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de Bryan Vindas
Obra seleccionada para el festival Cimientos 2021 del IATI Theater en Nueva York
Personajes:
Anciano
Hombre 1
Hombre 2
Señora Excéntrica
Perro
extraviado; él arranca las hojas de un diario viejo y luego las cuelga. Lo que está escrito en las
ANCIANO:(Al público) Una vez leí: “Lo que no se escribe, se desvanece.” (Silencio) Yo escribo
1
Se sugiere que el personaje del Perro y el Doctor con cabeza de perro, sean interpretados por el
mismo actor.
Se proyecta un video mapping. Aparecen en caligrafía cursiva las siguientes palabras: Olvidar,
lluvia, recuerdo, dolor, ausencia, enfermedad, silencio, violencia, soledad, mirada, beso,
nostalgia.
consiste en dejar de recordar. A medida que pasa el tiempo recordamos menos, es más difícil
recordar un sueño, una mirada, una sonrisa, su olor, su calor, la textura de sus manos, una
ANCIANO:(Al público) Lo que ustedes verán esta noche son solo fragmentos de recuerdos, son
los vestigios de una vida (pausa)… bueno, no cualquier vida, mi vida. Cuando decidí escribirlos
(pausa)… yo nunca decidí escribirlos (pausa)… yo tuve que hacerlo. Me da mucho miedo escribir
sobre mí, me da vergüenza, me da terror (pausa)… Pero lo hago para volver a sentir (pausa)…
Ya estoy viejo y vivo a través de mis recuerdos. Son lo único que me queda. Cuando leo lo que
escribo, siento como dos manos viejas, arrugadas y callosas me estrujan el corazón, hacen gotear
mis ojos y dibujan una sonrisa en mi rostro, es una sonrisa que solo él podía reconocer. ¿Nunca
les ha pasado? ¿Que un día alguien llega y memoriza cada defecto, gesto y sueño que ustedes
tienen? Y cuando esa persona ya no está, solo quedan voces, conversaciones sin terminar que
resuenan en las paredes de la habitación donde se almacenan esos recuerdos que más duelen; a
mí sí me ha pasado. Un día las voces se detienen y es como caminar desnudo por un desierto de
sal, cada pequeño objeto es solo un reflejo, un cadáver, un cascarón de recuerdos... Y eso duele.
Cambio de luz.
VOZ EN OFF HOMBRE 1 Y HOMBRE 2 (EN CORO): Recuerdo número 1: El día que nos
El anciano deambula por el espacio, siendo perceptible únicamente por el público. El anciano
ANCIANO:(Al público) El día que nos conocimos estaba lloviendo (sonrisa nostálgica). Si cierro
mis ojos puedo recordar cómo fue el aguacero de ese día (pausa) y el color de la lluvia (la lluvia
que cae sobre el escenario cambia de color) Me gusta el sonido de la lluvia, porque me susurra
que no estoy solo… y porque me hace sentir un hormiguero de recuerdos. Todavía me gusta
mucho caminar por las calles cuando llueve, me gusta caminar bajo la lluvia porque veo mi reflejo
en los charcos y en las grietas de la ciudad. Cuando llueve, dejo de sentirme solo.
Se escucha un trueno caer. La lluvia que cae sobre el escenario cambia de color. Aparece el
ANCIANO: (Al público) Ese soy yo. Es extraño, apenas y me reconozco. Me veo muy joven, tan
ingenuo y (pausa)... mi papá decía que cuando yo sonrío mis mejillas tapan mis ojos y parezco
chino. Hace tanto no sonrío así. Hace tanto no veo a mi papá. Es triste ver mi reflejo, aunque sea
en un recuerdo, es extraño, estaba tan lleno de vida, enojo y (pausa)… tan solo. ¿Yo repito mucho
El Hombre 2 llega a la parada para refugiarse de la lluvia, trata de cerrar el paraguas, pero no
puede; el Hombre 1 se ríe. El Hombre 2, visiblemente molesto, cierra con fuerza el paraguas y
HOMBRE 2: Está lloviendo muy fuerte, parece que el cielo está roto y se cae a pedazos.
HOMBRE 1: ¿Qué?
Silencio.
HOMBRE 1: Es incómodo.
HOMBRE 2: ¿Qué?
HOMBRE 2: Yo solo (pausa)… a veces me gusta conversar con alguien, pero (pausa)… no me
haga caso.
Silencio.
Silencio
HOMBRE 1: Leí que mañana también va a llover; dicen que es por un frente frío que viene de
México.
HOMBRE 2:(Sonríe) ¿De México? Nunca he estado en México, pero me gustaría ir, dicen que
Silencio.
HOMBRE 1: A mí me gusta mucho la lluvia, es nostálgica, pero me gusta. ¿Sabe que es lo que
más me gusta?
HOMBRE 2: ¿Qué?
HOMBRE 1: Sí, cuando llueve tanto como ahora, la lluvia cambia de color y se ve hermoso.
HOMBRE 1: Lo es. Es triste pero hermoso. ¿Lo puede ver? ¿De qué color es?
Silencio.
hoy fue un mal día. Parezco un pollo mojado, tengo las medias mojadas, los zapatos, la camiseta,
HOMBRE 2: Sí, pero por dicha tengo ahorros para una emergencia. El cheque que me dieron es
HOMBRE 1: Sí.
HOMBRE 2: Sí…, es solo que me enoja mucho la forma en que me despidieron, pero bueno, por
lo menos con mis ahorros sobrevivo un par de meses y me da tiempo de buscar un trabajo mejor.
