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CURSO INTENSIVO EN

DEBRIEFING Y DEFUSING
COVID-19
Un nuevo enfoque para la
atención en crisis

Dr. Jorge Montoya Carrasquilla


Director General IndicumCorp, Mexicali
Director General Instituto John Bowlby, Consultores y Gestores de Conocimiento
Miembro Fundador Honorario de la Asociación de Estudios y Clínica Tanatológica de Baja California (México)
Miembro Honorario de la Asociación Paliativa y de Tanatología de Sonora (México)
Miembro Honorario de la Asociación Española e Internacional de Tanatología (España y Argentina)
Miembro del Consejo Directivo y Formador en duelo de la Fundación Acompañamiento y Recuperación (México)
E-mail: montedeoya@gmail.com - Celular: +57.315.463.16.94
Originalmente, la palabra debriefing fue usada
en las fuerzas aéreas: los pilotos eran
“briefed” antes de una misión (informados
respecto a los blancos a destruir, plan de
vuelo, back up, etc.) y “debriefed”
(“interrogados”) tras su regreso.

Es un anglicismo utilizado para denominar


una reunión luego de un evento, misión o
actividad.

Así, sus orígenes se remontan a los esfuerzos


para mantener la moral del grupo y reducir el
trastorno psiquiátrico entre los soldados
inmediatamente después del combate; se
tornó prominente en la década del ochenta
cuando se transfirieron los principios a la vida
civil.
Ursano et al. se refieren al “debriefing natural” que realizan las personas de forma espontánea
después de tener un accidente, al hablar acerca del mismo y de sus percepciones alrededor del
evento, dando un claro ejemplo de la gran diversidad con la que se ha llegado a entender este tipo
de intervención.

De hecho, “las novenas” podrían considerarse una versión modificada del debriefing que se
ha adaptado a las necesidades de la comunidad a lo largo de los años.
Fue durante el siglo pasado,
con la primera y segunda La primera descripción
guerras mundiales, cuando la moderna del TEPT se
preocupación por las hizo durante la guerra
denominadas psicosis o ruso-japonesa, donde los
neurosis de guerra (hoy TEPT) reportes reconocieron en
dio paso a las primeras los soldados una
intervenciones, para tratar las condición caracterizada
reacciones al estrés agudo por confusión, activación,
generadas por las irritabilidad, temores e
circunstancias bélicas o inestabilidad emocional.
catástrofes semejantes.
Un alemán voluntario de la Cruz Roja llamado
Honigman creó el término de “neurosis de
guerra”, término que, aunque no es
una entidad clínica en sí misma, pertenece a la
categoría de la neurosis traumática definida
en 1889 por Hermann Oppenheim (1858-
1919), quien la describió como una afección
orgánica asociada a un traumatismo que
afecta a los centros nerviosos y se acompaña
de síntomas psíquicos como
depresión, hipocondría, angustia, delirio, entre
otros.

Durante esta guerra fue creada la doctrina de


“psiquiatría de la línea del frente” o “psiquiatría
de vanguardia”.
Salmon, T.W., en 1917,
formalizó los cinco
principios fundamentales
de esta intervención:
“Inmediatez, proximidad,
expectativa, simplicidad,
centralidad”, y su
aplicación tuvo lugar
durante la Segunda
Guerra Mundial sin ser
clasificada en términos de
debriefing.
Erich Lindemann
(1900-1974)
Erich Lindemann (1900-1974), nacido en Witten,
Alemania, y muerto en California, USA, en 1974, estudió
Psicología, Medicina y Neurología en Marburg, Giessen y
Heidelberg respectivamente antes de emigrar a los
Estados Unidos en 1927. Fue uno de los primeros en
estudiar el uso del amital sódico en psicoterapia.

Psiquiatra de la Escuela Médica Harvard, trabajó en el


Massachusetts General Hospital en Boston. De este autor
proviene el primer estudio sistemático de la aflicción.
Realizó el primer estudio sistemático de la aflicción
aguda (“Symptomology and Managemet of Acute
Grief”, 1944).

Este fue uno de los primeros estudios científico-


sociales de duelo realizados en los Estados Unidos

El 28 de noviembre de 1942 se reunieron un grupo de estudiantes de las


Universidades de Harvard y Yale en el “Coconut Grove Night Club” del 1410s, en
Boston (USA), para celebrar después de haber jugado un partido de fútbol
americano entre ambas universidades. Durante tan concurrida reunión, se
presentó un incendio en el que 493 personas de los allí reunidos perecieron, la
mayoría de ellos estudiantes universitarios. Por aquel entonces fue el peor fuego
de un solo edificio en la historia de los Estado Unidos.
Él y Gerard Caplan fueron
quienes mayoritariamente
atendieron a las familias de
los sobrevivientes.

Fue el primero en señalar los


síntomas del Síndrome de
Estrés Post-traumático.

Es considerado el padre de
la Intervención en Crisis.

Los modelos de intervención


en crisis actuales derivan del
tratamiento de estos
pacientes.
Fue el primero en sugerir que el duelo tenía unas fases o etapas y
el primero en usar el término “duelo anticipatorio”.

Describió, además:

1. El curso clínico del duelo.


2. Los síntomas mayores del "estrés somático" (“Oleadas de
Angustia Aguda”).
3. La preocupación con la imagen del difunto (que puede
acompañarse de un ligero sentimiento de irrealidad).
4. Presencia de dolor somático, culpa, hostilidad, pérdida de los
patrones usuales de conducta.
5. Asunción de síntomas o rasgos del difunto.
6. Incapacidad para funcionar competentemente como ellos lo
hacían previo a la muerte.
A raíz de estos estudios quedó bien establecido el
poder curativo de la abreacción o catarsis, de la
reflexión, la elaboración, la ampliación, la aclaración
y los cambios en el contenido de los recuerdos.

En otras palabras, se reconoce cada vez más el valor


terapéutico de la posibilidad de descargar la tensión
emocional generada por las situaciones
impactantes que provocan sufrimiento y malestar,
así como de las limitaciones y dificultades en la vida
social y laboral.
La exposición a múltiples situaciones estresantes de la
vida diaria consideradas “menores” (robos, agresiones,
tráfico pesado) y el riesgo y amenaza de catástrofes
naturales, guerras, terrorismo y muerte o pérdida de lo
amado han dado lugar a un crecimiento importante del
número y la modalidad de las técnicas de intervención
en crisis.
Si bien, el término “debriefing” fue propuesto por
primera vez por Marshall, S. en 1945, fue el
noruego Dyregrov quien le dio el nombre de
debriefing psicológico (“proceso debriefing”).

