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Arquitectura neoclásica

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Representación de la Acrópolis de Atenas, obra de 1846 del arquitecto y pintor Leo von


Klenze (Neue Pinakothek, Múnich)

Proyecto de Opéra, obra no realizada de Étienne-Louis Boullée de 1781

Neue Wache (1816-18), Karl Friedrich Schinkel, Berlin


La basílica de San Francisco de Paula (1816-1846) en la piazza del Plebiscito, en Nápoles

La Rotonda (1822-1826) de la Universidad de Virginia, de Thomas Jefferson y Stanford White

La arquitectura neoclásica es un estilo arquitectónico occidental que produjo


el movimiento neoclásico que comenzó a mediados del siglo XVIII, por una
reacción contra el estilo barroco de ornamentación naturalista así como por el
resultado de algunos rasgos clasicistas nacidos en el barroco tardío. Se
prolongó durante el siglo XIX, coincidiendo luego con otras tendencias, como
la arquitectura historicista y el eclecticismo arquitectónico. Algunos
historiadores llaman clasicismo romántico a la producción neoclásica de la
primera mitad del siglo XIX, jugando con el oxímoron (oposición de términos),
ya que además de coincidir con el romanticismo, estilísticamente compartía
rasgos con la estética romántica, al añadir cierta expresividad y espíritu
exaltado a la sencillez y claridad de las edificaciones clásicas grecorromanas.1
Los factores fundamentales que influyeron en el surgir de la arquitectura
neoclásica fueron los mismos que determinaron el contexto político, social y
económico de la época, en la que destacan la Revolución Industrial, la crisis del
Antiguo Régimen, la Ilustración, el enciclopedismo, la fundación de
las Academias o el despotismo ilustrado. La Revolución Industrial modificó
profundamente la forma y el ritmo de vida en las ciudades y propició nuevos
adelantos técnico-constructivos y el empleo de nuevos materiales. Se buscaba
dar un carácter más científico a las artes, por lo que los artistas debían ser
técnicos más que inventores, e imitadores más que creadores. Ese espíritu
científico llevó a considerar al arte clásico como un arte progresista,
desprovisto de adornos sin sentido y anhelando la perfección de las leyes
inmutables, sin depender de las impresiones subjetivas e imperfectas del
artista. Esa nueva orientación hizo que se rechazara la última arquitectura
barroca y se volvieran los ojos hacia el pasado a la búsqueda de un modelo
arquitectónico de validez universal. Nacieron movimientos de crítica que
propugnan la necesidad de la funcionalidad y la supresión del ornato en los
edificios. Francesco Milizia (1725-1798) en Principi di Architettura Civile (1781)
extendió desde Italia las concepciones rigoristas a toda Europa. Mientras, en
Francia, el abate Marc-Antoine Laugier (1713-1769) propugna en sus
obras Essai sur l'Architecture (1752) y Observations sur l'Architecture (1765) la
necesidad de crear un edificio en el que todas las partes tuvieran una función
esencial y práctica y en el que los órdenes arquitectónicos fueran elementos
constructivos y no solo decorativos, todo ello para hacer una arquitectura
verdadera: la construida con lógica. El concepto de economía relacionado con
el funcionamiento de los propios edificios cambió algunos esquemas de
organización espacial y hasta la propia relación entre vanos y macizos.
La Ilustración sostenía que la infelicidad del hombre se debía a la ignorancia y
a la irracionalidad y por eso el camino a la felicidad era llevar la luz de la razón
por medio de la educación. Aunque las primeras Academias para el estudio de
las artes habían surgido en Italia ya en el siglo XVI, las fundadas en el siglo
XVIII ya eran ilustradas y sirvieron como transmisoras de ideas contrarias al
barroco y a favor del neoclasicismo y los diversos tratados clásicos y
renacentistas de las Tres nobles artes, así como de aquellas obras de carácter
técnico y científico que racionalizaban su práctica y ejecución. En ese momento
el arte comienza a sufrir las consecuencias de una crítica libre, fundada en los
principios éticos. La arquitectura podía ser analizada como una rama del arte
social y moral y La Enciclopedia le atribuyó la capacidad de influir en el
pensamiento y en las costumbres de los hombres. Proliferaron así las
construcciones que mejoraban la vida humana como hospitales, bibliotecas,
museos, teatros, parques, etc., eso sí, pensadas con carácter monumental.
El enciclopedismo, el espíritu precursor de la Revolución francesa, trajo
también consigo una concepción romántica de la Grecia Antigua. En la
arquitectura la formación requerida implicaba el conocimiento de las fuentes
antiguas tales como Vitrubio, Palladio, Vignola; por lo que se hizo uso de los
repertorios formales de las arquitecturas griega y romana (e incluso
de Egipto y Asia Menor). Todos los arquitectos partían de unos supuestos
comunes: la racionalidad en las construcciones y la vuelta al pasado. Aunque
los enfoques diferían.
Los modelos greco-romanos dieron lugar a una arquitectura monumental que
reproducía frecuentemente el templo clásico para darle un nuevo sentido en la
sociedad civil. El perfil de los Propileos de Atenas sirvió al alemán Carl
Gotthard Langhans para diseñar su puerta de Brandeburgo en Berlín (1789-
1791),2 un tipo muy repetido como atestigua la entrada al Downing
College de Cambridge (1806) obra del inglés William Wilkins o la
posterior Gliptoteca de Múnich de Leo von Klenze.3 También el inglés James
Stuart (1713-1788), un arquitecto arqueólogo al que se ha llamado el
Ateniense, en su monumento a Lisícrates en Staffordshire, reprodujo
el monumento corágico de Lisícrates en Atenas. Los hermanos Adam
difundieron por toda Inglaterra un modelo decorativo para interiores con temas
sacados de la arqueología; una de sus obras más representativas es Osterley
Park, con una notable estancia etrusca y un clásico hall de entrada (1775-
1780). Italia prefirió recrear sus modelos antiguos ya bien avanzado el siglo
XVIII y en los comienzos del siglo XIX. El modelo del Panteón de Agripa en
Roma se repite en un gran número de templos, como el de la Gran Madre de
Dio en Turín y San Francisco de Paula en Nápoles, ambos terminados
en 1831, que reproducen el pórtico octástilo y el volumen cilíndrico del
Panteón.
Otros arquitectos, los llamados utópicos, revolucionarios o visionarios,
plantearon edificios basados en las formas geométricas. No despreciaron la
herencia del pasado clásico y, aunque respetaron las normas de simetría y la
monumentalidad, sus edificios fueron a veces el resultado de la combinación
caprichosa de las formas geométricas. Étienne-Louis Boullée (1728-1799)
y Claude-Nicolas Ledoux (1736-1806) encabezaron esta postura; entre la gran
cantidad de proyectos no construidos merece la pena mencionarse el cenotafio
para Isaac Newton, concebido por Boullée como una esfera, representación del
modelo ideal, levantada sobre una base circular que había de cobijar el
sarcófago del científico. Ledoux dejó edificios construidos, entre ellos una parte
de la utópica ciudad industrial de las Salinas de Arc-et-Senans, de planta
circular en el Franco Condado o el conjunto de la Villette en París.
Entre ambos grupos aparece una tercera opción, la de la arquitectura
pintoresca, a partir de la creación de jardines ingleses en el siglo XVIII,
ordenados de forma natural lejos del geometrismo del jardín francés; se valora
la combinación de la naturaleza con lo arquitectónico, la inclusión en el paisaje
natural de edificios que remedan las construcciones chinas, indias o
medievales. Ese juego de formas caprichosas y el aprovechamiento de la luz
buscaban suscitar sensaciones en el espectador. Horace Walpole (1717-1797)
construyó la Strawberry Hill House (1753-1756) en las afueras de Londres, una
fantasía gótica de la que su autor dijo que le había inspirado para escribir El
castillo de Otranto, una novela gótica, expresión del efecto inspirador de la
arquitectura. También William Chambers (1723-1796) creó un conjunto
pintoresco en los Jardines de Kew (Londres) (1757-1763) con la inclusión de
una pagoda china que reflejaba su conocimiento de las arquitecturas orientales.

Palacio Bourbon (1722-1728) (hoy Asamblea


Nacional), París
 

Fachada al patio de Somerset House (1776-1796),


Londres
 

Puerta de Brandeburgo (1789-1791), de Carl


Gotthard Langhans, Berlín
 

Museo del Prado (1785-1819) en Madrid, obra


de Juan de Villanueva
 

Catedral de Kazán (1801-1811), de Andréi Voronijin,


San Petersburgo

Índice

 1El origen del estilo


 2La crítica ilustrada
 3Arquitectura visionaria
 4Arquitectura pintoresca
 5Neorromano y neogriego
 6Neoclasicismo en Europa
o 6.1Francia
o 6.2Arquitectura neoclásica en Alemania
o 6.3Gran Bretaña
o 6.4Italia
o 6.5Rusia
o 6.6España
o 6.7Escandinavia
o 6.8Otras naciones europeas
 7Neoclasicismo en América
o 7.1Iberoamérica
o 7.2Estados Unidos
 7.2.1Siglos XVIII y XIX
 7.2.2Siglo XX
 8Notas
 9Bibliografía
 10Enlaces externos

El origen del estilo[editar]


La arquitectura neoclásica se quiere heredera de la arquitectura clásica,
teorizada por el arquitecto antiguo Vitruvio en su tratado que definió la teoría de
los tres órdenes (dórico, jónico y corintio). Vitruvio será la gran referencia de los
arquitectos para fundar la renovación de los recursos a las formas antiguas,
desde la segunda mitad del siglo XVIII hasta 1850. Aunque en sus inicios en
Francia en 1760, la arquitectura neoclásica pretendía haber recurrido a formas
griegas más que a las italianas —al punto que llamada goût grec—
intelectualmente, el neoclasicismo era un deseo de volver a la "pureza"
percibida de las artes de Roma, a la percepción más vaga ("ideal") de las artes
griegas antiguas y, en menor medida, al clasicismo renacentista del siglo XVI,
que había sido también una fuente para la arquitectura barroca académica.
Se trata de un movimiento internacional que aparece con diferentes
manifestaciones, desde América del Norte hasta Rusia. Se declinó en varias
corrientes y se pueden distinguir:

 la fase del palladianismo, la más antigua,


que se desarrolla en las campiñas de Gran
Bretaña bajo el impulso de Inigo Jones y
de Christopher Wren. Se aplica más bien a
edificios aislados, rurales y de forma
compacta. Su influencia es más italiana que
antigua.
 el neogriego (Greek Revival e en Inglaterra),
cuyo arquitecto principal en Francia
fue Ange-Jacques Gabriel, primer arquitecto
del rey bajo Luis XV.
 el estilo neoclásico propiamente dicho, en
arquitectura, que conocerá un éxito
duradero en toda la primera mitad del siglo
XIX, tanto para los edificios públicos como
privados en Occidente. También se verá
reflejado en las artes decorativas entre 1770
y 1830.
 el estilo Beaux Arts, que algunos quieren
ver como una extensión de los cánones
neoclásicos.
Muchos arquitectos neoclásicos de principios del siglo XIX estuvieron
influenciados por los dibujos y proyectos de Étienne-Louis Boullée y Claude
Nicolas Ledoux. Los muchos dibujos de grafito de Boullée y de sus alumnos
representan una arquitectura geométrica que emula la eternidad del universo.
Hay vínculos entre las ideas de Boullée y la concepción de lo sublime
de Edmund Burke. Ledoux añadió el concepto del carácter arquitectónico,
sosteniendo que un edificio debe comunicar inmediatamente su función al
espectador: tomadas literalmente tales ideas dan lugar a la "arquitectura
parlante".

