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El documento habla sobre la pandemia de COVID-19 y las vacunas contra el coronavirus. Explica varios mitos sobre las vacunas, como que la inmunidad no es de por vida, que aún se debe usar mascarilla después de vacunarse, y que las vacunas no contienen el virus vivo ni alteran el ADN. También discute que aunque se haya tenido COVID-19 previamente, aún es importante vacunarse debido a que la inmunidad puede no ser permanente.
El documento habla sobre la pandemia de COVID-19 y las vacunas contra el coronavirus. Explica varios mitos sobre las vacunas, como que la inmunidad no es de por vida, que aún se debe usar mascarilla después de vacunarse, y que las vacunas no contienen el virus vivo ni alteran el ADN. También discute que aunque se haya tenido COVID-19 previamente, aún es importante vacunarse debido a que la inmunidad puede no ser permanente.
El documento habla sobre la pandemia de COVID-19 y las vacunas contra el coronavirus. Explica varios mitos sobre las vacunas, como que la inmunidad no es de por vida, que aún se debe usar mascarilla después de vacunarse, y que las vacunas no contienen el virus vivo ni alteran el ADN. También discute que aunque se haya tenido COVID-19 previamente, aún es importante vacunarse debido a que la inmunidad puede no ser permanente.
UNIVERSIDAD TRES CULTURAS 03/202 SALUD Y VIDA EN LA ACTUALIDAD LA COVID-19
Si bien es cierto que los sistemas de salud no
contemplaban este suceso de crisis, también es cierto que nos hizo retro inspeccionar las condiciones humanas en torno al bienestar físico, mental y anímico. A largo de mi historia como profesional de salud me he encontrado con diversas maneras de llevar una vida plena, en el entendido de que en cualquier comento alguna situación adversa puede contraponerse a la hora de los cuidados.
Retornemos al año 2019 mes de noviembre, cuando
viajábamos, entrabamos en bares, restaurantes, aeropuertos en fin íbamos a todos lados y lugares; si bien es cierto que al pertenecer al área de la salud te vas encontrando con diversos métodos aplicables para nuestra salud e higiene también es cierto que una realidad es que no toda la población lo lleva a cabo, como lo es el simple hecho de lavarse las manos, sin tocar ojos nariz o boca, todo aquello que sea de origen mucoso, es interesante que unas simples medidas podría salvarnos la vida.
El año en que todo cambio, no solo en contexto
económico si no el mayor impacto que genero una enfermedad, que al inicio planteaban hasta los mismos científicos que, pues era una nueva enfermedad, no veían riesgo al momento, pero al ser un virus con un código diferente se iba estudiar, de manera que todo este evento provenía de Wuhan china, cuando la ONU emitió la alarma sanitaria debido al avance de propagación.
En México si bien es cierto generalmente se vive con
una apatía y no hay la información adecuada de manera breve, concisa y oportuna, pues generalmente la desinformación se hizo presente y lamentablemente un porcentaje de la población que supuso no había gran relevancia hasta que vimos fallecer personas cercanas a nuestro circulo, familiares, amigos, vecinos inclusive niños, aunque no en un porcentaje mayor este último. Entonces me presento me llamo María Cielo Tapia Beiza, y te diré el contexto de como en este transcurso de crisis mundial se ha venido suscitando desde mi punto de vista con una mayor importancia de la salud. Llevo 11 años en el ramo de la salud y entonces pensaras que soy ¿médico o enfermera?, pues no, yo soy asiente de dirección en mi labor principal es la atención al público, alguno que otro reporte ,a si es redacción y todos ese tipo de detalles administrativos, pero también me gusta ayudar , orientar y claro por supuesto investigar y leer todo lo relacionado a temas de la salud, debido a que estoy consciente que no todos contamos con las mismas oportunidades de mantenernos informados de manera oportuna y es ahí cuando entro yo.
Investigué que conforme fueron saliendo los diversos
planteamientos de la enfermedad si bien es cierto que llevar una vida “saludable” te ayuda a que tu sistema inmunológico este trabajando con mayor eficacia, también pensé que no todos cuidamos esos aspectos en la vida y comemos lo primero que vemos por el hecho de no saber cómo tener una jarra del buen beber o un plato del buen comer; sorprendente ¿no?, pequeñas acciones que en definitiva te ayudan a llevar una vida con mejor calidad.