Atle Dyregrov, PhD, es un psicólogo clínico y de investigación, director del


Centro de Psicología de Crisis en Bergen, Noruega, autor de numerosas
publicaciones, artículos de revistas y más de 15 libros. Ha realizado
investigaciones sobre diversos temas relacionados con el duelo, el trauma y
el desastre. Es uno de los miembros fundadores de la Sociedad Europea de
Estudios de Estrés Traumático y la Fundación de Niños y Guerra.

En 1983 Mitchell, J. describió la técnica de CISD


(Critical Incident Stress Debriefing),
generalizando el protocolo.
En este contexto histórico, dos metodologías clínicas caracterizaron el manejo de las
emergencias traumáticas, si bien, no hay una clara distinción entre el defusing y el
debriefing; es más, para algunos autores el defusing es un debriefing condensado.

Con todo, las posturas utilizadas para tratar a las víctimas de eventos traumáticos siguen
protocolos inspirados por los anglosajones o los franceses y están basados en diferentes
ideas acerca del trauma psíquico.

MODELO ANGLOSAJON MODELO FRANCES


Elaborado por J. Mitchell (CISD), Enfatiza una aproximación
enfatiza las distorsiones cognitivas psicoterapéutica temprana y
que se producen cuando se enfrenta promueve principalmente los
un traumatismo y promueve una aspectos preventivos y terapéuticos.
aproximación cognitiva al
acontecimiento, siendo un diseño
esencialmente educacional y re-
adaptativo.
Tanto el defusing como el debriefing son técnicas consideradas preventivas y, en su mayor
parte, consisten en la prevención de síndromes psíquicos traumáticos.
El objetivo es descargar los afectos dentro de un marco de
contención, y se centra en las experiencias de la vida personal de
las víctimas enfrentadas a las experiencias individualizadas de
desamparo, colapso psíquico o angustias primitivas.

Raphael, en Australia, propone la exploración de aspectos


cognitivos al mismo tiempo que los psico-afectivos, y Shalev
insiste en lo negativo de dejar afuera el aspecto cognitivo de las
implicancias traumáticas y la necesidad de cambiar “memoria
visual” en “memoria verbalizada”.
Crocq, L. y Bessoles (modelo francés) establece diez principios de la intervención
psicológica temprana con las víctimas:

1. Establecer una “cámara de aire” intermedia para las víctimas, en la que vuelvan a retomar
valores, tiempo y espacio normales.
2. Rescatar el confort de las personas en su integridad, por ejemplo, apoyándolas de manera que
puedan volver a ser autosuficientes.
3. Alentarlos para que verbalicen su propia experiencia del hecho traumático.
4. Informar a la persona acerca del estrés semiológico, el trauma y sus características
temporarias.
5. Alentar la eliminación del aislamiento e incomunicación post-traumática.
6. Ajustar las relaciones de grupo y calmar las derivaciones xenofóbicas.
7. Reducir el sentimiento de desvalimiento, fracaso y culpa.
8. Preparar para un retorno al ambiente social y familiar.
9. Identificar a los individuos que podrían sufrir descompensaciones psíquicas.
10.Concluir el reajuste.
Ambas metodologías, anglosajona y francoparlante, proponen un protocolo
estricto, que plantea algunos principios para seguir en el orden correcto para
una mejor eficiencia. Este es el caso de los tres principios generales del
“recibimiento SVP” de J.F. Katz (11):

1. El primer principio se refiere a la estructura. El objetivo es implementar un plan


médico y de seguridad en el lugar y re-establecer una sensación de protección, seguridad,
control sobre los acontecimientos y expresión de los afectos.
2. El segundo principio se refiere al escuchar. Promueve la verbalización y la validación
de la normalidad de las reacciones post-traumáticas. Sigue los siete pasos de la
metodología del debriefing descripta por J.T. Mitchell (8)
3. El tercer principio está ligado al retorno a la vida civil a través de un diagnóstico
predictivo de factores de resiliencia y una preparación psicológica para un registro
psicosocial.
Indicaciones
• Adolescentes que han sido aislados durante los • Pacientes que se han recuperado del cáncer.
ingresos psiquiátricos.
• Personal de la Cruz Roja.
• Conductores de trenes que han presenciado
suicidios. • Personal de las Fuerzas Aéreas en bases donde
han ocurrido accidentes mortales.
• Enfermeras involucradas en atención del cáncer.
• Personal de urgencias después de incidentes
• Estudiantes de medicina cuyos pacientes han traumáticos.
muerto.
• Personal médico o paramédico involucrado en
• Familias con niños que son sometidos a trasplantes resucitaciones fracasadas.
de médula ósea.
• Soldados asignados a obligaciones de registro de
• Marineros después de colisiones marítimas. sepultura.
• Miembros del jurado involucrados evaluaciones de • Trabajadores de rescate involucrados en un
asesinatos. desastre natural.
• Niños en escuelas donde han ocurrido incidentes • Trabajadores que han sufrido o presenciado una
traumáticos (en el sitio o fuera de él). lesión industrial o que tienen colegas lesionados.
• Niños involucrados en cualquier accidente. • Víctimas de quemaduras, accidentes de tránsito y
violación.
• Oficiales policiales implicados en tiroteos.
Aplicaciones en el contexto clínico actual
1. Familias tras un fallecimiento (debriefing)
2. Familias con paciente que va a fallecer (debriefing)
3. Equipos de salud tras incidente crítico (defusing)
4. Equipos de trabajo tras enfermedad grave de un compañero (debriefing)
5. Equipos de trabajo tras muerte de un compañero (debriefing)
• La clave de estas técnicas consiste en
intervenir inmediatamente producido el
evento traumático, con el propósito de
reducir las cargas emocionales que
pudieran haberse desencadenado; para
ello se busca que el sujeto pueda
simbolizar, poniendo en palabras la
angustia que atraviesa el estado de ánimo.

• Así, estos protocolos se convierten en una


herramienta más de sostén psicológico,
constituyéndose en un método de
intervención psicológica breve para la
prevención del estrés post traumático.
Debriefing
El debriefing es una intervención grupal inmediata, formal y altamente
estructurada que generalmente se realiza después de un acontecimiento
crítico (habitualmente en el mismo lugar de los hechos), con el propósito
de tratar los residuos emocionales que los intervinientes o testigos de un
incidente crítico puedan tener.

Permite al personal la oportunidad de expresar sus pensamientos,


emociones y reacciones en relación con el evento traumático, así como
calmar, procesar estos aspectos mediante la educación preventiva y
procesos de apoyo, y prevenir alteraciones psicopatológicas posteriores,
especialmente el trastorno por estrés postraumático.
Su duración es de dos a cinco horas, puede constar de una sesión única o de
hasta 4 sesiones con grupos semi-estructurados, de 6 a 15 personas
(defusing), conducidos por dos o más profesionales.