HOMBRE 1: Por lo ordenado que es, yo no puedo ahorrar, me cuesta mucho. Soy demasiado
desordenado y todo lo gasto en comida o en cosas que no necesito. Me cuesta mucho llegar a fin
de mes, y ahora que el gobierno aprobó más impuestos, ni siquiera sé si voy a poder comprar mis
HOMBRE 2: Sí, yo compro sobres, luego escribo en cada uno de ellos las cosas que necesito
ahorrar o pagar, por ejemplo: el apartamento, la comida, viajes, alguna emergencia médica,
cumpleaños, y todo lo que yo necesite. Cuando me pagan, yo echo la plata en los sobres y al final
HOMBRE 1 y ANCIANO: Cuando usted sonríe sus pómulos se agrandan tanto que sus ojos se
achinan.
HOMBRE 1: A pesar de estar como un pollo mojado y sin trabajo, usted sonríe. Nunca pierda
esa sonrisa.
Ambos sonríen.
HOMBRE 2: Tome (el Hombre 2 le entrega un sobre al Hombre 1). Si quiere puede usarlo.
HOMBRE 2: Sí.
HOMBRE 1: ¿Usted no lo necesita?
HOMBRE 2: Yo tuve que aprender a ser muy ordenado con mi plata por culpa de mi papá.
HOMBRE 2: Yo (pausa)… bueno, no sé si quiera que le cuente sobre mis problemas de infancia.
Risas de ambos.
HOMBRE 1: Sí.
Pausa
préstamos y todo fue muy difícil, porque él siempre mentía, nunca nos decía la verdad sobre
cuantas deudas tenía; creo que en el fondo le daba vergüenza. Yo pagué las deudas (pausa)… no
me tocaba, pero lo hice. Desde ese día, soy muy cuidadoso con mi dinero y trato de no tener una
HOMBRE 1: No entiendo.
HOMBRE 1: Es indignante.
HOMBRE 2: ¿Qué? ¿Ser homosexual?
HOMBRE 2: Me llamaron de la oficina de recursos humanos, ahí, estaba el jefe sentado con un
abogado de la empresa, ellos me miraron y ya, fue todo. Me dieron la carta de despido.
HOMBRE 2: Me empezaron a dar un discurso y cuando iban por la mitad los tuve que parar. Les
dije que no les creía, que me dijeran la verdad en la cara. Que me lo debían por tantos años en la
empresa.
HOMBRE 2: El abogado se levantó, cerró la puerta para que nadie más escuchara, ellos me
dijeron que habían encontrado a una persona más idónea para el trabajo, que teníamos las mismas
capacidades, pero que él no tenía conductas que incomodaran a los demás en la oficina.
HOMBRE 2: Sé que es difícil de entender, pero (pausa)… que yo fuera homosexual incomodaba
Silencio.
HOMBRE 2: Recogí mis cosas de la oficina y salí a tomar un café, me quedé un rato sentado en
el parque, en silencio. Hasta que vi a una pareja de jóvenes de la mano; me hizo recordar la
primera vez que le di la mano a un novio, mi primer novio. Fue hace mucho tiempo, recuerdo que
él y yo caminábamos, juntos, muy cerca, todos en la calle se nos quedaban viendo y me dio cólera,
yo no lo pensé, fue un reflejo (pausa)… Agarré su mano, pude sentir su miedo, pude sentir como
sus manos empezaron a sudar del nerviosismo, la vergüenza, pero yo no lo solté, él me miró y
caminamos de la mano, orgullosos, felices (sonrisa nostálgica), no caminamos mucho, porque
nos dio miedo (pausa) pero lo habíamos hecho, lo habíamos logrado. Habíamos resistido... Hace
un año lo volví a ver, tenía una fractura en la nariz, los habían golpeado, a él y a su novio, los
Silencio.
HOMBRE 1: No.
HOMBRE 2: Yo no quiero incomodarlo, pero es que (pausa)… a veces no tengo con quien hablar
Silencio.
HOMBRE 1: Sí.
HOMBRE 2: Vea.
El Hombre 2 le muestra una foto al Hombre 1. Se proyecta la fotografía del perro, en ella aparece
HOMBRE 2: Yo sé que es feo, pero es puro amor. Lo adopté hace dos años, yo sinceramente
quería comprar uno, ya lo había decidido, quería un Pastor Alemán, me gustan mucho, son
elegantes, nobles y fieles. Busqué un lugar para comprarlo, pero cuando iba de camino escuché
sonidos que venían de un lote abandonado, era como si alguien llorara (pausa)… ahí estaba él, lo
fueron a perder junto a sus dos hermanitos, pero ellos ya estaban muertos. Él me miró, fue la
mirada más hermosa que un zaguate puede dar, estaba muy flaco y lleno de pulgas, pero seguía
fuerte, resistiendo. Enterré a sus hermanitos y a él lo adopté, fue difícil porque al principio no
sabía cómo criarlo, pero ahora (pausa)… es un perro hermoso, yo veo sus ojos gigantes y me
conmueve, es todo chineado y solo pasa durmiendo... No es un perro que cuide la casa, tampoco
un perro agresivo o demasiado inteligente, pero da amor y recibe amor, solo eso… y es lo que
necesito. Creo que mi día está mejorando, me gusta sentarme aquí y solo (pausa)… conversar bajo
Silencio.
Deja de llover.
HOMBRE 1: No diga nada, no me gusta cuando la gente no tiene nada que decir y aun así dice
Silencio.
Silencio.