He visto como las personas señalan a las vacunas
como algo negativo, sin embargo si bien es cierto que muchas de ellas cuentan con virus no activados, ayudan a prevenir una muerte y que en algunos casos es segura, precisamente por aquellos mitos donde que una vecina me dijo que mi comadre graciana mejoro con el limón y agua y todas esas costumbres que si bien es cierto científicamente no tienen una efectividad comprobada , también es cierto que al infectarte en muchos casos puedes o no presentar cuadros de leves a graves claro según la condición de cada ser humano partiendo de la premisa misma de que cada organismo es diferente por sus condiciones de vida, sin embargo los síntomas no solo duran en la enfermedad si no también a futuro conllevan una serie de daños o efectos adversos si lo llamamos así. Pero no entrando en tanto preámbulo y veámoslo de manera más contextual a lo que la razón nos dice. ¿SIRVEN LAS VACUNAS? Así es mitos y realidades
Mito 1: si ya has tenido la COVID-19, no
necesitas vacunarte. Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) explican que es importante que te vacunes incluso si ya has contraído la COVID-19. Esto se debe a que los expertos no saben por cuánto tiempo estás protegido contra la COVID-19 después de una infección previa —o si estás protegido en absoluto—. "Incluso si ya te has recuperado de la COVID-19, es posible —aunque raro— QUE TE CONTAGIES NUEVAMENTE CON LA COVID-19
¿Qué causa la COVID-19", dicen los CDC?
Un estudio publicado en la revista científica The Lancet el 18 de marzo reveló que los adultos de 65 años o más que han dado positivo en las pruebas del coronavirus tienen una probabilidad significativamente mayor que los jóvenes de volver a infectarse con el virus. El estudio, que analizó los datos de las pruebas de cuatro millones de personas en Dinamarca, descubrió que los adultos de 65 años o más que habían sido infectados anteriormente sólo tenían un 47.1 por ciento de protección contra la repetición de la infección, en comparación con una tasa de protección de alrededor del 80 por ciento entre los más jóvenes. Según los autores del estudio, la diferencia puede explicarse por los cambios naturales que debilitan el sistema inmunitario a medida que se envejece. Otro estudio de los CDC publicado en febrero reveló que cinco residentes de un hogar de ancianos de Kentucky que parecían haberse recuperado del coronavirus volvieron a contraer la infección tres meses después. Los residentes arrojaron resultado positivo durante un brote en julio del 2020, y luego tuvieron cuatro pruebas con resultado negativo antes de un segundo brote en el establecimiento en octubre. Los pacientes tuvieron síntomas más graves en el segundo episodio de COVID-19, dice el informe, y uno de ellos falleció a raíz de la enfermedad. El estudio sugiere que las personas que tienen síntomas leves o son asintomáticas en la primera infección "no producen una respuesta inmunitaria lo suficientemente fuerte para prevenir un nuevo contagio", afirmaron los investigadores de los CDC en el informe. También sugiere "la posibilidad de que la enfermedad puede ser más grave en un segundo contagio", dijeron. Si tuviste COVID-19 y fuiste tratado con anticuerpos monoclonales o plasma de convalecencia, los CDC recomiendan esperar 90 días para vacunarte. Mito 2: una vez que recibes la vacuna contra el coronavirus, eres inmune de por vida Se están realizando estudios para determinar la duración de la inmunidad de una vacuna contra el coronavirus. Pero es probable que necesites vacunarte periódicamente, quizás una vez cada tres años o cada año, como la vacuna contra la gripe. Eso permitirá a los científicos ajustar la fórmula, si es necesario, a medida que surjan nuevas cepas, o variantes, del coronavirus. "Ahora mismo, todo el mundo espera que la inmunidad sea bastante duradera, tal vez varios años", dice el Dr. Christopher Murray, director del Instituto para la Métrica y Evaluación de la Salud de University of Washington en Seattle. Sin embargo, afirma que la aparición de nuevas cepas del virus, sumada a la posibilidad de que la inmunidad disminuya, hace más probable la vacunación anual. Mito 3: puedes deshacerte de tu mascarilla después de vacunarte Tras la última dosis de la vacuna, el organismo tarda unas dos semanas en estar totalmente protegido contra el coronavirus. Pero incluso después de esas dos semanas, los CDC dicen que hay que seguir usando una mascarilla y practicar el distanciamiento social en la mayoría de las situaciones. Esto se debe en parte a que los investigadores aún no saben si la vacuna puede prevenir la transmisión del virus. Esto significa que es posible portar el virus después de recibir la vacuna y transmitirlo silenciosamente a los demás, aunque no tengas síntomas. Y lo que es más importante, el virus seguirá propagándose y enfermando a las personas hasta que el país alcance la inmunidad colectiva, cuando entre el 70 y el 85% de la población este vacunada. Las mascarillas y el distanciamiento social son la mejor manera de frenar la propagación del virus hasta llegar a ese punto, según los CDC. Según los CDC, las personas plenamente vacunadas pueden reunirse en espacios cerrados sin necesidad de llevar mascarilla o mantener la