“Justamente aterrorizado el pueblo salvadoreño por los vandálicos sucesos presenciados,


nuestra patria que hasta hace una semana era un carmen florido y fragante, está
convertida por los Lenines criollos, en tierra de agitación, zozobra y espanto; de
incendio, saqueo y asesinato. Nada han respetado las turbas iracundas; ni la santidad de
los hogares ni el prestigio tradicional de la autoridad.”

Aquí ya se vislumbra quienes son los lenines criollos, los seguidores de Lenin, que han
llevado espanto prácticamente a las personas y no respetan a la autoridad, lo que da a
pensar que el obispo Argumedo cita medios oficiales para dar a conocer la noticia de lo que
ha pasado tiene sus fuentes oficiales acerca de los hechos que ocurren, pero donde ocurren
y por qué ocurren, la respuesta está en el siguiente párrafo del manifiesto del ejercito a la
nación también citado por el obispo Argumedo:
“Sobraría relatar en detalle los numerosos crímenes que las hordas comunistas, movidas
por individuos desequilibrados y ambiciosos, han consumados en poblaciones y campos
de la Zona Occidental del territorio. El asesinato, el incendio, el asalto y saqueo a
hogares indefensos, el atropello al honor de la mujer, la destrucción, el robo, el ataque

50
Cfr. Gen 4, 9-10
51
Lo que recuerda la premisa de que el hombre es lobo para el hombre de Plauto en su obra Asinaria: Lupus
est homo homini, non homo, quom qualis sit non novit traduciéndose como: Lobo es el hombre para el
hombre, y no hombre, cuando desconoce quién es el otro
52
Suarez Medina, Gabriel, Teología y violencia El Dios de la vida y la violencia, revista THEOLOGICA
XAVERIANA 139 (2001) 461-476
inmisericorde contra la autoridad militar y civil, y cuanto pueda causar el aniquilamiento
de la organización que nuestras leyes actuales dan a la República, son los medios de que
se han servido esos hombres sin Dios ni conciencia para saciar sus desencadenados
instintos.”

Según el manifiesto de los militares salvadoreños son hordas comunistas movidos por
personas a las que llaman desequilibrados, o sea locos y con ambiciones, como se ha visto
en algún capítulo de los anteriores el naciente partido comunista organizó en parte a los
indígenas salvadoreños por el descontento histórico por la mala repartición de la tierra y la
forma en que se vivía. A los comunistas se les acusa de asesinato, incendio, asalto y saqueo,
destrucción, robo y violaciones de mujeres, lo cual da por sentado y real el obispo
Argumedo ya que lo cita de manera fuerte, continuando con otra transcripción del periódico
el Tiempo:
“Ante esta pavorosa irrupción del averno la sociedad sobresaltada clama por garantías
efectivas, que el Gobierno le está dando hasta donde alcanzan los medios materiales de
que dispone. Pero ello no parece suficiente, dado lo hondo del mal, que ha contaminado
ya no solo a los trabajadores de la ciudad, sino a los antes pacíficos, honestos y
cristianos habitantes de nuestros campos, a los que los líderes rojos apartaron
enteramente del regazo de la Iglesia Católica para poder pervertirlos y explotarlos más
fácilmente”.

El hecho ha ocurrido en la zona occidental del país, la cual tiene los departamentos de
Ahuachapán, Sonsonate, Santa Ana.

En un manifiesto hecho por el ejército salvadoreño se hace de conocimiento que son los
comunistas los culpables de llevar la decadencia a esta zona occidental53, quienes han

Después de esta breve descripción Monseñor cita la encíclica social Quadragesimo Anno de
Pío XI, como temática del Magisterio de la Iglesia en la que se apoya, en la descripción que
él titula: Quienes son los comunistas, donde se hace hincapié en que la rama más violenta
del socialismo es el comunismo54

53
Dueñas y Argumedo, XLVI Carta Pastoral, Pág. 2 citando Manifiesto del ejército a la nación
54
Ibíd.
Para el obispo de San Miguel que cita algunas partes de la Encíclica de Pío XI, el
comunismo tiene por finalidad, “la lucha encarnizada de las clases sociales y la
desaparición de la propiedad privada”55, está última entra en sintonía con algunas
cuestiones estudiadas en los antecedentes históricos descritos, dado que los indígenas
habían sido expropiados de sus tierras. Es un fin confirmable, del cual se tiene claridad, sin
embargo en la carta pastoral no se ahonda en esta temática, sino en la contaminación que
los comunistas han hecho de los más humildes; así mismo se mencionan algunos temas en
torno a la familia, la sociedad y la Iglesia (“El comunismo socava los fundamentos de la
familia; destruye el orden, tranquilidad y paz de la sociedad, arrasándola con la tea
incendiaria, con el saqueo y el pillaje, el asesinato, el estupro y desenfreno sexual, sin
respetar pudor ni dignidad de la mujer… El comunismo es enemigo nato de todo gobierno
o autoridad constituida… El comunismo por su carácter impío e injusto es enemigo abierto
de la Santa Iglesia y del mismo Dios…” Dueñas y Argumedo, Carta XVLI, Pág. 3 )

Del mismo modo se mencionan cinco razones de porque ha brotado el comunismo, entre
ellas están: primera, “La supresión en las escuelas y colegios oficiales del Estado, de la
enseñanza religiosa”56. Segunda, “La laicización de las leyes e instituciones nacionales” 57.
Tercera, “la renta nacional de licores”58. Cuarta, “la tolerada y libre propaganda
bolchevique”59. Y quinta, la propaganda luterana y protestante.

Todas estas razones son la causa, según Dueñas y Argumedo, de la contaminación de los
individuos que se vieron envueltos en el levantamiento de indígenas- campesinos que se
llevó a cabo en la zona occidental del país, como se nota hay cuatro de estas razones que
para el obispo conciernen al gobierno y la última es un tanto pastoral dado que es la
competencia que la Iglesia tiene en esos lugares. Las dos primeras dan a conocer el forcejeo
que la iglesia tuvo en esos años por la laicización en el sistema público y la enseñanza
religiosa que en las cartas de Monseñor Dueñas y Argumedo son un tema muy central dado
que esto moralizaba las conductas de las personas al inculcarles el temor a Dios,
básicamente este avance comunista en estos sectores, es culpa del gobierno pero también

55
Ibíd.
56
Dueñas y Argumedo, XLVI Carta Pastoral, Pág. 3
57
Ibíd., 4
58
Ibíd.
59
Ibíd.
culpa de la Iglesia y el avance protestante, que contamina con esas ideas a los pobres
campesinos, se debe a falta de una pastoral más grande, por ello propondrá mas tarde, las
famosas “tandas de misiones católicas”60

Cabe destacar que en relación a si apoyó al gobierno o a los indígenas, de forma escueta
habla de la sangre salvadoreña derramada pero al dar la respuesta pastoral en el que
debemos hacer denota que su apoyo total es para el gobierno al resaltar lo siguiente:

“Nuestro supremo mandatario, con brazo pujante, alma humanitaria y corazón de


patriota, ha dado a las naciones un bello gesto de óptimo gobernante, reprimiendo el
feroz asalto de las hordas disociadoras contra pacíficos hogares, la propiedad, el orden
público y la vida de indefensos moradores de la familia salvadoreña” (Dueñas y
Argumedo Carta XLVI, Pág. 5)

Ciertamente las hordas disociadoras de las que habla son los indígenas-campesinos,
organizados (o no), por el Partido Comunista Salvadoreño y los indefensos moradores, son
las autoridades y familias de terratenientes o alcaldes a los que se atacaron. Lo interesante
es que justifica la acción del mandatario supremo que en este caso es El General
Maximiliano Hernández Martínez (recordado y aclamado por muchos en este tiempo de
violencia) que tuvo “la imprescindible necesidad de sofocarlos con mano fuerte” 61, así
mismo se pone al lado del gobierno al citar el manifiesto presidencial y haciendo lo dicho
allí como suyo propio:

“Lamentamos, de corazón con el Gobierno “el derramamiento de sangre y las


restricciones a las libertades que se vio obligado a decretar para reprimir las vandálicas
actividades comunistas” sangre de hermanos, sangre salvadoreña es la que se ha
derramado: preciosas vidas de compatriotas las que, en mala hora se han segado.
Víctimas y victimarios en su mayor parte, han sido humildes campesinos, gente sencilla
de nuestro pueblo, acaso engañados por halagüeñas y seductoras promesas de situación
de la parcela de la tierra del derecho al “Minimum vital”… ” 62

En la segunda parte del texto justo después de las comillas internas se encuentra una
especie de acompañamiento pastoral a las victimas sin embargo se remata con la cuestión
60
Ibíd., 8
61
Dueñas y Argumedo, XLVI Carta Pastoral, Pág. 3
62
Ibíd. 6
del engaño, o sea fueron engañadas, tomaron esta u otra decisión, y por eso las mataron, sin
embargo hay una pequeña propuesta crítica que se debe dejar a los tribunales la
restauración y no la obra de exterminio.63

La postura de la Iglesia en Mons. Dueñas es conservadora, al lado del poder y el gobierno,


sin embargo y con mucho tacto va diciendo algunas cosas que se deben y no se deben hacer
pero de forma escueta.