HOMBRE 1: Fue la misma pregunta que se hicieron los doctores. Me han hecho tantos
exámenes, tantas resonancias, tantos tratamientos. Hoy por fin me dieron el diagnóstico real, me
vieron a los ojos y me dijeron: “Usted tiene Parkinson, pocas veces se le diagnostica a una persona
joven, lo siento mucho”. Yo solo dije: “No soy tan joven”. No sé porque dije eso, he tratado de
HOMBRE 2: Sé poco sobre el Parkinson, pero es una enfermedad muy triste, de verdad lo siento
mucho.
HOMBRE 1: Yo tampoco sé mucho sobre el Parkinson… por eso estoy aquí sentado, tratando
de leer este libro que se llama “10 pasos para aceptar el Parkinson”, lo compré hoy cuando salí
del hospital.
Silencio.
HOMBRE 1: No lo sé, no lo he leído. Tengo una hora tratando de empezarlo (pausa)… pero no
Silencio.
HOMBRE 2: Sí, creo que ya debo irme. Tengo que sacar a pasear a mi perro y si no lo hago, se
orina en la sala.
HOMBRE 1: Va a llover de nuevo y el suyo no sirve. Lléveselo. Así puede sacar a su perro con
tranquilidad, él no se moja ni usted tampoco. Yo me voy a quedar aquí sentado, agarrando valor
HOMBRE 1: Sí.
HOMBRE 2: Seguro traigo a mi perro para que lo conozca. ¿Le incomoda?
Se escucha un trueno.
Cambio de luz. Los personajes del Hombre 1 y Hombre 2 quedan inmóviles en el recuerdo.
ANCIANO:(Al público) Regresé al otro día. Esta vez, llevaba dos paraguas porque amaneció
lloviendo; para nuestro reencuentro hice tamal asado, compré unas cajetas de maní y un par de
jugos (pausa)… no sé por qué lo hice (risas nerviosas). ¿Quién lleva tamal asado a una cita?
(Sonríe con vergüenza) Bueno, no sé si era una cita, pero yo estaba emocionado y nervioso, llevé
El Hombre 1 está sentado a un extremo de la parada. El Hombre 2 entra con un perro. Entra una
señora de apariencia excéntrica llevando globos de colores muy grandes y se sienta al lado del
Hombre 1.
Cuando llegué a la parada lo vi ahí sentado, él solo me miró y sonrió (pausa)… me hace feliz
recordar su sonrisa. Parkinson. Yo también traté de leer ese libro de los 10 pasos para aceptar el
Parkinson, pero no pude. Me daba mucho miedo, no pasé de la introducción (pausa)… no puedo
Cambio de luz.
el olvido.
HOMBRE 2: (Al público) Antes de que me pudiera sentar, llegó una señora excéntrica y muy
cómica, ella se sentó junto a él, yo me tuve que sentar en la otra esquina. Ella quedó en medio de
nosotros dos. Estábamos separados, como si viviéramos en dos países diferentes, no (pausa)… en
HOMBRE 2:(Al público) Yo estaba sentado tan cerca de él, pero tan lejos. Quería decirle tanto,
pero no podía pasar encima de la señora, sinceramente me daba vergüenza con ella.
HOMBRE 1:(Al público) Él me miraba y sonreía, su sonrisa era extraña, una mezcla de felicidad
y berrinche. Vino con su perro, ese perro me daba miedo, era feo pero tierno. ¿No sé si me explico?
Era un perro tan humano, sentía como me observaba, él se burlaba de su dueño y yo les puedo
jurar que él se cagó al propio solo para incomodar a la señora, no sé, tal vez quería que ella se
fuera.
La Señora Excéntrica ve sonreír al Hombre 2 y piensa que él le sonríe a ella. Ella le regresa la
HOMBRE 2:(Al público) Yo estaba tan frustrado, había pasado toda la noche sin dormir,
haciendo ese bendito tamal asado, pensando en tantas cosas que le quería decir y no podía.
El perro se orina cerca de los pies de la señora para tratar de que ella se vaya.
HOMBRE 1:(Al público) Él me pasó un pedazo de tamal y un jugo por encima de la señora, casi
La señora sostiene el jugo para que no se derrame, ella asume que el jugo era un regalo. Lo
HOMBRE 2: Tuve que compartir con ella una de las cajetas. Fue una cita de tres.
de estar cerca, pero con la resistencia de la Señora Excéntrica en el medio que evita que ellos
puedan estar juntos. El perro interviene tratando de que ella se vaya, pero no lo logra. La Señora
Excéntrica revienta más globos, quedando solamente uno de color azul cielo.
HOMBRE 2:(Al público) Después de un rato no pude más, giré bruscamente, decidido a
HOMBRE 2: Antes de que yo pudiera decir nada, el autobús llegó y ella se fue.
