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El talento y el Cuervo

Cierta vez, un sediento Cuervo tuvo la idea de cruzar un inmenso desierto en el día más caluroso
del año. Debido a esta mala decisión, estuvo a punto de desfallecer, pero de pronto sus ojos
avistaron algo que parecía ser un cántaro de esos, donde los humanos usan para llevar agua.

Al bajar para verificar si era cierto, su suerte fue grande porque sí tenía agua aquel cántaro; pero
para su dicha duró poco ya que la boca del cántaro era tan estrecha que no podía entrar el pico
del Cuervo.

El Cuervo muy pensativo y sediento, se dijo:

"Vaya. Tengo que pensar en algo para que pueda obtener aquella deliciosa agua y satisfacer mi
terrible sed."

Tras pensar un buen rato y observar unas piedras, le vino a la mente una solución para su


problema. Llenó el cántaro con las piedras  hasta que el agua salga de éste. Así, el Cuervo pudo
satisfacer su gran sed.

Moraleja
Quien utiliza su intelecto,supera todas las dificultades.
El León y la Rana
Cierta vez, un León que después de su gran banquete, decidió tomar una siesta cerca del estanque
lleno de floresta.

En aquel lugar, vivía una Rana gritona que se puso a cantar fuertemente sin importarle quien la
escuche. El León despertó de inmediato por tal bulla y, muy molesto por el canto, sacudió su
melena, e inició la búsqueda de aquella intrusa para darle su merecido castigo.

"¡¿Quién se atreve a perturba mi sueño placentero?!" — Dijo el León.

A los pocos segundos de su búsqueda, el León encontró a la ruidosa Rana y sin mucho reparo, la


pisó. Luego dijo:

"Señora Rana. Haga menos ruido y tenga más respeto para el sueño de su Rey."

Moraleja

Quien respeta dignidad,


tiene la vida segura.
El zorro y las uvas
En una tarde soleada y calurosa, Una Zorra que estaba cazando durante todo el día, estaba muy
sedienta. En su descanso se decía:

"Cómo me gustaría encontrar agua para saciar esta terrible sed."

De pronto, en una Viña vio un gran racimo de Uvas grandes y jugosas. Al acercarse y verlas, le


pareció que estaban maduras y jugosas.

"¡Oh, pero que apetitosas Uvas se ven. Con su jugo dulce saciaré mi gran sed!"

La Zorra se puso de puntillas y se estiró lo más que pudo, pero las Uvas estaban muy alto. Sin
abandonar su objetivo, tomó impuso para alcanzar las uvas. Pero nuevamente fue en vano porque
no pudo.

La Zorra nuevamente brincó y brincó muchas veces pero no pudo alcanzar las Uvas. Al final,
la Zorra estaba más cansada y sedienta como nunca. Tras esto ella se dijo:

"Qué tonta he sido. Las Uvas están verdes y no se pueden comer. Aun así, ¿para qué las querría?"

Moraleja
Nunca eches la culpa a los demás de lo que no eres capaz de alcanzar.
Trabalenguas Tres tristes tigres
Tres tristes tigres
tragaban trigo
en tres tristes trastos
sentados tras un trigal.
Sentados tras un trigal,
en tres tristes trastos
tragaban trigo
tres tristes tigres.
1. La Llorona
La llorona  es una de las leyendas más conocidas en Guatemala y, aunque hay varios elementos que no
cambian, existen varias versiones sobre el origen de esta leyenda. Uno de los elementos que permanece igual
en todos los relatos es el nombre de la Llorona y su procedencia. Es decir, en todas las leyendas la mujer
lleva el nombre de María y es criolla, es decir, hija de españoles en época de la colonia. Así mismo, otro de
los elementos en común de las leyendas es que María contrajo matrimonio y que su esposo viajaba mucho.
Los elementos que varían es que, estando de viaje, María se enamoró de un fontanero de nombre Juan de la
Cruz y producto de este amor queda embarazada. Otra de las versiones es que de la persona que se
enamora es de un mozo de su finca y la tercera versión es que María llevaba una vida de libertinaje y se
desconoce de quien queda embarazada. Las leyendas, casi todas de ellas, cuentan que, una vez
embarazada, puede ser de 1, 2 o inclusive 3 hijos, y preocupada
de lo que diría su esposo, María va al rio y ahoga a sus hijos.
Luego de haber ahogado a su hijo o hijos, a María le da cargo de
conciencia y trata de rescatar a sus pequeños y termina
ahogada ella también. Otro de las leyendas cuenta que María
regresa a su casa y al darse cuenta de lo que había hecho corre
por las calles gritando “mis hijos, mis hijos, donde están mis
hijos” con lágrimas en los ojos. Finalmente, las leyendas cuentan
que la llorona está condenada a buscar a sus hijos por toda la
eternidad; asimismo, se comenta que si se escucha a la llorona
lejos es porque está cerca y cuando se escucha cerca es porque
está lejos.
2. El Sombrerón
Al igual que la Llorona, El Sombrerón es una de las leyendas más populares en Guatemala y por lo tanto,
tiene varios elementos similares y varios elementos distintos en cada uno de los relatos. Todas las leyendas
concuerdan en que el Sombrerón era una hombre de pequeña estatura, que usaba un sombrero muy grande,
siempre estaba con una guitarra y tenía una voz maravillosa. Cuentan las leyendas que el Sombrerón vio a
una mujer que lo deslumbro con su belleza, de ojos oscuros y pelo negro. Al verla no puedo resistirse y quiso
enamorarla, por lo que se acercó a su balcón y le cantó
serenata. La mujer, a quienes en algunas leyendas la llaman
Celina, se enamoró de este pequeño hombre con esta
angelical voz a quien esperaba todos los días. Celina dejo de
comer esperando a la llegada del hombre con la voz
melodiosa.  Los padres de Celina, preocupados, llaman a un
sacerdote y al ver que este no podía ayudarla, la llevaron a
un convento. La muchacha murió de tristeza y el dia del
velorio apareció el Sombrerón cantando y llorando de
tristeza. Desde ese día, cuentan las leyendas que se puede
escuchar al Sombrerón cantar con su guitarra en las noches y busca a mujeres de pelo negro y ojos oscuros.
Asi mismo, se dice que para ahuyentar al Sombrerón de una mujer a la que persigue, a esta se le debe de
cortar el pelo. 