La crítica ilustrada[editar]
La arquitectura puede ser analizada como una rama de las artes social y
moral; L'Encyclopédie le atribuyó la capacidad de influir en el pensamiento y en
las costumbres de los hombres. Proliferan así las construcciones que pueden
contribuir a mejorar la vida humana como hospitales, bibliotecas, museos,
teatros, parques, etc., pensadas con carácter monumental. Esta nueva
orientación hizo que se rechazara la última arquitectura barroca y se volvieran
los ojos hacia el pasado a la búsqueda de un modelo arquitectónico de validez
universal.
Nacen movimientos de crítica que propugnan la necesidad de la funcionalidad y
la supresión del ornato en los edificios. Francesco Milizia (1725-1798)
en Principi di Architettura Civile (1781) extendió desde Italia las concepciones
rigoristas a toda Europa. Mientras, en Francia, el abate Marc-Antoine
Laugier (1713-1769) propugna en sus obras Essai sur l'Architecture (1752)
y Observations sur l'Architecture (1765) la necesidad de crear un edificio en el
cual todas sus partes tuvieran una función esencial y práctica y en el que los
órdenes arquitectónicos fueran elementos constructivos y no solo decorativos,
todo ello para hacer una arquitectura verdadera: la construida con lógica.
Todos los arquitectos parten de unos supuestos comunes como son la
racionalidad en las construcciones y la vuelta al pasado. Los modelos de los
edificios de Grecia y Roma e incluso de Egipto y de Asia Menor, se convierten
en referentes que todos emplean aunque desde puntos de vista distintos.

Arquitectura visionaria[editar]

Proyecto de cenotafio para Isaac Newton, de Étienne-Louis Boullée.


Artículo principal: Arquitectura visionaria
Otros arquitectos, los llamados utópicos, revolucionarios o visionarios,
plantearon edificios basados en las formas geométricas. No despreciaron la
herencia del pasado clásico y, aunque respetaron las normas de simetría y la
monumentalidad, sus edificios son a veces el resultado de la combinación
caprichosa de las formas geométricas. Étienne-Louis Boullée (1728-1799)
y Claude-Nicolas Ledoux (1736-1806) encabezaron esta postura; entre la gran
cantidad de proyectos no construidos merece la pena mencionar el Cenotafio
para Isaac Newton concebido por Boullée como una esfera, representación del
modelo ideal, levantada sobre una base circular que había de cobijar el
sarcófago del científico. Ledoux ha dejado edificios construidos, entre ellos una
parte de la utópica ciudad industrial de las Salinas de Arc-et-Senans, de planta
circular en el Franco Condado o el conjunto del parque de la Villette en París.

Arquitectura pintoresca[editar]
Templo de la Virtud Antigua, Stowe, Buckinghamshire, de William Kent.

Entre uno y otro grupos aparece una tercera categoría, la arquitectura


pintoresca, a partir de la creación de los jardines ingleses en el siglo XVIII,
ordenados de forma natural lejos del geometrismo del jardín francés. En esta
arquitectura se valora la combinación de la naturaleza con lo arquitectónico, la
inclusión en el paisaje natural de edificios que remedan las construcciones
chinas, indias o medievales. Este juego de formas caprichosas y el
aprovechamiento de la luz buscan suscitar sensaciones en el
espectador. Horace Walpole (1717-1797) construyó en Strawberry
Hill (Londres, 1753-1756) una fantasía gótica de la que su autor dijo que le
había inspirado para escribir una novela gótica, una expresión del efecto
inspirador de la arquitectura. También William Chambers (1723-1796) creó un
conjunto pintoresco en los Jardines de Kew (Londres, 1757-1763) con la
inclusión de una pagoda china que reflejaba su conocimiento de las
arquitecturas orientales.

Neorromano y neogriego[editar]

Templo a la Gloria de la  Grande Armée, Pierre Alexandre Vignon, 1806.

Altes Museum de Berlín, de Karl Friedrich Schinkel, 1825-1828.)


Marcadamente historicista en su búsqueda de las fuentes clásicas, el
neoclasicismo arquitectónico se encontró con dos posibles vías, que fueron
exploradas alternativamente en Francia y Alemania. En Francia, especialmente
a partir del Imperio Napoleónico se encontró en el arte imperial romano el
modelo idóneo para sus fines propagandísticos y de enaltecimiento personal de
la figura del emperador (Templo a la Gloria de la  Grande Armée (hoy iglesia de
la Magdalena), de Pierre Alexandre Vignon, proyectado por el propio Napoleón.
En el Reino Unido y en Alemania fueron los modelos griegos los que
predominaron (Altes Museum de Berlín, de Karl Friedrich Schinkel, el primer
edificio del mundo concebido como un museo desde su construcción). 4

Neoclasicismo en Europa[editar]
Francia[editar]
Esta sección es un extracto de Arquitectura neoclásica en Francia[editar]

Fachada oeste del Petit Trianon, Versalles, de Ange-Jacques Gabriel, considerada uno de los
primeros ejemplos de neoclasicismo francés.

Jacques-Germain Soufflot, interior del Panteón de París (1764-1790)


Gran Teatro de Burdeos (1773-1780), de Victor Louis

Sección del proyecto de Cenotafio para Newton (1784), de Etienne-Louis Boullée, uno de los
proyectos visionarios que marcará a futuras generaciones de arquitectos

Iglesia Saint-Louis de La Roche-sur-Yon (1812-1830)

El neoclasicismo fue un movimiento que afectó a la arquitectura, el diseño y las


artes y que fue dominante en Francia entre 1760 y 1830. Surgió como una
reacción a la frivolidad y al excesivo ornamento de los estilos barroco y rococó.
En arquitectura, presentaba sobriedad, líneas rectas y formas basadas en
modelos griegos y romanos antiguos, como el frontón y la columnata. Comenzó
tarde, en los últimos veinte años del reinado de Luis XV (r. 1715-1774), se
convirtió en dominante bajo Luis XVI (r. 1774-1792) —estilo Luis XVI—, y
continuó a través de la Revolución francesa, el Directorio, el reinado
de Napoleón Bonaparte, y la Restauración borbónica hasta 1830, cuando fue
reemplazado gradualmente como el estilo dominante por el romanticismo y
el eclecticismo.5 Se vio favorecido por la concurrencia de varios factores:

 el desarrollo de las excavaciones


arqueológicas en Italia con el
descubrimiento de Pompeya y Herculano a
finales de los años 1730, y luego,
excavaciones en el sur de Francia.
 la profundización del conocimiento de la
Antigüedad, gracias a publicaciones
académicas, extranjeras o francesas
(Recueil d'antiquités (1752-1765), del conde
de Caylus, Ruins of Palmyra (1753), Ruins
of Balbec (1757) de Robert Wood, Ruins of
Paestum (1758) de Thomas Major, Ruines
des plus beaux monuments de la
Grèce (1758) de Julien-David Le Roy).
 el desarrollo de un gusto por lo pintoresco y
por lo sublime (como el gusto por las ruinas,
las pinturas de Giovanni Paolo Panini y
de Hubert Robert, o los grabados
de Giovanni Battista Piranesi adquiridos por
los franceses o de los que informaban los
viajeros).
 la práctica del viaje a Italia de los
arquitectos, al contacto con las ruinas
antiguas y con los edificios de la
arquitectura renacentista
de Palladio, Rafael o Vignola.
La primera fase del neoclasicismo francés se expresó en el diseño de
mobiliario e interiores, el conocido como estilo Luis XV —inicialmente un estilo
parisino, el Goût grec (estilo o gusto griego) no un estilo de corte; solo cuando
el joven rey accedió al trono en 1774, María Antonieta, su reina, amante de la
moda, llevó el estilo Luis XVI a la corte—, que luego evolucionó hacia los
estilos de decoración Directorio e Imperio.
Los primeros edificios neoclásicos fueron construidos en tiempos de Luis
XV por Ange-Jacques Gabriel y Jacques-Germain Soufflot, bajo el impulso
del marqués de Marigny, director general de los Edificios del Rey (Bâtiments du
roi), desde 1751 a 1773. Sus principales realizaciones fueron la Escuela
Militar (1751-1756), el palacio de Compiègne, reconstruido a partir de 1751,
la plaza Luis XV (1755-1775), el Petit Trianon (1762-1768), el proyecto de
reconstrucción del château de Versalles entre 1772 y 1775, el Hôtel-Dieu de
Lyon (1741-1764) y la iglesia de Santa Genoveva de París (1764-1790).
El gusto por lo antiguo y el retorno al clasicismo también se expresaron en la
arquitectura religiosa, en la civil y en la privada —a menudo a través del
modelo reinterpretado de la arquitectura privada de Palladio conocido a través
de su tratado I quattro libri dell'architettura (Venecia, 1570)—, en la decoración
de interiores y en el arte de los jardines. Además de los ejemplos de las
iglesias de Saint-Sulpice y de Santa Genoveva, de sitios públicos y edificios
como la Casa de la Moneda y la Escuela de Cirugía de París, del Gran Teatro
de Burdeos, del Hôtel de Salm, de la Plaza de la Bolsa de Burdeos, fueron
numerosos los edificios privados construidos en este estilo: los hôtels
Alexandre, de Hallwyll, de Thelusson, de Bourbon-Condé, de Masseran,
de Montesquiou, todos en París; las casas Carré de Baudouin, Huvé,
Rousseau alrededor de la capital; muchos hôtels en Burdeos, La Rochelle,
la casa del armador en Le Havre, sin incluir los desarrollos inmobiliarios, como
el Palais-Royal de París o el barrio Graslin en Nantes.
Los principales representantes del neoclasicismo arquitectónico francés hasta
la víspera de la Revolución fueron Ange-Jacques Gabriel (1698-
1782), Jacques-Germain Soufflot, Étienne-Louis Boullée y Claude Nicolas
Ledoux (1736-1806). Los edificios respectivos de los dos últimos, construidos o
proyectados utópicamente (cenotafio de Newton de Boullée, proyecto de
ciudad ideal en Arc-et-Senans de Ledoux), han influido a arquitectos y teóricos
del siglo XX. Además de estos cuatro grandes nombres, Jacques Denis
Antoine, Jean-Benoît-Vincent Barré, François-Joseph Bélanger, Alexandre
Brongniart, Jean-François-Thérèse Chalgrin (1739-1811), Charles François
Darnaudin, Louis-Jean Desprez, Charles De Wailly, Jacques Gondouin, Jean-
Jacques Huvé, Victor Louis, Richard Mique, Pierre-Louis Moreau, Pierre-Adrien
Pâris, Marie-Joseph Peyre, Bernard Poyet, Jean-Augustin Renard, Pierre
Rousseau se cuentan entre los representantes de la vuelta a la antigüedad bajo
el reinado de Luis XVI.