Ambos se ríen. Los hombres quedan inmóviles en la escena del recuerdo. La señora excéntrica
camina hasta el Anciano y le entrega el último globo de color azul cielo. Lo besa en la mejilla y
sale de escena. El Anciano observa la escena del recuerdo con nostalgia y empieza a flotar por
la fuerza del globo así que lo suelta. El globo se eleva y se pierde en la oscuridad del escenario
EL PERRO: (Al público) Desde que yo era un cachorro supe que era distinto. No sé cómo
explicarlo, creo que no tengo las palabras exactas, pero por lo menos yo… siempre lo supe. Soy
un perro y (pausa) soy el perro de un recuerdo, las palabras que conozco son pocas, como por
ejemplo: ¡Guau! Lo que trato de decir es que (pausa) nosotros (pausa) yo (pausa) siempre supe
que era diferente. Me gustaban las cosas que a otros no. No sé si me están entendiendo. Les voy
a tratar de explicar, yo nunca conocí a mi papá, él me abandonó muy joven, creo que eso siempre
me hizo sentir triste. ¿Mi papá me abandonó porque yo era distinto? ¿Él siempre supo que yo era
así? Tuve mucho miedo de saber las respuestas a esas preguntas, tal vez si él me hubiera apoyado
yo (pausa) no sé, uno siempre necesita amor y el amor alcanza hasta para
nosotros, los que somos diferentes (se acerca a una persona del público) ¿Usted no piensa lo
mismo? Yo rezaba todas las noches, si, nosotros también rezamos, algunos también creemos en
Dios. Yo rezaba para ser igual a los demás. Es que uno no decide ser así, ¿me entienden? Si me
hubieran puesto a decidir, hubiera preferido ser como los demás, ¿saben por qué? Porque ser
diferente duele mucho y yo preferiría no pasar tantas humillaciones, tanto dolor. Yo sobreviví
porque resistí, recuerdo que cuando llovía me sentía acompañado por el sonido de la lluvia. Hasta
que un día, me vi en el espejo, abracé cada una de mis cicatrices, abracé mis defectos y lo que yo
era (pausa) lo que soy. Entonces lo entendí, si no hay un lugar para mí en el mundo, no soy yo el
que está mal, es el mundo, y yo debía resistir, no solo por mí, sino por los demás, esos que son
como yo; conocí historias de otros como yo, ellos también querían hablar pero no podían (pausa)
tenían miedo, se conformaban con ladrar, y decidieron vivir en silencio toda su vida, también
conocí historias de otros que no aguantaron más y se suicidaron cruzando una autopista, solamente
porque ya no querían sentir tanto dolor. Entonces lo entendí, nosotros debíamos resistir bajo la
lluvia. Juntos.
El micrófono se eleva y el perro sale. El Anciano termina de colgar páginas del diario.
ANCIANO:(Al público) ¿Un perro que habla? Algunos recuerdos tal vez no tengan sentido
(pausa)… o tal vez tienen todo el sentido del mundo y un día lo entenderán. Después de ese día
nos reencontramos varias veces, a la misma hora y en el mismo lugar. Él a veces llevaba arroz
con leche y yo, pan con natilla o paté. Pensándolo bien, era todo muy raro… (Pausa) Esa parada
se volvió nuestro “no lugar”, nunca agarrábamos el bus, porque para nosotros la parada era el
lugar donde queríamos estar. Nos gustaba mucho hacernos compañía. Recuerdo que hablábamos
día él me hizo de nuevo esa pregunta: “¿De qué color es la lluvia?” Yo me quedé en silencio, no
Cambio de luz.
Hombre 1 y Hombre 2 de pie en primer plano mirando fijamente al público. Se proyecta un video
mapping con escenas de la película “El Beso de la Mujer Araña”. Los dos hombres le hablan
directamente al público.
HOMBRE 1: Recuerdo muy bien la película que vimos, era: “El beso de la mujer araña” en el
Cine Rex.
HOMBRE 1: Yo lo esperaba afuera del cine, ya todos habían entrado y él no llegaba. Compré
meneitos, chocolates, refrescos y palomitas... compré de todo porque no sabía qué le gustaba
comer.
HOMBRE 2: A mí no me gusta comer en el cine, creo que es una falta de educación estar
HOMBRE 1: Él se comió casi todas mis palomitas, se tomó mi refresco y hasta me pidió la mitad
de los meneitos.
Ambos se ríen.
HOMBRE 2: Recuerdo lo que sentí cuando lo vi… su hermosa sonrisa. Yo me quedé de pie
HOMBRE 1: Yo estaba muy enojado porque ya habían pasado los anuncios de otras películas y
yo nunca me los pierdo, pero cuando lo vi llegar… se me pasó el enojo y sonreí. Se veía muy
guapo.
Entramos al cine. Nos sentamos y empezamos a ver la película. Recuerdo que él estiró su mano
El Hombre 1 estira su mano derecha y sujeta suavemente la mano izquierda del Hombre 2.
HOMBRE 2: Yo estaba muy nervioso de que la gente nos viera, hasta pensé que nos iban a echar
HOMBRE 1: Fue uno de los peores primeros besos que me han dado.
Risas de ambos.
HOMBRE 2: Él abría la boca como si quisiera tragarme, su lengua siempre buscaba la mía,
Silencio.
HOMBRE 2: Su respiración.
HOMBRE 1: El silencio.
HOMBRE 2: El dolor.
HOMBRE 1: La piel.
HOMBRE 2: Su pelo.
HOMBRE 1: Su pecho.
HOMBRE 2: Su sonrisa.
HOMBRE 1: Su sonrisa.
HOMBRE 1: Su cariño
HOMBRE 2: Él me cobijó.
Pausa
Silencio.
Termina la proyección de sombras. Cambio de luz. Salen Hombre 1 y Hombre 2, caminando bajo
la lluvia.
ANCIANO:(Al público) Cada vez es más difícil... los recuerdos tienen menos sentido, los rostros
son difusos, confundo las historias, todo lo estoy recordando al revés, no entiendo qué fue primero
y qué vino después… creo que me estoy perdiendo. Recuerdo nuestro primer apartamento. Es
muy extraño vivir con otra persona, lo primero que incomoda son las cosas pequeñas, esas cosas
que parecen insignificantes pero que con el tiempo no son tan pequeñas… al final creo que uno
cuando salía del baño y tuvimos grandes discusiones por eso, pero… un día vi que se esforzaba
por limpiar el reguero y yo (pausa)… por lo menos se esforzaba en hacerlo, ¿me entienden? Vivir
con otra persona es muy difícil, es compartir un territorio, se necesita de una amnistía de paz, para
así evitar que cada uno pierda los derechos sobre su tierra, es compartir hasta los pequeños y los
grandes defectos. Fue como compartir un cuerpo que no era mío, pero tampoco de él. Es (se
detiene abruptamente) ... ¿Yo repito siempre las cosas, ¿verdad? Es para no olvidar.
