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¿Cuánto cuesta tu bendición?

Vamos directamente a la escritura al libro de Génesis 25: 29-34 relata el


diálogo entre Jacob y Esaú: “Y guisó Jacob un potaje; y volviendo Esaú del
campo, cansado, dijo a Jacob: Te ruego que me des a comer de ese guiso rojo,
pues estoy muy cansado. Por tanto fue llamado su nombre Edom. Y Jacob
respondió: Véndeme en este día tu primogenitura. Entonces dijo Esaú: He
aquí yo me voy a morir; ¿para qué, pues, me servirá la primogenitura? Y dijo
Jacob: Júramelo en este día. Y él le juró, y vendió a Jacob su primogenitura.
Entonces Jacob dio a Esaú pan y del guisado de las lentejas; y él comió y
bebió, y se levantó y se fue. Así menospreció Esaú la primogenitura”.
Jacob hizo un pacto con Esaú quien le vendió la primogenitura y por lo tanto el
derecho a la bendición de Abraham, por un plato de comida. Su menosprecio
fue extremo porque no se vende barato algo tan valioso. La Palabra dice que
éste venía cansado del campo pero no es excusa para su actitud de regalar esa
poderosa e importante herencia.
Esaú no pensó en lo que venía con la primogenitura, las bendiciones.
En aquel tiempo ser el primogénito era verdaderamente un honor , esto incluía
una serie de privilegios sobre todos los demás hermanos, y si se trataba de la
herencia era el que recibía mayor porción, además de ser el siguiente en línea a
ser el patriarca de la familia.
Le doy un consejo, cuando se sienta enojado, fastidiado o cansado es menor que
no trate de arreglar cosas importantes, que no intente en ponerse de acuerdo
con nada que considere es básico, es mejor tener un poco de cuidado ya que por
nuestro mismo sentir, por el estado de ánimo que estemos atravesando nos
puede llevar a tomar decisiones, o acuerdos que definitivamente no serán las
mejores. 
Incluso matrimonios, si están pasando por un momento como este, no se metan
en problemas con su conyugue, esperen a sentirse mejor, una cabeza fría, un
cuerpo descansado piensa y reacciona mejor.
Leímos como a Esaú le costó caro su cansancio y hambre, que poco valoro su
primogenitura y juro entregarla a su hermano Jacob.
Y definitivamente esto causo historia y aproximadamente 4 mil años después se
toma la acción de Esaú como ejemplo y leemos Hebreos 12:15-17 “Mirad
bien, no sea que alguno deje de alcanzar la gracia de Dios; que brotando
alguna raíz de amargura, os estorbe, y por ella muchos sean contaminados;
no sea que haya algún fornicario, o profano, como Esaú, que por una sola
comida vendió su primogenitura. Porque ya sabéis que aun después, deseando
heredar la bendición, fue desechado, y no hubo oportunidad para el
arrepentimiento, aunque la procuró con lágrimas”.
Y menciona a Esaú como profano, palabra fuerte que significa alguien o algo
que va en contra de las cosas sagradas o santas, alguien que va en contra de los
designios de Dios; por nombrar las más importantes.
Y que fuerte debido de haber sido para él, ya que según lo relata el texto, fue
desechado aunque se arrepintió y lloro.
Cuidado entonces con nosotros, de no menospreciar las bendiciones que Dios
ha otorgado, no sea que después nos toque llorar.
Y leímos el texto de Génesis que Esaú menosprecio la primogenitura, yo le
llamaría también “La bendición”, “El pacto con Dios”, menospreciar lo que
significa “no darle valor a algo o a alguien”
No valore en poco el precio que se pagó por nosotros en la cruz, las bendiciones
que se reciben al tener el acceso al padre solo a través del sacrificio de nuestro
Señor Jesucristo.
Ahora bien volviendo al punto en el que empezamos, siempre se ha manejado
que Jacob es un engañador un usurpador y se le relaciona prácticamente como
alguien que se robó la primogenitura de su hermano mayor, pero no es así,
Jacob se la gano y bien, no fue su culpa que estuviera en venta y mucho menos
tan barata.
Tal vez al principio Jacob no tenía ni idea de cómo reclamaría ese derecho que
se ganó, pero su madre le dio la idea, y eso lo leemos en el capítulo 27 y
finalmente Jacob es obediente a su madre y leemos Génesis 27:19 “Y Jacob
dijo a su padre: Yo soy Esaú tú primogénito; he hecho como me dijiste:
levántate ahora, y siéntate, y come de mi caza, para que me bendigas”.
Y llegado el momento Jacob actuó, que a diferencia de su hermano Esaú quien
lo olvido, Jacob no lo olvido.
Innegablemente este texto se pudiera prestar un poco a confusión y también un
poco a controversia, por un lado algunos apelan a la obediencia muy
conveniente a su madre y la única forma de obtener el privilegio comprado y
tenemos por otro lado que hay un engaño al hacerse pasa por Esaú, y no
revelarle a su padre el menosprecio a la primogenitura que el hijo mayor había
demostrado al cambiarla por un plato de comida.
Diríamos que “quiso evitarle el dolor a su padre”, sin embargo también estaba
en todo el derecho de recibir lo que había ganado años atrás.
Cuando reaccionamos de alguna decisión impetuosa que hemos tomado
queremos enmendarla a como dé lugar, desafortunadamente muchas ocasiones
ha pasado algún tiempo considerable que no nos da pauta a arreglarlas.