 Iglesias neoclásicas francesas


Iglesia de San Sulpicio (1646-1870), París


 

Iglesia de la Madeleine (1763-1842), París


 

Santa Genoveva (1764-1790) (hoy Panteón), París


 

Iglesia de Saint-Louis (1809-1859), La Roche-sur-


Yon
 

Iglesia de San Vicente de Paúl (1824-1844), París


La Revolución, entendida como el período que va entre 1789 y el golpe de
Estado del 18 de brumario (1799), y el Primer Imperio Francés (1804-1814)
marcó una etapa importante en el neoclasicismo arquitectónico francés.
Animaron la expresión de una sensibilidad grandiosa, el uso de un vocabulario
ornamental aún más inspirado en la Antigüedad que bajo el reinado de Luis
XVI, incluso yendo a buscar elementos de adorno llamados etruscos"
o pompeyanos, o al menos creídos como tales...
Durante la Revolución, el gusto por la antigüedad se expresaba principalmente
en la arquitectura llamada efímera (arquitectura de fiestas públicas y
ceremonias, decoración de salas de espectáculos o de salas de reuniones
públicas: Tribunado, Consejo de los Cinco Cientos, etc.), 6 y en los concursos
públicos convocados para construir monumentos conmemorativos: concurso
del Año II,7 proyecto de columnas o de obeliscos departamentales a la gloria de
los ejércitos revolucionarios, fuentes públicas, etc.
Napoléon I quiso hacer de París la Nueva Roma e hizo construir numerosos
edificios que recordarían al Imperio romano en su apogeo con la ayuda de
arquitectos como Charles Percier y Pierre-François-Léonard Fontaine: la rue de
Rivoli, la columna Vendôme, el arco de Triunfo del Carrusel, el Arco de
Triunfo de la Place de l'Étoile (encargado en 1806, terminada en 1836). (Ver
también el estilo Imperio).
Desde alrededor de 1800 un nuevo flujo de ejemplos arquitectónicos griegos,
vistos a través de aguafuertes y grabados, comenzó a dar un nuevo impulso al
neoclasicismo que se conoce revival griego o neogriego. El neoclasicismo
continuó siendo una fuerza importante en el arte académico a través del siglo
XIX y más allá —una antítesis constante para el romanticismo o revival gótico
— aunque desde finales del siglo XIX a menudo fuese considerado anti-
moderno, o incluso reaccionario, en los círculos críticos influyentes. A
mediados del siglo XIX, varias ciudades europeas —en particular San
Petersburgo, Atenas, Berlín y Múnich— se transformaron en verdaderos
museos de arquitectura neoclásica. En comparación, el revival griego en
Francia nunca fue popular, tanto para el Estado como para el público. Lo poco
que se había iniciado eran la cripta de Charles De Wailly en la iglesia de San
Leu-St Gilles (1773-1780), y las Barriere des Bonshommes (1785-1789),
de Claude Nicolas Ledoux. La evidencia de primera mano de la arquitectura
griega fue de muy poca importancia para los franceses, debido a la influencia
de las doctrinas de Marc-Antoine Laugier que trató de discernir los principios de
los griegos en lugar de sus meras prácticas. Tomaría hasta el neogriego
de Laboustre del segundo Imperio para que el revival griego floreciese
brevemente en Francia.
El gusto por la inspiración antigua y clásica continuó en la arquitectura francesa
hasta finales del siglo XIX, cuando otras tendencias estéticas se consolidaron,
el historicismo, el eclecticismo y el racionalismo arquitectónico, que a su vez se
declinaron en neogótico, neorrománico, neorrenacentista, etc.

 Algunas obras neoclásicas parisinas


Palais Bourbon (1722-1728) (hoy Asamblea


Nacional)
 

Plaza de la Concordia (1772) y, al fondo, iglesia de la


Madeleine
 

Palacio de la Bolsa (1807-1826)
 


Arco del Triunfo (1808-1838), de Jean Chalgrin
Véase también: Categoría:Arquitectura neoclásica en Francia
Arquitectura neoclásica en Alemania[editar]
Esta sección es un extracto de Arquitectura de Alemania § Arquitectura del
neoclasicismo[editar]

El castillo de Wörlitz en el parque Wörlitzer

Carl Gotthard Langhans, Puerta de Brandenburgo, Berlín

Diseño para la iglesia de San Nicolásen Potsdam, de Friedrich Gilly (1797)


Karl Friedrich Schinkel, Schauspielhaus de Berlín

Karl Friedrich Schinkel, Altes Museum en Berlín

El clasicismo llegó a Alemania en la segunda mitad del siglo XVIII. Se orientó,


como su nombre indica, hacia la arquitectura clásica de la Antigüedad, como
una reacción al barroco y al rococó. A partir de 1769, el entonces príncipe
Leopoldo III encargó el diseño del parque de Wörlitz a Friedrich Franz von
Anhalt-Dessau, en el estilo de un jardín paisajista inglés (forma parte del reino
de los jardines de Dessau-Wörlitz, patrimonio mundial de la UNESCO). Al
mismo tiempo, comenzó la construcción del castillo de Wörlitz con la intención
de representar la casa real, encomendado a Friedrich Wilhelm von
Erdmannsdorff que demolió un pabellón de caza barroco anterior y se inspiró
en edificios antiguos e ingleses y en la arquitectura de Andrea Palladio. La
construcción se completó en 1773. Se considera la base del se considera el
edificio fundador del clasicismo alemán y es uno de los pocos ejemplos
del paladianismo en el país.8 Otro de los edificios más importantes de la época
fue palacio de Wilhelmshöhe (1786-1798), en Kassel, diseñado por Simon
Louis du Ry y Heinrich Christoph Jussow para el landgrave Guillermo I de
Hesse-Kassel. Su parque está formado por los jardines barrocos de Karlsberg y
el jardín paisajístico construido en 1763.
Pero la obra que introdujo con fuerza el Neoclasicismo en Alemania fue
la puerta de Brandeburgo (1789-1793),910 erigida en Berlín por Carl Gotthard
Langhans: es un severo monumento dórico, el primero de su género basado en
las reconstrucciones publicadas en la segunda mitad del siglo XVIII de
los Propileos de Atenas.Mi. 1 Al referirse al modelo ateniense, Langhans tomó
una versión del dórico romano simplificada: a diferencia del dórico auténtico,
las columnas presentan basamentos y están espaciadas de manera desigual
en los pabellones laterales, mientras que aparecen medias metopas al final
del friso (los griegos, en su lugar, terminaban el friso con un triglifo).Mi. 2 La
puerta de Brandenburgo ejerció una influencia considerable en sus
contemporáneos: por ejemplo, en el proyecto para la entrada al Downing
College de Cambridge (1806), obra del inglés William Wilkins, o en el propileo
de Chester Castle, de Thomas Harrison, en el Reino Unido o en
los Propyläen de la Königsplatz (que cierran el conjunto de la plaza junto con
la Gliptoteca de Múnich y el Staatliche Antikensammlungen) de Leo von
Klenze.11
Otros trabajos que deben ser considerados son los estudios de Friedrich
Gilly.Pe. 1 El joven arquitecto construyó poco en su corta vida y nunca visitó
Italia, pero después de 1790 preparó algunos proyectos importantes: el diseño
para el Teatro Nacional de Berlín y el monumento a Federico el Grande. En
particular, en el teatro se advierte el estrecho vínculo con la arquitectura
francesa contemporánea de Ledoux: Gilly renunció a gran parte de las
decoraciones y reforzó los volúmenes, definidos en su forma por la función
específica que tendrían que cumplir. Al igual que Ledoux en Francia
y Soane en Inglaterra, Gilly parecía anunciar una arquitectura totalmente
nueva, pero no encontrará espacio en la sociedad decimonónica, dominada por
los encargos de propietarios de industrias y de minas: hombres de gran
riqueza, pero en general culturalmente pobres. Pe. 2
Alumno de Gilly fue Karl Friedrich Schinkel, quien después de un debut
neogótico, se acercó al neoclasicismo de origen neogriego, estilo que tuvo
mucha fortuna en Alemania. En general la obra de Schinkel, con sus elementos
góticos, clásicos y pintorescos, esta más cerca de Inglaterra que de Francia o
Italia, pero su interpretación funcional del clasicismo, que volverá una vez más
a estar en boga entre 1910 y 1940, fue identificada como un estilo
profundamente nacional. A principios del siglo XIX realizó la Neue
Wache (1818) y otros edificios en Berlín, de formas claras y elegantes que
incluso influyeron en la arquitectura de países lejanos, como Finlandia.Pe. 3
Otras obras destacadas de Schinkel son el Palacio de Charlottenhof (desde
1826), el Berliner Schauspielhaus y el Altes Museum (1830) de Berlín —con el
que comenzó la historia de la isla de los Museos— que combina el tema del
largo pórtico de la estoa de la antigua Grecia, con la rotonda del Panteón
dispuesta en el interior: el resultado es una perspectiva muy dilatada, que
confía la propia capacidad comunicativa a una columnata de dieciocho
columnas jónicas.. En el teatro berlinés, el arquitecto exaltó la funcionalidad de
las distintas partes, confiriendo al edificio y a sus marcados volúmenes, una
extraordinaria tridimensionalidad: el elemento más próximo a la tradición es la
columnata hexastila coronada por un frontón ricamente decorado.
Rival de Schinkel fue Leo von Klenze (1784-1864),Pe. 4 quien comenzó a
destacar en el Bayerischer Hof. Pero la fama le llegó ligada principalmente a
las obras en la Königsplatz en Múnich (desde 1816), un complejo neogriegos
con la Gliptoteca (1816-1834), los Propileos y la colección de antigüedades,
construida por Georg Friedrich Ziebland. Su proyecto más grandioso fue sin
duda otro monumento neogriego a orillas del Danubio cerca de Regensburg,
el Walhalla (1830-1842), el mitológico lugar en el que se reunían las almas de
los héroes caídos en la batalla: se trata de un templo períptero en estilo dórico,
dispuesto sobre un potente basamento al que se accede mediante amplias
escalinatas. La construcción recuerda de una manera extraordinaria al
mencionado monumento diseñado por Gilly para Federico el Grande, pero von
Klenze confiere a la obra una impresión más romántica: el Walhalla repropone
en su interior los bustos de las personalidades más importantes de Alemania,
con un bajorrelieve que ilustra la historia de Alemania.
 Los edificios de Leo von Klenze

