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III. Conclusión............................................................................................9
Bibliografía...............................................................................................10
I. Introducción
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II. Comentario lingüístico
Según los conceptos estudiados a lo largo del curso, podemos encontrar tres
variedades del español en el texto La puñalá: el andaluz, el aragonés y el asturiano. A
continuación, voy a explicarlo con las citas en el texto y los conceptos estudiados a lo
largo del curso.
Podemos corresponder el andaluz con mucha facilidad porque esta obra contiene
muchas propiedades destacadas del dialecto andaluz, y se escrita por un autor
sevillano. Hemos aprendido en el curso que el dialecto andaluz tiene algunas
características fonéticas, por ejemplo, como aspiración, seseo y ceceo, pérdida o
transformación de sonidos implosivos, pérdida de consonantes finales, yeísmo,
pérdida de la ´d´ intervocálica, neutralización de ´r´ y ´l´, etc. (Antonio, 1962).
Después de leer esta obra, he encontrado siguientes cuadro rasgos fonéticos
dialectales del andaluz: la neutralización de ´r´ y ´l´; el seseo; la pérdida de
consonantes finales; la pérdida de ´d´ intervocálica.
Primero, la neutralización de ´r´ y ´l´ es un fenómeno del andaluz en cuanto a las
variedades del español. En el texto podemos localizar muchos ejemplos, aquí cojo una
frase de Malacara:
¿Dónde está la riquesa der turismo, los dólares y las divisas? En los bancos y
los hoteles por curpa las dichosas tarjetitas. (Antonio, 1986)
En esta frase, aparece dos veces la neutralización de ´r´ y ´l´, la forma normal de
la palabra ´der´ es ´del´, se cambia la ´l´ por la ´r´; la ´l´ de ´culpa´ se cambia por la ´r
´, entonces la forma en el texto es ´curpa´.
Segundo, el seseo también es una de las propiedades del andaluz y una propiedad
de Sevilla, por lo que según dice Juana Santana Marrero en su obra, los sevillanos se
decantan por el seseo (Juana Santana, 2016). En el texto podemos citar este párrafo:
MALACARA: ¿Será posible, hombre? ¡Y que un tío bien plantao como yo no
tenga sien duros en er borsillo pa pagarse la pensión, ni haya una titi grasiosa
que le cubique en su camastro! ¡Ay, na más te farta que llegue un nasareno
borracho y se líe a latigazos contigo en mitá der sueño! (Antonio, 1986)
En esta cita, ´sien´, ´grasiosa´ y ´nasareno´ precisamente son tres ejemplos de
seseo, las formas normales son respectivamente ´cien´, ´graciosa´ y ´nazareno´.
Tercero, la pérdida de consonantes finales. En este texto podemos ver los casos
que son la pérdida de la ´r´ final, la de la ´l´ final y la de la ´d´ final. En la obra,
podemos tomar estas frases como ejemplo:
[…] que no había manera de sacá provecho ni en la bulla La Campana. ¡En
fin! ¡Otra vez será! Tú a dormí, Malacara, que mañana hay que trabajá pa
sacá a la Mari Puri de paseo por la madrugá. […]
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[…] ¡Que no es lo que usté se figura que yo…! […]
[…] ¡Este es er puñá que le han birlao a la Virgen! […] (Antonio, 1986)
En estos dos párrafos, las palabras como ´sacá´, ´dormí´, ´trabajá´, ´usté´ y ´puñá
´ son ejemplos relevantes de la pérdida de consonantes finales. Las formas normales
son respectivamente ´sacar´, ´dormir´, ´trabajar´, ´usted´ y ´puñal´.
Cuarto, la pérdida de la ´d´ intervocálica en el texto también se ve muy relevante.
Según dice Llorente Maldonado de Guevara en su obra El andaluz occidental y el
andaluz oriental, la pérdida de toda ´d´ intervocálica es uno de los rasgos fónicos del
habla meridional (Llorente Maldonado de Guevara, 1997). Podemos citar la siguiente
frase como ejemplo:
[…] Yo siempre he sío muy devota de la Santísima Puñalá, que ella lo sabe
porque me ha visto ca madrugá seguirla a empujones por toa la carrera […]
(Antonio, 1986).