distancia física cuando lo hagan con: • Otras personas que están plenamente vacunadas • Personas no vacunadas de otro hogar, a menos que dicha persona o cualquier persona con la que viva corra un mayor riesgo de enfermarse gravemente a causa de la COVID- 19. Mito 4: las vacunas contienen el virus vivo que causa el coronavirus Ninguna de las vacunas autorizadas en EE.UU. utiliza el virus vivo que causa la COVID- 19, y no pueden transmitir la enfermedad. En cambio, las vacunas utilizan técnicas científicas para entrenar al organismo a reconocer y combatir el coronavirus. Las vacunas de Pfizer-BioNTech y de Moderna envían un pequeño fragmento de código genético a las células para estimular la producción de anticuerpos en el organismo. La vacuna de J&J usa otra tecnología. Emplea un adenovirus inocuo que no puede replicarse para enviar un mensaje genético a las células. Si bien las vacunas contra el coronavirus no te harán enfermar con la COVID-19, pueden causar efectos secundarios en algunas personas. Los efectos secundarios más frecuentes son dolor en el lugar de la inyección, fatiga, dolor de cabeza, escalofríos, fiebre y dolores musculares. La mayoría de las reacciones son temporales y desaparecen en unos pocos días, según los CDC. Los expertos enfatizan que son una señal de que las vacunas están funcionando. Mito 5: las vacunas de ARNm pueden alterar tu ADN Las vacunas contra la COVID-19 no cambian tu ADN, según los CDC. Las vacunas de Pfizer-BioNTech y de Moderna utilizan un nuevo tipo de tecnología denominada ARN mensajero, o ARNm para abreviar. Piensa en el ARNm como un manual de instrucciones: dirige al cuerpo a desarrollar una respuesta inmunitaria a una infección específica. El ARNm "nunca entra en el núcleo de la célula, que es donde se guarda nuestro ADN", dicen los CDC. "Esto significa que el ARNm no afecta ni interactúa con nuestro ADN de ninguna manera". La vacuna contra la COVID-19 de Johnson & Johnson utiliza un virus inocuo (no es un coronavirus) para dar instrucciones a las células para que empiecen a crear inmunidad. Las instrucciones se entregan en forma de material genético que no se integra en el ADN, dicen los CDC. Los CDC enfatizan que las vacunas contra la COVID-19 autorizadas se rigen por las mismas normas de seguridad y eficacia que otras vacunas aprobadas o autorizadas en Estados Unidos.
Mito 6: no necesitas ambas dosis de las vacunas
de dos dosis Tanto la vacuna de Moderna como la de Pfizer- BioNTech requieren dos dosis que se administran con algunas semanas de diferencia. Y debido a que los expertos en salud no están seguros de sí una dosis será lo suficientemente efectiva para prevenir la COVID-19 o un caso grave de la enfermedad, omitir la segunda inyección no es una buena idea. Como lo explican los CDC: La primera inyección empieza a generar protección; la segunda estimula esa protección y "es necesaria para alcanzar la máxima protección que ofrece la vacuna". Un análisis del ensayo clínico de fase 3 de Pfizer/BioNTech, revisado por científicos externos, (en inglés) reveló que su vacuna tenía una eficacia de aproximadamente el 52% después de la primera dosis. Tras la segunda dosis, la eficacia aumentó al 95%. "No sabemos qué sucede después de una sola dosis", dijo el Dr. William Moss, director ejecutivo del International Vaccine Access Center de la Facultad de Salud Pública Bloomberg de Johns Hopkins, a AARP en una entrevista reciente. "Ciertamente no podemos esperar [que una dosis confiera] el alto grado de protección" que demostraron ambas dosis en los ensayos clínicos de fase 3, agregó. Mito 7: No debes vacunarte si alguna vez has tenido una reacción alérgica Si tienes un historial de reacciones alérgicas a medicamentos orales, alimentos, animales domésticos, picaduras de insectos, látex o cosas en el medioambiente como el polen o el polvo, puedes recibir la vacuna contra la COVID-19 con total seguridad, dicen los CDC. También puedes vacunarte si eres alérgico al huevo, ya que ninguna de las vacunas autorizadas contiene huevos o componentes relacionados con el huevo. El único grupo que, según la agencia, debe abstenerse definitivamente es el de las personas que alguna vez han tenido una reacción alérgica grave a cualquier ingrediente de una vacuna contra la COVID-19. Si has tenido una reacción alérgica a otras vacunas o a medicamentos intravenosos, los CDC (en inglés) recomiendan que hables con tu médico sobre la conveniencia de vacunarte. Hasta ahora, solo un pequeño número de personas que han recibido la vacuna contra la COVID-19 han experimentado la reacción alérgica grave denominada anafilaxia. La anafilaxia ha afectado a entre dos y cinco personas por cada millón de vacunados, según los CDC. Aunque una reacción anafiláctica es potencialmente mortal, casi siempre ocurre en los 30 minutos siguientes a la vacunación y se puede detener rápidamente con medicamentos como la epinefrina. Todos los pacientes que experimentaron anafilaxia tras la vacunación contra la COVID-19 se recuperaron, según los CDC. La agencia recomienda que las personas con antecedentes de anafilaxia permanezcan en observación durante 30 minutos después de la vacunación. Aquellos que no tengan antecedentes de anafilaxia deben permanecer durante 15 minutos.