En su forma original, se debe iniciar entre 24 a 72 horas después del accidente


(una vez se hayan concluido todos los servicios e investigaciones post-
incidente) debido a que se presupone una activación emocional
desmesurada durante las primeras 24 horas, aunque en situaciones
menos severas se puede realizar a las pocas horas.

No obstante, esto último es un error pues la activación emocional desmesurada se inicia a los 30
minutos y puede persistir hasta 3 meses después (activación eje neuroendocrino).
La característica principal de esta intervención, que tiene
lugar frecuentemente en un entorno grupal de personas que
han sufrido el mismo suceso, es facilitar la ventilación de las
emociones y analizar sus pensamientos, sentimientos y
conductas con un profesional entrenado que, a su vez, ofrece
psico-educación y normalización de las reacciones ante una
situación crítica anormal.

Se trata, en último término, de facilitar un procesamiento


emocional adecuado del trauma y de sugerir algunas
estrategias de afrontamiento para hacer frente a esta
situación, así como de fortalecer el apoyo ofrecido por el
marco grupal.
• Aliviar la carga del estrés asociado a la
situación.
• Anticiparse a los problemas y prevenir Objetivos
posibles secuelas psicopatológicas en los
miembros del grupo, particularmente TEPT. • Identificar personas que requieren atención
• Asegurar que se cubran las necesidades profesional.
básicas. • Legitimar y animar la expresión de sentimiento
• Facilitar el contacto con los sistemas de y emociones en torno al evento.
atención psicológica si es pertinente. • Mitigar las consecuencias indeseables de la
• Facilitar la integración de la experiencia por exposición a este de situaciones.
parte de la persona afectada. • Neutralizar la falacia de anormalidad.
• Favorecer el apoyo intragrupal entre los que • Normalizar en cada una de las personas las
se han visto implicados por la misma situación reacciones que se están teniendo, evitando
de pérdida. que se sientan diferentes al resto del grupo.
• Generar un espacio en donde se puedan • Propiciar la movilización de recursos de
expresar de forma segura los sentimientos y afrontamiento funcionales.
pensamientos relacionados con lo vivido. • Reducir la angustia psicológica que se genera
después de los incidentes traumáticos.
• Como en toda reunión grupal, al habilitar
espacios para la expresión de sentimientos, es Reglas y principios
probable que en el curso de la reunión los
participantes se encuentren peor que al inicio
generales
del encuentro. • No se hablará de nadie que no sean ellos
• Está basado en principios de intervención en mismos.
crisis y educacionales más que • No se harán descansos, aunque en cualquier
psicoterapéuticos. momento se pueden atender las necesidades
individuales
• La participación es voluntaria.
• No se plantea para solucionar problemas, sino
• Los participantes son libres de hablar acerca para mitigarlos y promover estrategias de
de sus sentimientos, reacciones y afrontamiento.
pensamientos. No se obligará a la • Se debe garantizar la confidencialidad de todo
participación a ningún asistente. lo que ocurra en la sesión.
• Se debe respetar y adaptarse al ritmo que
• Ninguna información será comentada fuera de
marca el propio grupo, incluso al nivel al que
este contexto. quieran llegar.
• No es un sustituto de la psicoterapia. • Se deben eliminar las interrupciones.
• No es una psicoterapia, es una estrategia de • Una vez comenzado, no debe incorporarse
prevención secundaria. ninguna persona más.
Uno de los puntos
centrales de la polémica
acerca de la efectividad
del debriefing como
intervención en crisis es el
surgimiento de distintas
maneras de entender y
aplicar esta técnica,
pues desde su
formulación han surgido
varias modificaciones
generando modalidades
que se alejan de la
original; tal diversidad en
sus formas no permite
realizar estudios con una
adecuada calidad.
Defusing (tradicional)
Desactivación

• Se trata de un encuentro grupal semiestructurado y breve, entre 20 y 50


minutos, y consta de una sesión inmediata al incidente y seguimiento en
las 2, 3 y 7 semanas.

A diferencia del debriefing, pretende promover y facilitar oportunidades


de ventilación (permitir una “verbalización emocional inmediata”) y la
reposición de los intervinientes tras la exposición a una situación
crítica. Además, les motiva a hacia el empleo proactivo e inmediato de
recursos psicológicos de afrontamiento.

• Al igual que el debriefing, también es una técnica introducida por Mitchell.


Suele desarrollarse en grupos pequeños, de 6-15 personas.
Es conducido en una atmósfera de
apoyo mutuo, en la cual los
participantes describen sus
sentimientos y reacciones al
suceso; además, se desarrollan
estrategias de resolución de
problemas para que la productividad
del trabajo o la vida diaria no se vea
muy disminuida o deteriorada.

El objeto es aliviar los efectos de


esta experiencia, antes de
regresar a sus hogares o a
labores acostumbradas.
Video #1 Video #2
La técnica del La técnica del
debriefing tradicional defusing tradicional
Fases del debriefing tradicional
Introducción (encuadre)
Se explica el procedimiento, el propósito de
la reunión (sus características centrales y las
ventajas de su implementación) y sus reglas.
A continuación, cada uno se presenta.

Debe quedar claro que no se trata de una


reunión de terapia sino de prevención y
control del estrés.

Muy importante para aquel que facilita el


desarrollo de la reunión, que esté muy
atento y escuche al grupo con los oídos, los
ojos, la nariz, la boca y la piel.
Relato de los hechos (fase conductual)
Se trata de hacer un relato informal, por parte de los participantes, de la
visión subjetiva de cada uno sobre el desarrollo de los acontecimientos.

De forma individual, cada uno de los miembros del grupo hablará sobre los
siguientes temas: cómo se enteraron de lo sucedido, cómo ocurrieron los
hechos, actividades que se encontraban realizando durante el incidente,
percepciones sensoriales que tuvieron a lo largo del día del anuncio del
suceso (qué olor, sonido, color, imagen recuerda), qué han hecho desde
entonces, qué fue lo que le resultó más difícil ese día.

Es importante que entre todos consigan una descripción detallada de lo que


pasó ese día para construir una historia a partir de las preguntas que los
coordinadores del procedimiento efectuarán.
Pensamientos e impresiones (fase cognitiva)
En esta fase se comienzan a relatar cosas más
personales. Es importante que los participantes
comprendan algunas de las acciones que
pusieron en marcha, y que no llegaban a
comprender el por qué, para integrarlas en su
historia personal y lograr así una congruencia
sobre todos los pensamientos. Esta suele ser la
"llave maestra" que posibilita el relato de los
sentimientos.

