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8 ROBERTO G.

GRAU

ee de este juego un tan delicioso t?8» tiene en ajedrez un gran signi-


como intrascendente arte, y le ase-. ficado, cuando el encargado de ex-
gura perpetua juventud. plotar los errores juega con maestría. ··
BLANCAS: NIMZOVICH. NEGRAS: CAPABLANCA
LA TRANSFORMACION DE LAS
l. p 4 AD, e 3 AR; 2. e 3 A R, '.P 3 R:
AMENAZAS
3. P4D, P4D
J;>or eso seguiremos navegando en
el agradable mar de la lógica, para Luego de haber iniciado la partida
entrar en zonas un poco más com- coi:i la apertura Inglesa, y haber se-
plejas. Veremos ahora cómo se ava- guido con la Zukertort, Nimzovich
loran ciertas posiciones y cómo se vuelve a «las aguas mansas» de la
transforman las amenazas. Observa- apertura del ~eón dama. Su propo-
remos cómo deficiencias aparente- sito de compllcar mucho la partida
mente insignificantes van acentuán- frente a Capablanca no ha prospe-
dose en el transcurso .de la lucha, y, rado; como fruto, sin duda, del gran
a la manera .de una bola de mercu- !'espeto que tenía por el maestro
rio, van agigantando su importancia, cubano.
derivando en inales muy graves. 4. P3R
Pero esto es fácil de reducir, en la
mayoría de las ocasiones, a princi- Y no sólo Nimzovich no compli-
pios de lógica,. clara y bonita, y tra- ca la .lucha, sino que adopta en el
taremos de hacerlo para facilitar la gambito de la dama la maniobra más
tarea del jugador bisoño, y aun de prudente que pueda escogerse. Blo-
muchos· que creen .no serlo porque quea s~ alfil dama, como en algu-
actúan en categorías pomposamente nas variantes de la defensa Eslava:
llamadas superiores. Bien sabemos para llevar la partida por esas vía~
que hay ·muchos ajedrecistas que estratégicas.
saben muy poco ajedrez. Juegan 4...... , A2R; 5. CD2D, 0-0;
cde oído», y por cierto que lo hacen 6. A3D, P4A!
bien,
En la defensa Eslava' se efectúa
contra esa construcción estratégica
MAGNIFICO EJEMPLO dé las blancas la jugada P 4 AD en
dos tiempos. Ahora', con un tie~po
Muchos son los ejemplos que se de ventaja, debe ser mucho más
podrían mostrár, pero pocas· parti- fuerte y ya podría asegurarse que
das tan expresivas en este senti- las negras ,tienen la iniciativa.
do. como esa obra de arte que pro- Por regla general, en la apertura
duJO Capablanca en el torneo de del peón dama, cuando el caballo
Nueva Y~k de 1927; cuando venció blanco. se hq. situado ~n 2 D, la ju-
a Aarón Nimzovich, en la· primera gada P 4 A D es muy fu.erte. La ra-
rueda .del importante certamen. zón es clara, ya qué ~e especula con
En ella, el entonces campeón mun- el hecho de que el caballo, desd~ ese
dial descubre ·el hilo sutil de la des- sector,.no vulnera el cuadro 4 D de
ventaja del adversario, lo atrapa, y las negras y la debilidad del peón
poco . a poco va apoderándose por dama negro, ·appyado por sólo· un
medio de él de toda la partida. Y peón, no puede ser aprovechada.
u:pa vez más veremos cómo aquello ·
de ca pequeñas causas grandes efec- 7. P X PA, C 3 T !
TRATADO GENERAL DE AJEDREZ 9
Como derívado del planteo defec- les toca jugar, y que, en cambio, el
tuoso de las blancas, las negras han blanco tiene aún el alfil dama sin
logrado dominar él centro. Ahora el desarrollar. Y habremos puesto el
caballo dama entrará a cooperar en dedo en la llaga.
la fiscalización del cuadro 5 R en co- La verdadera desproporción estra.
laboración con el caballo de 3 AR. tégica y la única razón que puede
permitjr la victoria del negro, sin ne-
8. 0-0, C X P; 9. A2R cesidad de que algún error providen~
Obsérvese cómo, también en esta cial del rival la ayude, es la situa-
partida, se ha :ti.echo sentir la des- ción de ese alfil .que desvincula las
ventaja que significa tener una pie- torres. Este hecho es tanto más im-
za carente de apoyo. Las blancas han portante cuanto que existen dos co-
debido perder un tiempo con el al~ lumnas abiertas: la de AD y la de
fil y ll:)S negras siguen acumulando D, por la cual, si las blancas no se r