El Hombre 1 entra, camina hasta el centro del escenario. Es iluminado tenuemente por una luz
cenital. Un micrófono desciende en medio del público, aparece la señora excéntrica y lo usa.
SEÑORA EXCÉNTRICA: (Al público) El Parkinson es una enfermedad que inicia con el
trastorno de movimiento, sucede cuando las neuronas dejan de producir dopamina, la mayoría de
los casos son genéticos. (Señala al Hombre 1) Su tío era gemelo de su papá, pero su tío no tuvo
Parkinson, compartieron el mismo óvulo, pero solo su papá salió defectuoso (pausa)… igual que
él (señala al Hombre 1 que está en el escenario). Su papá y él no hablaban mucho, su papá solo
decía sí o no con la cabeza, siempre estaba triste y depresivo, un día se fueron de paseo hasta una
playa muy lejana, en donde la arena flotaba y el cielo era el mar, mientras miraban a un pequeño
cangrejo arrastrar una gran concha, su papá le dijo que él quería viajar, pero nunca lo hizo por su
culpa (en contra escena se proyecta el video mapping de una semilla que crece)… él siempre trató
de impresionar a su papá, tal vez para compensar que no lo haya abandonado, tal vez se sentía
culpable... (Señala al Hombre 1) Él se metió en un equipo de futbol por su papá, se compró una
bicicleta para todos los domingos acompañar a su papá, todo lo hizo por su papá, porque quería
que se sintiera orgulloso, que supiera que valió la pena el que no lo hubiera abandonado. Pero su
papá seguía contestando con la cabeza, siempre un “sí” o un “no”. Y las conversaciones más
profundas eran sobre el futbol (en el video mapping proyectado, la semilla se transforma en una
planta). Su papá lentamente empezó a tener demencia por la enfermedad del Parkinson, su papá
era muy joven, su papá tenía cincuenta años, su papá se empezó a rapar la cabeza porque la
depresión del Parkinson lo abrazó y lentamente lo encerró en un cuarto. Después de una semana
de no verlo, él (señala al Hombre 1) subió al cuarto de su papá con un pedazo de pizza (pausa)…
a su papá le gusta (pausa)… gustaba mucho la pizza (en la proyección del video mapping se
observa como la planta se transforma en un gran árbol). Cuando abrió la puerta del cuarto, él lo
pudo ver (en la proyección del video mapping, el árbol envejece): su papá se había transformado
en un árbol… (Pausa) Él (señala al Hombre 1) siempre quiso un abrazo de su papá, y ese día,
que lo vio convertido en un árbol, una de sus ramas cayó sobre él, las hojas cubrían sus manos y
él por fin pudo confesárselo: “Papá, soy homosexual.” Él sonrió, y vio sonreír a su papá, la sonrisa
de un árbol.
ANCIANO: (Al público) Su papá se suicidó. Se colgó en el cuarto. Él me lo contó un día bajo la
lluvia.
Desde los costados del escenario aparecen unos globos de colores flotando. Los globos se pierden
en la oscuridad.
ANCIANO:(Al público) Duramos mucho tiempo como novios, hasta que un día, caminando por
la calle nos detuvimos frente a una tienda y él solo dijo: “¿Por qué no compramos una
refrigeradora?” Y yo respondí: “¿Por qué no vivimos juntos?”. Él me miró, sonrió y al otro día
nos fuimos a vivir juntos. Al principio todo fue perfecto, pero cuando dejó de llover, todo cambió,
las cosas empezaron a salir muy mal; nuestro perro se murió y el Parkinson empezó a progresar
evidente progresión del Parkinson) él ya no podía controlar sus temblores; su parte izquierda era
la más afectada, tenía calambres, y su cuerpo se deterioraba cada vez más, sus músculos se
entumían, y él decía que tenía un hormiguero en su cerebro. Yo trataba de estar cerca, notaba su
mala postura, como arrastraba sus piernas, sus mareos, su sonrisa empezó (pausa)… a
desvanecerse, era una máscara inexpresiva, los músculos de su rostro se entumían, pero sus ojos
ANCIANO: (Al público) Yo lo acompañé́ a todas las citas en el hospital, él siempre trataba de
apoyarse en mí, lo hacía disimuladamente y yo (pausa)... él era muy orgulloso. El día que
discutimos, hacía mucho calor, habían pasado semanas sin que lloviera, el aire era asfixiante, los
medicamentos eran caros y se estaban agotando, el trámite para pensionarlo por invalidez duraba
mucho. Su dolor era cada vez más fuerte y los medicamentos ya no le hacían tanto efecto. Todo
empeoró y (largo silencio) a veces solo recuerdo fragmentos de esos momentos, a veces olvido
las conversaciones que teníamos, a veces solo recuerdo su sonrisa, no me gusta recordar las peleas,
pero yo (pausa)... los recuerdos que tengo son gotas que nadie más escucha.
(VOCES EN OFF) HOMBRE 1 Y HOMBRE 2: Recuerdo 194: Ábreme la puerta que estoy
Se vislumbra la habitación de una casa de clase media, todos los muebles están colocados al
HOMBRE 2: Compré yogurt porque ayer se acabó. También traje papel higiénico porque se
estaba terminando, pero sería bueno que hiciéramos una lista de lo que falta por comprar, para ir
más tarde.
HOMBRE 1: Ahorita no quiero hacer nada, el efecto de la pastilla está pasando y no me siento
bien.