De forma individual, cada uno de los miembros


del grupo hablará sobre los siguientes temas:
qué fue lo primero que pensó al enterarse de lo
sucedido, qué pensamientos le invadieron al
hablar con las víctimas directas, qué piensa
ahora de lo ocurrido, qué ideas ha cambiado tras
el suceso, qué explicaciones le da al
acontecimiento.
Reacciones emocionales (fase emocional)
De forma delicada, voluntaria y compasiva, los participantes hablarán de sus miedos, frustraciones,
reproches, irritabilidades, culpas, agresividades; con frecuencia llega un momento en donde aparecen
sentimientos compartidos por el grupo.

Es importante tomar nota de los participantes más afligidos, bien por sus manifestaciones o por sus silencios;
una vez finalizada la sesión será necesario acercarse a ellos y mantener un contacto más personal.

De forma individual, cada uno de los miembros del grupo hablará sobre los siguientes temas: qué
sensaciones tuvo, qué fue lo peor de lo sucedido, qué es lo que todavía le sigue impactando mucho, qué
cambios se produjeron en su cuerpo, cuando se enfrenta a la imagen del hecho qué le produce, qué siente
ahora con respecto a lo ocurrido, cómo está viviendo lo ocurrido, cosas que no ha podido realizar después de
lo que ha vivido.

Esta fase es el centro de la sesión y puede ser la más difícil para los participantes puesto que supone
"quedar al descubierto" ante los demás, y para los que dirigen el debriefing, puesto que hay que manejar y
contener las emociones que fluyen en el grupo.

Se trata de poner nombre a las emociones vividas y, una vez etiquetados estos sentimientos, podrán ser
procesados cognitivamente ya que nuestro pensamiento trabaja con palabras.
Normalización (fase educativa)
Esta fase se concreta en normalizar -situar en un marco de normalidad, de respuestas
correspondientes a lo que se ha vivido- las reacciones que se han manifestado, tanto los
sentimientos y pensamientos como las conductas que puedan haber tenido durante y después del
suceso.

Se trata de reacciones normales ante acontecimientos anormales; el objetivo se puede lograr


mediante resúmenes y redefiniciones de todo lo relatado por los participantes.

Además, se explicarán las reacciones que pueden aparecer en los días siguientes, básicamente
rememoraciones intrusivas, pesadillas y dificultades para dormir.

También es importante avisar qué en los días siguientes, y en algunas personas, pueden empeorar
las reacciones previas o aparecer algunas nuevas, y que se relacionan más con lo que están
viviendo que con el procedimiento realizado.

Esta fase vuelve a los participantes a niveles funcionales.


Planificaciones futuras y afrontamiento (fase estratégica)
Durante esta fase, comienza una etapa en la que se realiza una
devolución de lo trabajado hasta el momento.

Se exploran las estrategias de afrontamiento que han puesto en


marcha desde el suceso, o se anima a que movilicen los recursos
que tienen, proporcionar herramientas y/o consejos que les ayuden a
elaborar adecuadamente esta experiencia: empezar por información
sobre las reacciones frecuentes a eventos estresantes, compañía
que facilite la aflicción compartida, convertir en palabras sus sentires
mediante espacios libres de juicios y críticas o la silla vacía
modificada, entre otros.
Disolución del grupo (fase de re-entrada, de ruptura o
post-debriefing)
En esta fase, se hace un gran resumen de lo ocurrido en la
sesión, y se valora la posibilidad de que alguno de los
participantes requiera una intervención futura.

Antes de dar por finalizada la reunión, hay que brindar la


posibilidad de que pregunten o hagan alguna aportación
que consideren importante: ¿Hay alguna pregunta que
quieran hacer? ¿Algún comentario que consideren
necesario?

Es importante que los miembros del grupo sepan donde


pedir una ayuda adicional (post-debriefing); es
conveniente analizar –personalmente o por teléfono- como
se han ido normalizando las reacciones de los familiares,
descartando la presencia de manifestaciones que nos
puedan alertar de una ayuda especializada.
Modelos de debriefing
Modelo de J.M. Curtis (1995) Modelo de A. Dyregrov (1988)
Psychological Debriefing
Identificación Introducción
Rotulación Expectativas y hechos
Articulación Pensamientos e impresiones sensoriales
Expresión
Reacciones emocionales
Externalización
Ventilación Normalización
Validación Planificación futura y afrontamiento
Aceptación Desenganche
Modelo de F. Parkinson (1997) Modelo de K. Armstrong (1991)
Three stages Revised Debriefing Model Multiple Stressor Debriefing Model
Introducción Discusión de eventos
Hechos Sentimientos y reacciones
Sentimientos Estrategias de afrontamiento
Futuro Terminación
Finalización
Modelo de J.T. Mitchell (1983)
Fase Considerar
Introducción
Se presentan los lideres, así como los objetivos y reglas del Establecer el clima, disminuir la ansiedad, construir la relación y
debriefing mostrar la estructura general
Hechos
Se relatan los hechos y se revisa la situación crítica Crear una comprensión común de lo ocurrido
Pensamientos
Se relatan los pensamientos y decisiones tomadas en relación a los Estimular la comprensión coherente y estructurar el episodio
hechos
Reacción/síntomas
Se revisan con detalle las impresiones sensoriales. Se describen las Prevenir imágenes intrusivas. Reducir la tensión. Disminuir la
imágenes. Se relatan las manifestaciones emocionales y fisiológicas implicación emocional y la identificación con la situación. Ganar
asociadas a la situación. Se muestran problemas relativos al rol. Se perspectiva. Solidificar las bases para la normalización. Prevenir
activan procesos grupales de cohesión. Se comentan estrategias de respuestas de evitación. Desahogarse. Movilizar recursos de apoyo
afrontamiento grupales y/o de equipo. Prevenir la rumiación y la culpa. Ensalzar los
recursos de afrontamiento
Enseñanza
Se proporciona información relevante (afrontamiento, respuestas Proveer de un marco de referencia para el afrontamiento. Facilitar y
normales, etc.) acelerar la respuesta de orientación hacia el afrontamiento. Disminuir
la activación fisiológica. Atajar valoraciones o ideas irracionales
Re-entrada
Revisión de lo aprendido. Cierre y emplazamiento a Asegurar el afrontamiento futuro. Facilitar el acceso a posible ayuda
seguimiento/futuros encuentros adicional
Fases del defusing tradicional

Introducción (encuadre)
Al igual que en el debriefing, se
explica el procedimiento, el
propósito de la reunión y sus
reglas.