Una relación enorme entre monseñor Dueñas y Argumedo, el gobierno y este


acontecimiento lo encontramos algunos años después (1935) en una Salutación patriótica
en él TE DEUM de transmisión del poder presidencial a Maximiliano Hernández Martínez:

“… con vibrantes y atronadores vivas a los esclarecidos ciudadanos nimbados de


gloria, cual otros Moisés declarados legítimos conductores de su Pueblo…” (Dueñas y
Argumedo, Te Deum 1935, Pág. 8”64

Es un conductor según dueñas y Argumedo, del pueblo salvadoreño como Moisés, quizá
tuvo conocimiento, de la vida de Constantino de Eusebio de Cesárea que encierra un
panegírico hacia Constantino en 4 libros que dice lo siguiente:

“El joven se apercibió de ello, pues un primer y un segundo intento de la conjura


quedaron al descubierto por el auspicio de la inspiración divina; buscó entonces
la salvación en la huida, que hasta en esto seguía el ejemplo del gran profeta
Moisés”65

En otra parte también Eusebio dirá:

63
Cfr. Dueñas y Argumedo, XLVI Carta Pastoral, Pág. 6
64
Cfr. “Todos en tropel, senadores y demás magnates y dignatarios de la ciudad, como liberados de la cárcel,
con todo el pueblo romano, lo recibieron con ojos y espíritus radiantes, alzando gritos de aclamación en
medio de una irrestañable algarabía; al mismo tiempo, hombres, mujeres y niños con inmenso número de
domésticos lo proclamaban liberador, salvador y benefactor entre irreprimibles gritos de júbilo” (Eusebio de
Cesárea, Libro I, editorial Gredos S. A., 1994 Pág. 182)
65
Eusebio de Cesárea, Libro I, editorial Gredos S. A., 1994
“Tan cierto es esto, que muy verosímilmente, si no de palabra, sí con los
hechos, los que recibieron la victoria de Dios, a semejanza de los que rodeaban
al gran siervo Moisés”66

Con esto podemos constatar que Dueñas tuvo conocimiento de primera mano para poder
realizar su salutación patriótica con ocasión del segundo traspaso de mando en 1935, da una
compara al presidente Hernández Martínez con Moisés, justo como exalta Eusebio a
Constantino. Este líder del poder imperial, justificado por la misma Iglesia en la cual se
bautiza y justifica desde su visión de la cruz 67 se parece mucho al poder justificado hacia
Hernández Martínez desde la salutación patriótica.

…Ciudadano católico, como sois señor Presidente, ilustrado en vuestra fe


religiosa sabéis que si el pueblo os ha elegido y designado gobernante, la
Autoridad para gobernar la recibís directamente de DIOS…” (Dueñas y
Argumedo, Te Deum 1935, Pág. 8)

También el emperador Constantino de pagano se convierte al cristianismo, con lo cual da


inicio al sacro imperio Romano justificado en su visión de la cruz.

“… y que dirigiéndose al pueblo salvadoreño, le dice: este a quien habéis


elegido como vuestro presidente, yo le constituyo con mi divina autoridad,
vuestro Jefe y Mandatario: oídle, acatadle, obedecedle. Porque el que resiste a la
potestad, resiste a la ordenación de Dios. (San Pablo)…” (Dueñas y Argumedo,
Te Deum 1935, Pág. 12)

El obispo de San Miguel transmite a los oyentes como si fuese Dios mismo el que les habla
para justificarla autoridad que se desprende del presidente que es asume el poder terrenal,
en la vida de Constantino dice lo siguiente:

“Y es que, como él fue, entre todos los emperadores, el único que honró a Dios
Soberano Universal y a su hijo Cristo en toda suerte de acciones, con toda razón
fue el único que obtuvo privilegios semejantes, y el Dios que está por encima de

66
Ibíd., Pág. 181
67
Ibíd., 399
todo lo creado tuvo a bien que su elemento mortal siguiera teniendo autoridad
imperial entre los hombres”68

Esto justifica las palabras dichas por el obispo Argumedo en su salutación, la vida de
Constantino de Eusebio de Cesarea, entonces es importante como un elemento de Teología
política para justificar que Hernández Martínez contenga el poder terreno y político de El
Salvador.

“… he aquí de qué manera se instruye al obrero en los antros comunistas, hasta


que salga de esas otras terroríficas catacumbas con la tea incendiaria en la mano
y con el puñal homicida, dispuesto a incendiar y asesinar (como en el horroroso
siniestro de 1932, del que Vos nos salvasteis, Excelentísimo Señor)…” (Dueñas
y Argumedo, Te Deum 1935, Pág. 18)

Lo que se pretende resaltar en este apartado con esas citas textuales del Te Deum, es el alto
grado de adulación de parte de la Iglesia y en específico de Monseñor Dueñas y Argumedo
al Presidente Martínez, cabe destacar que le resalta como guía de su pueblo, como Moisés,
y como Salvador en 1932. Tres años después en la salutación que hace al Presidente, resalta
con el “salvasteis” el accionar del presidente Martínez por lo tanto su accionar queda
justificado, y en este sentido esos indígenas tuvieron la culpa por dejarse engañar por los
comunistas.

Hay que resaltar que el contexto religioso de la época justifica el accionar del obispo de San
Miguel, para mantener su status quo dentro de las élites dominantes, así mismo está
justificada su pastoral desde la Quadragesimo Anno del Magisterio de Pío XI el cual cita el
obispo y se ha hecho mención en esta investigación.

Se puede observar una actitud de denuncia en la Carta Pastoral pero no hacia los hechos
gubernamentales sino que hacia los miembros comunistas que según la visión del obispo
engañaron a los pobres campesinos de la zona occidental.

68
Ibíd., pág. 390
Se resaltan valores como la vida, la paz y el amor. Como todo Pastor que debe anunciar el
evangelio también denuncia pero su Teología política puede conocerse como conservadora
en el sentido de apoyo al poder fáctico.

3.2 Elementos del patriotismo en el ejercicio pastoral del episcopado de dueñas y


Argumedo

Con mucha certeza se pueden notar elementos de patriotismo a lo largo y ancho de la labor
pastoral del obispo de San Miguel y así mismo en sus cartas pastorales. Ya se han abordado
muchos elementos de la carta pastoral en estudio y de la salutación patriótica.

La salutación en mención quizá es uno de los elementos de patriotismo más evidentes en el


obispo de San Miguel dado que es un saludo por el ascenso al poder del presidente,
máximo representante de la Patria Salvadoreña:

“Los bellos arreboles y fascinadores matices del cielo de la esplendorosa aurora


de este magno día 1o. DE MARZO, vinieron a despertar nuestro sueño con
suavísimas emociones, que estremecieron dulcemente nuestro corazón de
patriotas salvadoreños”69

El obispo exalta este evento como algo importante para la patria y toda aquella persona
patriota.

“El 1o. de marzo… ¡es el día jubiloso de la Patria!, efemérides gloriosa de


nuestra democracia, signada con canon Constitucional para llevar a efecto la
transmisión del Poder Presidencial de la República, con miras patrióticas de
engrandecimiento nacional, mediante el reinado de la justicia y de la paz.

Por Decreto Legislativo de 20 de febrero del corriente año han sido declarados
electos Presidente y Vice-Presidente de la República, los eximios ciudadanos
General Maximiliano Hernández Martínez y general don Andrés I. Menéndez.

69
Salutación Patriótica, Dueñas y Argumedo 1935
Esta es la razón de los transportes de júbilo y arrebatos de entusiasmo del
Pueblo Salvadoreño, el día de hoy, homenajeando a dos ameritados hijos del
Pueblo, ungidos por el voto popular, para regir los destinos de la Patria, en los
alcázares del Solio Presidencial.”

Para ver el patriotismo del obispo Dueñas solo se ahondará en esta salutación con
fragmentos que dan a conocer su visión de patriotismo mediante el presidencialismo de
Hernández Martínez.

Se puede vislumbrar en todas las cartas del obispo Argumedo un amor enorme a la patria
sobre todo en lo que respecta al respeto de la misma, habla muchísimo de la educación
religiosa, del amor al país sobre todo en fechas cercanas al 15 de septiembre.

