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El educador en diabetes debe ser una persona capaz de brindar apoyo a individuos con
esta enfermedad, al igual que a sus familias; ya que la obtención de conocimientos y
aplicación de estrategias ayudarán a prevenir o disminuir complicaciones a lo largo de su
vida.
Además de contar con un educador en diabetes, es indispensable contar con un equipo
multidisciplinario capaz de impulsar y motivar al cambio para la mejora de los hábitos de
cada paciente.
La estrategias para brindar información deben ser de acuerdo a cada persona, ya que las
caracterísitcas de vida de cada ser humano son distantas; por ejemplo, la edad, sexo, nivel
de escolaridad, creencias, percepciones, conocimientos, expectativas, nivel
socioeconómico, y salud mental por mencionar algunas.
Para hablar del papel del educador en diabetes en México, es importante visualizar que el
10.3% de la población, aproximadamente 8.6 millones de personas de 20 años y más con
diagnóstico médico, padecen esta enfermedad en nuestro país.(ENSANUT, 2018).
Por lo tanto, la educación en diabetes es un proceso social que se alimenta del cúmulo de
teorías y métodos que ofrecen las ciencias médicas sociales y pedagógicas con las cuales
se analiza el proceso de la salud-enfermedad (López, E.; Arminda, A. y López, M.; 2015)
De acuerdo con la OMS, la educación para la salud comprende las oportunidades creadas
de forma consciente, las cuales suponen un perfil de comunicación destinada a mejorar la
alfabetización sanitaria, incluida la mejora del conocimiento de la población con la salud.
(Casanova, M.; Navarro, D.; Bayarre, H.; Sanabria, G.; Trasancos, M. y Moreno, M.; 2016).
El reto es generar estrategias efectivas de educación en salud para cada individuo, ya que,
un paciente analfabeto presenta limitaciones mayores que las de un paciente con un nivel
escolar más alto. La educación terapéutica del paciente debe ser un programa planificado y
estructurado que sea flexible en el contenido y que corresponda a las necesidades
culturales, nutricionales, farmacológicas y psicológicas. 15
Es imprescindible que el personal de salud, no dejen de educar para prevenir y disminuir las
complicaciones a corto y largo plazo de la diabetes mellitus; además de seguir adquiriendo
destrezas y conocimientos médicos nuevos para la práctica continua de la atención de la
salud. La educación es el medio para disminuir el costo de la ignorancia, no sólo en
beneficio de los diabéticos, sino de la sociedad en su totalidad