Relato de los hechos


A continuación, cada uno se
presenta y se conversa
libremente sobre las
impresiones y vivencias
experimentadas durante el
evento.
Información
En esta fase es importante
normalizar las reacciones que se
han manifestado, tanto los
sentimientos y pensamientos como
las conductas que puedan haber
tenido durante y después del
suceso, y, antes del cierre, se les
brindará información acerca de
cuándo se deben preocupar por
sus reacciones para que busquen,
si fuera necesario, ayuda
adicional, así como las diferentes
estrategias de afrontamiento
disponibles para el control del
estrés.
Reacciones
Mientras los participantes hablan,
el facilitador de la reunión
identifica aquellos elementos que
vayan reconociéndose como
reacciones de estrés y aquellas
reacciones que son
características del trauma.

El propósito es un
reconocimiento dirigido, de
reacciones y síntomas, con el fin
de que la persona pueda ir
aceptando sus propias
reacciones e ir considerándolas
normales y generadas por estas
circunstancias particulares.
Revisiones de la literatura
Para algunos autores, las diferencias encontradas en su aplicación se centran en las distintas
técnicas de aplicación, particularmente en lo individual y en el momento de su realización.
Algunas de las dificultades que explican esta varianza en los resultados, son (Deahl y otros):

1. Utilización como sesión única, en lugar de la propuesta inicial que le considera como
componente de un programa.
2. Aplicación por personal no idóneo dada la difusión amplia.
3. Elección inadecuada de indicadores.
4. Momento de la realización del debriefing en relación con el tiempo transcurrido desde el evento
traumático.
5. Asumir que la técnica sólo se dirige a sujetos capaces de recuperarse.
6. Conocimiento limitado de la técnica.
Tal cual se entiende hoy el
debriefing, y según varios
autores, la conclusión más
importante con implicaciones
prácticas es:

Es prudente no recomendar
el uso sistemático del
"debriefing" individual de
sesión única después de un
trauma individual; deberá
seguirse de otro
procedimiento tipo
defusing y/o consulta
individual.
Comentarios a la discusión sobre el “trauma
secundario” o terapia de exposición
Para muchos investigadores, existen algunas razones para explicar por qué
el debriefing puede tener un efecto adverso específico en algunas
personas; la más referida es la posibilidad de que exista un "trauma
secundario" puesto que este procedimiento incluye la exposición
imaginaria intensa a un incidente traumático dentro de un tiempo corto
desde el evento.

Esta exposición, que se practica para el tratamiento del TEPT establecido,


puede provocar una exacerbación inicial leve de la sintomatología, a
medida que se recuerdan las imágenes de angustia, y es posible que en
algunos individuos esto resulte en un trauma adicional, sin que sea de
mucha ayuda en el procesamiento emocional.
No obstante, los principios del tratamiento de exposición indican
que la angustia se reduce a medida que se llega a la habituación
con el transcurso del tiempo, tal y como sucede con la técnica
narrativa en el duelo y en todo procedimiento de intervención en
crisis, así como en la simple curación de una herida: la primera vez
que se le hace curación a ésta, duele y deja un malestar por un
largo rato, pero la limpieza continuada sana la herida.

De igual forma, una manera más segura de manejar estas


intervenciones tempranas es obtener una narración guiada por el
cliente (Técnica Narrativa), sin insistir en una re-exposición del
evento guiada por el profesional.
Video #3 y #4
Juego de rol debriefing y defusing
FATIGA COMPASIONAL EN LOS
EQUIPOS DE SALUD
Síndrome de desgaste profesional
Síndrome de desgaste ocupacional
Síndrome de desgaste por empatía o
compasión
Síndrome del trabajador desgastado o
consumido
Síndrome de quemarse por el trabajo
Síndrome de la cabeza quemada
Síndrome Burn Out

CIE-10
Z73.0 Síndrome de Burn Out
Problemas relacionados con la dificultad en el
control de la vida.
CIE-11
QD85 Síndrome de desgaste ocupacional
Problemas asociados con el empleo y el
desempleo.
Hitos
• Graham Green (1961) fue el primero en usar el término burn
out (“A Burn out Case”)
• Descrito por primera vez en 1969 por H.B. Bradley
• Desarrollado por Herbert Freudenberger (1974 y 1980)
• Christina Maslach (1976) lo presenta ante un congreso de la
Asociación Americana de Psicología
• Malan (1979) utiliza la frase “el síndrome de ayuda profesional”
para describir a los asistentes que consagran su vida a cuidar y
ocuparse de otros como lo hubieran deseado para ellos
mismos.
• Bowlby, J. (1980) utiliza la frase “cuidado compulsivo”
Definición
Las palabra “burn out” es un término anglosajón
que significan “estar quemado, desgastado,
exhausto y haber perdido la ilusión por el trabajo”.

La más conocida definición para el síndrome de burn out es la


postulada por Maslach y Jackson en los años 80 que lo configuran
como un síndrome tridimensional caracterizado por:

• Agotamiento: sensación de ya no ser capaz de ofrecer más de sí mismo(a) a nivel emocional;


• Suspicacia/escepticismo: actitud distante hacia el trabajo, hacia las personas a las que se está
ofreciendo el servicio y también hacia los compañeros de trabajo;
• Ineficacia: sensación de que no se están llevando a cabo debidamente las tareas y de que se es
incompetente en el trabajo.
Es decir, deterioro o
agotamiento producido por la
demanda excesiva de
recursos físicos y
emocionales que lleva
consigo la realización de una
determinada actividad y que
en castellano lleva implícito el
significado de quemarse,
hoy “Fatiga Compasional”.
Modelos de aproximación
• Modelo Ecológico de Desarrollo Humano: Conjunto de interrelaciones del sujeto en los
distintos ambientes donde participa, y en los que debe asumir diversas normas y exigencias
muchas veces contradictorias, transformándose en fuentes de estrés.

• Modelo de descompensación valoración-tarea-demanda: El burn out como elemento que


modularía el estrés.

• Modelo sociológico: El burn out como consecuencia de las nuevas políticas


macroeconómicas.

• Modelo opresión-demografía: El ser humano como máquina que se desgasta y la vuelven


vulnerable, combinado con la presión laboral y la valoración negativa de sí mismo y de los
demás.

• Modelo de Competencia Social: Basado en la teoría socio-cognitiva del yo.

• Modelo demografía-personalidad-desilusión: El burn out como consecuencia del estrés, fallas


en la personalidad, factores de riesgo y desilusión.
Causas
Fracaso de los mecanismos compensatorios de adaptación
ante situaciones con un estrés sostenido.

Están implicados factores:

• Ambientales: p.ej., trabajos con desajuste entre la demanda y los recursos.


• Culturales: p.ej., realidad frustrante.
• Personales: p.ej., insuficiencia de recursos.