En esta frase, la palabra ´sío´ es ´sido´ en castellano, la ´Puñalá´ es ´Puñalada´ en
castellano, la ´ca´ y la ´madrugá´ son respectivamente ´cada´ y ´madrugada´ en
castellano.
Creo que con las propiedades que he mencionado, el andaluz sería una de las
variedades que encontramos en el texto.
Además del andaluz podemos encontrar otra variedad del español mediante los
rasgos, por ejemplo, el aragonés. En Andalucía no se hablan estos dos dialectos, pero
se pueden encontrar algunas de sus características dialectales en esta obra, que pueden
ser utilizadas como la forma vulgar en la región andaluza, pero creo que podemos
considerárselo como la variedad del español en el texto.
Según lo que hemos visto a lo largo del curso, el aragonés se caracteriza por el
mantenimiento de la f-inicial de latín; la conservación de pl-, kl-, fl-; la conservación
de consonantes sordas, la pérdida de ´r´ final y la ´z´ y ´c´ sorda se pronuncia de
forma sonora como el seseo en algún sitio de Aragón, etc.
En esta obra La puñalá, aparecen tres rasgos del aragonés: la conservación de
consonantes sordas, la pérdida de ´r´ final y la sonorización de la ´z´ y ´c´.
En la introducción de los personajes, hay la siguiente frase:
[…] Anda mucho, roba cuanto encuentra en su camino y duerme donde le coge
la noche. […] (Antonio, 1986)
En esta frase, la palabra ´cuanto´ es un buen ejemplo de la conservación de
consonantes sordas, la forma normal en castellano sería ´cuando´.
La pérdida de ´r´ se considera una de las propiedades del aragonés y aparece
muchas veces en la obra porque también es muy frecuente en el andaluz. Podemos
citar esta frase como ejemplo:
[…] Malacara, que mañana hay que trabajá pa sacá a la Mari Puri de paseo
por la madrugá. […] (Antonio, 1986)
En esta cita, la ´trabajá´ y la ´sacá´ son buenos ejemplos de la pérdida de la ´r´
final del infinitivo.
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La sonorización de la ´z´ y ´c´ aparece muchas veces en el texto, por ejemplo,
[…] WINSTON: ¡Si no hay nadie! Deja de haserte el estrecho, corasón […]
(Antonio, 1986)
La ´haserte´ y la ´corasón´ son ejemplos de este fenómeno. La forma normal en
castellano es ´hacerte´ y ´corazón´.
En cuento al asturiano, solamente encuentro un léxico que es dialectal en el
asturiano oriental. El léxico asturiano es la palabra ´entoavía´, que significa ´todavía´
en el castellano.
Después de estudiar estas variedades del español que encontramos en el texto,
me parece interesante la razón de que el autor ha escogido esas variedades en
particular.
Creo que el autor ha escrito esta obra principalmente en el dialecto andaluz,
simplemente porque es sevillano, y esta obra trata también de dos personajes
marginales de la sociedad sevillana. Generalmente los sevillanos hablan en andaluz
con características de seseo (Juana Santana, 2016), neutralización de ´r´ y ´l´, pérdida
de consonantes finales, etc., por eso el autor escribe la obra en andaluz con dichas
características.
En cuanto al aragonés y el asturiano, yo pienso que aquí los rasgos de estas dos
variedades no son sistemáticas sino vulgares. Como los dos protagonistas son ladrón y
regente de un carrito ambulante, que pertenece al grupo marginales, es muy probable
que no reciban la educación adecuada. Hemos aprendido según la teoría de Bourdieu,
el sistema escolar cumple una función de la popularización de la lengua estándar.
Entonces, como los dos protagonistas no estudian la gramática sistemáticamente, no
dominan ni el estándar castellano ni el andaluz en escuela. Si ellos solamente hablan
todo el día con los demás, es fácil hablar con el vulgarismo.
Encuentro que en esta obra el autor hace una selección de rasgos dialectales que
contiene una gran cantidad de rasgos fonéticos. También hay rasgos morfosintácticos
y léxicos, pero son distinguibles para el público. Esta obra La puñalá, como una obra
de teatro, una de sus ventajas frente a la literatura narrativa es que puede presentar las
características dialectales por una serie de rasgos fonéticos. La puñalá nos plasma una
historia sobre la marginalidad de los personajes y el acercamiento a la religiosidad
mediante de los parlamentos de El Malacara y La Winston. Aquí surge una cuestión
sociolingüística: como La puñalá es una obra con sólo dos personajes, Malacara, un
ladrón que vive en la calle, y Winston, un hombre que vende tabaco y otras "baratijas
para consumo rápido", ambos son personas que carecen de educación. Es decir, dos
personajes que pertenecen a los estratos más bajos de la sociedad (Bådagård, 2010).