3.3 Respuesta Pastoral de Monseñor Dueñas y Argumedo ante la masacre de 1932

Las respuestas pastorales que la Iglesia hace ante situaciones históricas determinadas
(guerras, catástrofes, terrorismo, situaciones de género, problemas hacia el interior de la
Iglesia, etc.), dan a conocer la postura que en general tiene respecto a estos temas; hay que
razonar que el término pastoral viene de la acción misma que hace la Iglesia al acompañar
desde el triple ministerio (sacerdote, profeta y rey) a la diversidad humana y las situaciones
eclesiales, sociales, políticas, económicas, ecuménicas, medio-ambientales, etc. que el
mundo va experimentando.

En América por ejemplo, así como en Europa y África suceden problemáticas relacionadas
con la migración a lo cual las Iglesias en su conjunto, de cada continente en específico,
planifican pastorales de migrantes como respuesta a estas realidades ineludibles.

En el caso de El Salvador las respuestas pastorales de la Iglesia, muchas veces no han


estado a la altura de las situaciones históricas en el contexto de guerras, exterminios
étnicos, en explotación, marginación, exclusión; sin embargo, hay obispos y sacerdotes
muy comprometidos con las realidades sociales como Monseñor Luis Chávez y Gonzáles,
el Beato Oscar Arnulfo Romero, Rutilio Grande, Ignacio Ellacuría y compañeros, Alirio
Napoleón Macías entre otros.

En este estudio se presenta la respuesta pastoral de Monseñor Juan Antonio Dueñas y


Argumedo, ante los hechos acaecidos en el año 1932 en la zona occidental de El Salvador,
vislumbrándose algunas preguntas que resultan interesantes para el lector: por ejemplo,
¿Apoyó el obispo Dueñas y Argumedo a los indígenas masacrados o al gobierno de turno?
O ¿Puede confirmarse la postura del obispo desde alguna fuente bibliográfica existente? La
segunda pregunta trae como resultado una respuesta lógica dado que el estudio se apoya en
la XLVI carta pastoral de Monseñor Dueñas y Argumedo, y la salutación patriótica de
1935, confirmándose las fuentes bibliográficas donde se puede encontrar la postura tomada
por el obispo.

En relación a este tema, sobre la postura que toma el obispo Dueñas y Argumedo, surgen
algunas observaciones que la crítica histórica puede hacer al respecto: en lo concerniente a
la relación del momento histórico en que pasan los hechos y el análisis que se lleva a cabo
desde otra época y otros parámetros mentales, eclesiales, sociales, etc.; cierto es, que
debemos ubicarnos en la mentalidad de la época para poder criticar una postura u otra, sin
embargo hay un nuevo aporte que se puede utilizar es el que llamaré principio de
humanización, que es el principio, que me hace diferente a los animales a través del
razonamiento y de las situaciones en las cuales se debe tomar una decisión ya sea buena o
mala, positiva o negativa.

Al hacer un estudio minucioso de la carta pastoral y la salutación patriótica, surgen muchos


inconvenientes de los cuales mencionaré solo algunos: el estilo florido de la prosa que
utiliza el obispo Dueñas denota un español barroco en sus cartas, haciendo difícil la
comprensión de estas en algunos términos utilizados, sin embargo no es imposible
entenderlas.

Así mismo, no hay trabajos de investigación que se interesen por la postura tomada por este
obispo. La Universidad de El Salvador (UES) en una página de Internet , tiene un trabajo de
investigación a modo de tesis (inacabada, la cual el autor pide no citar, por eso no se dirá el
nombre del autor, pero si la fuente de la universidad de donde se ha sacado) acerca de la
acción católica, menciona algunas posturas de los obispos de la época y también la de
monseñor Dueñas y Argumedo, no la mencionaré por respeto al autor de la misma, sin
embargo es un buen antecedente del nuestro, en relación al obispo mencionado.

1.2 La Iglesia responde ante los acontecimientos

Es de resaltar por ejemplo, que la Iglesia también es una estructura en el tiempo y el


espacio, y por lo tanto va respondiendo ante acontecimientos que se suceden, de forma tal
que a veces evidencia una cierta uniformidad entre los discursos oficialistas y el discurso
que ella promueve.

Ante el comunismo, Pío XI habla de la siguiente manera: “Este peligro tan amenazador,
como habréis comprendido, venerables hermanos, es el comunismo bolchevique y ateo, que
pretende derrumbar radicalmente el orden social y socavar los fundamentos mismos de la
civilización cristiana.”70 “…El comunismo de hoy, de un modo más acentuado que otros
movimientos similares del pasado, encierra en sí mismo una idea de aparente redención. Un
seudo ideal de justicia, de igualdad y de fraternidad en el trabajo satura toda su doctrina y
toda su actividad con un cierto misticismo falso, que a las masas halagadas por falaces
promesas comunica un ímpetu y un entusiasmo contagiosos, especialmente en un tiempo
como el nuestro, en el que por la defectuosa distribución de los bienes de este mundo se ha
producido una miseria general hasta ahora desconocida. Más aún: se hace alarde de este
seudo ideal, como si hubiera sido el iniciador de un progreso económico, progreso que, si
en algunas regiones es real, se explica por otras causas muy distintas, como son la
intensificación de la productividad industrial en países que hasta ahora carecían de ella; el
cultivo de ingentes riquezas naturales, sin consideración alguna a los valores humanos, y el
uso de métodos inhumanos para realizar grandes trabajos con un salario indigno del
hombre. ”71 Con estos dos numerales de la encíclica mencionada, nos damos cuenta de una
postura que toma la Iglesia respecto a la nueva idea del comunismo, hasta cierto punto la
institución eclesial se cierra ante estas nuevas ideas que hoy en día, aunque se diga que son

70
Pio XI, Divini Redemptoris, 19 de marzo de 1937 Nº 3
71
Ibíd. Nº 8
obsoletas, se mantienen vivas en algunas formas de gobernar, ya no con las posturas que la
Iglesia criticaba en aquel momento, sino con una más adaptada, en el caso latinoamericano,
a los pueblos del mismo sector, y con respecto a las autoridades eclesiales.

Pero ese discurso utilizado por Pío XI se parece muchísimo a la postura que toman algunos
sectores opuestos a las ideas comunistas que se manejan de forma contemporánea,
satanizando una postura utópica como cualquier otra existente.

El punto no es hacer una apología del comunismo, ni mucho menos del capitalismo, sino
demostrar que la Iglesia ante situaciones determinadas en el ámbito social, toma una
postura y dirige su enseñanza hacia el cumplimiento de esa postura para que sea universal.
Solamente habría que preguntarse al respecto de asesinatos de comunistas y sus familias
(niños, ancianos, personas especiales), ¿cuál es el principio de humanización que se tiene al
interior de la institución eclesial ante situaciones de asesinatos aunque aparentemente las
personas sean “malas”?, esta sería una muy buena pregunta para trabajos posteriores, que
no se ahondará en este estudio.

La Iglesia responde

Todas las Cartas Pastorales, existentes hoy en día, de los obispos de El Salvador, son un
tesoro lleno de doctrina de la Iglesia y de remembranzas a un pasado lleno de agitaciones, y
de respuestas a acontecimientos históricos, tal y como lo son las Cartas Pastorales de
Monseñor Dueñas y Argumedo.

Ciertamente, como se ha dicho al inicio de este trabajo, la Iglesia va dando respuesta a


variados eventos que se suscitan en la historia misma, debido a que la historia universal y la
Historia de la Salvación, no son dos historias que van caminando paralelamente, sino más
bien, es una cuestión de reciprocidad histórica, tanto al lado de la historia universal respecto
a la historia de la Salvación, la cristología y la teología política

Ahora bien, es cierto que la Iglesia responde, sin embargo debemos analizar si estas
respuestas que se dan tienen esa especie de principio de humanización que determinen si las
decisiones y acontecimientos buenos o malos que se suceden a lo largo de la historia, son
legítimos o no, o al mismo tiempo, tienen una especie de equilibrio respecto a los que
irrumpen en la historia y si la atención que los gobiernos prestan a estos, es una respuesta
moralmente buena o no.

¿Qué respuesta Pastoral hubiese sido ideal?

La respuesta más cercana a la idealidad, sería aquella que tenga en cuenta a la humanidad
de las personas masacradas y no la cercana a los gobernantes de la época, cierto es que la
Iglesia estaba, ante la defensa de su estatus social y porque no decirlo, político.

Seguramente las circunstancias de la época obligaron al Obispo Dueñas y Argumedo a


centrarse más en el buen accionar que el gobierno tuvo respecto a la irrupción comunista,
pero se dejó de lado el hecho que la respuesta del gobierno no contó con el equilibrio
humano que debía tener, el obispo lo menciona, pero de una manera tan distante de las
realidades no teniendo en cuenta el porqué de esa irrupción indígena- campesina. Se nota
que a la Iglesia, en la persona de Monseñor Dueñas, le interesaba más recuperar aquellos
privilegios educativos de los que la Iglesia gozaba con anterioridad, porque se hace mucho
hincapié en que si no hubieran quitado los crucifijos, la enseñanza cristiana, entre otros
temas, no se hubiera dado esto.