El burn out estaría vinculado a un triple proceso:

1. Desequilibrio entre demandas en el trabajo y recursos individuales (estrés).


2. b. Respuesta emocional a corto plazo, ante el anterior desequilibrio,
caracterizada por ansiedad, tensión, fatiga y agotamiento.
3. c. Cambios en actitudes y conductas (afrontamiento defensivo).
Más frecuente en:

• Profesiones de alto contacto con personas


• Horarios de trabajo excesivos
• Trabajo que supera las ocho horas diarias
• Ambiente laboral estático en largos periodos de tiempo
• Remuneración económica inadecuada
• Inconformidades con los compañeros y superiores
• Trato inadecuado y pésimo clima laboral
• Ambigüedad de rol o falta de información sobre aspectos
relacionados con la actividad laboral
• Falta de equidad o justicia organizacional
• Relaciones conflictivas con los usuarios, clientes o
compañeros
• Limitaciones para la toma de decisiones
• Imposibilidad de poder ascender en el trabajo
Síntomas

Los síntomas de estrés crónico


más frecuentes son:

• Cefalea tensional
• Agotamiento/Fatigabilidad
• Insomnio
• Trastornos gastrointestinales
Dentro del grupo de
síntomas psicológicos
están:
• Sensación de impotencia
• Absentismo laboral
• Abuso de drogas y/o sustancias
• Irritabilidad, aumento de conducta violenta
• Comportamientos de alto riesgo
• Distanciamiento afectivo y físico
• Recelos, ironía
• Incapacidad para concentrarse
• Baja autoestima
• Deseos de abandonar el trabajo
• Ideación suicida
• Negación/proyección/desplazamiento de las emociones
• Atención selectiva de los pacientes
• Racionalización, intelectualización
Evolución
Nivel Grado de Sintomatología
Estrés
1 Leve Dificultad para levantarse, cansancio, quejas
diversas, fatiga, agotamiento
2 Moderado Actitud negativa, cinismo, suspicacia, alienación
3 Grave Absentismo, enlentecimiento del trabajo, aversión,
abuso de alcohol o drogas
4 Extremo Aislamiento, colapso, riesgo suicida
“Síndrome del odio a los cuidados“
Puede
presentarse Caracterizado por falta de entusiasmo por los cuidados; tensión,
irritabilidad, frustración; cinismo y negativismo asociado a falta de
en 2 "sintonía" con el medio, reducción de las horas de trabajo efectivo,
relajación de las obligaciones y el tópico característico "¿por qué
variedades: molestarme si esto no tiene cura?".
"Síndrome del debo hacerlo todo“
Síndrome del Superman

Caracterizado por un excesivo compromiso y


dedicación, aumento de las horas diarias de trabajo
aunque con menor productividad, disminución de la
sensibilidad a las necesidades emocionales del
paciente y de otros, adelanto de trabajo que puede
ser aplazado para otro momento y tópicos
característicos como "sólo yo lo hago bien", "sólo
yo trabajo".
La muerte, como experiencia organizacional, reúne
características de desastre y emergencia cuando:
1. Se crean demandas que exceden las capacidades normales de la
organización.
2. Se cruzan los límites normalmente establecidos.
3. No existen protocolos de asistencia para estos casos.
4. Se crean nuevas tareas y se compromete a participantes que
normalmente no respondían a estas crisis.
5. Se inhabilitan las atenciones rutinarias utilizadas en contingencias
menores. Algunos profesionales “ya no están”.
6. Con frecuencia se complican la dificultad para entender “quién debe
hacer qué cosa” debido a la complejidad del problema.
7. Las organizaciones sin experiencia en intervención en crisis
frecuentemente responde continuando las funciones que normalmente
desempeñaban, inconsciente de cómo sus funciones pueden adaptarse a
las nuevas demandas.
Sus signos de alarma son:
• Cambios de comportamiento no habituales.
• Cambio de actitud hacia los pacientes que pueden ser vistos, por primera vez, como
difíciles, pesados, no cooperativos, problemáticos, etc.
• Cambio de actitud en relación a otros cuidadores.
• Rechazo a iniciar los cuidados.
• Intensificación de los mecanismos de defensa (particularmente los no habituales).
• Disminución de la autoestima.
• Rigidez de conducta.
• Cambios físicos (fatiga emocional y física, aumento de la PA, migraña, espasmos
musculares (especialmente cervicales), niveles bajos de energía).
• Cambios emocionales (fatiga, tristeza, insatisfacción, sensación de estar
emocionalmente "vaciado", falta de energía para afrontar un nuevo día, sensación
de incapacidad o de dar más de sí, pérdida de interés).
• Trastornos en los hábitos de vida (trastornos del sueño, del apetito y sexuales).
Diagnóstico
1. Maslach Burnout Inventory (MBI)

Christina Maslach y Susan Jackson utilizan un


enfoque tridimensional para su evaluación utilizando
los siguientes componentes:

• Realización personal en el trabajo


• Cansancio Emocional
• Despersonalización

2. Cuestionario sobrecarga del Cuidador de Zarit


Tratamiento

Se basa en:

• Control del estrés


• Ensayo conductual
• Potenciación del autocontrol

En ocasiones, es necesario un breve


período de baja laboral.
Existen diferentes intervenciones psicológicas para el
burn out dentro de las que se han estudiado:

• Intervenciones grupales
• Intervenciones interdisciplinarias
• Estrategias basadas en la consejería
• Estrategias de búsqueda de sentido
• Programas de autorregulación de ira y ansiedad
• Estrategias en habilidades de comunicación
• Capacitación para el autocuidado emocional afectivo
• Meditación, yoga y otras disciplinas similares
La primera de
las estrategias
es

Reconocer que somos


vulnerables
Algunas estrategias para evitar y tratar el burnout pueden ser:
DESDE MI SER
Implicarse en actividades externas al trabajo.
Fortalecer las relaciones personales y familiares.
Planificar y desarrollar actividades de esparcimiento.
Dedicar tiempo al juego y la recreación.
No omitir períodos de vacaciones.
Realizar actividad física regularmente.
Formación en control de emociones.
Equilibrio de áreas vitales: familia, amigos, aficiones, descanso y trabajo.

DESDE MI INSTITUCIÓN
Reducir la burocracia y fortalecer el apoyo de personal auxiliar.
Reducir imprevistos.
Planear reuniones sin afectar el tiempo de los trabajadores.
Acortar distancia entre los niveles organizacionales.
Mejorar proceso de adaptación en cuanto a las expectativas de la realidad laboral.
Fortalecimiento del concepto de trabajo en equipo: espacios y objetivos comunes.
Fortalecimiento de comunicación con departamentos directivos.
Estímulo a la educación continuada.
Implementar el defusing como estrategia para el bienestar emocional.
El sector salud

Cada vez se defiende más que, como profesional o


como voluntario, aquellos cuyo trabajo involucra la
atención psicológica de otros, necesitan descargarse
emocionalmente a través de un grupo de apoyo.