pequeñas ventajas. apresuran, se filtrarán las fuerzas.·


negras. Tenemos atrapado, pues,. el ,
9...... , P3CD; 10. P X P, C X P; plan; y el problema se nos presenta
11. c 3 c, A 2 C; 12. e X c, A X C; más fácil: ¿cuál es Ja jugada que
. · 13. D 4T puede impedir que el alfil .dama se
coloque en 2 D ? Pues simplemente:
13...... , D3AR!
Que tiene la virtud de atacar el
peón de CD que el alfil de 1 A· apo•
ya, y a la vez dar juego a las to-
rres, sacar la dama de la columna
dama -donde podría ser atacada
por la torre rey enemiga- y asimü:;:.
mo tomar el cuadro 5 R para evitar
que eventualmente el caballo .blanco-
se llegue a ese sector, para seguit
con A 3 AR o C 7 D, eliminando el
valioso alfil de 4 A D.
14. A6T

COMIENZA A ELABORARSE LA
VICTORIA ALFIL BUENO CONTRA ALFIL l14A~

Estamos en el momento culminan- Nimzovich juega con gran ló-


te de la partida y el más difícil de gica. Eliminará ahora el poderoso
todos. En ajedrez, la dificuWid está, alfil dama negro, sin duda el más
precisamente, en 'sáber cuándo ha fuerte de los dos que posee Capa-
llégado el momento de inieiar los blanca, por la presión que ejerce so-
planes de acción decisivos. Analícese bre el enroque; pero; para lograr
someramente la p'osición, y si el afi- esto, a su vez cambia su mejor álfil,
cionado razona con claridad hallará que es.siempre el que cqrre por cua-
___ una desproporción en el desarrollo dros de distinto color que los que
de las piezas. Verá que las· negras ocupan los peones del propio bando;
tienen dos tiempos de ventaja, pues Ahora nuevos temas entrarán en la
han movilizado· todas sus piezas y sinfonía de amenazas que gesta Ca-
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moverse, hay medios para hacerlas
entrar en juego y con eficacia, ya
que el adversario habitualmente no
está preparado para luchar contra
una pieza que no ha tenido en
cuenta.