El apoyo que recibe el gobierno del General Hernández Martínez de parte del Obispo en
mención, es absoluto, al tiempo de resaltarle como el salvador de la Patria, ante esta
contaminación del comunismo, viene a la mente una pregunta ante esto ¿Qué paso con los
miles de indígenas masacrados? ¿Sólo hay que rezar por ellos?, la respuesta pastoral es
evidente en este punto, el surgimiento comunista es detenido con mano fuerte y hay que
orar por las victimas (esto como respuesta del Obispo Dueñas); sin embargo, no solamente
hay que orar sino que hay que tomar postura como Jesucristo ante los despreciados, los
marginados, los desposeídos, los pecadores, etc. (Cfr. Jn 8, 1- 9)

Este estudio, deja un reto a los Pastores de la Iglesia, quienes deben velar por la pureza de
la doctrina:, a tomar una decisión ante hechos históricos aún y a pesar, de las consecuencias
que esto conlleve, es mas fácil estar del lado del poder, pero es mas bueno y meritorio
ponerse del lado de los que sufren.
CONCLUSIÓN

Al finalizar este pequeño estudio debemos tener en claro que:

La masacre de 1932 fue producto de un levantamiento que se produjo debido al


descontento indígena campesino por todas las atrocidades cometidas desde la época de la
conquista y la independencia, pasado por el modelo agroexportador que quito tierras a los
indígenas y campesinos. Todo este descontento se fusiona al naciente partido comunista
salvadoreño, quienes pueden traducir este clamor en un levantamiento fuerte, desde la zona
occidental del país. Dando como resultado una masacre conocida a nivel internacional
como la mancha más grande que tuvo la dictadura de Hernández Martínez.

La iglesia como madre y maestra responde ante los hechos históricos y los nuevos ideales,
por ejemplo ante el modernismo, socialismo y comunismo hay una respuesta fuerte, dado
que se promulgaban situaciones donde Dios era apartado de todo el accionar estatal y por lo
tanto algunos privilegios de los cuales gozaba la iglesia también eran suprimidos, por lo
tanto el llamado de la iglesia siempre fue a defender la fe.

En el salvador la Iglesia a través de los obispos da una respuesta desde la fe y en específico


desde la teología y los documentos de la misma, en el caso de 1932 el obispo de san
miguel, denuncia de manera comedida la masacre, pero si fuertemente el levantamiento que
causo terror en los salvadoreños, en esto se vislumbra un apoyo del obispo de San miguel
como socio eclesial de la masacre, dado que justifica que el Presidente, en honor a su visión
de patriotismo, haya defendido de los saqueadores a la patria.

Si bien es cierto el espaldarazo de la iglesia a través de la figura del obispo de san miguel,
sobre todo en la salutación patriótica de 1935, denota cercanía de Hernández Martínez a la
misma. Se nota en la misma la no mención del arzobispo de la época ni tampoco del obispo
de Santa Ana.

Si, verdaderamente existen elementos de teología política en la carta 46 y la salutación


patriótica de 1935, pero es a la que llamaremos teología política conservadora y no
liberadora de las injusticias sociales. Tanto así que la salutación patriótica y también la
carta número 46 están adornadas con ese lenguaje florido y muy parecido a los panegíricos
hechos hacia los emperadores romanos sobre todo al de Eusebio de Cesarea en la Vida de
Constantino.

Hay conciencia y citas de los documentos del magisterio de la Iglesia en la carta pastoral de
Dueñas Argumedo lo cual justifica y apoya su postura, sin embargo la postura ideal, el
debió ser la cercana a los indígenas masacrados.
El estudio de las cartas pastorales del obispo dueñas y Argumedo, queda abierto así como,
los elementos de teología política inmersos en la misma.

APENDICES
ANEXO 1 CARTA PASTORAL XLVI DE MONSEÑOR JUAN ANTONIO DUEÑAS
Y ARGUMEDO (TRANSCRIPCIÓN)
XLVI Carta Pastoral

Nos, Juan Antonio Dueñas y Argumedo, por la misericordia de Dios y benignidad de la


Santa Sede Apostólica, obispo de San Miguel, asistente al Sacro Solio pontificio, &. &.
A nuestro Ven. Consejo Diocesano, Señores Vicarios Foráneos, Párrocos y Clero Regular y
amados diocesanos: salud, bendición paz en N. S. Jesucristo=Rey.

Nos llega el Santo tiempo de cuaresma, amados fieles, tiempo saludable de penitencia, de
arrepentimiento y dolor de nuestros pecados; tiempo aceptable a los divinos ojos; tiempo
propicio para demandar, con corazón contrito, al Divino Corazón del bondadoso Padre
ofendido, su piedad y su misericordia; diciéndole con nuestro pueblo: “Piedad, piedad, Dios
mío – Piedad el alma implora. “Fiada en las grandezas – de tu misericordia.” Miserere mei
Deus, secundum magnam misericordiam tuam.

Nuestra Pastoral de Cuaresma, viene hoy a vosotros, venerables sacerdotes y amados


diocesanos, orlada de luto, como enlutado está nuestro corazón, por los tristes y
lamentables acontecimientos terroristas de estos días, que han vestido de luto los hogares
salvadoreños; y han ensangrentado, con sangre de hermanos, el suelo venerado de la amada
Patria.

Justamente aterrorizado el pueblo salvadoreño por los vandálicos sucesos presenciados,


nuestra patria que hasta hace una semana era un carmen florido y fragante, está convertida
por los Lenines criollos, en tierra de agitación, zozobra y espanto; de incendio, saqueo y
asesinato. Nada han respetado las turbas iracundas; ni la santidad de los hogares ni el
prestigio tradicional de la autoridad.” 72

“Sobraría relatar en detalle los numerosos crímenes que las hordas comunistas, movidas por
individuos desequilibrados y ambiciosos, han consumados en poblaciones y campos de la
Zona Occidental del territorio. El asesinato, el incendio, el asalto y saqueo a hogares
indefensos, el atropello al honor de la mujer, la destrucción, el robo, el ataque inmisericorde
contra la autoridad militar y civil, y cuanto pueda causar el aniquilamiento de la
organización que nuestras leyes actuales dan a la República, son los medios de que se han
servido esos hombres sin Dios ni conciencia para saciar sus desencadenados instintos.”73

Ante esta pavorosa irrupción del averno la sociedad sobresaltada clama por garantías
efectivas, que el Gobierno le está dando hasta donde alcanzan los medios materiales de que
dispone. Pero ello no parece suficiente, dado lo hondo del mal, que ha contaminado ya no
solo a los trabajadores de la ciudad, sino a los antes pacíficos, honestos y cristianos
habitantes de nuestros campos, a los que los líderes rojos apartaron enteramente del regazo
de la Iglesia Católica para poder pervertirlos y explotarlos mas fácilmente. 74

Esta fue la obra nefaria de los comunistas en nuestra amada Patria.

¿Quiénes son los comunistas?

Oigamos al Augusto Pontífice Pió XI: La rama más violenta del socialismo es el
comunismo. “Una parte del socialismo sufrió un cambio semejante al que indicamos antes
72
«El Tiempo» Nº 784
73
Manifiesto del Ejército a la Nación
74
«El Tiempo» Ibíd.
respecto a la economía capitalista, y dio en el comunismo; enseña y pretende, no oculta y
disimuladamente, sino clara, abiertamente, y por todos los medios aún los mas violentos,
dos cosas: la lucha de clases encarnizada, y la desaparición completa de la propiedad. Para
conseguirlo, nada hay a lo que no se atreva, ni nada que respete; y una vez conseguido su
intento, tan atroz e inhumano se manifiesta, que parece cosa increíble y monstruosa. Nos lo
dice el estrago y la ruina en que han sumido vastísimos regiones de Europa oriental y Asia;
y que es enemigo abierto de la Santa Iglesia y del mismo Dios, demasiado por desgracia,
demasiado nos han probados los hechos y es de todos bien conocido. Por eso juzgamos
superfluo prevenir a los buenos y fieles hijos de la Iglesia contra el carácter impío e injusto
del comunismo; pero no podemos menos de contemplar con profundo dolor la inercia de
los que parecen despreciar estos inminentes peligros, y con cierta pasiva desidia permiten
que se propaguen por todas partes doctrinas que destrozaran por la violencia y por la
muerte toda sociedad. Mayor condenación merece aun la negligencia de quienes descuidan
la supresión o reforma del estado de cosas, que lleva a los pueblos a exasperación y prepara
el camino a la revolución y ruina de la sociedad.”75

El comunismo tiene, pues, por finalidad la lucha encarnizada de las clases sociales (todos
somos iguales, es su lema); y la desaparición de la propiedad privada (para ellos todos los
bienes son comunes; incluyendo en estos las mujeres y los niños).

