Nombres y Apellidos - Código de Alumno:

- Joaquin Patrick Diaz Jara - 201621436

- Dominick Czichowsky Nielsen - 201211077
- Rodrigo Gilio - 20159214
- Joel Chipana - 201524294

Esquema

Introducción
Contexto: Información general y definición
Controversia: Está de acuerdo con que los Estados planteen medidas que restrinjan algunos
beneficios a los padres que no vacunan a sus hijos con el fin de incentivar la vacunación?
Tesis: Si, se está de acuerdo

Argumento
1. Es necesario para evitar contagios y muerte.
1.1 Quienes no lo hacen atentan contra la vida de otros.
1.2 Padres creen saber más que los especialistas.

Contraargumento
1. No salvan vidas sino que traen efectos secundarios negativos.
1.2 Reducción de muertes significativas con la aparición de vacunas.
1.3 Enfermedades Erradicadas
1.4 Efectos secundarios extremadamente bajos.

Conclusión
Posición final y opinión

En guerra contra un enemigo invisible

 
La vacuna es una preparación biológica que proporciona inmunidad a la persona a quien se
le administra ante una determinada enfermedad. La sustancia estimula el sistema
inmunológico del cuerpo para que lo identifique como una amenaza y lo destruya para
luego guardar registro del mismo y así evitar próximas infecciones. La mayoría de infecciones
se deben a estar en contacto o cerca a una persona portadora del virus. A lo largo de la
historia se han registrado diferentes casos y enfermedades alrededor del mundo que han
acabado con la vida de muchísimas personas. Sin embargo, con el pasar de los siglos, las
cifras también se han reducido significativamente debido a los avances científicos y curas
que se han ido creando. Actualmente, los Estados siempre advierten y hacen campaña para
que las personas tomen la decisión de administrarse vacunas, ya que estas no son
obligatorias, con el fin de evitar posibles epidemias. Actualmente existen enfermedades
inmunes y casos de contagio en el mundo, ante esta situación, surge la interrogante de si es
correcto que los Estados planteen medidas que restrinjan algunos beneficios a los padres
que no vacunan a sus hijos, con el fin de incentivar la vacunación, como se ha tenido que
hacer en algunos países donde los movimientos antivacunas empezaron a proliferar. A
continuación se argumentar Ángeles las razones por la cuales efectivamente estas medidas
serían las correctas.
 
En primer lugar, la vacunación es necesaria para evitar contagios de enfermedades que
pueden incluso llevar a la muerte. Por ejemplo, en el pasado se podía observar cómo estas
enfermedades acababan con la vida de miles de personas y que con la llegada de nuevas
vacunas las cifras se redujeron drásticamente a casi nulas. Los padres que no vacunan a sus
hijos no respetan la vida y son bastante egoístas con el resto de personas, ya que ponen en
riesgo a los demás. Esto también es un mal ejemplo para sus hijos, que probablemente
repetirán el mismo patrón de omitir la vacunación en un futuro. Quién sería el responsable
entonces, si una persona es contagiada por el hijo del padre “antivacunas” al no estar
vacunado, y peor aun si la persona fallece a causa de esto. En otras palabras, por no cuidarse
ni tomar una simple precaución, se puso en una situación muy crítica a otra persona
logrando exponerse a una enfermedad. El no prevenir teniendo la posibilidad de hacerlo
simplemente es ridículo, ya que aparte de los altos riesgos, los tratamientos no son
económicos y sería un gasto bastante fuerte para la víctima el tener que cubrirlo. además
existen muchos padres que creen saber lo que es mejor para sus hijos sin embargo, en
temas como la salud o medicina, solo los especialistas podrían saber acerca de ello; aun así
no escuchan las recomendaciones de estos y siguen lo que creen que es mejor pero
equivocado siempre. El Estado, al tomar medidas restringiendo ciertos beneficios a los
padres de familia, estaría forzando la vacunación, lo cual sería algo positivo ya que se
evitarían los contagios y se podría hasta llegar a erradicar el virus, como ha sucedido
anteriormente. Por ello, a veces es necesario tomar medidas más drásticas para llegar a lo
que es correcto, como es en el caso de las leyes, ya que el ser humano es un ser que puede
ser muy egoísta y terco en muchas situaciones importantes como en estos casos.
 
Por otro lado, están quienes sostienen que las vacunas no salvan vidas sino que traen
efectos secundarios negativos y que dañan la salud. Sin embargo, esto es equivocado porque
se puede apreciar claramente que desde la aparición de las vacunas la tasa de mortandad a
causa de las enfermedades contagiosas se ha reducido drásticamente. Por ejemplo, entre
1958 y 1962 solo en USA, un promedio de 503 282 casos de Sarampión fueron registrados,
de los cuales fallecieron 432 personas y no fue sino hasta 1998 que se reportó una
disminución récord a solo 89 casos de sarampión gracias a las vacunas que se elaboraron.
Otro claro ejemplo es el virus de la poliomielitis, que acabó con la vida de 1879 personas de
un total de 16 316 infectados. Recién en 1962, con la aparición de su vacuna, se fue
reduciendo significativamente esta cifra hasta ser totalmente eliminada en el hemisferio
occidental, a mediados de 1991. Entonces, es claro que las vacunas salvan vidas y la
población está más a salvo de contagios gracias a estas. En cuanto a efectos secundarios,
siempre existirán riesgos, pero en este caso son mínimos porque se trata de sustancias
procesadas científicamente y comprobadas también. Además, el riesgo de no estar
vacunado es mayor puesto que el virus es más peligroso que cualquier efecto secundario
que pueda existir. Entonces, las vacunas son recomendadas y cumplen su función de salvar
vidas al evitar también su propagación.
 
En conclusión, es adecuado que el Estado tome medidas ante los padres de familia para que
estos vacunen a sus seres queridos, ya que se evita así, la propagación o infección de un
virus que puede llegar a ser mortal. Al no vacunar a sus hijos, son egoístas y atentan contra
la vida ajena y es por eso que a veces es necesario que se les obligue o guíe a hacer lo que es
correcto. Las personas, al final terminan siendo más peligrosas y mortales que el propio
virus, al no tomar ellos las medidas necesarias y recomendadas.