Así, el público puede escuchar un gran número de rasgos fonéticos en lo que ambos
dicen, en lo que dicen, y podemos decir sobre esta base que en este trabajo el autor ha
elegido la mayoría de los rasgos dialectales son los fonéticos, morfosintácticos o
léxicos más distinguibles.
Según lo que he menciono en 2.2, creo que, para hacer esta selección de los
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rasgos, el autor tiene que tomar en consideración los siguientes factores: las
características más importantes, la conversación adecuada entre los personajes y la
aceptación del público.
Primero, para presentar al público un dialecto, la manera más lógica es
seleccionar los rasgos más importantes o más comunes. Los rasgos que coge el autor
son el seseo, la pérdida de ´d´ intervocálica, la pérdida de consonantes finales, la
neutralización de ´r´ y ´l´, etc. Son los rasgos más frecuentes en Andalucía sobre todo
en Sevilla. Además, debido a que es una obra de teatro, inevitablemente aparece el
uso de vulgarismo. Sin embargo, el autor limita la frecuencia de este uso para dar más
representación a los rasgos dialectales.
Segundo, la conversación adecuada entre los personajes es un poco abstracta.
Con esto quiero decir que los dos personajes son marginales y carecen de educación,
por eso es normal que ellos hablen con rasgos fonéticos o algún uso vulgar. Por
ejemplo, ellos no cambian ´tú´ o ´vosotros´ por ´usted´ o ´ustedes´ porque ellos, mal
educados, no se acostumbran a respetar a los demás (Molina Redondo, 1983).
Tercero, la aceptación del público se puede entender fácilmente porque esta obra
no solo se estrena en Andalucía, por eso el autor tiene que elegir unos rasgos comunes
o fáciles para que el público entienda bien.
Según lo que hemos aprendido sobre los rasgos dialectales del andaluz, hay unas
faltas de representación en el texto: fonéticamente son como el yeísmo, el ceceo, la
aspiración de [s], etc., morfosintácticamente la falta es la desaparición del leísmo o
loísmo, léxicamente es la falta del uso de ´usted´ en vez de ´tú´ etc.
El yeísmo es muy conocido tanto en el dialecto andaluz como en otras obras
andaluzas (Bustos Tovar, 1980), por ejemplo, en la obra La boda de Quinita Flores,
escrita por Serafín y Joaquín Álvarez Quintero. Entonces me resulta muy interesante
la falta del yeísmo en esta obra. En cuanto a la razón de la falta, según Elsa dice en su
obra, creo que en la época que el autor escribe La puñalá, el yeísmo ya tiene mucha
extensión que antes; casi ya no se considera un dialectismo, sino un rasgo común en
los discursos de la generación más joven en la mayor parte de España (Bådagård,
2010). Por eso el autor no lo usa como un rasgo dialectal importante del andaluz.
La falta del ceceo me interesa mucho también porque es un fenómeno muy
común en el andaluz. Según lo que menciono antes y lo que dice Juana en su obra, el
seseo es una propiedad de Sevilla, los sevillanos se decantan por el seseo (Juana
Santana, 2016). Además, según la obra de Elsa, el ceceo es propio de la parte sureña
de Andalucía, por ejemplo, de Cádiz (Bådagård, 2010). Entonces, generalmente los
sevillanos son seseantes, y por la distribución geográfica del ceceo, el seseo es el
fenómeno más frecuente en Sevilla en vez del ceceo.
La aspiración de [h] tampoco aparece en esta obra, yo creo que la razón de falta
sería la preocupación de la aceptación del público. Aunque la aspiración de [h] es un
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rasgo muy relevante del andaluz, es un poco difícil al público para entenderlo cuando
aparece en una obra de teatro.
Morfosintácticamente, la razón de la falta del leísmo, laísmo o loísmo es que son
desconocidos en Andalucía (Alvar, 1988).