Silencio.
HOMBRE 2: ¿Qué?
HOMBRE 1:(En tono sarcástico) Dije que todo se termina. Nosotros tenemos fecha de
caducidad. Empezamos a morir desde el día que el maldito espermatozoide llega al óvulo.
envejecer con dignidad, solo nos pudrimos, llenos de enfermedades hasta que un día, el cuerpo
HOMBRE 1: Sí.
HOMBRE 2: No es verdad.
HOMBRE 1: No, no fue por ahí, me lo dijeron personalmente. Fue una revelación.
Silencio.
HOMBRE 1: Ya lo sé.
HOMBRE 1: No es una broma, él me visita cuando vos estás trabajando. Se sienta en este sillón
conmigo y me cuenta sobre su vida, tal vez morir lo hizo más inteligente, bueno ahora está muerto,
Hombre 1: Él vino ahora temprano, se sentó en el sillón en el que vos estás sentado y me contó
todo
Silencio
HOMBRE 2: Vos te estás deprimiendo, pasás acostado todo el día y eso solo empeora la
Silencio.
HOMBRE 2: Jueves.
HOMBRE 1: Me gustan mucho los jueves, este año mi cumpleaños cae un jueves.
HOMBRE 1: Cuando era pequeño siempre iba a las procesiones, me quedaba viendo al actor que
hacía de Jesús y le hacía muecas para hacerlo reír. No podía hacerlo reír. Era un gran actor. Pero
Silencio.
Silencio.
HOMBRE 1: Para mi cumpleaños quiero arroz con leche y miel de coco (pausa)… y sentarnos
a ver películas de Semana Santa. A mi papá le gustaba mucho ver películas en Semana Santa.
Hace mucho tiempo no hablo con él. No (pausa)… hace mucho tiempo que él no habla conmigo.
luego solo decía: está bien. Mi papá un día me dijo que había intentado suicidarse, se había puesto
a las procesiones para hacerle muecas al actor que hace de Jesús y veremos “Los Diez
HOMBRE 2: Entonces voy a apuntar cocos para la miel, eso sí, vos me ayudás a rayarlos.
HOMBRE 1: Tenés razón, es más fácil que lo haga yo, mis manos no dejan de temblar.
Silencio.
Silencio.
HOMBRE 2: No, hoy tampoco va a llover. Voy a botar estas cajas a la basura, ¿podés revisarlas?
Son solo una cadena, una pechera y cosas del perro que teníamos guardadas, ya no los vamos a
necesitar y es mejor botarlas, tal vez todas estas cosas son las que te dan las alucinaciones.
HOMBRE 2: Sí, casi siempre llueve en Semana Santa; casi siempre llueve en las tardes.
HOMBRE 1: Ojalá llueva. Extraño tanto a nuestro perro. Era tan tan feo, no sabía si él sonreía
me quería morder, lo digo por ese colmillo raro que se le salía. ¿Lo recordás?
HOMBRE 2: Sí.
HOMBRE 1: Vos tenías razón, él era puro amor. Creo que era el único que me entendía.
HOMBRE 2: Se están acabando las medicinas, mañana voy a dejar la receta de este mes al
HOMBRE 1: No.
HOMBRE 2: Voy a hacer un poco de arroz, compramos una sardina y almorzamos juntos.
HOMBRE 2: Tenés que almorzar porque los doctores dicen que (es interrumpido).
HOMBRE 1: Si yo quiero almorzar, entonces me levanto, me cocino algo y ya. No estoy manco.
Silencio.
Silencio
HOMBRE 1: Dice que, dependiendo del progreso del Parkinson, aumenta la disfunción eréctil…
La mayoría de muebles flotan. Solo queda el sillón donde el Hombre 1 está sentado.
HOMBRE 2: Sí.
HOMBRE 2: Sí.
HOMBRE 1: No me gusta sin picante, tampoco la que es muy picante, yo como la del medio.
HOMBRE 1: Si lo hacés.
HOMBRE 2: ¿Cuándo?
Silencio.
HOMBRE 2: Lo hago para que sepás cuáles pastillas te tenés que tomar.
HOMBRE 1: Yo sé, pero (pausa) no quiero estar enfermo. Tengo mucho miedo.
Silencio.
Silencio.
HOMBRE 1: Yo no puedo dar mucho (pausa)… no quiero que nadie me tenga lástima y menos
vos.
Silencio
HOMBRE 1: Perdón.
Silencio.
HOMBRE 1: Siempre quise estudiar para ser biólogo, como mi papá. Quise ser un aventurero,
internarme en la selva, comer gusanos, nadar con lagartos, cazar muchos pescados, sacarme
sanguijuelas de los pies, ver una serpiente a los ojos y tal vez (pausa)… acampar en medio de la
Risas de ambos.
HOMBRE 1: Ya lo sé.
HOMBRE 2: Te pican una vez y ya estás con calentura, ronchas y (pausa)… estoy siendo muy
mamá, ¿verdad?
HOMBRE 1: Sí.
Risas de ambos.
Silencio.
HOMBRE 1: Sí.
HOMBRE 2: No.
HOMBRE 2: No.
HOMBRE 1: A veces, cuando estoy solo, me gusta recordar el día que nos conocimos… y todas
HOMBRE 2: Yo también lo hago, en el trabajo o cuando voy caminando por la calle. Sonrío
recordando ese día bajo la lluvia, ese hijueputa paraguas y esa señora tan rara.
Ambos sonríen.
HOMBRE 1: ¿A dónde?
HOMBRE 2: Sí.
Silencio.