Propilei (1854-1862)
 

Gliptoteca de Múnich
 

Leo von Klenze, Walhalla (1830-1842)

Königsplatz de Múnich.

Véase también: Categoría:Arquitectura neoclásica en Alemania


Gran Bretaña[editar]
Holkham Hall, Norfolk

Inglaterra conoció la arquitectura de Andrea Palladio a principios de siglo XVII,


gracias a la labor de difusión de Inigo Jones.Pe. 5 Desde entonces, la fortuna de
la arquitectura palladiana fue tan grande que dominó la arquitectura inglesa
hasta que no fue modificada de una manera más elegante por Robert
Adam (1728-1792), cuyos trabajos varia entre el Neoclasicismo pintoresco y un
neogótico y en versión clasizante.Pe. 6
En todo el siglo XVIII se vio la construcción de numerosas residencias
marcadas únicamente por el "estilo italiano", como la Holkham Hall y
la Chiswick House, diseñada por William Kent y Lord Burlington. De la
colaboración entre los dos surgió la sala de entrada de Holkham Hall (ca.
1734), definida como «uno de los más espectaculares interiores del siglo
XVIII».Mi. 3 Al modelo de base, derivado de un proyecto no realizado de Palladio,
se añadió un ábside una vez más inspirado en las iglesias venecianas del
mismo arquitecto italiano; varios detalles, como la bóveda de casetones, se
inspiran en las reconstrucciones arqueológicas publicadas en el
volumen Edifices antiques de Rome desde 1682. El efecto final es
decididamente clásico, para una sala que revela una concepción dramática de
inspiración barroca.Mi. 3
El primer espacio interior neoclásico inglés es común situarlo en la sala
que James Stuart (1713-1788), un arquitecto arqueólogo al que se ha
llamado el ateniense, realizó en la Spencer House en Londres en 1758.Mi. 4
Stuart construyó muy poco durante su carrera, pero es más conocido por haber
vuelto a descubrir el gusto griego: su templo en el parque de Hagley Hall es el
primer ejemplo de neogriego dórico en toda Europa Pe. 7 en el que reprodujo
el monumento corágico de Lisícrates de Atenas en su monumento a Lisícrates
en Staffordshire.
William Kent, Templo de la Virtud Antigua, Buckinghamshire

Robert Adam, sección de la antecámara de Syon House

En cambio, en la planificación urbanística son significativas las


transformaciones de tendencia clasizantes promovidas en la ciudad balneario
de Bath, donde, a partir de la primera mitad del siglo XVIII, John Wood el
Viejo hizo una serie de intervenciones inspiradas en modelos del pasado (como
el Foro Romano ); el trabajo fue completado por su hijo John Wood el
Joven con la adición del Crescent, un cuerpo curvado que se caracteriza por un
informe continua y definida por un orden gigante de columnas. Las
transformaciones de Bath, influirán, como se vera más adelante, en muchos
proyectos urbanos en Inglaterra y los Estados Unidos. Fu. 1
Paralelamente, a partir de 1740, con la afirmación del pittoresco, en
arquitectura se difunde la pasión por las ruinas, tanto es así que muchos
arquitectos empezaron a idear sus edificios en decadencia, reducidos a la ruina
por la acción del tiempo. En esta corriente se inserta el primer proyecto inglés
que entra plenamente en el neoclasicismo, el mausoleo del Príncipe de Gales
(1751), del escocés William Chambers; sin embargo, el carácter neoclásico de
este proyecto se disuelve en la concepción romántica del mausoleo, que fue
presentado en la forma que tendría cuando quedase en ruinas. Mi. 5
Joseph Bonomi el Viejo, iglesia en el parque de Packington

James Wyatt, Panteón en Oxford Street, Londres (destruido)

El pintoresco se originó en el arte de los jardines más que en la arquitectura;


el parque inglés derivaba a su vez de los jardines renacentistas italianos, bien
laudados por Alexander Pope y el citado William Kent.Mi. 6 El primer jardín a la
inglesa digno de mención era justo lo que Alexander Pope quería lograr
en Twickenham, comenzado en 1719 y que contaba con una zona selvática,
una gruta y un pequeño templo con una semicúpula en forma de cáscara.
Posteriormente, en el llamado Elysian Field [campo Eliseo] (Buckinghamshire),
William Kent diseñó el templo de planta circular de la Virtud Antigua (1734),
inspirado en el esquema de Palladio para el Templo de Vesta en Tivoli. El
mismo Kent diseñó el jardín de Rousham, en Oxfordshire, análogo al anterior,
pero al mismo tiempo más variado y unitario. Entre ambas, la obra de Kent que
es el término de comparación del jardín hecho entre 1740 y 1760 en Stourhead,
en Wiltshire. El parque, que nace de la fusión de arquitectura, arqueología,
poesía, jardinería, topografía y esoterismo, se levantó a poca distancia
de Salisbury y Glastonbury, en un valle lacustre, de exuberante vegetación;
Aquí se establecieron numerosos santuarios de imitación clásica, como el
Panteón de Claudio y Virgilio, terminado en 1754 y adornado en el interior con
estatuas de Hércules, Flora y Livia Augusta bajo la apariencia de Ceres, este
última procedente de las propias excavaciones arqueológicas de Herculano.Mi. 7
A Robert Adam se le atribuye haber hecho una síntesis entre la tradición
inglesa y los gustos europeos. Nacido en Escocia en 1728, visitó Francia e
Italia, donde se convirtió en un amigo de personalidades como Piranesi. Y
propio de Piranesi es el estilo retórico en el que reproduce sus edificios
públicos en el libro The Works in Architecture of Robert and James Adam [Las
obras de aquitectura de Robert y James Adam]. Su estilo es una combinación
que parte del arte clásico hasta arribar al palladianismo y lo pintoresco. En sus
interiores se encuentran muchas referencias a las termas romanos, y también
elementos de compromiso entre la arquitectura griega y romana, como la
antecámara de la Syon House, donde Adam tomó las decoraciones de la
entablatura extraídas del Erecteion, columnas procedentes directamente de
Roma y un techo de molde palladiano: en retrospectiva, Adam creó una
síntesis no tanto de origen intelectual, sino escenográfica y pintoresca. Mi. 8 Otra
obra representativa de los hermanos Adam es Osterley Park, con una notable
estancia etrusca y un clásico hall de entrada (1775-1780).
A finales del siglo XVIII también se registra la actividad de Joseph Bonomi el
Viejo, James Wyatt y Henry Holland. El primero, nacido en Italia, se trasladó a
Inglaterra en 1767. Entre sus obras, en las que confluyen precisas
reminiscencias arqueológicas, se recuerda la iglesia de Packington Park,
en Warwickshire, que muestra afinidad con la arquitectura contemporánea
revolucionaria de Ledoux en Francia y de Gilly en Alemania, y es única en la
escena inglesa.Pe. 8 De formas austeras y sigue siendo, el exterior está hecho
de arcilla pura y se aligera por grandes ventanas con un bisel derivación
térmica semicircular; el interior parece estar inspirado en el templo de Neptuno
en Paestum con columnas dóricas que sostienen la bóveda de cobertura.
Probablemente esta disposición interna influyó a muchos arquitectos, entre
ellos a James Wyatt.Mi. 1
Wyatt era rival de Adam y se hizo famoso con el Panteón de Oxford Street, en
Londres (1770, ya destruido), un edificio destinado al entretenimiento que era
una singular versión neoclásica de la iglesia de Santa Sofía de Estambul.
Construyó mucho, aunque se le recuerda por sus contribuciones en el campo
neogótico y por las grandes restauraciones de las catedrales inglesas; sin
embargo, edificó varias casas de campo en estilo neoclásico, como la de
Dodington, en Gloucestershire, en la que hay detalles de los mundos griego y
romano.Mi. 9

Museo Británico en Londres

En estrecha relación con el lenguaje de Wyatt y de Adam está Henry Holland,


que en su primer encargo importante, el Brooks’s Club en Londres (1776),
diseño, detrás de una fachada palladiana, ambientes con sobrias y medidas
decoraciones. Dos años más tarde comenzó a trabajar en una mansión
en Herefordshire, que fue seguida por las amplias transformaciones de Carlton
House, donde se encuentran influencias francesas, Mi. 10 ya que franceses fueron
los artesanos que se ocuparon de la decoración y del diseño de muebles.
Hasta en el siglo XIX se produjeron resultados notables: ejemplos importantes
son el Museo Británico de Londres, el St George's Hall en Liverpool y obras
de John Soane (1753-1837).Fu. 2 El Museo Británico es un edificio monumental
construido desde los años 1820 y protegido por una elegante columnata jónica:
el articulado complejo retoma el tema de los templos clásicos y se concentra en
su interior en una gran cúpula de hierro fundido por encima de la sala de
lectura.
Un poco más tardía es la Sala de St. George de Liverpool, severa construcción
destinada a albergar la vida cívica de la ciudad. Esta suerte de basílica civil, no
es más que un conjunto de diferentes volúmenes adyacentes entre sí y unidos
por un entablamento que se ejecuta en todas las fachadas del edificio. El
complejo fue diseñado por Harvey Lonsdale Elmes, pero a su muerte la obra
fue continuada por Charles Robert Cockerell, que añadió el volumen de la sala
de conciertos, cuya rica decoración clásica contrasta con la sobriedad del
exterior.Mi. 11