En el caso de Esaú, pasaron años para que se diera cuenta de la gran tontería
que había cometido, obviamente ya saciada su hambre y sed, tomo en poco el
momento en que había hecho su intercambio.
Génesis 27:34 continúa: “Cuando Esaú oyó las palabras de su padre, clamó
con una muy grande y muy amarga exclamación, y le dijo: Bendíceme
también a mí, padre mío”. En ese momento, creo yo fue cuando Esaú se dio
cuenta de grave error.
Esaú todavía se indigna por algo que él mismo cedió y provoco, y leemos en  
Génesis 27:36 “Y Esaú respondió: Bien llamaron su nombre Jacob, pues ya
me ha suplantado dos veces: se apoderó de mi primogenitura, y he aquí ahora
ha tomado mi bendición. Y dijo: ¿No has guardado bendición para mí?”
Y el maneja dos términos se APODERO y TOMO, y lo mejor de todo es que está
verdaderamente sorprendido e indignado, por lo visto había olvidado ese
momento tan importante.
Hay tantas cosas que Dios pone en nuestras manos y que muchas de ellas no le
vemos sentido alguno, creemos que son insignificantes, nos sentimos fuera de
lugar, con ganas es mas de mejor salir corriendo en sentido contrario
simplemente porque no le encontramos un motivo una razón válida para
nosotros, pero NUNCA, NUNCA tome en poco lo que Dios te da. Dentro de la
iglesia, y en el trabajo a desarrollar dentro de ella, absolutamente todo tiene una
razón de ser y es BENDICION, aunque tus ojos no lo vean, nunca lo olvide.
¿Sabe una cosa? No se le ceda al enemigo, lo que Dios le entregó a usted, Dios
se lo ha dado por derecho como hijo, no venda su primogenitura, su lugar en
Dios no sea que termine amargado, resentido y hasta entablando juicio sobre
alguien más, por haber menospreciado la bendición de Dios, y que otro este
disfrutando de ella, no queriendo reconocer que lo que esté sucediendo es
porque usted mismos lo ocasionamos.
Esaú llega al grado de planear la muerte de su padre y la de su hermano, la
amargura que se ocasiono a consecuencia de sus propios actos lo llevaron a un
ponto de odio extremo (Génesis 27:41)
Algo pasó con Isaac que lejos de enojarse y con conciencia de que es Jacob le da
la mejor de las bendiciones.
Génesis 28:3-4 “Y el Dios Omnipotente te bendiga, y te haga fructificar y te
multiplique, hasta llegar a ser multitud de pueblos; te dé la bendición de
Abraham, y a tu descendencia contigo, para que heredes la tierra en que
moras, que Dios dio a Abraham. Yo quiero pensar que finalmente le llego la
verdad a Isaac de el por qué Jacob se presentó ante su padre asiéndose pasar
por su hermano mayor”.
Dios recompensa nuestras acciones tarde que temprano, ¿Qué las bendiciones
tienen un costo? Por supuesto que sí, el mayor pago lo dio nuestro Señor
Jesucristo, lo que Dios le entrego para hacer lo cumplió hasta el final.
Y es igual con nosotros, y lo vemos en la historia de Jacob.
1.- Toma lo que otro está menospreciando no deja pasar la oportunidad.
*Usted no ceda a lo que tiene y tome lo que Dios le quiera entregar.
2.- La bendición que recibe de su padre es inmejorable (La bendición del Padre
nadie la puede mejorar).
* Hoy tenemos la promesa de vida eterna, siendo coherederos con Cristo Jesús.
3.- Aunque Jacob se va con las manos vacías de la cuna paterna, Dios respalda
la bendición dada a través de su padre Isaac y lo hace grandemente rico.
4.- Y un punto muy importante, que aun antes de tener algo, Jacob hace
promete a Dios Génesis 28:20-22 “E hizo Jacob voto, diciendo: Si fuere Dios
conmigo, y me guardare en este viaje en que voy, y me diere pan para comer y
vestido para vestir, y si volviere en paz a casa de mi padre, Jehová será mi
Dios. Y esta piedra que he puesto por señal, será casa de Dios; y de todo lo que
me dieres, el diezmo apartaré para ti”.
Y así lo hizo y fue aún más prosperado y se arregló el problema con su hermano,
Dios conocía su corazón.
Le digo algo, nunca olvide cuando haga un pacto con Dios, usted puede fallarle a
mucha gente queriendo hacerlo o no, pero con Dios tenga siempre presente lo
que le ha prometido, que en su fidelidad a Él, él se moverá con usted y le
recompensara.
Su fe es importante para recibir lo que pide y para que Dios le de lo que le ha
reservado, no dude ni un momento, Dios le levantara, le sustentara y
prosperara, solo confíe en Él.

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