CONCLUSIONES TECNICAS
l ~ El alfil dama encerrado no es
un alfil malo, sino en muy raras y
contadas oportunidades.
2~ El alfil dama de las negras de-
be quedar en su casilla de origen,
Como se observa, sólo ahora el en muchas oportunidades, especial-
alfil puede salir y se verá qué po- mente cuando el plan futuro tiene
derosa acción ejercerá, a pesar de por norte las jugadas P4D o P4AD.
lo aparentemente precario de su si- rompiendo el fuego en el centro de1
tuación. tablero.
3~ Sólo existiendo el alfil dama
23. T R 1 R, D 5 C R !
estas jugadas no ofrecen peligros
Para impedir que el rey se cobije derivados de las debilidades de las
en el ala rey y dar fuerza a la ac- casillas blancas laterales del peón
ción futura del alfil. que avanza. ~·
4~ El intento de sacar el alfil fue-
24. D2R, TlAR+; 25. R3R, D5R+; ra de la cadena de peones para de-
26. R2D, D5D+; 27. D3D, T7 A+; jarlo encerrado en ese nuevo sector
28. T2R, TXT+; 29. RXT, DXPC+; es inferior, por lo general, a la ma-
y las' blancas abandonaron. niobra de mantenerlo aprisionado
provisionalmente en su casilla de
Si C 2 A defendiendo la torre y origen, que suele ser la mejor de
cubriendo el jaque, entonces el alfil todo el tablero, de acuerdo con el
«malo» .define la partida mediante sentido moderno de los planteos.
A 4 C, gananc:lo la dama.
5~ El alfil dama es una pieza que
Hemos observado, pues, una serie
de planteas muy usuales en los que debe ponerse en juego con mucho
el alfil dama se encierra, sin que tacto, ya que no dispone de buenas
por esto la lucha sufra entorpeci- casillas naturales en la mayoría de
mientos. Por el contrario, en todos las aperturas. Por lo que es pruden-
ellos es muy eficaz, primero, su ac- te sacarlo sólo cuando la estrategia
ción defensiva, y más tarde su poder medular de la partida está bien
de agresión. La dificultad del aj e- definida.
drez no es la posición que se ve, 6~ Como los alfiles son superiores
sino las posiciones que de ella se a los caballos, especialmente cuan-
derivan, y las piezas encerradas sólo do actúan en pareja, la conservación
deben preocupar cuando se observa del alfil tras los peones evita cam-
que no existe medio de abrir el jue- bios que pueden ser desfavorables.
go. Pero mientras haya otras piezas, 7~ Quien mantiene el alfil tras
mientras existan peones que puedan sus peones debe evitar que los peo-
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nes rivales bloqueen totalmente a bras del medio juego de todos los
los propios peones, pues al no poder planteos.
simplificarse la posición, los alfiles 10ª' .El alfil dama y su movilidad
carecerán de valor agresivo. es el problema más sutil del aje-
8\1 También con las blancas la re- drez no debe preocupar otra cosa
tención del alfil tras la cadena de que posibilidad de un bloqueo
peones en el planteo para ponerlo absoluto que lo inmovilice. Las ne-
en acción más tarde, como pasa en gras, si juegan con cordura, siem-
el sistema Colle, y en muchas va- pre disponen de maniobras para ha-
riantes del gambito de la dama, es cerlo entrar pujantemente en juego.
un plan estratégico muy eficaz. Con eso queda rehabilitado el vi-
9~ El alfil dama debe conservarse lipendiado alfil ominoso, pues es una
porque así lo exige el :i;i.orte de los fuerza latente necesaria y de suma
planteas modernos y de la estrate- eficacia en el medio juego y en el
gia del juego, ya que sin esa pieza, final. Además, en muchos planteos
transitoriamente encerrada, no po- no hay nada mejor que convertirlo
drían realizarse las usuales manio- transitoriamente en ominoso.