John Soane, Museo Soane en Londres

John Soane se considera casi el representante exclusivo del Neoclasicismo


revolucionario inglés.12 Influenciado por George Dance (1741-1825) y
especialmente por Ledoux, saltó a la fama a finales del siglo XVIII por su
trabajo en la construcción del Banco de Inglaterra, en Londres, un vasto
complejo caracterizado por las cúpulas rebajadas y por una extrema sencillez
estructural. Entre sus creaciones merece destacarse la casa que el arquitecto
diseñó para sí mismo en Londres (ahora Museo Soane): el diseño original, que
no se ejecutó en su totalidad, se creó de la máxima simplicidad, con grandes
arcos abiertos en la fachada y por lo tanto muy cerca la arquitectura
revolucionaria de Ledoux.Pe. 9 En contraste, el interior, muy congestionado,
claustrofóbico, anula el clasicismo del exterior, revelando un lenguaje muy
personal, y más afín a la tradición pintoresca: numerosos espejos (más de 90
en una de las estancias más pequeñas) simulan salas más amplias, la
iluminación viene de arriba, mientras arcos gotizantes destacan el sofito de las
paredes.
Entre la transformaciones urbanísticas hay que señalar Regent's Park y Regent
Street en Londres, diseñado por John Nash. El arquitecto, influenciado por la
sistematización realizada en Bath hizo una serie de uniones en el tejido urbano
de la ciudad, proyectando habitaciones con columnas, dinteles y frontones, de
acuerdo con los dictados del neoclasicismo; sin embargo, el siniuoso recorrido
abandona la estaticidad vista en las transformaciones de París, ofreciendo
vistas en perspectiva siempre nuevas, combinando en sí mismo también el
gusto romántico por el descubrimiento continuo y por lo pintoresco. Fu. 3En
cualquier caso, los mejores proyectistas ingleses de la época sufrieron la
fascinación del renacimiento gótico, a menudo asociado con una tradición
religiosa, arquitectónica e intelectual que surgió en el centro
de Oxford, Cambridge y Londres. En cambio, desde mediados del siglo XIX, en
Escocia y el norte del país floreció iuna ntensa temporada neoclásica,
reconocible por ejemplo en el Ayuntamiento de Leeds (1853), en la Picton
Reading Room de Liverpool (1875) o en las iglesias que Alexander
Thomson construyó en Glasgow bajo la influencia de Schinkel y Cockerell.Mi. 12

H. Elmes y C.R. Cockerell, St George's Hall,


Liverpool
 

Ayuntamiento de Leeds
 

Picton Reading Room, Liverpool


Véase también: Categoría:Arquitectura neoclásica en el Reino Unido
Italia[editar]
Esta sección es un extracto de Arquitectura neoclásica en Italia[editar]

Villa Real (1790-1796) en Milán, de Leopoldo Pollack

La basílica de San Francisco de Paula (1816-1846) y la piazza del Plebiscito, en Nápoles.


Iglesia de San Carlo al Corso (1832-1847) en Milán, de Carlo Amati.

La arquitectura neoclásica en Italia se desarrolló a partir de la segunda mitad


del siglo XVIII, en el contexto de pequeños Estados, a menudo enfrentados
entre sí y dominados por potencias extranjeras, que precedió a la institución
del reino unitario bajo Víctor Manuel II. Por este motivo, el neoclasicismo no se
manifestó de igual manera en todo el territorio; además, la ausencia de una
cultura unitaria y la gran pobreza que atenazaba a la península italiana en el
siglo XVIII no eran circunstancias propicias para una florida producción
arquitectónica.Mi. 13
A principios de ese mismo siglo se había manifestado una breve, pero
extraordinaria, época tardobarroca: en Roma se realizaron monumentos como
la Piazza di Spagna, la Fontana di Trevi y la Piazza Sant'Ignazio, mientras que
en Piamonte trabajaron Filippo Juvarra (1678-1736) y Bernardo Antonio
Vittone (1704-1770). La actividad se trasladó posteriormente al reino de
Nápoles, donde Ferdinando Fuga (1699-1782) y Luigi Vanvitelli habían sido
llamados para ampliar, respectivamente, el Real Albergo dei Poveri y el Palacio
Real de Caserta.Mi. 13 En particular, el palacio real, pese a que su exterior
muestra ya indicios de una cierta contención neoclásica, es considerado la
última gran realización del barroco italiano.13Fu. 4 La afirmación del neoclasicismo
fue por tanto lenta y difícil, y se valió fundamentalmente de aportaciones
extranjeras, en particular francesas.Mi. 14 Esa influencia francesa es evidente,
por ejemplo, en la fachada del Teatro de San Carlos (1810-1816) de Nápoles,
de Antonio Niccolini.14
Pero a finales del XVIII y principios del XIX, todo en el país, desde villas y
palacios, pasando por iglesias, edificios institucionales y jardines hasta llegar a
los interiores, se basaba en recrear modelos de la Roma clásica, lógicamente,
y en menor medida griegos.15 Fueron muchos los edificios inspirados en
el Panteón de Agripa —como la iglesia de la Gran Madre di Dio, en Turín o la
gran basílica de San Francisco de Paula (1816-1846) en la piazza del
Plebiscito, la iglesia italiana más importante de la época 16—, bien directamente
o a través de «La Rotonda», la obra maestra de Andrea Palladio. Antes del
descubrimiento de las ciudades perdidas de Pompeya y Herculano, los edificios
se inspiraban directamente en las ruinas y edificios clásicos, pero tras el
descubrimiento las nuevas ruinas fueron un modelo arqueológico. 17
El neoclasicismo, incluida su variante neogriega, produjo muchas obras
notables en el país,13 como el Caffè Pedrocchi (1816) de Padua (de Giuseppe
Jappelli), el Tempio Canoviano (1819-1830) en Possagno (atribuido, no sin
incertidumbres, a Giannantonio Selva), el Teatro Carlo Felice (1826-1828)
de Génova (de Carlo Barabino, pero reconstruido en el siglo XX),
el Cisternone de Livorno (1829-1842) de Pasquale Poccianti14 —con claras
referencias a la arquitectura romana y al trabajo de Boullée y Ledoux— y el
acondicionamiento de la piazza del Popolo en Roma por Giuseppe Valadier.18
Además, son dignas de mención las intervenciones promovidas
en Trieste (Teatro Verdi, iglesia de Sant'Antonio), en Milán (palazzo
Belgioioso, Villa Reale, Arco della Pace (1807-1838) de Luigi Cagnola,17
e Iglesia de San Carlo al Corso (1832-1847) y en Palermo (la
ecléctica Palazzina Cinese, el Gimnasio del Jardín Botánico de Palermo y el
tardío Teatro Massimo). Todavía se observa un neoclasicismo tardío en la obra
de Alessandro Antonelli en el diseño de los exteriores de la basílica de San
Gaudencio en Novara y en la Mole Antonelliana en Turín.
Hubo escaso interés de los estudiosos hacia la arquitectura neoclásica italiana,
lo que durante mucho tiempo limitó su examen profundo y sereno. 19 Estudios
más recientes han puesto de relieve los rasgos distintivos, las peculiaridades y,
en algunos aspectos, el carácter unitario de la producción italiana, en sus
variantes regionales o incluso locales, en el contexto del policentrismo que
todavía caracterizaba la península entre los siglos XVIII y XIX.Fu. 520Mi. 1521

 Edificios neoclásicos en Italia


Teatro Carlo Felice en Génova (1826-1828),


restaurado tras el incendio de los bombardeos de
1943.
 
 Templo Canoviano (1819-1830) en Possagno, obra
de Giannantonio Selva.
 

Iglesia de la Gran Madre di Dio (1818-1831) en Turín,


de Ferdinando Bonsignore.
 

Arco della Pace (1807-1838) en Milán, de Luigi


Cagnola.
 

Cisternone (1829-1842) en Livorno, de Pasquale


Poccianti.
Véase también: Categoría:Arquitectura neoclásica en Italia
Rusia[editar]
Esta sección es un extracto de Arquitectura neoclásica en Rusia[editar]
Andreián Zajárov, Almirantazgo de San Petersburgo