Léxicamente, la falta del uso de ´usted´ es un poco compleja. Generalmente la
gente en Sevilla habla el andaluz occidental, en el que se usa ´ustedes´ en vez de
´vosotros´ (Llorente Maldonado de Guevara, 1997), sin embargo, aquí ambos
personajes no hablan con ´usted´. Creo que la falta del uso de ´usted´ es una cuestión
sociolingüística, los dos personajes son marginales en la sociedad sevillana sin
educación. Por eso es muy probable que no estén acostumbrado usar el pronombre
´usted´ como un respeto a los demás.
Después de leer esta obra, encuentro que tiene más expresiones vulgares el
parlamento de Winston que las de Malacara. Por ejemplo, Winston dice en el texto
muchas veces las palabras con el rasgo de ´güe´, según lo que menciono antes, el
fenómeno ´güe´ es una representación de vulgarismo.
Aparte de la diferencia de la expresión vulgar, he comprobado que los rasgos
dialectales reflejados en la obra están repartidos entre los dos personajes. Es decir,
tanto los parlamentos de Malacara como los de Winston contiene rasgos dialectales
iguales.
En cambio, el lenguaje de las acotaciones está más estandarizada y aparecían
menos rasgos dialectales. Es difícil distinguir entre los dos personajes mediante sus
diálogos.
Creo que este fenómeno está relacionado con la historia que se cuenta en esta
obra, en la que los dos protagonistas son de grupos marginales, menos educados y
menos civilizados. Ellos han vivido siempre en la ciudad de Sevilla, según lo que
hemos aprendido el concepto de dialecto y el de lengua, el dialecto es más vulnerable
a las condiciones geográficas, por lo que las conversaciones de ambos protagonistas
se caracterizan por un marcado dialecto sevillano.
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III. Conclusión
Este trabajo he presentado una obra de teatro, La puñalá, escrita por Antonio
Onetti. Esta obra está escrita en el dialecto andaluz, y aquí surge el tema de este
trabajo, que es un comentario lingüístico de los rasgos dialectales andaluz que se
reflejan en la obra La puñalá.
La puñalá es una obra con solo dos personajes, uno es Malacara, un ladrón que
vive en la calle, y el otro es Winston, un vendedor de tabaco y otras "baratijas
trepidantes", estos dos personajes pertenecen a los estatus sociales más bajos. De
hecho, hay una gran cantidad de rasgos fonéticos en ambas hablas, y este fenómeno
merece analizar profundamente.
Este comentario en total contiene cinco partes. A lo largo de este trabajo, he
presentado las variedades del español que se encuentran en el texto; luego he
analizado con las citas los rasgos dialectales que están representados en el texto desde
punto de vista fonética, morfosintáctica y léxica; después, he investigado los factores
que ha llevado el autor a seleccionar ciertos rasgos; luego son las faltas de
representación de ciertos rasgos en el texto; finalmente he analizado la distribución de
los rasgos dialectales por los parlamentos de los personajes.
Gracias a este trabajo, he podido conocer mejor el dialecto andaluz y la
distribución de sus rasgos a partir del diálogo de personajes reales. Este trabajo se
basa en las características del dialecto sevillano, que son diferentes del resto del
dialecto andaluz, por ejemplo, como el seseo, la pérdida de la ´d´ intervocálica, la
pérdida de consonantes finales y la neutralización entre ´r´ y ´l´, etc.
En cuanto a la medida en la que se inserta el texto en la tradición literaria, yo
creo que esta obra, como obra de teatro, muestra el uso de los dialectos en la vida
cotidiana de las personas, principalmente en forma de diálogo. Dado que la forma
principal de la obra es el diálogo, el autor ha escrito en esta obra utilizando
principalmente los rasgos fonéticos del dialecto andaluz y siguiendo la ortografía del
andaluz para normalizar las palabras y las expresiones. Este uso normativo hace que
su lenguaje literario sea coherente con el carácter dialectal de la región andaluza. Por
lo tanto, considero que esta obra se ajusta a la tradición literaria.
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Bibliografía
Bustos Tovar, J.J. (1980): “La lengua de los andaluces”, en VV.AA.: Los andaluces,
Madrid, Istmo, pp. 221-235.
María Jesús, B. (28 de abril, 2012). Por la calle del infierno de Antonio Onetti. María.
http://www.aat.es/elkioscoteatral/leer-teatro/leer-teatro-3/de-aqui-y-de-ahora-2/
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