CAPÍTULO VI
LOS ALFILES DE DISTINTO COLOR

«Es tablas. Tenemos el alfil de distinto color». Esto se oye permanente-


mente en los torneos. Cada vez que la suerte quiere que se arribe a un
final de este tipo, los jugadores ioe apresuran a declarar tablas la partida
sin reparar en que, si bien la existencia de alfiles de distinto color acentúa
las perspectivas de hacer tablas y dificulta la tarea de quien puede ganar,
no «Obliga» a declarar empatado un cotejo, mientras haya posibilidades
de acción.
Hay varias razones que justifican esa actitud de los aficionados, aun de
primera categoría. Una es la propia supervalorización de la capacidad,
ya que generalmente propone tablas quien está un poco inferior, y no
concibe cómo es posible que «éh pierda un final de alfiles de distinto color
con peones iguales. Cansado de saber que en los finales donde quedan
muy pocos efectivos no bastan a menudo dos, y en algunas situaciones
especiales hasta tres peones para ganar, esgrime ese argumento en el
subconsciente, para convencerse de que el empate que propone es justo,
ya que él sabrá, sin dificultad, llegar a ese resultado.
La otra razón, y sin duda muy poderosa, es que, en realidad, en la ma-
yoría de los finales de alfiles de distinto color se llega a posiciones de
tablas. El hecho de que los alfiles no puedan encontrarse nunca y que
en consecuencia sean dífíciles de neutralizar, hace que determinados sec-
tores del tablero sean inaccesibles para cada uno de los competidores.
Esto es evidentemente cierto cuando se tiene un peón de ventaja y se
llega al final de alfil y peón contra alfil. Es menos cierto cuando se trata
de un final de alfil y dos peones contra alfil, si bien hay multitud de
posiciones típicas de empate. Es probable cuando hay muchos peones en
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Ha quedado construida la posición que una vez efectuada la moviaa
ganadora que se logra doblando las P 4 D, que nos parece inferior al sis-
torres en la columna rey en momen- tema P 3 D, seguido de CD 2 D. y
tos eri que .el adversario , no pueda P 4 R, debió considerarse, una vez
ubicar su rey en 2 A R para tomar realizado el exacto cambio de peo-
con rey y dama el cuadro 2 R y 2 D. nes que ensayó. Sultan-Khan, seguir
El final es muy instructivo, por~ue con C X P para mantener el peón
encuadra típicamente eri el tema en 3 R y evitar que la diagonal
que estamos considerando. Las mis- 1 A D - 6 T R quede debilitada.
mas indecisiones que se observan
en la ejecución del plan son aleccio- 7. A5 CR, A2 R; 8. P3 R, Q_,.Q;
nadoras, ya que se pone ~n eviden- 9. A3D, C5R; 10. A4AR, CD2I>;
11. D2AD . .
cia de qué. manera la situación agre-
siva de· 1as torres limita el radio de Ante el problema básico .que afec-
acción de la dama, y con cuánto cui- ta su posición, la. debilidad del cua-
dado debe actuarse para evitar even- dro 4 A R, Cápablanca. opta pbr man._
tuales filtraciones de esta última tener el caballo en 5 R para oponer
pieza. · una sólida barrera a la eventual ac-
ción del alfil. Por otra parte;'resuel-
UNA PARTIDA SENSACIONAL ve el mal orgánico de ·su posición
-0cupando la casilla afectada con un
Se jugó en el torneo de Hastings, peón, de manera que la torre cola-
de 1930-31, entre el extraordinario bore en la acción sóbre ese punto.
maestro hindú· Sultan - Khan y el
ex campeóri mundial José Ral).l Ca- 11 ...... , P4AR; 12. e 5 e D, A3D;
pablanca; ella significó una ruidosa 13. C X A, P XC; 14. P4TR, Tl AD;
victoria para el primero, y muestra 15. D3CD
la enorme fuerza de las dos torres La .. :Posición es muy instructiva.
en el dominio de una columna abier- Capablanca, por imp.erio de. la de-
ta, y no puede faltar en todo estu- bilidad inicial de su posición, ha
dio sobre tema tan interesante. debido construir una conformación
BLANCAS: ÍH1I.TAN·KBAN. NEGRAS: CAPABLANCA
de peones d~bil para un ~inal, si
bien sólida como bloqueo del cen.:
LC 3 AR, c 3 AR; 2. p 4 D, p 3 c D; tro..Adefu,~s hay d,os poderosos al-
3. P4AD; A2C; 4. C3AD, P3R; files blancos que pien compensan
5. P3TD, P4D; 6. PXP, PXP la acción punzante del caballo ne.:
gro de 5 R.
No es posible aplaudir . técnica-
mente el· sistema estratégico del 15...... ' D 2 R; 16. e 2 D, c D 3 A R;
planteo adoptado por Capabh•nca. 17. CXC, PAXC; 18. A2.R, T2AD;
Cuando se efectúa el «fianchetto» 19. P4CR, TR 1 AD; 20. P~CR,
debe tenerse la seguridad de que la ClR
diagonal que abandona el alfil no
quedará sin' sostén. Ya ·comentamos Capablanca no sospechó sin du-
el tema de los planes antagónicos y da que este caballo volvería a. mo-
establecimos que uno de los más tí- verse 43 jugadas más · tarde, · por
picos es el que nace de la jugada imperio de la presión que ejerce el
P 3 CD y la desaparición del peón alfil de 4 AR y la urgencia de "evi-
de 3 R, por la debilidad que se pro- tar que una torre blanca penetre en
duce en la casilla 4 A R. Por ·eso el cuadro 2 A D. ·

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