Giacomo Quarenghi, Arco de Triunfo de Narva (1814), San Petersburgo

La arquitectura neoclásica en Rusia se desarrolló durante la segunda mitad del


siglo XVIII, especialmente después del ascenso al trono de Catalina II, que se
convirtió en emperatriz de Rusia el 28 de julio de 1762. Mi. 16 Allí, hasta
aproximadamente 1760, se siguen encontrando espacios al gusto rococó del
italiano Bartolomeo Rastrelli (véase el palacio de Invierno). Fue Catalina la
Grande quien introdujo el neoclásico en la capital, encargando a un arquitecto
francés, Jean-Baptiste Vallin de la Mothe (1729-1800), algunos palacios, como
la Academia Imperial de las Artes.
En 1779, Giacomo Quarenghi (1744-1812) aceptó la invitación de viajar a San
Petersburgo,Pe. 10 donde permaneció durante el resto de su vida, convirtiéndose
en el arquitecto oficial de Catalina II; 22 entre 1780 y 1785, transformó San
Petersburgo en una capital moderna siguiendo el ejemplo de una ciudad
clásica. Construyó muchos palacios y puso de moda un original estilo
monumental, de inspiración palladiana, reencontrable, por ejemplo, en el a la
vez sobrio y austero palazzo inglese del parco di Peterhof (1781-1789,
destruido) más que en el más rico Teatro del Hermitage (1782 -1785).Mi. 17
Al mismo tiempo, también estaba activo el escocés Charles Cameron (1743-
1812), autor de la Galleria Cameron en el palacio de Catalina en Tsárskoye
Seló, donde retomó el estilo del inglés Adam,Mi. 17 y el palacio del Gran Duque
Pablo en Pávlovsk, construido en 1781 y 1796. En el parque del palacio de
Pávlovsk, Cameron erigió el primer templo dórico de toda Rusia. Mi. 18
La moda del neoclásico que comenzó con Catalina la Grande alcanzó su punto
culminante con Alejandro I.23 El palacio de la Bolsa de San Petersburgo,
diseñado por el francés Jean-François Thomas de Thomon en 1804 es un
ejemplo significativo de la arquitectura neogriega inspirada en el templo de
Hera en Paestum.24 La Bolsa, erigida mientras Andréi Voronijin construía
la catedral de Kazán, y a la que luego siguieron el
inmenso Almirantazgo (de Andreián Zajárov, 1806-1815, que se hace eco de
las proporciones en gran escala de Boullée), la catedral de San Isaac (cuyo
dibujo, realizado por el francés August de Montferrand, se basa en el Panteón
parisino) y la arquitectura italianizante de Carlo Rossi (por ejemplo, el Palacio
del Senado (1829-1834) y el palacio Mijáilovski (1819-1825), hicieron de San
Petersburgo, con sus fachadas en estuco coloreado y emergentes detalles en
blanco, una de las ciudades más consistentemente neoclásicas de Europa. Pe. 11
Junto con Rossi, el arquitecto neoclásico más importante de San Petersburgo
fue Vasili Stásov, a quien se deben las extensas casernas y establos
incluyendo iglesias con cinco cúpulas y el último juego de la ciudad, el arco de
triunfo en la vía a Moscú (1834).Pe. 12
Aunque Moscú fue también afectado por el estilo neoclásico y, aunque con
episodios interesantes, nunca alcanzó los resultados de San Petersburgo. Mi. 17
El nombre ligado a muchas arquitecturas clasizantes de Moscú es Matvéi
Kazakov (1738-1812), que fue responsable del Palacio del Senado en
el Kremlin. En lugar de ello, a finales del siglo XVIII, una serie de edificios
clasizantes de Moscú son reconducibles al mencionado Giacomo Quarenghi, al
cual, a raíz de Kazakov, fue seguido por los arquitectos como Domenico
Gilardi (que se remonta al estilo imperial) y Ósip Bové (activo durante la
reconstrucción de la ciudad después del desastroso incendio de 1812).

 Edificios neoclásicos en Rusia


Charles Cameron, Templo de la Amistad (1781-1784)


en el parque del palacio Pávlovsk, junto al río
Slavyanka
 

Giacomo Quarenghi, Instituto Smolny (1806-1808)


 
 Carlo Rossi, palacio Mijáilovski (1819-1825), San
Petersburgo, hoy sede del Museo Estatal Ruso
 

August de Montferrand, catedral de San Isaac (1818-


1858), San Petersburgo
España[editar]

Museo del Prado, Juan de Villanueva.


Catedral de Pamplona, Ventura Rodríguez.
Artículo principal: Neoclasicismo en España#Arquitectura
En España, el barroco del siglo XVII y la primera mitad del siglo XVIII, en todas
sus expresiones, dejaba una sorprendente serie de monumentos religiosos y
de palacios, residencias y colegios. El contraste entre la
arquitectura churrigueresca y la modalidad académica o neoclásica fue tan
rudo, que parecían fenómenos artísticos en dos mundos opuestos. En la
segunda mitad del siglo XVIII, se impuso el gusto neoclásico impulsado por
la Academia de Bellas Artes de San Fernando. En Madrid se desarrollaron
grandes proyectos de modificación urbana, el principal diseñado por Juan de
Villanueva en torno al Salón del Prado y sus inmediaciones (el Real
Observatorio Astronómico, el antiguo Hospital de San Carlos, el Jardín
Botánico, el actual Museo del Prado —para gabinete de ciencias—), y otros
importantes, como San Francisco el Grande (Francisco Cabezas, Francesco
Sabatini —autor también de la Puerta de Alcalá—). Fuera de Madrid destaca la
obra de Ventura Rodríguez (catedral de Pamplona, capilla de Nuestra Señora
del Pilar), que también diseñó las fuentes monumentales del Prado madrileño
(fuente de Cibeles, fuente de Neptuno).
Véase también: Categoría:Arquitectura neoclásica en España
Escandinavia[editar]

Catedral de Nuestra Señora de Copenhague.


Christian Frederik Hansen, Cattedrale di Copenaghen

La Europa del Norte ofrece un rico repertorio de obras neoclásicas,


generalmente de origen alemán o francés.Mi. 17 En Dinamarca el Neoclasicismo
apareció ya en los años sesenta del Settecento. Pe. 13 De hecho, el comedor
diseñado por Nicolas-Henri Jardin en el Palacio de Amalienborg (1755-1757) se
recuerda como «la estancia más antigua todavía existente decorada en estilo
neoclásico por un arquitecto francés».25 Discípulo de Jardin fue Caspar
Frederik Harsdorff, que, por ejemplo, trabajó en la catedral de Roskilde, donde
pintó la capilla de Amalienborg (1755-1757) capilla funeraria de Federico IV.
Más tarde, con la aparición del estilo neogriego, la figura más interesante
fue Christian Frederik Hansen (1756-1845),Pe. 14 que llevó a cabo el diseño de
la catedral de Copenhague, con la gran bóveda de cañón sostenida por
columnatas dóricas que se recuerda al proyecto del interior de una biblioteca
de Boullée.
A comienzos del siglo XIX se realiza la planificación de Helsinki, entonces
perteneciente al Gran Ducado de Rusia desde 1809. Los principales edificios
públicos de la ciudad se deben a Carl Ludwig Engel , que se había
comprometido con la plaza del Senado, dominada por la clasizante catedral,
por el Palacio del Senado (1818-1822) y por la Universidad. El proyecto inicial
de la catedral data de 1818, pero las obras, que se iniciaron en 1830, no se
completóaron hasta 1851. La planta es rigurosamente central, compuesta por
una cruz griega con cuatro pórticos exteriores: en el centro de la composición
se levanta una imponente cúpula, flanqueada por cuatro cúpulas más
pequeñas añadidas más tarde. En lugar de ello, en la Universidad Engel
construyó una biblioteca con salas de lectura columnadas, conectadas con
imponentes escalinatas dóricas, que presentan similitudes con las del Palacio
del Senado: en el primer caso, dos filas de columnas soportan los niveles de
llegada de las rampas, mientras que en el segundo, sobre las columnas dóricas
descansan la bóveda de crucería de la cobertura.Mi. 19
Otras naciones europeas[editar]
Pietro Nobile, Theseustempel, Vienna

La propagación del revival clásico fue casi uniforme en toda Europa, aunque
con algunas excepciones: España, por ejemplo, no aportó ninguna contribución
significativa al Neoclasicismo.Pe. 15
En Viena algunas influencias neoclásicas se registran desde las primeras
décadas del siglo XVIII, en la Karlskirche de Johann Bernhard Fischer von
Erlach, una obra maestra del rococó austríaco: el edificio está de hecho
protegido por un pórtico hexastilo, al cual se apoya en dos columnas
coclides inspiradas en la columna Trajana de Roma. Un clasicismo más
riguroso se hace sentir en el siglo XIX, con el Theseustempel y el Burgtor, dos
complejo neogriegos del ya mencionado Pietro Nobile.Pe. 16
En Polonia, hacia el final del siglo XVIII, se difunde una arquitectura derivada
de los modelos revolucionarios de Ledoux, pero un monumento de principios
del primer Neoclasicismo se encuentra en la catedral de Vilnius (ahora en
Lituania, que en la época estaba unida a Polonia en la Confederación polaco-
lituana).Pe. 17 En el siguiente siglo Antonio Corazzi fue protagonista de la
construcción de varios palacios en Varsovia, mientras que la nobleza polaca
encargaba a Karl Friedrich Schinkel algunas residencias en la campiña.
En Praga el Neoclasicismo fue recibida con retraso respecto al resto de
Europa,Pe. 18 en Hungría la ruptura con el lenguaje barroco ya sucedió en los
años 1770:Pe. 19 la catedral de Vac, con su pórtico coronado por un ático masivo,
data de 1763-1777. En el siglo XIX este estilo culmina en la catedral de
Esztergom (de planta central, con una cúpula) y en el neogriego Museo
Nacional húngaro en Budapest (este último obra de Mihály Pollack).
Paradójicamente el estilo neoclásico se desarrolla en Grecia solo a mediados
del siglo XIX, cuando se presentó para la renovación de Atenas. Mi. 20
Intervinieron por tanto proyectictas de diferentes lugares de Europa, sobre todo
alemanes, franceses y daneses. Entre las obras más originales destaca el patio
redondo del Zappeion, comenzado en 1874 según los planos de Theophil
Hansen.

Theophil Hansen, Academia de Atenas


 

Theophil Hansen, Zappeion, Atenas


 

Catedral de Vác

Neoclasicismo en América[editar]
Iberoamérica[editar]
Véanse también: Neoclasicismo hispanoamericano  y  Arte colonial
hispanoamericano.
Capitolio Nacional de Colombia en Bogotá

Palacio de Minería en la Ciudad de México

Palacio de la Moneda en Santiago, Chile

Templo de Minerva en Quetzaltenango, Guatemala
A los imperios americanos de España y Portugal llegó el estilo neoclásico a
través de proyectos diseñados en Europa o bien realizados localmente por
arquitectos europeos o criollos formados en las academias de las metrópolis.
También hay ejemplos de la adaptación al lenguaje arquitectónico local, que
durante los siglos anteriores había realizado una síntesis o sincretismo de los
elementos europeos y precolombinos en el denominado barroco colonial. Un
ejemplo de ello es la Catedral de Tulancingo, México (1788, José Damián Ortiz
de Castro).
A criterios más clásicos pertenecen, en Chile, el Palacio de La Moneda (1784-
1805) y la Catedral Metropolitana de Santiago (1748-1800), ambas obras del
arquitecto italiano Joaquín Toesca.
En México, el Palacio de Minería (1797-1813, Manuel Tolsá) y el Hospicio
Cabañas de Guadalajara (1804-1810, del mismo arquitecto).
En Ecuador, el Palacio de Gobierno de Quito (también llamado de Carondelet,
1790 o 1801, Antonio García).26
En los albores de la independencia de Hispanoamérica, se desarrollaron
programas constructivos en las nuevas repúblicas. El neoclasicismo fue
introducido en la Nueva Granada por Marcelino Pérez de Arroyo y Valencia.
Posteriormente, en Colombia se construyó el Capitolio Nacional de
Colombia en Bogotá (1847, Thomas Reed, formado en la Academia de Berlín),
la Catedral Basílica Metropolitana de Bogotá y Primada de
Colombia en Bogotá (1807-1823), (1941-1946 Reformas) bajo los planos
de Fray Domingo de Petrés; y en Perú la Catedral de Arequipa (1844, Lucas
Poblete).
Brasil, que se convirtió en la sede de la corte de la monarquía
portuguesa, independizándose de su metrópoli como Imperio del Brasil,
también utilizó los recursos de la arquitectura para la glorificación del poder
político, y se optó por recurrir a arquitectos formados en la Real Academia de
París. A esta época pertenece la portada de la Academia de Bellas Artes de
Río de Janeiro o Academia Imperial (1822)27 y el Palacio Imperial de
Petrópolis (década de 1840).28
Argentina, es otro de los países que busca despojarse de su pasado colonial,
pero en el contexto de reorganización del país luego de la independencia en
1810, se busca un aspecto de poder que transmita la presencia del Estado
inspirando respeto y devoción, incluyendo por supuesto la arquitectura. Sin
embargo, no se concibe una imagen propia, sino que se introduce el canon
clásico, no en forma de réplica de edificios de la Antigüedad, pero si con una
predominancia clásica y mucha influencia de clasicismo francés; que va a
perdurar hasta el siglo XX.
En lo cultural, se puede verificar un apresuramiento por importar modelos
culturales europeos, para reemplazar la tradición colonial. Se trataba de negar
todo lo que pudiera recordar la etapa de la subordinación a España. Es lógico
que con esta base ideológica la imagen que ofrecían las ciudades resultaran
negativas y se necesitara transformarlas.29