El comunismo socava los fundamentos de la familia; destruye el orden, tranquilidad y paz


de la sociedad, arrasándola con la tea incendiaria, con el saqueo y el pillaje, el asesinato, el
estupro y desenfreno sexual, sin respetar pudor ni dignidad de mujer.

El comunismo es enemigo nato de todo Gobierno o autoridad constituida; y de allí su


consigna de asaltar cuarteles, ultimar gobernantes, y acabar con todo representante de la
justicia y de la ley.

El comunismo, por su carácter impío e injusto, “es enemigo abierto de la Santa Iglesia y del
mismo Dios”: en sus lúgubres y terroríficas doctrinas deletéreas de desorden, destrucción y
muerte enteramente contrarias a las moralizadoras doctrinas de vida, justicia, caridad
fraterna, trabajo honrado, tranquilidad y paz de Nuestro Señor Jesucristo.

El comunismo es incompatible con los dogmas y la moral de la Iglesia Católica.

¿Cómo ha brotado está vandálica irrupción comunista?

“Nemo repente fit Malus” ninguno se vuelve malo instantáneamente. No debe


sorprendernos el ataque exabrupto del comunismo: la fiera se había venido amamantando
en sus lúgubres antros, escuchándose de cuando en cuando sus vagidos famélicos y el
espeluznante rozar de sus garras de exterminio y son múltiples las causales que vinieron
preparando y facilitando el ambiente para el desarrollo del monstruo voraz que nos ha
agredido: todo a base de descristianización.

75
Enc. Quadragesimo Anno
a) La supresión en las escuelas y colegios oficiales del estado, de la enseñanza
religiosa, que es la base y fundamento del orden, de la moralidad y bienestar de los
pueblos creyentes. Si El Salvador en aplastante mayoría o casi totalidad. Es una
nación católica… ¿porqué quitarle el fundamento básico de su vida cristiana, que es
al mismo tiempo sostén de su vida ciudadana?

Con lujo de ignorancia (propia del liberalismo) se decía en el decreto de supresión


de las escuelas, del Catecismo de Doctrina Cristiana, que la Patria necesitaba
ciudadanos y no sacristanes… ignorando, que precisamente, con el Catecismo de la
Doctrina Cristiana se forman los buenos ciudadanos que necesita la Patria; pues la
experiencia de veinte siglos comprueba que siempre los mejores cristianos han sido
los mejores ciudadanos, y los mas leales e intrépidos soldados de la Patria.

Con la escuela laica, el niño dejo de aprender el temor santo de Dios, la veneración
de la autoridad paterna la reverencia debida al maestro, el respeto a toda autoridad
constituida.

Con el Catecismo de la Doctrina Cristiana se infundía en el alma de los niños


sentimientos nobles, principios humanitarios, virtudes cívicas…: la creencia
moralizadora de un Dios providente; pero justiciero y remunerador que premia a los
buenos y castiga a los malos… se imbuía en la idea de otra vida mejor, sobrenatural
y de bienandanza eterna, para los que llevaran resignados las estrecheces, miserias y
penalidades de la presente vida: se enseñaba que Dios nos ha criado y puesto en el
mundo; para conocerle, servirle y amarle en esta vida y después gozarle en la otra:
que no hemos de apegarnos a los bienes caducos de la tierra; respetando los bienes
agenos y conformándonos gustosos con los que Dios nos dé; que somos hijos de
Dios y que nuestra verdadera Patria es el cielo.

Con la enseñanza laica, atea, se forma el corazón del niño, sin las virtudes que lo
ennoblecen, dejando libre desarrollo a los brotes de las bajas pasiones, de los vicios
de las exigencias brutales de la naturaleza corrompida… ¿qué mucho que
encuentren propicio ambiente las doctrinas disolutas y criminales del depravado
comunismo?

b) La laicización de las leyes e instituciones nacionales.

Se borra de nuestra Carta Magna el nombre Santo de Dios, Rey de los reyes y Señor
de los que gobiernan; fuente divina de toda autoridad, salvaguarda de toda justicia y
de toda ley.

Se desconoce a nuestro Señor Jesucristo Rey, como el camino, la verdad y la vida


de las naciones y la luz civilizadora de los pueblos; y se arrumba su sagrada imagen
crucificada de los centros docentes, de los tribunales de justicia, de las cárceles de
presidiarios, y hasta de los beneficientes asilos de la indigencia y del dolor. Se
arranca del corazón del pueblo el temor de Dios, también se le arranca el temor de la
justicia, el respeto a la sociedad, el acatamiento a la ley… porque quien no teme ni
respeta a Dios, menos puede temer ni respetar a los hombres.
Con el matrimonio civil y el divorcio absoluto se destruyen los hogares, se disuelve
la familia, que es la base de la sociedad.

Si el pueblo salvadoreño es católico, tiene derecho (aun por la misma llamada


“libertad de cultos”) a su libertad de conciencia a la libre práctica de su religión, a
que las leyes que lo gobiernan no opriman, ni violenten, ni tiranicen su conciencia
católica… Entre nosotros, legisladores de espíritu sectario, completamente opuesto
al espíritu católico del pueblo a quien debían representar, establecieron la libertad de
pensamiento, la libertad de conciencia, la libertad de cultos; para oprimir el
pensamiento católico. Para degenerar la conciencia católica, para deprimir y
obstaculizar el culto católico; y conseguir así el indiferentismo religioso,
especialmente entre los hombres, separándolos de la Iglesia desde la cuna hasta el
sepulcro, impidiendo que llegue a ellos la predicación evangélica que da firmeza de
carácter, moralizándolas costumbres. Así se ha desmoralizado el carácter cristiano,
ofreciendo amplio campo a la acción del comunismo.

c) La renta nacional de licores.

Apenas si pueden calcularse los inmensos daños, la corruptela ovacionados al


pueblo salvadoreño, en el alma y en el cuerpo, con el tráfico inmundo de licores,
fomentador de desgradante vicio de la embriaguez; medio muy adecuado para
degenerar al individuo y lanzarlo a perpetrar horripilantes crímenes como con los
que los comunistas acaban de ensangrentar el suelo patrio.

d) La tolerada y libre propaganda bolshevique.

Desde hace algunos años empezó a hacerse activa propaganda en nuestra Repdblica
de libros, folletos y hojas volantes de las disociadoras doctrinas bolsheviques, que
se repartían profusamente en el pueblo, de manera especial entre campesinos. Se
permitieron en la capital y otras poblaciones el establecimiento de sociedades
socialistas, Universidades Populares, conferencias rurales, en donde abiertamente se
predicaban las doctrinas deletéreas de Lenin, las monstruosas teorías del
comunismo, contra los principios católicos, contra la familia, contra la propiedad,
contra la burguesía, contra las autoridades constituidas. Y en la última campaña
eleccionaria, ostensiblemente se hizo uso de tales doctrinas deletéreas para
conseguir adeptos, con desbordante éxito. Mas de una vez hablamos a los Supremos
Mandatarios de la época, sobre los gravísimos peligros y fatales consecuencias de
dicha propaganda bolshevique, y se nos contestó: que nada había que temer; que
todo estaba bien controlado… y que en nuestra nación había libertad de
pensamiento y libertad de asociación. Los funestos resultados no pudieron
controlarse. La semilla germinó, creció y produjo sus frutos: aquellos polvos
trajeron estos lodos. Víctima, nuestro amado pueblo salvadoreño.

e) La propaganda Luterana o Protestante.


Se ha comprobado que en la poblaciones o valles [especialmente de indígenas]
donde los corifeos del infeliz Lutero, o sean Pastores protestantes han llegado con
sus predicas, canturrias y folletos de falsas biblias, allí se han propagado mejor las
doctrinas bolsheviques; porque los pastores protestantes son como precursores que
van preparando el terreno al terrorismo comunista. Protestantes y Comunistas en
diabólico consorcio fomentan la irreligión. “Una irreligión grosera, brutal, frenética,
propia de hombres rabiosos, la furia de los sin Dios que ha creado y sostiene
oficialmente el comunismo, furia de hospital y manicomio”76

¿Qué debemos hacer?

Nuestro Supremo Mandatario con brazo pujante, alma humanitaria y corazón de patriota, ha
dado a las naciones un bello gesto de óptimo gobernante, reprimiendo el feroz asalto de las
hordas disociadoras contra pacíficos hogares, la propiedad, el orden público y la vida de
indefensos moradores de la familia salvadoreña. “En los último días, dice en su Manifiesto
el Ecmo. Señor presidente General Maximiliano H. Martínez, el Gobierno se ha visto frente
a graves acontecimientos de origen comunista y, con fundamento en las leyes patrias, ha
tenido la imprescindible necesidad de sofocarlos con mano fuerte. Pauta del Ejecutivo,
encargado de velar por la tranquilidad y el bienestar de los salvadoreños, es y será la de
reprimir severamente cualquier alteración del orden público y todo acto que ataque la
estructura social y los derechos a la propiedad, la libertad y la vida de los habitantes.”

