Es hora de hablar del costo

de oportunidad.

El costo de oportunidad se puede asimilar desde

dos perspectivas, la personal y la empresarial.

Desde el punto de vista personal, cada individuo le

da un valor al trabajo que ejecuta en un mes, según
sus propias condiciones, y este será el referente para
tomar la decisión de aceptar o no una propuesta de
trabajo, dependiendo de si el salario ofrecido cumple
o no con sus expectativas.

De igual forma una empresa determinará el valor que espera

recibir como compensación a cambio de poner su dinero en
un negocio y este valor estará referido a la utilidad que dejará
de recibir en las condiciones normales de su propia utilización,
es decir, el dinero que no ganaría por no hacer ese negocio.

En otras palabras, el costo de oportunidad se entiende como

aquel costo en que se incurre al tomar una decisión y no otra. Es
aquel valor o utilidad que se sacrifica por elegir una alternativa A
y despreciar una alternativa B. Tomar un camino significa que se
renuncia al beneficio que ofrece el camino descartado.

Seminario “Finanzas para no financieros”