Palacio Imperial de Petrópolis en Brasil


 

Catedral neoclásica de Catamarca, Argentina


 

Catedral de Arequipa, Perú
 

Catedral Metropolitana de Santiago, Chile


 

Congreso de la Nación Argentina.

Estados Unidos[editar]
Siglos XVIII y XIX[editar]

Thomas Jefferson, Rotonda de la Universidad de Virginia, Charlottesville (1817)

Los orígenes del Neoclasicismo estadounidense derivan de la intensa difusión


que había del palladianismo en el diseño de villas rurales.; también desde
finales del siglo XVIII se vio el éxito del revival griego. Los arquitectos más
interesantes de la época eran Thomas Jefferson e Benjamin Latrobe.Mi. 21 El
primero, a partir de 1771, comenzó a trabajar en su casa en Monticello,
en Virginia, obra particularmente innovadora en comparación con
construcciones inglesas contemporáneas.Mi. 21 Inspirado por la Maison
Carrée de Nimes, entre 1785 y 1789, ejecutó el poco original proyecto para
el capitolio del estado de Virginia. Su trabajo más famoso sigue siendo el
campus de la Universidad de Virginia, cuyos dibujos definitivos se remontan a
1817: el elemento dominante del nuevo complejo es sin duda la Rotonda, que
albergará la biblioteca y que con un porticado vagamente palladiano, combina
un cuerpo circular, inspirado en el Panteón. Otra de las características del
edificio, reconstruido como resultado de un grave incendio que se desarrolló a
finales del siglo XIX, son las salas que se abren al interior, de forma elíptica.
Fue el propio Benjamin Latrobe quien sugirió a Jefferson la solución de la
Rotonda.Mi. 22 El primer trabajo principal de Latrobe son la penitenciaría
de Richmond y el Banco de Pensilvania, ya desaparecida. A principios del siglo
XIX recibió el encargo para completar el Capitolio de Washington, el gran
palacio en que habían colaborado muchos arquitectos de la época y con un
resultado muy cuestionable. Más tarde, bajo el ala reconstruida del Senado,
insertó la Cámara del Tribunal Supremo, en la que el gusto por la geometría y
los detalles sugieren una estrecha afinidad con los modelos del francés Ledoux
y del inglés Soane. Entre 1809 y 1818 realizó la catedral de Baltimore,
sometida enseguida a modificaciones y ampliaciones, pero que permanecerá
como su construcción más feliz.Mi. 23
El estilo clásico se consolidó después con las obras de Robert Mills y William
Strickland, estudiantes del propio Latrobe.Mi. 24 Del primero se recuerdan
algunas iglesias de planta central en Filadelfia y Richmond, la enorme columna
de Washington en Baltimore y varios edificios en la capital federal del país,
caracterizados por severos pórticos. Del segundo, después de la fama
alcanzada por el diseño del segundo banco de los Estados Unidos, se tiene el
proyecto por la original Bolsa de Filadelfia y el Capitolio de Nashville (1845-
1849), dotados con linternas inspiradas en el monumento corágico
de Lisícrates.

El interior de la Corte Suprema de los Estados


Unidos en Washington D. C., diseñada por Benjamin
Latrobe
 

La Bolsa de Filadelfia diseñada por William Strickland


 

Biblioteca de la Universidad de Columbia en Nueva


York, diseñada por Charles Follen McKim entre otros
Palacio de la Corte Suprema de Estados Unidos, Washington

La primera mitad del siglo XIX finaliza con la construcción de algunos edificios
clasiceantes: el Capitolio de New Haven, obra de Ithiel Town, el capitolio de
Ohio en Columbus (1838) y el Girard College en Filadelfia, de Thomas Walter.
El neoclasicismo se impone en la escena americana sustancialmente hasta la
segunda mitad del siglo XIX. Los últimos trabajos notables son algunos
proyectos académicos de los asociados Charles Follen McKim, William
Rutherford Mead y Stanford White, como la Biblioteca de la Universidad de
Columbia en Nueva York, de 1893, imponente edificio que refleja el esplendor
de la arquitectura civil romana siguiendo el modelo del neoclasicismo francés. Mi.
25

Siglo XX[editar]
Hacia finales del siglo XIX, el clasicismo puro se convierte en el eje teórico y
cultural para la construcción de ciudades enteras como Washington : en la
ciudad, concebida como un damero", se dispusieron fríos edificios clásizantes.
En Nueva York fueron concebidas enteras porciones de nueva urbanización,
que involucró a las áreas dispuestas a lo largo de Wall Street. En este espíritu
urbanístico se dispusieron importantes edificios en el viejo estilo. De hecho, en
el siglo XX el neoclasicismo se convirtió en el estilo preferido para los edificios
gubernamentales: se trata de edificios hechos en clave anti-moderna, que
reflejan en el gigantismo la intención de destacar el papel y el prestigio
internacional de la nación.Fu. 630
Son numerosos los ejemplos, los más célebres concentradas principalmente en
el área de Washington. Por ejemplo, el Lincoln Memorial (terminado en 1922)
de Washington es uno de los edificios que tratan de imprimir a la ciudad una
impronta destinada a reclacar la similaritud con la Roma imperial. Diseñado
como un monumento en memoria del presidente estadounidense Abraham
Lincoln, conocido por su lucha contra la esclavitud, el monumento fue
concebido a nivel ideal en 1867, pero el inicio de los trabajos fue en las
primeras décadas del siglo XX. En el interior del edificio, diseñado por Henry
Bacon, se colocaron esculturas y estatuas ideadas según el modelo de las
famosas "copias romanas" (estatuas hechas en la época romana que siguen
los bronces perdidos de la antigua Grecia), como en el caso de la gran estatua
de Lincoln, situada en el centro del mismo monumento. 3132
John Russell Pope, Jefferson Memorial, Washington

También en la capital estadounidense, en los años 1930 se levantó el


majestuoso Palacio de la Corte Suprema, terminado en 1935. El edificio, cuya
fachada frontal muestra una pronao de estilo corinto, fue proyectado por Cass
Gilbert, que era entonces ya conocido por toda la crítica de arte internacional
por su Woolworth Building en Nueva York, en el momento uno de los
rascacielos más altos en el mundo.Pe. 2033
El último edificio de este género es el Jefferson Memorial, inaugurado en
Washington solo en 1943. Diseñado en 1939 por John Russell Pope, fue
construido a imitación de las villas palladianas y de los templos romanos y
griegos. El edificio se desarrolla a lo largo de una rotonda de columnas jónicas
que culmina en un gran pronao con vistas al río Potomac. El monumento
retoma el modelo de la Rotonda del arquitecto y presidente Thomas Jefferson,
al que se dedica el memorial, que había hecho para la Universidad de
Virginia.3234 Se trata de un revival muy alejado de las nuevas tendencias de la
arquitectura del siglo XX, que desde hacía tiempo ya había abierto nuevas
puertas, en una ruptura total con el pasado y sus imposiciones estilísticas (ver
por ejemplo la Casa de la cascada, que Frank Lloyd Wright había completado
en 1939).Pe. 21 }

Notas[editar]
 De Fusco, Renato (1980). L'architettura
dell'Ottocento (en italiano). Turín:
Garzanti. ISBN 9786001500565.
 De Fusco, Renato (1999). Mille anni
d'architettura in Europa (en italiano). Bari:
Laterza. ISBN 9788842042952.

1. ↑ De Fusco, 1980, p. 477.


2. ↑ De Fusco, 1980, p. 519.
3. ↑ De Fusco, 1980, p. 521-524.
4. ↑ De Fusco, 1999, p. 450.
5. ↑ De Fusco, 1980.
6. ↑ De Fusco, 1980, p. 458.

 Matteucci, A.M. (1992). L'architettura del


Settecento (en italiano). Turín: Garzanti.
 Middleton, Robin; Watkin, David
(2001). Architettura dell'Ottocento (en
italiano). Martellago (Venezia):
Electa. ISBN 88-435-2465-8.

1. ↑  Saltar a:a b
   Middleton y Watkin, 2001, p. 89.
2. ↑ Middleton y Watkin, 2001, p. 91.
3. ↑  Saltar a:a b
   Middleton y Watkin, 2001, p. 81.
4. ↑ Middleton y Watkin, 2001, p. 84.
5. ↑ Middleton y Watkin, 2001, pp. 33-61.
6. ↑ Middleton y Watkin, 2001, p. 34.
7. ↑ Middleton y Watkin, 2001, pp. 34-38.
8. ↑ Middleton y Watkin, 2001, p. 158.
9. ↑ Middleton y Watkin, 2001, pp. 164-168.
10. ↑ Middleton y Watkin, 2001, pp. 171-172.
11. ↑ Middleton y Watkin, 2001, p. 253.
12. ↑ Middleton y Watkin, 2001, pp. 253-257.
13. ↑ Saltar a:a b
   Middleton y Watkin, 2001, p. 282.
14. ↑ Middleton y Watkin, 2001, p. 288.
15. ↑ Middleton y Watkin, 2001.
16. ↑ Middleton y Watkin, 2001, pp. 272-279.
17. ↑ Saltar a:a b c d
       Middleton y Watkin, 2001, p. 273.
18. ↑ Middleton y Watkin, 2001, p. 275.
19. ↑ Middleton y Watkin, 2001, p. 281.
20. ↑ Middleton y Watkin, 2001, pp. 302-304.
21. ↑ Saltar a:a b
   Middleton y Watkin, 2001, p. 305.
22. ↑ Middleton y Watkin, 2001, p. 306.
23. ↑ Middleton y Watkin, 2001, p. 308.
24. ↑ Middleton y Watkin, 2001, pp. 308-309.
25. ↑ Middleton y Watkin, 2001, p. 310.