ANCIANO:(Al público) A la semana siguiente la lluvia regresó. Nos fuimos a acampar y hasta
el Parkinson respetó nuestro espacio, nuestros cuerpos volvieron a calzar perfectamente. (El
Anciano camina en medio del escenario.) Siendo sincero no recuerdo cuando me empezó a gustar
tanto la lluvia, siempre me había molestado, no me gustaba viajar en un bus lleno de gente con
las ventanas cerradas, y el sudor de todos evaporándose. Tampoco me gustaba vivir en un país
donde lloviera nueve meses al año. Pensaba que un día gris era un día desperdiciado. Pero algo
cambió (Hombre 1 y Hombre 2 salen de la escena), solo recuerdo que caminábamos de la mano,
Larga pausa en silencio, la mirada del Anciano parece extraviada, buscando recordar. El
ANCIANO: (Al público) ¿Está lloviendo? Yo no recuerdo lo que estaba (pausa) No, no está
lloviendo, es solo (pausa) Creo que se me acaba el tiempo (pausa) uno de mis recuerdos más
extraños, fue cuando lo acompañé a una cita en el hospital (pausa) repito mucho las cosas,
Cambio de luz. Se ilumina un balcón en la parte más alta del escenario, en ella se observa el
escritorio de un doctor. Un doctor con cabeza de perro entra. El Hombre 1 y Hombre 2 observan
en silencio.
ANCIANO: (Al público) No recuerdo cómo se llamaba el doctor, pero si me acuerdo que se
parecía mucho a nuestro difunto perro. Creo que yo también estaba teniendo alucinaciones, en lo
que más se parecían era en la sonrisa, al doctor también se le salía uno de sus colmillos, y uno no
VOZ EN OFF HOMBRE 1 Y HOMBRE 2 (EN CORO): Recuerdo número 29: Dormiré en el
olvido.
HOMBRE 1: Guau.
HOMBRE 2: ¿Guau?
HOMBRE 1: Porque es un perro, bueno es un perro muy inteligente que terminó la carrera de
medicina.
DOCTOR CON CABEZA DE PERRO: ¿Usted creía que no los escuchaba susurrar? No sabe
HOMBRE 1: Doctor sinceramente no me he sentido bien. Cada vez me cuesta más caminar,
tengo dolores, mareos, me cuesta ir al baño, también siento la mitad de mi cara más rígida y los
DOCTOR CON CABEZA DE PERRO: Sus síntomas son perfectamente normales para un
paciente con Parkinson. Ya pasaron cinco años desde que le diagnosticamos su enfermedad, es
posible que todo se vaya agravando. Usted y su familia deben prepararse para lo peor. ¿Es
consciente de eso?
HOMBRE 1: Si doctor.
HOMBRE 1: Sí claro, pero me gustaría ver si podemos subir la dosis porque ahorita (es
Del balcón se desprenden unas escaleras, el Hombre 1 sube hasta el escritorio del Doctor. El
Doctor lo revisa.
HOMBE CON CABEZA DE PERRO: ¡GUAU! GUAU GUAU GUAU GUAU GUAU GUAU
GUAU GUAU (pausa) guau guau guau (pausa) GUAU GUAU… guau. (Largo silencio) ¿Guau?
HOMBRE 1: Guau.
La tensión crece.
HOMBRE 1: Guau.
En la proyección se observa el área afectada del cerebro por el Parkinson, es de color azul cielo.
Termina la proyección.
HOMBRE 1: Guau.
DOCTOR CON CABEZA DE PERRO: Guau, guau, gua, guau, guau (pausa) ¡GUAU!
HOMBRE 1: Sí.
HOMBRE 1: No.
HOMBRE 1: Sí.
HOMBRE 2: Disculpen, pero no entiendo nada y necesito saber los resultados de la tomografía
DOCTOR CON CABEZ DE PERRO: La condición del paciente empeora, el Parkinson es una
enviarle cuatro pastillas más y subiremos la dosis del medicamento que ya está tomando. Necesito
que él se tome las pastillas en las horas indicadas. ¿Entiende? (Al Hombre 2) ¿Usted me puede
HOMBRE 2: Sí.
DOCTOR CON CABEZA DE PERRO: Y que coma, el paciente debe comer para procesar los
medicamentos.
DOCTOR CON CABEZA DE PERRO: También le sugiero que investiguen sobre tratamientos
experimentales, tengo entendido que en Cuba aplican una cirugía, la cual acompañan con un
medicamento especial que suministra la dopamina sintética que su cerebro necesita. Deberían de
HOMBRE 2: Gracias.
HOMBRE 1: Guau.
El Doctor con cabeza de perro, el Hombre 1 y el Hombre 2 salen del escenario. Cambio de luz.
VOZ EN OFF HOMBRE 1 Y HOMBRE 2 (EN CORO): Recuerdo14: Respiro olvido.
Recuerdo 26: En mi país solo llueven recuerdos. Recuerdo 92: El eco de su voz. Recuerdo 19:
Tejí un abrigo de deseos. Recuerdo 457: Sus ojos eran tan grandes que cabía una estrella fugaz.
Recuerdo 4526: No hay instantes eternos. Recuerdo 463: Todo es efímero y nada lo es. Recuerdo
68: Camino entre las memorias buscando nuestros nombres tallados en las estrellas fugaces.