Los grupos de apoyo pueden considerarse


particularmente urgentes para los profesionales que
enfrentan pérdidas importantes, personas en duelo y
enfermos en fase final.
No obstante, la mayoría de los profesionales de la salud no tienen ninguna
capacitación previa en prevención de sus posibles reacciones emocionales y
no tienen a nadie a quien recurrir para ayuda posterior.

Son abandonados cuando se enfrentan con su consecuente desorden


emocional, no son alentados a compartir esto con sus colegas y, de modo
sorprendente, lo habitual es que eviten y se separen de los enfermos y
deudos cuando pueden, ya sea mediante un distanciamiento físico o
emocional.
¿Por qué las personas
asumen este trabajo?
• Compasión
• Dar y recibir
• Compromiso
• Fantasías de reparación
• Formas de morir
• Garantía contra la muerte
• La autoimagen como profesional
• Confrontación
• Economía
EL FAST DEFUSING COMO ESTRATEGIA
CONTRA LA FATIGA COMPASIONAL
Un nuevo enfoque para la atención en crisis
Situaciones de crisis

La escena

• El paciente acaba de fallecer.


Se trata de una camilla en
urgencias, cama hospitalaria,
cama de cuidados críticos,
sala de recuperación
postquirúrgica.
• Son muchos los muertos,
miedo al contagio o de
llevarlo a casa,
estigmatización.
Perfil fisiológico
y psicológico en
situación de
crisis
Perfil fisiológico en el contexto de la crisis
Se activan dos ejes secuencialmente

1. El Eje Neural se pone en marcha pocos segundos después de que se percibe una
situación de estrés, provocando una activación del Sistema Nervioso Simpático
(aumento de la frecuencia cardiaca, de la presión arterial y de la frecuencia
respiratoria, disminución de la actividad gastrointestinal y liberación de glucosa) y del
Sistema Nervioso Periférico (contracción muscular).
2. Eje Neuroendocrino su activación pone en marcha la médula suprarrenal con la
consiguiente secreción de catecolaminas (adrenalina y noradrenalina), produciendo
como resultado un aumento de presión arterial y del aporte sanguíneo al cerebro,
incremento en la frecuencia cardíaca y en la cantidad de sangre expulsada en cada
latido del corazón, hiperestimulación de los músculos esqueléticos, liberación de ácidos
grasos libres, colesterol y triglicéridos en plasma, liberación de opiáceos endógenos,
aumento del flujo sanguíneo renal y disminución del gastrointestinal y cutáneo;
incremento del riesgo de hipertensión y de formación de trombos, de crisis anginosas
en las personas predispuestas, riesgo de arritmias y muerte súbita por arritmia letal,
isquemia/infarto de miocardio y fibrilación ventricular.

La activación de este 2º eje es responsable del aumento de la mortalidad


cardiovascular en las primeras 24-48 horas, incremento que puede ser tan alto
como del 21%.
Perfil psicológico

Shock emocional + Anulación psíquica


=
Dependencia de la información que
proviene de lo sensorial

Mucho del reconocimiento de la realidad


dependerá básicamente de la información
no verbal y para verbal (visual y auditiva)

El cuerpo muerto es rápidamente retirado


“de la vista” y los rituales funerarios se han
simplificado o desaparecido, con lo que a se
ha reducido la confirmación sensorial de la
muerte.
Las personas suelen responder de una forma similar
a como ellos han respondido en situaciones previas
de estrés.

Sin embargo, si la crisis es de una gravedad no


experimentada antes, la tendencia será a
reactivar formas primitivas de afrontamiento.
Estrategias de afrontamiento de uso ocasional que
ante la crisis pueden verse sobre utilizadas

Negación: La persona bloquea cosas externas para que no formen parte de la


consciencia y, por tanto, trata diversos aspectos de la realidad como si no
existieran.
Represión: La persona borra eventos y pensamientos que serían dolorosos si se
mantuvieran en el nivel consciente.
Supresión: El individuo se enfrenta a conflictos emocionales evitando
intencionadamente pensar en el problema que le producen malestar.
Proyección: La persona atribuye sus propios pensamientos, motivos o
sentimientos a otra persona.
Desplazamiento: La persona redirige un impulso (originalmente dirigido al
ausente) hacia otra persona u objeto con el ánimo de poder descargarlo.
Regresión: La persona regresa a situaciones anteriores, más inmaduras, como una
forma de refugiarse y protegerse, y enfrentar lo que le pasa.
Formación reactiva: Los impulsos no solo se reprimen sino que, además, se
controlan exagerando el comportamiento opuesto.
Ante la crisis, la expresión
clínica se verá distorsionada.
Aflicción Aguda
(1ª fase del duelo)

• Incredulidad
• Confusión, inquietud
• Negación-aceptación
• Anulación psíquica
• Oleadas de angustia aguda
• Pensamientos obsesivos
• Despersonalización
• Trastornos de memoria
• Montaña rusa
• Preguntas sin respuesta
• Diversos síntomas físicos
5 puntos importantes
1. Nadie observa una tragedia sin ser afectado.

2. Existen cuatro grandes tipos de traumas relacionados con la muerte


de un ser humano (PFSO).

3. Las tensiones y la aflicción relacionada con la muerte son


respuestas normales a eventos anormales.

4. Descargar la tensión emocional generada por las situaciones


impactantes que provocan sufrimiento y malestar es esencial.

5. Los sistemas de apoyo son cruciales para la recuperación.


DEFUSING MODIFICADO
Desactivación

Sus orígenes se remontan a los esfuerzos para


mantener la moral del grupo. Se tornó prominente
en la década del ochenta cuando se transfirieron
los principios a la vida civil.

Se trata de una estrategia de intervención en


crisis de tipo grupal, semiestructurada y con
una duración de 20 a 50 minutos.
Para su implementación, se deberá disponer de
un espacio cómodo y donde no se produzcan
interrupciones.

El momento de su realización depende de las


necesidades del grupo a atender y de las
circunstancias:

1. Debriefing: se recomienda que sea


cualquier día dentro del primer mes de
acaecido el suceso trágico,
preferiblemente en las primeras 72
horas.
2. Defusing: Al final del día o al final de la
semana. Cuanto mayor sea la crisis
más frecuente deberá ser.
Fases
Introducción
Presentación inicial del facilitador,
explicación del propósito de la
reunión, resaltando el beneficio
que tendrá para ellos y, por tanto,
la importancia que tiene. A
continuación, se expone
brevemente todo el procedimiento
y se dan a conocer las reglas que
tiene el defusing.
Relato de los hechos y reacciones
Se trata de que los participantes comenten cómo
se ha desarrollado el día, como se han ido
sintiendo y que han hecho para afrontarlo.