3. La Ciguanaba
La ciguanaba, según cuentan la leyenda en su origen, era una mujer llamada Sihuehuet, cuyo nombre
significa mujer hermosa. Esta mujer tenía una relación con el hijo de un Dios, del cual quedó embarazada.
Pero Sihuehuet probo no ser una buena madre, al contrario, fue una madre que no cumplía con sus
obligaciones. A parte de ser una mala madre, Sihuehuet tenía un amante. Al descubrir esto, el hijo del Dios,
llamado Tlaloc, maldijo a Sihuehuet. La maldición consiste
en que la mujer sería bella de lejos pero una vez las
personas se acercaran y la vieran de cerca sería una
mujer horrible. Esta leyenda continúa estando vigente, ya
que, según cuentan los relatos, la ciguanaba es una mujer
que parece hermosa a primera vista pero al acercarse
tiene cara de yegua o incluso de calavera. Se dice que la
ciguanaba persigue a los hombres que son infieles o trasnochadores. Siguen contando las leyendas que la
ciguanaba atrae a los hombres a barrancos o lugares desiertos para que las personas mueran al seguirla.
Otra de las versiones es que la ciguanaba mata del susto a las personas o que, sino mueren, se vuelven locas
luego de verla.
4. “EL CADEJO”

Hubo un joven que era muy trasnochador. Se llamaba Carlos Roberto y era guardián de un terreno.
Siempre que regresaba ya muy entrada la noche, encontraba un perro blanco enfrente de su puerta.
Era grande y peludo, pero nunca dejaba que Carlos se le acercara. El perro al ver que él entraba a
su casa se sacudía, daba vuelta y desaparecía. Y esto sucedía todas las noches que Carlos llegaba
muy tarde a su casa. Un día de tantos, Carlos quiso seguirlo para verlo de cerca y de dónde venía,
pero nunca lo logro alcanzar.

Alguien le dijo que era El Cadejo, y que cuidaba de su


mujer y sus hijos cuando él no estaba. Este es el Cadejo
bueno, el que anda y cuida a las mujeres, porque el
Cadejo negro es que siempre anda detrás de los hombres
que están borrachos.

5. El carretón de la muerte
El carro o carretón de la muerte, aparece según la leyenda,
en las casas en las cuales fallecerá una persona y, luego de
fallecer, el carruaje llegaba a recoger al muerto.  Una de las
leyendas cuenta que el carruaje es jalado por 2 caballos
negros e incluso hay gente que dice que los mismos sacan
fuego de la boca.
La persona que maneja el carruaje va vestida totalmente de
negro, haciendo que todo el carruaje sea de ese color.

6. Leyenda de la Tatuana
Esta leyenda narra la historia de la más bella mujer que hubo alguna
vez en Guatemala. Tras ser acusada de bruja por atraer a todos los
hombres, fue sentenciada a morir quemada en la hoguera por la
Santa Inquisición.
La noche antes de su ejecución, dibuja en la pared de su celda un
barco con un pedazo de carbón y tras recitar un conjuro aparece el
diablo y la ayuda a escapar en el barco.
El lobo con piel de oveja
Pensó un día un lobo cambiar su apariencia para así facilitar la obtención de su comida. Se metió
entonces en una piel de oveja y se fue a pastar con el
rebaño, despistando totalmente al pastor. 
Al atardecer, para su protección, fue llevado junto con todo
el rebaño a un encierro, quedando la puerta asegurada.
Pero en la noche, buscando el pastor su provisión de
carne para el día siguiente, tomó al lobo creyendo que
era un cordero y lo sacrificó al instante. 
Moraleja:
Según hagamos el engaño, así recibiremos el daño.
El Asno, el Gallo y el León
Cierta vez, un Asno y un Gallo se encontraron en unos pastizales y ambos se alimentaban
tranquilamente hasta que de pronto, el Gallo avistó la presencia de un hambriento León que, viendo
al despreocupado al Asno, se preparaba para devorarlo.