Recuerdo: 12: Abrázame. Recuerdo 2460: Todas las noches de marzo sueño con vos. Recuerdo
7643: Ya olvidé cómo dar un beso. Recuerdo 237582: Ya dejé de contar los días. Recuerdo 9:
Estoy bien. Recuerdo 7: Sigo esperando. Recuerdo 329286: Trato de dibujar su sonrisa… pero no
puedo.
nos hizo el doctor, no recuerdo cómo se llamaba, pero sí que se parecía mucho a nuestro difunto
perro. Él nos dijo que había un tratamiento experimental para el Parkinson en Cuba, así que
hicimos el esfuerzo y nos fuimos a La Habana. Y sí, funcionó. Todo mejoró, él volvió a ser el
(pausa)… sonreía como aquel primer reencuentro en la parada de autobús. Y yo estaba feliz, no
sé si lo pueda explicar en palabras, pero (pausa)… habíamos resistido lo peor. Y ahora nos
quedaba disfrutar estar juntos. Todo empezó a cambiar muy rápido. Pudimos comprar una casita
pequeña, cerca de la montaña porque los dos necesitábamos campo y calles de tierra. Yo dejé de
trabajar para cuidarlo, con la pensión y los ahorros pudimos mantenernos bien. Los años
pasaron… hasta arrugamos juntos; un día, mientras veíamos la lluvia caer, él me propuso
matrimonio (trata de contener las lágrimas). Yo al principio no supe qué decir, pero luego nos
volvimos a ver a los ojos… y dije que sí. Vivimos una vida larga y hermosa, hasta que un día él
falleció de Parkinson y meses después me diagnosticaron los primeros síntomas del Alzheimer.
Cambio de luz. Entra el Hombre 2 El globo de color azul cielo desciende hasta el centro del
tiempo vuela… recuerdo que el día que nos casamos, estaba lloviendo (sonrisa nostálgica) Ya
recuerdo porque me empezó a gustar tanto la lluvia; es porque siempre me recuerda a él. Escribo
este diario porque ya mi Alzhéimer está muy avanzado (pausa) lo hago para recordarlo, lo hago
porque no pude despedirme… lo hago para no olvidar el color de la lluvia. Yo repito siempre las
VOZ EN OFF HOMBRE 1 Y HOMBRE 2 (EN CORO): Recuerdo número (pausa) olvidé el
número de este recuerdo. Olvidé este recuerdo. Los recuerdos flotan y yo solo los veo pasar.
El Hombre 2 se eleva lentamente con el globo, simultáneamente la señora excéntrica habla por
el micrófono.
SEÑORA EXCENTRICA: (Al público) El Alzheimer comienza lentamente, primero afecta las
partes del cuerpo que controlan el pensamiento, la memoria y el lenguaje, cada vez es más difícil
recordar los nombres de las personas, los acontecimientos que ocurrieron recientemente.
reconocen ni siquiera, a los propios familiares, empieza una demencia senil, se olvida como
escribir y como hablar, como cepillarse los dientes o peinarse el cabello. Finalmente se necesitan
SEÑORA EXCENTRICA: (Al público) Un día él (señala al Anciano) tuvo un sueño, soñó algo
que no podía recordar, soñó con la soledad, con el silencio, con la lluvia, y luego olvidó como
soñar. Él soñó que era de día y soñó que por las noches no podía dormir, soñó que le daban miedo
los perros, soñó que una señora tenía globos en lugar de recuerdos, soñó que los globos flotaban,
se perdían y no regresaban. Soñó que era tarde y que la vida era muy corta para estar tan lejos. Y
olvidó como soñar… de nuevo. Entonces trató de soñar, pero no pudo hacerlo más. Olvidó como
dormir, como comer, como agarrar una cuchara, hasta olvidó como limpiarse después de ir al
baño. Y en medio del olvido, del naufragio, en medio de la lluvia salada de sus recuerdos… lo
escribió todo en un diario viejo, lo hizo para no olvidar (pausa) lo hizo porque sabía que un día
ANCIANO: Un día salí a caminar, me senté en nuestra parada, lo hice sin saberlo (pausa) y
empecé a recordar todo, recordé el olor de la lluvia, recordé su rostro y recordé esa pregunta: “¿De
ANCIANO: (Al público) Cada noche que pasa, todo se vuelve más difícil, es más confuso, es
más doloroso, me cuesta más recordar y creo que... yo cuento nuestra historia (pausa) porque es
la única forma de sentirlo cerca. ¿Esto ya lo dije verdad? Yo repito las cosas porque (pausa) ¿Qué
escenario. El Hombre 1 entra y se sienta, el Anciano camina hasta la parada y se sienta a lado,
VOZ EN OFF HOMBRE 1 Y HOMBRE 2 (EN CORO): Último recuerdo: Ya no tengo miedo
de recordar.
HOMBRE 1: Hola.
ANCIANO: Hola.
ANCIANO: Sí.
Silencio.
HOMBRE 1: Sí.
Ambos sonríen.
ANCIANO: Ya no sé qué es real y que no. No puedo diferenciar los recuerdos de la realidad
(pausa) tampoco cuales recuerdos son míos y cuáles no. Ya no puedo recordar ninguno de mis
sueños. Ya no duermo.
ANCIANO: De olvidar.
HOMBRE 1: Sí.
El Hombre 1 señala las hojas que cuelgan sobre el escenario. Ambos tratan de contener las
lágrimas.
HOMBRE 1: Y yo a vos.
Silencio.
Ambos sonríen. Las hojas del diario empiezan a caer sobre el escenario y las butacas.
HOMBRE 1: Gracias.
ANCIANO: Sí.
ANCIANO: Sí.
ANCIANO: Sí.
Silencio
Apagón.
En 2016, Costa Rica pidió a la Corte Interamericana de Derechos Humanos que interpretara el
concediendo un plazo de 18 meses para que la Asamblea Legislativa de Costa Rica aprobara una
norma reglamentaria.
18 meses después, el 26 de mayo del 2020, Costa Rica se convirtió en el primer país