Pero estos medios violentos del Gobierno, han sido una triste necesidad del momento, para
contener la devastadora agresión del comunismo contra la familia, la sociedad y la Patria
Salvadoreña. Lamentamos de corazón, con el Gobierno, “el derramamiento de sangre y las
restricciones a las libertades, que se vio obligado a decretar para reprimir las vandálicas
actividades comunistas.” Sangre de hermanos, sangre salvadoreña es la que se ha
derramado: preciosas vidas de compatriotas las que, en mala hora se han segado. Víctimas
y victimario en su mayor parte, han sido humildes campesinos, gente sencilla de nuestro
pueblo, acaso engañados por halagüeñas y seductoras promesas de mejorar situación… de
la “parcela de la tierra”… del derecho al “mínimum vital” etc., pervertidos por las
desmoralizadoras enseñanzas soviéticas.

Como buenos cristianos no hemos de querer el exterminio de los culpables, recordando las
preciosas palabras de N. S. Jesucristo: “no quiero la muerte del pecador, sino que se
convierta y viva”. Necesaria es la acción represiva, en legítima defensa de los derechos de
la familia, de la propiedad, del orden público y de la vida nacional, formidablemente
amasadas. Y el gobierno al efectuarla, ha hecho un llamamiento a la cordura y patriotismo
de los ciudadanos a efecto de que… las diferentes clases sociales amigas del orden sepan
corresponder a este llamamiento, en una forma práctica y decidida, ya que contra ellas se
enderezan las actividades del comunismo… Y tiene plena confianza en que los
salvadoreños, en esta hora de prueba, en que el hogar, la propiedad y la vida de todos los
habitantes se encuentran amenazados, sabremos defender con entereza los caros y vitales
intereses de la Patria. 77

76
Rayo de Sol
77
Manifiesto Presidencial
No es, pues, obra de exterminio, es obra de restauración nacional, la que debemos
emprender, dejando a los culpables, a los manchados por el crimen, los tribunales de
justicia.

¿Qué debemos, pues, hacer?

Necesario es volver a Dios

Convenzámonos de que los males que lamentamos en nuestros días, por parte del
terrorismo, es efecto del alejamiento de Dios, de la falta practica de religión abolida en las
instituciones del Estado , y descuidada en el fiel cumplimiento de sus sagrados deberes en
las familias cristianas. La religión es el único freno que puede domeñar los bajos instintos
del corazón humano depravado: la religión es la única moderadora de las innobles
degeneraciones del alma, desnivelada en su moralidad, por doctrinas insanas corruptoras de
la humana dignidad. Si quitáis al pueblo el temor de Dios, lo convertiréis en monstruosa
fiera de mortíferas garras. Quien no respeta la autoridad divina, mucho menos respetará las
autoridades humanas. La simple razón natural, pues, nos dicta que el remedio eficaz para
evitar el terrible flagelo comunista que nos invade es… VOLVER A DIOS.

“Contraria contrariis curantur”. Hemos de considerar a la amada Patria Salvadoreña,


como enferma, macilenta, desangrada, semiviva, apenas libre de las estrujadoras manos de
crueles salteadores: necesita reconstituyentes, después de restañar la sangre de sus heridas.
Se imponen, entre otros, los siguientes eficaces remedios, haciendo volver a Dios:

1º- LA ENSEÑANZA FUNDAMENTAL DE LA DOCTRINA CRISTIANA EN TODA


LA REPÚBLICA.

La antipatriótica separación de la Iglesia y del Estado no impide que ambas autoridades,


eclesiástica y civil, HAGAN PATRIA, aplicando con prodigalidad materna este vigorizante
reconstitutivo. La Autoridad Eclesiástica, intensificando sus catequesis prescritas en los
hogares, en sus colegios y escuelas, en los templos y en los valles y caseríos parroquiales.

El Gobierno Civil, como PADRE DEL PUEBLO CATÓLICO SALVADOREÑO, y


constatando las funestas y antipatrióticas consecuencias prácticas de la “enseñanza laica” o
atea, debe quitar los obstáculos para reestablecer la enseñanza de la Doctrina Cristiana, en
todas las escuelas oficiales u centros de enseñanza secundaria y profesional, en los
presidios y centros penales, en los cuarteles y maestranzas del ejército, porque es
indispensable para la restauración moral de la Patria, que niños y adultos aprendan que hay
un Dios, trino y uno, creador del cielo y de la tierra , cuya providencia amorosa alimenta a
las aves del cielo, viste a los lirios del campo, y no deja morir de hambre, ni escatimará
vestido a ninguna de sus creaturas; que nuestro Señor Jesucristo, Dios hecho hombre, para ,
para “poder morir por los hombres, librarlos del pecado, y enseñarles con su vida y ejemplo
el camino del cielo: que ese mismo Jesús, dulce amigo de los niños , misericordioso y
bueno con los pecadores arrepentidos , se ha quedado oculto, pero real y verdaderamente
presente en el Santísimo Sacramento para dulcificar las penalidades de la vida; y que
vendrán el día del juicio, como Dios remunerador, premiando a los buenos con el cielo, y
castigando a los malos con el infierno. Que vuelva a repercutir en los oídos de los niños,
futuros ciudadanos, que se debe adorar a Dios, con reverencia de cuerpo y alma, con fe,
esperanza y caridad: que no se debe jurar en vano, sin verdad, sin justicia o necesidad: que
el buen hijo debe a sus padres “obediencia, socorro y reverencia”: que los padres a sus hijos
deben “sustentarlos, doctrinarlos y darles estado no contrario a su voluntad”: que los
casados con sus mujeres, deben haberse “amorosa y cuerdamente como Cristo con la
Iglesia: y las mujeres con sus maridos, como la iglesia con Cristo”: ¿Y los amos con los
criados? “como con los hijos de Dios”; ¿y los criados con los amos? “como quien sirve a
Dios en ellos” etc. etc.

Todas estas enseñanzas moralizadoras es preciso que vuelvan a impartirse en las escuelas
oficiales, donde se educan a los futuros ciudadanos, los dirigentes del pueblo, los hombres
de mañana. Que vuelva el Catecismo Cristiano a las escuelas… “¿Porqué no decirlo con
entereza, pues que estamos viendo las consecuencias producidas por las turbas
desenfrenadas del comunismo? Que se imponga menos materialismo en la enseñanza
oficial que se imparte en las escuelas y colegios del país, y que se sustituya con enseñanzas
especulativas que tengan por fin conducir a un mundo desvestido de groserías, estupideces
y eruditismos de los cuales nadie se aprovecha.

Hemos retirado a Dios de las escuelas, hemos cerrado la puerta a la religión que dignifica y
engrandece al hombre; y es natural, lógico, que así se formen generaciones preparadas para
recibir las ideas disociadoras que culminan en comunismo.78

Que nuestros gobernantes salven al pueblo salvadoreño de la hidra del comunismo,


reestableciendo la enseñanza de la Doctrina Cristiana en las escuelas y centros docentes de
la Nación. ¡Volvamos a Dios!

2º - TANDAS DE MISIONES CATÓLICAS PREDICANDO LA JUSTICIA, LA


CARIDAD Y LA PAZ

Las doctrinas comunistas han descristianizado al pueblo, lanzando al crimen y a las


ferocidades del hombre bestializado. Preciso es cristianizar al pueblo mediante la
predicación del evangelio de N. S. Jesucristo.

Que las palabras divinas de Jesús lleguen hasta los poblados campesinos en los labios de
abnegados sacerdotes; que se les infunda a esos hombres de trabajo rudo el temor a Dios, el
respeto a la propiedad, a la familia, a la vida humana: que en el hogar se eleven los
corazones todos los días para alabar y bendecir al autor de todo lo creado”. Que se oigan los
hijos del pueblo, labriegos, agricultores, industriales, obreros proletarios, trabajadores, y
terratenientes… la dulce voz del Divino Maestro, que les dice: Vosotros sois todos
hermanos, porque sois hijos del mismo Padre celestial: amaos los unos a los otros: no
guardéis odio en vuestro corazón: no robarás: no matarás: no fornicarás: no hagáis a otro

78
«El Día»
lo que no queráis que hagan a vosotros: sed misericordiosos: bienaventurados los pobres
de espíritu... los pacíficos… los limpios de corazón… ¡sed buenos, sed virtuosos, sed
santos…para que vayáis al cielo.! Así se renovarán los corazones pervertidos, se
purificaran las conciencias, volverán los sentimientos nobles, se reestablecerá el reinado de
la justicia, de la fraternidad, de la caridad y de la paz en la familia salvadoreña.