El Gallo al observar el peligro de su compañero, se puso a cantar lo más fuerte que pudo. El León al
oír tan peculiar sonido del ave, se asustó y emprendió huida.

El Asno creyó que el León huía por por temor a él, así que no dudó
en ir tras el León para hacerlo escarmentar más; sin embargo,
cuando llegó a cierta distancia en la que ya no se oía el canto
del Gallo, el León se detuvo de golpe, se dio la vuelta y de un
bocado devoró al insensato Asno sin mucha demora.

El Asno antes de morir solo se pudo decir:

"¡Qué burrada cometí!. Si no nací guerrero ¿por qué me lancé a la batalla?"


Moraleja
Quien busca el peligro, en él perecerá.
La Codorniz
En una día de Otoño, un Cazador preparaba
una trampapara atrapar su comida del día. Él en su mente se
decía:

"Ojala caiga una Codorniz. Llevo mucho tiempo sin poder


saborear una que ya casi he olvidado su exquisito sabor."

Mientras esperaba impaciente escondido tras un pastizal, vio


varias aves pasar cerca de su trampa, pero ninguna se
acercaba lo suficiente para que se active la trampa. Tras largas horas de no lograr nada y cansado
de esperar mucho, se dispuso a irse a casa, hasta que de pronto, se acercó a la trampa una
hambrienta Codorniz quedó atrapada al instante.

La Codorniz en su desdicha se decía:


"¡Qué insensata he sido!. Debí estar más atenta a lo que me rodea en vez de dejarme llevar por mi
hambriento estómago. Lo tengo bien merecido."
Moraleja 
Quien no estima el peligro,
se convierte en su propio enemigo.
El Oso y La Zorra
Cierta vez, una Zorra observó a un Oso que
pasaba de largo junto al cadáver de un hombre.
Ella le dijo al Oso:

"Oiga señor Oso, ¿no se da cuenta que deja de


lado una gran presa?"

El Oso con aspecto cansado, respondió:

"Tanta es mi consideración por los Humanos, que jamás tocaría


el cadáver de un Hombre ni menos el de una mujer."

La Zorra sorprendida por pensamiento y palabras de un carnicero, contesto con maliciosa cortesía:

"Su consideración seria muy apreciable si lograra experimentar por los vivos el mismo respeto que
merecen los muertos."
Moraleja
Tan importante es el vivo,
como el venerado difunto.
El Perro de Presa y otros canes
Cierta vez, un Granjero educaba a un enorme Perro para que pelee contra los Osos y Leones que
saqueaban su ganado.

Cuando llegó el día de hacer frente a las fieras, la cadena que


sujetaba al Perro se arrancó y él salió disparado por las calles.
Los Perros de la vecindad al verlo pasar como una flecha, le
gritaron:

"Oye hermano, ¿por qué huyes de esa manera?"

El Perro de Presa respondió:

"Aunque tengo comida de sobra, el sólo pensar que tengo


que combatir contra Osos o Leones, me resulta como tener que enfrentarme a la muerte."

Los asombrados Perros, sólo comentaron:

"Nuestra vida callejera aunque pobre, es mucho mejor que tener que pelear con temibles osos y
leones."

Moraleja
No vale exponer la vida,
por un plato de comida.
Cuento corto del adivino
Instalado en la plaza pública, un adivino se entregaba a su oficio. De repente se le acercó un vecino,
anunciándole que las puertas de su casa estaban abiertas y que habían robado todo lo que había en
su interior.
El adivino levantándose de un salto y salió corriendo hacia su casa, desencajado y suspirando, para
ver lo que había sucedido.
Uno de los que allí se encontraban, viéndole correr le dijo:  
-Oye, amigo, tú que te vanaglorias de prever lo que ocurrirá a los otros, ¿por qué no has previsto lo
que te sucedería a ti?
El adivino no supo qué responder.
Moraleja: no hay que fiarse de aquellos que dicen que pueden adivinar el futuro de los demás. Tan
sólo pretenden estafarnos y quitarnos nuestro dinero. 

El hombre bueno y el falso


Hace mucho, viajaban juntos dos hombres de los cuales, uno era bueno y el otro falso.

Cuando llegaron al país de las monas, el Rey de estos supo de su llegada, así que los hizo hacerse
presentes en su palacio. Luego les preguntó:

"Díganme viajeros, ¿qué se dice de mi en otros países?"

El Hombre falso de inmediato contesto:


"Mi Rey, todos dicen que eres un excelente monarca y muy generoso."
El Mono Rey ordenó que sea premiado, luego preguntó al hombre bueno:

"¿Quién soy yo y qué te parecen los que me rodean?"


El Hombre bueno pensando que el falso había obtenido gloria por decir mentiras, creyó que sería mejor
premiado si decía la verdad. Así que respondió:

"Pues usted no es nada más y nada menos que un simple y


corriente mono."
Muy indignado el Rey, mandó encerrar al hombre bueno.
Moraleja
Quien ama el elogio, no aprecia la verdad.

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