 Nikolaus Pevsner (1998). Storia
dell'architettura europea (en italiano). Bari:
Laterza. ISBN 88-420-3930-6.
 Nikolaus Pevsner; John Fleming; Hugh
Honour (2005). Dizionario di architettura (en
italiano). Turín: Einaudi. ISBN 9788806180553.

1. ↑ Pevsner, 1998, pp. 249-251.


2. ↑ Pevsner, 1998, p. 251.
3. ↑ Pevsner, Fleming y Honour, 2005, p. voz: Schinkel, Karl
Friedrich.
4. ↑ Pevsner, Fleming y Honour, 2005, p. voz: Germania.
5. ↑ Pevsner, Fleming y Honour, 2005, p. voz: Jones, Inigo.
6. ↑ Pevsner, Fleming y Honour, 2005, p. voz: Adam, Robert.
7. ↑ Pevsner, Fleming y Honour, 2005, p. voz: Stuart, James.
8. ↑ Pevsner, Fleming y Honour, 2005, p. voz: Bonomi, Joseph.
9. ↑ Pevsner, 1998, p. 248.
10. ↑ Pevsner, Fleming y Honour, 2005, p. voz: Quarenghi,
Giacomo.
11. ↑ Pevsner, Fleming y Honour, 2005, p. voz: Unione Sovietica.
12. ↑ Pevsner, Fleming y Honour, 2005, p. voz: Stasov, Vasilij
Petrovič.
13. ↑ Pevsner, Fleming y Honour, 2005, p. voz: Scandinavia.
14. ↑ Pevsner, Fleming y Honour, 2005, p. voz:Hansen, Christian
Frederik.
15. ↑ Pevsner, Fleming y Honour, 2005, p. voz: Spagna.
16. ↑ Pevsner, Fleming y Honour, 2005, p. voz: Austria.
17. ↑ Pevsner, Fleming y Honour, 2005, p. voz: Polonia.
18. ↑ Pevsner, Fleming y Honour, 2005, p. voz: Cecoslovacchia.
19. ↑ Pevsner, Fleming y Honour, 2005, p. voz: Ungheria.
20. ↑ Pevsner, Fleming y Honour, 2005, p. voz: Gilbert, Cass.
21. ↑ Pevsner, Fleming y Honour, 2005, p. voz: Razionalismo.

1. ↑ J. Maroto (2009) Historia del Arte, Casals, pg.


290-291.
2. ↑ «1791: Abertura do Portão de
Brandemburgo». Deutsche Welle (6 de agosto de
2007) (en portugués). 2007. Consultado el 24 de
enero de 2008.
3. ↑ «Munich». Deutsche Welle  (29 de marzo de
2005) (en inglés). 2005. Archivado desde el
original el 28 de junio de 2008. Consultado el 24 de
enero de 2008.
4. ↑ J. Maroto (2009) op. cit.
5. ↑ Riley, 2004.
6. ↑ Monique Mosser, Le temple et la montagne :
généalogie d'un décor de fête révolutionnaire,
Revue de l'Art, numéro 83 , 1989, p. 21-35.
7. ↑ *Werner Szambien (1986). Les projets de l'an II :
concours d'architecture de la période
révolutionnaire. París: École nationale supérieure
des Beaux-Arts..
8. ↑ Jens Bisky: Als wenn ich ein Baumeister wäre: Er
hat Schloss Wörlitz erbaut und die Königskammern
im Berliner Schloss eingerichtet: Vor 200 Jahren
starb Friedrich Wilhelm von Erdmannsdorff in
Dessau. Berliner Zeitung vom 4. März 2000,
abgerufen am 30. Oktober 2015
9. ↑ «1791: Abertura do Portão de
Brandemburgo». Deutsche Welle 06.08.2007 (en
portugués). 2007. Consultado el 24 de enero de
2008.
10. ↑ H.R. Hitchcock, L'architettura dell'Ottocento e del
Novecento, Torino, Einaudi, 1971, pp. 35-36.
11. ↑ «Munich». Deutsche Welle  29.03.2005) (en
inglés). 2005. Archivado desde el original el 28 de
junio de 2008. Consultado el 24 de enero de 2008.
12. ↑ Ezio Bonfanti, Nuovo e moderno in architettura,
2001, p. 30.
13. ↑ Saltar a:a b Pevsner, Fleming y Honour, 2005.
14. ↑ Saltar a:a b «neoclassical architecture: Italy». The
Free Dictionnary by Farlex (en inglés). Consultado
el 16 de febrero de 2012.
15. ↑ «Italy Architecture:
Neoclassicism». ItalyTravel.com (en inglés).
Archivado desde el originalel 28 de marzo de 2013.
Consultado el 16 de febrero de 2012.
16. ↑ R. Middleton, D. Watkin, Architettura
dell'Ottocento, Milano, Electa, 2001, p. 292.
17. ↑ Saltar a:a b «Neoclassical architecture and the
influence of antiquity». cartage.org.lb (en inglés).
Archivado desde el original el 11 de febrero de
2012. Consultado el 16 de febrero de 2012.
18. ↑ Dizionario di architettura, de N. Pevsner, J.
Fleming y H. Honour. Torino, Einaudi, 1981, voz:
Italia.
19. ↑ De Fusco, 1980.
20. ↑ E. Kaufmann, Architecture in the Age of Reason.
Baroque e Post Baroque in England, Italy, France,
Cambridge 1955; L'architettura dell'illuminismo,
trad. it., Turín, 1966
21. ↑ E. Lavagnino, L'arte moderna dai neoclassicisti ai
contemporanei, Torino 1956.
22. ↑ Treccani. «Quarénghi, Giacomo». Consultado el 5
de marzo de 2012.
23. ↑ Mario Praz. Gusto neoclassico. p. 207..
24. ↑ Dmitry Shvidkovsky (2007). Russian Architecture
and the West (en inglés). New Haven: Yale
University Press. p. 297.
25. ↑ S. Eriksen, Early Neoclassicism in France, 1974,
p. 57.
26. ↑ La fecha 1790, en Arquitectura en
Hispanoamérica, web citada; la fecha 1801 y la
atribución de arquitecto, en El Palacio de
Carondelet se Convierte en Museo, web de la
Presidencia de Ecuador.
27. ↑ Helena Cunha de Uzeda: La Academia de Bellas
Artes de Río de Janeiro y su influencia en el
desarrollo de la arquitectura moderna brasileña,
Goya, 2002.
28. ↑ Para toda la sección Neoclasicismo en
Hispanoamérica, en Arquitectura del siglo XIX.
29. ↑ Mariconde, Maria del Carmen. La arquitectura del
siglo XIX en Argentina.
30. ↑ Ver también las opiniones expresadas, contra la
dictadura de la línea recta y la involución de la
arquitectura, por Bruno Zevi, en Il Linguaggio
Moderno dell'Architettura, Turín, 1973.
31. ↑ "Abitare annual", volume 5, p. 124.
32. ↑ Saltar a:a b G. Ciucci, Classicismo, classicismi:
architettura Europa/America 1920-1940, 1995.
33. ↑ "Abitare annual", volume 5, p. 154.
34. ↑ S. Bedford, John Russell Pope: Architect of
Empire, 1998.

Bibliografía[editar]
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1970, Florencia, Sansoni, 1970.
 M. Giuffrè, P. Barbera, G. Cianciolo
Cosentino (a cura di), The time of Schinkel
and the age of Neoclassicism between
Palermo and Berlin, 2006. ISBN
8887669481
 H.R. Hitchcock, L'architettura dell'Ottocento
e del Novecento, Turín, Einaudi, 1971.
 H. Honour, Federici
(traduttore), Neoclassicismo, Turín, Einaudi,
1980.
 Emil Kaufmann, Architecture in the Age of
Reason. Baroque e Post Baroque in
England, Italy, France, Cambridge,
1955; L'architettura dell'illuminismo, trad. it.,
Turín, 1966.
 Emilio Lavagnino, L'arte moderna dai
neoclassicisti ai contemporanei,
Turín, UTET, 1956.
 P. Lavedan, L'Histoire de l'urbanisme:
Renaissance et temps modernes, París,
1941.
 Corrado Maltese, Storia dell'arte italiana
1785-1943, Turín, Einaudi, 1960.
 A.M. Matteucci, L'architettura del
Settecento, Turín, Garzanti, 1992.
 C. Meeks, Italian Architecture 1750 - 1914,
New Haven - Londres, 1966.
 Robin Middleton, David Watkin, Architettura
dell'Ottocento, Martellago (Veneca), Electa,
2001. ISBN 88-435-2465-8
 Werner Muller, Gunter Vogel, Atlante
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origini all'età contemporanea. Tavole e testi,
Rozzano (Milán), Hoepli, 1997. ISBN 88-
203-1977-2
 Luciano Patetta, L'architettura
dell'Eclettismo. Fonti, teorie, modelli 1750 -
1900, Milán, Magotta 1975.

 Mario Praz, Gusto neoclassico, Milán, 1974-


2003. ISBN 88-17-10058-7
 The Age of Neoclassicism, catalogo della
mostra, Londres, 1972.
 J. Summerson, Architettura del Settecento,
Milán, Rusconi, 1990.
 N. Tarchiani, L'architettura italiana
dell'Ottocento, Firenze, 1937.
 V. Vercelloni, Dizionario enciclopedico di
architettura e urbanistica, Roma, 1969.
 D. Watkin, Storia dell'architettura
occidentale, Bolonia, 1990.

Enlaces externos[editar]
 Neoclasicismo, racionalismo y arquitectura
revolucionaria en Artehistoria
 Neoclasicismo en Arquitectura del siglo XIX
 Neoclasical architecture en Britannica
 El estilo neoclásico en interiores en 21-
design.com

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