Además de nuestros beneméritos Misioneros Paulinos, tenemos Jesuitas, Dominicos,


Franciscanos, los abnegados hijos del beato Don Bosco, redentoristas, Somascos, y otros
insignes misioneros que podrían hacerse venir, para que recorrieran todas las ciudades,
poblaciones, valles y caseríos, haciendas, ingenios y beneficios de toda la República,
predicando la concordia en las familias, el respeto a la propiedad, la obediencia y
acatamiento a las autoridades constituidas; el fiel cumplimiento de la Ley de Dios y de los
preceptos de la Santa Madre Iglesia. En una palabra: la paz de Cristo, en el reino de Cristo.

3º - LA DIFUSIÓN DE LAS DOCTRINAS SALVADORAS DE LA IGLESIA SOBRE


LA “CUESTIÓN SOCIAL”

Los comunistas toman como base de sus actividades el pretexto de la “cuestión social”:
lucha de clases, los pobres contra los ricos, el trabajo contra el capital. La iglesia, dice León
XIII, es la que saca del Evangelio las doctrinas que pueden resolver completamente el
conflicto, o por lo menos hacerlo más suave, quitándole toda aspereza; ella procura no solo
iluminar la inteligencia, sino también regir la vida y las costumbres de cada uno conforme a
sus preceptos; ella promueve la mejora del estado de los proletarios con muchas
instituciones utilísimas.

Así, por el camino que enseñó y la luz que trajo la Encíclica de León XIII, brotó una
verdadera ciencia social católica… los principios católicos en materia social fueron poco a
poco tomando parte del patrimonio de toda la sociedad humana… Con viva y solícita
benevolencia se dirigieron los cuidados a elevar la clase de los obreros que yacía casi
olvidada y despreciada. No tardaron éstos en obtener mas recursos para la vida…
reorganizaron obras de beneficencia y caridad según los consejos del pontífice… y
generalmente bajo la guía de sacerdotes, nacen por doquiera nuevas y numerosas
asociaciones de auxilio o socorro mutuo para obreros, artesanos, campesinos y asalariados
de todo género.

“Por lo que atañe al Poder civil, León XIII sobrepasó audazmente los límites impuestos por
el liberalismo; el Pontífice enseñó sin vacilaciones que no puede limitarse a ser mero
guardián del derecho y del recto orden, sino que debe trabajar con todo empeño para que
conforme a la naturaleza y a la institución del estado, florezca por medio de las
instituciones la propiedad, tanto de la comunidad cuanto de los particulares”… A los
gobernantes toca defender a la comunidad y a todas sus partes; pero al protejer los derechos
de los particulares, deben tener principal cuenta de los débiles y de los desamparados.
“Porque la clase de los ricos se defiende por sus propios medios y necesita menos de la
tutela pública; mas el pueblo miserable, falto de riquezas que le aseguren, está
peculiarmente confiado a la defensa del Estado. Por tanto, el Estado debe abrazar con
cuidado y providencia peculiares a los asalariados, que forman parte de los pobres en
general”
Fruto de estos trabajos, la formación de nueva legislación que asegura los derechos
sagrados de los obreros, nacidos de su dignidad de hombres y de cristianos: leyes que
tutelan la protección de los obreros, principalmente de las mujeres y de los niños: su alma,
salud, fuerzas, familia, casa, oficinas, salarios, accidentes del trabajo; en fin, todo lo que
pertenece a la vida y familia de los asalariados”

El Pontífice clarividente, enseña que patrones y obreros pueden ayudar a la solución “por
medio de instituciones ordenadas, a socorrer oportunamente a los necesitados y atraer una
clase a la otra”, formando asociaciones de solo obreros o de obreros y de patronos.

La Encíclica “Rerum Novarum” observa: que deben organizarse esas corporaciones de


suerte que proporcionen a cada uno de sus miembros… el mayor aumento posible de los
bienes del cuerpo, del espíritu y de la fortuna”. “Ante todo debe atenderse al objeto
principal, que es la perfección en moral y religiosa; `porque este fin por encima de los otros
debe regular la economía de esas sociedades de proletariado: pues “constituida la religión
como fundamento de todas las leyes sociales, no es difícil determinar las relaciones mutuas
que deben establecerse entre los miembros, para alcanzar la paz y la prosperidad de la
sociedad.” 79

4º - RESPETO AL DERECHO DE PROPIEDAD

Todos debemos respetar el derecho ageno, o sea, la propiedad privada. León XIII defendió
con firmeza el derecho de propiedad contra las arbitrariedades de los socialistas de su
tiempo. El magisterio de la Iglesias jamás ha puesto en duda el doble carácter de la
propiedad, llamado individual y socia, según que atienda al interés de los particulares, o
mire al bien común; antes bien ha afirmado siempre que el derecho de la propiedad
privada fue otorgado por la naturaleza, o sea por el mismo Creador, a los hombres, para
que puedan atender a las necesidades propias y de su familia. Hay que evitar un doble
escollo: como negado o atenuado el carácter social y público del derecho de propiedad, por
necesidad se cae en el llamado “individualismo”; de semejante manera rechazado o
disminuido el carácter privado o individual de ese derecho, se precipita uno hacia el
“colectivismo”. Quien pierda de vista estas consideraciones, se despeñará por la pendiente,
hasta la sima del modernismo moral, jurídico y social, denunciado por su Santidad Pío XI.

Es un principio fundamental: que “el derecho de propiedad se distingue de su uso”.


Respetar santamente la división de los bienes y no invadir el derecho ageno traspasando los
límites del dominio propio, son mandatos de la justicia que se llama conmutativa: no usar
los propietarios de sus propias cosas sino honestamente, no pertenece a esta justicia, sino a
otras virtudes… Obra laudable es la de los que, conservando la integridad, doctrina
tradicional de la Iglesia, se esfuerzan por definir la naturaleza intima de los deberes que
gravan sobre la propiedad, y concretar los límites que las necesidades de la convivencia
social, trazan al mismo derecho de la propiedad y al uso o ejercicio del dominio.”

79
Enc. Pío XI.
Dictaminar por menudo esos deberes cuando la necesidad lo pide y la ley natural no lo ha
hecho, eso atañe a los que gobiernan el Estado. Por lo tanto, la autoridad pública, guiada
siempre por la ley natural y divina e inspirándose en las verdaderas necesidades del bien
común, pueden determinar más cuidadosamente lo que es lícito o ilícito a los poseedores en
el uso de sus bienes........ Siempre ha de quedar intacto el derecho natural, de poseer
privadamente y transmitir los bines por medio de la herencia. León XIII declaraba que el
Estado no tiene derecho a agotar la propiedad privada con un exceso de cargas e impuestos.

Tampoco las rentas del patrimonio quedan en absoluto a merced del propietario; es decir las
que no le son necesarias para la conveniente y decorosa sustentación de la familia, los ricos
están gravísimamente obligados a ejercitar la limosna, la beneficencia y la magnificencia.
El que emplea en grandes cantidades en obras que proporcionan mayor oportunidad de
trabajo en obras verdaderamente útiles, practica la virtud de la magnificencia.

Respetemos y hagamos respetar la propiedad privada.

5º - ARMONIA ENTRE EL CAPITAL Y EL TRABAJO

El trabajo que el hombre ejecuta en su nombre propio y produce en los objetos nueva forma
o aumenta el valor de los mismos, es lo que adjudica estos frutos al que los trabaja.

Muy distinta es la condición del trabajo cuando se ocupa en cosa agena mediante un
contrato. León XIII dijo ser cosa certísima “que la riqueza de los pueblos no la hace sino
el trabajo de los obreros”. No hay nadie que desconozca que los pueblos no han labrado su
fortuna, ni que han subido desde la pobreza y carencia a la cumbre de la riqueza, sino por
medio de inmenso trabajo acumulado por todos los ciudadanos, trabajo de los directores y
trabajo de los ejecutores…. Dios, el bondadoso distribuidor de las riquezas y de las fuerzas
y del poder. El trabajo y el capital deben armonizarse uniéndose en una empresa común,
pues el uno sin el otro son ineficaces: por lo que decía León XIII “no puede existir capital
sin trabajo, ni trabajo sin capital”. Es completamente falso atribuir sólo al capital o sólo al
trabajo lo que ha resultado de la eficaz cooperación de ambos; y es totalmente injusto que el
uno o el otro, desconociendo la eficacia de la otra parte, se alce con todo el fruto.

Pretensiones injustas del capital. – Por largo tiempo todo el rendimiento, todos los
productos reclamaba para sí el capital; y al obrero apenas se le dejaba lo suficiente para
reparar y reconstituir sus fuerzas: principio de la escuela liberal manchesteriana.