Los temas pueden ser: qué ha pasado a lo


largo del día, qué fue lo que les resultó más
difícil, percepciones sensoriales que tuvieron
a lo largo del día del incidente, qué ruidos u
olores recuerda, qué pensamientos se han
generado, qué emociones surgen ahora, etc.

Es importante que ellos –entre todos- consigan


una descripción detallada de lo que pasó ese día.
Esta fase es la más significativa para
identificar a aquellas personas que
están más afectadas por la situación
vivida, siendo conveniente tener un
encuentro posterior con ellos.
Normalización y educación
Muy importante situar las reacciones manifestadas en un contexto “esperable ante
situaciones como estas”, así como identificar aquellas que pueden ser signos de
problemas a corto o mediano plazo (depresión, ansiedad grave, riesgo de suicidio).

Se identifican los recursos externos utilizados, se anima a que movilicen otros recursos
que tienen a su disposición y se proporcionan herramientas que les ayuden a elaborar
adecuadamente esta experiencia:

1. Estrategias de afrontamiento individuales: por ejemplo, hacer ejercicio, escribir,


silla vacía modificada, técnica de la meditación en un minuto.
2. Estrategias de afrontamiento conjuntas: por ejemplo, defusing semanal,
conmemoraciones, anecdotario, técnica de la meditación en un minuto.
3. Tareas para la próxima reunión o para realizar durante la recuperación o
eventualidad: por ejemplo, ejercicio (box, caminar, tenis, tirar una pelota contra
una pared) biografía del ser querido.
Finalización
Antes de dar por finalizada la
reunión, se dará la posibilidad para
que pregunten o hagan algún aporte
que consideren necesario.

Seguimiento
Se propone a los asistentes realizar
estas reuniones semanales o al final
del día según sus necesidades como
servicio o grupo; en caso de una
negativa, analizar 3 o 4 semanas
después cómo se han ido
normalizando las reacciones,
descartando la presencia de
manifestaciones que nos puedan
alertar de una ayuda especializada.
Aproximación terapéutica I
Nivel de exposición Aproximación
Primera línea Defusing, pausas activas (ejercicios de estiramiento),
(Intensivistas, urgenciólogos, nutrición adecuada, hidratación (agua fría), técnicas ligeras
internistas, enfermeras, personal para del control del estrés (meditación de un minuto), sueño
auxiliar) regular. PROPRANOLOL.
Segunda línea Defusing, ejercicio, nutrición adecuada, sueño regular,
(Médicos de apoyo, ambulancias, técnicas ligeras para del control del estrés (meditación de
policías, bomberos) un minuto). PROPRANOLOL OPCIONAL.
Información adecuada y dosificada, preferentemente escrita
Tercera línea (procedimientos que se van a realizar, incluidas despedidas
(Público en general) virtuales).
En caso de fallecimiento, describir procedimiento a seguir.
Aproximación terapéutica II
Nivel Grado de Estrés Sintomatología Tratamiento
1 Leve Dificultad para levantarse, Ejercicio, nutrición adecuada, yoga,
cansancio, quejas diversas, meditación, sueño regular, técnicas para
fatiga, agotamiento del control del estrés, ensayo
conductual, potenciación del autocontrol.
PROPRANOLOL
2 Moderado Actitud negativa, cinismo, Intervención psicológica
suspicacia, alienación PROPRANOLOL
3 Grave Absentismo, enlentecimiento Intervención psiquiátrica
del trabajo, aversión, abuso Baja laboral temporal
de alcohol o drogas
4 Extremo Aislamiento, colapso, riesgo Hospitalización
suicida Baja laboral prolongada
Reubicación
EVALUACION PERSONAL DEL
FACILITADOR
1.- Determinar qué tanto de la intervención correspondió a
cada una de los cuatro tipos de comunicaciones.

Tipo de comunicación % del total


Trivial o banal
Catártica
Normativa e informativa
Persuasiva

2.- Aplicar la Escala de Manejo de Grupos.


Facilitador Co-facilitador Fecha/tipo de grupo
ESCALA MANEJO DE
GRUPOS
J. Montoya Carrasquilla, 2019-2020

El siguiente cuestionario deberá ser aplicado por el co-facilitador en relación con la función llevada a cabo por
el facilitador en el manejo del grupo. Responder inmediatamente termine el grupo.
No Un poco Bastante Muy
adecuado adecuado adecuado adecuado
1 Tipo de encuadre 0 1 2 3
2 Nivel de continencia grupal apreciado 0 1 2 3
3 Nivel de claridad y síntesis en sus 0 1 2 3
intervenciones
4 Distribución del tiempo para cada deudo 0 1 2 3
5 Distribución del tiempo para las 0 1 2 3
diferentes fases del grupo
6 Mantenimiento del mensaje de 0 1 2 3
esperanza
7 Duración del discurso del facilitador 0 1 2 3
8 Respuesta a las preguntas 0 1 2 3
9 Manejo de las situaciones conflictivas 0 1 2 3
que pudieron presentarse
10 Comunicación no verbal ajustada a la 0 1 2 3
situación
11 Calidad del cierre 0 1 2 3
Tipo de encuadre Fue claro en presentar el propósito del grupo y las reglas del mismo.
Nivel de continencia grupal apreciado Fue capaz de controlar los momentos difíciles de dolor y angustia.
Nivel de claridad y síntesis en sus intervenciones Fue claro en sus intervenciones y no se extendió en ellas.
Distribución del tiempo para cada deudo Le dio a cada miembro del grupo el tipo necesario y supo controlar delicadamente a
quienes se extendían en sus comentarios.
Distribución del tiempo para las diferentes fases del El encuadre, la presentación, la bienvenida, el desarrollo y el cierre se ajustaron a las
grupo necesidades del grupo y cada una fue desarrollada.
Mantenimiento del mensaje de esperanza En los momentos difíciles recapituló sobre lo sucedido y mantuvo el mensaje de esperanza.

Duración del discurso del facilitador Habló justo lo necesario.


Respuesta a las preguntas Respondió todas las preguntas que se hicieron de forma acertada y clara, sin
ambigüedades.
Manejo de las situaciones conflictivas que pudieron Se manejaron de forma clara y asertiva.
presentarse
Comunicación no verbal ajustada a la situación Hubo coherencia en sus comunicaciones verbales (palabras), no verbales (gestos) y
paraverbales (tono y velocidad al hablar).
Calidad del cierre Hizo un pequeño resumen de lo vivido y aplicó estrategia de desactivación.
PUNTUACIÓN
<11 No adecuado
11-21 Un poco adecuado

22-32 Bastante adecuado

33 Muy adecuado
indicumcorp@gmail.com
686.119.04.45 GRACIAS

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