Pretensiones injustas del trabajo. – A los obreros ya irritados se acercaron los que se
llaman “intelectuales” oponiendo a aquella pretendida ley un principio moral no menos
infundado, a saber: “todo lo que se produce o rinde, separando únicamente cuanto baste
para amortizar y reconstruir el capital, corresponde en pleno derecho a los obreros.

Este error cuanto más se muestra que el de los socialistas, según los cuales “los medios de
producción deben transferirse al Estado, o socializarse” como se dice; tanto mas peligroso
es, y apto para engañar a los incautos: suave veneno, que bebieron ávidamente muchos que
jamás había podido engañar un franco socialismo.
“Dese, pues, a cada cual la parte de los bienes que le corresponde y hágase que la
distribución de bienes creados vuelva a conformarse con las normas del bien común o de la
justicia social; porque cualquiera persona sensata ve cuán grande daño trae consigo la
actual distribución de bienes por el enorme contraste entre unos pocos riquísimos y los
innumerables pobres”80

Entre nosotros las dificultades de la “cuestión social” o sean, las del trabajo y el capital,
casi no existen; y muy fácilmente se obtendría una mejor armonía entre trabajadores y
patronos, aplicando las normas cristianas de las luminosas Encíclicas “Rerum Novarum” y
Quadragesimo Anno de los augustos Pontífices León XIII y Pío XI. Gracias a Dios, la
mayoría de los hacendados y patronos tratan bien a sus colonos; y los colonos se comportan
bien con sus patronos.

Pero es necesario predicar, tanto a los patronos como a los colonos, tanto a los sirvientes
como a los amos, sus respectivos derechos y también sus correspondientes deberes. Si es
justo dar al obrero una remuneración que sea suficiente para su propia sustentación y la de
su familia: sería injusto pedir salarios desmedidos, que la empresa sin grave ruina propia, y
consiguientemente de los obreros, no pudiera soportar. Si el Patrón ofrece oportunidad de
trabajo a los que pueden y quieren trabajar: los obreros deben querer trabajar lo más
posible, tanto para ayudar eficazmente a la empresa del patrón como para obtener mayor
ganancia personal por su trabajo. En nuestra época de crisis, hay algunos brazos sin
trabajo… pero hay también muchos trabajos sin brazos, porque los obreros no quieren
trabajar o quieren trabajar poco.

El Supremo Gobierno nacional de acuerdo con las autoridades eclesiásticas, podía


reglamentar las relaciones de obreros y patronos respecto al trabajo contratado,
considerando además del aspecto personal o individual, el aspecto social, a base de justicia
legal y de conformidad con las sabias y justicieras enseñanzas de la “Rerum Novarum” del
gran Pontífice León XIII; completados por la “Quadragesimo Anno” del insigne Maestro
Pío XI; recalcando en el fiel cumplimiento de derechos y obligaciones recíprocas de
terratenientes y obreros.

Repetimos, medio eficaz para restaurar las mortíferas heridas y contusiones que el
comunismo ha causado a la dulce Patria salvadoreña, es…. ¡VOLVER A DIOS!
restableciendo la enseñanza religiosa en las escuelas, Colegios y Universidades Nacionales:
enviando misioneros a todos los pueblos, cantones, haciendas y rancherías agrícolas, de la
república, a predicar la paz, la caridad y concordia, el amor al trabajo, respeto a la
propiedad, sumisión y acatamiento a las autoridades constituidas , al santo temor de Dios,
cumplimiento de la divina ley y de los deberes religiosos, domésticos y sociales:
difundiendo las regeneradoras enseñanzas de la Encíclica sobre: “Restauración Social” de
S. S. Pío XI, por medio de misioneros y preparados conferencistas populares católicos. Sólo
la religión puede salvar la Patria de las devoradoras fauces y mortíferas garras de las fieras
y cachorros del comunismo! Quizá sea tiempo todavía… ¡VOLVAMOS A DIOS!

IDEA PATRIOTICA

80
Enc. Pío XI.
Con el MANIFIESTO que el Excmo. Señor Presidente de la República hizo al pueblo
salvadoreño, haciendo “un llamamiento a cordura y patriotismo de los ciudadanos a efecto
de que en estas difíciles circunstancias, cada uno, en la esfera de sus actividades, rodee y
apoye al Ejecutivo a fin de que la paz no sea alterada. Desea que las diferentes clases
sociales amigas del orden, sepan responder a este llamamiento, en una forma práctica y
decidida, ya que contra ella se enderezan las actividades del comunismo”… ha surgido la
Idea patriótica ya meditada en amistosas reuniones de ciudadanos, de formar una
institución nacional, no solo por el momento, sino perpetua, que en toda emergencia “rodee
y apoye” al Gobierno constituido, para salvaguardar los comunes y públicos intereses de la
Religión, de la familia, de la propiedad, del orden público… de la Patria.

Creemos que es el momento de reducir a efectos tan luminosos propósitos de patriotismo


católico. No sería una asociación meramente religiosa, sino una conglomeración
salvadoreña que formada de ciudadanos católicos, tendrá por base y norma de vida
constitutiva, sus principios religiosos, que son el mas sólido fundamento del patriotismo y
el mas firme sustentáculo del orden social democrático. Tampoco sería fundación de un
nuevo Partido Político: decir “partido” en política, equivale a parcialidad o fracción….. y
los pliegues de nuestra bandera deben cobijar amorosamente a todos los ciudadanos de la
Patria salvadoreña. Tiene que ser una entidad popular, católica, política y social, pero de
“ideales” definidos y concretos, no de estrechos fines políticos de bandería personalista.

Preciso es ya, romper los viejos moldes de política lugareña y encauzarlo de lleno por las
formas y derroteros de la vida ciudadana. Necesitamos perseguir “nobles ideales” para
sostener la autonomía, la estructura social, la vida independiente de la Patria y la
tranquilidad del orden público, que patrocine el trabajo honrado del ciudadano.

Desearíamos, pues, una agrupación o institución nacional, de vida fundamental católica,


apoyada en los cánones constitucionales, que busque el mayor progreso y adelanto
material de la república, sin descuidar el perfeccionamiento espiritual y la moral de sus
moradores: que vigile y defienda los derechos religiosos, políticos y sociales de la Nación
Salvadoreña; y que rodee y apoye al Supremo Gobierno Constituido, prestándole oportunos
y eficaces auxilios materiales, morales y económicos, Una institución nacional, así
formada, con el nobilísimo ideal de “hacer Patria”, de sustentarla, engrandecerla,
glorificarla y defenderla de sus más feroces y funestos enemigos.

El comunismo, en sus finalidades anticristianas, políticas y sociales, está perfectamente


organizado no únicamente por los vandálicos asaltos, de estos lúgubres días, sino por los
nefandos proyectos ulteriores de su idealidad, hasta subyugarlos bajo el terrorista y
fracasado gobierno soviet, de que es víctima la infortunada Rusia.

El enemigo está talando nuestros campos. Nuestra patriótica clarinada a todos los
elementos sanos del católico Pueblo Salvadoreño: unámonos todos los ciudadanos de buena
voluntad, sin distinción de categorías sociales, ni de banderías políticas, los buenos hijos de
la Patria amenazada, rodeemos a nuestro mandatario, y formemos un frente único, como
ciudadela inexpugnable, para defender los caros intereses de la familia, de la propiedad, del
orden público, del gobierno constituido, de la vida de la Nación Salvadoreña.
Lanzamos la patriótica idea: connotados ciudadanos, patriotas prominentes, eclesiásticos,
civiles y militares, que le den forma práctica y patriótica, que le presten vida lega, que la
organicen cristiana, política y socialmente…. y nos darán la salvación de la Patria.

Concluimos, amados fieles

Exhortándoos a pedir contritos, misericordia y piedad, a nuestro Divino Salvador, a nuestra


dulce Reina de la Paz, y al Castísimo Patriarca San José, demandándoles fervorosos nos
protejan en las presentes calamidades: a restablecer en vuestros hogares la enseñanza diaria,
en hora oportuna, de Doctrina Cristiana: a renovar vuestro corazón, purificándolo con la
confesión anual de cuaresma, y unificarlo con el cumplimiento de la sagrada Comunión
Pascual: a perdonar de corazón las ofensas recibidas: a pedir a Dios misericordia,
arrepentimiento, enmienda y perdón para nuestros hermanos engañados por el satánico
“Comunismo” y a encomendar a Dios las almas de todos los que han muerto en estos días
de angustia y terror.

Os bendecimos con efusión del alma, en el nombre del + Padre, y del + Hijo y del +
Espíritu Santo. – Amén.

Publíquese en la forma canónica prescrita.

Dada en nuestra Residencia Episcopal de San Miguel, a los cinco días del mes de Febrero,
del año del señor, mil novecientos treinta y dos

+ Juan Antonio,
Obispo de San Miguel

Por mandato de S. E. Rvma.


Pbro., D. Ventura C.,
Secretario Episcopal
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